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Fundación las Delicias

Daniel y Apocalipsis
Lección 19

La Solicitud de Daniel por su


Pueblo
Bosquejo Lección 19
1. El ayuno de tres semanas de Daniel (Daniel 10:1-3)
2. La visión de Daniel de un ser celestial (Daniel 10:4-
6)
3. La reacción de Daniel (Daniel 10:7-9)
4. Gabriel consuela a Daniel (Daniel 10:10-14)
5. La interacción de Daniel con Gabriel (Daniel 10:15-
19)
6. Introducción a la Profecía (Daniel 10:20, 21)
El ayuno de tres semanas de Daniel
(Daniel 10:1-3)
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
“Cuando murió [Darío], más o menos unos
dos años después de la caída de Babilonia,
Ciro le sucedió en el trono, y el comienzo de
su reinado señaló el fin de los setenta años
iniciados cuando la primera compañía de
hebreos fué llevada de Judea a Babilonia
por Nabucodonosor”.
Profetas y Reyes, pág. 408.3
“Llegaron noticias de este decreto hasta las provincias
más lejanas de los dominios del rey, y por doquiera
hubo gran regocijo entre los hijos de la dispersión.
Muchos, como Daniel, habían estado estudiando las
profecías, y habían estado rogando a Dios que
interviniera en favor de Sión según lo había
prometido. Y ahora sus oraciones recibían
contestación; y con gozo en el corazón podían cantar
unidos [Salmo 126:1-3 citado]”.
Profetas y Reyes, pág. 410.1
Esdras 4:1-3
Oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín
que los venidos de la cautividad edificaban el
templo de Jehová Dios de Israel, vinieron a
Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les
dijeron: Edificaremos con vosotros, porque
como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él
ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-
hadón rey de Asiria, que nos hizo venir aquí.
Zorobabel, Jesúa, y los demás jefes de casas
paternas de Israel dijeron: No nos conviene
edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino
que nosotros solos la edificaremos a Jehová
Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro,
rey de Persia.
“Sin embargo, si los caudillos judíos hubiesen
aceptado este ofrecimiento de ayuda, habrían
abierto la puerta a la idolatría. Supieron discernir
la falta de sinceridad de los samaritanos.
Comprendieron que la ayuda obtenida por una
alianza con aquellos hombres sería insignificante,
comparada con la bendición que podían esperar si
seguían las claras órdenes de Jehová”.
Profetas y Reyes, pág. 415.3
Esdras 4:4, 5
Pero el pueblo de la tierra
intimidó al pueblo de Judá, y lo
atemorizó para que no edificara.
Sobornaron además contra ellos
a los consejeros para frustrar sus
propósitos, todo el tiempo de Ciro
rey de Persia y hasta el reinado
de Darío rey de Persia.
Daniel 10:13
Mas el príncipe del reino de
Persia se me opuso durante
veintiún días; pero he aquí
Miguel, uno de los principales
príncipes, vino para ayudarme, y
quedé allí con los reyes de Persia.
Contexto de Daniel 10

539 535
a. C. a. C.

Caída de Babilonia…………………………….……………539 a. C.

Oración de Daniel y la profecía de las 70 semanas…539/538 B.C.

Decreto de Ciro y el regreso de los judíos………………537/536 B.C.

Tercer año de Ciro…………………………………………………535/534 B.C.


