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CAPITULO 1

GENERALIDADES
Sección I. INTRODUCCION

1. Finalidad.

Este Manual proporciona la información sobre el uso en campaña de Fortificaciones y Obstáculos,


destinados a favorecer nuestras acciones, a dar protección a las tropas y al material durante el combate y a
interferir las acciones del enemigo, tratando de obtener el mayor rendimiento del terreno.

2. Alcance.

a. El manual contiene información detallada sobre la construcción y el desarrollo progresivo de


emplazamientos, trincheras, abrigos y obstáculos en diversas condiciones climatéricas. Las
fortificaciones y obstáculos que aquí se describen pueden ser construidos de una manera general
por personal sin experiencia en este tipo de construcciones. Se proporcionan los diseños
reglamentarios, listas de materiales, procedimientos de construcción y un cálculo del tiempo y la
mano de obra que se necesitan para llevar a cabo el trabajo.
b. Se ilustran y detallan, las herramientas y el equipo de que normalmente disponen las unidades de
combate.
c. El material aquí considerado se puede aplicar sin modificaciones a la guerra nuclear y no nuclear.
d. Las dimensiones de los diferentes diseños generalmente se dan en medidas del Sistema Métrico
Decimal. El Anexo 1, contiene la tablas de conversión del Sistema Inglés al Sistema Métrico
Decimal, para facilitar los cálculos cuando figuran dimensiones en medidas inglesas.

Sección Il. LA FORTIFICACION DEL TERRENO


Y SU EMPLEO

3. La Fortificación.

En todas las épocas el terreno ha sido utilizado como factor importante del combate de acuerdo a las
condiciones de la guerra y los medios de fuego empleado; pero por muy perfectos que resulten los medios
de fuego y por muy bien utilizado que sea este terreno en sus condiciones naturales, siempre es indis-
pensable aumentar su poder mediante la fortificación.

a. La fortificación del terreno, consiste, en modificar las condiciones naturales del terreno con el fin de:

(1) Facilitar la acción en todas sus formas.

(2) Asegurar la protección.


(3) Facilitar la vida de las tropas en campaña.

(4) Oponerse a las acciones del enemigo.

b. La fortificación del terreno es uno de los principales elementos que el Comando pone en juego tanto
en la preparación como la conducción del combate y sus efectos son:

(1) Aumentar el rendimiento del fuego.

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(2) Permitir la economía de fuerzas.

(3) Aumentar las pérdidas del enemigo.

(4) Facilitar el empleo de las reservas y su reacción a cualquier movimiento por sorpresa.

(5) Retardar al enemigo.

(6) Facilitar el ejercicio del Comando.

(7) Proteger nuestros medios, en general, contra las sorpresas.

c. La fortificación del terreno esta subordinada a la misión de una Unidad y al concepto que el
Comando tiene de la maniobra y no debe ligar a una tropa al terreno, debiendo estas al mismo
tiempo que lo ocupan, saber abandonar fácilmente una posición, conservando su libertad de
acción, para continuar cumpliendo con su misión.

4. Definición de Términos.

Los siguientes términos se emplean en el planeamiento y construcción de fortificación en campaña.

a. Posición. Todo lugar o área del terreno organizado con fines militares ocupada por tropas o cuya
ocupación está prevista.
b. Fortificar una posición. Aumentar su rendimiento o poder defensivo natural mediante trabajos de
fortificación en beneficio de nuestra acción y en detrimento de las acciones del enemigo.
c. Carga destructivo. La carga o fuerza sobre un objeto o estructura, causada por la onda destructiva
proveniente de una explosión alrededor de un objeto. Es una combinación de sobrepresión o
difracción y carga de presión dinámica ó resistencia al avance.
d. Enmascaramiento. El acto o la resultante de acciones destinadas a ocultar o disminuir personal
y/o material a la observación del enemigo; la aplicación técnicas de camuflage o de pantalla o
ambas, con la ayuda de información negativa a su existencia, naturaleza, disposición o propósito,
de instalaciones equipos o actividades. El enmascaramiento ofrece protección solamente de la
observación.

e. Cubierta. Protección natural o artificial de la observación enemiga. No protega contra el fuego.

f. Simulación. Cualquier actividad de cuyo objeto sea atraer la atención; el uso de cualquier medida, la
ayuda de cualquiera forma, para engaitar por 1,a falsa representación de cualquier arma, instalación, equipo
o actividad.

g. Desenfilamiento. Protección o refugio de la observación terrestre enemiga y la trayectoria del fuego


tendido proporcionada por obstáculos naturales o artificiales tales como colinas, lomas, dunas o cualquier
masa.

h. Carga de presión dinámica. La fuerza ejercida sobre un objeto o estructura por una presión dinámica
proveniente de la honda destructiva de la explosión nuclear. Estas fuerzas son influenciadas por ciertas
características del objeto o estructura, básicamente por su forma.

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i. Emplazamiento. Posición construida para una o más armas o piezas de equipo protegidos contra el
fuego o bombardeos enemigos y desde los cuales pueden ejecutar sus tiros. Incluye pozos de tirador y
trincheras.

j. Tiro de enfilada. Aquel que se dirije en el sentido de la mayor dimensión del objetivo; puede ser de
frente, de flanco o de revés, según como se presente el objetivo.

k. Tiro de flanqueamiento. Aquel que ejecuta una unidad para proteger su frente o su flanco o los de una
unidad vecina, realizando tiros casi paralelos a la línea donde se quiere impedir que llegue el enemigo.

l. Brecha. Porción de una barrera en la cual no existen obstáculos Es suficientemente ancha para permitir
a las fuerzas amigas el pase a través, en formación táctica.

m. Radiación incidente. Radiación que al caer barre o afecta cierto plano de referencia.

n. Pasaje. Ruta abierta y limpia a través de un obstáculo. Un pasaje simple normalmente tiene ocho mts de
ancho; uno doble tiene 16 mts. Los pasajes deben ser adecuadamente marcados.

o. Obstáculos. Cualquier obstrucción (accidente del terreno natural, condición de clima o suelo u objeto
construido por el hombre), que detiene, demora o desvía el movimiento.

(1) Los obstáculos naturales incluyen escarpaduras difíciles de salvar, ríos, torrentes, pantanos,
bosques, densos, selva tupida, nieva profunda y suave, arenas movedizas o suaves, etc, y
también se consideran a los lugares poblados.

(2) Obstáculos artificiales incluyendo trabajos de destrucción y construcción, tales como: demolición
de puentes, embudos en carretera, talas, inundaciones, campos minados, áreas contaminadas,
alambradas, obstrucciones de carreteras, zanjas antitanques y estructuras de fierro, concreto o
troncos.

p. Protección física. Uso de medios físicos naturales o artificiales para protegerse de los efectos de las
armas. Algunos ejemplos de protección física son: ropa de protección, vehículos blindados,
emplazamientos, abrigos, parapetos trincheras y condiciones naturales del terreno.

q. Tiempo de reacción. Tiempo que discurre entre una acción y una reacción.

r. Revestimiento. Un muro de contención, construido de sacos de arena, planchas, ramas u otro material
que sostiene el terreno en pendiente en un talud y que normalmente lo mantiene evitando que
socave o se deslice.

s. Abrigo. (Refugio). Cualquier cubierta natural o artificial que protege a las tropas, municiones, o
abastecimiento de la acción del enemigo o inclemencias del clima; generalmente carecen de los medios
necesarios para el empleo de armas de fuego.

t. Traslación. Movimiento lateral causado por una carga dinámica.

u. Trinchera. Excavación de dimensiones standard que conecta a otros emplazamientos o abrigos


(refugios).

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5. Empleo de la Fortificación.

a. La fortificación en campaña se emplea tanto en la defensiva como en la ofensiva. Es erróneo


pensar que las fortificaciones sólo ayudan a la defensa. De hecho, pueden ayudar por igual a la
ofensiva, porque permiten a un Comandante organizar detrás de ellas una fuerza móvil, ya sea para
atacar o para contraatacar. Con las fortificaciones el Cmdte puede hacer economías en cuanto a las
fuerzas que tiene para mantener una línea, ya que estas obras retardarán al enemigo y permitirán a la
reserva móvil reaccionar a cualquier movimiento por sorpresa. Por consiguiente con las fortificaciones,
el Comandante tiene un medio decisivo de influir en el combate. Para el empleo de las fortificaciones
de campaña en las operaciones se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

(1) Posiciones Ofensivas. Durante la ofensiva, las tropas continuara avanzando hasta que la
acción enemiga, la prolongación excesiva de las líneas de abastecimiento u otras limitaciones
como la necesidad de reorganizarse; las obliguen a detenerse. En esas circunstancias una
unidad es particularmente vulnerable a un contraataque del eno, por lo tanto, debe atrincherarse
tan rápido como sea posible y sin reducir por esta acción, su capacidad para continuar
progresando tan pronto pueda.

(2) Posiciones Defensivas. Una posición defensiva debe establecerse alrededor de una serie de
posiciones tácticas organizadas y ocupadas. Las posiciones se seleccionaran por un valor
defensivo natural y las facilidades de observación que brinden. La construcción de las fortifica-
ciones entraña el despeje de campos de tiro; la excavación de emplazamientos para armas y el
personal, la construcción de abrigos y trincheras, la instalación de campos minados, el
mejoramiento de los obstáculos naturales, el tendido de alambradas y el enmascaramiento.

b. En la defensa aun cuando las unidades de primera línea, por la prioridad de su misión, son las
interesadas en el uso de la fortificación en forma inmediata, estas obras también son necesarias para
las tropas de reserva y para las instalaciones de retaguardia de una posición. El avance tecnológico de
las armas modernas determina que estas últimas fuerzas como las de primera línea son igualmente
susceptibles de sufrir en el mismo grado y en tal forma sus efectos que pueden comprometer el
cumplimiento de la misión.

c. El concepto táctico del terreno, la magnitud de los trabajos y el orden de urgencia de estos, son
decisiones del Comando y no están contemplados en este manual.

d. El empleo cada día mayor de medios más veloces en las acciones, limita en parte las
condiciones de seguridad dadas por la distancia de transporte, imponiendo a las tropas una mayor
necesidad de utilización de terreno y la obligación incesante de protegerse mediante la fortificación.

e. La fortificación de una posición debe organizarse y ejecutarse juiciosamente de acuerdo con la


finalidad que se persigue con su ocupación y en función de los medios (personal y materiales) y del
tiempo disponibles o necesarios para los trabajos. Una fortificación incompletamente organizada y/o
ejecutada en forma imperfecta resulta muchas veces perjudicial a nuestra misión llegando a delatar la
ubicación y el dispositivo de nuestras fuerzas y en cierto modo, a constituir un elemento retardante de
las acciones previstas.

f. Planeamiento de las fortificaciones. Los planes para las fortificaciones no solo incluyen las
medidas necesarias para lograr el grado de protección deseada sino para poder desencadenar el
máximo volumen de fuego eficaz contra el enemigo, desde el inicio del combate. Estos planes se
basan generalmente en que en la construcción se empleará el método progresivo, es decir empezando

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con la construcción de emplazamientos descubiertos, hasta aquellos bajo cubierta y refugios, teniendo
en cuenta llegar a lograr la protección máxima permisible de acuerdo con las circunstancias. En la
Tabla I, se muestran las características de los emplazamientos para el personal y para las armas
individuales. El planeamiento general de los trabajos se basa en el Plan Táctico, dentro de este Plan
General los comandos subordinados preparan sus planes detallados para la ejecución de las obras.
Simultáneamente se prepara el Plan de Enmascaramiento correspondiente. Las obras de fortificación
en campaña deben ubicarse de manera de permitir su fácil enmascaramiento; siguiendo esta forma se
economizará el trabajo y los medios así como el tiempo. Las obras de fortificación y los trabajos de
enmascaramiento se ejecutarán simultáneamente.

g. Dispersión. La separación de unidades o del personal es uno de los principales medios para
aumentar la protección de las unidades particularmente contra los efectos de las armas de destrucción
masiva. Si se duplica el área que ocupa una unidad, esta será menos vulnerable al bombardeo o a los
efectos de las armas nucleares, por ejemplo. La buena utilización que se haga de la dispersión puede
reducir enormemente la necesidad de llegar al alto nivel de protección que brindan las fortificaciones.
Una unidad puede dispersarse tanto como lo permitan su tamaño y su capacidad, el área de que
disponga, el tipo de terreno, las posibilidades del enemigo y la habilidad de la unidad para
atrincherarse. Aunque las fortificaciones, cuando se emplean adecuadamente pueden usarse en
reemplazo o como complemento de la dispersión, aquellas son de particular importancia a las unidades
que no pueden dispersarse lo suficiente, para alcanzar una protección adecuada.

6. Responsabilidades.

a. Es responsabilidad de los Comandantes de las tropas que ocupan una posición o instalación
administrativa disponer y construir las fortificaciones.

b. Corresponde a los ingenieros en todos los niveles de comando proporcionar apoyo en la


preparación de planes y órdenes así como en las inspecciones técnicas con respecto a las
fortificaciones. Los Oficiales del EM de Ingeniería y los consultores técnicos de Ingeniería deben estar
familiarizados con las consideraciones de apoyo técnico y administrativo que afectan la organización
del terreno a fin de proporcionar adecuada asistencia técnica y asesoramiento.

c. Las responsabilidades de las tropas de ingenieros en la construcción de fortificaciones en


campaña para el uso de las unidades son:

(1) Abastecer de materiales de fortificación y herramientas.

(2) Proporcionar apoyo técnico y asesoramiento.

(3) Proporcionar y operar los equipos de construcción de ingeniería mas apropiados.

7. Tipos de Fortificaciones de Campana.

Las fortificaciones las construyen todas las armas y servicios, Los ingenieros apoyan a las unidades que
ocuparán estas posiciones y además pueden tener totalmente la responsabilidad de todas las fortificaciones
en un área específica. En consecuencia, los tipos de fortificaciones considerando la responsabilidad en su
construcción son dos y se definen a continuación.

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a. Fortificaciones construidas por las unidades. Estas fortificaciones son los emplazamientos y
abrigos temporales que pueden construirse con razonable facilidad por las unidades con un mínimo de
supervisión por los ingenieros y con la participación del equipo de ingeniería.

b. Fortificaciones construidas por los ingenieros. Estas fortificaciones son los emplazamientos y
abrigos temporales construidos por los ingenieros con o sin apoyo de las unidades usuarias.

Sección III. CLASIFICACION Y ELEMENTOS


DE LA FORTIFICACION

8. Clasificación.

La fortificación según el momento en que se le ejecute y los medios empleados puede ser Fortificación en
Campaña y Fortificación Permanente:

a. La Fortificación en Campaña. Comprende aquellos trabajos que se ejecutan en el Teatro de


Operaciones en vista del contacto inminente y probable con el enemigo y en condiciones de tiempo más
apremiantes que los requeridos lejos del contacto y en tiempo de paz. De acuerdo con los medios que se
emplean en su construcción y con el tiempo requerido, los trabajos pueden ser: improvisados, cuando son
hechas rápidamente y con los medios disponibles en el lugar y momento dados, y preparados cuando hay
tiempo para prepararlos y ejecutarlos en forma más completa. Incluye los trabajos de despejes de campo
de tiro, construcción de emplazamientos; para el tiro, la observación, el comando y los enlaces de combate
el mejoramiento o la construcción de obstáculos contra carros y contra la infantería, construcción o mejo-
ramiento de cubiertas y abrigos para personal y material, trabajos de enmascaramiento, etc; todos los que
serán tratados en el presente manual.

b. La Fortificaci6n Permanente. Comprende aquellos trabajos construidos generalmente en


períodos de paz, dentro o fuera del Teatro de Operaciones y cuando no se está próximo al contacto con el
enemigo. Estos trabajos por las condiciones de tiempo y por los medios que se emplean en su
construcción, más sólidos y duraderos, tienen una finalidad distinta a los anteriores, empleándose en
Sistemas de Cobertura de Fronteras o en la Defensa Pasiva de Localidades y Plazas Fuertes
normalmente contra ataques aéreos y otras armas de mayor alcance y potencia. Incluye a todos los
trabajos de fortificación anteriormente mencionadas para fortificaciones de campaña y son planeados y
preparados, sea en forma separada o combinándolos con las obras de campaña, tales como: trincheras
permanentes revestidas de concreto, zanjas antitanques, obstáculos de madera de concreto o de acero;
emplazamientos mejorados o construidos para armas; abrigos a prueba para personal y material, sistemas
de comunicaciones protegidas, refugios antiaéreos y sistemas de alarma y defensa contra ataques aéreos
y por gases; emplazamientos para el comando y trabajos de enmascaramiento más perfectos, etc. etc.

9. Elementos de la Fortificación.
Todos los trabajos de fortificación creados o adaptados con el objeto de permitir una buena ejecución
de los fuegos, un buen ejercicio del comando %r el fuego normal de reservas y abastecimientos en apoyo
de una posición defensiva, de acuerdo con su finalidad, descansan sobre los elementos de la fortificación
que son:

a. La observación.
b. El sistema de fuegos y obstáculos.
c. Las comunicaciones y enlaces.

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d. Las cubiertas y abrigos.
e. El enmascaramiento.

(1) La observación.

(a) Es esencial para el fuego, y para enlazarse. No se puede disparar sin ver el objetivo, sea en
forma directa e indirecta, desde el emplazamiento de un arma. El ejercicio del comando
necesita de la observación para conducir la operación y para reconocer al enemigo a fin de
precavernos contra las sorpresas y poner en fuego rápidamente todos los medios de acción.

(b) La observación terrestre no obstante ser una acción permanente, no es suficiente para estudiar
el terreno y seguir las actividades del combate, necesita ser completada con la observación
aérea, dado su mayor alcance.

(c) El sistema de la observación debe organizarse de manera que satisfaga ampliamente a las
necesidades del combate y ella se ve facilitada por la fortificación en forma siguiente:

1. Para la observación terrestre: Construcción de observatorios y puestos de observación.


Despeje de campos de observación y de tiro.

2. Para la observación aérea: Protección de campos de aterrizaje y sí el tiempo permite,


construcción de trabajos de enmascaramientos para engaño al Eno sobre la verdadera
ubicación del campo.

(2) El sistema de fuegos y obstáculos:

(a) El fuego es el factor preponderante en el combate. Mediante él se destruye o se neutraliza la


acción enemiga; pero para que este fuego tenga mayores efectos, fuera de las condiciones
técnicas de cada arma, es necesario emplazar dicha arma en el terreno y despejar su campo de
tiro. Esto implica la confección de un Plan de Fuegos coordinado que se combine con el terreno, y
mejorar las condiciones de este terreno, de manera de aumentar el rendimiento del fuego.

(b) La fortificación interviene en el mayor rendimiento del fuego:

1. Facilitando la observación, el reglaje y control.


2. Construyendo emplazamientos para armas.
3. Mediante el trazado del sistema de trincheras, de los emplazamientos de tiro y del sistema de
comunicaciones, permitiendo el máximo flanqueamiento y la mayor rasancia en las armas de
trayectoria tendida.
4. Construyendo abrigos para proteger el personal que sirve a las diferentes armas, el material y
las municiones.
5. Enmascarando los emplazamientos de tiro.

(c) El obstáculo es el elemento más estrechamente ligado al fuego con el objeto de proteger las armas
contra los ataques sorpresivos deteniendo o retardando su avance y manteniendo el asaltante bajo el
fuego el mayor tiempo posible.

1. La combinación del obstáculo con el fuego equivale a un aumento de su rendimiento y tiende a la


mayor economía de municiones. Todo obstáculo en principio, debe estar vigilado y batido por una o
más armas de fuego de allí que su ubicación queda subordinada al emplazamiento de las armas. Al

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obstáculo vigilado y batido por el fuego se le denomina obstáculo activo y lo opuesto es el obstáculo
pasivo cuyo valor sólo está determinado por la importancia de la obstrucción.

2. El trazado de obstáculos activos continuos en el frente y escalonados en profundidad se hará en tal


forma que cierren con su acción todas las posibles direcciones de aproximación del enemigo o de
crearle zanjas y compartimentos que canalicen su acción de acuerdo con el espíritu de la maniobra
táctica. Esto impone, por otra parte, una buena combinación con el sistema de observación y el
fuego.

(d) La fortificación interviene en este sentido:

1. Dando continuidad a los obstáculos naturales y creando obstáculos artificiales.

2. Construyendo obstáculos o preparando demoliciones en los puntos sensibles del sistema de


comunicaciones.
3. Garantizando la permanencia del obstáculo hasta el momento del desencadenamiento del tiro para
sincronizar sus efectos.
4. Coordinando las demoliciones con los tiros previstos en el Plan de Fuegos.

(3) Las comunicaciones y enlaces:

(a) Las comunicaciones aseguran el tropas y de los medios materiales durante el combate. Tanto
en la defensiva como en la ofensiva la cantidad y calidad de comunicaciones disponibles tienen
una importancia capital al punto de vista de maniobra.

1. La red de comunicaciones comprende todos los tipos de vías existentes en el TO ( vías


terrestres aéreas y navegables) desde el tiempo de paz adaptada y mejorada según las
necesidades de la guerra. Sin embargo, al referirnos a comunicaciones en este subpárrafo,
tratamos de las comunicaciones protegidas en casos de una defensa prolongada.
2. Estas comunicaciones llamada también zanja de comunicaciones o trincheras fosos adaptados
para la circulación a cubierta de las vistas y del fuego enemigos y deben unir los diferentes
órganos de fortificación construidos dentro del sistema de la defensa, llamándose paralelas,
cuando su ubicación es sensiblemente paralela al frente según sus necesidades del combate
se les puede dar un perfil de trinchera normal en ciertas partes de su trazado; y ramales,
cuando su ubicación es transversal con respecto al frente pudiendo darse constitución de las
paralelas.
3. Esta red de zanjas de comunicación ó trincheras permite los enlaces y movimientos laterales y
en profundidad entre las diferentes obras de fortificación y su trazado general debe en lo
posible presentar a la observación enemiga un conjunto de aspecto uniforme con las demás
obras de modo que dificulte su ubicación y la determinación más o menos precisa del sistema
de ocupación del terreno.

4. El trazado de conjunto del sistema de zanjas de comunicación o trincheras debe, además


estar condicionado por:

a. Su objeto, es decir, los puntos por unir


b. Las facilidades de su desenfilamiento y enmascaramiento.
c. Su conservación en mayor grado.

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(b) Los enlaces permiten al Comando, la coordinación y el control del empleo de las obras de
fortificación, constituyendo el sistema de trasmisiones el elemento principal.

1. La fortificación del terreno interviene para dar seguridad a este sistema y garantizar su
rendimiento principal.

2. La fortificación del terreno interviene para dar seguridad al personal y el material del sistema,
mediante la protección y el enmascaramiento de las instalaciones y circuitos.

(4) Las cubiertas y abrigos. Se entiende por cubierta todo aquellos que permite una protección contra
las vistas del enemigo y por abrigo el emplazamiento que permita la protección contra las vistas y el
fuego.

(a) Ciertos emplazamientos del terreno que sirven inicialmente como cubiertas pueden ser
mejorados y adaptados bajo las condiciones de un abrigo contra determinada clase de fuegos.

(b) Otros emplazamientos del terreno por su ubicación pueden permitir mediante arreglos previos
no sólo una protección como abrigos sino también la observación y el tiro.

(c) La fortificación permite la protección mediante:

1. La buena utilización de las formas naturales del terreno (terrenos cubiertos, zonas
desenfiladas, contrapendientes, etc).
2. El mejoramiento de las cubiertas naturales y existentes.
3. La construcción de abrigos ligeros protegidos de acuerdo con su finalidad y con las
posibilidades.
4. Creando cortinas de humo, niebla artificial u otro tipo de máscaras entre el enemigo y el
elemento por proteger.
5. Enmascarando los trabajos o dispersándolos en el terreno.

(5) El enmascaramiento. Es el arte de sustraer a las tropas, instalaciones y trabajos de la


observación enemiga y dificultar la eficacia de sus órganos de observación.

(a) Es el complemento indispensable para todos los trabajos tanto en su preparación, ejecución
y utilización.

(b) Su empleo abarca la utilización de todos los medios apropiados disponibles para el fin que
se persigue debiendo, si el caso requiere prepararse especialmente medios de
enmascaramientos para determinadas abras y actividades.

(c) El enmascaramiento se obtiene: por la dispersión, la desfiguración, el ocultamiento y el


engaño o simulación. Cualquiera que fuera el método adoptado debe realizarse en forma
preventiva y oportuna.

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(d) Todo enmascaramiento debe ser hecho en forma completa y correcta, de lo contrario
resultaría perjudicial o inútil. Las reglas especiales para cada caso son objeto de una
técnica especial que se trata en el ME 30-14 Enmascaramiento.

(e) La puesta en acción del enmascaramiento obedece a un Plan General de


Enmascaramiento, conforme a disposiciones del Comando, de acuerdo con el fin que se
busca y a instrucciones técnicas para orientar su ejecución, empleo y control por los
comandos interesados.

Sección IV. ORGANIZACION

10. Organización.

a. El terreno se organiza para fortalecer una posición defensiva mediante la construcción de


fortificación y enmascaramiento. La cantidad de estos trabajos está limitada por el tiempo y los
medios disponibles. La protección se obtiene por la disposición de las instalaciones defensivas en el
frente y en profundidad, adaptándolas convenientemente al terreno, ocultándolas tanto como sea
posible a la observación enemiga y construyendo las obras de material apropiado y resistente. Los
trabajos destinados a favorecer la observación y aumentar el rendimiento del fuego y a favorecer los
enlaces tienen normalmente la primera prioridad.

b. Inmediatamente después de ocupada una posición, cada unidad fortificará sus emplazamientos
despejando los campos de tiro, construyendo emplazamientos para las armas, abrigos individuales y
obstáculos en los lugares convenientes. El enmascaramiento se ejecuta simultáneamente con la
construcción de las obras. El comandante de la unidad establece la prioridad para los trabajos
basándose en la situación táctica.

11. Prioridad de Trabajos.

La asignación de prioridades de trabajos no es impedimento para que varios trabajos puedan realizarse
simultáneamente. Una vez que se hayan determinado los emplazamientos de combate de los elementos de
la posición, se determina la prioridad normal de los trabajos, como sigue:

a. Despeje de campos para el tiro y la observación.


b. Establecimiento de un sistema adecuado para asegurar los enlaces.
c. Sembrado de campos minados y preparación de demoliciones en los puntos críticos o sensibles más
importantes (puentes, caminos en franco de ladera, etc).
d. Construcción de pozos individuales y emplazamientos para armas.
e. Preparación de otras demoliciones secundarias y de otros obstáculos, además de los campos
minados.
f. Construcción de abrigos.
g. Mejoramiento de comunicaciones para abastecimientos, evacuaciones e intervención de las reservas.

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Sección V. LA POSICION Y EL TERRENO

12. Ubicación de Posiciones.

a. Un sector defensivo es la zona asignada a una unidad para su organización y defensa con el fin de
impedir que caiga en manos del Eno. Una posición defensiva en cualquier área ocupada por tropas en la
cual se ejecutan, tanto en el frente como en profundidad un sistema de obras de fortificación que se prestan
mutuo apoyo. Todas estas obras deben ser planeadas y ubicadas de manera que se obtengan la máxima
ventaja del terreno para asegurar la mayor efectividad de los fuegos. Las posiciones defensivas no siguen
una regla fija en su trazado general ni en la disposición de las obras situándose de acuerdo con las
características del terreno que los rodea y según las necesidades tácticas inmediatas para la defensa. Una
vez definido el dispositivo de ocupación de una posición la determinación de los emplazamientos para las
armas, a fin de obtener la mayor efectividad del fuego, y de las obras de enmascaramiento previstas,
constituye el aspecto más importante en la preparación de una posición defensiva.

b. La capacidad defensiva de una posición depende de la ubicación y del tipo de los emplazamientos
de tiro con el fin de mantener un incesante fuego tanto en el frente como en los flancos, de su posibilidad de
asegurar una máxima protección al personal y material y de sus facilidades para el municionamiento. Todas
las instalaciones de la posición defensiva se situarán de manera de proporcionarse ayuda mutua, pero lo su-
ficientemente dispersas para protegerlas, contra los efectos de los proyectiles o bombas que exploten cerca
o dentro de una instalación y que pueden afectar a otros, asimismo todo frente debe estar cubierto en forma
efectiva por la observación y el tiro.

c. Las obras de fortificación se construirán para permitir la defensa perimétrica de cada sector
defensivo.

(1) Para los efectos de la organización de una posición defensiva, el terreno se divide en sectores
defensivos de GU en toda la profundidad y el frente general de la posición defensiva elegida.
Cada GU organiza su sector en Centro de Resistencia de batallón o unidad similar. Los centros
de resistencia de batallón a su vez comprenden Puntos de Apoyo de compañía y estos últimos
Puntos de Apoyo de sección.

(2) Una posición defensiva bien organizada presenta centros de resistencia y puntos de apoyo
enlazados y coordinados entre si en el frente y en toda la profundidad del sector de GU.

13. Emplazamiento de Armas.

a. Los emplazamientos rígidos de las posiciones fortificadas según el viejo concepto de la defensa
estática, han sido reemplazados por otros más rápidos y flexibles, combinados con emplazamientos alternos
o de recambio. La misión de tiro de las armas de fuego impone la construcción o la adaptación permanente
de emplazamientos de doble aspillera, de comunicaciones protegidos entre dichos emplazamientos y de
zonas desenfilados del tiro enemigo.

b. Los emplazamientos alternos se prepararán para todas las armas en vista de su probable cambio
de posición, salvo para las ametralladoras fijas en la posición. Los emplazamientos expuestos al fuego
directo del enemigo deben protegerse y conectarse entre si por trincheras de poca profundidad, por
trincheras cubiertas o por zanjas profundas pero bien enmascaradas.

c. La fortificación de campaña debe ser completada en toda la profundidad de la posición de tal


manera que asegure a las tropas el cumplimiento de su misión y que aquellas pueden continuar resistiendo

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en línea sucesivas en caso de que hayan sido neutralizados los emplazamientos de la línea principal; para
lo cual debe proveerse posiciones preparadas para las reservas en la línea de detención.

14. Reconocimientos.

Los comandantes de las GGUU dentro de su sector defensivo fijan el dispositivo de ocupación, el empleo
de la Artillería, la asignación de sectores defensivos, el trazado del Límite Anterior de la Zona de Resistencia
(LAZOR), la ubicación y fuerza de sus reservas, la defensa antitanque y las medidas de seguridad.

a. Los reconocimientos ejecutados por el Comando y por los comandantes de unidades subordinadas,
determinarán en cada escalón el dispositivo de ocupación y la ubicación de los emplazamientos de
combate.

b. Los reconocimientos deben ser tan detallados como la situación y el tiempo lo permitan, debiendo
especialmente reunirse la información suficiente sobre las probables direcciones de aproximación del
enemigo que ofrezcan mayores peligros Y sobre el terreno que facilite la observación enemiga. Para la
ocupación se identificará primero el área por ocupar y luego se seleccionan las rutas mejor protegidas para
llegar a dicha área.

c. Un reconocimiento detallado determinará los puntos críticos de la defensa, las direcciones de


aproximación del enemigo hasta la posición, los obstáculos naturales y entre estos los que pueden ser
mejorados.

15. Evaluación del Terreno.

a. La configuración topográfico del terreno tiene influencia decisiva en la elección de una posición
defensiva. Los obstáculos que presentan en su superficie como: ríos, ciénagas, bosques, etc. ofrecen
protección contra las unidades mecanizadas acrecentada con el poder del fuego, evitando así que el enemi-
go pueda neutralizarlos o destruirlos.

b . Las líneas de alturas determinan compartimentos del terreno que forman el armazón del sistema de
observación, de comando y de control del tiro. En ellas se ubican los observatorios y puestos de
observación así como los emplazamientos de las armas de apoyo de acuerdo con sus características téc-
nicas. Además, en forma indirecta, ellas determinan las posiciones defensivas y zonas de reunión.

16. Tipos de Terrenos.

a. Por sus formas topográficas los terrenos son: llanos, accidentados y montañosos. Sus
características más saltantes son:

(1) Terrenos llanos:

(a) Favorecen las progresión de las tropas.

(b) No proporcionan protección ni de las vistas ni del fuego.

(e) Facilitan la observación cercana, limitando la observación lejana, salvo la observación


aérea.

(d) Carecen de buenos puntos de referencia.

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(e) Dificultan el escalonamiento del sistema de fuego, en profundidad.

(2) Terrenos accidentados:

(a) Permiten el desenfilamiento tanto en estacionamiento como durante el movimiento.

(b) Facilitan la protección contra el fuego enemigo.

(c) Las líneas perpendiculares al frente favorecen el ataque, paralelas al frente favorecen la
defensa.

(d) Proporciona buen número de puntos de observación y facilita la observación lejana.

(e) Dificultan en cierto grado los abastecimientos y evacuaciones.

(f) Los agresivos químicos se depositan en las depresiones.

(3) Terrenos montañosos:

(a) Dificultan la progresión de las tropas y los abastecimientos.

(b) Dificultan el comando y los enlaces.

(c) Por su configuración imponen, el empleo de tropas especiales y se convierten en zonas


infranqueables.

b. La vegetación existente en la superficie del terreno tiene marcada influencia en las actividades y los
trabajos debido a que hay zonas descubiertas y zonas cubiertas que facilitan o dificultan los
movimientos, dan relativa protección y ocultan algunos trabajos. Como caso particular de estos
terrenos tenemos los bosques o terrenos selváticos de características especiales que

(1) Dificultan la progresión y observación.

(2) Constituyen según su densidad un obstáculo serio contra blindados.

(3) Protegen del fuego de infantería.

(4) Dan mayor persistencia a los gases y otros agentes químicos.

(5) Según su extensión sirven de referencia al tiro de artillería.

c. Las poblaciones, constituyen objetivos referidos, facilitan las informaciones y los abastecimientos por
ser zonas de concentración de personas y recursos de vida. Además por los trabajos dentro y
fuera de ellas ofrecen ciertas características, así:

(1) Los terrenos de cultivo modifican el aspecto del terreno, ocultan de las vistas y obstaculizan
el, movimiento en cierta forma.

13
(2) Los edificios atraen al fuego enemigo y según sus resistencia dan protección y proporcionan
elementos para la defensa.

(3) Las obras de arte en sus alrededores pueden convertirse en obstáculos para favorecer su
defensa.

(4) Los caminos construidos en sus cercanías favorecen la aproximación de tropas.

17. Obstáculos que presenta el Terreno.

Los obstáculos del terreno sean naturales o artificiales aumentan el valor del terreno para su defensa. Los
obstáculos artificiales tales como: alambradas de púas, trampas explosivas y minas anti-personal se
emplean para protegerse contra los ataques por sorpresa del enemigo que logre aproximarse a las áreas
defensivas. Se colocarán en el terreno de modo que su reacción o neutralización por el enemigo puede
evitarse o limitarse con fuegos de fusiles, ametralladoras o armas antitanques.

18. Emplazamientos de Combate.

a. Los emplazamientos son elementos individuales excavados y colocados de manera que permitan una
adecuada observación, protección y encubrimientos, además deben facilitar la concentración de los
fuegos sobre las direcciones de aproximación del enemigo. La naturaleza del suelo dentro de un
sector defensivo determina por lo general la ubicación exacta de cada emplazamiento, pero sin
reducir la efectividad de los fuegos. Los emplazamientos deben proporcionarse apoyo mutuo.
b. Los emplazamientos iniciales, los emplazamientos alternos y los suplementarios se excavarán y
ocultarán en lo posible de la observación enemiga y deberán ubicarse de tal modo que permitan una
defensa perimétrica en cada punto de apoyo y centro de resistencia, y se elegirán entre ellos
encaminamientos de enlace convenientemente enmascarados. A medida del tiempo disponible se
colocarán obras simuladas de defensa dándoles una forma tan parecida a las obras reales para
engañar al enemigo y dispersar su fuego.

19. Abrigos.

Los abrigos dan protección contra la acción enemiga y las inclemencias del tiempo. Se cavan en el
terreno o se construyen sobre su superficie. Como los abrigos no son posiciones de combate se ubican
generalmente en la contrapendiente de los cerros, en los bosques, en los barrancos, arroyos o cualquier
otra zona desenfilada. Las tropas combatientes generalmente construirán abrigos improvisados; los abrigos
preparados en cambio, son construidos por tropas que apoyan a las primeras para lo cual están adiestradas
y dotadas de los medios apropiados.

14
Sección VI. LOS TRABAJOS DE EXCAVACION

20. Clasificación.
Al punto de vista de las dificultades que presentan y las herramientas y/o equipo necesario para la
excavación; los terrenos se clasifican en:

a. Terreno medio.
b. Terreno nevado.
c. Terreno duro.
d. Terreno montañoso.
e. Terreno pantanoso.
21. Terreno Medio.

En este tipo de terreno las excavaciones generalmente se hacen con pico y pala. La naturaleza del suelo,
las herramientas disponibles, la situación y el grado de experiencia del personal, la presencia del enemigo,
las horas de luz, la magnitud de la excavación y las condiciones del tiempo, afectarán el rendimiento de los
trabajos. Debido a estas circunstancias variables, el número de hombres-hora necesarias para excavar
todos los tipos de terreno, no pueden darse en forma fija. Sin embargo, un hombre empleando herramientas
del tipo reglamentario podrá excavar entre 0.4 y 0.6 metros cúbicos por hora. Las Tablas I y Il dan la
estimación de la cantidad de hombres-hora, necesarios para la excavación de los diferentes tipos de
emplazamientos para armas de Infantería, en este tipo de terreno.

22. Terreno Nevado.

En este tipo de terrenos, la construcción de obras de fortificación de campaña se dificulta por la presencia
de la capa de nieve que la cubre. Además, la baja temperatura disminuye el rendimiento del soldado con la
pala y el pico; en consecuencia, se usará, siempre que sea posible, herramientas mecánicas y explosivos
para facilitar tanto la limpieza de la nieve como para la excavación del terreno. Debido al ablandamiento del
suelo por la humedad, debe protegerse la excavación con revestimientos, en las paredes y en el fondo, de
sacos terrenos o de troncos y ramas si hubieran en el lugar.

23. Terreno Duro.

a. Con el objeto de facilitar la excavación en este tipo de terrenos, conviene emplear explosivos con
las debidas precauciones de seguridad y de manera que el ruido no delate los trabajos que se ejecutan.
Pueden usarse los explosivos capturados hasta donde sea posible para economizar así los abastecimientos
de la unidad, a condición de que no estén sensibilizados, sea por haber estado sometidos al fuego o
deteriorados por los efectos de la intemperie ya que en tal estado podrían inutilizarse o explotar durante su
manipulación y colocación en el terreno inopinadamente.
b. Cuando se emplean explosivos, deben usarse cargas pequeñas para empezar las excavaciones y
luego se ensancharán con cargas mayores hasta conseguir el espacio o profundidad necesarios. Para sus
mayores efectos, estos deben estar convenientemente atacados.

24. Terreno Montañoso.

a. Las excavaciones en terrenos montañoso generalmente son difíciles, debido a la naturaleza del
terreno, en su mayoría rocoso y muchas veces no es posible el empleo de explosivos, por la
proximidad del enemigo. Sin embargo, este tipo de terreno presenta accidentes naturales, como

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cavernas, depresiones, grietas promontorios etc, que ofrecen de por si una protección y
enmascaramiento adecuados.

b. Esos accidentes naturales pueden ser reforzados con la acumulación de rocas o cajas vacías de
munición llenas con roca suelta, sacos terreros, o cualquier otro material resistente, de manera que
ofrezcan protección suficiente contra proyectiles, granadas o fragmentos de bombas. Cuando las
condiciones del terreno lo permiten, deben aprovecharse las pendientes laterales o en laderas, para
excavaciones, aumentando su desenfilamiento y protección por su orientación.

25. Terreno Pantanoso.

En este tipo de terreno las excavaciones son muy difíciles, debido a que el suelo está saturado de agua,
volviendo a las obras completamente deleznables. Para obviar esta dificultad, se construirán obras sobre
elevadas con la mínima excavación que se requiere, utilizando para ello, sacos de arena o ripio, piedras
grandes, troncos y ramas, cajas llenas de tierra u otro material suelto, convenientemente apisonado. Para
facilitar la excavación de emplazamientos, en caso necesario, se utilizarán diques construidos con sacos
terreros o piedras o las partes elevadas disponibles. La dificultad de desplazar las armas en estos terrenos
limita al poder de fuego tanto en la ofensiva, como en la defensiva. En algunos pantanos se aprovecharán
las partes duras aisladas para organizar en ellos islotes de defensa, mejorándolos con ciertos trabajos de
consolidación y protección. Sin embargo, todos los emplazamientos en zanjas pantanosas serán difíciles de
enmascarar, por tal motivo, deberá limitarse su uso, a menos que las necesidades lo impongan.

