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EROSIÓN

Se entiende por erosión el proceso de “desagregación y remoción de partículas del


suelo o de fragmentos y partículas de rocas, por la acción combinada de la gravedad
con el agua, viento, hielo y/u organismos (plantas y animales)” .En general, se
distinguen dos formas de enfoque para los procesos erosivos: erosión “natural” o
“geológica”, que se desarrolla en condiciones de equilibrio con la formación del
suelo, y erosión “acelerada” o “antrópica”, cuya intensidad, siendo superior a la de la
formación del suelo, no permite su recuperación natural.
Factores naturales que influyen en la erosión:
 Lluvia
El agua de lluvia provoca la erosión del suelo por el impacto de las gotas sobre su
superficie, cayendo con velocidad y energía variables, y a través del escurrimiento del
torrente. Su acción erosiva depende de la distribución pluviométrica, más o menos
regular, en el tiempo y en el espacio, y de su intensidad. Lluvias torrenciales
o chaparrones intensos, como una tromba de agua, constituyen la forma más
agresiva de impacto del agua en el suelo. Durante esos eventos la aceleración de la
erosión es máxima.
 Cobertura Vegetal Efectos)
a) protección contra el impacto directo de las gotas de lluvia;
b) dispersión y quiebre de la energía de las aguas de escurrimiento superficial;
c) aumento de la infiltración por la producción de poros en el suelo por acción de las
raíces;
d) aumento de la capacidad de retención de agua por la estructuración del suelo por
efecto de la producción e incorporación de materia orgánica.
 Topografía
La influencia de la topografía del terreno en la intensidad erosiva se verifica
principalmente por la inclinación y largo de la pendiente (largo de la ladera). Estos
factores interfieren directamente en la velocidad de los torrentes.
 Suelos
Las propiedades físicas del suelo, principalmente textura, estructura, permeabilidad y
densidad, y las características químicas, biológicas y mineralógicas, ejercen diferentes
influencias en la erosión, al otorgar mayor o menor resistencia a la acción de las
aguas.

Erosión eólica Erosión fluvial (meandros)


La erosión es un proceso natural que degrada los suelos.
La erosión es el desgaste que se produce en la superficie de rocas, suelos o
materiales en general por la acción de agentes externos (como el viento o el agua) o
por la fricción continua de otros cuerpos.
Se diferencia de la
meteorización, en que ésta es
estática mientras que la
erosión implica un transporte
del material desgastado.
La erosión del suelo
normalmente reduce su
fertilidad ya que su acción
provoca que los materiales
pierdan minerales y materia
orgánica.

AGENTES EROSIVOS
La erosión es el desgaste del relieve y se produce cuando el agua, el hielo o el viento
arrastran la tierra o la roca meteorizada. La roca blanda es más susceptible de ser
fragmentada y llevada luego por acción de la gravedad, que la roca dura.
Los agentes erosivos como el agua y el viento actúan mayormente cuando las
condiciones del terreno son favorables, es decir, en regiones que registran un alto
porcentaje de humedad o por el contrario donde son muy secas. Pero no solo los
factores naturales pueden aumentar el riesgo erosivo, el hombre al intervenir el paisaje
natural, también tiene mucha responsabilidad al respecto, especialmente cuando se
deforestan amplias zonas de vegetación o se construye en lugares inapropiados.

