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El ayllu y sus
Amalia Castelli
fronteras sociales
Aparentemente este análisis podríamos calificarlo como una es- cas el cuadro y variedad demográfica donde se consideran los apelli-
tructura general en los Andes pero las variaciones a nivel local son las dos patronímicos se puede apreciar una pérdida de filiación del ayllu
que nos llevan a replantear las hipótesis formuladas para explicar la por el matrimonio, y finalmente analiza un modelo semántico-simbóli-
dinámica andina. co.
Las diferencias particulares entre Costa y Sierra nos permitirían “Unidades Socio políticas andinas: estudios de casos” es el te-
separar estas unidades y encontrar en cada una de ellas su propia esen- ma que Juvenal Casaverde analiza en tres contextos andinos constitu-
cia. Existe en la economía andina un elemento indispensable por el yendo cada uno una unidad socio política. Vichaycocha, (Chancay)
cual se manifiestan las estructuras del sistema de producción. En la sierra explica algunos fundamentos esenciales de la estructura social y polí-
las relaciones de reciprocidad se expresan con el trabajo personal tica. Lauramarca (Cuzco) muestra los efectos que produce el sistema
y los miembros del ayllu se ocupan de las actividades vinculadas al pas- de hacienda v la reforma agraria en la organización socio política de
toreo y al cultivo mientras que en la costa la existencia de ayllus es- dos grupos que la conforman y Kuyo Grande (Cuzco) ilustra proce-
pecializados desarrolla un sistema económico distinto. sos de segmentación y formación de nuevas unidades explicando la
En “El ayllu en la sociedad andina: alcances y perpectivas” Gui- forma en que estas se integran a distintos niveles.
llermo Cock da un enfoque histórico del ayllu e insiste en la proble- La presencia de vínculos de parentesco. la territorialidad, los de-
mática continua que se suscita a partir de una investigación unilateral. rechos jurídicos y la organización comunal son, desde la perspectivas
Ve la necesidad mencionada ya en líneas anteriores de definir los lí- político-religioso-económico y social, el eje central en torno al cual
mites con los cuales las categorías etnológicas pueden ser usadas en los giran las relaciones de los miembros de los ayllus.
Andes. Utiliza como ejemplo ayllus collaguas y establece un modelo César Fonseca plantea un estudio socio ecónomico del ayllu
de organización social y política donde el ayllu es la unidad de estruc-
a partir del análisis de “Los Ayllus y la Marca de Chaupiwaranga”
comunidad de Pasco donde el concepto de parentesco andino se ve
turación.
Las relaciones de parentesco, los vínculos religiosos. la tenencia vinculado a los términos del parentesco quechua. Utiliza el fenómeno
de la tierra, son algunos de los aspectos que Cock utiliza para analizar de dualidad ecológica como prueba de la existencia de intercambio
el ayllu en la sociedad andina desde una perspectiva distinta. y la unidad se obtiene mediante la cuatripartición.
Juan Ossio Acuña inicia su estudio de “Las expresiones simbó:- La complementaridad se aprecia en el trabajo, en el intercambio
licas y sociales de los ayllus andinos: el cuso de los ayllus de la comu- y se correlaciona. en la organización social: territorialidad y consangui-
nidad de Cabana y del antiguo repartimiento de los Rucanas-Antamar- neidad son dos aspectos que de esta manera se ven vinculados al ayllu.
cas”. a partir de las variedades de acepciones que encierra el término Estamos en condiciones de dar una definición para ayllu, etnia
avilu, las relaciones rituales asi como las relaciones de parentesco y parcialidad? Podríamos acaso aventurarnos a plantear una supervi-
que son las consideradas básicas en el desempeño de funciones labora- vencia de criterios indígenas de organización social anteriores a la in-
les. vasión hispánica y que permanecen vigentes en algunas comunidades
Ossio nos señala la importancia que el compadrazeo tiene en actuales.
la consolidación de diferentes tipos de alianzas en el ámbito social an- Un análisis de aleunos elementos del Tahuantinsuyo como son
dine y cómo este específico sistema pautado de actitudes s2 ubica alto-bajo / derecha-izquierda nos demostrarían la clasificación y ubi-
el núcleo de las situaciones de contacto intererupal. (Juvenal Casa- cación de los ayllus en un contexto territorial más amplio: así mismo,
verde y César Fonseca también plantean la existencia de patrones co- si hacemos un análisis de los pueblos en época colonial apreciaremos
munes vinculadas a la reciprocidad e intercambio. el parentesco permite los antiguos ayvllus reducidos en dichos pueblos y su evolución crean-
un variada articulación grupal). Para el caso de los Rucanas-Antamar- do zonas de producción.
LOS AYLLUS Y LAS MARCAS DE CHAUPIWARANGA*
Introducción
El estudio del ayllu es una de las viejas preocupaciones de varias
generaciones de estudiosos, desde hace muchas décadas. Sin embargo.
aún no tenemos un conocimiento cabal acerca de su naturaleza socio-
económica. Se ha hecho algunas generalizaciones en torno a esta institu-
ción andina, pero sin las evidencias que las respalden. Por esto, el esfuer-
zo teórico de quienes participamos en este seminario, tal vez, pueda
aclarar algo más sobre lo desconocido. Este es el propósito que me
anima, y es de esperar que en el debate se logre unificar criterios cientí-
ficos más operantes para el análisis de instituciones tan complejas como
son el ayllu, la parcialidad y la etnia.
En la presente ponencia trataré de demostrar que hay una estrecha
correlación entre la oposición complementaria hanan/hurin, arriba/abajo,
derechafizquierda que caracterizó a la organización social y política de
la cultura andina, con la ecología dual Jalka/kechwa, Puna/V alle o Alto/
Bajo, que sigue manifestándose en el simbolismo y en la vida diaria de
los comuneros de la quebrada de Chaupiwaranga (Pasco). Las posibles
transformaciones de estos elementos se expresa en un modelo cuatri-
partito que se aplica al conjunto de comunidades de Chaupiwaranga, a
cada una de las comunidades, como a la familia nuclear, por ser ésta la
unidad básica de la producción, distribución -y consumo. Finalmente
las numerosas evidencias acerca de la elasticidad de estos elementos
afianzan la hipótesis sobre la naturaleza exogámica y endogámica del
ayllu. Con este objeto analizo los conceptos quechuas: aylu, yawar-
mayi, masha-mayi, marca-mayi y japa, y las categorías binarias Jalka/
Kechwa y Derecha/lIzquierda.
5 Esta ponencia ha sido escrita en base a las notas de campo recogidas por
el autor en las comunidades de Chaupiwaranga (Pasco), durante los tra-
bajos de campo en 1965-66.
168 Elayllu y sus fronteras sociales Los avllus y las marcas de Chaupiwaranga 169
La minka o faena comunal es la relación recíproca que regula las y eficiencia en el duro trabajo de romper la tierra “virgen” o descansada.
obligaciones de los comuneros con la comunidad o marca, que La extensión de tierra barbechada por una maja de chaquitaclleros, en
vendría a ser la unidad máxima.
una jornada, es considerada como la mínima unidad agraria. En base del
Japa: Es un término bastante elástico. Es traducido como extraño, pero cual el agricultor andino calcula la cantidad de semilla, la cantidad de
en distinto grado, según las limitaciones o prohibiciones para formar
trabajo y el volumen de cosechas requeridas para asegurar el ideal de la
parte de un aylu mayor y consecuentemente de la unidad máxima
que es la marca
economía de subsistencia familiar. Los elementos Derecha/Izquierda,
Hombre/Mujer, guardan una estrecha correlación con el ideal de la com-
res; mientras que las “castas” consideradas corno “foráneas”, sólo tienen plementariedad ecológica Jalka/Kechwa, Alto/Bajo o Arriba/Abajo que
una, dos o tres familias nucleares. El número de familias nucleares que analizaremos más adelante.
integran cada una de las “castas” guarda estrecha relación con la capaci-
dad económica de estas, ya que el volúmen mayor o menor de la casta
De Japa a Masha — mayi.
determina, de una u otra forma, el mayor o menor acceso a la tierra, a
la producción y ala fuerza de trabajo. Así, tenemos “castas” de los más
En las comunidades de Chaupiwaranga está prohibido el matrimo-
pudientes y “castas” de los más pobres, o wakchas de la comunidad.
nio entre los que son del mismo aylu o “casta”. La prohibición es mayor
Si tenemos en cuenta que la familia nuclear es la unidad básica de entre los descendientes por línea paterna, o yawar-mayi, hasta la cuarta
producción, distribución y consumo es importante señalar su naturaleza y, a veces hasta la quinta generación. El incesto en este caso es conside-
interna, sus valores e ideales que hacen de esta unidad un verdadero rado como algo fatal para la comunidad, puede causar sequías prolenga-
microcosmos. Algunos datos etnográficos nos pueden ayudar a analizar das, o malas cosechas. Sin embargo, el matrimonio entre parientes por
mejor este hecho importante. Entre los chaupiwaranguinos la pareja línea materna es tolerado, siempre que ello ocurra entre parientes del
recién casada toma la denominación de majantin que significa marido y tercer o cuarto grado.
mujer, pero que no es una simple unión para procrear hijos, sino un real
compromiso para producir la tierra, para asumir un conjunto de dere- Dentro de la marca o comunidad quienes no son parientes por
chos y obligaciones para con las demás familias nucleares de la “casta” línea paterna y materna hasta el tercer o cuarto grado se consideran a sí
y con la comunidad en su conjunto. El contenido original de majantin, mismo como japa, pero, al mismo tiempo se reconocen como marca-
como una fórmula ideal para el trabajo de la tierra puede ser demostrada mayi. En este nivel el ser japa quiere decir no estar emparentado con el
si tenemosen cuenta la utilización frecuente de este término por campe- aylu de Ego. Significa también una condición necesaria para poder con-
sinos de Pasco y Huánuco para referirse a las unidades apareadas de traer matrimonio con una de las mujeres integrantes del aylu de Ego.
trabajadores para el barbecho y alas yuntas de bueyes. Por esto, el término japa indica al mismo tiempo la exogamia de los
Según Diego Gonzales Holguín (1608) el concepto quechua mas- aylus o “castas” y laendogamia de la comunidad o marca. Es decir, hace
gantín, o maga pura significa los apareados para trabajar. Masgachani es posible que varios aylus componentes de una marca o de marcas vecinas
“hacer yunta de bueyes”, o “parear personas para el trabajo”. En Chau- se emparenten y, al mismo tiempo, limita los privilegios de acceso a los
recursos comunales sólo a los integrantes de la comunidad. Es decir,
piwaranga y en Huánuco es de suma importancia el hecho de saber hacer
yuntas de bueyes, o “majasar” como dicen los mestizos del lugar. Uno quien no goza de estos privilegios, quien no tiene derecho a inmiscuirse
de los bueyes es entrenado a arar en el lado derecho, el otro en el lado en los asuntos de la comunidad es un japa, o un “particular” como dicen
loschaupiwaranguinos. En otras palabras, se aplica el concepto jupa a Jos
izquierdo. El propósito es lograr una unidad armoniosa para el barbecho
de la tierra. De la misma manera los trabajadores con arado de pie o extraños a la comunidad, a aquellos que no forman parte de ninguna
Chakitaclla forman parejas interdependientes. El chakitacllero de la de las mitades en que está dividida la comunidad. Finalmente, en un
tercer nivel, japa es todo aquel que no es chaupiwaranguino. Por esto,
derecha es quien lleva el ritmo del trabajo, logrando así un mayor orden
172 Elavllu y sus fronteras sociales Los avilus y das marcas de Chaupiwarange 173
las marcas de otras regiones son consideradas como japa-marca, o pue- Figura No, 2
blos extraños con los que no comparten la misma tradición. AYLUS Y CASTAS EN CHAUPIWARANGA
prnl]
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de turno o de barbecho sectorial. En otras comunidades, con una agri-
cultura predominantemente de regadío, el status de comunero da dere-
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O
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cho al “turno” de agua. En todo caso, sólo los inválidos no tienen su 10 8 11
o=Á LSad La
maja y, consecuentemente, no tienen derecho a usufructuar los recursos
de la comunidad, pero tampoco están obligados a pasar cargos o a servir
a la comunidad. Por otro lado, el matrimonio establece una red de rela-
6 $ go 2 7 3l|4
ciones entre los aylus emparentados. Hace posible que la familia nuclear
intercambie bienes y servicios siguiendo las reglas tradicionales de reci-
procidad y de redistribución, lo cual hace posible la integración de la A= £=0 O= d y =A
12 13 14 15 16 | 17 18 | 19 20 21
comunidad. Por ejemplo, el recién casado deja de ser japa y pasa a ser
reconocido como masha, o “yerno” por el aylu de su mujer. En tanto
que la mujer recién casada es reconocida por el aylu de su marido como
O= e=A
22. 23 M4 2 26 27
lumsuy, o “nuera” (Ver figura No. 2).
Esimportante señalar que los conceptos quechuas masha y humsuy Eso dicea 3 ani Ego dice a 14 “sobrino”
Eso dicea 4 masha Ego dice a 15 *sobrina-lumsuy”
ancierran todo un sistema de relaciones de interdependencia entre los
Ego dicea $ waoke Ego dice a 16 “Jumsuy o nuera”
yawar-mayi y sus masha, entre la familia nuclear y el masha “principal” Eso dicea 6 lumsuy Ego dice a 19 “masha o yerno”
o “legítimo”, y entre los masha entre sí. Es decir, los majantin al consti- Ego dice a 7 masha Ego dice a 20 “sobrina”
tuirse como una nueva familia nuclear, son al mismo tiempo masha y Ego dice a 8 waoke Ego dice a 21 “sobrino”
lumsuy con respecto a los aylus mínimos-de los cuales han pasado a inte- Ego dice a 9 pani Ego dice a 22 willka-lumsuy
Ego dice a 10 *“primo-masha” Ego dice a 23 willka
grar como nuevos miembros de la parentela. Masha y Lumsuy significan
Ego dice a 1] “prima-lumsuy" Ego dice a 24 willka
mucho más que “yerno” y “nuera”, respectivamente. En Chaupiwaranga, Ego dice a 12 “sobrino-mashe” Ego dice a 25 will ka-masha
masha es el marido de la hermana o de la hija (masha legítimo) y, tam- Ego dice a 13 “sobrina” :
bién, de la sobrina o nieta de Ego. Este conjunto de “mashas” es reco-
Aylu o yawarmavi
nocido por Ego como los masha-mayi. Los términos cuñado y cuñada
no han desplazado a masha y lumsuy respectivamente, aún cuando se 1ra, G. : AyC
2da. G: z 1,3,5.8y9
emplea el término concuñado en vez de masha-mayi. Los masha-mayi se
3ra. G. 13, 13,171.19
refieren a los hermanos y hermanas de sus consortes como sus cuñados.
Pero el cuñado no puede decirle cuñado a su masha, por lo que el térmi- Masha mayi
no masha no es simétrico. Sin embargo, tal asimetría parece ser aparente. a) Se refiere a los hombres casados con las mujeres del aylu: 4. 10 12 19 y 25
b) Se refiere a una forma de intercambio de mujeres entre dos aylus: Ego y 7
El término masha incluye, además del “yerno”, a todos los inte- (mutuamente).
grantes del aylu de éste. Como también el término humsuy incluye, ade- Lumsuy-mavi
más de la nuera (o lumsuy legítima), a todos los integrantes del aylu de Se refiere a las mujeres casadas con los hombres de un aylu 5. 11. 15. 16 y 22.
