Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta es una pregunta que todo cristiano debe hacerse, y para encontrar la respuesta
podemos hacer un paralelo con la vida de los padres e hijos
Y encontramos que algunas veces, cuando los padres pedimos algo a nuestros hijos, la
mayoría coincidimos en que la petición suele ser “obediencia”,
Ahora, cuando Dios pide algo de nosotros, no es diferente a nuestra petición de padres:
Dios pide de sus hijos, una vida que le glorifique por medio de la obediencia,
Pero cuando Dios nos demanda un estilo de vida que le glorifique solo a Él, es una
petición que siempre redunda en nuestro bien,
Recordando siempre que Él es un Dios amoroso, y que nos ha creado y ha dado todo para
nuestra salvación lo más preciado de Él ¡Su amado Hijo¡
Si usted desea profundizar un poco más sobre cómo podemos ser verdaderos siervos de
Dios, por favor visite Principios Para Ser Un Siervo Eficaz De Cristo
Desde el Génesis, con Adán y Eva, Dios ha dejado mandamientos que nos permiten
identificar la Voluntad divina,
Así, para Adán existía la Ley: Multiplicar, reproducir, sojuzgar, labrar el huerto y No
comerás,
Por tanto, Adán y Eva sabían lo que agradaba y lo que ofendía a Dios porque Él les había
expresado su Voluntad.
Pero, para poder cumplir esa Ley y crecer en obediencia, necesitamos de la gracia divina,
necesitamos del poder de Cristo y del Espíritu Santo
Pues el hombre por sí mismo, es incapaz de cumplir la ley y vivir una vida santificada.
¿Qué pide Jehová tu Dios de ti? Que le amemos con todo nuestro ser.
Deuteronomio 10:12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas
a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos,
y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
Nos podemos preguntar ¿Por qué Dios pide algo de nosotros? Pero esta es una pregunta
que rechaza a Dios,
Es la pregunta de una persona que quiere vivir sin Ley, en independencia de Dios,
creyendo que Dios no tiene derecho a pedirnos nada
Pero Dios sí tiene todo el derecho de pedir todo cuanto Él quiera de nosotros, porque Él
nos creó y Dios tiene autoridad sobre su creación
Y Dios es el juez supremo que impone la Ley moral y exige que la obedezcamos, para
gloria de Él y para bendición nuestra.
Por tanto, Dios exige de nosotros: temor de Dios, andar en sus caminos, amarle y servirle
con todo nuestro ser.
Y encontramos las palabras de Lutero refiriéndose al temor de Jehová, como al temor que
un niño tiene por su padre.
En este sentido, Lutero estaba pensando en un niño que tiene un gran respeto y amor por
su padre o madre y que realmente quiere complacerlos.
Como un niño que tiene temor o ansiedad de ofender a quien ama, no por miedo a una
tortura, o incluso a un castigo,
Sino más bien porque tiene miedo de disgustar a aquel que es —en el mundo de ese niño
—, la fuente de seguridad y amor.[1]
De igual forma nosotros, debemos amar a nuestro Dios de tal forma que nos de miedo y
dolor, ofender a Aquel que es nuestra fuente de seguridad y amor.
¡Este temor nos pide Jehová¡ de manera que vivamos dando honra a Dios con todos
nuestros actos
Pero también significa «andar con Dios» (Génesis 5:22), vivir en Su presencia y vivir
responsablemente delante de Él (Génesis 17:1).
Por tanto, si queremos ser creyentes verdaderos, que “andan en los caminos del Señor”
debemos aprender a vivir toda nuestra vida en la presencia de Dios,
¿Qué pide Jehová tu Dios de ti? Que le ames y le sirva, con todo tu ser
En términos generales, este verbo “amar” del hebreo, equivale al vocablo «amar» en
castellano,
En ese sentido, Dios pide de nosotros que determinemos en nuestro corazón amarle tanto,
que deseemos que Él sea nuestro único Dios y queramos estar solo con Él
¡Dios pide de nosotros que le busquemos y nos gocemos en Su presencia¡
Pero también Dios pide que le sirvamos, entendiendo el servicio como un acto de
adoración que involucra todo nuestro ser: con todo tu corazón y con toda tu alma:
Por eso alguien definió la adoración como “la ocupación del corazón, no con sus
necesidades, ni siquiera con sus bendiciones, sino con Dios mismo”.
Es así como debemos entender que la verdadera adoración se enfoca en el Ser de Dios y
no únicamente en lo que Dios hace por nosotros.
Deuteronomio 10:13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te
prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
De manera, que al tener esos mandamientos, tan protegidos en nuestro corazón, los
podamos cumplir responsablemente.
Y recordemos, que esto parece muy difícil, si estamos pensando en lograrlo en nuestras
propias fuerzas e inteligencia,
Pero eso no es así ¡Jamás lo lograríamos¡ pero la gracia divina nos ha provisto de la
presencia del Espíritu Santo en nuestro corazón,
Que nos da el poder, el dominio propio, el discernimiento y la sabiduría para vivir
conforme la Ley de Dios.
