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Ministerios Ebenezer Honduras

Iglesia de Cristo Ebenezer Hosanna


Doctrina Avanzada
Prosperados por la palabra.,

Renacidos
por la Palabra
Jueves 25 de Abril de 2019
1 Pedro 1:22-23 (RV60) Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la
verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros
entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible,
sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
INTRODUCCIÓN:
Nuestro Pastor German Ponce hace unos días para ser preciso un día domingo, hablo sobre la visión
del renuevo, que incluyo un segundo tema ese día llamado “El misterio de Nazaret”, donde nuestro
pastor nos explicaba de que de la palabra griega Nazaret (G3478), venia de una raíz hebrea que es
la palabra Nétser (H5342) que significa “Renuevo”, dándonos a entender que el verdadero
renuevo viene de Dios. ¿Qué tiene de especial este misterio? bueno que Nétser o Nazaret es una
clara referencia a nuestro Señor Jesús y el nombre de la ciudad donde el habitó y por esa misma
razón al mismo Señor le decían Jesús de Nazaret (Renuevo de Salvación).
La biblia que es palabra de Dios declara que nuestro Señor, habitó, tuvo su niñez y probablemente
su adolescencia en Nazaret (Retoño o Renuevo), la palabra dice que un día Él, Lucas 4:16 (LBLA)
Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga
el día de reposo, y se levantó a leer. Mire lo interesante de esta costumbre de los que
habitaban en el Renuevo ellos:
 Se Congregaban
 Leían las escrituras
Estas son las costumbres es decir la forma habitual de un renacido, de un renuevo de Nazaret, o un
Nétser y es así porque es producto de la nueva naturaleza que se produce en cada creyente
regenerado que se le ha despojado de la carne, que se le ha talado para que vuelva a resurgir como
una persona espiritual, se le ha quitado la simiente corruptible del primer Adán y ha surgido un
renuevo incorruptible del postrer Adán nuestro Señor Jesucristo.
Por ello el Apóstol Pablo nos dice: Colosenses 3:1-2 (RV60) Si, pues, habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. La nueva vida recibida por
nuestra vinculación con Cristo, nos exige un modo de comportamiento radicalmente distinto del que
era natural en la vida de esclavitud al que pertenecíamos.
“Un verdadero Cristiano desea más las cosas del Cielo que las cosas de la Tierra”
Esta nueva forma de existencia es el resultado de haber resucitado con Cristo, Notemos que en este
texto el Apóstol Pablo habla tres aspectos de la vida de Cristo, su muerte, su resurrección y su
glorificación. En nuestra identificación con Cristo, nos dice “si habéis resucitado con Cristo”, es decir
ya pasamos por un proceso de muerte, aunque no física, pero si del viejo hombre, por tanto
buscamos lo de arriba que es nuestra futura glorificación.
Si ya morimos a lo terrenal y a sus pasiones, nuestra nueva naturaleza es la naturaleza de Cristo y
como lo dice el Apóstol Pablo, buscaremos lo de arriba, pero no es simplemente arriba, sino arriba
donde esta Cristo. Porque así como Cristo fue elevado al cielo, así los creyentes tenemos nuestra
posición legal arriba, Nuestra ciudadanía al haber muerto al viejo hombre terrenal y sus pasiones,
pasó de terrenal a ser una ciudadanía Celestial.

