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Creemos que en lo que venimos trabajando hasta ahora, más los contenidos de este
capítulo encontramos potenciales núcleos para hilvanar los primeros hilos de lazo social.
C omo hemos visto, los procesos de cambio económico, social, cultural y políti-
co que suceden en el mundo, entrelazados con los procesos históricos de la
región y en Argentina en particular, permiten afirmar que aparecen nuevas formas de
acción colectiva y constitución de actores sociales, que según los contextos nacionales
particulares, conviven con anteriores formas y constituciones.
- una matriz gestatriz de sujetos, que se refiere a las acciones mediadas por el régi-
men político entre estado, representación y bases socioeconómicas culturales.
- una matriz configurativa de actores sociales en la que cada uno se ubica en una
posición en las dimensiones y esferas sociales.
Al referirnos a procesos políticos de lucha y cambio social, los actores sociales se mi-
metizan con los movimientos sociales, definidos como acciones colectivas con alguna
estabilidad en el tiempo, y alguna organización, orientados al cambio o conservación
de la sociedad o alguna esfera de ella.
*El modelo modernizador, si bien puede ser visto como una síntesis de los otros, posee
lógica y dinámica propia entorno al modelo de modernidad, identidad y diversidad
cultural. Los diferentes modelos de modernidad son la combinación problemática
entre la racionalidad científico tecnológica, la dimensión expresiva y subjetiva, las
identidades y la memoria. Al encontrarse, la forma de modernidad latinoamericana
basada en la matriz nacional y popular, en crisis; se presenta frente a ella como
alternativa la simple copia del modelo de modernidad de países desarrollados, con
énfasis en los consumos, el individualismo y cultura de masas. En oposición surgen
modelos de profunda base indígena, posiblemente esto sea lo mas novedoso en acción
colectiva en los últimos años.
De participación social se ha hablado mucho, pero nos preocupan una serie de ten-
dencias, que incluyen en especial las propuestas neoliberales, que consideraron las ca-
racterísticas de la sociedad actual y el tipo de participación centrado en el individuo y en
la competencia como la alternativa más adecuada y realista. Colocaron el eje de la par-
ticipación social en el individuo, en la autorresponsablidad personal, en la crítica de la
dependencia en la autonomía del sujeto, etc, y tendieron a secundarizar la significación
de las estructuras, de la organización social y del papel del Estado, colocando el eje en el
individuo y no en la sociedad civil. La participación social, así, fue reducida al individuo
o al micro grupo, colocando en ellos tanto los logros como las consecuencias.
En ese sentido, entendemos que Flisfisch enfatiza la dimensión política del con-
cepto: “la participación está referida a acciones colectivas provistas de un grado rela-
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Implica el desarrollo de las personas para que se involucren en todo aquello que les
afecta directa o indirectamente, respetando la diversidad y la pluralidad de ideas que se
dan en el interior de las comunidades por su misma heterogeneidad, en razón de los di-
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Modulo: Organización comunitaria y Promoción social | Parte II: Aspectos Conceptuales al
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• Por último, la participación como autogestión. En este nivel cada uno inter-
viene indirectamente en la toma de decisiones conforme a las líneas generales es-
tablecidas conjuntamente por todas las persona involucradas. Implica también el
control operacional de todo cuanto se realiza. Se trata de protagonizar los procesos
y gestionar según las propias normas, siempre que ello no afecte los legítimos intere-
ses del conjunto de la sociedad.
Pero, para ello hay que reconocer en las comunidades, no sólo capacidades para la
acción, sino, y fundamentalmente, para la construcción de conceptos, concepciones
de “buena vida” de “justicia”, de sentidos sociales y proyectos colectivos. Superar la
idea instrumental de participación hacia una idea que se centra en la interpelación
y en los contenidos (el para qué de la participación).
