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Nombres: Andres Julian Neira Rueda, Joseph David Hernandez Cruz, Juan Felipe Martinez Manrique,

María paula Martínez niño

La migración una solución para el individuo que representa un problema para la sociedad.

Millones de personas, plantean la migración como el escape a las cadenas que frenan la libertad de
oportunidades, en sus países de origen; manifiesta un vestigio de la descolonización de la sociedad y
un comportamiento recurrente en la cultura latina de escapar del control y la precariedad a las
cuales llevamos siendo sometidos desde los inicios de las colonias, sin embargo, aquello que para
muchos significa el fin de sus problemas y la realización de sus sueños, termina desembocando un
problema social enorme, que nos lleva a plantear la siguiente pregunta:

¿Es la migración una forma de deshumanización?

Está hipótesis puede llegar a plantearse como algo extremista, el decir que el huir de un país en
búsqueda de mejores oportunidades es deshumanizar suena como algo extremadamente drástico,
lastimosamente hay un trasfondo que contiene argumentos necesarios, para dar validez al concepto
de deshumanización en la migración, no planteándolo desde el hecho de escapar en búsqueda de un
mejor futuro, sino con lo referente a la estigmatización y el sometimiento de los migrantes hacia
distintas formas de discriminación manifestadas en los entornos sociales, debido a la diferencia de
culturas o al sentimiento de superioridad demostrado por personas que buscan dominar a una
población débil.

En cualquier parte del mundo, se observan similares amenazas a las estructuras de poder e
identidades hegemónicas. A partir de esto, siguiendo a Du Bois, uno tiene la tentación de
afirmar que el problema del siglo XXI es y será el problema de migración, pero no como un
problema diferente al racismo sino íntimamente conectado con éste. La expresión y los efectos
contemporáneos de la migración están intrínsicamente vinculados al problema de las múltiples
e interconectadas líneas de la colonialidad global (Grosfoguel & Maldonado‐Torres, 2008).

Para establecer la problemática de la discriminación a los migrantes debemos analizar sus causas y el
fragmento anterior consideramos que plasma perfecto la causa del repudio hacia la población
migrante, la causa principal para el racismo y discriminación por la migración radica en la amenaza
que esta representa para la estructura de poder e identidades hegemónicas especialmente en países
de raza blanca que se autoproclaman como raza superior. El acceso de otras culturas a su territorio
provoca una pérdida de identidad que desde su visión nacionalista representa ceder el poder y ese
sentido de orgullo hacia su nación y su raza.

La manifestación del racismo en la sociedad siempre se plantea desde la necesidad humana de


someter y en el caso de la problemática de los migrantes el más fuerte (raza blanca) busca reprimir
que las culturas externas a las suyas “corrompan” los estamentos y principios transmitidos de
generación en generación, por lo tanto, se despropia al migrante de ser reconocido como un ser
humano y solo se asocia y reconoce como un problema que debe ser solucionado a toda costa.

Un ejemplo de la discriminación y segregación racial como herramienta de sometimiento es la


colonia “Como vivían y anhelaban la mayoría de los colonizadores blancos, que fueron a su vez la
mayoría en los nuevos estados independientes en las Américas (una mayoría lograda, sin duda,
parcialmente mediante la segregación y el limpiamiento racial), con concepciones de la persona y
la sociedad que salvaguardaban la discriminación racial y sexual, la exclusión y el odio hacia
mujeres y minorías” (Grosfoguel & Maldonado‐Torres, 2008).
La evolución demográfica, especialmente a través de la llegada significativa de migrantes, puede
conducir a tensiones y cambios en la percepción social. A medida que ciertas áreas metropolitanas
adopten culturas e influencias provenientes de estos migrantes, podría surgir una dinámica donde la
mayoría blanca se convierta en minoría. Esta transición abrupta podría desencadenar tensiones y
manifestaciones marcadas de xenofobia y discriminación racial en la sociedad.

El aumento de la diversidad cultural y étnica en estas áreas urbanas puede llevar a una sensación de
cambio rápido y a una percepción de pérdida de la identidad cultural tradicional. En este contexto,
algunos individuos podrían sentirse amenazados por lo que perciben como una "invasión" cultural o
una alteración de su entorno conocido.

