Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
En el principio, existía la palabra
(Jn. 1,1)
3
Resumen
4
Índice de contenidos
digital 16
2.1 ¿Narrativas? 51
5
2.3.2 Categorías de tiempo 62
6
4.3.1 Las redes sociales no virtuales 119
7
VI. Presentación y análisis de resultados 166
8
7.1.3.2.2 Persona gramatical 253
9
8.4 Ya no basta con informar 288
Bibliografía 305
10
Índice de tablas
Tabla 4 Descripción y ciclo de vida de los trending topics analizados ............ 179
Tabla 5 Resultados del filtrado de datos para la confección de la muestra .... 181
Tabla 7 Frecuencia de los indicadores de marcas lingüísticas por tipo .......... 189
Tabla 12 Distribución de tipos de marcas lingüísticas por área temática ....... 202
................................................................................................................. 210
................................................................................................................. 212
11
Tabla 20 Categorías del sujeto narrador ......................................................... 240
Índice de ilustraciones
Ilustración 5 Home page del sitio web del diario The New York Times en 1996.
Ilustración 12 Tuit seminal con la narrativa VWQ. Fuente: Twitter ................. 187
Ilustración 13 Tuit seminal con indicador metadiscursivo Fuente: Twitter ...... 191
................................................................................................................. 195
Ilustración 15 Tuit seminal con lugar instrumental Fuente: Twitter ................. 216
Ilustración 16 Tuit seminal con lugar instrumental Fuente: Twitter ................. 216
Ilustración 17 Tuit seminal con lugar incitador Fuente: Twitter ....................... 217
Ilustración 18 Tuit seminal con lugar evocador Fuente: Twitter ...................... 219
12
Ilustración 19 Tuit seminal con lugar evocador Fuente: Twitter ...................... 219
Ilustración 20 Tuit seminal con el lugar como foco de la noticia Fuente: Twitter
................................................................................................................. 220
Ilustración 21 Tuit seminal con el lugar como foco de la noticia Fuente: Twitter
................................................................................................................. 221
Ilustración 22 Tuit seminal con lugar como red social digital Fuente: Twitter . 221
Ilustración 23 Tuit seminal con lugar mnemotécnico Fuente: Twitter ............ 223
Ilustración 24 Tuit seminal con lugar mnemotécnico Fuente: Twitter ............. 224
Ilustración 25 Tuit seminal con lugar como dato Fuente: Twitter .................... 225
Ilustración 26 Tuit seminal con deixis analógica Fuente: Twitter .................... 227
Ilustración 27 Tuit seminal con deixis digital Fuente: Twitter .......................... 227
Ilustración 28 Tuit seminal con deixis convergente Fuente: Twitter ................ 228
Ilustración 29 Tuit seminal con memoria formal Fuente: Twitter ..................... 230
Ilustración 31 Tuit seminal con memoria actual Fuente: Twitter ..................... 232
Ilustración 32 Tuit seminal con pretensión de mito Fuente: Twitter ................ 232
Ilustración 33 Tuit seminal con pretensión de mito Fuente: Twitter ................ 233
Ilustración 35 Tuit seminal con visión actual Fuente: Twitter .......................... 235
Ilustración 38 Tuit seminal con expectación situada Fuente: Twitter .............. 237
Ilustración 39 Tuit seminal con expectación situada Fuente: Twitter .............. 238
Ilustración 40 Tuit seminal con tiempo de participación Fuente: Twitter ......... 239
13
Ilustración 41 Tuit seminal con enunciado performativo de acto físico Fuente:
................................................................................................................. 244
Ilustración 44 Tuit seminal con enunciado hiponímico Fuente: Twitter ........... 245
Ilustración 45 Tuit seminal con enunciado hiponímico Fuente: Twitter ........... 245
Ilustración 46 Tuit seminal con enunciado hiponímico Fuente: Twitter .......... 246
Ilustración 47 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 247
Ilustración 48 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 247
Ilustración 49 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 248
Ilustración 50 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 248
Ilustración 51 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 249
Ilustración 52 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 250
Ilustración 53 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 250
Ilustración 54 Tuit seminal con enunciado modal Fuente: Twitter .................. 251
Ilustración 57 Tuit seminal con tercera persona singular Fuente: Twitter ....... 253
Ilustración 58 Tuit seminal con aspecto de la reflexión Fuente: Twitter .......... 254
Ilustración 59 Tuit seminal que reproduce dos ángulos Fuente: Twitterç ....... 255
14
Ilustración 60 Extracto de conversación con conexiones aditivas Fuente: Twitter
................................................................................................................. 258
................................................................................................................. 261
Gráfico 1 Cantidad de TT por área temática Fuente: Elaboración propia ....... 179
15
I. Perspectiva epistemológica y teórica para el análisis de la comunicación
digital
16
problema. Para los adeptos a estos principios, la única forma de ser fecundo en
la ciencia es la creatividad metodológica (Díaz, 2007, p. 145).
Esta toma de posición implica atreverse a problematizar la adecuación entre el
objeto y el camino para estudiarlo, para finalmente declararnos partidarios de la
“adhocidad” del método, usando el término epistemológico. Si afirmamos
entonces que es el científico quien debe elegir y aun inventar una estrategia de
investigación adecuada para conocer su objeto, este método estará
determinado, más que por el objeto en sí, por la forma en que el sujeto percibe
el objeto. Esto debido a que la mirada del científico que observa está cargada
de sus peculiaridades como sujeto, por sus prejuicios epistemológicos, por sus
propias experiencias, y nunca se puede separar de este trasfondo histórico
(Feyerabend, 2002, p. 50). De este modo, el método elegido o creado no está
determinado, sino inspirado por el objeto y, por ello, siempre su selección es
contingente y aun antojadiza.
Vale la pena reflexionar que ambas posiciones epistemológicas contrapuestas
están construidas sobre diferentes concepciones ontológicas acerca de lo real.
La epistemología anglosajona, situada en torno al Círculo de Viena, descansa
sobre lo que Samaja llama la “ontología conjuntista o newtoniana”, según la
que el sujeto es un observador que mira esta realidad desde fuera y que puede
conocer (Gabriele, 2007). Este mundo está hecho de materia y energía, que
conforman hechos y acciones que simplemente “son”. De acuerdo a lo anterior,
sólo puede haber un método: el las ciencias naturales. A lo más, si se asume
que las ciencias sociales abordan una naturaleza distinta de hechos, se podría
aceptar un segundo método para lograr que el conocimiento de la realidad
social también pueda constituirse en ciencia. Gabriele (2007, s.p.) emula el
discurso neopositivista diciendo en este sentido: “Si el conocimiento científico
pretende ser un reflejo o un calco de la realidad, el método de investigación
científica deberá ser aquel que conduzca en esa única dirección, en caso
contrario no se podrá reflejar la realidad y el conocimiento no alcanzará el
estatus de científico”.
En este método, llamado hipotético deductivo, la investigación científica parte
de problemas, a diferencia de la inducción, que parte de hipótesis. En función
de sus conocimientos previos y su creatividad, el investigador formula una
hipótesis de carácter universal, que guía el desarrollo de su estudio y la
17
recolección de datos para lograr confirmarla. Para esto, se deducen de la
hipótesis consecuencias observacionales. A partir de ello, se formula
metodológicamente un diseño experimental, que permita “exigirle a la
experiencia que responda a lo que se concibió teóricamente” (Díaz, 2007, p.
154). Luego de una gran cantidad de contrastaciones empíricas exitosas, se
decide que la hipótesis quedó confirmada y pasa a ser una “ley científica”.
A este esquema, Popper le agrega la “corrección falsacionista”. Esto significa
que el espíritu del científico no debe intentar confirmar su hipótesis, sino, por el
contrario, someterla a la mayor cantidad de contrastaciones para refutarla. Esto
hace que su hipótesis sea falsable y se fortalezca si logra resistir las pruebas,
aunque sea muy plausible que en el futuro no pueda seguir en pie. Por eso
Popper es crítico de la diversidad de métodos. Un método adhoc, hecho a la
medida del fenómeno, generaría una teoría adhoc y esto para él es un “vicio”.
Popper es lapidario: Una "buena" teoría no es ad hoc, mientras que una "mala"
teoría lo es, porque una teoría ad hoc no puede ser falsada y desde ella “se
puede, incluso, sin caer en incoherencia lógica, adoptar la posición de negarse
a admitir cualquier experiencia falsadora” (Popper, 1980, p. 41).
En cambio, la epistemología ampliada a lo histórico-social descansa sobre la
“ontología de la complejidad”, que Samaja define como una realidad en
movimiento en que el sujeto no se sitúa fuera del mundo, sino que lo
constituye, formando un todo complejo y variante de significaciones (Gabriele,
2007). Según Bachelard, uno de los pensadores fundamentales de esta
corriente, el conocimiento científico comienza no por la copia del mundo, sino
“por una catarsis Intelectual y afectiva”, que da origen a una cultura científica
en estado de movilización y apertura permanentes (Bachelard G. , 1994, p. 22).
A partir de este contexto en crisis, es necesario estar abiertos siempre a
nuevas formas para obtener conocimiento científico. "Quienquiera que
persevere en su investigación se verá obligado tarde o temprano a cambiar de
método", dice Bachelard (2001, p. 39) citando a Goethe. Pero aclara que esto
no significa una fragmentación de la ciencia en beneficio de un pragmatismo,
porque nunca un método debe dejar de descansar en las verdades profundas
de la ciencia y la crisis lleva a una reorganización de todo el método (p. 41 y
49).
Esta mirada alterna abre la puerta a la importancia del contexto histórico y
18
social. En la investigación científica y muy en especial en las ciencias sociales,
los sujetos, objetos y conceptos que se investigan están insertos en una época
y una cultura. Forman parte del “caleidoscopio del devenir” y por eso tampoco
son inmutables (Díaz, 2007, p. 27). La ciencia ahistórica, en cambio, –es decir,
la de origen anglosajón- intenta borrar el rastro de lo humano, el sujeto, la
historia, la sociedad, parafraseando a Foucault (1989, p. 375), “como un rostro
dibujado en la arena”.
La epistemología ampliada a lo histórico-social, es el punto de partida de esta
investigación, porque sólo desde esta mirada podemos emprender un estudio
científico que se pregunte por el sujeto, por la construcción social de la realidad
y sobre la manera en que los discursos humanos –y no sólo la materia y la
energía- conforman nuestro mundo.
19
todos los hombres, porque son naturales o universales (Iramaín, 2006, p. 179).
Por lo tanto, existe un mundo externo al sujeto y sobre él versan sus
reflexiones, que se expresan en el lenguaje. En otras palabras, hay una
preeminencia de la referencia por sobre el significado.
El giro lingüístico postula lo contrario: la primacía del significado por sobre la
referencia.
Aunque el término “giro lingüístico” fue acuñado por Richard Rorty en 1967, en
1805, el filósofo Wilhem Von Humboldt formuló por primera vez la idea,
contraria a la tradición predominante hasta entonces, que concebía al lenguaje
como una herramienta, que aunque compleja no era más que un instrumento
inocuo para la expresión del pensamiento ya formulado en la mente. Planteó a
cambio la noción de giro lingüístico que propone que pensamiento y lenguaje,
conocimiento y expresión son una sola cosa. Más que un medio de decir lo que
ya se conoce, para Humboldt el lenguaje es la forma de descubrir lo no
conocido (Chillón A. , 2001).
Pero hay discusión sobre quién originó el impulso definitivo del giro lingüístico:
Lyotard lo adjudica a Wittgenstein, en su segundo período; Foucault lo atribuye
a Nietzsche; y los estructuralistas, a Saussure (Rojas, 2006, p. 67). Para zanjar
la discusión, repasaremos a continuación los aportes de cada uno de estos tres
autores para defender la esencialidad del lenguaje en el conocimiento.
20
Este concepto rompe la sumisión de la palabra ante la referencia, porque la
expresión no describe al llanto, sino que lo reemplaza. De algún modo el
lenguaje pasa a ser parte del mundo, de la propia referencia.
Esto sirve para comprender el concepto de Wittgenstein de “juego del
lenguaje”, que a menudo el autor compara con el ajedrez. El lenguaje es “como
el ajedrez: se inventó un juego cuyas reglas se conocen, pero podría haber
sido distinto. Desde luego que, una vez conformado el juego, el alfil tiene que
moverse en diagonal, el peón hacia delante, etcétera” (Tomasini, 2013, p. 144).
Por lo tanto, no está allí como expresión de un mundo preexistente: el lenguaje
existe por convención social y por decisión antojadiza de sus creadores que,
para jugar, deben respetar las reglas. Wittgenstein dice que el referirse a lo que
llamamos “el mundo”, “el juego de la referencia” es uno más entre muchos
otros posibles.
Hay que consignar que, en su primera etapa, cuando escribió el Tractatus
Lógico-Filosófico, Wittgenstein defendía la rigurosidad del lenguaje en su
nominalización, pero posteriormente hubo un vuelco en su pensamiento que lo
llevó a pensar que el significado se da en el uso dentro de un determinado
contexto social.1
Con respecto a “uso”, Wittgenstein no busca mostrar al lenguaje como
instrumento para conseguir fines extra lingüísticos, sino más bien se refiere a la
“utilización”. “El lenguaje no es sólo un instrumento (…), sino también y sobre
todo, el entorno en el cual nos movemos". En términos de Wittgenstein es la
“habitación” (López Panach, 1999, p. 76). Por ello, a través de las “formas de
vida”, no es el pensamiento el que da forma la palabra, como afirmaba
Aristóteles, sino, por el contrario:
“La palabra en uso cambia y los pensamientos son transformados por ella,
el estatismo de la expresión es superado por otros matices, más
significativos y polisémicos, de ahí la actualización de expresiones
denotativas y connotativas que camuflan la lengua, la desvían y permiten la
inserción de figuras literarias que posibilitan otros referentes, otros estilos,
otros significados, otros giros correspondientes a los nuevos sentidos y
1
“Se cuenta que cuando Ludwig Wittgenstein trataba de explicar a un amigo italiano la teoría
21
valores que les damos a los cosas del mundo posible” (Gutiérrez, 2008, p.
38).
Estas formas de vida necesariamente se dan en la relación de un individuo con
otros. Wittgenstein niega la existencia de un “lenguaje privado”, con el que se
refiere “a los sonidos que ningún otro entiende pero yo parezco entender”
(Wittgenstein, 1988, p. 233). El lenguaje necesariamente es una “propiedad
común”, que requiere participación social (Tomasini, 2013, p. 144). Esto se
debe a que, como es un juego, está gobernado por reglas antojadizas. Y, para
seguir estas reglas, es necesario realmente obedecerlas, lo que implica
cumplirlas públicamente, de otro modo no tendrían sentido (Martínez-Freire,
1995, pp. 357-361).
Lo anterior ocurre siempre, aunque lo que se describa en el lenguaje sean
sensaciones o intenciones, cuyo acceso es privativo del hablante. Se pueden
expresar signos que sean sólo individualmente significativos, pero esto no
constituye un lenguaje porque no busca comunicar ni influir sobre otro (p. 361).
Las sensaciones son experiencias privadas, pero se expresan en lenguaje
públicamente compartido. Para Wittgenstein (1988, p. 329), el sentido del
lenguaje no es nombrar al mundo, sino comunicarse con otros. Y en ese
sentido sí que no es un juego.
22
Por ello, sostiene que la verdad es inalcanzable para el hombre y, a través del
lenguaje, los miembros de una sociedad acuerdan solamente ser veraces,
utilizando las metáforas convenidas para designar su relación con el mundo.
Sin embargo, luego han olvidado que sólo son ilusiones y no la verdad. Llega a
decir: “¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas,
metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones
humanas que han sido realzadas” (p. 25). Entonces, propone que el lenguaje
no se refiere a la verdad, sino que el lenguaje es la realidad, “a la cual
estructura según sus formas —sus sustantivos, adjetivos, verbos, etc.; su
sintaxis, tan diversa en cada lengua; sus melodías de fraseo...” (Valverde,
1993, p. 28).
Es connatural al hombre el “impulso metaforizador” en su afán de conocer el
mundo (Rojas, 2006, p. 118). No puede evitar conocer el mundo sin designarlo
poéticamente, usando figuras retóricas, atajos, embellecimientos, retruécanos
del lenguaje.
Para Nietzsche, por ello, todas las palabras son, en este sentido, tropos,
porque resaltan ciertos aspectos como los sobresalientes. “El discurso es todo
figura” (p. 124).
En el lenguaje, antes que las palabras está el sonido, que tiene un efecto
directo, como ocurre con la música, porque no pasa primero por el intelecto. El
cuerpo quiere expresar sentimientos, pero la conciencia, al usar el lenguaje
convencional, interpreta erróneamente lo que se expresa a través del cuerpo y
traduce en palabras las meras sombras.
Nietzsche afirma que “el idioma mismo es el resultado de artes puramente
retóricas, el poder describir y hacer valer para cada cosa lo que actúa e
impresiona, esa fuerza que Aristóteles llama ‘retórica’, tiene una relación
mínima con la verdad de las cosas" (p. 124). Por lo tanto el objetivo de la
retórica, que según Aristóteles es “la facultad de conocer en cada caso aquello
que puede persuadir", es el mismo que el del propio lenguaje. Y ninguno de los
dos pueden decir nada acerca de la verdad
23
1.2.3 Saussure: La arbitrariedad del signo
24
porque la acción del emisor al construir el mensaje va más allá de meras
convenciones y el receptor no es pasivo, sino que “colabora decisivamente en
la creación del significado final, pues aplica a los signos que recibe sus propias
expectativas, hábitos y creencias, amén de una retahíla de condicionantes
derivados del contexto, del contexto y de la circunstancia en que se produce el
acto de comunicación”.
25
artimañas lo que no se ha logrado conseguir con trabajo honesto” (Rorty, 1992,
p. 3).
Y Rorty contesta:
“A nuestros adversarios les agrada sugerir que abandonar ese vocabulario
(heredado de Platón y Aristóteles) es abandonar la racionalidad, que ser
racional consiste precisamente en respetar las distinciones entre lo absoluto y
lo relativo, lo descubierto y lo inventado, objeto y sujeto, naturaleza y
convención, realidad y apariencia. Los pragmatistas respondemos que si la
racionalidad es eso, sin duda somos en verdad irracionalistas" (Rorty, 1999, p.
99).
La razón de que Rorty sea tildado de “irracional” es que para él la filosofía no
debe ser una pseudo ciencia, a la que se le encomiende solucionar los grandes
problemas de la humanidad. Más bien, cree que las grandes preguntas que
atañen a la filosofía se pueden resolver desde el lenguaje, ya sea reformándolo
o entendiéndolo mejor (Rorty, 1990). Considerando que Rorty rechaza que la
filosofía deba partir desde un solo y firme punto de partida (Gomila, 1987), sus
posiciones pueden conducir a minar la creencia acerca de la verdad.
De hecho, el punto más polémico del giro lingüístico es su aparente relativismo.
Si la verdad es diálogo, no existiría una verdad definitiva. Sin embargo, puede
decirse que el relativismo es sólo el otro extremo del objetivismo, es decir, la
concepción que afirma que siempre existe un punto de partida neutral sobre el
que se afirman todas las verdades (Gomila, 1987). Y eso precisamente es lo
que rechaza el giro lingüístico. Nadie es capaz de afirmar verdades universales
y no queda más que intentar probar las verdades en un contexto social de
justificación, en una comunidad humana, donde se examinan, fortalecen o
desechan conversacionalmente.
Esto en parte es compartido por Habermas (1985), en su teoría de la acción
comunicativa, que es un proceso coordinado por dos o más actores no para
buscar un fin concreto e inmediato, sino para lograr el entendimiento. "Llamo
acción comunicativa a la situación en que los actores aceptan coordinar de
modo interno sus planes y alcanzar sus objetivos, únicamente, a condición de
que haya o se alcance mediante negociación de un acuerdo sobre la situación
y las consecuencias que cabe esperar” (pp. 157-158).
26
En estos acuerdos intersubjetivos no puede haber coacción, sino la
“aprobación racionalmente motivada” del contenido de la aseveración y una
“convicción” conjunta. Un acto de habla sólo tiene éxito cuando consigue que el
otro adopte una posición afirmativa, pese a que su aseveración es discutible.
A diferencia de Rorty, Habermas no niega de forma tajante que exista una
verdad y pone el acento en el mundo que comparten los hablantes cuando
concuerdan la acción comunicativa. Este tiene tres esferas: La primera es el
“mundo objetivo”, un supuesto de realidades existentes compartido por los
hablantes y acerca del cual ellos tienen que ponerse de acuerdo. Sin duda,
este mundo objetivo sigue estando conformado por el lenguaje, pero existe.
Además hay un mundo social, que incluye interacciones interpersonales
legitimadas en el ámbito compartido. Por último, existe un mundo subjetivo, al
que cada hablante tiene un acceso privilegiado y que se alimenta de sus
vivencias particulares.
De acuerdo a esto, la validez de un enunciado debe ser acorde a estos tres
mundos, en cuanto sea verdadera (mundo objetivo), legal (mundo social) y
sincera (mundo subjetivo).
De este modo, los discursos de un hablante no son “edificantes” a la manera
de Rorty porque no se bastan a sí mismos, sino que son válidos en relación
con estos tres mundos de referencia, cada uno de ellos también construido
lingüísticamente.
La perspectiva de Habermas permite rechazar de plano las acusaciones de
relativismo, poniendo como punto de partida la verdad concebida como
acuerdo intersubjetivo acerca del mundo o como “aceptabilidad racional”
(Habermas, 2003, p. 23), en su contexto social de justificación. Por eso, en sus
últimos trabajos, el autor explica que los hablantes en el mundo de la vida
asumen la realidad como un supuesto verdadero para cumplir con sus
actividades cotidianas. Pero cuando debaten, ponen estas ideas en suspenso
para revisar su racionalidad, haciendo uso de rutinas de lenguaje.
Habermas llega a estas conclusiones sin dejar de lado la idea de la centralidad
del lenguaje en la conformación del mundo, cuyo conocimiento siempre está
construido a través del lenguaje compartido. Como él mismo asegura: “No hay
necesidad, ni tampoco posibilidad, de limpiar el conocimiento humano de
27
ingredientes subjetivos y mediaciones intersubjetivas, es decir, de intereses
prácticos y del color del lenguaje” (Habermas, 2003, p. 22).
Por eso, no se trata de relativismo, sino de que sólo podemos acercarnos a la
verdad a través del lenguaje, porque “lenguaje y realidad se interpenetran de
un modo que resulta indisoluble para nosotros” (p. 23).
En suma, no es que no haya una verdad, sino que inevitablemente sólo
podemos acceder a sus versiones lingüísticas.
28
Entonces, si bien la descripción que proponen estos autores asume que la
construcción de la realidad social es un proceso intersubjetivo, y que éste
necesariamente media nuestra relación con las “cosas”, asumen a la vez un
proceso de objetivación de estas realidades creadas socialmente.
Esta dualidad teórica en su planteamiento, se debe a que extraen la idea de
Dürkheim, de que la regla fundamental de la sociología es “tratar a los hechos
sociales como cosas” y, al mismo tiempo, adoptan la afirmación de Max Weber
de que "tanto para la sociología en su sentido actual, como para la historia, el
objeto de conocimiento es el complejo de significado subjetivo de la acción" (p.
35). Pero, para Berger y Luckmann, estas corrientes no resultan
contradictorias.
Para explicar esto mejor, intentaremos resumir ambos planteamientos.
Dürkheim plantea que el hombre no puede vivir en medio de las cosas sin
hacerse ideas sobre ellas y regula su conducta de acuerdo a estas ideas.
Entonces, “como estas nociones están más cerca de nosotros y más a nuestro
alcance que las realidades a las cuales corresponden, tendemos naturalmente
a suprimir a estas últimas y a hacer de aquéllas la materia misma de nuestras
especulaciones” (Dürkheim, 2001, pp. 53-54). Esto incluso ocurre con las
ciencias, que parten de esta base teórica, pero luego deben enmendar su
camino para dejar de estudiar las ideas y comenzar a estudiar las realidades.
Esto es particularmente difícil para la sociología porque los hechos sociales
son directa producción humana.
Para Dürkheim, las nociones que los hombres se hacen acerca de la realidad
no son más que un velo que la enmascara. En cambio, la realidad, “la cosa”, es
todo lo que se “impone a la observación”, son “data” para el sociólogo
(Dürkheim, 2001, p. 68). El imperativo es considerar a los fenómenos sociales
en sí mismos, desprendidos de los sujetos conscientes que los representan y
deben ser estudiados “desde fuera”, como cosas exteriores al observador.
El planteamiento de Dürkheim nos devuelve a la reflexión epistemológica que
hacíamos antes y se sitúa en la mirada conjuntista, que supone que el
conocimiento científico es cierto por cuanto existe una realidad dada y externa
al sujeto. Sin embargo, la construcción social de la realidad de Berger y
Luckmann niega la autoridad de las explicaciones “causales o genéticas” y la
perspectiva conjuntista, porque supone que no hay un mundo dado sin que
29
esté mediado por las subjetividades y que la realidad es una construcción
constante realizada por el ser humano anclado en un momento histórico y de
naturaleza intersubjetiva.
Pese a este gran contraste, Berger y Luckmann buscan conciliar la idea de “los
hechos sociales como cosas” de Dürkheim con la construcción de la realidad
social, porque explican que el momento objetivo de este fenómeno se produce
cuando se generan hechos sociales consensuados que, aun construidos
intersubjetivamente, se transforman en facticidades objetivas que operan para
distintos individuos de manera similar, que condicionan sus decisiones, que
ejercen coerción sobre ellos, erigiéndose como convenciones.
Este tipo de fenómenos, coincide con la definición de Dürkheim de hechos
sociales, que no existirían si sólo hubiera individuos aislados y que no pueden
ser cambiados por la simple voluntad de un sujeto. Modificarlos requeriría al
menos de una lucha o un trabajo constante.
Por otro lado, la visión de Weber se centra en la subjetividad de los actos del
hombre. Mientras Dürkheim propone tratar a los hechos sociales “como cosas”,
Weber (2008, pp. 6-12) define a la sociología como la “ciencia que se ocupa
del sentido de la acción” humana. Y se refiere a estos actos como acciones
“comprensibles”, es decir, que tienen un sentido.
En lo que Weber denomina la “sociología comprensiva”, se busca una
comprensión explicativa, que establece el para qué se realiza la acción, es
decir, se le adjudica un fin, la “conexión de sentido en que se incluye una
acción”.
Ahora esa comprensión busca establecer el sentido subjetivo del hecho, que
nunca será evidente. Sólo vemos el resultado que nos permite inferir ciertos
motivos, pero no obtendremos jamás una certeza acerca de ellos, aunque sean
racionales. Esto se produce por varias condicionantes que hacen que los
motivos de una acción y, más aún su interpretación, sean subjetivos:
-Todo sujeto de una acción tiene en sí una lucha de motivos contrarios y, por
comprensibles que sean, la intensidad con que éstos se expresan en la acción
no se puede asegurar. Sólo el resultado de la acción nos presenta una
ilustración acerca de ellos. Ni siquiera el testimonio de quien realiza la acción
tiene un valor absoluto, toda vez que en él subyacen represiones y pretextos.
30
-Las evidencias de las interpretaciones pueden ser racionales, cuando una
acción se comprende en forma intelectualmente clara, pero también puede ser
endopática, cuando se logra “revivir” una acción para comprender las
emociones y sentimientos que la motivaron.
-Los valores o fines en torno a los cuales se articula una acción, habitualmente
no son comprensibles a la interpretación, más aún si son endopáticos y si se
alejan de las propias convicciones, como ocurre con los fanatismos, creencias,
donaciones extremas y emociones exacerbadas como cólera o celos. Esto
debido a que son distantes de las experiencias y habitualidades conocidas por
quien interpreta. Por ello, al analizarlos debemos considerarlos como “datos”,
para centrarnos en intentar comprender el desarrollo de la acción.
-Igualmente deben ser tratados como datos no susceptibles de interpretación,
todos los “objetos ajenos al sentido”, que constituyen ocasión, resultado,
estímulo u obstáculo para la acción humana. En ese caso, lo que hay que
interpretar es su relación con la acción humana como medio o como fin. Si
estos objetos no se usan como medios o como fines de la acción humana, son
meramente estímulo u obstáculo y también son abordados como datos.
-Weber afirma que, debido a nuestra necesidad causal, las disciplinas como la
sociología crean artificialmente tipos ideales, como una herramienta
metodológica racionalista, dejando fuera las acciones no habituales que se
escapan del modelo y generando de este modo hipótesis. Cuando
interpretamos una sucesión de hechos, su validez depende de que, según
nuestra experiencia, mantengan una pretendida regularidad, lo que hace
nuestras afirmaciones muy falibles y subjetivas.
Pese a la ya expuesta contraposición de las ideas de Dürkheim y Weber,
Berger y Luckmann (2001, p. 35) concilian ambas nociones en la siguiente
pregunta metodológica: “¿Cómo es posible que los significados subjetivos se
vuelvan facticidades objetivas?”. Esta interrogante congenia el hecho de que
las acciones humanas son subjetivas, como también sus motivos y
probablemente también interpretaciones, con la idea de que en un momento
olvidamos este origen subjetivo y las contemplamos “como cosas”, que
podemos observar y analizar de manera objetiva y que estamos obligados a
tratar “como datos”, aun cuando estén asentadas sobre acuerdos
intersubjetivos invisibilizados.
31
Y una aclaración sobre el término “datos”: Para Dürkheim, los “data” para el
sociólogo corresponden a su objeto de estudio, los hechos sociales, que son
parte de una realidad objetiva, que existe con independencia de los individuos
y como tal puede ser observada y descrita. En cambio, para Weber tratar a un
fenómeno “como dato”, significa abordar un objeto que no se puede cambiar ni
tampoco se puede interpretar causalmente. No es materia de comprensión,
como los fines y los valores de las acciones de otros y los objetos ajenos al
sentido, que no incorporamos como medios y que son estímulos u obstáculos
para nuestros actos. Por otra parte, en la noción de Berger y Luckmann, los
datos que se pueden investigar son las institucionalizaciones de las miradas
intersubjetivas, que ilusoriamente interpretamos como datos de una realidad
externa a los sujetos, aunque realmente no lo sean. Y lo que conocemos como
“noticia”, construida por los periodistas y comunicada en los medios de
comunicación es una de estas miradas institucionalizadas de la realidad social.
32
-La realidad social subjetiva: Formada por las dos anteriores, incluyendo las
acciones sociales individuales (Rodrigo Alsina, 1989). En este punto la realidad
subjetiva se construye sobre “zonas de relevancia” (Adoni & Mane, 1984, p. 26)
(Sinaga, 2011, p. 16) en relación con su distancia de las experiencias de la
“vida cotidiana”, tomando el término de Berger y Luckmann. Es decir,
corresponde a aquella parte del conocimiento individual que en parte comparto
con otros, donde suspendo mis dudas, que a veces asumo a través de hábitos
y rutinas y otras veces debo resolver como un problema y con la que tengo
distintas relaciones de proximidad y alejamiento que lo distancian o acercan a
mi experiencia personal. Es la subjetivación de ese mundo que experimento
como “objetivo”, convirtiéndolo en “mi mundo” (Berger & Luckmann, 2001, p.
40).
Es necesario enfatizar que, de acuerdo a esta perspectiva, los medios no son
los únicos que construyen la realidad social. Hemos dicho con Rodrigo Alsina
(1989) que éstos tienen un rol privilegiado, pero ni siquiera lo ejercen de forma
unívoca porque, lejos de las ideas de manipulación mediática, la interacción de
la audiencia es determinante. No sólo la producción y la circulación de la
noticia son importantes, sino también el consumo y el reconocimiento.
Aunque este estudio está centrado en las narrativas, que se despliega en
principio en la fase de producción de la noticia, la retórica en los discursos
adquiere su importancia en cuanto da forma a la construcción social de la
realidad, que se concreta en la etapa de consumo de estos discursos. Más aún
en la era de las redes sociales digitales, en que este discurso es más que
nunca polifónico e interactivo, considerando los principios de la web 2.0.
Además, el proceso de producción, circulación y consumo de la noticia se
aceleran, simulando ser casi simultáneos, sólo porque es factible producir,
publicar y difundir contenidos de forma más rápida.
Existen definiciones muy diversas de noticias, desde las que las confunden con
los propios acontecimientos sociales hasta las que las caracterizan más bien
como construcciones subjetivas. De acuerdo con los objetivos de este estudio,
es fundamental situar a la noticia como un discurso, no como la realidad en sí.
Y ese discurso no se produce de manera aislada, sino que se construye
intersubjetivamente.
33
Para esbozar una definición, tomaremos algunas ideas de la que propone
Rodrigo Alsina (1989, pp. 185-190): “Noticia es una representación social de la
realidad cotidiana producida institucionalmente que se manifiesta en la
construcción de un mundo posible”. El autor no concibe la representación
social como una superestructura ideológica, basada sólo en condiciones
objetivas, sino como medio para aprehender el entorno. Para definir
institucionalidad, toma algunas nociones de la construcción de la realidad
social de Berger y Luckmann (2001). La noticia es institucional porque en su
proceso de construcción existe una tipificación recíproca, pública y
relativamente consensuada de acciones habitualizadas por tipos de autores.
De esta forma, se entiende la afirmación de que en la sociedad los medios
tienen una función social legitimada para la construcción social de la noticia.
En cuanto a "la construcción de un mundo posible", que refiere la definición de
Rodrigo Alsina, hay que explicar los distintos mundos que entraña esta idea. El
mundo real es la fuente que proporciona los acontecimientos que los
periodistas construyen como noticias y, a la vez, el lugar para verificar los
relatos acerca de él. Relacionándolo con Weber (2008), estos hechos sociales
son ocasión, resultado, estímulo u obstáculo de las acciones humanas y el
hombre corriente sólo podría cambiar algunos tras una ardua lucha.
Existen por otro lado los “mundos de referencia”, que Rodrigo explica como
modelos culturales en los que el periodista enmarca el acontecimiento que
observa para contextualizarlo y darle significados. Aquí podemos incluir otros
discursos, como sus saberes anteriores, las habitualidades, los marcos legales
y también su formación profesional, las rutinas periodísticas que practica él y el
medio para el que trabaja. En esas rutinas se inscriben también las narrativas
canónicas que se aplican a los textos periodísticos, como la pirámide invertida,
y que son el foco principal de este estudio.
A partir de todos esos elementos, el periodista-narrador crea lo que Rodrigo
llama el “mundo posible”, un mundo narrativo construido lingüísticamente a
partir del mundo real y referencial (Rodrigo Alsina, 1989). Es sin duda un
mundo de palabras, pero para hacerlo verosímil y hacer presentes sus
esfuerzos por ser veraz, el narrador-no ficcional usa marcas de veridicción, es
decir, narrativas, recursos y marcas lingüísticas que permiten hacerlo creíble y
que analizaremos más adelante.
34
En esta investigación, el acento no está en el mundo real, sino, en el mundo
posible, en ese universo narrativo que tiene la pretensión de ser una
representación de la realidad y que tiene sus propias normas de estilo. Algunas
de ellas pueden ser inherentes a la ontología del mundo digital. Otras,
provienen del mundo de “referencia”, en el sentido de Rodrigo Alsina, es decir,
de modelos culturales que nutren la construcción social de la realidad que se
concreta en Twitter, en la que participan los medios de comunicación
tradicionales y también los usuarios, cuando hablan de noticias acerca del
mundo.
Ese universo lingüístico está compuesto por encuadres previos acerca de la
función social del periodismo, de su ética y de los modelos narrativos prescritos
tradicionalmente para los profesionales de la prensa. Estos marcos también
son relatos, son discursos aprendidos que han persuadido en algún momento a
los periodistas/narradores. Lo cierto es que estas consideraciones discursivas,
sus gramáticas y estilos inciden en la manera en que los usuarios de Twitter
perciben el mundo, como parte del discurso valorado de los medios, que pasa,
a veces sin crítica, a formar parte de la vida cotidiana, de ese universo de
significados que comparto con otros, como lo llaman Berger y Luckmann
(2001, p. 40).
Para resaltar estos puntos, tomando algunos aspectos de la definición de
Rodrigo Alsina, proponemos que la noticia es una representación social
producida institucionalmente a partir de un acontecimiento de importancia e
interés público.
En cuanto a la importancia y el interés, hay que establecer un nexo entre ellos,
que son dos factores cruciales de valoración de la noticia y que a menudo
aparecen como contrapuestos. Este trabajo de jerarquización de los
acontecimientos de hecho constituye parte fundamental de la labor
interpretativa del periodista, que tiene la gran misión, sobre todo en un mundo
con exceso de datos, de separar lo relevante de lo que no es y de hacer
interesante la importante (Rozas, 1997). Esta valoración la realizan los medios
y los periodistas al construir el "mundo posible" a partir de encuadres
relacionados con sus concepciones de lo público y de la sociedad, del mundo
real y del mundo de referencia, usando términos de Rodrigo Alsina.
35
Por otro lado, Augé (2000, p. 32), desde la antropología, define acontecimiento
como lo que es consensuadamente relevante en una sociedad. Pues bien, en
esta dinámica informativa, la prensa es un actor privilegiado en cuanto a decidir
qué eventos se transforman en acontecimientos. De hecho, Augé llega a decir
que un acontecimiento, definido en estos términos, es fundamentalmente un
evento del que hemos escuchado a hablar o hemos visto en los medios, en
especial, la televisión e internet (Cabrera, 2009). Es decir, que,
antropológicamente incluso, es frecuente que un acontecimiento corresponda a
lo que llamamos noticia.
Desde este concepto, podemos afirmar que en Twitter también circulan
noticias, que son potencialmente conocidas, compartidas y comentadas por el
público, que tiene la posibilidad de decidir cuál de ellas merece mayor atención,
optando por seguirla, retuitearla, comentarla, abrir su link adjunto, “favoritearla”
o simplemente ignorarla.
36
activamente en la transformación social orientada al perfeccionamiento
democrático de la sociedad; y consagrar su conciencia y quehacer profesional
a promover el respecto a las libertades y a los derechos humanos” (Artículo 1).
Además, fortalecer la paz, la coexistencia, la autodeterminación de los pueblos,
el desarme, la distensión internacional, la igualdad. Y, si se trata de un
periodista latinoamericano, además debe de forma “ineludible” contribuir a la
independencia económica, política y cultural del continente, a establecer un
Nuevo Orden Económico Internacional y la descolonización de la información.
En este enfoque subyace una mirada latinoamericanista y contraria a la
preeminencia de los países económicamente desarrollados.
Otros autores explican que, de acuerdo al contexto político de la prensa, se le
asignará una función social al periodismo. Es así como en sus “Cuatro teorías
para la prensa”, Siebert, Peterson y Schramm (1984) exponen cuatro
escenarios alternativos para la acción del periodismo:
En primer lugar, la teoría autoritaria es un sistema de principios “en el que la
prensa, como institución, es controlada en sus funciones y operación por la
sociedad organizada a través de otra institución: el gobierno”. Una segunda
derivación de este sistema, son los conceptos del comunismo soviético, que
aplican este control a favor de la lucha por las utopías revolucionarias (pp. 2,
10). Para Schramm, la comunicación ejerce una labor de control social, que
apunta a los individuos que se desvían hasta que regresan al redil “o
descubren que no hay nada más que hacer” (Schramm, 1982, p. 17).
Una tercera posibilidad, opuesta a las anteriores, es la teoría libertaria, en que
la prensa está libre del control y la dominación del gobierno. En ese caso, la
función de los medios es informar y entretener. Además, debido a esta
independencia, se les adjudica una tercera función, que es proveer una base
económica para asegurar su independencia financiera, lo que los lleva a
venderse y a ofrecer publicidad. De todos modos, aclaran que “el propósito que
subyace a los medios es ayudar a descubrir la verdad, asistir en el proceso de
resolución de los problemas políticos y sociales, presentando todo tipo de
evidencias y opinión como base para las decisiones” (Siebert, Peterson, &
Schramm, 1984, p. 51) Esta doctrina también se identifica con el pensamiento
liberal y más tarde con el liberalismo propugnado por Adam Smith. De este
modo, supone que el Estado no debe intervenir en el “mercado” libre de las
37
ideas y las informaciones para que, en la lógica de la “libre competencia”, el
receptor elija qué medio tiene la mejor información. Es más, le atribuye la
categoría de “cuarto poder”, es decir, de vigilante de los excesos de los otros
tres poderes del estado (Canel & Sádaba, 1999, p. 12).
Por último, la teoría de responsabilidad social coincide con la libertaria, pero
tiene distintos énfasis. Esta visión acepta el papel de la prensa al servicio del
sistema económico, pero pone el acento en promover los procesos
democráticos e ilustrar al público. Tolera el rol de la prensa en entregar
entretenimiento, pero debe ser “buen” entretenimiento. Comprende la
necesidad de autofinanciamiento de la prensa, pero cree que es necesario que
ciertos medios individuales no tengan que transarse en el mercado (Siebert,
Peterson, & Schramm, 1984, p. 74).
Esto último está en consonancia con lo que plantea Pena de Oliveira en su
“Teoría del Periodismo”, donde propone el periodismo de resistencia, que
busca mantener a salvo la función del periodismo como transformador de la
sociedad, resistiéndose a ver la noticia como mercancía. Esto a través de la
subversión en los medios de los grandes conglomerados o derechamente a
través de medios alternativos (Pena de Oliveira, 2006).
Siguiendo la línea de definir la función social del periodismo de acuerdo al
sistema político-económico imperante, hay autores que le atribuyen la función
de facilitar el diálogo y la inclusión propios de la democracia. Para García de
Cortázar y García de León (2000), la función informativa sirvió inicialmente para
delimitar el ámbito de la profesión en sus orígenes, pero además agrega una
función social y transformadora. Al ser responsables de la difusión, los
periodistas tienen en su mano el crecimiento o retroceso cultural de la sociedad
y de garantía de las libertades en una sociedad democrática. O, como agrega
Cantavella, (2008, p. 22) “(…) la función social del periodismo es
principalmente mantener permanentemente fluidas, abiertas y activas las
transferencias informativas y los procesos de comunicación requeridos para
asegurar la integración de una sociedad que tiende a la progresiva
diferenciación cognoscitiva, funcional y laboral”.
38
1.3.2.2 Funciones endógenas
2
Identificamos como géneros periodísticos tres grandes formas de ejercicio y redacción
periodística: informativa, interpretativa y de opinión, de acuerdo a la nomenclatura utilizada en
Chile y que comentaremos más adelante.
39
o esté controlada, más bien se centra en la relación entre la actividad
periodística y la realidad.
40
ese discurso periodístico, cuando es creado sin controles externos, el que
posibilita la libre existencia de todos los otros discursos sociales acerca de la
realidad: ideologías, preferencias religiosas, gustos estéticos, valores y demás
ideas y creencias (Ortega y Gasset, 1959), sobre la realidad que compartimos.
En este sentido, el periodismo puede ser agente posibilitador del cambio social.