La edad de Daniel
Cap. 7 Primer año de 552 a. C. 71 años de edad
Belsasar

Cap. 8 Tercer año de 549 a. C. 74 años de edad


Belsasar

Cap. 9 Primer año de 539 a.C 84 años de edad


Darío

Cap. 10 Tercer año de 535/534 a. C. 88 años de edad


Ciro
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
“En la ocasión que acaba de describirse, el ángel
Gabriel impartió a Daniel toda la instrucción
que él podía recibir en ese momento. Unos pocos
años más tarde, sin embargo, el profeta deseaba
conocer más con respecto a asuntos que entonces
no fueron plenamente explicados, y de nuevo se
dedicó a la búsqueda de luz y sabiduría de Dios”.
La Edificación del Carácter, pág. 47
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
“Eran tan sólo un residuo los que habían
decidido regresar de Babilonia; y ahora al
emprender una obra que aparentemente
superaba sus fuerzas, sus vecinos más
cercanos vinieron a ofrecerles ayuda.”.
Profetas y Reyes, pág. 415.3
“Era natural que la tristeza embargase el corazón de
aquellos ancianos al pensar en los resultados de la
larga impenitencia. Si ellos y su generación hubiesen
obedecido a Dios y cumplido su propósito para Israel,
el templo construído por Salomón no habría sido
derribado ni habría sido necesario el cautiverio. Pero,
a causa de la ingratitud y la deslealtad que habían
manifestado, fueron dispersados entre los paganos”.
Profetas y Reyes, pág. 412.2
“Con tierna misericordia, el Señor había vuelto a visitar a su
pueblo y le había permitido regresar a su tierra. El pesar por
los errores pasados debiera haber sido reemplazado por
sentimientos de gran gozo. Dios había obrado en el corazón de
Ciro para que les ayudase a edificar el templo, y esto debiera
haber arrancado a todos expresiones de profunda gratitud.
Pero algunos no discernieron las providencias favorables de
Dios. En vez de regocijarse, albergaron pensamientos de
descontento y desaliento. Habían visto la gloria del templo de
Salomón y se lamentaban por la inferioridad del edificio que se
estaba erigiendo”.
Profetas y Reyes, pág. 412.3
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
“Ellos decidieron que como la carne no
había compuesto su dieta en el pasado, no
llegaría a ser parte de su dieta en el futuro,
y ya que el vino había sido prohibido a
todos los que se ocuparan del servicio de
Dios, ellos determinaron que no harían
parte de eso”.
The Youth’s Instructor, agosto 18, 1898
Versículos 1-3: En el año tercero de Ciro rey de
Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el
conflicto grande; pero él comprendió la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión. En aquellos días
yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni entró en
mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento,
hasta que se cumplieron las tres semanas.
Daniel 10:13
Mas el príncipe del reino de
Persia se me opuso durante
veintiún días; pero he aquí
Miguel, uno de los principales
príncipes, vino para ayudarme, y
quedé allí con los reyes de Persia.
“Mientras Satanás estaba procurando influir en las más altas
potestades del reino de Medo-Persia para que mirasen con
desagrado al pueblo de Dios, había ángeles que obraban en
favor de los desterrados. Todo el cielo estaba interesado en la
controversia. Por intermedio del profeta Daniel se nos permite
vislumbrar algo de esta lucha poderosa entre las fuerzas del
bien y las del mal. Durante tres semanas Gabriel luchó con las
potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las
influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro; y antes que
terminara la contienda, Cristo mismo acudió en auxilio de
Gabriel”.
Profetas y Reyes, pág. 418.3
“Todo lo que podía hacer el cielo en favor del pueblo de
Dios fué hecho. Se obtuvo finalmente la victoria; las
fuerzas del enemigo fueron mantenidas en jaque mientras
gobernaron Ciro y su hijo Cambises, quien reinó unos
siete años y medio…La obra del templo progresó
lentamente durante el reinado de Cambises. Y durante el
reinado del falso Esmerdis (llamado Artajerjes en Esdras
4:7), los samaritanos indujeron al impostor sin escrúpulos
a que promulgara un decreto para prohibir a los judíos
que reconstruyeran su templo y su ciudad”.
Profetas y Reyes, págs. 418, 419
Reyes persas
Fecha a. C. Nombre en la historia Referencia Bíblica Decreto
538 – 536 (2 años) Darío el Medo Dan. 5:31 - 6:28
536 – 529 (7 años) Ciro el Grande Dan. 5:31 - 6:28; Esd. 536 a. C.
1:1 - 4:5

529 – 521 (7,5 años) Cambises (Asuero) Esd. 4:6


521 (5 meses) Falso Esmerdis Esd. 4:7-24
(Gaumata Bardiya)