174 El ayllu y sus fronteras sociales Los avllus y las marcas de Chaupiwaranga 175
esta. Por tal razón, el término masha-mayi parece indicar, además de da con paja, el dueño “compromete” previamente, mediante un cuarto
parentela, el intercambio recíproco de mujeres entre dos aylus mínimos, de botella de aguardiente, entre sus parientes, amigos o vecinos, a dos o
o también, entre dos comunidades vecinas. El carácter recíproco que más masha, y ados o más lumsuy. En este caso, los lumsuy son hombres.
encierra el término masha podemos ilustrar mejor con las reglas tradicio- Cada masha colabora con doce cargas de paja, cuatro cargas de “Chacla”,
nales de intercambio de servicios aún vigentes (waje-waje) entre mashas, o ramas largas y delgadas de quinoal, algunas docenas de soguillas de
cuñados y suegros. paja y con algunas maderas. Los lumsuy ayudan con igual cantidad de
Entendemos por intercambio recíproco al conjunto de obligacio- paja, pero de tallo largo, más algunas cargas de “chaclas”, soguillas y
nes que asume el masha con respecto a los parientes consanguíneos de maderas. Mashas y lumsuy se responsabilizan del techado de una de las
su consorte. Tales obligaciones son mayores entre los “yernos” o “ma- dos vertientes del techo; la otra, corre a cargo de los gocha, que vienen a
shas” legítimos y los suegros. Es costumbre entre los padres no solicitar ser los parientes, amigos y vecinos que acuden a la faena trayendo con-
la colaboración de sus hijos y de sus “yernos” con la debida anticipación, sigo los materiales necesarios. La cantidad de materiales que todos apor-
ellos esperan que estos estén enterados de sus planes de trabajo y de sus tan es considerado dentro del sistema del waje-waje (2).
compromisos ceremoniales o rituales. Los hijos, generalmente, presionan En la comunidad de Chacayán. la más influenciada por el centro
indirectamente a sus padres que sus mashas cumplan con sus obligacio- minero de Goyllarisquisga, la ceremonia del sembrio del maíz, se deno-
nes, con frases como: “para qué se quiere un masha”. Cuando los sue- mina apakuy, aún cuando el sembrío lo realizan con peones asalariados.
gros o cuñados pasan fiestas familiares o fiestas patronales y comunales, Participan en la ceremonia los familiares y vecinos del murisikoj o “pa-
los masha desempeñan roles bien especificados. trón”. Uno de los compadres toma el rol de masha, y como tal lleva lico-
En las ceremonias de sembrío de maíz, techado de casa, marca de res, algunos ramos de flores, cohetes, etc., para alegrar y festejar a su
ganado o en las mayordomías, el yerno o masha y la nuera o lumsuy compadre con motivo del sembrío de maíz. En la vecina comunidad de
prestan servicios al suegro, quien desempeña el papel de “patrón”. El Tápuc, el comunero que hizo bautizar a su hijo tiene que “ir de masha
“patrón” es quien se beneficia de Jos servicios ceremoniales y está obli- al sembrío de maíz de su compadre. En estas dos comunidades un pa-
gado a “complementar” estos servicios al finalizar las ceremonias con riente espiritual —compadre— también puede tomar el ro] de yerno o
grandes banquetes. En la ceremonia de techado de casa, en las comuni- masha en estas ceremonias. Sería interesante saber, ¿qué significa el
dades de Chacayán y Tápuc, uno de los masha del dueño de la casa hecho de ser compadre y masha a la vez?, ¿qué grado de obligación de
coloca el Santo Cristo en la cúspide del techo, y una de las lumsuy colo- servir tienen los yernos y nueras con respecto a los suegros? Se trataría
ca la pirwa (una canasta grande conteniendo diversos víveres, símbolo tal vez, lo que en la literatura africana se ha venido a llamar “bridge ser-
de fecundidad) en el interior de la nueva casa. Los yernos y nueras tam- vice” (servicio por la novia) (3).
bién tienen la obligación de llevar una orquesta, cohetes, chicha y aguar- No sabemos todavía si los aylus o “castas”, o las comunidades ve-
diente a las “estancias” donde sus suegros tienen sus animales (ubicados cinas que intercambian mujeres, constituyeron en tiempos pre-curopeos
en la zona Jalka), para amenizar la ceremonia de la “marca de ganado” dos mitades estructurales, a manera de dos sayas o dos parcialidades.
durante las fiestas carnavalescas. En las mayordomías de los santos
patronos los Carguyoj designan a uno de sus masha como su represen-
Ze Ver Enrique Mayer (1972) donde se describen procesos mediante el cual
tante y como tal ejerza un control total de la redistribución de bebida y una gama de parientes pueden ser divididos en mashas y lumsuys respecti
comida a losinvitados, danzantes y músicos, debiendo permanecer ecuá- vamente sin que en realidad estos parientes se encuenticn en la relación
nime durante los días de fiesta, de yemos y nueras del patrón.
Para la ceremonia del techado de casa de algunas comunidades no E Ver Billie Jean Isbel (1974) en el cual también se describe las relaciones
es necesario que los masha y los lumsuy sean parientes afines del dueño de masha como inferiores y externos al aylJu en referencia. Ver también
de casa. Por ejemplo, en la comunidad de Yacán si la casa va a ser techa- Sergio Catacora y Ulpiano Quispe (1966).
176 El ayllu y sus fronteras sociales Los avilus w las marcos de Chaupiwaranga 177
Tenemos algunas evidencias de matrimonio preferencial. Por ejemplo, se han casado con numerosos aylus de la comunidad y forman una
uno de mis informantes de la comunidad de Yacán, al comentar sobre el numerosa parentela. Es probable que hayan más casos de matrimonio
dueño de la parcela que trabajaba en ese instante, manifestó lo siguiente: preferencial, pero también hay frecuentes casos de matrimonios en los
“V, Cárdenas es mi primo... es hijo del hermano de mi mamá, su señora que los padres ya no son tomados en cuenta. También tenemos eviden-
también es mi prima, porque es hija del hermano de mi padre”. El infor- cias de matrimonios entre comuneros de Y acán con la comunidad vecina
mante, así como el hermano de su padre, llevan el mismo apellido pater- de Chaupimarca. Pudimos entrevistar a varias mujeres viejas de Chaupi-
no, o sea, se consideran como de la misma “casta” o yawar-mayi. En marca viviendo en Yacán y alas hijas de estas en Chaupimarca (virilocal).
tanto que V.C. por llevar un apellido distinto, es miembro de otra casta.
Estos hechos nos demuestran que en determinadas situaciones la
De aquí se deduce que V.C. podría ser realmente el masha-mayi del
marca o comunidad funciona como una unidad endogámica, y en otros
informante. Enestos casos prefieren llamarse mutuamente “primos”. En
casos, permite más bien la incorporación de nuevos miembros a fin de
Chaupiwaranga el matrimonio entre primos no es tan censurado como
reforzar los grupos de parentesco y la integración de la comunidad. Es
podría ser entre los mestizos de la región.
decir, la aparente endogamia comunal obedece al propósito de asumir la
Figura No. 3 defensa colectiva de la tierra y a la continuidad de la antigua organiza-
ción de la producción, basada en el control comunal de los recursos
Un caso de matrimonio de primos
paralelamente al control individual de las parcelas. Los comuneros pue-
cruzados en la comunidad de Yucán
den manifestar su rechazo o desprecio por los “foráneos”, no por que
sean comunidades corporativas y cerradas, sino porque de esta manera
“Casta” Cárdenas “Casta” Bullón
ozAó6=k duo
obligan alos “foráneos” a respetar la unidad de la marca, con fines tradi-
cionales y de modernización.
En las comunidades de Chaupiwaranga llaman purikoj a los forá-
neos, osea, aquellos que vagan de pueblo en pueblo, buscando la manera
de pasarla vida. También aplican este término a los comuneros que salen
constantemente de su comunidad en busca de alguna ocupación even-
tual, por lo que no participan plenamente de la vida tradicional que se
da en sus comunidades de origen. Este mismo hecho observó Billie Jean
Isbell en la comunidad de Chuschi (Ayacucho) donde a los foráneos se
le denomina g'ala que significa literalmente “pelado” o “desnudo” y se
le aplica a todos los mestizos y a aquellos comuneros que se han “pela-
El informante, en este caso Ego, se apellida Bullón, es bastante jo- do” de su identidad tradicional (1974, pág. 111).
ven y trabaja como jornalero agrícola, y pertenece a la segunda genera-
ción de la casta de los Bullón, apellido no originario de la comunidad. La Marca y la Ecología Dual Jalka/Kechwa o Puna/Valle
Los Cárdenas también señalan el lugar de origen de sus antepasados a la
comunidad de Cauri, ubicada en la Jatun Jalkca, o puna alta de la que- Jalka y Kechwa, o Puna y Valle son dos regiones naturales con cli-
brada de Chaupiwaranga. Se trata de dos castas “foráneas” pero que ma, fauna y paisajes propios. El altiplano circundante en el extremo SO
participan plenamente de las costumbres tradicionales de la comunidad de la quebrada de Chaupiwaranga es reconocido por los habitantes del
y del que se consideran comuneros. Esto no quiere decir que los Cárde- lugar como la región de la Jatún Jalka, o sea, la puna grande de tierra
nas y Jos Bulión intercambien mujeres en forma prescrita. Los Cárdenas frígida, cubierta de pastos naturales, donde la agricultura se limita al
110 £layllu y sus fronteras sociales 119
Los ayllusy las marcas de Chaupiwaranga
el g rado e intensidad
.
con
.
el acceso
.
ma oposición es la fundamental en las comunidades de Chaupiwaranga. indígenas. Es decir, las comunidades nacen como unidades socio-econó-
Poresto, la oposición Jalka/Kechwa o Arriba/Abajo que hemos analizado micas como consecuencia inevitable de las exigencias coloniales y, tam-
al tratar sobre la ecología dual son los dos polos dominantes, como dos bién, como resultado de las propias exigencias internas.
fuerzas antagónicas y complementarias. No sabemos todavía con precisión si los barrios Inga, Allauca, Ca-
yauy Huaylas fueron ayllus reducidos al pueblo de Tápuc durante la Co-
Figura No. 5 lonia. Tampoco sabemos si Shushumay y Kunuray fueron ayllus reduci-
dos al pueblo de Yacán. Sólo tenemos la evidencia de que el barrio Allau-
Barrios de la Barrios de la
Comunidad de Tápue Comunidad de Yacán ca se ubica en una posición Derecha-Derecha, o Alto-Alto o Jalka-Jalka.
Juan M. Ossio
muchas
mn 1 veces sin su sensibilid;da ad crítica
crít ¡ti 2 y conocimiinet
vientos teóricos, posibilidades para asegurar el acceso a estos roles
E los
ri cos, los esta organización ceremo-
diosos de la sociedad andina siguieron tratando con el fin de mantener
al ayllu bajo la tó
ea que
nica Jue sugirió
suejrió aunque > discre
di pando entre ellos sobre si tuvo Un:
. a E
nial...” (Zuidema, 1969, p. 1).
raieza matrilineal o patrilineal.
as e Su demostración en aquella oportunidad. y en el trabajo que
” Pr , ás,
a papi de las publiEcacio S 8 publicó años depués (1973), se basó en la Relación de Hernández Prín-
nes de R.T. Zuidema como
y
5 siem of Cuzco, (1964) o como Aimsh
lp end Ancestor cipe de 1622 que describe los grupos sociales de Recuay, Allauca
cult ín three Peruwrian Conumnunities Ocros, localizados en lo que hoy dia son las provincia s de Huarás
(1973) y The In es Mis] od
tem: a new theoretical view ( 1977)
, donde y Bolognesi, en el Departamento de Ancash. Los primeros indicios
e
nes radicales a sus planteamientos iniciales de
1964 0 5 SETA que encuentra sobre la naturaleza ceremonial de los grupos sociales
los
unmn nuevo punto de vista para entender
la oreo anizació la andi a mencionados en la Relación es la similitud con la organización de
y concretamente el av!hu. grupos sociales dentro del sistema de los Ceques del Cuzco y el he-
E a
ee Y
A nuestr o modo de ver, el mayyor or mérito cho que las dimensiones de las comunidades consideradas no podría
de Zuidem:
tentado entender la organización social
ma consis¡ te dar lugar a la complicadísima organización de los grupos mencionados,
andina básicamente
a DO de. de j
4 través Pri si se tratasen de clanes. Los criterios que privilegia para determinar
de haber intentado interpretar los
¿ “cuerdo a distintas dimen
lo primero son, por un lado, la nomenclatura de los grupos y de
sione
siones es-
o
Principios
ip estructuralese comunes. ¿SSy de p ersev
izo j ancestros que figuran, y, por otro lado, la organización numérica de
oraerar en $ la le
tradiciónacom-
c de rendir el culto. Consecu entemen te
parativista que inauguró Cunow para la realidad tos mismos y de los encargados
andina ? el análisis no va más allá de lo formal y aunque difícilmente podemos
o Correspondientemente. en relación al ayllu a
en una versión pre- imaginar su funcionamiento, las correspondencias que encuentr
liminar de “Kinship and Ancestor Cult.
- ye Que ; sus expre-
ep presentó en la Confe- con el sistema de los Ceques del Cuzco, especialmente en
rencia de Etnohistoria llevada a cab
o en : Cornell en 1969, sueirió por siones calendáricas, y con la organización de los astros , Son notables
vez primera que
y dejan pocas dudas de lo que intenta demostrar.
a pueden ser exogámicos o endogí- Estos trabajos además tienen la virtud de haber ratificado con ma-
:n 05, localizados o no-localizad
os, pueden ser teriales de otra zona lo que el mismo Zuidema entreveía en su Ceque
e rituales o los líderes de una unidad System of Cuzco sobre la posible naturaleza ceremonial de las Pana-
políti-
E Sta palabra puede referirse a ciertos pariente
s cas Cuzqueñas y la ahistoricidad de la dinastía Incaica que recogie-
de un ego determinado e inclusive a
un erupo for ron los cronistas.
do por
pd al una alta a autorida
j d o la comunida
det d PERparaaaun En lo que sigue nos proponemos ilustrar una situación similar
proposito específico. Al respecto pienso en ogrupz os
a la que describe Zuidema, en algunas comunidades presentes y pasadas
Expresiones simbólicas y sociales de los avllus andinos 193
192 El ayllu y sus fronteras sociales
se reconocen la comu-
e
tua. on Jelación ión : e último últi se prefieren a los parientes ceremonia Los ayllus no-localizados que actualmente
mantes nos mencionaron
o ; afines. De esta manera la p ermanenciaj de la s castas en una nidad de Cabana son cuatro. Algunos infor
cia. Cada uno de estos ayllus
rminada localidad no sólo puede ser explicada por un criterio un quinto que parece ya no seguir en vigen
conjunto recuerdan a aquellos
e =ndencia sino
de descendencia si ademásj por el matrimonio: la existencia de una cuenta con su nombre propio que en
Cuzco (7), con los ayllus de
rientación endogámica en la Comunidad. que aparecen asociados con los ceques del
(8), con Jos Collaguas (9), con la
Puquio, con aquellos de los Aymaraes
6 pri
Andar ilustra
j pos
j
etc. (Zuidema, 1964). Los
organización del Pueblo de Pugiura (10),
por lo tanto, el caso de una comunidad
s del Pre-
5 y y a las viudas. Estos cuadernos están por lo general en mano
de la Junta de Administración, una de cuyas atribuciones es
] ás sidente
organizar las faenas comunales.
valor de asociar
Estos cuadernos. por lo tanto, tienen el gran
ir infere ncias sobre
a individuos con estos grupos sociales y de permit
grup ación de apelli dos en
ne s sociales
la composición demográfica y sobre la vincul
Agrupacio ¡ de este último
últi ¡
tipo, llamadas también
avillu. s on conocidas que unos avllus son
cada grupo. Consecuentemente es posible notar
¿ j en las¿ comunidades
j ayacuchanas de Huan
Sancos
ta (1). dos predominan más
pd Eno a Manchiri (Q), Choque-Huarcaya (3) 5 más numerosos que otros y que algunos apelli
punto que los pobladores tienden
en unos ayllus que en Otros al
comunidades andinas hayy minad o grupo de apellidos.
Eahas ro ler agrupac
obre bluesionesepi
soci a identificar a cada ayllu con un deter es corres-
O EE deter minad os ayllus
AE similar a las primeras, y son lr El predominio de ciertos apellidos en se hereda
a ción a estos grupos
ne 0 se so diferencian de éstas por estar localizadas. pondiente con el hecho que la afilia Esto
pea e la línea del padre.
