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MERCOSUR
Contratos internacionales
• introducción.
los contratos de comercio están sujetos en el Derecho Internacional Privado a las mismas reglas del
orden privado y la contratación civil.
• Definición.
Es la manifestación de voluntades de quienes lo suscriben con repercusiones jurídicas, un
documento de esta naturaleza se constituye en una base legal que obligan a las partes que
intervienen a cumplir con lo que se determine.
Un contrato es internacional cuando esta relacionado con mas de un ordenamiento jurídico estatal,
esto en general ocurre cuando los bienes y/o servicios son trasladados de un estado a otro o cuando
las partes involucradas en este negocio estén ubicadas en estados diferentes.
El contrato internacional es aquel que en su conformación, posee elementos extranjeros objetivamente
relevantes.
• Antonimia de la voluntad en el Marco Convencional
es el principio según el cual las partes en un contrato tienen la libertad de elegir el derecho aplicable
a sus convenciones.
Tratado de Montevideo, 1889.
el tratado de 1889 y 1940, rechazan la admisión del principio de la antonimia de la voluntad.
los puntos a resaltar en este tratado:
• Establecen la competencia del juez del domicilio del comerciante aun cuando el comerciante
practique actos de comercio accidentalmente en otro Estado o tenga agencias que obren por cuenta de
la casa principal (arts. 35 y 40, respectivamente).
Código Bustamante
establece que son reglas de orden publico internacional las que impiden establecer condiciones
contrarias a las leyes.
UNIDROIT 1994.
su objetivo principal es promover la armonización y unificación del Derecho Privado a nivel
internacional, entre las actividades que ha estado realizando el consenso de Dirección de la
UNIDROIT desde el año 1971, es el proyecto de creación de principios sobre contratos Comerciales
Internacionales.
Los principios establecidos para los contratos del comercio internacional son los siguientes:
a) Libertad de contratación; es decir libertad de forma y, que el contrato puede ser celebrado por
cualquier medio,
b) Carácter vinculante del contrato; es obligatorio para las partes, son normas de carácter
imperativo
c) Exclusión o modificación de los principios por las partes; las partes pueden excluir la aplicación
de éstos principios
d) Interpretación e integración de los principios; buena fe, usos y prácticas y, notificación
CIDIP, (La convención interamericana sobre derecho aplicable a los contratos internacionales, V,
méxico, 1994)
- Un contrato es internacional, si las partes del mismo tienen su residencia habitual o su establecimiento
en Estados partes diferentes, o si el contrato, tiene contactos objetivos con más de un Estado parte
- Art., 461, C. Civil, dispone que entre presentes, el lugar del contrato es aquel donde los contratantes
se encuentren.
- Art., 8o4, C. de Comercio, dispone que los contratos celebrados en el extranjero, para ejecutarse en
Bolivia, se rigen por las leyes bolivianas.
.A. Tratados de Derecho Comercial Internacional de Montevideo de 1889 y 1940 (normas
sobre quiebra)
1. Quiebra única
Establecen la competencia del juez del domicilio del comerciante aun cuando el comerciante
practique actos de comercio accidentalmente en otro Estado o tenga agencias que obren por
cuenta de la casa principal (arts. 35 y 40, respectivamente).
c. Habiendo una sola quiebra, todos los acreedores se deben presentar ante el juez de la
quiebra (art. 48) pero los créditos localizados en un Estado tienen preferencia, con
respecto a otros, sobre la masa de bienes ubicados en ese Estado. El Tratado de 1940, en
el art. 46, define qué debe entenderse por acreedor local: “es aquél cuyo crédito debe
satisfacerse en un determinado Estado”.
d. Se establece una excepción para los acreedores hipotecarios o prendarios que siempre
ejercerán sus derechos ante los jueces del Estado en que están los bienes hipotecados o
prendados (Tratado de Montevideo de 1889, art. 43, y Tratado de Montevideo de 1940,
art. 42). Estas ejecuciones no son atraídas por el fuero de la quiebra.
2. Quiebra múltiple
Puede existir más de una quiebra en el caso en que el fallido tiene casas comerciales
independientes en distintos territorios (art. 41). Determinar si el establecimiento en otro país es
sucursal o una casa independiente será cuestión de hecho a apreciar en cada caso según las
circunstancias relacionadas con el giro, nombre, marcas, organización, etcétera.
También, puede haber pluralidad de quiebras, cuando se declara quiebra en un país y se publica
en otros donde el fallido tenga bienes. En esos casos, es facultad de los acreedores, de otros
países, de promover nuevos juicios de quiebras o concursarlo civilmente aún cuando en ellos
no se haya producido una cesación de pagos y el deudor sea solvente (art. 45).
En los dos casos enunciados precedentemente, se admite pluralidad de quiebras, que se siguen
con independencia.
Son competentes los jueces de cada país, según sus respectivas reglas (art. 41).
El sobrante de la quiebra a favor del fallido en un Estado, queda a disposición de los juicios
tramitados en otros Estados (art. 47).
Las normas de los Tratados citados no prevén los efectos de la quiebra sobre los contratos
celebrados en otros países, con prestaciones totalmente cumplidas o pendientes de ejecución, ni
sobre contratos de carácter internacional celebrados entre personas radicadas en distintos países
y afectando bienes ubicados en ellos.