41
memorias individuales, con “energía mental finita y capacidad de
representación limitada” (Kinder, 1998). Justamente estas limitaciones hacen
que las personas busquen en general un conocimiento aceptable, aunque no
sea óptimo. De esta manera, las categorías mentales se expanden desde una
locación determinada y cobran más fuerza dispersándose a través de las redes
sociales.
Esto opera también en la construcción de la noticia, porque los editores y
periodistas también usan estos estereotipos al seleccionar los datos con los
que configuran la información. En general, para transformarse en noticia, un
evento debe poder categorizarse como una “manifestación”, una forma definida
de un acto ya realizado, no de un proceso en ciernes. Mientras esto no ocurra,
no es susceptible de ser distinguido ni informado. Por ello, Lippmann (2004)
explica que las noticias no son nunca un espejo de las condiciones sociales,
sino el reporte de un aspecto de ellas que ha sido perturbado y que puede ser
registrado, fijado, objetivado o nombrado.
Esto es concreto al revisar los manuales tradicionales de periodismo
informativo, que prescriben los factores de valoración de la noticia, es decir,
ciertas categorías que hacen a un acontecimiento más o menos noticiable. Es
el caso del famoso decálogo de Carl Warren (1975, p. 25), quien considera que
estos ingredientes (tales como interés, conflicto, sexo, lo insólito) son
indicadores “manifiestamente empíricos”. Pero en realidad son estructuras
mentales y subjetivas que se proyectan sobre lo que se observa acerca de un
acontecimiento.
De esto está hecha usualmente la realidad social que construyen los medios
periodísticos.
Por su parte, Cohen (1963) refuerza posteriormente la idea del efecto de este
mecanismo, diciendo que los medios comúnmente no logran decirles a las
personas qué pensar acerca del mundo, pero sí tienen éxito en decirles sobre
qué pensar. Aunque los editores creen que imprimen lo que los lectores
quieren, en realidad los medios les hacen poderosos llamados de atención a
sus audiencias, posicionando los temas que merecen ser discutidos y
pensados por el público.
Basados en esta idea de Cohen, McCombs y Shaw se dispusieron durante la
campaña presidencial de 1968 a intentar probar empíricamente la función de
42
los medios de comunicación en lo que llamaron el “establecimiento de agenda”
o agenda-setting. En la investigación, descartaron que existiera un gran poder
mediático para regular la intensidad y dirección de las actitudes en el público,
pero demostraron que, en la ciudad de Chapel Hill al menos, los medios
establecían la agenda de las campañas políticas, influenciando la
“prominencia” de las actitudes hacia asuntos políticos.
De este modo, este primer estudio trazó la correlación entre lo que los
habitantes de esa ciudad decían que eran los puntos clave en la campaña
electoral y el contenido de los medios de comunicación acerca de esas
campañas (McCombs & Shaw, 1972). Esto fortaleció la idea de que los medios
por lo menos tienen el poder de definir las prioridades de nuestras
conversaciones sobre lo público (McCombs, 2005).
Posteriormente y basado en los múltiples estudios sobre esta teoría, McCombs
enunció el “segundo nivel de la agenda-setting”, que admite un mayor poder
activo de los medios en la construcción de la realidad social. Este concepto
propone que los medios de comunicación, al narrar un acontecimiento, no sólo
definen los temas en la discusión pública, sino que también dan mayor
importancia algunos atributos o a otros y traspasan esa jerarquía desde los
medios de comunicación a la agenda pública (Leiva, 1997).
Según el propio McCombs reconoce, esta redefinición de la agenda-setting
tiene gran afinidad con el concepto de frame, elaborado principalmente por
Richard Entman, quien analiza el fenómeno desde una perspectiva más
amplia, no sólo centrada en los medios de comunicación. “To paraphrase
Entman in the language of second level of agenda-setting, framing is the
selection of a small number of attributes for inclusion on the media agenda
when a particular object is discussed” (McCombs, Llamas, López-Escobar, &
Rey, 1997, p. 704).
Entman despliega la idea de los encuadres o frames para explicar la estrategia
que los gobiernos y también los periodistas desarrollan para tener influencia en
el público. Los frames están compuestos por imágenes y palabras y tienen el
poder de elegir y destacar algunas facetas de eventos y asuntos públicos, y de
hacer conexiones entre ellos, para promover una interpretación particular y
una evaluación y solución determinadas. De este modo, los gobiernos y los
medios no sólo sitúan los temas prioritarios de la discusión de lo público, sino
43
que también insinúan qué condiciones en nuestra sociedad son problemáticas,
cuáles pueden ser sus causas, quiénes son buenos o malos desde un punto de
vista moral y cómo pueden remediarse estas dificultades (Entman, 2003).
Es importante detenerse en la forma en que Entman describe este mecanismo,
que es profundamente lingüístico y narrativo: “Those frames that employ more
culturally resonant terms have the greatest potential for influence. They use
words and images highly salient in the culture, which is to say noticeable,
understandable, memorable, and emotionally charged” (p. 417). A este factor lo
denomina “resonancia cultural”, que es decisiva en determinar la efectividad de
un frame. Además, el éxito de un encuadre se valora de acuerdo a su
magnitud, que depende de la prominencia y de la repetición de las palabras e
imágenes que se usen. De este modo, el propósito del encuadre es evocar
pensamientos y sentimientos similares en una porción considerable de la
audiencia.
A partir de estas definiciones, podemos proponer que las narrativas constituyen
en sí mismas encuadres, porque permiten valorar de una manera u otra un
acontecimiento. Éstas están además culturalmente determinadas, porque su
efecto puede ser distinto en un contexto social u otro. El frame es a final de
cuentas una estrategia discursiva.
De hecho en sus investigaciones sobre los encuadres acerca de distintos
eventos internacionales, Entman extrae ciertos tipos de frames (1991). Y todos
ellos resultan ser elaboraciones narrativas. Por ejemplo:
a) Importancia: Los medios deciden cuánto material publicar sobre un hecho y
cuánto espacio o tiempo darle. De este forma, están magnificando o
minimizando ciertos elementos de la realidad representada, haciéndola más o
menos prominente.
b) Agente: Los medios configuran la noticia determinando quién provocó el
hecho. Este dato es parte de la rutina de los periodistas porque constituye una
de las 6 W, las preguntas básicas del género informativo y que por convención
se debería incluir en el titular.
c) Identificación: Los medios escogen las palabras con que se refieren a las
personas, hechos, lugares.
44
d) Categorización: Los medios generan etiquetas para denominar a las noticias
y a cada uno de sus elementos constitutivos. Desde los apodos de un futbolista
hasta la denominación de un caso político o policial.
e) Generalizaciones: Se puede usar la metonimia, para a inducir a partir de un
hecho específico, una característica general y permanente de un personaje,
país, gobierno o situación.
Entman aclara de todos modos que las audiencias no son del todo pasivas y
que tienen libertad para dar significado a los mensajes de los medios, pero,
cuando existen frames poderosos, no son objetados por las élites mediáticas y
terminan obscureciendo las visiones contrapuestas.
En la misma línea, Gamson y Modigliani (1989, p. 3), complejizan el proceso de
elaboración de los frames, coincidiendo con Entman en que están hondamente
determinados por una cultura común. Por eso los periodistas, al crear sus
encuadres, en parte reproducen, parafraseando o citando, los encuadres que
provienen desde otros foros donde se discute lo público, que constituyen sus
fuentes. Pero también hacen sus aportes originales, creando frames,
inventando sus propias frases “gancho” y a menudo apelando a la cultura
popular que comparten con la audiencia.
De este modo, el discurso público no es uno solo, sino que es más bien un
conjunto de discursos, de “paquetes interpretativos”, que le dan sentido a la
realidad social. Dentro de cada uno hay una idea central organizadora, que
corresponde al frame y que irradia toda una gama de posiciones sobre distintos
temas.
“A package offers a number of different condensing symbols that suggest the
core frame and position in shorthand, making it possible to display the package
as a whole with a deft metaphor, catchphrase, or other symbolic device” (p. 3).
Esto refuerza la naturaleza narrativa del encuadre, porque sólo se expresa
mediante recursos narrativos, usando estrategias simbólicas.
De esta manera, los frames están compuestos por estrategias discursivas, que
determinan la construcción de la realidad social. Sin embargo, no siempre
operan de forma consciente o deliberada ni son ideados por los editores o
periodistas. En gran medida, como dijimos antes, vienen de la cultura común,
pero también de las auspiciadores, es decir, de organizaciones interesadas en
promover ciertos encuadres por intereses propios. En el caso de los medios,
45
Gamson y Modigliani destacan la influencia de las rutinas periodísticas
institucionalizadas, de forma similar al “ritual de la objetividad” de Tuchman
(1972), que veremos después en detalle y que incluye prácticas culturales que
operan a veces de forma mecánica, como garantías de un periodismo ético o
como simple amuleto. Pero estas rutinas a menudo también buscan desafiar
los encuadres impuestos por los auspiciadores, en una busca honesta de la
autonomía de la prensa. Por ende, son muchos los factores que determinan la
naturaleza y origen de los encuadres.
Sin embargo, basados en estas ideas e investigaciones, podemos coincidir en
que los frames existen y que se pueden identificar en sus formas discursivas.
Esto nos devuelve a la pregunta de esta investigación sobre las narrativas con
las que se cuentan las noticias en Twitter. A priori, podemos descartar el
encuadre de la importancia espacial, en cuanto a la cantidad de superficie
diagramada de una noticia en un soporte impreso o de tiempo en uno
audiovisual o sonoro. Esto porque en la plataforma sólo hay 140 caracteres
disponibles y el orden jerárquico entre noticias no existe, porque se impone en
la interfaz una línea de tiempo inversa, que comienza necesariamente por lo
más reciente. Sin embargo, como ya hemos comentado, nuestra tarea es
averiguar qué nuevos recursos digitales permiten narrar las noticias y construir
el mundo. De este modo, podrían operar como encuadres.
46
forman parte de su “vida cotidiana”, si tomamos los términos de Berger y
Luckmann (2001). Por ello, si bien en todo lugar la prensa debiera colaborar,
con mayor o menor libertad, a construir la realidad social, las actitudes con las
que los periodistas enfrentan esta labor varían de cultura en cultura y de
persona en persona. Por ello, hay distintas ideas sobre las actitudes que
debería adoptar un periodista.
Una es la de Johnston, que en 1976 describió a los periodistas
estadounidenses. Definió dos clases de profesionales: el periodista neutral, que
informa sólo lo que ve, y el participativo, que informa más allá de lo que ve,
inquiriendo por información, en especial al gobierno (Canel & Sádaba, 1999, p.
17).
Posteriormente, Weaver y Wilhoit (1991) rediseñaron el estudio de Johnston,
describiendo tres actitudes preponderantes: el periodista adversario, intérprete
y diseminador. El primero asume un rol activo para cuestionar y desconfiar de
líderes políticos y económicos. El intérprete se enfoca más en analizar, explicar
y discutir las políticas del gobierno. Y el difusor, se concentra en obtener y
difundir información lo más rápidamente posible y a la mayor cantidad de
personas.
En una encuesta realizada a periodistas de Estados Unidos, Weaver y Wilhoit
descubrieron que la mayoría cree en que es necesario encarnar al menos dos
de esas actitudes al mismo tiempo. Curiosamente sólo un 17% se identifica con
la actitud adversaria, pese al “clamor” del público por un periodismo crítico al
poder, luego del escándalo Watergate (p. 16).
Además existen factores culturales e individuales que matizan estas actitudes.
En el caso de México, por ejemplo, el estudio de Márquez (2012) plantea que
los periodistas de ese país dicen adherir a los valores liberales-anglosajones
del periodismo, como la factualidad, la objetividad, la autonomía del Estado y el
ser el “perro guardián” del gobierno. Pero, a la vez, mayoritariamente asumen
al periodismo como agentes de cambio social. Sin embargo, al examinar sus
prácticas, lo que realmente reportean y publican, se pudo establecer que se
limitan a ser transmisores de los discursos de otros, lo que Márquez llama
simple periodismo “declarativo”.
En el caso de Chile, el estudio de Mellado (2011) describe que para los
periodistas la actitud más importante se orienta hacia el ciudadano. De este
47
modo, de acuerdo a una encuesta aplicada a estos profesionales, los roles más
valorados son:
-Dar a la población la información que necesita para tomar decisiones políticas
(44,1% de los encuestados lo considera “extremadamente importante").
-Desarrollar el interés intelectual y cultural del público (41,4%)
-Promover la democracia (41,1%).
En segundo lugar, con respecto a las funciones orientadas al consumidor,
destaca el proveer a la audiencia de la información más interesante (44,6%).
Por último, se sitúa el rol de perro guardián, en especial, en relación con el
gobierno (38,9).
En contraparte, el rol propagandístico, en un extremo, y el de observador
imparcial, en el otro, tuvieron la incidencia más baja.
48
Universidad de Minnesota. De este modo, en los inicios de la formación
universitaria de periodistas se inculcó el ideal de la objetividad, derivado de la
sacralización de los hechos y asegurado a través de la sistemática aplicación
de la pirámide invertida, en la que nos detendremos más adelante (González
Rodríguez, 2003).
Pese a esto, hay estudios que indican que en algunos los periodistas crece en
las últimas décadas la idea de que la objetividad no existe o al menos es
impracticable por definición.
Por ejemplo, en una encuesta realizada a periodistas españoles, el 100% dijo
no creer en la objetividad absoluta y dar fe en cambio de la “verdad subjetiva”
de cada periodista (Berganza, Meier, & Oller, 2010). Con más matices, una
encuesta aplicada en 2001 a periodistas daneses describe que ellos sienten
que las relaciones públicas y otras actividades afines amenazan las ideologías
de la profesión, en especial hacen borrosa la distinción entre información
objetiva y subjetiva y lleva a confundir los límites del ejercicio del periodismo
(Norgaard Kristensen, 2003).
La objetividad se considera una de las actitudes claves del ideal anglosajón y la
función liberal del periodismo. Por eso mismo, la consigna de que el periodista
debe mostrarse aséptico en relación con la transmisión de los hechos que
relata, según Rodrigo Alsina (1989, p. 172), puede ser un truco capitalista, para
acallar las opiniones de los informadores y asegurarse de que los
acontecimientos se presenten desconectados de las relaciones de clases o de
sus condiciones materiales de producción.
Esta visión marxista critica la objetividad definida como sinónimo de
neutralidad. Porque el periodismo ontológicamente nunca puede ser neutral.
Esto se debe, según Rodrigo Alsina, a las propias particularidades del
quehacer periodístico, porque por un lado el reportero se siente con el deber de
narrar los acontecimientos sin mediaciones, pero ineludiblemente cuenta el
mundo desde su propio universo paralelo, desde la relación con otros colegas,
desde un medio determinado, desde una sala de redacción concreta. Eso
evidencia aún más las marcas del sujeto narrador sobre el discurso, que de
hecho son imposibles de borrar.
La propuesta de Rodrigo Alsina en relación con la definición de objetividad,
implica en primer lugar aceptar que hay fenómenos que ocurren sin la volición
49
del sujeto, pero éste y en particular los periodistas, son productores de
realidades sociales, que transforman en discursos las observaciones de esos
fenómenos. La verdadera objetividad entonces, es tomar conciencia de que el
fenómeno determina al observador y el observador determina al fenómeno. De
poco valen los trucos para disimular las huellas del sujeto narrador.
En otras palabras, la objetividad como neutralidad no existe, pero sí existe la
objetividad como veracidad. Chillón (2010, p. 49), tomando como base algunas
nociones de Nietzsche que comentamos antes, la define como una posición
intelectual humilde, que implica la “escucha atenta y activa de lo que sucede”,
no la reproducción de lo que pretendemos que sea verdad. Tampoco es la
transmisión pasiva de fragmentos de realidad, como propugna la idea de la
neutralidad periodística.
El hecho de que no podamos reproducir la verdad como sustrato ontológico y
definitivo, no significa que no exista la verdad, aunque para Nietzsche sea finita
y sin trasmundo. Los periodistas pueden desarrollar una “veracidad
informadora”, que debe mantener siempre un lazo con la verdad, como una
pretensión que le da sentido a la búsqueda (Chillón J. , p. 44).
Esta labor, como propusimos antes, es la tarea particular del periodismo en la
sociedad: justamente ser un narrador activo de esta realidad construida
lingüísticamente, independiente de controles exógenos y “veraz”, cuya
indispensable función el hombre necesita para ser libre.
50
II. Narrativas tradicionales del periodismo
2.1 ¿Narrativas?
La definición corriente de narrativas las nombra como uno de los tres géneros
literarios y además como "el discurso marcado y caracterizado por el acto de
relatar, de contar” (Valles, 2008, p. 11), lo que permite incluir también a la no-
ficción.
La narrativa natural, entendida como conversación, es decir, el relato oral
espontáneo, es tan antigua como la comunicación lingüística básica. Ésta se
caracteriza por su contenido referencial casi siempre referido al pasado, la
identificación del narrador/hablante y del narratario/oyente y transcurre in
praesentia, con un fin que está lejos de ser artístico.
Sin embargo, considerando todo lo comentado en el primer capítulo sobre el
concepto de construcción de la realidad social, podemos afirmar que narrar no
solamente significa relatar un mundo ficticio o lo que experimentamos en el
mundo real, sino re-construirlo. Por eso, al abordar las narrativas tenemos que
considerar que configuramos la experiencia con palabras y que además esta
narración forma de algún modo parte de un proceso social.
Por eso, la siguiente definición es aportadora en ambos sentidos: “Entendemos
la narrativa como un principio cognitivo que permite dar forma a la experiencia
favoreciendo la construcción de la identidad, donde el propósito implícito del
relato es permitir la evaluación del modelo que nos proporciona la cultura al
especular sobre universos posibles” (Palleiro, 2005, p. 15).
Esta formulación reconoce el papel conformador del lenguaje y, a su vez, la
injerencia de los mundos de referencia presentes en esta realidad segunda,
construida por el solo hecho de narrar. De este modo, el mundo narrado o el
mundo “posible”, ficcional o no-ficcional, está enlazado con modelos culturales,
que lo determinan.
Particularmente el discurso periodístico, al construir específicamente una parte
importante del entorno social, permite que el público evalúe, critique o avale
estos modelos culturales. Esta mirada crítica al contexto donde se produce el
discurso se produce por la comparación de lo narrado con la “vida cotidiana”,
51
con la propia y singular experiencia del mundo, la que en gran parte comparto
con otros.
Podríamos incluso llegar a decir que el discurso periodístico puede causar un
tipo de catarsis. En el concepto original de la tragedia griega, Aristóteles (1946,
p. 21) aconseja que “la trama debe estar compuesta de modo que, aun sin
verla con vista de ojos, haga temblar a quien oyere los hechos y compadecerse
por lo ocurrido”. De ese modo, la obra podrá “proporcionar ese placer que de
conmiseración y temor mediante la imitación procede”.
Pero en el caso de la narrativa de no-ficción que puede ofrecer el periodismo,
no se trata exactamente de placer. Kearney (2007, pp. 51-52) hace una nueva
lectura del concepto de catarsis más acorde con la exposición del individuo a la
narración de la noticia. Explica que el relato de la experiencia a través del
medio formal de la trama, nos permite repetir el pasado “hacia delante”. Se
trata entonces de una prolepsis, de una anticipación creativa al futuro, que
produce placer o al menos liberación. Es una invitación a examinar nuestras
vidas a través de las acciones de los “personajes”, para imaginar cómo sería la
vida de otra manera.
En este caso, el relato de las noticias, para cumplir con el rol social de
construcción de una realidad intersubjetiva, debería promover una examinación
crítica de los hechos narrados para proyectar un futuro distinto. Esta
comparación podría generar satisfacción o disconformidad en relación con el
presente. En esta propiedad justamente se basa la idea que ya discutimos de
que la construcción de la realidad social puede ser la base de un posible
cambio social.
Referido a la tragedia literaria, Kearney (2007) dice que en la catarsis
descubrimos una forma de dar un futuro al pasado. Y en el caso de las noticias,
este descubrimiento dramático tiene una tensión particular: estamos hablando
de lo que experimentamos como la realidad.
Aristóteles afirma que la catarsis trae conmiseración o temor. Esta piedad es
explicada por Kearney como la empatía por el dolor ajeno, sin llegar a una
pasión exagerada; y el miedo, lejos de llamar al morbo de observar los horrores
que otros padecen, conduce a un extrañamiento, que permite una reflexión
sobre la causa oculta de los acontecimientos. Este balance entre piedad y
temor, dos pasiones humanas básicas, es justamente la catarsis, donde ambas
52
emociones son sublimadas y sanadas. Por eso se puede hablar de la catarsis
como “homeopatía” o vacuna, que cura un mal con una pequeña dosis de ese
mismo mal.
Como estamos hablando de las noticias, como forma particular de relato, hay
que destacar también que las narrativas en sí contienen un cambio. De este
modo, podemos definir además a la narrativa, como “el proceso discursivo
constituido por una sucesión de estados y transformaciones que permiten
observar la aparición de diferencias y la producción de sentido en un texto a
cuyo nivel de superficie pertenece” (Grupo de Entrevernes, 1982, pp. 23-24). El
sentido del discurso se funda en el cambio, en la sucesión de estados y
transformaciones .Y el texto narrativo opta por describir solamente estas
diferencias.
En esta investigación, el término narrativa será definido como un “conjunto de
estrategias discursivas para componer un relato”.
Anteriormente propusimos como definición de noticia: “Una representación
social producida institucionalmente a partir de un acontecimiento de
importancia e interés público”. Al decir “representación social” estamos
aludiendo a que la noticia constituye un discurso, construido socialmente,
porque el mensaje “producido institucionalmente” por los sujetos legitimados
para hacerlo –los periodistas-, como todo enunciado- está abierto a la
respuesta tácita o expresa de otros individuos que la comparten socialmente e
integran esta representación a la realidad de sus vidas cotidianas, que en gran
medida comparten con otros.
Si la noticia es un discurso, se trata de uno en particular: está basado en un
acontecimiento, que , como dijimos, tomando en parte la idea de Augé (2000)
es considerado de importancia y de interés por una gran porción de la
sociedad. Por lo tanto debe significar una ruptura de lo cotidiano, una alteración
de lo conocido y previsible y de los hitos esperables. Al entrañar un cambio, la
noticia siempre es acción.
Esto hace que las estrategias discursivas íntimamente ligadas a la construcción
de la noticia, se puedan clasificar como narrativas, es decir, relatos que den
cuenta de un proceso de cambio. De hecho, al caracterizar el cambio en la
narrativa literaria, Alvarez (1983, p. 22) enfatiza que “sin este proceso no
53
existiría el relato; tendríamos una efusión lírica, una descripción, una reflexión,
etc., pero no un relato”.
Por todo lo anterior, las estrategias discursivas periodísticas en el género
informativo pueden denominarse con propiedad “narrativas”. Como tales y en
consonancia con la centralidad del lenguaje como creador de mundos, pueden
aplicarse a las narrativas periodísticas categorías de análisis similares a las
narrativas literarias. Lo que las distingue es su referencialidad, es decir, la
declaración implícita de que el discurso narrativo del periodismo intenta
parecerse a la realidad a la que se refiere. Un periodista de Clarín lo dice de
forma elocuente:
“El ejercicio activo del periodismo no se reduce al automatismo de emitir
noticias. Más bien se trata, tal vez esencialmente, de contar historias reales…
La sangre de ‘A sangre fría’ fue la sangre ardiente e inapelable que llevó a
Capote al fin del mundo para contar por qué se mata. No para explicar por qué
se mata. Eso sería teoría. Solo para contarlo, y para contarlo de verdad. El
periodismo en sí no es una teoría. Es una crónica. Nada más”. (Wiñazki, 2006,
s.p.).
De este modo, se acepta también que, mientras no pierda la referencialidad de
su propósito, el periodismo pueda hacer maniobras para dejar de lado sus
estrategias discursivas tradicionales y valerse de otras que canónicamente
pertenecen a la narrativa de ficción. Gonzalo Saavedra (2001, s.p.) asegura
que “es posible conseguir efectos que hacen que la voz que cuenta asuntos
verdaderos parezca dotada de poderes en principio sólo reservados a los
narradores de ficción”. Entre ellos menciona el efecto de narrador omnisciente
en el relato periodístico y el manejo de la prolepsis temporal para anticipar
acontecimientos futuros. Estos recursos en principio son impensados para un
narrador cuyo material sólo debe restringirse a la realidad observada. Sin
embargo, se pueden poner en práctica cuando el periodista recoge más datos,
cala más hondo en el reporteo y por lo tanto se yergue como un narrador que,
si bien no es omnisciente, “sabe más”.
54
2.2 ¿Nadie habla?
55
significado total del texto no requerimos preguntarnos quién lo dijo, cómo,
cuándo, dónde ni por qué.
Sin embargo estas "marcas lingüísticas" siempre están presentes en el texto,
existen rastros del discurso en el relato periodístico, aunque, en nuestra
tradición chilena, el periodista haya sido educado para ser objetivo y referirse
de forma aséptica a la "historia", que es conceptualizada por Génette (1995)
como el referente, en el sentido de Saussure, el mundo extratextual.
Génette enumera estos "accidentes" que denotan de forma evidente la
presencia del narrador en un relato: "La menor observación general, el menor
adjetivo un poco más que descriptivo, el más modesto 'quizás', la más
inofensiva de las articulaciones lógicas introduce en su trama un tipo de
término que le es extraño y como refractario" (Génette, 2009, p. 148).
Sin embargo, además existen indicios del narrador-autor exclusivos de la
escritura de noticias, que denotan la presencia del periodista en su contexto
natural de producción. Es más, el que la noticia tenga vocación de
referencialidad implica la ficción de que exista completitud en el relato de los
hechos y de que el periodista realmente da testimonio de ellos. Cuando en
verdad sólo puede acceder a una porción de ellos y en muchos casos llega al
lugar de los acontecimientos después de que éstos han ocurrido o conoce de
ellos sólo a través de los discursos de las fuentes. Los veremos en detalle
cuando nos refiramos al ritual de la objetividad de Tuchman, que no es más
que una serie de narrativas que el periodista utiliza casi como cábalas para
disimular la imborrable presencia del sujeto-narrador y que terminan
transformándose en marcas lingüísticas, que pueden "delatarlo".
Flaubert (1980, p. 204) dice "l'auteur, dans son œuvre, doit être comme Dieu
dans l'univers, présent partout et visible nulle part". Pero, consecuentemente
con lo planteado aquí, podemos decir que se refiere al autor como narrador, es
decir, considerado como personaje, inserto en la diégesis, que decide jugar a la
ironía, tomada de su etimología griega que la vincula al disimulo (Hutcheon,
1992), al eiron, que siempre representa menos de lo que es. En realidad es
una ficción que el narrador esté ausente.
56
2.3 Narrativas literarias
57
destinador/destinatario (referidos a la comunicación); ayudante/opositor
(referidos a la ayuda).
Modelo
actancial de
Greimas
Ayudante Sujeto Opositor
Ilustración
1
Modelo
actancial
de
Greimas
Fuente:
Greimas,
1969
Para Greimas, la unidad más característica de la sintaxis narrativa es la
performance, la acción. En una unidad narrativa sintagmática, la performance
tiene la forma de una sucesión de enunciados narrativos, que a su vez son
definidos como una relación entre actantes (Greimas, 1969).
En cuanto a su clasificación de los enunciados, el modelo actancial de Greimas
distingue entre descriptivos y modales (Alvarez San Agustín, 1981, p. 30). Los
primeros se refieren a una acción (enunciado performativo) o a la calificación
de un personaje (enunciado atributivo). Dentro de estos últimos se contemplan
los enunciados hipotáxicos (se refieren a una cualidad externa) y los
hiponímicos (apuntan a una característica interna).
Los enunciados modales en cambio anticipan una acción futura, mediante los
modos del querer/hacer; saber/hacer y poder/hacer. El enunciado modal con la
función de querer apunta a instaurar al sujeto como virtualidad del hacer,
mientras que las funciones de saber y de poder determinan ese hacer eventual
como fundado en el conocimiento o en el poder. Esto último puede determinar
cuando un relato se centra, respectivamente, en el logro obtenido por la
58
inteligencia, la astucia o el engaño; o cuando éste se consigue a partir del
propio esfuerzo y su energía, “real o mágica”-dice Greimas (1969, p. 85)
La acción que produce el cambio, que es lo propio de la narrativa, es definida
por Greimas como intencionalidad, concepto que une la motivación y la
finalidad, la virtualidad del acto con su realización. De esta manera, la llamada
“competencia modal” es la condición necesaria para la realización del acto. En
una secuencia, el acto pasa de la existencia virtual del querer/hacer, a la forma
actual del poder/hacer y el saber/hacer.
Posteriormente, sigue la performance, es decir, la modalidad realizante, en que
el sujeto entra en conjunción con su objeto de deseo (Latella, 1981). Así, el
enunciado modal puede llegar a convertirse en un enunciado descriptivo. De
hecho, el hacer consiste en la transformación de un programa virtual en un
programa actual (Greimas, 1969).
Posteriormente, Greimas conceptualiza tres clases de sintagmas funcionales:
El primero es la performance (pruebas), que es a su juicio el más característico
de la sintaxis narrativa porque supone el paso de una situación a otra,
constituyendo una transformación de los contenidos del relato. Los otros dos
son los contractuales (establecimiento y ruptura de contratos) y los
disyuncionales (partidas y regresos). Potencialmente, estos tres tipos de
discurso podrían hallarse en el relato-noticia, pero, según nuestras
anticipaciones de sentido, podría haber aún mayor diversidad de sintagmas
funcionales en el universo de acontecimientos noticiables.
Es importante hacer presente que el modelo de Greimas concibe el relato
como un esquema compuesto por conjuntos de opuestos. Esta contradicción
apunta al concepto de cambio que caracteriza nuestra definición de narrativa y
lleva a Greimas a definir la narración como el establecimiento de una relación
contractual conjuntiva entre un destinador y un destinatario sujeto, seguida de
una disyunción espacial entre los dos actantes.
La finalización de la historia estará marcada, al contrario, "por una conjunción
espacial y una última transferencia de valores, instituyendo un nuevo contrato a
través de una nueva distribución de valores, tanto objetivos como modales”
(Greimas, 1969, p. 91).
Por último, en su aplicación de esta estructura conceptual a la teoría de la
comunicación, Latella (1981, p. 457) dice que este marco de interpretación no
59
admite sujetos y destinatarios vacíos, sino “sujetos modalizados y
competentes, preocupados en persuadir e interpretar al interlocutor”. De esta
manera, no se trata de un mero “hacer informativo”, sino de un “hacer
persuasivo”, en que los sujetos harán uso de distintas modalidades para que el
destinatario acepte este objeto-saber.
Esto, aplicado al periodismo, entra en sintonía con nuestro ánimo de analizar
como estrategias discursivas las narrativas en que se entregan las noticias,
poniendo el foco en el ánimo del sujeto narrador-tuitero. Así además, el
esquema de Greimas nos abre la posibilidad de descubrir y caracterizar nuevas
narrativas en el contexto digital que se aborda en esta investigación, sobre todo
desde el punto de vista del sujeto.
En cuando a su empeño persuasivo, habría que decir también que, tratándose
de lo que hemos definido antes como noticia, el narrador debe mantener el
“estatuto veredictorio” del discurso (Rodrigo Alsina, 1989, p. 94). De otro modo,
el relato no sería interpretado como noticia, sino como comentario, ficción u
otro. La función y legitimidad social de la noticia descansa en este contrato
tácito de lectura en que el lector es persuadido de que el contenido del discurso
noticioso es al menos referencial.
Esto se relaciona precisamente con el “cuadrado de veridicción” de Greimas
(2012, p. 9). En ese modelo propone que algo que “es” y al mismo tiempo
“parece” resulta “verdad”.
60
Esta definición refuerza la idea de la verdad periodística como construcción
social, que no descansa en el hecho de “ser”, porque no es posible acceder
directamente a la verdad ontológica, sino en el “parecer”, en la persuasión
constante de los periodistas/narradores de su pretensión de verosimilitud.
Como se ha visto, el modelo de Greimas se refiere al sujeto-narrador sólo en
relación con el tipo de acción que relata y que decide destacar. Por ello, se
añadió un segundo conjunto de categorías, relacionadas directamente con la
descripción del narrador, que están basadas en los aspectos con que Gonzalo
Saavedra (2001) caracteriza la situación narrativa, que a su vez extrae de
Turco y de Génette, pero que reformula para su aplicación específica al
narrador-periodista. De estas clasificaciones extrajimos las siguientes:
1) Orientación:
a) Narrador: El narrador cuenta la historia desde afuera. En general no se
individualiza expresamente al narrador en el relato, pero en el caso de Twitter
se asume la autoría por parte del medio de comunicación o usuario periodista
identificado en el perfil de usuario correspondiente.
b) Personaje: El narrador es uno de los personajes de la historia, ya sea
protagonista, antagonista o secundario.
61
denotan una cita directa o indirecta. De este modo, observamos dos tipos de
aspecto:
a) De la narración: El relator sólo tiene acceso exterior y por lo tanto sólo
permite el acceso a las acciones visibles de los personajes y no interviene
tampoco sobre ellas, limitándose a describirlas. Esto tiene directa relación, en
el relato periodístico, con el ritual de la objetividad, definido por Tuchman
(1972).
b) De la reflexión: El narrador hace reflexiones, expresando sus sentimientos
y pensamientos respecto de los personajes y de las situaciones que componen
la historia.
62
acontecimientos del pasado, que siguen estando latentes. En cambio, el tiempo
reversible utiliza la diacronía, es histórico: el pasado es recuerdo y el futuro
está en la imaginación todavía.
El autor agrega una tercera dimensión temporal en referencia al mito, que
integra las otras dos categorías temporales: se trata de un acontecimiento
situado en un tiempo, a veces no muy específico, pero que se transforma en un
patrón de realidad que dura en forma permanente y que sigue aludiendo al
pasado, al presente y al futuro.
Incluso ejemplifica que la Revolución Francesa es un hecho secuencial para un
historiador, que la analiza como perteneciente al pasado. Para un cientista
político en cambio, es una especie de mito, por cuanto representa un patrón de
condiciones político-sociales que se dieron en el pasado, pero que podrían
aplicarse a la realidad presente y futura.
En efecto, Lévi-Strauss puntualiza que, por esta bidimensionalidad temporal del
mito, no basta con la lectura secuencial del texto, que buscará el valor aislado
de un momento en el tiempo, sino que se requiere la producción de un sentido,
tomando elementos de distintos eventos ubicados de manera sincrónica, en
distintas etapas, agrupando elementos con afinidades semánticas.
Si llevamos este concepto al análisis del acontecimiento noticiable, éste
también puede ser abordado desde estas dos distintas dimensiones
temporales, dependiendo en gran medida de las narrativas que se desplieguen
para relatarlo. He ahí también la importancia de la estrategia discursiva al
determinar el uso del tiempo con que se construye la realidad social en torno a
un acontecimiento.
Hay que decir primero que, en cuanto a la experiencia temporal histórica
personal de cada individuo, el sujeto la vive en principio en forma diacrónica,
como un devenir, “como una corriente que avanza irreversiblemente, un
magma de sensaciones ciegas que sólo la comprensión transforma a
posteriori. La conciencia misma presupone un volverse contra ella, una clase
especial de actitud reflexiva que al echar atrás la vista congela el transcurso en
recuerdo” (Chillón A. , 2007, p. 30).
Y justamente es en la comprensión donde se construyen las “relevancias”, los
hechos que persisten y en torno a los cuales construyo mi vida cotidiana, que
se abre paso como un “cono de luz” en medio de la selva (Berger & Luckmann,
63
2001, pp. 63-64). En medio de la sucesión diacrónica de hecho, se construye el
tiempo ahistórico del relato individual, que es selectivo. El tiempo sincrónico,
que usualmente se puede llamar "memoria selectiva", ignora algunos
acontecimientos, otros los desconoce y otros los eleva casi a la altura de mitos.
Lo mismo ocurre en el relato social que supone el discurso de la noticia.
Existen en nuestra definición de noticia los criterios de importancia e interés,
dispuestos intencionadamente e institucionalmente por cada redactor y cada
medio. Estas categorías que marcan el devenir noticioso, inciden
decididamente en la comprensión de los hechos sociales y, finalmente, en la
construcción de la vida cotidiana compartida con otros y construida a través del
lenguaje.
Este proceso selectivo es a menudo omitido por el sentido común para
proceder a una reificación de la “realidad social”, donde tomamos este relato
como la realidad.
De esta manera, podemos decir que el acontecimiento histórico, percibido en
su diacronía y ubicado en una secuencia temporal, puede decantar en tiempo
ahistórico, al pasar formar parte de la “vida cotidiana” de una sociedad
determinada.
El tiempo ahistórico es fundamental, porque justamente desde ese tiempo
construido se proyecta la acción.
Siguiendo a Greimas, dijimos antes que la acción es la relación entre el
propósito y su realización. Siempre por lo tanto está orientada al futuro, es “una
protensión vacía que se dirige al porvenir cercano o lejano mediante el
fantaseo de un acto completo” (Chillón A. , 2007, p. 31). Pero no es una
proyección abstracta, porque está configurada a partir de las vivencias y de la
memoria cimentadas previamente.
Cuando la acción no ha ocurrido, en un mundo habitado de intenciones
“modales”, el tiempo es sincrónico. Cuando la acción ocurre, se gatilla el
devenir y el tiempo es diacrónico. Posteriormente, viene la comprensión, que
almacena y desecha recuerdos. Y el acontecimiento pasa a habitar esta
especie de eterno presente que es nuevamente el tiempo sincrónico.
Esta visión sobre una especie de "presente omnipresente" también coincide
con el cuestionamiento filosófico de San Agustín (2006, p. 178), quien en sus
Confesiones plantea que sólo en el lenguaje corriente se puede afirmar que
64
existan pasados y futuros, porque el presente de algún modo es el momento
por donde pasan todos los tiempos: "Tal vez sería más propio decir que los
tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas
presentes y presente de las futuras. Porque éstas son tres cosas que existen
de algún modo en el alma, y fuera de ella yo no veo que existan: presente de
cosas pasadas (la memoria), presente de cosas presentes (visión) y presente
de cosas futuras (expectación)".
Pero, por otro lado, él admite que el presente se escurre sin poder ser medido,
porque no tiene espacio. Además, lo que pasó ya no está y lo futuro no ha
ocurrido. Por eso Agustín devana sus pensamientos hasta encontrarle sentido
al tiempo y responder cómo es posible que lo midamos si no podemos nunca
asirlo. Finalmente concluye que sólo podemos medir el tiempo cuando pasa y
que el sujeto es quien le da una dimensión al tiempo desde la memoria,
comparando los tiempos con otros tiempos pasados, evaluando de este modo
su longitud. "Mido algo en mi memoria y que permanece en ella fijo"-nos dice el
obispo de Hipona (2006, p. 186).
Algo similar realizan los medios al reconstruir la realidad. Le dan longitud,
sentido y repercusión a los tiempos, creando un presente para los hechos
pasados, presentes y futuros, que aparecen dimensionadas en la portada de
un diario, en los titulares del noticiero, en la vitrina de un sitio web.
No por azar en Twitter se habla de una "línea de tiempo", que simula una
secuencialidad ilusoria, que es confeccionada, como dice Agustín, por el propio
sujeto, que es cada usuario en particular y que mide parte de los tiempos del
mundo a partir de las calibraciones temporales de cada una de las cuentas a
las que sigue. Observar durante el día la propia línea de tiempo en Twitter,
introduce en las percepciones del usuario una frecuencia determinada de
aparición de acontecimientos, aquello que es importante para muchos o para
unos cuantos, en el sentido de Augé (2000), y una noción dimensionada del
tiempo, que se desprende de las narrativas de cada una de las publicaciones.
Si pudiéramos equiparar estos tiempos de Agustín con la noción de
temporalidad de Lévi-Strauss, podríamos aventurar que la memoria es el
tiempo reversible, es decir, la sincronía, que da sentido a todos las demás
percepciones temporales y que opera haciendo presentes las cosas pasadas.
65
De este modo, éstas se actualizan y de algún modo se integran en la "vida
cotidiana".
En este mismo sentido, el mito está conformado por acontecimientos que, a
fuerza de traerlos una y otra vez a la memoria, se desprenden de su contexto
temporal, y a veces también espacial, y pasan a formar parte del presente.
En segundo lugar, el presente de las cosas presentes, o la visión, según
Agustín, tiene el germen del tiempo diacrónico, de lo instantáneo, que
probablemente quedará en el olvido y en el pasado. Es el tiempo irreversible.
Sin embargo, esta forma del tiempo también es connatural al devenir. De
alguna forma olvidar nos permite traer a la memoria.
La instantaneidad es propia de la naturaleza de los medios digitales y de algún
modo es fingida porque no son los acontecimientos los que se escriben a sí
mismos, sino que existe un autor y un sujeto narrador que al menos se toman
unos segundos para plasmar en Twitter el evento que observan. En rigor, esto
permite crear un presente dislocado, que, más exactamente, es un pasado
cercano y, como tal, es susceptible de ser sincrónico.
Una de las formas en que lo digital puede hacerse sincrónico es justamente
compartiendo ese presente ilusorio con otros y permitirles que puedan
presenciarlo (y aquí vale totalmente la redundancia). Si las noticias permiten a
otros presenciar el presente, así éste puede también formar parte de su
memoria.
Por último, la expectación, el presente de cosas futuras, se inserta en la ficción
de lo que podría suceder, por más ciertas que demos la probabilidades de que
ocurra. Hasta que no acaezca, no podremos hablar de sincronía.
Estas dimensiones ahistóricas e históricas, e incluso los mitos, también pueden
darse en la noticia. Examinemos la definición de novedad de Eliana Rozas
(1993, pp. 17-18): “La novedad da cuenta de una ruptura, de la ruptura de lo
previsible o, cuando menos de los hitos de un ciclo. La proximidad, en cambio,
puede entenderse -y ésta es la idea que quisiera proponerles- como
relacionada con la continuidad., con lo previsible; representa los hilos que van
entrelazando un hito con otro. Hilos sin los cuales el hito mismo pierde su
sentido, su significado; resulta incomprensible”. Estos “hilos que se van
entrelazando” es el tiempo reversible, siempre presente. En otras palabras, es
la proximidad, considerada uno de los factores de valoración de la noticia.
66
Mientras que la novedad, otro ingrediente canónico de la noticia, es el
acontecimiento inserto en la diacronía, que rompe el continuo de tal manera,
que de algún modo al restablecerse será distinto, un presente y futuro alternos.
Podemos agregar con Rozas que el desafío del relato periodístico es
dimensionar lo nuevo desde el parámetro de lo ya conocido. Esto sin dejar de
admitir el impacto de la noticia sobre el continuo, sino justamente dando cuenta
de la tensión que produce el acontecimiento nuevo sobre el mundo y el tiempo
que ya conocemos. De esta manera se cumplirá la función social de construir
con palabras la realidad que compartimos.