A Mn ago descripción de estas ayrupacio- siguiendo criterios unilineales, prefiriéndos dores de que una
de los pobla
E alvador Palomino: “El sistema de oposi- es a su vez compatible con la aseveración pasa a incor-
el av!lu paterno y
1 Comunidad de Sarhua”. (1970). Inclusive. en esta te- mujer al casarse pier de su afiliación en
e
sis se E dió a aansicer
; Bor primer a vez los avllus no localizados de C ad- con el hecho que varones adultos y
i porarse al avllu del marido, y
embargo, también hemos
viudas figuren en las listas de miembros. Sin
ina que a continuación describiremos.
o
196 ElayHu y sus fronteras sociales Expresiones simbólicas y sociales de los avllus andinos 197
escuchado de algunos casos en que el marido prefirió afiliarse al ayllu Al parecer, el criterio que se sigue para determinar las posiciones dere-
de la esposa ya sea porque el ayllu de su padre no lo consideraba muy cha e izquierda es la de un individuo mirando hacia la puerta o el NO.
prestigioso, porque no contenía muchos miembros, o porque senci- Esta distribución sugiere además que los ayllus se organizan en las
llamente provenía de otra comunidad. siguientes oposiciones: Qollana/Ichoja y Payan/Purucha. Según varios
La organización jerárquica de estos av/hes se deriva de los nombres informantes esta distribución se repite cada vez que las faenas comu-
que cada uno ostenta, de la posición espacial que asumen en la ejecu- nales se vinculan con planos cuadrangulares. Aparte de esta configu-
ción de algunas faenas comunales. y de la secuencia que siguen cuando a- ración espacial que adquieren en algunos contextos laborales, hemos
ño tras año auspician los cargos de la Fiesta del Yarja Aspi. Así, golla- recibido versiones que en el pasado cada ayllu tenía reservada un á-
rea en el cementerio donde enterraban a sus muertos y algo simi-
na significa el primero, o algo que se tiene en mucha estima. Por
ejemplo, la Santísima Custodia es llamada gollana Amo (Amo debe lar occurría con los terrenos de cultivo.
entenderse en la acepción que se le da en español). Pavan significa La secuencia que siguen estos ayllus cuando se turnan para pa-
segundo o el del medio. Como lo ha indicado Zuidema, algunos de sus sar los cargos anuales asociados con la Fiesta de la Cequia es:
sinónimos son Chaupis y Chavin (Zuidema, 1964). Sobre purucha no es- 1) Qollana
tamos muy seguros qué significado tiene. Algunos informantes nos lo tra- 2) Pavan
dujeron como pequeña calabaza, lo que coincide con el significado que los 3) Purucha
antiguos vocabularios dan a la raiz pura. En el diccionario moderno 4) Ichoja
del Quechua Ayacuchano de Clodoaldo Soto aparece el término puru- Luego. al siguiente año, el ciclo vuelve a empezar con Qollana y así
chay, que es traducido como “dar la forma de una pluma”. Finalmente sucesivamente por otros cuatro años.
ichoja significa izquierda, el cual siempre encierra la connotación
Esta secuencia. como se puede apreciar. es congruente con el oy-
de bajo, impuro, malo, etc, en el simbolismo andino bilateral. Más
den espacial que asumen. La preeminencia de Qollana es correspon-
abajo veremos que de acuerdo a la distribución espacial de estos cua-
diente con su asociación con la mano derecha, mientras que el últi-
tro ayllus, Qollana aparece oponiéndose a Ichoja y se le asigna una po-
mo Jugar que ocupa Ichoja es correspondiente con su asociación con la
sición que es conceptualizada como de mano derecha.
mano izquierda. No obstante a nivel de la composición demográfica
La distribución espacial de estos «yllus nos fue explicada en de estos grupos llama la atención que Qollana es el que cuenta con me-
relación a cómo se organizan para reparar las paredes del cemente- nos miembros y que Payan tenga más miembros que los otros tres avllts
rio, que tiene un plano cuadrangular, cada año. Según se nos informó, juntos (Ver Cuadro NU ]).Por falta de mavor información desafor-
cada ayllu tiene a su cargo el reparar cada una de las cuatro paredes. tunadamente, por el momento. carecemos de una explicación para
El esquema siguiente ilustra la posición respectiva de cada avllu: este problema.
Anteriormente hemos dicho que la afiliación a cada uno de es-
Purucha tos avllus tiende a heredarse siguiendo criterios unilineales que dan pre-
ferencia a la línea del padre. Esta afirmación se basa en lo que los
mismos pobladores manifiestan y en el hecho que grupos de apelli--
Ichoja Qollana dos tienden a asociarse con cada ai /lu. Sin embargo, no debe pensar-
se que estos ay/lus son grupos de parentesco. El hecho que hubiese
(mano izquierda) (mano derecha)
puerta existido el Ayllu Lari indica que el criterio de foraneidad importaba
más que un criterio de parentesco para constitijrse en miembro. ]-
gualmente debe notarse que no todos los miembros de un avllu cuen-.
Payan tan con el mismo apellido aunque ciertos apellidos dominen más que
198 El avilu y sus fronteras sociales Expresiones simbólicas y sociales de los ayllus andinos
y ' ¡ 199€
-
otros. Además debemos agregar que son numerosos los casos de matri-
cahuacho. En lo que sigue veremos que la unidad de estas cuatro
monios entre parejas que son del mismo ay/lu, aunque existe la tenden- que tu-
cia, por parte de los informantes, a definirlos como grupos exógamos. comunidades también se advierte através de la organización
los ayllus contem poráne os de Caba-
vieron sus ayllus en el pasado, que
En vista de que existe gran temor en quebrantar las normas de incesto, que pudiero n haber tenido en
na arroja alguna luz sobre la naturaleza
que se extienden hasta el cuarto grado de parentesco, es difícil ima- idad estructu -
el pasado, y que si bien estos ayllus retienen una continu
ginar que si los miembros de un ayllu se reconocen como parientes numéric a y
ral con los que existieron en el pasado, su composición
pudiesen darse aquellos matrimonios endógamos. Finalmente, si fue- :
sen grupos de parentesco, que generalmente se encuentran expuestos patronímica ha sufrido algunas modificaciones.
de las
a las contingencias históricas, no se podría explicar que pudiesen El material que estudiaremos a continuación se deriva
mantener una estructura tan simétrica que encuentra paralelos Partidas de Bautismo, ya aludidas. Estas se remontan hasta Diciembre
en
radica en a
otras partes del mundo Andino y que guarda una gran continuidad de 1692 y continúan hasta el presente. Su importancia
y apellido de la
con el pasado, como veremos más adelante. en una gran cantidad de casos se menciona el nombre
(si se trata se
Todo esto es además correspondiente con el márgen de opción criatura que es bautizada, su edad, su condición legal
los padres;
que se da para pertenecer a los ay/lus, que mencionábamos anterior- legítimo o natural); el nombre, apellido, ay ll y pueblo de
a el Eto Esta ín-
mente, y con la gran tolerancia sexual, que al igual que Andamarca, y finalmente el nombre y apellido de quien apadrin
de transmi sión
da lugar a la procreación de hijos ilegítimos que generalmente adoptan formación permite, por lo tanto, determinar el patrón
el volen
el apellido paterno pero que se afilian al ayllw materno. de los apellidos, la asociación de apellidos con ayvllus,
concernientes
En la actualidad Cabana es la única comunidad de la zona que relativo de miembros en cada avllu y algunos detalles
el compad razgo. entre otras cosas. Re
todavía mantiene esta organización en ay lus, pero según las Partidas a la configuración que adopta
especifica en algunos casos la cepetición
de Bautismo de fines del siglo XVII y del XVIII de Cabana, Andamarca, más. en tanto que también se
disting uir las normas que pain para
Sondondo y Guaycahuacho, estas comunidades contaban con grupos étnica de los padres, se pueden
¡cil de ESOO .
similares ya desde aquella época. españoles. mestizos e indios. Lo que sí cs más dif
Para comunidades como Aucará, oniale s pues general-
Ishua, Chipao, Ccecca y Pampamarca, que junto con las anteriores el rol de los ayllus en los intercambios matrim
la mujer.
formaron en la época colonial el repartimiento de los Rucanas Anta- mente no se distingue el ayilu del marido del de
contamos con un microfilm de todo el
marcas, desafortunadamente no hemos podido encontrar una eviden- Aunque actualmente
el momento en a
cia similar ni tampoco tenemos mayor explicación, por el momento, libro de Partidas del siglo XVH y xXVUHI Gasta
que ra ve a-
para determinar el porqué de la perdurabilidad de estos grupos en se dejan de registrar los avllus), durante el tiempo
os 11 alos ed
Cabana y no en las otras comunidades. bana sólo pudimos copiar las partidas de los primer
uiente la muestra qn -
Através de la descripción de Luis de Monzón sobre el Reparti- bre de 1692 a diciembre de 1703). Por consig
y reservamos para una
miento de los Rucanas Antamarcas de 1584 se descubre cierta eviden- hora analizaremos cubre tan sólo este período,
ento comple to.
cia histórica que sugiere la posibilidad de que Cabana, Andamarca, próxima oportunidad el análisis del docum
Guaycahuacho y Sondondo constituyeron a tuvo un e
el Ayllu Antamarca (11) Según esta muestra es posible deducir que Caban
antes de las reducciones del Virrey Toledo ningún otro 0 Qu
de 1580. Posteriormente de 10 ayllus (en los años posteriores no se agrega
su unidad se mantuvo integrándose en una hasta hoy Cae id
Doctrina que en la época más). Cuatro de estos son idénticos a los que
Republicana dió lugar al Distrito de Cabana. ya hemos menci onado . :
Así permanecieron ven: un quinto fue el Ayllu Lari, que
unidas hasta que en 1944 Andamarca se independizó y se signif ica lado derec 10),
constituyó otros cinco fueron: Contalay, Aliauca (que
en el Distrito de Carmen Salcedo. conserva esta denominación),
En la actualidad el Distrito de Caba- Cacyanapi (un cerro de Cabana todavía
na lo conferman tan sólo Cabana, que es la capital, Sondondo y Guay- no pero vinculado con un Ce-
Marcacori (todavía se conserva este térmi
Se . . esa 5
200. El avllu y sus fronteras sociales Expresiones simbólicas y seciales de los ay llus andinos 201
rro de Guaycahuacho), e /choja Oollana. Una característica comúz tas cuatro comunidades y que, con la excepción de Guaycahuacho,
de estos últimos Ayllus, con la excepción de Contalay, es que figuran todas retienen para cuatro de sus Ayllus los mismos nombres de los
con mucho menos cantidad de miembros que los otros. (ver cuadro avllus que todavía sobreviven en Cabana.
NO 1)
Los nombres de los 7 Ayllus de Andamarca no añaden ninguno
Como ya hemos mencionado, en la actualidad el ayllu que cuen- nuevo a aquellos que aparecen asociados con los ayllus de Cabana.
ta con el mayor número de miembros es Payan con 480, a continua- y Allau-
Estos son: Oollana, Pavan, Puruchapi, Ichoja, Contalay, Lar
ción sigue Ichoja con 164, luego Purucha con 126, y finalmente Oollana
'a. (ver cuadro 4). Aquellos de Guaycahuacho añaden tres más. Sunco,
con 103 (Ver Cuadro 1). En el pasado el Ayllu que contaba con el Vilca e Ilcahua Capacha. Los otros ayllvs son: Qollana, Ichoja, Lari,
mayor número de bautizados era Ichoja con 50, luego Payan con 32,
Contalay, Cacvanapi y Marcacori (ver cuadro 2). Finalmente, aquellos
Qollana con 27, Contalay con 19, Purucha (también referido como
de Sondondo repiten Sanco, y además incluyen Oollana, Pavan, Puru-
Purunchapi) con 16 y Lari con 15. Entre los otros 4 Ayllus Marcacori
chapi, ichoja, Allauca, Cacyanapt y Contalay (Ver cuadro 3).
aparece con 4, Allauca con 3, Cacyanapi con 2 y finalmente Ichoja
Qollana con 1. El número de bautismos para el período de 11 años que hemos
seleccionado es mucho menor en estas tres comunidades que los 169
Con relación a los apellidos es posible notar que las partidas de
casos registrados en Cabana: en Guaycahuacho se dan 47 casos. en
Bautismo registran muchos de los apellidos que todavía siguen vigen-
Andamarca. 38 y en Sondondo 32. Tomando estas cifras en sus pro-
tes en la zona aunque su distribución en los avllus «lifiere ligeramen- avllus
porciones respectivas con aquellas de Cabana se nota que los
te de la actual. Por ejemplo, en la actualidad el apellido predomi- ades, no ne-
que tienen los mismos nombres. en estas Cuatro comunid
nante del Avluw Pavan es León. pero en el pasado este rol lo cum- les. Una
cesariamente tienen un número equivalente de casos bautisma
plió el apellido Osccovilca. Este apellido ya no existe como tal sino de
de las pocas excepciones es Ichoja. que contiene el mayor número
como Oscco y actualmente predomina en el 41v/lu Ichoja. Sin embar- no en
bantismos tanto en Cabana, Andamarca y en Sondondo, aunque
go. también es posible notar que si bien León no dominaba como Os-
Guavcahuacho donde sólo un caso es mencionado para este avllu,
ccovilca en el Ayllu Payan. lo seguía en frecuencia y además no figu-
En Sondondo. Payan. junto con Ichoja. son los av/lus numéricamente
raba en ninguno de los otros nueve Ayllus. Por lo tanto se puede Además, aunque
más importantes. En Guayeahuacho es Marcacori.
decir que aún en el pasado.León ya aparecía asociado con Payan. Lo el mismo en las cuatro comuni-
al corpus de apellidos es más o menos
mismo se puede decir del apellido Ramos que predominaba en Qo- sea igualmente predo-
dades. no es necesario que un mismo «pellido
llana y que en la actualidad. aunque no sigue predominando, al menos nombre. Por ejemplo,
ainante en todos Jos avllus que tiene el mismo
permanece asociado de manera exclusiva con este ayllu. Otro caso es del Ayllu Purunchapi
Alisuca es uno de los apellidos predominantes
el de Alegría, el cual en el pasado estaba exclusivamente asociado con apellido predominante
de Cabana. sin embargo en Sondondo es el
Purunchapi y actualmente es el que predomina en este alu, y Guaycahuucho ni siquiera figuran en el
de Payan y en Andamarca
Pasando a las otras comunidades se observa que la comunidad repertorio que tienen.
que seguía a Cabana en número de ayllus era Guaycahuacho, con 9. (ver no en predo-,
En aleunos casos se dan ciertas correspondencias
cuadro 2) luego Sondondo. con 8, (ver cuadro 3) y finalmente Anda- de apellidos con arllus que comparten
minio sino en la asociación
marca con 7, (ver cuadro 4). Este orden decreciente en el número de
el mismo nonibre. Esto se da principalmente entre Cabana y Anda-
ayllus de estas comunidades que integraron una misma unidad adminis- entre las cuatro comunidades en conjunto. Por
marca pero no tanto
trativa, sugiere la posibilidad de que en conjunto hayan conformado ejemplo. el apellido Ramos se encuentra exclusivamente en los Ay-
algún tipo de sistema que todavía nos es difícil explicar. Además es inte- us Oollana e Ichoja de Cabana y Andamarca. y también en el Ayllu
resante notar que casi los mismos nombres de los ayllus se repiten en es- Marcacori de Guaycalmacho; el apellido Oscco, sólo en Qollana e Icho-
202 E El ayllu y sus
202 fronteras sociales
Expresiones simbólicas y sociales de los ayllus andinos 203
ja de Cabana
an yy Andamarca; : elel apel
apelllido
i Leó6n sólo fisura y un pequeño número de apellidos comunes a ambos sexos. Para
Payan de Cabana y Andama
rca y así Sucesivamente
Pe PAGA Cabana es posible distinguir 40 apellidos exclusivamente asociados
El e con varones, 31 apellidos exclusivamente asociados con mujeres, y
] 1 S .
