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Entrevista 3
Entrevista 3
Ámbito jurídico
El quehacer del psicólogo forense
La pericia psicológica, como prueba judicial y algunas críticas formales
– Frezze
La labor pericial es labor vinculada con la actividad probatoria de la causa. Algunos jueces confunden en
muchas oportunidades la labor del perito y en forma consciente o inconsciente trasladan hacia ellos su tarea
y su responsabilidad de juzgar.
La intervención de peritos es necesaria “cuando la apreciación de los hechos controvertidos requierese
conocimientos especiales”, o bien cuando “para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente
a la causa, sean necesarios o convenientes conocimientos especiales”.
Se puede extraer los requisitos necesarios y esenciales para que la parte o el juez queden en situación de
requerir una prueba de naturaleza pericial. Estos requisitos son: a) que alguno de los hechos que conforman
el litigio o aspectos puntuales de los mismos, se encuentra controvertido, b) que el juez no pueda apreciar
correctamente tales hechos, c) que en virtud de tal imposibilidad de hecho, atribuida a una falta de
formación técnica académica especial, necesaria para aprehenderlos, se deba requerir que la apreciación de
tales hechos y su posterior comunicación al tribunal los efectúe una persona que posea conocimientos
especiales sobre el punto.
Conclusiones
1. El juez debe estar convencido de la absoluta necesidad de la pericial en el momento de ordenar su
producción.
2. El juez debe tener bien claro, al momento de ordenar la pericia psicológica, para qué la quiere y cuál
es la finalidad explicatoria que la misma deberá cumplimentar.
3. El juez debe ser preciso y claro en la resolución que la ordena, evitando vaguedades, imprecisiones y
generalizaciones.
4. Los magistrados no deben, bajo ningún concepto, solicitar del perito conclusiones que sean propias
del ejercicio de la jurisdicción.
5. Los magistrados deben requerir respuestas posibles y probables, nada más.
6. Los peritos psicológicos deben elaborar sus informes soslayando, en la medida de lo posible, el
lenguaje técnico.
7. Las pericias e informes psicológicos cuando se presentan al tribunal deben contener la expresión del
tiempo total invertido en dicho informe por el perito.
8. Los peritos, cuando consideren que así corresponde, deben señalar en su informe que la petición
excede a la mera opinión del experto.
Proceso diagnóstico
En la entrevista de administración de técnicas proyectivas la batería de pruebas varía según el estilo de cada
profesional, pero se conforma considerando:
• test gráficos
• cuestionario desiderativo
• test madurativo visomotor Bender.
Nunca se arriba a un diagnostico estructural, sino a detectar rasgos de personalidad, defensas
predominantes, manejo de impulsos, mecanismos de reparación, adaptación a la realidad y tipo de vínculos
establecidos, etc.
En el análisis del material se intenta diferenciar si la conducta delictiva, “la trasgresión a la norma es
resultante de la etapa evolutiva por la que atraviesa o conductas integradas de manera más permanente
como único repertorio posible de respuestas”.
El diagnóstico clínico es uno de los utilizados pero no el único para definir la situación del menor; se deba
sumar el informe social, el diagnostico familiar arribando a un DIAGNOSTICO SITUACIONAL.
Con toda la información obtenida se realiza el informe correspondiente dirigido al juez de la causa que
contiene el resultado de las diversas entrevistas.
Criterios diagnósticos
La situación del adolescente se define teniendo en cuenta los siguientes parámetros diagnósticos:
1. Diagnóstico de recursos internos del adolescente
2. Modalidad de relación con el medio y la entrevistadora.
3. Relación entre la conflictiva y la percepción del adolescente.
4. Característica de la estructura familiar.
Estructura familiar
El tipo de flia. De origen de estos adolescentes se caracteriza por la imposibilidad de responder ante la crisis
de sus hijos en especial en esta etapa evolutiva.
Se observa un severo déficit en las funciones parentales, establecimiento de vínculos precarios, un
permanente lenguaje de acción sin mediatización simbólica, generando círculos permanentes de violencia.
