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EL PROBLEMA DE DIOS EN UN AUTOR DE LA ÉPOCA ANTIGUA

En el desarrollo teológico de Platón repercute, como en todo su pensamiento, su planteamiento


dualista de la realidad. Del mismo modo que distingue el mundo sensible y el mundo inteligible en
su explicación de la realidad, acude a esa división para explicar el problema de Dios.

Por encima de los seres de este mundo, variables y temporales, Platón concibe un Ser eterno,
que no nace, y que solo puede ser conocido por la inteligencia. A este Ser le denomina como
"Demiurgo" y lo sitúa en el mundo de las Ideas. Este Demiurgo es la causa activa e inteligente del
cosmos. Su trabajo consiste en ordenar la materia dentro de un espacio vacío, preexistente, de
acuerdo con un modelo eterno, que son las Ideas. Tiene la función, por lo tanto, de ordenar una
masa material eterna, dotada de movimientos caóticos, preexistente a la formación del cosmos.

A diferencia de la concepción cristiana, para Platón este Ser superior no es creador, sino que su
función se limita a ordenar una materia existente en un espacio dado, de acuerdo con un modelo.
De ahí que podamos afirmar que el Demiurgo es el ordenador y gobernador del cosmos.

Podemos decir que con Platón nace la Teología Natural, como una serie de verdades
demostradas sobre el ser de Dios y su existencia. A pesar de que no desarrolla con amplitud el
tema, parece inclinarse por una religión monoteísta, al utilizar términos como "la Verdad máxima"
o "el Bien máximo", aunque en ocasiones presenta rasgos politeístas. En su teología también
encontramos elementos órficos, como refleja la creencia en la reencarnación del alma.

Para demostrar la existencia de Dios, Platón expone la prueba del movimiento: no todo
permanece en inmutabilidad absoluta, ni todo fluye, como afirmaban los filósofos anteriores. Hay
cosas que permanecen y cosas que se mueven, luego debe haber algún responsable del
movimiento ordenado en el mundo. Este es el principal argumento que encuentra Platón para
afirmar la existencia de ese Ser superior al que denomina Demiurgo.

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