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Capítulo 1

El azul del cielo parecía asegurar la paz que los habitantes del planeta Tierra disfrutaban desde
hacía centenares de años.
Casi 326 años habían transcurrido desde el último óbito en el planeta. La vida desde entonces
era tranquila y placentera; la longevidad y juventud en toda la población era la norma.

La polución no existía, la energía solar era utilizada para todo, transporte, climatización,
alumbrado…
Los científicos de la época, habían solucionado viejos problemas; las enfermedades eran
desconocidas en la práctica.
La producción agrícola era lo suficientemente rica como para abastecer a toda la población, en
ese momento menos de 2.000.000.000 millones de habitantes, repartidos en DOS continentes,
el Este y el Oeste, una gran masa de agua salada partía las grandes extensiones
mencionadas. La alimentación omnívora había sido sustituida por la herbívora. Una planta
desconocida suplió, incluso superando, la falta de ingestión de carnes y pescados. Esta norma
era aplicada también en la fauna terrestre y marítima.

¿Era el mítico EDEN?


La población sólo conocía aquella vida, aunque en las aulas de charla, los pocos humanos que
pasaban de los cuatrocientos años de edad, con apariencia de no más de 50 años, daban
periódicamente, emulando a los antiguos sabios de Grecia, la Historia del planeta Tierra a los
más jóvenes.
. . . Y aspiraban el humo de unos componentes en forma cilíndrica, que una vez encendido
quemaban más o menos rápidamente, según las aspiraciones que hacía la persona. -A esto lo
llamaban fumar.

Maese Jon, dijo uno de los oyentes, que de manera indolente estaba estirado en el césped de
la improvisada aula, ¿Cómo podemos creer que alguien se metiera humo en su cuerpo? Todos
sabemos que el aire es lo único bueno para nuestros pulmones- remachó el oyente, un joven
de 300 años con apariencia de 20. Haciendo levantar risas entre los asistentes.
-Sé que es difícil de imaginar tal idiotez, pero es cierto, mi padre fumaba. Pensad-continuo Jon-
que llegar a los 80 años era casi un record.
Las sonrisa y cuchicheos de incredulidad, continuaban entre la joven audiencia haciendo que
Jon sonriera tolerante.
-Es más… para obtener alimentos, ropas, cosas, servicios etc., existía el dinero.
¿Dinero?-preguntaron varios al unísono.
-Sí, dinero, en papel o monedas. Eran vales que cada nación emitía para sus transacciones
comerciales, avalado por un patrón común, el oro. Tanto oro tenían, tanto dinero emitían.
Cierto es que en alguna época, a finales del siglo XX, se abandonó ese patrón durante un
tiempo, dando cancha a las monedas internacionales... pero eso es otra historia.
Maese Jon, ¿qué es una nación?- le preguntó una muchacha.
-Hoy no existen naciones, de hecho, yo fui Presidente de una de las Confederaciones,
exactamente la de la Federación Europea. Para que os hagáis una idea, una nación era un
conjunto de personas que residiendo en un mismo territorio tenían en común casi siempre, el
idioma, religión, moneda y gobierno.
Como veo que estáis muy interesados, aplazaremos esta charla para mañana, si os place, y
con más datos que traeré podréis haceros una idea de lo que era antes el planeta Tierra.
Diciendo esto Jon dio por terminada la instrucción y levantándose se dirigió al encuentro de un
viejo amigo que apareció por el horizonte.
¿Todo bien?- preguntó a modo de saludo el visitante.
-Bien.-contestó Jon con una gran sonrisa- gracias a ti- acabó.
Mientras, los asistentes comentaban las incidencias habidas.
-No me puedo creer lo del dinero-decía uno.
Pues créetelo, replicaba otro. Mi padre tiene guardados unos ejemplares en papel y en metal.
-¿Pero cómo es posible que no hubieran DNB?-DISPENSADORES NECESIDADES
BASICAS-se preguntaba una agraciada muchacha.
Todas esas preguntas y más, despertaban la curiosidad de los pacíficos moradores del planeta.
La incredulidad era la regla que seguían todos después de cada charla. Muchos no volverían
más, otros los harían a los sumo en dos o tres ocasiones más. Ciencia ficción decían unos,
demencia senil otros.
Tan sólo unos pocos seguían a los llamados Maeses, en sus pláticas, uno de éstos era Carlos.
Piloto interestelar, doctor en cibernética y medicina espacial.
Había que disculpar a los incrédulos. El sistema vigente en el planeta durante centurias, era tan
sencillo, que cualquier indicación de otros habidos o por haber, era tachado de fantasías en una
noche de invierno.
Todo habitante en edad productora o sea a los 300 años más o menos, trabajaba durante 10
horas semanales en su DNB, aportando con sus conocimientos a que su DNB siempre
estuviera abastecido para el reparto a la población. Por ejemplo, una persona que fabricara
abrigos, estaría destinada al DNB textil y así toda la población, con lo cual cualquier persona se
podía abastecer en cualquier punto del planeta de lo necesario para su confort en el planeta.
Todo esto sin perjuicio al desarrollo que cada persona ejerciera fuera de sus horas laborales.
Ya que, Carlos por ejemplo, aún siendo un titulado superior en varias ramas, su aportación a su
DNB era la transformación de la kernia en refrescos.
La kernia era cultivada y mimada en el D.N.B. agrícola, siendo éstos los más preciados por
toda la población.
La sanidad como práctica no existía en enfermedades y sí en traumatología. Los estudiosos
habían recopilado todo el saber sobre plagas y epidemias, pero como tema histórico. Doctores
como Arnold Pomar o Silvia Coquet, estudiaban con denuedo las anomalías genéticas
producidas por el gran viaje. Muchos de los habitantes quedaron estériles, otros no pudieron
tener más de un vástago. La demencia fue lo único que mató a gran parte de la población, casi
toda mayor, de 70, años. Excepto en las llamadas épocas de Asentamiento, dónde las muertes
fueron contadas por millones. El último fallecimiento fue el de una mujer de 85 años que no
paraba de decir: ¡Era él! ¡Era él! hasta que murió.
Pomar y Coquet estaban dentro de un programa espacial con rumbo a un planeta tipo Tierra
situado a unos 9.000 años luz, lo cual les supondría casi dos años de viaje en estado
aletargado. Nadie les había informado del motivo real de la expedición, pero como siempre, si
estaba programado era porque la Humanidad lo necesitaba. La confianza entre la población era
tan grande que, cualquier indicación de los Puntos de Administración, eran realizados sin
desconfianza y con el convencimiento que aquello era lo mejor para el bienestar de la
Humanidad.

Jon y el desconocido hablaban animadamente.


-... ¿Y esa expedición será factible? - preguntó al visitante.

-Sí, y además necesaria. La kernia sólo crece en aquel planeta en estado puro y no injertada
como la que os traje.
La kernia era la planta que sustituía a la alimentación omnívora. El injerto al
cual alude el amigo de Jon fue el repartimiento que se efectuó entre la mar y la tierra, al
no haber suficiente y como quiera que la kernia no se plantó debidamente, los efectos
beneficiosos para la población estaban decayendo desde hacía 60 años. Se pasó de
suministrarla en comprimidos a mezclarla con refrescos.
El riesgo de volver la antigua alimentación populaba por el planeta como la antigua espada de
Demócles. Se habían encontrado algunos casos de onmivarismo entre la población más
alejada de las costas, con la consecuente alarma para el resto de la población adulta. La
solución pasaba por recoger varias toneladas de kernia en el planeta productor y replantarla
debidamente en la tierra y en el mar. Uno de los principales componentes de la longevidad y
juventud entre la población era debido a los efectos de la kernia.
¿Quién comandará la nave? preguntó
-Carlos Jordán, respondió Jon y con un ademán señaló a un joven moreno de ojos y cabellos
negros como una noche sin Luna.
Como si de un imán se tratara, el desconocido fue al encuentro de Carlos.
No podía creer lo que aquel desconocido me estaba diciendo. Incomprensiblemente todo lo que
pasó en el planeta Tierra, había sido programado por unos cuantos privilegiados, que a su
antojo, crearon crisis, guerras, etc.
-Sí, me decía aquel desconocido, todo estaba pre-determinado. Te contaré como lo sé y porqué
creo que su difusión será beneficiosa para todos.
Ante todo, piensa que la versión de este relato es totalmente cierta y que si es a ti a quien he
elegido para contársela es por ser quien eres y considerar que entre tu pueblo serás
escuchado.

Capítulo 2

EL PRINCIPIO

La comida volvía a escasear, todo Egipto estaba pendiente del gran benefactor el río NILO,
sabían que cuando no pudieran subsistir, cuando el hambre corroyera sus maltratados cuerpos,
el poder del gran dios, haría fructificar nuevamente las cosechas, resecas por el sol. Y
nuevamente la abundancia llegaría a todos los rincones del vasto territorio llamado EGIPTO.
-Aha! no te acerques más a las dunas, gritó una mujer, que en su tiempo debió de ser bellísima,
a juzgar por sus rasgos, que aunque tristes y resecos, reflejaban una singular belleza.
-No mamá. -respondió el muchacho.
Como todos los jóvenes de aquel tiempo y de este también, la curiosidad podía más que los
gritos y castigos que su madre, Sakkara, amenazaba sin llegar casi nunca a cumplirlos.
-Mamá, dentro de un rato vendré, quiero ir con Ostris al Valle del Silencio.
-Te he dicho muchas veces que no me gusta ese sitio, pero como prohibírtelo va a ser inútil,
puedes ir, pero cuando el sol esté en el horizonte te quiero en casa.
-Lo que tú digas mamá.
Con estas palabras y con el viento en las piernas, Aha fue a buscar su gran amigo de juegos
Ostris.
-Ostris! Llamó, cuando el joven estuvo en las cercanías de la casa de su amigo.
-Que quieres, contestó.
-¿Vienes al Valle del Silencio?
-No me dejan.
-Va, ven, mi madre sí que me ha dejado, díselo a la tuya.
-Está bien, espera.
-No, te he dicho que no.
-Pero mamá, a Aha su madre le deja.
-Mira Ostris, desde que tu padre este ausente mi obligación es protegerte, y además en ese
Valle ocurren cosas muy raras. No, no vas.
-Pero madre, ya tengo casi quince cosechas. Puedo defenderme y defenderte a ti también.
Con una leve sonrisa en los labios, producto del orgullo y del amor que Napata sentía por
Ostris, y para no dejarle mal ante su amigo Aha, dijo:
-Hijo pronto serás como tu padre y entonces no podré atarte a mí. Algún día tendrás que
valerte por ti mismo. De acuerdo, acude con tu amigo, pero al caer el sol vuelve.
En un tris, saltando de alegría, corrió al encuentro de Aha, que paciente esperaba a su
inseparable amigo.
El padre de Aha, fue uno de los primeros que denominó a aquel lugar el Valle del Silencio.
Sin ser de una extensión muy grande, podría estar en treinta hectáreas, su belleza era tan
llamativa como su silencio.
Hacía varias lunas que la lluvia había dejado de aparecer por el Valle del Nilo, todo o casi todo,
estaba mustio y reseco, pero en el Valle del Silencio, el frescor del verde seguía tal cual, como
si acabara de ser regado. Algunos, acosados por el hambre y otros por la curiosidad, se
adentraban en esas tierras en busca de un alivio para sus maltrechas despensas.
La alegría de la juventud y las ganas de refrescarse en una de las charcas del Valle, hacían que
Ostris corriera, muy por delante de su amigo Aha.
-Ostris, espérame; tenemos tiempo hasta la caída del sol.
Riendo y sin visos de pararse, Ostris contestó; si no te das prisa calentaré el agua con mi
cuerpo y no podrás refrescarte en la charca, así pues, ¡Corre!
Ostris no sabía que sus ganas de llegar, iban a cambiar su destino.
-Ostris, Ostris!, no te escondas y responde.- llamaba preocupado Aha.
Llevaba mucho rato buscando a su amigo, creía que se había escondido entre unas palmeras
ratonas que crecían por la zona y dónde normalmente jugaban.
Pero Ostris no respondía.

De pronto, el cielo se tornó rojo como el fuego, el sol parecía juntarse con la tierra, no tenía
calor, pero empezó a sudar, algo desconocido estaba pasando y se encontraba sólo, muy sólo.
Por enésima vez grito: Ostris, por los dioses, aparécete, no me gusta lo que está pasando.
Caída la noche, Aha, llegó a su casa.
Sakkara, intranquila preguntó reprochando: Dónde has estado hasta ahora, el sol cayó hace
mucho y me tenías en vilo.
Aha, balbuceando y con más miedo a lo desconocido que al castigo de su madre,
contestó.
-Ostris ha desaparecido, el sol bajo al Valle del Silencio, tenía frío y hacía calor, calor y hacía
frío,
-Pero..., corto su madre.
-Se puede saber que estás diciendo, no entiendo nada, por Horus que pareces confuso como
un camello sediento.
-Madre, lo he visto, he visto al sol, casi lo he tocado con mis manos.
-Que me estás diciendo de que Ostris ha desaparecido.
-Iba delante, cuando llegué lo busqué en nuestro escondite y allí no estaba. Lo llamé y no
contestó. Y de repente el sol bajo.

Capítulo 3
LA PUERTA
Dónde estoy Aha!, contéstame.
Una luz clara baña el cuerpo de Ostris, estaba estirado en una mesa estrecha y larga, no se
parecía en nada a la de su casa. No tenía frío ni sed.
Aquella sed que le llevó a correr hacia la charca había desaparee ido.
Una figura alta y transparente se le acercó. Le habían hablado de los dioses, ¿Sería esta figura
alguno de ellos?
-¿Quién eres? preguntó con voz, sorprendentemente firme.
La figura no contestó, de hecho ni se movió de donde se hallaba.
Ostris sintió en su cabeza un dolor intenso, calor, frío y miedo.
Cuando despertó se encontró en una especie de cueva, sus manos estaban cogidas por unos
extraños cordeles y con diferentes colores.
-Hola Ostris!
Quién sería aquel ser que sin conocerle sabía su nombre.
-Hola, contestó. ¿Eres extranjero?

-Oh no. respondió el ser, soy del mismo sitio de donde tú procedes.

-No conozco a nadie que sea y vista como tú lo haces extranjero.

-Efectivamente, mi indumentaria para ti puede ser diferente, pero si quieres que te diga la
verdad, está pasada de moda.
-¿Moda? ¿Qué es moda?
-Curioso muchacho. Moda es el uso que se da a algo durante cierto tiempo. Por ejemplo la
cinta, que llevas en el cuello, hace unos miles de años, tus antepasados no la llevaban.
-¿Años? Con esta pregunta Ostris volvió a dormirse.

No era la primera vez que desaparecían hombres, mujeres o niños en el Valle del Silencio.
Los gritos de dolor de Napata, la madre de Ostris, eran punzadas en los vientres de las madres
que la asistían. Los maridos estaban guerreando como era habitual, desde hacía varias
cosechas. Se veían impotentes para entender aquel misterio. Misterio que por otra
parte no era del todo desconocido ya que algunos, de los que osaban entrar en el Valle del
Silencio, acuciados por el hambre, no volvían nunca más a sus casas.
-Le dije que no fuera, después lo dejé, por los dioses que si pudiera arrepentirme lo haría.-
decía compungida Napata.
El ente no hablaba, pero Ostris lo entendía todo.
Algo le decía que seguir la corriente a aquel ser, sería lo más juicioso para preservar su
integridad física.
No sabía el tiempo que estaba en aquel lugar. Recordaba a su amigo Aha y el calor que tenía
cuando corría hacia el Valle del Silencio.
Una especie de saya blanca le habían dejado para que se la pusiera. Su cuerpo estaba
desnudo cuando despertó y olía raro. Poniéndosela, digamos, túnica, paso a través de un
estrecho pasadizo que desembocaba en una gran cueva y allí estaba el ser.
No, había dos seres, los dos se parecían bastante.
La presencia de Ostris fue reparada por el ser que lo recogió del Valle del Silencio.
-Pasa Ostris.- invitole. Mi nombre en tu lengua es LAM y mi ayudante, dijo señalando al otro
ente, VECLA.
-Hola, dijo Ostris a modo de saludo.

-Sí, dijo Lam a Vecla, deberemos emitir sonidos para comunicarnos, la mente de Ostris es muy
endeble todavía para usarla en esta función.

-¡Hola! Respondió Vecla con un mohín en lo que quería ser su boca.


A Ostris, Lam y Vecla no le caían del todo mal, el tiempo transcurría, no sabía exactamente
cuánto, pero intuía que bastante. Lam le había enseñado, diría que a escondidas de Vecla,
jugar con una pared totalmente lisa y con muchas luces como el sol, con el tiempo sabría que
era una computadora LAZADA de la computadora madre sita a más de 10.000
años luz; pero no adelantemos acontecimientos y fijémonos en los juegos de Ostris.
Lam le había enseñado para que la pared le hablara. Sólo tenía que apretar un resorte y decir
una palabra:
MOLOC.
Cada vez sabía más cosas. Sabía que estaba en una nave HIPERESPACIAL CAMUFLADA.
Que la extensión de la misma era más grande que toda su aldea. (Más tarde averiguaría que la
nave tenía 5060 m2.)
Que estaba en un sistema llamado solar.
Que su planeta uno de los QUINCE que giraban alrededor de la estrella luminosa llamada Sol,
se llamaba TERRA y que con el tiempo lo llamarían Tierra.

Olores, ruidos y un tímido amanecer, ponía nuevamente a la gran manzana en movimiento.


Como si de un milagro se tratara, New York, con sus ya, dieciocho millones de habitantes,
despertaba a América con su poderío. Hacía muchos años que la City se había
convertido en la capital de la Unión. Después de La Gran Catástrofe del 2029, Washington
había sido totalmente destruida y la única ciudad con carisma y poder había tomado las riendas
de U.S.A.
Mark Ducan era un neoyorkino típico, entraba a las 8 AM al gran edificio, que la empresa
MARCQNI, tenía en la calle 80, en el West Side, muy cerca del Museo de Historia Americano, y
durante seis largas horas se enfrascaba en su trabajo de investigador espacial.
Como casi siempre, se quejaba internamente de la poca colaboración que existía en el
Departamento, todos iban a la suya, como autómatas, incapaces de pensar. El trastorno
ocasionado por la Gran Catástrofe, había afectado a muchos millones de americanos, según
los expertos, pasarían décadas hasta que las gentes volvieran a ser relativamente normales.
Mientras, Mark debía atender, prácticamente sólo, aquel tinglado de cybors.
A las 2 PM, cruzaba la Columbus Avenue y se adentraba en el Central Park. Casi siempre
tomaba un pequeño refrigerio sentado en uno de los bancos que existen cerca del Museo de
Historia, una vez acabado el ágape, entraba con la autoridad que le proporcionaba el ser doctor
en ciencias étnicas, en el poco visitado local.
-Buenos días Dr. Ducan- le abría complaciente un conserje, para más datos puertorriqueño,
con una sonrisa de oreja a oreja; tal vez porque era asiduo al Museo o porque el poder ser
cortés con un ser humano era bastante raro.
-Hola, respondió Mark con aire ausente.
Sin parar se dirigió a una de las antiguas instalaciones que el establecimiento tiene en la
primera planta, dónde existían precyborgs de la primera generación, esto era remontarse al año
2.026.
Sin prisa, Mark sacó una lentilla no mayor que una uña, y la pasó por un visor tipo scanner, que
una vez comprobada su identidad le franqueo el acceso a la Sala de Datos.
Amelia Ramírez, al igual que el conserje, provenía del antiguo Puerto Rico, a la sazón,
desaparecido haya por el 2.025, como nación. Era una morena de muy buen ver, que aún
estando en la época que estamos, seguía llevando unas someras gafas que hacían su rostro
original. Mark se preguntaba por qué las llevaría, ya que él mismo, cuando tuvo
la última revisión semestral, el scanner le había observado una anomalía en su ojo izquierdo,
poniendo remedio en la misma revisión con un pequeño ajuste sónico. ¡Era tan fácil no
llevar las incómodas gafas! Pero eso era un problema de ella y su estética.
-Dr. Ducan, saludó respetuosamente Amelia.
-Buenos días Srta. Ramírez, tengo bastante prisa, sería tan amable de tenerme
preparada la unidad 3141659.
-Enseguida Dr.
Los grandes meteoritos que cayeron sobre el planeta en el año 2.029, hicieron más estragos
que cualquier guerra, epidemia o catástrofe natural, por ejemplo el Big, que durante años los
californianos estaban prediciendo, de hecho fue un gran terremoto, llegó a 9 sobre la famosa
escala, medio California fue desgajada como una fruta madura. Los muertos se contaron por
millones, la mar penetró en las tierras con sed incontenida, anegando parte del estado de
California.
Todo el que quedo para contarlo, creyó en la Apocalipsis cuando a los tres años justos, o sea el
10 de Octubre del 2.029, una lluvia de meteoritos de diversos tamaños, cayeron sobre la Tierra,
de tal forma, que el Big fue un ligero movimiento sísmico.
Los que quedaron pudieron dejar constancia de ello en las bibliotecas automáticas que
existían, una de ellas era la unidad 3141659, la cual Mark estaba consultando
exhaustivamente.
-Dr. Ducan, son la seis, vamos a cerrar. Dijo Amelia con voz apremiante.
-Ah!, sí, ya he acabado. Gracias.
Cogiendo las notas que había estado garabateando en su cuaderno, se levantó para dirigirse a
la salida. A su vez Amelia pasó el controlador por la unidad, para dejarla inerte hasta la próxima
consulta. Este método fue instaurado hacía unos cincuenta años, o sea, una vez finalizada la
consulta, la persona responsable debía pasar el controlador para verificar que ningún dato
había sido modificado, ya que en la antigüedad por motivos hoy insospechados, algunas
unidades fueron manipuladas.
Dr. Ducan, espere por favor, saldremos los dos por el acceso dos. Las puertas no eran tales, ya
que una cortina invisible de rayos zeta, protegían los accesos y sin el correspondiente pase era
totalmente imposible su franqueo.
Mark, medio distraído y algo agobiado por la presencia de Amelia, aceptó con un vale, su
recomendación.
Hacía tiempo que las visitas al Museo tenían otro objeto más que el de investigar sobre el
pasado, también iba para poder observar a la bella Directora; No se atrevió nunca a invitarla a
tomar un cordial después de cerrar el Museo, ya que normalmente marchaban a la misma hora.
Las investigaciones que Mark estaba efectuando en los últimos tiempos le aislaban de
cualquier realidad. Si no hubiera estado tan ocupado, habría podido observar que a Amelia no
le era del todo indiferente su presencia. Es más Amelia procuraba hacerse notar cuando Mark
solicitaba algo.

Capitulo 4

EL SILENCIO
El dominio que llegó a tener sobre la computadora era envidiable. Lam le decía que sabía tanto
como él.
Un día...
-¡Ostris!- llamó Vecla.
-Sí Vecla.
-Vamos a bajarte a Terra y hablarás con tu amigo Aha. ¿Lo recuerdas?
-Sí, claro-contestó intrigado.
-Bien, le presentarás estas figuras, diciendo esto. Le alargó una hoja parecida al papiro pero
infinitamente más resistente, en la cual había varios dibujos en forma de punta, ancha por
abajo y fina por arriba. Vecla continuo: a esta figura la llamarán Pirámide. Como podrás
observar están en diferentes posiciones para que puedan construirlas debidamente.
Deberás decir a tu amigo Aha, que dentro de la Pirámide habrá como mínimo una cámara
dónde yacerá el cuerpo de un rey. Se construirán tantas Pirámides como reyes hubiesen. A
estos reyes se les llamará FARAONES. Dile que por cumplir los mandatos de los seres de la
luz, su recompensa será la de ser uno de ellos. Aha será Faraón y se le conocerá con el
sobrenombre de El Luchador.

Doce años habían pasado desde que Ostris desapareció. Aha, creyó que nunca más volvería a
ver a su gran amigo, pero se equivocó. Después de una intensa búsqueda, todo el pueblo de
Saki dio por perdido, al niño. Al no ser la primera vez, el consuelo fue el de los tontos. Eso sí al
Valle del Silencio nunca más fueron.
Aha, ya se había convertido en un hombre, su padre murió en una de las batallas contra los
hititas, hacia bastante tiempo. Casi el mismo desde que su amigo Ostris desapareció.
De pronto una sombra tapó el Sol que Aha estaba recibiendo sobre su cabeza, al alzar ésta,
descubrió una figura que le resultaba familiar, pero el resol le impedía ver con claridad quién
era.
La figura dijo: Aha, no me reconoces, soy yo, Ostris. De un salto Aha vio de repente al niño que
antaño fue su compañero de juegos.
¡No es posible! exclamó. Como puedes ser tú después de tanto tiempo. Sin ser yo ya, aquél.
No te asustes Aha, calmaba Ostris, te contaré, lo que pasó y el por qué de mi "juventud".
Poco a poco, Aha, iba asimilando las palabras, que no pensamientos, lo que Ostris le estaba
diciendo. No interrumpía ninguna vez, temeroso de que fuera un sueño y se desvaneciera si
decía algo.
...Con lo cual, tú Aha, serás Faraón.
Una vez dio el mensaje al estupefacto Aha, Ostris volvió a la nave.
Lo que más tardó en comprender fue el paso del tiempo ¿Por qué en la nave parecía que el
tiempo no pasaba y en la Tierra habían transcurrido casi 12 cosechas?
.N.A. - En el antiguo Egipto el Nilo, con su crecida, daba para una cosecha al año, ya que el
limo que arrastraba servía de abono para los agricultores, de ahí el que los habitantes de las
riberas del Nilo contaran el tiempo por cosechas.-
Lam le explicó la relación entre la velocidad-espacio-tiempo. Y lo entendió a la primera. Al
parecer Aha también.