Los hijos dentro de estas familias son objetos de depositaciones masivas y ambivalentales en paridad con las
figuras parentales.
Es habitual que la flia. Busque responsables externos de las conductas delictivas de los hijos adjudicando la
culpa a “los amigos”.
Lo recurrente es la falta real o simbólica de la figura paterna, que se refleja en la ausencia de ley (prohibición)
interna para las conductas adolescentes. La presencia de la madre se presenta débil para contener al
adolescente y resulta permisiva y facilitadora de las conductas transgresoras de su hijo y descalificadora ante
la palabra del padre.
Las familias son estructuralmente numerosas en cantidad de miembros lo que imposibilita discriminar y
diferenciar a cada uno según las necesidades, conflictos, resultando una vivencia de masificación.
Se apunta en trabajo familiar a detectar el referente más positivo para el menor. Con este miembro del
grupo se afianzara la alianza terapéutica que facilitara el trabajo con el adolescente.
Muchos adolescentes que han cometido delitos, conviven en familias delictivas donde la mayoría de los
miembros pasan por situaciones similares al menor, o están presos o viven de la actividad delictiva por lo
que resulta sumamente difícil cambiar los códigos habituales del grupo, encontrar modelos de identificación
sanos, y lograr el acceso a un grupo que rechaza y descalifica cualquier intervención del lado de la ley.
Secreto profesional
Nos coloca como profesionales en la disyuntiva sobre qué informamos al juez.
Solucionamos este problema planteando al juzgado que el joven se encuentra en riesgo, o que no se adapta
al tratamiento, obligando al juez así a tomar una medida que proteja al menor sin tener que dar precisiones
sobre la conducta del adolescente.
Nunca debemos quebrar lo explicitado y acordado con el menor, ya que de hacerlo se derrumba lo trabajado
hasta allí y difícilmente se logra reparar. Debemos en todo caso reformular el acuerdo realizado al momento
de la libertad, encuadrar el tratamiento, hacer señalamientos que aproximen los motivos de las conductas
transgresoras.
Grupo de pares
El grupo de pares de referencia funciona generalmente de una manera negativa para la solución de las
conductas delictivas del adolescente, ya que se caracteriza por una estructura arbitraria y violenta que atrapa
al joven y no la permite la salida que es considerada como traición.
El grupo sirve para la masificación del adolescente y la indiscriminación repitiendo la situación familiar;
además resulta el canal permitido para expresar sus impulsos hostiles con la aprobación de todos los
miembros.
Psicoterapia breve
La primera entrevista en psicoterapia breve – Fiorini
Se destaca el papel crucial que desempeña el primer contacto con el paciente.
Con frecuencia, en la práctica asistencial, esta entrevista aparece confundida con el esquema tradicional de
historia clínica, o bien con cierto estilo de primera entrevista psicoanalítica. En el primer caso se opera con
un modelo que definiría a la entrevista sobre todo como fuente de información, lo que lleva a invertir varias
horas en la recolección enciclopédica de datos sobre la vida del paciente. En el segundo se tiende a dar a ese
primer contacto el carácter de fuente primordial de datos para el terapeuta "que ya en su momento se le
devolveran al paciente”, y como ocasión de un acuerdo formal, con la idea de que “el material vendrá
después, y sólo con el avance del proceso se verá con más claridad”.
Importa destacar el hecho de que esta entrevista está destinada a cumplir no sólo funciones diagnósticas y
de fijación de un contrato, sino que en psicoterapias jugará siempre además un rol terapéutico.
Una primera entrevista para psicoterapia debe y puede estructurarse definidamente, con rasgos propios que
la distinguen de los otros tipos de contacto inicial.
Esta entrevista debe cumplir en fases sucesivas varias tareas:
1. Diagnóstico aproximativo inicial a partir de los datos aportados por el paciente.
2. Clarificación inicial del terapeuta acerca de la problemática planteada y de la orientación terapéutica
que se desprende del diagnóstico de la misma.
