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Fundamentos

El desarrollo de las capacidades científicas y tecnológicas en nuestro país ha


sufrido un penoso proceso de estancamiento desde hace varias décadas. Las
políticas de ciencia y tecnología han resultado insuficientes para afrontar los
enormes desafíos que hoy nos impone el mundo globalizado.

Estamos ingresando a la “sociedad del conocimiento” de manera desigual y


acelerada, donde la posibilidad de crear riqueza y de mejorar la calidad de vida
depende cada vez más de la capacidad de generar, incorporar, utilizar y
dispersar conocimientos científicos y tecnológicos.

Lamentablemente, nuestra clase dirigente ha carecido históricamente de la


suficiente visión como para reconocer la importancia de propiciar la formación
de una comunidad científica activa y consolidada, con un sistema nacional de
innovación -fundamental para convertir el país en viable, moderno y
competitivo- que cumpla un rol estratégico, capaz de impulsar el bienestar y
desarrollo de los peruanos.

Este hecho -entre otros- ha conducido a la economía peruana a una profunda


crisis. Así lo demuestran los indicadores económicos cuya tendencia camina en
dirección contraria a la que siguen aquellos países que sí han asumido a la
investigación científica y la innovación tecnológica como fundamentos de la
prosperidad y bienestar al iniciarse el siglo 21.

Actualmente, resulta de necesidad urgente tomar decisiones políticas que


impliquen subsanar y revertir estos errores históricos. Ello implica el
fortalecimiento de las actividades que fomenten la Investigación Científica y el
Desarrollo Tecnológico para facilitar el crecimiento de la productividad en
empresas y organizaciones, con la finalidad de poder garantizar -en el mediano
y largo plazo- la competitividad de los bienes y servicios de producción nacional
y mejorar las condiciones de vida de la población peruana.

La economía peruana -como producto de la globalización- está obligada


inexorablemente a realizar el proceso de inserción internacional y para ello
resulta inaplazable tomar acciones que aseguren la competitividad de las
empresas en sectores productivos generadores de alto valor agregado. La
viabilidad de estos planteamientos podrá darse a través del progresivo
desarrollo tecnológico y la innovación de las empresas existentes y en la
creación de otras actividades comerciales en áreas como la biotecnología,
nanoelectrónica, nuevos materiales, tecnologías de información, ciencias de la
computación, energía y telecomunicaciones.

Observamos cómo los procesos de invención y crecimiento económico en los


países industrializados destacan el importante papel que desempeñan las
medianas y pequeñas empresas -fundamentalmente las de base tecnológica-
como fuentes generadoras de innovación. A diferencia de los países del tercer
mundo como el nuestro, estos países industrializados sustentan el éxito
alcanzado en la existencia de políticas adecuadas que promueven las
condiciones necesarias para su desarrollo.

Por tanto, considerando lo señalado líneas arriba, desarrollar ciencia y


tecnología en nuestro país implica :

1. Generar una cultura del conocimiento, que facilite la promoción de los


principios y criterios rectores de la actividad investigativa y la creatividad en la
sociedad.
2. Crear condiciones posibles para pensar en un proyecto nacional, que
congregue voluntades y propósitos alrededor de un modelo de desarrollo que
promueva el mejor aprovechamiento de las ventajas y recursos de la nación.

Para que el conocimiento científico y tecnológico pueda contribuir en forma


efectiva al crecimiento sostenido del país y a la generación de bienestar social,
es necesario fomentar procesos de innovación permanente, referidos
fundamentalmente a la apropiación social y privada del conocimiento -por
parte de los investigadores y de las organizaciones productivas- a través de los
cuales dicho conocimiento sirva de base o motor de desarrollo y sea a la vez
factor dinamizador del cambio social.

Por estas razones, algunos países latinoamericanos han diseñado y puesto en


marcha mecanismos para fomentar el crecimiento de medianas y pequeñas
industrias, tomando como base fundamental la creatividad, el desarrollo
competitivo y su capacidad de ser forjadores de tecnología, a semejanza de los
países desarrollados.