El agua El viento Un glaciar


Los agentes geológicos externos pueden ser pasivos:
Pasivos: producen la disgregación de la roca, pero no movilizan esos fragmentos. Son
los agentes atmosféricos: temperatura, humedad, oxígeno, etc.
LOS PRINCIPALES AGENTES EROSIVOS ACTIVOS
El agua
Desprotege el suelo de la vegetación. Al aparecer las
lluvias, sobre todo si éstas son torrenciales, el agua
arrastra las partículas del suelo hacia arroyos y ríos. Como
consecuencia, el suelo pierde su capa superficial y la
materia orgánica, entrando en un proceso de deterioro que
puede acabar en desertización.
La erosión hídrica es provocada por el golpeteo del agua
de lluvia sobre las partículas del suelo, pero sobre todo por
las aguas que como consecuencia de lluvias torrenciales
o de deshielos discurren por la superficie del terreno
arrastrando principalmente los materiales más finos:
arenas, limos y arcillas, causando, además de una pérdida
de suelo, el empobrecimiento en minerales del mismo.
Las señales que produce la erosión causada por las aguas sobre el suelo son: pérdida
de una lámina de suelo cuando el agua discurre suavemente por una superficie, o bien,
una serie de regueros o surcos que con el paso del tiempo van profundizándose hasta
convertirse en cárcavas y barrancos cuando la escorrentía es fuerte.
En los suelos que poseen una gran capacidad de infiltración del agua, cuando la
cantidad de la misma es muy grande, el suelo se convierte en barro y puede deslizarse
por las laderas formando coladas de barro.
Los ríos transportan fragmentos rocosos y erosionan el relieve de la zona por donde
corren, modificándolo.
Las lluvias provocan cambios en la superficie terrestre dando origen a dos principales
relieves: las cárcavas (grietas) y los bad-lands (laberintos de crestas y cárcavas).
Las aguas subterráneas son las que circulan por el subsuelo o están almacenadas en
él, y proceden, en su mayoría, de la infiltración de las aguas de lluvia, del deshielo, de
los ríos, etc. Contribuyen con su acción a la formación del paisaje kárstico: cuevas y
cavidades y pasadizos internos más o menos horizontales, que se denominan galerías.
Dan origen a cavernas, puentes naturales y sumideros.
El agua de mar, con su incesante movimiento (olas y corrientes), es un importante
agente modificador del relieve costero, a través de un proceso de abrasión.
Los glaciares. Son enormes masas de hielo
que se desplazan lentamente y desgastan los
terrenos por los que se deslizan. El hielo es
capaz de cortar o arrancar enormes rocas con
mucha más fuerza que otros agentes
erosivos. Forman las morrenas y pueden
excavar valles en forma de U en las regiones
montañosas.
El viento
La Erosión eólica posee dos facetas, el levantamiento y transporte de partículas del
suelo por el viento, y el efecto abrasivo que dichas partículas producen sobre rocas o
edificios al chocar contra ellos. La erosión eólica es frecuente en climas áridos y secos,
y se desarrolla bajo dos procesos: deflación, en que el viento barre o levanta las
partículas sueltas de una superficie o terreno; y corrosión o abrasión: la roca se
desgasta a causa del continuo choque de las partículas arrastradas por el viento,
produciendo alveolos o cavidades en las rocas.
El viento pule, desgasta y arrastra las
partículas de suelo y de roca. Un
ejemplo de esta acción son los paisajes
generados en zonas áridas y desérticas.
Al depositar grandes capas de polvo
(llamado loess) origina suelos fértiles en
zonas húmedas.
Contribuye a la erosión marina al lanzar
contra las costas las olas provocadas
por su impulso, con lo que se forman
acantilados y playas.
Seres vivos
Normalmente la vegetación rompe las rocas con sus raíces y fija el suelo de las
montañas, con lo que impide que sea arrastrado por las lluvias.
Erosión por influencia humana
A los factores naturales, ya indicados, que influyen en los procesos erosivos hay que
añadir al hombre. Además, las actividades humanas modifican y cambian el paisaje.
Actividades que causan erosión
Especialmente en el último siglo su influencia ha sido notoria debido a la agricultura
Intensiva que empobrece la fertilidad del suelo al destruir el complejo húmico-arcilloso
por insuficiencia de abonado orgánico; al propio tiempo, hay un exceso de abonado
inorgánico que, junto con la maquinaria agrícola, va destruyendo la estructura del suelo
haciéndolo más compacto y propicio para la acción de las aguas salvajes o de
escorrentía superficial.
La mayor presión poblacional ha hecho que se cultiven tierras marginales con
pendientes elevadas, lo que ha favorecido también la acción de estas aguas.
El sobrepastoreo en climas semiáridos y mediterráneos es otra causa del incremento
de erosión debido al pisoteo y a que la vegetación es escasa y difícil de recuperar.
La deforestación y reforestación inadecuadas, y los incendios forestales han
potenciado también los procesos erosivos.
MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE LA EROSIÓN
• Directos:
Cualitativos: observando la cantidad y profundidad de los surcos, cárcavas y
barrancos, así como el grado de cobertura vegetal del suelo y visualización de raíces.
Cuantitativos: varillas graduadas que se clavan en un suelo para apreciar la pérdida
del mismo.
• Indirectos
Se basan en la construcción de modelos formales (matemáticos) con los cuales se
estima la vulnerabilidad de un suelo a la erosión.
El principal de todos ellos es la Ecuación universal de pérdida de suelo (USLE). Este
modelo utiliza variables que se pueden cuantificar y que están relacionadas con los
factores que influyen en la erosión.
Se utilizan parcelas patrón (de 22,1 m de longitud y 9% de pendiente, dejadas en
barbecho) para a partir de ellas estimar cuantitativamente la erosión de distintos
terrenos.
La pérdida de suelo se evalúa en función de varios factores, la erosividad, o capacidad
de la precipitación para erosionar, la erosionabilidad, que es el resultado de varios
factores: edafológicos (características del suelo: de la roca madre, textura, estructura,
etc.), la topografía (tanto de la inclinación como de la longitud de la pendiente), y la
vegetación y tipo de uso.
Una vez obtenidos todos los datos, se procede a confeccionar mapas de los mismos,
que se integran para delimitar unidades de erosión.

