Está en la página 1de 1

LAS 13
MEJORES
FRASES
PARA LA
VIDA DE
CARL JUNG

   Ver todos

Carl Gustav Jung (1875-1961) fue


un psiquiatra, psicólogo y
ensayista suizo que se interesó
por la antropología, el arte, la
mitología, la religión y la
filosofía, incorporando a sus
teorías algunos aspectos de
estas disciplinas. Colaborador de
Freud en los inicios del
psicoanálisis, ambos se
distanciaron posteriormente por
divergencias profesionales. Por
su contribución a la psicología y
su trabajo sobre el mundo de los
sueños, Carl Jung está
considerado como una de las
figuras más importantes de la
historia de la psicología.

Para Carl Jung, la base de una


vida plena, sana y consciente
son el autoconocimiento, la
aceptación y el trabajo sobre la
propia «sombra». En nuestro
artículo de hoy seleccionamos
algunas de sus frases más
relevantes, que nos invitan a
reflexionar y a cuestionarnos
algunos conceptos importantes
de la vida:

 1- Quien mira hacia


afuera, duerme y
quien mira hacia
adentro, despierta

Colocamos esta frase en primer


lugar como representación del
mensaje principal de Jung: un
profundo autoconocimiento es
fundamental para el bienestar y
el equilibrio personal.

Vivimos en una sociedad que nos


hace mirar constantemente
hacia fuera, buscando la
felicidad y las respuestas a
nuestras preguntas en lo externo
(en los demás, la pareja, el
dinero, el trabajo, el estatus, las
posesiones materiales…).

En esta frase, Jung apela a la


responsabilidad que cada uno
tenemos sobre nuestra vida y
nos dice que la diferencia entre
conocernos o no y entre buscar
nuestras respuestas fuera o
hacerlo en nuestro interior es
tan grande como la que hay
entre dormir o estar despiertos.

2- Todos nacemos
originales y morimos
copias
Cuando somos niñas estamos
más cerca de nuestra verdadera
esencia y nos manifestamos
como realmente somos, pero a
medida que vamos creciendo
nos vemos condicionadas por
nuestro entorno. La educación
que recibimos, las normas
sociales y las creencias que
heredamos hacen que nos
adaptemos a las demás para
evitar problemas y sentirnos
queridas.

Aunque en este proceso haya


una parte positiva de
crecimiento y
convivencia, nuestra
autenticidad se va resintiendo y
acabamos amoldándonos a unas
normas sociales que de alguna
manera nos uniformizan y
reprimen partes de nuestro ser.

 3- Hasta la vida más


feliz no se puede
medir sin unos
momentos de
oscuridad, y la
palabra feliz perdería
todo sentido si no
estuviese equilibrada
por la tristeza
¿Cómo saber cuándo me siento
feliz si no conozco la tristeza?
Para poder apreciar los distintos
matices de la vida es necesario
perder el miedo a sentir las
emociones menos agradables y
empezar a verlas como lo que
son: estados naturales, útiles y
necesarios.

En relación a esta frase, Jung


también decía: «La gente va a
hacer cualquier cosa, no importa
lo absurda que sea, para evitar
hacer frente a sus propias
almas». Buscamos varitas
mágicas que nos hagan
felices en un abrir y cerrar de
ojos, hacemos “terapias” que
prometen la felicidad en un fin
de semana, la buscamos a través
de objetos o personas… huimos
de lo desagradable y queremos
ser felices de manera fácil,
barata, rápida, indolora y sin
mucho esfuerzo, pero cualquier
atajo que pretenda evitar la
realidad de la vida se convierte
en una opción poco sana y algo
inmadura.

 4- Lo que niegas te
somete, lo que
aceptas te
transforma.
Aquello a lo que te
resistes, persiste.
Hemos unido dos de las frases
más célebres de Carl Jung, que
se centran en otro de los puntos
principales de su mensaje: la
aceptación
aceptación. Existe la creencia
de que la negación de algo hará
que ésto desaparezca, por lo
que nos pasamos la vida
negando algunas de nuestras
emociones, actitudes,
circunstancias, deseos, rasgos
propios, etc… La negación no
sólo no hace desaparecer algo,
sino que produce el efecto
contrario: potencia aquello que
nos negamos a aceptar y nos
encadena a una lucha absurda
contra la realidad.