3 13 comunes a ambos sexos aunque no repartidos en una misma propor-
a ción. Por ejemplo el apellido cargua aparece asociado con 41 muje-
4
juntos c elli res y tan solo con un varón, Astovilca con cinco mujeres y tan sólo
n n p "ti y 1
con 2 varones. León con ocho varones y tan sólo con una mujer, Ramos
q
!
con 8 varones y con 1 mujer. Mendoza con 6 varones y con una mu-
jer, Tito con 3 varones y con 1 mujer. Los apellidos que tienden
a distribuirse más equitativamente entre los sexos son: Yamqui, Puza,
Flores, y Alegría. (13).
,
Lo
inCcuios d par n
El menor número de apellidos femeninos en relación a los mas-
. 2 1
pé
poc la comp sición c ] e lo IVIUS que com-
culinos es correspondiente con el hecho que los apellidos femeninos
tian , ] mismo nomb 4 a a ? co nu 1 nid a 1dde S a f dl 12 1: a nus e
están más dispersos. es decir, se repiten más en los avilus que aquellos
ma. . Sin 509 go, el predominio y continuidad de algunos apellidos
de los varones, y además seneralmente un mismo apellido llega a ser
predominante en varios ayllus. Por ejemplo, el apellido Carhua, que
z
, S , Como a act ali id , la SI ¡bj
aparece asociado con 41 mujeres, predomina como apellido femeni-
um lies = F 1li ió
no en Qollana, Payan, Ichoja. Purunchapi. Lari y Allauca, y ocupa un
segundo lugar en Contalay. En otras palabras este apellido es domi-
nante en seis de los 10 aries de Cabana, lo que contrasta grande-
mente con cualquier apellido masculino que sólo llega a predomi-
nar en más de un avila.
t b d
rata RE
ú in e patronimicos » ,
O sea que se
>se ti £ 11 aSMitian p O T
X ) .
En vista de esta falta de asociación de los apellidos femeninos
] linea del varon.
con cualquier avilu en particular, y en vista que lo inverso ocurre
p 4
re l 4 Ss
con los apellidos masculinos. es posible sugerir que los ayllus estuvie-
ti de OS padres.
p O
1 a
ron más permanentemente asociados con los varones y de que quizás
lar al 1 nt 5 ito sim "
que reciben los apellidos de origen español, además
al casarse exogámicamente. las mujeres pasaron a formar parte del
y ]a perma-
p ] anci
. avi
avllu del marido como ocurre actualmente en Cabana. Esto se ra-
do Ys.y El Sseg
eS un-
n
p unto . t n camb 1 o , sobre ]a n
nat uraleza Pp atr oniun Ca
uni
tifica además por el hecho que las partidas de bautismo casi nunca
de l C JS 4 ipe 11 1=
describen a los padres de hijos legítimos como perteneciendo a avltus
143
diferentes sino sólamente cuando el niño bautizado es ilegítimo.
Esta situación que hemos descrito para Cabana se repite tam-
bién en las otras tres comunidades. Además hay que añadir que al
igual que en el caso de los avilus, a nivel de las comunidades también
, (
-On 10 *
cons ec cuenncia
ci de esta tr:
rans Ss MUuSsiOI 1 para al ela
]
ocurre que los apellidos femeninos, a diferencia de los masculinos,
es a posi b 10 ec
Ocer, por lo tanto, apellidos de Varones como
Treco -
tienden a estar más dispersos sienda compartidos por las cuatro comu-
apellidos ac muic res
nidades. El apellido Carhua, por ejemplo, predomina en varios de
204 El avllu y sus fronteras sociales Expresiones simbólicas y-sociales de los ayllus andinos 205
los ayllus de las cuatro comunidades, y esto mismo rige para los ape- ha de consistir en un estereotipo”. (Kusch, 1973, p. 81).
llidos femeniños Sisa, Mayhua, Asto. etc.
Posteriormente agrega,
Toda esta evidencia sugiere, por lo tanto, que a fines del siglo
"... no es entonces un saber del porqué o causas
XVI y XVII en las comunidades de la doctrina de Cabana existie-
sino del cómo o modalidades. Tampoco es un saber
ron agrupaciones sociales con límites definidos, que tuvieron un disponible que pudiera ser encerrado o almacenado,
tinte patrilineal, aunque no se constituyeron en grupos de parentes- y menos enajenado de un sujeto, sino que exige
co y cuya organización guarda gran similitud con la de los grupos el compromiso del sujeto que lo manipulea”. (Kusch,
que actualmente sobreviven en Cabana. Igualmente se advierte que 1973, p. 83).
paralelamente se concedió igual valoración a ambos sexos, al menos En un trabajo sobre el simbolismo del agua (1977), ya hemos te-
en lo que concierne a la transmisión de apellidos, y que posiblemente nido oportunidad de referirnos a otro instancia donde se expresa es-
esto influyó para que la adscripción en estos grupos adquiriera una ta tendencia de integrar realidades en una estructura simbólica: es
naturaleza flexible. el caso de la organización de los santos de la comunidad de Anda-
Esta flexibilidad, por otro lado, permite explicar la posibilidad marca. En esta comunidad, alrededor de 20 santos distintos se inte-
de que estos avllus se hubiesen podido integrar en una estructura gran en un sistema jerárquico que cuenta con una serie de subdivisio-
manipulable en términos simbólicos, pero cuya lógica todavía no po- nes. La división más amplia es aquella entre Santos Constaticios y San-
demos discernir. Al respecto llama la atención el orden decreciente tos Ocultos, luego los Santos Constaticios se subdividen en otras dos ca-
del número de av/lus de estas cuatro comunidades que se integran tegorías, los Propietarios y los Sullca que de manera notable se inte-
en una unidad que primero fue reconocida como avllu de Antamar- gran en una estructura tripartita, que se repite para los santos de los.
ca, luego como Doctrina de Cabana y finalmente como Distrito de Ca- distintos Anexos de la comunidad y también en las comunidades ve-
bana. Igualmente notorio es que los «a1rllus de Cabana hayan pasado cinas, y que consiste en una posición Yayanchic, en otra Mamanchic
de una estructura decimal a una quinquepartita, al igual que Guaman y, finalmente en una última que se denomina Amunchic. Estas po-
Poma en su descripción de las Edades. del Mundo (14). y que actual- siciones que se encuentran en la cúspide de la jerarquía son normal-
mente los informantes oscilen entre reconocer cuatro o cinco av /lus. mente llenadas por el Santo que figura como Patrón de la localidad
respectiva (Yayanchic), por la santa que figura como Patrona (Maman-
La posibilidad de integrar agrupaciones sociales en estructuras
chic) y finalmente la última por la Santisíma Custodia o cualquier otro
simbólicas es correspondiente con ciertas tendencias que en otros ni-
Santo /Amunchic). En Andamarca la posición Yayanchic es ocupada
veles.se dan en la sociedad andina y de las cuales los estudiosos de esta
por el Espiritu Santo, mientras que en Cabana por la Santa Cruz, la po-
sociedad poco a poco van reparando. Rodolfo Kusch (1973), por ejem-
sición Mamanchic es ocupada en Andamarca por la Virgen Encarnación
plo. encuentra a través de las prácticas rituales de los indísenas de Tia-
y en Cabana por la Virgen Candelaria y la posición Amunchic es ocupa-
huanaco. a quienes califica de brujos, que estos utilizaban:
da en ambas comunidades por la Santísima Custodia. (OSSIO, 1977, p.
*,.. un saber sometido a un principio de ordenación 392-395). Son casos como este los que permiten destacar los niveles en
a priori que no dependía de datos sensibles y que con- que se expresa la continuidad de la cultura andina y la manera como lo'
sistía en un esquema estereotipado
“dé cuatro casille- contingente e histórico se integra en la estructura,
ros. tres formando una trinidad y un cuarto segrega-
do”. (Kusch, 1973, p. 76). Finalmente es importante añadir, a manera de ilustración com-
parativa, que la tendencia de integrar agrupaciones sociales en estruc-
A cste saber lo califica de rítmico y lo caracteriza como no teniendo
turas simbólicas no fue particular del área andina. Christopher Cro-
*,..origen sensible o exterior, como lo requiere el cker (1977) describe una situación similar entre los Bororo del Bra-
nuestro, sino que participa de la reminiscencia y que
206 El avllu y sus fronteras sociales Expresiones simbólicas y sociales de los ayllus andinos * 207
sil Central en un brillante trabajo que presentó en el Congreso de Ame- Según Salvador Palomino esta comunidad que es Anexo del Distrito de Ca-
ricanistas de 1976 y donde critica las premisas de todos aquellos que in- rapo en la Provincia de Víctor Fajardo cuenta con 5 ayllus no localizados
pero que por no contar con una distribución demográfica pareja y para que
terpretaron los clanes de este grupo como si fueran matrilineales. Se- exista mayor equidad los han dividido en 12 cuadrillas. Los Ayllus son los
gún este autor: siguientes:
“La Corporación o “clan” Bororo, no es repre- a) Rayli
sentada nunca como basándose en descendencia b) Chalwanka
matrilineal de un antepasado común, real o mito- c) Qusqu
lógico. Los miembros del clan enfáticamente nie- d) Qamilli
e) Huamanguino
gan que sean parientes consanguíneos, ademas re-
calcan que los conjuntos de nombres Estos 'Ayllus adquieren una configuración espacial pues durante ciertas fes-
asociados
con cada clan carecen de conexión genealógica tividades se asocian con 5 capillas que rodean un gran espacio que incluyc'
entre sí aún en el nivel mitológico. la iglesia y plaza actual como también la plaza e iglesia antigua. De acuerdo
Las leyendas a esta distribución espacial se nota que los Ayllus Chalwanka y Qusqu se
describen a los elementos que integran el clan como
asocian con capillas localizadas en el Qanay o Barrio Alto, que los Ayllus
originándose de tribus enemigas separadas...” Rayli y Huamanguino se asocian con capillas localizadas en Uray o Barrio
(Crocker, 1977, p. 246 y 247) (Nuestra traducción). Bajo, y que Qamili (que es un término que tiene connotaciones de foranci-
A continuación sugiere que como la unidad de estos clanes y de sus dad pues alude a unos curanderos errantes que se dicen proceden de Puno)
subdivisiones internas se define en relación al concepto de aroe o se asocia con una capilla vinculada con aquel espacio neutral donde se ubi-
sustancia nominativa, (también tiene la connotación de alma), “...el can las plazas e iglesias aludidas y que queda en medio de estos dos barrios.
Clan Bororo es siempre (Palomino, 1970).
y por encima de todo una entidad simbólica
y ceremonial”. (Crocker, 1977, p. 247).
Según Ulpiano Quispe ''La comunidad de Choque Huarcaya está formada
por dos Ayllus —mitades- no localizados, denominados Qullana y Qawa-
na. Estos dos Ayllus, son una reducción de tres, habiendo desaparecido el
Ayllu denominado Ampayllu, según las informaciones etnográficas, y Tay-
pe, según los documentos referentes a esta comunidad”, (Quispe, 1969, p.
12). Por las similitudes que guardan con los Ayllus de Cabana es interesante
NOTAS citar la siguiente descripción que da:
“Al ayllu se pertenece por ascendencia paterna. Todos los hi-
jos se quedan en el ayllu de sus padres; con las hijas sucede
Luis R. Fowler (1924, p, 218) menciona a esta comunidad como Sancos y jgual mientras éstas permanezcan solteras, porque al casarse
dividida “.... en cuatro Ayllos y Parcialidades denomin pasan a formar parte del ayllu de sus respectivos esposos,
ados: Huando
Lurinhuanca, Anan-huanca y Sancca .. .” Además señala Cuando un forastero contrae matrimonio con una Huarcaína,
que la una dé
estas divisiones cuenta “con un jefe llamado Cobrador,
que al frente de 40 el ayllu toma carácter uterino; en este caso el esposo, por no
o 50 hombres, concurre con toda disciplina a los trabajos
públicos; cos- tener ayllu en el pueblo, ingresa en el de su esposa, pero, pos-
tumbres tradicional desde la época incaica”. (Fowler, 1925,
p. 218) Se ún. teriormente, cl ayllu vuelve a ser patrilincal”. (Quispe, 1969,
Salvador Palomino estos ayllus son jerárquicos y no localizad p.12).
os y O
con la siguiente composición étnica y numérica de sus miembro
s: Según Salvador Palomino actualmente existen sólo dos Ayllus no localiza-
E a Wanka.- 95 miembros con predominio de mistis dos en la comunidad de Sarhua ya que han desaparecido otros dos. Hasta
) Lurin Wanka. hace un tiempo atrás estos eran los ayllus que tenía esta comunidad:
. , .
98 miembros con igual proporción de mistis e indíge-
. .
-
Los dos últimos son los que han desaparecido habiéndose asimilado Wanka 10. Según un documento de 1787 este pueblo tenía la siguiente organización:
a Sawqa y Chunku a Qullana. De manera similar que los ayllus de San Mi- — Collana Anansaya
guel de Manchiri, también estos ayllus.en determinadas festividades adquie- — Tiqui Collana Hurinsaya
ren una configuración espacial asociándose con determinados sectores de la — Chaupisuyu Anansaya
plaza que son definidos de acuerdo a si están al lado derecho o izquierdo de — Chaupisuyu Urinsaya
la iglesia. Así Sawqa y Wanka se ubicaban en el sector de la derecha y — Aymara y Tamboconga
Chunku y Qullana en el sector de la izquierda. — Ayamarca Urinsaya
— Tamboconga (Zuidema, 1964, p. 83)
A travéz de las descripciones de José María Arquedas (1964) (1958) Pu-
quio, capital de la Provincia de Lucanas, aparece dividida en 4 ayllus locali- 11. Tanto Luis de Monzón como Guaman Poma de Ayala (1968) mencionan que
zados o comunidades o “barrios”, cuya estructuración es muy similar a la
el Repartimiento de.los Rucanas Antamarcas estuvo integrado por cuatro
de los ayllus no localizados que venimos describiendo. Estos ayllus son los
ayllus que fueron reducidos a pueblos, Estos eran: Antamarca, Apcara,
siguientes: Omapacha y Uchuc Ayllu.
a) Qollana con mayor predominio de mistis
b) Chaupis con predominio de mistis y mestizos 12, Es importante mencionar esto porque también existe alguna evidencia en el
e) Piscachuri con mayor predominio de indígenas Mundo Andino, que los nombres tendían a cambiarse de acuerdo al desem-
d) Ceayao casi completamente indígena. peño de determinados cargos y de acuerdo a la posición de los individuos
en el ciclo vital. Un documento de 1648, por ejemplo, menciona a ciertos
Según nuestro ilustre antropólogo y novelista ““Los aylus de Chaupi y Qo- mitimaes andamarquinos asentados en el pueblo de Sancos entre quienes
llana se consideran “hermanos”, así como Qayao y Pichqachuri, entre aquellos que son hermanos del mismo padre y madre no participan de un
sí” (Arguedas, p. 222) mismo apellido común, Allí se ve claramente como cada hermano, varón o
mujer, tienen nombres y apellidos diferentes y muy rara vez uno de ellos
Como muchas comunidades andinas aparece dividida en un Hanan Barrio y
hereda el apellido paterno o materno. (Derecho Indígena, Leg. 6 Cuaderno
un Hurin Barrio,
119, Archivo Histórico de Lima)
Los ceques eran líneas imaginarias que se radiaban desde el templo del Sol
hacia los cuatro puntos cardinales. Estas Líneas agrupaban cada una un 13, El hecho que sólo individuos reconocidos como indios figuran practicando
conjunto de huacas o adoratorios que frecuentemente sumaban diez y se este sistema de transmisión paralela de apellidos sugiere que se trata de una
repartían en el interior de cada uno de los cuatro Suyos en tres grupos de a institución indígena. Además es interesante notar que muchos de los apelli-
tres. Por lo tanto en cada Suyo había un promedio de 9 ceques con excep- dos quechuas femeninos son iguales a aquellos que Billic Jean Isbell encon-
ción del Contisuyo que incluía a 14, Cada grupo de a tres se organizaba en tró en las antiguas partidas de bautismo de la comunidad de Chuschi y,
una estructura jerárquica definida por los términos Collana, Payan y Cayao. convo muy bien lo ha notado, generalmente aluden a conceptos Quechuas
La descripción más detallada de este sistema la encontramos en el cronista que tienen connotaciones femeninas (Isbell, 1974, p. 91).