3. Elaboración conjunta de ese panorama mediante progresivos reajustes.
4. Logro de acuerdos generales sobre el sentido y los objetivos que se asignarían a la relación
terapéutica que se proponga instalar entre ambos.
5. Acuerdos especificos sobre las condíciones de funcionamiento de esa relación (contrato).
6. Anticipaciones mínimas sobre el modo de conducir la interacción en la tarea.
Lo esencial no es el tiempo, sino el proceso.
1. El diagnóstico. La información que proporciona el paciente.
La función de la primera entrevista es establecer el diagnóstico del paciente en tres planos fundamentales:
a) Clínico y psicodinámico. La búsqueda inicial orientada a una primera síntesis diagnóstica puede
localizarse en la recolección selectiva de datos referentes a:
1) Síntomas principales.
2) Grupo familiar.
3) Relación éxito fracaso en la conducta del paciente referida a diversas áreas adaptativas y con
perspectiva evolutiva.
4) Aspectos interaccionales.
Este modelo se condensaría en una interpretación panorámica inicial.
Una intervención útil del terapeuta destinada a evitar la incertidumbre inicial y sus riesgos consiste en
comenzar encuadrando esta primera entrevista, en aclarar el sentido de la misma y los pasos que habrán de
recorrerse para lograr sus objetivos.
b) El diagnóstico de la motivación y aptitudes del paciente para la psicoterapia: Con este término se
abarcan comúnmente diversos aspectos de la conducta del paciente, sus expectativas de curación,
su disposición a aceptar la psicoterapia, sus aptitudes para participar en la misma de modo activo.
Algunos autores han hecho hincapié especialmente en los componentes inconscientes de la conducta
con el terapeuta, en particular destacando la importancia de la transferencia inicial y las fantasías de
enfermedad y curación con las que llega el paciente a la consulta. Un paciente está bien motivado
para iniciar una psicoterapia breve de esclarecimiento si se pueden identificar en él:
1) El reconocimiento del carácter psicológico de sus trastornos.
2) La capacidad de introspección y su disposición a trasmitir con honestidad lo que pueda
reconocer de sí mismo.
3) El deseo de comprenderse, la actitud de participación activa en la búsqueda.
4) La disposición a experimentar, a ensayar cambios.
5) La esperanza de que el tratamiento logre resultados positivos.
6) La disposición a realizar ciertos sacrificios para acceder a esos logros.
En conjunto lo que se requiere es evaluar la aptitud del paciente para establecer un compromiso de trabajo
y para extraer provecho de la experiencia terapéutica. El diagnóstico de esa motivación no puede ser
estático, sino que debe ser puesto a prueba como fenómeno interaccional.
c) El diagnóstico de las condiciones de vida del paciente. Nos referimos por una parte a las condiciones
que se vinculan directamente con la posibilidad de que el paciente inicie y pueda mantener con
regularidad un tratamiento. Pero además este diagnóstico hace a identificar factores patogénicos en
esas condiciones de vida así como los recursos del medio que puedan contribuir a la curación.
Ámbito laboral
La entrevista psicolaboral para la evaluación de las personas –
Jauregui
Para su utilización en esta área, los psicólogos tenemos que atender a dos cuestiones fundamentales:
• Amplificar el enfoque de evaluación, teniendo como centro los aspectos más saludables y adaptativos
del sujeto.
• Desarrollar estrategias específicas que nos permitan ir más allá de lo que la persona puede traer
preparado o pensado.
Paso 2: introducción
Trasmitir información al entrevistado sobre los aspectos generales de la entrevista, del proceso de
evaluación y del puesto en la empresa.
El perfil
Cada uno de es singular y acorde a las particularidades del puesto.
El psicólogo deberá detectarlo poniendo en juego una fina capacidad para la observación y para descubrir lo
no dicho. El empleador aportará los requisitos que considera necesarios. El psicólogo deberá mostrar aquello
que no se podrá obtener para permitirle optar por las prioridades.