Mark, no podía dormir, estaba dando vueltas y más vueltas en su reducido gabinete, aquello
era algo, que por ahora, era totalmente incomprensible. Tenía la imperiosa necesidad de volver,
al Museo. Pero estaba cerrado a aquellas horas de la madrugada, eran las 3,15 horas.
Sin pensárselo dos veces, buscó entre la bibliografía del Museo de Historia el número del
fonoteléfono de la responsable, o sea de Amelia Ramírez,
-¡Aquí está! exclamó.
Sin mirar la hora ni nada por el estilo, marcó y espero que su inter1ocutora estuviera en casa,
no ya durmiendo que era lo normal.
-Sí. Salió una voz por el audio del fonotel. Estos aparatos estaban .preparados para trabajar
independientemente del audio y de la visión.
-Soy Ducan, Mark Ducan, señorita Ramírez.
Como si un pincho le hubiera hecho impacto en el culo, de un salto, Amelia despertó de su
sopor, una alegría por oír su voz y a la vez una rabia por la hora que era, hizo conectar, sin
percatarse como estaba, el fonotel.
-Sr, Ducan, apeando lo de Dr., sabe la hora que es.
Mark, sin darse cuenta del tono de la pregunta, consultó su reloj, diciendo.
-Sí, son las... 3 y pico, casi y veinte.
Amelia, haciendo de tripas corazón, y temiéndose a ella misma, ya que era de armas tomar.
Resoplando dijo, bien Sr. Ducan y al la tres y veinte que tripa se le ha roto, para incordiar mi
sueño.
-Como si de un bofetón se tratará, se dio cuenta de que había metido la pata, ¡Qué
imbécil!, el tiempo se le había pasado volando y no se dio cuenta de la hora real que
era. Balbuceando, como un colegial cogido in fraganti, contestó.
-Discúlpeme, no me había dado cuenta de la hora, pero es que me es de necesidad imperiosa
ir al Museo.
-Dr. Ducan, hay un horario. No puedo abrirle el Museo a la hora que Vd. quiera.
Mientras Amelia se despachaba a gusto, Mark se fijó entonces en la hermosura de su pelo
negro resbalando sobre sus pechos morenos.
Hacía tiempo que se había fijado en ella, su profesionalidad en el Museo y su feminidad en el
trato, le dejaron desde el primer día que la vio prendado de ella, de eso hacía casi dos años. Su
timidez con las mujeres le impedía acercarse más a Amelia, tan sólo en el campo profesional,
procuraba estar más tiempo del necesario para estar junto a ella.
-Dr. Ducan, casi chilló Amelia, me está oyendo.
-¿Eh? Sí, sí. Perfectamente.
Sólo entonces Amelia se percató de la mirada de bobalicón que ponía y a la vez de la poca
ropa que llevaba encima.
-Dese la vuelta, ordenó Amelia, cuando hubiera sido más fácil apagar la visión.
-Como un buen niño Mark se apartó del fonotel, y sin que ella le preguntara añadió:
-Si la he molestado dispense, pero es que la investigación que estoy llevando es tan grave que
si no compruebo unos datos ya, creo que mañana será tarde para todos.
El tono de voz de Mark era casi suplicante. Amelia vio por primera vez, desde hacía dos años,
a Mark Ducan como a un chicuelo desvalido. Esto le gustó.
-Bien Dr. Ducan, volvió al trato habitual, dentro de media hora le espero en la puerta.
Como un clavo Amelia llegó a la puerta del Museo de Historia de América.
Mark la esperaba con una media sonrisa.
-Buenos días, saludó.
-¿Buenos? respondió Amelia.

Franqueando la entrada se dirigieron a la Sala de Datos.


-Bien Dr. dígame que es lo que quiere consultar, ¿La unidad 3141659?
-No, quisiera otra más anterior, la 2088 I.
-¿La 2098 I?
Amelia se extrañó, aquella unidad había sido consultada hacía dos días tan sólo, y según el
registro hacia 90 años que no había sido usada o sea desde el año 2.026
Inconscientemente, Amelia, comentó el hecho al Dr. Ducan.
-¡Cómo! exclamó, al saber la noticia.
Así es Dr. Ducan, hace exactamente cincuenta y seis horas que este pre- ciborg, el 2098 I, fue
consultado tras noventa años sin hacerlo nadie.

-¿Podríamos saber la identidad del consultante?


-Sí, por supuesto, respondió Amelia con aire de suficiencia, tras lo cual manipulando el registro
general, a los diez segundos, salió una hoja de color amarillento.
-Ostris, Ostris de Siro.
-¿Qué? inquirió Mark.
-Ostris, -contestó Amelia- El consultor fue Ostris de Siro.
-Se encuentra bien Mark, apeando protocolo, Amelia vio como Ducan entraba en un trance
casi espectral, su cara estaba totalmente irreconocible, la palidez de su rostro era tal, que creyó
estar ante un cadáver.
Mark no lo podía creer, Ostris había estado allí.
-¡Imposible!
...Pero el registro no se equivocaba, el sistema de identificación disponía de tal seguridad, que
en cuarenta años no había tenido ningún error.
Haciendo un gran esfuerzo, Mark preguntó, temiendo la respuesta que Amelia le daría, ¿Qué
fue lo que consultó?
-Albert Einstein. Vida y muerte de Albert Einstein.
-Lo temía- farfulló Mark.
-Sabía Vd. que esto fue lo que consultó el Sr. Siró? replicó Amelia.
Algo parecido, enlazando la respuesta, y al hilo de sus pensamientos, comentó a Amelia.
Recuerda que ayer estuve sacando datos sobre la antigua Mesopotamia.
-Sí, y... ,
-Pues ahí apareció el nombre de Ostris de Siró.
-Pura coincidencia no cree, dijo Amelia.
-Hágame un favor. Compruebe los datos obtenidos con los que ayer saqué sobre el señor Siró,
las coordenadas eran M 2100 AC.
-¿Que pretende lograr con esta comprobación doctor?
-Muy sencillo, corroborar un vieja teoría.
-¿Qué teoría? ,
-La teoría de la relatividad.
-La de Albert Einstein, preguntó Amelia.
-La misma.
Tan sólo bastaron tres minutos para que el pre-ciborg 3141659 escupiera por una ranura lateral
un standard de cartulina azul.
Sin mirar, Amelia se la entregó a Mark, éste en voz alta leyó:
DE SIRO OSTRIS, edad 32 años terrestres, 1,81 m. de estatura, 80 kg. de peso. Puntos de
cotejo 5.890.543 Coincidencia en porcentaje 100%
Resultado: Misma persona.
-¿Cómo es posible? dijo Amelia, perdiendo su porte altivo.
-Mira -contestó Mark tuteándola- Dándole a la vez un standard amarillo, que el día anterior
había recibido del PC 3141659.
Amelia leyó: “Mark Ducan, necesito tu ayuda, estoy atrapado en el tiempo. Mi nombre es Ostris,
nací hace más de 6000 años, el planeta Tierra está en peligro. Contactaré contigo mañana a
las 6 AM, a través de esta misma máquina, por favor ven.

La fecha del standard era Octubre 10 2.116 5.52 PM


-¿Comprendes ahora, mi interés por estar aquí?

-Pero cómo una máquina puede enviarte un mensaje.- rebatía Amelia.


-No lo sé Amelia, pero piensa que a finales del siglo XX, había máquinas que pensaban por sí
mismas, y de cosas que jamás nadie les había programado.
-Sí, pero fueron destruidas, se defendió Amelia.
Amelia tenía razón, los sistemas políticos de las antiguas naciones del planeta, a finales del
siglo XX, hicieron un verdadero caos de la Justicia, la cual brillaba por su ausencia, los Jurados
no servían, se compraban o manipulaban, los Jueces se politizaban y algunos se retiraban al
ver tanta iniquidad. Por lo que un científico sueco, propuso a las Naciones Unidas, un sistema
impenetrable de computadora. De hecho el sistema era muy sencillo, se introdujeron todos los
datos habidos y por haber, en; cuanto a delitos, descargos, alevosías y penas a cumplir según
las faltas o delitos.
Unos sensores, parecidos a los empleados en Máquinas de la Verdad o Polígrafos, eran los
que fueron conectados en una especie de cuenco alargado que existía en el frontal de la
Máquina de la Justicia, como se la llegó a llamar, al introducir el acusado la mano, la máquina
sabía de su inocencia o culpabilidad y de su condena si la hubiera.
Estuvo en servicio cinco largos años. Tuvieron que destruirla. Así mismo lo hicieron con otras
que existían para diversos cometidos.
-¿Todas? Contestó Mark.
Eran las seis de la mañana, un zumbido les hizo callar, la 3141659 estaba funcionando "sola"
ya que Amelia no había accionado el correspondiente botón de puesta en marcha.
Alertada por el audio del ciborg, Amelia dijo irónicamente:
-Tu llamada está servida.
-Mark, refunfuñando un no sé qué mujeres, se dirigió a la consola del ciborg.
Una imagen apareció en la pantalla, era la de un hombre moreno con ojos negros y sonrisa
franca.
-¡Hola Mark! Soy Ostris.

Albert estaba sentado en su viejo sillón de cuero. Absorto en sus pensamientos, no escucho
entrar a su ayudante Von Karl.
-Profesor, llamó Von Karl tímidamente.
Sabía que su maestro era muy sensible a las llamadas bruscas desde que el nazismo se
apoderó de Alemania.
Einstein estaba insoportable, su condición de judío, le hacía pensar en la posibilidad de huir de
aquel horror. Y como cualquier hijo de vecino sentía un pánico tremendo a la GESTAPO.
Un timbre, unos pasos, cualquier ruido podría dejarle helado de MIEDO.
-Profesor, repitió Von Karl.
-¿Sí? contestó Einstein inquieto.
-Tiene una visita, se trata de un catedrático de la Universidad de Múnich, el Dr. Stuttgart.
-¿Stuttgart aquí?-pensó- Bien que pase- accedió Albert.
-Estimado Profesor, entró Franz Stuttgart saludando a Einstein.

-¿Qué tal? replicó Albert.


-Sé, continuo Stuttgart, que mi visita le debe extrañar, sobre todo después de mis… digamos
críticas, a sus teorías; pero es de suma urgencia el que Vd. y sólo Vd.; escuché mi aventura, ya
que es la única persona que podrá entenderme.
Medio perplejo, medio dubitativo. Einstein invitó a sentarse a su coetáneo, con un: Vd. dirá.
Franz Stuttgart, brillante alumno que fue a la Universidad de Berlín, se doctoró en Física y
Química en el año 1.913. Su trayectoria no fue en principio la deseada, ya que, en
1.914 estalló la Gran Guerra y pasada ésta, transcurrieron algunos años hasta que
pudo ejercer su doctorado.
El papel que interpretó en la Gran Guerra, fue el de muchos alemanes, influenciado por la
época militarista, se incorporó voluntario en 1.915, llegando a obtener la Gran Cruz de Hierro
por su arrojo y valentía. Se licenció con el grado de Capitán.

Acabada la contienda, se instaló en un pequeño apartamento de.la ciudad de Múnich. Los


méritos obtenidos en la guerra, no le sirvieron de mucho, ya que, como muchos compatriotas,
anduvo mendigando un puesto de trabajo, ya no de Físico, sino de lo que fuera para poder
subsistir.

En el correr de los años, oyó, cada vez con más insistencia, la gran BOLA que algunos
aristócratas militares, hacían correr por donde alguien quisiera oírlos, se trataba de la gran
traición, o sea la claudicación de una contienda, que según aquéllos, no estaba aún perdida.
Esto fue una gran traición para el pueblo alemán. Por mediación de un antiguo camarada,
Stuttgart consiguió ejercer su profesión en un pequeño laboratorio dé Hamburgo a cambio de
afiliarse a un nuevo partido llamado nacional socialista, como quiera que la necesidad aprieta,
no puso demasiadas objeciones a ello y entró en el partido.
-Einstein le instó a hablar. Y bien...
-Desde 1.923 he estado trabajando en un campo un tanto hipotético; los rayos gamma.
- ¿Por qué hipotético? inquirió Albert. Los rayos gamma son una, realidad. ¿O es que Vd. no lo
sabía?
-Albert, aprovechaba cualquier ocasión para atacar al físico nazi, ya fuera en Cafés o tertulias
científicas dónde a menudo se encontraban. No resistía al nazismo ni a los nazis.
-Dr. Einstein, si me deja acabar, verá el porqué lo de hipotético.
-Bien, farfullo Albert, moviendo las manos en señal de conformidad.
-He estado aplicando los rayos gamma, conjuntamente con el gas neón, en una experiencia un
tanto futurista. Viendo que Einstein no le interrumpía; había captado su atención, continuó
diciendo:
-He conseguido abrir una puerta en el Tiempo.

Desde hacía mucho, Ostris se encontraba "raro", no enfermo, ¡Ni mucho menos!, si no en
forma, seguro de sí mismo. El comunicarse con Lam y Vecla telepáticamente era muy sencillo.
Algo le impulsaba a desentrañar de la computadora todos sus conocimientos.

Un día. . .

-Vic- que así se llamaba la computadora – Pregunta ¿Quién es Lam?

En unos instantes Vic empezó a hablar:


LAM PROCEDE DEL PLANETA MOLOC, EDAD 9.000 AÑOS TERRESTRES - SEMI ENERGÍA
PURA, DESTINADO A LA NAVE HPC-II CON VECLA, SER IDÉNTICO EN CONSTITUCIÓN A
LAM NO EN ESTRUCTURA.
-Vic- Pregunta ¿Quién es Otris?
………………………………………………………………………………………….

OSTRIS DE SIRO-TERRESTRE DE 15 AÑOS DE EDAD- COMPUESTO. POR HIDRATOS DE


CARBONO Y MANA- RESIDENTE EN LA NAVE HPC-II
………………………………………………………………………………………….
Cuando Ostris creía haber oído todo lo que Vic tenía que decirle., éste continuó diciendo:
CAPACIDAD MENTAL INFINITA

EXTRUCTURA MASCULINA-MOLDEABLE

PELIGROSO PARA MOLOC

HIJO DE MADRE TERRESTRE-ENSÉMINADO

¿DEBO INFORMAR A CONTROL CENTRAL?

-¡No! exclamó Ostris. Reserva información en codificación SIRO-ordenó.


Acababa de descubrir algo que ya intuía desde muy pequeño. Era distinto a los demás. Su
mente empezó a hervir. Como una catarata sostenida en el aire, los conocimientos empezaron
a inundar su cerebro.
Al cabo de un rato. Sabía QUIÉN ERA. Vic No.
Tenía que trazar un plan, los molocs debían de ser destruidos.
-Vic, pregunta:
¿Qué es una puerta temporal?
ES UN MEDIO DE TRANSPORTE YA SEA TEMPORAL O ESPACIAL.
USO DESECHADO POR SU INESTABILIDAD
-Vic, pregunta háblame del Desarrollo y función de una Puerta Temporal.
Vic, tardó varios minutos hasta dar con la respuesta que Ostris le formulaba.
RADIACIÓN GAMMA COMBINADA CON GLOBO DE HIDROGENO EN TIERRA
RADIACIÓN RAYOS ZENÓN COMBINADO CON OXÍGENO EN ESPACIO.
La mente de Ostris entendió sin ninguna duda la base para la construcción de una puerta
temporal.
Salir de la nave fue muy sencillo, Lam y Vecla estaban en sus reponedores de energía. Era su
forma de alimentarse, pudiendo zafarse de la estrecha vigilancia que ejercían sobre él, sobre
todo VECLA.
Tenemos que controlar mejor a Ostris, le decía Lam a Vecla; los dos seres que hacía una
década habían recogido del antiguo Egipto al terrestre.
-¿Qué problema hay? preguntó Vecla.
-Ha estado haciendo muchas preguntas, hace poco le cogí indagando en VIC
-¿En VIC? ¿Tanto ha desarrollado que puede hablar con VIC?
-Pues sí, recuerda que Ostris, de alguna forma también es de nuestro planeta.
-¿Qué piensas hacer?
-Cuando lo vea prohibirle el acceso.
-¿Cuando lo veas?
-Sí, hace más de doce tiempos que no lo veo.
-Pero Lam, reconvino Vecla, la nave no es tan grande para no saber dónde está.
-Sí, bueno, se excusó Lam, pero es que, no está en la nave.
-¿Cómo? inquirió sobresaltada Vecla
-Parece ser, según información que, VIC ha dado, Ostris ha abierto una Puerta Temporal.
-¡Imposible!- replicó Vecla.
-Las puertas temporales se dejaron, de usar por su inestabilidad. Si hubiera abierto alguna,
cosa improbable, Ostris estaría atrapado en el tiempo y...
-Exacto remató Lam, y nuestro planeta se destruiría si Ostris no va con nosotros.
Capitulo 5
EL OCASO DE LOS DIOSES
Como un imán, la pantalla del pre-ciborg atrajo la atención de Amelia y Mark.
Amelia se puso tras el Dr. Ducan totalmente perpleja, la máquina funcionaba, pero ¿Cómo?
La imagen continuó diciendo:
Te agradezco que hayas venido y a tu compañera también, aludiendo a Amelia.
-¿Qué es lo que puede hacer por ti? dijo Mark yendo directo al grano.
-Parece que no te extrañe mi presencia, ¿La intuías quizás?
-Pues, sí, me lo dijo un viejo amigo nuestro, el profesor Stuttgart.
Ahora el perplejo era Ostris, ¿Cómo podía Mark haber hablado con Stuttgart si éste falleció
hacía más de ciento cincuenta años?
Mark prosiguió:
-En mis investigaciones, el Dr. Stuttgart dejó un mensaje para mí, en uno de sus tratados.
Presumió que cuando éstos tratados y compendios fueran pasados a cerebros electrónicos,
una contraseña, que sólo un pre-ciborg pudiera descifrar, estaría almacenada, y sólo se
pondría en marcha cuando yo consultara alguna máquina. De hecho, la primera vez que
consulté un pre-ciborg, la consulta fue sobre fauna, y el pre-ciborg me contestó sobre rayos
GAMMA.
Einstein le miraba con una sonrisa socarrona pensando- estos nazis harían cualquier
cosa con tal de llevarme al huerto-¡Pues van listos! no formaré parte de estos asesinos.
-Sé señor Einstein que no me cree, quisiera antes de demostrarle lo que digo, que
sepa que yo no soy nazi, ni estoy con ellos, aunque estoy afiliado al partido y me aprovecho de
ello.
Sin más preámbulos, Stuttgart sacó de una pequeña cartera un objeto que, parecía ser una
especie de espada corta; sin decir palabra se la entregó a Albert.
Una de las pasiones secretas del gran cerebro, como por aquel entonces y entre bastidores
llamaban a Albert Einstein, era la arqueología.
Sopesándolo Albert empezó a escudriñar el objeto, al principio con poco interés, al cabo de
unos minutos exclamó:
-¡Imposible! esto debe de tener más de 5000 años de antigüedad y está nueva, como recién
hecha.
-Efectivamente -confirmó Stuttgart-, tiene 10 horas de antigüedad.
-¿Quién es el falsificador? preguntó interesado Albert
-No hay falsificador, retrucó Franz, es más el que lo fabricó murió hace unos 4.982 años.
-¿Me está tomando el pelo? saltó Albert
-No, no, calmaba Franz, no quisiera disgustarle Dr. Einstein, sólo quiero que vea una prueba de
mi descubrimiento.
-Pero es imposible recalcó Albert, está nueva.
-Sí, así es, me la dio un hombre que entró conmigo en la misma puerta del tiempo, un
tal Ostris.

Ostris se hallaba en el Valle del Silencio, había despistado nuevamente a Lam y Vecla
Los datos que VIC le había facilitado, conjuntamente con una pequeña esfera, los iba a poner
en práctica.
El terreno por el que pasaba seguía teniendo la misma fisonomía, el tiempo no había
transcurrido tampoco para él. Pero la realidad era que habían pasado más de 2000 años,
desde que habló con su amigo Aha, cuando le dijo que sería Faraón.
A lo lejos divisó unas formaciones rocosas que parecían montañas, pero cuanto más se
acercaba observó que su amigo había cumplido su palabra, estaba ante las Pirámides; un poco
más lejos vio como un hormigueo de hombres trabajaban afanosamente en otra nueva
construcción, al parecer mucho mayor que las que hasta ahora había. Más tarde sería
la célebre Keops.
En la primera pirámide que se encontró se colocó en el centro de la misma, perpendicular a la
cúspide. Antes había dejado a unos tres metros de sí, el objeto esférico. Y espero.
El sol caía, los últimos rayos se ponían por el horizonte, uno de éstos rozó la figura esférica y
ésta empezó a crecer como un globo, tanto que a los pocos segundos rozaba el cuerpo de
Ostris, éste sin pensárselo dos veces se introdujo en él, antes que los rayos dejaran de iluminar
la esfera, ya que al dejar de hacerlo volvería a su posición original.
Una luz rojiza le envolvió y de repente estaba en un bosque de árboles totalmente floridos, en
él había un hombre con vestimenta diferente a la suya.
-Hola dijo.
No se dio cuenta de que de su garganta no salió ningún sonido, pero el hombre le "oyó" y
contestó.
- Sí, ¿Quién es Vd.?
-Yo, Ostris ¿Y tú quién eres?
-Franz Stuttgart.
Maguncia ciudad situada en Renania Palatinado, no era precisamente como la vieja Múnich,
dónde Franz residió desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta 1.930, año que Adolf f
Hitler obligó todos los científicos a residir cerca o en Renania, lugar muy visitado por el
estadista.
Maguncia era una población discreta a cualquier mirada extranjera, no poseía la inquietud de
Múnich; Hamburgo o Fráncfort u otra de una importancia industrial que la hiciera sospechosa
por su capacidad bélica. Por lo cual Franz se aburría como una ostra. Las noches eran
interminables y los días agotadores. Trabajaba como QUÍMICO-CIBERNÉTICO, especialidad
por inventar oficialmente, en los laboratorios que el partido nazi tenía en la Platz Hammer,
destrozada más tarde por un bombardeo de los aliados, pero que él ejercía desde que se afilió
al partido. Y nunca nadie reconoció.
La industria química en Maguncia siempre fue próspera y avanzada para su época. Hitler
quería lo mejor, sabía que no podría competir con la tecnología extranjera; pero si lograba una
combinación química y cibernética sería el amo del mundo.
Adolf Hitler, un hombre nauseabundo que no dudaba echar mano a cualquier arma real o por
inventar, con tal de ser el amo del mundo. Creía a pies juntillas en las magias y poderes
paranormales, su juicio se fue trastrocando a medida que pasaban los años, haciéndole cada
vez más peligroso para la Humanidad.
Franz destacó desde que empezó en el pequeño laboratorio de Hamburgo. Sus progresos,
aunque no espectaculares, sí lo eran por la innovación de sus experimentos.
Logró el control de gases como el óxido de etileno, que más tarde se utilizaría como
esterilizante quirúrgico. Pero Franz, dominó el G.E. para la guerra. Hizo que su poder
destructivo fuera mil veces más potente irradiando el gas con ondas hertzianas.
Consiguió camuflar un tanque, usando ondas gamma y el producto de RX e hidrógeno. Al ser
sus descubrimientos ultra secretos, Stuttgart nunca fue conocido como Einstein u otros físicos
de la época.
El encuentro con Ostris cambió su vida.

