Está en la página 1de 9

EFECTIVIDAD DE LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL PARA EL

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


COMPARADO CON TRATAMIENTO FARMACOLOGICO CON ISRS. UNA
REVISION BIBLIOGRAFICA.
Joaquín Vargas H. (1) Fernando Urra-Silva. (2)

Resumen. Introducción: El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en niños y


adolescentes es un trastorno psiquiátrico prevalente y crónico, afectando al 1-3%
de esta población. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y los inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son enfoques dominantes de
tratamiento. Métodos: Se realizó una búsqueda de artículos, de los últimos 13
años, que abordasen la efectividad de la TCC en niños, adolescentes o adultos
con TOC. Resultados: Los estudios y metaanálisis sugieren que la terapia
cognitivo-conductual (TCC) es eficaz para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
pediátrico. Öst et al. (2016) comparó TCC con tratamientos farmacológicos,
encontrando que TCC y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
(ISRS) son efectivos, siendo la combinación ligeramente superior. TCC mostró
tasas de respuesta y remisión superiores a los ISRS. Barrett et al. (2014) indicaron
que TCC individual y grupal son igualmente efectivas. Franklin et al. (2014)
sugirieron que agregar TCC al tratamiento con ISRS mejora la respuesta en
pacientes con respuesta parcial. La viabilidad de la TCC en línea fue explorada
por Lenhard et al. (2016). Sánchez-Meca et al. (2014) respaldaron la preferencia
por TCC sobre tratamientos farmacológicos. Romanelli et al. (2014) compararon
TCC con IRS, encontrando que la terapia conductual es generalmente más
efectiva, especialmente combinada con IRS. Skarphedinsson et al. (2014)
concluyeron que la TCC individual estándar es más efectiva que la lista de espera
y la terapia placebo, aunque no muestra superioridad sobre tratamientos activos.
Conclusión: La TCC, ya sea individual o grupal, se destaca como el tratamiento de
elección para el TOC pediátrico, con resultados favorables en comparación con los
ISRS. La aplicación de la TCC basada en principios cognitivos, incluso en una
versión breve con libros de trabajo, muestra mejoras significativas en la
sintomatología del TOC en niños y adolescentes, respaldando su efectividad y
sostenibilidad a largo plazo.

Abstract. Introduction: Obsessive-Compulsive Disorder (OCD) in children and


adolescents is a prevalent and chronic psychiatric disorder, affecting 1-3% of this
population. Cognitive-behavioral therapy (CBT) and selective serotonin reuptake
inhibitors (SSRIs) are dominant treatment approaches. Methods: A search for
articles from the last 10 years addressing the effectiveness of CBT in children,
adolescents, or adults with OCD was conducted. Results: A meta-analysis
concluded that both CBT and SSRIs are effective; however, CBT stood out as
more effective than SSRIs, emerging as the treatment of choice for pediatric OCD.
Another study compared individual CBT with group CBT, concluding that both
forms of CBT are equally effective in reducing OCD symptoms in children and
adolescents. A third study evaluated the effectiveness of CBT based on cognitive
principles for pediatric OCD, comparing a full version with a brief one, using
therapist-guided workbooks. Both modalities proved highly effective compared to
the waitlist, with sustained improvements in follow-up. Effect sizes for both forms of
CBT are comparable and favorable compared to previous studies. Conclusion:
CBT, whether individual or group, stands out as the treatment of choice for
pediatric OCD, with favorable results compared to SSRIs. The application of CBT
based on cognitive principles, even in a brief version with workbooks,
demonstrates significant improvements in OCD symptomatology in children and
adolescents, supporting its effectiveness and long-term sustainability.

1. Residente Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, Hospital Felix Bulnes Cerda,


Chile.Universidad de Santiago, Chile.
2. Ps. Psicólogo Clínico, Docente Postgrado Universidad de Santiago y
Universidad de los Andes, Chile. Escuela de Psicología.