DESERTIZACIÓN
La desertización es un proceso natural de avance del desierto. Tiene lugar por cambios
en la climatología que producen un incremento de la aridez y que desencadenan un
bucle de realimentación positiva entre procesos erosivos y pérdida de vegetación

DESERTIFICACIÓN
Para diferenciar el proceso natural de avance de los desiertos de este mismo proceso
pero favorecido por las actividades antrópicas, algunos autores utilizan el término
desertización, para el primero, y desertificación para el segundo. La distinción es clara
pero en la práctica es muy difícil saber si hay o no contribución humana al proceso,
sobre todo si tenemos en cuenta la posibilidad de un cambio climático influido por el
hombre.
De cualquier manera definiremos desertificación como la degradación de las tierras en
las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, provocada por diversos factores,
entre ellos las actividades humanas. Tal degradación se traduce en una pérdida de
productividad progresiva.
Los procesos provocados por las actividades humanas que pueden favorecer la
desertificación son:
- Incremento de la aridez por el posible cambio climático.
- Erosión hídrica y eólica implican un arrastre de nutrientes.
- Degradación química: a la salinización y toxificación anteriormente reseñadas hay
que añadir la pérdida de fertilidad por acidificación del suelo (lluvia ácida, aguas
residuales).
- Degradación física: supone una pérdida de estructura por compactación de los
horizontes superiores del suelo, por empleo de maquinaria pesada y pisoteo.
- Degradación biológica: siendo el suelo un ecosistema, la pérdida de la edafoflora y
edafofauna contribuye a la pérdida de la estructura, y a que los procesos de
humificación y mineralización se empobrezcan alterando los ciclos de la materia y la
fertilidad del suelo.
- Deforestación y sobrepastoreo disminuyen la vegetación.
RIESGOS DE EROSIÓN Y DESERTIFICACIÓN
Tanto la erosión como la desertificación pueden considerarse también riesgos
inducidos, puesto que, además de tener consecuencias para los ecosistemas, afectan
a los bienes humanos.
Entre las consecuencias de la erosión cabe distinguir: la colmatación de presas, ríos,
alcantarillas, reduciendo en una caso el período de aprovechamiento, el agravamiento
de las inundaciones puesto que el aumento de materiales sólidos produce mayor
escorrentía, la acumulación de arenas y gravas en áreas fluviales fértiles, la pérdida
de suelo cultivable y de su fertilidad contribuyendo ello a la desertificación y al deterioro
de ecosistemas fluviales por deposición de sedimentos.
Se considera que la erosión y la desertificación constituyen problemas globales ya que
se calcula que el 30% de la superficie continental, especialmente en el norte de África
y en Asia occidental, y en menor medida en el oeste de América, sufren estos
problemas ambientales. Las pérdidas económicas por el proceso de desertificación se
elevan a 42.000 millones de dólares todos los años, afectando a cerca de 1.000
millones de personas.
Como resultado de la sobreexplotación del suelo por actividades agrícolas, ganaderas,
forestales, de infraestructura y de la ocupación del suelo se producen una serie de
impactos ambientales: erosión, contaminación, desertificación, pérdida de hábitats.
MEDIDAS CONCRETAS CONTRA LA EROSIÓN Y DESERTIFICACIÓN
Se ha discutido acerca del carácter renovable o no del suelo. Por una parte, la
formación de un suelo ocurre en un período muy largo de tiempo, entre cientos y miles
de años, lo que hace que muchos autores consideren que es un recurso no renovable,
sobre todo si se tiene en cuenta que los procesos erosivos desencadenados por la
influencia humana pueden ser muy rápidos, comparativamente hablando.
Sin embargo, por otra parte, el suelo puede ser considerado un recurso potencialmente
renovable en el caso de que se sepa utilizar correctamente, así al menos ha ocurrido
en muchas zonas del mundo.
En el caso del petróleo por ejemplo, no lo podemos hacer, una vez experimentada la
combustión, los gases se dispersan y no podemos revertir el proceso. Los stocks se
acabarán agotando tarde o temprano. En el caso de los minerales su recuperación se
podría hacer fácilmente, siempre y cuando los utilizáramos en el propio lugar donde se
extraen, en lugar de proceder a su dispersión mediante la exportación. No siendo así
