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I. LEGITIMACIÓN CIUDADANA
1. Planteamos ante ese Tribunal Supremo Electoral (en adelante, TSE), el presente
recurso de nulidad de la inscripción de la candidatura de planilla presidencial en calidad de
ciudadanos salvadoreños, con fundamento en el derecho de petición (artículo 18 de la
Constitución, en adelante, Cn.), en ejercicio del deber político consagrado en el ordinal 2º del
artículo 73 Cn. (“Cumplir y velar porque se cumpla con la Constitución de la República”), y
como integrantes de la circunscripción nacional de El Salvador que corresponde a la elección
presidencial.
2. Adicionalmente, el art. 258 letra d) e inc. 4º, el artículo 267 y los incisos 1º y 2º del
artículo 269, todos del Código Electoral (en adelante, CE), prevén la nulidad de la inscripción
de candidaturas que no cumplan con los requisitos establecidos en la Constitución y la ley, a
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tal efecto, conceden legitimación para solicitar dicha nulidad a todo ciudadano que acredite
un interés legítimo por afectación en sus derechos políticos.
6. De conformidad con el artículo 269 inciso 3° CE, el escrito en el que conste el recurso
debe presentarse dentro del plazo de veinticuatro horas a partir del día siguiente al de la
publicación de la inscripción de la planilla que deberá hacer el Tribunal Supremo Electoral.
Por su parte, el artículo 145 inciso 4° del mismo código ordena que toda inscripción de
candidatos o candidatas a cargos de elección popular, deberá publicarse por medio del sitio
web en el caso del TSE.
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7. De tal forma, dado que la resolución de inscripción cuya declaratoria de nulidad se
pide fue publicada en el sitio web de ese tribunal a las trece horas y cinco minutos del día de
ayer, 6 de noviembre de dos mil veintitrés, este recurso cumple con el presupuesto procesal
al ser presentado dentro de las veinticuatro horas siguientes.
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11. Al respecto del comunicado del TSE del 4 de septiembre de 2021, el magistrado
propietario Julio Alfredo Olivo Granadino se desmarcó del mismo, haciendo público que se
trató de un acuerdo exprés de la magistrada presidente del TSE, por lo que el magistrado
Olivo Granadino no ha incurrido en causal de recusación.
12. Pero aún más importante, como se ha conocido desde el día 3 de noviembre de este
año -por medio de la publicación del TSE en la red social X-, los primeros cuatro magistrados
propietarios referidos han adoptado la decisión de inscribir por mayoría la candidatura del
señor Bukele Ortez, decisión que ha contado con la abstención del magistrado Olivo. Así
consta en la resolución de las diez horas y cuarenta minutos del día tres de noviembre del
corriente año publicada el día de ayer, 6 de noviembre de 2023 a las tres horas y cinco
minutos, mediante la cual ese tribunal ordena la inscripción de la planilla que incluye la
postulación como candidato a presidente del señor Bukele Ortez.
13. Siendo así, por este medio se recusa a los siguientes magistrados propietarios de ese
Tribunal Supremo Electoral:
a. Dora Esmeralda Martínez de Barahona.
b. Luis Guillermo Wellman Carpio
c. Rubén Atilio Meléndez García
d. Noel Antonio Orellana Orellana
14. Adicionalmente, debe considerarse que uno de los magistrados suplentes del TSE,
Marlon Harold Cornejo Ávalos, también incurre en causal de recusación, ya que es hecho
notorio, sin necesidad de prueba, que el licenciado Cornejo Avalos forma o formó parte del
Equipo Ad Hoc para el estudio y propuesta de reformas a la Constitución de la República,
lidereado por el vicepresidente de la República, Félix Ulloa hijo, y creado por decisión de la
Presidencia de la República. Esta circunstancia evidencia, por un lado, relación jerárquica o
de dependencia con el vicepresidente, que también forma parte de la planilla que incluye la
candidatura del señor Bukele Ortez y, por otro lado, se trata de un vínculo cercano con los
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candidatos del partido Nuevas Ideas, constituyendo una circunstancia seria, razonable y
comprobable que pone en duda la imparcialidad del magistrado suplente Cornejo Avalos. En
consecuencia, se recusa también al magistrado suplente Marlon Harold Cornejo Ávalos.