26. Requisitos Básicos para el uso de Fortificaciones.

a. Empleo de Armas. Los emplazamientos deben permitir el uso eficaz de las armas para las cuales
están diseñados. Este requisito puede limitar la protección por brindarse e influir en el diseño y la
profundidad de los abrigos continuas.

b. Protección. Hasta donde sea posible, se debe brindar protección contra todos los riesgos
probables, salvo un impacto directo o una explosión nuclear cercana. Esto quiere decir, que las
excavaciones deben ser tan pequeñas como sea posible, conforme a las exigencias de espacio, de
modo que las paredes brinden máxima protección contra las explosiones en el aire y que limiten el
área en la que las armas de pequeño calibre de tiro vertical puedan hacer impacto eficazmente.

c. Simplicidad y Economía. Los emplazamientos o abrigos deben ser resistentes y sencillos, requerir
el mínimo de excavación y estar construidos con materiales de circunstancias.

d. Construcción Progresiva. Los planes para las obras defensivas deben contemplar lo necesario
para la construcción progresiva de la fortificación, a fin de obtener el mayor rendimiento. La
construcción se puede llevar a cabo en tres etapas:

(1) Excavando rápidamente cuando el tiempo es factor fundamental y cuando no son necesarias
herramientas o materiales especiales.

(2) Empleando materiales de circunstancias.

(3) Perfeccionando la estructura mediante el empleo de materiales de dotación, materiales nobles,


etc.

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e. Enmascaramiento. La fortificación debe construirse de modo que al terminarse quede oculta a la
observación terrestre del enemigo, aunque no es muy conveniente que esté completamente
enmascarada. Se deben construir posiciones simuladas al mismo tiempo que se construyen
posiciones reales.

f. Ingenio. Es esencial un alto grado de imaginación e inventiva para aprovechar, al máximo, los
materiales de circunstancias así como también para escoger y usar provechosamente las
fortificaciones ya construidas.

27. La Protección contra las Armas Convencionales.

a. Trincheras. La mejor manera de protegerse contra las armas convencionales es construyendo


un parapeto de tierra y otros materiales. Esto se hace excavando en la tierra de modo que los
soldados y el equipo no estén expuestos al fuego enemigo. Este medio de protección es eficaz
contra el fuego directo de las armas de pequeño calibre y contra los tiros rasantes de las
ametralladoras. Las trincheras también brindan cierto grado de protección contra las armas
pesadas de artillería, y de infantería, las bombas y otras armas aéreas. Se deben aprovechar
todos los medios naturales de protección disponibles. Las mejoras a la posición no terminan sino
cuando la unidad abandona el área.

b. Cubierta Superior. Este tipo de protección es de suma importancia, particularmente en áreas


avanzadas donde no sólo existe la posibilidad de ataques aéreos nucleares sino el peligro que
presentan los bombardeos con explosiones en el aire. Se deben construir posiciones de tiro
protegidas para los fusilemos tipo pozos individuales. También es muy necesario tener pequeños
abrigos de fácil acceso, contiguos a los emplazamientos.

Para lograr una buena, protección superior, se requiere un mínimo de 45 cmts. (18 pulgadas) de
troncos, sacos de arena, piedra y tierra, colocados en el orden mencionado. Cualquier material
disponible se puede usar, no obstante la cubierta debe mantenerse baja. Sin embargo, esta
cubierta no brindará al soldado protección alguna contra los impactos directos de los bombar-
deos. La cubierta superior debe reforzarse y mejorarse mientras se ocupe la posición. No
obstante, sólo se debe cubrir parte de la posición de tiro. Se colocan sacos de arena sobre
troncos de 15 a 20 cmts. para evitar que caiga tierra sobre el personal que ocupa la posición.

28. La Protección contra Armas Químicas y Biológicas.

a. Emplazamiento. Los emplazamientos con cubiertas superior y aberturas relativamente pequeñas,


cuyas entradas se puedan cerrar, ofrecen protección contra el napalm y los lanzallamas.

b. Agentes Químicos y Biológicos en Forma de Gases y Líquidos. Los emplazamientos al


descubierto o parcialmente descubiertos no brindan protección alguna contra los ataques químicos
o biológicos. El personal que se encuentre dentro de los mismos debe usar el poncho para
protegerse contra la contaminación con agentes líquidos, y la máscara antigás para protegerse
contra los gases químicos y los aerosoles biológicos. Estos dos últimos tardarán más tiempo en
penetrar las posiciones con cubierta superior, y por ende, ofrecen más tiempo al soldado para
ponerse la mascará y protegerse aún más contra la contaminación directa con agentes líquidos.

29. La Protección contra las Armas Nucleares.

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a. Defensa. Las fortificaciones eficaces contra las armas convencionales modernas, generalmente lo
son también contra las armas nucleares. Los principios enunciados anteriormente no se alteran,
sustancialmente en caso de amenaza de ataque nuclear.

b. Efecto Térmico. La radiación térmica afecta cualquier material combustible. Se puede reducir el
efecto térmico que presenta la posibles bajas producidas por armas nucleares, mediante el blindaje
térmico. El blindaje puede ser cualquier material opaco e ignífugo que proteja al individuo del efecto
térmico. Generalmente éste se usa como cubierta sobre una excavación y puede ser necesario para
cubrir las entradas a los abrigos u otras aberturas. En todo momento la tropa debe vestir el uniforme
completo; se deben proteger las manos, la cara y el cuello. El vestuario de protección también
reducirá la cantidad de bajas que ocasionen las quemaduras.

c. Explosión. La explosión puede ocasionar daño debido a su efecto destructor. El efecto de la


explosión nuclear se intensifica al encontrar una obstrucción, por consiguiente, se deben evitar las
superficies verticales o casi verticales en las trincheras que estén sobre la superficie del terreno.

d. Temblor de Tierra. El temblor de tierra que producen las explosiones nucleares puede ocasionar el
derrumbe de las trincheras, particularmente el de las excavaciones sin revestimiento; por lo tanto,
para evitar esto, se deben revestir las excavaciones que tengan una profundidad mayor que 1.4 mts.
(4 pies 6 pulgadas). Por este mismo motivo la cubierta superior normalmente no debe tener más de
45 cmts. (18 pulgadas), a menos que se construya el techo con soportes fuertes.

e. Radiación. Se pueden reducir los efectos de la radiación gama directa haciendo tan pequeñas
como sea posible las aberturas expuestas de las excavaciones y de los abrigos grandes, siempre y
cuando tengan techos con vigas de soporte gruesas.

CAPITULO 2
EMPLAZAMIENTOS
Sección I. GENERALIDADES

30. Materiales.

a. Naturales. Se emplean al máximo todos los materiales naturales disponibles tales como árboles,
troncos y maleza en la construcción y enmascaramientos de los emplazamientos, los abrigos y la
cubierta superior. Generalmente, se puede encontrar suficiente material natural para satisfacer los
requisitos de construcción de las fortificaciones improvisadas. En las regiones frías se pueden usar la
nieve y el hielos en la construcción de emplazamientos y abrigos.

b. Otros materiales.

(1) Los servicios proveen los materiales fabricados tales como estacas, alambre de púas, madera,
sacos de arena, metal corrugado y otros materiales que se usan para el revestimiento, el
enmascaramiento, la construcción de abrigos y obras de hormigón.

(2) Los abastecimientos capturados al enemigo, los materiales que se obtienen en la localidad y
los edificios demolidos son otras fuentes de materiales para la construcción de fortificaciones.

31. Empleo de los Medios de Excavación.

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a. Herramientas manuales. El soldado lleva consigo una herramienta de zapa, y de ser necesario,
puede usar su caso o bayoneta para ayudarlo a excavar. Los zapapicos, las palas las herramientas
de atrincheramiento o los machetes también son útiles y con frecuencia están disponibles para este
propósito. Además, puede haber disponible equipo tomado del enemigo. El valor relativo de cada
herramienta depende del suelo y del terreno. En la nieve, se requiere mayor cantidad de picos y za-
papicos para preparar los emplazamientos en el terreno congelado. La (Fig. l) muestra las
herramientas de zapa de los soldados, la (Fig. 2) otras herramientas para trincheras y la (Fig.3) las
herramientas de zapa de los ingenieros.

Figura 1. Herramientas de zapa del soldado.

b. Equipo mecánico. Los cortes relativamente angostos, con paredes casi verticales que requieren la
mayoría de los emplazamientos o abrigos, se pueden hacer mejor con herramientas manuales. Sin
embargo se pueden usar zanjadoras, retroexcavadores, tractores con empujadera y traíllas para las
excavaciones y trincheras más grandes donde la situación permita el uso de equipo pesado.
Generalmente, este equipo no puede darle a la excavación la forma exacta que se desea, y de usarse,
excavaría más tierra que la necesaria, teniéndose por consiguiente, que terminar la excavación con
herramientas manuales. Normalmente cuando se usa esta maquinaria, es necesario mayor cantidad
de revestimiento. Cuando se usa equipo pesado, las marca características que éste deja en el terreno
requieren mayor esfuerzo para lograr un buen enmascaramiento que el que se necesita para los
trabajos de fortificación efectuados manualmente.

Figura 2. Herramientas para trincheras.

c. Explosivos. Muchos trabajos de fortificación se facilitan y se efectúan más rápidamente cuando se


usan explosivos en cualquier tipo de terreno; sólo personal adiestrado y capacitado debe usarlos. En
el capítulo 7 se dan los Pormenores sobre el uso de explosivos en las fortificaciones. Se ha
progresado bastante en el perfeccionamiento de un dispositivo liviano para la excavación de pozos de
tirador para el soldado individual, en el cual se emplea un explosivo como su componente principal.

Figura 3. Herramientas de zapa para ingenieros.

32. Enmascaramiento y Engaño.

a. Método. El enmascaramiento es esencial en la construcción de las obras defensivas y se puede


lograr de la siguiente manera:

(1) Se debe escoger un sitio adecuado, donde se aproveche al máximo el terreno circundante para
disimular sus contornos.

(2) Se debe observar estricta disciplina de enmascaramiento durante todas las etapas de
construcción, inclusive una disciplina estricta de ocultación de huellas y un planeamiento
cuidadoso para disponer de la tierra excavada.

(3) Se deben usar con inteligencia los materiales naturales y artificiales de enmascaramiento. Tal
vez no sea posible ocultar la posición totalmente, no obstante se podrá evitar que, la observación
terrestre del enemigo descubra con exactitud las obras individuales. Antes de comenzar
cualquier excavación, se quita con cuidado todo el césped, tepes, hojas, nieve o tierra vegetal,

19
tanto del área donde se va a hacer la excavación como del lugar donde se va a depositar la
tierra excavada. Estos materiales se usan para cubrir los contornos de la excavación cuando se
haya terminado la obra. Casi siempre se logra confundir al enemigo engañándolo con obras de
campo simuladas. La construcción de emplazamientos para armas de gran calibre en campo
abierto que tenga muy poco o ningún enmascaramiento natural se puede cubrir con redes de
enmascaramiento suspendidas con estacas o árboles antes de comenzar la excavación. La red
debe suspenderse a una altura prudencial del suelo para que el equipo o las herramientas no la
rasguen al hacerse la excavación. Cuando se ha terminado la excavación y se han cubierto los
contornos con tepes o con material natural de enmascaramiento, la red se bajará hasta cerca del
suelo de modo que pase desapercibida a la observación terrestre.

b. Modo de disponer de la tierra excavada. Generalmente la tierra excavada es de color mucho más
claro que la de la superficie y por consiguiente, debe ocultarse cuidadosamente para evitar que la
fortificación sea descubierta (Fig. 4). Se puede disponer de la tierra excavada en cualquiera de las
siguientes formas:

(1) Usándola para formar un parapeto, si éste se cubre con la capa superior del suelo que ha sido
previamente levantada para este propósito. El césped, los tepes, las hojas y el paso recogidos
debajo de los matorrales y árboles cercanos, se usarán para hacer que el parapeto se asemeje a
sus alrededores.
(2) Removiéndola y ocultándola, cuidadosamente bajo los árboles o arbustos o quebradas. Se debe
cuidar de no dejar trazas reveladoras.
(3) Recogiéndola y usando parcialmente enmascarada en la construcción de parapetos, en las
posiciones simuladas.
(4) Cubriendo con una capa de nieve fresca la nieve mezclada con tierra que se haya sacado de los
emplazamientos excavados, para enmascararla.

Figura 4. Disposición de la tierra excavada.


Sección II. EMPLAZAMIENTOS INDIVIDUALES

33. Tipos de Emplazamientos.

a. Emplazamientos improvisados. Los emplazamientos improvisados los cavan normalmente las


tropas que están en contacto con el eno, cuando el tiempo es apremiante y los materiales escasos.
Las posiciones improvisadas deben complementarse con cubierta superior y reforzarse cuando lo
permita la situación. Si la situación lo permite, el Jefe de una unidad pequeña (grupo o escuadra)
verificará desde sus posiciones designadas los sectores de observación y de tiro de cada miembro
de la un dad antes de excavar pozos de tirador individuales. Cuando la situación se estabiliza,
aunque sea temporalmente, las posiciones se perfeccionan de modo que puedan conectarse
después mediante trincheras. Los emplazamientos que se describen continuación brinda protección
contra el tiro rasante, y se usa cuando no hay cubierta natural. Las posiciones improvisada (Fig. 5)
cumplan su cometido por corto tiempo pues brindan cierta protección contra el tiro directo, pero si la
unidad tiene que permanecer en el área por su período indeterminada éstas posiciones se deben
mejorar hasta convertirlas en posiciones bien preparadas a fin de que proporcionen tanta protección
como sea posible..

Figura 5. Posiciones improvisadas en campo abierto.

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(1) Cráter o embudo. Un cráter o embudo de tamaño prudencial, de 60 a 90 cmts de ancho (de 2 a
3 pies) ofrece cubierta y enmascaramiento inmediatos y puede convertirse convenientemente
mejorado en una posición improvisada (Fig. 6). Excavando para profundizar el cráter hasta
formar una superficie escarpada en el lado que da hacia el enemigo, el soldado que lo ocupa
puede convertirlo en una posición de tiro. Un cráter pequeño puede convertirse con el tiempo en
un pozo de tirador. Los cráteres, aun cuando hayan sido mejorados, pueden ser destruidos por
los vehículos a oruga.

Figura 6. Cráter o embudo mejorado.

(2) Trinchera abrigo. Este emplazamiento, en forma de foso poco profundo, (Fig. 7) sirve al soldado
individual como una posición temporal de tiro al descubierto en la posición tendida. Cuando se
necesita protección inmediata contra el fuego de las armas pesadas del enemigo y no haya
disponible posiciones deseniladas de tiro, cada soldado se tenderá en posición prona o sobre su
costado y con su herramienta de zapa cavará y amontonará la tierra, formando un parapeto de
poca altura entre sí y el enemigo. En esta forma, se podrá cavar rápidamente en cualquier
terreno, a excepción del más duro, un hoyo poco profundo. La trinchera debe cavarse en la
dirección que sea la menos vulnerable al tiro de enfilada. En este tipo de emplazamiento, el
soldado presentará una silueta baja al enemigo y, por lo tanto, tendrá cierta protección contra el
fuego de las armas de pequeño calibre. Esta trinchera abrigo puede convertirle en un pozo de
tirador o en un emplazamiento para tirador tendido.

Figura 7. Trinchera abrigo.

(3) Emplazamiento de tirador tendido. Este emplazamiento (Fig. 8) es una trinchera abrigo, a la que
se le han hecho mejoras adicionales. Las dimensiones de la berma de este emplazamiento, según se
indica en la figura del parapeto, varía de acuerdo con la posición y el largo del brazo de la persona
que la ocupa. Este emplazamiento constituye una buena posición de tiro para el fusilero y le brinda
más protección contra las armas de pequeño calibre o las de tiro directo, que el cráter mejorado o la
trinchera abrigo.

Figura 8. Emplazamiento de tirador tendido.

(4) Piedras, nieve y hielo. Se puede lograr protección limitada, amontonando piedras, trozos de hielo o
formando una masa compacta de nieve. El concreto congelado que es una mezcla de tierra y agua,
es muy eficaz como material de construcción en las regiones nevadas. Un mínimo de 30 cmts de
este material resistirá la penetración del fuego de las armas de pequeño calibre.

b. Pozos de tirador. Estos pozos son la posición defensiva básica del fusilero individual y brindan
buena protección con el fuego de armas de pequeño calibre y pueden construirse de embudos bien
situados, trincheras abrigos o emplazamientos de tirador tendido. Cuando lo permita el tiempo y los
materiales, los pozos de tirador deberán mejorarse revistiendo sus paredes, agregándoles cubiertas
superiores improvisadas, haciéndoles desagües y excavando un hoyo pequeño dentro de los mismos
que sirve para deshacerse de las granadas que el enemigo lance dentro de ellos. Los pozos de
tirador, generalmente se cavan de manera que el lado más largo quede paralelo al frente.

(1) Pozo de tirador individual. Las dimensiones y la disposición del pozo de tirador para un solo
hombre son las que se indican en la Fig. 9.

(2) Detalles de la construcción.

21
(a) La banqueta de tiro. La profundidad hasta la banqueta de tiro variará según la altura que
necesite el que ocupa la posición para disparar con comodidad, generalmente de 105 a 150
cmts. El ocupante, agazapado sobre la banqueta de tiro, debe quedar por lo menos a 60
cmts de distancia de la superficie del terreno para protegerse en caso de que un tanque
sobrepase la posición. Esto normalmente ofrecerá protección contra la acción aplastante
de los tanques; sin embargo, en terreno muy arenoso y suelto será necesario revestir las
paredes del pozo de tirador, para lograr esta protección.

(b) Sumidero. En un extremo del pozo de tirador, se cava un sumidero de 45 por 60 cmts y de
45 cmts de profundidad debajo de la banqueta de tiro, para recoger el agua y para que el
ocupante pueda acomodar los pies cuando se siente. Luego se colocan una o dos capas
de piedras grandes en el fondo del pozo y se sigue rellenando con piedras más pequeñas
hasta llegar al nivel del terreno (Fig. 63). El sumidero puede servir sencillamente como un
depósito desde el cual se puede vaciar el agua.

(c) El hoyo para granadas. Debajo de la banqueta de tiro y comenzando en la parte inferior
del contrapaso, se excavara un hoyo circular de 20 cmts. de diámetro, de 50 cmts de largo
y con una inclinación de 300. Las granadas de mano que caigan dentro del pozo de tirador
se hacen explotar en este hoyo y su fragmentación queda limitada al rincón desocupado del
pozo del tirador. Para lograr un buen desagüe y ayudar a deshacerse de las granadas, la
banqueta de tiro se construirá en declive hacia el sumidero, cuyo fondo queda en declive
hacia el pozo para granadas.

(d) El parapeto. Si se usa la tierra excavada para construir un parapeto (Fig. 8), ésta se debe
colocar como una capa de aproximadamente 90 cmts. de ancho y 15 cmts. de altura
alrededor del pozo de tirador, dejando sin revestimiento un descanso para los codos
(berma) y a nivel del terreno e inmediatamente al borde del pozo de tirador; este descanso
deberá tener aproximadamente 30 cmts. de ancho. Si se usa tepes o césped para
enmascarar el parapeto, este material debe sacarse del área donde se va a cavar el pozo
de tirador y del área donde se construirá el parapeto, poniéndose a, un lado hasta terminar
el parapeto, y luego colocarlo sobre éste de modo que se vea natural.

(e) El enmascaramiento. Ya sea que el parapeto se construya en terreno boscoso o cubierto


de maleza, o en terreno árido, el peso de tirador se podrá enmascarar eficazmente con
materiales naturales como se indica en la Fig. 10. En campo abierto o en áreas cultivadas,
puede ser preferible omitir el parapeto, llevar la tierra excavada a un lugar poco visible e
improvisar una cubierta sobre el pozo de tirador para enmascararlo. Esta cubierta puede
ser un marco hecho con ramas, liviano y abierto, el cual se cubre con hierba u otra clase de
follaje, para que se confunda con sus alrededores. Como una medida optativa, el pozo de
tirador se puede cubrir con una mitad de tienda individual, un poncho u otro material
improvisado, añadiendo a esta cubierta nieve o algún otro material. (Fig. 10). El ocupante
del pozo de tirador debe levantar un lado de la cubierta para poder observar o disparar.

(f) La cubierta superior. La cubierta parcial (Fig. 11) sobre el pozo de tirador individual brinda
buena protección a su ocupante y le permite usar el arma libremente. Se usan troncos de
10 a 15 cmts. de diámetro o maderos de 15 cmts. y de aproximadamente 1.2 mts (4 pies)
de largo como soporte de la cubierta de tierra. Estos deben ser lo suficientemente largos
para que sobresalgan por lo menos 30 cmts. (1 pie) a cada lado del pozo de tirador a fin de

22
que proporcionen una buena; superficie de apoyo. Se debe quitar la tierra que haya a cada
lado del pozo de tirador de modo que los troncos o maderos que sirven de soporte queden
al ras con el terreno. Si la tierra es blanda y tiende a desmoronarse se debe formar una
superficie de apoyo con tablones o maderos, que le sirvan de soporte a la cubierta. Los
troncos o maderos de este tamaño pueden sostener una cubierta de tierra de 30 a 45 cmts
de grosor. Las paredes del pozo de tirador deben darse con material de revestimiento (Fig.
12), aun cuando sólo sea en la parte, donde va apoyada la cubierta superior para evitar,
que se derrumbe con el peso adicional de ésta.

Figura. Pozo de tirador individual con cubierta parcial.

(g) El material de revestimiento. En la Fig. 12 se indica cómo usar los diferentes tipos de
material de revestimiento. El material disponible que se use, tal como maleza, matorrales,
láminas de metal o de madera cortada debe ser delgado pero resistente, de modo que
sostenga los costados del emplazamiento cuando se le fija adecuadamente con estacas y se a-
marre.

1. Estacas. Las estacas que sujetan el revestimiento ya sean de metal o de madera, deben tener
1.8 mts de largo, conservan una separación no mayor que 60 cmts y enterrarse a una
profundidad de 36 a 45 cmts.
2. Estacas de anolaje. Las estacas que sujetan el revestimiento se mantienen firmemente en su
sitio con templadores hechas con alambres de púa o alambre de calibre N° 14, atados a
estacas de anclaje (Fig 13). Se deben tender cinco o seis hilo de alambre entre el revestimiento
y las estacas de anclaje a nivel del terreno y estirarlos bien retorciéndolos. La distancia entre el
revestimiento y destacas de anclaje debe ser aproximadamente el doble de profundidad de la
excavación. Bajo ninguna circunstancia el alambre que se tiende entre: estacas debe pasar
sobre el parapeto.

Figura 13. Modo de sostener y asegurar el revestimiento.

3. Pozo de tirador para dos hombres al descubierto. En una posición defensivas, generalmente
se prefiere el pozo de tirador para dos hombres (Fig. 14) al emplazamiento individual por lo
siguiente:

Figura 14. Pozo de tirador para dos hombres, al descubierto.

a. Un hombre puede proporcionar la protección necesaria mientras el otro está excavando.

b. Los ocupantes pueden relevarse y descansar; mientras uno descansa el otro observa. En
esta forma las posiciones de tiro pueden ocuparse eficazmente durante períodos más
largos.

c. Aunque ocurra una baja la posición no queda ocupada.

d. El efecto psicológico de sentirse acompañados permite que los hombres permanezcan en


las posiciones por períodos más largos.

23
4. Construcción. El pozo de tirador para dos hombres se construye de igual modo que el
individual, excepto el hoyo para granadas que se construye delante de la pared posterior del
sumidero, en la posición para dos hombres.
5. Cubierta superior. Al pozo de tirador para dos hombres se le puede colocar una cubierta
superior resistente, construyendo un ramal como se indica y describe en la Fig. 15.

Figura 15 pozo tirador para dos hombres, con ramas

34. Despeje de Campos de Tiro.

a. Principios fundamentales. Cuando una unidad está en contacto con el enemigo tiene muy poca
oportunidad de despejar los campos de tiro. Los fusilemos individuales y los sirvientes de armas
colectivas deben seleccionar las mejores posiciones naturales disponibles. Generalmente, sólo hay
suficiente tiempo para despejar las áreas que quedan inmediatamente contiguas a la posición. Sin
embargo, al preparar las posiciones defensivas para un posible contacto con el enemigo, se despe-
jan los campos de tiro al frente de cada posición, tomando en consideración los siguientes
principios:

(1) El despeje excesivo e inadecuado revelará las posiciones de tiro (Fig. 16).

(2) En áreas organizadas para la defensa inmediata, el despeje debe comenzarse cerca de la
Posición y hacia el frente de la misma hasta despejar por lo menos 100 mts. o si el tiempo lo
permite hasta el alcance máximo eficaz del arma.

(3) En todos los casos se deja una cortina natural de vegetación de poca espesura para ocultar las
Posiciones defensivas.

b. Procedimiento

(1) En arboledas de poca densidad, se quitan las ramas bajas de los árboles grandes
aislados.

(2) En bosques densos, quizá los campos de tiro no sean posibles ni convenientes dentro del tiempo
disponible, por lo tanto, el trabajo se debe limitar al despeje de la maleza y a cortar las ramas
bajas de los árboles más grandes. Se deben despejar fajas angostas de tiro (Fig. 17), para las
armas automáticas.

(3) Entresaque o arranque completamente los materiales densos, ya que éstos no son nunca un
obstáculo eficaz y obstruyen el campo de tiro.

(4) Córtese la maleza, cuando obstruye la visión desde las posiciones de tiro.

(5) Transpórtese los materiales, la maleza y las ramas que se hayan cortado a sitios donde no impidan
la observación de los movimientos del enemigo ni pongan al descubierto la ubicación de la posición.

(6) Llévese a cabo el despeje gradualmente. Si la capacidad de la unidad para realizar el trabajo se
exagera. el campo de tiro puede quedar mal despejado y ofrecerá al enemigo mayor cubierta y
protección que el área en su estado natural.

24
(7) Córtense y quémense los cultivos de granos, los campos de heno y la maleza muy alta, siempre
que no signifique un indicio para el eno.

Sección III. EMPLAZAMIENTO PARA ARMAS


COLECTIVAS

35. Consideraciones Fundamentales.

a. Posiciones de tiro. Si bien es conveniente darle máxima protección al personal y al equipo, la


consideración principal deberá ser el uso eficaz de las armas. En el combate defensivo, las armas
de infantería se colocan donde haya disponible: posiciones naturales, posiciones ya construidas o
donde se puedan emplazar las armas con el mínimo de excavación. Las posiciones que se
describen en esta sección se han ideado par, su empleo en todo tipo de terreno en el que se pueda
excavar.
b. Protección. Los emplazamientos que le brindan cierta protección a las armas y a los sirvientes
mientras se encuentra en las posiciones de tiro, proporcionan protección a las arma: colectivas. A
medida que se hacen mejoras a las posiciones se profundizan los emplazamientos y si es posible, si
las posiciones se ocupan por un tiempo prolongado, se deben construir abrigos contiguos al
emplazamiento o cerca de éste. En la Tabla II se describen las características de los
emplazamientos para armas colectivas de infantería.
c. Abrigos para los sirvientes. Cuando se construyen abrigo, inmediatamente contiguos a los
emplazamientos y con salida a éstos, la capacidad de operación de los sirvientes aumenta, ya que
los hombres no corren peligro cuando se desplazan entre el abrigo y el arma.

36. Emplazamientos para Ametralladoras.

a. Tipo foso. El arma se emplaza en un comienzo, en una posición improvisada. (Fig. 18).
b. Emplazamiento en forma de herradura. En la Fig. 19 se muestran las dimensiones y la
disposición del emplazamiento terminado. Se excava una trinchera en forma de herradura, de 60
cmts. de ancho aproximadamente, alrededor de la parte posterior y de los costados de la posición,
dejando en el centro una plataforma de tierra que llegue a la altura del pecho y que sirva de
plataforma para la ametralladora. La tierra excavada de esta trinchera se emplea en el parapeto, el
cual debe tener, por lo menos 90 cmts. de grosor y debe ser lo suficientemente bajo para poder
disparar en cualquier dirección. Este tipo de emplazamiento permite con facilidad, desplazar el
arma horizontalmente a través de un arco de 1801, pero la dotación no puede disparar hacia atrás
con eficacia.
c. Emplazamiento de doble pozo de tiradores, tipo pozo individual. Este tipo de emplazamiento
se construye cerca de la posición del arma, como se ilustra en la Fig. 20. El parapeto se hace lo
suficientemente bajo para que se pueda disparar el arma en cualquier dirección proporcionando
también buena protección a los sirvientes. Detrás del arma, se excava un pozo de tirador para el
tirador apuntador y, al lado izquierdo del arma, a 45 cmts. delante de este pozo de tirador, se
excava el otro para el cargador. La tierra excavada se amontona alrededor de la posición formando
un parapeto, pero teniendo cuidado de que se pueda disparar el arma en cualquier dirección.
d. Emplazamientos de madera para ametralladora (Casamata).

(1) Empleo. Este emplazamiento preparado para ametralladora, llamado también casamata de
madera es un abrigo a excavación abierta para una pieza de metralladora y su personal de
sirvientes. Se emplea en situaciones defensivas cuando el tiempo y los materiales
disponibles permiten su construcción.

25
(2) Ubicación. La casamata de madera preferentemente se ubica en las pendientes que dan
frente al enemigo para facilitar su acción, enmascaramiento y protección. La ubicación
exacta en el terreno depende de la misión, que se haya dado a la pieza. A inmediaciones de
la casamata, se construye un emplazamiento para ametralladora de los tipos improvisados ya
descritos que debe servir de emplazamiento de recambio para la pieza y a una distancia tal,,
que no afecten simultáneamente a la casamata y al emplazamiento de recambio los efectos
del mismo tiro de mortero o de artillería.

(3) Descripción: (Figs. 21-22).

(a) Dimensiones. La casamata de madera tiene 71 (2.134 mts) de largo por 2.134 de ancho y
2.00 mts de altura interior. El acceso ubicado en la parte posterior tiene 0.80 mts de alto por
0.60 mts de ancho y la banqueta para la pieza tiene 1.50 mts de largo por 0.75 mts de ancho
y una altura variable según la pieza que se utilice.

(b) Aspillera. (Tronera). La casamata tiene una aspillera a todo lo ancho de la parte frontal. Las
dimensiones de la aspillera son 50.8 cms de altura por 1.626 de base. El tamaño de la
aspillera puede reducirse mediante sacos de arena. El eje de la aspillera de tiro coincide
con la bisectriz del campo de tiro horizontal y es al mismo tiempo eje de la casamata. El
terreno delante de la aspillera y hacia el enemigo, debe tener el declive necesario o fin de
que permita alcanzar el punto más bajo por batir. La cubierta superior es un piano dirigido
teniendo en cuenta el punto más alto por batir y la inclinación de la pieza si se dispara a
gran distancia.

(4) Construcción.

(a) Materiales. La casamata de madera consta de:

1. Armazón.

2. Encofrado.

3. Cubierta superior o techo protector.

4. Acceso.

a. Armazón. Lo conforman dos bastidores de troncos o de madera escuadriada con soleras de


10" de  (6" x 8"), montantes de 10  (6" x 8" y cumbreras de 10 9 (6" x 8"). Los bastidores
llevan arriostramientos de 6"  (3" x 6"). (Fig. 21).

b. Encofrado. Formado por troncos de 6"  (3" x 12"). (Fig. 22).

c. Cubierta superior o techo protector. Tiene dos capas de troncos de 10"  separada en
sentido vertical por una capa de cascajo de 0.50 mts de espesor. Esta casamata no da
protección mayor que para proyectiles de artillería de 75 mms. La ,construcción de una
casamata para mayor resistencia, obligaría a colocar más capas de protección. El techo
también podría estar constituido por viguetas de acero o rieles. El techo portector vuela hacia
adelante 0.76 mts formando una visera inclinada.

26
d. Acceso. La entrada a la casamata se hace por el lado opuesto a la dirección del enemigo y
está constituida por una comunicación subterránea hecha de bastidores encofrados. Este
acceso debe enlazarse con una zanja de comunicación, en los posible.

Figura 22. Casamata de madera para ametralladora con cubierta superior de troncos (detalle de la cubierta
superior, planta y perspectiva)

(b) Los materiales necesarios figuran en las tablas II (Materiales necesarios para casamata de
madera escuadriada) y IV (Materiales necesarios para casamata de madera hecha con rollizos).

(c) Procedimiento. La construcción de una casamata de madera comprende:

1 . Elección del emplazamiento.

2. Trazado del emplazamiento, estacado y enmascaramiento preventivo.

3. Excavación del emplazamiento y del acceso.

4. Preparación del maderamen.

5. Colocación de los bastidores del emplazamiento y del acceso.

6. Colocación del encofrado.

7. Construcción de la visera de las aspillera.

8. Colocación de la primera capa de troncos (o madera escuadriada) y de la primera capa de


cascajo.

9. Colocación de la 2da capa de troncos (o madera esdriada) y de la 2da capa cascajo con tierra
encima.

10. Arreglos interiores: Construcción de la banqueta de tiro y arreglo del terreno delante de la
aspillera.

11. Enmascaramiento definitivo.

(5) Personal y tiempo. Para la construcción de esta casamata se emplea normalmente 1 Edra de Ing o
sea 10 hombres; a este personal se agregan los sirvientes de la ametralladora. El rendimiento
estimado es de 480 HH.

(6) También se puede hacer un emplazamiento de madera para ametralladora (casamata) de madera
escuadriada, con techo laminado como se muestran en las Figs. 23 y 24. Los materiales para esta
casamata figuran en la tabla V.

(a) La tabla VI indica los espesores mínimos de la cubierta protectora necesaria bajo ciertas
condiciones. La cubierta protectora y en menor grado la estructura portante del techo de
estos de emplazamientos, serán diseñados independientemente de manera que se muevan
libremente. Esto es, la cubierta superior y el techo deben tener la rigidez necesaria para

27
desplazarse como una unidad (independientemente), de modo que la construcción debe ser
capaz de absorber o amortiguar el sacudimiento de la explosición de una bomba.

(b) Los requerimientos prácticos de este diseño unitario es una construcción tipo emparedado
en el cual las últimas capas, la capa de explosión y el techo poseen una cierta rigidez
mientras que la capa intermedia es de consistencia porosa.

(c) Un ejemplo que muestra la mejor efectividad de un diseño para resistir el impacto de un
proyectil de 155 mms lo da la Fig. 24. Para conseguir la protección contra tiros indirectos,
es importante que el espesor de capa explosiva sea suficientemente rígida para el efecto
detonante antes que el proyectil lo haya atravesado, o sea 30 cmts de espesor con piedras
de 6 a 8" (de 15 a 20 cmts de diámetro) parece ser lo óptimo contra proyectiles superiores al
cal de 155 mms. La capa de enmascaramiento del suelo que está sobre la capa explosiva
no debe ser mayor de 2" de espesor.

(d) Está prohibido el empleo de la madera escuadriada para construcción, machihembrada o


acanalada. La madera escuadriada para fortificación con las caras lisas es más fuerte si se
les emplea como pies derechos, cumbreras o viguetas, pero se requiere considerablemente
mayor cantidad de material.

(e) Es preferible que una estructura de fortificación en campaña se cimiente en una excavación
en lugar de instalarla sobre el terreno natural. Si se coloca sobre el terreno natural, las
columnas o pies derechos deben introducirse en el terreno en las cuatro esquinas para los
propósitos de anclaje y soportes de la estructura. Una casamata para fines de protección
de impactos provenientes de proyectiles de 81 mm se muestra en la Fig. 25.

e. Emplazamiento de concreto para ametralladoras (Casamata).

(1) Empleo. Este emplazamiento llamado también casamata de concreto se emplea cuando el tiempo y
los materiales lo permite; el grado de actividad del enemigo es el que posibilita su construcción.
También se emplean en posiciones defensivas fuertemente organizadas establecidas para detener un
ataque enemigo previsto anticipadamente y que de tiempo para los trabajos. Estos emplazamientos
dan protección contra fragmentos de bombas, granadas y del fuego de ametralladoras y otras armas
pequeñas. Las aspilleras (troneras) que no se emplean se cierran en el interior con sacos de arena o
se cubren con planchas de acero empernadas para dar protección, pero deben permitir removerse
con facilidad, en caso de ataque enemigo en esa dirección. La Fig. 26 muestra los detalles de
construcción y la tabla Vll, los materiales necesarios.

(2) Descripción (Fig 26). Este emplazamieno consta de dos aspilleras para ametralladoras u dos
pequeñas aspilleras para fusil. La entrada se encuentra en una de las paredes en una las paredes y
puede tener puerta de hierro. Como detalle importante de este emplazamiento, tenemos dos
dispositivos que se usan para soportar la ametralladora; como se ve en la Fig. 26, estos dispositivos
están empernadas en los muros de concreto. El techo es de concreto armado con un espesor de 20
cmts, los muros, también de concreto tienen un espesor de 20 cmts. El piso es de concreto simple de
4" (10 cmts de espesor). Las principales dimensiones son:

(a) Exteriores.

1. Largo......................... 3.00 mts


2. Ancho........................ 3.00 mts

28
3. Alto............................ 2.10 mts

(b) Interiores.

1. Largo......................... 2.40 mts


2. Ancho........................ 2.40 mts
3. Alto............................ 1.80 mts

(c) Muros perimétricos (de concreto armado).

1. Espesor..........................30 cmts

2. Refuerzo de fierro.

a. Vertical fe 1/2". cada 25 cmts c/c


b. Horizontal fe 1/2". cada 25 cmts c/c

(d) Techo (de concreto armado)

1. Espesor 20 cmts

2. Refuerzo de fe. Emparrillado de barras de 1 cada 25 cmts c/c.

(e) Piso (de concreto simple). Losa de concreto simple de 4" (10 cmts de espesor).

(f) Aspilleras para la ametralladora.

1. Cantidad .........................................2 (dos)


2. Ancho a 5" (12.7 cmts) del interior
del muro...........................................60 cmts
3. Ancho en el exterior
del muro...........................................1.20 mt
4. Altura en el interior a 5" (12.7 cmts)
del interior del muro...........................20 cm
5. Altura en el exterior del muro..............25 cm

(g) Aspillera para fusil.

1. Cantidad ................................................. 2 (dos)


2. Ancho en el interior del muro............. 68.6 cmts,
3. Ancho en el exterior del muro......... 15.2 cmts,
4. Altura en el interior del muro............ 15.2 cmts
5. Altura en el exterior del muro........... 15.2 cmts
6. Distancia de la aspillera de techo ...... 21.4 cmts

(h) Entrada a la casamata

1. Altura 1.20 cmts


2. Ancho 60 cmts

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( i ) Sumidero. (Drenaje)

1. Profundidad 55 cmts
2. Ancho 30 cmts
3. Tapa de madera

El dispositivo de fijación de la ametralladora (no existe banqueta de tiro) consiste en una plancha de
fe de 3/8" de espesor y 6 l/2" de largo por 4" de ancho. Esta placa va anclada al, muro mediante
dos pernos de l/2 9 por 12" separados a una distancia de 4 5/8". Fuertemente soldada a dicha placa
debe colocarse una mortaja circular de fierro donde penetra la espiga que normalmente asegura la
ametralladora a su afuste.

(3) Construcción

(a) Elegir el emplazamiento.

(b) Ejecutar el trazado, ubicando las aspilleras de la ametralladora en las direcciones de tiro mas
conveniente.

(e) Hacer una excavación de 3.20 mts por 3.20 mts aproximadamente y con una profundidad al
que la parte inferior de la aspillera quede a unos 20 cmts del terreno.

(d) Nivelar, regar y apisonar el fondo de la excavación.

NOTA: Los fierros deben estar cortados y doblados y las formas de madera para el encofrado igualmente
deben estar preparadas para un fácil montaje.

(e) Vaciar el concreto (proporción 1:2:4) del a losa del piso (4") colocando los fierros verticales
de los muros espaciados 25 cmts centro a centro.

( f ) Colocar los fierros horizontales de los muros a 25 cmts centro a centro, formando así, el
emparrillado de los muros, teniendo en cuenta los emplazamientos de las aspilleras y
entrada.

(g) Encofrar los muros teniendo en cuenta las aspilleras y la entrada.

(h) Vaciar el concreto de los muros (proporción 1:2:4).

(i) Colocar los dinteles de la ametralladora, que consisten en dos rieles de 30 lbs por 2.90 mts de
largo.

(j) Encofrar el techo y colocar el emparillado de fierro.

(k) Vaciar el concreto del techo.

(l) Preparar la entrada de la casamata con bastidores de madera y con un techo suficientemente
registente enmascararala.

(m) Enmascarar el emplazamiento en conjunto

30
37. Emplazamientos para Lanzacohetes de 3.5 Pulgadas.

a. Tipos. Hay dos tipos de emplazamientos al' descubierto para el lanzacohetes de 3.5 pulgadas: el tipo
foso y el, tipo de 2 pozos de tiradores para 2 hombres.

(1) Tipo foso. Este emplazamiento consiste en un foso de aproximadamente 1.2 mts de diámetro y
de 1 metro de profundidad aproximadamente. Según la estatura de los ocupantes. Este
emplazamiento no requiere parapeto y es lo suficientemente grande para alojar dos hombres,
permitiendo al cargador girar junto con el arma al desplazarla verticalmente, para evitar quedar
detrás de ésta cuando se dispara. El emplazamiento tiene la profundidad adecuada para que el
extremo posterior del arma no toque la superficie, aun cuando se encuentre a su máximo ángulo
de elevación, garantizando de este modo que el rebufo caliente de culata de los cohetes no se
desvíe hacia los ocupantes. Puesto que este emplazamiento ofrece protección a los sirvientes
contra las armas de tiro directo solamente, se excavarán emplazamiento complementarios para el
personal (Fig. (2) 27).