New York, 10 de Mayo de 2.029

El Dpto. de Sanidad de New York, conjuntamente con el de los EUE- Estados Unidos de
Europa- Estaban analizando las muertes que, a partir, del Gran Cataclismo, se venían
sucediendo misteriosamente. La gente no moría por enfermedad. Morían y punto. Las
autopsias revelaban siempre el mismo resultado; muerte natural.
En la Sala Azul, salón de conferencias internacionales, tenía la palabra el representante de la
EUE, Dr. Bruno.
-Así Dr. Hale, que según su teoría todos los óbitos habidos en los últimos 50 años
tienen una misma base, ¿No es cierto? preguntó irónicamente,
-Sí Dr. Bruno, sí una y un millón de veces, lo he comprobado y constatado con todos los
Departamentos de Sanidad de la Tierra.
-Pero Dr. Hale, interrumpió Bruno. ¿Cómo podemos creernos que estas muertes
obedecen únicamente a un sólo fin? ¿Quién puede creer, según su teoría, que NOS ESTÁN
MATANDO?
En ciertas épocas los meteorólogos fueron el punto de mira para los habitantes de la Tierra.
Las apreciadas lluvias que todos deseaban que llegaran o no venían, o cuando lo hacían era
para saciar tan sólo la sed de los habitantes. La sequía desde finales del siglo XX se estaba
transformando en cuasi perenne.
Ni que decir tiene que la mayor audiencia en los canales de televisión eran los noticiarios y con
éstos las noticias del Tiempo.
John Russell, Jefe de los Servicios Meteorológicos de Indiana conversaba animadamente con
Frank Martínez, Delegado Nacional para la Prevención de Terremotos.
-Las lluvias no llegan, -decía Russell- medio Hemisferio Norte está seco como el desierto del
Sáhara. Y sin embargo las inundaciones en el sur de África y parte de Asia, son tan frecuentes
que, parecen pantanos perpetuos, no se puede cosechar nada. La población está muriendo de
hambre.
-Pues me temo que voy a darte una mala noticia- continuo Martínez.
-¿Cual? - se interesó Russell.
-El Big no habrá sido nada comparado con lo que se nos viene encima.-Diciendo esto,
pasó a su colega un dossier con una foto Graham del espacio exterior. (Fuera del Sistema
Solar-N. A-)

John con la foto a la vista empezó a leer el informe:


ESQUIRLAS ESTELARES PROCEDENTES DEL ESPACIO EXTERIOR (LÉASE FUERA DEL
SISTEMA SOLAR) VIAJAN RUMBO A LA TIERRA A 228.000 KM./H EL TAMAÑO DE LAS
ESQUIRLAS OSCILAN DESDE UN CAMPO DE BASEBALL AL DE UNA PELOTA DE
BASKET.
HABIDA CUENTA DE LA POCA PROTECCION QUE LA TIERRA ACTUALMENTE PUEDE
PROPORCIONARNOS. LA LLUVIA DE METEORITOS SERA EFECTIVA EN UN 59%.

PREVISIONES:
IMPACTOS EN EUROPA 42%.
IMPACTOS EN ASIA 31%.
IMPACTOS EN AMÉRICA-N.C.S. 65%.
IMPACTOS EN AFRICA 58%.
IMPACTOS EN OCEANIA 99%.
TENIENDO EN CUENTA LA VELOCIDAD DE LOS AEROLITOS Y EL TAMAÑO DE LOS
MISMOS, CADA IMPACTO SERÁ LA DESAPARICION DE UN TROZO DE SUPERFICIE
TERRESTRE. AGUJEREÁNDOLA COMO UN QUESO GRUYÈRE.
Russell sólo pudo hacer una pregunta.
-¿Para cuándo?
-Noventa y dos días, contestó Martínez.
La foto era bellísima y a la vez letal. Aquello tan hermoso iba a destruir a la Tierra.
Las Naciones Unidas no pudieron, como casi siempre desde que se fundaron, poner de
acuerdo a sus asociados para que visto el informe de Frank Martínez, aunarán esfuerzos para
evacuar a la población a lugares donde la lluvia fuera menor. Los intereses políticos
nuevamente se esgrimieron en decremento de los pobladores del planeta Tierra.
Frank Martínez erró en su previsión. Sesenta y un días tardó en llegar a la Tierra la lluvia
maldita.
Los habitantes de la costa, oeste de los U.S.A. volvieron a revivir con mayor intensidad el Big,
que tan sólo tres años atrás asoló el estado de California.
Todo empezó con un gran apagón del Bol, la noche había llegado a las 10 h 14' A.M. La gente
creyó que la lluvia había hecho su aparición con una gran tormenta. Los primeros impactos así
lo hacían prever, pero al poco se percataron que el granizo que estaba cayendo era MORTAL.
El ruido era ensordecedor, cada esquirla era un agujero sin fondo. Las personas caían
destrozadas; un río de sangre bañaba las calles. Los alaridos de las víctimas eran
espeluznantes. No se salvaron ni los que se guarnecieron en los sótanos o garajes
subterráneos. La lluvia llegaba a todas partes.
La dañada California tuvo más "suerte” que el resto del planeta. El desgajo producido por el
Big, dejaba poca superficie por lacerar, aun así, las víctimas se contaron por millones.

Diez minutos fue lo que duró. Unos minutos de muerte para la Humanidad.
La lluvia del espacio llegó a todo el planeta. Desde California a Laos, desde Argentina a
Australia. Pocos se salvaron de los impactos mortales.
Martínez predijo el tamaño, también se equivocó, o tal vez las defensas de la Tierra fueron
mayores de lo que se calcularon, ya que el meteorito más grande no pasó de un cm².
Suficiente para golpear mortalmente al ya maltrecho planeta.
La Tierra era irreconocible, parecía desde el espacio, una diana totalmente agujereada. Las
aguas invadieron zonas como los Alpes y los Pirineos. Nuevas tierras nacieron de las aguas al
oeste de África, extensas tierras ácimas que durante milenios fueron cubiertas por el
océano Atlántico emergieron con ímpetu, de su exilio en la penumbra hacia el Sol.
Los muertos por los impactos, aún siendo una cantidad respetable, se calculó en 326.000.000
millones de habitantes, más murieron por el cólera peste, hambre y la difteria, que durante tres
años asoló el planeta. Durante ese tiempo la población no dejó de vagar por el planeta, iban
como idos, deambulando de un lugar a otro sin sentido.
Fue caldo de cultivo para que los viejos santones, proliferaran como ratas en un vertedero.
Unos pocos científicos, médicos, enfermeras, técnicos agrícolas y militares que lograron
sobrevivir, lograron poco a poco restablecer la "normalidad" en el planeta. Las pérdidas en
vidas y en tierras fueron cuantificadas en un gran horror para la Humanidad:

PERDIDAS HUMANAS 4.232.000.000 HABITANTES


PERDIDAS FAUNA 82%.
PERDIDAS FAUNA MARINA 36%
PERDIDAS SUPERFICIE 76%
SUPERFICIE EMERGIDA 35%
En el 2.031 las cosas parecieron ir mejor, aunque la población seguía ida. Había sido un
trauma a escala mundial. De los restos continentales, se formaron CUATRO Federaciones
Nacionales, cada una agrupaba lo que quedó de las naciones supervivientes. La Humanidad
seguía hacia delante.
-Mark, decía Ostris, tienes que creerme, hazlo como quieras, pero antes de noventa días
terrestres deberás DESTRUIR TODAS LAS PIRAMIDES DE EGIPTO.
Mark no entendía, Amelia a su lado temblaba visiblemente, instintivamente se abrazaron. Lo
que acaban de oír era demencial, ni los mejores escritores de la antigüedad duchos en la
ciencia ficción, podrían haber escrito nada de lo que Ostris acaba de comunicarles. Pero era
real, las pruebas aportadas por Ostris no dejaban lugar a dudas.
Como un martillo repicando en un yunque, las palabras de Ostris lo hacían en su cerebro
¡DESTRUIR LAS PIRAMIDES, DESTRUIR LAS PIRAMIDES!
-¿PERO, POR QUÉ YO? Imploraba Mark
-Ostris sin dejar de sonreír le contestó, la respuesta la tiene tu compañera. Acto seguido le dijo,
antes de treinta días me comunicaré nuevamente con vosotros. Salud.
La comunicación había terminado.

-Te dije que era muy peligroso usar un terrestre para esta misión- decía Vecla a Lam.
-Sí lo sé, pero no había otra solución.
La última vez también fallamos con un terrestre.
-Medio terrestre, rectificó Lam. Por eso, continuo, se optó por usar a un terrestre puro.
-Pues esto ya no tiene remedio comentó Vecla. Ostris se ha transformado en un científico
gracias a los conocimientos de VIC y la única solución que nos queda es destruirlo a él y a la
Tierra.

Lam, pensaba que si en su raza hubiera género masculino y femenino, Vecla seguro sería del
femenino, sólo sabía quejarse.

Pero por suerte los Molocs eran asexuados. Su forma de reproducción era milenaria y
totalmente científica. A través de la ingestión de energía, a los diez mil años, poco más o
menos (terrestres), de un moloc aparecería otro de similares características, así era desde el
principio de los tiempos y así sería.
John Hale estaba desesperado, su esposa Ruth trataba de calmarlo inútilmente.
-¡Idiota! decía Mark, ¡Espagueti de mierda! Pues no ha conseguido al final, que no me hicieran
puto caso. ¡Imbéciles!
Mientras Hale despotricaba, Ruth, le estaba preparando una bebida a base de valeriana y
menta, "nuevo” invento de la industria del refresco, o sea le preparaba un cordial.
-John, ¿qué podemos hacer?
-Nada- respondió derrotado. Está pasando lo mismo que cuando hubo la lluvia de meteoritos.
Nadie hizo caso.
Las pruebas están muy claras, la gente muere de repente, sin paros cardíacos o nada que se le
parezca y por las autopsias parecen unas muertes totalmente naturales. Muerte de viejo.
En veinte años ha fallecido el 35% de la población en el planeta y en contrapartida tan sólo
han nacido un 3%., a este paso en 60 o 70 años, el planeta será un cementerio.
-¿Por qué no hablas con Ducan?
-¿Ducan?
-Sí Mark Ducan, amplió Ruth, tu compañero de Universidad, al que llamabais PISTÓN, porque
todo lo remachaba.
-¿Qué puede hacer Mark? Preguntó.
-No sé, me ha pasado por la imaginación su nombre. Bueno, no me hagas mucho caso. He
creído que tal vez...
-Posiblemente tengas razón- dijo a su esposa- Entre otras cosas Mark se doctoró en medicina
de enfermedades anteriores al Gran Cataclismo. Tal vez él tenga alguna solución. Le
llamaré.-decidió.
Los científicos no se explicaban el fenómeno. Las plagas resultantes del CATACLISMO, como
los supervivientes dieron por llamar, hacía 30 años que, habían sido superadas, empero, la
población seguía extinguiéndose. Fernando Latorre, doctor Jefe para la Prevención de
Enfermedades Endémicas. (El P.E.E.), llevaba varios años investigando el caso. Las
conclusiones estaban llegando a su final.

Repasando una y otra vez los apuntes recopilados en el informe Estrella, nombre dado por su
ayudante Cis Laber, siempre propensa a dar nombre a todas las cosas, que durante seis años
estuvo recogiendo a lo largo y ancho del planeta, no daba crédito al resultado.
Sentando en su viejo sillón de piel de vaca reflexionaba en voz alta:
-El Gran Cataclismo fue provocado por una lluvia de meteoritos procedentes del espacio
exterior ¿Por qué o por quién?
La llegada a la Tierra de la lluvia de la muerte fue con más de 30 días de antelación sobre las
previsiones del doctor Martínez. Si los cálculos eran correctos y lo fueron según los datos
aportados. ¿Cómo es que su velocidad varió? ¿Por qué el tamaño de los meteoritos varió a la
altura de Mercurio? - . '
La conclusión es que alguien estaba interesado en la destrucción total o parcial del planeta. Y
siguen interesados ya que la población está muriendo sin causas justificadas.
Obsesionado por sus descubrimientos, se puso en comunicación con su viejo amigo James
Bean de la Universidad de Yale.
-Mr. Bean, por favor
-¿Quién le llama?
-Fernando Latorre, Dr. Latorre de Caracas.
Un momento por favor, dijo la telefonista con voz rutinaria.
La pantalla del fonotel quedó en blanco por breves momentos. Al cabo de unos largos
segundos un hombre de pelo canoso y ojos profundamente verdes, apareció con una gran
sonrisa diciendo:

-jNando! ¿Qué hay de nuevo cuate?


-Riendo la broma, Latorre rectificó a su amigo- los cuates son mexicanos y yo soy venezolano,
haber cuando te aclaras James,-acabó.
Con rostro compungido, Latorre comentó a su amigo:
-Tengo que verte James, es muy urgente.
-Bien, ¿Voy yo o vienes tú?
-Mejor vengo, cogeré el primer vuelo de la tarde, espérame en el aeropuerto, por favor.
-De acuerdo Fernando, pero no puedes adelantarme algo.
-Es peligroso hablar por estos trastos, -dijo refiriéndose al fonotel-, pero para no tenerte en vilo,
te adelantaré que tengo pruebas de que el G.C. y las muertes que actualmente están
ocurriendo son provocadas.
James con cara de circunstancias y creyendo a pies juntillas lo que su amigo le acaba de decir,
ya que NUNCA FALLÓ en ninguna investigación durante los cuarenta años que le conocía,
cortó la comunicación con un no cojas el avión de la tarde, sale uno dentro de una hora.¬-dijo
consultado su ordenador de vuelo- Te da tiempo para cogerlo. Hasta luego amigo.
Cinco minutos tardó en recoger cuatro cosas al Dr. Latorre, dirigiéndose a la puerta, el timbre
sonó.
Extrañado por ello abrió la puerta con el pensamiento de ¿Quién sería? - Normalmente recibía
la vista de sus dos únicos hijos vivos y tan sólo en dos fechas señaladas; el día del G.C. para
recordar a sus seres queridos y el día de Año Nuevo.

Un hombre de complexión atlética estaba frente a él, no parecía ningún vendedor o santón de
turno. Lo cual chocaba con su bronceado y ojos negros de persona acostumbrada a estar en la
calle.

-Buenos días Dr. Latorre.- dijo el desconocido, afirmando con el saludo el conocimiento de su
personalidad-.
-Buenos días, contestó. En qué puedo servirle
-Vd. no me conoce, continuo el desconocido, pero nosotros a Vd. sí.
-¿Nosotros? inquirió receloso
-Sí, nuestra Comunidad, amplió el visitante.
-¿Y? preguntó--angustiado. No era la primera vez que científicos eran atacados por fanáticos
que daban por sentado la culpabilidad de aquéllos por lo del Gran Cataclismo.
-Necesitamos tu ayuda, te rogaría que me acompañases.
Sobresaltado interrogó a su interlocutor

-¿A dónde?¿Por qué? ¡No puedo, marchó ahora de viaje!


Con una sonrisa el desconocido dijo:
-Todo a su debido tiempo, sé que marchabas hacia el aeropuerto a encontrarte con tu amigo
James Bean, lo siento no es el momento para difusión del informe Estrella.
-Fernando estaba alucinando.
-Iremos-continuo- a otro lugar donde estarás VIVO y sin sobresaltos, no tendrás que temer
nada en absoluto. Debes acompañarme porque deberás informar y educar a ciertas personas
sobre tus descubrimientos.
Fernando no estaba conforme con todo aquello, debía ser él, el que informara al mundo de sus
investigaciones.

El visitante pareció leer sus pensamientos ya que seguidamente escuchó.


-NO, Fernando, No. Tu misión en la Tierra ya ha sido cumplida, ahora para ayudar a salvar lo
poco que queda de ella, deberás de venir conmigo.
Una fuerza misteriosa le decía que aquel personaje le estaba diciendo la verdad y nada
debería de temer. Desde la muerte de su esposa y de sus otros dos hijos, él, al igual que la
mayoría de la población, no era el mismo. La nostalgia y la pena le embargaban, a parte de su
trabajo, nada tenía por hacer. Sus dos únicos hijos, Silvia y Damián, vivían o mejor dicho,
sobrevivían al Holocausto en que la población estaba sometida y él no podía ayudarles. Que
más le daba estar aquí o irse con aquel desconocido.
Con un ¡Vamos! Fernando Latorre dejó a su amigo James Bean sobre ascuas, ya que la espera
en el aeropuerto fue interminable, James dedicó el resto de su vida, veinte años más, a la
búsqueda de su mejor amigo. No lo logró. De Fernando Latorre NUNCA MAS SE SUPO.

Amelia estaba preparando en la pequeña cocina de su apartamento, un buen desayuno. Mark


sentado en un confortable sillón, repasaba mentalmente las últimas horas, tan cercanas y a la
vez tan profundas.
Había hablado con un ser que nació 6000 años atrás, o más, recibe indicaciones a
través de un ciborg, de un científico de la Alemania nazi, que falleció hacía más de 150
años. Y por último recibía la orden de destruir las pirámides de Egipto, so pena
de la destrucción del planeta Tierra.

Tenía hambre, siempre le pasaba cuando tenía el nervio metido en el cerebro, era el aviso de
parar de pensar y relajarse, el hambre era su sedante.
El olor a tocino frito y café, le sacó de sus cavilaciones, haciéndole decir.
-Deja que te ayude Amelia.
Por respuesta, Amelia llevaba en las manos sendos platos, dejándolas en la mesa
ratona dijo;
-No hace falta, ya está, de todas maneras gracias.
Diciendo esto, empezaron a dar buena cuenta del suculento desayuno.

Su teoría, -decía Stuttgart- la de la relatividad, es cierta. Yo la he vivido. El espacio es una cosa,


el tiempo otra, aunque las dos se complementan. El ser que me encontré, continuaba Franz,
me explicó que venía del pasado, exactamente de unos 5000 años AC, que necesitaba hablar
con Vd. Y para que me creyera me dio lo que sostiene en las manos, diciéndome que sabría
apreciarlo.
-¿Cómo? preguntó Albert
No lo sé herr profesor, lo que sí sé, es que él lo verá en el pasado o en el futuro. Tal vez ya lo
haya visto y no lo recuerde, predijo Franz.
-Ahora que lo dice,- cavilando Einstein se levantó del sillón y se dirigió a una cómoda que tenía
a su derecha- hace unos años un alumno, mejor dicho un oyente que apenas estuvo una
semana, me resultó algo raro. No paraba de hacerme preguntas sobre mi teoría. Llegó incluso
a agobiarme, creí que era uno de sus “amigos"- refiriéndose a los nazis.
-¿Por qué? inquirió Stuttgart
-Sí, mire Vd. Franz, precisamente aquel alumno me fue impuesto por el Departamento
correspondiente, y precisamente la carta aún la tengo guardada aquí, diciendo esto cogió del
secreter de la cómoda una pequeña caja, en la cual se hallaba un sobre abierto con el
membrete del Ministerio de Cultura.

La fecha de la carta era 12 Marzo 1.922


Con mano decidida sacó la misiva, leyéndola someramente se fijo en el nombre del alumno... Y
recibirá en su aula el próximo cinco de Octubre al alumno...
OSTRIS DE SIRO
Albert ya había sido visitado.

Mark escuchaba atentamente las explicaciones que John le daba sobre su investigación.
-...Y si no hacemos algo, dentro de 80 años no habrá ningún humano sobra la capa de la
Tierra- concluyó John.

Mark estaba atando cabos, Ostris le advirtió lo mismo en su comunicación, es más le dijo
también el por qué, cosa que su amigo aún no sabía ni podía intuir por mucha imaginación que
tuviera.
-¿Qué puedo hacer para ayudarte John?- preguntó.

-No lo sé Mark, pero a alguien se lo tenía que explicar, a parte de los cafres de Sanidad, lo que
podrá pasar dentro de nada.

Mark, apretó la mano de Amelia con cariño, con este gesto. Amelia se sentó al lado del mullido
sillón, invitando con este ademán a que Ruth hiciera lo propio con su marido. Amelia sabía que
Mark iba a hablar largo y tendido y contra más unidos estuvieran más credibilidad daría
a la historia.

De esta manera los Hale empezaron a oír la narración más fantástica jamás contada, con un
pequeño matiz, este relato era auténtico.
-Supongo que alguna vez habéis oído hablar del MANA-decía Mark
-Sí. -respondió John- ¿No fue la comida que el pueblo hebreo recibió diariamente en el
desierto camino de la Tierra Prometida?
-Algo así, replicó Mark, ya que no sólo el pueblo hebreo recibió el MANA, a lo largo de la
Historia, otros pueblos también recibieron el preciado alimento. Por ejemplo los Faraones
egipcios recibían Maná una vez al año, y eso no se sabe, ya que era ultra secreto.

Interesado John rebatió, ¡Pero sólo hay constancia de que lo recibieran los hebreos!
-Efectivamente, convino Ducan, pero este no es el problema.
-El MANA,- continuó Mark- era un complejo energético y nunca mejor dicho de energía súper
concentrada, que se daba a los terrestres, para que éstos generaran durante su ínfima
existencia, y después os diré el por qué de ínfima, una multiplicación de esa energía y a la vez
traspasaran aquélla a otros congéneres, o sea procreando.
-¿A dónde quieres ir a parar Mark? -dijo Hale.
-Pues simple y llanamente en que los terrestres hemos sido, somos y seremos el
alimento de los dioses.
-Sí John, cuando dejamos de vivir, la energía de nuestro organismo sale al espacio exterior y a
través de, primero unos receptores y después de unos emisores, la energía es enviada
continuamente a un planeta similar al de la Tierra, distante de ésta en unos aproximadamente
10.000 años luz.

-¿En qué te basas Mark? preguntó incrédulo Hale.


Mark siguió explicando. Cuando en MOLOC, nombre del planeta receptor, al cabo de miles de
años sus habitantes, buscando la perfección llegaron a ser cuasi energía pura, se encontraron
con un pequeño problema. NO PODÍAN ALIMENTARSE. Tan sólo la energía podía hacerles
vivir y a la vez multiplicar su especie, ya que los sexos dejaron de existir.
El desdoblamiento era su forma de generar otro ser. O sea una vez saturados de MANA, el
sobrante sale del original y se transforma en otro ser de similares características.
-¿Me explico? Preguntó Ducan.
-Por ahora te sigo Mark, pero qué tiene que ver esto con las muertes de la Tierra.
-No seas impaciente, cuando acabe, lo verás todo más claro que el agua, replicó Mark.
-Bien sigue, concedió John.
Los científicos de Moloc, crearon un gran ciborg al cual llamaron VIC, que traducido a nuestro
idioma viene a ser algo así como COMPUTADORA INTEGRAL DE LA VIDA. La
solución al problema que tenían, VIC la dio:
Buscad un planeta de similares características a MOLOC, repartir unos molocs en partes muy
diluidas entre los habitantes de ese planeta, dejad que aquéllos generen en sus organismos y
cuando los organismos estén decayendo, recoged la energía enviarla nuevamente al planeta
de origen, o sea a MOLOC.
Con esta medida, decía Mark, el sacrificio de unos pocos molocs dieron el pan al resto.
El problema era encontrar, un sistema de transmisión, hicieron experimentos con las puertas
temporales. Imaginaros- continuaba Mark- un huerto muy grande, vallado y
separado en varias partes, y que cada parte tuviera una puerta, sólo tendría que ir entrando en
estas puertas y recoger lo sembrado periódicamente. Pero se encontraron con que las puertas
temporales eran inestables, de hecho, algunos molocs se quedaron en la Tierra
atrapados en alguna época, sin posibilidad de retorno. Fueron los llamados, por los
terrestres, dioses.
-¿Una copa? interrumpió Ruth.
- Sí por favor, un cordial- dijo Mark.
-A mí lo mismo -convino Amelia.
-¿Y tú querido? preguntó Ruth a su esposo.
-Ponme una copa de oporto, solicitó John, más anticuado que sus amigos.
Una vez servida la bebida, Mark retomó el relato.
-Sabían que la Tierra propiamente dicha, es una buena emisora de lo que se quisiese, bueno
eso es lo que me han dicho-especificó Ducan-. Pero necesitaban un poco de MAMA para poder
recoger y a la vez emitir. De ahí nacieron las Pirámides de Egipto, el MANA estaba en el
cadáver embalsamado del Faraón y a la larga, de toda la familia enterrados junto a aquél.
La emisora era la propia Pirámide, acabamos de tener el transmisor.
Para lograr la construcción de las pirámides, dispusieron, de un muchacho llamado OSTRIS, el
cual, una vez adiestrado, dio instrucciones a un amigo suyo llamado Aha, para que las
construyeran. Como recompensa entre comillas, Aha fue uno de los primeros Faraones, que
construyó la pirámide; siguiendo las instrucciones de los molocs, instrucciones dadas siempre a
través n de Ostris. Y que se siguieron hasta el fin de los Faraones.
Con el tiempo, los molocs, se percataron que el MANA que recibían de los terrestres estaba
degenerando, ya que la pureza de la energía recibida era cada vez de menor intensidad.
Llegaron a la conclusión de que debían elegir a un grupo de humanos y alimentarlos
adecuadamente con el MANA, de esta manera aunque los terrestres se cruzaran para
procrearse-otra forma de obtener MANA- la energía resultante sería más fuerte que la que
estaban recibiendo.
Optaron por un pueblo cautivo en el mismo territorio que estaba emisor, aquél fue el pueblo
hebreo.

Capitulo 6

SUPERVIVENCIA
-¿Qué puedo hacer Franz? preguntó Einstein Ayudarme a centrar una puerta temporal
-¿Cómo?
-Vd. es el mejor Físico del mundo. Ya se le ocurrirá algo, agoró Stuttgart.
Albert, pensativo, creyó haber vivido aquella escena en otra ocasión. Sabía que lograría hacer
lo que le pedían, pero la duda embargaba su ánimo y el miedo atenazaba su
originalidad.
-Bien -concluyó. ¿Cuando empezamos?

Franz lleno de alegría, dijo.

-Cuando Vd. desee herr profesor.


Einstein estuvo estudiando las notas de Stuttgart durante más de un año, el mismo que tardaría
en huir de la Alemania nazi.
Perseguido por el nazismo, Albert tan sólo pudo entregar a Franz Stuttgart una composición
Física a base de Hidrostática y rayos X, resumiéndolo en un final muy lacónico,...
FUNCIONARA
Los molocs, como en todas las sociedades, tenían problemas. En las emisiones desde la
Tierra, las pérdidas eran cada vez más preocupantes, estaban llegando a un 30%.