¿Cómo ocurrió esta conversión de terrenal a Espiritual o Celestial? el Apóstol Pedro nos dice que
hemos sido renacidos por la palabra que vive y permanece, la simiente incorruptible, y al igual que
el Apóstol Pedro, el Apóstol Santiago también no enseña diciéndonos; Santiago 1:18 (LBLA) En
el ejercicio de su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que
fuéramos las primicias de sus criaturas. Es claro que en la salvación del hombre nada tiene
que ver la acción humana.
Pero lo importante es saber que el medio que El Señor escogió para producir el nuevo nacimiento
fue la palabra de verdad. Cuando habla de la palabra de verdad, es porque hay otro tipo palabra que
no es verdad, esta palabra es la del diablo, que nada tiene que ver con la palabra de Dios. El termino
“la palabra de verdad” está vinculado al evangelio de vuestra salvación, del cual nos habla el Apóstol
Pablo diciéndonos Efesios 1:13 (NBLH) En El también ustedes, después de escuchar el
mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron
sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, Quiere decir que el mensaje del
evangelio expresa la verdad quien es Cristo mismo y esta verdad surte un efecto salvífico en cada
creyente al momento de creerla con la mente y el corazón.
Ahora bien el Apóstol Santiago nos dice como hemos sido renacidos por la palabra, nos enseña la
relación que debemos de tener con la palabra, Recordemos que mantenernos en la palabra deberá
de ser la costumbre o la forma habitual de vida de un renacido y Santiago nos enseña que es lo que
debemos de hacer, nos enseña cual es la Relación del cristiano y la Palabra de verdad, ¿Cómo nos lo
enseña? En los puntos siguientes:
DESARROLLO:
1.- Ser Pronto para Oír
Santiago 1:19 (LBLA) Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
Lo primero que Santiago nos advierte tiene que ver con la disposición de oír, esta acción tiene
relación con la palabra, por tanto, la exhortación está orientada para generar disposición del
cristiano de prestar atención a las escrituras.
¿Cómo debemos de oír la escritura?
Santiago dice que debemos de ser prontos para oír, eso es ser rápido, veloz, Es decir todo creyente
debe de ser rápido para oír la palabra.
¿Por qué pronto para oír? Por dos razones;
1. La Biblia es palabra de Dios. (2Timoteo 3:16)
2. La fe viene por el Oír la palabra (Romanos 10:17)
Lo anterior exige ir a la escritura sin condiciones interpretativas, pues la tradición interpretativa
condiciona el correcto entendimiento de la voluntad de Dios expresada en la palabra, recodemos las
palabras del Señor que dijo a los religiosos conocedores de biblia; Mateo 15:7-9 (RV60)
Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me
honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como
doctrinas, mandamientos de hombres. Las tradiciones de las escuelas teológicas o del sistema
interpretativa denominacional condicionan el entendimiento de las escrituras. Es preciso que cada
uno de nosotros vayamos a las escrituras en oración y con la disposición de Samuel, “Habla porque
tu siervo oye”, también esto sucede cuando a alguien Dios le da Rhema, el Rhema es para que se
haga vida en el que lo recibió, luego en su familia y por ultimo con los demás hermanos, pero
muchos reciben el Rhema y no esperan a que se haga vida en ellos antes de enviarlo a los demás
hermanos esas cosas son de gente religiosa que conoce de la palabra.
Otro punto importante de la exhortación de Santiago, es que siendo rápido o prontos para oír, por
otro lado también debemos de ser lentos para hablar. En este caso es el Rey Salomón con su
sabiduría nos lo ilustra diciendo; Eclesiastés 5:2 (LBLA) No te des prisa en hablar, ni se
apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo
y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras. Esta forma especial de advertencia
pareciera que tiene relación con la tendencia humana de hablar demasiado en la presencia de Dios
en lugar de acudir a su presencia con la disposición de oír su palabra, debemos de entender algo,
puede haber mucho que le tengamos que decir al Señor, pero nada es más importante para nosotros
que escuchar su voz y que sea el que nos diga que hacer y cómo hacerlo.
El Rey Salomón nuevamente nos explica el porqué de sus razonamientos y nos dice Proverbios
10:19 (RVA). En las muchas palabras no falta pecado, pero el que refrena sus labios
es prudente. La capacidad de controlar las palabras y de callar, es expresión de la capacidad de
dominio propio, que es evidencia de madurez espiritual, notemos que la verdadera sabiduría está en
la capacidad de reprimir el deseo de hablar, por eso el texto dice “el que refrena sus labios es
prudente”.
El Apóstol Santiago vincula las muchas palabras con la ira, como dando a entender que el que
mucho hablar termina discutiendo, metiéndose a líos, desagrada a los demás porque dijo cosas que
no debió decir, en el sentido espiritual habla tanto que no escucha a Dios y termina haciendo votos
que al final le toca cumplir.
Cuando nos referimos a la ira, esta trae consigo graves dificultades en la vida del creyente.
1. Estorba las oraciones (1timoteo 2:8)
2. Da oportunidad al diablo (Efesios 4:27)
Usted no puede decir que es Líder, o que es un buen cristiano si anda airado con otro hermano, tal
vez usted dirá yo hago oración y a mí no me pasa nada, recuerde Aarón, Dios le paso factura en una
sola cuenta y fue despojado, hermano aprenda a perdonar a los demás y a escuchar a Dios, para que
siga avanzando.
Como un renacido de la palabra del Señor, debemos de correr a oír para obedecer y estar más
tiempo pendientes de los que Dios nos dice a lo que nosotros podemos decir.
2.- Recibid con Mansedumbre
Santiago 1:21 (RV60) Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de
malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar
vuestras almas.
El resultado de aplicar la enseñanza recibida es comenzar por desechar toda inmundicia, esto es
despojarnos.
“Quien vive para obedecer la palabra de Dios se despoja de toda inmundicia.”
La inmundicia se aplica a lo que es moralmente sucio y corrupto, por tanto debe de ser despreciable
para el creyente, un verdadero creyente de la palabra de Dios no puede andar en obras de
corrupción e inmundicia, debe de dar testimonio de que es un hombre nuevo, correcto y que da un
buen testimonio ante los demás de lo que Dios ha hecho en él.
Este versículo también nos habla de la malicia, la cual tiene que ver con todo lo que es perverso o
vicioso, lo que quiere decir que como cristianos prontos para oír y obedecer la palabra debemos de
renunciar no solo a toda mancha moral, sino también a cualquier manifestación externa de mal.
Por estas causas la palabra de Dios nos da dos exhortaciones:
 La primera es “desechando”,
 La segunda es “recibid”.
De manera que lo primero es desechar cosas impuras y en cambio preparar nuestro corazón para la
palabra de Dios recibiéndola.
El Apóstol Santiago dice, recibid con mansedumbre la palabra implantada, pero aquí viene la
pregunta ¿cuándo fue implantada? La respuesta nos la da la misma escritura cuando al referirse a
esto dice: Romanos 10:8-9 (RV60) Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu
boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Según el Apóstol Pablo ya traíamos una semilla de la palabra ya en nuestro
corazón, en otras palabra esta ya estaba en nosotros desde la eternidad pasada desde antes de que
viniésemos a este mundo, solo que esperaba su activación en el tiempo oportuno de Dios, el día que
decidimos aceptarlo no solo como nuestro único Dios si no como nuestro Salvador.