(2) Dos pozos de tiradores para dos hombres. El emplazamiento que se muestran en la Fig. (2)
27, brinda protección limitada a la dotación contra los efectos de las armas nucleares y de los
tanques, excepto al disparar el arma.

b. Efecto del rebufo. Debido a los efectos del, rebufo de culta del lanzacohetes, éste no debe dispararse
desde un sitio encerrado, como un emplazamiento con cubierta superior total, por ejemplo.

38. Emplazamiento para Morteros.

a. Generalidades. El emplazamiento que se ilustra en la Fig.28 es circular. El emplazamiento se


excava a las dimensiones que se muestran y con las paredes laterales en declive hacia el fondo. El
piso se inclina hacia el sumidero, ubicado debajo de la brecha abierta en el parapeto. A un costado
del emplazamiento, en el sitio donde se ubica el tirador se construye un bastidor o nicho de munición.
El fondo del bastidor debe quedar a cierta altura del piso del emplazamiento. Se puede construir otro
bastidor de munición a un costado de la trinchera que conduce a la posición. Al emplazamiento
inicial se le pone un revestimiento confeccionado con sacos de arena, y al mejorarlo se hace uno em-
pleando planchas corrugadas. Antes de construir el parapeto, se apunta el mortero en dirección del
tiro mediante un goniómetro brújula u otros medios. Luego se colocan los jalones de puntería
normalmente a una deflexión de referencia de 2.800 milésimas. Se construye después el parapeto,
dejando una brecha de 3.90 ems para la línea de visada hacia los jalones de puntería. Esta línea
imaginaria de visada debe establecerse de tal modo que quede a 30 ems del borde derecho de la
brecha: éste permitirá un sector de tiro de aproximadamente 1.500 milésimas, sin mover parte alguna
del parapeto. El parapeto debe tener un máximo de 50 cmts de alto y un mínimo de 90 cmts de
ancho. Debe haber un espacio de 45 cmts alrededor de los bordes de la brecha de visada, libre de
tierra, a fin de poder quitar los sacos de arena que se hayan colocado allí, cuando sea necesario pro-
porcionar un sector de tiro mayor. Se puede construir una zanja de comunicaciones con los abrigos
para el personal y con otras posiciones de morteros.

b. Emplazamiento para el mortero de 4.2 pulgadas. Este emplazamiento es idéntico al que se


describió para el mortero de 81 mm, salvo que los cambios en dimensiones que se muestran en la
Fig. 28.

c. El mortero de 81 mm. En la Fig. 29 se muestra un emplamiento de tipo foso para mortero de 81


mm.

31
Figura 29. Emplazamiento tipo foso para morteros de 81

d. Emplazamiento para mortero de 60 mm. Se emplea dos tipos:

(1) Tipo foso. (Fig. 30) Consiste un foso rectangular de 1.8 m x 1.20 m suficientemente
amplio para acomodar el mortero, al apuntador y al cargador. El emplazamiento tendrá el
mínimo tamaño para protegerlo contra los bombardeos y los tiros de artillería. La tierra excava-
da del foso se acumulará alrededor para formar,. un parapeto bajo. Se construirán pozos
individuales cerca del emplazamiento para los sirvientes del mortero cuando no sea necesario
que se encuentren cerca del arma. La munición que no es de empleo inmediato se almacenará
en abrigos cercanos.

Figura 30. Emplazamiento para mortero de 60 mms, tipo foso.

(2) Tipo dos pozos de tirados (Fig. 31). Esta figura muestra el mortero de 60 mms en acción y a
los sirvientes disparando desde dos pozos individuales. Se prefiere este tipo de emplazamiento
cuando el, mortero esta desenfilado.
e. Emplazamiento de concreto para morteros. (Fig. 32). Ese emplazamiento tiene forma octogonal y se
construirá a ras del suelo. Contendrá nichos para munición en los muros así como abrigos
subterráneos para munición. Se pintarán características saltantes del terreno con sus respectivos
alcances desde la posición en todo el, contorno del muro emplazamiento, que harán las veces de
jalones de puntería. El emplazamiento de concreto para morteros requiere menos tiempo de
construcción que el emplazamiento para ametralladoras también de concreto. No tiene techo pero
debe tener una cubierta de enmascaramiento o malla con greca, cuando no esta en uso. Este
emplazamiento requiere l/3 mas de concreto que el de ametralladora.

Figura 32. Emplazamiento de concreto para morteros.

39. Emplazamiento para el Fusil sin Retroceso de 106 mm.

a. Generalmente esta arma se dispara desde su afuste en el camión de 114 de tonelada, que le sirve de
transporte, ya que el arma debe ser móvil para poder ocupar una nueva posición después de disparar
sus tiros. En una operación defensiva se deben construir varios fosos abiertos, a que tengan rutas
ocultas que vayan desde estas posiciones de tiro hacía un abrigo oculto, con cubierta superior. El
arma permanece en el abrigo hasta que se necesite, y después que termina de disparar, se traslada a
otra posición de tiro o de nuevo al abrigo. El foso de tiro debe brindar protección a los costados y
frente del chasis del vehículo manteniendo el fusil sobre el nivel del parapeto la parte posterior del
foso debe tener un declive para que el vehículo pueda salir rápidamente. Puesto que se requieren
posiciones seleccionadas para este tipo de emplazamiento, se necesitan aproximadamente 30
hombre-horas para su construcción; por lo tanto, es imprescindible el equipo pesado. En la Fig. 33 se
ilustra un emplazamiento para el fusil sin retroceso de 106 mm montado en vehículo que permitirá que
la boca del arma se proyecte sobre el parapeto para evitar que el vehículo sufra daños debido al
rebufo.

b. Tipo dos fosos de tirador. Este emplazamiento (Fig. 34) esta diseñado para proteger
adecuadamente a los, sirvientes cuando el FSR se dispara apoyado en un trípode. El apuntador
ocupará el pozo izquierdo y el cargador el derecho. Cuando los tanques amenacen irrumpir en la
posición, se desmontará el FSR y se plegará el trípode.

32
Figura 34. Emplazamiento para FSR, tipo dos pozos de tiradores.

c. En forma de herradura. Este emplazamiento (Fig. 35) se construye excavando una trinchera en
forma de herradura, de aproximadamente 60 cms de ancho hacia los lados y de 90 cms de ancho en
la base, donde se colocará el trípode del FSR, dejando en el centro y hacia atrás una plataforma para
el arma que llegue hasta la cintura a unos 30 a 45 cms debajo de la superficie del terreno. Toda 1,a
tierra excavada se extraerá. Cuando el emplazamiento esta en declive hacia adelante o cuando la
elevación máxima desde la cual el arma va a dispararse es tal que ocasione que el eje del cañón
pase a menor de 20 cms sobre la parte superior del muro posterior del emplazamiento, la parte
superior de este muro tendrá que rebajarse aproximadamente 7.5 cms para que el rebufo se desvíe
hacia atrás y no hacia el fondo del emplazamiento. Si la posición esta a punto de ser sobrepasada
por los tanques, el arma se desmontará y protegerá dentro de la trinchera. Casi en cualquier terreno,
los tanques podrán atravesar el emplazamiento sin destruirlo ni aplastar a los sirvientes. En terreno
suelto se colocarán troncos de aproximadamente 20 cms de diámetro, en el, frente, los lados y la
parte trasera del emplazamiento y se enterrarán a ras de tierra como protección de los tanques.

Figura 35. Emplazamiento para FSR, en forma de herradura.

d. Tipo trapezoidal. Este emplazamento (Fig. 36) consta de un pozo de 1.20 mts de profundidad, 2.10
mts de largo en la parte trasera, 1.50 mts de largo en la parte delantera y 1.65 mts de ancho. Se
excavara un abrigo para los sirvientes de 90 x 90 cms en la base y de 1.20 mts de profundidad a la
derecha de la parte trasera del emplazamiento. Cuando se excava el emplazamiento debe dejarse
una plataforma de tiro de 1.05 mts de alto, 1.20 mts de largo y de mayor a menor desde 1.05 mts de
ancho en la parte trasera hasta 30 cms en la parte delantera como se muestra en la (Fig. 36). Se
habilitará un escalón a la derecha del frente del emplazamiento, para descansar la boca del cañón del
FSR en lo posición que muestra la línea punteada en la figura cuando el cañón no esta en posición de
tiro. El emplazamiento trapezoidal permite disparar el FSR en 3600, sin dificultad.

e. Comparación. En general todos los tipos de emplazamiento para FSR anteriormente son
satisfactorios. El tipo dos pozos y el trapezoidal ofrecen mayor flexibilidad para el tiro. De estos dos
tipos, el trapezoidal, permite mayor eficacia para la descarga porque los disparos se hacen desde
sectores de tiro, pero no tiene la ventaja de la simplicidad de su construcción y es nos vulnerable al
aplastamiento de los tanques que los otros tipos. El emplazamiento en forma de herradura es una
alternativa intermedia entre los dos pozos de tiradores y el trapezoidal.
40. Foso Típico para Vehículo.

Deben construirse emplazamientos solo para los vehículos esenciales. Los fosos para vehículos deben
ser tan angostos y cortos como lo permite el tamaño del vehículo y pueden ubicarse al azar. Se deben
quitar las lonas a los vehículos, y la parte superior del parapeto circundante. Las excavaciones deben
tener las dimensiones que se indican en la Tabla VIII y en la (Fig. 37). Cuando se usa la tierra excavada
para construir el parapeto no hay necesidad de hacer un corto tan profundo para que el vehículo quede
adecuadamente protegido. El parapeto debe hacerse tan angosto y compacto como sea posible. La
mayoría de los vehículos se deben ocultar o enmascarar, aprovechándose de las características naturales
del terreno tales como bosques, desenfilamento, árboles pequeños y edificios.

Sección IV. EMPLAZMIENTO PARA ARMAS


DE ARTILLERIA Y TANQUES

41. Emplazamientos para Artillería Tractada

33
a. Finalidad. Los emplazamientos para las armas de artillería deben máxima flexibilidad para disparar y
a la vez proteger el material, la munición y los sirvientes contra los efectos de las armas
convencionales y nucleares.
b. Emplazamiento para obús de 105 mms y 155 mms. Los emplazamientos para armas de artillería se
construyen de manera que se puedan seguir mejorando para que brinden mayor protección y
comodidad, en caso que haya que ocuparlos por un tiempo prolongado. Estas mejoras se hacen por
etapas, según se describen a continuación:

(1) 1ra etapa. En esta etapa se excavan pozos de tirador abiertos para proteger a los sirvientes, y
emplazamientos abiertos para las armas de infantería que defienden la posición. Se forman las
providencias necesarios tan sólo para el movimiento mínimo esencial de las flechas del arma, y
la munición se almacena al descubierto. La (Fig. 28) muestra el Emplazamiento para obús de
105 mm, en su primera etapa.

(2) 2da Etapa. En esta etapa se colocan los soportes de las flechas necesarias para poder girar el
arma en redondo se construye un parapeto bajo para proteger el arma y las armas se hacen
emplazamientos cubiertos para los sirvientes, las armas defensivas y la munición. La Fig 39
muestra el emplazamiento para obús de 105 mm. en su segunda etapa.

Figura 39. Mejora del emplazamiento para obús 105 mm (2da, etapa).

(3)3ra. Etapa. En esta etapa se construye un parapeto revestido, en su parte interior, que permita
disparar el arma en cualquier dirección a la redonda. Se comienzan los trabajos de los abrigos
con cubierta superior para el personal y la munición. La Fig. 40 muestra el emplazamiento para
obús de 105 mm, en tercera etapa.

(4) 4ta Etapa. En esta etapa se revisten las posiciones de los sirvientes, los emplazamientos de las
armas de infantería que protegen la posición de artillería y las partes exterior y superior del
parapeto. También se construye la cubierta superior a las posiciones de los sirvientes y el abrigo
para municiones. La Fig. 41 muestra el emplazamiento para obús de 105 mm en su cuarta eta-
pa, también en la Fig. 42 se indican las dimensiones y la disposición de este emplazamiento.

(5) Uso de la cubierta superior. Por lo general es difícil proporcionar cubierta superior a las armas
de artillería. Las dimensiones de este tipo de construcción la hacen poco práctica en la mayoría
de las condiciones. La cubierta superior limitaría indebidamente la capacidad de tiro del arma.
Además, en la mayoría de las condiciones no es conveniente excavar un emplazamiento
demasiado profundo o construir un parapeto circular alto por las siguientes razones:

(a) Un parapeto circular alto limita la capacidad del arma durante el tiro directo.

(b) Los emplazamientos muy profundos dificultan la rápida remoción del arma, en caso de que
esto sea necesario.

c. Emplazamiento para obus de 8 pulgadas. Los emplazamientos para estas armas tienen la forma de
sector circular, indicando la Dirección en que disparará el arma, como se muestra en la Fig. 43. La
dirección del tiro se determina y se marca antes de construir el emplazamiento. Si el sector de tiro que
se requiere excede al que se puede lograr desplazando el arma horizontalmente, se ensancha la parte
posterior del emplazamiento para poder cambiar la posición de las flechas.

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d. Estructuras adicionales.

(1) Abrigos para municiones. Los abrigos secciónales, como los que muestran las Figs. 75 y 76,
se pueden hacer con cubierta superior a modo de abrigo para municiones y usarse en los tipos
de emplazamientos para armas que se describieron anteriormente.

(2) Abrigos accesorios. Los abrigos de apresto para el personal y los abrigos para las centrales
de tiro y para los cuadros conmutadores se construyen de acuerdo con los diseños
reglamentarios de abrigos (Capítulo 3).

42. Emplazamiento para Artillería Autopropulsada.

La Artillería autopropulsada de gran calibre tiene un desplazamiento horizontal limitado cuando el vehículo
permanece sin girar. Por consiguiente, rara vez es conveniente construir emplazamientos para este tipo de
arma. Cuando se preparan posiciones para armas autopropulsadas se construye una rampa con declive
para facilitar la entrada y salida del vehículo, del foso del arma.

En temperaturas extremadamente frías quizá haya que cubrir el piso del foso con grava, ramas o materiales
similares para evitar que las orugas de los vehículos queden pegadas al piso debido a la congelación. La
parte posterior del foso y la rampa con declive se deben construir los suficientemente ancho para permitir
que el vehículo entre en ángulo, para así compensar por el desplazamiento horizontal limitado del arma.

43. Emplazamientos para Tanques o Armas Montadas en Tanques.

Un tanque se emplaza y se protege de igual, manera que cualquier otro vehículo. Donde hayan disponibles,
se emplean desenfilamientos naturales tales como caminos en declive o zanjas. En las áreas abiertas se
construyen parapetos para proteger los costados y el frente del caso del vehículo y la parte posterior se deja
abierta. La Fig. 44 muestra la forma más sencilla de una posición atrincherada de este tipo. Estas
posiciones se construyen y se ocupan durante la obscuridad, siempre que sea posible, terminándose todo el
enmascaramiento antes del amanecer. El emplazamiento normalmente incluye pozos de tirador para
protección del personal de relevo, los cuales preferiblemente deben estar conectados con el emplazamiento
mediante una trinchera corta. Este tipo de emplazamiento debe tener lo siguiente:

a. Una excavación lo suficientemente profunda para brindar protección a las orugas y a parte del casco
del vehículo, y cuyo parapeto tenga un espesor máximo en el frente del emplazamiento y cuya parte
posterior quede abierta para que el vehículo pueda entrar y salir.
b. Dimensiones interiores suficientemente grandes para permitir la entrada y salida del vehículo.

c. Una profundidad interior conveniente para poder bajar la boca del arma a su ángulo mínimo de
elevación. Los emplazamientos para tanques deben tener suficientemente espacio para almacenar
la munición.

d. Retener para el tubo, si fuese necesarios, para evitar que el fuego llegue a las unidades contiguas.

e. Medios de desagüe (si es posible) cuyo piso esté construido con un material anticongelante para
evitar que los vehículos se atasquen debido a la congelación de sus orugas (en climas fríos).

f. Si es necesario disparar a ángulos de elevación mayores que el que permite el diseño de la cureña,
el piso debe tener una subida escarpada en dirección al tiro.

35
Figura 44. Emplazamiento para armas autopropulsadas.
44. Emplazamiento para Artillería Antiaérea.

a. Consideraciones generales. Es condición indispensable que la construcción de los


emplazamientos de Artillería Antiaérea sea hecha rápidamente. Sin embargo, la construcción no
tendría prioridad sobre la preparación de la pieza para el tiro. El procedimiento a seguirse
comprenderá las siguientes operaciones:

(1) Se tendrá el equipo para disparar, tan pronto como sea posible. Si se va a excavar el terreno, el
equipo se colocará a un lado del lugar señalado como emplazamiento.
(2) Se excavan pozos de tiradores o trincheras especiales para el personal, cerca del emplazamiento.

(3) Se enmascara provisionalmente el emplazamiento de trabajo.

(4) Se ejecuta la excavación del emplazamiento de la pieza.

(5) Se coloca la pieza en el emplazamiento excavado, con el mínimo de interferencia para el disparo,
y debe quedar en posición de hacer tiro.

(6) Se continúa mejorando el emplazamiento a medida que el tiempo lo permita. Podrán usarse
explosivos para la excavación de terrenos duros o rocosos y siempre que la situación táctica lo
permita, y este trabajo estará a cargo de personal especializado en el uso de explosivos, a fin de
evitar el peligro que significa para el personal y el equipo. Igualmente, el empleo de equipo
mecánico permitirá economizar tiempo y trabajo, especialmente en la construcción de parapetos
de tierra. La entrada se cierra con un muro de sacos terreros. Cuando se usen troncos o cajas de
munición llenas de tierra, deberán revestirse con sacos terreros para aminorar el peligro de las
astillas.

b. Condiciones de construcción. A pesar de que es conveniente dar protección al personal y al equipo, la


condición primordial será el uso eficiente de este último. Un emplazamiento deberá tener las siguientes
características:

(1) Un parapeto de 80 cm de ancho en la parte superior, (con un declive en la parte de afuera de 30


a 45 grados) rodeando el emplazamiento. La altura del parapeto será aquella que ofrezca
protección máxima y que al mismo tiempo permita que el equipo pueda usarse contra cualquier
objetivo de tierra, aire o mar, que esté dentro de su radio de acción efectivo. Por razones de
enmascaramiento, el parapeto será lo más bajo posible, consiguiéndose la necesaria altura de
protección por medio de la excavación.

(2) Un diámetro interior mínimo que permita una libertad de operación eficiente. El declive interior
del parapeto deberá ser tanto como la naturaleza del terreno y los materiales de revestimiento lo
permitan, prefiriéndose; pendiente de 12 a 1. La boca del arma deberá extenderse sobre el
parapeto para aminorar el peligro de los rebufos.

(3) Una profundidad interior que permita el arma o a instrumento llegar hasta su mínima elevación.
Cuando 'e pera disparar contra objetivos en el aire, el parapeto podrá construirse a la altura del
muñón.

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(4) Interruptores removibles del cañón para evitar descargas accidentales dentro de Unidades e
instalaciones.
(5) Disposiciones para el drenaje del emplazamiento.

c. Emplazamiento para cañón antiaéreo de 90 mm (Fig, 45) El emplazamiento para esta arma en
montaje M1A1 se construirá en dos etapas. Primero se cavará el foso principal, la rampa trincheras
para el mástil lateral; entonces se colocará el nivelada y se preparará para la acción como se muestra
en l. (1) 46. Una vez que los carretones hayan sido movidos de la cureña, éstos deberán cubrirse con
sacos terreros o proteger, forma similar. En la Fig, (2) 46 se ve que:
(1) La trinchera para el mástil lateral está cubierta en ti forma, que permite la retirada fácil del mástil
y al mismo tiempo evita que el, parapeto se rompa. Esá Sobre cubierta con breñas o tablas y
cubierta con suficiente tierra para formar un parapeto continuo alrededor de la ametralladora.

(2) La rampa está cerrada con sacos terrenos o con cualquier otro material de remoción fácil.

(3) Se construye cuatro nichos de munición, colocando cajas de munición pegados al interior del
parapeto.

(4) Se construye un túnel corto en el parapeto para la misión de potencia y los cables de los medios
de transmisión. El emplazamiento para el cañón de 90 mm en montaje M2 (Fig. 47) es similar al
ya descrito, con la diferencia que es un poco más grande, tiene una rampa en ambos extremos
para los carretones delanteros y traseros y tiene una mayor profundidad interior. El emplaza
miento para los demás elementos del equipo del cañón de 90 mm, se construirá excavando el
terreno de acuerdo, con las dimensiones y las necesidades de protección, aprovechando lo más
que sea posible, los medios y el tiempos disponibles.

d. Emplazamiento para cañón de 40 mm. (Fig. 48). El emplazamiento para la unidad de tiro,
compuesta de ametralladora y director de tiro de 40 mm se dispone como se indica en la Fig. 48. El
director de tiro estará a 4 m 6 4.50 del centro de la espiga de la ametralladora, un túnel corto servirá
para conectar los fosos del director de tiro con el de la ametralladora. La altura interna del
emplazamiento será lo suficientemente baja para permitir el tiro horizontal. Un tope de elevación se
construirá para evitar que la ametralladora baje a más de 500 mm (aproximadamente 30°) en el
ángulo muerto. La rampa se cerrará con un muro de sacos terreros a prueba de explosiones o con
cualquier otro material de remoción fácil. Los nichos para munición se construirán en los lados del
emplazamiento. En situaciones estabilizadas, las ruedas de la ametralladoras de 40 mm se quitarán y
llevarán a un sitio de mayor seguridad. Si la Unidad de tiro debe ser trasladada a corto plazo, las
ruedas se dejarán en el carro. Es conveniente proteger las ruedas con sacos de arena, siempre que
esto no interfiera el empleo del arma.

e. Emplazamientos para ametralladora antiaérea de 90 mm. (Figs. 49-50). El emplazamiento para


esta arma es un foso circular de 3.30 m de diámetro y de 75 a 80 cms de profundidad; dentro del
parapeto se construirá una depresión para la barra de tracción y nichos para los cajones adicionales
de munición. En la Fig. 50 (1) muestra un emplazamiento construido para esta arma con sacos de
arena debido a que el terreno es demasiado blando. La Fig. 50 (2) (3) muestra emplazamientos del
tipo foso, excavados en terrenos duro y rocoso. El emplazamiento para la ametralladora antiaérea de
calibre 50 en montaje M63, es un foso circular de 2.70 m de diámetro y 0.35 m de profundidad; lleva
en el centro una mesa circular de tiro, de más o menos 1 m de diámetro.

45. Protección para el Personal.

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Los pozos de tiradores y los abrigos de tirador tendido, son los mejores emplazamientos que permiten
protección al personal que sirve a las piezas de artillería contra fragmentos de bombas y contra disparos de
armas de tiro rasante, etc. Las trincheras especiales construidas en los emplazamientos de Artillería, tanto
de campaña como antiaérea, además de dar protección al personal, sirven como emplazamientos de tiro
para la defensa inmediata de la posición de tiro contra los ataques de la Infantería enemiga. En situaciones
estables, el personal se protegerá por medio de abrigos apropiados, como se describe en el Capítulo 3. La
Fig. 51 muestra dos abrigos para personal construidos de sacos terreros y material de deshecho.

Figura 51. Abrigo para personal de sirvientes, parcialmente excavados.

46. Abrigos para Munición.

La construcción de abrigos para munición se iniciará tan pronto como la pieza esté preparada para el tiro y
el emplazamiento este enmascarado. Estos abrigos estarán ubicadas y construidos en tal forma que
protejan la munición contra los efectos destructores del clima y contra el fuego enemigo. Estarán
enmascarados y serán lo suficientemente grandes para dar cabida a la cantidad de munición deseada. Los
proyectiles, cargas de pólvora, espoletas, se almacenarán en abrigos separados y estarán distribuídos en tal
forma de que no haya el peligro de un sólo tiro de Artillería. Para la construcción cae los abrigos de
munición se tendrá en cuenta lo siguiente.

a. Al comienzo o cuando las condiciones de! terreno limiten la excavación, la munición se colocará en
depresiones naturales y se esparcirá en cantidades relativamente pequeñas.

b. A veces puede ser necesario la construcción de abrigos para municiones sobre el nivel del terreno,
particularmente cuando el nivel del agua subterránea está cerca de la superficie. Estos abrigos
podrán ser construidos empleando sacos terreros, troncos y tierra, conforme indica la Fig. 62.

c. Podrán cavarse fosos y colocar ramas o piedras en el fondo para evitar el contacto de la munición
con la tierra montada.

d. Si el tiempo lo permite podrán construirse abrigos apropiados, conforme muestran las Figs. 52 , 53,
54 y 55.

e. Los tipos más usados de abrigos para munición son los siguientes:

(1) Abrigos en los parapetos de los emplazamientos (Fig. 52 y 53), son convenientes para el manejo
de la munición, no son visibles y mantienen la munición seca.

(2) Tipo de foso abierto (Fig. 54), consiste en un foso para la manipulación y un estante para
almacenar la munición. Podrán usarse abrigos similares en los depósitos de batería.

(3) De concreto, empleando para cualquier tamaño de munición, podrán construirse cuando haya el
material necesario a la mano y el tiempo disponible.

(4) Cubierto o protegido, este tipo se construye de troncos, tierra o cualquier otro material a la mano,
podrá usarse como abrigo de munición o para personal. (Fig 55).

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CAPITULO 3
ABRIGOS
Sección I. GENERALIDADES

47. Objeto.

Los abrigos se construyen con el fin de proteger a las tropas al material de la acción destructora del
enemigo y de los agentes meteorológico, a fin de mantenerlos en las mejores condiciones, de empleo en
el combate. Los abrigos difieren de los emplazamientos en que generalmente, carecen de los medios
necesario; para disparar un arma desde los mismos.

48. Consideraciones Generales.

a. Los abrigos normalmente, son construidos en zonas estabilizadas, por las tropas de apoyo, sin
embargo todas las tropa deben construir sus abrigos ligeros o improvisados dentro de su zona de
estacionamiento.

b. Se tratará de explotar, en lo posible, las facilidades que ofrezca el terreno para elegir
convenientemente la ubicación de los abrigos.

c. El buen enmascaramiento de los abrigos es una necesidad permanente.

d. Las tropas combatientes tratarán de mejorar, especialmente en una situación defensiva, sus
emplazamientos de tirador, para protegerse de las inclemencias del clima y de la acción de, ciertos
medios empleados por el eno.

e. Como regla general, la capacidad de los abrigos serán tanto menor cuanto más débil sea su
resistencia.

f. La protección variará en los abrigos de acuerdo a las posibilidades de medios materiales para su
construcción y teniéndose siempre en cuenta que a menor protección se necesita una mayor
diseminación o dispersión de las obras de modo de evitar que el enemigo pueda ponerlos fuera de
combate o destruirlos de un solo golpe afortunado.

g. Los abrigos de reposo para personal, normalmente, deben tener una capacidad máxima para una
escuadra o un grupo de, combate.

49. Clasificación de los Abrigos.

Teniendo en cuenta su función los abrigos se clasifican en Activos y Pasivos. Son activos, u aquellos en
que el personal que protege pueda tornar parte en el combate desde el interior del abrigo. Por ejemplo:
Cierto tipo de emplazamientos como las casamatas; observatorios, etc. esta clase de abrigos han sido
tratados en el Cap de Trincheras. Son pasivos, aquellos en que el personal y material que protegen toman
parte directamente en el combate, y su función es mantenerlos- intactos para hacerlos intervenir en el
momento oportuno. A estos abrigos también se les llama Refugios. Por ejemplo: abrigos para tropa de
reservas, etc. En el presente capítulo se tratará solamente de los abrigos pasivos, y se les denominará
simplemente ABRIGOS. Por la magnitud de trabajo que es necesario realizar, los abrigos pueden ser

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improvisados, aquellos arreglos y construcciones ligeras en el terreno que efectúan las tropas de todas las
Armas con los medios que tengan 9 disponibles, en un tiempo mínimo y empleando los procedimientos
más simples. Son preparados, aquellos cuya construcción requiere mayor cantidad de medios, cierta
técnica en los trabajos y mayores plazos, en cambio, ofrecen mayor protección y mejores condiciones de
habitabilidad.

Sección II. ABRIGOS IMPROVISADOS

50. Consideraciones.

a. Protección. Cuando se dispone de abrigos naturales, tales como cuevas, minas, bosques o
túneles, se usan éstos, en vez de construir abrigos artificiales. Las cuevas y los túneles deben ins-
peccionarlos municiosamente personal competente que pueda determinar si son adecuados y
seguros. Generalmente el mejor abrigo es el que brinda la mayor protección con el mínimo de
trabajo. En realidad, las tropas combatientes que han preparado posiciones defensivas cuentan con
cierto grado de protección en sus pozos de tirador o sus emplazamientos. Los abrigos; son pre-
parados frecuentemente por tropas que actúan en apoyo de las unidades de primera línea. Las
tropas que hacen un alto temporal durante condiciones de clima inclemente cuando se mueven a
sus posiciones, preparan abrigos como lo hacen las unidades en vivaques, en zonas de reunión, en
zonas de descanso y en posiciones permanentes.

b. Abrigo superficial. Este tipo de abrigo es el que brinda la mejor observación, y es más fácil entrar
y salir de él que de un abrigo subterráneo. Además, su construcción requiere el mínimo de mano de
obra, aunque es difícil de ocultar y requiere mucha protección y material de revestimiento. De todos
los tipos de abrigos que se describen en este manual, éste es el que menos protección brinda
contra los efectos de las armas nucleares. Los abrigos superficiales muy raras veces se usan para
el personal en posiciones avanzadas de combate, a menos que éstos puedan ocultarse en bosques,
en contrapendientes o edificios. Es muy posible que deban usarse los abrigos superficiales cuando
el nivel del agua está cerca de la superficie del terreno, o cuando la excavación de un abrigo
subterráneo no, sea conveniente, dada la dureza de la superficie del terreno

c. Abrigos subterráneos. Los abrigos de este tipo generalmente son excelentes, dada la protección
eficaz que le brindan, contra la radiación nuclear, la tierra circundante y la cubierta superior.

d. Abrigos a excavación abierta con cubierta superior. Estos abrigos se excavan en la tierra y se
rellenan en su parte superior con una capa, tan gruesa como sea posible, de piedras, troncos,
césped y tierra. Estos y las cavernas brindan excelente protección contra las inclemencias del
tiempo y la acción del enemigo.

e. La ubicación. Siempre que sea posible, los abrigos deben construirse en contrapendientes, en
bosques o en algún desenfilamiento natural, tal como en barrancas, valles y otras cavidades o
depresiones del terreno; no deben situarse en las líneas de drenaje natural. Todos los abrigos
deben enmascararse.

51. Construcción.

a. Principios. Los abrigos improvisados se construyen en poco tiempo y con un mínimo de personal,
utilizando los materiales disponibles. Por lo general, se construyen sobre el terreno o se excavan en
nieve profunda. Los superficiales ofrecen protección contra las inclemencias del clima y

40
complementan o substituyen a las tiendas abrigos, las cuales ofrecen muy poco espacio para
moverse. Los abrigos improvisados son útiles en el invierno, cuando el terreno está congelado; en
terreno montañoso donde el suelo esté muy duro para la excavación profunda, en nieve profunda y
en terreno cenagoso o pantanoso.

b. Sitios apropiados para abrigos de invierno. - Los sitios cerca de áreas arboladas son los más
convenientes para construir abrigos en invierno, ya que estas áreas son menos frías que aquellas a
la intemperie y además ocultan el reflejo de los fuegos y Proporcionan combustible para cocinas y
calentarse. En las fuertes nevadas, las ramas de los árboles se cargan de nieve y el peso las hace
llegar hasta el suelo, ofreciendo, por lo tanto, cierto abrigo a las unidades pequeñas.

c. Materiales.

(1) Construcción. La construcción de abrigos invernales debe comenzar tan pronto se detenga la
unidad para que los hombres se mantengan en calor. Generalmente el relajamiento y calor
que ofrecen los abrigos compensan el esfuerzo que se hizo para construirlos. Se pueden usar
follaje, musgo, paja, tablas, o mitades de tiendas individuales para cubrir el piso del abrigo, con
el fin de protegerse contra la humedad y el frío. Antes de entrar al abrigo, debe quitarse toda la
nieve de la ropa y el equipo. La entrada del abrigo se ubica del lado menos expuesto al viento,
debe estar cerca del suelo y estar en pendiente. Si se cubren las paredes con tierra y nieve, se
reducen los efectos del viento. El abrigo en sí debe ser lo más bajo posible. La fuente de
iluminación y calor se mantiene baja en agujeros a propósito y en fosos si es fuego para
cocinar.

(2) Aislamiento. El viento derrite la nieve, por consiguiente, para evitar que el calor del cuerpo de
los ocupantes del abrigo la derritan, solo es necesario colocar una capa de material aislante, tal
como una mitad de tienda individual, una manta u otro material entre el cuerpo y la nieve.

52. Tipos de Abrigos Improvisados.

a. Abrigo en forma de choza. Cuando es necesario un abrigo para una estada corta y el terreno sobre
el cual se deba edificar es duro y difícil de excavar, este tipo de abrigo (Fig. 56) es el más indicado
dada su fácil y rápida construcción. Dentro de él se pueden acomodar tres hombres y brinda espacio
para cocinar. Se deben cortar 25 árboles verdes (de 5 a 7% ctms de diámetro y de 3 mts. de largo),
dejándoles todas sus ramas, y se recuestan contra un arbusto, de manera que los tocones queden
aproximadamente 2 mts. del tronco. Júntense los tocones y amárrense alrededor del árbol con la
soga de una tienda de campaña, con alambre o con cualquier otra atadura. Espáciense los lados
contrarios a distancias aproximadas de 30 cmts alrededor del árbol y aproximadamente a 2mts. de su
base. Córtense luego las ramas que quedaron en la parte interior de la choza y dóblense las de
afuera hacia abajo de manera que queden pegadas a los arbustos verdes. Las ramas cortadas del
interior pueden usarse para cubrir los espacios que hayan quedado abiertos. Si la parte exterior de la
choza se cubre con mitades de tiendas de campaña, ser el más resistente al viento, especialmente si
después se cubre con nieve. Este tipo de abrigo también se puede construir como se muestra en la
Fig. 57 juntando y amarrando los tocones de los árboles verdes y en vez de recostralos contra el
árbol.

b. Abrigos inclinados. Este abrigo (Fig. 58) se hace del mismo material con que se construye el abrigo
en forma de choza (árboles verdes entrelazados y matorrales). Se colocan los árboles verdes contra
un muro de roca, una ladera escarpada, un despeñadero o cualquier otra superficie vertical existente,

41
a sotavento (en sentido contrario de donde sopla el viento). Los extremos se pueden cubrir con
tienda individuales o con ramas siempre verdes.

c. Abrigo en la montaña para dos hombres. Este abrigo (Fig.59) es útil, particularmente en invierno o
en tiempo inclemente cuando llueve o nieva con frecuencia. Básicamente es un hoyo de 2 mts. de
largo, 1 m. de ancho y 1 metro de profundidad, que se cubre con troncos de 15 a 20 cmts de
diámetro, los cuales a su vez se cubren con ramas de árboles siempre verdes, una mitad de tienda
individual y con tierra de la superficie local (hojas, nieve, ramitas y material similar). El piso del abrigo
puede cubrirse con ramitas verdes, con la mitad de una tienda individual o cualquier otro material
similar a mano. Pueden hacerse entradas en ambos lados si se desea. Se puede cavar un foso en
un extremo para colocar la fuente de iluminación o el fuego para que sirva como una estufa pequeña.
Se construye un parapeto bajo tierra alrededor del emplazamiento a fin de que sus ocupantes se
mantengan un poco más elevados. Este abrigo es muy parecido al emplazamiento para tirador
tendido, agrandado y al que se la ha puesto techo (Fig. 59).

Figura 59. Abrigo en la montaña para dos hombres.

d. Abrigo tipo desierto. (Fig. 60). El terreno que ofrece el desierto es generalmente arenoso, y
deleznable, por esta razón, los abrigos serán excavaciones con suficiente revestimiento de material que
se encuentra a la mano, y con un techo de carpas, redes, etc. Si se requiere protección contra
proyectiles, se transportarán hasta el emplazamiento de los abrigo materiales más consistentes que
puedan ser utilizados rápidamente como techos protectores.

Figura 60. Abrigo tipo desierto.

e. Abrigos en el antiplano. (Fig. 61). Dadas las características del terreno en la región del Altiplano,
y la falta de recursos naturales, se pueden improvisar abrigos utilizando las zanjas naturales que
ofrece el terreno, se pueden efectuar excavaciones rápidas y combinar con muros de tepes
colocados alrededor de dichas excavaciones, para dar mayor comodidad y protección a los
ocupantes. Es necesario que todos los abrigos improvisados en esta zona lleven techos de
enmascaramiento construidos de redes y un entretejido de "ichus" que existe en abundancia en la
zona. Si se quiere construir techos protectores para estos abrigos, habrá que utilizar tepes
colocados sobre palas o rollizos transportadas especialmente, ya que la zona es pobre en árboles y
arbustos.

f. Abrigo selvático. Se puede construir en corto tiempo y con materiales naturales un abrigo contra
la lluvia que a la vez sirva de cama (Fig. 62). La cama en sí se construye primero, a una altura
aproximada de 1 metro sobre la tierra. Se entierran cuatro horcones de aproximadamente 1.5
metros de largo y 5 centímetros de diámetro y sobre éstos se coloca un bastidor de madera sujeto
con bejucos, soga o alambre. Sobre este batidor se colocan junquillos fuertes pero flexibles, como
el bambú y se cubren con varias capas de relechos largos, pero finos. Para construir el techo se
entierran cuatro horcones más largos al lado de los que sostienen la cama. El techo debe tener una
pequeña inclinación para que pueda correr el agua de lluvia. Las hojas que se usan en el techo
deben colocarse con los pecíolos hacia la parte más alta del abrigo.

42
Sección IIl ABRIGOS PREPARADOS

53. Consideraciones GeneraIes.

a. Los abrigos preparados son los que ofrecen mayor protección y se construyen, normalmente en la
zona de retaguardia.

b. Siempre, que la naturaleza del terreno lo permite, los abrigos serán subterráneos o a excavación
abierta, provisto de una cubierta superior tan gruesa como sea posible, y deben dispersarse.

c. Cuando los abrigos son para personal, tendrán una capacidad máxima de 20 a 25 hombres; si
son para materiales pueden ser de cualquier tamaño, dependiendo del terreno y los medios
disponibles.

d. Cuanto más grande sea un abrigo, mayor la necesidad de dotarlo de entradas y salidas
convenientemente separadas y enmascaradas.

e. La necesidad de abrigos preparados se hace cada vez mayor en una situación estabilizado y
cuando los pormenores de nuestra posición van siendo conocidos por el enemigo. Mientras más y
lejos se este de la línea de contacto, los abrigos serán más grandes, y resistentes, debido a la
libertad de acción, la facilidad para disponer de materiales y equipo y el mayor tiempo con que se
cuenta para su construcción.

54. Requisitos de Construcción.

a. Observación. Los abrigos deben estar provistos de una aspillera de observación cuando se trata
de abrigos de tipo superficial o a excavación abierta, o un periscopio bien enmascarado si es del
tipo subterráneo.

b. Drenaje.

(1) El drenaje es un problema muy importante y complejo, especialmente en los abrigos a


excavación abierta y en los de tipo subterráneo. Antes y durante la excavación se hará un
juicioso estudio de las condiciones del subsuelo, como la extensión y naturaleza de la roca
subyacente, posición del estrato impermeable y su espesor, origen y cantidad del agua por
controlar.

(2) Excavado el abrigo, se tratará de mantener las aguas de superficie y de lluvia fuera del acceso,
evitando que se filtren en el interior por el techo a los taludes y achicando el agua que se haya
empozado en el interior. Los pisos deben tener una inclinación mínima de 1%. Los declive
deben dirigirse hacia la entrada, la que tendrá una inclinación de 2% a 5% yo hacia la zanja o
sumidero. (Fig. 63).

(3) Es muy importante evitar que el agua se filtre por el techo del abrigo. Esto se consigue en un
abrigo superficial colocando papel embreado entre la capa de relleno de tierra y la madera de la
cubierta. En los abrigos subterráneos podrá colocarse sobre las cumbreras de los basdores
planchas de calaminas sobre ellas irán las tablas encofrado del techo, el agua así se filtrará hacia
los lados del abrigo donde se recogerá en una zanja e irá a un sumidero (Fig. 64).

Figura 64. Impermeabilización del techo de un abrigo preparado

43
c. Ventilación. La ventilación es una condición imprescindible en los abrigos subterráneos.
Comprende los siguientes problemas:

(1) Proveer de circulación adecuada de aire fresco en Ias entradas, pozos, galerías y cámaras.

