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Purgatorio minero Antonio de Ulloa aceptó el nombramiento en Huancavelica.

Él conocía
el grado de dificultad asociado a su nuevo puesto, pero no podía prever la seriedad de los
problemas que le esperaban. En su extensa e importante «Relación de gobierno» (1763), la
situación descrita es aún peor a la de su «Discurso» (1749). Además se vio envuelto en
diversos juicios y procesos legales en los cuales tuvo que defenderse de maliciosas
acusaciones se enfrentó a intereses corruptos de las más altas autoridades coloniales, y
perdió. La mina de Huancavelica se explotaba sin preocupación alguna por su derrumbe; la
contabilidad y tesoro real quedó a merced de los fraudes de los oficiales e «inteligencias
particulares»; el monopolio de la compra y distribución del mercurio se convirtió en objeto
de utilidad privada; la tiranía había reemplazado al buen gobierno; y el cohecho dominaba
la administración de justicia. El no participar en tal costumbre de cohecho y soborno le
trajo, a Ulloa, muchos problemas durante su gobernación. Además, como lo había hecho
en su «Discurso» de 1749, Ulloa también denunció los excesos de los repartos, el fraude en
la cuenta de los indios tributarios y el abuso de la mano de obra indígena. Si ocurrían
monstruosidades en la asociación de los hombres, Ulloa afirmaba, en ninguna otra
sociedad era esto más cierto que en la del gremio de mineros de Huancavelica. Ulloa se
había enemistado con tres sacerdotes seculares, Manuel Joseph de Villata, Antonio Segura
y Aguirre. E gobernador Ulloa denunciaba su falta de respeto a la autoridad y su abuso de
los indios. Aguirre organizó una campaña por defenestrar a Ulloa. Los esfuerzos en contra
del gobernador llevaron a una segunda averiguación oficial, encabezada por Diego de
Holgado, el fiscal de la Audiencia de Lima que le abrió un juicio de residencia. A pesar de
las decisiones judiciales iniciales, favorables a Ulloa, Amat y Holgado procedieron con
nuevas investigaciones y lo acusaron de haber cometido los mismos delitos de corrupción
que él había denunciado. Los esfuerzos reformistas de Ulloa para efectuar mejoras técnicas
en la mina e infraestructura urbana de Huancavelica fueron socavados por los líos legales.
Intereses adversos a la reforma y profundamente arraigados vencieron a Ulloa, así como a
otros reformadores que le precedieron, tal como frecuentemente ha sucedido en el
transcurso de muchos intentos históricos por efectuar reformas administrativas y técnicas
en el Perú.

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