67
lugar también es un no-tiempo. No es “relacional”, tomando el concepto de
tiempo sincrónico, donde el sentido se forma en el presente, que es la
actualización del pasado y la proyección del futuro. Tampoco es “histórico”
porque no toma conciencia de su lugar en el devenir, sin ceder paso a la
comprensión que sitúa ese espacio en la secuencia de acontecimientos. Augé
(1999, s.p.) dice que en la sobremodernidad nos inunda la sensación de que la
historia nos acecha, de que continuamente está “pisándonos los talones”, pero
esto se combina con nuestra capacidad de olvidar, para evitar la saturación. No
se trata del acontecer histórico entonces, porque la atención que prestamos a
esos acontecimientos se va a haciendo casi nula.
De este modo, el espacio y el tiempo son anónimos.
Como contraparte, asistimos a la exacerbación del sujeto. Lo que Augé llama la
individualización de las referencias es la singularidad en la producción de
sentidos. Augé puntualiza que un mundo que se globaliza en ámbitos
económicos, sociales y políticos, tiene como contrapunto la particularización
cultural de pequeños grupos culturales, que defienden su singularidad en el
mundo.
Lo mismo suele ocurrir a nivel personal. “En las sociedades occidentales, al
menos, el individuo se cree un mundo. Cree interpretar para y por sí mismo las
informaciones que se le entregan” (Augé, 2000, p. 42).
En cuanto a esta frase podemos entender respecto a la construcción social de
la noticia, que el individuo construye o “cree” construir para y por sí mismo su
propia versión de la realidad cotidiana y siente que no requiere a los otros.
Probablemente no se fíe ni de los medios de comunicación. “Cada individuo
puede aprovisionarse con piezas sueltas para ensamblar su propia cosmología
y tener la sensación de pensar por sí mismo”-dice Augé (1999,s.p.).
A un fenómeno similar, Castells (1996, p. 29) lo denomina “la posición bipolar
entre la red y el yo”, caracterizado por un lado por las redes informáticas,
guiadas y jerarquizadas por metas definidas que llevan a adoptar decisiones
estratégicas, y, por otro lado, por los individuos y pequeños grupos sociales,
que suelen moverse no por lo que hacen, sino por lo que son o lo que creen
ser, reforzando su unicidad. De esto se sigue “una división fundamental entre el
instrumentalismo abstracto y universal, y las identidades particularistas de
raíces históricas”.
68
Esta “esquizofrenia estructural” tensiona la comunicación social, porque las
identidades son tan específicas, que suelen llevar, según Castells, a la
alienación y a la fragmentación social.
Esto sin duda puede tener impacto también en el uso social de los espacios y
en la proliferación de los no-lugares. Explica que los lugares en general
funcionan socialmente como “un universo de reconocimiento, donde cada uno
conoce su sitio y el de otros” (Augé, 1999, s.p.) y, de este modo, los que se
reconocen en un mismo lugar ya tienen un nexo en común. Como “un espacio
donde se puede leer la identidad, la relación y la historia”, el lugar es el punto
para el desarrollo del tiempo sincrónico y también del devenir. Donde esta
lectura no es posible, se anclan los no lugares.
Allí no se encuentran instancias de relaciones sociales, sino códigos conocidos
para que cada uno se guíe por su cuenta. Entre éstos Augé enumera los
lugares de circulación, como autopistas, aeropuertos, áreas de servicio; los
espacios de consumo, como supermercados y centros comerciales, y también
los espacios de comunicación, como las pantallas, cables y “ondas con
apariencia a veces inmateriales” (s.p.).
En cuanto a los medios digitales, Augé no enarbola estos fenómenos como un
destino aciago, sino como tentaciones y riesgos.
69
saber superior especializado con un nivel inferior, al alcance de todo público
(Vellón y Lahoz, 2013, p. 155).
Por un lado hay que reconocer que las narrativas periodísticas tienen
elementos en común, independientemente del canal que usen, de la línea
editorial del medio, de las habilidades escriturales del redactor o del
acontecimiento al que se refieran. Esto se relaciona en parte con la función
social que históricamente ha cumplido la prensa y de la que hablamos antes.
Acerca de esto, ya convinimos que la principal función social de la prensa es
ser constructora de la realidad social, de lo que derivan como tareas
pragmáticas las funciones informativa, deliberativa y “entretenida" de Bernard
Voyenne.
70
primero en redactar públicamente en ese estilo en ese país no fue un reportero,
sino Edwin M. Stanton, secretario de guerra de Lincoln. Lo inauguró justamente
con el despacho que envió a la prensa para informar sobre el asesinato del
Presidente, cuyo texto comenzaba diciendo que le habían disparado, iniciando
entonces el relato con el dato central y contestando a 5 de las 6 W, ignorando
sólo el por qué, que probablemente desconocía.
Para Mindich es irónico que este personaje, que sucedió interinamente a
Lincoln y que fue un reconocido censor de la prensa, termine siendo el padre
de una narrativa que resultó ser fundacional en el periodismo moderno. Sin
embargo, advierte que este método puede ser engañoso y permitir que la
prensa sea manipulada por conformarse sólo con el “balance” de distintos
discursos oficiales, pretendiendo que es realmente objetiva.
Mindich (p. 65) explica que la pirámide invertida reemplazó al estilo cronológico
de la pre-guerra y llegó oportunamente a satisfacer la demanda de un mundo
centrado sólo en la importancia de los datos y “sin tiempo para escuchar una
buena historia”. Antes de esto, considerando la menor velocidad de circulación
de los diarios, la prensa se permitía grandes espacios dedicados a la crítica
literaria o a la literatura derechamente, así como también, destinaban mucho
más superficie a la opinión que a la información (Valles, 2008).
En este sentido, Sánchez (1993) agrega que la pirámide invertida surge, entre
otros factores, por la necesidad del diario de redactar rápidamente y del público
de leer sin espera lo más importante. Además, le adjudicaban a este formato la
propiedad de dotar al texto periodístico de una “aureola” científica”, lo que era
muy valorado por el público, porque el formato se centra en los datos y suele
recurrir a la “fairness doctrine”, según la cual la objetividad radica en mostrar
las dos caras de todo acontecimiento.
Considerando todo lo anterior, por sus raíces históricas y su contexto
pragmático, la pirámide invertida asume la exigencia de estandarización en el
lenguaje periodístico, de situarse en el “grado cero de la expresividad
subjetiva", para que reluzcan los datos y el periodista disminuya. Para ello, este
estilo se gesta en el marco de un fenómeno sociolingüístico, que prescribe el
uso permanente de un manual estricto, inmutable y prescriptivo, para
asegurarse de estar presente siempre en la cabeza –y conciencia, por sus
71
pretendidas connotaciones éticas- de los periodistas (Vellón y Lahoz, 2013, p.
157).
Si tomamos además el concepto que ya expusimos más arriba de objetividad,
no se trata de neutralidad, sino de la conciencia lingüística de estar
construyendo una imagen posible de la realidad social. En este sentido, el
pretender que el uso de la pirámide invertida asegure la neutralidad sume a la
prensa en una “ilusión referencial”, que la lleva a apegarse maquinalmente a
los datos eludiendo una labor crítica y de estimulante activo de la opinión
pública. Vellón y Lahoz (p. 157) son más lapidarios aún cuando afirman que
esto consolida el discurso de poder de los medios impuesto por la
preeminencia del hecho y la –irreal sin duda- ausencia del autor.
72
b) Basarse en la evidencia: Consiste en localizar y citar "hechos" adicionales
que comúnmente son aceptados como "verdad".
Sin embargo, la creencia del periodista de que "los hechos hablan por sí solos"
no es real. Los hechos dependen de un proceso y tiempo sociales y deben ser
situados en este contexto. Como dijimos antes, citando a Eliana Rozas (1993),
la novedad, que es la materia prima de la noticia, no puede ser apreciada
correctamente si no es en relación con lo que no es nuevo, lo conocido, lo
habitual. Esta interpretación permite al público dimensionar lo inusitado.
73
aspectos que serán más visibles en la realidad social construida que propone
el medio.
Hay que abordar por último que, pese al acertado diagnóstico de Tuchman en
relación con estas prácticas simuladoras de objetividad, nuestra creencia en la
centralidad de las narrativas en el proceso de construcción de la realidad social
nos lleva a discrepar de su definición de ritual. Dice que "un ritual es un
procedimiento de rutina que tiene escasa o tangencial relevancia para el
propósito que se busca" (Tuchman, 1972, p. 661).
De acuerdo a las bases del presente estudio, en la medida en que lenguaje
periodístico es parte de este ritual, no podríamos afirmar que éste sea inocuo.
No puede tratarse sólo de un gesto cabalístico para encomendar a la buena
fortuna la labor de la prensa. Apegarse a estas prácticas tiene incidencias
cruciales en la función social del periodismo. Emplear la pirámide invertida u
otra forma narrativa diferente o mostrar un acontecimiento sólo yuxtaponiendo
distintas perspectivas, sin interpretar, genera una realidad construida particular.
De ahí que el estudio de los rituales lingüísticos sea de nuestro interés.
Por eso, es más importante todavía conocer estos rituales, que van rigiendo el
accionar de distintos medios de comunicación y se mantienen en el tiempo
socializándose y viendo que para otros funcionan. Por eso, son muy pocos los
que experimentan. Más bien tienden a imitar lo que otros hacen.
Precisamente para abordar este tipo de fenómenos, la sociología de los medios
se erige en los 70s, omitiendo la tendencia de la época a estudiar la influencia
de los medios en la sociedad y observar en cambio las prácticas de los
periodistas.
Ya en esa década concluyeron que estas rutinas, lejos de ser inocuas, estaban
mermando la permeabilidad de las audiencias ante las críticas a la sociedad.
“En su calidad de especialistas inician sus investigaciones desde una
interrogante sociológica: estudian por qué los movimientos sociales disidentes
frente a la autoridad y el poder (de la época) no adquieren relevancia en la
opinión pública. Esta preocupación les lleva a descubrir, describir y especificar
74
las rutinas del trabajo periodístico que condicionan, dicen, la búsqueda y
selección de la noticia” (Lecaros & Greene, 2012, p. 55).
Los periodistas, apremiados por el exceso de datos, la falta de tiempo, de
espacio y de personal, la competencia y la presión de los intereses económicos
de sus lugares de trabajo, se aferran a rutinas periodísticas para tomar
decisiones difíciles y claves de manera automatizada.
Aplicada a Chile, la investigación de Lecaros y Greene observa que los
editores no tienen conciencia de la existencia de estas rutinas, a las que
identifican como sanas prácticas periodísticas, que naturalizan como técnicas
profesionales y comportamiento ético.
Aun así, se dan cuenta de que la profesión les presenta nuevas amenazas y
desafíos, los que enfrentan con nuevas rutinas. Entre ellos, mencionan a
Twitter como una amenaza a la credibilidad de los medios porque ofrece datos
instantáneos y no siempre corroborados sobre la realidad.
La rigidez en la aplicación de rutinas, particularmente en la preeminencia de la
pirámide invertida, hace ignorar la necesidad de interpretación, de alusiones e
implicaturas, lo que dificulta la comprensión de las noticias, impidiendo que se
cumpla la función pedagógica que cumple por extensión una buena labor
informativa.
De hecho, la conciencia lingüística debe llevar a descubrir el uso de estas
rutinas e interpretarlas como marcas lingüísticas que denotan la presencia del
periodista que, como narrador, pasa a ser parte ineludible del universo que
construye en las noticias.
En este sentido, un ritual, por su naturaleza lingüística, constituye un acto
repetitivo que nos conecta de manera sincrónica con el mito, con modelos y
tradiciones sin tiempo que imitamos a menudo sin cuestionamientos, pero que,
lejos de no tener incidencia en el presente, renuevan y actualizan los efectos y
vigencia de estas acciones.
Para evitar escalar por las ramas, en este punto nos referiremos al lenguaje de
las palabras. Esto implica dejar de lado otras formas de lenguaje como las
imágenes, que abordaremos sólo tangencialmente en el análisis porque suelen
75
acompañar a los tuits, y la gestualidad. También significa por ahora separar
arbitrariamente el lenguaje del canal. Arbitrariamente porque sin duda el medio
es el mensaje y las propias características de un periódico impreso, de un sitio
web o de una plataforma de redes sociales, repercuten en gran medida en la
forma y también en el contenido del mensaje. De esto hablaremos más
profundamente cuando abordemos las propiedades del lenguaje digital.
Hasta aquí hemos dicho que el periodismo tiene un lenguaje propio. Y para
intentar definirlo es importante decir primero de qué va su discurso.
Primero, sabemos que el discurso periodístico no se trata de la ficción. Pero
Chillón (2006, p. 20) sostiene que tampoco es recomendable hablar del
periodista como un narrador de no ficción. Argumenta que sus intentos para
persuadir al lector de su verosimilitud, son en realidad “mímesis fehacientes -
hacedoras de fe- de lo real, esmerados trasuntos de experiencia configurados
de acuerdo con los límites y posibilidades que la dicción impone”.
Explica que la narrativa periodística es retórica, porque, aunque se refiera a un
hecho reciente, siempre se remonta al pasado. Por más instantánea que sea la
transmisión.
Además, sus enunciados son configuradores, por cuanto identifican y escogen
un puñado de motivos de entre los múltiples disponibles en el devenir: recortes
de discurso, acciones y vivencias específicas. Por eso propone identificar al
lenguaje periodístico como “facción”, que significa “hechura”, en el sentido de
reconfigurar “lo real” a través de una imaginación disciplinada por la razón y por
el compromiso ético de transmitirlo lo más “fehacientemente” posible (p. 21).
76
La distinción entre información y opinión, se basa en la tradición anglosajona,
en la división tajante y casi ética de los facts y de los comments. De este modo,
mientras el primero tiene la tarea de reproducir los hechos y los dichos, con el
imperativo ético de no verter juicios; el segundo, de forma necesariamente
explícita, debe elaborar comentarios subjetivos y argumentados acerca de la
realidad, cumpliendo la función de valorar los hechos noticiosos para gatillar la
opinión personal y pública en la audiencia.
Por último, el género interpretativo se define como heredero de la llamada
“fórmula Time”, que, sin ser opinión, no se queda solamente en los datos,
buscando entregar al hecho clarificación, significación, consecuencia y
perspectiva. Esta es la definición difundida en Chile por el periodista y
académico Abraham Santibáñez (1995).
Cada uno de estos tres géneros tiene sus propias estructuras de redacción,
que corresponden a las fórmulas de escritura estandarizadas. Sin embargo,
otros autores, como Gomis (2008), llaman géneros periodísticos a los distintos
formatos narrativos, noción que es adoptada en otros países.
Este autor recoge además una diversidad de narrativas, apegándose al ritual
de la tradición periodística. Llega a decir incluso que la función de cada texto
“se cumple mejor, de acuerdo con la experiencia de la profesión, si se da al
texto aquella forma que la experiencia ha mostrado que permite apreciar mejor
el contenido que intenta comunicar” (p. 113). De este modo, aunque reconoce
en parte la función del lenguaje sobre el contenido, recomienda apegarse a las
estrategias convencionales de redacción, para asegurarse de cumplir el
objetivo en cada caso. De esta manera, afirma que la forma del texto se debe
supeditar a su función social.
Como hemos dicho, lejos de asegurarnos solamente cumplir una misión social,
las narrativas, asumidas como rituales, tienen injerencia directa en la
construcción social de la realidad. De ahí la importancia de identificarlas y no
admitirlas como naturales al ejercicio del periodismo, sino como estrategias
discursivas intencionadas que tienen un efecto social y que, por lo tanto,
podrían ser reemplazadas por otras.
Sin embargo, la tradición analógica describe ciertos parámetros estandarizados
y altamente difundidos para la redacción en los tres géneros, muy difundidos y
77
traspasados de generación en generación en el periodismo chileno y que
sintetizamos a continuación:
78
habitualmente es anónima. Luego, la columna, donde se desarrollan los juicios
y argumentos de una persona en particular. Por último, la crítica, que es una
columna especializada, que valora asuntos y eventos relacionados con cultura,
arte y espectáculos.
En todos estos formatos de opinión y con grandes variaciones estilísticas, la
estructura narrativa aún conserva el esquema de la retórica aristotélica. En la
introducción, se aconseja incluir el exordio, que abre el camino de la
argumentación enunciando el tema, pero también cumple con el papel de
centrar la atención y seducir al público para continuar leyendo (Saíz, 2003)
(Aristóteles, 1999). También se introduce la expositio, es decir, la referencia
que sitúa el contexto del asunto en discusión. La columna vertebral del
discurso es lo que Aristóteles llama la “inventio”, es decir, el juicio inédito
propuesto, que debe argumentarse presentando las pruebas que sostienen la
afirmación inicial y reforzando la idea en el epílogo (Johnson, Miranda, & Soria,
2013).
79
III. Narrativas digitales
80
En rigor, la materia, el mundo, también está compuesto de datos discretos,
como los átomos, pero son más minúsculos que lo microscópico, y son tantos,
que juntos dan la apariencia de continuidad. Por eso percibimos el mundo
como un lugar muy analógico (Negroponte, 1995). Es que la realidad se nos
muestra en una altísima resolución.
Volvamos al computador de Negroponte. ¿Qué hace entonces que esos bits,
compuestos de números sin sentido, puedan tener a veces mayor valor
material que los átomos que los sostienen? Nos atreveremos a decir que el
valor semántico de lo digital radica en su virtualidad.
Para explicar, hay que asumir que la realidad virtual ha sido muy criticada, al
punto de que Baudrillard la comparó con el Apocalipsis. La crítica del autor
diagnostica en primer lugar el simulacro, que no es algo irreal, sino la
supremacía de la imagen y el signo, que dejan de ser un reflejo de la realidad,
desvistiéndose progresivamente de su referencia, para pasar a tomar el lugar
de la realidad (Baudrillard, 1978).
En este proceso de entronización del signo, el armagedón es la virtualidad.
Porque para Baudrillard (2000, p. 8), lo virtual es “una copia idéntica de nuestro
mundo”, donde el signo ha anulado por completo su referencia. Ya no hay
territorio, sólo mapas, donde se muestra una hiperrealidad, compuesta por
modelos producidos en serie que pueden repetirse muchas veces (Baudrillard,
1978).
Si el simulacro es la muerte de lo real, lo virtual es la muerte del signo,
desapareciendo del todo la dimensión simbólica de la cultura (Smith, 2010).
Una de las características de esta nueva realidad virtual es el llamado “tiempo
real”, en que convergen la simultaneidad y la transparencia informativa, junto
con la ubicuidad y la disponibilidad inmediata de la información, que le dan al
tiempo un punto de “perfección”, lo que sella su desaparición, porque no tiene
memoria ni futuro (Baudrillard, 2000).
La crítica de Baudrillard a lo virtual nos lleva de regreso a la pregunta por la
relación entre signo y lenguaje. Lo nocivo del abuso del signo, a lo que él llama
simulacro, y la suplantación total de la realidad por el signo, a lo que denomina
81
virtualidad, nacen de la creencia de que el mundo antecede –y domina- al
lenguaje.
Como planteamos anteriormente, el mundo sólo adquiere forma humana por el
lenguaje, el signo es la casa que habitamos, es la “realidad de la vida
cotidiana”, que en parte es individual y en parte compartida. Por lo tanto,
inevitablemente la realidad es un simulacro lingüístico de una realidad externa,
de la que siempre debemos apropiarnos construyéndola con palabras.
82
3.1.2 Si no es un simulacro, entonces ¿qué es lo virtual?
83
objeto ya no se define por su actualidad, sino por abrirse como pregunta, como
problema, es decir, por su virtualidad.
Podríamos decir que, distanciado (no desprendido) de su referencia, el objeto
no se describe por su presente y su pasado, sino por un futuro lleno de
posibilidades.
Curiosamente, Baudrillard está de acuerdo en parte con este planteamiento,
porque admite que “la fascinación de lo virtual es que cada uno puede
transformarse en cualquier cosa". (Alcalde, 1995, s.p.) Sin embargo, para él
esta cualidad significa el fin de la identidad y el presagio de la supremacía de
un orden único, ante el que sólo se van a revelar las minorías que se resistan a
perder su identidad, pero sin éxito.
Esta profecía se relaciona con el anuncio de Samuel Huntington (1993, s.p.),
cuando dijo que "la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no
será en primer lugar ideológica o económica. Las grandes divisiones entre la
humanidad y la fuente predominante de conflicto serán culturales". Y, aunque
ha habido numerosas guerras de “civilizaciones” desde este anuncio y parte de
la profecía de Baudrillard se ha cumplido, la virtualidad sigue siendo una
oportunidad para que las personas, las ideas y las culturas estén abiertas a
una permanente redefinición, que no necesariamente implique la ruptura
referencial con el presente y el pasado.
Con su definición, Pierre Lévy, a través de su usual entusiasmo por el mundo
digital, nos reconcilia con la virtualidad y abre la digitalización como la ventana
a la naturaleza problemática del mundo. La nueva identidad del objeto
digitalizado no está alejada de la referencia, más bien la problematiza.
84
Ilustración
4
Caricatura
sobre
la
cinta
de
Moebius
en
El
Bueno
de
Cutllas
(Calpurnio,
2007)
85
fotogramas por segundo, la fotografía digital no es una imagen continua llena
de significado. Es una colección de pixeles indivisibles y de un solo tono, que
se yuxtaponen para simular una superficie no horadada, que evoque una
imagen que a su vez se parezca en algo al mundo de referencia. Ay de quién
ose acercarse, ampliar demasiado, hacer zoom in. Se romperá el hechizo y
sólo verá cuadros coloridos sin significado alguno.
Esta separación del objeto material y del signo, este simulacro si se quiere, no
rompe obligatoriamente con el “hilo de Ariadna” que lo liga a su referencia. La
digitalización permite por ejemplo optimizar la calidad fotográfica con una
comodidad y precisión que nunca soñaron los fotógrafos analógicos. Puede
mejorarse la cantidad de luz, rescatando detalles antes invisibles en la captura,
pero presentes en la referencia fotografiada. Puede ajustarse incluso el
enfoque. Aun podemos tirar un poco más del hilo y dejarnos llevar, combinando
dos o más fotos, creando escenarios imposibles, falseando el reflejo de esa
realidad que vimos al momento de la captura. Así podemos crear imágenes,
textos, sonidos, movimiento, todos simulados, que valgan en bits, mucho más
que sus átomos.
Pero aún así estaremos en presencia del referente, transformándolo en un
problema: ¿Es ésta una pipa?.
86
3.2 El lenguaje digital
Lev Manovich (2006) define los medios digitales como procesadores de otros
medios de comunicación, producidos por la confluencia en la interfaz de la
capa cultural (la comunicación, el arte, el contenido y los mensajes sociales)
con la capa informática (la escritura binaria, entendida sólo por expertos y
destinada en un inicio sólo para mejorar el manejo de datos numéricos).
Los mensajes de los “nuevos medios”, Manovich (p.9) los define también como
“colecciones de muestras discretas”, es decir, como una organización de trozos
independientes de datos, que se conectan en una estructura. Estos datos no
son continuos (secuenciales y graduales), sino, usando el término estadístico,
son discretos, es decir, datos cerrados, agrupados en una misma secuencia,
pero conservando su independencia e integridad, porque no se pueden dividir
en unidades menores.
Manovich propuso cinco características del lenguaje de los medios digitales,
que son transversales a todos los soportes y que se han mantenido en el
tiempo, a pesar de las actualizaciones tecnológicas. Por ello, su teorización
sigue siendo pertinente para una plataforma fragmentaria como Twitter.
Para esta investigación agrupamos estos atributos en dos clasificaciones:
b) Los que determinan las narrativas digitales: Son las cualidades del
lenguaje digital que determinan su lenguaje y narrativas propios, que se
articulan con las posibilidades, restricciones, formatos y modos de distribución
digitales. Una es la automatización, que permite programar acciones que
posteriormente pueden realizarse sin intervención humana. La variabilidad, que
hace que, aunque un producto digital pueda tener rápidamente una copia
87
idéntica, los usuarios tiendan a crear copias con variaciones, en forma de
personalizaciones, que hacen que cada copia sea similar pero distinta.
Por último, la modularidad, que tiene una incidencia directa en la estructura de
las narrativas. Dice Manovich (2006, p. 9) que, a causa de su representación
numérica, los medios digitales tienen una “naturaleza fractal”. Es decir, los
objetos independientes se agrupan en escalas mayores, pero mantienen sus
identidades por separado.
El fractal es una metáfora que se toma de la geometría. El término fue acuñado
por Mandelbrot que lo define diciendo: “Each small part is very much like a
reduced copy of the whole” (Frame & Mandelbrot, 2002, p. xi). Según los
expertos, este modelo es una alternativa a la geometría euclidiana, de formas
perfectas e ideales, como un mundo platónico de ideas, de las que el mundo
real es sólo una sombra y la naturaleza, como una “matemática ruidosa” .
“Mountains are correctly viewed as wheatered cones, clouds are crumpled
spheres. Nature is studied by first recognizing the underlying euclidean shapes,
and then roughening them” (p. 150).
De manera intuitiva, los niños en la escuela intentan dibujar la naturaleza de
manera realista, pero luego los maestros de dibujo les enseñan a abstraer las
formas reales y reemplazarlas por lisos y perfectos triángulos y arcos
euclideanos.
El fractal añadió rugosidad a la geometría. “Clouds are not spheres, mountains
are not cones, coastlines are not circles, and bark is not smooth, nor does
lightning travel in a straight line” (Mandelbrot, 1983, p. 1).
Una de las características principales de un fractal es la autosimilaridad, es
decir que cada pequeño trozo del conjunto se parece al todo. Ahora bien, en la
naturaleza, no ideal, esta similitud es más bien estadística, porque las copias
son variaciones inexactas y no idénticas, lo que se define más bien como
autoafinidad (Nunes de Castro, 2007).
En la definición, un fractal posee la misma irregularidad en todas sus escalas,
aunque sus versiones en tamaños menores sean versiones parecidas y no
exactas del todo. “As you approach a fractal, you find that small pieces of the
whole, which seemed from a distance to be formless blobs, become well-
defined objects whose shape is roughly that of the previously observed whole”
(Nunes de Castro, 2007, p. 329).
88
Apliquemos la noción de fractal a los pixeles, sugeridos como ejemplo por el
mismo Manovich.
Podemos comenzar diciendo que la imagen digital es una ilusión óptica. La
fotografía analógica es un todo secuencial, indivisible, que habría que rasgar
para fragmentar. En cambio, la foto digital está compuesta por una estructura
de pixeles organizados, que son cuadrados de color y luz, que variará de
acuerdo a un valor numérico asignado, de una secuencia de bits, y que pueden
ser idénticos a otro pixel presente en otra imagen completamente distinta.
Ya hemos dicho que al acercarnos de alguna forma, ampliando en exceso el
formato impreso de la imagen o haciendo zoom in en la pantalla, nos damos
cuenta de esta naturaleza fractal, que nos parece uniforme desde lejos.
Siguiendo el concepto de fractal, los pixeles a distancia parecen manchas sin
forma. Justamente esta aparente irregularidad permite que creen la ilusión
óptica de formar parte del todo. Sólo al acercarse es posible ver su forma, que,
aunque en este caso es un cuadrado bastante euclideano, tiene un colorido
distintivo, uniforme en cada unidad, pero levemente distinto a otros pixeles
similares.
Manovich (2006, p. 19) dice que en los “nuevos medios” existen dos
dimensiones: la “capa cultural”, donde aplicamos lecturas de significado
construidas socialmente, y la “capa informática”, que corresponde al lenguaje
técnico experto, que posibilita el funcionamiento del medio digital. Ambas
dimensiones confluyen en la interfaz, que puede definirse como las superficies
de contacto entre el usuario y el aparato digital, que incluye software y
hardware, como es el caso del diseño de aplicaciones y programas, teclado,
pantalla, botones y mouse.
De acuerdo a todo lo anterior, podríamos decir que estrictamente en cuanto a
comunicación digital, en la “capa cultural” de los nuevos medios, el fractal es
asemántico. No provee de significado en este nivel, sino que más bien es
funcional a la comprensión del todo y, de hecho, sólo invisibilizando su propia
naturaleza fractal adquiere características de mensaje.
De este modo, por ejemplo, si la fotografía digital, por poseer una resolución
insuficiente, exhibe sus pixeles, produce ruido al mensaje. Y, si el observador
se acerca demasiado, incluso puede ignorar que se trata de una fotografía,
porque sólo ve las piezas del mosaico, los pixeles-fractales.
89
Por ello, para convertirse en mensaje, la fotografía debe simular las formas que
aludan más o menos polisémicamente a la realidad que representan y
construyen y disimular su propia naturaleza fractal.
Ilustración
5
Listado
de
archivos
de
una
plataforma
de
Wordpress
en
un
software
de
FTP.
Fuente:
Elaboración
propia
Otro ejemplo son los sitios web. Tal unidad sólo existe en la experiencia del
usuario, porque más bien está compuesta de una secuencia de archivos de
naturaleza digital afín, pero con distintas extensiones. Todos confluyen en una
misma interfaz, dando la sensación de continuo, invitando al visionado o a la
lectura. Si el usuario listara los archivos que componen el sitio, sólo vería la
“capa informática”, es decir, códigos, extensiones, carpetas y nombres de
archivo.
Para asociarlo con el binomio virtualidad y actualización, podríamos decir que
lo virtual corresponde a la fractalidad digital del mensaje, que exige una
resolución, plantea una incógnita, una pregunta sobre el todo, que sí está
provisto de sentido. De este modo, por ejemplo, los pixeles son la virtualidad de
la fotografía, que demandan la visión alejada que permita encontrarle sentido al
mosaico.
El conjunto, con un nivel primario de significado, es la actualización, cuando
percibimos el todo, que aparentemente permite obtener un mensaje estable y
comprensible. Es el caso de la fotografía completa, donde observamos en la
pantalla una escena familiar del domingo por la tarde, el paisaje del sur de
Chile que capturamos en vacaciones o la obra de algún artista que expone en
la web.
Sin embargo, ya comentamos que en realidad esa actualización es un nuevo
inicio. El lenguaje también es virtualidad y que, lejos de ser estable, siempre
abre nuevas líneas de sentido. Aparece nuevamente la cinta de Moebius.
90
3.3 Aprender a escribir
¿De dónde surgió el prodigioso arte místico
de pintar el lenguaje y hablar a los ojos
¿De que se nos enseñe, trazando unas líneas mágicas
a materializar y dar color al pensamiento?”
(McLuhan & Fiore, 1997, p. 48)
91
Posteriormente, la escritura fonológica logra economizar los signos que se
requerían para escribir todas las ideas posibles. Inicialmente, se basó en el
principio del rebus, reduciendo el objeto-signo solamente al sonido inicial de su
palabra. Los fenicios, de este modo, convinieron en el sonido A de aleph
(“buey”), B de beth (“casa”), C de gimel (“camello”) (2012). Y así
sucesivamente…
Los expertos no creen que esta evolución al alfabeto haya sido fruto de una
reflexión sobre la estructura lingüística y cultural. Más bien, fue un intento
pragmático de los escribas por simplificarse la vida.
De este modo, la escritura aparece como una “tecnología cultural”, destinada a
otorgar un reflejo permanente y espacial los mensajes lingüísticos, permitiendo
la acumulación de gran cantidad de información (Mosterín, 1993, p. 11). De
hecho es un fenómeno relativamente reciente en la historia de la humanidad.
Los primeros rastros de inscripciones alfabéticas se sitúan entre el 2000 y 1500
a.C. (Varnum, 1996).
McLuhan, para quien las tecnologías terminan moldeando a las sociedades
que las adoptan, la invención del alfabeto, significó literalmente cambiar un
oído por un ojo (McLuhan & Fiore, 1997). El mundo holístico y “mágico” de las
tradiciones orales, que se transmitían en comunidad en torno a una fogata, y la
confianza en la memoria, fueron reemplazadas por el mundo visual como
fuente del conocimiento y de la comprensión.
De hecho, el alfabeto, basado en que cada signo representa un sonido único, y
no un concepto, refuerza más el concepto de fragmentariedad en nuestra
propia lengua. “El alfabeto es una estructura de fragmentos y partes sin valor
semántico propio que deben enhebrarse como abalorios y en un orden
prescripto. Su uso promovió y estimuló el hábito de percibir cualquier ambiente
en términos visuales y espaciales –particularmente en términos de un espacio
y un tiempo uniformes” (p. 44).
En resumen, el alfabeto occidental está hecho de fractales, de partes sin
significado que se agrupan en un orden preestablecido. Que son bastante
parecidas y de hecho se ven bastante uniformes, aunque disimulan en algo su
irregularidad, de fuentes, colores, tamaños, grafías impresas o manuscritas.
También nos aparece el lenguaje como virtualidad. El alfabeto fonético es aún
más “convencional” -en el sentido de Saussure (1945)- que el jeroglífico, que al
92
menos evoca la apariencia de algunos de los referentes. El uso de fonemas
aumenta la distancia entre la referencia y el significado, sin eliminarse su
vínculo y naturalizándose el proceso permanente de lectura, que consiste en
descifrar sonidos separados para completar una palabra y ligarla luego con su
concepto. En suma, es virtualidad que nuevamente pregunta por el sentido.
La escritura fue cada vez individualizando la experiencia de conocer. Los
primeros cristianos escribieron los textos sagrados en rollos, a veces
agrupados en páginas (el códice), sólo para esconderlos de las autoridades
romanas. Estos escritos fueron leídos y transcritos por los primeros escribas,
que los leían en voz alta, al menos hasta el siglo IX d.C, cuando las
regulaciones monásticas impusieron la lectura silenciosa, que se generalizó en
el siglo XIII. "This shift to silent reading was a profound change, one that
Darnton suggested “involved a greater mental adjustment than the shift to
printed text” (Cull, 2011, s.p.). Probablemente esto tenga que ver con el
alejamiento casi total del oído y de la comunidad de la experiencia de la
palabra visual.
De hecho, la imprenta, introducida en el siglo XV, es vista sólo como un
“recurso repetidor”, que amplía la “nueva tensión visual” agregando más
individualismo, por la posibilidad de leer (y conocer) aislado de otros y en
cualquier lugar porque el libro es una mercancía portátil (McLuhan & Fiore,
1997, p. 50).
Luego, existió otro cambio histórico en los hábitos de lectura. En una primera
etapa, los lectores tendían a profundizar y dedicar mucho tiempo a la lectura de
una pequeña cantidad de textos, en especial la Biblia, que leían una y otra vez.
A fines del siglo XVIII, esta modalidad comenzó a convivir con una tendencia a
recorrer muchos tipos de lecturas, buscando más que nada entretenerse. Esto
coincide con la “desacralización de la palabra impresa”, en una sociedad cada
vez más saturada de material de lectura. De este modo, se dejó en su mayoría
de lado la lectura “intensiva” y se reemplazó por la lectura “extensiva” (Darnton,
1982, p. 79). Esto, aunque criticado por las élites, trajo consigo una ampliación
social del alfabetismo e incluyó a las clases bajas en el mundo letrado.
Nuevamente vemos que la secuencialidad o, más aún, lo análogo y la
completitud del sentido no están dados por la tecnología. El alfabeto ofrece
fractales, la imprenta también. El lector descifra el alfabeto, encontrando la
93
palabra. Consume varios textos, uno tras otro (si lo hacía en el siglo XVIII,
cómo no lo haría en el siglo XXI, aunque a menudo no sean libros, sino
múltiples estados de Facebook, tuits, frases publicitarias y otros breves
enunciados. Y la síntesis se hace en el difícilmente accesible universo de la
recepción, que ocurre en el pensamiento de cada lector.
Es interesante encaminarnos al concepto de convergencia de Jenkins (2008,
pp. 14-15), definida como el “flujo de contenidos a través de múltiples
plataformas mediáticas”, muy característico del entorno digital. En sintonía con
la idea de McLuhan de que las tecnologías contribuyen a moldear las
sociedades donde se desarrollan, el consumo de contenidos a través de
distintos medios a la vez, va creando una cultura de la convergencia. En este
contexto, “cada uno de nosotros construye su propia mitología personal a partir
de fragmentos de información extraídos del flujo mediático y transformados en
recursos mediante los cuales conferimos sentido a nuestra vida cotidiana”.
Al parecer es una constante: la tecnología ofrece fractales; el lector lee el todo.
94
tiene una visualización restringida, donde se revela sólo una porción del texto a
la vez, haciendo necesario subir o bajar, como una reminiscencia de los
antiguos e incómodos códices que mencionábamos antes (Liu, 2005).
Hay estudios que afirman que, incluso en nativos digitales, hay una mejor
comprensión en los textos impresos que al leer en pantalla. Se requiere,
seguramente por un condicionamiento cultural y educacional, sentir el papel,
imaginar el “paisaje” de la impresión, comparar áreas entre distintas páginas,
una cantidad de luz que refleje la luz ambiente y no genere luminosidad e
incluso comparar el grosor de lo leído con lo no leído, según explica la Revista
Scientific American, comentada por Enrique Majul (2014): “El cerebro humano
puede percibir un texto en su totalidad como una especie de paisaje físico.
Cuando leemos, construimos una representación mental del texto. Al pasar las
páginas de un libro de papel, se realiza una actividad similar a dejar una huella
tras otra por un sendero, hay un ritmo y un registro visible del transcurrir de las
hojas impresas”. Como dice Janet Murray (1999, p. 21), que concuerda con la
teoría de avanzar en los medios retrocediendo, al parecer aún “nos aferramos
a los libros como si creyéramos que el pensamiento humano coherente sólo es
posible en páginas numeradas y encuadernadas”
Quizás esto tenga relación con la discontinuidad de la lectura en pantalla.
Aunque hay más textos que nunca a disposición de los lectores y algunos
realizan la lectura “intensiva”, la mayoría aplica la lectura “extensiva”. “The
screen-based reading behavior is characterized by more time on browsing and
scanning, keyword spotting, one–time reading, non–linear reading, and reading
more selectively”, while less time is spent on in–depth reading, and
concentrated reading, and decreasing sustained attention” (Liu, 2008, p. 58).
Sin embargo, esto no significa que el cerebro no esté activo. De hecho los
estudios demuestran que leer en pantalla haciendo “scroll” o leer múltiples
hipertextos buscando información específica demandan mayor carga de trabajo
al cerebro.
En un experimento realizado con estudiantes de sexto grado de dos escuelas
de Connecticut y una de Kansas, se les pidió que completaran una información
por escrito a partir de distintos sitios web determinados. El resultado comprobó
que el texto final constituía una construcción original de los usuarios elaborada
a partir de los muchos enlaces que decidieron abrir. Este texto nuevo parecía ir
95
apareciendo automáticamente a medida que ellos iban leyendo en línea. Estos
adolescentes, elegidos por sus habilidades lectoras, lograron desarrollar un
plan de lectura, aplicando sucesivas inferencias acerca de la utilidad de cada
unidad de textos para sus objetivos de investigación. El documento final,
creado por cada lector refleja, según las autoras del estudio, un recorrido
singular entre los distintos textos digitales que visitaron (Coiro & Dobler, 2007).
Por lo tanto, podemos concluir que la lectura en línea, aunque puede ser
intensiva, tiende a ser extensiva. Sin embargo, esto no siempre significa
pérdida de la atención o una lectura menos activa y comprometida. Es
simplemente una lectura distinta.
96
mayor control sobre diferentes tipos de información y, de este modo, nos
pueden incitar a complejizar las tareas y a hacer nuevas preguntas. Este
potencial de la narrativa digital evoca la definición de virtualidad de Lévy (1999)
que comentamos antes, según la que lo virtual constituye una especie de
desafío, que reclama una actualización, una resolución, una respuesta. Y no
hay nada de simple en ello.
Además, Murray afirma que el medio digital es a la vez analítico y sintético (es
decir, que permite descomponer y componer un fenómeno3), y que su fama de
fragmentar la información y abrumar a los usuarios se debe sólo a que no se
han explorado sus posibilidades narrativas y aún se están buscando
convenciones del lenguaje que le permitan una comunicación más efectiva.
En este primer momento, según relata Murray, cuando aparece un nuevo
medio, sus narrativas preliminares comienzan a imitar a las anteriores. Cuando
Gutenberg inventó la imprenta, no creó el libro. Éste, como estrategia narrativa,
se fue plasmando en el tiempo, alimentándose a la vez de tradiciones y de
nuevos desafíos. De hecho, los primeros formatos impresos se parecían a los
antiguos códices.
Murray, de forma similar a Manovich, caracteriza a los medios digitales, pero
situada en sus “virtualidades” narrativas, que sin duda exigen una
actualización:
97
medios analógicos a un lenguaje binario y ordenado de programación
informática.
98
mouse, tocar la pantalla o incluso, en hardwares de realidad virtual o
aumentada, movimientos de la retina, las pisadas, y otros actos físicos
involuntarios como la temperatura corporal o los latidos cardíacos.
Es de particular interés cómo Polaine (p.152) relaciona esta definición con la de
narrativa literaria. Plantea que la interactividad digital así descrita requiere, al
igual que la narrativa tradicional, de lo que llama "willing suspension of
disbelief", es decir, suspender la incredulidad, para dejarse llevar por la historia
relatada, pretendiendo que es real. En la experiencia digital interactiva es la
interfaz, frecuentemente de hardware, la que rompe esa ilusión y, en la medida
en que el usuario pueda olvidarla y sentir que tiene una "experiencia", la
narrativa podrá tener éxito.
c) Son espaciales: Mientras los medios analógicos hacen descripciones
verbales o icónicas del espacio, los entornos digitales tienen poder para
representar un espacio navegable, dentro del cual por primera vez podemos
movernos. Murray define el ciberespacio como “un entorno con geografía
propia en el que un cambio de documentos en la pantalla se experimenta
como la visita a un lugar distante en una red mundial” (p. 92).
¿Es entonces el entorno digital un lugar virtual, en el sentido de Lévy? Murray
explica que la espacialidad del entorno virtual no surge de la capacidad real de
conectar lugares distantes, sino por el proceso interactivo de su navegación.
Por lo tanto, una plataforma o un videojuego no generan un espacio real. Pero
habíamos dicho que lo virtual no se opone a lo real, sino a lo actual. Entonces,
será un espacio virtual cuando produzca lo que Murray (p. 93) llama “el poder
dramático de la navegación”, es decir, mientras genere preguntas que lleven a
una resolución.
Podríamos cuestionarnos además si en realidad este entorno podría llamarse
un “lugar,” es decir, “un espacio donde se puede leer la identidad, la relación”
(Augé, 1999, s.p.) o un “no lugar”, con un espacio y tiempo anónimos. Murray
(1999, p. 92) aclara que en los espacios digitales el espacio no es del todo
anónimo, dado que “sabemos que estamos en un lugar determinado porque
cuando damos una orden con el teclado o ratón, la pantalla cambia según lo
que hayamos ordenado”. Por lo tanto, es factible interpretar que podríamos
experimentarlo como lugar antropológico pero no necesariamente porque se
99
parezca a un lugar “real”, sino por su propia lógica espacial, una lógica virtual,
en cuanto valor potencial, que puede exigir una actualización.
d) Son enciclopédicos: Los medios digitales son los que tienen la mayor
capacidad de almacenamiento que se ha inventado nunca. Según Murray, el
usuario tiene la placentera sensación de que todos los recursos del mundo son
accesibles. Pero, aunque a veces puede parecer una biblioteca, la información
a veces es incompleta y engañosa.