Este concepto ha sido reapropiado por tendencias teóricas que consideran que el
desarrollo capitalista favorece la conformación de una sociedad individualista, competitiva,
consumista, pasivo/receptiva, apática, donde los objetivos privados se imponen a las
necesidades públicas. Una sociedad donde la caída de ideologías y prácticas comunitarias
favorecían la atomización y la indiferencia o el escepticismo hacia las acciones colectivas, y
donde la democracia parecía cada vez más formal, ya que se había generado una escisión
entre la población y sus representantes políticos y/o sindicales aún en contextos donde
funcionaba la democracia representativa.
Pero esta concepción no era nueva durante las décadas de los veinte y treinta una parte
del marxismo, del historicismo y más tarde del existencialismo, habían reflexionado
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La ética ha estado asociada, desde una visión superficial, a la moral entendida, por
una parte, desde una concepción de “moralina” de la actitud individual, o por otra,
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Modulo: Organización comunitaria y Promoción social | Parte II: Aspectos Conceptuales al
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solamente desde una perspectiva deontológica que construye principios para ajustar
las conductas individuales y/o institucionales.
Si bien contar con principios y normas morales que rijan la acción es importante, la
Ética estaría referida a una visión más amplia en el marco de una determinada sociedad,
traspasando y conteniendo a su vez las miradas colectivas; más ligada a las costumbres,
las normas y los significados de los bienes y valores que las comunidades construyen
como elementos fundamentales de su identidad. Ese ethos es el que constituye la
matriz cultural por la cual los sujetos se constituyen en sujetos sociales y las sociedades
elaboran históricamente los parámetros de ciudadanía, justicia y derechos, como se
analizó en capítulos anteriores.
La fragmentación que han atravesado nuestras sociedades puede ser leída también,
desde esa concepción, como los procesos y los resultados de pérdida o distanciamiento de
cada sujeto con la matriz identitaria e histórica de la construcción de su propia comunidad
, y como resultado, el abandono de su condición de actor social desde la constructor de
lo colectivo. Estos han sido verdaderos procesos de “des-ciudadanización” que pusieron
a los derechos cada vez más lejos y formales, pero también a los sujetos cada vez más
lejos, desencarnados y desdibujados del protagonismo que la construcción que un pueblo
requiere para dar sustento a los procesos de sus sociedades.
Si bien, “pueden muy bien sentirse vinculados a proyectos comunes con otras perso-
nas, vienen a ser agrupamientos parciales en lugar de ser los propios del conjunto de la
sociedad: así, por ejemplo, una comunidad local, una minoría étnica, los fieles de una u
otra religión o ideología, o quienes fomentan algún interés especial. Esta fragmentación
se produce en parte por medio del debilitamiento de los lazos de afinidad, de un modo
que alimenta parcialmente a sí mismo, mediante el fracaso de la iniciativa democrática
misma. (…) Una sociedad fragmentada es aquella cuyos miembros encuentran cada
vez más difícil identificarse con su sociedad política como comunidad. Esta falta de
identificación puede reflejar una visión atomista, de acuerdo con la cual las personas
acaben considerando a su sociedad en términos puramente instrumentales. Pero tam-
bién ayuda a arraigar al atomismo, porque la ausencia de una eficaz acción común hace
que las personas se vuelvan sobre sí mismas.” (Taylor: 1994; 138: 143).
Al respecto, aunque con fines contrarios a los que aquí planteamos, Fernando
Calderón (1997) explica: “(…) la reconstrucción de identidades históricas en la actual
coyuntura democrática, de crisis de la modernidad y de internacionalización de la cul-
tura, plantea la cuestión del reconocimiento colectivo de la memoria de experiencias
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Modulo: Organización comunitaria y Promoción social | Parte II: Aspectos Conceptuales al
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“...-Es la primera vez, desde que yo tengo memoria, que nos preguntan
que queremos y como queremos que participemos en un proyecto turístico...”