Weigle puntualiza algunos aspectos a tomar en cuenta para la elaboración del perfil.
Es importante conocer la política, la filosofía de la empresa.
Luego el conocimiento del perfil del sector donde se va a desempeñar el postulante.
Actualmente, los perfiles incluyen la competencia, la innovación, la autonomía, la excelencia, el ser
proactivo.
La evaluación psicológica
La misma puede haber comenzado con algunos datos de preentrevista.
La entrevista que realicemos con los candidatos debe brindarla máxima información respecto del tema
requerido, en el menor tiempo; esto último, debido a las urgencias del ámbito empresarial y la necesidad de
abaratar los costos de la tarea.
Un modelo de entrevista que puede ajustarse a la tarea es la entrevista semidirigida. La misma, nos permite
acceder, en un primer momento a datos cronológicos del sujeto, luego nos permite, en un segundo
momento abierto plantear una consigna para que el entrevistado configure el campo y podamos evaluar
qué nos cuenta de él, y un tercer momento para rellenar lagunas y elementos poco claros de la entrevista y
preguntas acerca de aspectos históricos que nos puedan brindar información específica.
Wigle realiza en primer término la toma de datos personales y luego continua con una serie de preguntas
abiertas que van ubicando al candidato en lo que se espera de él.
a. Alguna vez se hizo un estudio psicotécnico?
b. Ahora le solicita que describa la posición para la que se postuló.
c. A su criterio, cuál es el perfil de dicho puesto?
d. Qué condiciones personales cree reunir para alcanzar el perfil?
e. Trata de ubicar las motivaciones y expectativas que ha tenido para presentarse a la búsqueda y cómo
ha llegado a la instancia del psicotécnico.
Para poder hacer una lectura objetiva del campo desplegado en la entrevista, Bleger sostiene que debemos
contar con un encuadre fijo, que consiste en una transformación de variables en constantes.
Dentro del encuadre se incluyen como sabemos:
1. Los objetivos de la entrevista.
Los objetivos de la entrevista son conocer la personalidad del entrevistado conforme a sus capacidades y
destrezas a fin de establecer comparaciones con el perfil requerido por la organización y elevar a los
demandantes el listado de sujetos recomendables para un determinado puesto.
En la organización las decisiones en relación con las personas pueden diferenciarse en tres grupos según se
tomen respecto a:
a. La incorporación y/o selección: la tarea consiste en elegir a quienes pueden ser candidatos con más
posibilidades para un puesto. Centrada en el presente.
b. Reubicación. La tarea consiste en decidir u orientar la decisión de ubicación laboral de alguien que
ya forma parte del plantel de colaboradores de la organización. El acento está puesto en el pasado.
c. Promoción, o programas de desarrollo: el criterio es potencial. El acento está puesto en el futuro.
2. El lugar.
El lugar puede ser un espacio físico en la organización misma o fuera de ella y tratarse de una oficina o
consultorio.
Como se tratará de una sola entrevista no tiene importancia si para un nuevo grupo de postulantes el lugar
varía; pero sí es relevante que se trate de un espacio cómodo.
3. El tiempo.
El tiempo con el que contamos es siempre escaso ya que la urgencia de las organizaciones nos demanda la
tarea en horas. El mismo se acuerda en el contrato.
Generalmente se estima entre una hora y media y tres horas de trabajo con cada postulante si la tarea es
individual y de una entrevista de aproximadamente treinta minutos con cada integrante de un grupo, previa
a la administración de técnicas grupal, cuya duración variará según las técnicas utilizadas entre una hora y
dos horas.
4. El rol del entrevistador.
El rol del entrevistador deberá ser el de observador participante y caracterizarse por una actuación activa ya
que debemos obtener la mayor cantidad de información en tiempos, como dijimos, frecuentemente breves,
evitando que queden en nosotros “lagunas”.
Para obtener un rol de estas características debemos apelar a la disociación instrumental.
