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Con un discurso neutro, Solà-Morales propone pensar desde el otro extremo las
concepciones de la arquitectura tradicional, que él la define metafóricamente como “sólida” al tener
su base en la triada vitruviana, asegurando que nuestra civilización contemporánea ha abandonado
la estabilidad para asumir el dinamismo que configura nuestro entorno. En la cultura
contemporánea atendemos al cambio, a la transformación, se modifica el modo de ser de las
cosas, ya no se piensa en consistencia física, delimitación espacial, capacidad de estabilidad y
permanencia en el tiempo, es decir, recintos firmes, establecidos por materiales duraderos, sino en
formas fluidas, cambiantes, dando forma física al tiempo. Se sustituye la firmeza por la fluidez,
y el espacio por el tiempo (de espacio fijo a esp de permanente dilatación).
Una arquitectura “líquida” significa para Sola-Morales, un sistema de acontecimientos en
los que espacio y tiempo están simultáneamente presentes como categorías abiertas, múltiples.
Una arq “líquida”, fluida, no está dirigida a la representación ni al espectáculo, sino que es el
resultado de un pliegue sobre sí misma. Una arquitectura de flujos que se enfrenta con los flujos
humanos en intercambiadores, aeropuertos, estaciones marítimas o de ferrocarril. Esta arquitectura
no se preocupa por su apariencia o por su imagen exterior sino que se encarga de establecer
estrategias para la manipulación de potenciales acontecimientos y para la distribución de
individuos, bienes e información.
Como conclusión, el autor a modo de crítica, cuestiona que la arquitectura no tiene
instrumentos de control sobre el espacio / tiempo / evento que es el lugar de flujo de la arquitectura
líquida. No hay programas de diseño que permitan previsualizar las experiencias que se llevarán a
cabo. Representar de forma visualista la experiencia cinestésica del fluir del movimiento
metropolitano, de la deriva que se aleja de la programación y la regulación preestablecida para
experimentar otros eventos, es uno de los retos fundamentales para una arquitectura que mire hacia
el futuro.
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Ejemplo: Puerto internacional de Yokohama, área del gran Tokio. (FOA-2002) - ejemplo de
resumen.
Como ya se dijo, en la actualidad se ha abandonado la permanencia y estabilidad del pasado,
para asumir el dinamismo, a partir de esto, Sola Morales, establece que ya no podremos pensar en
recintos firmes, establecidos por materiales duraderos, sino en formas fluidas, cambiantes, sin una
definición fija y permanente. Ya que el espacio cambia según su uso, según la apropiación de la
gente.
En este sentido, la imagen del puerto de Yokohama, se conforma como una construcción sin
fachada, se trata de una continuidad del espacio urbano y es el visitante quien decide si entrar a la
terminal o pasear por encima de ella, creando una continuidad del espacio urbano, disfrutando la
escena marítima.
Para conformar el espacio interior y generar fluidez espacial, el arquitecto libero el suelo de
apoyos, estos se convierten en pared, planos inclinados, rampas y escalinatas. Se obtiene de esta
manera continuidad entre los espacios y en la transición entre recintos, abiertos/cerrados,
constituyendo los flujos de los pasajeros libre de obstáculos, fluidos y dinámicos.
Por lo tanto, a partir de la estructura de la obra, ligera, sin columnas, se genera un espacio
continuo, sin interrupciones, el cual que representa a la arquitectura liquida. La misma imita a través
de superficies plegadas un origami y cada pliegue da lugar a un uso distinto. Estos detalles de
diseño, también cargan de dinamismo al edificio.
Por último, en el edificio se utilizan poca variedad de materiales, predominando el
entablonado de madera, el cual recorre todo el edificio, percibiéndose así, como un objeto único.
Por lo tanto, las características de arquitectura liquida se encuentran plasmadas en la obra desde
su concepción, materialización y apropiación.
Ejemplo: Pabellón Dinamarca, Expo Shangai 2010 - BIG junto a ARUP 2+1 (para mi, el ejemplo
más acertado)-contextualizar lo que significa y representa un pabellón- El pabellón parte del
concepto de la bicicleta, objeto que une la cultura danesa con la china, por ende, el pabellón
representa un velódromo a través de su morfología. El mismo representa el movimiento tanto desde
su forma como desde la manera en que puede ser recorrido (peatonal o en bicicleta), subiendo y
bajando por el “bucle” o recorriendo desde afuera. La fluidez espacial se da no solo en el recorrido,
sino también a través de su relación abierta con el entorno por las materialidades, en algunos
sectores permeables, en otros transparente, también tiene sectores a cielo abierto. Al transitar por
estos sectores cualificados de manera distinta se percibe la sensación de cambio. Permite vivir el
espacio desde la multiplicidad de sensaciones que cada uno experimenta, al estar allí minutos u
horas.