– Coco Sosa representante de la comuna en la mesa de gestión de San Javier
“...La preocupación central del grupo de trabajo de la mesa de gestión fue poder
generar experiencias concretas en tiempo presente (por lo general se intenta que
se propongan pasos a futuro y es algo que plantea sus dificultades cuando la po-
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“... Ya nos habíamos olvidado de las cosas buenas...” “...ahora nos dieron
ganas de participar...”- doña Juana Gonzáles vecina de los emprendimientos pro-
ductivos (al equipo de la mesa de gestión).
- Fue positivo el correrse del yo, entender que los problemas no son hacia
uno, dejando de lado las vanidades personales para llegar a la creación de grupos
de trabajo de participación, tener constancia , presencia en territorio y partir del
reconocimiento de las potencialidades del lugar.
“... Antes nos veíamos solo en los velorios con la gente ahora estamos to-
dos juntos disfrutando de algo sano...” – Rosa Salinas, vecina que participó en
encuentro comunitario
Esa pretendemos sea la clave de lectura de lo que sigue: más allá del instrumento,
¿qué implica en términos de comprensión de sujetos, colectivos, proyectos sociales,
dimensiones de la realidad, capacidades, poder…para la construcción de nuevas rea-
lidades….?
de qué promover
Los derechos sociales, así entendidos, son mediaciones necesarias entre los sujetos
(individuales y colectivos) y las relaciones sociales objetivas. Precisamente el neolibera-
lismo destruye toda forma de protección y mediación entre los sujetos y las relaciones
sociales dominantes, atando la suerte de cada sujeto a la lógica del mercado.
Una vez leí una anécdota de un hombre que visitó un lugar en donde se estaba
iniciando una construcción. Se acercó a uno de los operarios y le preguntó qué hacía.
Él le respondió que estaba picando una piedra para dejarla cuadrada y lisa. Se acercó
luego a otro que respondió a su pregunta señalando que él preparaba unos postes para
soportar una red. Y así cada uno de los que fue interrogando, le fue diciendo cuál era
su trabajo. Cuando le repitió la pregunta a otro obrero éste le dijo que estaba haciendo
una catedral.
Éste último tenía una mentalidad de “totalidad”, de sentido global y amplio del
cambio.
Esto nos ayuda a reflexionar acerca de las orientaciones del trabajo cotidiano, y en
ese sentido, de las herramientas, técnicas e instrumentos que pueden centrarnos más
próximos a lo rutinario, puntual y específico, a la batalla cotidiana, que sólo tiene sen-
tido y dirección en el fin más global, en la catedral de la anécdota.
Utilizando la matriz del cambio de Agulla, podemos decir que desde el punto de vista
del proceso de conocimiento, es posible discriminar los
siguientes niveles de análisis2 que a su vez, como se vio 2
Krmpotic, C. – Molina, M.G.: “Teoría y
en el módulo de planificación, implican instancias del práctica del Trabajo Social”, Ed. Floppy,
proceso de planificación de la acción: Buenos Aires, 1995.
3) la construcción del logro, la prospectiva del cambio (se trata de realizar y crear
condiciones de factibilidad para un proceso de planificación-gestión integradas y mul-
tiactoral de la acción social, teniendo en cuenta los procesos sociales básicos de con-
formación desde una posible situación social (IV), imagen-objetivo deseada ó utopía
posible; hacia la situación social actual (II), y teniendo en cuenta la situación anterior (I):
razón operativa. La misma trata de organizar el futuro a partir del presente, elaborando
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El problema central se plantea, por una parte, en trascender las meras anécdotas de
la vida y la tarea cotidiana hacia categorías de conocimiento (explicativo ó interpreta-
tivo) y esquemas teórico-metodológicos que asuman con rigurosidad científico-social
las perspectivas de los sujetos-actores que constituyen cada realidad comunitaria.
REF BIBLIOGRÁFICA
de Robertis, Cristina y Pascal, Henri:
La intervención colectiva en Trabajo
Podríamos sintetizar las consideraciones acerca de la Social, Espacio editorial, Buenos Aires
intervención en organización comunitaria como un es- 2004, (1ra edición: Francia 1987).
fuerzo de desarrollo que se da en ese nivel de relación
social, cuando un colectivo, por una toma de conciencia, espontánea o suscitada, de
sus propias necesidades, toma la iniciativa, incluso si esto se da en un sector limitado,
de un proceso de mejora de sus condiciones y características de vida, valiéndose de
las estructuras, instituciones, organizaciones o actividades existentes, y/o provocando
la creación de nuevas estructuras, instituciones, organizaciones o actividades.