(2) Hacer el abrigo a prueba de gas o eliminar el gas de todas sus partes.

(3) Proveer aire puro por medio de purificadores de aun cuando las entradas y los pozos de
ventilación están cerrados durante un ataque prolongado de gas.

(4) Circulación de aire fresco:

(a) En abrigos superficiales o a excavación abierta, se obtendrá suficiente aire fresco


manteniendo abierta las entradas. En abrigos subterráneos, son necesario, además de
las entradas, los pozos, de ventilación. Los pozos de ventilación, son pozos pequeños,
verticales, taladrados en el techo desde el anterior después que se ha terminado el abrigo
al que se coloca luego un tubo, para ayudar la circulación de aire.

(b) Toda galería no debe tener una longitud mayor de 18 mts. sin ventilación artificial. Las
galerías con una sola entrada se ventilarán forzando aire fresco hacia el interior a través
de un conducto de madera, metal o lona. Un ventilador a presión de mano o mecánico es
un artículo necesario en el equipo de excavación de galerías de minas. En excavaciones
pequeñas puede usarse una fragua portátil para proporcionar ventilación. Perforar
barrenos en los techos de las galerías también ayudará a la ventilación.

(c) En un sistema de galerías con más de dos salidas, podrá forzarse el aire a salir por una y
entrar por la otra. Se colocarán biombos y puertas dispuestos de manera que guíen la
circulación de aire fresco.

(d) La operación de aspiración nunca será tan satisfactoria como insuflar aire a presión.

(5) Abrigos sin ventilación. Los abrigos que no cuentan con protectores colectivos, sólo deben usarse
por personal que se mantiene inactivo durante su ocupación. Como un hombre inactivo requiere 28
dm3 por minuto de aire, la capacidad de abrigos sin ventilación es limitada. Los requisitos iniciales de
aire para abrigos con capacidad para 12 hombres es de 4,200 dM 3 por hombre. La tabla IX da la
capacidad de los abrigos sin ventilación y para una ocupación de 3 horas.

(6) A prueba de gas:

(a) Todos los abrigos preparados deben ser a prueba de gas; cuando no están en uso, los abrigos
deben cerrarse para evitar la entrada de gases. Los abrigos con techo protector están
particularmente expuestos a concentraciones de gas, debido al bajo nivel en que se encuentran.
La protección se conseguirá colocando cortinas en las entradas.

(b) Durante un ataque intenso con gases, debe ser posible que los hombres trabajen y descansen
dentro del abrigo sin usar sus mascaras de gas. Esto es de importancia vital en abrigos que se
emplean como PS, PC o Centro de Transmisiones o para otras actividades en que el uso de
máscara de gas reduce la eficiencia de los ocupantes.

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(c) Si no tienen a mano cortinas reglamentarias, se colgarán cortinas improvisadas hechas con
frazadas formando armaduras livianas preparadas para adaptar se a las entradas. Las armaduras
deben clavarse firmemente en los lados y la parte superior de los marcos de madera de la
entrada. En los abrigos subterráneos, a veces, es necesario colocar cortinas a prueba de gas en
los escalones, descansos y entradas.

(d) Deben cubrirse las ventanas con cortinas. Todas las grietas deben rellenarse con arcilla, trapos o
de arena. Duran un ataque de gas se dispondrá de, tapones para usarlos en el drenaje del
periscopio y las: aberturas de ventilación. El piso y los escalones al frente de las cortinas a prueba
de gas deben mantenerse limpios de lodo y basura. Las cortinas a prueba de gas deben
mantenerse húmedas con agua o soluciones a prueba de gas. Debe tenerle a mano cloruro de
calcio fresco y cuando la zona sea gaseada, se colocará entre las cortinas a prueba de gas y la
entrada, de manera que el personal que entre al abrigo subterráneo pueda neutralizar la perita u
otros gas se persistentes, de las manos y pies.

(7) Antecámaras herméticas.

(a) Las antecámaras herméticas son cámaras colocada entre el exterior y el interior de los abrigos.
Permiten la entrada del personal a los abrigos sin dejar pasar el gas. La figura 65 muestra una
anticámara Hermética reglamentaria adaptable a la mayor parte de los refugios de tipo superficial
y a excavación abierta, la tabla X contiene la relación de los materiales necesarios para su
construcción. Siempre que se conveniente la construcción podrá mortificarse par ofrecer más
espacio. Las Figuras 66 y 67 muestran una antecámara hermética usada en abrigos emplea dos
como puestos de socorro. Está disecada para permitir la entrada de literas y se adapta a los abri-
gos descritos en esta sección, aumentando su alturas y ancho. La tabla XI contiene la relación de
los materiales necesarios para su construcción.

(b) Ciertas puertas a cada extremo de la antecámara hermética, generalmente se construyen con
cortinas reglamentarias a prueba de gas. Cuando el marco de la puerta de una antecámara se
proyecta desde la entrada la cortina deberá ser más o menos 1.20 mts. más ancha y 1.20 más
larga que el marco. Si la antecámara se construyera detrás de la entrada, la cortina deberá ser del
mismo ancho que el marco. Cuando no está en uso, la cortina se enrollar Y colocará en la parte
superior de la antecámara hermética o en un anaquel cerrado sobre la parte superior del marco de
la puerta.

(8) Purificadores de aire.

(a) Estos dispositivos se colocan fuera de los abrigos para purificar el aire que entra y remover las ma-
terias químicas. Hay varios tipos, diseñados para satisfacer necesidades específicas. La mayor
parte de estos protectores colectivos están impulsados por motores eléctricos. La potencia se
consigue por medio de un generador portátil o se toma de fuente, a comerciales si hay disponibles.
Un ventilador se conecta directamente al motor, el cual succiona el aire de afuera a través de una
mangura o tubo de metal, lo obliga a pasar por un recipiente y de allí al abrigo. Como la
concentración de gases es invariablemente mayor a nivel del terreno, la toma de aire deberá ser
tan alta como sea necesario. El protector colectivo típico, tiene una capacidad de 200 pies cúbicos
de aire por minuto en condiciones normales de operación.

(b) Los protectores colectivos se instalan en abrigos que se emplearán por un tiempo prolongado, tales
como Puestos de Comando, abrigos para descanso de las .tropas y Puestos de Socorro. Sólo
aquellos abrigos razonablemente herméticos estarán equipados con otros protectores colectivos.

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d. Saneamiento. Todos los abrigos deben estar provistos de instalaciones sanitarias, con excepción
de los abrigos contra incursiones aéreas y los de tipo superficial. Para el efecto se usarán letrinas
químicas, tanque sépticos o desagües hacia alcantarillas especiales.

55. Tipos de Abrigos Preparados.

Teniendo en cuenta los trabajos de excavación en la construcción de abrigos preparados estos pueden
ser:

a. Superficiales

b. A excavación abierta

c. Subterráneos

56. Abrigos Superficiales.

a. Consideraciones generales. Los abrigos superficiales se construyen solamente cuando la


naturaleza del terreno impide la construcción de abrigos subterráneos; cuando no hay edificios, u
otras cubiertas y cuando se dispone de tiempo y de los medios necesarios. Estos abrigos se
construyen sobre el terreno, son relativamente visibles y no deben construirse, por lo tanto, cerca de
la línea de contacto con el enemigo a menos que puedan ocultarse en bosques, contrapendientes
empinadas o cualquier otro desenfilamiento natural. Los materiales empleados para su construcción
pueden ser materiales, madera de edificios destruidos, troncos cortados cubiertos de tierra, hierro
viejo o metal corrugado.

b. Condiciones de construcción. Todos los abrigos superficiales tienen tres características comunes:

(1) El techo protector debe tener por lo menos 45 cmts. de tierra, sacos de arena, nieve apisonada,
concreto, troncos o cualquier otro material de cubierta superior; los muros exteriores tendrán por lo
menos 60 cmts. de espesor, hechos de estos mismo materiales, generalmente mantenidos en su
sitio por un encofrado.

(2) Un tabique interceptor al frente de la entrada del abrigo.

(3) Una antecámara hermética reglamentaria, instalada inmediatamente después de la entrada para
protección contra gas. (Véase las Figs. 65, 66 y 67 y las tablas X y XI para detalles de
antecámaras herméticas).

c. Abrigo superficial de madera. Estos abrigos superficiales se construyen de troncos o madera


escuadriada. El diseño particular y las dimensiones dependen del constructor. El abrigo de troncos
(Fig. 68) se construye en forma de un cajón y se apuntala totalmente. El armazón debe ser lo
suficientemente fuerte para soportar, como mínimo, una cubierta de tierra de 45 cmts. y resistir la
sacudida de los impactos por cascos de las granadas o bombas, o la sacudida de una explosión
nuclear distante. El tamaño de los troncos que se usen depende de los troncos que haya disponibles
para los soportes del techo y de la facilidad con que se puedan transportar los troncos grandes, aún
cuando se tengan disponibles.

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(1) Dimensiones. Los abrigos que tengan de 2 a 3 mts de ancho por 4.2 mts. de largo son
adecuados para uso normal. El abrigo que se muestra en la Fig. 68 proporcionará una altura de
peso de 1. 8 a 2 mts.,
(2) Moderamen. Si es posible todos los maderos de un abrigo de troncos deben tener el mismo
tamaño, esto es, aproximadamente de 15 a 20 cmts, de diámetro según el ancho del abrigo
(Tabla XII). Los montantes intermedios deben colocarse con una separación entre si 60 a 80
cmts. Aproximadamente, salvo en la entrada donde pueden colocarse algo más separados. Los
bastidores principales del techo guardarán la misma distancia entre sí que los montantes
intermedios. En todas las "uniones deben perforase agujeros para los pasadores en punta. La
Fig. 69 muestra un abrigo superficial hecho con madera escuadriada.

Figura 68. Abrigo superficial de madera, armazón de troncos.

(3) Arriostramiento. Como diagonales de arriostramiento, se clavan tablas de 2.5 por 10 cmts (1
pulgada por 4 pulgadas) a las cumbreras, soleras y montantes.

(4) Paredes. El armazón del abrigo de troncos debe encontrase con tablas o rollizos y rellenarse
con 60 cmts. de tierra, o se puede construir una pared hueca alrededor de las construcciones y
rellenarse con tierra (Fig. 70).

Figura 70. Abrigo superficial de madera con detalles del encofrado, la cubierta y ubicación de la
cámara hermética y el tabique protector de sacos de arena.

(5) Cubierta. Se coloca después un techo de tablones, de metal o cualquier otro material sobre los
soportes del techo y perpendicular a éstos, para que pueda sostener como mínimo, una cubierta
de tierra de 45 cmts.

d. Abrigos superficiales de metal. Los abrigos superficiales de metal son superiores a los de madera
porque pueden construirse más rápidamente, requieren menos cubierta exterior, presentan un blanco
más pequeño y ofrecen mayor protección contra el clima; además, la sección arqueada del abrigo es
más resistente a las explosiones, a las sacudidas del terreno y al movimiento. Sus desventajas
son el uso de material crítico y el transporte de los materiales al sitio de montaje. La Fig. 71 muestra
un abrigo de planchas de metal corrugado y la Tabla XIII contiene los materiales necesarios para su
construcción.

57. Abrigos a Excavación Abierta.

a. Si se cuenta con tiempo, trabajo y materiales, los abrigos a excavación abierta serán los más
convenientes. Ofrecerán mayor protección contra el fuego enemigo que los abrigos de superficie y
toman menos tiempo y esfuerzo en su excavación que los abrigos subterráneos. La mejor
ubicación para un abrigo a excavación abierta son las contrapendientes de lomas, colinas, cerros o
inclinaciones laterales pronunciadas, como se ve en la Fig. 71. El armazón del abrigo, hecho de
madera escuadriada, troncos o, metal corrugado, se construirá en la excavación. La tierra removida
se distribuirá alrededor y sobre el armazón el nivel del suelo o un poco más arriba y luego se
mimetizará (Véase la Fig. ) El armazón de troncos de la Fig. 68 y los armazones de las Fig. 69 y 70
pueden emplearse en abrigos a excavación abierta.

Figura 72. Abrigo a excavación abierta.

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b. La protección que ofrezcan dependerá del tipo de construcción y de la cubierta superior. El tipo de
cubierta superior, conveniente variará con la situación geográfica.

c. El piso de los abrigos se inclinará un poco hacia la entrada para el drenaje. No debe excavarse
más de lo necesario para dar cabida al abrigo y la tierra deberá ser apisonada fuertemente al-
rededor del armazón.

d. Abrigos de madera. Los abrigos a excavación abierta son generalmente construidos de madera y
son similares en diseño a los de abrigos superficiales. Un abrigo a excavación abierta se construye
sobre una excavación y se cubre con la tierra removida. Mientras más gruesa sea la cubierta
superior, más fuertes deberán ser el armazón y la pieza. Las Fig. 73 y 74, muestran un tipo de
abrigo de troncos, a excavación abierta; los materiales necesarios se dan en la Tabla XIV.

Figura 73 abrigo a excavación abierta, de troncos (sección A-A)

(1) Abrigos de madera en módulos seccionales. Los abrigos del tipo que se muestra en las Figs. 75 y
76, han sido diseñados de modo que las secciones de 1.8 por 2.4 mts. se pueden armar, utilizándolas
más tarde individualmente o en combinaciones de dos o más secciones, a fin de proporcionar el área
de abrigo necesaria. Las ventajas que proporcionan los abrigos en módulos, seccionales como pues-
tos de comando o de socorro estriban en que se pueden construir del tamaño deseado, en su
capacidad para soportar una cubierta superior gruesa y en que el diseño se presta para la
prefabricación. Una de las mayores desventajas es el alto grado de pericia que se requiere para
construir las secciones con madera escuadriada o troncos de igual resistencia, para lo cual se
necesita el asesoramiento y supervisión de los ingenieros.

(a) Ubicación. El abrigo se debe ubicar en una contrapendiente cuándo se trata de un abrigo a
excavación abierta con cubierta superior.

(b) Excavación. Como cada caballete o unidad lateral (Fig. 75 y 76 y Tabla XV) se ha encofrado
antes de su instalación, el área excavada debe tener 2.1 mts. de ancho y 3 mis. de largo por
sección. El espacio adicional del área excavada servirá de área de trabajo al encofrar la
unidad posterior. El área para el abrigo debe excavarse a una profundidad de 3.6 mts. cuando
se piensa construir uno con vigas longitudinales.

(c) Ensambladura. Los dos bastidores (caballetes) o unidades laterales se pueden ensamblar y
encofrar antes de colocarlos en el área excavada; luego, se insertan los pasadores
puntiagudos en las cumbreras, y montantes antes de colocar las unidades en el área
excavada. Las riostras de las secciones laterales así como las riostras y separadores de las
secciones frontal y posterior, se clavan oblicuamente.

(d) Organización del trabajo. Una escuadra de ingenieros u otra de cualquier arma o servicio
pero bajo su supervisión de los ingenieros puede utilizarse ventajosamente en el sitio en dónde
se esté llevando a cabo el trabajo para excavar el área del abrigo, ensamblar los caballetes o
bastidores, excavar la entrada de la trinchera, rellenar, reunir los materiales y construir la
cubierta superior. En condiciones favorables una escuadra de ingenieros entrenada puede
excavar el área que se requiere para el abrigo, instalarlo y poner la cubierta superior en un
período de 18 a 20 horas. Sin embargo, si se dispone de una pala mecánica o una cadena de
cangilones para la excavación, el tiempo se puede reducir a 6 horas aproximadamente.

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(2) Cubierta superior gruesa. Para proporcionar la protección necesaria contra la penetración y la onda
explosiva de las granadas y bombas de la artillería, sería necesario construir una estructura con una
cubierta superior de tierra tan gruesa, que resultaría inconveniente su construcción. Sin embargo; se
puede lograr la protección requerida con un mínimo de excavación y de construcción, si los materiales
se combinan y usan en capas en un orden lógico de sucesión. A continuación se ofrecen los dos
diseños de cubierta superior que se muestran en las Figs. 77 y 78 en capas funcionales, y que
brindan protección contra la penetración y explosión de una granada de artillería de 155 mm que
haga impacto.

(a) Construcción con techo laminado. En este diseño se pueden usar indistintamente cinco capas
de madera de 5 cms cada una o siete capas de madera de 2.5 cms. cada una, para el techo
laminado que se muestra en la Fig. 77.

1. Capa contra el polvo. Se coloca una capa de papel embreado, lonas o encerado sobre el
techo laminado para impedir que le caiga polvo o ensucie el equipo, las armas y al personal.

2. Capa amortiguadora. El propósito de esta capa es amortiguar la sacudida de la detonación o


la penetración. La tierra sin apisonar es el mejor material para este Propósito, y debe tener por
lo menos 30 cms. de espesor. Los materiales tales como grava suelta, trasmiten las sacudidas
excesivas a la capa inferior y no deben usarse en la capa amortiguadora. Esta capa debe
extenderse en todos los lados en una distancia que sea igual a la profundidad del piso del
abrigo o un mínimo de 1.5 mts.

3. Capa impermeable. La capa impermeable está construida con los mismos materiales de que
está construida la capa contra el polvo, o con materiales similares. Su propósito es evitar que la
humedad penetre la capa amortiguadora a fin de retener el efecto amortiguador que Proporciona
la tierra suave y seca y mantener al mínimo la carga muerta que deba soportar la estructura.

4. Capa de explosión. El propósito de esta capa es absorber la detonación del proyectil antes de
que éste pueda penetrar las capas protectoras inferiores. Esta capa se hace colocando en tres
bilillo dos capas de piedra de 15 a 20 cmts. dejando grietas entre sí. Las piedras irregulares
surten mayor efecto para este propósito que las piedras planas. Si no se pueden conseguir
piedras, se pueden usar troncos de 20 cmts. que deberán atarse firmemente con alambre. La
cap.T de explosión debe prolongarse a cada lado del abrigo un mínimo de 1.5 mts.

5. Capa de enmascaramiento. La capa de explosión se cubre con 5 cmts. de tierra sin apisonar o
tepes a modo de enmascaramiento. Si esta capa se hace más gruesa, tenderá a aumentara
efecto explosivo.

(b) Construcción de techo de largueros. La Fig. 78 ilustra una cubierta superior gruesa sobre un
techo con largueros. Esta construcción es similar a la de techo laminado solo que se le ha
agregado lo siguiente:

1. Una capa amortiguadora inferior de 30 cmts. de espesor sobre la capa contra el polvo. Esta
capa de tierra sin apisonar no se extiendo más allá de los costados del abrigo.

2. Una capa de distribución que consta de una capa de madera de 20 cms. que se prolonga un
mínimo de 1.5 mts. más allá de cada borde del abrigo descansa sobre la tierra sin distribuir para
que parte del peso de las capas superiores se reparta sobre, la tierra que hay a cada lado del
abrigo.

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(c) Soporte de la cubierta superior.

1. La cubierta superior normalmente se apoya en el techo de la estructura y el peso que éste soporte se
trasmite a través de los travesaños y los montantes a la base sobre la cual descansa la estructura. En
ciertos casos es muy posible que sea necesario apoyar el techo directamente sobre el terreno que
rodea una posición revestida. Aunque haya que hacer esto, la madera del techo no debe apoyarse di-
rectamente sobre la tierra que rodea la excavación, ya que este peso adicional puede ocasionar el páni-
co o derrumbe de la pared. En este caso, la estructura del techo debe descansar sobre la solera inferior
o sobre los troncos de cimiento--atentado unifórmente en la superficie a una distancia prudencial del
corte y que debe ser por lo menos una cuarta parte de la profundidad del corte, pero nunca menos de
30 cmts. del borte más cercano de la solera inferior. Los maderos redondos que se emplean para este
propósito deben empotrarse por lo menos hasta la mitad de su diámetro para que el madero tenga
mayor área de apoyo. Estos requerimientos se ilustran en la Fig. 79.

2. Se usan tablones laminados o tirantes para sostener la cubierta del techo.

a. La Tabla XVI indica el espesor que debe tener el techo de tablones laminados para sostener las
diversas capas de la cubierta de tierra. Los tablones deben extenderse de soporte a soporte en to-
das las capas, y los bordes colindantes deben escalonarse de capa a capa.
b. La Tabla XVII muestra el espacio que se requiera, entre tirantes para sostener un techo de tablones
de una pulgada bajo diversas capas de tierra sobre varios tramos. Los tirantes deben ser de 2" x 4",
a menos que se indique lo contrario.
c. Los diseños de techos que se muestran aquí ni están a prueba de granadas, aun cuando tengan
una cubierta de madera laminada con tierra y piedras. Los techos que se indican con sus respec-
tivas cubiertas están a prueba de fragmentos y proporcionarán protección sustancial contra la
radiación si los abrigos están provistos de entradas adecuadamente diseñadas.

e. Abrigos de metal. Los abrigos a excavación abierta semicirculares de planchas de metal corrugado se
construyen rápida y fácilmente, están a prueba de explosiones y fragmentación ofrecen la mayor
protección contra sacudidas del terreno y agua. Es necesario que tengan piso. Las Figs. 80 y 81 y la
Tabla XVIII muestran la construcción y los materiales necesarios para un abrigo grande a excavación
abierta, de metal corrugado.

f. Abrigos para uso especial.

(1) Puestos de observación. Se ubican en lugares del terreno que ofrezcan una vista tan amplia
como sea posible hacia las áreas ocupadas por el enemigo (Figs. 82 y 83). El puesto de
observación ideal debe tener por lo menos un encaminamiento desenfilado y ofrecer protección
así como enmascaramiento, al mismo tiempo una vista libre de obstrucción hacia terreno que
ocupa el enemigo.

(2) Puestos de comando. Los puestos de comando (Fig.84) de una unidad pequeña pueden
ubicarse en bosques, barrancas, en el sótano de edificios, o en antiguas fortificaciones del
enemigo.

(3) Puestos de socorro. Los abrigos a excavación abierta con cubierta superior sirven como puestos
de socorro, ya que se pueden limpiar y ventilar con facilidad. Son lugares apropiados para estos
abrigos los fosos, canteras, debajo de lonas de arena o en edificios o ruinas pequeñas.

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58. Abrigos Subterráneos.

a. Consideraciones generales.

(1) Son abrigos permanentes para abastecimientos y personal. Se construyen en posiciones


defensivas-preparadas cuando el tiempo, los materiales y el trabajo están disponibles.
Generalmente los abrigos subterráneos se excavan de dos maneras: haciendo túneles en
laderas, acantilados, cortes y cerros como en las minas, o excavando en terreno llano, cavando
dos declives hasta la profundidad deseada y conectándolos con una cámara subterránea.

(2) Debido a que la cubierta superior esta conformada por el terreno natural que no ha sido alterado,
el abrigo subterráneo es el menos visible de todos los tipos de abrigos si la entrada se ha
cubierto. Los abrigos subterráneos ofrecen protección efectiva aún cuando sólo estén
terminados parcialmente. Sin embargo, es el tipo de abrigo más difícil de excavar y el que
ofrece más dificultades para su drenaje.

b. Tierra removida. La tierra removida de los abrigos subterráneos tiene que disponerse
cuidadosamente. En posiciones en que la entrada del abrigo caverna se inclina hacia abajo desde
la trinchera, la tierra removida podrá usarse en los parapetos, antepechos, etc.

c. Entradas.

(1) Como las entradas son visibles al observador aéreo, y deben mimetizarse. Una de las mejores
ubicaciones para la entrada a un abrigo subterráneo para abastecimientos se muestra en la Fig.
85. Los vehículos podrán conducirse directamente a la caverna desde el camino.
(2) En terreno llano donde las condiciones del suelo permiten la construcción de un abrigo
subterráneo, se excavara una entrada inclinada en el terreno, hasta la profundidad deseada, con
un ángulo de 45 grados. Se cortarán escalones en la inclinación, los que se reforzarán con so-
portes de madera. (Véase la Fig.86).

Figura 86. Entradas inclinadas a los abrigos subterráneos.

(3) En grandes abrigos subterráneos se construirán por lo menos dos entradas inclinadas, una a cada
extremo de la cámara, para facilitar la salida o para el caso en que una de ellas sea
bombardeada, cerrada u obstaculizada en alguna forma.

d. Construcción.

(1) Remoción de la tierra. La forma rápida de extraer la tierra cuando se esta excavando un
abrigo, es aparejando un sistema continuo de poleas en el declive. El extremo superior de
la polea se conectará a la parte trasera de un jeep o camión. Si la entrada se debía o cam-
bia de dirección, el sistema continuo de poleas no será efectivo en la inclinación. Sin
embargo, podrá cavarse un pozo hasta interceptar la inclinación a la profundidad deseada,
aparejando entonces al pozo un sistema continuo de polea o de cangilones. (Véase la Fig.
87).

(2) Forma de la cámara. La cámara al final de la inclinación podrá ser de cualquier forma que
se quiera. Sin embargo, una cámara larga y estrecha es superior a una corta y ancha
porque el peso de la tierra superior se distribuirá sobre área, en lugar de concentrarse en un
punto.

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e. Refugio típico de galería o nicho. Un ejemplo abrigo subterráneo para personal, del tipo de galería
o de nicho, se muestra en la Fig. 88. El diseño del abrigo subterráneo tipo galería para personal se
muestra en la Fig. 89 Los materiales necesarios para este abrigo se dan en la Tabla XIX.

59. Edificios como Abrigos.

a. Protección. Los ocupantes de un edificio que como abrigo se protegen del fuego enemigo,
reforzando el edificio, apuntalando el techo y arriostrando las paredes. El personal que se
encuentra dentro de edificios está razonablemente, bien protegido contra los efectos térmicos y
la radiación, a menos que esté cerca de puertas o ventanas. El peligro principal lo constituyen
los pedazos de mampostería al caer y el incendio que se propague en el edificio.

b. Consideraciones básicas.

(1) La planta baja o el sótano de un edificio es el sitio más apropiado como abrigo. Se debe tomar
precauciones contra la posibilidad de quedar atrapado. En cada cuarto, que se ocupe, debe
haber disponibles barretas o pedazos de tubo o maderos para que sus ocupantes pueda
usarlos para remover escombros en casos de que se derrumbe el edificio.

(2) El tiro de las armas de pequeño calibre no penetrará las paredes si tienen 45 cmts de espesor,
tampoco este tiro ocasionará la producción de fragmentos de paredes, si estas tienen 30 cmts
de espesor. Sé puede lograr protección adicional reforzando las paredes con sacos de arena.
Si los sacos se colocan dentro del edificio, el espacio disponible se reducirá, pero el refuerzo
tendría mayor duración y será también menos notorio. Tener cuidado al usar sacos de arena
en las plantas altas dado el peso de los mismos, ya que constituyen sobrecargas no previstas.

(3) Quitar los vidrios de las ventanas ya que no brindan protección térmica alguna y antes bien
presentan un peligro cuando se astillan. Si se retienen como protección contra el tiempo, se
les debe poner una defensa o tablazón.

(4) Disponer de varias salidas.

(5) Tomar medidas para combatir el fuego.

(6) Hacer arreglos para conseguir un oscurecimiento total, si no se obtiene con el blindaje térmico
de puertas y ventajas.

c. Empleo de las armas. Al emplear un edificio como una posición de tiro, tomar en consideración varios
factores:

(1) Los preparativos no deben revelar al enemigo el uso que se le intenta dar al edificio.

(2) Situar las armas bien atrás de cualquiera abertura, de modo que ni las armas ni el personal puedan
verse desde afuera.

(3) Disponer de varias posiciones de tiro para conseguir un campo de tiro amplio. No se cambiará la
forma original de las aberturas para este propósito.

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(4) Todas las aberturas fuera de las normales, serán muy evidentes, a menos que estén cerca del
suelo.

(5) No hay diseño fijos para la construcción de plataformas para las armas en estas circunstancias, por
lo tanto, se deben improvisar de materiales a la mano. Si hay alguna duda sobre la resistencia del
piso, el empleo de sacos de arena será mínimo.

CAPITULO 4
TRINCHERAS Y OBRAS SUBTERRANEAS
Sección I. TRINCHERAS

60. Objeto.

a. Posición defensiva. En el desarrollo progresivo de una posición defensiva se cavan trincheras para
conectar los pozos individuales de tirador, los emplazamientos y los abrigos. Las trinchera brindan
protección y enmascaramiento al personal que se mueve entre las posiciones de tiro o que entra y
sale del área. Se deben incluir trincheras en el plan general del arreglo para la defensa de una
posición. La excavación de trincheras requiere bastante tiempo, esfuerzo y materiales y se justifica
tan sólo cuando el área deba ocuparse por un período prolongado. Las trincheras generalmente
consisten en excavaciones abiertas, pero se pueden cubrir secciones de éstas como protección
adicional, si la cubierta superior no obstaculiza la misión de tiro del personal que las ocupa.

b. Desarrollo. Las trincheras se van desarrollando progresivamente, según el caso, para convertirlas en
otras posiciones de combate. A medida que se mejoran se profundizan, desde un mínimo de 60 cmts
hasta aproximadamente 1.7 mts. Como regla general. Hay la tendencia de profundizar las trincheras
que no sean de combate con el fin de que brinden mayor protección. Es posible también que algunas
trincheras se tengan que ensanchar para permitir la mejor circulación en particular de las camillas.
Generalmente será necesario revestir las trincheras que tengan más de 1.5 mts de profundidad en
cualquier tipo de suelo. En el caso de las trincheras de mayor profundida, tal vez sea necesario el
asesoramiento o la ayuda de los ingenieros para la construcción de un sistema de drenaje adecuado.

61. Construcción.

a. Trinchera de rampado. Esta trinchera se usa para ocultar el movimiento hacia una posición o dentro
de la misma, y para proporcionar el mínimo de protección. Debe de 60 a 75 cmts de profundidad y
aproximadamente 75 cmts de ancho. Este es el ancho más empleado para la mayoría de los fines a
que se destina una trinchera y, a la vez es el ancho mínimo que se puede excavar sin dificultad. Se
deben en zigzag o serpenteadas. Con la tierra excavada se hacen los parapetos, normalmente uno a
cada lado de la trinchera. Si la trinchera atraviesa un talud anterior, es mejor echar toda la tierra
excavada del lado de la trinchera hacia donde se encuentra el enemigo para hacer un parapeto más
alto.

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b. Trinchera de combate. Cuando se va a desarrollar un sistema de trincheras, el trazado de la
trinchera se marca en el suelo si el tiempo lo permite; si la excavación se debe hacer durante la noche,
se marca el suelo con cinta. La línea de la berma se indica a una distancia aproximada de 45 cmts del
borde delantero de la trinchera. Dos hombres, trabajando en la misma dirección (ni mirándose ni
dándose las espaldas), excavan cada tramo de 2 mts de trinchera.

(1) Primer paso. La trinchera se excava a una profundidad de 90 cmts (3 pies) debajo del nivel del
terreno (Fig. 90); a esta profundidad un hombre puede disparar en ambas direcciones ya sea
arrodillado o agachado. En terreno corriente, este paso puede terminarse aproximadamente en
2 horas. Los costados de la trinchera se mantienen en forma vertical o tan vertical como sea
posible. Si la tierra no es firme, hay que revestir los costados inmediatamente. La tierra
excavada se echa a cada lado de la trinchera, alternando las paladas y de modo que la tierra
caiga más allá de las línea de la berma, hasta que cada parapeto tenga aproximadamente 30
cmts de alto y el parapeto posterior tenga por lo menos 45 cmts de ancho. El resto de la tierra
excavada se echa en el parepeto delantero hasta que tenga por lo menos 150 cmts de ancho
(Fig. 91).

(2) Segundo paso. El segundo paso consiste en ahondar la trinchera hasta que tenga
aproximadamente 135 cmts de profundidad desde el nivel del parapeto (Fig. 90). Por lo general,
los parapetos delanteros tienen 30 cmts de alto y la tierra pierde de 5 a 10 cmts al asentarse.
Más tarde se da forma a éstos y se le pone el enmascaramiento pertinente.

(3) Parapeto delantero. Debe hacerse de acuerdo con la disposición del terreno y las exigencias
del arma. Es con frecuencia innecesario hacer el parapeto delantero en un talud anterior
empinado, pero en la mayoría de los sitios un parapeto delantero mejora el campo de tiro y debe
construirse de la siguiente manera:

(a) Altura. Una altura conveniente para el parapeto delantero de una posición de tiro es de 23 a
30 cmts cuando el terreno es plano. Debe ser más alto para disparar hacia arriba y la cima
debe ser irregular para conseguir el enmascaramiento. En la Fig... se muestra una altura
promedio.

(b) Ancho. Para que un parapeto brinde protección razonable contra las balas, debe tener 1 m de
ancho; debido a que tiene inclinación en la parte anterior y en la parte posterior, el ancho total
en el fondo será aproximadamente de 2 mts.

(c) Bermas. La berma del frente de la trinchera forma un descanso para el codo que por lo
general tiene aproximadamente 45 cmts de ancho. Si se debe disparar una ametralladora
sobre bípode, la plataforma de tiro debe tener 90 cmts de adelante hacia atrás.

(4) Parapeto posterior. El parapeto posterior se hace de la tierra excavada que no se necesite para
construir el parapeto delantero. Si se dispone de suficiente tierra excavada, el parapeto posterior
debe ser más alto que el delantero para evitar que al disparar, las siluetas de las cabezas de los
soldados se proyecten. El, parapeto posterior puede tener hasta 45 cmts de alto y por lo menos 45
cmts de ancho en su parte superior, con una inclinación pronunciada en la parte delantera. Estos pa-
rapetos pueden omitirse para mejorar el enmascaramiento o cuando el terreno detrás del tirador
ofrece fondo y protección.

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(5) Enmascaramiento. Los parapetos reciben el último toque volviendo a colocar el césped o la capa de
tierra excavada. La trinchera y los parapetos se cubren con cualquier material de enmascaramiento
que haya disponible, y se acomoda de' manera que no estorbe el tiro.

(6) Drenaje. Si el piso de la trinchera está húmedo o enlodado, se excava un sumidero en el punto más
bajo.

c. Trinchera reglamentaria. La trinchera reglamentaria se desarrolla a partir de la trinchera de combate


rebajándola a una profundidad de 1.7 ms. Puede construirse con compartimentos de tiro (Fig. 91) o
con una banqueta de tiro (Fig. 92). Esta trinchera brinda más protección que la trinchera de combate
dada su profundidad. Además se puede lograr protección adicional poniéndole cubierta superior. Esta
trinchera es en esencia una posición de combate, pero también se puede usar como Centro de
Comunicación, Puntos de Abastecimiento, de Evacuación y para el movimiento de tropas.

d. Trazado. Cada trinchera se construye en la longitud que se requiera y se ciñe a uno de los trazados
que se describen a continuación para simplificar su construcción. A estos trazados se les puede usar
en combinaciones y hacerles modificaciones especiales.

Figura 92. Trinchera reglamentaria.

(1) Trazado octogonal. El trazado octogonal (Fig. 93) es excelente para las trincheras de combate, en la
mayoría de las situaciones. Este trazado ofrece las siguientes ventajas:

(a) Permite fácil comunicación.


(b) Brinda excelente protección contra el tiro de enfilada.
(c) Facilita el tiro oblicuo en todo el frente.
(d) Su construcción es económica, tanto en mano de obra como en material.
(e) Se le puede dotar de una banqueta de tiro continua. La mayor parte desventaja es su
construcción, sumamente compleja.

Figura 93 trazado de trinchera reglamentaria

(2) Trazado en zigzag. El trazado de zigzag (fig. 93) puede brindar protección contra el tiro de enfilada
y contra las explosiones de las granadas empleando tangentes cortas y ocupando tangentes
alternas el trazado en zigzag ofrece las siguientes ventajas:

(a) Es el que con más sencillez y facilidad de traza, construye reviste y mantiene
(b) Es el que con mayor facilidad se adapta al terreno.
(c) Permite tanto el tiro de frente como el tiro de flanco. Este trazado no tiene desventajas
especificas.

e. Entarimado de trinchera. Si los sumideros se tapan con lodo dejarán de funcionar y cuando esto
sucede, una de las alternativas es ponerle piso a la trinchera. El entarimado de trinchera (Fig. 94) es
el más práctico. También se pueden usar tablones, emparillados de metal o árboles tiernos atados
con alambre.

62. Drenaje.

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a. Ubicación. Los emplazamientos, los abrigos y las trinchera se ubican de manera que se
aproveche al máximo la configuración del terreno con drenaje natural. Se construyen de manera
que:

(1) Faciliten la eliminación del agua superficial.

(2) Brinden facilidad para eliminar el agua de lluvia directa o de cualquier filtración.

(3) Se puedan desviar o volver a encauzar los canales naturales de drenaje si el emplazamiento o el
abrigo los cruzan o atraviesan.

b. Escurrimiento de superficie. Como se ilustra en la Fig. 95, este problema se puede reducir
ubicando el emplazamiento, el abrigo o la trinchera en un área donde no haya escurrirniento
excesivo. El agua de superficie se puede eliminar excavando zanjas interceptores pendientes
arriba desde el emplazamiento o la trinchera. Es mucho más fácil evitar que el agua de superficie
caiga dentro de la excavación, que sacarla después que haya entrado. Las fortificaciones deben
situarse de modo que el agua se encauce por los conductos naturales de desagüe. Si esto no es
posible, el agua se lleva a través de la trinchera por canales abiertos hechos para este propósito o
por debajo de la trinchera, usando una combinación de desagües y alcantarillas de la trinchera.
En la Fig. 96 se muestra cómo emplear el método de canal de madera abierto en las trincheras.
La Fig. 97 muestra un drenaje subterráneo típico.

c. Lluvia directa o filtración. El agua que se empoza d ' entro de un emplazamiento o abrigo discurre
hacia puntos centrales mediante declives longitudinales ubicados en el fondo de la excavación.
Es conveniente que este declive sea de une por ciento y muy gradual. En trincheras, la mejor
manera de lograr el declive es adoptando la trinchera al terreno de tal manera que la superficie
original tenga un declive moderado como se muestra en el trazado de curvas de nivel de la Fig.
98. Cuando la situación táctica lo permita, la excavación de trincheras debe comenzarse en el
nivel, más bajo y seguirse hacia arriba para así evitar que el agua se empoce en el fondo de una
trinchera parcialmente terminada. Los puntos centrales donde se recoge el agua pueden ser
líneas de drenaje naturales o sumideros debajo del fondo de la excavación, como se muestra la
Fig. 99. Tales sumideros se ubican en puntos donde el agua pueda filtrarse debajo de la tierra
permeable o pueda sacarse mediante tubos, bombas o el agua pueda achicarse.

63. Cubierta Superior.

a. Cubierta ligera. La cubierta superior improvisada se puede sostener como se muestra en la Fig. 100.
Para sostener una cubierta ligera de tierra se deben usar troncos de 15 a 20 cmts de diámetro. En
ves de los troncos se pueden usar árboles tiernos en un diseño laminado los cuales se colocan a una
profundidad de 15 a 20 cmts. El espesor total de los troncos o árboles tiernos y la cubierta de tierra
debe ser de 45 cmts, como mínimo.

b. Cubierta pesada. Si se usa una cubierta pesada en la construcción de las trincheras, debe instalarse
por secciones de 6 a 12 ms, y junto con la cubierta superior de los emplazamientos y abrigos
conectados por las trincheras. Las estructuras del tipo de montaje cumbrera y tirante que muestran
las Figs. 101, 102, 103 y 104 son las que se emplean para sostener la cubierta superior pesada. Las
trincheras se deben ensanchar y profundizar para acomodar estas estructuras, de acuerdo con el
diseño que figuran en estas ilustraciones. En las tablas XX y XXI se dan los materiales que se
necesitan.

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64. Revestimiento

Es un paramento artificial que se construye para mantener un talud del terreno o declive cuando el ángulo
de pendiente sobrepasa los límites de su reposo natural. En terrenos sueltos o gránulosos se tomarán
todas las medidas para evitar el desmoramiento de las tierras cuando se prevé una ocupación prolonga. Los
revestimientos requieren considerables trabajos y gran cantidad de materiales diversos, pero reducen los
trabajos de conservaci6n, dando mejor estabilidad a la obra. Los paramentos artificiales ó los muros de
contención no sólo sufren la erosión natural y el desgaste derivado de su ocupación sino también tienen que
resistir los impactos y efectos de la explosición de bombas y proyectiles de artillería.

a. Inclinación de las paredes. A veces se evita o posterga el revestimiento de la excavación,


construyendo sus paredes con cierto grado de inclinación de l/3 a l/4. Es posible que este método sólo
se use temporalmente sí la tierra es suelta y no se dispone de materiales de revestimiento. Sin
embargo, la inclinación de las paredes puede reducir enormemente el grado de protección, ya que a
nivel del terreno aumenta la anchura de la trinchera. Siempre y cuando sea necesaria tal inclinación
en las paredes, se deberán cavar primero en sentidos vertical. y luego el talud. Dividir la medida de la
altura de la pared, de acuerdo con la Fig. 105, por el denominador de la inclinación que debe darse
(1/4). El resultado será la cantidad que se le deberá quitar a la pared a nivel del terreno. Luego, como
se muestra, corte una sección aproximadamente de 30 cmts de ancho como una guía.

b. Hay dos tipos de revestimientos. Tipo paramento y tipo muro contención.

