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EYACULACIÓN RETARDADA
La eyaculación retardada es el retraso marcado o la incapacidad para alcanzar la eyaculación.
A. Se debe experimentar alguno de los siguientes síntomas en casi todas o todas las ocasiones
(aproximadamente 75-100 %) de la actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos
concretos o, si es generalizada, en todos los contextos) y sin que el individuo desee el retardo: 1.
Retardo marcado de la eyaculación. 2. Infrecuencia marcada o ausencia de eyaculación.
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez sexual.
Especificar la gravedad actual: Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del
Criterio A. Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A.
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
Trastorno eréctil
Criterios diagnósticos 302.72 (F52.21)
A. Por lo menos se tiene que experimentar uno de los tres síntomas siguientes en casi todas o
todas las ocasiones (aproximadamente 75-100 %) de la actividad sexual en pareja (en situaciones y
contextos concretos o, si es generalizada, en todos los contextos):
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
C. Los síntomas del Criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo.
Especificar si:
De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez sexual.
Especificar la gravedad actual: Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del Criterio
A. Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A.
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
La característica esencial del trastorno eréctil es el fracaso repetido para conseguir o mantener las
erecciones durante la actividad sexual en pareja (Criterio A). Se requiere una historia sexual
detallada para confirmar que el problema ha estado presente durante un período de tiempo
significativo (es decir, unos 6 meses) y que sucede en la mayoría de las ocasiones de actividad
sexual (es decir, al menos el 75 % de las veces). Los síntomas pueden aparecer sólo en situaciones
concretas que implican determinados tipos de estimulación o de pareja, o pueden ocurrir de
manera generalizada en todo tipo de situaciones, estimulaciones o parejas.
A. Por lo menos se tiene que experimentar uno de los síntomas siguientes en casi todas o todas las
ocasiones (aproximadamente 75-100 %) de la actividad sexual (en situaciones y contextos
concretos o, si es generalizada, en todos los contextos):
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
Especificar si:
De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez sexual. Adquirido:
El trastorno empezó tras un período de actividad sexual relativamente normal.
Especificar si: Nunca experimentó un orgasmo en ninguna situación Especificar la gravedad actual:
Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del Criterio A. Moderado: Evidencia de
malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A. Grave: Evidencia de malestar grave o
extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
Características diagnósticas
El trastorno orgásmico femenino se caracteriza por una dificultad para experimentar el orgasmo o
una marcada disminución en la intensidad de las sensaciones orgásmicas (Criterio A). Las mujeres
muestran una amplia variabilidad en el tipo o intensidad de la estimulación que les produce un
orgasmo. Asimismo, las descripciones subjetivas del orgasmo son extremadamente variadas, lo
que sugiere que se experimenta de maneras muy distintas en las diferentes mujeres y, en la
misma mujer, en diferentes ocasiones. Para diagnosticar un trastorno orgásmico femenino, los
síntomas deben experimentarse en todas o casi todas las ocasiones (aproximadamente, el 75-100
%) de la actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en todos los
contextos), y debe tener una duración mínima de unos 6 meses. El uso de criterios mínimos de
gravedad y de duración pretende distinguir las dificultades orgásmicas transitorias de la disfunción
orgásmica más persistente. La inclusión del término "unos" en el Criterio B permite decidir, a juicio
del clínico, en aquellos casos en los que la duración de los síntomas no cumpla el umbral
recomendado de 6 meses
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
Especificar si: De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez
sexual. Adquirido: El trastorno empezó tras un período de actividad sexual relativamente normal.
Especificar la gravedad actual: Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del
Criterio A. Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A.