VIC indicó la posibilidad de obtener energía, si se reconducía a los terrestres a una existencia
con más calidad, la solución pasaba por inseminar a una humana con MANA PURO, haciendo
así nacer a un. Salvador de la Humanidad. Dada la pureza del MANA, las propiedades del ser
engendrado serían totalmente asombrosas a los ojos de sus coetáneos. Ni que decir
tiene, que el caudillaje sería cosa de coser y cantar. Con lo cual el objetivo
estaba garantizado y el problema de los molocs solucionado.

Vic se equivocó, No contó que los molocs tenían unos intereses que no eran,
precisamente los de los terrestres.

El caudillo falló. Tuvo que dejar su organismo humano y retornar a MOLOC. Tardó más de lo
normal, ya que su energía no pudo ser transmitida, dada su pureza. Tuvieron que recogerlo por
los métodos tradicionales, o sea, con una nave espacial.

Eso sí dejó huella de la salida de su organismo, con lo cual siguió dando de qué hablar durante
siglos.

La debilitación de los molocs era patética. No recibían lo necesario de la Tierra. La especie


estaba desapareciendo. Al igual que necesitaban energía para vivir y desdoblarse, al no
recibir la adecuada, el moloc desaparecía y su energía también, ya que era irrecuperable.

El consejo de Moloc decidió un solución, desoyendo en aquel momento a VIC, buscar otro
planeta para repetir la experiencia, eso sí, descartando los fallos que hubo en la Tierra. Pero,
mientras, la Tierra tenía que devolverlos el MANA dado años ha.
-¿Lo entiendes ahora? preguntó Mark
Lívido estaba Hale, no se lo podía creer, de un trago apuró la copa que Ruth le había servido.
Según lo que decía Mark, los molocs estaban matando a los terrestres para recuperar su
inversión.
-¡Espeluznante!
-¿Hay alguna solución? preguntó John
-Fácil dijo Mark, casi jocosamente. DESTRUIR LAS PIRAMIDES. Sin receptor-emisor,-continuo
diciendo Mark, los molocs no vendrán a ver qué pasa, sus problemas son más acuciantes que
recuperar algo de energía. Con lo cual la vida en la Tierra será casi eterna y no como la de
ahora, 80 o 90 años y al pote.

Una carcajada risueña rompió el momento. Era Ruth.


-Tú, como siempre le dijo a Mark sigues siendo un Pistón.
-¿Crees que los egipcios o el mundo cultural nos van a dejar destruir estas monumentales
obras?
-No me preocupan los terrestres le contestó Mark, sólo con ellos como oposición seria fácil. Lo
preocupante son los molocs. No nos dejarían ni acercarnos al Nilo. Su tecnología es tan
avanzada que, sin proponérselo, cualquier conato contra las pirámides, sería el pasaporte para
el más allá para quien osara intentarlo.
-¿Entonces? masculló John.
La respuesta está aquí, dijo sacando una cartulina standard del pre-ciborg 3141659.
Entregándosela a Amelia, ésta leyó:
LOS RAYOS GAMMA HARÁN DE LA TIERRA MAS POTENTE A LOS HIJOS DE LOS MIL
AÑOS EN PODEROSOS SEÑORES Y EN EL TIEMPO UNA PUERTA DARÓ VALOR A LA
SERENIDAD ¡OH, MARCO! HÁBLAME, VE AL JARDÍN DEL EDEN Y ENTRA POR LA
PUERTA TRASERA, NO DESPERDICIES EL HONOR QUE SIRO Y OSTRIS TE DAN PARA
ACABAR CON LA PLAGA.
-¿Nostradamus? apuntó Ruth
-No Ruth, Franz Stuttgart. Científico, en la Alemania nazi, que al no poder ser más explícito,
escribió en uno de sus tratados, este mensaje en clave. Diciendo esto, Mark se dirigió a Amelia;
-Querida lee por detrás por favor.
Ruborizándose por el cumplido, dando la vuelta a la cartulina leyó:
MARCO VE A ISRAEL, ENTRANDO POR DAMASCO EN LA CARRETERA DE SIRO, HAY
UNA PUERTA TEMPORAL TOTAL¬MENTE FIABLE. KM. 15,100 – LA CLAVE ES OSTRIS.
Como cuatro turistas, los Hale, Amelia y Mark, llegaron al aeropuerto de Damasco un 6 de
junio, habían pasado diez días desde que Mark contara la historia de los molocs. John no
había tenido ninguna ayuda de su departamento- Llegado pronto el estío y con éste las
vacaciones, se cogió anticipadamente 40 días.
Treinta y dos grados centígrados marcaba el termómetro de la terminal siria.
Amelia estrechaba cada día más los lazos afectivos con Mark, los últimos días habían estado,
prácticamente, todas las horas juntos, eso sí trabajando. Ahora comprendía porque le apodaron
Pistón. Cuando empezaba no paraba. Espero que en todo sea igual suspiró.

-Alquilemos un vehículo, dijo Mark.


-Vale, aceptó John.
-Mirad un Renta-Car, dijo Ruth dirigiéndose al mostrador de la agencia.
-Buenos días, saludó Hale.
-Buenos días, contestó una muchacha en tono cordial, tapando su rostro con el famoso
pañuelo, por aquel tiempo, llevado por tradición.
Los ojos negros que se divisaban inquirieron con una mirada, más que con la voz, un...
en que puedo servirles.
-Desearíamos alquilar un todo terreno por un mes.

Normalmente una semana hubiera sido lo normal y por supuesto no un todo terreno. Con lo
cual aquel servicio daría pingües beneficios a su compañía.
Solícita pidió: Me deja su pasaporte por favor.
En veinte minutos, las dos parejas se encontraron camino de la carretera de Siró, El paisaje era
agreste, un cielo azul, sin nubes, hacían que el todo terreno pareciera una aparición sobre la
gran cinta negra que era la carretera.
-Km. 15 dijo Amelia. Mark que conducía, paró el vehículo en el arcén, o sea, en la arena.
-Era el km. 15,100, diciendo esto, Mark sacó de su saco una cinta métrica, dando un
cabo a Hale, aguanta dijo.
-Noventa y nueve y cien. Aquí es -concluyó Mark.
No se veía nada, arena y asfalto el azul del cielo y el sol en lo alto.
Ruth y Amelia se acercaron al punto.
Estando reunidos, Amelia dijo ¡OSTRIS!
El cielo, que hasta ahora había sido azul, se convirtió de repente en rosa amarillento. Unas
nubes rojas aparecieron en el firmamento y en un segundo ¡Flash! Una luz blanca como la
leche...
-Buenas tardes dijo el hombre.
Como, ocurriera en otras ocasiones, no habían voces. Pero se comunicaban.
Se encontraban en un bosque verde con árboles que parecían milenarios. Amelia se acurrucó
junto a Mark, buscando el calor de su cuerpo. Habían pasado de los 32C a unos escasos 8C
que haría en aquel paraje.
-Hola contestó Mark. Herr Stuttgart supongo.
- Exacto, Vds. son…
John y Ruth Hale.
¡Ah! dijo Franz y Vds., interrumpió a Mark, los Ducan.
Sin darle tiempo a resolver el entuerto. Franz, imperativamente les invitó a cobijarse en el
cobertizo que estaba a unos cincuenta metros.
De prisa por favor, exclamó. La Gestapo ha estado husmeando en los últimos días por aquí.
-¿Gestapo?- preguntaba mientras se dirigían al cobertizo, John a su esposa-¿pero esto no era
por el 1.932?
-Sí contestó Ruth, licenciada por Yale en Historia Universal...
Una vez dentro, el profesor Stuttgart, les invitó a tomar asiento.
-Bien Vd. dirá profesor, dijo Mark.
Franz Stuttgart, se quedó blanco- Creía que era Mark el que tenía algo que decirle, de hecho,
él venía del futuro.
Carraspeando contestó.
-Bien, Ostris me dijo que Vd. vendría aquí y que tendría la solución para su problema. No sé
más, acabo compungido.
-Perdone profesor, intervino Ruth, ¿Qué especialidad tiene Vd. actualmente? -
-Es secreto señora, ¡Oh, perdón!, que tonto soy, creía que Vds. pertenecían a este siglo, Soy
QUIMICO CIBERNÉTICO, estoy trabajando en un explosivo muy especial. Es tan
especial, que parece tierra, si lo analizaran, los resultados serían que son tierra. Pero
sin embargo, no es así.
La cibernética le hace ser explosivo, al recibir una serie de ondas en una
frecuencia muy baja se activa y...boom!
-¿Qué potencia tiene? preguntó Hale
-¡Oh! la potencia es algo así como un millón de veces la dinamita. - Teóricamente-aclaró Franz.
-Como una bomba atómica, comentó Hale a Mark.
-¿Atómica? preguntó Franz interesado.
-Sí profesor, atómica, Vds. no la conocerán hasta dentro de unos años, por desgracia, contestó
Hale.
-¿Cuál es la frecuencia para la activación, pregunto Mark?
-Ahí está el problema. La desconozco. Albert Einstein estuvo trabajando en ello hasta que
marchó de Alemania. No pudo dármela.

Hoy se encuentra en U.S.A. totalmente aislado.


Entonces que hacemos aquí preguntó Amelia.
Amelia tenía razón, qué cuernos pretendía Ostris enviándoles.-Pensó Mark.
- Lo único que puedo hacer- dijo Franz- es darles la fórmula del explosivo, y Vds. En el futuro
buscar la frecuencia.
Como no había otra solución, Mark aceptó.

En un abrir y cerrar de ojos, se encontraron nuevamente en la carretera de Siro. Volviendo tras


sus pasos, se dirigieron al Hotel Imperial de la capital Siria, dónde tenían reservas.
Una gran sonrisa recibió a nuestros viajeros, el recepcionista del Imperial, estaba obligado a
ello, dos suites eran bastante motivo.
-Sres. Hale, preguntó el empleado.
-Sí contestó John, tenemos dos suites reservadas.
-Me dejan sus pasaportes por favor, pidió amablemente el recepcionista.
Amelia en un impulso incontenido, dijo susurradamente a Mark.
-¿Querido, desde cuando soy la señora Ducan?
Mark, como casi siempre en las nubes, no se dio cuenta de la metedura de pata cuando
reservó las suites.
Balbuceando contestó.
-No habían otras habitaciones, puedes dormir con Ruth...
-No me refiero a la suite "cariño“, si no a cuando el profesor Stuttgart me dio por tu esposa y tú
no dijiste lo contrario.
Ahora sí que estaba en un apuro. No había dicho nada porque así la quería considerar. Y no se
había dado cuenta hasta ahora.
¡Qué idiota! Pues no estaba enamorado y no lo sabía.
-Amelia, creo que tengo la solución a este incidente.
-¿Cuál? preguntó incrédula.
-Bien, carraspeo Mark, no creo que este sea el sitio ni el momento...
-No crees querido, interrumpió Amelia, que después de haber viajado en el tiempo ciento
sesenta y cuatro años al pasado y recorrido más de 12.000 km.,- esto ahora no importa.
-Pues sí, tienes razón, como siempre Amelia. Y sin parar le dijo ¿Quieres casarte conmigo?
No se lo esperaba, de Mark cualquier cosa, pero esto no. Estaba totalmente desarmada, podría
haberle rebatido cualquier salida, pero esto...
-¿Y? inquirió Mark, medio asustado, medio aliviado.
-Sí.
-¿Sí? preguntó Mark dubitativo.
-Sí recalcó Amelia, seré la señora Ducan, ¿Vale? Dijo con una gran sonrisa, dicho lo
cual se abrazó a Mark, a su futuro y nunca mejor dicho, marido.
Ruth y John, les miraban con perplejidad. Estaban agarrados en medio del Gran Hall del
Imperial, como si estuvieran en la Avenida de New York.
-¿Qué pasa? preguntó Ruth

Amelia emocionada contestó.

-Mark me ha pedido en matrimonio.


-Oh! Felicidades
John, socarrón, abrazo a su amigo diciendo, bienvenido al Club.
-Sr. Ducan, Sr. Ducan... un botones voceaba.
-Muchacho, yo soy el Sr. Ducan.
-¿Sr. Ducan?, tiene una llamada, la puede atender en aquel, dijo señalando
una cabina fonotel.
-Gracias, dijo Mark, dándole unos créditos de propina.
-¿Sí? El fonotel se iluminó. Ostris era el que hablaba.
-Ostris, qué hay de nuevo.
-¿Has visitado a Stuttgart?
-Sí y tengo la fórmula y...
-Dímela, interrumpió Ostris.
Sin rechistar, Mark pasó la fórmula por el fonotel. Una vez pasada Mark comentó.
-No sirve, no tenemos la frecuencia para activarla.
Como siempre, Ostris sonriendo dijo.
-No te preocupes Mark, ya verás como la conseguirás. ¡Ah! y Felicidades, dicho lo cual cortó la
comunicación.
-¿Quién era? preguntó Amelia.
-Ostris, dijo Mark.
-¿Y? preguntó curiosa.
Le contó toda la conversación, incluido el Felicidades.
Amelia risueña comentó,
-¡Qué pronto se saben las buenas noticias!
La boda fue sencilla, se desarrolló en la Embajada Americana. Era para éstos un gran
acontecimiento. En las últimas décadas no habían, prácticamente, matrimonios, si no decesos.
Amelia gozaba, abrazaba a su marido como si creyera que fuera un sueño a punto de
desvanecerse y no quisiera despertar nunca del mismo.
Mark tampoco cabía en los pantalones, por fin podía de dejar de soñar con Amelia,
para estar por siempre con ella.
Todo un sueño hecho realidad.
-Faraón, un forastero desea verte, dice ser amigo tuyo.

Aha, creyó intuir de quién se trataba. Resoluto, ordenó que lo trajeran a su presencia y que le
dejaran a solas con él.
No se había equivocado, más mayor, casi un hombre, pero era inconfundible, era Ostris.
Aha, dejando su trono, saludó afectuosamente a su amigo de la infancia.
-Ostris, ¿Qué tal?
-Traigo nuevas instrucciones de los señores de la Luz, dijo.
-¿Acaso no he cumplido todo lo que se me ordenó? Preguntó asustado a su amigo.
-Sí, y no debes preocuparte, calmó Ostris. Tan sólo deberás, a la mayor celeridad, acatar otra
normativa de obligado cumplimiento por ti y por toda tu descendencia.
Deberás, continuó, ir al Valle del Silencio, cogerás de la montaña amarilla la tierra más oscura
que encuentres, la mezclaras con el agua del Nilo y formarás en un primer lugar, adobes de un
codo. Los cuales colocarás alrededor de las pirámides construidas. Dos adobes cada diez
codos. Las pirámides venideras serán conjuntadas con la argamasa resultante. ¿Lo has
entendido Aha?
Aha asintió con un movimiento de cabeza y sospechando la rápida partida de su amigo se dio
buena prisa para hacerle unas preguntas que interferían en el cumplimiento del MANDATO DE
LOS SEÑORES DE LA LUZ.
-Ostris, amigo, la construcción de las Pirámides cada vez es más costosa, me faltan esclavos
para poder llevar los grandes bloques de piedra, no tengo talladores, aquélla, dijo señalando
una incipiente construcción, lleva así doce cosechas. Si cada Faraón debe construir su
Pirámide, deberá empezarla cuando empiece su mandato y aún así le costará el poderla
acabar antes de su muerte.
Ostris, con su imperturbable sonrisa, cortó a Aha diciéndole:
-Está bien, está bien, sé que la obra es grande y que los medios escasos pero con poco
esfuerzo podrás, siguiendo mis instrucciones, hacer. Pirámide más sólidas y más altas. Ya que
los señores de la Luz están interesados en que estos monumentos sean los más grandes
posibles para su mayor grandeza.
-¿Pero cómo?-preguntaba angustiado el Faraón.
-Escucha, dijo Ostris con aire misterioso. Nadie, ni tu familia, deberán conocer el secreto de las
Pirámides. Sólo tú y tus sucesores estaréis en poder de la solución a los problemas de
construcción.
-Por cada Pirámide-continuaba explicando, Ostris- que construyas lo harás de la siguiente
manera. Harás un plano de la construcción, contando todas las medidas- Cada bloque será
numerado y catalogado, o sea, sabrás antes de empezar la ubicación medidas de cada
elemento. Esto te servirá para que, con moldes hechos de madera, los llenes de la tierra que
hay en la parte sur del Valle del Silencio, lo harás a partes iguales de tierra y agua. De esta
manera podrás con pocos trabajadores construir en la misma obra, sin necesidad de tallar,
transportar y colocar los bloques de piedra. De piedra serán los que hicieras con los moldes, la
consistencia y dureza serán idénticas a la de las otras Pirámides. Eso sí tendrás que dejar
secar el molde doce puestas de sol y al treceavo, podrás quitar las maderas que forman el
bloque. Estos bloques serán unidos también por la argamasa que antes te mencioné.
Aha oía incrédulo a su amigo. Pretendía hacer bloques de PIEDRA como si de una ánfora se
tratara. Pero sólo fue un instante, le había dado pruebas de que todo lo que Ostris decía era
verdadero.
Sin más preámbulo, Ostris marchó.
Las vacaciones de los Hale y la luna de miel de los Ducan, duró poco.
Hale, acababa de recibir un mensaje urgente del Dpto. de Sanidad del Estado, ordenándole su
incorporación inmediata al igual que la comparecencia de Mark Ducan.
El Salón de Actos de la Gobernación en New York había sido reducido, debido al gran
Cataclismo, el terreno era tan valioso como el agua, el gran edifico Orfeus era, casi miniatura,
de lo que antaño fue. Lo cual, nos permite hacernos una idea de lo apretados que estaban las
cuarenta personas que asistían a aquella reunión. Reunión de seguridad nacional.
Por arte de magia, o vete a saber cómo, la historia de Ostris. Era de dominio Federal. Mark,
Hale, Amelia y Ruth, aparte de estar convocados a aquella cumbre, eran casi prisioneros de la
Federación, por motivos de seguridad, aducían, no les era permitido ningún contacto con el
mundo exterior hasta nueva orden.
El general Nike McNeal hablaba en aquel momento. ...
-Debemos bombardear las Pirámides, es muy sencillo señores.
Poseemos la tecnología para hacerlo. Hagámoslo. Terminó diciendo e general.
Mark tomaba buena nota de que la idiotez no es un problema ni de espacio ni de tiempo, si no
de cerebro.
Habiendo acabado el general, se permitió la licencia de pedir la palabra la cual le fue otorgada
por el secretario de estado Mr. Walk.
-Sr. Ducan tiene la palabra.
Mark, se levantó de su asiento, y aun teniendo que pasar casi rozando a los asistentes,
empezó a caminar alrededor de la gran mesa.
-Señoras y señores, empezó diciendo. Lo que el general nos dice es una gran verdad, tal, que
en otra situación, le hubiera votado la solución a nuestro problema, un problema que aunque a
algunos les pese, no es tan sólo de esta Federación, sino de todo el planeta. General McNeal,
pregunto: ¿Es cierto que los EUE, conjuntamente con tropas locales egipcias han intentado,
infructuosamente si se me permite, decirlo, llegar a las Pirámides de Egipto y no han
logrado estar a menos de 1000 km?
¿No es cierto que, desde el espacio, se han lanzado misiles convencionales con cabezas
atómicas y rayos láseres teledirigidos y no han podido traspasar la estratosfera?
Un murmullo de incredulidad lleno la sala. Aquel informe era totalmente desconocido por la
mayoría de los asistentes.
Un ¡No quiera crear la confusión Ducan! dicho por el general, fue el detonador para que el
secretario de estado golpeara con fuerza en la mesa con su puño.
-¡Silencio! General este no es su turno, siéntese, ordenó.
Estamos reunidos para solucionar algo vital para la vida del planeta, no para discutir fracasos.
Dicho esto, devolvió la palabra a Mark.
-Prosiga Dr. Ducan.
-En los informes que todos los que estamos aquí tenemos, se nos indica muy claramente que
sólo hay una forma de destruir las Pirámides, esto es, por un explosivo creado en el 1.932
conjuntamente con una frecuencia de que aún no se ha descubierto.
-¿Qué solución nos da Vd.? Interrumpió el jefe de seguridad nacional Robert Dean.
-Una muy sencilla. Volver al pasado,
Tan sólo tres personas dieron fe de las palabras que Ducan acaba de pronunciar.

Capítulo 7
¡VOLVER AL PASADO!
Horacio Walk, se estremeció al oír a Mark, sabía, por el informe que tenía, delante, del ataque
exterior, conocía la pequeña aventura efectuada por los convocados. Pero, la duda
ensombrecía su disposición en creerlo todo a pies juntillas.
La muerte de toda la familia de su madre durante el Gran Cataclismo había dejado huella en su
forma de ser. Su infancia transcurrió en centros especiales, ya que desde su nacimiento, fue
apartado de su madre. Una de las millones de víctimas que no murieron por la catástrofe
pero… mejor hubiera sido, ya que desde entonces la locura fue minando su espíritu. Su padre
Herbert, tuvo que internarlo en un centro para deficientes mentales cuando él tan sólo tenía
seis años.
Su madre falleció a los seis meses del ingreso.
Tenía ante sí un hombre totalmente desconocido. Mark Ducan.
Había estudiado cuidadosamente el informe cuasi secreto de Frank Martínez, la suposición de
un ataque dirigido a la Tierra volvía a estar en la palestra. Si le hubieran hecho caso, la Tierra
habría podido defenderse o mitigar de alguna manera las muertes que acaecieron durante y
después de la lluvia de aerolitos.
La muerte volvía a campear sobre sus cabezas.,
Mark Ducan, Dr. en medicina y cibernética. Este era el posible salvador de la Tierra y de sus
habitantes. En su mano estaba dar la luz verde para intentar lo imposible.
El secretario de estado, rompió el silencio con una escueta pregunta:

-¿Cómo, Ducan, cómo? ....


-Viajando a través de una puerta temporal.
-Has estado magnífico, decía Amelia mientras bajaban las escalinatas del edificio Orfeus. Les
has dejado con la boca abierta-continuaba.
-Sí, convino John que le iba a la zaga, ¿Pero de qué nos puede servir ir al pasado Mark?
-Muy sencillo John, vamos a encontrarnos con Albert Einstein, él es la clave.
-Si no pudo antes, por qué crees que podrá ahora, cortó Hale.
-Stuttgart nos dijo que Albert logró resolver el enigma pero que no pudo dárselo porque tuvo
que marchar precipitadamente al exilio. O tal vez Einstein no se fiaba lo suficiente y por ello no
le dio toda la información.
A 450.000 km. de New York...
Hemos recibido del VIC central la comunicación que dentro de un período empezaran a
devastar la Tierra, comentaba Lam a Vecla.
La nave espacial procedente de Moloc, estaba suspendida en la cara oculta de la Luna,
totalmente camuflada a los ojos terrestres.

Lam seguía diciendo: Las últimas instrucciones llegadas al VIC de la nave procedente de

Moloc, no nos dejan ninguna duda, nos ordenan no dejar llegar a los humanos a los
transmisores,
-¿Y Ostris?- cortó Vecla.
-Ostris sigue atrapado en el tiempo. VIC lo ha confirmado.

Lo que VIC no sabía es que Ostris había logrado tener una puerta temporal estable y que
estaba usándola contra reloj para vencerles.
-¿Cómo lo harán? Pregunto Vecla a Lam
-Si te refieres si será como aquellas poblaciones…
-¿Cómo se llamaban?
-Sodoma y Gomorra- contestó Vecla.
-Eso sí, Sodoma y Gomorra, pues no. Será totalmente diferente, según los informes de VIC.
Deberán de recuperar el máximo de Maná y transferirlo con la mayor intensidad posible de
llegada a Moloc.
-Pero...-interrumpió Vecla- ¿Tan mal están que quieren borrar el planeta de un plumazo?
-Quisiera recordarte que lo de Sodoma y Gomorra fue una decisión política. La situación no era
la misma que ahora, aunque lo parezca.
Nuestros científicos destruyeron las ciudades al verse incapacitados para reconducir la
producción de energía con los habitantes de estas poblaciones. Debían recuperar el máximo de
maná para reinvertirlo en otros experimentos.
Se les aviso en numerosas ocasiones para que procrearan y no utilizaran el sexo entre
miembros de la misma especie, ya que la producción de Maná era sumamente necesaria. Al no
hacer caso, se tuvo que destruir las ciudades.
-¿Pero, quedó alguien, verdad?-preguntó Vecla
-Sí, un tal Lot y su familia. Exactamente dos hijas, las cuales procrearon con su propio padre al
creerse solas en el planeta.

Las noticias eran alarmantes, todos los canales de Intervisión repetían las mismas.
-Una ola de frío está congelando el desierto del Sáhara.
-La comida escasea, el frío está quemando todas las cosechas, las reservas van disminuyendo
por momentos.
-El pillaje en los centros de alimentación desbordan a las fuerzas del orden.
-En Barcelona (Europa), Buenos Aires (América Sur), Los Ángeles (América Norte) Pekín (Asia)
y El Cairo (África), ciudades emblemáticas de los cuatro continentes, los muertos por
inanición se contaban por millares. Las fuerzas del orden de las respectivas
Federaciones se veían desbordados por el CAOS TOTAL, la gente sólo buscaba alimento
donde fuera, sin importarlos en absoluto la procedencia o el método para llegar a sus fines. Se
calcula- detallaba el locutor- que las muertes por enfrentamientos duplican las víctimas por frío
y el hambre.
Desde hacía 24 horas las noticias bombardeaban a todo el planeta a través del sistema
Intervisión, que conectaba automáticamente cualquier aparato receptor, sin que el usuario lo
pusiera en funcionamiento.