(1) Revestimiento tipo paramento. El paramento sirve principalmente Dará proteger las
superficies revestidas contra los efectos meteorológicos y contra los daños propios de su
ocupación. Este tipo de revestimiento se utiliza cuando la tierra está lo suficientemente firme
para soportar su propio peso, y (Fig. 106) esta constituido por el material de revistimiento o de
paramento y los soportes que lo mantienen en su lugar. Este material puede ser mucho más
delgado que el que se usa en un muro de contención, y, por lo tanto, se le da preferencia ya que
no se requiere mucha excavación para colocarlo. La parte superior del paramento debe quedar
debajo del nivel terreno de modo que los tanques que atraviesan el emzamiento no le ocasionen
daños.

(a) Materiales para el paramento. El paramento puede hacerse de zarzos de matorrales, pértigas y
madera escuadriada de metal corrugado o de Arpillera y tela metálica. A continuación se
describe el método que se emplea para construir cada uno de los tipos de paramentos.

1. Marcos de madera. Se construyen marcos de madera escuadriada que se apoyen en el


fondo y en los costados de la posición, que sujetan el material de revestimiento en su sitio.

2. Piquetes. Se entierran los piquetes del lado del material de revestimiento que da hacia lo
posición y se sujetan firmemente contra el paramento, como se muestra en la Fig. 107,
apuntalándolos en su sitio y sujetando sus extremos superiores atándolos con alambre a
estacas de anclaje enterradas en la superficie del terreno.

3. Empleo de los piquetes. El tamaño de los piquetes y la distancia que deben conservar
entre sí, los determinan la tierra y el tipo de material de revestimiento que debe usarse. Los
piquetes de madera deben tener un mínimo de 7.5 cms de diámetro. La distancia máxima
entre piquetes debe ser aproximadamente 2 ms. Los piquetes reglamentarios que se
emplean en las alambradas de púas son excelentes para este fin. Se entierran a una pro-
fundidad de 45 cms por lo menos en el piso de la posición. Cuando los extremos superiores

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de los piquetes deban anclarse, se hinca una estaca de anclaje en la parte superior del
banco al lado de cada piquete y el extremo superior del piquete se amarra a ésta como se
muestra en la Fig. 108. La distancia entre la estaca de anclaje y el paramento debe ser por
lo menos igual a la altura de la superficie revestida, con los anclajes al ternados
escalonados y por lo menos 60 cms más atrás. Los piquetes deben sujetarse contra las
paredes del emplazamiento con varias vueltas de alambre bien templado. Se hace un canal
en el paramento para pasar el alambre a través de éste.

(b) Zarzos. Es un revestimiento tejido con ramas, generalmente 2 mts de largo y del alto necesario.
Según se indican en la Fig. 109, se entretejen ramas de aproximadamente 2.5 cms de diámetro
en un bastidor de piquetes puntiagudos enterrados en la tierra, a intervalos de 50 cms. Una vez
terminados, las secciones de zarzo de 2ms se llevan a la posición donde los piquetes se clavan
en el suelo y la parte superior se amarra a las estacas de anclaje o grampas; luego los extremos
de los zarzos se atan con alambre.

Figura 109. Construcción de un zarzo.

(c) Revestimiento de ramas continuo. Como se muestra en la Fig. 110 este, revestimiento se
construye en el sitio donde se va a usar. Se clavan en el fondo de la trinchera piquites
puntiagudos de 7.5 cms de diámetro a intervalos de 1 paso y cómo a 10 cms de la superficie de la
tierra por revestir. El espacio detrás de los piquetes se llena con pequeñas ramas rectas que se
tienden horizontalmente y la parte superior de los piquetes se anclan a las estacas o retenes.

Figura 410. Revestimiento de ramas continuo.

(d) Revestimiento de madera cortada. Un revestimiento de madera cortada (Fig. 111 (1) es
semejante de ramas, excepto que en vez de estos últimos pone una capa de madera del largo
exacto de las superficie por revestir. Si se dispone de tabas o tablones se usan estos en vez de
las ramas, ya que le pueden instalar más rápidamente (Fig. 111 (2). Los piquetes se fijan en un
sitio mediante puntales o sostenes.

(e) Revestimiento metálico. Se pueden instalar rápidamente el revestimiento de hojas de metal


corrugado (Fig. 112) o el emparrillado de metal que es fuerte y duradero y se adapta muy bien a la
construcción de emplazamientos ya que los bordes y los extremos de las hojas y de los
emparrillados se pueden traslapar según sea necesario para lograr un revestimiento de altura y
longitud determinados. Todas la superficies de metal deberán embarrarse con lodo para obviar
cualquier reflejo posible de radiación térmica y ayudar al enmascaramiento. Los revestimientos de
arpillera y tela metálica se instalan como s, muestra en la Fig. 133. Cuando se daña el metal
corrugado, se le forman bordes afilados peligrosos. Si debe reparar sin dilación el revestimiento
averiado para evitar que el personal o el equipo sufran daños.

(22) Revestimiento tipo de contención. Este tipo es suficientemente fuerte para contener un muro de
tierra sin refuerzos o apoyos adicionales muy empleados particularmente en trabajos de caminos o
terrenos muy suaves. Las dimensiones de la excavación deben aumentarse con el objeto de
ofrecer espacio suficiente para su construcción y adaptación.

(a) Revestimiento con sacos de arena.

1. Empleo. Los sacos de. arena o los tepes se emplean en la construcción de paredes casi de la misma
manera como se usan los ladrillos. Los sacos de arena también son útiles para revestimientos

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temporales del tipo de muro de contención, especialmente cuando su instalación debe efectuarse
discretamente. Los sacos de arena que se usan en los revestimientos se pudren con la humedad y se
decoloran con el sol, aunque se pueda lograr que duren un poco más llenándolos con una mezcla de
tierra seca y cemento portland, normalmente en .una proporción de 1 parte de cemento por 10 partes
de tierra seca. El cemento se fraguá a medida que los sacos absorben humedad. Se debe usar una
proporción de 1 a 6 para hacer una mezcla de arena y grava. Como una alternativa los sacos llenos
pueden sumergirse en una mezcla aguda de cemento y agua. También pueden protegerse con brea o
material butiminoso. Un saco de arena normal mide 35 cm, por 65 cm cuando está vacío y tiene un
cordón amarrado a 3" de la parte superior. Cuando está lleno a 3/4 partes, su paso es de 20 a 55 kgs,
peso que depende la naturaleza del material que contiene y del grado de humedad de éste. El saco de
arena normal lleno tiene un peso medio de 30 kgs, y ocupan un espacio de 12 cms por 25 cms por 47.5
cm. Para calcular el N° de sacos de arena que se requieren para un revestimiento dado, debe tenerse
en cuenta lo siguiente:

a. Si se usan sacos de soga, como se hace solo en revestimientos pequeños, se emplearán 160
sacos por cada 10 m2 de superficie por revestirse.

b. Si se usan sacos de cabeza que es lo normal se necesitarán aproximadamente 320 sacos de


arena por cada 10 m2 de revestimiento.

c. Si los sacos de arena se utilizan para rellenos, parapetos o cubierta se necesitarán alrededor de
70 sacos por cada m3.

2. Construcción. Como regla general los sacos de arena se usan en revestimiento únicamente cuando
la tierra está muy suelta y necesita un muro de contención para retenerla, y para la reparación de
trinceras averiadas. Al revestimiento con sacos de arena no lo sostiene una superficie vertical. La
superficie debe tener un declive de l/4 y la base debe estar en tierra firme y excavada a un declive de
l/4. El muro de sacos de arena debe apoyarse contra la tierra para que se pueda mantener en su sitio
(Fig. 114).

a. Los sacos se llevan uniformemente hasta las tres cuartas partes de su capacidad con tierra o con una
mezcla de tierra y cemento sacos y luego se atan con sus respectivos cordones.

b. Después de llenarlos se les doblan las esquinas inferiores.

c. Se construye el revestimiento con pendiente l/4; la superficie revestida se conforma a este declive
rellenando o excavando tanto como sea necesario.

d. Los sacos de arena se colocan de manera que las superficies planas entre las capas tengan el mismo
grado de inclinación que la base, es decir, a ángulos rectos con el declive del revestimiento.

e. Todos los sacos de la hilera inferior (1ra hilada) del revestimiento se colocan transversalmente (Fig.
114). El muro se construye entonces alternando hileras de sacos longitudinales con hileras de sacos
transversales, cuidándose de interrumpir las uniones entre las hileras. La hilera superior del muro de
revestimiento se forma con sacos colocados transversalmente.

f. Todos los sacos se colocan de modo que las costuras laterales de los sacos longitudinales y los
extremos de la boda de los sacos transversales queden hacia la superficie revestida.

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2. Fallas comunes. La Fig. 144 ilustra las fallas comunes en los revestimientos de sacos de arena. Los
sacos de arena se pudren rápidamente, especialmente en lugares lluviosos; por consiguiente el
mantenimiento es mucho mayor.

(b) Revestimiento con tepes. Los tepes densos con fuertes raíces son buen material de revestimiento.
Los bloques de tepes cortados en secciones de aproximadamente 23 por 46 cms se colocan
extendidos alternándolos longitudinal y transversalmente como se explicó anteriormente para los sacos
de arena. El tepe se coloca de modo que las superficies de césped hagan contacto dos a nos
igualmente las de tierra, excepto la capa superior que se colocará con el césped hacia arriba para que
sirva de enmascaramiento natural. A medida que se termina cada capa, se clavan estaquillas de
madera entre las mismas para evitar que se deslicen hasta que crezcan lías raíces de cada capa. En
cada sección de tepes de 23 por 46 cms se clavan dos estaquillas. Esta clase de revestimiento debe
tener un declive de aproximadamente 1 horizontal por 3 vertical Fig. 115).

(c) Otros recursos. En climas fríos se pueden usar bloques de hielo para construir revestimiento del tipo d6
muro de contención. Estos se apilan de la misma manera que los sacos de arena o los tepes, se les
pone agua para que al congelarse se unan. Otros recursos son las cajas y los cajones vacíos de
comestibles o de munición llenos de tierra. Primero se colocan en la posición vacíos y sin tapas se
clavan las tapas inferiores luego se llenan las cajas de tierra o de piedras y se sujetan las tapas en su
sitio. Este procedimiento se repite para cada hilera. La parte superior del revestimiento se asegura
atándola a piquetes para evitar el volcamiento.

65. Reparación y Mantenimiento de Trincheras.

a. Mantenimiento.

(1) Drenaje. Es importante que el sistema de drenaje se mantenga en buenas condiciones de


funcionamiento. Si se permite que se empoce el agua en el fondo de una trinchera el
revestimiento se debilitará y por ende se tornará inservible. Los sumideros y los drenajes se de-
ben mantener libres de sedimentos y de basura. El entarimado de las trincheras se debe levantar
periódicamente para poder limpiar el lodo acumulado debajo.

(2) Bermas. Las bermas se deben mantener libres desobstáculos y lo suficientemente anchas para
evitar que la tierra de los parapetos caiga dentro de la trinchera.

(3) Trincheras revestidas. Cuando se usan alambre y piquetes para sujetar el material de
revestimiento, es muy posible que los piquetes se aflojen, especialmente después de un
aguacero. Los puntales improvisados pueden servir de cuña, colocándolos transversalmente en
la trinchera a nivel del terreno o cerca de ésta, entre dos piquetes opuestos. Los alambres de
anclaje se pueden templar retorciéndolos aún más. Quizá sea necesario enterrar aún más los
piquetes de anclaje a fin de que puedan sujetar los, alambres templados.

(4) Revestimientos de sacos de arena. Los sacos de arena se deben inspeccionar


periódicamente y se deben reemplazar cuando estén rajados y averiados.

b. Reparación.

(1) Parte superior de la trinchera. Si las paredes se desmoronan en su parte superior haciendo
que se ensanche la trinchera nivel del terreno se debe cavar un descanso para el codo del ancho

60
total de la berma y como de 30 cmts de profundidad, o hasta que se llegue a tierra más firme.
Luego se usan sacos de arena o pedazos de tepes para restaurar el área deteriorada (Fig. 116).

Figura 116. Reparación de la trinchera.

(2) Fondo de la trinchera. Si las paredes de la trinchera se están erosionando en el fondo, colocar
un tablón de canto o cambiar las ramas como se muestra en la (Fig.116). El tablón se sujeta
contra la pared de la trinchera, con piquetes cortos enterrados en el piso. Si se usan tablones a
ambos lados de la trinchera, se deben mantener en posición con un madero cortado del largo
conveniente y acuñado entre los tablones a nivel del piso. La parte posterior de los tablones se
rellena con tierra.

(3) Pared derrumbada. Si toda una pared parece estar derrumbándose, se debe revestir
completamente o darles declive (Fig. 105) para que resistan. Si se deja que las paredes se
hundan generalmente habrá que ensanchar la trinchera a nivel del terreno, lo cual reduce la pro-
tección que ésta brinda. Se deben impedir los hundimientos hasta donde sea posible,
revistiendo la trinchera a tiempo o tomando una de las medidas que se describieron
anteriormente.

Sección II. OBRAS SUPLEMENTARIAS

66. Muretes.

Se pueden utilizar muretes en vez de trincheras, emplazamientos, etc., cuando las condiciones del
terreno o la napa freática hacen imposible excavar a la profundidad requerida. En estas circunstancias se
deben construir muros de tierra sobre el nivel del terreno para lograr protección. Este trabajo requiere más
tiempo y esfuerzo que la excavación de trincheras de profundidad comparable. Los muretes defensivos no
brindan tan buena protección contra las explosiones en el aire como las posiciones excavadas, y dada su
construcción presenta muchas desventajas cuando se debe proteger al personal y las armas contra las
explosiones y la radiación nucleares.

a. Construcción. Cuando se construyen muretes como posiciones de tiro y emplazamientos de


armas, sus dimensiones deben ser similares a las de las posiciones excavadas. Un pozo de tirador
no puede servir como murete dada la configuración de sus paredes. El murete delantero debe
construirse a prueba de balas y tener como mínimo aproximadamente 1.5 mts de espesor. La
superficie exterior debe tener pendiente suave, pero no mayor que 1/2 (Fig. 117); y en la interior una
pendiente de 1/4; debe revestirse. El murete posterior puede ser igual al murete delantero.

b. Muretes de nieve. Se pueden construir muretes de troncos y nieve como se muestra en la (Fig.
117).

c. Las Tablas XXII, XXIII y XXIV dan los espesores de los materiales requeridos para proteger contra
la penetración de los tiros de diferentes armas y bombas

67. Defensas de Nieve.

a. Nieve como material de protección. La nieve debe estar compacta para que pueda brindar
protección contra el tiro de armas de pequeño calibre. La nieve de las ventiscas, por lo general,
está bien compacta debido a la acción del viento. La nieve suelta tiene sólo aproximadamente la
mitad del valor que tiene la nieve compacta para resistir la penetración pero los proyectiles y

61
granadas que estallan al hacer impacto no tienen gran efecto en la nieve suelta ya que ésta
amortiguara la fragmentación. El espesor de la nieve que se requiere para lograr protección contra
las armas de pequeño calibre y los casos de metralla es el siguiente:

(1) Nieve recién caída. Por lo menos 4 mts.


(2) Nieve firmemente con- Por lo menos de 22.5 3
gelada.
(3) Nieve compacta. Por lo menos 2 mt.
(4) Hielo. Por lo menos 30 cmts.

b. Trincheras. En nieve profunda se pueden excavar trincheras y emplazamientos de armas con


dimensiones casi iguales a las normales. A menos que la nieve está bien compacta y congelada las
trincheras necesitarán revestimiento (Fig. (4) 117). Cuando la nieve no tiene la profundidad que
requiere la excavación, se debe construir un murete con nieve compacta de 2 mts de espesor mínimo
y con revestimiento.

c. Abrigos. Se pueden excavar abrigos en la nieve casi de misma manera que en la tierra. En
ventisqueros profundos y bien compactos se pueden construir abrigos mediante la perforación de
túneles. Los iglus son buenos abrigos pero necesitan mucho tiempo para construirse y requieren alto
grado de pericia y experiencia. A continuación se describen otros tipos de abrigo comunes en las
áreas de fuertes nevadas:

(1) Hoyo de nieve. Esta (Fig. 118) es un abrigo sencillo para un solo hombre que se utiliza en caso
de urgencia para guarecerse durante una tormenta de nieve en terreno al descubierto y nevado.
Se puede hacer rápidamente, aun sin herramientas. Para construir este hoyo, el soldado se
acuesta en nieve que haga por lo menos 1mt de profundidad y empuja con los pies y excava al
mismo tiempo que de vueltas constantemente hasta formar un hoyo del largo de su cuerpo y del
ancho de sus hombros. Al alcanzar una profundidad de por lo menos 1 m, el soldado cava de
costado debajo de la superficie y rellena la zanja original con la nieve que ha ido excavando hasta
que solamente quede una abertura muy pequeña. Esta abertura podrá cerrarse por muy peque-
ña. Esta abertura podrá cerrarse por completo dependiendo de la situación enemiga y de la
temperatura. Mientras más pequeña sea la abertura, mayor calor brindará el abrigo.

(2) Cueva de nieve. Las cuevas de nieve (Fig. 119) se hacen horadando un ventisquero de manera
que simule un cuarto del tamaño deseado. Este tipo de abrigo ofrece máximo enmascaramiento
y excelente protección contra temperaturas heladas. La entrada debe hacerse con una subida
escarpada para impedir que el aire frío penetre. Las cuevas de nieve pueden construirse lo sufi-
cientemente grandes para dar cabida a varios hombres, si la consistencia de la nieve no ofrece
peligro por derrumbes. Se pueden utilizar dos entradas para la extracción y una de éstas se
cerrará con nieve, una vez terminada la cueva.

(3) Foso de nieve. Este foso (Fig. 120) se excava verticalmente en la nieve con herramientas de
zapa, lo suficientemente grande para que puedan acomodarse en él dos o tres hombres. El
techo se construirá con esquía, varas, palos, ramas, tiendas individuales y nieve. La profundidad
interior del foso dependerá de la profundidad de la nieve, pero debe ser suficientemente hondo
para que sus ocupantes puedan arrodillarse, sentarse y reclinarse. Es aconsejable la inclinación
lateral del techo. Si la nieve no tiene suficiente profundidad, los lados del foso o se pueden elevar
añadiendo muros de nieve.

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(4) Casa de nieve. El tamaño y el techo de la casa de nieve son similares a los del foso de nieve.
Las paredes consisten en bloques de nieve y se pueden hacer del alto de un hombre. Par asellar
las grietas y enmascarar la vivienda, se amontona la nieve en la parte exterior de la misma (Fig.
121).

Figura 121. Casa de nieve con paredes de bloques de hielo

68. Defensas en la Selva.

a. Ventajas.

(1) El enmascaramiento es relativamente fácil.


(2) La madera se obtiene fácilmente.

b. Herramientas. Se requiere una variedad de herramientas cortantes para:

(1) Despejar los campos de tiro.


(2) Cortar las raíces de los árboles durante la excavación.
(3) Cortar la madera que se necesite para la cubierta superior.

c. Equipo. Cuando se necesitan áreas despejadas de gran tamaño, se emplean tractores con
empujadores pesados con tornos para arrancar los árboles de raíz. Con este equipo se puede
despejar de 10.000 a 12.000 mts cuadrados de selva espesa en 8 horas.

d. Drenaje. Todas las excavaciones requieren un buen sistema de drenaje y esto se debe tener en
consideración al ubicar a la posición. A las trincheras, abrigos y emplazamientos se les debe poner
piso tan pronto como sea posible. Para este propósito se pueden utilizar piedras o matorrales
cubiertos con esteras de caña.

e. Cubierta Superior. Para la cubierta superior de los abrigos o las trincheras se debe utilizar material
impermeable, tal como papel de impermeabilización, y se debe traslapar los costados de la estructura
aproximadamente 60 cmts. El material que se use como cubierta superior debe sujetarse bien y
dársele cierta inclinación para que el agua discurra.

69. Trincheras y Emplazamientos Simulados.

a. Trincheras simuladas. Se excavan trincheras simuladas para que desde el aire o desde tierra no se
pueda precisar la verdadera extensión de un área o localidad defendida. Las trincheras simuladas
deben tener aproximadamente 45 cmts de profundidad y el, fondo debe cubrirse con matorrales (Fig.
(1) 122). Los matorrales producirán el efecto de una sombra interior simiIar a la que produce una
trinchera profunda. Los parapetos deben ser similares a los de las trincheras de la posición. También
se debe ocultar los falsos parapetos.

b. Emplazamientos simulados. Lo que más se nota en un emplazamiento con techo es la sombra


interna oscura que proyecta su aspillera. Desde tierra, esto tiene la apariencia para el enemigo, de un
parche negro de forma regular; por lo general, parecerá rectangular si el techo es plano. Se puede
simular una aspillera rectangular colocando una caja en el suelo, cuyo extremo esté abierto hacia el
frente, y cubriéndola con tierra (Fig. 122). Se le puede dar mayor realismo tratando de enmascarar y
fijando letreros de vez en cuando.

63
70. Defensas Subterráneas.

a. Consideraciones. No se usan con frecuencia los túneles en la defensa de un área debido al


tiempo, al esfuerzo y a la técnica que se necesitan; no obstante se han utilizado ventajosamente.
Se pueden usar túneles de defensa cuando el período de tiempo que toma defender un área
justifica su construcción y cuando el terreno es aparente fijo.

b. Terreno. La posibilidad de perforar túneles también depende grandemente de la naturaleza del


terreno, esto se puede determinar haciendo perforaciones de prueba o empleando medios similares.
La perforación de túneles en roca dura es tan lenta que por lo general es inconveniente. En terreno
arcilloso y en otros suelos blandos la perforación de túneles también resulta inconveniente ya que
deben encofrarse completamente evitar los derrumbes; por consiguiente la construcción de túneles
de defensa se limita generalmente a:

(1) Terreno montañoso de cuestas empinadas.


(2) Terreno favorable, inclusive greta dura, piedra arenisca suave y otros tipos de suelo duro o roca
suave.

c. Ejemplos de túneles. En la (Fig. 123) se muestra el trazado de los túneles que se construyeron en
Corea. El suelo era generalmente duro y' por consiguiente, sólo las entradas se reforzaron con
madera. La velocidad a que se excavó usando herramientas de mano vario de acuerdo con el suelo,
rara vez excedió 7.5 mts por día. En tramos de roca dura se llegó a excavar tan sólo 1 m por día. (24
horas). El uso de herramientas mecánicas no alteró en grado alguno el rendimiento de excavación. El
trabajo lo ejecutaron unidades de ingenieros ayudadas por soldados de infantería.

d. Construcción. Los túneles del tipo antes mencionado se excavan aproximadamente a 9 mts (30 pies)
debajo de la superficie. Pueden ser horizontales o casi horizontales.

(1) Entradas. Las entradas deben reforzarse para que no se hundan los impactos de las granadas
y a los estremecimientos ocasionados por las ramas nucleares. Los primeros 5 mts. a partir de
cada entrada deben reforzarse con una armazón de. madera, para la cual se usarán madera de
10 cm por 10 cm o de tamaño similar.

(2) Tamaño. Los túneles sin refuerzos de madera deben tener aproximadamente 1 m de ancho y
de 1.5 a 2 mts de alto.

(3) Cámara. Se pueden construir cámaras sin refuerzos de madera en roca o en tierra muy dura.
Si no se usa madera, la cámara (Fig. 123) no debe tener más de 2 mts de ancho. Si se refuerza
con madera, se puede aumentar el ancho a 3 mts. La cámara debe ser del mismo alto del túnel
y hasta de 4 mts de largo.

(4) Trampa de granadas. Estas se deben construir en el fondo de tramos rectos en pendiente. La
rampa se puede construir cortando un nicho como de 1 m de profundidad en la pared que da
hacia el piso inclinado del túnel.

(5) Disposición de la tierra excavada. Habrá que evacuar y ocultar una cantidad considerable de
tierra excavada. Generalmente el volumen de la tierra excavada se calcula aproximadamente en
un tercio mejor que el volumen del túnel, Se sacaron aproximadamente 100 toneladas de tierra
del sistema de túneles que se muestra en la (Fig. 123).

64
(6) Enmascaramiento. Las entradas de los túneles deben ocultarse de la observación enemiga y
puede necesitarse transporta tierra manualmente a través de una trinchera. El aire frío que se
eleva desde la entrada de un túnel puede poner al descubierto la posición.

e. Medidas de precaución.

(1) Entradas. Siempre existe el peligro de que las entradas de los túneles sean obstruidas,
quedando así atrapados sus ocupantes. Por este motivo siempre deben haber picos y palas
en cada túnel de modo que los hombres que queden atrapados puedan abrirse paso a través
de la obstrucción.

(2) Entradas. Se requieren por lo menos dos entradas para ventilación siempre que sea posible,
debe haber más de una salida de emergencia las que pueden ser pequeños túneles, cuyas
entradas normalmente se cierren y se enmascaran. Se puede excavar un túnel desde la ' parte
interior del sistema hasta unos cuantos pies de la superficie, de modo que sus ocupantes
puedan abrirse paso en caso necesario.

CAPITULO 5
OBSTACULOS
Sección I. GENERALIDADES

71. Consideraciones Básicas.

a. Definición. Obstáculo es cualquier accidente del terreno, condición del suelo o del clima o todo
objeto artificial que a excepción del fuego es capaz de retardar, detener o canalizar los movimientos
del enemigo.

b. Alcance. En el presente capítulo sólo nos referimos a los obstáculos construidos por las fuerzas
terrestres de TO, sin incluir los producidos por nuestros bombardeos aéreos en la retaguardia, lejos
del contacto con el enemigo, con el objeto de desorganizar sus instalaciones o dislocar sus
comunicaciones y abastecimientos.

c. Responsabilidades. En la construcción de obstáculos, intervienen todas las tropas de acuerdo a


su capacidad y el tiempo disponible.

(1) En principio, la construcción de obstáculos para la defensa inmediata de una posición o área
defensiva es de responsabilidad de las tropas ocupantes, así como su neutralización o limpieza.
(2) Los Comandos y tropas de ingeniería, proporcionan en esta tarea consejo o ayuda técnicas a las
tropas de las demás armas.
(3) Las tropas de Ingeniería, intervienen en la construcción de obstáculos o en las destrucciones
que requieren mano de obra con mayor técnica o un entrenamiento y equipo especial, así como
en aquellas que son de interés general para la GU talas como: barreras de cobertura, de protec-
ción de los flancos y de la retaguardia, etc.
(4) Además, las tropas de Ingeniería pueden tomar a su cargo la construcción de obstáculos en una
posición defensiva, antes de la llegada de las tropas que deben ocuparlas, realizando todos los
trabajos según el orden de urgencia establecido y conformándose el Plan de Maniobra de la GU.

65
(5) Todo obstáculo para ser más eficaz debe ser abatido por el fuego de las armas. Se detiene,
retarda o canaliza al enemigo mediante obstáculos y se le destruye, desorganiza o limita su
acción, mediante el fuego.
(6) El rendimiento de un obstáculo se determina por el efecto producido y se mide en el tiempo que
demanda de su, construcción por nuestras tropas y en el tiempo que perderá el enemigo en la
reparación del daño producido.

(7) Tres factores influyen en el rendimiento:

(a) La clase o tipo del obstáculo que se elige


(b) Su colocación en el terreno o en el elemento considerado
(e) Su posibilidad de ser batido por el fuego al, máximo.

72. Empleo de los Obstáculos.

a. Finalidad. Los obstáculos deben ser parte del plan general defensivo a fin de limitar los
movimientos del enemigo, retardándolo u obligándolo a reagruparse.

b. Los obstáculos se emplean dentro del TO, tanto en situaciones defensivas como en la ofensiva así
como en movimientos y estacionamientos fuera del TO, de acuerdo a su finalidad. Los obstáculos
se emplean en la ofensiva:

(1) Para detener e inmovilizar un flanco o los flancos de una Unidad que avanza.

(2) Detrás de la línea de contacto con el enemigo para retardar, desorganizar y hostigar los
movimientos de las tropas y las comunicaciones, particularmente cuando el enemigo se esta
replegando.

(3) Para bloquear los intervalos entre unidades tipo Cía mayores, combinando los obstáculos con la
potencia de fuego.

c. Los obstáculos como se ha dicho se conjugan con el fuego y su distribución debe ser continua en el
sentido del frente y escalonados en profundidad con respecto a cada dirección de aproximación que
se trate de cerrar.

d. Los obstáculos naturales existentes se mejoran y complementan con obstáculos artificiales, que se
construyen en el terreno elegido, para cumplir una de las- finalidades siguientes:

(1) Demorar al enemigo

(2) Interrumpir sus funciones de ataque

(3) Restringir su maniobra y mantenerlo en zonas batidas por intenso fuego- defensivo, en particular
de ametralladoras, armas AT y artillería.

e. Los obstáculos se colocarán en el terreno de manera de sustraerlos a la observación enemiga o a la


neutralización por su fuego. Con respecto a nuestras armas de fuego, los obstáculos deben
situarse a su alcance eficaz y favorecer la buena observación y vigilancia por nuestras tropas.

66
73. Clasificación de los Obstáculos.

a. Los obstáculos, por su origen, pueden ser:

(1) Obstáculos naturales. Son los accidentes del terreno en el que no ha intervenido la mano del
hombre para su creación o una coordinación atmosférica que sea desventajosa para la acción.
Pueden ser cursos de agua, relieve del terreno, bosques, clima, etc.

(2) Obstáculos artificiales. Son construidos por el hombre, sea en zonas de obstáculos
naturales que necesitan mejorarlos o en lugares donde hay que construirlos totalmente.
Pueden ser de los siguientes tipos:

(a) Campos minados


(b) alambradas
(c) Talas
(d) Demoliciones
(e) Inundaciones
(f) Zanjas y muros AT
(g) Diferentes formas de acero, concreto, troncos de árboles.
(h) Zonas infectadas, gaseadas y cortinas de humo
(i) Trampas explosivas.

b. Los obstáculos por su empleo, pueden ser:

(1) Obstáculos contra personal. A esta clasificación corresponden:


(a) Todos los tipos de obstáculos de alambre puado y liso
(b) Los campos minados antipersonal (AP)
(c) Las trampas explosivas
(d) Concentraciones en el terreno de agentes químicos, cortinas de humo, gases de
combate, zonas infectadas por agentes microbianos, gasolina vaporizada, etc.

(2) Obstáculos contra elementos motorizados y mecanizados. A esta clasificación


corresponden:

(a) Los embudos producidos en los caminos o parajes obligados, por fuego de artillería, bombas de
avión, o por explosivos militares.
(b) Demoliciones de puentes y obras de arte
(c) Fosos anticarros
(d) Muros de gran espesor
(e) Campos minados AT
(f) Talas de árboles de suficiente diámetro
(g) Barricadas de troncos
(h) Campos de piedras
(i) Campos de pilotes de madera, acero y concreto
(j) Obstáculos de cables de acero
(k) Inundaciones
(l) Formas portátiles de acero, concreto, etc.

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(3) Obstáculos contra elementos aerotransportados. A esta clasificación corresponden:

(a) Obstáculos para la defensa de aerodromos y bases aéreas.


(b) Obstáculos contra el aterrizaje de planeadores y descenso de paracaidistas, incluyendo aquellos
que se colocarán en las zonas de caída y zonas de reunión.

(4) Obstáculos contra elementos anfibios. A esta clasificación corresponden:

(a) Obstáculos colocados en las playas y en las orillas de los ríos


(b) Obstáculos colocados debajo del agua.

c. Obstáculos para fortificaciones en campaña

(a) Son los comúnmente utilizados en el TO durante el desarrollo de las operaciones,


conformándose al plan de maniobra de la GU.
(b) Comprenden los diferentes tipos de obstáculos AT y AP como: alambradas, zonas gaseadas,
zonas inundadas, campos de minas, talas, demoliciones, etc. Se caracterizan por la rapidez de
su construcción, consecuente con la necesidad inmediata de su empleo y por su mayor
economía, en razón de la dificultad para disponer de los medios en el menor tiempo.

(2) Obstáculos para fortificación permanente:

(a) Son los utilizados en sistemas defensivas desde el tiempo de paz tanto en la zona del Interior
como en el TO, conformándose al Plan General de Cobertura o al de Defensa Pasiva de las
localidades.
(b) Comprenden obstáculos de diferentes tipos: Zonas AT, obras de concreto o acero;
caracterizándose por su mayor solidez de construcción, consecuentes con su mayor duración.

d. Los obstáculos por su situación y enmascaramiento, pueden ser:

(1) Obstáculos tácticos.

(a) Obstáculos AT, destinados a impedir o detener el movimiento de vehículos a oruga, a campo
traviesa o por los caminos.

(b) Obstáculos contra personal, construidos para conseguir que las tropas a pie del enemigo se
retarden, se confundan o desvíen cuando intentan invadir o penetrar a una posición o
localidad defendida.

(c) Obstáculos contra vehículos a rueda, incluyen barricadas' cráteres y otros medios que se
emplean para detener o demorar los vehículos a rueda del enemigo, para poder abrir fuego
directo contra los mismos.

(2) Obstáculos suplementarios. Estos obstáculos pueden tener el mismo diseño general de los
construidos en condiciones tácticas, pero las condiciones de situación y enmascaramiento son
diferentes. Se pueden emplear:

(a) Para proteger las instalaciones importantes contra la infiltración y el sabotaje.

68
(b) En operaciones de represión contra civiles Dará contener los movimiento de los
amotinado es para aislar determinada áreas de un pueblo o ciudad-

(c) Para propósitos administrativos.

Sección II. OBSTACULOS NATURALES

74. Generalidades.

a. Las características más favorables de un obstáculo natural son:

(1) Facilidad para convertirlo Más eficaz con el mínimo de esfuerzo, materiales y tiempo.

(2) Desenfilamiento, que impida la observación del enemigo.

(3) Ubicación. de manera que la observación y el fuego defensivo puedan impedir que el enemigo
lo franquee.

(4) La dificultad para desviarse de ellos.

b. Los obstáculos naturales más eficaces contra los tanques son las cuestas empinadas, los
pantanos y los cursos de agua anchos y profundos. Los arrozales, campos donde ha caído lava y
áreas similares, también pueden constituir obstáculos formidables.

c. Generalmente se puede economizar tiempo, mano de obra y materiales mejorando los obstáculos
naturales, en lugar de construir obstáculos artificiales que sirvan al mismo propósito.

75. Características Específicas y Empleo.

a. Cuestas empinadas. El grado de inclinación que se requiere para detener un vehículo varía según
el tipo del mismo. Los tanques y algunos vehículos a rueda pueden salvar cuestas con una
inclinación hasta de 60 por ciento. Sin embargo, los árboles, las condiciones desfavorables del
suelo, las rocas y los cantos rodados grandes pueden hacer imposible el paso de estos; vehículos
por cuestas hasta con menos de 60 por ciento de inclinación, lo que no sucedería si estos mismos
obstáculos naturales se encontrasen en terreno plano. Las cuestas empinadas también retardan el
movimiento de las tropas a pie ya que tienen que moverse en forma lenta, produciéndose un rápido
agotamiento.

b. Acantilados. Una superficie empinada de roca es un obstáculo formidable tanto para vehículos
como para personal, si ésta tiene más de 1.5 mts. de altura.

c. Hondonadas, barrancos y zanjas. Las hondonadas, los barrancos y las zanjas por lo general
constituyen obstáculos para los vehículos a rueda. Si tienen más de 5 mts. de ancho y aproxi-
madamente 2 mts. de profundidad y sus bordes son casi verticales, generalmente, también son
eficaces contra vehículos a oruga.

d. Ríos, corrientes de agua y canales. El valor que tienen como obstáculos los ríos, las corrientes
de agua y los canales es que se deben atravesar empleando medios especiales, a saber: el vadeo
en aguas profundas, medios de superficie o aéreos. El ancho, la profundidad, la velocidad de la

69
corriente y las condiciones de las orillas determinan las mayor o menor dificultad con que se pueden
salvar un obstáculo en esta clase, con equipo flotante y de vadeo en aguas profundas. Sin
embargo, un río que tenga más de 150 mts. de ancho y más de 1.5 mts. de profundidad es un
obstáculo mayor, limitado únicamente por la existencia de puentes, de lugares favorables para los
vehículos anfibios y para el vadeo. El valor que tienen como obstáculos los ríos vadeables, las
corrientes de agua y los canales es significativo cuando se considera la estabilidad de las orillas y
lechos. Aún cuando fuese posible que unos cuantos vehículos vadeasen uno de estos obstáculos,
la mala condición de las (orillas) y del lecho pueden impedir el vadeo posterior de los mismos a
menos que se mejore el punto de cruce, lo que llevará mucho tiempo. La velocidad de la corriente
puede, de la misma manera, limitar el uso de un vado (incrementando) su valor como obstáculo.

e. Corriente de agua congelada. Se puede improvisar obstáculos antitanques (Fig. 124) en


corrientes de agua congeladas haciendo una brecha de 3 a 4 mts. de ancho en el hielo; luego se
empujan los bloques de hielo cortados debajo de la superficie sólida de modo que la corriente se los
lleve. Después se coloca un armazón ligero en la brecha, el que se cubre con tela, brea o papel
embreado y una cubierta de nieve de 10 cmts. aproximadamente. La eficiencia de este tipo de
obstáculo descansa en el hecho que evita que el agua del canal, se congele. Una trampa bien
hecha será eficaz por un período prolongado, si se inspecciona con frecuencia para mantenerla
cubierta de nieve. Si el hielo se congela sólidamente en el área de la trampa se repetirá el
procedimiento que se indico anteriormente.

f. Lagos. Por lo general a los lagos no se les puede ni vadear ni tender puentes, por consiguiente hay
que pasar alrededor de ellas, a menos que estén congelados con suficiente solidez para que
puedan soportar el peso de vehículos y personal.

g. Pantanos y ciénagas. El valor de los pantanos y las ciénagas como obstáculos principales es la
canalización del movimiento de vehículos hacia las calzadas, exponiendo así a las columnas, a los
ataques aéreos o los tiros de artillería. Los pantanos y las ciénagas que tengan más de 1 m. de
profundidad pueden ser mejores obstáculos que los ríos, ya que es más difícil construir calzadas
que puente. El esfuerzo físico que se requiere de las tropas a pie para cruzar pantanos y ciénagas
es un factor importante en su utilidad como obstáculo. A todos los caminos y calzadas que
atraviesen pantanos y ciénagas se les deben abrir cráteres, colocárselas minas u obstruirse con
barricadas de alambre de púas en especial (Fig. 174).

h. Bosques. Los bosques tienen el efecto de canalizar el movimiento, ya que los caminos, los
senderos y las brechas que se abran a través de ellos constituyen el único medio de moverse
rápidamente. El valor que tiene un bosque como obstáculo depende del tamaño y la densidad de
los árboles, de la condición del suelo, su pendiente y profundidad. Si los árboles tienen por lo
menos 20 cms; de diámetro y están lo suficientemente unidos obstruirán o detendrán
considerablemente el movimiento de los tanques. Aun cuando los árboles rara vez están lo
suficientemente unidos para detener los tanques, éstos pueden impedir su movimiento si se
derriban y se colocan de manera intrincada. Los árboles mucho más pequeños (10 cms. de
diámetro) retardarán ,y a veces detendrán los tanques en pendientes con un 20 por ciento de
inclinación. Los tocones que tengan 65 cms. de diámetro o más presentan obstáculos el
movimiento de tanque. La maleza de los bosques en la zona templada, por lo general no es lo
suficientemente densa para obstruir considerablemente las marchas a pie, pero a tales marchas las
retardarán irremediablemente las cuestas empinadas, las condiciones adversas del suelo, y los
árboles y ramas caídas. La manera más eficaz de aumentar el valor de los bosques como
obstáculo es:

70
(1) Construyendo talas (Fig. 174), ó cráteres
(2) Colocando minas a lo largo de los caminos, de los senderos y de las brechas.
(3) Construyendo obstáculos de troncos, tales como armazones, zarzos y postes, si se dispone de
los materiales necesarios.

i. La selva. Las selvas tropicales son obstáculos de consideración al movimiento de vehículos y del
personal. El terreno entre los árboles está generalmente cubierto con enredaderas entre tejidas,
maleza, plantas o vegetación en estado de putrefacción. La tierra por lo general es pantanoso o
cenagosa. La maleza enmarcarada y el follaje superior limitan la visibilidad, y existen muy pocos
senderos o trochas, si es que los hay, fuera de aquellos donde sólo se puede transitar a pie. Los
vehículos rara vez puedan transitar satisfactoriamente a menos que se acondicionen o se mejoren
las rutas extensamente. Las tropas a pie tienen que abrir brechas a través de la densa maleza o
moverse con muchisima dificultad. Puesto que la selva es un obstáculo eficaz al movimiento se
debe bloquear cualquier camino o sendero que exista y minar los vados de los arroyos y puntos de
pasaje de los vehículos anfibios. Si las corrientes de agua constituyen las mejores rutas, se deben
construir obstáculos para retardar o impedir el uso del equipo flotante.

j. Nieve. La nieve se considera profunda para los efectos de marchas a pie o en vehículo cuando su
profundidad mínima sobre la superficie del terreno es de 1 m. En las regiones montañosas también
se encuentra nieve con esta profundidad. La nieve profunda, el hielo y el frío intenso que lo
acompaña se combinan representando obstáculos de gran importancia. La nieve profunda es un
obstáculo al movimiento, tanto para las tropas a pie como los vehículos. La nieve también cubre los
obstáculos naturales del terreno, tales como los cantos rodados, áreas rocosas:, zanjas, corrientes
de agua pequeñas y árboles caídos, impidiendo así con eficacia cualquier movimiento. El valor que
tiene la nieve como obstáculo puede aumentarse de la siguiente manera:

(1) Construyendo vallas de nieve o grietas de modo que los vientos predominantes aceleren la
acumulación de nieve en ventisqueros que constituyen obstáculos de nieve compacta.