Individual y colectivo son los dos polos opuestos de una misma realidad social,
y constituyen una fuente de tensión conflictiva. Dichos polos coexisten de manera
contradictoria y dinámica. Justamente esta oposición entre individual y colectivo, esta
tensión contradictoria entre las dos dimensiones, es causa de reflexión, de cuestiona-
mientos y de intervenciones creativas por parte de los profesionales de lo social.
Las principales estrategias consisten en generar condiciones para que cada sujeto
o grupo identifique y desarrolle al máximo sus capacidades. Significa, además del re-
cupero de la memoria y la comprensión histórica de su propia constitución y la de las
relaciones sociales en la cual está inmerso, desplegar la estima de si, la idea de algún
“nosotros” con sentido de acrecentar sus satisfacciones (alcanzar objetivos y metas que
se propongan con un sentido gradual) a través de una participación creativa en la vida
de un espacio grupal o colectivo.
compartir constataciones,
Por lo hasta aquí expuesto, entendemos que los dispositivos de trabajo comunitario
necesariamente deben partir de esas premisas de construcción de saberes y acciones
como productos de procesos colectivos, no como mera
aplicación de técnicas e instrumentos a una realidad No obstante, para ampliar, ver en CD
social dada. bibliográfico; Montero, Maritza: Hacer
para transformar, 2006: Caps. 3; 7 y 10;
por otra parte, como complementario
Por ello, dentro de varios posibles, hemos seleccionado para paneo de técnicas puedo verse:
algunos que consideramos claves para la generación de Neuremberg, O. – Ruiz,V. y otra:
un lenguaje común en tanto tecnología de la acción: Evaluar para la transformación, 2002
- Educación popular
- Investigación – acción
- Sistematización de prácticas
Desde Paulo Freire, no pueden pensarse las dimensiones educativas y políticas sino
como ineludibles en la acción social promocional. Tanto la apropiación instrumental
de la realidad para transformarla, como la construcción de la comunidad son activi-
dades ética y políticamente relevantes en la constitución de los sujetos sociales y los
procesos de acción colectiva.
Aprender implica reflexionar, decidir y hacer para cambiar, para vivir mejor, para
transformar.
Nadie educa a nadie, pero al mismo tiempo nadie se educa enteramente solo. Los
procesos intersubjetivos de aprendizaje son el cimiento de la acción colectiva.
De esta manera, podemos decir que se produce un rescate de los sujetos que eran
tenidos como ausentes, y una revalorización de sus saberes que estaban mantenidos
en silencio.
Esto no quiere decir que no haya información y conocimientos que sea necesario
transferir, socializar, transmitir (de hecho, muchas veces disponer de ello es un dere-
cho que se ha visto obstaculizado como modo de dominación y sojuzgamiento), pero
la educación popular dispone modalidades antagónicas con la perspectiva bancaria,
reconociendo que los procesos nunca se despliegan en “vacíos” de saberes, vivencias,
expectativas e interpretaciones previas.
gran parte de sus integrantes.” (Molina y Romero: 2001:91; en Norma Méndez Vega,
2002).
5.3.b. La investigación-acción
Cabe, al respecto de las discusiones actuales – y más allá de algunos reparos- citar a
Hannia Franceschi, quien resume:
“ 1. La relectura(47)
La “población meta” es parte activa de la misma y así se genera una nueva relación
entre quienes están formados académicamente para estudiar la realidad y aquellos
quienes investigan con propósitos prácticos: para comprenderla y desarrollar una ca-
pacidad de respuesta a las necesidades sociales que surjan de la misma.