3.6 El hipertexto
100
a revivir según una perspectiva, un gusto, una ejecución personal” (Eco, 1992,
p. 98).
A las posibilidades naturales de interpretación ilimitada (que más tarde
restringirá el mismo Eco en sus obras posteriores), se les agregan después las
nuevas posibilidades de apertura electrónica del hipertexto. En sus sistemas,
posee conexiones intra y extratextuales de distintos elementos, imágenes
incluidas, que se vuelven “equivalentes”, haciendo difusos los límites entre
estas distintas porciones de texto (Landow, 1995, p. 83).
Asimismo, la hipertextualidad reconfigura el contenido añadiéndole una
información no verbal incluso mayor a la verbal. Landow llega a decir que el
hipertexto resuelve en parte la crítica de Derrida, que expone que el
logocentrismo obligó a romper con la tradición pictográfica, que rompe con el
carácter multidimensional del pensamiento simbólico. “Las conexiones
electrónicas, que enfatizan el establecimiento de nexos, expanden
instantáneamente un texto al proporcionar grandes cantidades de puntos de
amarre donde atar otros textos. La inalterabilidad y aislamiento físico de la
tecnología del libro, que permiten la estandarización y una relativa facilidad de
reproducción, a la fuerza cierran estas posibilidades. El hipertexto las abre” (p.
81).
Estas propiedades hacen concretas en la interfaz en especial dos cualidades
del lenguaje de los nuevos medios caracterizadas por Manovich (2006). Es el
caso de la modularidad, que se hace patente en el conjunto de lexias, cada una
autónoma y a la vez posibilitada de conectarse electrónica y semánticamente
con otras. También está la variabilidad, puesto que cada red textual tiene
tantas versiones como usuarios la recorran.
De esta forma, el hipertexto les ha dado a los escritores nuevas maneras de
experimentar con la segmentación, yuxtaposición y segmentación de los
textos. “Las narrativas hipertextuales son series intrincadas de muchos
caminos posibles” (Murray, 1999, p. 67). En la ficción, la acción dramática no
yace sólo en la historia “enlatada” que inventan los escritores, sino en los
intercambios improvisados entre los personajes y los lectores que participan.
De este modo, en el hipertexto, hay un argumento propio en la red textual, en
un todo que es más que la suma de las partes.
101
Un precursor del hipertexto fue el ingeniero estadounidense Vannevar Bush,
que había trabajado con máquinas analíticas (abuelas del computador) y
esbozó principios teóricos para el hipertexto proyectando el mémex, un invento
para buscar y organizar información que como tal jamás se construyó (Herrero
Solana, 2002).
Bush planteó en una columna de opinión que publicó en 1945 en el periódico
The Atlantic, que los avances del conocimiento humano y particularmente los
de las ciencias han crecido explosivamente, pero aún no se ha inventado una
forma de registrarlos, para tener a disposición toda la sabiduría de la raza
humana. “His excursions may be more enjoyable if he can reacquire the
privilege of forgetting the mainfold things he does not need to have immediately
at hand, with some assurance that he can find them again if they prove
important” (Bush, 1945, pp. s.p,).
Murray (1999) desprende de las ideas de Bush una visión racionalista del
hipertexto y de lo que el inventor llama el “índice asociativo” del mémex.
Consiste en la necesidad de hacer primero un mapa del terreno desconocido y
salvaje, para luego imponer orden sobre el caos. De este modo, el
conocimiento humano se presenta como un laberinto que se puede resolver
racionalmente para lograr un objetivo.
Estas nociones, se asimilan mucho a las ideas del enciclopedismo, cuando
Diderot y D’Alembert decidieron editar un libro que reuniera los conocimientos
dispersos en la tierra. Para eso trajeron a expertos en todas las materias, que a
la vez ostentaran plumas destacadas, y les dieron la libertad de expresarse
libremente sobre sus respectivos tópicos y de firmar sus artículos. Se trataba
entonces de un mapa, como el que más tarde soñó Bush, donde coexistían,
como los países, múltiples discursos cerrados, con la inobjetable jurisdicción de
la experticia. Y lo decía explícitamente el propio D’Alembert, cuando describía
el espíritu de sus esfuerzos:
“Una especie de mapamundi que debe mostrar los principales países, su
posición y su dependencia mutua, el camino en línea recta que hay de uno a
otro, camino muchas veces ocupado por mil obstáculos que sólo pueden
conocer en cada país los habitantes y que sólo pueden ser mostrados en
mapas particulares muy detallados. Estos mapas particulares serán los
diferentes artículos de la enciclopedia” (D'Alembert, 2006, s.p.).
102
En cambio, para Ted Nelson, quien acuñó el nombre de hipertexto, el
conocimiento es un laberinto irresoluble. Él estaba empeñado en dar vida al
proyecto Xanadu, concebido también como un sistema de almacenamiento y
recuperación electrónica de documentos a nivel mundial. En una estructura
integrada de datos podrían estar todos los documentos creados por la
humanidad.
Así describe Ted Nelson el proceso en la cita de Herrero Solana (2002, p. 43):
“Guiándonos por principios literarios más que técnicos, estamos
implementando un sistema para el almacenamiento y la recuperación de textos
relacionados por ligaduras y visualizables en ventanas. El documento, nuestra
unidad fundamental, puede presentar ventanas que lleven a otros documentos.
El corpus resultante está continuamente en expansión sin cambios
fundamentales. Nuevas ligaduras y ventanas añaden de forma continua nuevas
rutas de acceso al material existente. Y algoritmos propios muy rápidos
implementados en la infraestructura de servicio que planeamos hacen tolerante
la extremada fragmentación de datos”.
Este sistema incluía la “transclusión”, que es el uso permitido de extractos de
un documento en otro, previo pago de un “nanobuck” (la billonésima parte de
un dólar) (p. 53). Esta descripción consagra el carácter fragmentario del
hipertexto, porque el resultado no es un sendero secuencial dentro de un
laberinto intrincado, hacia un objetivo claro, sino un recorrido sinuoso, lleno de
curvas, por senderos hechos de “redes vibrantes” (Murray, 1999, p. 102).
De alguna forma, las ideas aparentemente contrapuestas de Bush y Nelson, se
inspiró después Tim Berners-Lee para crear la www, que concibió como una
forma flexible de disponer las ideas y los datos, no restringidos por jerarquías ni
categorizaciones previas (Ryan, 2010).
En este punto, es posible hacer una parada para contemplar la semejanza de
esta última descripción del conocimiento en hipertexto con la metáfora del
rizoma.
En botánica, un rizoma es un “tallo corto de absorción que por lo regular crece
bajo el suelo en un patrón de ramificaciones horizontales” (Starr. C, 2008, p.
810). Por eso Deleuze y Guattari lo asimilan al conocimiento múltiple, que es
pivotante, multiforme, con ramificaciones horizontales y en todas direcciones; a
veces se concreta en tubérculos o “mesetas”. No tiene principio ni fin: “Lo
103
múltiple hay que hacerlo, pero no añadiendo constantemente una dimensión
superior, sino, al contrario, de la forma más simple, a fuerza de sobriedad, al
nivel de las dimensiones de que se dispone, siempre n-1 (sólo así,
sustrayéndolo, lo Uno forma parte de lo múltiple)” (Deleuze & Guattari, F.,
2002, p. 12). Es decir, no se está buscando un conocimiento más general ni
más sintético, sino uno diverso.
Podríamos aplicar además dos de los llamados “principios” rizomáticos,
correspondientes al de cartografía y de calcomanía y que se resumen diciendo
que el rizoma es mapa y no calco. En esta metáfora, “calco” es la duplicación
imitativa de la realidad; el “mapa”, lejos de apuntar al racionalismo
metodológico, esta vez significa la experimentación sobre lo real, abierto a
devenires, participaciones, nuevas conexiones, armado y desarmado.
Este conocimiento opera como la ciencia abierta, que, según Bachelard (1994,
p. 22), comienza no por la copia del mundo, sino “por una catarsis intelectual y
afectiva”, que da origen a una cultura científica en estado de movilización y
apertura permanentes.
Asimismo, los contenidos digitales siempre se están construyendo, como una
definición en Wikipedia. Las plataformas de redes sociales suelen estar
“siempre en beta”, declarando su principio de “no finalización” (Marín de la
Iglesia, 2010, p. 51) y tentando a los usuarios a probarlos con temeridad aun
cuando nunca fueran definitivos.
Así, podemos extrapolar al hipertexto lo que dice Bajtín a propósito de la
novela dialógica, el contenido hipertextual “no se estructura como la totalidad
de una conciencia que objetivamente abarque las otras, sino como la total
interacción de varias, sin que entre ellas una llegue a ser el objeto de la otra”.
Esto permite que ningún punto de vista sea el correcto, que la contraposición
dialógica resulte irresoluble y que, de este modo, el tercero se involucre
“monológicamente”, abrazando a las demás conciencias, sin nunca llegar a
objetivar el diálogo, como lo haría en una narrativa cerrada (Bajtín, 2005, pp.
32-33).
Esto no necesariamente lleva a un relativismo, sino a la idea, que incluso
incluyó la ciencia a partir de Popper, de que nunca se ha terminado la tarea de
conocer la verdad.
104
3.7 Algunas ideas preliminares sobre narrativas digitales
105
Pero advierte que esto puede dar lugar a relatos sin forma y agobiantes, que
más bien parecen tablas de contenido.
Esta forma puede ser más natural a la época de la web 1.0, en que existían
pocos productores de contenido, que ofrecían mucha información antes no
disponible a una inmensa cantidad de usuarios, deslumbrados con la
posibilidad de obtener datos con una facilidad impensable en la era de la
imprenta. El visitante común de los sitios web se contentaba con consumir
pasivamente esta valiosa información. Como veremos, esto cambia en la era
2.0.
106
brings us full circle, placing us all back around that primal campfire. Our
storytellers can gauge our response, hear our voices, and the narrative can
respond. Transmedia is bringing back the shaman, only this time the story is
being told to the world" (Gómez J. , 2009).
Scolari (2009, p. 592) explica que, dado que cada texto crea a su lector, la
narrativa transmedial permite ofrecer distintas entradas de lectura para distintos
tipos de usuario. Esto puede hacerse con un texto con capas superpuestas de
mensajes para receptores con distintas habilidades (o preferencias incluso) de
interpretación, por su edad, educación, cultura o perfil personal. O bien, puede
usarse el que llama "multipath o multilane text", que permite contar la misma
historia desde diferentes puntos de vista. Y, por supuesto, ofreciendo la
alternativa de distintos soportes mediales.
107
IV. La revolución de la comunicación digital
108
Específicamente, social media es un grupo de aplicaciones basadas en internet
que se construyen sobre las bases ideológicas y tecnológicas de la web 2.0 y
que permiten la creación y el intercambio de User Generated Content (UGC)
(Kaplan & Haenlein, 2010).
El UGC puede ser caracterizado como la suma de todas las maneras en que
las personas hacen uso de los medios sociales. Para ello un contenido
necesita cumplir tres requisitos básicos: primero, necesita ser publicado en un
sitio web públicamente accesible o para un grupo de gente segmentado;
segundo, mostrar una cierta cantidad de esfuerzo creativo; y finalmente, haber
sido generado fuera de las rutinas y prácticas profesionales. Este último punto
es conflictivo con el presente estudio porque, como ya hemos comentado, los
periodistas al hacer su trabajo en los medios sociales habitualmente podrían
recurrir a sus rutinas tradicionales.
Kaplan y Haenlein además explican los social media en términos de la teoría
de la investigación mediática para tomar el concepto de la “presencia social”
(contacto visual, acústico o físico) que emerge en dos personas que se
comunican. A mayor presencia social, más grande es la influencia que las
personas que se comunican tendrán en la conducta del otro.
Otro factor es lo que llama “media richness”, que toma la idea de que el
objetivo de cualquier comunicación es la resolución de la ambigüedad y la
reducción de la incertidumbre. Por eso, considera la cantidad de datos que se
liberan en un determinado período de tiempo, sin importar aquí cómo. Esta
capacidad varía de medio a medio.
Un último atributo es el grado de self-disclosure (autorrevelación de información
personal importante) y el tipo de auto-presentación (el deseo de darse a
conocer en el ciberespacio) que ofrece. Combinando estas características,
existen una serie de medios sociales, que las cumplen en distinto grado.
Aunque Kaplan y Haenlein no lo clasifican explícitamente, se puede decir que
Twitter ofrece un nivel medio de “autorrevelación”, permitiendo al usuario
opinar libremente y seguir a quien desee, pero en general los contenidos tienen
un fuerte componente público más que personal, dado que es usual que se use
la privacidad que trae la plataforma por defecto y cualquiera pueda ver los tuits
de un usuario.
109
En cuanto a la presencia social, también se ubica en un nivel medio, porque si
bien permite contacto visual, adjuntando imágenes y videos, en la práctica el
intercambio es mayormente textual.
Lo que lo distingue de Facebook es la “media richness”. Por su obligada
brevedad, Twitter podría inferirse que tiende más a usar narrativas con
densidad de información, habitualmente valiéndose de estilos informativos que
concentran gran cantidad de datos en un solo texto. De hecho, este es uno de
los supuestos que se verificará en este estudio, que supone que los periodistas
cuentan las noticias en Twitter a menudo usando narrativas arraigadas en su
tradición. La pirámide invertida en este caso considera titulares que transmitan
la mayor parte o la totalidad de las 6W.
Podemos suponer entonces que la restricción a 140 caracteres suele llevar a
desarrollar estrategias narrativas que incrementen el media richness en la
estructura de los tuits, saturándolos de información.
Fue con el tiempo que se le llamó web 1.0 a la primera etapa en que el público
en general pudo usar internet, que los historiadores delimitan entre 1990 y
2004. Pero la red existía desde antes.
En 1960, Paul Baran, investigador de Estados Unidos, en plena Guerra Fría,
trató de buscar un sistema de comunicaciones con una distribución centrífuga
desde los puntos de control, de manera de que en vez de centralizar la red, se
usaran distintos nodos distribuidos y conectados. Fue la neurología la que lo
inspiró a pensar que, en caso de que el nodo fuera destruido, la conexión se
mantendría, restableciéndose con otros puntos. Es entonces un invento
concebido “a la sombra de la bomba nuclear” (Ryan, 2010, p. 11). De su ADN
bélico aún conserva su estructura no piramidal y la distribución dispersa de sus
nodos, que bastante recuerda a la idea de modularidad y fractalidad ya
discutidas previamente.
El 29 de octubre de 1969, dos computadores realizaron su primera conexión
con lo que se llamó ARPAnet4.
4
ARPA era la Advanced Research Projects Agency, a la que el Departamento de Defensa de
Estados Unidos le encargó la elaboración de la red.
110
El paso a la internet global fue posible cuando Tim Berners-Lee creó el
software Enquire, que le permitió conformar la www, como una red de
computadores conectados. Y en 1990 avanzó hacia el contenido, desarrollando
el HTML como un lenguaje de hipertexto para escribir sitios web, un hosting
para alojarlos y un navegador (browser) para visualizarlo.
En este proceso, las audiencias pasaron de una indiferencia total (incluso de
los inversionistas) al descubrimiento de un pozo aparentemente inagotable de
datos (muchos de ellos valiosos), que en la era de la imprenta habrían sido
muy difíciles de conseguir. Los usuarios acostumbraban a girar en torno a los
servidores para que éstos los proveyeran de información. Sus fuentes
principales fueron el correo electrónico, los grupos de noticias y las páginas
web, que eran documentos con hipertexto (Revuelta & Pérez, 2009).
Esta obsesión por los datos contribuyó en el éxito de las empresas punto com,
que ofrecían información y servicios digitales financiados con aún desconfiados
auspiciadores, como Yahoo, Netscape y Amazon, y generaron grandes
expectativas sobre una “nueva economía”, que se desvaneció con la explosión
de la burbuja punto com y la abrupta caída de las acciones en Nasdaq en 2000
(Zanoni, 2008).
Con este antecedente cercano y posibilitado por transformaciones en el
hardware y en el software, la web 2.0 se propone como un cambio cultural más
que tecnológico, que abre una nueva fase cualitativa en el desarrollo de
internet, en cuanto a sus contenidos, a sus interfaces, a las construcciones de
realidad que allí se verifican y a los lenguajes antiguos y nuevos que se ponen
en marcha.
El usuario controla su propio contenido, aseguraba O’Reilly al acuñar el término
web 2.0 en 2003, cuando Dale Dougherty, en un brainstorming en la empresa,
notó un punto de inflexión en la historia de la web, luego de la abrupta caída de
las empresas punto com en 2001 (O'Reilly, 2005).
Justamente este contexto hace sospechar a los críticos, que afirman que esta
supuesta nueva era no tenía mucho de nuevo y que no era más que una
estrategia de marketing para recuperar la confianza de los inversionistas en
internet luego de la crisis (Fuchs, 2014).
De todos modos, la web 2.0 significó una nueva forma de tratar con los medios
digitales. Desde ahora, la obsesión por los datos, aunque aún está presente, se
111
combina con un usuario que quiere también crear contenido. El usuario está al
centro o “el protagonista sos vos” (Zanoni, 2008, p. 21).
Esto lo condiciona para que pueda dejar su posición pasiva de consumidor y
pase a una posición más activa, aunque existe una gran proporción de
usuarios que, acostumbrados a las lógicas de los antiguos medios, siguen
siendo recipientes pasivos (Van Dijck, 2009).
De todos modos, las ideas teóricas de la web 2.0 pueden resumirse en ciertas
características, que conducen a una centralidad en el destinatario:
a) Cola larga (long tail): Según esta idea, en la web 2.0 el mercado se basa
no tanto en los éxitos mundiales, como en la generación de muchos
emprendimientos y contenidos de nicho, altamente segmentados, pero no
masivos (Cobo & Pardo, 2007, p. 12).
Esto produce por ejemplo, que, a partir del nacimiento de los weblogs (hoy son
simplemente los “blogs”), los usuarios puedan por primera vez tener una
imprenta virtual y ejercer su derecho a expresarse con publicidad sin barreras
económicas ni tecnológicas. Sin embargo, el poseer audiencias potenciales y
habitualmente pequeñas no compensa el gran poder que siguen teniendo los
medios de comunicación masivos en internet.
Es el argumento que sostiene Mc Combs (2005) para defender su idea del
agenda setting aún en el actual momento digital. Sus críticos han dicho que,
justamente por esta “long tail”, no existe sólo la agenda de los medios, sino
tantas agendas como audiencias y que virtualmente cada uno puede tener la
suya. Esto es real, en teoría. Pero Mc Combs se las arregla para probar que en
internet existe aún mayor concentración mediática que en los medios impresos
y además, las agendas de noticias en la web, siguen alcanzando altos niveles
de “redundancia”. Es decir, no hay realmente tales múltiples agendas, sino la
repetición múltiple de una sola agenda.
112
Aunque en la teoría las etiquetas folcsonómicas son colaborativas, en la
práctica, más que la asignación de criterios de clasificación compartidos,
priman los criterios individuales. Esto porque, en el desorden y
sobreabundancia de acontecimientos imperante, tomando una vez más la
terminología de Augé (2000), los datos se estructuran y organizan de acuerdo
a los términos de búsqueda o queries personalizados de cada usuario. En el
caso de Twitter, al ingresar un hashtag o término en el buscador, la línea de
tiempo ofrece una selección aleatoria de tuits que contienen esa palabra o
grupo de palabras. Es un timeline a la carta, más que el fruto de una
clasificación compartida.
Si la búsqueda alude a las noticias, el criterio noticioso de “importancia” se
cambiará inmediatamente por el criterio de “interés”. Las noticias que verá un
usuario en su Twitter son las publicaciones de la canasta de medios que ya
eligió. El sitio dixit.io por ejemplo, es una plataforma en español programada
para mostrar gráficamente los links de noticias publicados en medios chilenos
más retuiteados en los últimos minutos en los medios seleccionados por su
creador, el periodista chileno Tomás Pollak, quien los incluyó sólo porque son
los medios que a él le gustan, según reveló en una entrevista como experto
que realizamos en 2013, en el marco de este estudio.
Esto alude al concepto de individualización de las referencias, que Augé (2000,
p. 43) formula como una de las características de la sobremodernidad. En las
sociedades occidentales, por lo menos, el individuo se cree un mundo. "Cree
interpretar para y por sí mismo las informaciones que se le entregan”. De este
modo, la web 2.0 ayuda a generar un entorno en que el usuario individual es la
medida de todas las cosas.
113
Mientras que para Zanoni consiste en el efecto de publicar para su uso
contenidos y aplicaciones “en beta”, es decir en borrador o en período de
prueba, que es una constante de la web 2.0, en virtud de una supuesta
transparencia y libertad. Por ello, el efecto de la inteligencia colectiva es que
“los servicios adquieren cada vez más valor y utilidad a medida que más
usuarios los utilicen” (Zanoni, 2008, p. 29).
El concepto de inteligencia colectiva ha llevado al éxito de plataformas como
Wikipedia, que genera discursos acerca de distintos conceptos del
conocimiento, que son creados, corregidos y vigilados por los usuarios. Por
ello, tiene la lógica contraria al enciclopedismo de la Ilustración, como vimos,
basado en la experticia de un grupo de élite intelectual, cuidadosamente
seleccionado por Diderot y D’Alembert, en su intento por recoger todos los
conocimientos de la humanidad en un solo libro.
Una empresa como el enciclopedismo ilustrado supone primero que los
conocimientos son inmutables, que se pueden canonizar y perpetuar en un
momento de la historia, y además que existen expertos que pueden definir un
término de manera inapelable. En cambio, en Wikipedia se sostiene todo lo
contrario: Los conocimientos también están ”siempre en beta”, en permanente
evolución y por eso los conceptos están abiertos. Y todos, virtualmente,
podemos ser expertos en algo.
Este concepto genera críticas, relacionadas con la profundidad de los
conocimientos, porque “se piensa y se escribe en formato beta” (Cobo & Pardo,
2007, p. 92). Existen en este mundo de supuestos expertos, también
“indigentes informativos” y bullshitters, que sólo buscan confundir a los
usuarios publicando informaciones conscientemente falsas. En este sentido, la
definición práctica de Zanoni puede ser la más cierta: la inteligencia colectiva
sólo asegura que una mayor exposición o uso de un contenido suele tender a
mejorarlo. Pero esta inteligencia colectiva está lejos de ser infalible.
Al enunciar las bases de la web 2.0, Tim O’Reilly (2005) expresa: “The central
principle behind the success of the giants born in the Web 1.0 era who have
survived to lead the Web 2.0 era appears to be this, that they have embraced
the power of the web to harness collective intelligence”. En este texto, el verbo
“harness”, dado el contexto, parece significar lo que en español es “aperar”, es
decir, poner los accesorios al caballo, entre ellos el “arnés”. Por extensión la
114
Real Academia Española lo define también como (2015) “proveer, abastecer de
instrumentos, herramientas y batimientos”. Lo que quiere decir que internet
tiene el potencial de implementar y hacer posible el ideal de la inteligencia
colectiva.
Justamente el término “harness” centra la crítica de Terranova, que apunta a
las bases de la definición de inteligencia colectiva. “Harness”, que también
significa arnés, le parece una palabra controvertida para referirse a la supuesta
libertad del usuario, porque por el contrario alude al control, a disciplinar y
domesticar (Van den Boomen, 2006). Aunque reconoce que la labor del
conocimiento es inherentemente colectiva y social, en la web este proceso se
inserta en un modelo económico capitalista, cuyo objetivo por definición es
extraer todo el valor posible de la información creada por los usuarios, quienes
aportan sin recibir pago a cambio (Terranova, 2004).
Esta visión crítica es una invitación a relativizar la noción de inteligencia
colectiva y la participación real de los usuarios, pero sin quitar interés ni valor a
los fenómenos que se producen en la web 2.0. Quienes aportan la información
a menudo esperan recibir a cambio el simple “reconocimiento”, término
acuñado por Francis Fukuyama en su errada tesis del fin de la historia, pero
que es certera en identificar la pulsión humana por obtener estima por parte de
otros. La simple posibilidad de ser reconocido, muchas veces yace tras el
ánimo de tuitear una noticia de último minuto, de subir fotos a Facebook o de
mantener un blog (Miranda, 2005).
Por lo tanto, aunque tiene mucho de cierto, la visión crítica de la web 2.0 no
deslegitima la importancia y verosimilitud de los fenómenos que ella se
producen.
115
Ilustración
6
Home
page
del
sitio
web
del
diario
The
New
York
Times
en
1996.
No
era
muy
diferente
de
la
versión
impresa.
Diseño sobrio: Los primeros sitios web, tal como ocurre en todas las
transiciones mediales, tendían a imitar los formatos impresos. Luego fueron
evolucionando con lenguajes como el HTML, el CSS, el uso de tablas de
imágenes o los marcos, desafiando a los web managers a ser avezados
programadores capaces de transformar cada sitio en un diseño de autor.
La web 2.0 tiene un diseño más simple, una estética sobria, que combina el
uso de paletas neutrales acentuadas con colores en contraste, gran cantidad
de espacios en blanco, esquinas redondeadas, uso sutil de sombras paralelas,
gradientes y reflejos (Brügger, 2010). Un estilo que podría bien llamarse
“estética Apple”, porque esta empresa, sobre todo a partir de la creación del
iPod en 2001, impuso una imagen minimalista, que se transformó en un ícono
cultural que se haría masivo. Pedro Aznar, el creador del blog Applesfera,
caracteriza lo que esta estética produce en los fanáticos de la marca: “Se trata
de una filosofía, de una forma de hacer las cosas. De conseguir algo bonito y
simple que pueda desempeñar tareas complejas. De buscar la perfección en
cada pequeño detalle, esos detalles a los que las otras marcas no dan
importancia. De diseñar algo que mejore lo que existe, que sea más sencillo y
que sea más bonito. En resumen: de simplificar la vida, de amplificar las
sensaciones de los productos. Conseguir que la tecnología quede en segundo
116
plano y solo importe lo que podemos conseguir con los productos” (Zanoni,
2012, p. 15).
Pero también hay quienes argumentan que la tendencia a trabajar con diseños
“estandarizados e invisibles” en plataformas que usan plantillas ha significado
una escisión entre forma y contenido, facilitada además porque el escribir en
internet, en la web 2.0, no implica en absoluto crear un sitio web. El autor de un
“post” usa una plantilla prediseñada y tiene limitadas opciones de modificarla
(Arola, 2010, p. 4).
Sin duda, los sitios fabricados en cadena y sin autoría en cuanto a su diseño,
que rompen su relación visual con el contenido, mantienen una esquizofrenia al
no tomar en cuenta la llamada “retórica de la interfaz”. Consecuentemente con
el planteamiento que hemos desarrollado hasta ahora también podríamos
llamarla "narrativa de la interfaz”.
“Interface matters”, dice Arola (2010, p. 7). Porque hemos reconocido que el
lenguaje conforma a la realidad. Y, en términos específicos, controlada de
forma invisible por el código (lo programe quien escribe u otro invisible lo haya
preprogramado y hecho automatizable), la interfaz es aquel lugar virtual que
relaciona “simbióticamente los actores-humanos y los actantes-no-humanos”
(Vercelli, 2004, p. 75), es decir, los hombres y las máquinas generan realidad a
partir de la interfaz, por lo tanto no es invisible.
5
Esta parte del artículo no está en el cuerpo, sino en las respuestas que O’Reilly entrega a los
usuarios que comentan el texto principal.
117
La plataforma es una nube en línea, fragmentada en módulos que actúan como
portales a distintos tipo de información y que confluyen en una sola interfaz,
ofreciendo diferentes aplicaciones anidadas y yuxtapuestas que entregan
contenido o que dan la oportunidad para que los usuarios lo aporten (Hands,
2013).
En consonancia con la importancia del lenguaje, que hemos precisado al inicio,
es interesante comentar la crítica de Siapera (2013), quien recuerda que
plataforma en lenguaje informático es cualquier tipo de sistema de
programación. Ella cree que eso es precisamente lo que hacen las plataformas
en internet, como Google, Facebook y Twitter, nuestro objeto de estudio:
programar la experiencia de los usuarios, mediatizando y restringiendo su
acceso a los contenidos. Esta mediación, en especial en cuanto al contenido
periodístico, es muy relevante porque delimita y condiciona el consumo de
noticias. Se produce en las plataformas un proceso al que llama
“infomediación”, donde los propietarios requieren nuevos datos para hacer
rentables sus plataformas y éstos los obtienen de los mismos usuarios que los
consumen, produciéndose un ciclo.
Este círculo tiene el efecto de provocar una continua distribución y
reproducción de contenidos, los que aparecen para el usuario como
equivalentes en su valor periodístico. Para Siapera, ésta es una de las
distorsiones que se producen en la ecología de la información porque elimina la
tensión entre forma y contenido propia del periodismo, que permite al público
priorizar, distinguir entre distintos eventos, aproximaciones y datos. De algún
modo, se hace invisible la labor jerarquizadora que forma parte de la función de
construcción de la realidad social que se delega en el periodismo.
118
4.4 Las redes sociales digitales
119
Esta figura también fue explorada pero esta vez en una gran escala en el
experimento llamado de los “seis grados de separación”, de Travers y Milgram
(1969), quienes se plantearon el “small world problem” para comprobar qué tan
cierto es que “el mundo es un pañuelo”. Para probar esta idea
sociométricamente, tomaron el desafío de trazar un número de cadenas reales
de conocidos entre una gran cantidad de habitantes.
Para ello, eligieron a 296 individuos de Nebraska y Boston en Estados Unidos
para generar redes de personas conocidas con el propósito de llegar a un
individuo determinado en Massachusetts. Así, se activaron 64 cadenas de
conocidos que dieron con el objetivo. En ellas, el promedio de intermediarios
fue de 5,2 (este número está aproximado cuando se habla de los 6 grados de
separación).
Al realizar este ejercicio, estos investigadores definen las redes sociales como
un “tejido tupido”, donde las “hebras” enlazan inesperadamente a los
individuos, que aparentemente están alejados los unos de los otros en un
espacio físico o social. De este modo, llegaron a afirmar que, si se pudieran
trazar estas cadenas de conocidos en toda la población de Estados Unidos, el
mapa se vería como un conjunto de 200 millones de puntos unidos por una
compleja telaraña (Travers y Milgram dicen “web”) de conexiones entre ellos (p.
426).
Es anecdótico que usen la palabra “web” o telaraña, que más tarde se
designaría para nombrar las redes no centralizadas de computadores
interconectados que formaron internet, y también para designar la forma digital
de estas redes sociales, que con las plataformas hallaría nuevos medios de
establecer conexiones entre individuos conocidos distanciados geográfica o
socialmente.
120
analógico, o pueden ser plenamente digitales, en torno a intereses comunes o
a la participación conjunta en eventos virtuales.
Una definición que podemos aplicar a los intercambios y relaciones que se
producen en las plataformas digitales podría ser la que sigue: “(A social
network) is a structure made of social entities (e.g., individuals, corporations,
collective social units or organizations) that are linked by some specific kinds of
interdependency (e.g., friendship, kinship, common interest, beliefs, or financial
exchange” (Leung, Medina, & Tanbeer, 2013).
Estas conexiones desafían las condiciones de tiempo y espacio a las que el
hombre estaba habituado. Norval Baitello (2008, p. 40) explica que el medio
primario de comunicación para el ser humano es el cuerpo, con la detallada
complejidad de sus gestos y de mensajes que estimulan los cinco sentidos y,
sobre todo, que exigen la presencia física en un espacio y tiempo de aquí y
ahora. Posteriormente, aparecen los medios secundarios, donde el hombre
marca su presencia en objetos exteriores a su cuerpo, con rastros visuales que
van desde las pinturas rupestres hasta la escritura y la imprenta. Este medio
tiene limitaciones espaciales: requiere ser transportado. Y en cuanto al tiempo,
exige morosidad, demanda dedicación para ser descifrado. Además, lo que no
se descifra, permanece como un monstruo incógnito que nos devora, dice
Baitello.
A partir del telégrafo, comienza la era eléctrica, bien caracterizada por Mc
Luhan (1997), que solucionó el problema de transporte del mensaje del emisor
haciendo posible que éste fuera captado por un aparato a distancia. Es en esta
categoría donde se ubica internet, que se clasifica como un “medio terciario”.
“El medio primario, más el aparato de emisión que se utiliza de imagen y
escritura, transforma el propio cuerpo en imagen y escritura, y lo transporta –
vía electricidad- hacia otro aparato que lo capta y lo presenta a otro cuerpo que
está allí, al otro lado de la calle, de la ciudad, del mundo, inmediatamente”
(Baitello Junior, 2008, p. 40).
Esta verdadera sensación de bilocación del cuerpo no es sólo por la
representación electrónica de la voz en el teléfono o la imagen del interlocutor
transformada en pixeles eléctricos en la interfaz de Skype, sino que, como
decía Mc Luhan, es el sistema electrónico que se constituye en una
prolongación de nuestro sistema nervioso central (McLuhan & Fiore, 1997). En
121
internet, éste parece trasladarse y ejecutar operaciones cerebrales, emotivas,
relacionales, intelectuales, en un espacio dislocado y en un tiempo a menudo
asincrónico.
De este modo, dice Baitello Junior (2008), el medio terciario facilita el acceso y
la entrega de información al otro. Sin embargo, el mismo autor es claro en
afirmar que el que exista este intercambio de datos no asegura que se entable
una relación. Plantea que la entrega de información es un fenómeno que se
produce entre máquinas, posibilitada por las conexiones, mientras que los
vínculos se producen siempre entre seres humanos, donde se establece una
relación que transforma a quienes participan de ella (Baitello Junior, 2006). Por
lo tanto, el medio terciario posibilita la conexión que virtualmente (en todo el
sentido del término que ya hemos discutido) puede convertirse en un vínculo
transformador entre personas.
En este sentido, Sherry Turkle (2011, p. 26), luego de explorar en redes
sociales y plataformas online de distinta naturaleza, critica la nueva relación de
los usuarios con los medios digitales. Asegura que en los años 80 había una
“reacción romántica” de los seres humanos ante los computadores, producida
por la certeza de que las máquinas podían simular el pensamiento, pero no los
sentimientos. Sin embargo, cree que esta idea ha sido reemplazada por una
nueva posición pragmática. Aunque el computador sigue sin entender las
experiencias humanas, ha aprendido como nunca a simular que las entiende. Y
los usuarios se sienten cómodos jugando su papel en este montaje de ficción.
Turkle se da cuenta de que, liberados de la presión social del cara a cara, los
usuarios se atreven a expresar sentimientos como la rabia, la depresión o la
violencia en sus cuentas de las redes sociales, aunque no sean anónimas. De
hecho, las mismas redes sociales nos instruyen a transmitir lo que sea que
haya en nuestras mentes (“¿Qué estás pensando”, en Facebook y “qué está
pasando” en Twitter), aunque lo que expresamos demuestre ignorancia o
incluso perturbación mental. Por ello es frecuente encontrar que la imagen del
avatar diste mucho del modelo original, o que la personalidad de un sujeto
sumiso en el contacto directo se transforme en la red en la de un ciudadano
contestatario.
Turkle (2011, p. 18) llega a decir drásticamente: “On social networks, people
are reduced to their profiles”. Pero es legítimo también preguntarnos: ¿se trata
122
realmente de una reducción? ¿O es la muestra de algún aspecto socialmente
cohibido por acción del superyó? ¿Es ficción del yo o es la muestra fidedigna
del verdadero yo que ocultamos?
Por un lado, Boyd (2008) opina que el yo analógico no es muy diferente a su
correlato digital y que crear completamente un personaje ficticio no es una
práctica común. Explica que el cuerpo, pese a que en rigor no existe en
internet, determina la forma en que se desenvuelve una persona. Esto porque
las redes sociales digitales no son un lugar virtual abierto completamente a la
imaginación: las acciones, conversaciones, interacciones y contexto social
están firmemente relacionados con las vidas analógicas.
De hecho el perfil digital está anclado directamente con la persona real, porque
actúa como una “representación digital directa de esa persona para las
interacciones mediadas” (p. 128).
De todos modos, esta representación puede no corresponder siempre a lo que
la persona suele mostrar de sí misma en el mundo fuera de internet. Es más,
analizando este fenómeno del punto de vista psicológico, efectivamente el
inconsciente puede emerger en redes sociales, usando términos freudianos. El-
Sahili (2014), doctor en psicología, dice que Facebook provoca a los usuarios
porque es un lugar que guarda representaciones no conscientes, como el
deseo profundo de vivir en un mundo lleno de amigos, sin preocupaciones por
las obligaciones sociales o por el tiempo que se les dedica, como también el
placer de que los demás conozcan la propia vida privada, que permite sentir
orgullo y pertenencia con la comunidad virtual. También ofrece el desarrollo de
conductas “como si”, que se producen simulando estar frente a una asamblea o
audiencia o en lugares que no se han visitado nunca. Todo esto tiene un
atractivo subliminal que permite expresar impulsos cohibidos en el contacto
presencial.
Por otro lado, fuera del mundo de la ilusión, las redes sociales han logrado
congregar intereses y demandas comunes y canalizarlas hacia la agenda
pública. Esto se confirma por ejemplo con el estudio sobre el movimiento
ciudadano en contra de la construcción de una termoeléctrica en Punta de
Choros, una reserva natural ubicada en la Región de Coquimbo, Chile (Álvarez
& Gómez, 2012). El trabajo demuestra que en 2010, mediante la página de
Facebook Salvemos Punta de Choros y del hashtag de Twitter #chaopescao,
123
se logró llamar la atención del gobierno de Sebastián Piñera, generando un
grupo de presión dentro del sistema político, que finalmente logró la
cancelación del proyecto.
Aunque se reconoce la importancia de la cobertura que los medios
tradicionales hicieron luego del éxito del movimiento digital, este caso se
registró como la primera demanda colectiva canalizada masivamente a través
de las redes sociales digitales.
Ilustración
7
Tuit
de
la
campaña
para
impedir
la
construcción
de
una
central
termoeléctrica
en
Punta
Choros
Fuente:
Twitter
De este modo, es posible que al menos parte de los fenómenos que ocurren en
las redes sociales digitales sean llamados plenamente “hechos sociales”, que
tienen repercusiones reales en la sociedad analógica.
Por otro lado, se reconoce que las redes sociales aumentan el “capital social”,
aun cuando se trate de vínculos débiles (El-Sahili, 2014) (Ellison, 2007)
(Morgan, 2014) (Young, 2011). Bourdieu define este concepto como “el
conjunto de recursos actuales o potenciales que están ligados a la posesión de
una red durable de relaciones más o menos institucionalizadas de inter-
conocimiento o de inter-reconocimiento; o, en otros términos, la pertenencia a
un grupo, como un conjunto de agentes que no están solamente dotados de
propiedades comunes (susceptibles de ser percibidas por el observador, por
los otros o por ellos mismos), sino que están también unidas por vínculos
permanentes y útiles” (Bourdieu, 1980, p. 2). El autor precisa que estas
relaciones no se deben a la proximidad geográfica, porque están fundadas en
intercambios materiales y simbólicos que permiten el reconocimiento de esta
cercanía no física.
Agrega Bourdieu que el valor de este capital depende de su extensión y
también del volumen de capital económico, cultural o simbólico de los
124
individuos que lo componen. No se recibe al nacer ni se agrega de una vez
para siempre, sino que es dinámico y se alimenta por un trabajo constante de
instauración y mantenimiento. De este modo, las relaciones contingentes,
como los vecinos, parientes o compañeros de trabajo, presenta la oportunidad
de transformar estas conexiones en vínculos necesarios y electivos, mediante
procesos de comunicación que permitan el conocimiento y el reconocimiento
mutuos. De este modo, “el intercambio transforma las cosas intercambiadas en
signos de reconocimiento” (p. 2).
Bajo el mismo concepto de capital social, la investigación de Riedl et als.
(2013) buscó determinar cómo Twitter específicamente contribuye al
incremento del capital social, a través del aumento de la conectividad entre los
usuarios. Este último concepto corresponde a una necesidad psicológica
básica en la conducta social y se define como el sentimiento de “estar en
contacto”, que es facilitado por la comunicación. Es una experiencia emocional,
evocada por otros, pero independiente de su presencia, porque aunque existe
involucramiento psicológico en un sujeto, esto no implica que éste crea tener el
acceso real a la inteligencia o al compromiso psicológico de otros (Rettie, 2003,
s.p.).
La conectividad en el estudio de Riedl et als. (2013) se relaciona con otros dos
factores claves en las redes sociales analógicas y que pueden estar presentes
también en las digitales:
125
se hace posible por la creación de modelos mentales sobre los espacios
mediados, que permiten esta ilusión (Biocca, Harms, & Gregg, 2001).
La investigación de Riedl et als. (2013) concluye que la frecuencia del uso de
Twitter está asociada positivamente con el aumento de las sensaciones de
social awareness, social presence y, en suma, el sentido de conectividad. De
esta manera, establece que específicamente en Twitter es posible un aumento
del capital social de los usuarios.
En síntesis, ilusorias o no, las redes sociales digitales se ofrecen como
conexiones reales que el usuario podrá transformar para participar de hechos
sociales, para la liberación de su inconsciente, para incrementar pasivamente
el acervo de datos de las empresas que ofrecen las plataformas y sus
respectivos auspiciadores o para generar vínculos durables de reconocimiento
mutuo.
126
periferia de nuestras redes sociales, se pueden transformar en
“acontecimientos”.
Por otro lado, en cierto modo se verifica la que Augé (p. 44) llama
“individualización de las referencias”, porque en las redes sociales digitales de
conocidos se exacerban las singularidades de personas o grupos. Villarreal
(2006, p. 9) explica que la “producción, reproducción e imaginación individual
de las referencias se traduce en una multitud de significaciones que cuestiona,
confronta, pulveriza o simplemente ignora las visiones o versiones únicas de la
realidad, del hombre y de la sociedad, por lo cual nociones como la de
identidad nacional quedan cada vez más desdibujadas”.
En las plataformas digitales hay personas que quieren revelar sus
particularidades con la oportunidad de hacerlo en público que les ofrece la
plataforma. Sienten que este espacio es suyo, aunque en realidad sólo es una
renta facilitada a millones de usuarios por una empresa privada.
Esto también puede darse en las interacciones con personas que no
conocemos fuera de la esfera digital, Sin embargo, en las redes de conocidos,
además de haber una individualización constante, también existen procesos de
mediación compartidos. Por ejemplo, las noticias aparecen filtradas por las
opiniones de los conocidos (El-Sahili, 2014). De este modo, nuestros familiares,
amigos y conocidos generan procesos de agenda-setting proponiendo temas
de conversación e incluso encuadrando ciertos asuntos en valores y
experiencias personales con potencial poder persuasivo.