En el Perú, la carencia de visión -que explica la falta de voluntad política para


establecer una política científico tecnológica- y las indecisiones
institucionales, han dado como resultado un escaso desarrollo de la ciencia y
la tecnología y consecuentemente un deterioro de la productividad y la
competitividad.

En efecto, según el informe “Competitividad: El motor del crecimiento. Informe


2001” del BID Competitividad: El Motor del Crecimiento Informe 2001, página 23. Banco
Interamericano de Desarrollo.
ISBN: 1-931003-00-9 ; ISSN: 0253-6013.
: “...América Latina enfrenta serios problemas de competitividad. Si se juzga por
los resultados de crecimiento y productividad de la última década, solamente
África presenta peores resultados. Los ritmos de acumulación de capital físico y
humano en América Latina son bajos, y sólo bastarían para sostener un
crecimiento promedio del orden del 4%. Pero en la década de los 90 no se llegó
siquiera a esta cifra, ya que las caídas de productividad en el uso de los factores
en la mayoría de los países de la región sustrajeron 0.6 puntos a este modesto
potencial. Como consecuencia del mal desempeño de la productividad, se están
ampliando las brechas de ingreso per cápita de América Latina con respecto a
los países desarrollados. También se están ampliando las brechas de
productividad entre los países ricos y pobres de la región...”

El informe agrega: “...Según los índices de competitividad del Global


Competitiveness Report del 2001, los países que ofrecen las mejores condiciones
son Chile, Costa Rica y Trinidad y Tobago. Los demás se encuentran por debajo
del promedio mundial, muchos de ellos entre las peores posiciones entre los 75
países considerados...”.

Y concluye: “...Las deficiencias se originan en las tres áreas básicas que


consideran estos índices: calidad del ambiente macroeconómico, calidad de las
instituciones públicas y capacidad tecnológica. La región tiene un serio desafío
de competitividad: actualmente la mayoría de los países carece de las bases
para lograr un crecimiento acelerado de la productividad y el ingreso...”.
Nota: La posición del país típico es la media de los países incluidos en cada grupo.
Fuente: World Economic Forum(2001).

De acuerdo al informe, el Perú ocupa la posición 55 en el ranking mundial que


comprende a 75 países, es decir, está por debajo del promedio y en una
situación realmente crítica en el contexto mundial y latinoamericano. Chile se
encuentra en la posición 27, Costa Rica en la posición 35, México en el lugar 42
y Argentina en el 49.

Podemos afirmar que los países de América Latina que llevan la delantera en
esta clasificación, muestran una clara vinculación entre ciencia, tecnología y
las actividades de innovación con la productividad y el aumento de la
competitividad.

En el documento: “Producción de Conocimientos y Políticas de Investigación en


el Mundo, en el Perú y en la Universidad Peruana” Eduardo Ismodes. “Producción de
conocimientos y políticas en el Mundo, en el Perú y en la Universidad Peruana” en “La Universidad que el
Perú necesita” Foro Educativo, Lima , 2000.
, se ha realizado un prolijo acopio de información proveniente de la Red
Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) y de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD).
Tomándose al año 1999 como base, se muestra una curva que relaciona la
inversión en I+D/cápita y el PBI/cápita. Dicha curva es de forma exponencial y
con un grado de correlación R2de 0.91.

Eduardo Ismodes establece lo siguiente: “... La curva permite marcar una


diferencia entre países. Aquellos países que para un determinado PBI/ per
cápita, invierten en I+D (investigación y desarrollo) por encima de la curva, son
países que están tratando de crear nuevas formas de riqueza y que están
apostando por la innovación...”

Concordando con el autor, aquellos países que para un determinado PBI/cápita,


invierten en I+D por debajo de la curva, son países que no están buscando
generar nuevas formas de riqueza, son países que no confían en las cifras
mostradas o que simplemente no las toman en consideración.A estos los
denomina acertadamente“países necios”.
Fuente: Foro Educativo Lima 2000.
AMBITO GLOBAL

La economía mundial se desenvuelve en un entorno altamente competitivo,


donde los procesos de globalización modifican el comportamiento de los
sistemas de producción. Además, estas economías tienden a consolidarse en
torno a grandes espacios económicos o bloques: la Comunidad Económica
Europea, el Foro de Cooperación Asia y Pacífico (APEC), el Area de Libre
Comercio de las Américas (ALCA), la Organización Mundial del Comercio (OMC)
y el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio(NAFTA).