su reposición o reciclaje es muy parcial y supone un gran gasto energético, por lo que
pueden considerarse como no renovables. Sin embargo, el suelo es un recurso
potencialmente renovable. Se conoce desde hace mucho tiempo la tecnología para
conservarlo permanentemente. La condición es evitar su dispersión, es decir, su
erosión.
Dicho esto, el principio de sostenibilidad que aplicaremos es el de explotación
sostenible, es decir la tasa de explotación no debe sobrepasar la de regeneración. Esto
supone, como hemos dicho, que hay que evitar los procesos erosivos, pero además,
hay que proteger el complejo húmico-arcilloso y la estructura del suelo que preservan
la fertilidad del mismo. En climas secos la tasa de riego ha de ser controlada para
evitar la salinización del suelo.
Las medidas concretas que se pueden adoptar son:
Medidas en zonas erosionadas
• Evitar el retroceso de barrancos mediante la construcción de diques en las cárcavas
y plantación de arbustos o árboles.
• Prohibir el cultivo en zonas de fuerte pendiente, transformándolas en pastizales o
reforestándolas.
• Aplicación de medidas contra la erosión eólica instalando barreras cortavientos
mediante la repoblación de taludes y lindes y revegetando los terrenos.
Medidas de carácter agrícola
• Labranza conservacionista: se trata de evitar el uso de maquinaria muy pesada y de
realizar una labranza menos agresiva del suelo mediante máquinas especiales. Así
mismo, en zonas de pendiente ha de realizarse una labranza en contornos, siguiendo
las curvas de nivel; así cada surco actuará disminuyendo la velocidad de las aguas de
escorrentía. Si el terreno cultivado presenta una fuerte pendiente se construyen
terrazas o bancales que se sujetan con paredes de piedra. Es una técnica antigua y
conocida en todo el mundo.
• Agricultura biológica: la agricultura biológica trabaja en dos frentes, en la
recuperación de la fertilidad y en evitar la contaminación de los suelos.
Para recuperar los nutrientes perdidos y mantener el complejo húmico-arcilloso del
suelo se recurre a fertilizantes orgánicos, tales como el estiércol y el compost (abono
natural obtenido de desechos orgánicos). Así mismo, se practica la rotación de
cultivos, técnica que consiste en plantar cada tres o cuatro años un cultivo de
leguminosas que, como es sabido, enriquecen el suelo en nitrógeno. También es
recomendable dejar cada cierto número de años el terreno en barbecho.
El otro frente de la agricultura biológica consiste en evitar la contaminación de los
suelos. Se restringe o no se utilizan los pesticidas.
Como sustitución del control químico se emplea un control biológico de plagas; se
cultivan diversas especies, para la red trófica de organismos que autocontrolan las
plagas. Por otra parte no se utilizan o al mínimo los abonos inorgánicos. Así mismo, ,
se emplea la técnica de riego por goteo, de modo que no solamente se produce el
ahorro de un recurso escaso sino que se evita la salinización.
Cuando en estas zonas caen chaparrones es necesario construir drenajes para evitar
el encharcamiento y la salinización.
Medidas de carácter forestal
• Repoblaciones forestales: a pesar de que todo el mundo está de acuerdo en la validez
de la reforestación para detener los procesos erosivos, hay un debate entre quienes
son partidarios de hacerlo con especies productivas (especies alóctonas como el
eucalipto y algunas especies de pinos), de las que se obtenga una rentabilidad
económica, y entre quienes abogan por criterios conservacionistas (especies
autóctonas: encina, roble, haya, etc.). En plantaciones y bosques fácilmente
incendiables han de hacerse cortafuegos.
• Mejora del matorral: en lugares donde sea inadecuado la revegetación con árboles
se puede utilizar especies de matorral autóctonas.
• Tratamientos selvícolas: consisten en realizar diversas labores para la conservación
de los bosques, tales como, la limpieza del sotobosque de maleza, que pueden
favorecer los incendios, las podas y el control de plagas.
• Obras de hidrotecnia: consisten en obras que detienen la capacidad erosiva del agua
y regulan el caudal de los ríos. Destacan sobre todo las pequeñas presas.
EROSIÓN, TRANSPORTE Y SEDIMENTACIÓN
El viento y el agua, en todas sus formas, desgastan las formas del relieve mediante
tres procesos geológicos: erosión, transporte y sedimentación.

