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Licenciatura en Filosofía

Historia de la Filosofía antigua II


Dr. José Luis Ponce Pérez
Lectura: La crítica a los poetas
Alí Vázquez Luna

La crítica a los poetas

I. Estructura general
En este diálogo de “La crítica a los poetas” que forma parte de la República, podemos encontrar
una conversación que Platón mantiene con Glaucón, uno de sus discípulos. En ella se establece
que, a diferencia de cómo se ha formado el Estado de una forma correcta, ha ocurrido lo contrario
con la poesía. Platón sostiene que la poesía ha caído en una serie de imitaciones que han
discernido las partes del alma. Es decir, que todas las obras que conforman la poesía dan la
impresión de ser una perdición del espíritu de quienes las leen, sobre todo cuando no poseen el
saber acerca de cómo son; un saber que podría servirles como antídoto.
Aunado a esto, establece que el arte mimético está lejos de representar la verdad. Es decir,
las obras que se crean bajo imitación son una reproducción del autor, pero él es incapaz de tocar
cada una de las partes que las conforman. Por lo que ese poco que alcanza a tocar es sólo una
imagen. Con esto, pretende llegar a la conclusión de que los poetas no son expertos en cada una
de las temáticas que abordan sus obras, no pueden tener todo el conocimiento. Es decir que sólo
realizan una imitación de los conocimientos de alguien más y esto desencadena el engaño para
quienes leen sus obras y confían en su ‘conocimiento’.

II. Estructura temática del texto


El diálogo que se establece en “La crítica a los poetas” está conformado, en su estructura, por
distintas temáticas, mismas que enlistaré a continuación. En primer lugar, el texto es una fuerte
crítica contra los poetas de la época; es considerado una de las exposiciones más elaboradas y
sugestivas, ya que en ella se plantea y se entiende la expulsión de los poetas por hacer uso de la
imitación de los discursos de otros expertos. Platón sostiene la idea de que el poeta posee saber,
pero dicho saber no es una construcción autónoma sino que se ve plagado de una “imposición de
la inspiración”, la cual se interpreta como una especie de “locura divina” que ocurre cuando las
musas se apoderan de su alma y la dominan.
Ante este último planteamiento, Platón sostiene que los poetas no pueden crear nada una
vez que la inspiración los ha abandonado. Esto debido a que “estar bajo el influjo de las musas”
es algo ajeno a ellos, algo que no pueden controlar y que no les pertenece. Por lo tanto, el saber
que los poetas profesan no es producto de la razón ni de su conocimiento; es decir, no están
orientados por un proceso reflexivo ni racional, por lo que Platón concluye que no están guiados

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por el conocimiento y sus textos no van a derivar en conocimiento. Incluso hace mención de estas
ideas en “La apología de Sócrates”; sin embargo, de ese tema ya hablé en el reporte anterior.
Siguiendo con esta temática del conocimiento, Platón afirma que la poesía debería de
tener un carácter plenamente pedagógico. Para sustentar esta afirmación hace una referencia a la
antigua Grecia, en donde los poetas eran considerados una fuente de cultura; tanto así que
Homero era conocido como el educador de Grecia. Y los poetas en general eran maestros. Pese
a atribuirles esta gran tarea, Platón afirma que existe algo ‘peligroso’ en la poesía para quienes la
escuchan, ya que exponen ciertas nociones y términos que han sido tergiversados por ellos, como
el tema de la justicia.Así pues, acusa sus afirmaciones de inadecuadas y contraproducentes.
Finalmente, otra temática que se desarrolla en la estructura de estos diálogos es la idea
de la imitación. El problema no es la imitación, afirma Platón, sino una mala imitación. El filósofo
afirma que estos textos pueden ser mal entendidos por los jóvenes y los lectores en general,
quienes no poseen el conocimiento ni la capacidad para distinguir la ficción de la realidad.
Entendemos que esto es un gran problema para Platón, pues, entonces, la poesía no estaría
cumpliendo con ese carácter pedagógico.

III. Desarrollo de la temática principal


Como lo mencioné al inició de este reporte, en el diálogo de “la crítica a los poetas” se establece una
crítica hacia los poetas debido a que sus textos son imitaciones y no provienen de un razonamiento,
por lo que podrían desencadenar confusiones en quienes lo leen y no conocen los elementos para
hacer una distinción de la ficción y de la realidad. Por ello no podrían cumplir con el carácter
pedagógico que Platón defiende. En este diálogo se lee una cátedra a su discípulo Glaucón, la cual
está cargada de ejemplificaciones respecto a los artistas que replican las creaciones de alguien más y
que sólo son imágenes y no piezas ‘tocadas’ por ellos.
La función del poeta era saberlo todo en relación a los asuntos humanos y a los divinos; en
ello radica el peligro que representa el poeta en la educación. Pues como hemos visto a lo largo de
este trabajo, Platón cuestiona el saber del poeta, por cuanto es un saber alejado de la verdad, y, en
consecuencia, pernicioso y nocivo para la educación. Platón puede aceptar que la poesía tenga una
función didáctica, que sea fuente de todo conocimiento, pero por eso mismo la rechaza, pues para él,
la poesía en cuanto imitación, se encuentra bien lejos de lo verdadero. El interés de Platón, no es el
de juzgar los méritos estéticos de la poesía, la suya no es una crítica literaria; su interés principal, es el
de desacreditar la función social y pedagógica de la poesía, dado que la poesía era considerada
fuente de la instrucción y del saber.

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