INTRODUCCIÓN
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se configura como una condición
psiquiátrica caracterizada por la presencia de pensamientos obsesivos y/o actos
compulsivos en diversos grados. Las investigaciones epidemiológicas han
revelado una prevalencia que fluctúa entre el 0,25% y el 4% en niños y
adolescentes, con una tasa del 2,3% en adultos. Este cuadro, en su mayoría,
sigue un curso crónico, afectando entre el 40% y el 75% de los casos, generando
un significativo deterioro funcional en múltiples aspectos de la vida de los niños, ya
sea en el entorno hogareño, escolar o en sus relaciones sociales. En la edad
adulta, su impacto se refleja de manera negativa en la carrera profesional,
llegando a ser clasificado entre las 20 principales causas de discapacidad en
individuos de 15 a 44 años según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (1).
La terapia cognitivo-conductual (TCC) emerge como una forma de tratamiento
psicológico que parte del supuesto de la existencia de cogniciones distorsionadas
y/o conductas disfuncionales que sostienen (o causan) el malestar asociado a los
trastornos mentales. En este enfoque, el profesional guía al paciente en la
definición de objetivos y le enseña a aplicar técnicas psicológicas destinadas a
reducir dicho malestar. Dentro de los hallazgos más consistentes en la literatura,
se destacan los efectos beneficiosos de la TCC en el tratamiento de pacientes con
TOC, especialmente la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), que
implica una confrontación planificada y repetida de señales obsesivas
acompañadas sistemáticamente de la abstención de rituales compulsivos (1).
La terapia cognitivo-conductual (TCC) y los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS) se han consolidado como enfoques de
tratamiento predominantes para el TOC pediátrico. Meta-análisis previos respaldan
la eficacia de ambos enfoques, comparándolos favorablemente con listas de
espera o placebos. No obstante, la persistente necesidad de investigaciones
adicionales motiva la realización de esta revisión bibliográfica, que tiene como
objetivo proporcionar información actualizada sobre la efectividad de la TCC
comparada al tratamiento farmacologico con ISRS. Esta revisión se propone
incorporar estudios más recientes para complementar y ampliar la comprensión
derivada de revisiones previas (1).
MÉTODOS
Estrategia de búsqueda:
Mediante la página Biblioteca Universidad de Santiago de Chile, se ingresó con
usuario y clave Universidad de Santiago de Chile a “Biblioteca Digital”,
seleccionando “Facultad de Ciencias Médicas”. Se realizó una búsqueda en las
bases de datos Pubmed, Web of Science, Springer y Cochrane. Las palabras
clave utilizadas fueron “OCD”, “Systematic Review” y “Cognitive behavior therapy”.
Se seleccionó como periodo de tiempo a partir de Enero 2013 hasta Diciembre
2023.
Criterios de selección:
Los estudios se incluyeron si:
a) Fueron publicados en inglés entre enero del 2010 y diciembre del 2023.
b) Presentaban las palabras claves cognitive-behavioral therapy, obsessive-
compulsive disorder, systematic review en el título y/o resumen.
De esta primera revisión se seleccionaron 17 artículos. Estos fueron revisados por
completo y se seleccionaron finalmente un total de 9 artículos a analizar.

RESULTADOS
Un metaanálisis realizado por Öst et al 2016 (1) evaluó 34 ensayos clínicos
controlados aleatorizados que compararon TCC con tratamientos farmacológicos
para TOC pediátrico, concluyendo que tanto TCC como los ISRS demostraron ser
tratamientos efectivos para reducir los síntomas pero que el tratamiento
combinado de TCC+ISRS mostró un tamaño de efecto mayor. Comparativamente,
TCC fue más efectivo que los ISRS, con tasas de respuesta y remisión de
aproximadamente 50% con TCC, en comparación con solo el 24% con ISRS. En
términos de metodología, los estudios de TCC mostraron en general una
metodología más sólida según las escalas de calidad. Además, los ISRS tuvieron
tasas más altas de abandono y falta de datos de seguimiento a largo plazo sobre
los efectos. No se encontraron diferencias significativas entre los formatos de TCC
individuales, familiares o grupales, ni en el nivel de participación parental. En
resumen, los resultados respaldaron la TCC como el primer tratamiento de
elección para el TOC pediátrico en comparación con los tratamientos
farmacológicos. Además, la combinación de TCC+ISRS no proporcionó beneficio
adicional sobre el TCC solo.

Barret et al, 2014 (2) durante el tratamiento de 77 niños y adolescentes con TOC,
comparó TCC individual con TCC en grupo y una condición de lista de espera.
Según su análisis, se produjo un cambio estadístico y clínicamente significativo en
el estado y la gravedad del diagnóstico del TOC tanto en TCC individual como
grupal, sin diferencias significativas entre ellas. No hubo cambios significativos en
las medidas para la condición de lista de espera. Según los informes del Anxiety
Disorders Interview Schedule (ADIS) de los padres al final del tratamiento, el 88%
de los pacientes sometidos a TCC individual no tenían un diagnóstico de TOC al
finalizar el estudio, en comparación con el 76% de tasa de respuesta en la
condición de TCC grupal. Todos los niños en la condición de lista de espera
continuaron cumpliendo con los criterios para el TOC al final de la lista de espera.
Las mejoras en el tratamiento se mantuvieron hasta los 6 meses de seguimiento,
concluyendo que la TCC en grupo es tan efectiva para reducir los síntomas del
TOC en niños y adolescentes como el tratamiento individual.

