A partir del análisis desarrollado, todo indicaría que el Trabajo Social argentino emerge
en la matriz del racionalismo higienista, con un fuerte componente laico y filantrópico.
De hecho, si bien no existió una separación formal entre Estado e Iglesia, como señalamos en el capítulo anterior, en 1822 Rivadavia impulsó un primer intento de separación que derivo en la creación de la Sociedad de Beneficencia entre otras medidas. Retomado por el ideario liberal de la Generación del 80,