La salvación se alcanza mediante una respuesta de fe al mensaje proclamado, pero en todo creyente
ya estaba esa semilla de la palabra preparada para germinar y llevar fruto, de modo que la palabra
había sido implantada en el creyente, solo esperaba su activación y germinación dentro del corazón
del cristiano.
Esta fue la promesa divina en las escrituras la cual dice; Jeremías 31:33 (RVA) Porque éste
será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehovah:
Pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos
serán mi pueblo. Dios dijo desde las generaciones pasadas lo que haría con su iglesia, Él dijo que
escribiría su ley en sus corazones. Cuando la palabra está implantada y se ha enraizado en la vida del
cristiano, pasa a controlar su vida puesto que esta sobre el corazón, que es el asiento delas
emociones y la voluntad del hombre.
El Señor nos implantó esa palabra que al mismo tiempo debemos de recibir abundantemente, como
nos lo dice el Apóstol Pablo; Colosenses 3:16 (LBLA) Que la palabra de Cristo habite en
abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a
otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de
gracias en vuestros corazones. El nuevo estilo de vida del creyente se deberá moldear por la
palabra, de ahí que el Apóstol Pablo diga que tiene que estar en abundancia.
¿Por qué la palabra debe ser abundante? porque nos ayudara a edificarnos unos a otros, por otro
lado, solamente la abundancia de palabras te hará alabar al Señor y darle acciones de gracias.
Entonces Santiago nos dice, que seamos prontos para oír y de esta manera recibiremos esa palabra
que nos conduce a la salvación y desde luego a la santificación, que es vida piadosa práctica.
3.- Sed Hacedores
Santiago 1:22 (LBLA) Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se
engañan a sí mismos.
Esta última observación del Apóstol Santiago, nos exige a no solo ser oyentes de la palabra, sino que
se le practicantes. Hermanos la Palabra no basta con aceptarla, es necesario llevarla a cabo,
atendiendo sus indicaciones y obedeciendo sus demandas, pues la fe que descansa en la palabra ha
de manifestarse en obras que la hagan visible.
Esta es la razón por la que Moisés dio esta instrucción: Deuteronomio 30:8 (RVA) Pero tú
volverás a escuchar la voz de Jehovah, y pondrás por obra todos sus mandamientos
que yo te mando hoy. Ningún que dice ser creyente debe de conformarse con oír, recibir y
conocer la palabra, se han de practicar sus instrucciones. La responsabilidad de cada creyente es que
ser hacedores de la palabra, practicantes de ella, como por ejemplo nadie podrá volar un avión solo
oyendo como funciona, o recibiendo un curso de vuelo, se necesita que pongas en práctica todo
conocimiento teórico.
¿Que nos enseñó nuestro Señor? Nos enseñó en Mateo 7:24 (LBLA). Por tanto, cualquiera
que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre
sabio que edificó su casa sobre la roca; Para ser cristianos fuertes se necesita ser practicantes
de la palabra, no tan solamente oidores.
Es clara respuesta es versículo bíblico a la pregunta ¿Que nos hace sabios?, la respuesta es el ser
practicantes de la palabra del Señor. Notemos que el ser practicantes de su palabra nos da
seguridad, al contrario al que no la práctica, Es decir, las tormentas de la vida llegarán en algún
momento y cuando eso suceda necesitamos estar bien cimentados en la palabra, eso solo lo
logramos cuando tenemos nuestros sentidos ejercitados por la práctica.
La práctica de la palabra nos hace cercanos al Señor, por esta razón El Señor Jesucristo cuando le
dijeron; Lucas 8:20-21 (NVI) Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte,
le avisaron. Pero él les contestó: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la
palabra de Dios y la ponen en práctica. El oír y el hacer, nos identifica con nuestro Señor, la
unidad de la familia espiritual debe ser mucho mayor de lo que significa la familia biológica, pues la
unión de la familia espiritual es eterna.