15. Es importante destacar que la sola recusación impide que los magistrados que ha sido
recusados puedan conocer y decidir incluso sobre su alejamiento del procedimiento.
16. Después de precisar el objeto de nuestro recurso de nulidad, se hará sucinta mención
de todas las circunstancias constitucionales que acreditan la inconstitucionalidad e ilegalidad
de la candidatura presidencial del señor Bukele Ortez y, por tanto, la nulidad de su
inscripción.
17. El acto cuya nulidad pedimos a ese tribunal que declare es la inscripción de la planilla
que postula como candidato a presidente de la República al señor Nayib Armando Bukele
Ortez por el partido Nuevas Ideas y por los motivos que adelante explicaremos. Dicha
inscripción se realizó mediante la resolución pronunciada a las diez horas y cuarenta minutos
del día tres de noviembre de dos mil veintitrés. La resolución, como se ha establecido antes,
fue publicada a las trece horas y cinco minutos en el sitio web del Tribunal Supremo Electoral
el día de ayer, 6 de noviembre de dos mil veintitrés.
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el principio de alternabilidad o alternancia en el ejercicio de la presidencia de la República
y, por ende, consagran tanto la prohibición de reelección presidencial inmediata como la
inhabilidad de la candidatura presidencial del presidente en ejercicio, no subsanable, ante
la imposibilidad jurídica de que el mandatario ejerza como presidente en un segundo
periodo inmediato, en virtud de la prohibición de que pueda inscribirse como candidato.
19. Ahora bien, para la adecuada comprensión del principio y normas a exponer, es
indispensable tener en cuenta dos nociones inevitables para una apropiada -razonable y
técnica- hermenéutica constitucional, que son:
a. Primera: la interpretación unitaria y sistemática de la Constitución, que significa
que un artículo, un precepto o un enunciado constitucional no debe interpretarse
aisladamente, fuera de contexto, sino que debe hacerse en relación con otros
artículos constitucionales, conjuntamente, pues la Constitución en un solo
conjunto normativo orgánico, no una camándula de disposiciones dispersas. Por
ello, cuando se interpreta la Constitución, debe considerarse tanto la unidad del
sistema político y jurídico como la concordancia entre las normas y reglas
constitucionales.
b. Segunda: en razón de los principios de libertad ciudadana y de legalidad, las
potestades y competencias de los entes estatales e, incluso, las facultades de los
funcionarios públicos deben interpretarse en modo restrictivo. De ahí que, como
herramienta para la limitación del poder, los funcionarios públicos “no tienen
más facultades que las que expresamente les da la ley”, así consagrado en el
inciso 3º del artículo 86 Cn.
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21. Al respecto, cuando se menciona un sistema político establecido y organizado como
república -o a su expresión político-ideológica, el republicanismo-, una de las reglas
esenciales que desde la antigüedad caracteriza a la república es lo que se conoce como
principio de temporalidad de los cargos electivos, que en los sistemas presidencialistas
significa, al menos, la limitación temporal en el cargo por parte del presidente de la
República.
22. Cada país puede regular en su Constitución cómo funcionará la regla de limitación
temporal del cargo del presidente de la República, ya que, como ha dispuesto la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, no existe el derecho humano a la reelección
presidencial indefinida. Así, cada país puede establecer reglas y límites a la reelección
(prohibirla absolutamente; permitir una única reelección continua; exigir un plazo para
presentar una nueva candidatura; etc.) y, una vez fijada la regla, esta debe cumplirse, no
intentar sortearla mediante argucias interpretativas o forzadas fabricaciones judiciales;
menos cuando ello se hace para favorecer al gobernante en ejercicio.