Algunas de las razones que explican la formación de estos grandes bloques son:

1) La internacionalización de la economía, tanto en los aspectos de la


producción de bienes y servicios, como en los de carácter financiero.
2) El vertiginoso avance de las innovaciones tecnológicas en el mundo, basado
en el uso intensivo de la ciencia y la tecnología como parte del proceso de
reestructuración industrial.
3) La constante variación situacional de la economía de los países
desarrollados.

Como sabemos, actualmente la ciencia y la tecnología, se desarrollan dentro de


un contexto de globalización y de integración de bloques- cualquiera haya sido
su historia previa- dentro de un proceso económico sumamente dinámico
distinto a las de épocas anteriores.

En lo que corresponde al Perú, su desarrollo científico y tecnológico depende


básicamente de su integración a la Comunidad Andina y su participación en la
APEC, en el marco de los ejes principales de reestructuración de la economía
mundial.

Desde este punto de vista, es necesario reformular las prioridades a fin de


resolver las exigencias planteadas, tales como la competitividad, la inversión y el
empleo. Ello no se logra únicamente controlando el déficit fiscal, la inflación y
recaudando impuestos, sino fundamentalmente apostando por la innovación.

“...Las empresas peruanas, sobre todo las de exportación, encuentran que sus
clientes tienen exigencias cada vez más próximas a lo irrealizable si no se
emplean tecnologías adecuadas, entienden que en muchos casos la tecnología
de punta de hoy es el fósil del mañana y saben que es con la Innovación con lo
que harán frente a un mercado cambiante, de nuevas condiciones (nuevos
productos, servicios, sistemas de venta) y sin fronteras ni protecciones
arancelarias.
Demandan por tanto, producir conocimientos, renovar equipos, proteger la
propiedad intelectual, y así enfrentar a competidores que producen a menor
costo en menos tiempo y satisfacer a consumidores que imponen sus gustos
individuales y exigen calidad a bajo costo...”.

Esta reflexión fue compartida durante el desarrollo del CADE 2001 realizado en
la ciudad de Chiclayo, en la cual esta Convención sugirió al gobierno la
designación de un Zar de la Competitividad.

Por otra parte, si comparamos LA CAPACIDAD TECNOLÓGICA Es un factor determinante


de la competitividad y aporta el índice de la capacidad tecnológica para su cálculo y abarca a tres
según el índice tecnológico,
subíndices: Competitividad: El Motor del Crecimiento Informe 2001.
los países latinoamericanos que ocupan las mejores posiciones son Costa Rica
(en la posición 32) y México (en la posición 36). Los demás países se encuentran
en posiciones por debajo del promedio. Chile se encuentra en la posición 42,
Uruguay en la 45, Argentina en la 48, Venezuela en la 55, Colombia en la 56,
Panamá y El Salvador en las posiciones 57 y 58, respectivamente.

Nuestro país, se ubica en la posición 62 de 75 países, hecho que demuestra que


el Perú no se encuentra en condiciones favorables de elevar sustancialmente y
de forma sostenida sus niveles de productividad e ingreso.

AMBITO NACIONAL

Ningún esfuerzo serio de lucha contra la pobreza puede lograr el nivel de


desarrollo deseado en el país si no existe paralelamente apoyo para el
desarrollo científico, tecnológico e innovativo que facilite la competitividad del
sector productivo así como la generación de centros de excelencia académica.

El escaso desarrollo científico y tecnológico en nuestro país, se debe a diversos


factores: el defectuoso nivel cultural que imposibilita la efectiva comprensión de
su importancia, la falta de concientización acerca de la estrecha vinculación
entre el desarrollo científico, tecnológico y el desarrollo económico de los
pueblos, el poco valor asignado a la investigación científica tanto en el ámbito
de la educación elemental como superior, la falta de incentivos al trabajo
científico y a la innovación tecnológica, la carencia de financiamiento,
infraestructura y equipos y fundamentalmente la inexistencia de un orden
institucional que funcione plenamente y promueva el desarrollo en esta
materia.