Paradójicamente, la
transformación sólo se puede
dar a partir de la aceptación:
solamente podemos actuar
sobre algo si previamente lo
aceptamos, si nos hacemos
cargo. Es importante
no confundir resignación con
aceptación
aceptación: aceptar es una
postura activa que implica
responsabilizarnos, dejar de
luchar contra lo que no podemos
cambiar y ver de qué
posibilidades disponemos
para vivirlo de la mejor manera
posible.

 5- La cosa más
aterradora es
aceptarse a sí mismo
por completo
Todos tenemos un lado
luminoso y otro oscuro, al que
Jung llamaba sombra. La
sombra está formada por todos
aquellos elementos menos sanos
o que vivimos como
desagradables: inseguridades,
frustraciones, miedo, culpa,
agresividad, características y
reacciones neuróticas, etc… (lo
que en terapia Gestalt
llamamos egoego), y que
normalmente permanecen en el
ámbito de lo inconsciente hasta
que nos trabajamos a nivel
profundo.

Por regla general aceptamos y


mostramos abiertamente
nuestro «lado bueno», pero
rechazamos, reprimimos y
ocultamos el que consideramos
«malo». Tomar conciencia y
aceptar ambos nos librará del
malestar y del agotador esfuerzo
que supone tratar de ser
distintos a como realmente
somos. En línea con la frase
número 3, el camino hacia el
equilibrio pasa por la aceptación
de nuestro ser al completo.
Hacernos cargo de lo nuestro
hará que podamos empezar a
ocuparnos de ello.

 6- El conocimiento
de tu propia
oscuridad es el mejor
método para hacer
frente a las tinieblas
de otras personas
El trabajo personal sobre uno
mismo también ayuda a
comprender y empatizar con los
demás. Desde la aceptación y el
trabajo de mis partes
desconocidas o menos
agradables, podré ver de otra
manera a las personas que me
rodean y relacionarme con ellas
de forma más sana.

Por otro lado y desde la


perspectiva de la profesión
terapéutica, el hecho de haber
realizado un trabajo personal
profundo resulta imprescindible
para poder acompañar a otras
personas en ese mismo camino.
Sólo cuando nos hemos
enfrentado a nuestras propias
tinieblas podemos tener la
autoridad y el conocimiento
necesarios para ofrecer ayuda a
aquellos que inician el mismo
proceso.

 7- La vida no vivida
es una enfermedad
de la que se puede
morir
En esta frase, Carl Jung nos habla
de todas las cosas que no nos
permitimos y que por lo tanto
dejamos de experimentar.
Miedo, vergüenza, cumplir con
expectativas ajenas o
convenciones sociales, no
atender nuestras verdaderas
necesidades, no expresar lo que
sentimos, inhibiciones… son las
actitudes causantes de que
reprimamos nuestros auténticos
deseos y necesidades.

La vida no vivida, por lo tanto,


es la que realmente deseamos o
necesitamos pero que por todas
las razones anteriores no nos
dejamos vivir, causándonos
frustración, arrepentimiento y
dolor. Las últimas palabras de
Carl Jung en su lecho de muerte
fueron: «¡Qué maravilla, qué
maravilla!«. Se cree que Jung se
refería a la vida que acababa, en
su caso parece ser que este gran
psicólogo se encargó de no
tener que arrepentirse de una
«vida no vivida».

 8- Todo depende de
cómo vemos las
cosas, y no de la
forma en que son en
sí mismas
Sólo podemos percibir las cosas
a través de nuestra propia
mirada, en la que
inevitablemente influyen
nuestras vivencias, deseos,
creencias, miedos, educación,
emociones, etc… Dicho de otra
manera: cada una de nosotras
lleva unas «gafas de ver el
mundo», un filtro personal e
intransferible con las que
interpreta la realidad a su
manera.

Para quien tiene una visión


trágica del mundo todo es dolor
y sufrimiento, para quien está
siempre a la defensiva, todo es
amenazante o agresivo… Allá
donde miramos nos vemos a
nosotras mismas, puesto que
proyectamos lo propio en todo
aquello que observamos. Tomar
conciencia de ello es clave para
poder apartar las
interpretaciones erróneas y las
proyecciones que dificultan
nuestras relaciones y bienestar.