Bernabé Cobo y el estudio más completo de este sistema es el de Tom Zui-
dema (1964). 14, Las Edades del Mundo que menciona Guaman Poma a lo largo de toda la
Nueva Coronica son cinco, sin embargo al empezar a tratar Las Considera-
Según Zuidema los Aymaraes se dividían en: Collana Aymaraes, Taypi Ay- ciones en el f. 911, las extiende hasta 10,
maraes, Yanaca Aymaraes y Cayao Aymaracs (Zuidema, 1964, p. 81).
— Taypi Pataca
— Collana Pataca
— Collana Pahana Pataca
— Pahana Taypi Pataca
— Pahana Cayao Pataca
— Collana Paque
— Paque y Tuti (Zuidema, 1964, p. 117)
CUADRO 1: AYLLUS Y APELLIDOS DI: CABANA, GUAYC AMNUACHO, SONDONDU
1 exsvaronao.
DAS DEEarn
BAUTISMO DE PINES DEL SIGLO XVII Y PRINCIPIOS DEL XVIIM,Xv Y SEGUN EVIDENCIA
MUESTRA : Partidas de Bautismo de 1692 hasta 1703: 169 casos
CABANA.
AYLLUS COLLANA PAYAN PURUCHAPI ICHOJA -LARI CONTALAY ALLAUCA CACYANAPI MARCACORI ¿LCHOJA
Número de Bautismos 27 32 16 50 15 19 3 2 4 1
Composición demográ
fica contemporánea. 103 480 126 164 SS >) > di > e
f d
Apellidos Varón pen Osccovilca Allca De la Cruz Pureqlla Mendoza Guamani Albaro Guamani De la Cru:
predominan- ) PARE
tes en cl pasa-
do Mujer ¡Eos Carhua Carhua Carhua — Carhua Mayhua Carhua Carhua Díaz Sisa
ú Pusa "
Apellidos predominan- . . .
tes contemporáneos Huamani León Alegría Oscco - = -_ - - -
f Foseco Araujo Choque Tito Eugenio Mendoza
Surco Masco Suica Díaz Huacca Santiago
Harina Crisóstomo Alegría Quispe Panco
Varón o Paucar incio Tipte
Apellidos ex- Dl des
clusivamente López cus
asociados con halos
un ayllu en el A
pasado Waita Libro Ramos Mallqui Lino Angelina
Vilca Capo Ninas Larro Rojas
Mujer ¿ Guato Asencia Taupilla Simona Churapi
Puspalla Sarmiento Ccencho
Tocto
L Barbula
O
Apellidos exclusivamen | Quispe Cuenca Cure Egocheaga
te asociados con un Ramos Prado Andrade Chaua
ayllu en la' actualidad | Guerra González Romero
CUADRO 2: AYLLUS Y APELLIDOS DE CABANA, GUAYCAHUACHO, SONDONDO Y ANDAMARCA SEGUN LAS PARTI-
DAS DIE BAUTISMO DE FINES DEL SIGLO XVII Y PRINCIPIOS DEL XVIII, Y SEGUN EVIDENCIA
CONTEMPORANEA
MUESTRA : Partidas de Bautismo de 1692 hasta 1703: 47 casos
GUAYCAHUACHO
. ILLCAHUA
COLLANA -VILCA ICHOJA LARI CONTALAY SANCO CACYANAPI MARCACORI CAPACHA
AYLLUS
Bautismos
. .
AZ
(
Guamani Paucar Capcha Huacca Astovilca Espinosa Guamani García
abre
Varón Paucar
Callupuma
Apellidos , ]
Amantes Sipas Asto Carhua Pilco Asto Carhua Mayhua Sisa Isidora
" Pusa Asto
Mujer Sisa
Mayhua
Capcha Huacca Astovilca Espinoza Condorcullo García Fernández
-
Flores Chipana Sosa Pabre
Apellidos €x- | varón Muñoz Ramos Callupuma
clusivamente Crisóstomo
asociados con q Quespi
un ayllu
Mujer ( Sipas = 28 Pilco _ Cusichimbo Micaela Palma =
C
se
CUADRO 3: AYLLUS Y APELLIDOS DE! CABANA, GUAYCAHUACHO, SONDONDO Y ANDAMARCA SEGUN LAS PARTI-
DAS DE BAUTISMO DE FINES DEL SIGLO XVII Y PRINCIPIOS DEL XVIII, Y SEGUN EVIDENCIA
CONTEMPORANEA
MUESTRA : Partidas de Bautismo de 1692 hasta 1703: 32 casos
SONDONDO
Número de 13 1 2
Bautismos
CUADRO 4: AYLLUS Y APELLIDOS DI, CABANA, GUAYCAHUACHO, SONDONDO Y ANDAMARCA SEGUN LAS PARTI-
DAS DIE BAUTISMO DE FINES DEL SIGLO XVI! Y PRINCIPIOS DEL XVII, Y SEGUN EVIDENCIA
CONTEMPORANEA
MUESTRA : Partidas de Bautismo de 1692 hasta 1703: 38 casos
ANDAMARCA
Juvenal Casaverde R.
Introducción
Datos etnográficos recopilados en tres contextos andinos distintos*
son analizados en forma preliminar para considerar algunos aspectos
relacionados con la caracterización de la estructura social y política y
otros fenómenos procesuales de las unidades sociales que las conforman.
Se establece que cada uno de estos grupos constituye una unidad socio-
política con relativa autonomía, cuyos componentes están cohesionados
por vínculos comunes de parentesco que los unen y mantienen su iden-
tidad disiintiva por su marcada tendencia endogámica, la localización
continuada en un territorio y la efectivización de sus derechos consue-
tudinarios dentro de la esfera política local. A nivel procesual, la conju-
gación de factores derivados tanto de escala nacional como del propio
grupo explican la dinámica del mantenimiento de la autonomía socio-
política, la formación de nuevas unidades y la conformación de varias
categorías sociales que se integran en forma diferencial a diversos niveles.
El trabajo está dividido en tres secciones: en el primero, el caso de
Vichaycocha sirve para explicar algunos fundamentos esenciales de la
estructura social y política; en el segundo, el caso de Lauramarca mues-
tra los efectos que produce el sistema de hacienda y la Reforma Agraria
en la organización socio-política de los grupos que la conforman; mien-
tras que en el tercero, el caso de Kuyo Grande ilustra procesos de seg-
mentación y formación de nuevas unidades, y explica la manera en que
estas se integran a distintos niveles.
* La recopilación de los datos se efectuó entre 1977 y 1978, fue posible ura-
cias al apoyo económico de la Fundación Ford y cl Instituto de Estudios
Peruanos.
Unidades socio-políticas andinas 217
216 El avllu y sus fronteras sociales
1. El caso de Vichaycocha. que el 77 Oo de las uniones conyugales se han efectuado entre hijos del
pueblo y únicamente el 23 0/o restante ha tenido lugar entre hijos del
En forma suscinta se bosqueja algunos aspectos de la estructura pueblo y foráneos provenientes de las comunidades circunvecinas.
social y política vichaycochana*. Vichaycocha es una comunidad ubica- Estas consideraciones demuestran que los residentes foráneos en
da en la parte alta del valle de Chancay (Lima), socialmente está consti- la localidad, ya sea en calidad de cónyuges o por otras causas, son reco-
tuido por dos categorías bien diferenciadas: “hijos del pueblo” y “forá- nocidos y se reconocen a sí mismos como personas ajenas al grupo
neos”. Los primeros están unidos por lazos de parentesco común, repre- exclusivo local. Una prueba de ello es que el foráneo casado con un hijo
sentan el porcentaje mayoritario de la población y conforman el núcleo del pueblo es calificado como “yerno del pueblo” o sea elemento extra
central de la organización social y política local. Mientras.que los segun- ño ala “familia” vichaycochana.
dos son numéricamente una minoría que procede de otras comunidades,
por lo tanto" carecen de vínculos parentales a hijos del pueblo y, se Los vichaycochanos están localizados en un territorio conocido
del cual son los propietarios corporados y están obligados a mantener su
encuentran social y políticamente marginados como ciudadanos de
segunda clase. integridad, también poseen derechos exclusivos de aprovechar manco-
munadamente los recursos que éste ofrece.
Los hijos del pueblo —como se autocalifican ellos mismos— afir-
La organización política comunal está en manos de los comuneros,
man ser originarios de la localidad desde sus antepasados más remotos.
son ellos los que constituyen la asamblea comunal que es la máxima
Postulan descender de ungrupo exclusivo de ancestros apicales putativos
autoridad local, y ocupan los cargos político-administrativos y religiosos
a quienes reconocen con el término genérico de abuelos, para quienes
de acuerdo a un tumo establecido. Otro hecho importante es que los
en situaciones prescritas efectúan rituales y ofrendas en retribución de
comuneros esencialmente están compuestos por los miembros que repre-
* los bienes materiales y protección que reciben de ellos. Estas prácticas y
sentan a la categoría local, así en 1977, el 93 9o de ellos eran hijos del
concepciones ideológicas les sirve para explicar su origen e identidad
pueblo y únicamente el 7 O/o restante foráneos. También se debe adver-
distintiva, los lazos parentales comunes que los unen como a una “fami-
lia” de estirpe distinta a los conformantes de las otras comunidades * tir que dentro de esta esfera política el grado de participación y los dere-
vecinas, y la solidaridad que mantienen dentro de su organización social chos de los comuneros foráneos están parcialmente restringidos en razón
interna. de su proveniencia extralocal.
Una persona, para ser reconocida como miembro de esta categoría La organización comunal así constituida es el eje central alrededor
local debe establecer que sus padres, abuelos y otros antecesores tam- del cual giran muchas de las actividades políticas, religiosas, económicas
bién sean reconocidos tomo hijos dei pueblo. Esta es la credencial fun- y sociales de los pobladores. En lo político, se encarga del mantenimien-
damental que cualifica al individuo como vichaycochano “neto”; ya to de la integridad territorial, el gobierno y la administración local que
que otrosfactores como haber nacido fuera de Vichaycocha, residir en lo: implementa 1 través de la asamblea y la Junta Directiva comunales.
forma permanente en otro lugar o contraer enlace con un foráneo no En lo religioso, preside y coordina las festividades religiosas de la. comu-
son razones suficientes para perder este status adscrito e irreversible. nidad, nombrando a los funcionarios y prescribiendo sus obligaciones.
Enlo económico, controla directamente los bienes y recursos comunales '
La solidaridad y continuidad de los vichaycochanos se mantiene a determinando sus formas de acceso y usufructo. En lo social, el status y
través de la marcada tendencia endogámica que multiplica los lazos de prestigio de los pobladores está dado en función al cumplimiento de los
parentesco común entre sus componentes, En efecto, se ha constatado cargos políticos y religiosos y otras obligaciones que esta organización
establece.
A Esta sección es extracto de un trabajo anterior: “La Descendencia Om-
nilincal cn los Andes”, en: Antroplogía Andina, No. 3, CEAC, Cuzco,
Todo lo antedicho demuestra que los vichaycochanos conforman
1979. : una unidad socio-política con alto grado de autonomía y también enfa-
5 . á 4 Unidades socio-políticas andinas 219
218 Elavilu y sus fronteras sociales
e.
tiza la importancia que tienen los vínculos de base parental dentro de la y otras obligaciones localmente establecidas, al mismo tiempo tienen
estructura organizativa de esta sociedad. Finalmente resta puntualizar derecho de usufructuar los bienes y recursos controlados por el ayllu.
que los planteamientos. descritos para Vichaycocha, en su estructura
básica aunque con ligeras modificaciones, se reproduce en los casos de Ahora veamos a nivel procesual los efectos que produce la imposi-
Lauramarca y Kuyo Grande. Por lo tanto, luego de delinear algunos indi- ción del sistema de hacienda y la aplicación de la R.A. en la organización
cadores en este sentido se centra la atención en aspectos dinámicos y socio-política del ayllu. Para ello, con fines de estudio, se divide este
procesuales. proceso en dos periodos: el primero corresponde al sistema de hacienda
y el segundo se inicia con el advenimiento de la Reforma Agraria.
2. El caso de Lauramarca. Durante el primer período, los catorce ayllus están agrupados
Flasta 1969, Lauramarca fue una de las haciendas más extensas del en seis parcialidades para permitir un mejor control de la fuerza de tra-
departamento del Cusco, ese año el fundo es afectado por la última Ley bajo de los colonos y facilitar una eficiente administración política por
de Reforma Agraria (R.A.) y convertido en la Cooperativa Agraria de parte del hacendado. Además en cada ayllu existe un conjunto de fun-
Producción (CAP) Lauramarca Ltda. No. $6. cionarios políticos (ulcalde envarado, regidor y contador) que son nom-
brados anualmente entre los miembros del propio ayllu, pero con la
La población está compuesta por catorce ayllus, cada uno de los participación directa del hacendado quien tiene la prerrogativa del
cuales es una unidad socio-política básica y sus integrantes reconocen veto y el privilegio de poder cambiar al funcionario que no conviene
estar enlazados por vínculos comunes de parentesco. Los miembros del a sus intereses. Como el propietario detenta el máximo poder y auto-
ayllu postulan ser los descendientes de un grupo exclusivo de ancestros ridad dentro de los confines de la hacienda, los representantes del ayllu
putativos remotos calificados como machus (abuelos). Al referirse a su siempre están sujetos a él y principalmente se concretan a cumplir las
origen y ancestros ellos dicen “nosotros desde un principio, desde nues- órdenes que éste imparte. No obstante, en forma un tanto disminuida
tros antepasados remotos siempre fuimos de quí”. Esta unidad tiene también implementan los acuerdos de la asamblea local y se ocupan
una marcada tendencia endogámica, por ejemplo, en el áyllu de Phaq- de ciertos aspectos relacionados con la administración interna del ayllu.
chanta, de las 135 uniones conyugales el 9600 corresponde a solos
Este poder y autoridad indiscutida que ejerce el hacendado opera como
entre miembros del mismo ayllu y el 40/o restante a uniones con cón-
una supra-estructura política que cohesiona a los catorce ayllus para
yuges procedentes de los otros ayllus de la misma ex-hacienda. En el! la organización laboral y se constituye en un factor esencial de domi-
ayllu de Mallma, de las 37 uniones conyugales el 810/o son izena
nación política y control de la fuerza de trabajo de los colonos.
el 80/0 se efectuó con miembros de otros ayllus del mismo O $
el 110/0 restante con cónyuges de otros lugares. Pero en AÑO Como esta dominación atenta contra la autonomía socio-política
de
estos ayllus hay parejas conyugales foráneas. de cada ayllu, los integrantes de todos los ayllus representados por sus
:
respectivos líderes, luchan por más de medio sigio en forma organizada
El ayllu siempre ha estado localizado en un territorio con límites con tenacidad y determinación en conura de los abusos perpetrados por
demarcados, se afirma que todos los miembros son los propietarios cor- el hacendado, la explotación laboral a que estuvieron sometidos,la do-
porados de él, a pesar de que el hacendado detentaba títulos de “propie- minación política, y * para reivindicar el control pleno de sus territorios,
dad”. La asamblea compuesta por los sayaq runa o “comuneros” eme Esta lucha se intensifica en los decenios anteriores a 1969, logrando rela-
indiscutible autoridad local. Los funcionarios político-religiosos son jar sustancialmente la dominación que ostenta el hacendado,
la cual se
y la
nombrados en asamblea siguiendo un turno establecido, ellos se encarean traduce en la abolición de los funcionarios políticos de los ayllus
de la administración y el gobierno interno del ayllu, aunque durtte el eliminación de la división administrativa artificial en parcialid ades. Como
tiempo de la hacienda estuvieron sometidos a la autoridad del pintas consecuencia, la organización interna del ayllu se refuerza y cobra mayor
rio. Los sayaq runa deben cumplir una serie de cargos político-religiosos autonomía, paralelamente se inicia el resquebrajamiento de la supra-
Unidades socio-políticas andinas 221
220 Elavlla y sus fronteras sociales
m
mutuo las familias de ambas zonas decidieron permutar sus respectiv
La población de Perqa siempre estuvo constituida por familias
parcelas haciendo posible que los de la parte baja se estáblecieran o
procedentes de Kuyo Grande, ellas m'graron para aprovechar los recur-
un grupo aparte, tomando el nombre de Kuyo Chico y los de la parte sos que ofrecía la hacienda y de ose modo compleinentar mejor los bie-
alta se diferenciaron bajo el nombre de Kuyo Grande. En forma A l
nos y recursos controlados en su ayllu natal. Es por ello que la mayoría
la, se demarcó los límites del nuevo territorio segmentándolo en .