Estos cambios pueden desencadenar respuestas negativas, incluyendo actitudes xenofóbicas y


discriminación dirigida hacia los migrantes y las comunidades étnicas que contribuyen a esta
transformación demográfica. Esta tensión social puede manifestarse en políticas discriminatorias,
actos de exclusión social y económica, así como en un aumento en los actos de prejuicio y racismo.

La resistencia al cambio demográfico puede generar divisiones profundas en la sociedad, exacerbando


conflictos raciales y sociales. La falta de entendimiento y aceptación de la diversidad cultural podría
alimentar un clima de intolerancia y discriminación que dificultaría la convivencia armoniosa y el
progreso colectivo en estas comunidades.

En última instancia, estas tensiones resaltan la importancia de abordar el cambio demográfico con
comprensión, educación y políticas inclusivas que fomenten la integración y el respeto mutuo entre las
diferentes identidades culturales y étnicas. La promoción de la diversidad y la inclusión podría ayudar a
mitigar las tensiones y construir una sociedad más cohesionada y equitativa Llevando todo a la
actualidad y comprendiendo que globalmente estamos en un proceso de decolonidad se hace
complicado establecer la problematica en un solo lugar del mundo.

Por lo antes expuesto, podemos afirmar que Grosfoguel entreteje el fenóme-


no de la migración internacional con el marco explicativo de la decolonialidad a
partir de la adopción del concepto de colonialidad que, a su vez, se fundamenta
en dos conceptos clave: el sistema–mundo de Immanuel Wallerstein y la zona de
ser y la zona de no ser de Frantz Fanon. El primero de estos conceptos nos ayu-
da a entender cómo la migración no es un fenómeno localizable en un solo Es-
tado nación y en un solo tiempo, sino que tiene una perspectiva global que com-
promete a más de un espacio geopolítico y a varias temporalidades, haciendo
énfasis en su situación de desigualdad y dominación económica y política. Por
otro lado, la zona de ser y la zona de no ser, considera las prácticas de racismo
y discriminación como un mecanismo que impone una diferenciación superior/
inferior de los sujetos, en este caso, de los migrantes por su posición en la je-
rarquía étnica y racial (Rosales, 2018).
En conclusión, la migración puede ser una solución para el individuo que representa un
problema para la sociedad. La migración puede ser una oportunidad para las personas que
buscan mejorar sus vidas, pero también puede ser una fuente de discriminación y
deshumanización.

Como señala Erika Herrera Rosales en su ensayo "El espacio, el tiempo y el racismo en las
perspectivas decoloniales: apuntes para descolonizar los estudios sobre migración
internacional", la migración es often representada como una amenaza a la identidad
cultural y nacional de los países de destino. Esta representación se basa en una lógica
colonial que define a los migrantes como inferiores a los ciudadanos nativos.

La lógica colonial se manifiesta en la representación negativa de los migrantes en los


medios de comunicación. Los migrantes often son representados como criminales,
terroristas o amenaza a la seguridad nacional. Esta representación contribuye a la
xenofobia, la discriminación y la violencia contra los migrantes.

La migración también puede conducir a tensiones sociales y políticas, ya que puede


provocar cambios en la composición demográfica de las sociedades de destino. Estas
tensiones pueden manifestarse en forma de xenofobia, discriminación y violencia.

Para abordar los desafíos de la migración, es necesario abordarla desde una perspectiva
decolonial. Esto significa reconocer que la migración es un fenómeno complejo que está
influenciado por factores históricos, económicos y políticos. También significa rechazar la
lógica colonial que representa a los migrantes como una amenaza.

Grosfoguel, R., & Maldonado‐Torres, N. (2008). Los latinos, los migrantes y la

descolonización del imperio estadounidense en el siglo XXI. Tabula rasa, pag

Rosales, E. H. (2018). El espacio, el tiempo y el racismo en las perspectivas decoloniales:

apuntes para descolonizar los estudios sobre migración internacional. Inter disciplina,

Pedregosa Argüelles, F. (2021). Conectando lugares de tránsito: Aproximación

autoetnográfica desde la práctica profesional y académica. En Antropología

Experimental, 21(1), 1-16.

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