521 – 485 (31 años) Darío II o Histaspes Esd. 4:5,24; 5:6 519 a. C.
485 – 464 (21 años) Jerjes Ester
464 – 423 (41 años) Artajerjes Longimanus Esdras 7; Nehemías 457 a. C.
La visión de Daniel de un ser
celestial (Daniel 10:4-6)
Versículos 4-6: Y el día veinticuatro del mes
primero estaba yo a la orilla del gran río
Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un
varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro
de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo, y su
rostro parecía un relámpago, y sus ojos como
antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como
de color de bronce bruñido, y el sonido de sus
palabras como el estruendo de una multitud.
Versículos 4-6: Y el día veinticuatro del mes
primero estaba yo a la orilla del gran río
Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un
varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro
de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo, y su
rostro parecía un relámpago, y sus ojos como
antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como
de color de bronce bruñido, y el sonido de sus
palabras como el estruendo de una multitud.
“La luz que Daniel recibió de Dios fue dada
especialmente para estos postreros días. Las
visiones que él tuvo junto a las riberas del Ulai
y del Hidekel, los grandes ríos de Sinar, están
hoy en proceso de cumplimiento, y todos los
acontecimientos predichos pronto ocurrirán”.
Testimonios para los Ministros, pág. 110
Versículos 4-6: Y el día veinticuatro del mes
primero estaba yo a la orilla del gran río
Hidekel. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un
varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro
de Ufaz. Su cuerpo era como de berilo, y su
rostro parecía un relámpago, y sus ojos como
antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como
de color de bronce bruñido, y el sonido de sus
palabras como el estruendo de una multitud.
Apocalipsis 1:13-16
Y en medio de los siete candeleros, a
uno semejante al Hijo del Hombre,
vestido de una ropa que llegaba
hasta los pies, y ceñido por el pecho
con un cinto de oro. Su cabeza y sus
cabellos eran blancos como blanca
lana, como nieve; sus ojos como
llama de fuego; y sus pies
semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y su
voz como estruendo de muchas
aguas…y su rostro era como el sol
cuando resplandece en su fuerza
“Esta descripción es similar a la que fue dada
por Juan cuando Cristo se le reveló en la isla de
Patmos. Un personaje nada menor que el Hijo de
Dios fue el que le apareció a Daniel. Nuestro
Señor viene con otro mensajero celestial para
enseñar a Daniel lo que ha de acontecer en los
días finales”.
La Edificación del Carácter, pág. 48.1
“¡Qué grande honor se le muestra a Daniel por parte de la
Majestad del cielo! Dios consuela a su siervo tembloroso, y le
asegura que su oración ha sido escuchada en el cielo. En
respuesta a esta ferviente petición, el ángel Gabriel es enviado
para influir sobre el corazón del monarca persa. El rey ha
resistido las impresiones del Espíritu de Dios durante las tres
semanas en que Daniel estaba ayunando y orando, pero el
Príncipe del cielo, el Arcángel, Miguel, es enviado para
cambiar el corazón del obstinado rey e inducirlo a tomar una
medida resuelta en respuesta a la oración de Daniel”.
La Edificación del Carácter, pág. 49.2
La reacción de Daniel
(Daniel 10:7-9)
Versículos 7-9: Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y
no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino
que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y
se escondieron. Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran
visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se
cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido
de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo
sueño, con mi rostro en tierra.
Versículos 7-9: Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y
no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino
que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y
se escondieron. Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran
visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se
cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido
de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo
sueño, con mi rostro en tierra.
Apocalipsis 6:16

Y decían a los montes y a las


peñas: Caed sobre nosotros, y
escondednos del rostro de
aquel que está sentado sobre
el trono, y de la ira del
Cordero
Versículos 7-9: Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y
no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino
que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y
se escondieron. Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran
visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se
cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno.
Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido
de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo
sueño, con mi rostro en tierra.
Pruebas físicas de un verdadero profeta
• Num. 12:6 – Tendrá visiones
• Dan. 10:8 – Pierde su fuerza en la visión
• Dan. 10:18 – Es fortalecido por un ángel
• Dan. 10:17 – Sin aliento
• Dan. 10:15 – Enmudecido
• Dan. 10:16 – Sus labios son tocados por un ángel
• Dan. 10:16 – Habla sin aliento
• Jer. 1:9 – Las palabras de Dios son puestas en su boca (2JT 270-293)
• 2 Sam. 23:2 – Dios controla su lengua
• Num. 24:16 – Sus ojos son abiertos en la visión
• Num. 23:20 – No puede revocar las palabras
• 2 Cor. 12:2-4 – Inconsciente de su entorno
Gabriel consuela a Daniel
(Daniel 10:10-14)
Versículos 10-14: Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me
pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me
dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te
hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras
hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo:
Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios,
fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún
días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino
para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para
hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días;
porque la visión es para esos días.
Versículos 10-14: Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me
pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me
dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te
hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras
hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo:
Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios,
fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún
días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino
para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para
hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días;
porque la visión es para esos días.
Daniel 12:1