(2) Construyendo muros de nieve (Fig. 125) como obstáculos contra tanques. La nieve debe estar
bien compacta para este propósito. Los muros de este tipo son más eficaces cuando se sitúan
pendiente arriba.

k. Desiertos. El valor que tiene el desierto como obstáculo estriba en el hecho de que los vehículos y
el personal deben estar especialmente equipados y preparados para que puedan rendir un trabajo
fructífero en este ambiente. Es relativamente fácil instalar campos de minas en el desierto, los
vientos prevalecientes cubren rápidamente los rastros que generalmente quedan después de
instalar las minas, dificultando en cambio su reubicación.

l. Areas pobladas. El obstáculo natural que constituyen las áreas pobladas se puede aumentar
haciendo cráteres en la calles, demoliendo paredes, volcando o descarrilando carros del tranvía o
vagones del tren, y construyendo barricadas con rieles de acero, vigas y ripio. Cuando se combinan
con minas y alambre de púas, estos obstáculos son eficaces contra vehículos y personal.

Sección III. OBSTACULOS ARTIFICIALES TERRESTRES

76. Generalidades.

a. Empleo. En los párrafos siguientes se describen en particular los principales tipos de obstáculos
artificiales; sin embargo, estos obstáculos se emplean por lo general conjuntamente con los obstáculos

71
artificiales y en combinaciones de dos o más obstáculos artificiales de diferentes tipos. Cuando se
usan en barreras y cuando sea posible en una variedad tal de manera que aumente su eficacia y como
ayuda para obtener la sorpresa y el engaño. Los obstáculos artificiales pueden clasificarse en tres
categorías según su empleo, aunque esta clasificación rara vez es exacta, porque en la mayoría de los
casos un obstáculo puede emplearse para dos y tres propósitos. Esta clasificación arbitraria, que tan
solo se hace para esclarecer su empleo principal, los agrupa en:

(1) Protectores. Son aquellos que se usan para brindar seguridad. Los obstáculos de este tipo
son las alambradas, los campos minados y los diversos dispositivos de alarma. Su propósito
principal es impedir que el enemigo lleve a cabo un asalto por sorpresa desde las áreas cer-
canas a una posición.

(2) Defensivos. Se usan para retardar al enemigo en áreas donde puede ser atacado con fuego
defensivo nutrido e intenso. Estos obstáculos pueden ser también naturales. Una barricada
defensiva o un obstáculo delante de una posición defensiva que detenga o retarde al enemigo
una vez que esté al alcance de nuestras armas defensivas son ejemplos de este tipo de
obstáculo. Los obstáculos defensivos deben protegerse con fuego adecuado, mantenerse bajo
observación y emplearse en conjunto con obstáculos protectores.

(3) Tácticos. Son los que se emplean para desorganizar las formaciones de ataque del enemigo
y canalizarlo hacia las áreas donde serán bloqueado por obstáculos defensivos o donde se le
suele atacar con fuegos defensivos nutridos antes de contraatacarlo. Los obstáculos tácticos
retardan, hostigan o desmoralizan al enemigo obligándolo a emplearse en acciones peligrosas
o exhaustivas para abrirse paso.

77. Principios de Empleo.

a. Coordinación con el Plan Táctico. Estos obstáculos deben coordinarse con el Plan de maniobra y
contribuir a su éxito; todas las unidades interesadas deben conocer la ubicación de los obstáculos y
comprender la finalidad para el cual se emplean, así como su tipo. Además, todos los interesados
deben saber cuando se deben construir y por cuanto tiempo habrá que defenderlos. Unicamente
mediante la coordinación con todos los elementos se podrá preparar un plan que aproveche al máximo
las medidas defensivas contra el Eno.

b. Protección mediante observación y fuego.

(1) Observación. Para que el fuego lanzado contra un obstáculo o un sistema de obstáculos sea
eficaz, debe estar bajo observación. La Unidad que ocupa el terreno es responsable de
observar y defender los obstáculos durante la defensa inmediata. Sin embargo, cuando un
sistema de obstáculos abarca un área extensa, generalmente la observación es responsabilidad
de las patrullas, de un sistema de puestos de observación avanzados, de la Aviación Ligera del
Ejército o de la Fuerza Aérea Táctica. Su defensa final es una misión propia de fuerzas móviles
que puedan traerse rápidamente a cualquier punto del sistema. En ciertas ocasiones no es
factible tener un obstáculo bajo observación directa. Cuando este sea el caso, se deben usar los
dispositivos de alerta o los sistemas de alarma, tales como trampas lumínicas y trampas
explosivas en combinación con dispositivos que hagan ruido.

(2) Fuego. El obstáculo que está protegido por el fuego, generalmente obligará al Eno a empeñarse
en fuerte combate; mientras el que no lo esta, solo le causará retraso y molestias de menor
importancia.

72
(a) Los obstáculos contra vehículos y contra personal deben protegerse con el tipo de fuego
adecuado. El fuego que protege los obstáculos contra personal no solo debe impedir que
el personal se abra paso a través de estos, se desvíe de los mismos o lo capturen sino
que, deberá detener cualquier vehículo que se use en el asalto. Los obstáculos contra
vehículos también deben protegerse con fuego que no solo destruyan los vehículos sino
que impidan a las tropas abrirse paso a través de los mismos y despejar un sendero para
los vehículos.

(b) La mejor manera de proteger los obstáculos es mediante fuego directo, pero cuando este
no sea posible que deberá emplear el fuego de artillería reglado por observación y la
aviación táctica. La artillería que protege los obstáculos debe estar preparada para dis-
parar eficazmente contra el personal y contra los vehículos. Cuando es imposible
proteger los obstáculos con fuego, se les debe contaminar o colocar una gran cantidad de
trampas explosivas para que el Eno se vea obligado a efectuar acciones peligrosas y
exhaustivas, para abrirse paso.

c. Empleo del fuego en conjunto con obstáculos naturales y obstáculos artificiales. Es


fundamental que un sistema de obstáculos sea tan difícil de sobrepasar como abrirse paso a través
,de él, salvo, que la finalidad del mismo sea distraer o desviar al Eno, antes que retrasarlo o detenerlo.
Los obstáculos artificiales se deben situar de manera que aprovechen al máximo los obstáculos
naturales u otros obstáculos artificiales existentes, para mantener al mínimo las necesidades de
materiales y de construcción. Los obstáculos naturales se mejoran aprovechan al máximo.

d. Empleo de los obstáculos en profundidad. Los obstáculos no dificultarán seriamente el movimiento


del Eno, en tanto lleguen a sobrecargarlo ó a someter a un agotador esfuerzo su capacidad para
abrirse paso, Esto no puede lograrse a menos que, los obstáculos se empleen en profundidad. Salvo
las áreas contaminada; y, generalmente es prohibitivo, en lo que respecta tiempo y materiales, crear
un área extensa y profunda de obstáculos continuos. Se obtiene el mismo resultado construyendo
líneas sucesivas de obstáculos, una tras otra, a medida que lo permitan el tiempo y las condiciones.
Estas líneas sucesivas obligan a la fuerza Ena a desplegarse y reagruparse continuamente, merman-
do, canalizando y dividiendo, de esta manera, su esfuerzo hasta que a nuestras fuerzas puedan
destruirla u obligarla a replegarse.

e. Enmascaramiento.

(1) Ocultamiento y simulación. Los obstáculos deben ocultarse o emplearse en forma tal que
constituyan una sorpresa para el Eno. Cuando el Eno no tiene conocimiento antelado de la
existencia de un obstáculo, tiene que vencerlo sin la ventaja del planeamiento previo. Si el
obstáculo está defendido, el defensor lleva la ventaja de enfrentarse a la primera reacción del
Eno, que por lo general es de confusión, existiendo la probabilidad de que el Eno no cuente
con los hombres ni el material necesarios para abrirse paso.

(2) Ubicación del obstáculo. La solución más sencilla al problema de ocultar los obstáculos,
es, con frecuencia, el ubicarlo adecuadamente. Los sistemas extremos de obstáculos no
pueden ocultarse tan solo ubicándolos convenientemente, sin embargo, cuando el terreno se
aprovecha al máximo y los obstáculos se ubican en ondulaciones del terreno, a la vuelta de
curvas pronunciadas en los caminos, o casi en las cimas de las montañas, pueden pasar
desapercibidos a la observación terrestre del Eno.

73
Para ayudar a ocultar los obstáculos de la observación aérea, se evitará el arreglo geométrico
que generalmente se emplea en los obstáculos y en los sistemas de barreras. Se deben
emplear obstáculos simulados para confundir al eno sobre la ubicación y la extensión exacta
del sistema.

(3) Disimulación. La mejor manera de encubrir un obstáculo es, por lo general, postergar su
construcción tanto como sea posible, pero asegurándose de que' se pueda construir
adecuadamente y a tiempo. Esto no puede hacerse cuando se trata de sistema extensos de
barreras, aunque si es posible cuando se preparan obstáculos para obstruir direcciones de
aproximación estrechas, tales como caminos o puentes. Los obstáculos que resultan de las
demoliciones se prestan fácilmente a este procedimiento. Cuando se tiene intención de
emplearlos se llevarán a cabo todos los preparativo:; para hacer la explosión a último minuto.

f. Disposiciones para abrir senderos y brechas. Siempre que se empleen obstáculos alrededor de
una posición o área defensiva se dejan senderos o brechas bien enmascarados los que se construyen
a través del sistema, se enmascaran. Su finalidad es que las patrullas, las fuerzas de contraataqué y
las tropas amigas que estén llevando a cabo otras misiones puedan moverse a través del sistema sin
dificultad. En condiciones normales, los senderos o brechas que se necesitan para preparar una
ofensiva general a través del sistema de obstáculos no se construyen al mismo tiempo que el sistema
de obstáculos sino que se preparan después cuando surge la necesidad. Es importante que haya su-
ficiente cantidad de senderos para poder emplearlos alternativamente y que éstos se encubran y se
cambien periódicamente para asegurarse de que el eno no los descubra. Deben confeccionarse
planes alternos para garantizar la obstrucción de todos los senderos o brechas cuando se prevé la
acción ena. Los senderos y las brechas serán protegidos con fuego para eliminar la posibilidad de que
el eno irrumpa en estas antes de poder cerrarlos.

g. No se debe permitir que el eno se aproveche de los obstáculos. Las fuerzas enas pueden
aprovechar ciertos obstáculos al abrirse paso a través de ellos o al tomarlos por asalto. Las zanjas
antitanque deben construirse de manera que el eno no las pueda utilizar como trincheras de combate.
Los obstáculos de troncos deben ubicarse de modo que el eno no pueda eficazmente abrir fuego
contra las armas defensivas desde los mismos y, por consiguiente, no lo pueda utilizar de parapeto.
Debe cuidarse de no colocar los obstáculos de manera que el eno pueda lanzar granada de mano
contra las tropas defensoras desde ellos, valiéndose de la cubierta y del enmascaramiento que
brindan. Se emplearan intensamente alambradas, minas y trampas explosivas para impedir que el
eno se aproveche de la cubierta el enmascaramiento que le puedan ofrecer los obstáculos naturales o
artificiales. Se tendrá sumo cuidado de no colocar un obstáculo no planeado que mas tarde podría
impedir la maniobra de las tropas amigas.

78. Campos Minados.

Los campos minados no solamente constituyen un obstáculo para el avance del eno que, a diferencia de
los obstáculos de naturaleza pasiva, pueden también infligiese seria bajas. Por consiguiente el camino
minado esta considerado como el mejor obstáculo artificial. La instalación de campos minados convierte el -
terreno favorable en desfavorable y aumenta materialmente la fuerza del sistema defensivo. En el MTE 7-
223, campos minados se puede obtener toda la información referente a las minas, instalación de campos
minados y su franqueo.

79. Alambradas.

74
Los obstáculos que se construyen con alambre de púas son sencillos, flexibles y eficaces contra el
personal. También se pueden usar para impedir el movimiento de vehículos. En el Cap 6 se explican
detalladamente las alambradas.

80. Obstáculos contra Vehículos.

En las posiciones defensivas se emplean obstáculos contra vehículos para cerrar las brechas que haya
entre los obstáculos naturales o en senderos extensos en terreno abierto. Estos obstáculos generalmente
se emplean en conjunto con alambradas, campos minados y otros obstáculos. En ciertas condiciones
pueden ser continuos en las áreas tierra adentro inmediatas a la playa. En el Cap 6 se describen
detalladamente los obstáculos contra vehículos.

Sección III. OBSTACULOS DE PLAYA Y DE CURSOS


DE AGUA

81. Responsabilidad.

En operaciones anfibias de costa a costa, efectuadas por el Ejército, sus propias fuerzas son las
responsables de la instalación y remoción los obstáculos submarinos en la playa. En operaciones anfibias
conjuntas entre el Ejército y la, Marina de Guerra, la Marina, normalmente es responsable de la remoción de
obstáculos en una costa ena que este mar dentro desde el nivel de pleamar. Los grupos de demolición
submarina de la armada son responsables de la remoción de obstáculos que se encuentren al nivel de
pleamar hasta una profundidad de 3 brazas (5.54 mts.). Más allá de ese punto los barreminas despejan el
camino para los barcos y embarcaciones. La responsabilidad por la instalación de obstáculos en la playa y
obstáculos submarinos en territorio amigo la determina el Cmdte de las fuerzas interesadas.

82. Defensas de Costa y Mar.

a. Un asalto a través del mar normalmente implica un asalto de barco a costa en el que, el Eno
necesita anclajes adecuados para las embarcaciones de asalto y playas para el atraque de lanchas
grandes de desembarco. Sin embargo, donde la distancia a través de la extensión de agua es
corta, o donde el Eno puede establecer una base cercana en territorio neutral o sin ocupar, las
operaciones de costa a costa son factibles siempre y cuando se usen lanchas más pequeñas, que
puedan desembarcar tropas y vehículos casi en cualquier punto. En la mayoría de las situaciones
contra cualquiera de estos dos tipos de operación, es conveniente colocar a poca profundidad
obstáculos contra embarcaciones y contra personal. Sin embargo, los obstáculos contra personal
colocados de esta manera no son efectivos contra lanchas grandes de desembarco, si éstas
pueden atracar en la línea de flotación o remolcar plataformas flotantes que pueden usar para llegar
a la costa.

b. Obstáculos de playa. Estos obstáculos están ideados a fin de que las lanchas de desembarco se vean
obligadas a descargar cuando la marea esta baja o a varios cientos de metros mar adentro en la línea
de pleamar. Por lo tanto, en playas con una pendiente gradual, la infantería de marina tendrá que
cruzar un tramo ancho de playa plagado de obstáculos y protegido por nutrido fuego defensivo antes
de poder llegar a la línea de pleamar. En la marea alta, el agua deberá cubrir los obstáculos
submarinos y los de playa, apenas lo suficiente para que el personal de las lanchas de desembarco no
los pueda ver. Cuando las lanchas de desembarco chocan contra los obstáculos sufren averías y las
tropas se ven así obligadas a desembarcar en aguas profundas.

75
c. Obstáculos contra embarcaciones. Los obstáculos contra embarcaciones se construyen a diversas
alturas para que queden aproximadamente de 30 a 60 cmts bajo la superficie del agua cuando la
marea está alta y escalonados en profundidad en diferentes ubicaciones de las cuales son típicas las
que se muestran en la Fig. 126.

Figura 126. Obstáculos contra embarcaciones en defensa de playa.

83. Defensas de Cursos de Agua.

Se considera para estas defensas todos los medios de cruce, esto es botes de asalto, pasarelas, puentes
fijos y flotantes para vehículos inclusive el empleo o rehabilitación de puentes existentes. Además de los
obstáculos contra barcos y contra el personal, so de obstáculos para impedir que el eno construya puentes
e instale una cadena de troncos y otros dispositivos para proteger los puentes.

84. Eficacia de los Obstáculos.

a. Colocación. Los requisitos básicos para la construcción de obstáculos artificiales y su empleo se


aplican tanto a los obstáculos de playa como a los de cursos de agua. Es de particular importancia
el empleo de obstáculos artificiales para aprovechar los obstáculos naturales. Es también de
singular importancia que pasen desapercibidos, se mantengan bajo vigilancia y puedan ser
protegidos por el fuego. Se hacen brechas y sendas y se marcan o señalan para que las tropas
amigas puedan usarlas y El tipo de obstáculos contra embarcaciones a seleccionar debe ser eficaz
contra el tipo de embarcaciones aun pueda maniobrar en el oleaje, en la corriente en las diferentes
condiciones de viento que se espera. Estos obstáculos se colocan de modo que su efecto sea el
máximo cuando la marea esté al nivel en que posiblemente se efectúe el asalto, y de modo que su
eficacia sea máxima contra vehículos anfibios a orugas y a ruedas.

b. Pendiente de playa. Debido a la acción de la marea y de la corriente, las orillas de las playas y de
los ríos pueden clasificarse en dos tipos generales: los que tienen pendiente pronunciada y que
adquieren profundidad paulatinamente, a considerable distancia de la costa. Cada uno de estos
tipos tiene sus ventajas y sus desventajas en la defensa. Las de pendientes pronunciadas no
permiten el desembarco sino hasta que las embarcaciones lleguen a la playa, aunque se hace
mucho más difícil colocar los obstáculos submarinos. Las que tienen pendiente gradual, facilitan la
colocación de obstáculos aunque permite a las 'tropas atacantes desembarcar mientras aún estén a
flote.

(1) Pendiente pronunciada. Se debe tomar medidas para detener las lanchas de desembarco a
corta distancia de la costa en aguas profundas, cuando se trata de playas con fondos de
pendiente pronunciada. Los obstáculos pueden incluir minas de diferentes tipos ancladas
justamente bajo la línea de flotación; cadenas de troncos flotantes anclados o atados en la
costa, a las cuales se les pueden amarrar minas y varían líneas de cable extendidas entre los
grupos de pilotes. Con preferencia estos obstáculos deben estar bajo el agua para que no se
vean pero tal vez esto no sea posible debido a los cambios en las mareas. En tales casos se
debe tratar de lograr la máxima eficacia posible con el mínimo de visibilidad de los obstáculos.
Donde sea posible, se toman las medidas necesarias para que la altura de la cadena de
troncos y los obstáculos afines concuerden con las fluctuaciones del nivel del agua.

(2) Pendiente gradual. Cuando se trata de playas con fondos con pendientes graduales, la
defensa intenta impedir que las lanchas de desembarco lleguen a la playa o alcancen una
profundidad que puedan vadear los vehículos y el personal. Además de los obstáculos que

76
acabamos de describir, en aguas de profundidad vadeable se cubre totalmente el fondo con
alambradas submarinas de todos los tipos. Estas alambradas deben anclarse firmemente -
para impedir que el oleaje o las corrientes las averíen, y de manera que tanto el fuego de
nuestras tropas como el del eno tienda a formar marañas en vez de despejar senderos. En
tales alambradas, los senderos que se dejan para que pasen los botes pequeños de las
fuerzas amigas pueden cerrarse rápidamente colocando concertinas ancladas o espirales
afianzadas con pesas.

c. Empleo de obstáculos en profundidad. Los obstáculos de playa generalmente se construyen por


fajas y en profundidad, de la siguiente manera:

(1) Obstáculos contra embarcaciones. Se colocan durante la marea baja desde la profundidad de
vadeo, hasta la profundidad de vadeo durante pleamar.

(2) Alambradas. Se colocan durante la pleamar desde la profundidad de vadeo hacia la orilla y
desde cerca de la orilla por todo el ancho de la playa.

(3) Obstáculos contra vehículos y contra personal. Estos se instalan comenzando en la línea de
flotación durante la marea baja extendiéndolos cerca de la orilla por todo lo ancho de la playa.
Normalmente se instalan minas u otros obstáculos a la salida de la playa.

(4) Zanjas contra vehículos. Se excavan comenzando en el borde cerca de la orilla de la playa
donde es posible lograr el enmascaramiento.

(5) Obstáculos diversos. Se colocan cerca de la orilla del área de playa de igual modo que los
obstáculos para la defensa terrestre.

Sección IV. OTROS OBSTACULOS


85. Obstáculos en la Selva.
Los siguientes obstáculos son eficaces contra la marcha a pie en la selva:

a. Trampa selvática de panjí.

(1) Las trampas de panjí (Fig. 127) surten su máximo efecto cuando se confunden con los
obstáculos naturales de la selva. En la defensa se pueden usar como barricadas alrededor de los
campamentos, o como barreras para impedir la progresión de un asalto. En la ofensiva podrán
construirse detrás de las líneas del enemigo para detener o impedir cualquier retirada. Las
patrullas enemigas podrán desorganizarse mediante el hábil empleo de estas trampas
conjuntamente con la protección de tiradores emboscadas.

Figura 127. Trampa selvática de panjí.

(2) Construcción. Un foso de 1.5 a 2 ms de profundidad, cuya longitud sea igual a su profundidad y
aproximadamente de 1 m de ancho, se excavará en el centro de un sendero de la selva o en el
cruce de un arroyo. En este foso se colocará una cantidad de varas largas y afiladas de panjí
(varas de bambú aguzadas como la punta de una aguja), con sus puntas endurecidas al fuego,
ligeramente debajo del nivel del terreno (Fig. 127). El foso se cubre con una cubierta endeble,

77
que consiste en un enrejado de bambú cubierto con plantas rastreras y se le oculta con lodo y
hojas para darle la apariencia del terreno circundante. Cualquiera que caiga dentro de este foso
será inmediatamente atravesado por los palos.

b. Trincheras abrigo. Esta trinchera puede colocarse de manera que sirva de señuelo o las tropas enas;
y al igual que la cubierta del foso de panjí, el fondo de esta trinchera es falso y debajo de éste se
encuentra las varas puntiagudas de panjí, que ensartarán a cualquiera que este dentro de ella.

Figura 128. Trinchera abrigo ( trampa de panjí ).

c. Látigo de bambú. Una vara de bambú de 7 cms de diámetro se doble hacia atrás en un sendero de
la selva de tal manera que cuando se suelte, la fuerza del golpe matará o incapacitará al hombre que
haya tropezado con ella. Se le pueden atar varas de panjí al extremo de este látigo de bambu como
se muestra en la Mg. 129. El látigo se mantendrá en su posición con rastreras del bambú o con un
alambre, al cual se la he agregado un puntal en su extremo, entre dos varas verticales. La presión
contra el alambre de zancadilla que atraviesa el sendero soltará una de las varas verticales, haciendo
que la vara gruesa de bambú se suelte súbita y rápidamente. Si el alambre de zancadilla se cubre
con hojas y el látigo de bambú se esconde entre ramas, hay menos probabilidades de que el enemigo
descubra la trampa.

Figura 129. Látigo de bambú.

d. Trampa de oso. (Fig. 130). Un hombre que penetre al caminar en la trampa, funciona las dos placas
de madera con puas de bambú o de acero, que le ocasionarán heridas en la parte de la pierna situada
más arriba de la zona protegida por la bota o borseguies.

Figura 130. Trampa de oso (de panjí).

86. Obstáculos para Defensa de Aeródromos.

a. Los planes para la defensa de aeródromos y campos de aterrizaje avanzado deben incluir los
obstáculos que impidan o dificulten el aterrizaje de aviones y las operaciones en tierra, dentro de la
zona de caída de elementos desembarcados (paracaidistas, planeadores, unidades mecanizadas,
etc).

b. Los obstáculos que pueden construirse contra el aterrizaje de aviones son:

(1) Barricadas portátiles para destruir pistas de aterrizaje en plazos cortos, su colocación debe ser
fácil y lo más económica posible.

(2) Demoliciones preparadas para ser accionadas en momento oportuno o cuando se quiera limitar
su captura sorpresiva por el enemigo.

(3) Obstáculos fijos, tales como zanjas, postes, vehículos inservibles, etc., pueden colocarse en
zonas adyacentes a las pistas de aterrizaje y dentro de ella misma, convenientemente
enmascaradas.

(4) Campos de pilotes o postes suficientemente altos, servirán como medios para obstaculizar a
los aviones, particularmente en sus zonas de aproximación. Pueden instalarse a lo largo de los

78
caminos o en las zonas despejadas de manera que las alas del avión puedan chocar en ellos y
dificultar el aterrizaje normal.

(5) Cualquier implemento mecánico para movimientos de tierras o para des,Deie de zonas, es
recomendable emplear, tanto en modificar la zona de aterrizaje como para crear falsas zonas,
con el fin de engaitar al enemigo sobre la verdadera ubicación del campo de aterrizaje.

87. Obstáculos contra Elementos Aerotransportados (Fig. 131).

a. Hay una gran variedad de obstáculos susceptibles de dificultar el aterrizaje de planeadores, tales
como muros de piedra, arboledas espesas, hundimientos del terreno, escarpaduras y terreno
quebrado en general. Podrían completarse éstos, creando obstáculos artificiales apropiados como:
cilindros llenos de piedra barricadas de árboles o troncos hincados, campos minados, etc.

b. Obstáculos especialmente destinados a impedir el aterrizaje de paracaidistas en zonas probables de


lanzamiento, son en su mayoría artificiales y se colocarán antes de la acción aerotransportada y con
conocimiento de 6 ms, clavados sólidamente en el terreno en posición vertical y a una separación
regular de 9 a 10 ms, constituirán un serio obstáculo contra paracaidistas o cargas lanzadas en igual
forma. Su efectividad podría aumentarse uniendo la extremidad superior de estos pilotes con
alambre puado, combinándolas con trampas explosivas, de manera que cubran completamente toda
la extensión de la zona de caída.

c. El empleo del humo donde sea posible, es recomendable contra tropas aerotransportadas tanto
sobre la superficie del suelo como en la atmósfera, con el objeto de dificultar la visibilidad tanto para
el lanzamiento como para el aterrizaje, la reunión y control de las tropas en la zona de caída.

CAPITULO 6
CONSTRUCCION DE OBSTACULOS
Sección I. ALAMBRADAS
88. Generalidades.

a. Finalidad. Las alambradas son obstáculos artificiales destinados a impedir el movimiento de tropas a
pie y en algunos casos, el de vehículos a oruga y a ruedas. Los materiales que se usan para la
construcción de alambradas son relativamente ligeros y baratos, si se tiene en cuenta la protección
que brindan. Se puedan abrir brechas en estas alambradas disparando contra ellas, pero son rápidas
para construir, reparar y reforzar.

b. Ubicación y disposición de las alambradas. Para que sean eficaces, las alambradas se deben
colocar y disponer de modo que llenen los siguientes requisitos:

(1) Deben estar bajo la observación de nuestras tropas, protegidas por el fuego, y donde sea
factible; con minas contra personal, minas incendiarias, trampas lumínicas y dispositivos de
alarma.

(2) Deben estar ocultas a la observación ena, hasta donde sea posible, incorporando características
del terreno tales como contrapendientes, bosques, senderos y cercas.

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(3) Deben construirse en forma irregular y sin confundirse con figuras geométricas.

(4) Se emplearán en fajas o por zonas, cuando sea posible.

(5) Deben coordinarse con los otros elementos de la defensa.

c. Clasificación. Las alambradas se clasifican de acuerdo con su empleo y su profundidad y si son fijas
o portátiles.

(1) Empleo. Las alambradas se clasifican, según su empleo, en tácticas de protección y


complementarías. En la Fig. 132 se muestra esquemáticamente el empleo de estos tipos de
alambradas en un área defensiva.

(a) Tácticas. Las alambradas tácticas se sitúan delante de la zona de resistencia paralelas a la
línea final de protección y a lo largo de LAZOR. Se emplean paradesorganizar las
formaciones de ataque del eno y para mantenerlo en las áreas en que se puedan concentrar
los fuegos defensivos. Las alambradas tácticas se extienden a lo largo del LAZOR como se
ha dicho, aunque no tienen que ser continuas.

(b) Protección. Las alambradas de protección se emplean para evitar los ataques por sorpresa
desde puntos cercanos a la posición defensiva. Al igual que todos los obstáculos contra
personal, están lo suficientemente cerca de la posición defensiva para poder efectuar desde
allí la observación divina y nocturna, aunque se encuentran lo bastante alejadas como para
mantener al eno más allá del alcance normal de las granadas de mano, lo que equivale a
una distancia aproximada de 40 a 100 mts. Las secciones estarán rodeadas de alambradas
protectoras (Fíg 132). Estas alambradas deberán conectarse a las otras que circundan o
otras secciones, con alambradas complementarias para así rodear todos los puntos de
apoyo.

Se construyen alambradas de protección alrededor de las instalaciones de retaguardia con


igual finalidad. Las alambradas de protección también incluyen aquellas que se deben
instalar encima de la capa de enmascaramiento de las instalaciones con cubierta superior.
(Fig. 133).

(c) Complementarias. Se usan alambradas complementarias delante del LAZOR para ocultar
la línea precisa de la alambrada táctica. La alambrada complementaria también se usa
detrás del LAZOR para cerrar toda la posición defensiva conectando las alambradas de
protección. Las alambradas complementarias que se emplean para disimular la línea,
precisa de la alambrada táctica deben ser idénticas a estas últimas y construirse
simultáneamente con ellas, siempre que sea posible.

(2) La profundidad. De acuerdo con su profundidad, las alambradas se clasifican en cercas,


bandas o zonas.

(a) Cerca. Es una simple línea de cualquier tipo de alambrada.

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(b) Banda. Una banda consta de dos o más cercas colocadas en profundidad sin dejar espacio
libre entre ellas. Las alambradas de que consta cada cerca pueden ser del mismo tipo, o la
banda puede estar compuesta de dos o más cercas de diferentes tipos.

(c) Zona. Una zona consta de dos o más bandas o cercas colocadas en profundidad, espaciadas
entre sí.

(3) La eficacia equivalente. Las profundidas de las alambradas también se describen o se


especifican en términos de eficia equivalente. Siempre que sea posible, las alambradas tácticas
deberán tener la eficacia equivalente a tres cercas, compuesta cada una de una cerca con doble
caída de 4 a 2 pasos. En las de protección se puede emplear cualquier tipo de alambrada, con
tal que tenga por lo menos el equivalente de eficacia de la alambrada con doble caída de 4 a 2
pasos. La alambrada complementaria debe ser tan resistente como lo es la alambrada que
complementa. Esta debe ser equivalente a la alambrada táctica o a la de protección que se
emplea si conecta los perímetros exteriores de la alambrada de protección en los flancos y en la
retaguardia.

(4) Facilidad de transporte.

(a) Las alambradas fijas son aquéllas que deberán construirse en el sitio donde se van a
emplear, ya que no se pueden transportar, a menos que estén completamente
desarmadas.

(b) Las alambradas portátiles son aquellas que se pueden transportar sin tener que
desarmarlas completamente. Estas alambradas han ideado con la siguiente finalidad:

1. Poder armarlas en las áreas de retaguardia, ya que son fáciles de transportar y pueden
instalarse rápidamente en las posiciones avanzadas.

2. Para cerrar temporalmente las brechas o los senderos que se volverán a abrir rápidamente
para que pasen las patrullas o la fuerza de contraataque.

d. Senderos y brechas. 'Los senderos y las brechas sirven para dar paso a las patrullas, al personal
que trabaja y a las fuerzas de ataque o de contraataque. Cuando no están en uso se mantienen
cerrados con obstáculos portátiles, protegidos por el fuego. En las zonas de alambradas, los
senderos y las brechas se escalonan formándose pasadizos en zigzag.

e. Empleo.

(1) Zona de las avanzadas. Las avanzadas de combate deberán estar rodeados con alambradas.
Estas alambradas se situarán cuidadosamente para que sirvan tanto de alambrada protectora
como de alambrada táctica y deberán complementarse con minas contra personal, con
dispositivos de alarma y con trampas explosivas.

(2) Centros de resistencia y puntos de apoyo. En el centro de resistencia de Btn el punto de


apoyo de Cía. está normalmente rodeado por una alambrada que se conecta lateralmente a
través del frente a las alambradas que rodean las otras unidades de la posición.

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(3) Posiciones de artillería y áreas de reserva. Se emplean alambradas en la protección exterior
de las posiciones de obuses. Las armas más pesadas y los abrigos u otras instalaciones en el
área de reserva se protegerán de manera similar si la situación lo justifica.

(4) Obstáculos contra personal. Las alambradas, las trampas lumínicas, los dispositivos de
alarma y las minas contra personal se ubican de modo que puedan avisar a nuestras fuerzas de
la acción de las patrullas enas o cualquier infiltración durante la noche; para evitar que el eno
ataque por sorpresa desde posiciones cercanas al área de defensa; para detener, inmovilizar o
demorar al eno en terreno donde se le pueda ocasionar el máximo de bajas. Estos obstáculos
deben estar lo suficientemente cerca a las posiciones de defensa para que los defensores
puedan observarlos adecuadamente día y noche, pero lo bastante lejos para evitar que el eno
pueda usar granadas de mano contra los defensores, desde puntos ubicado a proximidad de los
obstáculos.

f. Como barricadas. Una serie de concertinas colocadas como se muestra en la Fig. 134 servirá para
detener los vehículos a rueda. Se usará una serie de estos obstáculos colocados aproximadamente a
10 mts. de separación. Se atan juntos con alambre los extremos de los rollos contiguos y el obstáculo
se ancla, ligeramente a los lados del camino. Estas barricadas serán colocadas de modo de lograr la
sorpresa.

g. Para reforzar obstáculos naturales. Los ríos caudalosos, canales, pantanos y riscos, que constituyen
obstáculos eficaces para retardar el movimiento de la Infantería; los setos vivos tupidos, las cercas y
los bosques, que son únicamente obstáculos parciales, pueden hacerse más eficaces entrelazándolos
con alambre de púas, agregándoles partes de cercas reglamentarias en uno o en ambos extremos, o
enredándolos con alambre suelto.

89. Alambre de Púas Reglamentario.

a. Descripción. El alambre de púas reglamentario es de acero torcido, de dos hilos N° 12, con púas de
cuatro puntas espaciadas a 10 mts. (Fig. 135).

Figura 135. Alambrada de púas reglamentario.

b. Manipulación. Cuando se trabaja con alambre de púas deben emplearse los guantes reglamentarios
para alambre de púas que se muestran en la Fig. 132, o guantes pesados de, cuero para aligerar el
trabajo y evitar cortaduras. El alambre se agarrará con la palma de la mano hacia abajo como una
medida adicional de seguridad.

c. Distribución. El alambre de púas se distribuye en carretes (Fig. 136) que tienen aproximadamente
400 mts. de alambre. El alambre pesa 47.5 kilos- y el carrete 2.7 kilos. Al construir una cerca, dos
hombres pueden manejar un carrete.

Figura 136. Carrete de alambre de púas.

d. Bobinas. Para la construcción de tramos cortos de cerca y para la reparación de alambradas se


emplean bobinas aproximadamente con 30 mts. de alambre. (Fig. 137), que generalmente se
prepararán en la retaguardia. liara extender el alambre dos hombres pueden hacerse cargo de una
bobina; mientras uno desenrolla el alambre el otro lo instala. Dos o más hombres preparan las
bobinas de la siguiente forma:

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(1) Se prepara el armazón de la bobina

(2) Se coloca el carrete en un caballete improvisado o en otro soporte

(3) Un hombre desenrolla y corta tramos de alambre de 30 mts. amarrando un extremo en cada
tramo al caballete.

(4) El alambre se enrolla al armazón de la bobina dándole la forma de un ocho.

(5) Se debe amarrar un trozo de cinta blanca al extremo suelto del alambre para que sea más fácil
ubicarlo.

90. Piquetes.

Se usarán piquetes de metal o de madera para sostener las alambradas.

a. Piquetes de metal. Hay dos tipos de piquetes de metal, roscados y en forma de "U". Estos
piquetes tienen tamaños reglamentarios y son: cortos o de anclaje, medianos y largos. Los piquetes
que están en buen estado se recuperan y se vuelven a usar.

(1) Piquete roscado. Este piquete se introduce en tierra dándole vuelta hacia la aerecha, valiéndose
de un pasador puntiagudo que se inserta en el ojal inferior del piquete empleándolo como palanca.
Se usa el ojal inferior para evitar que el piquete se tuerza. los piquetes roscados se instalan de
¡nodo que los ojales queden a la derecha del piquete, mirándolos desde el lado donde se
encuentran nuestras tropas, de modo que los amarres reglamentarios puedan hacerse con
facilidad. Estos piquetes tienden a ser menos firmes que los otros tipos pero son convenientes, ya
que sea pueden instalar rápidamente y sin ruido. Cuan o no se puede hacer ruido se debe cubrir
con tela el pasador ahusado que se usa para instalar los piquetes.

(2) Piquete en forma de "U". Es un piquete de acero moldeado en frío, de sección transversal en
forma de "U" que termina en punta en uno de sus extremos para poder hincarlo. Tiene muescas
para los amarres de alambre y el extremo puntiagudo tiene un orificio para introducir por él los
alambres que se usan para enrollar los piquetes. Los piquetes en forma de "U" se hincan con una
comba o mazo, usando un accesorio especial en la parte superior del piquete para evitar que
rompa la cabeza del mazo. Cuando se entierran los piquetes dándole con un mazo se hace
mucho ruido y el proceso toma mucho más tiempo que cuando se instalan los piquetes roscados;
sin embargo, el ruido podrá amortiguarse un poco, colocando un pedazo de neumático de goma
sobre la superficie del mazo o de la comba con que se golpea el piquete. Estos piquetes se
mantienen firmes y resistentes cuando se instalan adecuadamente y son preferibles a los piquetes
roscados cuando se dispone de tiempo y no hay inconveniente en hacer ruido. Los piquetes se
clavan con la superficie hueca o sea el lado cóncavo hacia el Eno, ya que los proyectiles de armas
de pequeño calibre rebotarán desde el lado convexo.

(3) Adaptador para la nieve. Para construir obstáculos de alambre de púas en los que se
utilizarán piquetes en forma de "U", en terrenos congelados donde no se pueden hincar los
piquetes, habrá que valerse de un adaptador para anclar los piquetes. 'Este adaptador es 'de
acero y consta de una placa base equipada con un receptáculo acanalado ajustable y dos
pasadores de retención y se sujeta clavando los pasadores en la tierra después de haberlos
pasado a través de los agujeros que tiene la placa base. Con cada 20 adaptadores se

83
proporciona un collar de hincar con clavija impulsora para facilitar la colocación de los pasadores
de retención.

b. Piquete de madera. Se pueden usar varios tipos de piquetes de madera.

(1) Se cortan palos circulares de 10 cmts. de diámetro del tamaño reglamentario, se aguzan en un
extremo y se hincan con un mazo. Estas pértigas se usan sin quitarles la corteza, para evitar
que el alambre resbale y para simplificar el enmascaramiento. Se necesitar piquetes más largos
en terreno suelto o arenoso o cuando hay que clavarlos a través de una capa de nieve. Se hace
menos ruido al hincar los piquetes de madera que los de metal, y el ruido puede amortiguarse
aún más, amarrando un pedazo de la banda de rodaje de un neumático sobre la superficie de la
comba o del mazo. Para clavar los piquetes en tierra dura se amarra el extremo superior con
alambre para evitar que se rajen. Los piquetes de madera dura, debidamente instalados, son
resistentes y firmes.

Figura 138. Piquetes para alambradas de púas.

(2) Se puede usar madera cortada a la medida en forma cuadrada en vez de palos de sección
circular. Esta madera es igualmente adecuada, aunque es más difícil de enmascarar. Los
piquetes pueden sumergirse en pintura de enmascaramiento antes de hincarlos.

(3) Se podrán utilizar árboles y tocones como piquetes siempre que estén convenientemente
ubicados.

c. Materiales. En la tabla XXV se da una lista de los materiales que se emplean en la construcción de
alambradas.

91. Concertina o Alambrada Plegable.

a. Descripción. Esta alambrada (Fig. 139), es un obstáculo de alambre de púas de forma cilíndrica
que se puede confeccionar en la zona de retaguardia, esta hecha con un rollo de alambre de un solo
hilo muy resistente y de acero, con púas de cuatro puntas, espaciadas a 5 cms. Los alambres que
forman los espirales se unen con grampas o alambre liso de tramo en tramo, para que el desenrollar
la concertina se mantenga en forma cilíndrica hasta alcanzar 15 ms., de largo y 90 cms de diámetro
(variable). Este tipo de alambrada se abre y se pliega con facilidad y puede usarse repetidas veces,
ya que el alambre se revierte a su forma original aún después de haberlo aplastado. Este alambre es
mucho más difícil de cortar que el alambre de púas reglamentario. La alambrada plegable pesa 25.4
kilos y tiene un espesor de 15 cms.

b. Construcción. Para construir una concertina con pocos medios (Fig. 140) para el efecto:

(1) Se colocan nueve postes que distan entre sí un os 43 cms alrededor de la circunferencia de un
círculo de 0.90 m a 1.20 ms de diámetro y clávensen en la tierra dejándolos a una altura de 1.52
ms.