ma alterna su residencia y labores agropecuarias entre ambos lugares
definitiva del espacio físico matriz, se instituyeron nuevos cargos oli
e;
Cos y religiosos, y se reforzó el parámetro endogámico que les O uo Para estos miembros del ayllu, el ser colono se limitaba a manten
es contrai-
cohesión y continuidad. PA residencia principal en Perqa, cumplir las obligaciones laboral
das y acatar las decisio nes del propietario en lo concer niente a la explo-
nia dinos eat de Kuyo Chico afirman constituir una por lo demás eran recono cidos como inte-
tación de la hacienda. Pero
social ad
“hija” de Kuyo Grande y reconocen a los primeros pobla- todos ellos están afiliad os a una de
gsantes del ayllu. Por ejemplo,casi
dores que se establecieron en la nueva localidad como a sus le fán o en que está dividid o Kuyo Gran-
las tres bandas o sectores de población
ancestros remotos. De este modo emergió el ayllu de ua Chico EE y otras redes
de; tienen relaciones de parentesco, afinidad, compadrazgo
lan pro-
de relaciones sociales con los otros miembros del ayllu; contro
envían a sus hijos
piedades y tienen acceso a recursos en ambos lugares;
para los santos
Este proceso de formación de un nuevo ayllu por segmentación 4 la escuela de Kuyo Grande; cumplen cargos religiosos
arre-
no es exclusivo a Kuyo Grande sino que es un fenómeno recurrente del ¿yliu; participan en las faenas comunales del ayllu, como en el
los ayllus circundantes. Por ejemplo, siguiendo un proceso ña elo de iglesia, construcción de loca! :scolar, etc.
descrito, Viacha se disgregó de Amaru, y Mask'a de Sakaka de d muestra
l Asimismo, un análisis de la composición social de Perqa
actualidad cada uno de ellos un ayllu independiente. de Kuyo
e que casi todos los pobladores o los padres de ellos provienen
proceden
Grande. De la población adulta compuesta por 48 personas, 32
.b. Formación de la hacienda Perqa en Perqa pero uno O ambos de sus progeni to-
del ayllu, 11 han nacido
y; Únicam ente S foráneo s han sido
. Los pobladores también refieren que hace aproximadamente dos ses son originarios de Kuyo Grande,
la población
E Kuyo Grande perdió las tierras de Perqa que fueron con incorporados en calidad de cónyuges. O sea que el 90 Oo de
e proced e de otros
tidas en una hacienda. Se dice que antiguamente, y como se sine
e É a . a . Ca . . 2 zdulta pertenece al ayllu y apenas el 10 0/o restant
de las cuales el
:praciica
. y ndo
MN nast
asta noy, los
los alcaldes
ale: aradoss ded los anexos debíanAE asistir
envarado lugares. Entre esta población hay 23 uniones conyugales,
restante
minic mente ala “misa de alcaldes” en la capital distrital (P'isag) cal 73 Oo lia tenido lugar entre miembros del ayllu y el 22 0/o
las dife-
ii
Zacios con zapatos25 yy cubjexi
cuojertos con una menta ceremoni
€ al. Como e! allesical
incluye cónyuges originarios de ayllus vecinos. Vale decir que
Perqa y Kuyo Grande no son signifi cativas
SL e Kuyo Grande de ese entonces no poseía estas prendas tuyo que
> E A e D 2 a
Í rencias entre los que viven en
unidad social.
A
Pero después de 1969, las relaciones entre Kuyo Grande y Perqa políticos y religiosos como la forma establecida de obtener status y
han empezado a distanciarse especialmente porque los últimos, que asis-
prestigio social. Todos los miembros del ayllu son los propietarios
ten a la liquidación del sistema de hacienda, adquieren derechos poseso- corporados de un territorio con límites conocidos; la asamblea comunal
rios sobre el espacio físico que ocupan en condición de beneficiarios de es la máxima autoridad en asuntos internos del ayllu. La tendencia en-
la Reforma Agraria. Una vez legitimizada su hase territorial, el nuevo
dogámica es marcada, así de los 254 enlaces conyugales el 870/o ha
erupo trata de segmentarse de Kuyo Grande reforzando su organización tenido lugar entre los integrantes del ayllu y el 130/0 restante corres-
socio-política interna y desactivando los lazos objetivos que los mantiene ponde a uniones con cónyuges procedentes de ayllus vecinos.
unidos al ayllu primigenio. Es así que han sostenido algunas confronta-
Un análisis de la composición social del ayllu pone de manifiesto
ciones bélicas (utilizando hondas y piedras) con los de Kuyo Grande de-
la existencia de tres sub-unidades denominadas: primera banda, segunda
fendiendo la integridad territorial de Perqa; han empezado a elegir sus
banda y tercera banda. En cuanto al origen de la división del ayllu en
propias autoridades políticas; han dejado de asistir a las faenas comuna-
bandas, los informantes concuerdan que en un comienzo todos los po-
les organizadas por Kuyo Grande; ya no cumplen cargos religiosos ni
bladores conformaban una sola unidad y posteriormente se dividieron
quieren enviar a sus hijos al centro educativo de Kuyo Grande e incluso
en tres, debido al aumento de la población y a las rivalidades y peleas
las relaciones de persona a persona han sufrido cierto deterioro. Estas
surgidas entre los comuneros durante las faenas comunales.
actitudes hacen pensar que los pobladores de Perqa desean convertirse
en una unidad socio-política autónoma. Actualniente cadá banda es una unidad social residencialmente di-
ferenciada porque se encuentra localizada en un sector del área poblada,
Este caso ilustra cómo la formación de la hacienda Perqa secciona
pero no ejerce control sobre este espacio físico. La afiliación a la banda
parte del territorio de Kuyo Grande donde se establece un segmento de
está determinada por la filiación bilateral, es decir si ambos progenitores
la población del ayllu. Durante el sistema de hacienda este segmento,
son de la misma banda, todos sus hijos pertenecen a esta banda; en caso
aunque reconoce la supremacía política del hacendado, es practicamente
de que los padres procedan de bandas distintas, la filiación de los hijos
una extensión de Kuyo Grande con el cual forma una sola unidad. Sin
se fija en la banda que sirve de residencia a los padres, pero los hijos
embargo, a partir de 1969 los pobladores de Perqa inician un proceso de
continúan manteniendo el derecho de pertenecer a la banda del otro
diferenciación con miras a constituirse en una unidad socio-política
progenitor; además el cónyuge procedente de otra banda, por su resi-
autónoma equivalente a Kuyo Grande. Pero su desarrollo futuro y con-
dencia en la nueva no pierde la pertenencia a su banda de origen.
solidación como ayllu independiente está sujeto a factores condicionan-
tes, entre otros como a la decisión que emane del Fuero Agrario con res- La unidad de la banda se manifiesta en las siguientes esferas de la
pecto a la adjudicación del fundo, y a la capacidad de poder establecer organización social: a) Los integrantes de cada banda mantienen cierta
pas
un parámetro endogámico que siente las bases de una mayor unificación inclinación 2 la práctica endogámica. Como s2 tiene indicado en Kuyo
de base parental. Grande hay 254 uniones conyugales, de ellas 66 pertenecen a la primera
vanda, 84 ala segunda y 104 a la tercera. De estas cifras, la incidencia de
c. Estructura Socio-política de Kuyo Grande untonesendogámicas en la primera banda alcsnzan-al $00/0, en la segunda
al 43 O/o y en la tercera al 48 O/o, respectivamente. b) Los funcionarios *
Los habitantes de Kuyo Grande forman una sola unidad socio- políticos tradicionales de Kuyo Grande éstan constituidos por un alcalde
política, se identifican como integrantes de un sólo ayllu y postulan ser cavarado, tres segundas y por lo menos tres regidores, ellos son nombra-
los descendientes de un grupo exclusivo de ancestros remotos reconoci- dos anualmente del sizuiente modo. El alcalde es escogido de acuerdo
dos como machus para quienes dedican ofrendas y oraciones en forma a un turno establecido sin tomar en consideración la afiliación: de
periódica. Tienen un santo patrono cuya festividad es también la del banda, mientras que de cada banda se debe nombrar un segunda y un
ayllu; los sayaq runa o comuneros deben cumplir una serie de cargos vezidor. No obstante, este cuerpo político cumple sus funciones en
226 . El ayllu y sus fronteras sociales Unidades socio-políticas andinas 227
beneficio de todo el ayllu sin hacer distinciones de bandas. c) Dentro es una unidad social con algún grado de tendencia endogámica y cierto
del sector residencial de cada banda hay por lo menos una capillita que grado de organización interna pero carente de territorio, autoridades y
alberga una Cruz, las mayordomías que se encargan de la celebración de control político, porlo que puede ser caracterizado como una incipiente
la fiesta respectiva son ocupadas rotativamente pi: los miembros de la unidad socio-política.
banda, aunque también se acepta para ellas devotos procedentes de otras
bandas. Es de anotar que estos cargos son “voluntarios” y pueden ser
cumplidos indistintamente por varones o mujeres. d) En cada banda Consideraciones finales.
existe una institución llamada wachu al cual deben afiliarse los integran-
tes varones de la banda por cierto número de años. La función más A manera de resumen se ofrece algunas consideraciones de carác-
importante que tiene el wachu está relacionado con la ejecución de las
ter general. A lo largo del estudio se ha establecido que la unidad socio-
faenes comunales. La realización de las faenas se aprueba en asambleas
volítica básica de los especímenes etnográficos examinados está confor-
y elle? se efectúan en beneficio de todo el ayllu, pero su ejecución está
mada porunsólo grupo de parentesco cognátiso, con marcada tendencia
proporcionalmente distribuida entre las tres bandas. Los dirigentes del
endogámica y localizado en un territorio conocido. También se ha espe-
wachu de cada banda se encargan de organizar y presidir los trabajos
cificado que las relrciones de base parental cumplen un rol importante
comunales asignados a su banda. También corre a cargo del wachu la
dentro de la estructura organizativa de estos grupos sociales.
celebración anual de la fiesta de San Isidro, las mayordomías que auspi-
cian esta festividad del ayllu están proporcionalmente distribuidas entre En base a los casos consignados puede bosquejarse una caracteriza:
las tres instituciones; además, cada wachu forma su propio conjunto de ción general del proceso de formación y consolidación de nuevas unida-
danzarines o labradores que bailan en honor de la imagen. e) Finalmen- des socio-políticas. El proceso empieza con la localización de un segmen-
te, cada banda también tiene la institución del wiphala que organiza la to poblacional de la unidad en determinado sector del territorio común.
danza del mismo nombre con motivo de los carnavales. Los varones jóve- Este segmento va diferenciándose gradualmente de la unidad matriz esta-
nes de la banda deben afiliarse a esta institución como sargentos o bai- bleciendo su distintividad residencial; tomando posesión y demarcando
lantes. Por lo general el wiphale de cada banda baila formando un grupo tos límites del nuevo territorio; instituyendo funcionarios políticos y
aparte, pero el último día de carnavales se unen los tres en una sola cargos religiosos propios; sentando las bases de una norma endogámica,
comparsa para bailar frente a la iglesia del ayllu. Este conjunto también y: observando otras medidas tendientes a re forzar su articulación epa,
aparece en otros contextos, así cada primero de enero el nuevo alcalde Para finalmente consolidarse como una unidad socio-polí tica “hija”,
del ayilu debe dirigirse a P”isaq para juramentar su cargo ante el Gober- independiente y equivalente a la unidad “imadre” que le dio origen.
nador Distrital, en esta ocasión los tres conjuntos de wiphala deben
Las diversas fases de este proceso lo ilustra la disgregación de dos
acompañar al áícalde. Antes de los carnavales las entidades sepresentati-
vas del ayllu, entre los que están incluidos los dirigenes del wachu de segmentos poblacionales de Kuyo Grande, que replicando la estructura
las tros bandas, efectúan el mojon muyuy o recorrido ceremonial de los
oreamizativa del ayllu matriz tienden 2 constituirse en unidades socio-
linderos del territorio común, esta:comitiva debe estar aconipañada por políticas independientes. La fase inicial se muestra en la discusión del
las tres comparsas de sargentos. caso de Peraza, cuyos integrantes están en pleno proceso. de diferencia-
ción socio-política; mientras que el estudio de Kuyo Chico ejemplifica
Resumiendo, en Kuyo Grande las bandas son unidades sociales la etapa consolidada de la constitución de un ayu independiente Por
parcialmente diferenciadas pero al mismo tiempo integradas en un solo otro lado, la reciente formación del Pueblo Jovenen Lauramarca, eviden-
ayllu. Como hemos visto, las fuerzas integradoras so manifiestan tanto cia ol hecho de qu vna nueva unidad socio-política puede constituirse
en los elementos comunes que cohesionan el ayllu como también en los son la concurrencia de componentes iniciales procedentes, no sólo de
propios elementos diferenciadores que operan a nivel de banda. La banda uno. sino de varios 2y!lus establecidos.
228 El ayllu y sus fronteras sociales Unidades socio-políticas andinas 229
De otra parte, el estudio de los ayllus de Lauramarca muestra el Se considera que las proposiciones avanzadas, a pesar de su carác-
proceso dinámico del mantenimiento de la unidad socio-política en cada ter tentativo, explican satisfactoriamente algunos aspectos dinámicos de
uno de ellos. Durante el sistema de hacienda los ayllus son unidades la estructura social y política de los casos consignados y abren la posibi-
socio-políticas cautivas sujetas a la dominación ejercida por el propietario lidad de ser aplicables a otros casos andinos similares.
contra la cual luchan; después de la afectación del fundo por parte de la
¡Reforma Agraria los ayllus refuerzan su organización interna y empren-
den una movilización para desligarse de su afiliación a la CAP y propen-
den a constituirse en ayllus independientes, libres de intromisiones polí-
ticas o administrativas externas.