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B.4. PERIODO PRESIDENCIAL PERENTORIO: 5 AÑOS Y NI UN DÍA MÁS (Art. 154 Cn.)
25. Para la limitación temporal del presidente en el cargo y así garantizar la alternancia en
el ejercicio de la presidencia, el artículo 154 Cn. fija -de modo explícito- un período de cinco
años, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia “pueda continuar en sus funciones
ni un día más”. Esta última frase forma parte del constitucionalismo salvadoreño desde 1841
(artículo 44).
26. De tal forma, la Constitución ha fijado un día de inicio y un día de finalización del
mandato presidencial, lo que constituye una disposición cuya naturaleza jurídica es una regla
propiamente tal.
29. Esta previsión de pérdida de derechos políticos se reitera en la letra h) del artículo 7
CE, al disponer que no pueden ejercer el sufragio quienes “suscriban actas, proclamas o
adhesiones para promover o apoyar la reelección o la continuación del Presidente de la
República, o empleen medios directos encaminados a ese fin”.
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B.7. OBLIGACIÓN LEGISLATIVA DE DESCONOCIMIENTO A CONTINUIDAD
PRESIDENCIAL (Art. 131, No. 16, Cn.)
30. Incluso, para acentuar la regla de la alternancia y perentoriedad del cargo, el ordinal
16o del artículo 131 Cn., prevé que la Asamblea Legislativa tiene la obligación de desconocer
al presidente de la República “cuando terminado su período constitucional continúe en el
ejercicio del cargo”. Como se aprecia, se trata de otro mecanismo de protección
constitucional del principio de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia.
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que la referencia al “período inmediato anterior” es indicativo al período presidencial, no
en desarrollo, sino al período para el que se presenta la candidatura.
34. Esta comprensión del ordinal 1º del artículo 152 Cn. queda confirmada por la
Comisión de Estudio del Proyecto de Constitución de 1983, la que en su Informe Único
consignó que la “incompatibilidad establecida en el artículo 67 de la Constitución de 1962
respecto del cargo de Presidente, se establece en el proyecto como inhabilidad para ser
candidato a Presidente de la República”, ya que “(…) únicamente los candidatos pueden
llegar a ser presidentes de la República (…)” (énfasis propio).
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hecho notorio y probado que él es el Presidente de la República y, por lo tanto, está
inhabilitado para ser candidato para un nuevo periodo presidencial consecutivo.
36. De ahí que reiteramos que el art. 267 inc. 4º estipula con claridad meridiana que
“Toda inscripción de un candidato que se haga en contravención a la Ley es nula”. En
términos de la decisión adoptada por ese tribunal, ello implica que ha incurrido en una
nulidad -sanción jurídica insubsanable- al inscribir la planilla del señor Bukele Ortez
cuando en él concurría una causal constitucional de inhabilitación.
37. Finalmente, el artículo 7 del CE -en consonancia con el art. 75 ord. 4º Cn- reitera
como causal de inhabilidad para ejercer el sufragio el promover la reelección consecutiva o
emplear cualquier medio directo encaminado a ese fin. En ese sentido, presentarse como
candidato al estar ejerciendo la Presidencia, sin duda califica como un “medio directo
encaminado a tal fin”.
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C.1. ANTECEDENTE JURISPRUDENCIAL DE PROHIBICIÓN DE LA REELECCIÓN
40. Amén que la presente solicitud de nulidad de la inscripción de la candidatura
presidencial se apoya en el detallado régimen constitucional y legal que se ha reseñado, es
importante tener en cuenta que también la jurisprudencia constitucional nacional ha
dispuesto, desde 2014, de modo explícito y contundente, en sentencia dictada en proceso
de inconstitucionalidad, de efectos generales y de modo explícito, la prohibición de la
reelección presidencial inmediata.