En este Tratado, se sigue sistema similar al del Tratado de Comercio Terrestre de Montevideo
de 1940, admitiendo según los casos el concurso único o plural con reglas similares (arts. 16 y
17). En el caso de concurso declarado en un país, se puede tomar medidas preventivas en
bienes situados en otros países y se hará publicidad sobre el concurso en esos países (arts. 18 y
19). En todos los casos se establece la preferencia de acreedores locales sobre los bienes
ubicados en el país donde los créditos deben ser pagados (art. 20). Para el caso de pluralidad de
concursos el sobrante de cada país se afecta al concurso de los otros, siguiendo el orden de sus
respectivas aperturas (art. 21).
Hay normas más previsoras que en los otros tratados sobre régimen de derechos reales y
privilegios (artículo 22).
1. El art. 239 regula la competencia judicial para el caso de un concurso con un elemento
extranjero. Establece que serán competentes los jueces uruguayos en dos casos:
2. El art. 241 establece que la Ley aplicable al concurso será la uruguaya, pero se establece una
excepción: los contratos se regirán por la Ley que les sea aplicable.
3. El art. 240 se refiere a la masa activa. Dispone que el concurso declarado en el país,
comprende todos los bienes y derechos del deudor, aun cuando se encuentren ubicados en el
exterior. Luego, se establece una excepción: si el deudor fue declarado en concurso en otro
estado, en la masa activa del concurso local, se incluirá el remanente de bienes o derechos que
quede en el concurso en el otro país.
4. El art. 242 establece que los acreedores nacionales y extranjeros tendrán igual tratamiento.
Al concurso concurrirán acreedores nacionales y extranjeros y tendrán igual tratamiento, pero
se hace la salvedad para los créditos laborales. Estos tendrán preferencia para cobrarse sobre
los bienes ubicados en el territorio nacional.
Recalcamos que el art. 242 hace referencia a acreedores nacionales y extranjeros, no resultando
claro el sentido de esta distinción. De acuerdo al texto literal, se distingue por la nacionalidad
del acreedor.
El inc. 2 del art. 242 hace otra salvedad basada en el principio de la reciprocidad. No se
aplicará igual tratamiento en el caso de que en el estado del domicilio del acreedor, los
acreedores uruguayos no sean admitidos en igualdad de condiciones con los nacionales de ese
país.
e. que se hayan cumplido con exigencias de los arts. 537 a 543 del Código General del
Proceso, que regulan el reconocimiento de las sentencias extranjeras.
Los bienes ubicados en el país quedarán afectados por el concurso declarado en el extranjero y
serán ejecutados en el proceso abierto. Ello se confirma con el art. 244 que hemos mencionado.
Los acreedores con créditos nacidos en nuestro país, se verán afectados en sus accionamientos
y deberán concurrir al concurso abierto para verificar su crédito y obrar en ese proceso.
4. Cuando se haya declarado el concurso en otro país, de una persona que tenga domicilio o que
haya realizado actividad o tenga un establecimiento o explotación en nuestro país, cualquier
legitimado podrá solicitar, también, que se abra concurso acá. Entendemos que podrá pedirlo el
deudor, cualquier acreedor, un codeudor, fiador o avalista del deudor, las bolsas de valores y
las instituciones gremiales de empresarios con personería jurídica. Tal como dispone el art. 245,
en este caso, hay presunción absoluta de insolvencia y el concurso se considerará siempre
necesario, aun cuando lo solicite el deudor.
Tal como resulta del art. 240 antes comentado, cuando hay quiebra en más de un país, la masa
activa del concurso en el nuestro, estará formada por los bienes y derechos existentes acá y se
integrará con el remanente que quede del concurso en otro país.
No hay previsión para el tratamiento de los créditos cuando hay más de un concurso. Podrá
entenderse que los créditos nacidos en cada país se cobrarán en el concurso del país respectivo.
El art. 246 en el inc. 2 establece que los créditos que se cobraron en el extranjero con
posterioridad a la declaración del concurso en el país, se imputarán al dividendo a ser percibido
en el local. La norma responde al principio de que declarado el concurso, el deudor no puede
hacer pagos. Si lo hace en el extranjero, se imputarán al dividendo que le corresponda en el
concurso.
Se establece una excepción: los créditos con privilegio especial, porque éstos no reciben un
dividendo, sino que se cobran con la ejecución del bien afectado en garantía.
El art. 246 contiene una norma para el caso de pluralidad de concursos. Se dispone que el Juez
del concurso, el síndico o el interventor, actuarán en forma coordinada con sus similares del
exterior, aplicando normas que rigen la cooperación internacional.
El art. 247 establece que las normas contenidas en este título se aplicarán en defecto y cundo no
se opongan a los convenios internacionales suscritos y ratificados por nuestro país.
Tratado de Derecho Comercial Internacional. Montevideo 1889
Tratado de Derecho Comercial Internacional. Montevideo, 12 de febrero de 1889.
BIBLIOGRAFIA
- PRUDENCIO COSIO, Jaime. Derecho Internacional Privado, Editorial Temis, la Paz, 2008.