En aquel tiempo se levantará


Miguel, el gran príncipe que
está de parte de los hijos de tu
pueblo; y será tiempo de
angustia, cual nunca fue desde
que hubo gente hasta entonces;
pero en aquel tiempo será
libertado tu pueblo, todos los
que se hallen escritos en el libro.
Daniel 9:25
Sabe, pues, y entiende, que
desde la salida de la orden
para restaurar y edificar a
Jerusalén hasta el Mesías
Príncipe, habrá siete
semanas, y sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar
la plaza y el muro en tiempos
angustiosos.
Judas 9

Pero cuando el arcángel


Miguel contendía con el
diablo, disputando con él por
el cuerpo de Moisés, no se
atrevió a proferir juicio de
maldición contra él, sino que
dijo: El Señor te reprenda.
1 Tesalonicenses 4:16

Porque el Señor mismo con


voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en Cristo
resucitarán primero.
Juan 5:28

No os maravilléis de esto;
porque vendrá hora cuando
todos los que están en los
sepulcros oirán su voz.
Versículos 10-14: Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me
pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me
dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te
hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras
hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo:
Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios,
fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún
días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino
para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para
hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días;
porque la visión es para esos días.
La interacción de Daniel con Gabriel
(Daniel 10:15-19)
Versículos 15-19: Mientras me decía estas palabras, estaba yo
con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. Pero he aquí, uno
con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces
abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor
mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda
fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi
señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó
aliento. Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra
vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no temas; la paz
sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba,
recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has
fortalecido.
Versículos 15-19: Mientras me decía estas palabras, estaba yo
con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. Pero he aquí, uno
con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces
abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor
mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda
fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi
señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó
aliento. Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra
vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no temas; la paz
sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba,
recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has
fortalecido.
Versículos 15-19: Mientras me decía estas palabras, estaba yo
con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. Pero he aquí, uno
con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces
abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor
mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda
fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi
señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó
aliento. Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra
vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no temas; la paz
sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba,
recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has
fortalecido.
Versículos 15-19: Mientras me decía estas palabras, estaba yo
con los ojos puestos en tierra, y enmudecido. Pero he aquí, uno
con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces
abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor
mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda
fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi
señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó
aliento. Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra
vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no temas; la paz
sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba,
recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has
fortalecido.
Salmo 25:14

La comunión íntima de
Jehová es con los que le
temen, y a ellos hará
conocer su pacto.
Introducción a la Profecía
(Daniel 10:20, 21)
Versículos 20-21: El me dijo: ¿Sabes por qué
he venido a ti? Pues ahora tengo que volver
para pelear contra el príncipe de Persia; y
al terminar con él, el príncipe de Grecia
vendrá. Pero yo te declararé lo que está
escrito en el libro de la verdad; y ninguno
me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe.
Versículos 20-21: El me dijo: ¿Sabes por qué
he venido a ti? Pues ahora tengo que volver
para pelear contra el príncipe de Persia; y
al terminar con él, el príncipe de Grecia
vendrá. Pero yo te declararé lo que está
escrito en el libro de la verdad; y ninguno
me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe.
Versículos 20-21: El me dijo: ¿Sabes por qué
he venido a ti? Pues ahora tengo que volver
para pelear contra el príncipe de Persia; y
al terminar con él, el príncipe de Grecia
vendrá. Pero yo te declararé lo que está
escrito en el libro de la verdad; y ninguno
me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe.

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