Finalmente, el proceso dinámico de formación de nuevas unidades
socio-políticas generan varios niveles de integración social, este hecho es
particularmente ilustrado en el caso de Kuyo Grande. Aquí el nivel de
integración más amplio está conformado por los componentes del ayilu
de Kuyo Grande, del ayllu de Kuyo Chico y del segmento poblacional
de Perqa, en razón de que todos ellos postulan tener el mismo origen y
estar relacionados por vínculos comunes de base parental. En efecto,
todos ellos se autocalifican como kuyus o kuyanos. Se afirma que los
integrantes del ayllu matriz son descendientes del grupo exclusivo de
ancestros putativos remotos identificados como Xuyu machu (abuelos
Kuyanos). Los actuales pobladores del avllu de Kuyo Chico reconocen
a las primeras familias procedentes de Kuyo Grande que se ustabie-
cieron en la nueva localidad como a sus ancestros remotos. De igtial
forma los habitantes de Perqa están constituidos por personas ori-
EL AYLLU EN LA SOCIEDAD ANDÍYA:
ALCANCES Y PERSPECTIVAS
Guillermo Cock C.
i Las obras «e Cunow a las que hacemos mención, fueron publicadas en ale-
mán en 1390, 1291 y 1895; las únicas ediciones castellanas corresponden
a 1929 y 1933 (ver vibliograría); sin embargo, autores como Eguiguren las
citan en 1914 xo la versión alemana, la que parece que circulaba restringida-
mente en el Perú, Respecto a algunos de los conceptos manejados por Cu-
now acerca del ar '/u y la marca, ver la ponencia de EF. Pease.,
222. Eliaylluy sus fronteras sociales El ayllu en la sociedad andina 233
metodología histórica desarrollada por la llamada “Escuela de los como en el de otros temas, el abuso del enfoque monográfico con cierto
Annales”, cuando notamos un significativo avance en las investigacio- puntillismo, en el que el éxito del investigador proviene de la corrección
nes, como fruto de la renovación de método y enfoque. brillante o el descubrimiento insospechado; además, como consecuen-
Respecto al Ayllu, se ha renovado la atención de los estudiosos cia, el foco de atención se ha dirigido a micro-regiones que anteriormen-
del área andina, conscientes de la importancia de esta institución para la te parecieran haber formado parte de unidades mayores (en el Perú
cahal comprensión de la sociedad andina. Esto se ha producido, además, pre-hispánico), las que analizadas desde un punto de vista ““microscó-
por el énfasis puesto en el estudio de los denominados grupos étnicos pico”, conducen a agudizar la fragmentación de nuestros conocimien-
incorporados al tawantinsuyu, lo que ha permitido un acercamiento dis- tos, y a la tendencia a acentuar las posibles diferencias regionales, nasta
tinto ala problemática andina, en la que se ha rea firmado la importan- extremos que distorsionan la realidad andina pre-hispánica, colonial o
cia del ayllu como unidad social y nucleo de las relaciones sociales y contemporánea.
de parentesco, políticas, económicas y religiosas. No se ha podido superar la falta de una metodología adecuada a
Las interrogantes planteadas acerca de las características, funcio- partir de la experiencia recogida en las investigaciones acerca del área
namiento. tamaño, propiedades, alcances, relaciones, etc., están aún le- andina; esto tiene como consecuencia, la diversidad de criterios *cien-
jos de resolverse, aunque hay clara conciencia de que se está en mejores tíficos para plantear las preguntas adecuadas a los informantes contem-
condiciones para encarar el problema. poráneos y a los documentos, por lo que muchas de las interpretaciones
Algunas de las dificultades más importantes con las que se han to- parecieran provenir de apreciaciones arbitrarias del investigador. Esto es
pado los investigadores, y de las que devienen muchas de las confusio- más serio cuando se trata de estudios de carácter diacrónico, en donde,
nes que se tienen, parten de la defectuosa identificación del ayllu con generalmente, se dejan de lado los valiosos aportes de los exégetas de
bando, linaje, mitad o parcialidad (2), hecho perceptible tanto a nivel las crónicas (Porras, Aranibar, Wedin, Lohmann, etc.) en el afán de en-
de la documentación colonial (crónicas, visitas, relaciones, testamentos, contrar y utilizar las evidencias necesarias para demostrar las hipótesis
juicios, etc.), como en las versiones contemporáneas recogidas por etnó- propuestas, sin tener en cuenta las limitaciones de las fuentes utiliza-
logos, antropólogos, sociólogos, historiadores, etc., en el trabajo de das( 4). De igual manera sucede cuando se trabaja con otros tipos de do-
campo. cumentos o con información oral, ya que se deja de lado la crítica (ex-
terna e interna) de los testimonios con los que se trabaja. La falta de un
Una “nueva era” en los estudios andinos ha sido posible a partir
“estado de la cuestión” que reexamine lo realizado hasta ahora y
de investigaciones limitadas a problemas y regiones concretas, a partir
replantee los derroteros seguidos en las investigaciones, a la vez que in-
del énfasis puesto en tipos de documentación distintas a las crónicas y
tente sintetizar nuestros conocimientos acerca del área andina, se mues-
que habían sido sistemáticamente postergadas o utilizadas marginalmen-
£ra como tarea necesaria para continuar las investigaciones; este reto de
te antes de la década de los “60” (3); así mismo, la intensificación del
analizar dos décadas de investigaciones, espera ser atendido($5 ).
trabajo de los Antropólogos en el campo, en regiones de las que, hasta
entonces, se carecía de información. Esta apertura de posibilidades de Pareciera ser consenso entre los investigadores (salvo raras excep-
estudio ha encontrado como actitud extrema, en el estudio del ayu ciones), que la explicación del presente andino debe derivarse de la -
_ comprensión (o explicación) del proceso de transformaciones ocurri-
2 Para este problema, ver la ponencia de M. Rostworowski, 4 Ejemplos de las consecuencias de esta actitud pueden verse en Wedin
Wedin (1966: 16) atribuye a Rostworowski y Murra el “iniciar una nueva (1966), Aranibar (1963, 1967 y 1970) y Lohmann (1966).
era en los estudios incaicos”, por la búsqueda de nuevos y distintos docu-
5 Para la Etno-historia lo han intentado Pease (1977, 1978a y 1978b) y Mu-
mentos, así como por la verificación de los mismos en otras fuentes (inclu-
rra (1970); sin embarzo, se necesita una síntesis de mayor envergadura, lo
yendo las crónicas) y en el campo. que escapa a la intención de los autores citados.
$8 a a
234 Elavllu y sus fronteras sociales El ayllu en la sociedad andina 235
dl a ia
$ a pe de la invasión europea. Las discrepancias entre ia al revés” (7)
seo e histori | adores surgen cuando debe aplicarse el peso
antropólo que, en la expresión de Mare Bloch, permiten “leer la histor
n específico a 0 (Bloch[ 1931 ] 1978: 32).
a u no de los factores de permanencia¡ o de cambio
cada
, v cuando debe el cam-
encararse un problema en términos de proyección
e 7 , a
£ . El conocimiento minucioso (gracias a la investigación en
del pasado hacia del
po) de las diversas posibilidades de relaciones internas y externas
de
preste te o de extrap
presen erepol ación
olació n del
del presente hacia] el pasado, En cualqu
eater
ier y ampliar las alusiones fugaces en
a e > e encias historicistas que se mostraban ayllu, permite, por ejemplo, esclarecer
satisfechas con la des: permitiendo así
er p A p * un conjunto de acontecimientos, como los textos coloniales de algunas de estas características,
y
estudiar el grado de cambio particular en cada caso, dando cuenta
las explicaciones sin-
crónicas, se han mostrado por demás insatisfactori
as las transforma-
permitiendo elaborar una tipología histórica acerca de
que
ciones ocurridas en un periodo de larga duración, y de los factores
1 . . . . 1 a
los
a , mo tr q a tra we han incidido en las regiones donde se hallan ubicados cada uno de
casos estudiados; esto es posible de hacerse en el caso del ayllu, si deja-
g cion etnológica 1 o an ”
Se trata de una simbología definible en función del esclareci- demostrado el grado de vigencia de estos modelos en
la realidad, y co-
miento de la cosmovisión y la concepción astrológica andina. Las rela- mo pareciera, debió haber notables diferencias entre
lo ¡deal y lo real,
ciones entre la concepción astronómica del hombre andino y las divini- sujeto siempre a las contingencias de la vida cotidiana.
dades, mitos, calendario, fiestas religiosas o agrícolas, es un La Simetría o
tema que Asimetría en estos modelos tampoco ha sido precis
todavía no ha sido explorado lo suficiente como
ada ni demostrada;
para tener una idea un claro ejemplo de lo expuesto es el caso de los Collag
aproximada a su funcionamiento. Sin embargo, las crónicas y los docu- uas, donde se
comprueba la existencia de un modelo de organización
mentos de las llamadas “extirpaciones de idolatrías” traen abundantes social y política
aparentemente simétrico, elaborado conscientemente,
referencias. el que sin em-
bargo muestra notables diferencias en su funcionamien
to y aplicación
La cita de Cobo debe remitimos a la concepción y significado de en la realidad diaria (Cock 1976/77: 108-1 13).
la unidad y cohesión social, que puede desprenderse de las 7 cabrillas, El ayllu se presenta en estos modelos como
a la multiplicidad y la complejidad inherente a esa unidad, las que de- unidad de estruc-
turación, ya que su organización interna, relació
ben de ser proyectadas hacia los principios de organización social exis- n con otros ayllus, y la
organización de un conjunto de ellos, permite la
tentes en el ayllu. La denominación y asociación con el concepto de construcción del ideal
de sociedad.
collca que reciben, puede estar referida a la idea del ay!lu como depó-
sito o granero que provee del sustento (alimento, bases) y los principios En este sentido, el ayllu significa un principio subor
dinado de or-
de solidaridad interna vinculados a los principios de reciprocidad comu- ganización, dependiente de la existencia de catego
rías duales (hanan-
A
nal que se ejercen al interior del ayllu. urin, ichoq-allauca, por ej.) y/o tripartitas (qolla
na, payán y cayao).
Cada una de las mitades de un sistema dualis
ta en los andes, está forma-
La similitud entre las partes (las estrellas), remite a las caracte- da por un número de ayllus, distintos (por
lo menos aparentemente) a
rísticas que definen en última instancia la pertenencia a un ayllu, en los existentes en la otra mitad. En el caso de la tripar
donde en esencia, y al margen de posibles diferencias, se consideran tición, en las áreas
donde ha sido hallada, no ha sido posible precisar
símiles (o iguales) por descender de un antepasado común. con certeza si el ayllu
pertenece a una de estas tres categorías, o si ellas
son contenidas en uno
La simbología del siete [7], presente en el contenido y en la de estos grupos; las evidencias recogidas en el caso
de los Collaguas, lle-
forma, universalmente concebido como símbolo de perfección, orden van a pensar que en lo que entendemos corrientem
ente como ayilu, es-
completo, ciclo, periodo, etc., debe de aludir a la concepción que el tá contenida sólo una de estas tres categorías;
es decir, un ayllu puede
hombre andino posee acerca del ayllu como ser qollana, payán o cayao (Cock 1976/77: 108-1 13).
institución social, y de su
sociedad, Arqueológicamente es posible comprobar o rectificar (en
líneas
generales) los conceptos sobre patrones de organización social,
Como madre de los ayllus, las cabrillas proveen los hijos necesa- a partir
rios para la continuidad en la existencia de esas instituciones, lo que de los asentamientos de ocupación permanente o temporal
de uno o
permite la reproducción de la vida social y la mantención del culto a los más ay!lus; esto es factible, si se pueden aislar rasgos culturales
plasma-
antepasados comunes. dos en restos materiales (tejido, cerámica, etc.), propios de cada
ayllu.
El apoyo de fuentes manuscritas o impresas, documentos
coloniales,
il) > Aylilu y pnacipios de organización social. que hagan referencia a los lugares habitados por un ayllu y a
sus rasgos
distintivos, puede-ser de extrema utilidad en estos casos.
En el estado actual de los conocimientos sobre el mundo andino, El cronista Bernabé Cobo distingue confusamente dos tipos
es posible demostrar que las de
sociedades andinas, como muchas socieda- asentamientos: a) un patrón de asentamientos por ayllus, donde
des tradicionales, estuvieron el
regidas y organizadas en torno a modelos nucleo poblado es habitado por uno solo de estos grupos;
elaborados conscientemente b) un patrón
por los individuos. No está sin embargo, isbano, donde habitan varios ayllus, posiblemente dividido
s en mitades
240 El ayllu y sus fronteras sociales El ayllu en la sociedad andina 241
o parcialidades tradicionales (Cobo, 1964: t. 11, 30). En el área de los 1) — se trata de un ayllu de trescientos individuos, Collana, Payán o
Collaguas, las diferencias de tamaño y formas observadas en los nucleos Cayao, el que a su vez está subdividido en ayllus Pataca de 100
poblados, anteriores a las reducciones en la región, parecen confirmar individuos y Taipe Pataca, de cincuenta miembros; es decir, cada
las afirmaciones del cronista, debiéndose realizar las excavaciones ne- uno de estos ayllus, se subdivide en tres de 100 y seis de cincuen-
cesarias para su total verificación. ta, los que forman, cada uno de éstos últimos, el ayllu menor;
La relación entre ayllu y estructura social, sin embargo, debe ser 2) se trata de ayllus de novecientos individuos, formados por tres
aún más estrecha y precisable. ayllus de trescientos y sus subdivisiones internas, donde el ayllu
menor es siempre el de cincuenta, unidos por la base parental y
En el caso de los Collaguas, ya citados, en las Relaciones Geográ- consanguínea.
ficas de Indias (t. l: 330) se encuentran referencias a la existencia de
tres ayllus en cada una de las mitades Hanan o Hurin; uno Oollana, otro Para el ler. caso, el individuo debe buscar casarse dentro de uno
Payan, y el tercero Cayao: siendo tres cabeceras ( Yanque Collaguas, La- de los otros cinco grupos Taipe Pataca que forman un ayllu Qollana,
ri Collaguas y Cabanaconde) divididas cada una en sus mitades, la cifra Payán o Cayao. En el 2do. cuenta con 15 grupos fuera del suyo, dentro
de ayllus debiera ser de diecieocho [ 18 ]. Utilizando las visitas existen- de los cuales es permitido el matrimonio.
tentes para la región, se han podido reconstruir 165 unidades que se
Estamos manejando una hipótesis que supone la exogamia, desde
denominan Ayllus (Cock, 1976 mss.). La pregunta que surge es si exis- contraer matrimonio dentro del
el punto de vista de que no se puede
te por lo menos dos niveles de significado y alcances de esta categoría:
grupo de base parental; pero endogámico, pues el matrimonio debe de
1) para referirse a unamacro estructura asociada a una ortaniación ca-
realizarse dentro del grupo mayor. Esto supone la existencia de reglas
tegorial del tipo Qollana, Payan o Cayao, atribuible a la mayor exten-
matrimoniales que regulen el intercambio de mujeres entre los grupos y
sión de un grupo socialmente organizado que posee antepasados comu-
que fijen los criterios de pertenencia, filiación y adscripción de los des-
nes, 2) para denominar la menor organización unitaria y de sub-división
cendientes (varones y mujeres), a través de los cuales se obtengan las ba-
social reconocida, vinculada por lazos de parentesco consagu ínco entre
ses para la cohesión social en el ayllu mayor.
sus miembros, los que a pesar de pertenecer a un ayllu mayor, se en-
cuentran vinculados de manera más estrecha El mismo caso podría presentarse ea Lucanas Andamarcas, donde
en este segundo nivel.
Mientras en el primer caso el ayllu funciona como una referencia de ubi- según las Relaciones Geográficas de Indias, existían cuatro parcialida-
cación social, al estar relacionado con una de las tres categorías Qollana, des, bandos, linajes u ayllos (reciben todas estas denominaciones) lla-
Payan o Cayao, en el segundo, la base parental supone la existencia de madas Antamarca, ÁApcara, Omapacha y Huchucayllo (R.G.1., 1965
lazos de colaboración más estrechos y restricciones matrimoniales entre [ 1586 ] : t. 1, 237, 239). Igualmente que en el caso delosCollaguas,en-
jos miembros de este grupo, quienes deben encontrar pareja [ casarse ] contramos la división dual y la existencia de un número de ayllus mayor
fuera de su grupo, pero dentro del ayllu mayor. En Collaguas: que los consignados, lo que no es expresado en la Relación del corregi-
dor, pero verificable a partir de otra documentación. De cada una de las
«e
. - . eran tres ayllos, llamados Collona, Pasana, Ca- cuatro parcialidades citadas, depende un conjunto de ayllus estructura-
yao; cada ayllo destos tenía trescientos indios y un dos y articulados alrededor de ella, los que mantienen relaciones de dis-
principal a quien obedecían, y estos tres principales tinta índole entre sí, incluyendo las matrimoniales.
obedecían al cacique principal, que era sobre to- Pareciera ser, que como secuela del proceso de *“desestructuración'
dos...” (R.G.L, 1965 [ 1586 ] : 330). a lo largo del siglo XVI, las estructuras más complejas y elaboradas, se
destruyeron más rápidamente; esto pareciera ser que ocurrió con el
De acuerdo al testimonio, hay dos maneras de ver al ayllu mayor: ayllu mayor, el que al desaparecer fue sobrevivido por las instancias pri-
242 El ayllu y sus fronteras sociales El ayllu en la sociedad andina 243
que con
inmediátamente anterior a la invasión europea, entre los ayllus
marias de organización, que, como el ayllu menor, pudiero
n adaptarse al
proceso de transtormaciones durante el periodo colonial. Dos factores a, ; E
formaban una unidad de tipo político, social, económica y
deben haber jugado un rol preponderante dentro de estas transforma- ialidades y ayllos o linajes”, controla
da uno de “Lo“los pueblos y parciali
ciones: la transformación del kuragka; y las reducciones Toledanas,
en de los Quipucamayos, tributaban a su kuragka y al and E
el último cuarto del siglo XVX(8). idades
1954: 193), de acuerdo a un orden pre-establecido y a las posibil
En otros contextos, la cohesión y capacidad organizadora del materiales de cada una de las unidades o grupos.
ayllu, se manifiesta de diferente manera.