El estudio de Bolton et al, 2011 (3) tuvo como objetivo evaluar la efectividad y la
entrega óptima de la terapia cognitivo-conductual (TCC), destacando las
intervenciones cognitivas, en niños y adolescentes con trastorno obsesivo-
compulsivo (TOC). Se asignaron aleatoriamente 96 participantes a tres
condiciones: TCC completa (12 sesiones), TCC breve (5 sesiones con el uso de
libros de trabajo guiados por el terapeuta) y lista de espera/tratamiento demorado.
Ambos grupos de tratamiento mostraron mejoras significativas en comparación
con el grupo de lista de espera, sin diferencias significativas entre ellos. Los
tamaños de efecto fueron notables, siendo de 2.2 para la TCC completa y 1.6 para
la TCC breve. Las mejoras se mantuvieron en el seguimiento, destacando los
beneficios de la TCC centrada en intervenciones cognitivas incluso con una
intervención menos intensiva mediante el uso de libros de trabajo guiados por el
terapeuta. La discusión resalta la eficacia de la TCC basada en un modelo
cognitivo explícito, desarrollado originalmente para adultos con TOC pero
adaptado para niños y adolescentes. Ambas modalidades de entrega de
tratamiento resultaron altamente efectivas y no difirieron significativamente en sus
efectos, con reducciones sustanciales en la comorbilidad de trastornos de
ansiedad. La calidad de vida auto informada mejoró en el grupo de TCC completa.
Estos hallazgos respaldan la eficacia de la TCC en el tratamiento del TOC
pediátrico, con posibles beneficios incluso en modalidades de entrega menos
intensivas.

Un metaanálisis, Sánchez-Meca et al 2014 (4), examinó la eficacia diferencial de


la terapia cognitivo-conductual (TCC), tratamientos farmacológicos y tratamientos
combinados en niños y adolescentes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). A
través de la revisión de la literatura y la aplicación de criterios de inclusión, se
identificaron 18 estudios, generando 24 comparaciones independientes entre
grupos tratados (10 con intervenciones farmacológicas, 11 con TCC y 3 con
tratamientos combinados) y grupos de control. Los resultados indicaron que las
tres intervenciones fueron efectivas para reducir los síntomas del TOC, con
tamaños de efecto significativos. La TCC y los tratamientos combinados mostraron
tamaños de efecto significativamente mayores que los tratamientos
farmacológicos. Se discutieron las comparaciones con estudios anteriores,
señalando que la TCC sigue siendo superior a la medicación, aunque se
reconocen variabilidades metodológicas. Además, se exploró el impacto en
respuestas secundarias como ansiedad y depresión, destacando que la TCC tuvo
tamaños de efecto más grandes y significativos en estas medidas en comparación
con los tratamientos farmacológicos. Se analizaron variables moderadoras,
encontrando que el protocolo de tratamiento y el total de horas de intervención
afectaron la eficacia de la TCC. En los estudios farmacológicos, se resaltó la
mayor eficacia de la clomipramina en comparación con los inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina, a pesar de efectos adversos más severos. Se
planteó la consideración del tipo de grupo de control, sugiriendo que la TCC sigue
siendo más eficaz incluso después de ajustar por este factor. En resumen, los
resultados respaldan la preferencia por la TCC y los tratamientos combinados
sobre los tratamientos farmacológicos en el abordaje del TOC en niños,
subrayando la importancia de factores específicos de intervención.

