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TEMA 1: INTRODUCCIÓN

La literatura española comienza en la Edad Media, simbólicamente en 1049 porque se entiende


que la jarcha más antigua data de ese año. La Edad Media termina de forma simbólica en 1499,
con la publicación de La Celestina, ahora bien, estas fechas simbólicas afectan a la literatura,
pero son posibles porque se dan cambios en la sociedad, en la política, en la economía etc estos
cambios son favorecidos por el descubrimiento de América, esto es así porque esto trae consigo
una repercusión económica, convirtiéndose España en la primera potencia y, además, en
concreto, Sevilla va a ser una de las ciudades más ricas. Este asunto va a explicar en cierta medida
por qué la mayoría de los pícaros de la literatura española son sevillanos.
Otros acontecimientos importantes que favorecieron estos cambios son, por ejemplo, la
unificación de los territorios, lo que llevó a la paz y sobre todo, la publicación de la Gramática de
Nebrija que también se da en 1492. Lo verdaderamente importante de esta publicación es que
gracias a ella comienza a verse que el castellano ya era una lengua que se había desarrollado
hasta tal punto de que era necesario crear normas para la lengua, por tanto, se convierte en una
lengua de cultura.
Posterior a esto nos encontramos ya con el Siglo de Oro, esto incluye tanto el Renacimiento (XVI)
como el Barroco (XVII). Del esplendor económico que había en el XVI todo cae en
picado…comienzan las guerras y la crisis económica. Todos estos cambios claramente influyeron
en la literatura y en la sociedad.
En la sociedad medieval se consideraba la vida como un valle de lágrimas, esto es, la
identificación de que vivir es un continuo sufrimiento, el consuelo del hombre medieval es que
la vida terrenal es corta, la verdadera vida es la eterna.
Por otro lado, en el Renacimiento es cuando tiene lugar el Carpe Diem, es decir, “aprovecha el
momento”, esta es la revolución más importante que se da del Renacimiento al Barroco. Para el
hombre barroco la vida era una angustia vital y esta angustia lleva a otro concepto, el
desengaño, aquí podemos hablar del VANITAS VANITATIS, es decir, para qué vamos a querer
nada si vamos a morirnos…por tanto habrá un rechazo a la ambición, las cosas materiales y el
poder por parte de esos escritores barrocos. También rechazarán la belleza femenina puesto
que “antes de que te des cuenta, habrás envejecido”. Se entiende que el poeta que mejor
plasmó por escrito esta angustia vital fue Quevedo que dijo en uno de sus poemas “juntos
pañales y mortaja”, es decir, nacemos para morir.

Otro de los temas importantes en la literatura es el: “Ubi Sunt?”, presente ya desde las coplas
de Manrique, relacionándolo también con el poder igualatorio de la muerta, ya que esta trata a
todos por igual independientemente de la condición social o económica. Esto se relaciona con
el tema tratado anteriormente como es el de VANITAS VANITATIS.

Sin embargo, un tercer punto de vista del hombre barroco sería La vida como un valle de
lágrimas, un tópico muy recurrente de la Edad Media que se sigue manteniendo en la sociedad
actual mediante la religión cristiana.

Otra salida es el conformismo, aceptando que eso es así, que las personas que conocemos se
tienen que marchar. Aquí se busca un consuelo, justificación… que haga más llevadera la
pérdida. Esta reacción va a ser adoptada por los escritores del barroco. Esto se relacionará con
el neoestoicismo, que es como una filosofía de aguante y resistencia ante los acontecimientos
adversos y también ante los positivos.

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Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
La burla, sátira como respuesta a la inconsistencia de la vida es otro de los temas recurrentes.
Esto no significa un pasotismo, sino una crítica, incluso más dura, que la crítica seria, encontrado
sobre todo en el teatro y la picaresca.

LA SOCIEDAD Y LA LITERATURA

En la Edad Media escribían sobre todo los clérigos, aunque haya retazos de la cultura popular;
en el siglo XVI los escritores compaginaban la literatura con otros trabajos, puesto que esta no
era un medio de vida (es el siglo en el que aparecen los mecenas, por lo que no es de extrañar
encontrar dedicatorias puesto que eran ellos lo que ponían el dinero para la publicación de la
obra).

Sin embargo, un factor común y relevante es que los lectores no solían ser la gente rica, puesto
que no les era necesario, por lo que la gente culta era aquella que se dedicaba a la lectura. Esta
gente culta no tiene nada que ver con el dinero, ya que muchos de ellos solían ser pobres. Eran
gente universitaria, los otros escritores de la época… siendo un corpus de lectura bastante
amplio.