 9- Todo lo que nos


irrita de otros nos
lleva a un
entendimiento de
nosotros mismos
En línea con la anterior,
podemos ver en esta frase de
Carl Jung una nueva referencia a
la proyección. Teniendo en
cuenta que proyectar es ver lo
propio en el exterior, a través de
nuestras «gafas de ver el
mundo» también proyectamos lo
nuestro sobre las personas que
nos rodean.

La pregunta a hacernos en este


caso es: ¿qué tiene que ver
conmigo eso que me molesta del
otro?. A lo mejor no me doy
permiso para hacer lo mismo y
por eso me molesta, quizás veo
cosas en ti que rechazo de mí
mismo, puede que crea que
necesita lo que en realidad
necesito yo, o que siente
emociones que me pertenecen a
mí… En cualquier caso, ver lo
que nos molesta de los demás
nos permite mirarnos más
profundamente y descubrir algo
nuevo sobre nuestra manera de
ser.

 10- La depresión
es como una señora
de negro. Si llega
no la expulses, más
bien invítala como
una comensal
en la mesa,
y escucha lo que
te tiene que decir
Por regla general nos
esforzamos en eliminar el
síntoma lo más rápidamente
posible sin preocuparnos en
escuchar cuál es su mensaje.
Como sucede por ejemplo con la
ansiedad, el estrés, el insomnio
u otros problemas de carácter
emocional, psicológico y
también físico, la gran mayoría
de veces la depresión es el
síntoma, la señal de que hay
algo que debe ser revisado,
como la fiebre que aparece en
una infección.

Un síntoma no se presenta sin


motivo, sino que cumple una
función, está respondiendo a
algo que sucede en nuestro
interior. Si nos limitamos a
eliminarlo porque nos resulta
molesto, no podemos desvelar
su origen ni llegar a un
entendimiento (ni sanación) en
un nivel profundo. Un trabajo
terapéutico serio no se limita a
eliminar malestares sin
interesarse por el mensaje que
éstos están tratando de revelar.

 11- No debemos
pretender
comprender el
mundo sólo por el
intelecto, pues es
sólo parte de la
verdad. La psique
humana vive en
unión indisoluble con
el cuerpo, y tampoco
puede haber
transformación sin
tener en cuenta las
emociones
A nivel social, cultural y
educacional se potencia y valora
el plano intelectual, dejando de
lado otros aspectos igualmente
importantes como son los
niveles emocional y corporal.
Siguiendo esta línea muchos
enfoques psicológicos se han
centrado en la parte racional,
aunque nuestros tres centros
principales (cuerpo, mente y
emociones) se relacionan y
afectan de forma constante.

Pretender comprender el mundo


o a una misma sólo a partir del
intelecto, pues, nos da una
visión sesgada e incompleta.
Jung nos enseña que sólo a partir
del trabajo en los tres niveles se
puede dar una transformación
profunda. Actualmente se ha
demostrado, además, que las
emociones y las experiencias
vividas en primera persona
juegan un papel esencial a la
hora de aprender y de trabajar
aspectos personales.

 12- Cuando el amor


es la norma, no hay
voluntad de poder, y
donde el poder se

impone, el amor falta


En esta frase Jung habla de la
contraposición entre amor y
poder y nos recuerda que una
relación sana se establece a
partir de la igualdad. La
necesidad de imponerse suele
responder a una falta de amor y
ser resultado de miedos e
inseguridades.

El control y la necesidad de
poder en una relación induce al
desequilibrio y a que al menos
una de las partes no tenga
espacio ni libertad suficiente,
hecho que irremediablemente
daña tanto a la parte oprimida
como a la pareja.

 13- Hasta que no te


hagas consciente de
lo que llevas en tu
inconsciente, éste
último dirigirá tu vida
y tú le llamarás
destino
Como hemos comentado en
algunas de las frases anteriores,
todos y cada uno de nosotros
tenemos aspectos que
ignoramos y que, sin saberlo,
marcan nuestras elecciones,
actitudes y contenido mental.
Aunque obviamente el mayor
impedimento para liberarnos de
pensamientos, emociones y
actitudes menos sanas son
nuestros aspectos inconscientes
negativos, en este plano
desconocido también hay
recursos y elementos positivos
que, cuando salen a la luz, nos
pueden ayudar en nuestro
camino hacia el bienestar.

También podría gustarte