Una de las consecuencias de no haber incorporado a la ciencia y tecnología en


nuestra estrategia de desarrollo, es que el Perú sigue confinado a formar parte
del grupo de países extractores de materias primas.

Citando un ejemplo, el tren proveniente de Cerro de Pasco que transporta


lingotes de cobre, posee escaso valor agregado, el cual está constituido solo por
la transformación del mineral en bruto y, en dicho proceso se utiliza una
tecnología simple que en los llamados países desarrollados resulta ser obsoleta
desde hace más de 20 años.

Y aunque estas exportaciones constituyen el mayor ingreso correspondiente a


las exportaciones tradicionales, resultan ser las que mejor evidencian nuestra
incapacidad tecnológica.

Si es que somos incapaces de reconocer el valor estratégico de la ciencia , la


tecnologia y de la investigación para el desarrollo y la competitividad -en una
era caracterizada como la sociedad del conocimiento, en la que la fuente de
creación de riqueza es el hombre capacitado de manera contínua- estaremos
negando a las futuras generaciones la base fundamental para poder
desarrollarse y escapar de la pobreza.

Históricamente en nuestro país, la etapa institucional científica y tecnológica se


inició en 1968, con la creación del Consejo Nacional de Investigación (CONI), el
cual fue desactivado tres años después. En 1980, este Consejo fue reinstalado y
recién en junio de 1981 se crea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
mientras que en países vecinos ya se promovía la actividad científica y
tecnológica a través de –incluso- Ministerios de Ciencia y Tecnología como son
los casos de Costa Rica y Venezuela.
La incapacidad de los anteriores gobiernos, al no permitir establecer seriamente
los objetivos nacionales -que sirvan como guía para el establecimiento de
políticas sectoriales y planes de desarrollo- condicionó que durante el primer
período anual de sesiones del año 2001 del Congreso de la República, se
decidiera convertir a la otrora Comisión de Ciencia y Tecnología en una Sub
Comisión de la Comisión de Educación.

INVERSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

La inversión que demanda la realización de investigación científica en un país


revela elocuentemente la importancia que dicha sociedad le otorga a la
mencionada actividad.
Los conocimientos generados por la investigación científica y su aplicación
tecnológica son considerados hoy en día como indicadores del nivel de
desarollo del país.

Esta inversión da origen a la formación de un potencial humano, orientado


hacia la futura aplicación de disciplinas, sobre las cuales se desarrollen la
producción y las actividades económicas que de ésta se deriven. Voltear la
espalda a esta realidad es equivalente a hacerlo frentre al desarrollo, que -per
se- es un proceso caracterizado por el cambio.

La inversión en ciencia y tecnología se encuentra relacionada con un conjunto


de aspectos particulares de la economía de cada país y del análisis de esa
permanente relación, se puede llegar a obtener conclusiones importantes
relacionadas precisamente a la importancia que cada país otorga a la ciencia y
tecnología, a fin de alcanzar el desarrollo nacional. Puesto que ni el conjunto de
indicadores macroeconómicos, ni las operaciones que puedan resultar de ellos,
evidencian plenamente esta relación de la que hablamos, es preciso señalar que
la aplicación de políticas educativas y la estabilidad de de las esferas
económicas de un país, crean las condiciones necesarias para realizar una seria
inversión en ciencia y tecnología.

En nuestro país, existen campos de la ciencia y tecnología que presentan


enormes posibilidades de desarrollo en los que –ciertamente- se encuentran
notables fortalezas. Sin embargo, es preciso, para su real y efectiva
identificación, diseñar y poner en marcha un Plan Estratégico Nacional de
Ciencia y Tecnología. En efecto, un plan que de ser aplicado a la Biotecnología y
a las Tecnologías de Información, podría desarrollar industrias que generaren un
incremento sustancial en la base impositiva -fundamental para la captación de
recursos que necesita el Estado- se incrementen sustancialmente las
exportaciones, y fundamentalmente se creen nuevos puestos de trabajo, con lo
cual se estaría dando solución al grave problema económico y social del
desempleo.