127
Con respecto a este punto, la investigación de Hu, Farnham y Talamadupula
(2015) comprobó que los usuarios de Twitter tienen mayor tendencia a tuitear
sobre los temas que les interesan o que les son familiares. Aunque en los
eventos locales y las noticias extrañas se estableció una tendencia a tuitear
sobre los asuntos que sus amigos ya hayan abordado antes, a nivel general, se
concluye que el tema específico no es importante: los usuarios son más
activos, es decir, publican más tuits, cuando se trata de un evento nuevo, sin
importar su categoría temática. Esto claramente refuerza la idea de que Twitter
es una red social donde se comentan noticias.
128
sugerir que los chilenos aún no valoran la red como un espacio para formar,
consolidar y expresar su propia opinión.
A esto también puede deberse la tendencia a no generar contenidos propios y
conformarse con repetir lo que otros plantean. Nuestro estudio sobre Twitter y
la convergencia mediática con programas políticos de televisión en Chile,
concluye que, aunque las estrategias de los canales apunten a estimular la
participación activa de las audiencias en la plataforma, los aportes de los
usuarios son más que nada de naturaleza aditiva, es decir, se limitan a asentir
o negar lo que proponen los medios. Además existe una predominante
dirección vertical de los “tuits respuesta” al referirse a los “tuits seminales”
emitidos por los programas. De este modo, no se da aún una convergencia
plena que permita la integración de contenidos en la experiencia de los
usuarios (Fernández & Miranda, 2015).
Con respecto al prestigio en las redes sociales, lo que más le hace feliz a un
70% de los usuarios chilenos es que alguien haga un comentario interesante
sobre el contenido que han publicado, que otros compartan algo inspirado en
ese contenido (66%) y que se comparta con gente que conocen (65%). Sólo en
un 43% se aprecia el reconocimiento de desconocidos. Esta tendencia se
repite a nivel mundial y refuerza la idea de que, aunque las publicaciones
potencialmente puede verlas cualquiera, el prestigio en las redes sociales es
más valorado cuando se produce entre los individuos ya conocidos (UM, 2014).
129
sólo tres las categorías en que Chile iguala o supera a los países líderes en la
tabla mundial, que corresponden al uso de internet en el gobierno, el entorno
de innovación y de negocios impactos sociales (World Economic Forum, 2015).
Oficialmente, existe un 95% de cobertura de internet en Chile (Starter Daily,
2015), pero es necesario mejorar otros aspectos como el uso individual, la
accesibilidad y las habilidades de los usuarios.
En la encuesta de Pew Research Center (2014), se aprecia que para los
chilenos es importante tener acceso a internet sin censura del gobierno (86%).
El país ocupa el tercer lugar en el ranking de 24 “países emergentes”, tras
Venezuela y El Líbano. En especial esta valoración obtiene mayores
porcentajes entre los jóvenes chilenos, de 18 a 29 años (92%), mientras que
desciende un poco entre los mayores de 50 años (79%). El estudio concluye
que este apoyo se debe precisamente a la alta penetración de internet en el
país, tendencia que se invierte en países poco conectados, como Indonesia y
Uganda.
De hecho, en Chile no hay censura de internet. La ley sobre las libertades de
opinión e información y ejercicio del periodismo en Chile consagra la libertad de
emitir opinión y la de informar, sin censura previa, como un derecho
fundamental de todas las personas. “Su ejercicio incluye no ser perseguido ni
discriminado a causa de las propias opiniones, buscar y recibir informaciones, y
difundirlas por cualquier medio, sin perjuicio de responder de los delitos y
abusos que se cometan, en conformidad a la ley” (Ley Chile, 2013, s.p.). Éstos
son, en resumen, calumnia o injuria, revelar la identidad de menores víctimas o
involucrados en delitos, el “ultraje público a las buenas costumbres” y la
promoción de la discriminación.
Además, la ley 20.453 de 2010 establece que las empresas proveedoras de
conexión a internet no podrán restringir ni bloquear los contenidos que los
usuarios descarguen o publiquen en la red (Ley Chile, 2010). En cuanto al
Estado, no existe censura en la publicación de contenido digital, pero sí se
puede condenar la comisión de delitos a través de los contenidos difundidos en
la red. Es el caso de la legislación que sanciona el acoso sexual contra
menores de edad y la posesión y producción de material pornográfico en que
participen menores (Biblioteca Nacional del Congreso, 2013). Además se
castiga la práctica comercial del spam (Biblioteca Nacional del Congreso, 2009)
130
y se aplican las leyes generales de propiedad intelectual (Biblioteca del
Congreso, 2010).
Por todo esto es posible que, como dice la periodista María Olvia Mönckeberg
(2011), internet abra una esperanza de obtener mayor pluralismo mediático
que el que existe en los medios analógicos. En su investigación Los Magnates
de la Prensa, la investigadora describe en detalle la alta concentración en la
propiedad que existe en Chile.
Expone que, a partir de 1973, el espacio de los diarios está copado por un
duopolio, liderado por dos grandes conglomerados empresariales. El primero
es El Mercurio, presidido por Agustín Edwards, perteneciente a una familia de
larga tradición en el rubro y que hoy posee una cadena nacional de diarios, que
incluye El Mercurio que se imprime en Santiago y El Mercurio de Valparaíso, el
diario más antiguo de habla hispana, fundado en 1827. El segundo bloque es el
Consorcio Periodístico de Chile, COPESA, encabezado por Álvaro Saieh,
propietario de diarios nacionales como La Tercera, La Cuarta (de estilo
popular), La Hora (de distribución gratuita), y de las revistas Pulso (de
negocios), Paula (femenina) y Qué Pasa (de corte político) y de una cadena de
radios, que incluyen Duna, Disney y Beethoven (Copesa, 2015).
Este duopolio es muy particular y ejerce una influencia superior a otros porque,
según Sunkel y Geoffroy (2001, pp. 114-115), la concentración de la propiedad
va acompañada de un “monopolio ideológico”, puesto que ambos dueños
coinciden en un pensamiento neoliberal en el área económica y conservador
en lo moral, lo que reduce aún más el pluralismo en los medios que dominan el
espectro nacional.
Sin embargo, esto no siempre fue así, porque la prensa chilena tiene inicios
libertarios (Mönckeberg, 2011), desde el primer periódico, llamado La Aurora
de Chile, creado por Fray Camilo Henríquez en 1812, que impulsaba ideas
inspiradas en Rousseau, sobre el contrato social (Henríquez, 1812).
Posteriormente, en las primeras décadas del siglo XX, había una gran
diversidad de publicaciones, que incluían a la prensa obrera. Pero, tras el golpe
militar de 1973, la mayoría de los medios fueron clausurados a la fuerza o
sometidos a la censura. Esto dio poder sin contrapesos a El Mercurio y La
Tercera, los que actualmente son los diarios más grandes del duopolio
(Mönckeberg, 2011).
131
En cuanto a las radios, en los ’50 había unas cien emisoras en el país, de
propiedad de particulares, empresarios, grupos políticos y gremiales, laicos y
católicos, lo que permitía la diversidad. Pero a partir de los ‘90s, comenzó una
progresiva concentración en la propiedad en manos conglomerados
internacionales. Es el caso de Ibero Americana Radio Chile, del grupo español
Prisa, que tiene 11 emisoras, seis de ellas top ten en la audiencia y 202
estaciones que abarcan todo el territorio nacional (Ibero Americana Radio
Chile, 2015).
En cuanto a la televisión, las primeras concesiones fueron confiadas a fines de
la década del ’50 a las universidades, que se consolidaron como estaciones
televisivas en los ’60. Durante ese período, el Estado negó las solicitudes de
concesiones a privados (Memoria Chilena, 2004). A esto se sumó en 1969
Televisión Nacional de Chile, como canal estatal que actualmente cuenta por
ley con un directorio pluralista y con un director ejecutivo elegido por el
Presidente de turno.
En 1990, tras el retorno a la democracia, se fundó la primera red privada, que
actualmente se llama Mega, y luego se crearon otras estaciones de propiedad
de particulares (La Red y Telecanal). Posteriormente, además, a excepción del
canal de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, las redes
universitarias fueron privatizadas y a la fecha pertenecen a influyentes
conglomerados mediáticos o grupo empresariales6.
Por todo lo anterior, el escenario mediático analógico en Chile está altamente
concentrado, aunque en internet se posibilita acceso libre y publicación sin
censura de contenidos.
6
El canal de la Universidad de Chile vendió el actual canal Chilevisión al consorcio venezolano
Venevisión. En 2010, el propietario era el ex presidente Sebastián Piñera, quien antes de
asumir el cargo vendió el canal a Turner Broadcasting System Latin America, propietario de
sintonías internacionales como CNN y TNT (Chilevisión, 2015). La Pontificia Universidad
Católica de Chile fue adquirida en 2010 por el Grupo Luksic, un importante consorcio
empresarial chileno, con gigantescos negocios en diversos rubros (Pontificia Universidad
Católica de Chile, 2010). La Red fue creada en 1991 y desde 1999 pertenece al grupo
mexicano Albavisión, que tiene 8 canales en el continente (Red, 2015) (Albavisión, 2015).
Mega pertenece desde 2012 al grupo chileno Bethia, poseedor de grandes empresas como
Falabella (Emol, 2012).
132
V. Antecedentes del estudio
7
“Quería darles a los usuarios de ser parte de una comunidad dinámica”. (La traducción es
nuestra).
133
Creado en 2006, ya en 2007 un estudio daba cuenta de que los usuarios
usaban Twitter para mucho más que para contestar a las pregunta “qué estás
haciendo”: las principales intenciones desde los inicios consistieron en
conversar de cosas cotidianas, compartir recursos y links y reportar noticias
(Dunlap & Lowenthal, 2009). De este modo, terminó siendo un lugar de
discusión de temas comunes para los usuarios, donde interactúan en su
mayoría con otros sujetos no conocidos, con quienes quieren hablar de los
mismos asuntos, que habitualmente son de carácter público. Por ello, Twitter
nos permite conocer la agenda que proponen los ciudadanos sobre temas
públicos, si es que la proponen, y cómo se relacionan con la agenda que
proponen los medios. De ahí el interés que reviste esta plataforma para el
estudio del periodismo.
Chile es un contexto significativo para el estudio de Twitter porque sus
habitantes pasan 7,2 horas en redes sociales por usuario al mes, por sobre el
promedio global, de 5,8 (Comscore, 2013). Dentro de los usuarios activos de
internet (quienes se conectan todos los días o día por medio) en Chile un y el
crecimiento en Twitter es explosivo en Chile (UM, 2013).
Además es el país con mayor alcance a sitios de noticias en América Latina.
Corresponde a un 84,7% de los usuarios y el continente alcanza sólo un 58,1%
de penetración (Daie, 2014).
En Chile, los usuarios tienden a usarlo varias veces al día (76%). La clase
social alta es la que más lo utiliza (78% del segmento ABC1 lo ocupa varias
veces en el día, en contraste con un 59% de segmentos D y E) 8 .
Particularmente se trata de adultos jóvenes (78% de usuarios con 25 a 30 años
y 77% de tuiteros con 31 a 45 años). Lo más interesante de esta encuesta de
la Universidad Diego Portales es para qué usan Twitter los chilenos. La
plataforma es ante todo el lugar de los temas en común. Al responder los
usuarios chilenos con qué motivación la usan, mayoritariamente dijeron “para
mantenerme informado” (45%) y “para debatir y expresar opinión” (25%)
(González & als., 2011). Más recientemente, el estudio Curiosity Works de
2014 (UM, 2014) comprobó que en Chile, al preguntarles a los usuarios activos
8
Según esta nomenclatura de segmentación socioeconómica, ABC1 considera a la población
de menores ingresos, CS y C3 representan a la clase media y D y E a las clases bajas.
134
para qué son útiles los servicios de microblogging, las dos tendencias
mayoritarias apuntan a “expresarse” y “mantenerme al día”, superando ambas
el 60%. Esto demuestra que los chilenos buscan en Twitter un medio para
conocer en forma rápida algunos datos claves sobre la actualidad pública,
social y compartida, es decir, las noticias. Y, complementariamente, buscan
también debatir y expresar opinión. De ahí que sea una plataforma
íntimamente vinculada al quehacer periodístico y a las noticias.
Entonces, si las personas conocen y comentan las noticias en Twitter, a partir
de allí se hacen una idea del mundo compartido y esa noción se arma usando
las palabras. De ahí que sea de interés preguntarnos qué realidad es posible
construir en 140 caracteres en una plataforma digital como Twitter y, por lo
tanto, qué estrategias discursivas se están usando allí para narrar el mundo,
sabiendo que no cabe en un espacio tan pequeño.
Como comenzamos discutiendo, el lenguaje es más que un medio para
expresar un contenido. Es el sustrato mismo de la realidad que conformamos
intersubjetivamente con otros en la sociedad que habitamos. Ésta es la base
sobre la que se construye esta tesis. Porque se centra en el lenguaje y
específicamente en las narrativas, en la manera en que los periodistas cuentan
el mundo y los usuarios lo comentan. Ambos brevemente.
Un segunda idea fundante tiene que ver con las características digitales del
medio por el que se transmite este mensaje, o esta imagen de mundo hecha de
lenguaje. Podemos recurrir con nostalgia a Mc Luhan y decir que el medio no
sólo es el mensaje, sino también es el masaje, porque es una prolongación de
los sentidos y potencialidades humanas, que el mismo hombre ha fabricado
para hacerse más contundente y específico. Esto hace que el medio configure
la manera en que nos miramos a nosotros mismos y la forma en que nos
relacionamos, porque “las sociedades siempre han sido moldeadas más por la
índole de los medios con que se comunican los hombres que por el contenido
mismo de la comunicación” (McLuhan & Fiore, 1997, p. 8).
Además, si el medio es virtual, lo será no porque no sea real, como dice Lévy
(1999), sino porque plantea una encrucijada, una resolución en otro tiempo. Y
cuando esa pregunta sin responder tiene que ver con la realidad social que
compartimos, no es en ningún caso una pregunta trivial. Las narrativas de los
135
medios digitales por cierto deberían reflejar esa incompletitud, esa necesidad
de actualización, esa búsqueda de definición.
También podemos añadir que los medios, particularmente los de
comunicación, ponen temas en la agenda, dándose el poder de definir las
prioridades de nuestras conversaciones sobre lo público (McCombs, 2005) . Y,
como detallamos antes, podemos agregar que no sólo ponen el tema, sino que
fijan una porción de los atributos de ese evento, persona, problema, como
vimos en las ideas de segundo nivel de la agenda-setting y del framing. Esos
encuadres corresponden a una serie de narrativas, que se despliegan
simbólicamente para una forma definida a la realidad social.
En una sociedad ideal, dice Entman (2003), los medios deben ofrecer un
escaparate de distintos frames diferentes, con narrativas contrapuestas, ante
los cuales el ciudadano debe libre e inteligentemente decidir. En el fondo,
Twitter podría posibilitar esta “paridad” para los medios grandes y pequeños y
asimismo para los usuarios, que pueden publicar sus tuits y someterse con
igualdad a la misma brevedad.
Por otro lado, Twitter, por su obligada brevedad, impone un encuadre inherente
a su naturaleza: la síntesis. En un sentido lingüístico, podemos decir que el
resumen siempre refiere a otro texto más complejo y extenso, “es una
“reproducción” de la macroestructura del texto completo, que a su vez
representa a otras estructuras globales de partes del texto, cada una de las
cuales se compone de una serie de preposiciones (o estructuras de oraciones:
macroestructuras)” (Moreiro, 1989, p. 132). De este modo, si un tuit fuera sólo
el resumen de una noticia, se trataría recursivamente de una representación de
una representación de la realidad, es decir, una doble construcción narrativa en
torno al mundo de referencia experimentado por un periodista. Por lo tanto
habría una superposición al menos de dos frames lingüísticos que dan forma al
relato y por lo tanto, a la realidad social que se construye a partir de él.
Por otro lado, la línea de tiempo es única para cada usuario porque constituye
la canasta de oferentes de información y opinión que cada uno ha seleccionado
al seguir determinadas cuentas. De este modo, muestra una yuxtaposición de
frames, que a su vez da forma a un nuevo encuadre general que se configura
en la propia mente del usuario. Es un todo individual completado con pedazos
136
de informaciones, opiniones, trending topics, cada uno en no más de 140
caracteres.
Esta consideración nos lleva a lo propio de todo medio digital: Conduce a un
discurso fragmentario, compuesto de fractales que se agrupan y replican, como
diría Manovich (2006), y la síntesis tiene un resultado variable para cada
usuario.
Todos estos fenómenos nos hacen sospechar que las narrativas, como
estrategias discursivas para contar las noticias, definen la forma de la realidad
social, sobre todo cuando el discurso es tan breve, que obligatoriamente
debería estar cargado de sentido.
137
editorial de las publicaciones, es minoritario el uso de hashtags y existe una
débil interacción con los usuarios. Además, plantea que las ediciones digitales
de los medios tradicionales incrementan el volumen de su información
incluyendo en su contenido el análisis de la repercusión de una noticia en las
redes sociales. Sin embargo, infiere que, debido al exceso de información
disponible en la plataforma, la atención a las noticias dura un breve tiempo.
Ahora, en un contexto latinoamericano, esta nueva relación es abordada en el
estudio de Santiesteban y Rodríguez (2013), que examina la relación de tres
medios colombianos con Twitter. Las conclusiones apuntan a que los
periodistas se han ido transformando en un filtro de la información más en que
en proveedores principales, porque que reciben en forma permanente datos de
los usuarios a través de la plataforma. Además, establece que la mayoría de
los tuits son de corte informativo, mientras que sólo en un 5% de ellos se busca
la interactividad con los usuarios.
Un segundo grupo de estudios, aborda el impacto de Twitter en las lógicas de
las redes sociales. En esta línea, la investigación de Kwak et als. (2010) se
concentra en las características de Twitter como nuevo medio para compartir
información, que rompe las reglas usuales en las redes sociales analógicas.
Por ejemplo, se quiebra el paradigma de la homofilia, la usual tendencia de las
personas a relacionarse más con otros individuos similares. Los investigadores
demuestran que en Twitter, existe una mayor tendencia a vincularse con
personas diferentes, en especial, que provienen de culturas dispares.
Sin embargo, hay otros estudios que afirman que existen reglas sociales que
no cambian. La investigación de Rossi y Magnani (2012) concluye que la
influencia que se tenga en el mundo no virtual sigue incidiendo en el prestigio
que se perciba dentro de Twitter. Esto hace que los usuarios corrientes suelan
retuitear y comentar las publicaciones en Twitter de los usuarios prominentes,
particularmente de los medios de comunicación.
En este mismo sentido, Meeyoung et als. (2010) tratan de probar teorías
comunes sobre la influencia en Twitter y coinciden en que las celebridades y
los medios tienen mayor poder comunicacional que el resto de los usuarios.
Por último, existen algunos estudios que se centran en el lenguaje de Twitter.
Davis (2013) insinúa la posibilidad de que exista en la plataforma una especie
138
de polifonía discursiva e intertextual, aunque no profundiza en sus
particularidades.
Más detallado es el abordaje de Álvarez-Peralta (2014), que aplica el modelo
actancial de Greimas y Courtés a una serie de periódicos españoles durante el
inicio de la crisis económica y luego lo compara con los actantes que
predominan en una pequeña muestra de tuits. Concluye que, mientras la
prensa propone narrativas hegemónicas, los microdiscursos digitales tienen un
carácter múltiple y fragmentario. Sin embargo, no se centra en la naturaleza
discursiva de Twitter como medio en sí ni aborda el fenómeno desde una
perspectiva multisectorial, porque se concentra en una sola noticia.
En resumen, se han realizado en los últimos años numerosos estudios acerca
de Twitter y el periodismo, anglosajones, españoles y latinoamericanos. Sin
embargo, se han centrado en las formas de distribución de los mensajes, en el
aporte de los tuiteros al contenido periodístico, en la relación entre emisores
prominentes y desconocidos, pero sólo han abordado el problema de las
narrativas de manera indirecta o acotada.
• Objetivo general:
Explorar y analizar las narrativas que utilizan los medios tradicionales y los
medios sociales en la construcción de la noticia en Twitter, de acuerdo a su
elaboración del tiempo, el espacio y el sujeto.
• Objetivos específicos:
-Identificar marcas lingüísticas para determinar las características del
139
sujeto/narrador presentes en esas narrativas y su definición de tiempo y
espacio.
-Describir las dinámicas discursivas entre los medios y los usuarios en Twitter
en torno al discurso noticioso.
-Conocer la relación entre las narrativas digitales que se despliegan en Twitter
y las narrativas tradicionales del periodismo.
• Preguntas de investigación
140
5.5 Delimitación del estudio
5.6 Metodología
141
a) El tuit: Es un microdiscurso de 140 caracteres como máximo, emitido por
usuarios profesionales (periodistas o medios) y por usuarios ciudadanos. En
este estudio, el tuit se concibe como un enunciado, término definido por Bajtín
(1999) como la unidad minima del discurso. Se caracteriza por motivar –
aunque no siempre lo concreta de forma explícita- la alternancia con otros
sujetos hablantes. Además posee conclusividad, es decir, termina con la
posibilidad de dar una respuesta o de ser contestado.
Otra característica del enunciado según Bajtín es que se cierra cuando el
hablante siente que su objeto está agotado, porque es la voluntad del hablante
la que determina el límite final del enunciado, marca que puede ser evaluada
por el interlocutor para intervenir. Para cerrar el discurso, puede utilizar formas
típicas estandarizadas. El hablante además tiene una actitud emocional hacia
el enunciado y hacia otros hablantes, aunque se proponga no tenerla, como es
habitual en los periodistas chilenos inscritos en una formación periodística de
tradición anglosajona, donde los “facts” se separan siempre de los
“comments” 9 . Dentro de las formas estandarizadas de discurso están las
narrativas tradicionales del periodismo en soporte analógico, que usualmente
no admiten una valoración explícita del emisor ni una respuesta directa,
instantánea y con publicidad por parte del receptor.
De acuerdo a la definición de Bajtín, aunque el tuit es la unidad mínima de la
plataforma Twitter, discursivamente también el tuit equivale a un enunciado,
porque posee todas las características anteriores. Una sola oración gramatical
que forma parte de un tuit aún no es conclusiva ni espera todavía una
respuesta.
En consecuencia, una primera unidad de análisis correspondió al tuit seminal
de los medios en sí mismo, sin considerar los posibles tuits respuesta. Esto nos
permitió concentrarnos en sus narrativas.
142
vocación para ser respondidos, por tratarse al mismo tiempo de un medio
social y de una red social. Por lo tanto, en el caso de que el tuit seminal haya
generado tuits respuesta, la unidad de análisis pasó a ser la conversación
completa y sirvió para conocer las dinámicas de interacción entre los usuarios,
caraterizadas por sus conexiones discursivas.
Fue importante además conservar estas dos definiciones para poder analizar
qué tipo de estrategias discursivas generaron réplicas manifiestas de los
usuarios y cuáles las provocaron en menor medida.
143
la naturaleza de este término depende de las preferencias metodológicas del
investigador. Entre estas opciones, el autor resalta dos formas principales de
aproximación: Realizar una descripción del objeto de estudio en profundidad o
especificar la frecuencia en que ocurre una característica específica del objeto
en una muestra determinada.
144
(Tashakkori & Teddlie, 1998).
En nuestro caso, la metodología combinada se basa en la idea de que no hay
un vínculo irrompible entre epistemología y método. La orientación
epistemológica no consiste en encasillarse en una sola opción metodológica,
sino en un concepto sobre la naturaleza del conocimiento científico. Entonces,
epistemológicamente este estudio se apoya en la epistemología ampliada y
metodológicamente es pragmático porque busca construir nuevo conocimiento
a partir del lenguaje, que se manifiesta en cifras y también en palabras; en lo
cuantitativo, como en lo cualitativo. De ahí que se opte por la metodología
combinada.
145
El análisis de contenido cuantitativo se aplicó a un corpus extraído del universo
de conversaciones relacionadas con un tópico noticioso en Chile durante un
período determinado de tiempo. Para la recolección de datos, se usó el plugin
NodeXL, una herramienta que ha sido descrita en distintos estudios del área
como una manera confiable de capturar datos relevantes y representativos en
Twitter (Himelboim, McCreery, & Smith, 2013) (Himelboim, 2014) (Gil Ramírez
& Guilleumas García, 2015).
Se trata de un complemento que se instala en Excel y que permite importar los
datos directamente desde Twitter de acuerdo a filtros de búsqueda
determinados y luego disponerlos en hojas de cálculo.
146
Indicadores de marcas lingüísticas
Periodísticos tradicionales Connotativos Retóricos Digitales
Quién Expresión
Cómo d) Pregunta
Por qué
b) Para qué
c) Recursos periodísticos
Cita textual
Cita indirecta
Fuente
-Periodísticos tradicionales
147
-Cita directa: Está destacada con comillas, como marcas gráficas de
atribución, para señalar que el discurso pertenece textualmente al registro de
una fuente.
-Cita indirecta: Se mantiene el estilo del hablante pero se introducen cambios
deícticos para incluir la cita en el discurso del narrador, a menudo usando una
frase subordinada y verbos de atribución, que denotan que ha habido un
discurso de la fuente.
-Fuente: Se identifica la fuente con nombre, cargo y/o contexto noticioso al que
pertenece y con un verbo de atribución o alguna preposición o locuciones
preposicionales adecuadas, como "según" o "de acuerdo con".
148
a) Expositio: Proporciona el contexto temático que permite comprender la
noticia, el entorno semántico que posibilita la interpretación de una idea central.
149
seleccionando a quién seguir. Esto hace que los medios busquen remarcar la
pertenencia de cada uno de sus microdiscursos, destinando parte de los 140
caracteres a incluir su nombre, eslogan o destacando sus cualidades
informativas.
150
Indicador Nomenclatura
Dónde D
Cuándo C
Qué Q
Quién W
Cómo H
Por qué Y
Para qué M
Cita textual T
Cita indirecta I
Fuente F
Consecuencia S
Adversativo A
Condicional N
Expositio B
Inventio O
Frase ingeniosa R
Expresión X
Pregunta P
Metadiscursivos V
Incitadores E
Tabla
2
Nomenclatura
para
los
indicadores
de
marcas
lingüísticas
Fuente:
Elaboración
propia.
151
un indicador que valorara la interactividad del discurso, es decir, que midiera la
capacidad del usuario destinatario de hacer algo con el texto que está leyendo
en Twitter y de generar una cadena de acción y reacción, como se explicó en el
marco teórico. Bajo este concepto, se valoraron de distinto modo las tres
respuestas cuantificables que ofrece la plataforma: Retuit, marcar tuit como
favorito y responder.
El índice fue construido considerando específicamente la valoración de la
acción del usuario como participante en el proceso de construcción de la
noticia, que fue iniciado con el tuit seminal del medio. Se diferencia por ello de
otras mediciones de efectividad estratégica, como las que aplica Comscore
(Christensen & Rojas, 2015), que considera las acciones totales operadas por
el usuario en la plataforma, divididas por el total de publicaciones, sin distinguir
el grado de implicación que supone de cada una, porque está pensado para
contenidos genéricos y mayoritariamente comerciales. En cambio el índice que
proponemos aquí está pensado considerando específicamente el proceso de
construcción de la noticia y, en ese sentido, las acciones disponibles en Twitter
representan distintos grados de aportes del usuario en los contenidos y/o de su
proceso de distribución. De acuerdo a eso, se valora el marcar como favorito
como la respuesta más simple y de menor participación, porque implica sólo
hacer pública la adhesión al tuit, equivalente al "me gusta" de Facebook10. Por
eso se le asignó un factor de 0,1.
El retuit ya implica un mayor grado de participación y compromiso, porque
conlleva que el usuario comparta el discurso del medio con sus propios
seguidores y, de esta forma, lo hace propio. En consecuencia, se valoró con el
factor 0,2.
Por último, la respuesta representa la participación más activa del usuario en la
construcción de la noticia generada por el tuit seminal del medio. Ya implica
aportar en el discurso, proponiendo una narrativa propia. Por ello se valoró con
el factor 0,3.
En este índice no se consideró la cantidad de seguidores de cada medio,
porque se analizan discursos basados en trending topics, que no dependen
10
A la fecha de la toma de muestra, la interfaz de Twitter contenía la opción de marcar como
"favorito", pero a la fecha del análisis ésta aparece con un ícono en forma de corazón, asociado
a la frase "me gusta", igual que en Facebook.
152
sólo de las cuentas que cada usuario sigue, sino que se definen por
tendencias, en este caso nacionales, que aparecen en la plataforma según la
configuración de geolocalización que tenga el usuario y de acuerdo a la
posterior búsqueda temática que haga en relación con ellas. De este modo, es
posible valorar la capacidad de cada tuit seminal de generar participación,
independientemente de la influencia genérica del medio.
Definimos esta cualidad como seminalidad porque cada tuit seminal tiene la
posibilidad técnica de generar participación, es decir, producir réplicas o
nuevos tuits respuesta. Y esta potencialidad en gran medida depende de las
narrativas que se desplieguen.
De este modo, el índice de seminalidad del tuit noticioso (ISTN) quedó definido
como sigue:
ISTN=(RP*0,3)+(RT*0,2)+(FV*0,1)
________________________
0,6
153
consideren, dividiendo el índice por el total de tuits seminales que se están
midiendo. Para facilitar el establecer comparaciones entre distintos grupos de
tuits, se multiplicó por 0,6 el índice seminal, cifra que corresponde a la suma los
factores de ponderación de las acciones participativas de los usuarios. De esta
manera un índice de seminalidad de 1 corresponde al mínimo de seminalidad,
con un promedio de 1 respuesta, 1 favorito y 1 retuit por tuit seminal noticioso.
De este modo el índice de seminalidad comparativa de tuits noticias se puede
formular así:
ISCTN=((RP*0,3)+(RT*0,2)+(FV*0,1))
________________________________
(nTS*0,6)
nTS: Número total de tuits seminales medidos
Tabla de valoración:
Bajo 1= Nivel inferior al mínimo de seminalidad
Igual a 1=Nivel mínimo de seminalidad
1 a 2: Nivel bajo de seminalidad
2 a 3: Nivel medio de seminalidad
3 a 4: Nivel alto de seminalidad
Sobre 4: Nivel sobresaliente de seminalidad.
Esta segunda fórmula nos permitió comparar además los tuits de diferentes
medios considerando los trending topics y las áreas temáticas que habían
generado mayor seminalidad.
154
este estudio. Las narrativas, es decir, las estrategias que se utilizan para dar
forma al discurso son esenciales en su contenido y, en el caso de las noticias,
inciden en la construcción de la realidad social que conforma quien recibe el
mensaje mediático. Por lo tanto, dice Renkema, el análisis de discurso permite
caracterizar y hacer clasificaciones de las formas y las funciones y sus
relaciones entre sí.
El análisis utilizado aquí no se centra en la lingüística ni en la gramática, sino
que en el concepto del lenguaje "en uso", parafraseando a Saussure (1945) o a
Wittgenstein (1988), porque, muy particularmente en la noticia, el lenguaje
actúa como conformador de realidades, como una práctica social, en este
caso, especializada (ya vimos con Rodrigo Alsina (1989) que la noticia tiene un
carácter "institucional"). De este modo, en especial al analizar el lenguaje
periodístico, éste se trata de un "punto de unión" de todas las disciplinas
(Bolívar, 2007, p. 9), codificado en el contexto de rutinas profesionales
profusamente aceptadas, en el sentido de Tuchman (1972).
En la investigación, usamos un análisis de discurso aplicado a una selección
de conversaciones del corpus, que obtuvieron un ISTN sobresaliente, es decir,
superior a 4. Esta revisión tuvo dos partes:
155
los usuarios, donde se aplicó la matriz de conexiones discursivas que ya
habíamos propuesto en investigaciones anteriores (Fernández & Miranda,
2015, p. 78). Este modelo toma elementos de las conexiones discursivas de
Renkema (1999, p. 94), que se centra en "los vínculos entre las oraciones que
tienen una carga de significado". Como estas categorías están pensadas más
bien para los elementos de un solo discurso, se generó una nueva tabla
específica para las conversaciones de distintos usuarios en una plataforma
digital como Twitter:
-Conexiones causales: Los tuits respuesta proponen una conexión lógica que
llega a modificar los términos semánticos del tuit seminal:
a) Causales: Proponen la causa de lo que se afirma en el tuit seminal.
156
b) Razones: Renkema (1999) las define como las motivaciones personales
que llevan a un efecto, que pudieron ser evitadas porque tienen un
componente volitivo.
-Conexiones retóricas:
a) Conclusión: La afirmación del tuit respuesta se deduce como consecuencia
lógica del tuit seminal o de alguno o todos los tuits respuesta anteriores.
b) Evidencia: Los tuits respuesta aportan datos que permiten sostener una
afirmación dentro de la conversación.
157
-Dirección de los tuits respuesta
Para caracterizar el foco de las dinámicas discursivas entre usuarios y medio,
también es necesario definir la dirección de los tuits, es decir, hacia qué
discurso se vinculan semánticamente.
Tomando resultados de investigaciones preliminares, podemos establecer la
dirección de los tuits interpretando sus marcas deícticas. La deixis significa
etimológicamente "señalar" y consiste en usar elementos gramaticales para
indicar ideas referidas al contexto de la comunicación, en particular sujeto,
espacio y tiempo (Centro Virtual Cervantes, 2015). De este modo, la
interpretación deíctica nos permite describir "la distancia del elemento con el
que se combina con respecto a la locación del hablante" (Romeu, 2014, p. 86),
es decir, en este caso, el punto de vista del usuario en su participación en la
conversación con el medio en Twitter.
En este análisis, se puede clasificar la dirección de los tuits en:
a) Tuits verticales: Los tuits respuesta se dirigen al tuit seminal, aun cuando
pueda haber tuits respuesta previos en el mismo hilo de conversación.
b) Tuit horizontales: Hay interacción entre los usuarios no-medios,
estableciendo conexiones discursivas entre tuits respuesta.
Además, la actualización de Twitter vigente en el período de recogida de datos,
entre septiembre y noviembre de 2014, contenía en su interfaz una
señalización visual de la dirección de los tuits, porque da a los usuarios la
posibilidad de responder al tuit seminal o a cualesquiera de los tuits respuesta.
158
respuestas y que habían obtenido su alto ISTN sólo a partir de retuits y
favoritos.
5.6.2.3.2 Entrevistas
Finalmente, se realizaron entrevistas a los encargados de redactar y publicar
los tuits de una parte de los medios de comunicación que formaron parte de los
discursos recogidos en el estudio. Esto con el fin de que describieran sus
estrategias narrativas, las rutinas periodísticas que despliegan en la producción
de noticias en Twitter, su interacción con los usuarios, los recursos discursivos
que son más efectivos para cumplir sus objetivos en Twitter y, por último, las
diferencias y similitudes de sus estrategias narrativas en la plataforma en
comparación con las narrativas tradicionales del periodismo.
La entrevista es considerada el método más antiguo de recolección de
información acerca del ser humano en todos sus contextos (Pérez, 2005). En
este caso, del periodista en el contexto específico de la producción de noticias
a través de Twitter. Y es tan connatural a la investigación porque se basa en
una primitiva capacidad y adquisición evolutiva humana, que es el foco de este
estudio: el lenguaje. En particular, se vale de la conversación intersubjetiva
entre el investigador y un sujeto, para generar un discurso desde el que se
obtiene información para responder a las preguntas de investigación, para
crear conocimiento, para resolver un problema.
En este caso se trata de una entrevista centrada, que presenta una estructura
flexible de las preguntas, pero que se focaliza en una experiencia, que en este
caso define la selección de los entrevistados y el objetivo del cuestionario
(López Estrada & Deslauriers, 2011). Witzel y Reiter (2012, p. 4) definen la PCI
("entrevista centrada en el problema") como "a qualitative, discursive-dialogic
method of reconstructing knowledge about relevant problems". Este problema,
no sólo debe tener importancia social, sino que también debe involucrar un
conocimiento práctico que el entrevistado pueda describir y tenga interés en
abordar. El centrarse en el problema puede definirse como el establecer el foco
en la reconstrucción de significado de todos sus aspectos cruciales.
En el caso de nuestro estudio, esos entrevistados correspondieron a
periodistas encargados de las cuentas de Twitter que tuvieron mayor
repercusión en las audiencias. Para ello, se tomó el mismo corpus que se usó
159
para el análisis de las conexiones discursivas, que tomó 44 unidades de
análisis con ISTN sobresaliente que hubieran usado marcas lingüísticas
digitales. Éstas pertenecían a 29 cuentas de Twitter diferentes. De ellas, se
eligió a los 8 medios de comunicación que habían obtenido al menos dos tuits
con ISTN sobresaliente en el corpus.
Más que un cuestionario, se aplicó una pauta flexible de contenidos, de
acuerdo a las orientaciones de la entrevista centrada en el problema, buscando
en la conversación clarificar las afirmaciones y procurando la respuesta a los
objetivos planteados.
La pauta de la entrevista, de acuerdo a los objetivos de esta herramienta, fue la
siguiente:
-Tiempo de permanencia en el cargo y descripción de las funciones.
-Descripción detallada de las rutinas involucradas en la producción de noticias
en Twitter: elaboración de la pauta temática, quién publica, cómo, existencia de
editores en la aprobación de los contenidos, planificación de las publicaciones.
-Existencia de norma de estilo explícita o implícita.
-Definición de la narrativa que se aplica a los tuits: estilo, tipo de lenguaje,
relación con los datos.
-¿Cuál es el objetivo de la cuenta de Twitter del medio?
-¿A qué tipo de público apunta?
-¿Qué política existe en cuanto a las preguntas del público o a la participación
en los debates que generan los tuits del medio?
-¿Es un estilo distinto al del periodismo tradicional o se aplican las mismas
formas de escritura?
160
aleatoria de ediciones de uno o varios medios de comunicación, pero evitando
las distorsiones propias de un solo evento informativo o de un momento
noticioso específico y permite mostrar además las particularidades de la
estacionalidad de cada día de la semana, que suelen ser relevantes en el
continuo noticioso. Actúa entonces como una "muestra estratificada por días de
la semana" (Equipo de la Escuela de Periodismo UC, 2001).
Aplicada a estudios de diarios impresos y comparada con la muestra aleatoria
simple y la muestra de días consecutivos, esta técnica de muestreo ha
registrado una eficiencia mayor (Riffe, Aust, & Lacy, 1993). También ha sido
usada en contenidos periodísticos digitales (Carpenter, 2008) (Cox, 2014) y
para el análisis de publicaciones en Twitter (Thornton, 2013) (Wang & Zhou,
2015) (Deltell & Martínez, 2014).
La semana construida se situó en las siguientes fechas:
Lunes 29 de septiembre de 2014
Martes 7 de octubre de 2014
Miércoles 15 de octubre de 2014
Jueves 23 de octubre de 2014
Viernes 31 de octubre de 2014
Sábado 8 de noviembre de 2014
Domingo 16 de noviembre de 2014
En cada uno de los días señalados se realizó una toma de datos en tres
momentos: toma AM, toma mediodía y toma PM y, además, una última toma
AM al día siguiente, si es que aún el tema era trending topic, con el objeto de
registrar las posibles conversaciones que se hubieran generado acerca de las
tendencias del día anterior.
Durante las tres primeras tomas diarias, se revisaron los trending topics
registrados en la plataforma de Twitter geolocalizados en Chile. El usar
trending topics permite dimensionar que los tuits que se analizaron tuvieron
una difusión masiva en el área de estudio, que corresponde a Chile. Esto
permite asegurar que los fenómenos que se observen en la muestra son más
representativos. Los trending topics son seleccionados por Twitter según un
algoritmo en constante evolución, pero la plataforma asegura que incluyen "los
temas que gozan de popularidad en este momento" (Twitter, 2015). Usando la
161
herramientas de geolocalización, se eliminan las tendencias personalizadas
que el sistema asocia automáticamente al perfil de cada usuario en particular.
De este modo, se rescatan los términos más usados en las publicaciones en
Twitter durante ese momento en el área seleccionada, que corresponde a
Chile11.
De ellos, se seleccionaron los que constituían noticia, de acuerdo a la
definición incluida en el marco teórico12, descartando de este modo los trending
topics que aludían a cadenas o a comentarios de la vida privada.
Como ya se planteó, se escogió Chile por tratarse de un país con altos índices
de uso de las redes sociales y porque posee una contingencia noticiosa
conocida para la investigadora, lo que permite hacer una interpretación
correcta de los tuits en relación con el contexto político, histórico, cultural y
social.
Con cada uno de esos trending topics, que variaron en cantidad de acuerdo a
cada fecha, se realizó una búsqueda individual en la red, usando la
herramienta Node XL, que encuentra los tuits que aparecen relevantes de
acuerdo a la programación de su motor de búsqueda. Se puso como límite de
datos 18.000. Esta cifra fue escogida como un valor intermedio y aleatorio
entre la búsqueda mínima de 100 tuits y una búsqueda más amplia, que haría
inmanejable la cantidad de datos.
Este procedimiento se repitió para cada trending topic, en cada uno de los tres
momentos del día en las fechas escogidas. Finalmente, al día siguiente, se
volvieron a observar los trending topics una vez más para evaluar si alguno de
los que se había analizado el día anterior aún estaba vigente. En ese caso,
realizamos una cuarta y última búsqueda con Node XL.
11
Hay que explicar sí que, aunque el algoritmo no es revelado por la empresa, ha trascendido
que existe censura a trending topics que se consideren ofensivos. Asimismo, para evitar la
reproducción indefinida de ciertos temas, los términos que han sido trending topics en el
pasado, para volver a serlo, deben superar la cantidad de tuits que alcanzaron antes (Otto,
2014) (Acera, 2015). Por último, en 2010, Twitter estrenó las tendencias patrocinadas, que
corresponden a términos asociados con publicidad pagada, que realmente no son tendencias
(Jiménez Cano, 2010). Éstos son incoporados al inicio del listado de diez que aparece en la
plataforma, bajo el rótulo de "patrocinado" y, como es entendible, ninguno de estos tópicos fue
incluido en la muestra de este estudio.
12
Propusimos que "la noticia es una representación social producida institucionalmente a partir
de un acontecimiento de importancia e interés público".
162
Este corpus posteriormente fue filtrado, descartando los tuits que aparecían en
la planilla identificados como mentions o replies to, porque las unidades de
análisis en esta primera fase correspondían a los tuits seminales, dado que son
los que contienen estrategias narrativas originales y no están directamente
vinculados a discursos anteriores, como las menciones y las respuestas.
Posteriormente, se descartaron los tuits seminales que se repiten de forma
exacta por los mismos emisores u otros, en cuyo caso constituiría plagio. Esta
acción permitió evitar una sobrerrepresentación de las narrativas por simple
repetición de un mismo discurso.
Luego, se realizó un minucioso filtraje manual para identificar si los tuits
seminales pertenecían a periodistas o medios de comunicación, considerando
el concepto de noticia que propusimos en el marco teórica. Al respecto, era
importante tomar en cuenta que se acordó que la noticia es "producida
institucionalmente", considerando el "rol socialmente legitimado" (Rodrigo
Alsina, 1989) que se les asigna a los medios de comunicación. Por ello, se
revisó uno a uno el perfil de los emisores de los tuits para determinar cuáles,
en el nombre de usuario o bio, declaraban al menos una de las siguientes
condiciones:
-Estar vinculadas a un medio de comunicación digital o analógico.
-Ofrecer la publicación o difusión de noticias.
-Usar en el contexto periodístico términos como: cobertura, actualidad o
información.
-Identificarse como un usuario periodista.
Una vez detectados los tuits de medios, en los que se incluyeron los de todos
los idiomas con alfabeto romano, se procedió a descartar los tuits escritos en
idiomas distintos del castellano. Esto por tratarse de una investigación
geolocalizada en Chile.
Por último, se hizo una revisión para incluir sólo los tuits cuyo discurso se
vinculara temáticamente con la noticia a la que se referían los términos del
trending topic, considerando la fecha de publicación y el contexto periodístico
chileno del momento.
163
ayuda de planillas Excel. Este análisis incluyó dos fases:
-Indicadores de marcas lingüísticas.
-ISTN
164
i) Elaboración de las conclusiones: Para responder a las preguntas de la
investigación.
Ilustración
8
Diseño
de
la
investigación
Fuente:
Elaboración
propia
165
VI. Presentación y análisis de resultados
166
b) TT: Trending topic, es decir, el término o frase tal como apareció en Twitter y
que marcó tendencia.
TT Ñublense
Comportamiento como tendencia Entró entre los 20 primeros trending topics de
Chile a las 00.00 y desapareció a las 08.00.
El día 28 se situó en el lugar 24.
TT Vecchio
167
Comportamiento como tendencia Entró en los 20 primeros a las 15:00 y
desapareció a las 21:00.
TT Lily Pérez
Comportamiento Estuvo 10 minutos como TT el 28 de
septiembre, en el lugar 51. El 29 de
septiembre, se situó dentro de los 20 primeros
TT entre las 00.00 y las 04.00 y entre las 9.00
y las 15:00.
TT Tocopilla
Comportamiento Estuvo entre las 12.00 y las 16.00 horas
dentro de los 20 primeros TT.
TT Franz Ferdinand
Comportamiento Dentro de los 20 primeros TT estuvo entre las
00.00 y las 19.00 horas. El 28 de septiembre
estuvo 50 minutos en el lugar 45.
168
trending topic
Área Espectáculos.
Noticia y contexto La banda inglesa Franz Ferdinand se
presentó en Chile el 28 de septiembre.
TT Santiago
Comportamiento Dentro de los 20 primeros TT estuvo entre las
17.00 y las 23.00 horas.
TT #Acosoamenores
TT Subus
169
Ciclo de vida de la noticia en Twitter como 14:10 horas
trending topic
Área Transportes
Noticia y contexto Subus, operadora de buses del Transantiago,
transporte terrestre público de la Región
Metropolitana, inició una huelga el 6 de
octubre de 2014, lo que trajo graves
transtornos a los habitantes de la ciudad.
TT Penta
TT #AVPahora
TT San Luis
170
Noticia y contexto El equipo de San Luis de Quillota (Región de
Valparaíso) goleó a Unión Española de
Santiago.
TT SIMCE
TT ChilevsBolivia
TT Sampaoli
171
TT Huachipato
TT O`Reilly
TT Ezzati
TT Labbé
172
Ciclo de vida de la noticia en Twitter como 11:50 horas
trending topic
Área Política
Noticia y contexto El ex alcalde de Providencia, ex coronel del
Ejército y agente de la DINA, Cristián Labbé
fue detenido, tras ser procesado por
asociación ilícita en la detención y
desaparición de 13 personas en el regimiento
Tejas Verdes durante la dictadura militar
chilena. El 22 de octubre fue liberado luego
del pago de una fianza de 500 mil pesos (700
dólares).
TT The Avengers
TT Ricky Martin
TT Lamela
173
Ciclo de vida de la noticia en Twitter como 16:45 horas
trending topic
Área Deportes
Noticia y contexto El jugador de fútbol argentino Erik Lamela
anotó un gol “de rabona” por el Tottenham
ante el Asteria Tripolis de Grecia por la
Europa League. Se calificó como uno de las
mejores anotaciones del año en el fútbol
mundial.
TT Sergio Landskron
TT Ruta 68
TT Osses
174
Comportamiento No se situó dentro de los 20 primeros TT.
TT Wanderers
TT Virgin Galactic
TT Cobreloa
175
Ciclo de vida de la noticia en Twitter como 07:45 horas
trending topic
Área Deportes
Noticia y contexto Cobreloa, equipo de fútbol de la Región de
Antofagasta, perdió el partido contra
Universidad de Chile por una goleada de 4 a
0 por el torneo de Apertura nacional.
TT Barnechea
TT Chester
TT Feuc
176
Universidad Católica de Chile, una de las
casas de estudios más importantes del país,
realizó el 7 de noviembre la elección de su
nueva directiva. Como resultado, los
gremialistas, de la UDI, de derecha, fueron
los ganadores.
TT Sifup
TT Falcioni
TT Werdum
177
Comportamiento Se situó este día dentro de los 20 primeros TT
a las 02:00 a las 05:00; de las 07:00 hasta las
15:00 y a las 17:00 horas.
TT #Parodocente
TT Temblor
TT Federer
178
Comportamiento Se situó este día dentro de los 20 primeros TT
a las 00:00 a las 02:00; de las 08:00 hasta las
11:00 y a de las 14:00 a las 22:00 horas.
Tabla 4 Descripción y ciclo de vida de los trending topics analizados Fuente: Elaboración propia
179
creado para motivar y facilitar el seguimiento de una conversación en la
plataforma (Twitter, 2015), por eso se adiciona intencionadamente cuando se
quiere promover un intercambio discursivo sobre un tema. Por ello se puede
inferir que los medios, al publicar noticias en Twitter, no están utlizando esta
conducta motivacional.
Llama la atención que dos de los tres hashtags relacionados con noticias
tengan una connotación ideológica, no sólo temática, como es el caso de
#AVPahora, que llama a la aprobación del proyecto de ley del Acuerdo de Vida
en Pareja y #parodocente, que, al escribirse sin espacio entremedio, aparece
como un promotor de la discusión sobre el tema. Como veremos más adelante,
ambos términos además obtuvieron baja cantidad de tuits seminales de
medios, lo que es consistente con la idea de que los medios evitan promover
términos que podrían encasillarlos con ideas y causas sociales. Por el
contrario, en el caso de #acosoamenores, corresponde al hashtag promovido
por un programa de investigación periodística durante su exhibición, que llega
a ser tendencia nacional, y que sólo describe el contenido de la denuncia,
omitiendo los espacios entre las palabras para facilitar su difusión como frase
completa.
En cuanto a la duración del ciclo de vida de la noticia como TT, dentro del
período de la semana construida, la tendencia más alta correspondió a
#acosoamenores, con 20 horas y 20 minutos, lo que confirma que tuvo éxito la
estrategia del programa periodístico "En su propia trampa", que promueve este
hashtag. Es seguido por Franz Ferdinand, con 19 horas y 35 minutos como TT.
"Temblor" y "Barnechea", son las tendencias con un ciclo de vida más corto
como TT, sólo de 45 minutos.
Si agrupamos los TT por áreas noticiosas, lideran los deportes con una
sumatoria de 133 horas y 40 minutos como TT, seguidos de lejos por los
espectáculos, con 48 horas y 10 minutos. Esto anticipa que el deporte, en
especial el fútbol (con 14 de los 16 TT del área), representa el frente noticioso
que más se comentó en Twitter en la muestra recogida.
A continuación se procedió a los filtrados del universo de 609.618 tuits, que
quedó reducido a 7.460 unidades de análisis, que corresponden, según
definimos en el diseño de investigación, a tuits seminales de medios de
comunicación y/o periodistas. El proceso se desglosa en las siguientes cifras:
180
Tuits Tuits % de Tuits de %de tuits Restar % de Sólo % de Relacionad
totale seminal tuits medios, seminale los tuits tuits en tuits o con la
s es seminale noticias o s de seminal seminale españ semianle noticia
s periodista medios, es s ol s en
s periodista repetido restando español
s s los
o noticias repetidos
6096 179227 29,40% 17785 9,92% 12149 6,78% 8622 70,97% 7460
18
Tabla
5
Resultados
del
filtrado
de
datos
para
la
confección
de
la
muestra
Fuente:
Elaboración
propia
181
Los tuits de medios sumaron 17.785, lo que representa un 9,92% del universo
de tuits y un 2,92% del total de tuits seminales. Esto permite determinar que en
esta muestra los medios son completamente minoritarios al escribir en Twitter
acerca de las noticias. Dicho de otro modo, quien más publica en Twitter sobre
temas noticiosos es el público en general.
En este sentido, se podría afirmar que Twitter se confirma como medio social
en cuanto permite una participación mayoritaria del público en la generación de
contenidos acerca de las noticias, lo que en la era analógica era una
prerrogativa exclusiva de los periodistas. Esto, a pesar de la tendencia de los
usuarios a hacer de caja de resonancia de los tuits de otros, porque así y todo
los tuits seminales mayoritarios son de tuiteros particulares y no de medios de
comunicación.
d) Tuits repetidos: Al filtrar los tuits de medios, fue posible notar la gran
cantidad de tuits repetidos, copiados textualmente, que existían en la red. Entre
medios de comunicación, periodistas y difusores de noticias existen altos
índices de plagio, por cuanto pudimos detectar que un 31,69% de los tuits
seminales de medios referidos a noticias eran exactamente iguales a otros ya
publicados por otro medio de comunicación con anterioridad. Esto podría
interpretarse como falta de originalidad o que quienes copian estos tuits no
reportean la realidad periodísticamente, sino que sólo difunden los datos que
otros investigan.
Como nos interesa detectar las narrativas originales en este corpus, se
eliminaron los copiados y quedó un total parcial de 12.149 tuits seminales de
medios.
182
social e histórico chileno, que se sintetizó antes. Este último filtrado cifró en
7.460 las unidades de análisis definitivas para la fase cuantitativa del análisis.
183
6.2 Análisis de contenido cuantitativo
6.2.1 Narrativas
Ilustración
9
Tuit
seminal
con
la
narrativa
WQ
Fuente:
Twitter
La segunda narrativa fue WT, es decir, quién dijo qué frase textual. Alcanzó
465 tuits y un 6,23%. Es la forma más usual en que los periodistas entregan
opiniones: adjudicándolas a otros y, sumando a este ritual, la confianza en que
la frase es completamente literal, lo que se marca con las comillas, como
marcas gráficas de atribución. De esta manera, el periodista no se hace
responsable por el contenido, que es derivado a una fuente.
184
Ilustración
10
Tuit
seminal
con
la
narrativa
WT
Fuente:
Twitter
Ilustración
11
Tuit
seminal
con
la
narrativa
Q.
Fuente:
Twitter
La cuarta en aparecer es la fórmula WI: quién dijo qué en cita indirecta. Este
discurso atribuido no usa paráfrasis, sino simplemente omite las comillas y sólo
introduce ciertos cambios deícticos para adaptarlo al discurso de un tercera
185
persona singular o plural, en el caso de grupos de personas. Obtuvo 144
registros, con el 1.93%
Ilustración
12
Tuit
seminal
con
la
narrativa
WI.
Fuente:
Twitter
De este listado podemos extraer que las narrativas predominantes tienen hasta
tres tipos de indicadores solamente, dado que, al incrementarse la cantidad de
186
datos, aumenta la variabilidad de posibilidades en las secuencias, por lo que la
frecuencia disminuye. Además, las cuatro primeras corresponden a narrativas
tradicionales, que incluyen el qué y el quién y adjudican los discursos a una
fuente identificada para derivar la responsabilidad de las opiniones.
Posteriormente, en el quinto lugar, aparece la narrativa WBT, que incorpora la
expositio (B), como indicador retórico que añade el contexto noticioso, una
estrategia natural en una plataforma fragmentaria como Twitter, que muestra el
tuit en una línea de tiempo separada de su contexto.
En sexto lugar, aparece la inventio (O), que representa la sola presentación de
una opinión, sin más ingredientes argumentativos. Esto quiere decir que, sólo
el 1,76% de los tuits noticiosos de medios enuncian puramente opiniones, lo
que revela la antigua tendencia anglosajona arraigada en el periodismo chileno
de separar las opiniones de los hechos.
Las narrativas restantes, usan otras W, como el porqué (WQY), el dónde
(WQD) y el cuándo (CQ).
La única narrativa de este ranking general que utiliza un indicador digital es la
VWQ, con 1,33%. Al incorporar un indicador metadiscursivo a la clásica
narrativa WQ, al menos hace referencia al canal digital o a las características
del medio, lo que es una conducta propia de las plataformas digitales, que
hacen autorreferencias para invitar a la participación y contextualizar la
identidad del emisor en un contexto fragmentario. En el ejemplo, "video del
combate" enuncia el contenido multimedial que está detrás del hipetexto
adjunto, para llamar la atención del usuario y provocar que lo abra:
Ilustración
13
Tuit
seminal
con
la
narrativa
VWQ.
Fuente:
Twitter
187
6.2.2 Indicadores de marcas lingüísticas predominantes en las narrativas
188
Frecuencia de
indicadores de marcas
lingüísticas por total de
datos contenidos en la
muestra
Tradicionales del periodismo
6W
Quién 5895 24,75%
Qué 6532 27,43%
Cómo 617 2,59%
Cuándo 1882 7,90%
Dónde 863 3,62%
Por qué 352 1,48%
7W 0,00%
Para qué 235 0,99%
Recursos periodísticos 0,00%
Cita textual 1097 4,61%
Cita indirecta 302 1,27%
Fuente 24 0,10%
Connotativos
Consecuencia 403 1,69%
Adversativo 102 0,43%
Condicional 117 0,49%
Retóricos
Expositio 1330 5,58%
Inventio 316 1,33%
Frase ingeniosa 275 1,15%
Expresión 830 3,48%
Pregunta 167 0,70%
Digitales
Metadiscursivos 2000 8,40%
Exordio 478 2,01%
Total 23817 100,00%
Tabla
7
Frecuencia
de
los
indicadores
de
marcas
lingüísticas
por
tipo.
Fuente:
Elaboración
propia
El análisis sugiere que el indicador más frecuente es el qué, con un 27,43% del
total de indicadores observados. Este dato es una de las 6 W, indicadores de
las narrativas tradicionales del periodismo y su predominio es consistente con
un modelo narrativo de corte informativo tradicional en que el dato es el centro
de la noticia.
189
En segundo lugar, se encuentra el quién, que es otra de las 6 W. Este
resultado refuerza la existencia de la idea ritual de derivar a una fuente los
dichos para dejar en claro que el discurso supuestamente nunca es proferido
por el narrador. Ésta sigue siendo una estrategia recurrente para que el
periodista se desprenda de algún modo formal de la autoría de los enunciados
subjetivos.
La más alta frecuencia del qué y quién es concordante con la preeminencia de
la narrativa WQ, situada en primer lugar y que combina ambos datos.
Pese a que esto sugiere una preeminencia de las marcas discursivas
tradicionales del periodismo, es importante destacar en el tercer lugar de los
indicadores más repetidos en la muestra, la aparición de los tuits
metadiscursivos, que se cifra en un 8,44% y que se refieren al contexto del
canal, a la descripción de las características del medio o a la identificación del
emisor de forma explícita. En parte, se puede explicar por la existencia de tuits
repetidos que, de acuerdo a los datos comentados antes, alcanzan un
porcentaje de 31,7% de los tuits seminales de medios de comunicación. Esto
revela que existe una gran cantidad de plagio literal de contenidos, lo que
motiva a los emisores a identificarse dentro del tuit para dificultar un poco más
la copia, obligando a los replicadores a reescribir el tuit, si quieren disimular su
acción.
Pero, por otro lado, no hay que olvidar las características del medio digital.
Twitter presenta una interfaz personalizada, con una línea de tiempo inversa,
es decir, en orden cronológico, de lo más reciente a lo más antiguo. Cada línea
de tiempo es singular porque corresponde a la propia canasta de cuentas a las
que sigue cada usuario, de acuerdo a sus preferencias e intereses. En ese
contexto, el tuit de un medio determinado, aunque contiene la foto de perfil y el
nombre de usuario, aparece como uno más de los microdiscursos de distintos
emisores, mezclado con otros medios y tuiteros particulares, lo que podría
incentivar a remarcar las características del medio para distinguirse de otros
usuarios comunes.
En el ejemplo siguiente, El Gráfico Chile expresa que está "en directo", lo que
en rigor es redundante, porque el mensaje aparece instantáneamente al ser
publicado, no hay desfase posible entre publicación y emisión, como sí podría
existir en un medio analógico como la prensa. Sin embargo, se encabeza el tuit
190
con esta autorreferencia, que alude al conexto mediático, para llamar la
atención del usuario sobre el servicio que presta el medio comentando el
partido de fútbol en el mismo momento en que se está jugando.
Ilustración
14
Tuit
seminal
con
indicador
metadiscursivo
Fuente:
Twitter
191
6.2.3 Indicadores predominantes según tipo de marca lingüística
Gráfico
2
Distribución
de
indicadores
de
marcas
lingüísticas
por
tipo
192
a) Indicadores de narrativas tradicionales del periodismo
193
b) Indicadores retóricos
En cuanto a los indicadores retóricos, de los 2.918 registrados, un 45,57%
corresponde a lo que Aristóteles llamaba expositio, es decir, la introducción de
la temática a la que se refiere el discurso, para contextualizarlo. En el caso de
mensajes no argumentativos como los tuits informativos, corresponde a la
enunciación del contexto social contingente en que se enmarca la noticia. Esto
es importante en una plataforma como Twitter, dada la naturaleza fragmentaria
de la línea de tiempo personalizada a la que accede cada usuario, en que los
discursos no son ordenados por cuenta, sino por orden de aparición. Esto hace
que, en la pantalla digital, no haya un vínculo semántico con otros mensajes
anteriores y sea muy necesario situar la noticia en su propia sucesión espacio
temporal.
194
espacio, el narrador decide alargar la vocal "a" y usar signos de exclamación.
Esto para informar el gol de Bolivia en un partido amistoso contra Chile.
Ilustración
15
Tuit
seminal
con
un
indicador
retórico
expresivo
Fuente:
Twitter
195
Esto muestra que, aun con baja prevalencia, existe en suma un 10% de
marcas lingüísticas que obeceden a la naturaleza propia de una plataforma
digital como Twitter.
196
6.2.4 Narrativas e indicadores de marcas lingüísticas predominantes
según frente noticioso
Lo anterior nos lleva a concluir la evidente preferencia de los medios a tuitear
sobre deportes, especialmente porque la proporción de tuits seminales
deportivos es mayor incluso al porcentaje de trending topics deportivos. Es
decir, los medios, por sobre las tendencias generales que nos marcan los
197
tópicos preferidos de Twitter, optan por proliferar microdiscursos sobre este
tema, instalando una agenda eminentemente deportiva, más aún que la
propuesta por el la generalidad de usuarios de Twitter geolocalizados en Chile
en el período en estudio.
Por ello, comparamos en primera instancia las narrativas que usan los medios
en los deportes, con todo el conjunto de tuits sobre otros temas. Para hacer
esta relación, se calculó previamente la distribución de los indicadores en el
total de marcas lingüísticas observadas para el grupo de tuits seminales sobre
deportes y los que no versan sobre deportes. Los resultados se exponen en la
siguiente tabla:
Tabla 10 Distribución de indicadores narrativos no tradicionales por áreas Fuente: Elaboración propia
198
Para comparar se midió la cantidad de marcas lingüísticas por tuit seminal,
mediante el cálculo: iml/ts. Una de las principales conclusiones al respecto, fue
la mayor cantidad de marcas lingüísticas en los tuits seminales sobre deportes,
con un promedio de 3,44 indicadores por tuit, que en los no deportivos, con un
2,70 indicadores por tuit. Esto quiere decir que, pese a que en ambos frentes
noticiosos los medios tienen el desafío de restringirse a 140 caracteres, en el
área deportiva hay una clara tendencia a incluir más marcas del narrador en
cada microdiscurso.
En el detalle, si examinamos sólo las narrativas periodísticas, existen más
datos (en el sentido tradicional periodístico del término) en los tuits deportivos,
con 2,59 indicadores periodísticos de marcas lingüísticas por tuit seminal que
para los no deportivos (2,02 indicadores periodísticos de marcas lingüísticas
por tuit seminal.
En el detalle, se aprecia una leve primacía del quién en los tuits no deportivos
(25,76% frente a 24,31%), que se condice con una concentración mayor de la
cita textual (7,15% frente a 3,49%), porque este dato se hace fundamental para
darle valor informativo a la frase que se atribuye, En los tuits deportivos, en
cambio, existe una mayor tendencia a usar el qué, por sobre los otros datos
periodísticos. En deportes además llama la atención una mayor tendencia a
incluir el cuándo y el cómo, que suelen ser relevantes para contextualizar y
describir espectáculos deportivos sin uso de una imagen o video.
Sin embargo, las mayores diferencias narrativas entre ambos frentes
noticiosos se hallan en los otros tipos de indicadores. De este modo, se pudo
apreciar una mayor concentración de indicadores connotativos en las noticias
sobre deportes (3,29%) por sobre las que tratan otros temas (1,06%) y una
leve superioridad de los indicadores retóricos en los deportes (12,40%) por
sobre las otras noticias (11,91%). Pese a que las diferencias son pequeñas, se
puede detectar una mayor tendencia en el área deportiva a connotar el
discurso y a usar recursos estilísticos más allá de las tradicionales narrativas
del género informativo.
En detalle, por ejemplo, es interesante ver que las marcas de expresión en los
discursos deportivos (4,65%) son mucho más frecuentes que en los no
deportivos (0,84%). Se puede ver de esta manera que el relato de un evento
deportivo "en tiempo real", propio de medios sonoros o audiovisuales, es
199
replicado en Twitter conservando su emocionalidad, pero evitando los juicios
abiertos, puesto que, el nivel de opiniones (inventio) en deportes es de 1,06%,
incluso levemente menor al que alcanza en noticias no deportivas, que es de
1,92%. Esto confirma además que, independientemente del frente noticioso, la
tendencia a evitar los juicios explícitos en los tuits es baja e inferior al 2%.
Se puede destacar también que la expositio, es decir, el explicitar la temática o
contexto en que se inserta el microdiscurso, tiene más apariciones en las
noticias no deportivas (7,56%) que en las deportivas (4,71%). Esto puede
deberse a que un mismo medio publica tuits seminales sucesivos para
informar, a veces minuto a minuto, lo que ocurre en un encuentro deportivo, lo
que acorta la distancia entre los tuits publicados y permite mantener cierta
continuidad visual a pesar de la interfaz fragmentaria en que cada usuario los
lee. En las noticias no deportivas en cambio, es usual que cada medio publique
menos tuits por noticia, por lo que se hace más necesaria la contextualización.
En cuanto a los indicadores digitales, hay una menor prevalencia en las
noticias deportivas (9,62%) que en las otras (12,18%), lo que lleva a concluir
que el incremento de marcas retóricas y la existencia de una mayor
concentración de indicadores de marcas lingüísticas en el discurso deportivo
pueden deberse a un estilo propio del periodismo especializado en esta área,
replicado de forma sintética en los microdiscursos de Twitter y no a una
estrategia propia de la plataforma digital.
En cuanto a las narrativas más recurrentes al subdividir por área, en las
noticias no deportivas se repiten las tres primeras nomenclaturas que
prevalecen en el total de la muestra. En el ámbito deportivo, se repite la
tendencia general en las dos primeras tendencias, aunque en la tercera se
repite la narrativa WQS, que incluye el quién, el qué y la consecuencia del
hecho. Esto puede deberse a la profusión de descripciones de eventos
deportivos, donde las acciones de los deportistas suelen causar otros eventos
inmediatos (tarjetas amarillas, lanzamientos penales, lesiones, goles,
expulsiones, etc.). Por lo anterior, se puedo reforzar la conclusión que las
diferencias en las narrativas de deportes no se debe a la condición digital de
Twitter, sino a la naturaleza de los eventos que se informan.
200
Narrativas más recurrentes por área
DEPORTES NO DEPORTES
Narrativa Cantidad Narrativa Cantidad
WQ 354 WQ 288
WT 249 WT 216
WQS 119 Q 114
WI 85 WBT 77
Q 79 O 76
WQC 78 VWQ 59
WQY 77 WI 59
WQT 70 WQC 56
WQD 70 BWQ 51
WBT 60 WQT 42
CQ 60 WQY 40
Tabla
11
Narrativas
más
recurrentes
por
área
temática
Fuente:
Elaboración
propia
14
Tecnogía registró un 0,01% de la muestra; sociedad, un 0,07% y ciudades, un 0,04%.
201
Tradicionales Connotativos Retóricos Digitales
educación 53,67% 0,00% 25,23% 21,10%
espectáculos 72,19% 0,79% 8,09% 18,93%
iglesia 76,21% 0,05% 14,27% 9,46%
policial 83,39% 2,83% 5,04% 8,73%
política 73,52% 1,22% 14,19% 11,06%
sismología 80,72% 2,41% 4,82% 12,05%
transportes 73,53% 1,23% 5,76% 19,49%
Tabla
12
Distribución
de
tipos
de
marcas
lingüísticas
por
área
temática
Fuente:
Twitter
202
compromiso, desde el marcar como favorito, con el grado menor de
participación, hasta la respuesta, que implica la acción más comprometida.
203
6.2.5.1 Índice de seminalidad comparativa
Gráfico 6 Tipos de acciones interactivas de los usuarios Fuente: Twitter
204
205
Tema ISCTN
#parodocente 13,98
#AVPahora 5,17
Temblor 4,75
#AcosoAmenores 4,43
chester 4,42
O'Reilly 3,19
Lamela 3,17
feuc 2,91
labbe 2,84
Lily Pérez 2,83
Ezzati 2,77
werdum 2,70
Penta 2,69
Subus 2,43
The Avengers 1,84
Sergio Landskron 1,84
Vecchio 1,68
Sifup 1,68
SIMCE 1,62
Franz Ferdinand 1,40
Ruta 68 1,28
Falcioni 1,22
Ricky Martin 1,06
Sampaoli 0,96
Cobreloa 0,78
federer 0,73
ChilevsBolivia 0,68
Osses 0,63
San Luis 0,51
Barnechea 0,40
Wanderers 0,40
Huachipato 0,38
Virgin Galatic 0,33
Ñublense 0,07
Tocopilla 0,00
Santiago 0,00
Tabla
13
ISCTN
por
trending
topic
Fuente:
Elaboración
propia
Es interesante notar que este índice no guarda correlación con el ciclo de vida
del trending topic. Si bien #acosoamenores registra el mayor ciclo de vida
como TT, con 20 horas y 20 minutos, le sigue Franz Ferdinand, con 19:35, pero
con sólo 1,40 de seminalidad. Posteriormente The Avengers, que permaneció
206
18 con 10 minutos en el ranking de los temas más conversados en Twitter,
pero los tuits seminales de medios sobre este asunto, tienen un nivel de
seminalidad bajo (1,84).
Por otro lado, temblor, que obtuvo 4,74 en seminalidad comparativa, sólo
estuvo 45 minutos con tendencia y Chester, registró un 4,41 de seminalidad,
con 6:15 horas como TT.
Esto significa que, pese a que existen temas noticiosos que por sí mismos
generan interés para el público en general, que los sitúan como trending topics
durante largos ciclos de vida, los medios no siempre logran crear discursos que
motiven el interés y la participación de los usuarios.
En cuanto a la correlación entre seminalidad y área temática, se puede ver que
existe en promedio un alto ISCTN en áreas con escasa popularidad como
tema, de acuerdo a la cantidad de TT que obtuvieron en la muestra general.
Por ejemplo, educación aparece con el más alto nivel de seminalidad (6,14),
aunque registra sólo 2 TT en la muestra, que corresponden a un 5,55%. Lo
mismo ocurre con sociedad, que aparece con un 5,17 de ISCTN y sólo obtuvo
1 TT (2,78%) y con sismología, que tiene 4,75 de seminalidad y también 1 TT.
Áreas ISCTN
temáticas
educación 6,14
sociedad 5,17
sismología 4,75
iglesia 2,98
política 2,81
policial 2,51
transportes 2,43
espectáculos 1,43
deportes 1,27
tecnología 0,33
ciudades 0,00
Tabla
14
ISTCN
por
área
temática
Fuente:
Elaboración
propia
207
Todo lo anterior, nos lleva a buscar la razón de la seminalidad y de la
participación de los usuarios en los discursos mediáticos en Twitter en el
detalle de la construcción de la noticia, lo que apunta a las narrativas,
precisamente el foco de esta investigación.
Gráfico
7
Distribución
de
los
tuits
seminales
de
medios
según
nivel
de
seminalidad
208
usuarios. Un 7% obtuvo un nivel bajo y el 21%, un nivel mínimo, es decir, igual
a 1. Esto lleva a la nítida conclusión de que en una gran mayoría los discursos
de los medios y periodistas en Twitter no generan interactividad en los usuarios
y, por lo tanto, no responden a la naturaleza participativa de una plataforma
2.0.
Si consideramos la narrativas de estos discursos, se puede apreciar que las
estrategias discursivas más utilizadas por los medios en la muestra registran en
general un bajo nivel de seminalidad. La tabla muestra en orden decreciente
las narrativas con mayor frecuencia en los medios que pertenecen a la muestra
hasta el 1% de representatividad y su correspondiente ISTN promedio.
De todas las narrativas que más aplicaron los medios, sólo una registra un
nivel alto de seminalidad, que corresponde a la narrativa de forma O,
correspondiente a la opinión, un género que, si bien tiene una larga tradición en
el periodismo, es infrecuente en comparación con la alta mayoría informativa (
(Johnson, Miranda, & Soria, 2013) y que en esta muestra ocupa el séptimo
lugar dentro de las narrativas más usadas por los medios, con un 1,76%.
Las cuatro primeras mayorías apuntaron a un bajo nivel de seminalidad. Las
restantes obtuvieron un nivel inferior al mínimo, bajo y medio. Esto quiere decir
claramente que, en general, las estrategias narrativas más frecuentes en los
medios no logran generar la participación de los usuarios:
209
13 BWQ 1,29% 2,53 Medio
14 WQM 1,03% 1,66 Bajo
15 CQ 1,01% 0,43 Inferior al
mínimo
Tabla
15
Ranking
de
las
narrativas
más
utilizadas
versus
índice
de
seminalidad
Fuente:
Elaboración
propia
210
Narrativas con mayor ISTN Tipos de marcas
ISTN lingüísticas que contiene
211
Tabla comparativa de distribución de indicadores de
marcas lingüísticas
Distribución de indicadores de Distribución de indicadores de
marcas lingüísticas por total de marcas lingüísticas para las
datos contenidos en la muestra narrativas que obtuvieron ISTN
alto o sobresaliente
Tipo de indicador Cantidad Cantidad %
%
Tradicionales del 74,74% 61,85%
periodismo
6W
Quién 5895 24,75% 355 17,10%
Qué 6532 27,43% 414 19,94%
Cómo 617 2,59% 99 4,77%
Cuándo 1882 7,90% 156 7,51%
Dónde 863 3,62% 84 4,05%
Por qué 352 1,48% 55 2,65%
7W 0,00%
Para qué 235 0,99% 10 0,48%
Recursos periodísticos 0,00%
Cita textual 1097 4,61% 96 4,62%
Cita indirecta 302 1,27% 7 0,34%
Fuente 24 0,10% 8 0,39%
Connotativos 2,61% 1,78%
Consecuencia 403 1,69% 34 1,64%
Adversativo 102 0,43% 2 0,10%
Condicional 117 0,49% 1 0,05%
Retóricos 12,24% 19,85%
Expositio 1330 5,58% 77 3,71%
Inventio 316 1,33% 179 8,62%
Frase ingeniosa 275 1,15% 44 2,12%
Expresión 830 3,48% 68 3,28%
Pregunta 167 0,70% 44 2,12%
Digitales 10,41% 16,52%
Metadiscursivos 2000 8,40% 258 12,43%
Exordio 478 2,01% 85 4,09%
Total 2381 100,00 2076 100,00%
7 %
Tabla
17
Comparación
de
la
distribución
de
los
indicadores
de
marcas
lingüísticas
en
el
total
de
la
muestra
y
en
las
narrativas
con
mayor
ISTN
Fuente:
Elaboración
propia
La tabla confirma que, tanto en la muestra general como en las narrativas que
obtuvieron un índice de seminalidad alto o sobresaliente, existe un claro
predominio de los indicadores tradicionales del periodismo. Sin embargo, en la
212
muestra con mayor seminalidad, este tipo de marca desciende de un 74,74% a
un 61,85%. Esto demuestra que, para formentar la participación pasiva o
activa de los usuarios en la construcción de la noticia no basta con incluir los
ingredientes clásicos de la escritura periodística, que predominó la tradición
informativa en soporte impreso durante el largo período de predominio de la
pirámide invertida.
Por otro lado, aunque los indicadores connotativos no tienen una variación
significativa en ambas muestras, los retóricos marcan un aumento del 12,24%
al 19,85% en la muestra con mayor seminalidad. Esto es consistente con la
valoración de la fórmula O, que corresponde a la inventio, a la expresión de
una opinión, como comentamos antes, que es la única narrativa que figura
entre las más usadas por los periodistas en la muestra que registra un nivel
alto de seminalidad. Los indicadores retóricos, en especial la opinión, son
estrategias discursivas que no forman parte de la narrativa en pirámide
invertida.
Finalmente, los indicadores digitales también se ven aumentados en las
narrativas que obtuvieron mayor seminalidad, subiendo de un 10,41% en el
total general, a un 16.52%. Los indicadores metadiscursivos e incitadores
implican la referencia a las características propias del medio digital, en este
caso, una plataforma 2.0 de microdiscursos, como es Twitter. Esa actitud, que
podríamos llamar de "toma de conciencia digital" (parafraseando la referencia
de Chillón al giro lingüístico), es necesaria si se quiere que el usuario también
se comporte de acuerdo a la naturaleza y posibilidades participativas y
expresivas del medio y se involucre en el flujo mediático de forma activa,
participando en la construcción de la noticia.
213
VII. Análisis cualitativo
214
Categorías Lugar No lugar Lugares
deícticos
Instrumental Mnemotécnico Deixis
analógica
Incitador Lugar como Deixis digital
Como foco de dato Deixis
la noticia convergente
Evocador
Como red
social digital
Tabla 18 Categorías de análisis discursivo de lugar halladas en el corpus Fuente: Elaboración propia
-Lugares:
215
Es el caso de las noticias del corpus que involucraron un temblor, un asalto, la
suspensión del tránsito, paralización del transporte público, todas situaciones
de ruptura de la habitualidad que podrían afectar al público en la medida en
que intersecten su posición concreta en el espacio.
Ilustración
16
Tuit
seminal
con
lugar
instrumental
Fuente:
Twitter
Ilustración
17
Tuit
seminal
con
lugar
instrumental
Fuente:
Twitter
216
El ejemplo para el trending topic "temblor" se refiere a que la autoridad
científica en la material el Servicio de Sismología rectifica repetidamente la
magnitud del sismo que afectó a tres regiones del país. Nuevamente, esta
mención del lugar se refiere a un lugar más geográfico que antropológico, por
el interés de quienes sintieron el temblor de conocer la gravedad del sismo y de
este modo comparar su propia experiencia de percepción con la medición
objetiva del evento telúrico.
Incluso estando en un clásico lugar en la definición de Augé, como un
aeropuerto o una sala de espera, las personas que se sitúen allí tenderían a
generar repentino interés por las particularidades o identidad de esos espacios
si eso les permitiera prevenir un riesgo, tomar una decisión importante o
aprovechar una oportunidad. Por lo tanto, se trata de un lugar concreto, que
potencialmente podría tener identidad e historia o no. Lo central es que la
relación a la que se apunta con la referencia a estos lugares es meramente
utilitaria y por lo tanto de baja adhesión.
Ilustración
18
Tuit
seminal
con
lugar
incitador
Fuente:
Twitter
217
En este caso, la referencia geográfica en cierto modo también es instrumental,
porque sirve al narrador para convocar sólo a los usuarios que pueden proveer
información útil dada su ubicación y su capacidad de haber percibido el evento.
Sin embargo, por otro lado, se reconoce a determinados usuarios su capacidad
de entregar datos "autorizados" sobre esta materia en particular y, de este
modo, es justamente su ubicación geográfica y, al mismo tiempo, su calidad de
tuiteros lo que los faculta para entregar datos u opiniones sobre el tema. Esto,
si bien puede interpretarse como una explotación de la información que se
extrae de los usuarios en el sentido propuesto por Terranova (2004), desde el
momento en que es un acto voluntario de cooperación con un canal de
televisión público, puede ser también fuente de reconocimiento individual
(Miranda, 2005). En este sentido, se generaría una relación con el espacio
geográfico que, aunque no fuera permanente para concretarse como identidad,
permitiría que se experimentara como un lugar y no como un no lugar, porque
generaría una experiencia o, más bien, un relato de la experiencia compartido
por parte del usuario colaborador en relación con la noticia, lo que se relaciona
con la identidad del tuitero.
218
Ilustración
19
Tuit
seminal
con
lugar
evocador
Fuente:
Twitter
En este tuit seminal, se relata que el jugador Chester Cortés acaba de anotar
un gol para Universidad de Chile (o el León). Ni siquiera se recuerda contra
quién se disputa el partido, lo que podría ser muy necesario, considerando la
interfaz fragmentaria de Twitter. Pero sí se enuncia en la segunda frase "Tarde
azul en Antofagasta". Es evocador porque, en vez de señalar el minuto a
minuto, simplemente dice que es la "tarde", señalando que es "azul", lo que
alude a los colores del equipo que se acerca al triunfo. También se menciona el
lugar, que es Antofagasta, en el norte de Chile, lo que casi parece un recurso
estilístico, más que un dato de valor informativo, cuando en rigor la noticia
instantánea es que el marcador ahora es de 3 a 0.
Ilustración
20
Tuit
seminal
con
lugar
evocador
Fuente:
Twitter
219
de historia que lo vincule y le permita singularizar un espacio particular. En el
caso de "tarde azul en Antofagasta", podrá imaginarla quien, de acuerdo a su
historia, conozca esa ciudad y su estadio o, según su identidad, simpatice con
los colores "azules". Para el tuit del jugador boliviano que hace como si nadara
"en el césped del estadio", la evocación será efectiva en particular para los
bolivianos, que comparten la historia e identidad (y aspiraciones) de ese país.
Por lo tanto, podría eventualmente tratarse de un lugar más que de un no lugar.
Ilustración
21
Tuit
seminal
con
el
lugar
como
foco
de
la
noticia
Fuente:
Twitter
220
Ilustración
22
Tuit
seminal
con
el
lugar
como
foco
de
la
noticia
Fuente:
Twitter
e) Lugar como red social digital: Twitter, las redes sociales digitales, la web
aparecen como "lugares" en algunas narrativas, funcionando como espacios,
tal como otros lugares analógicos en la construcción narrativas de las noticias.
Ilustración
23
Tuit
seminal
con
lugar
como
red
social
digital
Fuente:
Twitter
221
plataforma, en torno a hashtags que funcionan como conversaciones sobre
temas en común, más allá de los vínculos de las redes sociales analógicas.
222
-No lugares
Ilustración
24
Tuit
seminal
con
lugar
mnemotécnico
Fuente:
Twitter
223
la gráfica ilustra las acciones de apremios cometidas contra los detenidos en
tiempos de la dictadura militar.
Citando el lugar "Tejas Verdes", se quiere traer a la memoria el caso al que
está vinculado el ex uniformado y que motivan su detención y posterior libertad
bajo fianza, que son la causa de que el apellido Labbé sea tendencia en
Twitter. De hecho, el texto comienza con el exordio: "Para que se haga una
idea", lo que, dado el contexto noticioso en que se publica, es una llamada de
atención directa al público para que conozca la historia en la que se inserta la
noticia. Tejas Verdes no es el único lugar de tortura en Chile, aunque
probablemente las prácticas a las que el microdiscurso se refiere hayan sido
muy similares a las que ocurrieron en otros sitios parecidos.
Ilustración
25
Tuit
seminal
con
lugar
mnemotécnico
Fuente:
Twitter
224
centro de tortura cualquiera, o un colegio particular del barrio alto de Santiago.
Aunque quizás podría ser capaz de nombrar ambos lugares sólo en su relación
con relatos noticiosos. Aunque para los protagonistas del relato claramente
estos lugares tienen identidad, relación y memoria, en estas narrativas se
presentan sólo como recursos de contextualización para la noticia, que ya no
ocurre en el lugar, porque ahora éste forma parte de sus antecedentes. Es el
caso del coronel Labbé, porque la noticia del día es su detención; y el caso de
O'Reilly, porque la noticia es que fue encontrado culpable por la justicia. El
nombre del lugar es utilizado más bien como una etiqueta para clasificar una
noticia, lo no que se relaciona con las etiquetas participativas (o folcsonomías)
de la web 2.0, sino más bien con los frames de categorización que ya
comentamos, que habitualmente la prensa utiliza para organizar las noticias en
"casos" o "frentes" (Entman, 1991).
b) Lugar como dato: En algunos tuits, la mención del lugar donde ocurrió la
noticia es un dato más, que permite la construcción de la noticia, pero que no
es lo más importante dentro del acontecimiento.
Ilustración
26
Tuit
seminal
con
lugar
como
dato
Fuente:
Twitter
225
descripción del lugar no tiene la especificidad para generar una relación
instrumental ni menos evocadora con él.
-Lugares deícticos
El espacio no se especifica literalmente, sino que se deduce a través de la
deixis; se señala en vez de denotarse directamente, apuntando al contexto de
la comunicación, tanto al contenido como a la interfaz digital de la plataforma.
La deixis, como ya definimos, se reconoce por el uso de marcas lingüísticas
que se traducen en recursos gramaticales que permite señalar conceptos que
no están en sí dentro del discurso, sino en el contexto de la comunicación y
que suponen una interpretación de la locación del destinatario, ya sea
geográfica o en cuanto a su punto de vista.
En este caso, al situarse el lugar fuera del discurso, su clasificación en lugar o
no lugar queda suspendida, porque depende de la experiencia particular del
usuario, de si es capaz de desentrañar la deixis, de comprender el
señalamiento y de la relación que guarde con el lugar al que se apunta. Es una
especie de "individualización de la referencias" (Augé, 2000), porque su
contenido dependerá de la identidad, historia y relaciones del cada usuario.
Dentro de los lugares que se señalan mediante la deixis en el corpus existieron
lugares analógicos, referidos a espacios físicos o geográficos; digitales, que
apuntan a otros discursos digitales o convergentes, que combinan el espacio
digital con discursos en otros medios, digitales o analógicos.
La deixis es en principio un recurso interactivo porque estimula un compromiso
psicológico al constituir uno de los "atajos" de escritura al que se refiere
Manovich, valiéndose de relaciones mentales provistas por el usuario para
incluir ideas latentes y no explícitas en el discurso (Manovich, 2006). Sin
embargo, también puede implicar una interactividad digital, que genere un
bucle de acciones y reacciones psicológicas y físicas, en el caso de la dexis
digital y convergente:
226
Ilustración
27
Tuit
seminal
con
deixis
analógica
Fuente:
Twitter
Este tuit es una opinión en primera persona acerca del triunfo de Werdum
sobre Mark Hunt, que le permitió convertirse en el nuevo campeón interino de
peso completo de la UFC. La opinión critica que Werdum se crea mexicano,
considerando que es brasileño, pero la pelea se disputó en el Arena Ciudad de
México. Probablemente el comentario se debe a declaraciones o actitudes que
fueron visibles en el espectáculo en vivo o en la tramisión televisiva de la pelea,
por lo que sólo pueden ser valoradas en un contexto de convergencia (Jenkins,
2008). De otro modo, si la deixis no funciona como señalamiento por el
desconocimiento del contexto, la referencia a un lugar, en este caso a México,
queda vacía de sentido.
Ilustración
28
Tuit
seminal
con
deixis
digital
Fuente:
Twitter
227
pero que a cambio ofrece la posibilidad de incluir un hipervínculo acortado15.
Esta técnica abre la expectativa del usuario de encontrar el dato sobre el lugar
en detalle en un sitio web, donde sí se explica que se afectará al sector sur de
la capital y se entregan los números de los servicios suspendidos.
Esta técnica sirve además para mejorar la adherencia del usuario y procurar
que no sólo se quede con el contenido de la plataforma, sino que visite el sitio
web del medio, donde además puede verse tentado con otros contenidos.
Además es en rigor una estrategia que promueve la interactividad, porque la
deixis no sólo es psicológica sino también física, porque implica hacer clic.
Esta forma de enunciar el lugar es coherente con la naturaleza de los espacios
digitales que buscan crear experiencias virtuales para el usuario,
entendiéndolas no como no reales, sino como las definimos en el marco
teórico, como no actuales, como potenciales y por lo tanto posibles. En este
sentido, la deixis digital podría apuntar a un lugar.
Ilustración
29
Tuit
seminal
con
deixis
convergente
Fuente:
Twitter
228
pueden escribir tuits convergentes, que sólo entienden quienes comparten esa
situación de convergencia (Miranda y Fernández, 2015). De este modo, la
referencia al programa hace las veces de "lugar", un espacio común sobre el
que sólo los usuarios que lo comparten pueden opinar. En este sentido, el
programa televisivo también puede ser para ellos un lugar, donde se genera
una experiencia mediática, que se encuentra en la definición misma de
convergencia, cuando Jenkins apunta a que éste ocurre en el cerebro de los
usuarios, expuestos a dos o más estímulos mediáticos al mismo tiempo. El
escribir un tuit deíctico que apunta a otro discurso mediático paralelo, además
de suponer una interactividad digital psicológica y física, denota que el usuario
ha hecho esa síntesis singular de contenidos, la que transforma en un relato.
Esa convergencia le resulta tan natural que no menciona al programa
explícitamente, sino lo señala usando una deixis, por lo que se asume que ya
ha entablado una relación con ese lugar, que era virtual, pero en su experiencia
lo ha "actualizado", usando las palabras de Lévy (1999).
229
7.1.2.1 Pasado
Una gran porción de los tuits analizados presenta un uso del tiempo tipo
memoria, es decir, traer al presente acontecimientos pasados. Esta modalidad
se dio se dos maneras: formal y real.
Ilustración
30
Tuit
seminal
con
memoria
formal
Fuente:
Twitter
230
disponible para su lectura y, a la vez, es traída de nuevo a la contingencia por
los acontecimientos.
En esta memoria formal, existe un intento gramatical de actualizar el pasado,
pero el efecto dependerá del contenido y de la lectura individual del usuario. En
sí, no se rompe el tiempo diacrónico, porque no asegura el lazo del pasado con
el presente.
Ilustración
31
Tuit
seminal
con
recuerdo
Fuente:
Twitter
Este texto refiere acontecimientos del pasado, en este caso el "nuevo asalto a
camión", que produce una consecuencia que, de acuerdo al tiempo verbal
utilizado, ya también pertenece al pasado. Sólo nuevos acontecimientos no
previstos aún podrían volver al presente esta noticia.
231
Ilustración
32
Tuit
seminal
con
memoria
actual
Fuente:
Twitter
En el tuit del diario The Clinic (@thecliniccl) se informa sobre el robo que sufrió
la empresa editorial Ceibo. Pero destaca que no se trata de cualquier editorial,
sino de la que acababa de publicar el libro del periodista Javier Rebolledo,
donde se denunciaba la participación del ex coronel del Ejército Cristián Labbé
en el centro de tortura Tejas Verdad y quien en ese entonces estaba detenido
por una acusación en su contra por violaciones a los derechos humanos en la
dictadura militar. De este modo, el robo presente adquiere sentido y deja de ser
un acontecimiento aislado, sino que se inserta en el continuo informativo. De
algún modo, es dimensionado por sus antecedentes pasados.
Esta estrategia permite una real sincronía, al situar los acontecimientos en un
tiempo irreversible, al que se puede ir y volver desde el presente.
Ilustración
33
Tuit
seminal
con
pretensión
de
mito
Fuente:
Twitter
232
En este tuit, se informa sobre la entrega del poder en la Federación de
Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc) por parte de la Nueva Acción
Universitaria (NAU), de centroizquierda, al gremialismo, de la derecha,
relacionado con el partido Unión Demócrata Independiente (UDI), después de
que la primera perdió las elecciones, después de seis triunfos consecutivos.
Pese a que el acontecimiento ocurrió hace pocas horas, el narrador se refiere a
él como si se remontara a un pasado lejano, para resaltar la importancia del
acontecimiento, usando la expresión "la emotiva noche". Esto podría permitir el
inicio de un mito que apunte a la nueva línea ideológica que comenzó a
comandar la federación estudiantil. En particular, es relevante que el medio
tuitero se trate del diario La Segunda, del conglomerado El Mercurio, uno de
los dos que conforman el duopolio de la prensa escrita en Chile, identificados
con la derecha política.
Ilustración
34
Tuit
seminal
con
pretensión
de
mito
Fuente:
Twitter
Este segundo ejemplo, se sitúa luego del triunfo del equipo de fútbol
Universidad de Chile ante Cobreloa. Usa un "adjetivo disuasivo" (Aquino,
Flores, & Rivera, 2006, p. 12), una estrategia del lenguaje funcional, que con su
contundencia pretende oscurecer las dudas sobre el mensaje, sin resolverlas.
Así, se evocan los "inolvidables encuentros" de Universidad de Chile, que, sin
importar en qué época se produjeron, alimentan la percepción de victoria y
superioridad del equipo. Además, se trata de la cuenta @LaMagiaAzul, que
pertenece a un programa de radio dedicado a la cobertura de ese club
deportivo.
De este modo, es posible que los medios, a través de narrativas como éstas,
colaboren en la instalación de mitos, que incluyen acontecimientos que se
perciben como épicos y personajes que se dan a conocer como héroes y que
se traen una y otra vez al presente, y por lo tanto sirven para medir los nuevos
acontecimientos con estos eventos del pasado. En los tuits analizados en este
233
corpus, se identifica una relación entre el mito que se insinúa y la línea editorial
del medio.
7.1.2.2 Presente
Aunque definimos en el marco teórico que por el presente pasan todos los
tiempos y la narración se actualiza en el presente, agrupamos a las narrativas
que, usando alguna marca lingüística, explicitan su ubicación en el presente,
entendido como la contingencia en el contexto temporal noticioso.
De hecho, la estrategia mayoritaria en el uso del tiempo que se detectó en los
tuits seminales de medios analizados correspondió a la visión, es decir, relatar
el presente de las cosas presentes. Corresponden a dos tipos: La visión formal
se refiere a acontecimientos noticiosos que acaban de producirse y, por ello, se
omite en la narrativa que en realidad se produjeron en el pasado inmediato,
simulando la instantaneidad. Por otro lado, la visión actual consiste en relatar
acontecimientos que presumiblemente siguen ocurriendo en el momento en
que se produce la narración, por la misma naturaleza de la acción. Ambos tipos
corresponden al tiempo irreversible
a) Visión formal: Es una forma de relato que imita la secuencialidad del paso
del tiempo, para producir en el usuario la ilusión de que está de un modo
indirecto presenciando el acontecimiento, en el sentido de estar participando
del presente de la noticia.
En el corpus, esta estrategia fue reiterada sobre todo en medios que relataban
encuentros deportivos en un aparente "tiempo real".
Ilustración
35
Tuit
seminal
con
visión
formal.
Fuente:
Twitter
234
"en vivo" y el dato de cuándo es 53', operando un proceso deíctico para
interpretar en el contexto extratextual que se trata de los 53 minutos de
desarrollo del encuentro deportivo. Para la correcta comprensión de este dato,
considerando la naturaleza fragmentaria de Twitter, es necesario que el usuario
sepa de qué partido se trata y contra quién juega la selección chilena.
Finalmente, usa el presente del modo indicativo para informar que Eduardo
Vargas acaba de anotar el tercer gol, en el pasado, pero se actualiza para
simular la instantaneidad.
Otras estrategias además consistieron en agregar otras frases metadiscursivas
que ofrecen instantaneidad, como "ahora", "está pasando" o "lo último", que
aunque remite el hecho al pasado, conserva una cercanía muy breve con el
presente.
Esta modalidad en rigor no escapa de la diacronía y de lo efímero del presente.
Por lo tanto, sitúa el acontecimiento en el contexto histórico, condenado al
inminente pasado. El que comience a pasar a la memoria dependerá del tipo
de acontecimiento y del interés del usuario.
Ilustración
36
Tuit
seminal
con
visión
actual
Fuente:
Twitter
235
Esta reconstrucción en presente de un presente real se inserta en un tiempo
histórico e irreversible. La inclusión de estos acontecimientos en la memoria, en
un tiempo ahistórico, dependerá del tipo de evento.
7.1.2.3 Futuro
Ilustración
37
Tuit
seminal
con
expectación
Fuente:
Twitter
Ilustración
38
Tuit
seminal
con
expectación
Fuente:
Twitter
Este tuit no contiene un futuro en forma de anuncio, sino de una condición que
se proyecta hacia el futuro, en relación con la demanda estudiantil de que el
Estado otorgue gratuidad universal en la educación superior, que en el
momento de la publicación del tuit no existía. El presidente recién elegido de la
236
Feuc, perteneciente a la derecha política, advierte que si eso ocurriera, sería
en desmedro de los que tienen menos, porque se financiaría a clases sociales
que no requieren subsidios fiscales para pagar la universidad. Aunque una
opinión como ésta sería imposible de comprobar factualmente porque tiene
componentes ideológicos, su validación además está sujeta a la condición de
que la reforma se concrete en el futuro.
De este modo, en sus distintas formas de anticipar el futuro, estas narrativas se
insertan en la diacronía, porque, una vez que el futuro se haga presente,
demostrarán si acertaron en sus predicciones y quedarán en el pasado, ya sea
como profecía cumplida, que puede o no tener una persistencia en la memoria,
o como una falsa expectativa.
Ilustración
39
Tuit
seminal
con
expectación
situada
Fuente:
Twitter
237
Ilustración
40
Tuit
seminal
con
expectación
situada
Fuente:
Twitter
238
se sincroniza el tiempo de la noticia con el tiempo del usuario, que leerá e
interactuará con el mensaje en su propio momento.
Ilustración
41
Tuit
seminal
con
tiempo
de
participación
Fuente:
Twitter
239
Categorías del
Sujeto Narrador
Características de la situación
narrativa
Orientación
Narrador Personaje
Persona gramatical
Primera Segunda Tercera Primera Segunda Tercera Impersonal
singular singular singular plural plural plural
Aspecto
Narración Reflexión
Ángulo
Simple múltiple Omnipresente
Tabla
20
Categorías
del
sujeto
narrador
Fuente:
Elaboración
propia,
basadas
en
Greimas
(1969)
y
en
Saavedra
(2001)
240
en presente. Los restantes fueron distributivos, en su mayoría hiponímicos,
porque contenían cualidades morales o personales de los actores o de las
acciones. Esta primacía de la descripción es algo propio del relato periodístico
tradicional, que se refiere habitualmente a acciones del pasado, lo que le da
más verosimilitud que los enunciados modales, que se refieren a acciones
futuras.
Ilustración
42
Tuit
seminal
con
enunciado
performativo
de
acto
físico
Fuente:
Twitter
241
incrementa sus opciones de ganar el campeonato de apertura 2014. Es una
actividad ya concluida, que ocurrió en el pasado, pero se enuncia en presente
para dar la sensación de instantaneidad propia de una plataforma como
Twitter.
Ilustración
43
Tuit
seminal
con
enunciado
performativo
con
acto
de
habla
Fuente:
Twitter
En este caso, se comunica con una cita directa el disurso de los representantes
de los Legionarios de Cristo, tras la sentencia condenatoria de la justicia contra
uno de sus líderes, el sacerdote John O'Reilly, por la acusación de abusos
sexuales contra menores. Lo que se revela en esta cita es una emoción de
dolor y respeto, que al narrador, que no es omnisciente, no le consta que
exista, por lo que, siguiendo el "ritual de la objetividad" de Tuchman, decide
usar la marca gráfica de atribución de las comillas para remarcarlo.
242
Con respecto al mismo caso noticioso, este otro tuit performativo tiene un
grado casi incontestable de evidencia desde el punto de vista periodístico
porque constituye un "acto de habla declarativo", tomando en término de Searle
(Hochstetter, Díaz, & Cares, 2012), que se refiere a los enunciados que, en
virtud del rol social del actante, por el solo hecho de ser declarados, convierten
la proposición en una realidad inmediata. En el ejemplo, es el tribunal el que
hace la aseveración e, independientemente de que haya quienes puedan dudar
de la justicia y afirmen la inocencia del acusado, el sacerdote John O'Reilly fue
declarado culpable y eso tiene repercusiones prácticas inmediatas. Por eso el
narrador-periodista no se ve forzado a usar marcas de atribución, ni gráficas ni
verbales, porque la declaración de la justicia le consta y por el solo hecho de
ser emitida por un juez, instantáneamente es real e incuestionable.
243
Ilustración
44
Tuit
seminal
con
enunciado
hipotáxico
de
deixis
Fuente:
Twitter
244
Ilustración
45
Tuit
seminal
con
enunciado
hiponímico
Fuente:
Twitter
En este ejemplo, se usa sólo el nombre de la fuente, sin decir el cargo, pese a
la fragmentación de la secuencia de discursos propia de Twitter, para
economizar caracteres. Posteriormente, se incluyen dos puntos y la frase "soy
inocente", entre comillas, dado que es un calificativo emitido por quien acaba
de ser encontrado culpable por la justicia de abusos contra menores. Los dos
puntos son suficientes para dejar claridad de que ha habido un discurso.
En relación con los enunciados hiponímos emitidos por el narrador periodista,
en parte constituyeron descripciones incidentales dentro de textos informativos,
que supuestamente no comprometían la pretensión de objetividad del relator.
Otras pueden clasificarse derechamente como opiniones periodísticas
propiamente tales.
Ilustración
46
Tuit
seminal
con
enunciado
hiponímico
Fuente:
Twitter
245
Ilustración
47
Tuit
seminal
con
enunciado
hiponímico
Fuente:
Twitter
246
Este tuit de @canal13 invita a los usuarios a ver la transmisión del programa
periodístico En su propia trampa. Es la incitación a una acción futura que
permitiría la convergencia en el sentido de Jenkins (2008), que comentamos
arriba, es decir, la exposición simultánea a dos soportes mediáticos (Twitter y la
televisión) que produce una experiencia que se fusiona en la mente de cada
usuario.
Ilustración
48
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
Ilustración
49
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
247
@biobio da por seguro el anuncio del nombre del árbitro que dirigirá el partido
entre Cobreloa y Universidad de Chile, sin citar a la fuente. Esto es porque, de
acuerdo a la información obtenida en el link que se adjunta en el tuit, la
afirmación se deriva del sorteo realizado por la ANFP y es poco probable que
la decisión se
revierta.
Ilustración
50
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
En cambio, en este otro TS, sí se nombra a la fuente, usando una cita indirecta
y el verbo de atribución "confirmar", que refuerza la probabilidad de que el
hecho ocurra. La fuente es el hermano de Sergio Landskron, un indigente
erróneamente acusado de haber instalado la bomba cuya explosión le quitó la
vida. Se trata de una persona no conocida antes ante la opinión pública que
anuncia una acción que depende absolutamente de él y de su familia. Por lo
tanto, se usa la cita dado a que existe una menor certeza que en el ejemplo
anterior.
Ilustración
51
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
248
En @elliberocl, se cita una frase del nuevo presidente de la Federación de
Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), usando dos puntos, aunque sin
comillas. Se trata de todos modos de una cita textual y directa, de acuerdo al
link que se adjunta en el tuit, donde aparece en el titular entrecomillada. Se
trata de un enunciado modal porque la opinión del entonces recién elegido
dirigente estudiantil se proyecta hacia su futura gestión, desde una perspectiva
confesional, marcada por su pertenencia al movimiento gremial de la UC, de la
derecha política. De ahí que las marcas de atribución sean fundamentales para
el narrador periodista.
Ilustración
52
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
249
Ilustración
53
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
Ilustración
54
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
250
En este caso, en la cuenta del noticiero del canal privado Mega
(@ahoranoticias) se especula sobre las posibles consecuencias del paro de
una línea de buses del Transantiago, sistema de transporte público de la
capital de Chile. El uso del condicional permite enunciar que estos podría
producirse, pero reduce la certeza de la afirmación, en beneficio del apreciado
estatus de objetividad del periodista.
Ilustración
55
Tuit
seminal
con
enunciado
modal
Fuente:
Twitter
En el caso del tuit del periodista Jorge Gómez, se expresa una abierta opinión
acerca de la gestión de Jorge Sampaoli, director técnico de la selección chilena
de fútbol, anticipando su deseo de que en el futuro él entienda las
recomendaciones en relación con las posiciones adecuadas de sus jugadores
clave.
251
7.1.3.2 Según la situación narrativa
7.1.3.2.1 Orientación
La mayor parte de los tuits del corpus tienen un narrador que se transforma en
el emisor del relato y que media entre los acontecimientos del público,
apuntando a la función informativa tradicional del periodismo, de dar forma a la
realidad social.
El resto de los enunciados, tiene un narrador personaje, que corresponde a dos
tipos:
Ilustración
56
Tuit
seminal
con
orientación
de
narrador
personaje
Fuente:
Twitter
252
mantiene la deixis de la enunciación en primera persona y el adjetivo posesivo
"mi". De esta manera, se disimula la mediación, pero dejando en claro que no
se trata de un discurso proferido por el medio.
Ilustración
57
Tuit
seminal
con
orientación
de
narrador
personaje
Fuente:
Twitter
Ilustración
58
Tuit
seminal
con
tercera
persona
singular
Fuente:
Twitter
253
cobrada por el árbitro. Esto hace que el acontecimiento, la noticia, que en este
caso corresponde al qué, se transforme en actante, en el agente de cambio en
el relato.
De manera acorde a esta tendencia, en el segundo y tercer lugar de frecuencia
se usan el impersonal y la tercera plural, que tienen el mismo efecto
distanciador para el narrador que la tercera singular.
La primera plural y singular son usadas en su mayor parte en las citas, es decir,
son enunciadas por el narrador-personaje, por la fuente, no por el narrador
periodista.
Asimismo la segunda singular y plural, es usada en el discurso de las fuentes,
pero también para llamar a la participación de los usuarios, complementada
con recursos incitadores.
7.1.3.2.3 Aspecto
Ilustración
59
Tuit
seminal
con
aspecto
de
la
reflexión
Fuente:
Twitter
Por ejemplo, en este tuit se informa del asalto en la sede del club de fútbol
Santiago Wanderers y se explica que los afectados "pensaron que era broma".
Aunque el narrador se basa en las declaraciones de las fuentes, refiere el
254
discurso como si pudiera leer el pensamiento de los personajes, omitiendo las
marcas de atribución.
7.1.3.2.4 Ángulo
Ilustración
60
Tuit
seminal
que
reproduce
dos
ángulos
Fuente:
Twitterç
En este tuit, se muestra el punto de vista del equipo Universidad de Chile, que
va ganando holgadamente el partido. Además se presume la intención de
Cobreloa de intentar revertir el resultado, aunque también puede asumirse
como una simple descripción performativa y otra hiponímica acerca del estado
de ánimo del equipo que va perdiendo.
255
Para ello, se aplicó un análisis discursivo tomando en consideración las
categorías de análisis de las conexiones discursivas, que se explicaron en el
marco teórico y que corresponden a una investigación preliminar.
La construcción del corpus para esta parte del análisis dio como resultado 23
conversaciones (tuit seminal de periodista o medio y sus respectivas
respuestas) de las 23 cuentas con mayor ISTN de la muestra total, que
representan medios tradicionales de distinto tipo, alternativos y convencionales:
Nombre Tipo de
medio
Canal 13 Canal de TV
vozciudadanacl Sitio web
periodístico
theclinic Diario impreso
rvfradiopopular Radio
prensarebelde Cuenta
Twitter
prensafutbol Sitio web
periodístico
pelotazo Periodista
nacioncl Sitio web
periodístico
la segunda Diario impreso
la magia azul Programa
radial
gambacl Sitio web
periodístico
entreazules Cuenta
Twitter
el_lapicerocl Sitio web
periodístico
el dínamo Sitio web
periodístico
copano Canal
Youtube
cnn Canal de
televisión
periodístico
chilevision Canal de
televisión
cdf radio Radio
cdf Canal de
televisión
deportivo
256
biobio Radio
agriculturafm Radio
adnradiochile Radio
24horastvn Canal de
televisión
Tabla
21
Corpus
para
análisis
de
conexiones
discursivas
Fuente:
Elaboración
propia
257
Ilustración
61
Extracto
de
conversación
con
conexiones
aditivas
Fuente:
Twitter
16
Se
reproducen
los
tuits
en
su
forma
original,
sin
corregir
errores
ortográficos,
258
denuncias de delicuencia que contiene el programa, no hay soluciones por
parte del gobierno.
Coincidiendo con nuestro estudio previo (Fernández & Miranda, 2015), la
preeminencia de las conexiones aditivas sugiere que, probablemente por la
instantaneidad o brevedad de la plataforma, los usuarios prefieren manifestar
su aprobación, rechazo o preguntas acerca del tema noticioso, en vez de
argumentar o ahondar en sus valoraciones. La mayoría de los usuarios del
público se contenta con la aceptación de un acuerdo básico de comunicación,
en el sentido de Habermas (2003), sin complejizar esta relación.
Ilustración
62
Conversación
con
conexiones
causales
Fuente:
Twitter
259
El usuario @mauricioar72 sugiere la causa de la anterior derrota de
Universidad de Chile, culpando al director técnico Romero, que a la fecha de la
victoria era dirigido por Martín Lasarte.
Ilustración
63
Conversación
con
conexiones
retóricas
Fuente:
Twitter
260
Ilustración
64
Conversación
con
conexiones
retóricas
Fuente:
Twitter
Ilustración
65
Respuesta
con
conexión
retórica
de
motivación
Fuente:
Twitter
Este tuit respuesta apunta al tuit seminal de @canal13 donde se motiva a los
usuarios a ver el programa periodístico "En su propia trampa", donde se
denuncia el acoso a menores de edad, que generó el hashtag
#acosoamenores. Una usuaria responde pidiendo al programa, que está en
exhibición en ese momento, que muestre la cara del pedófilo, porque había
ocultado el rostro de la persona denunciada.
261
d) Ausencia de conexiones: La gran mayoría de las respuestas tienen
conexiones discursivas, lo que permite decir que, pese a que una plataforma
como Twitter tiene una naturaleza fragmentaria, en el caso de las
conversaciones, se producen discursos secuenciales, en que las respuestas se
unen con los tuits seminales con lazos semánticos y deícticos.
Pese a lo anterior, se observó una escasa frecuencia de tuits respuesta que no
tenían conexiones discursivas ni con el tuit seminal ni con otros tuits respuesta.
La mayor parte de ellos fueron disgresiones, es decir, intentos deliberados por
salirse del tema específico de la conversación. El resto correspondió a
disrupciones, es decir, discursos ininteligibles en el contexto.
262
7.1.4.2 Dirección de los tuits
Existe una clara preeminencia de los tuits respuesta verticales, es decir, que
apuntan al tuit seminal. Esto supone una gran credibilidad y aceptación de los
usuarios con respecto a los medios y periodistas que tienen cuentas en Twitter,
porque las respuestas ignoran los comentarios de los usuarios a tal punto, que
a veces distintos usuarios repiten lo mismo sucesivamente.
Hay que decir que Twitter ya dispone de una herramienta visual en la interfaz
que permite a los usuarios decidir si se contesta al tuit seminal o a otro tuit
respuesta. Este fenómeno hace posible que las conversaciones puedan tener
distintas líneas de secuencia, teniendo potencialmente una estructura
arborescente. Sin embargo este recurso no fue muy utilizado en la muestra. De
hecho, la deixis permite establecer relaciones discursivas horizontales entre
tuits respuesta, a pesar que no en todos los casos se usó la respuesta
focalizada.
263
Ilustración
66
Conversación
con
conexiones
horizontales
Fuente:
Twitter
264
En el ejemplo, se generan una serie de tuits respuesta con conexiones
horizontales. En este caso, corresponde a un diálogo entre dos usuarios, que
es disgresivo en relación con el tuit seminal. @entreazules incita a recordar
grandes momentos futbolísticos del equipo Universidad de Chile. El primer tuit
respuesta pertenece al autor de un libro sobre ese club, lo que genera un
intercambio entre él y otro tuitero interesado en el texto sobre la forma de
conseguirlo.
Por último, no se detectaron casos en que los medios intervengan en los tuits
respuesta, respondiendo a tuits indagatorios, argumentando ante los tuits
aditivos de contraste, agradeciendo los tuits aditivos de conjunción, ni
moderando los debates entre los usuarios. La presencia de los medios en los
tuits respuesta del corpus estudiado es nula. Esto puede deberse al imperativo
de evitar las opiniones o el encasillamiento ideológico y a la estrategia de
ignorar los ataques directos para preservar la verticalidad en la entrega de los
mensajes en Twitter.
265
7.2 Entrevistas con los narradores
7.2.1 Cuentas incluidas en el análisis
Las entrevistas se aplicaron a las personas encargadas de las cuentas de
Twitter de la muestra general que obtuvieron un ISTN sobresaliente al menos
en dos de sus tuits seminales y que hubieran utilizado marcas lingüísticas
digitales en sus narrativas, de manera de establecer sus rutinas de publicación
y las lógicas que siguen en el uso de estos recurso.
De acuerdo a lo anterior, se incluyó a las siguientes cuentas:
266
cable MQLTV (Mejor que la nombre.
Televisión).
@el_dínamo Digital Sitio web de noticias. Gabriela Romo,
periodista a cargo de
las redes sociales.
En relación con este listado, es importante notar que, aunque el recorte del
corpus tiene una base cuantitativa, queda representada aquí una variedad
relativa de soportes nativos, es decir, a qué tipo de medio corresponde la
versión orginal de la institución (radio, televisión, impreso y digitales). Es bueno
considerar también las condiciones de base y las estructuras de mercado
(Fernández, 2015), porque ya hemos descrito que en Chile existe una
concentración mediática, en particular en la industria del periodismo impreso,
radial y televisivo, y que el Estado actualmente posee un solo canal de
televisión. En ese contexto, en este listado están representados canales de
televisión de pago, nacionales y transnacionales, (CDF y CNN), el canal estatal
(TVN), emprendimientos privados (The Clinic, Copano, El Dínamo) y una
cadena radial nacional (Bío Bío). Hay que aclarar que en el listado original
figuraba el sitio web El Lapicero, que hoy no está disponible, y fue reemplazado
por El Dínamo, un sitio de similares características, que figuraba entre los ISTN
sobresalientes, pero con sólo una conversación en la muestra. Además, es
importante decir que @cdf_cl y @cdf_radio finalmente representaron una sola
entrevista porque la misma periodista manejaba ambas cuentas de Twitter, por
lo que no hubo en realidad una sobrerrepresentación de ese medio. Por ello,
en definitiva, se realizaron 7 entrevistas a 7 medios distintos.
267
7.2.2 Análisis discursivo de las entrevistas
7.2.2.1.1 Organigrama
En todos los medios incluidos en las entrevistas, se confirmó que existían
periodistas involucrados en la publicación en las cuentas de Twitter. En cuanto
a la forma de asignación de las responsabilidades en la plataforma, hubo dos
tendencias:
268
De todos modos, los errores en las redacciones digitales pasan, pero hay
plataformas más críticas -como Twitter- donde se debe realizar este "delivery
de contenidos" para minimizarlo" (CNN).
a) La misma pauta del sitio web: La mayor parte de las cuentas mantiene una
conexión permanente con el sitio web con el que la cuenta se relaciona (en
269
esta muestra todos los medios tenían un sitio web informativo asociado,
aunque originalmente correspondan a medios analógicos, como prensa, radio o
televisión). Por ello, en la mayoría de los medios, la pauta de temas que se
tuitean es la misma que se aplica en el sitio web y que corresponde con la línea
editorial del medio.
De todos modos, como ya se explicó, hay algunos medios que permiten que
todos los periodistas tuiteen de forma automática cuando suben sus notas a la
web y otros en los que el community manager está atento a las notas que se
van subiendo al sitio para ir programando los tuits.
"En realidad se tuitea todo lo que se sube a la página. Lo que hacemos en el
fondo es organizar los tuits, de acuerdo a orden de relevancia y de
temporalidad, por supuesto. Primero, todo se tuitea. No hay nada que esté en
la página que no esté en Twitter" (24 Horas).
b) Pauta paralela al sitio web: Dos de las cuentas tienen una pauta flexible,
que depende completamente de la contingencia, de acuerdo a los tópicos de
interés del medio.
En el caso de @copano, se incluyen temas dependiendo de si es o no un
período electoral, de las exigencias de las audiencias, de los monitoreos que
hacen de las preferencias del público. También incluyen contenido tipo "reality"
con experiencias del propio Nicolás Copano, cuyo nombre está asociado a la
cuenta. En general los contenidos siempre son segmentados para un tipo de
público y de "imaginario":
"Opiniones también. Y también descubrir que uno no le puede hablar a todo el
mundo. A partir de internet, muere la fantasía del comunicador masivo"
(Copano).
270
Cuando se trata de tuitear noticias, se establece una línea de tiempo para cada
cuenta que, de forma fragmentaria, se reproduce en la línea de tiempo
particular de cada usuario, intercalada con los tuits de otras cuentas. Por lo
tanto la frecuencia de publicación y la secuencia de tuits noticias incide en una
construcción narrativa que se interpreta como una reconstrucción temporal de
la realidad social.
En ese aspecto, la construcción narrativa del tiempo en la producción y
distribución de la noticia se dio de dos maneras distintas:
271
fiel a la naturaleza de los acontecimientos, desde un punto de vista objetivista,
en realidad disimula el hecho de que la construcción de las noticias está
afectada por tiempos de producción (reporteo, redacción, edición y publicación)
de los contenidos noticiosos, que habitualmente no coincide con la secuencia
cronológica real en que suceden los eventos noticiables. El orden de
publicación en un sitio web, así como la jerarquización de noticias en un diario
o la secuencia de aparición en un noticiero, no corresponde tampoco al tiempo
real de los acontecimientos. Siempre se trata de un tiempo construido.
De todas maneras hay excepciones, porque algunos medios consideran que
algunos hechos, por su naturaleza, pueden ser publicados apenas se conocen,
sin pasar antes por el sitio web, simulando así una instantaneidad:
"Como los "último minuto". Si sale algo de último minuto, y no está en la
página, se tira en Twitter antes de que esté en la página. En el fondo también
es un canal de información. Si, ponte tú, hay un sismo, que es lo más típico, lo
más probable es que la nota no esté (en la web) en el momento que tiemble,
pero nosotros informamos por Twitter que está temblando, que se va a ampliar
la información y, una vez que está la nota, se tira en Twitter" (24 Horas).
En este discurso se hace referencia a la frase "último minuto", que es una
marca metadiscursiva, que de hecho apunta a lo que es propio de Twitter,
facilitar una publicación resumida e inmediata, que acorta los tiempos de
producción, en relación con otros soportes analógicos. De acuerdo al extracto
citado, lo importante es que el medio reconozca el hecho, aunque no tenga
más información sobre él, como en el caso de un sismo, y que para la parte de
los usuarios, situados en la misma zona geográfica, el temblor en sí sea un
dato ya conocido.
272
"Tienes que pensar que la percepción que tiene la gente del canal en general
no es muy buena –por tener el “monopolio” del fútbol etc etc - y por lo mismo,
se nos hace todo un desafío poder llegar a nuestros usuarios; si eres muy
formal, eres fome. Si eres muy simpático, no te compran… y así" (CDF).
Estos factores radican en las condiciones de producción de la noticia y en el
negocio del fútbol chileno que licita a un sólo medio la transmisión de los
partidos del torneo nacional. Por ello, se genera un manual que contiene ante
todo reglas y estrategias para alcanzar el interés y la participación de las
audiencias.
273
"Nos cuidamos mucho de no ofrecer algo que no tenemos en el contenido de la
nota. No bluffeamos, por llamarlo de alguna manera, a nuestros lectores. Ellos
saben lo que encontrarán en una nota cuando la pinchan" (The Clinic).
La falta de suspenso es justamente uno de los problemas de la pirámide
invertida en periodismo escrito. Dado que los datos ya fueron dados a conocer
en el cuerpo titular (epígrafe, título y bajada) y en el lead (primer párrafo), cada
vez es menos probable que el lector continúe la lectura a medida que se
acerca al final del texto, porque éste va perdiendo interés a medida que
avanza.
De todas maneras, en el caso de The Clinic, se asume que es honesto no
"bluffear", en el sentido de no ofrecer en el titular nada que después no se
encuentre en la nota del sitio web. De este modo, aparece Twitter como un
escaparate de contenidos, que debe ser atractivo, pero veraz. En Bío-Bío, la
razón obedece más bien a las condiciones de producción, que detallaremos
más adelante y que determinan que se incentive el retuir más que el clic en un
link, lo que implica entregar más valor informativo al tuit, concentrando en él
todos los datos.
Aunque es generalizada la idea de que el tuit se parezca al titular de una nota,
todos de los tuiteros de medios asumen que es necesario hacer algunas
modificaciones al titular informativo, tomando en cuenta los siguientes criterios:
-Cuando sea demasiado extenso: Se suele sintetizar, quitando elementos (por
ejemplo, el nombre de un personaje y dejando sólo su apellido), para lograr
que quepa en los 140 caracteres, sobre todo cuando se incluye una imagen y/o
un hipervínculo, que restan parte importante del espacio disponible.
-Incluir imágenes: Las fotografías, los gifs e incluso los emojis17 se consideran
un elemento importante que determina la repercusión de un tuit. La periodista
de Radio Bío Bío explicó que sus publicaciones más retuiteadas correspondían
a imágenes con citas alusivas que acompañaban la noticia sobre la muerte de
algún personaje famoso.
17
Un emoji es en rigor cada uno de los íconos diseñados por Shigetaka Kurita en 1995 que se
pueden descargar a los teléfonos moviles. Sin embargo, se llama así por extensión a todos los
íconos que se usan en mensajes digitales textuales (Kelly, 2015).
274
-"Licencias" expresivas: Pese a que en general, los medios declararon el
apego a los datos y al estilo informativo, todos los entrevistados coincidieron en
que Twitter requiere más que un titular informativo para involucrar a la
audiencia, aunque esa posibilidad depende del tipo de tema del que se trate.
En ciertos asuntos "serios", no es posible alterar la narrativa tradicional, es
decir, el titular informativo lleno de datos.
"Claramente jugamos cuando se puede jugar con un titular, o sea cuando hay
un titular de espectáculos o de redes sociales, que es una sección que
tenemos que es básicamente viral. Pero cuando se trata de temas políticos
nacionales, internacionales, es sólo objetiva e informativa" (24 Horas).
En The Clinic, sus declaraciones en favor de una narrativa "seria" contrastan
con el estilo humorístico predominante en su edición impresa, que se reserva
sólo para ciertas secciones y no para temáticas "duras":
"Por la naturaleza del Clinic, también nos damos algunas licencias y podemos
hacer humor, pero siempre marcando la diferencia entre lo que es contenido
periodístico duro y lo que es "webeo" 18 , como se llama una de nuestras
secciones".
En la cuenta @copano, se usan sistemáticamente los adjetivos calificativos
para connotar las noticias seguidos de dos puntos:
"Nosotros siempre somos muy de adjetivizar. Lo que pasa es que nosotros
decimos: Nosotros definimos. Lo cual es bueno o es malo, hay unos que le
gusta o que no. El adjetivo funciona" (Copano).
Este recurso contrasta con la regla habitual de no connotar el discurso.
Vulgarismo chileno que significa "divertimiento".
18
275
Copano, que en su cuenta personal permite que intervenga su equipo de
contenidos:
"Tengo un lema a la hora de hablar de periodismo, es que no existe la
objetividad, existen los hechos. Yo siempre les digo: "Chicos, en el diario,
apéguense a los hechos". En especial cuando escriben desde mi cuenta"
(Copano).
De este modo, el único autorizado para editorializar es el mismo Nicolás
Copano, que actúa como editor, y opina sobre la noticia cuando ya se ha
informado sobre ella en el estilo tradicional. En estos tuits valorativos, a
diferencia de los tuits informativos, desarrolla un estilo que denomina "charla de
café", donde valora enjuiciativamente ciertos acontecimientos contingentes.
En el caso de The Clinic, existen reglas "como evitar adjetivizar los contenidos
y mantener los titulares originales de las noticias" (The Clinic).
Pese a tratarse de un medio que, en su declaración editorial online, redactada
en tono humorístico, asevera que "la empresa defenderá a cualquiera de la
censura, la injusticia, la persecución" (The Clinic, 2015), en ella se prohíbe
connotar las noticias en Twitter usando calificativos.
En este mismo sentido restrictivo, la narrativa de El Dínamo, simplemente se
atiene al titular informativo:
"Es el título de la nota más imagen y link. En Facebook se puede hacer algo
más lúdico. En Twitter, por los caracteres, lo más entrete sería publicar con
emojis" (El Dínamo).
276
puede hacer que las citas aparezcan fuera de contexto y no sean significativas
para el usuario.
277
7.2.2.3.3 Similitudes y diferencias con el periodismo tradicional
Los entrevistados en su gran mayoría creen que las narrativas en Twitter son
distintas a las tradicionales utilizadas en el periodismo informativo analógico.
Un factor determinante es el imperativo de la brevedad, pero también hay
periodistas que reconocen las características propias del medio social digital:
"Al principio todos éramos nuevos en esto y costó mucho adecuarse a estas
nuevas plataformas, donde todo es inmediato, preciso, en 140 caracteres. Yo
trabajé redactando artículos infinitos en La Tercera (diario del consorcio
COPESA). Imagínate cuánto me costó. Ninguna posibilidad de escribir un
bloque eterno con miles de datos, cuñas, etc, etc. ¡No cabe, por lo demás!
Finalmente entiendes, y porque tú mismo te conviertes en un usuario de Twitter
o Facebook, que la cosa cambió, que ahora puedes viralizar un contenido tan
rápido que no te das ni cuenta. Te percatas que una sola cuña es la noticia,
que un dato, sólo eso, es lo que la gente quiere saber… nada más. También te
relajas, la gente no busca necesariamente la formalidad. Al contrario. Porque
ahora la idea es acercarse al público…ser uno más" (CDF).
@copano agrega como un elemento diferenciador intrínseco a Twitter la
instantaneidad:
"Es en el momento, está vivo. ¿Cachai? No es reflexivo. Twitter tiene una
virtud: hace ver a todo el mundo inteligente. Porque si uno escribe mal es un
estúpido. Pero también al mismo tiempo engaña" (Copano).
Los encargados de las cuentas de 24 Horas, The Clinic y CNN, consideran que
existen similitudes entre Twitter y el periodismo tradicional, en particular por la
relación del tuit con el titular informativo, pero al mismo tiempo se abren a
generar modificaciones narrativas en relación con las características de la
plataforma:
-En 24 Horas se considera que la pirámide invertida sigue usándose para
redactar las notas del sitio web, "pero en Twitter, o sea en redes sociales, es
básicamente tratar de que el titular enganche al público y haga que el público
entre a tu página. Si es eso" (24 Horas).
-Para The Clinic, depende del estilo del medio la adhesión en Twitter a las
narrativas tradicionales. En el caso de ellos, cuando la información que
vinculan usa un estilo humorístico, el tuit también adopta ese estilo.
278
-Por último, para CNN, el uso de las narrativas tradicionales dependerá del tipo
de contenido. Si se trata de un "extra", es decir, de una noticia de último
minuto, se usa una narrativa informativa similar a la de los medios analógicos,
pero esto puede variar cuando se entrega otro tipo de mensaje.
Dado que los periodistas a cargo de las cuentas de Twitter están de acuerdo
en que es necesario hacer modificaciones a los titulares del sitio web cuando
se transforman en tuits noticias, cada uno admitió poner en práctica algunas
estrategias narrativas diferentes, cuya aplicación en su mayoría dependerá de
la naturaleza del tema que se esté tratando.
279
expresión inglesa equivalente "breaking news" o "noticia en desarrollo" y "lo
último"
"Usamos mucho los "ahora", cuando está hablando algún ministro, está
hablando la Presidenta o si está saliendo algo por la radio y linkeamos el link
del reproductor de la radio para que la gente lo escuche directamente de ahí.
Tratamos de ser "al instante", una cosa así. Empezamos siendo así nosotros y
después fuimos viendo que otros medios agarraron lo mismo (Radio Bío Bío).
Todas estas frases refuerzan la idea de la instantaneidad, simulada o real,
dependiendo del acontecimiento y, a menudo la convergencia, al invitar al
usuario a exponerse al discurso en otro soporte del mismo medio.
280
Esta tendencia a incitar, si bien es inherente a un medio social, es también
acorde a la idea tradicional de poner los discursos abiertamente valorativos en
las cuentas de los usuarios y no en las de los medios.
281
7.2.2.3.5 Narrativas y condiciones de producción
282
"Creo que la clave es que es un gran sistema de distribución. Lo que yo
siempre les digo a mis periodistas cuando trabajamos en la redacción: Chicos,
si no está bien distribuido no existe. Porque si no, es un diario de vida. Lo que
yo tengo hoy en Twitter es una gran cadena de distribución. Un cadena de
distribución que en especial es leída desde los periódicos".
Para CNN, Twitter tiene un valor informativo en sí mismo centrado en la
inmediatez, pero contribuye además a potenciar la imagen corporativa de esta
empresa periodística internacional y por ello se utilizan narrativas que
incentiven la participación:
"Se debe promover la interacción, de modo que los propios usuarios se
convierten en embajadores de nuestra marca con sus acciones" (CNN).
Por lo tanto, estas metas productivas se traducen en recursos discursivos que
permitan obtener estas metas, lo que confirma la incidencia de las condiciones
de producción de la noticia en las narrativas, que están dispuestas como la
generación estratégica de discursos.
Como otro factor que determina las narrativas está la imagen que los
narradores tienen de sus usuarios, de su perfil y necesidades.
283
Miranda, 2015). Asimismo, en las entrevistas, BíoBío, El Dínamo y The Clinic
plantearon que por política no responden los tuits de los usuarios. Los medios
restantes, coincidieron en que no intervienen en los debates ni contestan textos
ofensivos, pero que sí suelen responder tuits indagatorios sobre la
programación (en el caso de CDF) o de alcances relacionados con las noticias.
Por lo tanto, no existe un rol activo de los medios como moderadores de las
conversaciones, sino, sólo en algunos casos, como incentivadores.
284
VIII. Triangulación de los resultados y conclusiones
285
participación. Esto, aun cuando en realidad sea imposible construir la noticia
sin un proceso intersubjetivo y profundamente lingüístico.
En consonancia con estas creencias mayoritarias en torno al periodismo
informativo, en Twitter las estrategias discursivas más utilizadas por los
periodistas son justamente las que buscan disimular al narrador-periodista, que
corresponden a los indicadores tradicionales del periodismo y que incluyen el
qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el quién, el por qué, el para qué y las citas
directas e indirectas a los discursos de las fuentes, que sí tienen derecho a
opinar y a connotar.
Aunque los entrevistados en su mayoría asumieron que las narrativas de
Twitter son distintas a las del periodismo tradicional, en especial, por la
restricción a sólo 140 caracteres, en los tuits seminales de la muestra, se
incluyó un promedio de 3,19 iml/tuit, es decir, cada tuit seminal al menos
registró 3 indicadores de marcas lingüísticas. Y de éstos, un 75% correspondió
a datos, es decir, a alguno de los recursos tradicionales del periodismo. Por lo
tanto, la brevedad por sí sola no genera narrativas nuevas. Los periodistas se
las arreglan para incluir muchos datos en ese espacio tan reducido,
incrementando los niveles de "media richness", término definido en este caso
sólo como la cantidad de datos que se liberan en una cierta cantidad de tiempo
y que son una característica de los medios sociales (Kaplan & Haenlein, 2010).
En síntesis, en cuanto a las narrativas, hemos podido comprobar que la
mayoría de los medios demostró usar una estrategia ritual heredada para
contar las noticias, la que Tuchman (1972) compara con el campesino del
Mediterráneo que se cuelga un diente de ajo en el cuello para alejar a los
espíritus malignos.
286
tales, fueron distinguidos con verbos y marcas gráficas de atribución, al igual
que los enunciados distributivos. Esto revela además la creación constante del
frame de agente (Entman, 1991), según el que los medios individualizan al
responsable de los hechos o de los dichos, lo que, se cree, protege la
credibilidad del periodista, que permanece en aparente silencio y de incógnito.
El narrador-periodista, por este afán de disimular su presencia (o su
omnipresencia más bien), sólo emitió en el corpus cerca de un cuarto de tuits
modales, es decir, referidos a acciones futuras. En ficción, el narrador
realmente puede ser omnisciente, y por eso suele hacer prolepsis, puesto que
sabe con certeza el resultado de esas anticipaciones. El narrador de facción en
cambio, a lo más podría hacer una prolepsis basado en enunciados
declarativos de las fuentes, que por su naturaleza siempre son verídicos. En
otro caso, deberá confiar mucho en la fuente o simplemente citarla
cuidadosamente. De este modo, la fuente, y nunca el narrador, será
responsable si la profecía no resulta cierta. Por esto también, en el corpus
analizado, el narrador casi siempre asumió un ángulo simple y un aspecto de la
narración, sin pretender ni fingir que puede acceder a los pensamientos de los
actantes, aunque ellos se los confíen.
Por estas particularidades además, los enunciados modales no
correspondieron a los clásicos categorizados por Greimas para la narración de
ficción, puesto que las noticias en general apuntan a otros tipos de acciones
narrativas. De este modo, los que más se repitieron fueron el anunciar hacer
(siempre depositado en fuentes confiables), el deber hacer (que por sus
implicancias éticas también se adjudica a las fuentes) y el llamar a hacer, que
es el enunciado modal más propio de un medio social, porque proyecta una
acción futura virtual, que se actualizará sólo si el usuario quiere.
Es debido también a estas razones que el narrador sólo se transforma en
personaje las escasas veces en que opina. También por ello tiende más que
nada a usar la tercera persona singular, el impersonal y la tercera persona
plural para relatar las acciones. El uso del yo es un privilegio de las fuentes.
De acuerdo a estos resultados, se entiende también que sólo un 1,76% de las
narrativas utilizadas corresponda a la fórmula O, que es la inventio, en el
sentido de la retórica aristotélica, el tener "algo nuevo que decir" en
argumentación, es decir, la opinión. Los narradores-periodistas opinan poco,
287
aun cuando la opinión es un género del periodismo que, cuando se usa, suele
estar bien delimitado y demarcado, para que no "contamine" la información.
288
Hay que admitir de todos modos que estas ideas a veces se transforman en
fórmulas fijas como "ojo con", "lo último", "breaking news", que pueden terminar
siendo nuevos "collares de ajo", que vayan perdiendo su efectividad, pero sigan
colgando del cuello de los periodistas, como técnicas instauradas y probadas
para lograr el éxito en Twitter, tal como ocurrió con la pirámide invertida. Sin
embargo, se vislumbra tras ellas cierta "toma de conciencia digital", es decir,
una noción acerca de las particularidades del lenguaje propio de un medio
social como Twitter.
289
8.6 El nuevo ritual del tiempo y del espacio
"Éstas son tres cosas que existen de algún modo en el alma, y fuera de ella yo
no veo que existan". San Agustín (2006) se refiere al pasado, el presente y el
futuro, que siempre son experimentados desde el presente, y que no existen
"fuera del alma", porque son categorías de lenguaje. Por lo tanto, el uso del
tiempo que se hace en Twitter siempre encierra una construcción temporal. En
este sentido, una parte de los entrevistados describió sus rutinas productivas
en cuanto a los tuits noticia refiriendo una construcción temporal deliberada,
que implica la conciencia de que Twitter tiene su propio devenir sincrónico,
incluso ficticio, que es paralelo al devenir de los acontecimientos noticiables e
incluso a la cronología de otros medios. De este modo, ciertos medios se dan
cuenta de este poder de "controlar el tiempo" y organizan los tuits en una
secuencia propia, pensando en el usuario de Twitter y en su línea de tiempo
290
singular, que es distinta a cualquier otra porque refiere su selección individual
de cuentas preferidas. Esto les permite aspirar a generar una sincronía con el
tiempo del usuario.
Sin embargo, la gran mayoría de los medios intenta disimular este devenir
construido, seguramente por una pretensión de objetividad, y se basan
simplemente en el orden de publicación de notas en el sitio web al que Twitter
está supeditado.
La mención explicíta al tiempo, como una de las 6 W, fue minoritaria y existió
en el 10,57% de los tuits seminales estudiados. Pero el análisis de discurso,
que sólo incluyó a los tuits con mayores grados de seminalidad, permitió
describir la construcción temporal, más allá del dato, referida al uso del tiempo
en relación con la acción narrativa, la interacción con el usuario y las
decisiones del narrador en cuanto a los recursos utilizados.
La mayor parte de los tuits con alta seminalidad correspondieron al presente,
especialmente a lo que San Agustín (2006) llama la visión, es decir, el presente
de las cosas presentes. Esta tendencia refuerza la idea general de que el
pasado y el futuro se actualizan en el presente, pero además refuerza el
"tiempo real", que es propio de la construcción temporal en Twitter, debido a
sus breves procesos de producción y a la simplicidad de sus recursos. En este
sentido, se descubrieron tuits que usaron la visión formal, valiéndose del
tiempo presente para referirse a hechos pasados que habían ocurrido
recientemente. Esta técnica tiene variadas fórmulas, que los entrevistados
refirieron y que tienen relación con el uso del "ahora" y "lo último", para indicar
que la noticia está ocurriendo, cuando a veces en realidad acaba de suceder.
Otros tuits usaron la visión actual, donde la instantaneidad deja de ser
simulada y pasa a ser verdadera, porque el acontecimiento en realidad aún
está ocurriendo.
Ambas formas pueden ser caracterizadas como tiempo irreversible, porque
estos acontecimientos, que parecen pertenecer al presente, por lo general
suelen transformarse en recuerdo y quedar en el pasado. Esto aun cuando
puedan sincronizarse por momentos con el tiempo del usuario, que
habitualmente no los lee sincrónicamente, sino diacrónicamente, de manera
posterior a su publicación.
En cuanto al pasado, la mayor parte de los tuits que usaron este tiempo se
291
valieron de la memoria formal, porque contaron en presente hechos ocurridos
en un pasado más lejano, lo que trae ilusoriamente al presente un pasado
diacrónico e irreversible, porque no se generan nexos con esos eventos y la
actualidad. Lo mismo ocurre con los recuerdos, en los que se cuenta en
pasado lo que ocurrió en el pasado y se produce sólo una remembranza, que
no parece afectar el presente.
Distinto es el caso de la memoria actual, que logra, incluso en la brevedad de
un tuit, generar vínculos entre pasado y presente (memoria actual) y entre
pasado, presente y futuro (expectación situada). Estas narrativas permiten
dimensionar desde el presente el impacto de la noticia como ruptura del
continuo y sus posibles consecuencias. Por ello, presentan un tiempo
reversible, que permite restaurar en el presente las huellas del pasado y activar
las proyecciones del futuro.
Asimismo, se pudieron analizar tuits que contenían el germen del mito, que
puede crear desde la noticia un acontecimiento sin tiempo, que sirva de modelo
o de lección para el presente. Esto se logra mediante la reiteración de los
recuerdos y su connotación permanente. Los mitos en este sentido se
relacionaron con la línea editorial de sus respectivos medios, erigiéndose como
frames de metonimia (Entman, 1991), es decir, que a partir de eventos aislados
se desprendan generalizaciones en el tiempo, que permiten valorar la realidad
presente y futura.
Por último, los tuits incitadores, que alcanzaron un 2% en la muestra total, en el
análisis discursivo generaron un tiempo presente genuino porque buscaron una
sincronía con el tiempo individual del usuario al apostar a una acción futura
conjunta, relacionada con la participación y la interactividad propia de los
medios sociales.
Asumir que Twitter genera un tiempo construido y que es un presente que
simula instantaneidad, es parte de la toma de conciencia digital y es lo único
que permite entrar en sincronía con el tiempo del usuario. Esto se traduce en
estrategias discursivas que posibiliten el uso el tiempo reversible, que conecte
el pasado y futuro con el presente o que permitan sincronizar una acción
compartida en acuerdo con el tiempo del usuario.
292
8.6.2 Un lugar virtual no es un no lugar
293
Además, la naturaleza de la plataforma digital pudo colaborar en la
construcción de lugares, sobre todo en el caso de los lugares incitadores, que
se relacionan con los indicadores que llaman a la interactividad del usuario.
También son digitales las narrativas en que se mencionó expresamente a las
redes sociales y al mismo Twitter como un "lugar", desde donde se pueden
generar hechos sociales. Estos recursos están basados en la idea de que un
lugar virtual no necesariamente es un no lugar, sino un espacio que requiere
una acción para ser actualizado, como tomar partido, escribir, hacer clic,
retuitear, discrepar, concluir, argumentar. Entonces puede convertirse en un
lugar real, que genere hechos conjuntos que promuevan relaciones, historias e
identidades.
Como existió una baja mención explícita a los lugares, fue posible descubrir
también la deixis de lugar, que permitió, mediante marcas en el discurso,
señalar un lugar que se encontraba fuera del texto. Esto permite también
aprovechar la oportunidad de generar una sintopía con el usuario. Este
concepto se ha usado más bien para referirse a la multidisciplinariedad o a la
ausencia de huellas geográficas (Cuadra, 2015), pero esta vez nos referimos al
concepto equivalente a lo que representa la sincronía en la dimensión
temporal: un lugar virtual de encuentro, que se actualiza en el hecho social,
cuando se produce una acción colaborativa. En este sentido el compartir este
espacio que se señala en la deixis permite situarse en el espacio del usuario.
Éste puede ser un lugar analógico o geográfico (y dependerá del caso si el
usuario lo valora como lugar o no lugar). Pero también puede ser un lugar
digital, una invitación a generar una acción colaborativa, o un lugar mediático
más sofisticado, como el lugar convergente, donde cada usuario pueda poblar
su espacio mental con distintos insumos obtenidos de soportes diversos, desde
donde pueda situar su propia generación de contenidos.
294
44,44% de las tendencias apuntó a esta área, en especial al fútbol. Sin
embargo, en los medios, la tendencia a hablar de deportes es aún más
predominante, alcanzando un 63,93% de los tuits, lo que lleva a concluir que
los medios exageran la preeminencia de la agenda deportiva. Cuando Twitter
les pregunta "¿qué está pasando?, los medios más que nada piensan en fútbol.
Si relacionamos este dato con las respuestas de los encargados de las cuentas
de Twitter de los medios, se puede decir que la agenda en Twitter está
mayoritariamente ligada a la pauta de los sitios web correspondientes al medio,
que a la vez están vinculados con el medio originario de la institución, que es a
menudo analógico. Sólo en la minoría de cuentas Twitter existe una pauta
propia para la plataforma. Por lo tanto, se puede inferir que la preferencia por
los deportes no es una característica propia de Twitter, sino una tendencia de
la agenda de los medios chilenos en general.
Esto se relaciona también con las rutinas productivas que inciden en la
construcción de la noticia en Twitter, aún son los periodistas los que están a
cargo de tuitear las noticias. El cambio radica en que, según lo que refirieron
los entrevistados, tienen una mayor autonomía respecto de los editores, que
habitualmente les permiten publicar tuits acerca de las noticias que han
reporteado y sólo realizan una revisión a posteriori.
Sin embargo, es común a los periodistas que manejan tuits de medios el estar
supeditados a las condiciones de producción, que imponen metas productivas
relacionadas con la función de Twitter, que a menudo son extra informativas y
que, en definitiva, inciden en la narración.
Como ya hemos comentado, las plataformas 2.0 ofrecen conexiones, que son
posibilidades virtuales de generar redes sociales. La factibilidad de actualizar
estas conexiones en vínculos reales que permitan generar hechos sociales,
depende en gran medida del mundo que se construya lingüísticamente a partir
de ellos.
De este modo, las narrativas que emplean los periodistas y medios de
comunicación para relatar las noticias también inciden en las dinámicas
sociales que generan con sus usuarios.
295
En primer lugar es interesante que en el universo de 609.618 tuits recogidos de
los trending topics noticia durante la semana construida, haya existido sólo un
29,4% de tuits seminales. Esto implica que la conducta mayoritaria de los
usuarios al tuitear las noticias sea simplemente retuitear o mencionar los tuits
que otros han escrito, o también cometer plagio, replicando y distribuyendo
textualmente los microdiscursos de otros, sin siquiera mencionarlos.
Además un 9,92% del universo correspondió a tuits de medios y el resto, a tuits
de usuarios no medios. Esto lleva a la importante conclusión de que, pese a la
preponderante actitud pasiva de los usuarios, es el público el que más habla de
noticias en Twitter, lo que permite afirmar que se trata de un medio social,
considerando los dos niveles más evolucionados propuestos por Fuchs (2014):
la colaboración y la generación de comunidades en torno, en este caso, a
temas comunes.
En cuanto a este último punto, llamó la atención el bajo uso de los hashtags,
que estuvieron presentes en sólo 3 de los 36 trending topics estudiados. Es
probable que esto se deba al prejuicio de que instalar un tema abiertamente en
forma de consigna pueda revelar intenciones editoriales del medio. Sin
embargo, la agenda setting, como vimos, es una actividad inherente a la
construcción de la noticia y que ha demostrado seguir vigente en la era digital,
como el mismo McCombs (2005) se ha encargado de comprobarlo.
Es llamativo además el bajo uso de los hashtags por parte de los medios
porque, cuando medimos la seminalidad promedio de los tuits noticia de la
muestra y la relacionamos con las tendencias de Twitter, los trending topics
que mayor seminalidad obtuvieron fueron justamente los que usaron hashtags,
que se ubicaron en el primer, segundo y cuarto lugar de la lista de los
microdiscursos que mayor participación generaron por parte de los usuarios.
Esto se hace más importante considerando la seminalidad de los tuits noticia,
usando el Índice de Seminalidad del Tuit Noticia (ISTN), un indicador propuesto
en este estudio, que valora las distintas opciones preestablecidas de
interactividad que ofrece Twitter en relación con el "esfuerzo creativo" y el
compromiso que implica el contenido generado por el usuario (UGC) (Kaplan &
Haenlein, 2010).
La seminalidad de los tuits de los medios es en promedio de 1,48, lo que
significa un nivel bajo. De hecho, sólo un 12% obtuvo un índice de seminalidad
296
sobresaliente o alto. Y un 53% presentó una seminalidad nula, es decir, que el
tuit del medio no obtuvo ningún tipo de respuesta interactiva. Por lo tanto, la
gran mayoría de los discursos de medios no generó interactividad.
Ahora bien, esta seminalidad no se basa únicamente en el tema de la noticia,
porque todos los tuits de la muestra fueron recogidos como parte de las
tendencias generadas en su mayoría por los usuarios. De hecho tampoco se
notó una correlación del índice de seminalidad con el ciclo de vida de la noticia
como trending topic. Esto nos permitió despejar el problema y centrarnos en las
narrativas como un factor determinante en la seminalidad del tuit.
Esto se hizo patente al medir el ISTN en las narrativas más utilizadas de los
medios, porque en ellas se detectó un nivel de seminalidad inferior al mínimo,
bajo y, a lo sumo, medio. Esto, en resumen, permite concluir la baja
seminalidad de las narrativas tradicionales del periodismo en Twitter. Es decir,
al menos en esta plataforma, como intuían los periodistas entrevistados, no
bastan los datos para generar interactividad.
Fue consistente que, en contraste, al confeccionar un ranking con las
narrativas que obtuvieron mayor seminalidad en la medición, encontráramos
que en ellas la incidencia de los indicadores periodísticos bajaba de un 74,74%
en la muestra total, a un 61,85%. Es decir, la seminalidad fue mayor en los tuits
con menor incidencia de marcas periodísticas tradicionales.
Lo mismo ocurrió con los indicadores retóricos, que, en las narrativas con más
alta seminalidad, subieron de un 19,85% a un 12,24%, sugiriendo que los
recursos argumentativos son más efectivos para promover la participación que
la sola entrega de datos.
En particular, es de interés comentar el alza de los recursos digitales,
inspirados en la naturaleza misma del lenguaje digital y en las características
de Twitter, que subieron de un 10,41% en la muestra general, a un 16,52% en
las narrativas con mayor seminalidad.
El mensaje es claro en cuanto a que las narrativas, aunque puedan parecerse
a las que se han usado tradicionalmente, deben incrementar otros recursos
para generar participación en Twitter. Como dijeron los periodistas
entrevistados, "lo humano funciona", y esta "presencia social" no es compatible
con el ocultamiento del narrador, que está implícito en las fórmulas
tradicionales del periodismo.
297
8.8.1 Conversaciones en Twitter
Por último, es importante analizar las dinámicas entre las narrativas de los tuits
seminales de medios y los tuits respuesta de los usuarios. En particular es
interesante que, pese a ser un medio social y a que los usuarios en el universo
general son los que más hablan de noticias en Twitter, predominen las
conexiones verticales. Es decir, los usuarios suelen referirse al tuit del medio
más que dirigirse horizontalmente a los tuits de otros usuarios. Incluso no
existe una utilización profusa de la reciente herramienta para direccionar y
anidar los tuits respuesta, que permite, a través de una especie de deixis
gráfica, señalar que la respuesta apunta a un usuario en particular y no al resto
del hilo de conversación.
En relación con los medios, la actitud de los usuarios es más de aceptación,
como si sólo se tratara de un "me gusta". Esto se observó al determinar la
preeminencia de las conexiones aditivas, que legitiman en principio el discurso
del medio, como aceptación de un acuerdo básico de comunicación. Además,
estas conexiones fueron mayoritariamente conjunciones, que implican una
afinidad con el contenido del mensaje proferido por el medio. Las conexiones
aditivas de contraste e indagatorias y las causales y retóricas fueron muy
escasas.
Pese a la naturaleza de estos vínculos entre los enunciados, en general, se
determinó que sí hubo conexiones discursivas entre los tuits seminales de los
medios y los tuits respuesta, lo que confirma su característica de ser
conversaciones secuenciales, que se distinguen de las unidades fragmentarias
de discurso que aparecen en la interfaz de Twitter cuando un usuario revisa su
línea de tiempo ordenada de forma inversa o cuando busca los tuits que han
abordado determinado trending topic. Estas conversaciones en cambio están
ordenadas en una línea de tiempo cronológica, de lo más antiguo a lo más
reciente, lo que facilita una secuencialidad y emula la conversación analógica.
298
medios y periodistas en Twitter no deconstruye las narrativas tradicionales, sino
que mayoritariamente las reproduce, arreglándoselas para incluir muchos datos
en un espacio reducido. Sin embargo, sí posibilita la aparición, en un bajo nivel
de uso (en torno al 10%), de narrativas digitales, propias de la plataforma o del
lenguaje digital, y de otros recursos, especialmente retóricos, que han estado
restringidos en el periodismo tradicional, porque evidencian la presencia del
narrador en el relato, cuando la consigna del "ritual de la objetividad" es
justamente disimular las marcas del narrador sobre el discurso.
El estudio prueba que estos recursos, al ser combinados con las marcas
tradicionales, son óptimos para el uso en Twitter, porque permiten motivar a los
usuarios a utilizar la plataforma como medio social.
Esto es fundamental considerando que Twitter es utilizado en Chile para estar
informado, lo que hace suponer que existen usuarios que sólo o principalmente
conforman su imagen de la realidad social pública basados en las noticias que
leen en los breves 140 caracteres.
299
8.10 Conclusiones finales
19
Extraído
de
Correa
y
Orozco
(2004, p.474)
300
nadie lo hubiera inventado nunca.
Al mirar sus marcas empañadas, fue posible descubrir un uso de la tercera
persona, para tomar distancia, como si nadie hablara. También de los
enunciados descriptivos, referidos al pasado, que podría parecer menos
incuestionable que el futuro. Cuando se trató de opiniones o de anticipar,
siempre se cuidó de valerse de sus fuentes, cuidadosamente citadas, aun con
las restricciones de espacio. Las fuentes se transforman así en narradores
vicarios, cuyos discursos parecen pertenecer a los actantes, pero en realidad
han sido cuidadosamente manipulados por el narrador. Y no podría ser de otro
manera, porque la noticia es producción lingüística, que implica distinguir la
importancia y el interés y crear un "mundo posible" (Rodrigo Alsina, 1989).
Además, en el periodismo tradicional, las marcas que están detrás de la
selección de las 6W y de las citas de las fuentes incluyen un sinnúmero de
decisiones narrativas, desde la selección del tema y de los entrevistados, la
edición de la "cuña", la priorización y la jerarquización de los datos. En suma, el
narrador "ausente" es más bien un narrador omnisciente jugando a la ironía.
En cuanto a las marcas lingüísticas en las narrativas en Twitter, identificamos
en suma un claro predominio de estas marcas tradicionales del periodismo,
junto a un tímido ascenso de otro de tipo de marcas, que evidencian más la
presencia del narrador, en especial las retóricas, y otras propias del lenguaje
digital, que rondan apenas un 10%. Por lo tanto, aunque las narrativas
tradicionales del periodismo demostraron estar presentes en las noticias en
Twitter, existieron en baja frecuencia algunas narrativas nuevas y un consenso
en los periodistas entrevistados de que los datos no son suficientes para
generar interactividad en un medio social.
Es tan gravitante el peso de la construcción narrativa en la noticia que pudimos
describir un tiempo y un espacio particular, que además tienen la profunda
connotación de pasar a ser parte de la "realidad de la vida cotidiana", por
cuanto las noticias, incluso en Twitter, significan para muchos usuarios ese
"cono de luz" que se abre paso en medio de la selva para construir relevancias
que permitan avanzar, cambiar, mantener, decidir cotidianamente en sociedad
(Berger & Luckmann, 2001, pp. 63-64). Este cono de luz, es en realidad es más
bien el tragaluz por el que podemos ver la realidad social, un encuadre hecho
de palabras.
301
En cuanto al tiempo, vimos ejemplos en que la narrativa en Twitter permite la
sincronía con el usuario, no basada solamente en la apariencia de "tiempo real
que ofrece la plataforma, sino más bien en la capacidad de unir el pasado y el
futuro con el presente, para dar sentido al cambio que implica una noticia.
En relación con el espacio, pudimos analizar discursos donde la noticia en
Twitter rompía el prejuicio de que lo virtual no es real y que lo digital crea no
lugares. El darle identidad, relación e historia a las redes sociales digitales
depende en gran medida de que las narrativas sean incitadoras y llamen a los
usuarios a hacer un esfuerzo creativo para no sólo entregar datos a las
empresas periodísticas a cambio de nada, sino para crear sentidos en
conjunto, en un entorno intersubjetivo. De este modo, el no-lugar puede dar a
paso a un sintopía, a un lugar común.
Las narrativas analizadas generaron distintos niveles de seminalidad, término
que cómo se actualiza la posibilidad virtual de obtener una respuesta activa por
parte del usuario que recibe la noticia. En esta investigación quedó claro que
las narrativas tradicionales registraron un nivel de seminalidad bajo en general.
Sin embargo, cuando se mezclaron con recursos retóricos y digitales, esta
seminalidad aumentó notoriamente.
Por otro lado, estos discursos con interactividad demostraron que permiten
generar conversaciones, que se verifican en el tuit seminal y sus respectivos
tuits respuesta y que devuelven a la plataforma la secuencialidad del habla,
suspendiendo la sucesión fragmentaria de tuits que aparecen en las millones
de líneas de tiempo únicas de cada usuario. En estas conversaciones se
detectó una gran credibilidad de los usuarios en los medios, imitando el modelo
analógico, cuando aún existía sólo una pequeña cantidad de medios emisores.
Aun en Twitter, el usuario se dirige a ellos y principalmente valora sus
discursos.
En cuanto a nuestras anticipaciones de sentido, podemos decir que, en efecto,
Twitter estimula el surgimiento de nuevas narrativas, pero aún son minoritarias,
porque la mayor parte de estas estrategias discursivas se atienen todavía a los
usos tradicionales del periodismo informativo, aun cuando, como se comprobó,
esto restrinja la efectividad de promover la interactividad de los usuarios.
Por otro lado, en el contexto digital, es posible dislocar el espacio y
desincronizar el tiempo, colaborando en la configuración de no-lugares y de un
302
solo devenir histórico e instantáneo, sin pausa. Esto puede verse intensificado
por la aparición de una multiplicidad de sujetos/narradores que construyan
noticias en Twitter, sobre todo porque en este estudio probamos que quienes
más hablan sobre las noticias son los usuarios no-medios, muchos más que los
periodistas. De esta manera, podríamos estar asistiendo a una excesiva
individualización de las referencias, en que cada usuario construya su mundo,
su tiempo y su espacio.
Pero Twitter además nos da virtualmente la posibilidad de construir un mundo
en conjunto, lo que no radica tanto en tener más cuentas que seguir y que
aparezcan en el timeline como módulos inconexos. Twitter es más que nada
una conversación y no puede transformarse en un diálogo de sordos.
Para que la plataforma incentive realmente la conversación, es necesaria una
"toma de conciencia digital", que permita incrementar la seminalidad, no sólo
para cumplir metas corporativas, sino que para construir la realidad de forma
intersubjetiva. Se trata de una especie de "giro lingüístico digital", que implique
reconocer que el periodismo en general y lo digital y Twitter de forma
específica construyen el tiempo y construyen el espacio. Y este proceso no es
anónimo, sino que está liderado por el narrador-periodista y enriquecido a
través de una multiplicidad de narradores-usuarios.
Es en las conversaciones de Twitter, más que en los tuits seminales por sí
solos, donde el usuario concilia la multiplicidad de hechos (la materia prima del
periodismo informativo) y puede transformarlos en acontecimientos, en el
sentido de Augé (2000), es decir, en eventos que son consensuadamente
relevantes para la sociedad.
Allí virtualmente puede experimentar un tiempo reversible, que vaya y vuelva
del pasado y se proyecte al futuro. Puede transformar la plataforma, de un
simple "lugar de tráfico" de personas, que nunca permanecen, en una "charla
de café" sobre lo que nos importa e interesa como comunidad y no sólo como
individuos.
Para lograr estas nuevas configuraciones, la toma de conciencia de la
importancia de las narrativas debe llevar a los periodistas a no sólo resumir o
añadir fórmulas a los titulares de antaño. Más bien tiene que ver con lo
humano, con la presencia social del narrador, que cuenta historias tan
importantes como la vida misma.
303
304
Referencias bibliográficas
Adoni, H., & Mane, S. (1984). Media and the social construction of reality.
Toward an Integration of Theory and Research. (H. Y.-3. Adoni, Trad.)
Communication Research , 11 (3), 323-340.
Aguado, G., San Martí, J., & Magallón, R. (2009). ) El papel del estado en la
prensa: análisis comparativo entre la prensa Euromediterránea y la
anglosajona. International journal of communication (3), 780-807.
Álvarez, A., & Gómez, P. (2012). Redes Sociales, una nueva forma de presión
social : El caso Punta de Choros. Valparaíso, Chile: Universidad de Playa
Ancha.
Aquino, P., Flores, R., & Rivera, I. (2006). Manipulación informativa del caso
MIDES por parte de El Diario de Hoy. Tesis Licenciatura. Recuperado el
12 de Noviembre de 2015, de Universidad de El Salvador:
http://ri.ues.edu.sv/6797/
305
Aristóteles. (s.f.). Sobre la interpretación. Santiago, Chile: Universidad Arcis.
Arola, K. (2010). The design of Web 2.0: The rise of the template, the fall of
design. Computers and Composition , 27 (1), 4-14.
306
Berganza, R., Meier, K., & Oller, M. (2010). Los roles periodísticos y la
objetividad en el periodismo político escrito suizo y español . Latina de
comunicación social (65), 488-502.
Biocca, F., Harms, C., & Gregg, J. (2001). The Networked Minds Measure of
Social presence: Pilot Test of the Factor Structure and Concurrent Validity.
En M. I. Labs, 4th annual International Workshop on Presence (págs. 1-9).
Philadelphia, Estados Unidos: Media Interface & Network Design Labs.
Bolívar, A. (. (2007). Análisis del discurso: ¿Por qué y para qué? Caracas,
Venezuela: El Nacional.
Brügger, N. (2010). Web history. Nueva York, Estados Unidos: Peter Lang
Publishing.
307
Cabrera, V. (2009). Palabras sin conceptos. Entrevista a Marc Augé. Paralelaje.
Revista de Filosofía. (2), 173-179.
Canel, M., & Sádaba, T. (1999). La investigación académica sobre las actitudes
profesionales de los periodistas. Una descripción del estado de la
cuestión. Comunicación y Sociedad , 12 (1), 9-32.
Christensen, M., & Rojas, L. (2015). Futuro digital Chile. Santiago: Comscore.
308
Cintras, I. (1981). Marcas linqüísticas do narrador. Alfa (25), 49-56.
Cobo, C., & Pardo, H. (2007). Planeta web 2.0. Inteligencia colectiva o medios
fast food. México, México: Flacso, México.
Cohen, B. (1963). The press and the foreign policy. Nueva Jersey, Estados
Unidos: Princeton University Press.
Cox, J. (2014). News You Need to Know: Examining the Prioritization of News
Content in Print and Online Publications. Mass Communication &
Journalism , 4 (8), 1-7.
Cull, B. (2011). Reading evolutions: Online digital text and implications for
reading in academe. First Monday , 16 (6), s.p.
Daie, R. (2014). Futuro Digital Chile 2014. El repaso del año digital y qué viene
para el año que sigue. Santiago, Chile: Comscore.
Darnton, R. (1982). What is the history of books? Daedalus , 111 (3), 65-83.
Davis, B. (2013). Hashtag politics: The polyphonic revolution of #Twitter,
Pepperdine Journal of Communication Research, 1, 16-22. Pepperdine
Journal of Communication Research , 1, 16-22.
Deltell, L., & Martínez, A. (2014). Los líderes en su maraña. Perfiles de los
presidentes latinoamericanos en Twitter. Telos: Cuadernos de
comunicación e innovación (99), 114-125.
309
Dunlap, J., & Lowenthal, P. (2009). Tweeting the night away: Using Twitter to
enhance social presence. Journal of Information Systems Education , 20
(2), 129-135.
Dürkheim, E. (2001). Las reglas del método sociológico. México, México: Fondo
de Cultura Económica.
Emol. (15 de marzo de 2012). Grupo Bethia concreta compra del 100% de
Mega en más de US$ 182 millones. Recuperado el 26 de junio de 2015,
de Emol:
http://www.emol.com/noticias/economia/2012/03/15/531087/grupo-bethia-
concreta-compra-del-100-de-mega-en-mas-de-us-182-millones.html
Fallas, L., & Cárdenas, L. (2006). En Diálogo con Los Griegos: Introducción a la
Filosofía Antigua. Bogotá, Colombia: San Pablo.
310
Fernández, F., & Miranda, M. (2015). Hablándole a la televisión: análisis de las
conexiones discursivas entre Twitter y tres programas de contenido
político en televisión abierta. Comunicación y Sociedad (24), 71-94.
Foucault, M. (1989). Las palabras y las cosas: Una arquelogía de las ciencias
humanas. México, México: Siglo XXI.
Gamson, W., & Modigliani, A. (1989). Media discourse and public opinion on
nuclear power: A constructionist approach. American journal of sociology ,
95 (1), 1-37.
Gayón, D., Montaño, C., & Suárez, A. (2011). El surgimiento del periodismo
moderno. Entre oficio, afición, profesión. Inpahu (7).
Gil Ramírez, H., & Guilleumas García, R. (17 de abril de 2015). Redes sociales
de profesores en twitter. Recuperado el 2015 de junio de 2015, de
Reposital. Material Educativo. Universidad Nacional Autónoma de México:
http://reposital.cuaed.unam.mx:8080/jspui/handle/123456789/3852
311
Glock, C. (. (1967). Survey Research in the Social Sciences. Connecticut,
Estados Unidos: Russel Sage Foundation.
312
Gutiérrez Palacio, J. (1984). Periodismo de opinión: redacción periodística.
Editorial, columna, artículo, crítica. Selección de textos. Madrid, España:
Paraninfo.
Himelboim, I., McCreery, S., & Smith, M. (2013). Birds of a feather tweet
together: Integrating network and content analyses to examine cross-
ideology exposure on Twitter. .Journal of Computer-Mediated
Communication, (18), 154-174.
Hochstetter, J., Díaz, C., & Cares, C. (2012). Licitaciones Públicas de Software:
Métricas Basadas en Actos de Habla. roc. Information Systems and
Technologies (CISTI), 2012 7th Iberian Conference , 451-456.
313
Hu, Y., Farnham, S., & Talamadupula, K. (2015). Predicting User Engagement
on Twitter with Real-World Events . En AAAI, Ninth International AAAI
Conference on Web and Social Media. Oxford, Reino Unido: AAAI.
Johnson, D., Miranda, M., & Soria, B. (2013). Periodistas en Twitter: El desafío
de opinar en 140 caracteres. En O. Isalas, & P. Ricaurte, Investigar las
redes sociales. Comunicación total en la sociedad de la ubicuidad. (págs.
72-97). México, México: Instituto Tecnológico de Monterrey.
Kaplan, A., & Haenlein, M. (2010). Users of the world, unite! The challenges
and opportunities of Social Media. Business horizons , 53 (1), 59-68.
Kelly, C. (2015). Do you know what I mean >:(: A linguistic study of the
understanding ofemoticons and emojis in text messages. Recuperado el 1
de Diciembre de 2015, de Digitala Vetenskapliga Arkivet: http://www.diva-
portal.org/smash/get/diva2:783789/FULLTEXT01.pdf
314
Kwak, H., Lee, C., Park, H., & Moon, S. (2010). What is Twitter, a social
network or a news media? Proceedings of the 19th international
conference on World wide web (19), 591-600.
Leung, C., Medina, I., & Tanbeer, S. (2013). Analyzing social networks to mine
important friends. En G. Xu, & L. Li, Social media mining and social
network analysis: emerging research. (págs. 90-104). Hershey, Estados
Unidos: IGI Global.
315
Liu, Z. (2008). Paper to digital. Documents in the information age. Westport,
Estados Unidos: Libraries Unlimited.
Majul, E. (15 de septiembre de 2014). The Reading Brain in the Digital Age:
Why Paper Still Beats Screens. Recuperado el 15 de mayo de 2015, de
La voz del interior: http://www.lavoz.com.ar/temas/por-que-el-cerebro-
prefiere-el-papel
Marín de la Iglesia, J. (2010). Web 2.0. Una Descripción Muy Sencilla de Los
Cambios Que Estamos Viviendo . La Coruña, España: Netbiblio.
Mayntz, R., Holm, K., & Hübner, P. (1980). Introducción a los métodos de la
sociología empírica. Madrid, España: Alianza.
McCombs, M., & Shaw, D. (1972). The agenda-setting function of mass media.
Public opinion quarterly , 36 (2), 176-187.
McCombs, M., Llamas, J., López-Escobar, E., & Rey, F. (1997). Candidate
images in Spanish elections: Second-level agenda-setting effects .
Journalism & Mass Communication Quarterly , 74 (4), 703-717.
316
Meeyoung, C., Haddad, H., Benvenuto, F., & Gummadi, K. (2010). Measuring
influence in Twitter: The million follower fallacy. International AAAI
Conference on Weblogs and Social Media User , 10, 10-17.
Mindich, D. (2000). Just the facts: How objectivity came to define American
journalism. . Nueva York, Estados Unidos: NYU Press.
Miranda, M. (2005). Los weblogs, ¿el nuevo fin de la historia? F@ro (2), s.p.
Mouton, J., & Marais, H. (1996). Basic Concepts in the Methodology of the
Social Sciences. Pretoria, Sudáfrica: HSRC Publishers.
Murthy, D. (2011). Twitter: Microphone for the masses? Media, Culture and
Society , 33 (5), 779-789.
Noguera, J. (2013). How open are journalists on Twitter? Trends towards the
End-user journalism”. Communication & Society , 26 (1), 93-114.
317
Norgaard Kristensen, N. (2003). "El cocktail profesional" cuando el papel de
periodista se confunde con el de agente de relaciones publicas. Revista
de Comunicación , 2, 41-67.
O'Reilly, T. (30 de Septiembre de 2005). What is web 2.0. Design Patterns and
Business Models for the Next Generation of Software. Recuperado el 5 de
Junio de 2015, de O'Reilly:
http://www.oreilly.com/pub/a/web2/archive/what-is-web-20.html
Pew Research Center. (2014). Emerging and developing nations want freedom
on the internet. Recuperado el 26 de junio de 2015, de Pew Global:
http://www.pewglobal.org/files/2014/03/Pew-Research-Center-Global-
Attitudes-Project-Internet-Censorship-Report-FINAL-March-19-2014-10-
AM-ET.pdf
318
Popper, K. (1980). La Lógica de la Investigación Científica. Madrid, España:
Tecnos.
Riffe, D., Aust, C., & Lacy, S. (1993). The effectiveness of random, consecutive
day and constructed week sampling in newspaper content analysis.
Journalism & Mass Communication Quarterly , 70 (1), 133-139.
319
Rossi, L., & Magnani, M. (2012). Conversation Practices and Network Structure
in Twitter. Sixth International AAAI Conference on Weblogs and Social
Media , 6, 563-566.
Ryan, J. (2010). A history of internet and the digital future. Londres, Reino
Unido: Reaktion Books.
Santisteban, G., & Rodríguez, S. (2013). Twitter como herramienta para los
medios tradicionales de comunicación en Colombia: su incidencia en el
cambio de las prácticas periodísticas y la interacción con su público.
Obtenido de Repositorio institucional Universidad del Rosario:
http://repository.urosario.edu.co/handle/10336/4969
320
Siebert, F., Peterson, T., & Schramm, W. (1984). Four Theories of the Press:
The Authoritarian, Libertarian, Social Responsibility and Soviet Communist
Concepts of what the press should be and do. (T. B. Illinois, Ed.) Illinois.
Singer, J., & Ashman, I. (2009). "Comment is free, but facts are sacred”: user-
generated content and ethical constructs at the Guardian. .Journal of
Mass Media Ethics , 24 (1), 3-21.
Singer, J., & Ashman, I. (2009). Comment Is Free, but Facts Are Sacred”: User-
generated Content and Ethical Constructs at the Guardian. Journal of
Mass Media Ethics: Exploring Questions of Media Morality, 24:1, 3-21 , 1
(24), 3-21.
Terranova, T. (2004). Network culture. Politics for the information age. Londres,
Reino Unido: Pluto Press.
321
Thornton, L. (2013). “Time of the Month” on Twitter: Taboo, Stereotype and
Bonding in a No-Holds-Barred Public Arena. Sex Roles (68), 41-54.
Travers, J., & Milgram, S. (1969). An experimental study of the small world
problem. Sociometry , 32 (4).
Turkle, S. (2011). Alone together. Why we expect more from technology and
less from ecah other. Nueva York, Estados Unidos: Basic books.
UM. (2013). Curiosity Works Wave 7. Cracking the Social Code. Recuperado el
25 de junio de 2015, de IAB Europe. The voice of digital business:
http://www.iabeurope.eu/files/6913/8192/7926/Wave_7_-
_Cracking_The_Social_Code.pdf
Van den Boomen, M. 2.-5. (2006). Transcoding metaphors after the mediatic
turn. Siegener Periodicum zur internationalen empirischen
Literaturwissenschaft, 25(1), 47-58. Siegener Periodicum zur
internationalen empirischen Literaturwissenschaft, , 25 (1), 47-58.
322
Van Dijck, J. (2009). Users like you? Theorizing agency in user-generated
content. Media, culture and society , 31 (1), 41-59.
Wang, Y., & Zhou, S. (2015). How Do Sports Organizations Use Social Media
to Build Relationships? A Content Analysis of NBA Clubs’ Twitter Use.
IJSC , 8 (2), 133-148.
Weaver, D., & Wilhoit, G. (1991). The American Journalist: A Portrait of U.S.
News People and Their Work. Indiana: Indiana University Press.
Witzel, A., & Reiter, H. (2012). The Problem-Centred Interview. Londres, Reino
Unido: Sage.
323
Young, K. (2011). Social ties, social networks and the Facebook experience.
International Journal of Emerging Technologies and Society, 1 (9), 20-34.
Zanoni, L. (2012). La gran manzana. Las 10 claves del éxito de Apple. Buenos
Aires, Argentina: Sudamericana.
324
325