TRANSPORTE
El transporte es el arrastre de materiales erosionados de un lugar a otro para ser
sedimentados.
Los diferentes agentes geológicos transportarán las partículas:
 El viento transporta las partículas más finas a gran velocidad.
 Los ríos transportan las partículas de las zonas más altas a las más llanas.
 Las masas de hielo transportan las partículas inmersas en ellas.
 Las olas y las corrientes transportaran las partículas a la plataforma continental.
El transporte es la movilización de los fragmentos de roca meteorizados se realiza
mediante un agente de transporte, un fluido.
La energía de transporte varía de unos sistemas a otros, y de unas condiciones
morfoclimáticas a otras, reflejándose en el material transportado y en las estructuras
impresas en los sedimentos.
Así el estudio de los caracteres texturales y estructurales de los sedimentos nos
informa sobre el agente de transporte (dirección, distancia recorrida, duración del
proceso…).
El detrito a transportar está sujeto a tres tipos de fuerzas:
 Fuerzas de empuje: fuerza ejercida por el flujo sobre el clasto, y por tanto, de
sentido contrario a las de resistencia del sólido al flujo. Se ven incrementadas
por el choque entre partículas
 Fuerzas de sustentación: tienden a elevar el detrito y mantenerlo en suspensión
por efecto de la turbulencia. Cuanto mayor sea el clasto, mayor tendrá que ser
la fuerza de sustentación.
 Fuerzas de fijación, definidas por el peso, rozamiento por deslizamiento,
rozamiento por rodadura, rozamiento por pivotación y por las fuerzas de
atracción entre las partículas.
Para que se inicie el movimiento se tiene que cumplir:
Fuerza de empuje > fuerza de sustentación >fuerza de fijación
En función de las relaciones existentes entre estas tres fuerzas, el transporte de los
materiales puede realizarse de distintas formas (las tres primeras con el clasto en
contacto con el lecho - tracción).
Distinguimos dos tipos de transporte:
 Transporte de sólidos, que a su vez puede ser:
 Arrastre o reptación o deslizamiento: los agentes implicados son el agua, el
viento y el hielo y es el arrastre de materiales pesados, sin levantarlos del suelo,
dejando marcas en el suelo.

Se produce cuando al aumentar la velocidad, las fuerzas de sustentación


equilibran a las de fijación, y el detrito comienza a desplazarse deslizándose por
el lecho en la dirección del flujo. Es el tipo de transporte que menor energía
requiere.

 Rodadura: Es un caso particular de arrastre cuyo su efecto es el de dejar la


superficie del material arrastrado redondeada.

Al aumentar la velocidad, también aumenta la fuerza de empuje y sustentación.


En el momento en que las fuerzas de empuje igualan a las de fijación el clasto
girará, desplazándose rodando.

 Saltación: Si sigue aumentando la velocidad, las fuerzas de sustentación se


hacen mayores que las de fijación, y el clasto se incorpora a la corriente y viaja
en suspensión inmerso en el fluido, hasta que al ascender entra en una zona
de menor turbulencia, en la que las fuerzas de sustentación disminuyen,
predominando las de fijación, y el clasto cae. El avance se produce a modo de
saltos.

 Suspensión: el aire o el agua transportan partículas muy finas que no se


depositan en el suelo. Los agentes de transporte son el agua, el viento y el hielo.

Cuando las fuerzas de


sustentación son suficientemente
grandes como para mantenerse
superiores a las de fijación, el
detrito viaja suspendido en el
seno del fluido de forma continua.