I. LA MEGADIVERSIDAD BIOLÓGICA: BIOTECNOLOGÍA Y BIOCOMERCIO.-


“...La economía peruana no ha descubierto aún o, en algunos casos, en forma
muy limitada, el potencial que ofrecen el ambiente y los recursos naturales para
un desarrollo sostenido, y la posibilidad de contribuir en forma sustantiva a la
superación de la pobreza, que además de generar empleo fomenten las
exportaciones y generen ingresos importantes a las comunidades rurales
pobres...” Brack Egg. “El Perú un país maravilloso. Debemos construir un nuevo Perú”..

El Perú posee un gran potencial para ingresar a las nuevas líneas productivas,
además de contar con una riqueza biológica inigualable. Sin embargo, no sólo
basta con manejar este conocimiento, sino que resulta fundamental, la
aplicación de una adecuada política sobre Ciencia y Tecnología que nos permita
competir, colocando en el mercado productos selectos de exportación. Si esto
se logra, la captación de divisas se incrementaría considerablemente en los
próximos 20 años.

Si consideramos las tendencias actuales, los mercados de productos naturales y


derivados de la biodiversidad, están considerados como los de promisorio
desarrollo. Por esta razón, el Perú debe orientar parte de su actividad
empresarial hacia el biocomercio. Esto implica invertir en la actividad científica y
tecnológica como soporte para la innovación y como factor decisivo para lograr
la competitividad.
Según Brack Egg Brack Egg “Perú biodiversidad y biocomercio: situación actual y potencial”, página
3: “...Las exportaciones peruanas dependen en un 25% de productos
provenientes de la biodiversidad nativa, en especial de la pesca, la agricultura y
la forestería. Sin embargo, gran parte de estas exportaciones no provienen de
un manejo eficiente y sostenible de esos recursos”. Y agrega: “El biocomercio
puede incrementar las exportaciones y la captación de divisas del país en al
menos 100% durante los próximos 10 años...”.
Debido a su riqueza, la biodiversidad constituye la característica predominante
en nuestra Amazonia. Reúne los más notables registros en diversidad de
especies y recursos genéticos, además de una alta diversidad de ecosistemas
boscosos.
Algunas de esas ventajas comparativas son:

a) Aún cuando los registros son incompletos y fragmentados, el Perú cuenta con
25 000 especies de flora, lo que constituye el 10% del total mundial, de las
cuales un 30% son endémicas. Es el quinto país en el mundo en número de
especies de plantas de propiedades conocidas y utilizadas por la población (4
400 especies); y primero en especies domesticadas nativas (128). En lo
referente a la fauna: es el primero en peces (2 000 especies, 10% del total
mundial, 50% en la Amazonía); el primero en aves (1 730 especies, 70%
amazónicas); y el tercero en mamíferos (462 especies, más del 60%
Amazónicas).
b) Los pobladores han desarrollado un conocimiento tradicional y una
tecnología propia a lo largo de miles de años sobre las propiedades de las
plantas nativas amazónicas y apenas si se ha recogido una parte. El inventario
en la Amazonia peruana, registra cerca de 2 800 especies de usos conocidos,
desde alimenticias y medicinales hasta tintóreas, maderables, condimenticias,
para abono y otros usos.
c) La diversidad agrícola o agro diversidad amazónica, es la biodiversidad
biológica para la producción agrícola y comprende los recursos genéticos de
plantas y animales, los organismos del suelo, los insectos y otros organismos en
ecosistemas manejados. En este sentido la Amazonía es extraordinariamente
rica en elementos importantes como: los recursos genéticos y germoplasma de
plantas y animales; plantas y cultivos comestibles; especies de animales y sus
razas; organismos del suelo en áreas de cultivo; recursos silvestres, etc.