Con respecto a los géneros, había que destacar tres de ellos, que tenían diferente influencia en
la sociedad:
– La poesía se relacionó con un elitismo cultural, es decir, iba dedicada a gente muy culta.
Estaba relacionada con el máximo prestigio, puesto que no era lo mismo ser poeta que
ser novelista. Destaca Góngora.

En 1613 se difunde Soledades de Góngora mediante el manuscrito. Con esto se


inaugura la “nueva poesía” (culteranismo), una poesía diferente a la anterior marcando
un antes y un después.

– La prosa se lee mediante una lectura colectiva. Esta lectura colectiva aparece, incluso,
en el propio Quijote donde se encuentran El curioso impertinente y el cura, el único que
sabe leer, la lee. Por tanto, la prosa era uno de los géneros más conocidos. Destaca
Cervantes y Quevedo. Quevedo pertenece a otra generación, mucho más joven que la
de Góngora, escribiendo, incluso, después de haber muerto Góngora. No es lo mismo la
prosa que la novela, puesto que a las primeras obras que se llamaron novelas fueron a
las Novelas Ejemplares de Miguel de Cervantes, por lo que a principios de siglo XVII aún
no había novelas. Otro motivo es que en el siglo XVII se cultiva otro tipo de prosa como
la didáctica, moral, histórica, discursos políticos…
En 1605 se publica la primera parte de El Quijote. Para la prosa sí que resultó un gran
avance la aparición de la imprente, prácticamente por su extensión. Con ello inaugura
lo que se conoce como “novela moderna”.

– El teatro era el género del pueblo. A los corrales de comedias acudían personas de toda
condición social, aunque con distinciones (los hombres se situaban cerca del escenario
y eran denominados los mosqueteros, y las mujeres en el gallinero). Es un género
revolucionario debido a su condición. Es un género para la transmisión de ideas, puesto
que suelen estar cargadas de normas sociales, morales… como son el caso de las obras
de Lope de Vega, puesto que el teatro era la forma de llegar a toda la sociedad.

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Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Es el género donde se ofrecía una mayor censura, no solo en el Siglo de Oro, sino en
todos los siglos, por lo que las obras de teatro debían pasar una doble censura, por un
lado, el texto escrito y por otro, el día de la representación para comprobar que los
personajes no modificaban ninguna palabra durante ésta.
En 1609 aparece El arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega, un discurso
pronunciado en la Academia de Madrid, por lo que no se sabe con exactitud la fecha.
Este discurso lo lee. Será en 1609 cuando lo incluya en su obra Rimas.
Se produce una renovación total de los tres géneros. Se quiere dejar claro que se marca un
antes y un después en la literatura, marcando una contraposición entre lo antiguo y lo
moderno, por lo que no hay continuidad, hay ruptura.
Normalmente, el ser humano rechaza lo nuevo puesto que lo saca de la zona de confort, algo
que le resulta molesto. En el caso de la literatura, se protesta a lo nuevo mediante las polémicas
literarias que no suelen quedarse en el ámbito literario, sino que llega a lo personal.
En definitiva, todo lo nuevo del siglo XVII crea polémicas literarias:

– En la nueva poesía tiene su máxima representación entre Góngora, en Soledades, con


un poeta sevillano.

Jáuregui, quien critica a Góngora en una de sus obras, pasa a escribir posteriormente
poemas de carácter de la nueva poesía.

– En la novela moderna, con El Quijote, aparece un Quijote Apócrifo bajo el pseudónimo


de Fernández de Avellaneda en 1613, lo que hizo que Cervantes se apresurara a escribir
una segunda parte como respuesta a la publicación falsa. Cervantes sabía
perfectamente quien era Fernández de Avellaneda, siendo su venganza la de no decir
su nombre, pasando por la historia de la literatura como anónimo.
El hecho de que Cervantes no lo dijera no quita que se haya intentado averiguar quien
fue. Se apunta que Lope de Vega participó en escribir parte del prólogo de la obra, lo
que puede afirmar que fue una obra escrita en grupo y no por una sola persona. El
objetivo de El Quijote de Avellaneda es el de criticar la obra de Cervantes, por lo que le
demuestra que puede escribir una segunda parte, sin embargo, no comprende la
complejidad psicológica de Don Quijote y Sancho ya que los simplifica.

– En el Arte nuevo se suscitan debates sobre lo adecuado que es hacer un teatro siguiendo
las reglas antiguas.

Estas modernidades, una vez acabadas las polémicas son condenadas al olvido en el siglo XVIII
ya que estos ponían la mirada en el siglo XVI.

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Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.

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