 Transporte en disolución o químico: es el transporte de materiales que se


disuelven en agua. Este es independiente de los anteriores. Cuando el fluido tiene
capacidad de disolución (agua) y pasa a través de materiales solubles, se produce
el transporte de los iones procedentes de la roca, en disolución. Esta forma de
transporte no está condicionada por la cinética del agente transportador.
SEDIMENTACIÓN

La sedimentación es la acumulación de los materiales trasportados por un agente


geológico. Consiste en el almacenamiento de materiales erosionados y
transportados.
El proceso de Sedimentación se produce cuando disminuye la energía del medio
decrece la capacidad de transportar los materiales por lo que se depositan.
Las características de los depósitos o sedimentos dependen de la naturaleza del
agente de transporte y el material se deposita debido a la disminución de la fuerza
transportadora de dicho agente.
La gravedad es la fuerza responsable de la sedimentación.
El agua, el viento y el hielo transportan los fragmentos rocosos que acaban por
depositarse sobre la superficie terrestre, con lo que se van creando otras formas de
relieve, o bien llegan al mar y se acumulan como sedimentos en capas llamados
estratos.

Sedimentos en un río
A pesar de lo negativo que puedan parecerte los procesos de meteorización y erosión,
la verdad es que su incidencia en el relieve es importantísima, por cuanto hacen
posible la conformación del manto rocoso llamado regolito, y además crean nuevas
formas de relieve.
La cuenca de sedimentación es la zona donde se depositan los materiales, que pueden
ser continentales, marinas o de transición.
La sedimentación puede ocurrir en cualquier lugar de la superficie terrestre donde haya
erosión, y, básicamente, puede ser de tres tipos:
 Marina, se forman depósitos en la plataforma continental y en las zonas abisales.
 Continental, se acumulan materiales a los pies de las cadenas montañosas, en
los glaciares, a lo largo de las cuencas de los ríos y en los desiertos.
 De transición, que es la sedimentación que tiene lugar en puntos de contacto
entre el mar y los continentes, como las zonas pantanosas y los deltas.
El depósito de materiales se produce en zonas hundidas, llamadas cuencas
sedimentarias, donde los sedimentos pueden generar rocas sedimentarias mediante
un proceso llamado diagénesis.
La deposición se produce en unas condiciones ambientales de las que queda una
impronta en el registro sedimentario.
Para poder reconstruir el ambiente deposicional se ha recurrido al concepto de facies
sedimentaria, que es una definición de una secuencia completa de sedimentos de
cada tipo de ambiente, diferenciándose de otras facies por la composición, la edad y
las características estructurales y texturales.
La sedimentación puede producirse por dos procesos:
- decantación: caída o precipitación de los clastos al fondo. Ocurre cuando la
corriente que los transportaba se detiene, o cuando las partículas se han formado en
el mismo fluido que permanece en reposo, como los esqueletos calcáreos de los
organismos microscópicos del plancton.
- acrección cinética: se produce cuanto los clastos que están siendo transportados
tropiezan con un obstáculo que los detiene y se acumulan unos sobre otros.

En cualquier caso la acumulación se produce en zonas deprimidas, por pérdida de


energía y efecto de la gravedad.
Al estudiar los depósitos sedimentarios pueden observarse una serie de caracteres
resultado de sus condiciones de formación:
- Procedencia de los materiales: mediante el estudio de la composición de los clastos
puede determinarse el área de origen, o al menos el tipo de roca erosionada, así
como las condiciones existentes durante la erosión
- Agente de transporte. Cada agente determina unas estructuras sedimentarias
características. Por ejemplo, el transporte por medio acuoso o eólico selecciona los
tamaños, mientras que en el transporte por hielo no se produce selección, dado que
éste engloba fragmentos de muy distintos tamaños.
- Duración del transporte, que determina el grado de redondeamiento de los clastos,
que depende así mismo de la naturaleza del material y del tamaño del clasto.
- Factores ambientales del lugar de la sedimentación, particularmente importantes en
el caso de sedimentación en cuencas endorreicas por precipitación química de
materiales disueltos.
La sedimentación puede ocurrir después de un recorrido realizado por un agente de
transporte, en cuyo caso se habla de sedimentación alóctona, o puede ocurrir en el
mismo sitio en que se formó el material, en cuyo caso se habla de sedimentación
autóctona.

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