Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LAS 13
MEJORES
FRASES
PARA LA
VIDA DE
CARL JUNG
Ver todos
2- Todos nacemos
originales y morimos
copias
Cuando somos niñas estamos
más cerca de nuestra verdadera
esencia y nos manifestamos
como realmente somos, pero a
medida que vamos creciendo
nos vemos condicionadas por
nuestro entorno. La educación
que recibimos, las normas
sociales y las creencias que
heredamos hacen que nos
adaptemos a las demás para
evitar problemas y sentirnos
queridas.
4- Lo que niegas te
somete, lo que
aceptas te
transforma.
Aquello a lo que te
resistes, persiste.
Hemos unido dos de las frases
más célebres de Carl Jung, que
se centran en otro de los puntos
principales de su mensaje: la
aceptación
aceptación. Existe la creencia
de que la negación de algo hará
que ésto desaparezca, por lo
que nos pasamos la vida
negando algunas de nuestras
emociones, actitudes,
circunstancias, deseos, rasgos
propios, etc… La negación no
sólo no hace desaparecer algo,
sino que produce el efecto
contrario: potencia aquello que
nos negamos a aceptar y nos
encadena a una lucha absurda
contra la realidad.
Paradójicamente, la
transformación sólo se puede
dar a partir de la aceptación:
solamente podemos actuar
sobre algo si previamente lo
aceptamos, si nos hacemos
cargo. Es importante
no confundir resignación con
aceptación
aceptación: aceptar es una
postura activa que implica
responsabilizarnos, dejar de
luchar contra lo que no podemos
cambiar y ver de qué
posibilidades disponemos
para vivirlo de la mejor manera
posible.
5- La cosa más
aterradora es
aceptarse a sí mismo
por completo
Todos tenemos un lado
luminoso y otro oscuro, al que
Jung llamaba sombra. La
sombra está formada por todos
aquellos elementos menos sanos
o que vivimos como
desagradables: inseguridades,
frustraciones, miedo, culpa,
agresividad, características y
reacciones neuróticas, etc… (lo
que en terapia Gestalt
llamamos egoego), y que
normalmente permanecen en el
ámbito de lo inconsciente hasta
que nos trabajamos a nivel
profundo.
6- El conocimiento
de tu propia
oscuridad es el mejor
método para hacer
frente a las tinieblas
de otras personas
El trabajo personal sobre uno
mismo también ayuda a
comprender y empatizar con los
demás. Desde la aceptación y el
trabajo de mis partes
desconocidas o menos
agradables, podré ver de otra
manera a las personas que me
rodean y relacionarme con ellas
de forma más sana.
7- La vida no vivida
es una enfermedad
de la que se puede
morir
En esta frase, Carl Jung nos habla
de todas las cosas que no nos
permitimos y que por lo tanto
dejamos de experimentar.
Miedo, vergüenza, cumplir con
expectativas ajenas o
convenciones sociales, no
atender nuestras verdaderas
necesidades, no expresar lo que
sentimos, inhibiciones… son las
actitudes causantes de que
reprimamos nuestros auténticos
deseos y necesidades.
8- Todo depende de
cómo vemos las
cosas, y no de la
forma en que son en
sí mismas
Sólo podemos percibir las cosas
a través de nuestra propia
mirada, en la que
inevitablemente influyen
nuestras vivencias, deseos,
creencias, miedos, educación,
emociones, etc… Dicho de otra
manera: cada una de nosotras
lleva unas «gafas de ver el
mundo», un filtro personal e
intransferible con las que
interpreta la realidad a su
manera.
10- La depresión
es como una señora
de negro. Si llega
no la expulses, más
bien invítala como
una comensal
en la mesa,
y escucha lo que
te tiene que decir
Por regla general nos
esforzamos en eliminar el
síntoma lo más rápidamente
posible sin preocuparnos en
escuchar cuál es su mensaje.
Como sucede por ejemplo con la
ansiedad, el estrés, el insomnio
u otros problemas de carácter
emocional, psicológico y
también físico, la gran mayoría
de veces la depresión es el
síntoma, la señal de que hay
algo que debe ser revisado,
como la fiebre que aparece en
una infección.
11- No debemos
pretender
comprender el
mundo sólo por el
intelecto, pues es
sólo parte de la
verdad. La psique
humana vive en
unión indisoluble con
el cuerpo, y tampoco
puede haber
transformación sin
tener en cuenta las
emociones
A nivel social, cultural y
educacional se potencia y valora
el plano intelectual, dejando de
lado otros aspectos igualmente
importantes como son los
niveles emocional y corporal.
Siguiendo esta línea muchos
enfoques psicológicos se han
centrado en la parte racional,
aunque nuestros tres centros
principales (cuerpo, mente y
emociones) se relacionan y
afectan de forma constante.
El control y la necesidad de
poder en una relación induce al
desequilibrio y a que al menos
una de las partes no tenga
espacio ni libertad suficiente,
hecho que irremediablemente
daña tanto a la parte oprimida
como a la pareja.