En este orden de cosas, la biodiversidad se considera sumamente importante


para el desarrollo tecnológico, fundamentalmente por el aprovechamiento de
recursos naturales con propiedades alimenticias, medicinales, ornamentales e
industriales.
También resulta promisorio desarrollar tecnología e innovar actividades
económicas hacia aquellas que se desenvuelven sobre recursos genéticos
nativos como son: la producción de semillas certificadas para la agricultura y la
forestería; la producción de tintes, colorantes, fármacos, pesticidas orgánicos y
fibras de alta calidad.

No podríamos dejar de mencionar los ingresos procedentes de las regalías que


se pueden obtener, a través de un sistema sólido de patentes y propiedad
intelectual de los recursos genéticos y el desarrollo de tecnología de sus
especies y componentes químicos.

“...La Amazonia peruana es un centro destacado a nivel mundial de recursos


genéticos de plantas domesticadas y sus variedades, y de plantas de usos
conocidos. Estos recursos genéticos nativos son de importancia actual para
mantener la variabilidad genética de importantes cultivos y crianzas a nivel
mundial, especialmente en las regiones tropicales y subtropicales, y adquieren
cada vez más importancia frente al desarrollo creciente de la
biotecnología...” BIODIVERSIDAD Y CONOCIMIENTO TRADICIONALES EN EL DESARROLLO SOSTENIBLE
EN LA AMAZONIA, Brack Egg , Iquitos Mayo 1999,Página 4. .

Sin embargo, afrontar este reto implica vencer barreras culturales y revertir un
tradicional mal concepto de modernización, que actualmente corresponde más
bien al de una modernización marginadora y excluyente que históricamente ha
relegado y aún continúa relegando los conocimientos tradicionales, y no logra
detectar la importancia que éstos tienen para el desarrollo científico y
tecnológico de la nación. Paquetes enteros de invaluables conocimientos
tradicionales son descartados no por su utilidad sino por el desprecio constante
a las culturas que las desarrollaron por considerárselas primitivas con respecto a
la “civilización moderna”.

El reto tecnológico, exige plantear una política clara que retome las fuentes de
nuestras propias ventajas.

II.- LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN COMO VECTOR DE DESARROLLO.


Este es otro de los rubros en el que tenemos ciertas ventajas
comparativas.Dichas ventajas no se reducen al hecho de que partimos en
igualdad de condiciones tecnológicas (la adquisición de software de desarrollo y
de una PC) sin una gran inversión inicial relativa a otras industrias, sino por
tener recursos humanos de alta calificación y con capacidad de creación, lo cual
implica que la inversión principal sea en investigación y desarrollo.

La producción y desarrollo de programas informáticos le brinda a América


Latina una oportunidad de participar en el paradigma tecno-económico basado
en la microelectrónica. El gran boom de las tecnologías de información y
comunicaciones ha significado para los países menos desarrollados niveles de
crecimiento de 50 a 60% anual, incidiendo en el dinamismo de los demás
sectores económicos. Esto hace prever que el sector de las tecnologías de
información será el puntal del nuevo ciclo de crecimiento para la presente
década.

Este crecimiento vertiginoso en la producción de software de exportación se


refleja en el siguiente cuadro:

LA INDUSTRIA DE EXPORTACION DE SOFTWARE EN ALGUNOS PAÍSES (AÑO 2000)


Fuentes diversas recopiladas por APESOFT.

Si bien es cierto que, la industria de exportación de software nacional ha


crecido, el resto del mundo lo ha hecho a un ritmo sustancialmente mayor, tal
como lo demuestra la India, cuyas exportaciones superan los 8 000 millones de
dólares anuales.

La industria del software en nuestro país, aún siendo un sector relativamente


joven, ha demostrado tener un gran potencial de crecimiento con tasas que
bordean el 20 % anual en los últimos años, facturando por encima de los 140
millones de dólares al año y generando aproximadamente 4 000 puestos de
trabajo directo. Esto pese a la piratería del software, razón por la cual el Estado
pierde 40 millones de dólares al año. La Business Software Aliance (BSA) calcula
que si la piratería se redujera sólo en 25 % se crearían 13 000 nuevos puestos de
trabajo y la facturación anual ascendería hasta 191 millones de dólares.