41. Tal sentencia de 2014 no ha sido dejada sin efecto, ni tampoco se ha modificado la
jurisprudencia constitucional emitida en aquélla, simple y sencillamente porque no existe
ninguna sentencia, dictada en un proceso de inconstitucionalidad con efectos generales y
de modo congruente, en la que se haya dispuesto lo contrario a lo decidido en la sentencia
de 2014, pronunciada en el proceso de inconstitucionalidad con referencia número 163-
2013.
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dictada en el proceso de inconstitucionalidad número 163-2013, la prohibición de la
reelección presidencial inmediata, consignándose en esencia:
a. Que en la Constitución existe un “conjunto de preceptos encaminados a
garantizar el principio de alternancia o alternabilidad en el ejercicio de la
Presidencia”.
b. Que tal finalidad comparten los artículos 75 ordinal 4°, 88, 131 ordinal 16°, 154,
248 y 152 ordinal 1º, todos de la Cn.
c. Que todas “esas disposiciones indican que la Constitución prohíbe la reelección
presidencial inmediata, sucesiva o continua y la permanencia en el cargo de
quien lo haya ejercido por otro título (…)” (énfasis propio).
d. Que los “fines del principio de alternancia se relacionan en forma directa con las
características fundamentales de la forma de gobierno (arts. 85 y 88 Cn.)”.
e. Que “uno de los elementos esenciales del principio republicano es la limitación
temporal de los cargos públicos, para que en función del interés común y
subordinando el interés particular de quien pretende reelegirse, se potencie el
derecho de todos a participar e intervenir en la gestión de la vida colectiva,
mediante la renovación periódica de la legitimidad democrática de los
funcionarios de elección popular”.
f. Que “la necesidad de cambio o rotación periódica en el ejercicio de la Presidencia
de la República beneficia al principio democrático, ya que posibilita una mayor
libertad en el sufragio activo del conjunto de la ciudadanía, al limitar el ejercicio
del sufragio pasivo de quienes estarían en condiciones de utilizar las instituciones
del Estado como instrumento de presión indebida sobre el cuerpo electoral”.
g. Que “al evitar la ocupación reiterada del poder por una misma persona se
contribuye a la pureza o regularidad de los procesos electorales, y no solo a favor
de la libertad de voto, sino también de condiciones más equitativas entre los
competidores”.
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45. Cuatro de los magistrados propietarios anunciaron, el 4 de septiembre de 2021, en un
adelanto del criterio que adoptaron en la resolución cuya nulidad pedimos (por ello han sido
recusados), que acatarían una “resolución”, no sentencia, dictada por un ente ilegítimo,
exponiendo que si el presidente en ejercicio desea inscribirse como candidato presidencial y
así lo postula un partido político, el TSE lo inscribirá para “un segundo término”.
48. Al respecto, dado que se trata de hechos notorios, basta una reseña en apretado
epítome:
a. Los magistrados legítimos de la SCn/CSJ fueron separados ilegítimamente de sus
cargos casi a la medianoche del 1 de mayo de 2021 y, en su lugar, con dolosa
ignorancia del procedimiento que debía aplicarse, se designaron a cinco personas
sumisas y obedientes al Poder Ejecutivo, específicamente a la presidencia de la
República.
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b. No menos importante es que esa misma noche del 1 de mayo de 2021, la
legítima SCn/CSJ emitió el mandamiento judicial de inconstitucionalidad 1-2021,
mediante el cual declaró que la decisión legislativa de destituir a los
magistrados propietarios y suplentes integrantes de dicha Sala es
inconstitucional por violar la forma de gobierno republicana, democrática y
representativa y el sistema político pluralista (art. 85 Cn.), así como por violar la
independencia judicial (art. 172 inc. 3º Cn.). Como es evidente, ese
mandamiento judicial no solo invalida la ilegítima destitución de los magistrados,
sino además vuelve nula la designación posterior de pretendidos reemplazos,
aun cuando estos últimos continúen a la fecha usurpando las funciones de la
SCn/CSJ.
c. Al respecto, existe una regla básica en Derecho: son inexistentes o nulos de
pleno derecho los actos o decisiones emanadas de autoridades usurpadas.
d. En consecuencia, la mal llamada “resolución” que se divulgó por personas que
ilegítimamente fueron impuestos en la SCn/CSJ no ha emanado de un tribunal
independiente y, por ende, ante una situación de usurpación, las “decisiones”
que esas personas adopten carecen de todo valor jurídico.