Allí donde hubiera uno se veía y escuchaban las mismas noticias.


Los Hale y los Ducan se encontraban en la carretera de Siro...

-¿Habéis oído? preguntaba Ruth.


- Sí, espeluznante contestó Amelia.
-Estamos llegando cortó Mark,
Efectivamente, estaban llegando al km. 15,100, aunque el paraje era algo diferente a la última
vez, el cielo era borrascoso, la temperatura llegaría a los 7ºC.
Bajaron los cuatro del vehículo y sin más preámbulo, Mark dio la contraseña. ¡OSTRIS!
-¡Cuidado! exclamó Mark, arrojando a Amelia al suelo. Una fuerte explosión hizo corroborar el
grito.
El ruido era ensordecedor, el paraje era caótico, ruinas y cascotes era lo único que había
alrededor.
-Pero ¿dónde estamos? preguntó John.
-No lo sé contestó Mark, pero deberíamos estar con Stuttgart y no aquí.- dijo confuso.
Entre gritos Amelia preguntó
-¿En que habéis pensado cuando estábamos en la carretera?
-Qué tiene que ver, replicó Mark.
-Contesta, chilló Amelia para hacerse oír.
-Yo he pensado en caos y destrucción, dijo Ruth.
-¿John? preguntó Amelia.
-Yo en destrucción.
Mark, antes, que se le adelantara su esposa, dijo: --Está bien yo he pensado en guerra,
precisamente en la II Guerra Mundial.
-¡Entonces está claro! Chilló Amelia. La puerta funciona por pensamientos. Recordad que
cuando fuimos a ver al profesor Stuttgart todos pensamos en él y a la vuelta...
-¡Exacto! cortó Ruth, la puerta, funciona según nuestros deseos.
-Y ahora en que pensaremos dijo John.
-Que os parece en Ostris contestó- Mark.
El calor era sofocante, parecía que estaban en Damasco como la primera vez.
-Mirad, dijo Ruth, ¡Un camello!
El resol no dejo captar claramente a Ruth, lo que realmente veía, ya que de no ser así, se
hubiera percatado de que con el camello iba un hombre. Un hombre que se dirigía hacia ellos.
-¡Eh! llamó, saludando Mark.
-¡Hola! contestó el individuo.
Mark lleno de emoción, fue al encuentro de aquella persona, que era ni más ni menos que el
enigmático OSTRIS.
Con un fuerte abrazo los dos hombres cerraban un ciclo temporal, el pasado y el futuro se
habían reunido.
El sol caía como plomo fundido, una especie de cueva resguardaba a nuestros viajeros de la
inclemencia climatológica.

-Cuéntame -decía impaciente Mark a Ostris. Éste antes de empezar su relato, obsequió a sus
convidados con abundante agua fresca y una rica comida a base de tortas de trigo. Una vez
aplacada la necesidad. Ostris empezó a hablar.
-Los Molocs en diversas ocasiones han semidestruido el planeta. Diluvios, terremotos, ataques
directos, etc., pero siempre dejaron seres vivos para seguir abasteciéndose de energía.
Ruth le interrumpió diciendo.
-No me dirás que lo de Noé, Sodoma y Gomorra, Dinosaurios y otras guisas fueron obra de
esos molocs, ¿Verdad?
-Sí, Ruth, contestó Ostris. Los molocs no se detienen ante nada. Las guerras que
después han habido fueron provocadas por ellos.

-¿Cómo? insistió Ruth


-Muy sencillo, su sistema era el caudillaje. Me explicaré; adiestraban al principio e inseminaron
más tarde. Noé, Moisés, Abrahán y un sin fin hasta llegar a un tal Jesús, fueron adiestrados
para sus fines. Con Jesús fallaron, su caudillaje no dio los resultados apetecidos, aunque los
terrestres, por siglos se beneficiaron de la sabiduría de aquel hombre que fue y de la energía
que hoy es.
Después de esta experiencia, continuaba explicando Ostris, los molocs, usaron otras técnicas
para captar a fanáticos que cumplieran con sus deseos, que es lo mismo que decir:
obtener energía.
-Pero... preguntó Amelia ¿Cómo fallaron con Jesús?
-No contaron que el hombre tiene su forma de ser especial y eso les llevó al fracaso. El cuerpo
sufre; los molocs hace muchos milenios terrestres que no saben lo que es eso, ya que no lo
poseen, .Jesús tenía un cuerpo, el cual sufrió. Murió su cuerpo y resucitó su energía, lo cual dio
mucho de qué hablar y cavilar durante siglos. Hoy, o sea vuestro mañana, sigue viviendo con
los Kader.
-¿Los Kader? preguntó Mark. ¿Quiénes son?
-Si me dejáis proseguir los sabréis todo.
Cómo ya sabéis, el pueblo hebreo fue uno de los que más Maná consiguieron durante su
historia, eso daba a los molocs cierta estabilidad en la calidad de la energía recogida. Dieron
instrucciones a un tal Moisés, otro adiestrado, y más o menos fueron acatadas. Durante siglos
los molocs tenían épocas de mayor necesidad que otras, cuando esto era necesario, las
muertes asolaban la Tierra. Provocaban cualquier cosa para conseguir sus fines.
Pero vete aquí, que una etnia paralela a los molocs, apareció en escena hará unos 300.000
años terrestres: Los Kader.
Son energía pura, su forma de vida es muy similar a la de los molocs, con una variante, los
Kader no provocan óbitos para conseguir alimento, recogen por el espacio el que necesitan y el
resto lo dejan para otras miles o millones, no se sabe, de etnias que viven como ellos.

-¡Inaudito! exclamó John.

-Como iba diciendo, continuo Ostris, los Kader se instalaron en un planeta cercano a Moloc,
más o menos a unos 4 años luz. Este planeta se llama KADERMA.

Percatados de lo que hacían sus vecinos, intentaron contrarrestar sus violencias y enviaron a la
Tierra diversos emisarios, normalmente en naves espaciales y en algunas ocasiones por
corredores dimensionales.

-Deja, cortó Ostris a Mark, viendo la intención de éste, ya te explicaré lo que son los corredores
dimensionales, tiempo habrá, diciendo esto Ostris atacó con el mismo entusiasmo a su
narración.

Los Kader consiguieron cierta estabilidad en la Tierra, en diversas épocas. Los molocs no
pudiendo consentir tal intrusismo, atacaron a Kaderma intermitentemente para debilitar a los
Kader. De hecho lo consiguieron y los molocs continuaron ordeñando a la Tierra.

Ricardo García era el Jefe de Seguridad Espacial de MASPALOMAS (España), leía y volvía a
leer el informe que el satélite W-22, que orbitaba en la elipse de Plutón desde hacía 20 años.
-Un cometa sin catalogar, ha aparecido a 50.000.000.000 millones de km. de la Tierra

-¿Corrige trayectoria?
Velocidad 9.800 km/s,
LLEGADA AL SISTEMA SOLAR EN 59 DÍAS 18H 56’
DIRECCIÓN PLANETA TIERRA

En algo más de dos meses la Tierra iba a ser impactada por aquel cometa.
La Tierra no podría soportarlo. Después de la lluvia de meteoritos que cayeron en el principio
del siglo XXI, ésta estaba diezmada. Un simple roce de cualquier cometa medio, haría
desaparecer al planeta. No digamos un impacto como pronosticaba el W-22
Sin dudarlo apretó el botón del fonotel que comunicaba directamente con el Presidente de la
EUE (Estados Unificados Europeos)
Jon Azcurra escuchaba atentamente las palabras de García. Azcurra como Presidente de la
EUE, tenía plenos poderes para cualquier contingencia que atañera a la Federación, pero esto
se le escapaba de sus atribuciones. Un cataclismo iba a destruir lo que siglos de guerras no
consiguieron.
-¿Qué solución ve Vd.? Preguntó a Ricardo García.
-Señor Presidente no hay solución. Sólo una esperanza.
-¿Cuál?
-Que ese cometa no sea lo que parece.
-¿En qué se basa?
-Según el informe del 14-22 "este cometa“ corrige su trayectoria constantemente al igual que su
velocidad. Esto me hace suponer que no es un cometa ortodoxo. Lo sabremos cuando llegue a
nuestro Sistema Solar.
-¿Cuándo será eso?
-Dentro de 59 días más o menos, Ya que las modificaciones que efectúa no nos deja prever
con exactitud la llegada a la Tierra.
Además, continuo García, hemos recibido una serie de radiaciones desconocidas que influyen
en la climatología del planeta; al principio creímos que era debido a una inclinación del eje
terrestre, motivado por la lluvia de meteoritos que recibió la Tierra en el Gran Cataclismo, de
hecho estábamos acostumbrados a tales eventos, Pero esta vez ha sido debido a esas
malditas radiaciones procedentes del espacio, casi juraría que ese "cometa" tiene algo que ver.
Jon pensativo, hizo otra pregunta, casi temiendo la respuesta.
-¿Ricardo, si pudiésemos detener las radiaciones y al cometa, como quedaría la Tierra para
poder habitarla?

Sorprendido por la pregunta, ya que él también se la había planteado.


Ricardo García respondió lacónicamente.
-Sr. Presidente, la Tierra no tiene prácticamente vida, las cosechas son escasas, el hambre es
lo habitual, tan sólo existe una pequeña parte en la cual se podría sobrevivir, lo demás es
prácticamente INHABITABLE.
-¡Lam, Lam! Vecla llamaba alarmada a su compañero.
-¿Qué ocurre? Contestó Lam.
-¡Mira! Dijo Vecla mostrando su cuerpo.
Lam estaba atónito, Veía y no lo podía creer.
Los molocs, desde hacia millares de años terrestres, eran figuras semitransparentes, con
silueta más o menos humanoide.
Vecla mostraba su cuerpo y su transparencia era NULA, su cuerpo era totalmente OPACO.

Viena era un continuo hormigueo de personajes que se dirigían a la Villa. Azcurra había
comunicado a sus homólogos de Asia, América y África- Oceanía
desapareció con el Gran Cataclismo- el informe de Ricardo García.
Todos dos presentes en la mesa Delta, querían pruebas y soluciones. Nadie descansaba en la
Villa, residencia oficial de la Federación de Estados Europeos.
Isaac Jordán, Presidente de la EUA (Estados Unificados Americanos) corroboraba los informes
que Jon Azcurra remitió a la sede de New York.
Doce eran las personas que estaban sentadas en la gran mesa Delta de metacrilato azul:

Jon Azcurra, Irene Zola, Luisa Martínez e Isaac Jordán, como presidentes de las Federaciones
del Planeta, ocho personas más pertenecían a las secretarías correspondientes a cada
Federación.
-Tengo en mi poder, decía Jordán, pruebas de que el cometa que se dirige a nuestro Sistema
Solar, no es tal. Hace doce días, el Dpto. de Seguridad Federal Americano, me informaba
de

complot a nivel planetario para destruir la Tierra.


-¿Y...? interrumpió Irene Zola, presidenta de Unidad Africana.
-Que quiere decir estimada Irene.
-Quiero decir lo que todos hemos entendido. ¿Qué se ha hecho al respecto? Carraspeando,
Isaac, intentó vanamente explicar a sus homólogos un informe que hablaba de Einstein,
Pirámides, Maná y viajes en el tiempo.
Nadie daba crédito a sus palabras.
Las sonrisas veladas, de los asistentes enrarecían el ambiente, Jordán estaba a punto de
romper la baraja. Cierto era que desde la creación de las Federaciones, no se habían llevado
todo lo bien que se debiera, pero en un Apocalipsis creía que la unión sería lo más normal y no
la mofa.
Era menuda, con rasgos orientales y piel morena, sus ojos azules, eran puntas de acero o
brisas en el mar. Luisa Martínez se había ganado la fama de Dura, a base de usar su cerebro.
Frisaba les 46 años. Con voz -serena y algo elevado debido a los susurros levantados tras la
intervención de Isaac Jordán, dijo:

-YO LE CREO
Capítulo 8
YO LE CREO
El silencio se podía cortar, todos enmudecieron al oír aquella frase.
Jordán fue el primer sorprendido. Había motivos personales para creer que Luisa no apoyaría
jamás su intervención.
Luisa, dejando unos breves instantes para que se recuperaran de la noticia, prosiguió diciendo:
-Todos sabéis que Isaac y yo no estamos en la misma onda, lo cual es una garantía para que
no hagáis suposiciones erróneas. He dicho que le creo porque yo misma recibí, hace unos
días, en mi propio dormitorio. -Unas sonrisas y miradas a Isaac produjeron las últimas palabras
de Luisa. La cual haciendo caso omiso, acabo diciendo.- Esa visita, eran tres personas, Mark
Ducan, su esposa Amelia y un tal Ostris, Ostris de Siro.
Vecla estaba asustada. ¿Asustada? no podía creerlo, ella ¿ella? no podía asustarse, su
constitución dejaba a un lado cualquier sentimiento. Pero sin embargo lo estaba.
Lam le miraba, sin saber que decir, su apariencia la dejaba sin ánimos para nada.
-¿Has consultado al VIC? preguntó Lam.
-Sí, aquí tienes la respuesta, diciendo esto le alargó una especie de lámina traslúcida de
plástico, no mayor que una antigua moneda fraccionaria. Lam sin decir nada, cogió el rad,
como así se dominaba la lámina y la introdujo en un lector tipo láser.
Los caracteres empezaron a salir en la gran pantalla del VIC, su traducción era
escueta:
VECLA ESTA PERDIENDO MANA, SU DESAPARICIÓN ES INMEDIATA
Algo que jamás había sentido hizo estremecer su cuerpo ¿Cuerpo? No se había percatado de
que él también se estaba volviendo opaco y era del género masculino
Sin decir nada Lam se acercó a Vecla y la estrechó entre sus brazos; Vecla recibió con agrado
aquello que nunca disfrutó.

La noche era rasa, las estrellas lucían y la Luna era clara, Ostris y Mark
paseaban por las cercanías de la cueva.
-¿Cuál es la parte del planeta más poblado? preguntó a Mark.
-La Federación Asiática tiene, aún después del Gran Cataclismo, más habitantes, que el resto
de las Federaciones juntas.
-Bien, convino Ostris, deberemos ir a ver a su Presidente.
-¿Cómo? preguntó Mark.
-Por un corredor dimensional.
-¿Me explicarás que es de una vez por todas, un corredor dimensional? arguyó Mark.
-Ah! sí, no hay problema -dijo Ostris- Un corredor dimensional no tiene espacio, juega con las
paralelas del tiempo, y te traslada a cualquier época, año, mes, día, hora, etc. pero sólo en
energía, nunca en materia.
-Perdona Ostris, pero no entiendo ni jota.
Ostris se echo a reír.
-Eres directo, expresivo y sincero, me gustas Mark. Yo mismo tardé bastante en entender este
sistema de "comunicación".
Ya que de eso se trata, es tan sólo un sistema de comunicación.
Imagínate, continuaba Ostris, que el fonotel en vez de verlo a través del transmisor, no hubiera
transmisor y sólo vieras la imagen y oyeras la voz.
-O sea -cortó Mark- Es como una traslación de tu ser en el tiempo sin ocupar espacio.
-Exacto-resopló Ostris-Eso me costó varios años entenderlo.
-¿Y cómo funciona? preguntó Mark.
-Con la misma puerta temporal, pero sin introducirte. Me explicaré, cuando vas a viajar en el
tiempo, manejas la puerta con 'tu mente. ¿Me sigues?
- Te sigo- contestó Mark.
-Pues bien para entrar en el corredor dimensional tan sólo tienes que proyectar tu imagen,
como si de un viaje astral se tratara.
Después de recibir la información, Mark volvió con su esposa en la improvisada habitación que
Ostris les proporcionó. Unas voces interrumpieron la intimidad de la pareja.
-¡Mark, Mark!
Era John.
-Sí contestó Mark
-Tienes un momento.
-Sí, claro, tú dirás.- Dijo saliendo del aposento.
-Ruth y yo hemos decidido quedarnos en esta época, creemos que, bueno, que las
posibilidades de salvar a la Tierra son escasas y quisiéramos tener hijos y vivir unos años más.
¿Lo comprendes? dijo balbuceando.
-Sí.- Contestó Mark, creo que haces bien, y no me preguntes el por qué.
Ostris se acercó a los dos amigos.
-¿Ya te la ha dicho? preguntó a Mark.
-¿Dicho? exclamó.
-Sí, que se quedan.

-¿Lo sabías?
-Sí, contestó sonriéndose y sin esperar su reacción siguió su camino.

-¡Ostris! exclamó Vecla.


Ostris acaba de aparecer ante los ojos atónitos de Vecla y Lam, los cuáles aún permanecían
abrazados.
-¿Dónde te habías metido? preguntó Lam. Según VIC estás atrapado en una puerta temporal.
-Si eso cree VIC, mejor para todos, dejemos que lo siga creyendo.
-A qué debemos el honor de tu visita, preguntó irónica Vecla. Asumiendo su nuevo rol
femenino.
-Si me miraras detalladamente, te darías cuenta, comentó Ostris, de que no estoy aquí, aunque
me veas como si lo estuviera.
-¿Entonces...? cortó Lam, te estás comunicando a través de un corredor dimensional- exclamó
orgulloso.

-¡Exacto! corroboró Ostris.


Vecla sin ganas de discutir, como era normal en ella, tan sólo tuvo fuerzas para decir:
-Llegas en mal momento Ostris, nos estamos agotando, nuestra desaparición es inmediata,
-¿No ves? dijo mostrándose.
-A eso vengo, contestó sonriendo.
-¡Qué! exclamó Lam. ¿Por qué? Tú no puedes hacer nada. VIC ya nos ha dado su
"sentencia“.
-Además ¿Por qué querrías ayudarnos? Te secuestramos de tu hábitat y separamos durante
años de los tuyos y...
-No sigas cortó Ostris. No todo lo que parece es, ni todo lo que es parece. Vosotros me
ayudasteis a conocer a VIC y a los molocs. Siempre hicisteis la vista gorda en mis escapadas.
Lo cual dice mucho en vuestro favor. Escuchad; primero, no puedo estar mucho tiempo
comunicándome con vosotros ya que VIC me captaría muy rápidamente y antes de lo previsto.
Segundo; VIC os engaña o mejor dicho, no dice toda la verdad. Es cierto que os estáis
muriendo, pero como molocs, no como humanos. Tercero; para sobrevivir a esta eventualidad
solo tenéis una posibilidad.
-¿Cuál? Interrumpió Vecla.
-Ir a la Tierra.- contestó Ostris.- Y con un poco de suerte, si unos amigos míos no fallan, viviréis
pacíficamente durante largos años.
Lam y Vecla se miraban incrédulos ¿Qué podían perder? Pero...como irían, VIC controlaba
todos sus movimientos.
-Sé lo que estáis pensado, -dijo Ostris-. La forma de engañar a VIC. Pero no temáis, será muy
sencillo.
-Todo lo ves muy sencillo.- se quejó Vecla.
-Y lo es Vecla, tan sólo tenéis que hacer lo siguiente...

Luisa siguió hablando.

El susto fue morrocotudo, creí que eran terroristas o algo parecido. Las alarmas no habían
funcionado y la seguridad no les impidió elpaso. Así pues, imaginaros como estaba de
nerviosa. Cuando de repente la mujer me dijo:

-No se asuste Luisa, mi nombre es Amelia Ducan, éste, señalando a Mark, es mi esposo Mark
y ése es un buen amigo, su nombre es Ostris, Ostris de Siro. Me estoy comunicando con Vd. a
través de un corredor dimensional. No intenté entender y sólo escuche: Los molocs están
preparados para atacar a la Tierra, de hecho ya lo están haciendo con las últimas inclemencias
climatológicas. Su Federación es la más poblada, lo cual es objetivo prioritario para ellos. Tiene
unos cincuenta días para camuflar a toda la población.

-¿Cómo? interrumpió Luisa.


-Como diría nuestro amigo Ostris, contestó Mark, es muy sencillo:

Trasladaremos a toda la población del planeta a otra época en el pasado.


-Os podéis creer, comentaba Luisa, que creí a pies juntillas aquellas palabras. Es más, cuando
Ostris habló, ya no dudé ni un instante en esa solución.
-Luisa -dijo Ostris- Reúne a toda la población en el punto más elevado de tu Federación.
Comunica a los demás Presidentes este mensaje y que hagan lo propio. Dentro de diez días
nos pondremos en contacto.
-Y desaparecieron- concluyó Luisa.
-Por cierto hoy hace diez días.
El silencio se podía mascar, nadie hablaba, las miradas que hacía pocos minutos eran
sarcásticas, ahora eran preocupantes y alguna con unas pinceladas de puro y llano PAVOR.

Azcurra, como anfitrión, rompió el hielo existente con una pregunta al aire:

-Si podemos ir al pasado ¿Qué presente nos aguardará si el cometa destruye la Tierra?

No habían tenido mucho tiempo para estar juntos. ¿A caso lo tendrían? Mark miraba con ojos
de cordero degollado a su esposa. Todo había sido tan rápido. Perdió su soltería a cambio de
dar sentido a su vida, con lo cual había ganado. Amelia era preciosa e inteligente, muy
inteligente. Veía como dormía, su pelo negro como el azabache brillaba en aquella noche
estrellada en aquel desierto donde se encontraban. No sabía en qué lugar y época se hallaban,
pero se sentía a gusto y feliz, su esposa estaba allí. Ostris les dejó dos días antes, les indicó
que le aguardaran en aquel punto sin moverse hasta su regreso.
Esto fue después de la comunicación, que tuvieron con Luisa Martínez, de aquello hacia siete
días.
-¡Eh! ¿Qué pasa? dijo Amelia despertándose.
-Nada amor sigue durmiendo, contestó Mark
Amelia le hizo caso, siempre, lo hizo, desde cuando él entraba en el Centro de Datos y
suspiraba por una de sus miradas. Pero... era tan distraído. A veces ni se daba cuenta cómo
iba vestido. Como aquella vez que iba con una camisa azul mal abrochada y los calcetines de
diferente color ¿Se inmutó acaso? ¡Qué va! Cuando le indiqué el fallo. Tan sólo dijo ¡Ah, bien
gracias! y siguió andando, ¡Era odioso!
Ni tan si quiera la miró. Y ahora, soy su esposa y le quiero.
Y con este pensamiento Amelia siguió durmiendo.
Los preparativos en las cuatro Federaciones iban contrarreloj.
En Asia los quinientos millones de personas que quedaban después del Gran Cataclismo, se
trasladaban a las laderas del Everest a marchas forzadas.
La consigna dada a la población en todo el planeta había sido la misma: RESTOS
ESPACIALES PROCEDENTES EN SU MAYOR PARTE A RESTOS DE LOS METEORITOS
CAÍDOS EN EL GRAN CATACLISMO, LLEGARAN A LA TIERRA EN UN PLAZO MUY
BREVE. LAS CUATRO FEDERACIONES HAN UNIDO TODO SU POTENCIAL TÉCNICO Y
HUMANO PARA QUE NO VUELVA A OCURRIR OTRO GRAN DESASTRE.
UNA DE LAS MEDIDAS, SERÁ EL TRASLADO DE TODA LA POBLACIÓN, A LOS PUN¬TOS
MAS ELEVADOS DEL PLANETA. A ESTOS PUNTOS, DEBIDAMENTE HABILITADOS, SE
LES DOMINARAN: PUNTOS DE ENCUENTRO.

EN CADA REGIÓN FEDERAL SE DARÁN INSTRUCCIONES A LA POBLACIÓN PARA SU


TRASLADO A SU PUNTO DE ENCUENTRO.
ESTA VEZ, ¡VENCEREMOS!
Veinte días habían pasado desde la comunicación con Luisa, Faltaban muchos millones de
personas por llegar. Luisa estaba desesperada. Los informes que tenía de las otras
Federaciones no eran mejores.
En Europa de los 106 millones de habitantes, más de la mitad se negaban a ir al punto
señalado, los Montes Urales, único punto más alto de la Federación. Azcurra se subía por las
paredes.
Irene en África, no tenía mejor suerte, aunque el número de población era infinitamente menor;
8.500.000 habitantes que tenía que trasladar a las cercanías del lago Victoria.
En cuanto a Isaac, de la Federación Americana, no se sabía nada. Ni falta que le hacía, pensó.
-Señora, le cortó el hilo de sus pensamientos su secretario Yen Fil.
-Sí, Yen que se le ofrece.
-Tiene una llamada desde New York, es el Presidente Jordán
Luisa estuvo a punto de decir el consabido. , ¡Dile que no estoy!, pero se reprimió. Sus
sentimientos no debían anteponerse a los asuntos de estado.
-Voy ahora, contestó a Yen Fil
Mecánicamente se tusó el pelo y se puso frente al fonotel.

-Luisa Martínez en línea, con quién hablo.