Todos los que oyen pero no practican son los que no creen, estos que no creen son personas que van
a la iglesia e inclusive pueden haberles dado cargos de liderazgo por afinidad a un anciano, sin
embargo son persona que no practican la palabra y tienen hasta rencores con otros hermanos, pues
independientemente de que haya hablado de él o el haya sido el ofendido su deber es perdonar
ponerse a cuentas con el hermano para que sus peticiones no sean estorbadas.
Quienes no creen siguen siendo considerados como extraños en la familia de Dios, Ahora quienes
son los cercanos, lo que no simplemente oyen, sino que ponen en práctica el mensaje, haciendo así
la voluntad de Dios. Notemos que El Señor no nos ha dejado solos, es decir lo que hago lo hago por
medio y con la ayuda del Espíritu Santo, Por eso es que la escritura dice que Él nos ha dado el querer
como el hacer, por su buena voluntad.
Siendo rápidos para oír, mansos en recibir, para finalmente practicar es como nos volvemos
cercanos al Señor.
CONCLUSIÓN:
Renacidos por la Palabra
Cuál es la relación del cristiano y la Palabra de verdad.
1. Ser Pronto para Oír - De manera que como un renacido de la palabra del Señor, debemos de
correr a oír, estar más tiempo pendientes de los que Dios nos dice.
2. Recibid con Mansedumbre – Debemos ser prontos para oír y de esta manera recibiremos esa
palabra que nos conduce a la salvación y desde luego a la santificación.
3. Sed Hacedores – Siendo rápidos para oír, mansos en recibir, para finalmente practicar es como
nos volvemos cercanos al Señor.
Así que la relación del creyente con la palabra es siempre, rápidos para oír, mansos en recibirla, para
finalmente ponerla por obra, ser practicantes de la palabra, Pedro lo llamo ser renacidos por la
palabra.

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