Acto Mariano. Comunidad San Juan de La Cruz

También podría gustarte

Está en la página 1de 4

LA VISITA DE LA VIRGEN MARÍA

A SANTA ISABEL
“Soy todo tuyo oh María, y todo cuanto
tengo, tuyo es”.

“DICHOSA LA QUE HA CREÍDO QUE SE


CUMPLIRÍAN LAS COSAS QUE LE FUERON
DICHAS DE PARTE DEL SEÑOR”. Lc 1, 45
Invocación Trinitaria
Canto: Madre de nuestra alegría.
Oración
Dios todopoderoso, tu que inspiraste a la Virgen María,
cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su
prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo
del Espíritu, podamos, como María nuestra Madre, servir al
prójimo toda nuestra vida. Amén.
Canto de Aclamación
Evangelio Según San Lucas 1, 39-44
En aquellos días, se puso en camino María y se fue con
prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró
en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel
el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel
quedó llena del Espíritu santo y exclamó a gritos: Bendita tu
entre las mujeres y bendito es el fruto de tu seno; y ¿De
dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? Porque
apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el
niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las
cosas que le fueron dichas de parte del señor! Palabra del
Señor.
Primera Reflexión: En la anunciación el ángel Gabriel,
también le hace saber a María, que su prima Isabel a pesar de
su vejez, está ya en el sexto mes de su embarazo, porque no
hay nada imposible para Dios.
Miramos entonces la actitud de servicio de la Virgen María,
que al saber que su prima está en cinta, se dirige a su casa
para asistirle y no le importa la distancia ni el camino
montañoso; porque el amor que la impulsa es más fuerte. La
Virgen María siempre tendrá esta actitud de servicio,
especialmente a sus hijos más humildes, cómo no recordar
aquellas palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan
Diego: “No temas, acaso no estoy yo aquí que soy tu
Madre”.
¿Cuántas veces nosotros hemos tomado la actitud de servicio
a ejemplo de María? ¿Nos hemos preocupado por el hermano
sin importar las consecuencias que nos traiga esta actitud?
Salmo del Servicio para dar vida
Señor, dame la valentía de arriesgar la vida por ti, el gozo
desbordante de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar y pies para caminar al paso de
los hombres.
Entrega, Señor, entrega para “dar la vida” desde la vida,
la de cada día. Infúndenos, Señor, el deseo de darnos y
entregarnos, de dejar la vida en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida, propagadores de tu
reino, ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu para ser conducidos a dar
la vida desde la cruz, desde la vida que brota cuando el grano
muere en el surco. Amén.
Segunda Reflexión: También contemplamos en esta cita
bíblica, la actitud de Isabel, que sale al encuentro de su prima
y al oír su voz se llena de gozo y del Espíritu Santo, y por
medio de él reconoce la realeza de ella como Madre de Dios.
Nosotros debemos cuestionarnos si tomamos realmente la
actitud de Isabel que sale al encuentro de María y que
reconoce en ella a la Madre de Dios, a la llena de gracia.
Pidamos al Espíritu Santo, quien llenó de gozo a Isabel, que
nos ayude a reconocer a la Virgen María como madre de Dios
y madre nuestra, para que imitemos su actitud de humildad,
servicio y obediencia.
¿Somos capaces de reconocer en la vida de nuestros
hermanos la presencia de Jesús a ejemplo de Isabel?
Canto: Amar es entregarse.
Simbología
¿A qué te comprometes luego de la enseñanza que
nos da la Virgen María?
Oración
Acuérdate, oh Virgen María, que jamás se ha oído decir que
ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando
tu auxilio y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de
ti.
Animado por esta confianza también acudo a ti, oh Madre
Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia
soberana. No desprecies, oh Madre de Dios, mis humildes
súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente.
Amén. (San Bernardo)
Invocación Trinitaria
Canto Final

“EL QUE NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.


Comunidad San Juan de la Cruz.

También podría gustarte