Para definir “arquitectura inmaterial” se retomará el trabajo desarrollado por Ignasi de Solà-Morales,
arquitecto y filósofo oriundo de Barcelona y ya fallecido en 2001. Ignasi se formó en la
universidad pública de Barcelona. Fue docente tanto en el ámbito público como privado, fue autor
de diversos artículos y libros de arquitectura y de crítica; también de desempeño en su estudio
profesional como arquitecto, donde tuvo contacto con figuras reconocidas como Mies Van Der
Rohe.
En su libro “Territorios”, escrito en 1998 y publicado en 2002 en Barcelona, es decir, un año después
de su muerte, en el capítulo “arquitectura inmaterial”, el autor describe con una postura neutra como
una de las bases de la arquitectura (la base material) se ha ido transformando a lo largo de los
últimos 150 años, y luego ejemplifica tres casos de intención desmaterializadora con obras de
arquitectos en la década del 90.
Para definir la noción de “arquitectura débil” se retomará el trabajo desarrollado por Ignasi
de Solà-Morales, arquitecto y filósofo oriundo de Barcelona y ya fallecido en 2001. Ignasi se
formó en la universidad pública de Barcelona. Fue docente tanto en el ámbito público como privado,
fue autor de diversos artículos y libros de arquitectura y de crítica; también de desempeño en su
estudio profesional como arquitecto, donde tuvo contacto con figuras reconocidas como Mies Van
Der Rohe.
Esta se puede responder vinculando la respuesta de arq líquida e inmaterial, y se puede tomar el
ejemplo del Emporio de Armani.
La arquitecta Muxi Zaida es una de las profesionales que intenta abrir el debate sobre la
percepción arquitectónica y urbanística que tenemos sobre los géneros al momento de
pensar/proyectar la ciudad, y también la vivienda.
Piensa el rol de la mujer en el espacio público actual y a la revolución feminista como forma de
lucha para cambiar paradigmas en las realidades sociales.
En este contexto actual el rol de la mujer en nuestra disciplina, como en muchas otras las
esferas sociales, está logrando mayor visibilidad y reconocimiento luego de incansables luchas en
pos de acercarse a la deseada igualdad de género.
En este sentido resulta importante pensar el espacio público a partir de toda la condición
humana, tanto género, edad, discapacidades, para que el espacio sea apropiable por todas, todos
y todes bajo condiciones de igualdad/equidad. Romper con la lógica hegemonía masculina,
etnocentrica, heterosexual, de clase.
AG - CRISIS DE AUTENTICIDAD
- Desarrolle los argumentos a partir de las cuales Fernando Diez sostiene su hipótesis sobre
la Crisis de Autenticidad para la arquitectura reciente en la Argentina. Ejemplifique.
Para poder desarrollar la hipótesis de la Crisis de Autenticidad, será oportuno retomar los
argumentos trabajados por Fernando Diez. Este autor argentino ha desarrollado su formación
disciplinar asociada a los campos de la arquitectura y el urbanismo. Profesionalmente ha
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desarrollado una intensa actividad académica en distintas universidades argentinas (públicas y
privadas), como también ha sido parte de otras entidades e instituciones.
En su texto Crisis de autenticidad. Cambios en los modos de producción de la
arquitectura argentina, publicado en Argentina en el año 2008, suma un nuevo aporte teórico
donde plantea una lectura sobre los cambios en la arquitectura argentina. Esta mirada facilita la
interpretación de nuestra realidad profesional en el contexto contemporáneo nacional.
El autor plantea que la producción de la arquitectura argentina en la última década del siglo
XX ha sufrido cambios que la acercan a la producción de objetos de consumo. Habla de una
arquitectura de superficies, estandarizada en su condición simbólica y sujeta al criterio del
éxito como una manifestación del sistema de producción y validación basadas en el criterio de
expertos en medición de la opinión pública, dejando de lado el propio conocimiento disciplinario
arquitectónico.
A partir de esto plantea su hipótesis diciendo que estos cambios en los modos de
Validación, Decisión y Producción de la Arquitectura, plantean una crisis de autenticidad (y
de sentido) que se expresa en la desconfianza general sobre la autenticidad que, debido a una
incrementada capacidad de reproductibilidad, no merecen la confianza del público
A partir de esta afirmación, el autor desarrolla los siguientes argumentos: