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El caracol encantado

En un país muy lejano vivían muchos niños huérfanos al cuidado de unos granjeros.

Estos niños sufrían mucho y pasaban necesidades, a pesar de todo esto intentaban salir adelante
porque allí había variedad de cultivos y diversidad de animales, gallinas, mariposas, zorros,
gatos, perros, patos, burros, caballos y otros.

Cuenta la historia que una vez los granjeros dejaron a los niños solos y se fueron a un paseo,
cuando llegaron de la playa trajeron un pequeño caracol, venía en el equipaje y se deslizó de la
maleta cayendo en una zanja cerca al gallinero.

En la noche,

-Tengo mucha hambre, buscaré los huevos de las gallinas – dijo el zorro.

El zorro se tropezó con el caracol, se resbaló y se lo devoró entero. En este momento el caracol
hizo un fantástico efecto en el zorro, si lograba que lo vomitara, el zorro perdería su cuerpo.

De repente, apareció la mariposa quien revoloteaba por el gallinero

- ¡Malvado zorro, vomita ya a mi amigo el caracol! –dijo la mariposa.

Si lo vomito perderé mi cuerpo, se convertirá en mariposa - respondió el zorro.

- Es mentira, vomítalo ya.

- Te haré caso igual estoy atragantado.

En el momento que el zorro vomito al caracol, se convirtió en zorroposa, cabeza de zorro y


cuerpo de mariposa.

Pasados unos días y todos aún sorprendidos por tan terrible situación, uno de los niños mayores
del lugar fue a dar alimento a las gallinas y aprovechó para seguir buscando el caracol que no
aparecía. Era como un tesoro para todos, cuando de repente, la gallina colorada estaba
atragantada con el caracol, los niños intentaron ayudar, pero fue imposible, la gallina se ahogó.

Los caballos se alborotaron, uno de ellos pisó a la gallina, salió el caracol del cuerpo de esta y
uno de los caballos se lo comió.

- Me siento un poco mareado – dijo el caballo.

- ¿Qué pasa Silvestre? Tu eres muy fuerte – respondió un niño

Silvestre el caballo se cayó y de un momento a otro su cabeza se volvió diminuta, convirtiéndose


en caballina.

Los niños asustados ante esta situación corrieron a avisar a sus cuidadores, pero uno de ellos,
muy enojado, los encerró como castigo y dijo que el caracol debia aparecer.

Salieron en busca del caracol y notaron que algo extraño sucedía con los perros y los gatos de
aquel lugar.

- Este líquido está muy delicioso – dijo el perro.

- Lo que tú no sabes es que son los pasos del caracol – respondió el gato.

Los perros y los gatos lamían el camino que dejaba el caracol a su paso, cuando de pronto, toda la
granja quedó en una terrible oscuridad, las cabezas de los gatos desaparecieron.

- ¿Que está sucediendo? No siento mi cuerpo – dijo el perro.

- Yo no siento mi cabeza – respondió el gato.

Aparecieron nuevos animales en nuestra granja llamados peto.

Al siguiente día, angustiados por los nuevos animales que aparecieron en la granja, fueron todos
en busca del caracol para así atraparlo y evitar más problemas.
Unos niños fueron por los lados de la granja, otros por el prado y otros buscaron en la casa y sus
alrededores.

Pasaron varios días y no conseguían al caracol, hasta que una tarde todos muy cansados entraron
en la casa y en este momento se vino una gran tormenta.

Mientras dormían y descansaban en los alrededores de la granja ocurría algo extraño, el caracol
entró en el lago donde habitaban los patos, los patos bebían de esta agua y el burro fascinado los
observaba y bebía al igual que ellos, fue en ese momento donde el caracol logró una nueva
fantasía, el pato perdió su cuerpo y el burro su cabeza apareciendo así un nuevo integrante de la
graja llamado Buto.

Para los dueños de la granja y cuidadores de aquellos niños todo se convirtió en alegría y
felicidad.

-Exponiendo estos nuevos animales fantásticos ganaremos mucho dinero – dijo el granjero

Y fue así como terminó esta historia, los niños se organizaron para trabajar en la granja, unos
vendiendo las boletas para mostrar los animales, otros cultivando y otros alimentando a los
caracoles.

Con el pasar de los días los niños entraron a la escuela donde aprendieron cosas nuevas, pudieron
jugar, pasear, divertirse y contar por el resto de la vida esta gran historia.

AUTOR: Jose Miguel Florez Herrera

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