Por tanto, la felicidad del cristiano es una consecuencia de vivir en santidad, y la santidad
es obedecer sus mandamientos,
De manera que tengamos siempre presente que, el amor a Dios se expresa en obediencia.
Deuteronomio 10:14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos,
la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
¿Quién es el que nos ama? ¡El Creador de los cielos, los cielos de los cielos, la tierra y de
todo lo que existe sobre ella¡
No habla del amor de un hombre o una mujer, no habla de cosas pequeñas o creadas, sino
que nos habla del amor de Aquel que nos creó
Es así como somos llamados a ver, contemplar, admirar la grandeza del Dios que nos
ama
¡Este es un llamado a meditar en Quién es Dios¡ y entender por qué debemos amarle con
todo nuestro ser.
Y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como
en este día.
Dios pudo escoger a cualquier pueblo de la tierra para amarlos y hacer de ellos Su
pueblo.
Pero a Dios le plació elegir a Israel, y ahora a su iglesia, solamente para amarnos, para
darnos salvación y vida eterna juntamente con Él
Y no nos ha elegido porque haya mérito en nosotros, porque seamos buenos o útiles para
Él, sino que nos eligió en “el puro afecto de Su voluntad”, en Su soberanía y por su pura
gracia.
Y por todo ello, nosotros como su pueblo, debemos amar a Dios en correspondencia a ese
maravilloso amor que Él ya nos manifestó.
El Señor resumió toda la Ley, en dos grandes mandamientos: amar a Dios con todo
nuestro ser y amar al prójimo como a nosotros mismos.
Esto nos enseña, que no podemos tener una vida centrada en nosotros mismos, en nuestra
voluntad y necesidades,
Sino que hemos sido escogidos por Dios para vivir una vida de entrega a nuestro Creador
y a nuestros hermanos.
Dios mostró, manifestó, reveló su propio carácter que esencia es amor, dando a Su Hijo
amado,
Para dar vida a todos los que estábamos muertos, destituidos de la gloria de Dios, bajo la
ira divina ¿Existe una mayor expresión de amor?
1 Juan 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
Sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros
pecados.
La Palabra dice, que Dios “Envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”, y
propiciación significa cubrir con Su sangre,
De manera que en la expresión de amor del Padre hubo un sacrificio, un derramamiento
de sangre, para que la ira divina ya no estuviese sobre nosotros
Por tanto, si Dios nos amó primero, cuando éramos enemigos de Dios, cuando le
rechazábamos y no queríamos nada con Él,
Lo menos que podemos hacer es, corresponder amando a Dios, y ese amor nuestro solo lo
podemos manifestar con una vida de obediencia a su Palabra.
Moisés está conectando la señal del pacto, que era la circuncisión, con su significado
genuino.
Es decir, Moisés nos está recordando que esa señal externa de la circuncisión apunta a la
necesitad No simplemente de una obediencia aparente o religiosa,
Sino que la Ley de Dios demanda una obediencia del corazón, una obediencia interna,
porque para amar a Dios y a nuestro prójimo,
Es necesario tener una purificación del corazón, es necesario quitar el hombre viejo que
está adentro y reemplazarlo con el hombre nuevo en Cristo Jesús.
Deuteronomio 10:17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores,
Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas,(D) ni toma cohecho;
Debemos saber que Dios ama a todo su pueblo, a toda su iglesia y que Él no actúa con
parcialidad,
Pero también, debemos saber que Dios no acepta “sobornos”, Él es Dios justo y santo y
en su gracia y misericordia siempre su mano estará extendida a nuestro favor.
Deuteronomio 10:18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al
extranjero dándole pan y vestido.
Porque Dios es Todopoderoso, y es Dios quien siempre actúa a nuestro favor, pero
también Él nos exige que esa bondad nosotros la manifestemos a nuestro prójimo
Porque el Señor nos manda a no olvidar que nosotros también fuimos extranjeros en
tierra de Egipto, cuando éramos hijos del mundo.
Conclusión.
Deuteronomio 10:20-21 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por
su nombre jurarás.
¿Qué pide Jehová tu Dios de ti? Que haya en nuestro corazón temor de Dios y que
andemos en su camino,
Y que no olvidemos que nuestro servicio y obediencia al Señor está basada en lo que Él
ha hecho por nosotros, y nuestra respuesta ha de ser un corazón agradecido por su
bondad.
Considerando que si hay una falta de obediencia y reverencia al Señor, casi siempre es
fruto de una fala de apreciación de lo que Dios ya ha hecho por nosotros.
Por tanto, el llamado es a rendir nuestra vida en alabanza y adoración a nuestro Dios
porque Él es grande, y maravillosa su obra, en nuestra vida
Y la obra más grande que Dios ha hecho por nosotros, es darnos la salvación, una obra
que solo Él podía hacer.