50. La espuria “resolución” del 3 de septiembre de 2021, amén de suscrita por un ente
ilegítimo, incurre en una serie de contradicciones, en una redacción sin pies ni cabeza, que
dice una cosa y al mismo tiempo la contraria, pero en todo caso fracasa en el intento de
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justificar la reelección presidencial, pretendiendo excusarse en una insólita comprensión del
ordinal 1º del artículo 152 Cn.:
a. En realidad, el ordinal 1º del artículo 152 Cn. dispone que no puede ser
candidato a presidente de la República quien “haya desempeñado la Presidencia
de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período
inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del
período presidencial”.
b. Como el citado ordinal 1º del artículo 152 Cn. hace referencia al candidato, es
indudable que la referencia al “período inmediato anterior” debe computarse con
relación al quinquenio al que se presenta la candidatura: esto es, en el caso
concreto del proceso electoral en desarrollo, para el período presidencial 2024-
2029, el período inmediato anterior es 2019-2024.
c. Siendo así, quien ocupe o haya ocupado la presidencia de República por más de
seis meses, consecutivos o no, en el quinquenio 2019-2024, es inhábil como
candidato para el quinquenio 2024-2029.
d. Ello es tan evidente, que hasta en la espuria “resolución” del 3 de septiembre de
2021 se consigna, varias veces, que “período inmediato anterior” se refiere al
período inmediato anterior al de la candidatura, y no al periodo presidencial en
desarrollo.
e. A pesar de ello, sin ninguna argumentación, en la espuria “resolución” se
concluye que el ordinal 1º del artículo 152 de la Constitución (Cn.) “permite, por
una sola vez más, la reelección presidencial”; sin hacer análisis objetivo alguno de
otros cinco artículos constitucionales que prohíben la reelección presidencial
inmediata.
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anterior” se entiende como el “período presidencial previo al que se pretende ser candidato
a la Presidencia”. El TSE repite dicha afirmación en la letra d) del número 4 del romano VII al
afirmar que el “período inmediato anterior” se refiere “al período presidencial previo al que
se pretende ser candidato a la Presidencia”.
52. Una lectura gramaticalmente honesta de estas citas permitirá comprobar que, en el
caso de la candidatura del señor Bukele Ortez, ese “período inmediato anterior” se refiere al
período 2019-2024, dado que es el período 2024-2029 en el que se pretende ser candidato a
la Presidencia. Aunque no haría falta, debe advertirse que la espuria “resolución” no se
refiere al período durante el cual se pretende ser candidato a la Presidencia, sino del
período en el que se pretende ser candidato a la Presidencia. Es decir, la “resolución” no
hace sino contradecirse y dicha contradicción es retomada luego como fundamento de la
resolución cuya nulidad pedimos.
54. Por ello, en aplicación directa de la Constitución, los magistrados del TSE que en
definitiva deban conocer y decidir sobre la nulidad planteada, están obligados a atenerse al
texto de las disposiciones constitucionales que prevén la prohibición de la reelección
presidencial inmediata y consecuente inhabilidad de la candidatura presidencial inmediata
del presidente de turno, sin que sea ni siquiera necesario inaplicar la pretendida espuria
“resolución” del 3 de septiembre de 2021, sino que, en razón de la fuerza vinculante de la
normativa constitucional, deberá aplicarse preferentemente la Constitución.
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V. PETICIÓN
57. San Salvador, a las _______ horas y ________ minutos del siete de noviembre de
2023.
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(Nombre completos y firmas)
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