Franklin et al 2014 (5), llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio durante 12


semanas entre 2004 y 2009 en tres centros médicos académicos, con el objetivo
de analizar la eficacia de la terapia cognitivo-conductual (TCC) como adición al
tratamiento con inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) en niños de 7 a
17 años con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y respuesta parcial a los ISRS.
Participaron 124 pacientes con un puntaje en la Escala Obsesivo-Compulsiva de
Yale-Brown para Niños de 16 o más a pesar de un ensayo adecuado con ISRS.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a tres estrategias de
tratamiento: manejo medicamentoso solo, manejo medicamentoso más
instrucciones en TCC, y manejo medicamentoso más TCC. Se observó que la
estrategia de manejo medicamentoso más TCC fue significativamente superior en
todas las medidas de resultado. En el análisis de intención de tratar, el 68.6% en el
grupo más TCC fueron considerados respondedores, en comparación con el
34.0% en el grupo más instrucciones en TCC y el 30.0% en el grupo de manejo
medicamentoso solo. La estrategia más TCC mostró una superioridad
estadísticamente significativa sobre las otras dos estrategias. Estos resultados
sugieren que, en pacientes pediátricos con TOC y respuesta parcial a IRS, la
adición de TCC al manejo medicamentoso proporciona una tasa de respuesta
significativamente mayor, mientras que la adición de instrucciones en TCC no
mostró una mejora significativa en comparación con el manejo medicamentoso
solo.

Lenhard et al 2016 (6), realizaron un ensayo con el objetivo de evaluar la eficacia


de la TCC en línea guiada por terapeutas (TCC en línea) para adolescentes con
TOC. Método: Sesenta y siete adolescentes (12-17 años) con TOC fueron
asignados al azar a un programa de TCC en línea de 12 semanas, con apoyo de
clínicos y padres ("BiP TOC") o a una lista de espera. El resultado principal fue la
Escala Obsesivo-Compulsiva de Yale-Brown para Niños (CY-BOCS) administrada
por evaluadores ciegos antes y después de la intervención. Se midieron resultados
primarios y secundarios al inicio (semana 0), postintervención (después de 12
semanas) y seguimiento a los 3 mese Resultados: En análisis de intención de
tratar, BiP TOC fue superior a la lista de espera en la CY-BOCS (interacción
tiempo*grupo, B=-4.53, z=-3.74, p<.001; d de Cohen=0.69 [IC del 95% (0.19-
1.18)]) y en la mayoría de las medidas de resultado secundarias. Los pacientes
asignados a BiP TOC también mejoraron aún más desde el final del tratamiento
hasta el seguimiento de 3 meses, con un tamaño de efecto dentro del grupo de
d=1.68 (IC del 95% [1.00, 2.36]). La satisfacción del paciente con BiP TOC fue
alta. No hubo eventos adversos relevantes. El tiempo de apoyo promedio del
clínico fue de 17.5 minutos por paciente/semana. Conclusión: La TCC en línea
guiada por terapeutas es una intervención prometedora de baja intensidad para
adolescentes con TOC y tiene el potencial de aumentar el acceso a la TCC. Puede
ser especialmente útil en un enfoque de atención escalonada, donde se podría
ofrecer primero la TCC en línea a una gran proporción de pacientes
moderadamente graves con TOC, liberando así recursos limitados para casos más
complejos.

El metaanálisis y revisión sistemática realizado por Uhre et al 2020 (7) evaluó la


eficacia y riesgos de la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el trastorno
obsesivo-compulsivo (TOC) en niños y adolescentes. Se incluyeron nueve
ensayos comparando TCC con ninguna intervención y tres comparando con
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Frente a ninguna
intervención, la TCC redujo significativamente la gravedad del TOC, mejoró el nivel
de funcionamiento y mostró proporciones similares de eventos adversos. Además,
se asoció con una disminución del riesgo de persistencia del TOC. En
comparación con los ISRS, la TCC demostró descensos similares en la gravedad
del TOC y un riesgo similar de persistencia. La evidencia fue de baja a muy baja
certeza. Aunque la TCC podría ser más efectiva que ninguna intervención y
comparable a los ISRS para el TOC pediátrico, la incertidumbre sobre los
resultados destaca la necesidad de más investigación. Este análisis subraya la
importancia de explorar diversas opciones terapéuticas y destaca la falta de datos
suficientes para evaluar algunos resultados, subrayando la complejidad del
tratamiento del TOC en niños y adolescentes.