Una sonrisa apareció en la pantalla, era Isaac.
-Soy yo.- contestó.
-Dime, a que se debe tu llamada, dijo con vox apremiante.
-Bien, quisiera ofrecerte nuestra ayuda, ya que la población americana ya está en el punto de
encuentro establecido por Ostris y por las noticias que nos llegan, tú tienes para bastantes días
y el tiempo apremia.
-Es mi problema y no tuyo...
-¡Luisa, por favor!- cortó Isaac- No saltes y escucha. Ya, sé que es tu problema, pero las
indicaciones de Ostris fueron muy precisas, ya que de no ser así, no servirá de nada todos los
esfuerzos que se han hechos hasta ahora. Tenemos que evacuar TODA la población del
planeta sin dejar ni un ser humano.
-Está bien, cedió Luisa. Necesito unas naves de transporte tipo góndola. ¿Cuántas me puedes
enviar?
-Hace dos horas, contestó Jordán, salieron cinco mil hacia ahí.

La cara de Luisa era un poema, por una parte le complacía la noticia, con esas naves era
cuestión de días la evacuación ya que, con los medios que ahora disponía, le hubiera sido
bastante difícil el cumplir la misión encomendada. Pero por otro lado...
¿Qué se había creído aquel engreído que tenía enfrente?
La furia la estaba dominando, estaba a punto de estallar... cuando Isaac dijo.

-Luisa, te estoy hablando desde la nave Presidente, dentro de quince minutos me reuniré
contigo, entonces hablaremos. Y sin más cortó.

Cuando Ostris llego al lugar donde dejo a Mark y Amelia, solo encontró a esta.
-¿Dónde está Mark? le preguntó.
-No lo sé, lo he estado buscando desde hace rato y no le he encontrado,
-¿No has oído o visto algo?- preguntó Ostris.
-Sólo recuerdo haber soñado con una gran luz y con una gran oscuridad. Y después desperté.

Ostris, pensaba, sabía lo que había ocurrido, aunque algo pronto, pero
previsible. Los molocs han capturado a Mark, dijo en voz alta.
Amelia se sobresaltó.
-¿Por qué? preguntó.
Porque es el único ser en el planeta que puede destruirlos.
-Pero si Mark es un simple humano, que tan sólo tiene como cualidades, su tesón y su amor al
prójimo.
-¡Te parece poco Amelia! replicó Ostris. No te preocupes-continuo- tengo unos amigos que nos
ayudaran.
-¿Quiénes son, los conozco? preguntó angustiada Amelia
-No, no los conoces, aunque has oído hablar de ellos, son Lam y Vecla.
Y sin más asió una mano de Amelia y la condujo hacia unas dunas que había a unos cien
metros del campamento. Pasada éstas, Amelia vio con asombro un Todo Terreno SIiper (nuevo
modelo con magnetos anti-gravedad). Sin darse cuenta se encontró sentada al lado del
conductor, o sea, de Ostris.
-¿Ostris? preguntó Amelia. ¿Dónde estamos en espacio y tiempo?
-Estamos a unos 100 Km. al oeste del punto kilométrico 15,100, en cuanto al tiempo, estamos
en tu época, en el año 2.116.
-¿Cómo? preguntó extrañada.
-Cuando volvimos de visitar a Luisa Martínez, utilice un bypass para volver al presente
recuperando la materia del pasado. Técnicas temporal es acabó sonriendo ufano.

Diciendo esto, Ostris puso en marcha al TT SIiper, elevándolo 10 metros del suelo, introdujo en
la bitácora del vehículo las coordenadas de destino y aceleró.

Catorce fueron los minutos que Isaac tardó en llegar al punto donde se hallaba Luisa.
Luisa por protocolo, curiosidad y rabia, fue a recibir a la nave Presidente, que aterrizó en el
astropuerto de la residencia Ming, situada a las afueras de la antigua capital de Mongolia, Ulán
Bator.

-Presidente Jordán.- dijo Luisa a modo de saludo, en la escalinata de la aeronave.


-Sra. Martínez. - respondió con un apretón de manos Isaac. Apretón que a vista de protocolo
duraba demasiado. Cuando Luisa algo turbada recuperó su mano, indicó con la otra el vehículo
que les trasladaría a la residencia Ming.
Ulán Bator no es precisamente una ciudad que adquiera grandes temperaturas, en pleno mes
de Julio pueden llegar a 18º C, pero aquella mañana los termómetros marcaban 42º C a la
sombra, evidentemente no estaban preparados para tal contingencia, la cual paliaban con
ventiladores y abanicos.
En la residencia Ming, el calor era también intenso, la Sala Oval, estaba situada en la parte
norte del edificio. Luisa e Isaac se encontraban solos…
-Bien, ¿Tú dirás?- casi increpó Luisa.
-El cometa ha llegado a Plutón.
Un escalofrío recorrió la espalda de Luisa, no sentía él calor reinante, sólo frío.
Isaac se acercó a Luisa y sin decir nada la besó.
Sin proponérselo, Luisa devolvió la caricia con fruición y deseo. De repente, separó
violentamente a Isaac de su cuerpo diciendo:
-¡No! Otra vez no.
-Luisa no podrás nunca olvidar y perdonarme si algún mal te hice, sabes que lo nuestro estaba
por encima de todo, pero tú te fuiste.
-¿Qué yo me fui? interrumpió furiosa.
-¡Sí! contestó Jordán, te fuiste; cuando me llamaron urgentemente a New York para hacerme
cargo de la Federación, tardé 23 horas, cuando volví tú ya no estabas, tan sólo la nota de
recepción.
-¿Qué nota? dijo escéptica Luisa.
-¡Cuál va a ser!- dijo mientras sacaba de su cartera un papel viejo y doblado.- ¡Esta! y diciendo
esto se la tiro a la cara.
Luisa perpleja, ya que nunca vio de aquella manera a Isaac, recogió el papel del suelo y
desdoblándolo empezó a leer:

Querido, lo nuestro no puede ser.


Te debes a tu Federación. Lo siento.
Te quiere, Lui
-Yo...-empezó a decir Luisa-, yo no he escrito jamás esto, -decía señalando el papel. Y creo,
continuo, que tú tampoco, sacando de su bolso otro papel similar y tendiéndoselo a Isaac, has
escrito esto.
Isaac asió el papel y leyó:

Nuestro amor es imposible, me debo a la Federación, espero que lo comprendas y llegues a


perdonarme.
Siempre tuyo, Isaac
No habían transcurrido 45 minutos desde que empezaron el viaje, cuando ante sus ojos
aparecieron unas edificaciones algo arcaicas pero frescas.
-Ya hemos llegado dijo Ostris a Amelia.
-¿A dónde? preguntó Amelia.
-A casa de mis amigos. ¡Vamos!
En la puerta de la casa una mujer de edad indefinida pero muy bella y un hombre de
características similares, les recibieron con una gran sonrisa.
-¡Ostris, por fin! ¿Es ella? preguntó la mujer.
-Sí, ella es.
Amelia sin saber que decir y con cara de circunstancias recalcó.
-Sí, soy yo, supongo...
Todos se echaron a reír.
-Pasad, dijo el hombre.
La estancia era fresca y amplia, el mobiliario era espartano. Una mesa de metacrilato rosa,
varias sillas y algunos estantes con libros... ¡Libros!
Cuando estuvieron dentro, Ostris dijo:
-Amigos os quiero pedir un favor, cuidad de Amelia durante unos días, tengo que concretar con
las Federaciones la operación camuflaje. Mientras contarle quiénes sois. Gracias.

Y sin esperar respuesta Ostris marchó.


La mujer sonriendo dijo a Amelia.
-Siempre ha sido así, ya lo irás conociendo.
-Nuestros nombres-continuó- son el de mi marido Alejandro y el mío Rosa. Que es lo mismo
que Lam y Vecla.
-¡Lam y Vecla! exclamó Amelia.
-Sí, dijo Lam. Pudimos gracias a Je, digo Ostris, despistar momentáneamente a VIC y salir de
la nave.
-Pero ¿Cómo? se interesó Amelia.
-Nosotros tampoco creímos, o mejor, dudamos de Ostris, cuando nos dijo “cómo“ hacerlo, pero
lo hicimos-contaba Vecla- La solución pasaba por llegar a la corporación total, y viajar en el
tiempo. Cuando Ostris llegó, la corporación estaba prácticamente concluida. Entonces solo
tuvimos, que entrar en una puerta temporal, que Ostris tenía abierta y marcharnos.
Como quiera que Vic es tan sólo una máquina, una máquina muy perfeccionada, pero un
máquina al fin. Lo de las puertas temporales lo tenía registrado en sus archivos como un dato
más, es más, VIC desarrolló una hipótesis sobre las puertas temporales a partir de una
determinada posición geofísica, que fue la que Ostris experimentó, con bastante acierto. Pero
como Vic no tenía órdenes concretas al respecto, archivó el dato y se olvido.
Este olvido nos permitió usar la puerta temporal, ya que VIC, no la tenía registrada como puerta
de salida.
-Nos desplazamos- continuó Lam -a varias épocas, vivimos durante años camuflados, a la
menor sospecha de haber sido localizados por los molocs, marchábamos a otra época.
Nuestra primera residencia temporal fue a principios del siglo XIV en un lugar llamado
Inglaterra.
Ostris nos instruyó sobre costumbres, modas, tendencias religiosas y políticas. Instalados a las
afueras de una ciudad llamada Londres, pasamos varios años sin complicaciones. Los
lugareños eran amables aunque algo toscos. Enseñamos a algunos "nobles", más instruidos
que nuestros vecinos, algunas técnicas, sin importancia todo hay que decirlo, de física y
química.
-Pero un día, continuo Vecla, unos hombres portadores de estandartes y crucifijos, nos
apresaron conduciéndonos a una torre de la ciudad acusados de brujos. No entendíamos nada,
no habíamos hecho mal a nadie. Todo lo contrario, sacamos de la oscuridad a más de uno,
indicando el camino a seguir. La suerte nos acompañó, durante el camino hacia la torre...
¡La peste, la peste! gritaban las masas. Nuestros apresadores huyeron despavoridos. Volvimos
a nuestra vivienda y de allí marchamos al siglo XVI. Vagamos por el tiempo sin rumbo fijo.
Siempre ocurría algo que nos impedía seguir en un mismo lugar.

Al fin, nos trasladamos a mediados del siglo XX y nos instalamos en New York, fue nuestro
error. Los molocs nos localizaron. La Tierra pagó por ello. El Gran Cataclismo fue a causa
nuestra. Entonces nos percatamos que en todas las épocas en que viajábamos -ocurría algún
desastre; peste, guerra, hambre. En fin muerte. La solución pasaba por no permanecer más de
dos años en la misma época.
-¿Y en ese tiempo no habéis tenido descendencia?
Vecla, contestó ruborizada.
-Al principio no conocíamos el sexo ni las caricias, ni el amor, ni nada de nada. Estábamos a
gusto el uno con el otro pero nada más. Lam sentía algo, y yo también, pero la falta de
comunicación, o la vergüenza, hizo que los años transcurrieran sin saber lo qué es el verdadero
amor. Hasta que un día nos decidimos hablar de nuestras sensaciones y vete aquí que en tu
siglo tuvimos a nuestro único hijo: Mark.

-¿Mark? exclamó Amelia. Mi marido también se llama Mark.


-Lo sabemos hija. Mark es nuestro hijo.

-...Pero ¿Quién habrá sido?


-Schmitt, calla le dijo Isaac abrazándola, calla y vive este momento.
Luisa sin fuerzas y con amor se abrazaba a Isaac intentando recuperar el tiempo perdido.
-LUÍ…
-Dime cariño.
-Casémonos
-Sí Isaac.
-¡Ejem, ejem…!
La pareja se separó sobresaltada, Luisa a punto estuvo, como siempre, de saltar contra el
intruso, hasta que se dio cuenta de que el intruso era Ostris.
-¡Ostris! exclamaron ambos al unísono.
-¡Hola pareja! saludó Ostris. Veo que al final habéis solucionado vuestros problemas.
Sonrojada Luisa, afirmó la pregunta, con un ¡NOS CASAMOS!
-Felicidades, concluyó Ostris. Como ya sabéis el cometa está en Plutón.
-Eso me ha dicho Isaac.- dijo Luisa seriamente.
-Bien, debemos empezar ya con la operación camuflaje.
-¿Cómo? Aún no está toda la población en el punto determinado- arguyó Isaac.
-No os preocupéis, si la población no está yo sí estaré.
Lo haré desde el espacio, y por zonas enviaré a los habitantes que estén a 1000 años AC para
ellos la estancia en esa época será tan sólo de unos minutos, aunque, aquí en la Tierra hayan
sido días.
-Qué se logrará con ello.- preguntó Jordán.
-Que una sola persona pueda vencer a Goliat.
-¿David? dijo Luisa
-No, Luisa, esta vez será Amelia quien tenga que vencer a Goliat.

Amelia se encontraba como si un mazazo le hubiera golpeado el pecho. El aire no llegaba a


sus pulmones. La noticia era irreal, su marido el hijo de Alejandro y Rosa, que no eran otros
que Lam y Vecla. ¡No podía creerlo!
-Pero ¿Cómo?-pregunto.
-Pues como todas las mujeres.- contestó inocente Vecla.
-No me refiero a ese "como", defendió risueña Amelia. Si no ¿Cómo es que Mark no sabe
quiénes sois? concluyó tuteándoles.
Vecla con una sonrisa en los labios y una ráfaga de tristeza en los ojos, empezó, a explicar a su
nuera, el dolor que les supuso dejar a su hijo.

-Cuando tuve, perdona, dijo mirando a su marido, quiero decir que cuando tuvimos a Mark, fue
el instante más feliz de nuestra larga existencia, durante dos años, Mark fue enteramente
nuestro, crecía y crecía. Hasta que su vida, a causa de la persecución de los molocs, estuvo en
peligro.
Soportamos con bastante frialdad, todo hay que decirlo, las muertes que por nuestra causa los
molocs efectuaron durante la persecución. Pero la muerte de nuestro hijo no la habríamos
podido sufrir. Éramos padres y ahora comprendíamos el valor de la vida.
Hicimos ver, tras preservar el futuro de Mark, nuestra propia muerte en un accidente de
aviación. Nuestro hijo fue desde entonces y hasta su mayoría de edad protegido. Nunca le faltó
de nada, Cada año, por su cumpleaños volvíamos a su lado y le dejábamos un pequeño regalo,
siempre era el mismo; nuestro amor.

Mark se hallaba en una especie de sala de 4 X 5 m. totalmente traslucida. Llevaba no sabía


cuánto tiempo. Empero no tenía ni hambre ni sed, sólo ganas de saber ¿Qué hacía allí? Lo
último que recordaba era a su esposa Amelia, cuando en el desierto velaba su sueño.
Una voz sonó de repente en su cerebro, casi le dañó el oírla:
-¡Terrestre! Vemos, que has despertado. ¡No preguntes! arguyó furiosa la voz. Tiempo tendrás
de hacerlo, continuo la voz.
No creíamos que fueras así, ¿Sabes? tú eres hijo de molocs, exactamente de los traidores Lam
y Vecla.

New Jersey, (USA) .1.934


Tras dejar a Isaac y Luisa, Ostris usó la puerta temporal y se dirigió al encuentro de Albert
Einstein. Lo encontró, como casi siempre enfrascado en sus teorías,
-Profesor-llamó Ostris entrando en el salón en cual se hallaba Albert.
Éste al "oír, se encaró con el visitante.
-¿Nos conocemos? preguntó.
El temor a la Gestapo, le hacía ser precavido, olvidadizo y temeroso. Hacía poco que había
salido de la Alemania nazi.
-Cómo no- contestó Ostris- Nos vimos por el 1.922 en tu cátedra de la Universidad de Berlín.
¿Recuerdas?
Einstein volvió a sentir los que dos años antes Stuttgart le vaticinó- ...Y si no lo ha hecho lo
hará o tal vez ya lo hizo.
-Ostris, ¡Ostris de Siro!- casi chilló.
-El mismo profesor, dijo con una gran sonrisa.
Pasada la sorpresa, Albert se llevó una mayor cuando Ostris le dijo;
-Profesor nos tenemos que ir.
-¿A dónde? preguntó.
-Al futuro Albert, exactamente al 2.116.
-Y que voy hacer allí, preguntó tímidamente.
-Ayudar a una buena amiga a vencer a su Goliat, pero... por el camino te lo cuento ¡Vamos!
Diciendo esto ambos entraron en una nube amarillo-rosácea rumbo al siglo XXII
Mientras, Mark esta digiriendo la noticia. Vecla y Lam, los secuestradores de Ostris ¿Sus
padres? Su mente empezó a darle retazos de su vida pasada a modo de flashes. Recordaba
una mujer muy guapa rubia con ojos azules como el cielo y aun hombre rubio con ojos verdes.
Risas, susurros. Un avión. El colegio, más susurros. La Universidad, susurros. Una paz interna.
El Gran Cataclismo, susurros. ¿El Gran Cataclismo? ¡Pero si cuando ocurrió aún no había
nacido!
El Gran Catac1ismo.fue por el 2.029, ya que no hubo constancia real, por la gran destrucción
habida, el año exacto del evento. Unos creían que fue en el 2.028, otros en el 2.029. Pero yo
nací en el 2.084.
-Efectivamente, le hablo alguien. Naciste en el 2.084, exactamente el 25 de
Diciembre… Pero tuspadres te llevaron al pasado cuando se vieron descubiertos. De nada les
sirvió. Recuperamos mucha energía en el año 2.029, que fue la fecha real del G. C. como
vosotros lo llamáis.
Pero ¿Por qué? pregunto Mark.
-Nuestra misión, continuo la voz, en principio era localizar a los traidores, o sea a tus padres.
Pero supimos de tu existencia. Tus padres dignos, aunque hoy indignos, molocs que fueron.
Lograron engañarnos dejándote en otra época y haciendo ver su propia desaparición. Hasta
que su amor a su hijo les descubrió. Notamos cada cierto tiempo, una huella energética que iba
progresivamente al futuro, Investigamos y observamos que tus padres sobre el 25 de
Diciembre de cada año, te visitaban y daban parte de su energía a tu cuerpo terrestre. Con lo
cual, tú hoy eres nuestra misión, ya que eres el humano más poderoso que hay en toda la
Tierra. Nuestro enemigo.
Mark perplejo, no daba crédito a sus oídos. Él, ¿El más poderoso? Cierto es que no estaba
trastornado como la mayoría de sus coetáneos. Pero no sentía nada más.

Lo habían conseguido, la población del planeta estaba reunida ante y bajo .las mayores alturas
del planeta Tierra, sólo faltaba que Ostris empezase, a actuar.
Isaac y Luisa parecían dos colegiales. Irene y Jon sonreían complacidos por la aptitud de
ambos. Por fin los amantes separados se unían en, por las caricias que se otorgaban, un gran
amor. Parecía que quisieran recuperar los diez años perdidos.
-Señora Jordán, que bien suena le decía Luisa a Isaac.
-Amor mío, decía Isaac, besándola una y otra vez.
-Crees que Ostris lo logrará, preguntó Luisa.
-Sí, algo me dice que sí. Le tengo mucha confianza y eso que no hace más de un mes que lo
conozco y me es muy familiar.

Albert se encontró ante una casa, cercana al desierto.


- Pasa.-le indicó Ostris.
Amelia salió al encuentro exclamando
-¡Ya era hora! ¿Quién es? Continuó preguntado.
-Os presento a Albert Einstein. Albert, te presento a los suegros de Amelia, Alejandro y Rosa.
Esta es Amelia.
Albert, algo confuso, correspondió al saludo con una inclinación de cabeza. Una vez pasada la
confusión inicial, Albert paso al ataque diciendo.

-¿Ella es David?
-Sí, contestó Ostris, Amelia hará de David y tú deberás ayudarla.
-No sé cómo- respondió- pero por mí no ha de quedar y diciendo esto, se dirigió a Amelia con
un vamos a fuera, tenemos poco tiempo y mucho de qué hablar.

Vecla vio marchar a su nuera ¿la volvería a ver? pensó.


-Sí.-respondió, como siempre sonriendo Ostris.- Y seréis todos muy felices por los siglos de los
siglos. Y yo no miento.- acabó.

-Tienes que darme las coordenadas en espacio-tiempo de donde tienes la nave.- pidió.
-No sólo te las daré, sino que también iré contigo, contestó Lam.
-Querida- dijo a Vecla. Sabes que tengo que ayudar a Ostris, ¿Verdad?
-Sí, lo sé. Pero en estos años que hemos vivido como, humanos la frialdad moloc se ha
desvanecido y la razón me llevaría a rogarte que no fueras, pero no lo haré. Te quiero.
Lam abrazó a su esposa como nunca creyó poder hacerlo en el pasado. Con amor.
Ostris intervino diciéndola.

-Tranquila, volverá.
Lam tomando el mando, dijo a Ostris.
-Vámonos metomentodo, que hay prisa.

Ostris sorprendido, riendo dijo si BWANA.


-Usaremos primero el corredor dimensional para inspeccionar la nave, no sea que nos
encontremos con alguna sorpresa. Después, usaremos la puerta temporal.
-0.K., contestó Ostris risueño. Y seguidamente preguntó.
-¿Desde cuándo los sabes Lam?
-Desde que nos enviaste a la Tierra-contestó. Y sin más se pusieron manos a la obra.

Albert y Amelia, estaban frente a la Gran Pirámide Keops.


-Tendrás que pensar sólo con él. En nada más le decía Albert,
-Ya lo hago- contestó Amelia quejosa.
-No, no lo haces. Tan sólo piensas en él y tienes que PENSAR CON ÉL.
-¿Destruirme, morir?- Nunca se lo planteó-
-¡Qué carajo! Algún día tendría de ser.
...Y también a ella-escuchó.
-¿Ella? preguntó ¿Quién?
-Amelia tu esposa.
-¿Por qué ella?- chilló.

-No dices que el peligro soy yo.


-Cierto, pero ella lleva dentro tu semilla. Otro ser tan peligroso como tú o más. Tu hijo.
-¡Que! exclamó sorprendido. ¡No! chilló. ¡Nunca!
-¡Amelia, Amelia! chillaba Mark. Los gritos eran cada vez más fuertes. Los molocs no estaban
acostumbrados a tales exclamaciones.

De pronto Amelia chilló.


-¡Mark, Mark!
Albert, atónito presenciaba el acto.
¡Amelia! chilló Mark. ¿Chilló? no, Mark estaba pensando. Había comunicado con su esposa ¿Y
ahora qué?
-Mark, querido, ¿Dónde estás?
-¡Aquí!, contesto Mark
-¿Dónde es aquí, amor mío?
-¡No lo sé! ¿Tú dónde estás?
-Frente a Keops.
¿Keops? pensó. Acto seguido vio a su esposa y a un hombre a su lado.
-¡Te veo! exclamó y seguidamente dijo. ¡Vete! te quieren matar a ti y al niño.
-¿Niño? qué ni…. ¡Mark! ¿Por qué te quieren matar?
-Porque no pueden hacer que este con ellos. Soy demasiado poderoso gracias a mis padres.
-Sí, Lam y Vecla, lo sé.
-¿Lo sabías?
-Me enteré hace poco, estuve con ellos.
-Bien cariño, atiende. Vete de aquí, intentaré distraerlos, mientras marcháis.
-¡Y un rábano! explotó Amelia. Llena de furia. Nada ni nadie nos separarán y menos destruir
nuestra familia.

Dicho lo cual, Amelia entró en una especie de trance.


Se encontraban en la nave. Lam programó las coordenadas de la nave con la puerta temporal
que usaban en sus huidas. Así la nave siempre estaba al abasto.
El silencio era total, tan sólo una luz tenue iluminaba la amplia sala de control, sala donde VIC
estaba ubicado.
Ostris empezó a manejar los controles del VIC con gran maestría, hasta lograr que éste
empezara a funcionar.
-Lo haces muy bien.-Le dijo Lam.
-He tenido un buen maestro contestó.
Vic empezó a parpadear. Repitió dos veces una larga referencia en secuencia
de inicio y al final una voz dijo.
-¡Hola Ostris!
-Hola.-Saludó Ostris- ¿Recuerdas la teoría que desarrollaste en materia de puertas
temporales? -A VIC le gustaba que le trataran como a un ser vivo. Ni que decir, que, como
máquina, debería tener los datos archivados, pero... eso era para otros, no para Vic.
-Sí, contestó.
-Bien, te voy a introducir en tu banco de datos, CUATRO coordenadas distintas del planeta
Tierra, deberás calcular la perpendicular de la puerta temporal, teniendo como base la distancia
desde aquí- la nave estaba cerca de Mercurio.
Desarrollarás cuatro puertas temporales, abarcando cada una de las coordenadas,
transportando al 1.000 A.C. era terrestre a todo ser vivo que este dentro de las coordenadas
espacio-tiempo. ¿Lo has comprendido?

-Sí, afirmativo.
Mientras Ostris introducía los datos. Lam le preguntó calladamente.

-¿Cómo es que te obedece y no repara de mi presencia?


-Habla alto Lam, no tengas temor. VIC obedece por una razón muy sencilla, es
una máquina y como tal acata las órdenes de su programador.
-¿Tú la programaste? ¿Cuándo?
-Cuando os fuisteis de la nave. VIC dudó unos segundos, no tenía órdenes concretas, ni sobre
puertas temporales, ni sobre humanos que viajan en ellas. Momento que aproveche para
desconectarla. Una vez desconectada, todo fue muy i... iba a decir sencillo, frasecita que
incordiaba bastante a Lam, por la cual la cambio por... provechoso. Al tener mi clave de acceso,
Vic no puso ninguna pega a la reprogramación total, es decir, VIC está al servicio de la
Humanidad. En cuanto a tu presencia es obvio, eres humano no moloc y aunque
fueras otra vez moloc, no te haría nada. Borré toda información belicosa contra ti y tu esposa.