(2) Colocar un armazón circular en la parte interior y cerca de la parte superior de los postes para
evitar que se muevan hacia adentro mientras se arrolla el alambre. Este armazón debe ser
removible.

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Nota: Para cada concertina se necesitan 100 mts de alambre de pilas y para hacer los amarres se
emplean pedazos cortos de alambre liso.

(3) El equipo de construcción a base de tres (3) hombres. El primero trabaja dentro del armazón y
los otros dos devanan el alambre como se ve en la Fig. 140. Para hacer la concertina:

Figura 140. Construcción de una concertina,

(a) Dar dos vueltas completas alrededor de la parte exterior de nueve postes con alambre liso N° 16
y únanse estas vueltas a los intervalos entre postes para formar un arco rígido en la cabeza de Ia
concertina.

(b) Asegurar la Punta del alambre de púas al arco de alambre liso, dense 24 vueltas en espiral
alrededor entre postes, y únanse las vueltas consecutivas a cada segundo intervalo de los
postes, usando alambre liso N? 16 para los amarres.

(c) Dar dos vueltas con alambre liso en la parte superior (en la misma forma que en la base) y
asegurar el alambre puado. Un método alterno para construir concertinas con menos trabajo es
enrollando el alambre en un tambor horizontal improvisado en lugar de postes separados. El
alambre se alimenta directamente del rollo. Este método se debe usar siempre que el volumen
de trabajo justifique el molesto tambor improvisado.

c. Manipulación.

(1) Para desplegar la alambrada. La concertina se ata con amarres de alambre liso agregados a
cuatro puntos de una de las vueltas, uno de los extremos. Al desplegar la alambrada se sueltan
estos amarres y se envuelven alrededor de los mangos portadores, para volver a amarrar la
alambrada cuando vuelva a plegarse. Cuatro hombres despliegan una alambrada y la extienden
hasta que alcance 15 mts de largo, empleando un hombre en cada extremo de la alambrada. Se
mantendrán otros dos hombres espaciados en todo el largo de la alambrada para asegurar su
despliegue y que se extienda uniformemente. Cuando se estime necesario, dos hombres
pueden desplegar una de estas alambradas con facilidad haciéndola rebotar en el suelo para
evitar araños al desplegarla.

(2) Para plegar la alambrada. Dos hombres pueden plegar la alambrada procediendo de la
siguiente manera:

(a) Se estiran los alambres que estén retorcidos y se aprietan las grampas que están flojas o se
substituyen con alambre liso.

(b) Para plegada, a cada extremo de la alambrada se para un hombre y coloca un pie en el fondo
de la vuelta y un brazo debajo de la parte superior de la misma.

(c) Los hombres parados en los extremos caminan uno hacia el otro plegando la alambrada al ir
recogiendo el alambre sobre los brazos y contra los pies.

(d) Una vez plegada, la alambrada se coloca en el suelo y se aplana con los pies; luego se ata con
amarres de alambre liso.

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(3) Modo de portar la alambrada plegable. Un solo hombre puede portar fácilmente la alambrada
plegada, parándose dentro de esta y cogiéndola por los mangos portadores de alambre que están
aseguradas en los puntos medios de una de las vueltas del extremo, si las tuviera. En caso contrario
dos hombres pueden portar la concertina si se amarran listones ó estacas en ambas caras del rollo y
se aseguran con alambre, como se muestra en la (Fig. 140).

d. Grampas. Para asegurar fírmente al suelo la parte inferior de las cercas de alambradas Plegables se
usan grampas improvisadas de 45 cmts de largo aproximadamente hechas de pasadores
puntiagudos de l/2 pulgada o de materiales similares.

Sección 11. PROCEDIMIENTOS DE CONSTRUCCION


DE ALAMBRADAS

92. Organización del Trabajo.

En la Tabla XXVI se enumeran los materiales y los hombres hora que se requieren para los diferentes
tipos de alambradas. En la descripción de las alambradas se especifica la cantidad de personal necesario
para el trabajo. Para cada construcción, el clase de mayor jerarquía divide su unidad elemental de trabajo
en grupos de hombres, casi iguales, basándose en la pericia y rapidez de cada hombre. Los organiza de tal
modo que la construcción prosiga en el orden adecuado y a una velocidad constante. Cada individuo debe
saber exactamente que es lo que debe hacer su grupo y conocer su obligación en él. Cada hombre deberá
usar guantes. En el párrafo que describe la erección de la cerca se indica el orden que se debe seguir en la
erección de cada cerca en particular, Debe seguir el orden que se indica, y a medida que se adquiere
experiencia, se podrá variar el tamaño y la composición de los grupos. Para cada sección de alarnbrada
todas las operaciones relacionadas con la erección de cercas normalmente se llevan a cabo de derecha a
izquierda, mirando hacia el Eno. Sin embargo, tal vez sea necesario trabajar de izquierda a derecha; por
consiguiente, si el tiempo lo permite, se debe enseñar a los hombres a trabajar en ambas direcciones. El
oficial o el clase de mayor jerarquía determina las alambradas por omitir, si es que se debe omitir alguna.

a. Construcción de alambradas durante la noche. Para este tipo de construcción se hacen los
siguientes preparativos adicionales:

(1) Colocar cinta de trazas desde el depósito provisional de materiales hasta el sitio de trabajo y
luego a lo largo de la línea de la cerca, donde esto sea posible.

(2) Garantizar que las tareas se llevan a cabo en el orden y lo hombre y los piquetes deben atarse
firmemente para evitar que se golpeen unos con otros y hagan ruido.

(3) Quitar los amarres de alambre de las alambradas y los piquetes; estos últimos deben volverse a
amarrar con cordel, para que puedan desamararse con facilidad.

(4) Atar un pedazo de cinta en los extremos del alambre, en cada uno de los carretes o de las
bobinas.

b. Supervisión. La supervisión apropiada durante la construcción de una alambrada incluye lo


siguiente:

(1) Organización del trabajo en tareas.

(2) Garantizar que las tareas se llevan a cabo en el orden y tiempo adecuados.

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(3) Evitar que el personal se amontone o apiñe.

(4) Asegurar que los alambres tengan la tensión y la separación adecuada.

(5) Asegurar que los amarres se hagan correctamente y en los puntos adecuados.

c. Construcción cerca del Eno. Cuando se trabajan muy cerca del Eno se tomarán las siguientes
medidas de precaución.

(1) Proteger los alrededores del lugar donde se encuentra el personal que trabaja.
(2) Mantener silencio.
(3) No trabajar del lado de la cerca que da hacia el Eno menos que sea imprescindible.
(4) Usar, si se tienen disponibles, piquetes roscados.
(5) Los hombres que no estén trabajando deberán ,permanecer,tendidos y cerca del punto
donde se comienza a trabajar, hasta que puedan continuar su trabajo.
(6) Las armas idividuales deberán mantenerse cerca a los hombres en todo momento.

d. Amarres de alambre. Los hombres que amarran los alambres a los piquetes trabajan del lado del
alambre y de los piquetes que dan hacia las tropas amigas estirando el alambre con la mano derecha
al momento de comenzar el amarre. En la (Fig. 141) se muestran los cuatro amarres que se usan
para el tendido o la erección de alambradas.

(1) Amarre de ojal superior. Este amarre se usa para atar el alambre al ojal superior de los piquetes
roscados y se hace con un movimiento continuo de la mano izquierda (Fig. 142) mientras que con la
mano derecha se tira del extremo fijo del alambre. Este amarre es seguro, se hace rápidamente y
necesita sólo un pedazo corto de alambre.

(2) Amarre de ojal intermedio. Este amarre se usa para atar el alambre a los ojales inferiores de los
piquetes roscados y se hace como se muestra en la (Fig.-143). El amarre y los otros amarres que se
describen a continuación toman más tiempo que el de ojal superior, y cada uno requiere varios
centímetros de alambre. Para hacer el amarre de ojal intermedio que se muestra en la (Fig. 143), los
siguientes puntos son de especial importancia:

(a) Hay que pasar la mano derecha sobre el alambre fijo y alrededor del piquete, manteniendo la
palma de la mano hacia abajo. Con la mano izquierda se debe sostener el extremo fijo para
que se mantenga tenso.

(b) Se quitan los lazos del extremo suelto y se envuelven, alrededor del piquete.

(c) Un lado del lazo debe pasar el ojal y el otro por debajo del mismo.

(3) Amarre de poste. El alambre se ata a los piquetes de madera o al piquete de acero en forma de U,
con el amarre de poste que se muestra en la (Fig. 144). El alambre deberá enrrollarse fuertemente
alrededor del poste para evitar que las púas se salgan de su sitio. Cuando se usa el piquete en forma
de U, el alambre se engancha en una de las muescas del piquete El método esencialmente igual al
del amarre del ojal intermedio.

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(4) Amarre de caída. Este amarre se usa siempre que se desee atar dos alambres que se cruzan. Se
hace como se muestra en la (Fig. 145).' Es igual al amarre de poste, salvo que el poste se substituye
con un alambre.

e. Método de instalar los alambres.

(1) El extremo del alambre se asegura el primer Piquete de anclaje, es decir, el piquete que está al
extremo derecho de una sección de alambrada, mirándolo desde el lado están nuestras tropas.
Las cercas se construyen de derecha a izquierda, ya que es más fácil a un hombre que use la
derecha, hacer los amarres mientras mira hacía el eno.

(2) Se introduce una barra en el carrete y se transporta éste a una distancia de 23 a 27 mts, dejando
que el alambre se desenrolle desde la parte inferior. Este se hace desde el lado de la hilera de
piquetes que da a los que se va a amarrar el alambre.

(3) Se afloja el alambre moviéndose de nuevo hacia el punto de partida; dos hombres hacen
entonces los amarres alternándose. Si están disponibles, se podrán asignar dos hombres para
que hagan los amarres a medida que se desenrolle el carrete.

f. Modo de tensar el alambre. Después de instalado un alambre éste puede tensarse si es necesario
estirándolo con un pasador aguzado o un palo corto (Fig. 146). Los alambres no deben estirarse en las
uniones o donde interceptan otros alambres, porque esto dificulta la recuperación del alambre. Se
emplea este mismo método para tensar las cercas cuando los alambres. se aflojan después de estar
instalados por algún tiempo, Los alambres deben tener sólo la suficiente tirantez para que no puedan
aflojarse con facilidad al tirar sobre ellos tablas, emparillados u objetos similares. Si se estiran mucho
los alambres es mayor el riesgo de que los fragmentos los rompan.

93. Cerca de Cuatro Hilos.

a. Descripción. La cerca de cuatro hilos constituye la sección central de una cerca de doble caída de
cuatro hilos. Podrá instalarse rápidamente sirviendo como un obstáculo sencillo y más tarde se
añaden las caídas convirtiéndola en una cerca de doble caída. En países es común encontrar estas
o cercas en las granjas, los obstáculos en forma de cerca de cuatro hilos (Fig. 147) parecerán parte
de la campiña. Los diseños de estas cercas deben ser lo más parecido posible a los del lugar, que
generalmente son piquetes de madera colocados a intervalos de 2 a 4 pasos y a los que se le fijan
cuatro hilos de alambre de púas. Estas cercas deben colocarse a lo largo de sendas o bordeando
las campiñas o siembras, donde no llamen la atención. Si lo permiten las condiciones, esta cerca
puede mejorarse instalándose alambres de sujeción de la misma manera que los alambres dia-
gonales de la cerca de doble caída. Todos lo alambres longitudinales de esta cerca deben
comenzar y terminar en un piquete de anclaje.

b. Construcción. Se emplean ocho hombres para construir secciones cortas de esta cerca y hasta 16
hombre para construir secciones de 300 mts. Las operaciones son: distribuir y colocar los piquetes
e instalar el alambre.

(1) Primera operación. El equipo de trabajo se divide en dos grupos de aproximadamente igual
número. El primer grupo acarrea y coloca piquetes largos a intervalos de 3 mts, a lo largo de la
línea central de la cerca, comenzando y terminando la sección con un piquete de anclaje e
instalando piquetes de anclaje para los alambres de sujeción, si se necesitan. El segundo grupo
instala los piquetes.

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(2) Segunda operación. Al terminar la primera operación, los hombres se trasladan uno por uno al
punto donde se comenzó la cerca y se organizan en grupos de dos o cuatro hombres para
instalar los alambre. Cuando los grupos son de cuatro hombres, dos llevan el carrete y dos
hacen los amarres y estiran bien el alambre. Cuando los grupos son de dos hombres, primero
se debe desenrollar 50 a 100 mts de alambre y luego los hombres regresan al punto donde
comenzaron el trabajo y hacen los amarres; o, se pueden hacer bobinas de alambre, para que
un solo hombre pueda llevarla y desenrollarla mientras el otro hace los amarres. El primer grupo
instala el hilo inferior cerca del suelo y lo estira bien. Los grupos que le siguen instalan los otros
alambres en orden de sucesión.

Figura 147. Cerca de cuatro hilos.

94. Cerca de Doble Caída.

a. Tipos. Hay dos tipos de cerca de doble caída, a saber: la de 4 y 2 pasos y la de 6 y 3 pasos. La
primera (Fig. 148) se considera mejor obstáculo y es la que se emplea con mayor frecuencia. En
esta cerca los piquetes centrales tiene 4 pasos de separación entre sí, y los piquetes de anclaje a 2
pasos de la línea de piquetes centrales y opuestos a la mitad del espacio que media entre piquetes.
La cerca de 6 y 3 pasos sigue el mismo diseño que la cerca anterior salvo que los piquetes están a
intervalos de 6 y 3 pasos. La construcción de esta cerca toma menos tiempo y se requieren menos
materiales, aunque su efecto como obstáculo es mucho menor ya que los tramos son más largos y
es más fácil de levantar o bajar los alambres inferiores y treparse por encima o escurrirse por debajo
de éstos. Las cercas de 4 y 2 pasos y de 6 y 3 pasos son idénticas, salvo por la distancia entre
piquetes. Sólo explicaremos detalladamente la cerca de 4 y 2 pasos.

b. Construcción. La construcción de una sección de 300 ms de cualquiera de los dos tipos de cerca
de doble caída es trabajo de una sección y normalmente toma 1.5 horas, considerando que se
cuenta con 30 hombres por sección. La construcción de una cerca de doble caída significa dos
operaciones: la distribución y colocación de los piquetes y la instalación del alambre. La primera
operación debe estar casi terminada antes de comenzar la segunda. La segunda operación se
comienza a medida que se van desocupando los hombres y cuando la primera operación ha
avanzado lo suficiente para evitar la aglomeración. Por lo general, se asigna una sección para
construir una longitud de 300 ms.

(1) Primera operación. La sección de trabajo, se organiza en tres escuadras, o se divide ' en tres
equipos de igual número. Una escuadra coloca los piquetes largos en toda la longitud de la línea
central de la cerca a distancias de 4 pasos en el sitio donde se van a instalar y con el extremo
aguzado hacia el eno. Otra escuadra coloca los piquetes de anclaje con las puntas hacia el eno
y a una distancia de 2 pasos de la línea central en los intervalos de los piquetes largos (Fig. 149).
La distancia entre piquetes se puede comprobar fácilmente con un piquete largo. La tercera
escuadra instala todos los piquetes con la ayuda de las otras dos escuadras, a medida que estas
últimas vayan terminando de colocar los piquetes. Una vez instalados, la muesca inferior o el
ojal inferior de los piquetes largos deberá quedar aproximadamente a 10 cmts del suelo, de
modo que resulte difícil pasar por encima o por debajo de los alambres inferiores.

(2) Segunda operación. Una vez que los equipos terminan la primera operación, regresan al punto
donde se empezó la cerca y comienzan a instalar el alambre. El orden en que deben instalarse
los alambres se indican en la (Fig. 145) y se ilustra en la (Fig. 150). Hay que hacer todo lo
posible para que ninguno de los hombres quede aislado entre la cerca y el Eno. Se reúnen los

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hombres en grupos de dos o de cuatro y luego proceden a instalar los alambres en orden
numérico; es decir; tan pronto como los hombres que están instalando un alambre se alejan del
punto donde se empezó a instalar el alambre y ya no puedan estorbar, se comienza el siguiente
alambre. La instalación se efectúa de la siguiente manera:

(a) En N° 1 es el alambre diagonal del lado donde está el Eno, y se fija a todos los piquetes con un
amarre de ojal superior. En importante mantener este alambre lo más tirante posible.

(b) El N° 2 es el de zancadilla y queda dando frente al Eno, se fija un poco más arriba del piquete de
anclaje con el amarre de caída, a ambos alambres diagonales. Este alambre debe quedar tan
tenso y tan cerca del suelo como sea posible a fin de dificultar el paso por encima o por debajo del
mismo.

(c) El N° 3 es un alambre de caída, queda del lado del Eno. Se une al primer alambre diagonal, y de
ahí en adelante, alternativamente, a los alambres diagonales y luego al último alambre diagonal.
El N° 4, es también un alambre de caída, queda del lado del Eno. Afianza al primer alambre
diagonal (N° l), y de allí en adelante, a los alambres diagonales, que no están amarrados al
alambre N° 3 y luego al último alambre diagonal. Los alambres de caída N° 3 y 4 se colocan con
igual separación entre sí y a lo largo del alambre diagonal.

(d) El N° 5 es el primero que no comienza desde el piquete de anclaje del extremo. Se empieza a
instalar desde el primer piquete largo, y termina en el último piquete largo, se afianza con amarre
de ojal intermedio, estirándose todo lo posible para evitar que pase sobre el mismo o por debajo
de éste.

(e) Los N°s. 6, 7 y 8 completan la parte central de la cerca y se afianzan a los piquetes largos; N°s. 6
y 7 con el amarre de ojal intermedio. Estos también se comienzan en el primer piquete largo y se
terminan en el, último. El N: 8 se asegura con el amarre de ojal superior. Estos alambres (N°s. 6,
7 y 8) forman el sostén de la cerca y se tensan tanto como sea posible para sostener los piquetes
en posición.

(f) El N° 9 es el alambre diagonal de caída del lado de la cerca donde están nuestras tropas y se
afianza con el amarre de ojal superior a todos los piquetes. Los alambres de caída son el N° 10 y
el N° 11. El alambre de zancadilla en el lado de la cerca donde se encuentran nuestras tropas es
el No 12, que se instala de la misma manera que el alambre N° 2.

(g) Si la cerca no queda lo suficientemente tensa después de instalada, se tensan los alambres
siguiendo el método que se explico en el sub-párrafo 92f.

95. Concertinas o Alambradas Plegadizas Reglamentarias.

Como obstáculo, en la mayoría de los casos, la concertina triple reglamentaria es de mayor valor que la
cerca de doble caída. El material que se requiere para construir esta alambrada pesa aproximadamente 50
por ciento más, pero se construye con la mitad de hombres-hora. Todas las cercas de concertinas se
aseguran firmemente al suelo con grampas a intervalos no mayores de 2 mts. Estas grampas se emplean
en la concertina simple y en la concertina delantera tipo doble y triple. A continuación se dan los dos tipos
de cerca:

a. Concertina simple. Esta es una sola hilera de concertinas y se levanta rápida y fácilmente aunque no
es obstáculo eficaz cuando se usa sola. Se emplean como alambrada de emergencia para el cierre

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temporal de brechas entre otros obstáculos. Para tales fines se lleva con frecuencia un rollo de
concertinas en el parachoque de cada vehículo de las unidades de ingeniería de combate.

b. Concertina doble. Consta de una doble hilera de concertinas sin intervalo entre hileras. Las dos
hileras se instalan con las uniones escalonadas. Como obstáculo es menos efectiva que una cerca de
doble caída bien colocada. Se emplea en algunos casos para complementar otros obstáculos en una
banda o zona.

96. Concertina Triple Reglamentaria.

a. Descripción. Consta de dos hileras de concertinas que sirven como base, y una tercera hilera que
descansa sobre éstas, como se muestra en la (Fig. 151). Todas las hileras se instalan con las uniones
escalonadas. Cada hilera se termina antes de comenzar la otra, de modo que una alambrada
parcialmente terminada ofrezca cierta obstrucción. Esta alambrada se construye rápidamente y el
cruzarla, cortarla o filtrarse a través de ella es bastante difícil.

b. Detalles. La construcción de un tramo de 300 mts de esta cerca es trabajo de una sección y el tiempo
que requiere su construcción es normalmente menos de 1 hora. Se deben realizar dos operaciones:
acarreo y distribución de los piquetes y rollos de alambre e instalación de piquetes y despliegue
e instalación de rollos de alambre.

c. Primera operación. Para la primera operación, la sección de trabajo se divide en tres grupos de casi
igual número: uno para acarrear y distribuir todos los piquetes, uno para instalarlos y otros para
acarrear y distribuir los rollos de alambre.

(1) El primer grupo coloca los Piquetes largos de la hilera delantera a intervalos de 5 pasos en la línea de
la cerca (Fig. 152) con los extremos en punta sobre la línea apuntando hacia el eno. Luego, se
colocan los piquete largos en la hilera posterior sobre una línea, 90 cts hacia atrás y al centro de los
espacios entre los piquete de la hilera delantera. Se coloca un piquete de anclaje en el extremo de
cada hilera, a 1.5 mts del último piquete largo.

Figura 152. Distribución de los piquetes largos para la concertina triple.

(2) El segundo grupo instala los piquetes, comenzando con la hilera delantera (Fig. 153). Al igual que en
las otras cercas, los ojales de los poquetes roscados quedarán hacia la derecha. Las superficies
cóncavas de los piquetes en forma de "U" quedarán hacia el eno.

Figura 153. Instalación de los piquetes de la hilera delantera para la concertina triple.

(3) El tercer grupo coloca los rollos de concertina a lo largo de la hilera de piquetes (Fig. 154). En el
tercer piquete de la hilera delantera se coloca un rollo y de allí en adelante, uno en cada cuarto
piquete. Con cada alambrada plegable de la primera hilera se distribuyen 16 grampas. En la
segunda hilera se coloca dos rollos en el, tercer piquete y de allí en adelante, dos en cada cuarto
piquete. Una vez que se coloca cada rollo en su lugar se sueltan los amarres de alambre pero,
asegurándolos al aro que hay en un extremo del rollo.

d. Segunda operación. Al terminar la primera operación, todos los hombres se organizan en grupos de
cuatro hombres (Fig. 155) para desplegar e instalar las concertinas comenzando en el punto donde se
iniciaron los trabajos. A continuación se da orden que debe seguirse en los trabajos, según se indica
en forma general en la (Fig. 155).

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Figura 155. Instalación de la concertina triple.

(2) Se levantan las concertinas de la hilera delantera una por una y se dejan caer sobre los piquetes
largos; luego se unen los extremos de las alambradas según se muestra en la (Fig. 156).

(3) Se sujeta la parte inferior de la concertina al terreno, hincando una grampa en cada par de aros
extremos, una parte inferior de una de las vueltas del alambre en cada piquete largo y una en los
puntos que constituyen la mitad y un cuarto del espacio de 3.8 mts que es la distancia que media
entre piquetes. Es fundamental asegurar la concertina delantera al terreno antes de instalar la
concertina posterior, a menos que después el lado posterior de la concertiná que da hacia el eno
sea accesible.

(4) Se estira un cordón de alambre púas a lo largo superior de cada hilera delantera de concertina y
se asegura a la parte superior de los piquetes largos, mediante el amarre de ojal superior los
piquetes roscados. Estos alambres se estiran tanto como sea posible para que éstos puedan
resistir al recibir una presión violenta.

(5) Se instala la concertina posterior siguiendo la misma instrucciones que se dieron para la
concertina del frente.

(6) Se instala la concértina que va arriba (Fig. 155), atando los arcos de los extremos de las
secciones de 15 mts. con pedazos de alambre liso. Se comienza esta hilera en un punto entre
los extremos delanteros y los posteriores de las hileras inferiores, disimulando así todas las
uniones.

(7) Se amarra la concertina superior al alambre horizontal posterior en el punto medio entre los
piquetes largos. Si se puede pasar al lado de la cerca hacia donde se encuentra el eno sin
correr riesgos, la concertina superior se amarra de manera similar al alambre horizontal de-
lantero.

97. Alambrada Baja.

a. Generalidades. Es una cerca de alambre de doble caída de 4 y 2 pasos, en la que se usan piquetes
medianos en vez de piquetes largos, en la cerca central (Fig. 157), en consecuencia, se omiten los
alambres N°s 6, 7 y 8, y todos los alambres de caída y diagonales quedarán más cerca del suelo,
siendo por lo tanto más difícil pasar por debajo de la cerca. Si se autoriza el uso de alambradas en
banas o zonas, como obstáculos, esta cerca se puede usar ventajosamente en uno o en lados de la
cerca de doble caída. La alambrada baja se usa donde el enmascaramiento es esencial En sitios
donde la hierba es alta o en agua poco profunda, esta alambrada es casi invisible siendo
particularmente efectiva como obstáculos sorpresivo. Sin embargo, un hombre puede abrirse paso por
este tipo de cerca sin dificultad alguna; por lo tanto, para obtener mejores resultados esta alambrada
se debe usar en profundidad.

b. Construcción. Salvo la omisión de tres alambres y el uso de piquetes medianos en vez de largos,
esta cerca se construyen de la misma manera que la de doble caída.

98. Alambrada Alta.

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a. Descripción. Este obstáculo consta de dos cercas paralelas de 4 hilos, con una tercera de 4 hilos en
zigzag entre éstas, formando compartimentos triangulares. Cuando se hace la alambrada con dos
hileras de piquetes como se muestra en la Fig. 158, se considera como una cerca; cuando tiene una o
más hileras adicionales de cercas y compartimentos triangulares se denomina banda. Con el fin de
incrementar su efecto como obstáculo se le puede instalar caídas anteriores y posteriores, también se
le puede colocar espirales de alambre suelto en los compartimentos triangulares.

b. Construcción. La construcción de un tramo de 30 mts de alambrada alta, con dos hileras de piquetes
como se muestra en la Fig. 158, es trabajo de una sección y generalmente se necesitan
aproximadamente dos horas, considerando que cada sección consta de 30 hombres. Las dos
operaciones que deben efectuarse en la construcción de esta alambrada son las siguientes: La dis-
tribución e instalación de los piquetes y la instalación del alambre.

(1) Primera operación. Para esta operación la sección de trabajo se divide en dos grupos; al
primero se le asigna las dos terceras partes de los hombres y al segundo, una tercera parte. El
primer grupo acarrea y distribuye los piquetes de la hilera delantera a intervalos de 3 mts. Los
piquetes de la segunda hilera se colocan en línea 3 mts hacia atrás de la hilera delantera y en
puntos equidistantes entre ellos. Este grupo también coloca un piquete de anclaje en cada
extremo de cerca de 4 kilos, a 3 mts del piquete largo más cercano. Si se necesitan alambres de
sujeción, también se colocan en líneas los piquetes de anclaje, a 2 pasos de las líneas de las
cercas delantera y trasera, opuestos y a mitad de los espacios entre piquetes largos. El segundo
grupo instala los piquetes de la primera hilera, regresa al punto donde comenzó la cerca e instala
la hilera posterior y luego los piquetes de anclaje. Cuando el primer grupo termina la distribución
de los piquetes, comienza a instalar el alambre y ayuda a terminar de instalar los piquetes.

(2) Segunda operación. Al terminar la primera tarea, cada uno de los hombres regresa al punto
donde se comenzó la cerca y se organizan en grupos de dos o cuatro hombres para instalar los
alambres. Este trabajo se efectúa 'de la misma manera, que para la cerca de 4 hilos, El orden
que se sigue para la instalación es el que se indica en la Fig. 158, salvo si se usan alambres
delanteros de sujeción; en ese caso éstos se instalan antes del alambre N°1 y los posteriores se
instalan después del N° 12. Los alambres longitudinales de cada cerca de 4 hilos se instalan en
un piquete de anclaje y terminan en el mismo.

99. Cerca de Caída con Caballetes.

Este tipo de cercas (Fig. 159), tiene travesaños inclina a dos espaciados a intervalos de 4.8 á 6 mts a fin
de soportar alambres longitudinales del lado Eno. Los extremos posteriores de los travesaños se colocan
en caballetes triangulares de madera que se contienen en su sitio mediante alambres de tensión del lado
de nuestras tropas. Los travesaños pueden colocarse planos en el suelo para amarrar los alambres
longitudinales en su sitio y luego pueden levantarse y colocarse en posición en los caballetes triangulares.
Los caballetes se amarran firmemente y se mantienen en su sitio por medio de alambres tensores. Las
cercas se deben colocar de manera que se puedan afianzar longitudinalmente a los anclajes naturales con
alambres de sujeción y tensarse bien.

Figura 159. Cerca de caída con caballetes.

100. Cerca Lapona.

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La Fig. 160 muestra una cerca lapona, que pueden emplearse con buenos resultados tanto en la nieve,
como en terreno rocoso y en pantanos o ciénagas. Esta cerca está prevista de 6 hileras y cuatro hileras
en la base. En la nieve, los trípodes se pueden levantar con palos o haciendo uso de cualquier otro medio
para recolocar el obstáculo sobre la nieve recién caída. En terreno blando, la base apuntada de los
trípodes y los alambres de la base ofrecen suficiente superficie de apoyo evitando que el obstáculo se
hunda.

101. Alambradas Portátiles.

Las concertinas se pueden mover con facilidad y se adaptan bien para cerrar senderos y brechas
temporalmente, o para aumentar rápidamente la efectividad de las alambradas fijas, tales como la cerca
de doble caída. A continuación describimos otros tipos de alambradas portátiles:

a. Espirales de alambre suelto. La efectividad de las alambradas aumenta si se cierran los espacios
que hayan en los obstáculos o entre estos, con espirales de alambres suelto, lo que inmovilizará el
movimiento de las tropas temporalmente. Estos espirales se preparan de la siguiente manera:

(1) Se entierran cuatro postes de un metro formando un rombo de 1 mt. por 0. 5 mt.
(2) Se enrollan 75 mts. de alambre de púas firmemente alrededor del armazón. Se empieza a
enrollar en la parte inferior y se sigue enrollando gradualmente en forma de espiral hacia la parte
superior.

(3) Se desarrolla el alambre del armazón y se amarra en cuatro puntos equidistantes, para facilitar
su acarreo hasta el sitio donde se vaya a desplegar y usar. Un espiral pesa menos de 9.1
kilogramos y un solo hombre puede transportar tres o más de éstos, si se coloca dentro de sus
vueltas y hace uso de mangos portadores del tipo que trae la concertina.

(4) Si se necesitan grandes cantidades de espirales, se coloca el armazón en el torno de un camión


y se emplea el torno para enrollar el alambre.

b. Caballete de frisa. Caballete de alambre puado (Fig. 161) es una armazón portátil, de madera o de
metal, atado con alambre de púas. Se usa donde se necesite un obstáculo móvil, como por ejemplo,
una barricada en los caminos. Con un armazón de metal puede usarse eficazmente como obstáculo
submarino en defensa de playas. Este tipo de armazón se construye normalmente con una
separación de 3 a 5 mts. entre crucetas, y su altura debe ser aproximadamente 1 mt. Los travesaños
deben amarrarse firmemente al miembro horizontal con alambre corriente. Cuando se colocan en
posición, las puntas que descansan en el terreno deben estar bien fijas.

Figura 161. Caballete de frisa.

c. Alambres de zancadilla. Inmediatamente después de ocupar una posición defensiva, y antes de


intentar colocar alambradas de protección, se deben colocar alambres de zancadilla más allá del radio
de alcance de las granadas, generalmente de 30 a 40 mts. Estos alambres deben estirarse
aproximadamente 23 cmts. sobre el terreno y atarse a piquetes a intervalos no mayores de 5 mts. Se
les ocultará entre la maleza o entre los sembrados, o en los contornos naturales, como la orilla de un
sendero o el borde de una campiña. Los alambres de zancadilla se deben colocar en profundidad, y
de manera que su configuración sea irregular.

d. Enredapie. El enredapie (Fig. 162) se usa donde el enmascaramiento es esencial. El obstáculo


deberá emplearse en una profundidad mínima de 10 mts. Los piquetes deben esparciarse a intervalos

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irregulares de 75 cmts. a 3 mts. de distancia, y la altura del alambre de púas debe fluctuar entre 23 y
75 cmts. Este alambre se colocará en matorrales bajos, si fuese posible, utilizando los matorrales
como soportes para tramos de la alambrada. En terreno descubierto, se deben usar piquetes cortos.

102. Bandas Combinadas.

Como se observó en el párrafo 98. la alambrada alta puede construirse con hileras adicionales de cerca
y compartimentos triangulares para formar bandas de cualquier profundidad que se desea, o su eficacia
como obstáculo se podrá incrementar agregándole caídas, tanto anteriores como posteriores. Se pueden
combinar en bandas otros tipos de cercas para formar obstáculos mucho más difíciles de salvar que una
cerca sencilla. Se le puede agregar alambradas portátiles como se describió en el Párr. 101. La
construcción de bandas de diferentes tipos es conveniente, porque es mucho más difícil al eno
atravesarlos y además permite adaptar los obstáculos a la situación, al tiempo y a los materiales de que se
dispone. En las (Figs. 163 y 164) se muestran seis diferentes tipos de bandas combinadas eficaces. De
estas también pueden formarse otras combinaciones.

Sección III. CALCULOS SOBRE MATERIALES Y MANO


DE OBRA PARA ALAMBRADAS

103. Consideraciones Básicas.

Los obstáculos confeccionados con alambres de púas se construyen principalmente con materiales de
dotación, por tal motivo, se hace necesario una apreciación tanto del material como de la construcción. La
Tabla XXV especifica los pesos, las longitudes y los demás datos que se requieren para calcular la cantidad
de camiones para el acarreo. La tabla XXVI especifica la cantidad de materiales y mano de obra que se
necesitan para la construcción de diferentes tipos de alambradas. Esta tabla esta basada en el trabajo que
se debe efectuar durante el día, ya que para trabajos nocturnos los hombre-hora deberán aumentarse un
50%.

104. Cálculo de Alambradas para una Posición Defensiva.

a. Método de hacer los cálculos. La tabla XXVI especifica las cantidades y los pesos del material
para 100 mts. lineales de alambrada. Si se dispone de levantamientos topográficos a escala, las
longitudes de los diferentes tipos de alambradas se miden a la escala y se calculan las cantidades y
pesos. Si esto no es posible, el largo de las alambradas tácticas y de alambradas de protección se
pueden calcular basándose en la experiencia. Si el largo del frente se toma como una distancia en
línea recta entre puntos limitativos, las reglas son:

(1) El largo de una alambrada táctica es 1.25 veces el largo del frente, multiplicado por la cantidad
de cerca no importa cual sea el número de la unidad considerada.

(2) El largo de la alambrada de protección para una posición defensiva de 5 veces el largo del frente
que se está defendiendo, multiplicado por el número de cercas. Puesto que la alambrada de
protección rodea el área de cada sección, la alambrada de protección para las unidades es 2.5
veces la extensión frontal promedio de la sección multiplicada por el número de secciones consi-
derada:¡.

(3) Se usa una alambrada complementaria delante del Límite de las Avanzadas de Combate (LAC)
para interrumpir la línea de alambradas tácticas. Su largo es 1 – 25 veces la extensión delantera
de las unidades, multiplicada por el número de cercas. El largo de la alambrada

95
Complementaria detrás del LAC es aproximadamente igual a 2.5 veces la distancia desde el
LAC hasta la unidad de reserva que se encuentra más hacia la retaguardia, multiplicada por el
número de cercas. Esta regla empírica se aplica para todas las unidades.

b. Ejemplo: ENUNCIADO: Una posición defensiva con una extensión en el frente de 1.800 mts. y una
profundidad de 900 mts. La alambrada táctica es una banda que consta de 3 cercas de concertinas
triples. La alambrada de protección es una banda que consta de 2 bandas de doble caída de 4 y 2
pasos. La alambrada complementarias son del mismo tipo y profundidad que las alambradas a las
cuales complementan. Sólo se dispone de piquetes roscados y el trabajo se lleva a cabo durante el
día con personal sin experiencia. Requisitos:

(1) Material que se ha de solicitar.

(2) Hombres-horas que se requieren para construir.

(3) Cantidad de cargas de acarreo por camiones de 5 Tn. (para poder transitar a campo traviesa,
cada camión llevará solamente 5 Tns).

c. Solución: Alambrada táctica.

(1) Largo del trazado de la alambrada:


1.25 x 1800 x 3 = 6.750 mts.
(2) Secciones de cerca:

6.750 X 3 = 22.5 o 23 secciones.


300

(3) Piquetes cortos: 23 X 4 = 92

(4) Piquetes largos: 23 X 160 = 3.680

(5) Concertinas: 23 X 59 = 1.357

(6) Grampas: 23 X 317 = 7.291

(7) Carretes de 400 mts: 23 x 3 = 69

(8) Hombre-horas que se requieren para construir: 23 X 30 = 690

(9) Cargas acarreadas por camiones de 5 Tns:

6750 X 7.9 = 11.76 ó 12 cargas (1 lb = 0.4536 kgs)


5 X 2.000 x 0.4536

d. Alambrada de protección.

(1) Largo del trazo de la alambrada: 5 X 1. 800 x 2 = 18. 000 mts.

(2) Secciones de cerca: 18.000 = 60 secciones.


300

96
(3) Piquetes cortos: 60 X 200 = 12. 000
(4) Piquetes largos: 60 X 100 = 6.00
(5) Carretes de 400 mts: 60 X 14 = 840

(6) Hombre-hora que se requieren para construir: 60 X 59 = 3.540

(7) Cargas acarreadas por camión de 5 Tns:

18. 000 X 49 = 19.4 6 20 cargas


5 X 2.000 X 0.4536

e. Alambradas complementarias (Delante del LAC) igual que la táctica.

f. Alambrada complementarias (Detrás del LAC).

(1) Largo del trazado de la alambrada: 2.5 X 900 X 2 = 4.500 mts.


(2) Secciones de cerca: 4.500 = 15 secciones
30

(3) Piquetes cortos: 15 X 200 = 3. 000


(4) Piquetes largos: 15 X 100 = 1.500
(5) Carretes de 400 mts: 15 X 14 = 210
(6) Hombre-hora que se requiere para construir: 15 x 59 = 8. 65
(7) cargas acarreadas por camión de 5 tns.
4.500 x 4.9 = 4.8 ó 5 cargas
5 X 2.000 X 0.4536

Sección VH. OBSTACULOS CONTRA VEHICULOS


105. En la Defensa.
Los obstáculos contra vehículos no deben colocarse en una línea continua a lo largo del frente de una
posición debe haber brechas y sendas que les den discontinuidad pero que puedan mantenerse bajo la
observación y el fuego y en las que se puedan mantener luces de bengalas y otros dispositivos de alerta
listos para funcionar. Tales brechas o senderos tienden a canalizar el movimiento de los vehículos, aún
cuando se espera que puedan detener un ataque, a menos que se aprovechen la observación y el fuego de
protección. Si las fuerzas del Eno cuentan con equipo para salvar brechas cortas, el rendimiento de los
obstáculos contra vehículos que tengan menos de 20 mts. de ancho disminuye considerablemente. Una
zanja angosta detendrá a un Eno que cuenta con tal equipo, solo hasta que la pueda emplear.

106. Colocación de los Obstáculos.

Los obstáculos contra vehículos se sitúan de modo que se aprovechen los árboles, la maleza o las
ondulaciones del terreno para lograr enmascaramiento y sorpresa. Si se sitúan de modo que puedan
inundarse, serán más eficaces y se evitará que el eno los aproveche empleándolos como posición protegida
de tiro para la infantería. En algunas circunstancias, también pueden situarse, para la protección inmediata,
delante o detrás del LAZOR como complemento de otros obstáculos. Cuando se ubican de esta manera los
vehículos pueden quedar aislados del apoyo de la infantería y entonces serán vulnerables a las armas AT.

107. Zanjas.

97
a. Tipos (Fig. 165).

(1) Zanjas triangulares. Estas son relativamente fáciles de construir, pero un vehículo que haya
sido detenido en una zanja de este tipo generalmente, podrá salir de ella retrocediendo para
luego tomar otra ruta.

(2) Cortes a media ladera. Estos tipos de cortes son variaciones de las zanjas triangulares. Se
adapta a los trazos a media ladera de las elevaciones y tienen las mismas ventajas y
limitaciones, de todas las construcciones de este tipo.

(3) Zanjas trapezoidales. Para construir estas zanjas se necesita aproximadamente el doble del
tiempo que se requiere para construir las zanjas del tipo triangular, pero son obstáculos más
eficaces. En una zanja trapezoidal, una vez que el centro de gravedad del vehículo cruza al
borde, si la profundidad de la zanja es mayor que el alto de sus ruedas o de su superficie de
rodadura, el vehículo quedará atrapado. Los tramos de las zanjas que tengan más de 100
metros de largo, generalmente no se enmascaran. La (Fig. 166) muestra la forma de enmascarar
estas zanjas para que parezcan trinchera reglamentaria.