Según la Asociación Peruana de Software, APESOFT, la creciente tendencia de la


demanda de software se explica debido a lo siguiente:

1) El proceso de modernización del Estado, traducido en la adopción de


tecnologías de información conducentes a sistematizar sus operaciones y buscar
ser más eficientes, productivos y transparentes;
2) La creciente competencia que impone la globalización, lo cual hace que el
sector privado busque ser más competitivo en calidad y precio, incorporando en
sus procesos las herramientas de las tecnologías de información; y
3) El creciente uso de Internet y el desarrollo vertiginoso de las
telecomunicaciones.

El mercado de software en el Perú, está conformado aproximadamente por 150


empresas medianas y pequeñas, y su nivel de exportaciones bordea
actualmente los 6 millones de dólares anuales. El cuadro que sigue muestra la
evolución de este sector:
Fuente: Embajada del Perú en Usa Dpto. de Estado de y Servicio de Comercio exterior de los U.S.
" Perú: Computer Software", 1/8/98. Estimaciones APESOFT.

INVERSIÓN EN INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO PER CÁPITA.

Fuente: Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica Década de los 90.


Concytec2001
Mientras que en 1999 en Estados Unidos se invirtió un poco más de US $900
por habitante en I+D (investigación y desarrollo) con un PBI/cápita cercano a los
US $ 30 000, en el Perú se invirtieron US $ 1.65 por habitante en I+D con un
PBI/cápita de US $ 2 600.
Estas cifras nos colocan entre los que menos invierten en I+D en América Latina
y el Caribe, conjuntamente con Nicaragua y el Salvador.

GASTO EN INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA (I + D) COMO


PORCENTAJE DEL PBI y PERCAPITA 1999

El gasto en investigación y desarrollo (I+D), representó sólo el 0.08% del PBI


para 1999, asimismo el gasto per cápita en I + D sólo alcanzó a S/. 5.80,
representando US$ 1.65 por persona al año.

1:Incluye el gasto en I+D de las Empresas


TASA DE AUTOSUFICIENCIA, 1993 – 1999 (Patentes Otorgadas Residentes /
Total Patentes Otorgadas). Este indicador muestra el grado de desarrollo de
patentes nacionales con relación al total de patentes otorgadas en el país. Como
se puede notar, este escaso nivel de producción es sumamente preocupante.
RELACIÓN DE DEPENDENCIA, 1993 – 1999 (Patentes Solicitadas por no
Residentes / Patentes Solicitadas por Residentes). La dependencia se ha
incrementado indicando que el país carece de innovaciones tecnológicas.
PAÍSES QUE PROGRESAN . En la siguiente gráfica se muestra la variación histórica del PBI en
varios países, incluyendo al Perú..
En todos los países (excepto el Perú), la tendencia de crecimiento a largo plazo
es sostenida. En muchos de ellos se observan crecimientos espectaculares a
partir de 1950. En cambio el Perú no muestra ningún crecimiento importante.
PAÍSES QUE NO PROGRESAN. Para complementar el gráfico anterior, a
continuación se muestra lo que sucede en países de América Latina en los que
el PBI per cápita no mejora.
Se puede apreciar que tanto Perú, Bolivia y Ecuador se colocan a un nivel
distinto de Venezuela y Argentina. Aunque durante los años 50 y parte de los
70, la economía de estos países experimentó un crecimiento favorable, hoy
podemos apreciar que se encuentra estancada. Finalmente, vemos que la
situación de todos contrasta con la de Chile, mostrada en el gráfico anterior.
¿Cuál es la diferencia entre estos dos grupos de países?
Los países en los que sí se apuesta por la inversión en ciencia y tecnología -
véase por ejemplo los casos de Japón, Corea del Sur, Taiwán, Irlanda del Sur,
países que en 1950 estaban en peor o similar condición a la del Perú- han
desarrollado a lo largo de los años una economía regular y sostenida, a
diferencia de aquellos que aún no han promovido y diseñado una política
orientada a invertir en ciencia y tecnología.