C00RDENADAS ESPACIO-TIEMPO LISTAS PARA ACTIVACIÓN.


INDÍCAME FUNCIÓN-EJECUCIÓN EN 3"-TRASLACIÓN 2" -ESPERO-

En el panel de control Vic estaba dando las resoluciones a lo indicado por Ostris.
-¿Cuándo lo harás?
-¡Ahora! y diciéndolo, Ostris apretó el botón de FUNCION.
Transcurridos unos largos 5 segundos, Ostris hizo dos preguntas a Vic.
-Vic, resultado transporte temporal.
POSITIVO 100% EJECUTADO.
-Vic, distancia y velocidad del cometa MOLOC.

A 226.000.000 km. de Mercurio ………………………………...VELOCIDAD 0


-¡Se han parado! exclamó Lam.
-Sí lo han hecho, pero es un victoria momentánea, ahora están despistados, el imán que
tenían, la Humanidad, no está. Pero pronto cambiarán a los centros emisores. Estamos en
manos de Amelia.
Albert estaba, perplejo. Amelia, transformada, su cara lucía más que el sol que alumbraba
aquel paraje. Sus ojos eran brasas incandescentes, su pelo flotaba al aire sin que ningún viento
hiciera nada para ello.
-No Mark.- Decía- no te dejaré jamás.
-No puedes hacer nada cariño, los molocs tienen todos los ases.
-Queda uno. Y diciendo esto empezó a pensar positivamente a favor de los molocs, en sus
habitáculos, en la paz, en....

El estruendo fue apocalíptico. La Pirámides se estaban, desmoronando por momentos. En


poco más de 3 segundos 8.000 años de Historia desaparecieron de la faz de la Tierra. Las
Pirámides habían sido destruidas.
Estaban convertidas en simple y llano POLVO.
De entre el polvo de una de ellas, en una especie de huevo gigante
transparente apareció una figura. Era Mark. Sin muchos esfuerzos pudo salir de aquel
habitáculo, que dicho sea de paso, le había protegido de la desintegración de la pirámide. La
más grande. KEOPS.
-¡Mark!- gritó Amelia corriendo a su encuentro.
Albert, estaba complacido.

Un resplandor rojo surgió de la Tierra hacia el espacio. Visible desde la nave. Ostris, sabía que
Goliat había sido nuevamente vencido. Sólo, por confirmar, aunque presumía la respuesta dijo.
-¡VIC! pregunta: situación del cometa moloc y velocidad.
……………………………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………………..

NO HAY NINGÚN COMETA-

La Tierra se había salvado.


Lam y Ostris no podían esconder su gozo, Saltaban de alegría como dos chiquillos.
-¡Lo hemos conseguido, lo hemos conseguido!-decía Lam.
-Sí-respondía orgulloso Ostris. Hemos vencido a los dioses.
Pero... la alegría fue efímera.
VIC, como ciborg de alta tecnología, independientemente de las respuestas a las preguntas
formuladas. Registraba y computaba una serie de datos que, una vez obtenidos, quedaban
grabados en la operación; en este caso la de traslación en el tiempo.
En la pantalla salían datos y más datos. Número de personas que viajaban, Sexo, edad
-NOMBRE Y APELLIDOS- raza, orientación política, religiosa, gustos, aficiones, enfermedades
crónicas y un sin fin de informaciones que para a si las hubieran querido los antiguos fiscos.
De repente... Una luz destellante acompañada por un sonido desagradable e incisivo, hicieron
que Ostris y Lam dejaran su alegría por un momento y atendieran a la pantalla del VIC.
.

HAN SIDO TRASLADADOS 100 SEMI-CORPORACIONES MOLOC CON LOS HABITANTES


DEL PLANETA. SU DENSIDAD CORPOREA ES DE UN 26,34%
SEGÚN LOS DATOS OBTENIDOS POR VIC-CENTRAL, SE TRATA DE UNOS AGITADORÉS
DEL PLANETA MOLOC, QUE DESOBEDECIENDO LAS INSTRUCCIONES DEL
REGULADOR MAYOR IOVA, DESCENDIERON AL PLANETA, DIEZ PERIODOS ANTES DE
LA OPERACIÓN CAMUFLAJE.
LAS INTENCIONES DE LOS DISIDENTES ES ABASTECERSE CON LA ENERGÍA DEL
PLANETA Y ESTABLECER UN NUEVO IMPERIO.

Ostris lo tenía todo planeado, punto por punto. Pero ahora todo se le desmoronaba como un
castillo de naipes.
Lam comprensivo, paso su brazo sobre los hombros del 'compungido amigó diciéndole:
-Es difícil encajar una derrota, ya ves, tanto esfuerzo no ha servido para mucho, todo lo
más para que los habitantes de la Tierra puedan vivir 5,000 años más. Cuando mis
ex-congéneres lleguen a una corporación del 56%, nada ni nadie les podrá detener. De nuevo
empezará una lenta agonía para los terrestres.
Ostris parecía una estatua, sus músculos no se movían. Su rastro impenetrable
le daba una dureza jamás vista por Lam. Su famosa sonrisa había desaparecido. Si
había oído a Lam, eso es algo que sólo él sabría. Se dirigió al VIC con una rabia inusitada
preguntando:
-VIC:
Localización actual de las semi-corporaciones MOLOC.
ESTAN REPARTIDOS ENTRE LOS DOS CONTINENTES ACTUALES DEL PLANETA TIERRA

-VIC:
Sistema de localización in situ de las semi-corporaciones.
Pasaban los segundos y la tradicional velocidad de VIC se estaba denigrando por momentos.
Un minuto, cinco… A la hora la pantalla del VIC seguía en blanco.
Ostris confuso se dirigió a Lam.
-Creía- dijo-, que me habías enseñado todo lo referente a VIC, pero veo que algo se te ha
pasado por alto.

Lam, cabizbajo, le contestó.


-No, Ostris, te lo enseñé todo, incluso hoy sabes más que yo. El por qué no te ha contestado el
ciborg es obvio, es de una lógica aplastante. VIC fue creado por molocs y por tanto sus
creadores no incluyeron la información que solicitas.
Piensa-continuaba Lam- que si VIC te pudiera orientar sobre su localización sería lo mismo
que descubrir sus misterios. Los mólocs siempre han sido belicosos y autoritarios, pero
no idiotas. Si ésta o cualquier otra nave moloc hubiera sido capturada por alguno de sus
enemigos, al desentrañar las informaciones que tiene el VIC, pondría en peligro la existencia
de su planeta.
La pregunta que has hecho te la puedo contestar yo.
Como una brisa de mar actuaron las palabras de Lam sobre Ostris. Más tranquilo aunque con
el rosto serio dijo:
-Bien, y a qué esperas para darme la respuesta.
Lam, sabiéndose por primera vez en bastantes periodos dueño de la situación, saboreo el
momento con un:
-Muy sencillo Ostris, muy sencillo...
-¡Pero!... ¿Cómo?-explotó Ostris.
-Con una luz NEGRA.

Capítulo 9
LA LLEGADA
Todo había sido muy rápido. Un resplandor rosáceo una especie de trueno y después aquello...
El Sol brillaba en lo alto del firmamento, no hacía calor, la temperatura podría estar entorno a
los 18º C. La vegetación era frondosa y variada. Irene Zola, más acostumbrada que sus
compañeros ¿Compañeros? Inexplicablemente se encontraban los cuatro Presidentes de las
Federaciones juntos, cuando el punto de partida fue distinto. Sólo un segundo duró su
pregunta, ya que la vegetación era tan hermosa que, aquel detalle no tenía la mayor
importancia. Su habitáculo anterior, África, le enseñó a amar a la naturaleza. La que tenía ante
sus ojos era totalmente desconocida para ella.

Jon Azcurra menos platónico señaló con un grito:


-¡Mirad!-
Todos volvieron sus cabezas hacia una espesura compuesta de árboles gigantes. La voz de los
cuatro quedó ahogada por el estupor. Acababan, de ver a un hombre vestido con una especie
de túnica roja y blanca.

El susto que se llevó el individuo no fue menor, cuando vio el inmenso grupo de personas
vestidas de diferentes formas.
-¡Hola!- saludó Jon al desconocido.
-¿Qué tal?-respondió.
-Mi nombre es Jon Azcurra, estas personas que ves son parte de los ciudadanos de mi planeta.
El desconocido, parecía tragar las palabras y digerirlas en vez de oírlas. Azcurra seguía
hablando. La mirada de aquel hombre parecía conocida por todos los presentes.
-¿Y tú, cómo te llamas?
El individuo pareció volver a la consciencia al oír la pregunta, respondiendo:

-Mi nombre es Moisés.

-¿Luz Negra? preguntó Ostris extrañado.


-Sí, luz negra-corroboro Lam. Es un sistema de detección inventado a mediados del siglo XIX, y
perfeccionado principios del XX, está basado en la irradiación de los cuerpos negros, y
registrado su calor por células fotoeléctricas. Los molocs en sus corporaciones irradian grandes
temperaturas pero sólo se pueden registrar a través de la luz negra.
-O sea, que tendré que volver al pasado para agenciarme una, no -preguntó Ostris.
-Exacto.

-¿Moisés?
-Sí, Moisés, el Moisés que al parecer todo el mundo conoce.
-Imposible exclamó Irene.
- ¿Por qué? Razonó Isaac. Acaso no es imposible que todos los habitantes de un planeta
hayan viajado al pasado.
-Pues si.-convino el hebreo- pero cuando Ostris está por el medio, yo ya me lo creo todo.
Hace-continuó- unas semanas me trasladó de Kaderma a estos lares a recibiros. La misión que
me encomendó fue la de ayudaros a construir vuestros nuevos hogares
-¿Cómo que a construir nuevos hogares? saltó Luisa. Aquí estaremos temporalmente hasta
que la amenaza del cometa haya pasado.
-Me temo que otra vez me la han vuelto a jugar-susurró el patriarca.
Con voz firme, Moisés, explicó a los dirigentes del planeta Tierra que volver al futuro era
totalmente inviable por el mal estado del mismo, ya que las inclemencias climatológicas
habían dejado yerma la Tierra e imbebible el agua. Los preparativos para el gran viaje
habían, de algún modo, desviado la atención de la realidad a los moradores del planeta. Pero la
muerte había puesto sus garras en la Tierra y no dejaría que nada ni nadie pudiera otra
vez vivir en el globo azul.
Jon, más práctico, empezó a dirigir a sus delegados para que las gentes
empezaran a mover la rueda de la vida.
Sin percatarse, una serie de instrumentos de todo tipo, vehículos, naves, computadoras, etc.
Empezaron a rodear a los sufridos habitantes del planeta Tierra. Por lo menos la tecnología de
las nuevas generaciones estaba garantizada.

El sol brillaba en lo alto, la temperatura rayaba los 38º C, el hombre cruzaba raudo la Plaza
Hammer, situada al sur de la ciudad de Magundia. Con paso prieto se dirigió al portal del
número seis. Dos soldados armados le impidieron el paso con un alto.
-¿A dónde va?-inquirió uno de ellos, quedando el otro a la defensiva tras el centinela.
Por respuesta el hombre entregó un documento al militar, que con aire marcial empezó a leer.
EL PORTADOR DE LA PRESENTE KURT DOLTEHN ESTA AUTORIZADO PARA VISITAR,
INDAGAR, INVESTIGAR Y EJECUTAR, CUALQUIER SITUACION EN EL CENTRO DE
INVESTIGACIONES NACIONAL SOCIALISTAS.
TODA INJERENCIA EN EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER QUE ESTE DOCU¬MENTO
OBLIGA. SERÁ SANCIONADO RIGUROSAMENTE POR LA AUTORIDAD COMPETENTE.
SIENDO RESPONSABLES A TITULO PERSONAL EL O LAS PERSONAS QUE IMPIDAN EL
PASO AL AQUÍ AUTORIZADO.
Berlín, 24 Abril 1.936
Adolf Hitler

El centinela no entendía bien, bien, el significado de aquel documento, pero la firma del mismo
le hizo olvidarse de todo lo demás.
Con la boca reseca, no por el calor precisamente, dio el grito al cabo de guardia, éste presto,
corrió a las dependencias del oficial en jefe, que en ese momento dormía el exceso de vino y
licores tomados durante el almuerzo.
-¿Sí? -chilló el oficial .

Una sarta de improperios y amenazas tuvo que recibir el cabo. Éste, impertérrito
aguantó el chaparrón hasta que el oficial, Hans Kruguer, decidió saber el por qué de su
llamada.
Kruguer, sin dar señales de ser un intelectual, le ocurrió lo mismo que al centinela, la firma de
Adolf Hitler, fue suficiente para que los vapores del alcohol ingerido se borraran de un plumazo,
de su cerebro.
Tusándose el pelo y componiendo su vestuario, con paso marcial fue al encuentro del dueño
del salvoconducto.
Haciendo el saludo hitleriano, Kruguer presentó sus respetos a Kurt Dolthen.
Dolthen haciendo caso omiso al saludo, puso de manifiesto su interés inmediato de
visitar al profesor Stuttgart. El oficial, deshaciéndose en disculpas por la tardanza en haberle
atendido, acompañó a través de unos pasillos flaqueados por toda clase de puertas, hasta
llegar a una puerta maciza.
Era de roble, antigua, como todo lo que había en Magundia, un cartel colocado a modo de
aviso, impedía franquear el paso a cualquier persona no autorizada.
SALA QUIMICA - NO PASAR

Unos golpes dados en la puerta por el oficial, hicieron que ésta se abriera.
Franz Stuttgart apareció.

Capítulo 10

MUERTE
Dos años habían transcurrido desde la llegada de los terrestres a la nueva época. Todo iba
bastante bien; las edificaciones se construyeron en tiempos récords, utilizando en algunas los
sistemas de construcción de los antiguos egipcio, el mismo que Aha empleó para levantar sus
mausoleos.
Poco a poco, las gentes volvieron a la vida cotidiana. Un rayo de esperanza alumbraba los
corazones de aquéllos que, en un tiempo anterior, no tenían la más remota posibilidad de
sobrevivir más de dos meses. La temperatura, el ambiente y la alegría de los niños, hacían de
un trozo nuevo de tierra, un verdadero Edén.
Moisés era querido y admirado por todos. Su simpatía era repartida por doquier; cualquier
problema era de inmediato abordado con un optimismo que frisaba el frenesí.
Las Federaciones se disolvieron formando un sólo Punto Administrativo.

Las funciones de este Punto no eran propias de un gobierno, aunque algo tenían en común,
llegar al bienestar social de la población.
Se crearon, a indicaciones del Patriarca, unos sistemas de auto-servicio para la manutención,
tanto alimenticia como de utilidades generales, para que NADIE pasara ninguna penalidad.
La experiencia adquirida en los últimos años, en la otra época, hicieron reflexionar a todos los
"poderes públicos", para que, con tan sólo una indicación de otra persona, Moisés, olvidaran
para siempre, todos los sistemas de gobierno conocidos.
Todo empezaba a funcionar correctamente hasta que un día...
Gabriel Sabatini recibió en su Control una nota urgente firmada por el jefe de Ayuda
Ciudadana.:
SE HAN ENCONTRADO EL LA PLAYA DE LAS AMÉRICAS, SECTOR OESTE, CIENTO
VEINTISIETE CADAVERES DE HOMBRES, SIN NINGÚN SIGNO DE VIOLENCIA
APARENTE- PROCEDEMOS AL ENVIO AL INSTITUTO ANATOMICO FORENSE PARA SU
AUTOPSIA.

Víctor Crol

-¿Profesor Stuttgart, supongo?, Mi nombre es Kurt Dolthen, vengo expresamente de Berlín


para hablar con Vd.
Stuttgart entendió rápidamente lo que el visitante le dio a entender, con un gesto invitó a pasar
a Dolthen y con la mirada prohibió al oficial traspasar su santo sanctórum. Con el saludo
hitleriano, Kruguer, volvió tras sus pasos.
Una vez dentro del laboratorio, Dolthen indicó por señas a Stuttgart si existía algún sistema de
escucha. Con un encogimiento de hombros, Franz comunicó a Kurt la ignorancia de tal
contingencia. Seguidamente dijo:
-El aparato burocrático del III Reich es tan perfecto que a veces dan por sentado lo que es
evidente y no ponen ningún veto a lo creído a pies juntillas. No, no creo que me espíen. Saben
que mi trabajo es MUY SECRETQ y como que no se fían ni de ellos mismos, dan por bueno
que, cuanta menos gente sepa lo que aquí se hace, mejor para el partido.
Una vez salvada la pregunta. El visitante empezó a explicar el motivo de su visita.
-Necesito que te pongas en comunicación con tu homólogo en Londres, Chadwick, James
Chadwick.
-¿El premio nobel?
-El mismo.
-A penas le conozco, sólo he coincidido con él un par de veces...
-Suficiente-cortó Kurt- para que le llames y felicites por su recién ganado galardón y de paso
para que te “pase” información para la fabricación de un contador de neutrones.
-No querrá. Estamos bastante mal con los ingleses...
-Lo están el partido. No tú. Al fin al cabo, vosotros los investigadores, estáis por encima de la
política.
Franz, sopesaba lo que Kurt, o sea Ostris, le estaba pidiendo. Sabía que cualquier cosa que
Ostris le pidiera debería conseguirlo, ya que una fuerza interior le animaba al éxito. No podía
fallarle.
-De acuerdo Dolthen, -continuando con la farsa-,-¿Cuándo tengo que llamarle?
-Ayer.
Lam no sabía lo que hacer. Llevaba tiempo esperando a Ostris. La situación era cada
vez más delicada. Las sondas temporales habían recogido unas informaciones de la
época en que se encontraban los sediciosos, muy alarmantes. Las muertes de
humanos era cada vez mayor, en cinco años de exploración, los óbitos llegaban a los quince
millones. Los regidores del planeta se veían desbordados por los hechos, no sabían ni cómo ni
el por qué de las muertes. Lo más estremecedor habían sido los resultados de las autopsias.
La muerte había sido producida en TODOS los decesos por DESAPARICIÓN DE LA MASA
ENCEFALICA.
Los cráneos estaban. INTACTOS. Tenía que comunicarle a Ostris como fuera. Las
corporaciones estaban derivando en corporaciones mixtas. Y eso sería lo peor que pudiera
pasarles a los habitantes del planeta Tierra.
Un sonido secuencial apartó del cerebro de Lam los tenebrosos pensamientos. Era la sala de
traslación. Alguien acaba de llegar. Ostris con una sonrisa entró en el puente de mando, donde
se encontraba Lam.
-¡Ya estoy aquí!-dijo señalando a modo de victoria el aparato que llevaba en las manos.
-Este Franz Stuttgart es un tío estupendo. Se metió en el bolsillo a Sir James
Chadwick en un periquete. Y en menos de dos meses me fabricaron este prototipo de contador,
que supongo funcionara con tus....
La expresión de Lam, cortó la verborrea de Ostris, algo andaba mal. Si no Lam estaría ahora
acribillándole con preguntas o reprochándole la tardanza.
-¿Qué pasa?
-Esto.-contestó, entregándole el rad que tenía en las manos.
Ostris introdujo el rad en el aparato reproductor.
En silencio leyó el informe. Con cara de perplejidad miró a Lam. Éste, comenzó a traducir el
significado del informe.
Los molocs para llegar antes a la corporación están INYECTANDOSE células humanas
procedentes de las masas encefálicas. Cada corporación necesita un mínimo de diez millones
de cerebros para llegar avanzar en un 20% a su meta. El resto lo harán a través de la energía
de los propios decesados. Total, si siguen así en menos de quince años habrá una legión de
molocs que se autoproclamarán dioses de los humanos. El viaje no habrá servido para nada,
los salvamos de un planeta destruido y los mandamos a una esclavitud de por vida.- acabó
compungido.
-¿Entonces esto, dijo señalando el artefacto que llevaba en las manos, de poco o nada nos
podrá servir?-preguntó angustiado.
De algo sí, ya que, aunque las corporaciones sean mixtas, la temperatura que irradian es
bastante superior a un cuerpo humano. Sólo que...
-¿Qué?
-Una vez descubiertos no sé como destruirlos-acabó Lam.
El dilema no dejaba lugar a dudas. Si descubrían a los molocs no podrían eliminarlos con
armas convencionales. Ya que al ser semi-energía, ésta protegía como un escudo, cualquier
ataque de sus enemigos. Nuevamente nuestros amigos tenían que descubrir el talón de
Aquiles de los indeseables molocs.
Lam, casi intuitivamente, se dirigió a la computadora central, o sea al VIC.

Una vez colocado ante él, hizo una pregunta.

Los habitantes del planeta estaban cada vez más recelosos los unos de los otros. Cinco largos
años habían transcurrido desde la llegada, tan sólo los dos primeros, años fueron
esperanzadores para la población. Hoy décimo día del segundo mes del año quinto, las voces
de protesta, mezcladas con un miedo que frisaba el pánico, hacían que Isaac y sus
colaboradores estuvieran tensos como las cuerdas de un violín.
Moisés, no sabía lo que contestar a las preguntas de sus coetáneos. Siempre daba con la
solución adecuada a los problemas surgidos años ha. Ahora sólo podía rogar por la pronta
aparición de Ostris. Él era la única solución para salvar a la Humanidad.
-Bien, Moisés.- decía Jordán en tono crispado. Esto no puede continuar, el pánico está en las
calles. Si las muertes ya resultan traumáticas para los habitantes, más lo son las autopsias. En
los primeros óbitos pudimos silenciar el resultado de las mismas. Aducimos a muerte
post-trasladum, hasta que alguien filtró la realidad. Los cráneos de los cadáveres estaban
vacíos. Desde entonces la tónica ha sido la misma, los muertos ya llegan al os quince millones.
¿Qué podemos hacer?
-Sé que deciros que tengáis paciencia es pedir demasiado, pero, creo que Ostris está ya en
ello. Siempre, en otras épocas, él me ayudo. Esta vez no veo por qué sería diferente...
Moisés, no se equivoca mucho. Ya que además de estar en "ello”, como dijo, resulta que
también estaba allí por ello.
La puerta de la sala donde estaba el Consejo Administrativo se abrió de par en par, dos
hombres uno más bajo que el otro, pero de características similares en todo lo demás,
irrumpieron cortando las explicaciones, que Moisés estaba dando, éstos no eran otros que
Lam, y Ostris.
Casi todos los sentados ante la gran mesa zafiro, conocían a Ostris, ya sea por haberlo visto
antes del viaje o por las referencias dadas por Isaac. Al que no conocían era al acompañante.
Ostris percatándose de la curiosidad de sus amigos, con una gran sonrisa presentó a Lam.
Éste, dijo señalándolo.
-Es mi buen amigo Lam, él me ayudara a solventar el pequeño problema que tenéis.

Cinco largos minutos duró el abrazo. Amelia no dejaba a su marido por nada. La emoción de
las angustiosas horas pasadas, el esfuerzo mental realizado y la alegría de volver a ver a Mark
vivo, la hacían pegarse al cuerpo de su esposo como una lapa, como si quisiera fundirse con
él.
Una vez pasada la emoción, las explicaciones afloraron por la boca de Amelia como un
torrente de agua. Albert absorto contemplaba la escena.
-...Y los ha trasladado al pasado-continuaba Amelia- para que los molocs del cometa no tengan
ningún motivo para llegar 'a la Tierra, -acabó.

Fijándose en Albert, Amelia presentó a su marido.