Esta costumbre, continuá en vigencia durante el periodo aaa
s mc Ñ
Acosta(9) refiere que en el pueblo de Anta habían cuatro
ayllus: ya que la tasa de los tributos era repartida entre los diferente
Ánca, Sanco, Quero y Conchacalla, los que acudían los encargad os de su nao Pe
a la doctrina en for- eran los kuraqkas de estas unidades
ma organizada, asistiendo una semana cada uno de los a los señores e pd
ayllus (Acosta y quienes debían entregarla a su vez
1954: 275). El mismo cronista señala que en el Cuzco los al Sp Se
kuraqkas de eran los que debían entregar el entero del tributo
los ayllus dieron la orden de que estos grupos asistier Ae nte
an por avllos a comendero. Al interior de cada ayllu, generalmente
aprender la doctrina cristiana (Acosta 1954: 278). En Juli, el DT E,
cronista se ner la proporcionalidad de la contribución, de acuer
percata que en las procesiones cada ayllu marchaba organiz ld: po
ado, y cada humanos y materiales de cada grupo, aunque la e
la prehisp e
uno de ellos llevaba su propia cruz (íbidem, 287). Estas
referencias que nial parece no haber poseido las caracteristicas de
podrían llevar a pensar de que se trata de una actitud detrimento de las unidades de base.
generada e im-
plantada por la Iglesia, con el fin de implementar a A
de mejor manera el También aquí, el ayllu se presenta como unidad
adoctrinamiento, la vemos también en el periodo prehisp bilidade s e pe
ánico. que como grupo solidario asume las responsa
to
Cuando los orejones deben presentarse ante Atawallpa,
lo hacen los individuos, quienes individualmente deben de A
el trabaj
por sus avilosy quadrillas (Cabello de Valboa,
1951: 429); igualmente, en la satisfacción de la contribución tributaria, mediante
cuando reciben a Quizquiz, salen “por sus ayllos y parent munal, ya sea individual o por turnos (mita).
elas ... y se
fueron sentando por su orden” (íbidem, 460).
El ayllu, de esta manera, se muestra durante los period iv) Ayllu y tenencia de la tierra.
os prehis-
pánico y colonial, como una institución que reune,
organiza y cohesio- ]
na a un grupo humano, integrándolo a la vida social Las tierras del ayllu formaban parte de una unidad Per
desde una neta asever ación la h
posición comunal. usufructuable por todos los miembros de él; esta
mos confirmada en Cobo, quien sostiene que:
iii) Ayllu y tributo!
La distribución de las responsabilidades para con los señore “. . uno que representaba siempre la persona o
s étni- E
cos (kuraqkas) y el estado (tawantinsuyu), se realizaba ayllo y linaje, como pariente mayor, la teníasa SES
durante la época con! e id
beza y dividía cada año entre los deudos
8 Usamos los términos Ayllu mayor y Ayllu menor con Ad, :
diferentes implican-
cias que las asignadas por Platt (1976) al Ayllu máximo sus constumbres, de suerte que todos [ los
y Ayllu mínimo a del ayllu ] gozasen de su fruto. . . (Cobo, EUA
los que él se refiere, Existen similitudes y divergencias
entre lo planteado II, 122)
por Platt y esta hipótesis; la diferencia más signific
ativa es que mientras
Platt asocia ayllu máximo con una mitad (hanans
aya ó urinsaya), en nues-
las IN pa Pm
tro caso una mitad puede contener varios AÁyllus
mayores, tres por ejemplo, El testimonio de Cobo vincula la administración de
: ones de h,
con la figura del Kuragka. Recor, demos que las acepci
en el caso de los Collaguas,
ngo de Santo Tom
9, Escritos Menores, Misiones hechas desde el Cuzco. mino no se limitan a la de Señor de vasallos (Domi
244 Elarllu y sus fronteras sociales El ayllu en la sociedad andina 245
1951: 277), sino que también alude a mayor o hermano mayor (Ricar- pio ordenador intrínseco del ayllu, se debe producir un necesario reor-
do, 1586; Aguilar, 1970: 156). denamiento bajo nuevas pautas.
El cronista asevera que el kuragka poseía las tierras “en su cabe- La posibilidad de acumular tierras, a partir de la tenencia indivi-
za”, es decir, que era el fenedor y administrador de ellas. El dato es in- dual (propiedad privada?), implica la posibilidad de ascender social-
teresante desde el momento que María Rostworowski señaló este hecho mente mediante la riqueza entendida “a la europea”; de esta manera se
(1972), para el caso de la costa central del Perú; la autora citada, indica inicia un proceso que paulatinamente irá rompiendo la “rigidez” o inmo-
gue en Piura y en Collique “todas las tierras del valle pertenecían al se- vilidad social característica del ayliu prehispánico. La aparición de nue-
ñor del lugar” (Rostworowski [ 1972 ] 1975: 39), añadiendo que “en vas pautas de prestigio social, suponen la presencia de nuevas normas so-
principio la totalidad del suelo era del curaca, y él la “arrendaba' a los ciales, que se elaborarán lentamente, en la confrontación dialéctica en-
miembros del común percibiendo el señor una parte de las cosechas tre la costumbre y el uso cotidiano en permanente transformación.
como forma de pago” (op. cit. p. 40)(10). Evidentemente, cuando Rost-
worowski señala que el kuraqka arrendaba las tierras al ayllu, debemos v) Avllu y trabajo comunal ,
entender que las entregaba en usufructo temporal y rotativo, recibien-
do como pago de su labor de administrador, un tributo en mano de La organización y la ejecución de los trabajos comunales, tanto en
obra que se expresaba materialmente a través de los productos cultiva- el periodo pre-hispánico como en el inmediatamente posterior a la inva-
dos y cosechados en las tierras de dominio directo del señor. sión, está regido y organizado en base al ayllu como unidad social;
La cohesión interna del ayllu y el sentido de comunidad están Acosta narra que para la construcción de la iglesia de la Compañía del
estrechamente vinculados a la distribución de tierras por el kuragka; Cuzco:
la reciprocidad y la redistribución se inscriben de esta manera, dentro
de una concepción comunal de la propiedad de la tierra, donde el “, . . júntanse por sus aj llos o parcialidades a traer
la piedra a nuestra casa, y vestidos'como de fiesta y
individuo comparte con los miembros de su grupo (ay!lu) una diver-
con sus plumajes y galas vienen todos cantando por
sidad de aspectos de la vida cotidiana.
medio de la ciudad. . .” (Acosta, 1954: 294)
Cuando la administración colonial (sobre todo a partir de Toledo)
entrega en usufructo directo (propiedad privada ?) a los miembros del
El trabajo comunal, como expresión de la solidaridad interna del ayllu
ayllu las tierras que antes eran comunales, otorgando además títulos de
y como manifestación de la reciprocidad entre los miembros del grupo,
propiedad convalidados posteriormente por las Composiciones de
sirve de elemento cohesionador en tanto que los principios ordenadores
Tierras, el ayllu como institución cohesionadora y el kuraqka como su
se mantengan funcionando y sean acatados por los individuos.
expresión político-social, reciben un rudo golpe, que afecta los crite-
rios de permanencia y pertenencia en el grupo, las pautas bajo,Jas cua- La organización de una tarea que rebalsa las posibilidades de un
les se rige la reciprocidad y la redistribución, etc. Fracturado el princi- ayllu y que implica la participación de varios de estos grupos, no supo-
ne la ruptura de la unidad y la disgregación y mezcla de los individuos
10 Las evidencias en las que sustenta esta afirmación María Rostworowski se
de distintos ayllus. En estos casos, la tarea se reparte entre cada grupo,
-hallan en el testamento del Kuraqka de Collique don Francisco Yauri, re-
dactando el 25 de agosto de 1564 (BN, A 185) en la declaración de su hi-
siendo tomado éste como una unidad social, manteniéndose de esta
jo, don Hernando Nacar, en 1586 (AGI, Justicia 482: fol. 6708r); en las manera la cohesión entre los individuos que encaran una misma respon-
Relaciones Geográficas de Indias (1881: t. 1, 240); la Relación de Castro sabilidad.
y Morejón (1936: 146); la visita de Fray Domingo de Valderrama (1605:
BN, B 1289), y otras fuentes que serían largas de enumerar; a pesar de és-
El trabajo comunal, como recreación y regeneración de los lazos
to, la autora lo plantea como hipótesis de trabajo para la costa peruana. recíprocos, adquiere características de festividad al estrechar las relacio-
muy y sus Jronteras sociales 2417
El ayllu en la sociedad andina
veces cm na. 47
La dependencia de los mitmaqkuna al ayllu y convirtiéndose en forasteros y muchas
ds pa
una mitad, la hemos sostenido anteriormente
no al Kuragka de ros en los nuevos lugares en los que se asientan, ten
para el caso de los Colla- sus q a
guas (Cock, 1976/1977: ra a reproducir los elementos cohesionadores de
E
¡
.
Rimal
2 .
:
el texto de Pérez Bocanegra no avisa al doctrinero de una norma o cos- proveniente del Concilio de Trento, la que no será acatada en el Perú,
¿tumbre andina, la de la prohibición matrimonial hasta con parientes del ya que, como dice el mismo Acosta, sólo se prohibirá el matrimonio en
cuarto grado; sino que le refiere que hay costumbre de casarse con pa- primer y segundo grado, aunque haya fornicación de por medio; siendo
rientes, incluyendo los que van hasta el cuarto grado, lo que se debe de permitido, según la costumbre andina, dentro del tercero y cuarto.
impedir, de acuerdo a las normas católicas. Lo que llama la atención, es que utilizando Zuidema las obras del
En la “Relación de los Capítulos que el Doctor Cuenca envió al Padre Acosta, no se haya percatado de esta afirmación.
Concilio Provincial de los Reyes” del 20 de febrero de 1567, Cuenca re- Juan Gutierrez, natural del pueblo de Máray, declara ante el Visi-
fiere la costumbre de casarse con parientes. diciendo que: tador de Idolatrías:
“.. . según la frecuencia que estos yndios tienen de “.. . que los indios del ayllu Allauca, de donde es
pecar con sus parientas sin distinción de grados y su se confesaban por el ydolo Guacrallani, diziéndole el
poco entendimiento parece que convendra para que penitente los pecados de yncesto en primer grado y
menos pacesm (sic) de cortar y moderar entre ellos los adulterios, los quales solamente tenían por peca-
los grados de consanguinidad y afinidad. ..” (Lissón, do...” (A.A,L., Leg. [MI, Cuad. 27)
1944: t. 11, 355)
Esta afirmación acerca de la existencia de prohibición matrimonial sólo
El doctor Cuenca, consciente de la costumbre de casarse con parientes para el ler. grado, pareciera haher tenido amplia difusión en el mundo
cercanos, sugiere que se exceptue de la regla o norma que impide el andino, lo que llevó a europeos como Acosta a preocuparse por la endo-
matrimonio hasta con parientes del cuarto grado, lo que es completa- gamia del ayllu; el cronista afirma que se casaban:
mente opuesto a lo sostenido por R.T. Zuidema.
. - . Siempre dentro de su tributo o familia que lla-
sc
La negación a la existencia del “incesto hasta el 4to. grado” en la
man ayllo. .. apenas osan los indios tomar mujer de
sociedad andina, la vemos confirmada por Acosta, cronista-sacerdote je-
otra tribu o nación, por lo que muchas veces abusan
suíta de reconocida autoridad en la materia; afirma que para el matri-
de consaguineas, y aún de hermanas o madrastras.
monio: Los cuales abusos, por el trabajo y diligencia de los
párrocos, se han desterrado en gran parte, y muchos
“*... . expondrá el párroco, como lo hacen los más ex-
con la advertencia del Concilio (Conc. Limens. Cons.
perimentados, dentro de qué grados de consaguinidad
y afinidad y parentesco espiritual es lícito contraer
64) se han despertado. . .” (Acosta, 1954: 603)
matrimonio, e insista, sobre todo, en declarar el impe-
Acosta señala explícitamente el factor de transtormación de la costum-
dimento por fornicación cometida en el primero y
segundo grado: porque es común entre los indios to- bre andina:' La norma del Concilio Limense. Indica además la tendencia
mar por mujeres a hermanas o sobrinas. o tias o pri- endogámica del parentesco en el ayllu, afirmación que estaría en con-
mas, con quienes primero cohabitaron... .” (Acosta cordancia por lo expuesto líneas arriba (parte ii), lo que podría llevar- -
1954: 606) nos a revisar algunas de las hipótesis que propugnan la prevalencia de la
exogamia en el parentesco, dentro del mundo andino.
La cita es bastante explícita: existía (según Acosta) la costumbre de to-
mar mujer hasta el segundo grado de parentesco, por lo menos. Siendo En las normas del Sexto Concilio Limense (1772), en el:
así, no existe la posibilidad de la existencia de la prohibición matrimo-
“.... Título Final.— De Privilegiis Indorum. Capítulo
nial hasta el cuarto grado en el mundo andino; ello es una imposición lro. De los Privilegios de los Indios. .. VII Por el con-
El avllu y sus fronteras sociales Elavlu en la sociedad andina 251
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cilio Provincial de esta Metrópoli de el año de 1567 y parientes cercanos y los bienes del occiso, como parte de los lazos co-
por Bula del señor Paulo 11 pueden los indios con- munales tradicionales.
traer inatrimonio dentro del 3ro, y 4to. grado de-con-
sanguinidad y afinidad sea la que fuere, sin que para
el uso de esta gracia deban recurrir al Obispo Dioce-
sano...” (Vargas Ugarte, 1952: 132)
BIBLIOGRAFIA
Esta Dispensa Papal de 1567, que tuvo entre uno de sus peticionarios al 1%
ACOSTA, P. José de
Doctor Cuenca, como hemos visto, está pensada sobre una realidad: el 1854 (1590) Historia Natural y Moral de las Indias. Biblioteca de
Autores Espa-
matrimonio andino hasta con parientes del 2do. grado, por lo que la ñoles, B.A.E., Madrid. Tomo 73.
prohibición occidental que impide el casamiento hasta el 4to. grado se ARANIBAR, Carlos ! Se , 2%
mantiene sólo para españoles, criollos, mestizos y negros, quienes son “Algunos problemas heurísticos en las Crónicas de los siglos XV ly
1963
los que la deben de observar (Vargas Ugarte, 1952: 133-34). No se pue- XVII”. En: Nueva Corónica 1, Organo del Departamento de Historia
de. entonces, afirmar que existía en el mundo andino !a prohibición de de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
casarse con parientes hasta el 4to. grado, sino más bien, que los doctri- 1967 “Estudio preliminar y notas a...” El Señorío de los Incas, Instituto
de Estudios Peruanos. 1.E.)”., Lima.
neros quisieron imponer esta norma occidental y cristiana, aún a expen-
1970 “Notas sobre la necropompa entre los Incas”. En: Rerista del Musco
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AGUILAR, Ratacl , o
viii) Ayllu y: muerte 1970 _ Gramática Quechua y Vocabulario, Universidad Nacional Mavor de
San Marcos. Lima.
La vinculación del individuo con su ayllu la vemos hasta el mo- BLOCH, Marc % o
mento de su muerte, y aún después de eila: Cobo señala que: 1978 (1931) La historia rural francesa, esit. crítica, Grijalbo, Barcelona.
BALBOA, Miguel o o
CABELLO
instituto de Etnología. Universidad Nacional
“.. en muriendo... en saliendo el ánima del cuerpo, 1951 (1586) Miscelánea Antártica,