Efecto de la Vigencia de la Norma sobre la Legislación


Nacional

La Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, D.L. No. 112
adecuará sus disposiciones a los alcances de la presente ley.

La aprobación y posterior entrada en vigencia de esta propuesta legislativa,


tendrá la virtud de constituir un acontecimiento histórico en nuestro país, ya
que por primera vez se establecerá un marco legal adecuado, que promueva el
desarrollo de la ciencia y tecnología, a fin de que éstas contribuyan al bienestar
social, al crecimiento personal, a lograr mayor competividad y desarrollo del
sector productivo, finalmente a estimular la innovación tecnológica como
elemento esencial para fortalecer la capacidad del país para adaptarse a los
cambios que experimentan el comercio y la economía internacional.

Analisis Costo Beneficio

La presente iniciativa legislativa no generará gasto alguno al Estado Peruano;


fundamentalmente beneficiará al país, el cual observará con suma espectativa
la formulación de un marco legal que promueva el desarrollo científico y
tecnológico, cuyos alcances se efectivicen en los niveles más altos del gobierno
como señala esta iniciativa.

El impulso y estímulo a la investigación científica y tecnológica promoverán la


productividad y competitividad de nuestras empresas nacionales por el valor
agregado que alcanzarán nuestros productos y la excelencia que deberán lograr
nuestros recursos humanos.

En los estudios realizados por entidades internacionales con respecto a la tasa


de retorno de las inversiones en Investigación y Desarrollo (I+D) se
establece: “...Economistas, funcionarios de los gobiernos, ejecutivos de
compañías y administradores de la investigación han examinado la tasa de
retorno de las inversiones en I+D. Las medidas macroeconómicas de la tasa de
retorno varían ampliamente, desde cero hasta casi un 150%. Generalmente, la
tasa social de retorno resulta ser mayor que la tasa privada de retorno y esto es
una justificación importante del apoyo gubernamental a la
investigación...” . Informe Mundial de la Ciencia 1998; Santillana/Ediciones UNESCO, pg. 44.

Según el profesor E. Mansfield, las tasas de rentabilidad privada del la I+D en los
casos estudiados, son frecuentemente del orden de 25% y las de rentabilidad
social (que incluyen beneficios no apropiables por quien realiza la I+D), a
menudo exceden del 50%. En una revisión de trabajos realizados en un lapso de
30 años, concluye que el nivel de I+D está estrechamente relacionado con la
tasa de crecimiento de la productividad, que la tasa de rendimiento de I+D es
alta y que “...es notable que tantos estudios independientes, basados en tantos
tipos de datos, resulten en un conjunto tan coherente de conclusiones...”
(Mansfield,E.,1986). Cerrando la Brecha, Román Mayorga; División de Programas Sociales y
Desarrollo Sostenible, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pág. 12 .

Debido al progresivo desarrollo de la Ciencia y Tecnología, estos crecimientos


tienen, por lógica deductiva, enormes implicancias en el bienestar de la
población, puesto que a mayor tasa de retorno, mayor contribución de los
sectores productivos y de servicios para con el fisco, y por tanto, mayor
capacidad del estado para atender el cumplimiento de sus responsabilidades,
fundamentalmente en el campo social.

Todos los estudios de costo beneficio, reconocen un impacto positivo de ciencia


y tecnología que varía del 30% al 100%, dependiendo del grado de desarrollo
del país.

Así, Brasil reconoce que el crecimiento de su economía en una proporción de


más de 30 veces desde 1977, se debe fundamentalmente al desarrollo de la
ciencia y tecnología. Por otra parte, Corea atribuye una influencia determinante
de la ciencia y tecnología en el crecimiento de la producción de sus bienes
desde 1981 a 1994 de 13 200 a 42 600 millones de dólares americanos.

Por lo expuesto, resulta sumamente necesario comprender que el progreso y


desarrollo de nuestro país depende de una estrategia nacional de desarrollo
basada en el avance de la ciencia y la aplicación de nuevas tecnologías, por lo
que los recursos económicos y financieros que destinemos para tal fin nunca
podrán representar un gasto sino por el contrario constituirán nuestra mejor
inversión.

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