-Nunca pensé, que pudiera haber conocido en carne y hueso al padre de la ciencia moderna,
Albert Einstein.- decía Mark estrechando su mano.
-Le doy las gracias por todo lo que ha hecho.
-No las merezco, lo único que hice fue, seguir las instrucciones de Ostris.
-¡Ostris!-exclamó Mark. ¿Dónde se ha metido?
Amelia y Albert cambiaron una mirada y con un gesto muy significativo dieron a entender a
Mark la ignorancia de la pregunta.
-¿Tú lo sabes? le preguntó su esposa. Porque tanto Albert como yo no tenemos ni la más
remota idea. Sólo nos dijo que iba a trasladar al pasado a la Humanidad, de eso hace doce
horas, y hasta el momento no sabemos nada. Tal vez Vecla sepa decirnos dónde está.
Vayamos a su casa-acabó.
Los tres se encaminaron al TT SIiper que les llevaría a casa de Lam.
En el Centro Administrativo se trabajaba a una velocidad de vértigo. Lam había tenido la idea
de comunicar a toda la población, como medida preventiva a los posibles desajustes orgánicos
producidos por la traslación en el tiempo, la necesidad imperiosa de acudir a los Centros de
Salud, que estuvieran más próximos a sus domicilios, para pasar un reconocimiento
integral, en cuestión de dos minutos. Favoreciendo con ello el posible tratamiento a seguir
para la buena salud de los terrestres.
Los datos traídos desde la nave, que en su momento el VIC computó, ayudaron a construir un
padrón fiable de todos los habitantes de la Tierra.
Clark Davis y su equipo analizaron y mejoraron el contador de neutrones fabricado por
Stuttgart. La idea base era tener en cada Centro de Salud uno. En la
actualidad superaban los cinco millones en todo el planeta. El tiempo pasaba y las muertes
seguían. Azcurra, asignado a los Centros de Salud, preguntaba a Lam.
-Una vez descubiertos ¿Qué hacemos? Según me cuentas nada puede aniquilar a esos
extraterrestres.
Lam y Moisés habían estado durante varias semanas rememorando los escritos antiguos, que
en tiempos de Moisés, eran escritos como periódicos, casi diarios dada su asiduidad. Llegando
a una única conclusión, los molocs eran inmortales. Ningún arma conocida podría acabar con
ellos.
La zozobra que esto le producía se transformaba en una apatía maligna que rayaba la
impotencia.
-No sé, respondió cabizbajo. De momento nos interesa tenerlos controlados, una vez
localizados, ya veremos las medidas que tomaremos.
Poco o nada era la respuesta de Lam. Pero ¿Cuál podía dar?
En aquel momento Ostris entró animadamente en la sala donde se encontraban los dos
maestros.
-¿Podéis venir un momento conmigo? dijo sonriendo, Quiero que saludéis a un viejo amigo.
Lam y Moisés se miraron, sabían de las bromas de Ostris, y el tiempo no estaba precisamente
para ello.
-¿Os movéis o no? casi chilló Ostris sonriendo.
-Ya vamos,- contestó Lam.
Con paso cansino recorrieron los escasos metros que les separaban de la puerta de la sala, al
sitio donde estaba Ostris, risueño, esperando.
Al llegar vieron detrás de Ostris a un joven de unos treinta y tantos años, ojos verdes y pelo
rubio.
Lam supo de golpe de quién se trataba, era su hijo, Mark.
-Mark, dijo Ostris, te presento a Lam, tu padre. Y el que va más rezagado, será por la edad, es
mi buen amigo Moisés.
-¡Hola a todos! Y en especial a ti papá. Quisiera darte un abrazo pero, como observarás estoy
en un corredor dimensional.
-¡Hijo! -exclamó Lam sin poder contenerse.
Moisés a modo de saludo dijo
-¡Al fin reunidos!

Vecla abrió la puerta al oír unas voces conocidas en el porche.


Con un fuerte abrazo a sus hijos, les hizo pasar al interior del hogar.
-¡Por fin! -exclamó Vecla llena de felicidad. No paraba de pensar en vosotros.
Por primera vez Mark se dirigió a Vecla. Aquel ser que siempre intuyó y que su mente jamás
recordó. El al verla le era tan normal como estar con Amelia. Ella siempre había estado a su
lado. Aunque nunca lo supo hasta hoy.
-Mamá, me alegro de verte. Amelia, me lo ha explicado todo.
Con lágrimas en los ojos, Vecla, volvió a abrazar a su hijo.
Amelia emocionada, se dirigió al silencioso Albert.
-¿Quiere tomar un cordial?
-Sí, gracias
-Os pongo lo mismo dijo,- dirigiéndose a la madre e hijo.
Con una sonrisa y quitándose las lágrimas de la cara, Vecla asintió con un
-¡Déjame que te ayude hija!
Mark empezó a escudriñar la sala donde se encontraba, le gustaba. Era sencilla y a la vez
confortable. Una especie de foto láser tridimensional algo antigua, colgaba de una de las
paredes. Dos personas estaban en una especie de selva con árboles de color marrón tirando a
amarillos. Una de esas personas era su madre, Vecla.
Vecla, viendo a su hijo mirar al retrato y antes de que le preguntara, le aclaró la identidad de la
otra persona.
-Es tu padre, Lam.
-¿Dónde está ahora? Con Ostris, marchó hacia la nave para cuidarse de la traslación.
-¿Nave, qué nave?
La nuestra. Estuvimos muchos, digamos años, viviendo en ella, ya sabes lo de nuestra
procedencia…
-Sí, por eso creí que la habíais dejado.
-Pues no la dejamos del todo, siempre estuvo en nuestros viajes por el tiempo. Siempre
tuvimos la esperanza de emigrar a otro planeta si en éste no podíamos vivir. Pero las
circunstancias y Ostris mandan y aquí estamos.
-¿Cómo podéis ir a la aeronave? preguntó curioso
-Con un trasladador integral de materia y energía o bien a través de la puerta temporal, la cual
siempre está en la misma latitud y longitud del punto de encuentro espacial.
Dicho lo cual y de forma mecánica, accionó un dispositivo de la misma mesa en la que se
hallaban, y de repente se transformó en una especie de camarín de 2 X 3 m.
-Este, dijo Vecla señalando la cabina, es el trasladador integral.
Mark, como buen científico que era, comenzó a preguntar a su madre el funcionamiento y las
posibilidades de fallo que tenía el artefacto. Una vez aclaradas las dudas preguntó.
-¿Podría ir a la nave?
-¡Cómo no!-exclamó agradablemente sorprendida, ya que ella misma hacía años que no lo
hacía.
-Iremos todos.- decidió complacida.
Albert miró con preocupación la cabina. Era un hombre de mucha teoría y poca práctica, y el
embarcarse en aventuras no había sido nunca su deporte favorito. Desde que conoció a Ostris
no había parado, ni un momento.
Amelia percatándose de ello, como quién no quiere la cosa dijo.
-¿Por qué no vais vosotros dos? Así el señor Einstein y yo podremos charlar un poco sobre lo
que nos ha pasado.
-¡Eso!- convino rápido Albert.
-Bien como queráis, estaremos sólo unos momentos y diciendo esto, Vecla asió la mano de su
hijo y se introdujo con él en el trasladador.
La nave era preciosa, los rayos del sol hacían lucir aquel color indefinido que parecía tenerlos
todos.
No era muy grande 5.060 m2, pudo sin muchos problemas, posarse cerca de donde Mark,
Amelia y Albert les estaban esperando.
Habían transcurrido dos días desde la destrucción de las Pirámides. El aire parecía más limpio.
El sol volvía a calentar de lo lindo.
Anochecía cuando entraron en la casa. .
Vecla sin poder contenerse preguntó:
- ¿Lo habéis logrado?
-Sí contestó Lam. El cometa ha sido destruido. Los molocs ya no existen, en ninguna época
pasada, presente o futura, acabo serio.
Sentados en torno a la mesa, Albert sin poder resistir la curiosidad que le embargaba preguntó:
-¿Alguien podría decirme, antes de volver a mi época, qué es lo que ha pasado?
Ostris como siempre sonriente, recogió el reto que Albert lanzaba con su pregunta
diciendo:
-Hace mi les de año terrestres, los Kader, habitantes de un planeta llamado Kaderma, fueron
vencidos por los molocs. El sistema para conseguir alimento que los molocs tenían, era hasta
hace poco, totalmente inaceptable, los Kader siendo una minoría vieron quede no
parar a los molocs muchas etnias de miles de planetas similares a Kaderma
estarían en peligro. La sed de poder de aquellos seres era infinita. Por eso los kader
emplearon la astucia para acabar con la tiranía moloc.
El primer paso fue capturar a una nave procedente de la Tierra. En esa nave había una energía
muy valiosa, tanto para los molocs como para los kader. Hicieron ver que la nave tuvo un
accidente. Una vez efectuado el apresamiento, reenviaron la energía a la Tierra.
Los molocs, continuo Lam, no creyeron del todo lo del accidente, nos enviaron a Vecla y mí.
Estuvimos durante años, "secuestrando humanos“ para ver si la energía estaba en sus
cuerpos, producto de una corporación.
Pero los kader, prosiguió Vecla, proveyeron tal evento e hicieron exactamente lo mismo que en
su momento hicieron los molocs. Inseminaron a una humana. Napata. Nació un niño.
-Yo- dijo Ostris. Cuando Lam me secuestro, Vic hayo en mí un porcentaje más elevado de
"MANA" que en el de los otros secuestrados. Por eso me dejó meter las narices en sus
conocimientos, colaborando en esta tarea Lam.
-Nosotros, -decía Lam. Vimos en Ostris a un hijo, con lo cual le pasábamos muchas cosas...
incluyendo las ausencias-acabo sonriendo Vecla.
-La destrucción de los emisores, era el paso principal, empero, debería realizarse
materialmente, o sea destruir de forma convencional. Por eso me puse en contacto contigo- dijo
dirigiéndose a Albert- para sacarte la mayor información posible sobre tus conocimientos sobre
la relatividad espacio- tiempo que necesitaba para despistar a los molocs, que desde el futuro,
tu presente Albert, alguien pudiera estabilizar una puerta temporal y tú lo hiciste. Ya que VIC
tenía que ser engañado.
-Una vez supe lo que podías hacer, visite a un acreditado, aunque nunca fue famoso,
físico-químico, Franz Stuttgart. Este hombre logró un explosivo geo, sólo se activaba con una
frecuencia de onda muy especial.
-Y Mark y Amelia, que pintan en esta historia.- preguntó Albert.
-Mark es hijo de Lam y Vecla, éstos han ido, dando a su hijo parte, de su energía, hasta hacer
dudar a los molocs de la verdadera identidad de Mark, ya que creían que era yo.
Amelia es la onda que hizo explosionar al geo. Cuando vio en peligro a su marido y al hijo que
lleva dentro. Uso la teoría que tú le proporcionaste:
+x-=- -x+=- +x+=+ y -x-=+
Ella tenía que pensar positivamente para vencer la fuerza de los molocs y pensar CON su
marido. La fuerza de ambos anuló a los molocs, que por cierto se encontraban en el cometa y
no en la Tierra como quisieron hacer creer a Mark. El amor que Amelia siente fue el detonante
para que el geo que mi amigo Aha puso en todas las pirámides, explotara. Con lo cual
Mark quedó liberado, el cometa destruido y los molocs eliminados. Tan sólo una parte,
sediciosos según los molocs, lograron escapar y se infiltraron en la Tierra. Cuando se hizo la
traslación temporal de la población, éstos también fueron aniquilados.
-La corporación de los molocs llegó casi a su culminación- continuó Lam- pero gracias
a un mensaje que Mark, mi hijo, que me envío desde uncorredor dimensional procedente de la
nave pudimos eliminarlos de la faz del mundo.
-Pero... preguntó Albert, entonces todo esto ha sido una guerra, entre etnias.
-Te parece poco, contestó Ostris.
-Creía que había algo más, no sé...
-Hay algo más, los terrestres somos a imagen y semejanza de los molocs,
kader o cualquier otra etnia similar. Pero fueron los molocs los que hicieron el experimento en
la Tierra, Corporaciones.
-¿Corporaciones? preguntó Amelia.
-Sí corporaciones, tus suegros son corporaciones, o sea molocs humanizados. Los primeros
habitantes del planeta fueron miles de molocs corporizados. Existen datos de humanos que
vivieron centenares de años, otros llegaron a milenios.
-¿Y por qué dejaron de vivir tantos años? preguntó Mark.
-Por la KERNIA.
-¿Por la Kernia?
- Sí, me explicaré. Al principio se experimentó con corporaciones efectuadas en la Tierra y
alimentadas tan sólo con vegetales y kernia. Esto duró varios milenios terrestres. Al tal
experimento le pusieron un nombre IADANEVA, con el paso del tiempo, la degeneración de los
árboles que producían la kernia, al no existir ninguna clase de mantenimiento de los mismos,
dejaron de producir el fruto con sus efectos beneficiosos y lo hicieron al revés.
-¿Qué significa al revés? -preguntó Amelia.
-Que sí ingiriendo kernia las corporaciones vivían mejor y más tiempo, con la
degeneración de la kernia, las corporaciones iban a la baja en todo su sistema de vida.
-Por eso-continuo Vecla- Nuestro, bueno, el mandatario de Moloc, IOVA, decidió separar en dos
mitades a cada corporación, con el fin de aprovechar mejor la poca kernia buena existente en
el planeta. Pero no contaba con IONDO,
-¿Quién era IONDO?-preguntó ahora Mark interesado.
-Iondo era, ya que murió en la Tierra gracias a tu intervención, un moloc con ansias de poder,
mayores incluso que las de Iova. Quería apropiarse de un centenar de planetas tipo Tierra,
incluyendo a éste. Únicamente para alimentar a su camarilla de seguidores fanáticos.
Sabedor de la falta de kernia, ya que ésta sólo se encontraba en el planeta Kader. Y desde la
guerra que mantuvieron con ellos, ya no pudieron recoger más, pues los kader escondieron
toda la kernia en lugares imposibles de descubrir por nadie, y menos por los molocs.
A Iondo no le fue difícil engañar a las nuevas corporaciones nacidas con el mismo sistema de
los molocs, aunque con alguna variante. Les hizo atiborrarse de kernia en mal estado, con la
promesa de volver a ser como antes, lo cual les transformó en corporaciones mutantes.
Corporaciones que necesitaron, con los años, alimentarse a base de animales. Y al igual que
ellos, los animales se convirtieron en fieras.
Una de aquellas mutaciones fue la distinción de dos sexos, el masculino y el femenino.
Las primeras corporaciones del experimento, vivieron algo más que las siguientes.
Iova, amenazó con la destrucción de toda la vida en el planeta, fue entonces cuando los kader
ayudaron, haciéndose pasar por Iova, para que construyeran unos barcos grandes, llamados
para la eternidad Arcas de Noé.
Las siguientes generaciones se fueron degradando por falta de intensidad de la kernia.
Hubieron muchos "ángeles” que se mezclaron con la población para enmendar el fallo. Pero no
sirvió de nada. Entonces los molocs quisieron recuperar la inversión en el experimento, pero no
pudieron. La destrucción del planeta a través de plagas, inundaciones, explosiones atómicas
(Sodoma y Gomorra fueron algunas de las ciudades atacadas) no dieron el fruto apetecido,
siempre quedaba alguien para seguir la estirpe.
Al ver tal desbarajuste, VIC tuvo la gran idea; ser la Tierra centro abastecedor de energía.
Cogieron a un pueblo y lo cebaron de mana(es un sucedáneo de la kernia que crece como
arbusto en Moloc) mezclado con la energía de unos cuantos voluntarios (molocs) durante años.
Al principio consiguieron algo, pero no lo apetecido. Domesticaron a Patriarcas para conducir el
"rebaño". Hicieron escribir instrucciones a modo de mandamientos de obligado cumplimiento
para toda la población. Estuvieron muchas veces en comunicación directa con aquéllos, para
inspeccionar su inversión.
-No entiendo del todo esto, una cosa-interrumpió Albert.
-Tú dirás, invitó Ostris.
-¿Qué tiene que ver el experimento IADANEVA, con la alimentación posterior de los molocs a
través de la energía recogida de los ya humanos?
-No es sencillo de explicar y mucho menos de comprender, pero ahí va, dijo Lam tomando las
riendas de la conversación.
El experimento se efectuó como medio de alimentación para los molocs.
-¿Pero no me habéis dicho que para alimentarse los molocs, el ser tiene que morir para
recoger su energía?
-Eso fue después, cuando las corporaciones se desdoblaron y mutaron. Antes no hacía falta
que los seres del experimento murieran para alimentar a los demás molocs, la constitución del
ente, al ser muy similar al del original, tan sólo tenía que vivir y alimentarse a base, entre otros,
de kernia.
Tan sólo con la, digamos para qué se entienda, aunque es un poco más complejo, "sudoración”
de sus cuerpos desprendiendo la energía sobrante, que era recogida por la impulsión de la
gravedad negativa y lanzada al espacio, donde una estación orbital, situada en la cara oculta
de la Luna, servía de centro de recogida. Habría por tanto, cientos de planetas haciendo el
mismo experimento y por supuesto, siguiendo el mismo sistema. Pero fallaron.
El planeta Tierra era único para poder realizar con éxito la alimentación programada, como así
fue.
-Y lo de las muertes ¿Por qué?- continuó interesado Einstein.
-Porque la constitución mutante de las nuevas corporaciones, hacían imposible aquella
"sudoración". Sólo con el deceso del humano, la energía podía salir de su cuerpo. Al igual que,
reproduciendo la especie, se perpetuaba la energía, que en tiempos ha, las corporaciones
originales tuvieron.
Y para que la especie continuara con esta misión, amenazaron a la población de todas
las maneras. Algunos se les fanatizaron y construyeron templos en su honor. Eran los
guardianes de los molocs en la Tierra, todo aquel que no siguiera los mandamientos
dados, eran matados en nombre de su dios. Fue un CAOS total.
Cuando Lam y Vecla se corporizaron, los molocs recibieron su último cartucho. O recibían toda
la energía que había en la Tierra o morirían en, su planeta.

-¿Pero cómo lo habrían hecho? preguntó Einstein.


-De la forma más indigna que se puede hacer. Utilizando a Mark como emisor. Al poseer Mark
tanta energía la operación no podría salir mal. Ellos destruirían la Tierra con el cometa y la
Pirámide dónde estaba Mark recogería la energía para reenviarla al planeta Moloc. Con lo cual
acaban con todo el experimento que duraba ya más de 100.000 años terrestres.
Y el resto ya lo sabéis.

-¿Qué será de John y Ruth? Preguntó Amelia.


-Pronto se reunirán con vosotros, no tardarán mucho de llegar de KADERMA.
-¿KADERMA?
-Sí, de Kaderma, ellos son corporaciones kader. Alguien tenía que dar la alarma y engañar a
los molocs. Por eco John y Ruth, a diferencia mía. Fueron corporaciones que crecieron en
Kaderma.
Fueron instruidos por un hombre que traje desde el pasado llamado Fernando Latorre, John y
Ruth fueron los hijos que perdió en el G.C., el amor que sintió por ellos fue infinito, hasta su
muerte Fernando vivió feliz.
-Así pues, ¿John no fue el que descubrió la trama? preguntó Amelia.
-No del todo, pues como os he dicho, Latorre se adelantó en más de sesenta años. Pero como
que John aún no había nacido, tuvimos que hacerle desaparecer, ya que sus descubrimientos
tan sólo acelerarían los planes de los molocs para acabar con la Tierra. En el 2.116 había más
probabilidades de éxito, como así fue.
Albert meditabundo soltó la pregunta del millón.
-Ostris, todo esto de coger a la población y ponerla a salvo de los "malos” me parece haberlo
vivido o conocido antes ¿Tengo razón?
-Mucha, contestó Ostris, ya has oído que el más conocido fue el del Arca de Noé, que no fue
tal, ya que millares de Arcas hicieron lo mismo a indicaciones de los kader. Era una forma de
salvar a la Humanidad del ataque moloc.
A Albert le venían a la mente un sin fin de preguntas, pero sabía que jamás podría
conocer todas las respuestas. Ningún humano debería saber más de lo necesario ya que la
felicidad muchas veces la da el descubrimiento diario del por qué de las cosas. Esto es lo que
arrastra a la Humanidad a su destino.
-¿Profesor nos vamos? Y diciendo esto marcharon hacia el pasado.
-Y esta es la historia.
-¿Y tú como sabes todo esto? preguntó Carlos al desconocido.
-Por lo mismo que sé que la población fue enviada a DIEZ MIL AÑOS A.C. y no a 1.000 como
se le dijo al VIC. Por lo mismo que sé que el experimento iniciado por los molocs fue
aprovechado por los kader para crear una raza de corporaciones en la Tierra a doce mil años
en tu futuro.
En que Mark, Amelia, Lam y Vecla, conjuntamente con John y Ruth, fueron unos de los
pioneros para que las etnias tipo kader pudieran vivir en la Tierra sin temer a otros molocs.
Que los presidentes de las antiguas Federaciones reorganizaron su vida en el pasado y no
quisieron volver a una Tierra diezmada por los cataclismos, una vez destruida la amenaza de
los partidarios de Iondo.
A que tú Carlos eres hijo de Isaac y Luisa. Y que la paz que gozas ahora fue gracias a un
puñado de seres que decidieron que la Tierra fuera realmente el Paraíso soñado.
-¿Cómo pudieron vencer a los molocs? pregunto ansioso Carlos.
De una forma muy original. Cuando Vecla y Mark fueron a la nave...
-No hay nadie- dijo Vecla, dirigiéndose a la Sala de Mandos.
Mark, con los ojos abiertos como platos, observaba cada detalle de la majestuosa nave.
-Vic- dijo Vecla. Preguntas
Ubicación actual de Lam y Ostris.
En unos segundos la pantalla del Vic empezó a parpadear. Unos signos desconocidos para
Mark empezaron a surgir.
Vecla leyó rápidamente el mensaje. En voz alta tradujo a su hijo su contenido.

LAM Y OSTRIS SE ENCUENTRAN CON LA POBLACIÓN TRASLADADA A MIL

AÑOS EN EL PASADO, EXACTAMENTE EN EL SECTOR OESTE DEL PLANETA TIERRA.


-¿Cómo podemos comunicarnos con ellos? preguntó de nuevo Vecla.

A TRAVÉS DE UN CORREDOR DIMENSIONAL


-¡Eso sí lo conozco! -Exclamó Mark.
Vecla orgullosa de su hijo, dejo que le explicara lo que ella ya sabía.
-...y estuve con Ostris para avisar a la Presidenta de la Federación Asiática.-acabó.
-Bien, si quieres comunicarte con ellos, puedes hacerlo a través de la puerta temporal de la
nave.
Dicho y hecho, Mark penetró en la puerta y viajó por el corredor dimensional.
Lo primero que vio fue la figura de Ostris, que de alguna forma, parecía estar esperando.
-¿Qué tal Mark?- dijo Ostris.
-Bien, hace tiempo que no sabemos de vosotros y mi madre me ha dicho que estabais por aquí
y he querido saludaros y conocer personalmente a mi padre.
-Ahora mismo lo conocerás. Aunque está un poco preocupado, al igual que todos, pero la
alegría que le vas a dar le animará ante la adversidad.
-¿Qué ocurre? pregunto curioso.
-Unos cuantos molocs se introdujeron en la traslación temporal, y desde hace quince años
están matando a la población en su beneficio para lograr una corporación-mutante muchísimo
más peligrosa que la del planeta Moloc. Los tenemos localizados pero no sabemos cómo
destruirlos.
-Ostris- dijo Mark, hay que dar tiempo al tiempo. Ya sabes: Polvo somos y en polvo nos
convertiremos.
¡Eureka!- exclamó Ostris. Dejando algo perplejo a Mark.
Al ver el semblante de circunstancias de su amigo, Ostris le aclaró su alegría.
-Hace tiempo que estamos buscando la forma de aniquilar la amenaza moloc, y llegas tú y me
das la idea más original que nadie podría pensar, por su sencillez.
-¿Qué idea?
-Que polvo somos y en polvo nos convertiremos. Te lo cuento. Hemos localizado a los
disidentes a través de un aparato fabricado en el siglo XX y mejorado por los científicos
actuales. Una de las características más relevantes de los molocs localizados es la gran
desproporción del poro humano al de ellos, ya que el de éstos es unas mil veces más
GRANDE.
-¿Y...? Siguió intrigado Mark.
-Pero aún no lo has pillado-contestó Ostris exuberante.
-La verdad, no.
-Pues es la mar de sencillo, teníamos en nuestras narices la solución y has tenido que venir
para darnos, ¡LA MANERA DE BLOQUEAR A LOS INVASORES ES CON LA TIERRA!
El fuego, agua o cualquier otro elemento fabricado por el ser humano es totalmente inicuo para
los molocs. Esto lo sabemos por la pregunta que hizo en su momento, tu padre al VIC en la
nave. Por cierto está en la sala contigua, ¡Vamos a verlo y a darle la buena noticia! ¡Lo
necesitan!
-Así pues, ¿Fue con la tierra como liquidaron a los molocs? preguntó Carlos escéptico
-Sí, respondió el hombre. Se fabricaron una especie de mangueras anti-fuego pero cargadas
con polvo de piedras calizas. Cuando los impactos dieron en las corporaciones, éstos murieron
ASFIXIADOS porque sus grandes poros fueron totalmente tapados y la oxigenación de sus
tejidos, en mutación, no pudieron resistir. Una rápida necrosis acabó con ellos, volviéndoles al
polvo de donde nacieron.
-Pero, ¿Dime quién eres? preguntó Carlos intrigado.
-Mi nombre no importa, me han llamado de diversas maneras, en mi nombre la Humanidad ha
matado y sufrido, cuando en realidad mi intención fue guiarlos a la Paz. De todas maneras te
diré que el último nombre que me pusieron fue el de Ostris, Ostris de Siro.

A los que mistifican, que llevando su fanatismo al odio, arrebatan la vida de sus
semejantes en nombre de su dios, a los que analizan y quieren encontrar siempre un por qué
de las cosas y casi nunca lo hayan, a los que luchan por una vida mejor sin importarles las
creencias de los demás, a los que esperan algo más, les dedico esta Historia que sin ser real
no es menos cierta.
Vicente Ros 1995

El transcribir y adaptar una obra como esta ha sido una experiencia maravillosa,
esta obra fue escrita por mi padre en mil novecientos noventa y cinco, en esa época yo tenía
doce años y no estaba para lecturas de este tipo, o al menos en ese momento eso pensaba.
Siempre le decía a mi padre que me esperaría a la película y la verdad creo que sería una gran
película, pero como siempre el libro será mejor.

Espero que vosotros hayáis disfrutado leyéndolo, tanto como yo lo he hecho


escribiéndolo.
Dorian Ros 2016

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