La revisión realizada por Romanelli et al. 2014, se enfocó en la evaluación de


tratamientos para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), específicamente
comparando la terapia conductual con los inhibidores de la recaptación de
serotonina (IRS). La investigación se basó en una búsqueda sistemática de
ensayos controlados aleatorizados (ECAs) comparativos directos hasta junio de
2012, seleccionando 15 artículos que describían 13 ECAs. La terapia conductual,
que involucra exposición y prevención de rituales, fue contrastada con los IRS, ya
sea de manera individual o en combinación. Los resultados revelaron que, en
términos generales, la terapia conductual demostró ser más efectiva que los IRS,
con una diferencia media estandarizada que favoreció significativamente a la
terapia conductual en la Escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones
(YBOCS), una medida clave en la evaluación del TOC. No obstante, esta
superioridad no se mantuvo en el subgrupo de ECAs que utilizaron IRS selectivos.
Además, se observó que la combinación de terapia conductual y un IRS resultó
ser más efectiva que el uso exclusivo de IRS. Estos hallazgos sugieren que, entre
los pacientes ambulatorios con TOC, la terapia conductual podría ser preferible en
términos de eficacia global, aunque esta preferencia no se extienda a los IRS
selectivos. La combinación de terapia conductual y IRS se destacó como la
estrategia más efectiva en el tratamiento del TOC. Estos resultados no solo
aportan información valiosa para la toma de decisiones clínicas, sino que también
respaldan la formulación de pautas de tratamiento basadas en evidencia. Sin
embargo, se subraya la necesidad de investigaciones adicionales para consolidar
y expandir estos hallazgos, reconociendo la complejidad y la variabilidad de la
presentación clínica del TOC.

El estudio Skarphedinsson et al. 2014 abordó la efectividad de la terapia cognitivo-


conductual estándar individual (SI-CBT) en el tratamiento del trastorno obsesivo-
compulsivo (TOC) pediátrico, comparándola con diferentes condiciones,
incluyendo tratamientos activos. Metaanálisis anteriores indicaron que la SI-CBT
tenía un tamaño de efecto considerablemente mayor en comparación con las
condiciones de control que los inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) en
comparación con placebo. El estudio se propuso revisar estudios de SI-CBT en el
TOC pediátrico para comparar las estimaciones de efecto en diversas condiciones,
considerando especialmente el sesgo de desempeño y otros factores que podrían
ser confundidores más pronunciados en la investigación psicoterapéutica que en
la farmacológica. Los resultados mostraron que la SI-CBT fue más efectiva que la
lista de espera y la terapia placebo, pero no demostró superioridad sobre los
tratamientos activos. Las estimaciones de efecto para la SI-CBT fueron
significativamente mayores en estudios que comparaban con lista de espera en
comparación con aquellos que utilizaban terapia placebo. Además, la estimación
de efecto de la SI-CBT no difirió significativamente al compararse con IRS solo o
en combinación con CBT. Se concluye que el sesgo de desempeño pudo haber
inflado las estimaciones previas de efectividad para la SI-CBT cuando se incluyó la
lista de espera como condición de comparación. A pesar de esto, la SI-CBT
demostró ser significativamente más efectiva que la terapia placebo. Los
resultados respaldan las pautas clínicas actuales, indicando que la SI-CBT es una
opción eficaz para el tratamiento del TOC pediátrico, aunque se destaca la
necesidad de comparaciones más sólidas entre la SI-CBT y los IRS.

CONCLUSIÓN
La reflexión sobre los hallazgos presentados revela la notable eficacia y
versatilidad de la terapia cognitivo-conductual (TCC) en el abordaje del trastorno
obsesivo-compulsivo (TOC) en niños y adolescentes. La consistencia de los
resultados a lo largo de diversos estudios respalda de manera contundente la
posición privilegiada de la TCC como tratamiento de elección. La sinergia
evidenciada en el metaanálisis de Öst et al. (2016) entre la TCC y los inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) sugiere un enfoque integral que
puede maximizar los beneficios terapéuticos. Es revelador observar que la TCC no
solo supera a los tratamientos farmacológicos, sino que también demuestra ser
más efectiva que los ISRS por sí solos. La comparación de modalidades de
entrega, ya sea individual o grupal, así como sesiones completas o breves,
destaca la adaptabilidad de la TCC para ajustarse a las necesidades individuales
de los pacientes pediátricos.
Sin embargo, estas conclusiones también plantean interrogantes sobre cómo
podemos garantizar un acceso equitativo a estos enfoques efectivos. La eficacia
de la TCC, incluso en modalidades menos intensivas, como se evidencia en los
estudios de Bolton et al. (2011) y Lenhard et al. (2016), abre la puerta a la
consideración de enfoques escalonados que puedan atender a una amplia gama
de pacientes, optimizando recursos clínicos. En última instancia, estos resultados
resaltan la necesidad de una mayor conciencia y acceso a intervenciones basadas
en evidencia para el TOC pediátrico. La reflexión invita a considerar cómo la
implementación efectiva de la TCC puede traducirse en mejoras tangibles en la
calidad de vida de los jóvenes afectados por el TOC. Es un recordatorio de la
importancia de la investigación continua y la integración de enfoques terapéuticos
innovadores para abordar los desafíos clínicos en la salud mental de la infancia y
la adolescencia.