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Modulo: Organización comunitaria y Promoción social | Aspectos Metodológicos y Operativos al
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Los procesos de investigación-acción han sido considerados los más adecuados para
la democratización de la vida cotidiana. “La investigación acción es la base metodológica
para la promoción de procesos democráticos y emancipadores, donde participan los
diferentes actores y actoras interesadas” (Norma Méndez Vega,2002)(48).
Asumir esta perspectiva de la vida cotidiana implica (48) Méndez Vega, Norma: “La acción
una inserción en el conocimiento y, sobre todo, en la socioeducativa y la investigación
comprensión de los sujetos y sus circunstancias. In- acción en la democratización de
la vida cotidiana”, mímeo, Costa
teresa conocer dónde están, qué hacen y por qué lo Rica, 2002. “La democratización de
hacen, para que de esta manera se dé un acercamiento la vida cotidiana es la búsqueda de
y la posibilidad de una interpretación veraz de la vida una vida en fraternidad y que lleve a
cuestionarse: ¿Será posible vivir sin
y las vivencias de los seres humanos, sus modalidades
violencia en los diferentes ámbitos en
de organización, de realización y resolución de necesi- los cuales nos desenvolvemos (…) La
dades. violencia existe y comprende todo
tipo de abuso de poder de unos sobre
otros. Es un fenómeno multifacético y
Al acercarse a una persona, un grupo o una comunidad, extendido en diferentes ámbitos de la
no se debe perder de vista que los mismos tienen una vida social”.
cotidianidad específica, porque “(...) la vida cotidiana es
la vida del hombre entero, o sea: el hombre participa en la vida cotidiana con todos
los aspectos de su individualidad, de su personalidad. En ella se ponen en obra todos
sus sentidos, todas sus capacidades intelectuales, sus habilidades manipulativas, sus
sentimientos, pasiones, ideas, ideologías” (Agnes, 1985:39; en Norma Méndez Vega,
2001).
Asumiendo, por una parte, la complejidad de la realidad social, que implica que
ningún conocimiento puede abarcarla totalmente, y el posicionamiento ético-político
de los profesionales, que conocen y construyen junto con la población el conocimiento
acerca de la misma realidad; una de las estrategias que la perspectiva de investigación-
acción participativa implica en el re-conocimiento conjunto de la realidad social es el
diagnóstico participativo. Este parte del establecimiento de una relación democrática
en la construcción del conocimiento acerca de lo que la realidad es, y se constituye en
uno de las instancias primeras del proceso de investigación-acción con herramientas
propias facilitadoras de la identificación de necesidades, capacidades, oportunidades
y limitaciones comunita-rias, la problematización y
el debate acerca de las priorización de las mismas, Para diagnóstico participativo
los procesos de negociación acuerdo acerca de la (ampliación de conceptos y aspectos
jeraquización de necesidades, el involucramiento de metodológicos) ver anexo y en CD
bibliográfico: José H. Guariguata – Red
actores y las alternativas de acción. Social Guayana, 2004; y programa
bolivariano, 2004.
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Junto con esa dimensión, puede destacarse la capacidad que este tipo de estrategias
metodológicas tienen para legitimar de forma inmediata el conocimiento obtenido
ante el público interesado en el tema, debiendo organizarse para ello actividades de
devolución de los resultados. De esa manera, se pueden ratificar o corregir los hallazgos
generados durante el proceso; exponiendo la labor profesional y de producción
científica a los procesos de crítica social y en esa medida, aporta el mutuo aprendizaje
a la vez que cumple con algunas exigencias de verificación.
Por lo tanto, vamos a conocer y trabajar con las comunidades, posicionando a las
mismas en un entramado social en estrecha vinculación con su coyuntura local desde
una visión global; con su pasado y presente que determinan sus necesidades y resig-
nifican sus proyectos.
ASPECTOS NIVELES
PRIMER NIVEL
SEGUNDO NIVEL
TERCER NIVEL
3- Conocimiento. Síntesis del proceso que permite una nueva tesis y re-
anudar el ciclo metodológico.