Figura 166. Zanja contra vehículos enmascarada para que parezca una trinchera reglamentaria.

b. Techado. Tanto las zanjas triangulares como trapezoidales, deben en lo posible ser techadas con
madera (1" de espesor) de cualquier tipo, teniendo presente que las tablas deben apoyarse mínimo 2'
en cada orilla de la zanja. Esto incrementará el rendimiento del obstáculo, causando un considerable
efecto de sorpresa en el enemigo.

c. Procedimiento de construcción.

(1) Excavación. Se excava las zanjas empleando equipo de remoción de tierra, explosivos o
herramientas de mano. Para que sean eficaces, las zanjas excavadas con explosivos tendrán
que terminarse dándoles la forma deseada usando equipo de excavación o herramientas de
mano. Las zanjas triangulares y los cortes a media ladera se construyen rápidamente usando
explosivos, tractores con empujadoras y, motoniveladoras. En realidad, el tiempo que se
requiere varía enormemente en los diferentes tipos de suelo. En la excavación de zanjas se
puede usar la pala grúa de tres cuartos de yardas cúbica si se dispone de ella y el terreno
permite su uso. En la tabla XXVII se indican los rendimientos que se emplean para calcular el
tiempo de. construcción, en suelo medio.

(2) Revestimiento. La pared de la zanja, o ambas paredes en el caso de una zanja después de su
excavación. El revestimiento del tipo paramento se usa casi exclusivamente con el tipo de
madera cortada o de zarzo debido a su durabilidad, empleando la técnica ya explicada. Es de
particular importancia que la parte superior del revestimiento quede aproximadamente 20 cms.
más abajo que la parte superior de la zanja y que los, piquetes de anclaje y los alambres
templadores queden cubiertos con 30 cms. de tierra.

108. Embudos.

a. Empleo. Los obstáculos tipo embudo se emplean para obstruir caminos, senderos o desfiladeros, con
preferencia en puntos donde el terreno impida bordear el obstáculo o donde el paso pueda ser minado

98
y batirse con fuegos AT hecho el embudo debe mejorarse siempre que sea posible ensanchándolo,
profundizándolo, innundándolo o minándolo.

b. Preparación. Igual que en la demolición de puentes, los embudos se forman colocando cargas
explosivas con anticipación, preparándolas para su detonación posterior. Las cantidades de cargas,
las profundidades a las cuales se deben colocar y el acondicionamiento de las mismas se especifican
en detalle en el Manual de Explosivos y Demoliciones 2a parte. Los métodos que normalmente se
emplean incluyen:

(1) La colocación de cargas en una alcantarilla debajo del camino, ocultas y listas para ser
detonadas a una distancia conveniente.

(2) Si no se dispone de una alcantarilla en el punto elegido, las cargas se colocan en el fondo de
perforaciones excavadas en el camino. Si se tienen disponibles perforadoras por compresoras
se deben usar. Se colocan las cargas y se preparan para detonarlas a una distancia con-
veniente. Las perforaciones se vuelven a llenar con tierra para que se disimulen.

109. Barricadas y Encofrados de Troncos.

a. Barricadas. Las barricadas formadas con troncos de 25 a 45 cmts. de diámetro según se muestra
en la (Fig. 167) se pueden usar con el fin de conseguir un mayor rendimiento como obstáculos de
un embudo u otro tipo de barricadas. Las barricadas obligan a los vehículos que se aproximan a
reducir su velocidad o puedan servir como un medio adicional para atrapar vehículos en las
cercanías de las zanjas antitanques. Cada barricada consta de un tronco de 45 cms. o tres 25 cms.
de diámetro firmemente enterrado en un camino o en el terreno que pueda servir como desvío. Una
barricada de este tipo detiene u ocasiona daños a casi cualquier tipo de vehículos a ruedas. Los
tanques podrán atravesarla a baja velocidad en terreno sensiblemente plano, aunque los detendrán
las barricadas colocadas en pendiente ascendente cuyo valor sea igual o mayor que la pendiente
máxima de ascenso del vehículo. Para detener un tanque en esta inclinación, el tamaño y la
ubicación del poste o de la barricada de troncos deben ser tales que la base del tanque quede a una
inclinación de 1 en 1. Los postes deberán amarrarse firmemente entre estacas resistentes a
distancias no mayores de 1.5 ms. Para determinar la altura de la barricada se sostiene una vara de
3.5 ms. de largo a un ángulo de 450 sobre la horizontal, con un extremo cuesta abajo con respecto
al terreno donde estará ubicada la barricada. La distancia entre el extremo superior de la vara y el
suelo proporciona el alto de barricada necesaria. LIL barricada deben colocarse en la parte más
empinada de la cuesta y tan cerca de la cumbre como sea posible.

b. Encofrados. Los encofrados rectangulares (Figs. 168, 169 y 170), se usan eficazmente como
barricadas cuando se disponga de troncos 6 bosques maderables y donde este tipo de obstáculo no
pueda evitarse con facilidad. A menos que se construyan con solidez, los obstáculos de este tipo
no son eficaces contra vehículos pesados a orugas. A los encofrados se les puede reforzar
llenándolos con tierra y piedras, no obstante será mucho mejor si la tierra se obtiene excavando una
zanja poco profunda delante del obstáculo. Si se colocan barricadas de troncos delante de un
encofrado los vehículos se verán obligados a reducir la velocidad y por consiguiente, el rendimiento
de la barricada será mayor. Una sección de Ingeniería equipada con herramientas apropiadas
puede construir 6 ms de este tipo de obstáculos en un período de 4 a 8 horas.

110. Postes.

99
a. empleo. Los postes constituyen unos de los obstáculos más eficaces contra los vehículos, debido a
que cada poste significa que la fuerza atacante tendrá que enfrentarse al problema de abrirse paso a
través de este. No existe método rápido alguno para abrir una brecha a través de una cerca de
postes; normalmente, el atacante tratará de desviar el obstáculo. Estas cercas de obstáculos se
pueden construir usando postes de acero, madera u hormigón.

b. Postes de acero. Estos postes son generalmente tramos de rieles, tubos pesado y o aceros de
construcción. Debido a que el área de su sección transversal es muy pequeña los postes de acero
se instalan sobre bases para impedir que el peso de un p tanque los entierre completamente.

c. Postes de madera. Estos postes deberán ser de madera dura y tener un diámetro mínimo de 40
cmts. Se colocan sobre bases, en donde las características de sustentación del terreno son
excepcionalmente malas. En las Figs. 171 y 172 se muestran cerco una barricada de obstáculos
hechos con postes de madera Fig. 173 muestra la planta y elevación de un obstáculo de cuatro
hileras de postes.

d. Postes de hormigón. Los postes de hormigón premoldeado se pueden colocar verticalmente o en


ángulos hacia la dirección de aproximación del Eno. La longitud, distancia entre postes y los
arreglos que se describieron anteriormente para los demás postes se aplican también a estos.

(1) Los postes de hormigón deben 4&r cuadrados de 3 mts o más de largo. Se pueden premoldear
fácilmente en cajas horizontales sin cubierta, en el fondo de tablones que tengan los lados y
extremos removibles. En la cara superior y en 4 puntos equidistantes se fijan dos arcos de
suspensión para cargarlos y descárgalos. En el extremo superior se fija un arco similar para
elevarlos y colocarlos en posición con teclas o cualquier equipo de izaje. El extremo inferior se
puede aguzar con facilidad. Se refuerza longitudinalmente a cierta distancia de la superficie
próxima a cada esquina del poste cuadrado con amarre transversales de fierro espaciados a 30
cmts de longitud. Para este refuerzo se utilizan barras redondas de l/2" de diámetro; se pueden
improvisar estas barras empleando de 4 a 6 hilos de alambre de púas en cada esquina que van
sujetos a los extremos del molde con tirantes. Después de haber mantenido estos postes bajo
una arpillera mojada por una semana o en pozas para el curado se instalan de la misma manera
como se describió para los postes de madera o acero. Si se emplea equipo para hincar pilotes,
puede necesitarse un martinete a vapor o aire comprimido para enterrar postes de este tipo,
según el tipo de suelo.

(2) Se pueden improvisar postes redondos de hormigón valiéndose de pedazos pequeños de tubos
de metal corrugado llenos de hormigón. Debido al tiempo que toma rellenar con hormigón un tubo
sostenido verticalmente y al desperdicio que significa el empleo del tubo, este método no es tan
recomendable como el empleo de postes cuadrados de hormigón premoldeado.

e. Colocación.

(1) Todos los postes son enterrados a una profundidad de 1.5 mts ya sea verticalmente o a un ligero
ángulo hacia el eno, y sobresalen de la superficie del terreno de .75 a 120 cmts. La altura
deberá variar de poste a poste. La densidad mínima aceptable para los postes es 200 postes
por cada 100 mts de frente. El espaciamiento debe ser irregular, habrá una distancia de por lo
menos 1 mt. pero no más de 2 mts entre postes.

(2) Los postes son igualmente útiles ya sea que se emplean en cercas largas o en secciones cortas
como barricadas. El camino puede mantenerse abierto hasta que se necesite la barricada y se

100
excavan hoyos que se revisten con tubos y luego se cubren para poder después instalar
rápidamente los postes. El rendimiento para la construcción de estas barricadas, basándose en
un camino de 6 mts es aproximadamente el siguiente:

(a) Empleando equipo a martinete; 2 'clases y 16 hombre de tropa: De 4 a 6 horas.


(b) Empleando barreno mecánico para sondeos o demoliciones tipo embudo; 1 clase y 8
hombres de tropa: De 2 a 2.5 horas.
(c) Empleando herramientas de mano; una Sección de Ingeniería de Combate: De 3 a 5
horas.

(3) Empleo de espirales de alambre compuesto. Se puede mejorar la eficacia de los postes con
obstáculos y hacer que estos sean mucho más difíciles de salvar, entre tejiendo alambre de púas
en forma de espirales entre cada uno de los postes. Según se indica en la Fig. 171. La cerca
que se muestra en la Fig. es un obstáculo tanto contra personal como los vehículos.

111. TaIas.

a. Empleo. Según se puede observar en la (Fig. 174), se pueden usar árboles derribados para obstruir
un camino o desfiladero. Para detener los vehículos a oruga, los árboles deben tener por lo menos 60
cmts o más de diámetro y 6 mts de largo. Para obstruir con eficacia un camino a través de un área
densamente arbolada se requiere que la tala tenga por lo menos 75 m de longitud.

b. Construcción. La talas pueden construirse valiéndose de herramientas de mano, usando explosivos


o empleando una combinación de cortes en la madera y explosivos: como se muestra en la Fig. 175.
Una sección de Ingeniería puede construir 75 mts de talas en 8 horas usando solamente herramientas
de mano. El manual de Explosivos y Demoliciones 2da parte contiene información sobre el uso de
explosivos para la construcción de talas. Siempre que sea posible, se debe seleccionar árboles
coposos de grandes ramas para confeccionar la tala ya que las ramas reducen el ímpetu del vehículo
y el follaje sirve como una cortina. Los árboles serán derribados como se muestra en la Fig. 1'74 de
modo que el tronco quede unido al tocón. Para asegurarse de que el tronco permanezca unido, no se
le hace corte alguno del lado del árbol hacía el cual deberá caer; se tira de él para que caiga en la
dirección que deseada y se corta a través de sus, dos terceras partes del lado contrario. Se aumenta
el rendimiento de una tala entrelazando alambre de púas en las ramas de los árboles.

112. Obstáculos de Acero.

a. Erizos. Los erizos de acero como los que se muestra en la (Fig. 176) son relativamente livianos y de
muy buen rendimiento, pudiéndose instalar y remover rápidamente. Están diseñados de manera que
giran debajo de los vehículos a rueda perforándolos o volcándolos. A menos que se mantengan bajo
observación y cubiertos con fuego, el eno puede zafarse de ellos fácilmente. Se adaptan eficazmente
cuando se usan en lugares: donde la vegetación es bastante alta, cubriéndolos parcial o totalmente.
Las partes que quedan al descubierto serán pintadas para que se confundan con los alrededores. Los
erizos se construyen en áreas de retaguardia, utilizando tres vigas angulares Con dimensiones
aproximadamente de 10 x 10 x 1 cmt y de 120 cms de largo, sobre una placa de acero de 1 cm de
espesor y 50 cms cuadrados. Un erizo de este tamaño pesa aproximadamente 72.58 kgs. Se em-
plean en hileras, se necesitan por los menos 150 erizos por cada 100 ms de frente que se desee
proteger tan por los menos 150 erizos por cada 100 ms de frente que se desee proteger.

101
b. Tetraedros. Los tetraedos como los que se muestran en la Fig. j77, se emplean de manera similar a
los erizos. Generalmente se hacen de vigas angulares con dimensiones aproximadas de 10 x 10 x l.5
cms dándosela a la base y a los lados la forma de triángulo equilátero de 1.5 ms de lado. Su altura
terminados, es de aproximadamente 1.2 rns.

Figura 177. Tetraedros de acero.

c. Vigas de acero de doble "T". Estas vigas se emplearán en hoyos preparados de antemano, en las
bifurcaciones de caminos, para formar un cerco AT. Las tapas, parecidas a las que se emplean en los
buzones de los desagües que se ven en la Fig. 178, s hoyos antes de colocarse las vigas de paso del
tránsito de nuestros vehículos, el Eno hace necesario la colocación de las vigas.

113. Obstáculos de Hormigón.

a. Cubos. Son obstáculos de hormigón de forma casi cúbica que se colocan en hileras irregulares.
En la Fig. 179 se muestra en tamaño y la colocación típica de estos obstáculos. Debido a su peso y
sencillez de construcción es más fácil moldear estos obstáculos en el sitio donde se vayan a
emplear, si la situación lo permite. Un cubo del tamaño que se muestra en la Fig. 179 requiere
aproximadamente 1.8 mis. cúbicos de hormigón. Su peso es aproximadamente de 5 Tns.

Figura 179. Cubos de hormigón.

b. Cilindros. Los obstáculos de hormigón de forma cilíndrica son por lo general más pequeños que
los cubos y lo suficientemente ligeros para poder premoldearlos. Su empleo es similar al de los
cubos y pueden ser más ventajosos en situaciones en que se requieren obstáculos prefabricados.
Los cilindros pueden premolderase en recientes de metal laminado liviano, que no necesidad de
eliminar posteriormente. Un cilindro del tamaño que se muestra en la fig. 180 requiere 1 m cubico de
hormigón y su peso es un poco menos de 3 Tns.

c. Teatraedos. Los teatraedos de hormigón son pirámides cuyas caras son triángulos equiláteros de
1.5 mts. De lado. Se cotetraedor de este tamaño tiene aproximadamente 1.2 mts de alto, requiere
0.9 mts cúbicos de hormigón y pesa aproximadamente 1.1 Tn pueden prefabricarse en moldes
acanalados entre divisiones triangulares empotrando un aro de suspensión en el centro de la
superficie superior de cada uno de ellos, a fin de que sirva para la colocación e izado.

114. Obstáculos Improvisados.

a. Se pueden improvisar barricadas valiéndose de carretones, automóviles y camiones cargados con


piedras, hormigón o cualquier otro material pesado. Al colocar en posición cualquiera de esos
vehículos se deben quitar las ruedas o pincharlas, y luego anclar el vehículo firmemente.
b. Los vehículos podrán moverse para cerrar una brecha que se haya dejado en un cerco de obstáculos
o un camino para mantenerlo abierto hasta la aproximación del Eno o cuando vamos a contraatacar.
c. Un obstáculos puede ser eficaz en ciertas situaciones se muestra en la Fig. 182 en la que se indica el
método de construcción. Se escoge un árbol grande a un extremo del camino y se corta casi en su
totalidad; luego se amarra un extremo de un cable al tronco y el otro a un árbol que ubicado al otro
lado del camino, de manera que si un vehículo pasa y tropieza con el cable, el árbol le caerá encima
averiándolo o inmovilizándolo.

102
115. Empleo de Cortinas de Enmascaramiento. Y de Obstáculos Simulados.

a. Finalidad. Siempre que sea posible, los obstáculos contra vehículos, particularmente las
barricadas, deberán enmascararse por las siguientes razones:

(1) Para ocultar la verdadera naturaleza del obstáculo.

(2) Para impedir que se abra fuego contra la parte más vulnerable.

(3) Para confundir a la dotacin del vehículo. También se deben colocar cortinas de
enmascaramiento delante de los obstáculos para demorar al Eno y obligarlo al consumo de
munición. El Eno no sabrá a ciencia cierta con que forma de obstáculo o defensa se está
enfrentando o si verdaderamente existe algún obstáculo. Si la fuerza Ena se detiene a
investigar, la defensa tendrá oportunidad para destruirla, de lo contrario correrá el riesgo de
encontrarse con minas, o de ser detenida por un obstáculo que está protegido por el fuego.

b. Ubicación. Las cortinas de enmascaramiento deberán colocarse a una distancia no mayor de 3 mts.
de los obstáculos que ocultan. Si un vehículo pasa a través de una cortina de enmascaramiento
ubicada a esta distancia, se encontrará con el obstáculo antes de poder detenerse, y por
consiguiente, no estará en situación de disparar contra el obstáculo. Las cortinas de enmascaramien-
to no deben dificultar los campos de tiro de los defensores.

c. Construcción. Una forma de cortina adecuada para ocultar una barricada consiste en dos tiras
horizontales de lona, una red camuflada o mantas cuya parte superior debe quedar a una altura
aproximada de 2 a 2.5 mts. La parte superior deberá quedar de 15 a 33 cmts. sobre la parte inferior.

d. Obstáculos simulados. Los obstáculos simulados se deben emplear preferentemente para confundir
y retardar los tanques y hacerles desperdiciar munición. Estos deben construirse con sumo cuidado a
fin de que parezcan reales. Se pueden hacer de yeso, madera o planchas de asbestos. Se pueden
emplear los obstáculos de madera imitando obstáculos de acero. Las minas contra tanques y contra
personal se deben colocar entre los obstáculos simulados.

Sección V. OBSTACULOS DE PLAYA Y DE CURSOS


DE AGUA

116. Finalidad.

La mayoría de los tipos de obstáculos que se describen en los párrafos 113 y 114 se pueden emplear
como obstáculos contra ciertos tipos de embarcaciones, a las profundidades para las que sean adaptados,
en las que se pueden colocar y anclar. La fuerza de la corriente determina la profundidad conveniente para
colocar obstáculos en el fondo más arriba del nivel de baja mar. Más allá de esta línea se pueden utilizar
embarcaciones para fondear los obstáculos más pesados o se pueden dejar caer al fondo con la ayuda de
grúas ubicadas en la playa o a bordo de pequeñas embarcaciones de desembarco. Los postes de acero, de
madera o de hormigón son obstáculos eficaces contra embarcaciones y fáciles de colocar excepto en lechos
rocosos o coralifero. Los postes se entierran con una inclinación hacia la parte más profunda. Los
obstáculos de bandera de otros tipos deben llenarse con piedras o anclarse de alguna otra manera. Los
obstáculos contra embarcaciones se pueden unir entre si con cables o se pueden anclar alambradas u otros
tipos de obstáculos entre éstos. En los ríos o en otros lugares donde el nivel del agua no cambia o donde la
fuerza de la corriente es suave o casi imperceptible, se pueden confeccionar obstáculos eficaces, colocando

103
bajo el agua minas antitanques reglamentarias con cubierta protectora y atándolas a postes u otros
obstáculos.

117. Obstáculos de Madera.

Los tipos de obstáculos de madera contra embarcaciones que hemos descrito y mostrado hasta ahora se
han confeccionado con troncos a los que se les ha dejado la corteza; no obstante se puede usar madera
aserrada si se puede conseguir con más facilidad. Además de los diferentes empleos que se pueden dar a
los postes de madera, de acuerdo con lo descrito en el párrafo 109, los obstáculos de madera que a
continuación se describen y se emplean eficazmente en las condiciones que se Mencionan

a. Encofrados y pilares rellenos con piedra. Los encofrados de troncos rellenos con piedras (Fig.
183) tienen por lo general 2 a 3 mts. de largo por 1 mt. de ancho y se mantienen estables hasta una
altura de 2 mts. Los troncos se sujetan en las esquinas con pasadores. Los encofrados se pueden
instalar en la playa cuando la marea está baja, también se pueden arrastrar hacia su ubicación en el
agua o sumergir antes de rellenarlos con piedras. Para alturas menores que construyen, con menos
materiales y esfuerzo, encofrados más pequeños de forma triangular que se conocen con el nombre
de pilares (Fig. 184). Ambos tipos se pueden unir entre sí con alambre de púas, cable o una
combinación de ambos.

b. Tetraedros. Los tetraedros de madera (Fig. 185) se clavan y amarran con alambre a un marca
triangular inferior, el que se construye en un sitio llenándolo con piedras. Se puede hincar un poste
a través del obstáculo para sujetarlo con mayor firmeza, los tetraedros, por lo general, se colocan a
intervalos de 5 a 10 mts. pudiendo unirse entre sí con cable, o se les puede incorporar un cerco de
alambre de púas.

Figura 185. Tetraedros de madera.

c. Andamiaje de troncos. A profundidades adecuadas, el andamiaje de troncos, como el que se


muestra en la Fig. 186, es eficaz contra la amenaza inminente de embarcaciones pequeñas. Los
postes de madera enterrados en el lecho son reforzados con riostras diagonales que se extienden
hacia la orilla y tirantes horizontales que van sujetos a corta distancia de la costa.

Figura 186. Andamiaje de troncos.

d. Postes de madera arriostrados. El obstáculo que se muestra en la Fig. 187 se puede construir en
aguas de poca profundidad en las que hay muy poca resaca. Los postes se entierran apro-
ximadamente a nivel del agua, en dos hileras escalonadas de modo que las riostras diagonales se
puedan extender desde cada poste posterior hacia dos de los postes delanteros y así formar una
estructura de rigidez excepcional. Los extremos inferiores de las riostras se pueden sujetar a los
postes posteriores antes de que se hayan terminado de enterrar estos y antes de que la estructura
esté a tal profundidad que se requiera equipo de buceo. Los postes delanteros se pueden unir entre
sí con cable o con alambres de púas para aumentar la rigidez de la estructura e incrementar aún
más el rendimiento de este obstáculo entretejiendo alambre de púas a los postes y entre éstos.

Figura 187. Postes de madera arriostrados.

e. Trípodes de troncos. Los trípodes de troncos arriostrados, construidos con troncos de 20 cmts. de
diámetro mínimo como se muestra en la Fig. 188 son obstáculos eficaces contra las embarcaciones.
El obstáculo se coloca de modo que su parte más larga quede hacia la dirección donde se espera el

104
asalto. Se puede colocar una mina antitanque reglamentaria en el extremo de esta parte más larga,
o esta parte puede terminar en punta. Construidos de varios tamaños para que queden cubiertos
por 30 a 60 cmts. de agua cuando la marea esta alta estos obstáculos se colocan en las playas
desde la marea que deja a la marca baja hacia atrás y aproximadamente a la mitad del nivel del
pleamar.

Figura 188. Trípode de troncos.

f. Rampas de troncos. Estas rampas se construyen como se indica en la Fig. 189 y se emplean para
destrozar los fondos de los botes de asalto que choquen con ellas y para voltearlos. Las rampas de
troncos son obstáculos eficaces ya sea que se le aseguren minas o no al extremo elevado de la
rampa. Estas pueden colocarse en una configuración irregular o en una cerca continua espaciadas
a intervalos de 3 mts. aproximadamente.

Figura 189. Rampas de troncos.

g. Casanueces. Estos obstáculos se construyen como se muestra la Fig. 190. La base de 0.9 x 0.9 x
0.6 mts. tiene una cavidad central lo suficientemente grande para alojar una o dos minas
antitanques, según la clase de obstáculo que se desee, esto es: de una 6 de dos direcciones.
También tiene, como parte de la estructura, un orificio donde encaja el extremo inferior del riel o
pértiga que acciona el dispositivo de encendido. Generalmente tiene pasadores de seguridad, de
hierro suave de medio centímetro que sostiene la riel en posición recta e impide que el oleaje bote
de desembarco que golpee la el pasador de seguridad haciendo detonar las minas. Estos
obstáculos se colocan normalmente en forma irregular, combinándolos: con postes corrientes de
acero y de troncos.

118. Obstáculos de Acero.

Se pueden confeccionar obstáculos sencillos y eficaces contra embarcaciones tipo postes, con vigas,
pilotes y rieles de acero. Estos últimos pueden enterrarse en lechos rocosos o coralíferos, en los que se
astillarían los pilotes de madera. Los obstáculos de acero portátiles son ventajosos como obstáculos
submarinos debido a su gran peso. Pueden permanecer en posición sin anclarse alguno sin temor de que
los arrastre el oleaje o las corrientes. A continuación se describen algunos de los obstáculos de acero fa-
bricados en campaña para uso contra embarcaciones:

a. Andamiaje. En playas que tengan un flujo y reflujo considerable se pueden enterrar tubos de acero
de 5 cmts. y soldarse juntos para que formen una estructura del tipo de andamiaje como se muestra
en la Fig. 191. Se le pueden sujetar minas flotantes más abajo del nivel normal del agua, para que
estallen si una nave rosa contra ella.

b. Erizos. Los erizos de acero del tipo que se muestra en la Fig. 192 se fabrican en la retaguardia, se
envían sin armar y se arman rápidamente con una unión central empernada. Las vigas angulares
que se utilizan son generalmente de 1 mt. de alto. El erizo se emplaza sin anclaje para que gire
debajo de los barcos o vehículos anfibios, los perfore y los ancle al hundirlos. Normalmente los
erizos se instalan en varias hileras, usando aproximadamente 150 erizos por cada 100 mts. de
playa.

Figura 192. Erizo de acero.

119. Obstáculos de Hormigón.

105
Al igual que los obstáculos confeccionados con otros materiales, todos los tipos de obstáculos de
hormigón que se describen en el párrafo 113 se podrán usar como obstáculos de playa en ciertas
condiciones. Los obstáculos de hormigón del tipo poste son particularmente útiles si se dispone de
equipo pesado de martinete. Al hacerse mejoras, a estos tipos de obstáculos se les puede usar
contra embarcaciones, empotrandoles rieles en sus superficies formando así bloques córneos
submarinos. Los obstáculos de hormigón con cuernos de acero se muestran en las Figs. 193 y 194.
Al colocar los rieles en un ángulo de aproximadamente 450 con la vertical, se puede perforar una
embarcación y posiblemente se hundirá, ya que tal penetre totalmente en su casco. Los ag-
uzándolos con equipo cortador oxiacetilénico.

Figura 194. Cuernos de acero empotrados en dientes de dragón hechos de hormigón.

120. Alambres de Púas como Obstáculos de Playa.

Se usan como obstáculos contra personal aunque también' servirán para detener embarcaciones de
desembarco pequeñas. Estas alambradas se colocan contiguas al andamiaje o a los obstáculos
sumergidos, del lado que da hacia la orilla, y si es posible, se cubren con fuegos de ametralladoras. Las
alambradas generalmente se construyen cuando la marea está baja y requieren constante conservación,
particularmente si se colocan donde hay oleaje. También se tienden alambradas en las playas o en los
bancos de los ríos combinándolas frecuentemente con campos de minas antitanques y contra personal.
Casi todos los tipos de alambradas ya descritas se pueden emplear en combinación con otros tipos de
obstáculos submarinos y de playa.

121. Obstáculos Submarinos Improvisados.


Los obstáculos descritos en los párrafos que siguen se construyen con materiales del lugar y algunos se
completan con alambre de púas. Por lo general este tipo de obstáculos es difícil de salvar. Siempre que
sea posible se deben emplear minas con los obstáculos a fin de aumentar su rendimiento y para impedir que
los equipos de demolición submarina eno puedan removerlos.

a. Montículos de piedra. Estos obstáculos consisten sencillamente en montículos de piedra de


aproximadamente 1 m. de alto 3.9 mts. cuadrado y escalonados a intervalos de 3 a 5 mts. en los
bordes exteriores de los arrecifes o en las orillas de playas de desembarco probables.

b. Muros de piedra (Fig. 195). Estos muros tienen aproximadamente 1 m. de alto y 1 m de ancho y
están colocados en secciones o en líneas continuas. Debe minarse y colocarles concertinas en la
parte superior, de modo que la parte superior de la concertina quede justamente debajo de la
superficie del agua durante la pleamar.

CAPITULO 7
USO DE EXPLOSIVOS EN LA EXCAVACION
DE EMPLAZAMIENTOS

Sección I. GENERALIDADES

122. Alcance.

a. Este capítulo describe el método para el empleo de explosivos en la excavación de


emplazamientos, cuando se trata de aumentar el rendimiento de la pala y el pico en terrenos duros,
haciendo así mas rápida y fácil la tarea. Generalmente, las explosiones para formar embudos

106
ocasionan una dispersión de las tierras, difíciles de enmascarar, de allí que en este capítulo se trate
únicamente del procedimiento de excavación de pequeños embudos, para remover las tierras sin
esparcirlas y que permitan sacarse fácilmente con la pala.

b. El uso de explosivos no es recomendable en excavaciones de menos de 60 ctms. de profundidad.


Las cargas usadas serán pequeñas y se colocarán a una profundidad y espaciamiento con-
venientes, de manera que la dispersión de la tierra sacada se limita a un radio muy estrecho. Esta
dispersión se limita además, colocando una cubierta impermeable sobre las cargas ya atacadas y
listas para explotar.

c. La ventaja del empleo de explosivos en la forma expuesta, naturalmente será en función de la


disponibilidad de estos medios y personal entrenado en su manipulación y empleo, asimismo, debe
tenerse en cuenta que la ubicación del líorno, no sea descubierta por el enemigo por el ruido que
pueda producir la explosición.

123. Herramientas y Materiales.

Las herramientas que se emplean son la perforadora de tierra, barretas, cucharas, mangos de pico,
atacadores, punzones, pisones de pequeño diámetro, picos, palas angostas, etc. etc. Los materiales
requeridos son: explosivos, fulminantes ordinarios y eléctricos, conductores, mecha lenta, cordón detonante,
galvanómetros, explosores, una batería, encerados o esteras de rubofo lo suficientemente grandes que
permitan extenderse de 1 m a 1.20 m más allá del diámetro exterior del emplazamiento del enbudo que se
trata de obtener.
Sección II. PROCEDIMIENTO GENERAL

124. Profundidad y Espaciamiento de los Barrenos.

a. Profundidad. Los barrenos se excavarán de acuerdo con la profundidad que se desee obtener
debajo del nivel del, suelo natural. Si esta profundidad fuera mayor de 1.20 m se iniciarán hasta allí
una primera excavación, repitiéndose luego el mismo procedimiento para ahondar la anterior hasta
lograr la profundidad deseada. Las tierras removidas se sacarán con pala y se acondicionarán en
lugar conveniente, sea para su eliminación o para utilizarlas en el atacado.

b. Espaciamiento. Por regla general, los barrenos deben espaciarse máximo a una distancia igual a
1.5 veces la profundidad, quedando en lo posible equidistantes unos de otros. Véase lo descrito
adelante, en las secciones III y IV.

125. Colocación de las Cargas.

a. Cargas de prueba.

(1) Debido a la diferencia de los efectos de los explosivos, según la naturaleza del terreno y sus
características propias, el volumen de la carga por usarse no puede determinarse
exactamente, sino por una explosión de prueba. Para ello, se colocará y atacará
convenientemente, cubriéndose la superficie libre con una máscara y luego se le hará
detonar.

(2) Conviene algunas veces, romper y aflojar el terreno hasta la mitad de la separación entre
hoyos, sobre todo si se trata de no desgranar o dispersar el terreno. Si no se obtienen

107
resultados satisfactorios, podrá usarse otro tiro de prueba; los resultados de esta carga de
prueba servirán de base para de terminar la cantidad de explosivos para los demás hoyos.

b. Carga principal. Se prepara la cantidad adecuada de explosivos, una vez determinada mediante la
carga de prueba en un horno, se coloca y apisona en cada hoyo y luego se conecta, con los
conductores en serie, el encendido simultáneo de las cargas. No es conveniente usar cordón
detonante, debido a que es más peligrosa su manipulación y puede perjudicar el explotar la
máscara o capa encerada con que se cubre.

126. Terminación de la Excavación.

La excavación se termina después de la explosión de las cargas, sacando con pico y pala la tierra
removida, hasta obtener las dimensiones deseadas; esta tierra se coloca a los costados, sea para
rellenos posteriores o para construir un parapeto de protección. El fondo se nivela y apisona
convenientemente (Fig. 196).

Figura 196. Emplazamiento después de la excavación de toda la tierra suelta.

Sección III. EMPLAZAMIENTOS RECTANGULARES

127. Consideraciones Generales.

Para emplazamientos rectangulares, los barrenos se harán en líneas paralelas y a igual distancia unos de
otros, dándoles la profundidad adecuada y separándolos a una distancia de 0.60 m de los bordes probables
de la excavación y teniendo en cuenta la indicación anterior, de que, la distancia entre dos líneas no debe
exceder de 1.5 veces la profundidad de los hoyos.

128. Distribución de las Cargas (Fig. 197).

a. Filas exteriores. Las cargas de las filas exteriores se colocarán como sigue:

(1) Se hace el trazado del emplazamiento en el terreno y se marca un hoyo orientado en cada
esquina y a una distancia de 0.60 cm de las líneas laterales.

(2) Se colocan los demás hoyos laterales a igual distancia y teniendo en cuenta que no exceda de
1.5 veces la profundidad de los hoyos.

b. Filas interiores. Las cargas de estas filas se colocan como sigue: Se marca las filas interiores
equidistantes de las exteriores y a distancias que no excedan de 1,5 veces la profundidad de los
hoyos, teniendo en cuenta que los hoyos de una fila estén a la mitad del intervalo de los hoyos de la
fila anterior, formando un sistema escalonado, alternativamente.

Sección IV. EMPLAZAMIENTOS CIRCULARES 129. Consideraciones Generales.

Los emplazamientos circulares requerirán una disposición previa de los barrenos, alrededor de un barreno
central. Se sitúan los barrenos en cada circunferencia concéntrica, espaciados a distancias no mayores de
1.5 veces la profundidad del hoyo.

130. Distribución de las Cargas. (Fig. 198).

108
La Tabla XXVIII, da los radios de círculos y el número de barrenos por vueltas, para emplazamientos
circulares de profundidad variables; el trazado de los barrenos se hace del modo siguiente, aplicando la
tabla XXVIII.

a. Con un cordón o pita trácese en el suelo un círculo de (N-2) pies de radio, siendo N el radio total del
emplazamiento por construir, se divide dicho radio en partes espaciadas en 1.5 veces la profundidad
de los barrenos y así se determina el N° de círculos concéntricos. Luego, se trazan los círculos
concéntricos.
b. En cada círculo, se colocan los hoyos equidistantes y a la distancia anteriormente indicada.

c. Cuando el diámetro es pequeño o inferior a 1.5 veces la profundidad del hoyo, una sola carga
colocada en el ..centro se considera suficiente, calculándose su volumen ya en razón del diámetro y
no de la profundidad del barreno. Para un hoyo de prueba puede usarse media libra de explosivo
por cada pie y medio de diámetro. Cuando el diámetro es de 1.5 a 3 veces la profundidad, se
colocarán en círculo intermedio trazado entre el exterior y el centro del emplazamiento, tres hoyos
en tresbolillo y equidistantes entre sí (Fig. 199).

Figura 199. Disposición de los barrenos cuando el diámetro del emplazamiento excede 1.5 pero no
más de 3 veces la profundidad de los barrenos.

Sección V. RAMPAS
131. Procedimiento de Construcción.
Las rampas para los emplazamientos se construirán con una pendiente máxima de 25,% y su largo
dependerá de la profundidad de la excavación. Se prolongarán los hoyos de la excavación en el sentido de
la rampa para aumentar la profundidad, tal como se ilustra en la (Fig. 200). Como los explosivos no deben
emplearse en excavaciones de menos de 2 pies de profundidad, se comenzará la excavación del extremo
superior de la rampa con pico y pala, hasta la profundidad indicada. En profundidades mayores de 4 pies, a
partir de esta distancia se utilizará el procedimiento indicado para emplazamiento rectangulares y luego, le
dará la inclinación necesaria a la rampa, tal como se describe en el siguiente párrafo.

132. Distribución de Cargas.

En la (Fig. 200) se muestra la posición y profundidad de los hoyos, de acuerdo con el siguiente
procedimiento:

a. Hileras exteriores. Se hace en el terreno el trazado de la rampa, dándole 4 pies de longitud por
cada pie de profundidad. de 2 pies, al interior del borde de la rampa y a 10 pies del extremo exterior
de ésta, se coloca un barreno de 2 pies de profundidad. Hacia el centro de la rampa y a ambos
lados del hoyo anterior, se situará un hoyo de 3 pies de profundidad Sobre esta misma línea y a 4
pies, se coloca un segundo hoyo de 3 pies de profundidad. Un par similar de cargas se dispondrán
en la fila interior y en forma alternada.

b. Hileras interiores. Se colocarán los hoyos en estas hileras, equidistantes entre sí y de las hileras
exteriores a intervalos que no excedan de 4 pies y a profundidades variables de acuerdo con la
pendiente de la rampa.

Sección VI. EMBUDOS

133. Creación de Embudos para Emplazamientos.

109
Cuando no se requiere enmascarar el trabajo, los emplazamientos pueden excavarse creando embudos
de la forma que se quiera dar al emplazamiento. Se completa la excavación con pala una vez removido el
terreno, disminuyendo considerablemente la labor de eliminación de tierras. El centro del embudo será
rellenado con tierra de los bordes, y apisonado convenientemente, para crear un piso consistente.

134. Distribución de Cargas.

Los hoyos para los embudos rectangulares y circulares son similares a los ya descritos en las Secciones II
y IV, teniendo en cuenta además las siguientes consideraciones:

a. La profundidad de excavación será los dos tercios de la profundidad requerida para el


emplazamiento.

b. El espaciamiento entre hileras y entre hoyos de una misma hilera, será el doble de la profundidad de
los barrenos.

c. La distancia entre el borde del emplazamiento y la línea de barrenos exteriores, será igual a la
profundidad de los barrenos.

d. Las dos terceras partes de la carga, se colocará en el fondo del barreno y la tercera parte a la mitad
de la distancia sobrante, para la profundidad de la excavación.

e. Las cargas centrales del hoyo de un emplazamiento circular y la de los hoyos interiores de un
emplazamiento rectangular, será el doble de las usadas en los barrenos exteriores.

f. En el cuadro que sigue, se da una guía para la determinación de las cargas en terrenos arenosos y
arcillosos. En caso de construirse varios emplazamientos, se recomienda utilizar uno de ellos como
carga de prueba antes de cargar los demás barrenos.

CANTIDAD DE EXPLOSIVOS PARA VOLADURA DE EMBUDOS

Profundidad de los barrenos (ms) Bloques de media Ubra de explosivos

0.6 5
0.9 10
0.5 15
1.5 25

ANEXO 2
FACTORES DE PROTECCION DE LAS FORTIFICACIONES
1. Objeto.

El Factor de Protección de una Fortificación (FPF) proporciona los medios para determinar, dentro de los
límites específicos, el valor relativo de las fortificaciones de campaña. El FPF es una cifra sencilla
representativa para comparar la protección que brinda las diversas fortificaciones contra las armas nuclea-
res. No es necesario poseer un conocimiento minucioso sobre los efectos que producen las armas

110
nucleares ni tener datos clasificados ni gráficos para hacer uso de estos factores; sin embargo, éstos no
substituyen los análisis detallados de los efectos de las armas nucleares.
2. Definición.
El FPF de una fortificación es la medida por la cual se determina la posibilidad de que sea lesionado
un hombre dentro de una fortificación cuando ocurre una explosión nuclear, en comparación con el riesgo
que corre otro hombre que se encuentren descubierto en el mismo sitio. Estos factores se basan en el
tamaño que debe tener la zona en que se encontraría el punto cero de una explosión, que es igual al
tamaño del área que abarca el arma en particular, para así poder tener un 50,yo de probabilidad de
causarle lesiones a una persona que esté en el centro del área objetivo. El FPF de una fortificación se
determina por el tanto por ciento de bajas que ocurre en las áreas de daños donde se encuentren tropas
protegidas o sin protección expuestas a la misma arma y a las mismas condiciones.

3. Empleo.

El FPF se aplica a una fortificación que está expuesta a un sinnúmero de condiciones variadas. La
razón de daño es siempre uno (1), por lo tanto, para evitar el uso de fracciones, éste se multiplica por 100.
Los factores de protección de las fortificaciones fluctúan entre 0 y 100 y mientras mayor sea el FPF de una
fortificación, menor será la protección que brinde. Por ejemplo, un hombre al descubierto tiene un FPF de
100, mientras que si se encuentra en un hoyo de tirador para un solo hombre tendrá un FPF de 65 o 35,7o
más protección de lo que tenía mientras se encontraba al descubierto.

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