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
Características diagnósticas
Al evaluar el trastorno del interés/excitación sexual femenino se debe tener en cuenta el contexto
interpersonal. Una "discrepancia en el deseo", cuando la mujer tiene menor deseo de mantener
actividad sexual que su pareja, no es suficiente para diagnosticar un trastorno del
interés/excitación sexual femenino. Para que se cumplan los criterios del trastorno debe haber
ausencia o reducción de la frecuencia o la intensidad de, al menos, 3 de 6 indicadores (Criterio A)
durante un período mínimo de 6 meses (Criterio B). Puede haber diferentes perfiles sintomáticos
en las distintas mujeres, así como variabilidad en la manera de expresar el interés y la excitación
sexuales. Por ejemplo, en una mujer, el trastorno del interés/excitación sexual puede expresarse
como una falta de interés en la actividad sexual, una ausencia de pensamientos eróticos o
sexuales, y una reticencia a iniciar la actividad sexual y a responder a las invitaciones sexuales de
una pareja. En otra mujer, las características principales pueden ser la incapacidad para excitarse
sexualmente y para responder con deseo sexual a los estímulos sexuales, con la correspondiente
ausencia de signos físicos de excitación sexual
Trastorno de dolor génito-pélvico/penetración
Criterios diagnósticos 302.76 (F52.6)
A. Dificultades persistentes o recurrentes con una (o más) de las siguientes:
2. Marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones vaginales o los intentos de
penetración.
3. Marcado temor o ansiedad de sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o como
resultado de la penetración vaginal.
4. Tensión o contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de
penetración vaginal.
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
Especificar si: De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez
sexual.
Especificar la gravedad actual: Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del Criterio
A. Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A.
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
Características diagnósticas
B. Los síntomas del Criterio A han persistido durante unos seis meses como mínimo.
Especificar si: De por vida: El trastorno ha existido desde que el individuo alcanzó la madurez
sexual.
Especificar la gravedad actual: Leve: Evidencia de malestar leve a causa de los síntomas del Criterio
A. Moderado: Evidencia de malestar moderado a causa de los síntomas del Criterio A.
Grave: Evidencia de malestar grave o extremo a causa de los síntomas del Criterio A.
Características diagnósticas
B. El síntoma del Criterio A debe haber estado presente por lo menos durante seis meses y se
tiene que experimentar en casi todas o todas las ocasiones (aproximadamente 75-100 %) de la
actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizado, en todos los
contextos).
Características diagnósticas
La eyaculación prematura (precoz) se manifiesta por la eyaculación que tiene lugar antes o poco
tiempo después de la penetración vaginal y se concreta con el tiempo de latencia eyaculatoria (es
decir, el tiempo que transcurre antes de la eyaculación) tras la penetración vaginal estimado para
el individuo. Las latencias eyaculatorias intravaginales estimadas y medidas están estrechamente
correlacionadas siempre que la latencia eyaculatoria sea de breve duración, por lo que las
estimaciones referidas por el propio individuo son suficientes para realizar el diagnóstico. Un
tiempo de latencia eyaculatoria intravaginal de 60 segundos es un punto de corte adecuado para
diagnosticar la eyaculación prematura (precoz) de por vida en los varones heterosexuales. No se
dispone de datos suficientes para determinar si este criterio de duración puede aplicarse a la
eyaculación prematura (precoz) adquirida. La definición de duración puede aplicarse a varones de
distintas orientaciones sexuales, puesto que las latencias eyaculatorias parecen ser similares en los
hombres de orientaciones sexuales diferentes y en distintas actividades sexuales
Disfunción sexual inducida por sustancias/medicamentos
Criterios diagnósticos
B. Existen pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio
de (1) y (2):
Características diagnósticas
La característica fundamental es una alteración de la función sexual que tiene una relación
temporal con el inicio, el aumento de la dosis o la retirada de una sustancia/medicamento
Esta categoría se aplica a las presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de
una disfunción sexual que causan un malestar clínicamente significativo en el individuo, pero que
no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de
disfunción sexual. La categoría de otra disfunción sexual especificada se utiliza en las situaciones
en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple
los criterios de ninguna disfunción sexual específica. Esto se hace registrando "otra disfunción
sexual especificada" y, a continuación, el motivo específico (p. ej., "aversión sexual").
Esta categoría se aplica a las presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de
una disfunción sexual que causan un malestar clínicamente significativo en el individuo, pero que
no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de
disfunción sexual. La categoría disfunción sexual no especificada se utiliza en las situaciones en las
que el clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de una
disfunción sexual específica e incluye las presentaciones en las que no existe suficiente
información para hacer un diagnóstico más específico.