REFERENCIAS
1. Öst LG, Riise EN, Wergeland GJ, Hansen B, Kvale G. Cognitive behavioral
and pharmacological treatments of OCD in children: A systematic review
and meta-analysis. J Anxiety Disord. 2016 Oct;43:58-69. doi:
10.1016/j.janxdis.2016.08.003. Epub 2016 Aug 13. PMID: 27632568.
2. Barrett P, Healy-Farrell L, March JS. Cognitive-behavioral family treatment
of childhood obsessive-compulsive disorder: a controlled trial. J Am Acad
Child Adolesc Psychiatry. 2014 Jan;43(1):46-62. doi: 10.1097/00004583-
200401000-00014. PMID: 14691360.
3. Bolton D, Williams T, Perrin S, Atkinson L, Gallop C, Waite P, Salkovskis P.
Randomized controlled trial of full and brief cognitive-behaviour therapy and
wait-list for paediatric obsessive-compulsive disorder. J Child Psychol
Psychiatry. 2011 Dec;52(12):1269-78. doi: 10.1111/j.1469-
7610.2011.02419.x. Epub 2011 Jun 3. PMID: 21644984.
4. Sánchez-Meca J, Rosa-Alcázar AI, Iniesta-Sepúlveda M, Rosa-Alcázar A.
Differential efficacy of cognitive-behavioral therapy and pharmacological
treatments for pediatric obsessive-compulsive disorder: a meta-analysis. J
Anxiety Disord. 2014 Jan;28(1):31-44. doi: 10.1016/j.janxdis.2013.10.007.
Epub 2013 Nov 22. PMID: 24334214.
5. Franklin ME, Sapyta J, Freeman JB, Khanna M, Compton S, Almirall D,
Moore P, Choate-Summers M, Garcia A, Edson AL, Foa EB, March JS.
Cognitive behavior therapy augmentation of pharmacotherapy in pediatric
obsessive-compulsive disorder: the Pediatric OCD Treatment Study II
(POTS II) randomized controlled trial. JAMA. 2011 Sep 21;306(11):1224-32.
doi: 10.1001/jama.2011.1344. Erratum in: JAMA. 2012 Apr 25;307(16):1694.
PMID: 21934055; PMCID: PMC3495326.
6. Lenhard F, Andersson E, Mataix-Cols D, Rück C, Vigerland S, Högström J,
Hillborg M, Brander G, Ljungström M, Ljótsson B, Serlachius E. Therapist-
Guided, Internet-Delivered Cognitive-Behavioral Therapy for Adolescents
With Obsessive-Compulsive Disorder: A Randomized Controlled Trial. J Am
Acad Child Adolesc Psychiatry. 2017 Jan;56(1):10-19.e2. doi:
10.1016/j.jaac.2016.09.515. Epub 2016 Oct 25. PMID: 27993223.
7. Uhre CF, Uhre VF, Lønfeldt NN, Pretzmann L, Vangkilde S, Plessen KJ,
Gluud C, Jakobsen JC, Pagsberg AK. Systematic Review and Meta-
Analysis: Cognitive-Behavioral Therapy for Obsessive-Compulsive Disorder
in Children and Adolescents. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2020
Jan;59(1):64-77. doi: 10.1016/j.jaac.2019.08.480. Epub 2019 Oct 4. PMID:
31589909.
8. Romanelli RJ, Wu FM, Gamba R, Mojtabai R, Segal JB. Behavioral therapy
and serotonin reuptake inhibitor pharmacotherapy in the treatment of
obsessive-compulsive disorder: a systematic review and meta-analysis of
head-to-head randomized controlled trials. Depress Anxiety. 2014
Aug;31(8):641-52. doi: 10.1002/da.22232. Epub 2014 Jan 3. PMID:
24390912.
9. Skarphedinsson G, Hanssen-Bauer K, Kornør H, Heiervang ER, Landrø NI,
Axelsdottir B, Biedilæ S, Ivarsson T. Standard individual cognitive behaviour
therapy for paediatric obsessive-compulsive disorder: a systematic review of
effect estimates across comparisons. Nord J Psychiatry. 2015 Feb;69(2):81-
92. doi: 10.3109/08039488.2014.941395. Epub 2014 Aug 21. PMID:
25142430.

También podría gustarte