5. La actitud técnica.
La actitud técnica más pertinente respecto del rol es de cálida acogida, con disposición al diálogo, evitación
de los silencios para reducir al mínimo la ansiedad paranoide frente a lo desconocido.
Tomando a Rolla podemos pensar que: evaluar las posibilidades y modos del entrevistado de manejar las
mismas, nos dará cuenta de qué recursos despliega su yo frente a situaciones desconocidas que impliquen
altos niveles de exigencia y de presión; y vincular, esta información, con el perfil requerido.
Finalizada esta entrevista haremos el análisis y comparación de los datos obtenidos a través de las distintas
fuentes de información utilizadas para repensar cada candidato en relación al perfil solicitado y elaborar el
ranking.
Definimos al ranking como la devolución, al demandante, de la terna de candidatos más aptos para el puesto
u sus correspondientes aspectos comparativos para que él tome la decisión final acerca de quién incorpora.
El informe
El informe es un relato escrito acerca de las características del candidato en relación al perfil deseado, que
permanecerá en el tiempo y podrá ser consultado en diferentes ocasiones.
El mismo debe ser:
• Claro
• Directivo
• Breve
• Particularizador
• Predictible y confiable
Al realizar el informe debemos tener claro que nunca se versará sobre lo íntimo psicopatológico.
Se remarcarán los aspectos favorables y menos favorables en relación al perfil requerido.
En relación a los ítems a consignar en el mismo para organizar los datos, son variables de acuerdo a los
requerimientos de cada organización.
• Encabezamiento: se consigna primero los datos de filiación. Luego se incluirá:
➢ Propósito del estudio.
➢ Cargo al que se postula.
➢ Fecha de evaluación.
➢ Técnicas utilizadas.
• Nivel intelectual y tipo de pensamiento: Aquí se detalla la capacidad manifiesta del sujeto de abordar
una tarea determinada. Interesa el modo en que puntualiza detalles y partes de una realidad y/o el
abordaje de manera general. Cuán objetivo y/o creativo puede resultar en la evaluación de los
hechos.
• Capacidad para Organizar y Planificar.
• Productividad-Actividad: Se trata de evaluar el rendimiento del sujeto cuanti y cualitativamente. No
sólo importa una alta producción, sino también cómo se ajusta el postulante a los requerimientos del
puesto.
• Responsabilidad-autonomía: se trata de detectar el nivel de compromiso con que el sujeto asume
una tarea.
• Capacidad para adaptarse a situaciones nuevas.
• Modalidad de contacto: Es el tipo de vínculos que el sujeto establece con sus semejantes dentro del
ámbito laboral. Hay que detectar si es capaz de lograr un adecuado control de sus impulsos; cuánto
incide lo emocional en disminuir o incrementar su potencial y en qué medida lo perturba o no en su
desempeño.
• Capacidad de dirigir y ser dirigido.
• Tipo de información que transmite: Se deben destacar los aspectos más adaptativos del sujeto en
relación con el perfil del puesto, en qué ámbito puede resultar más eficaz y sentirse más cómodo
para su desempeño.
Finalizando, podemos decir que un informe debe contribuir a generar alternativas para pensar sobre el
candidato y las circunstancias institucionales en las que se le ofrece participar.
La devolución
Es imposible pensar en una devolución exhaustiva y completa, además es desaconsejable, ya que solo se le
puede devolver a quien lo desea y además a quien está en condiciones de recibir la información sin sentirse
perturbado.
Por eso se hace necesario la pregunta: Qué desea saber?, y allí evaluar cuánto y cómo responder. Sin
distorsiones pero cuidando al receptor y atentos a devolver lo misma que informaremos al empleador.
Este momento, además de ser útil para la devolución, permitirá constatar nuestras hipótesis y sernos útil
para la elaboración del informe.
La devolución legitima el rol del psicólogo selector al permitirle el pasaje del diagnóstico a la comprensión
de la dinámica y orientación del candidato, tanto en las posibles tareas más acordes a su perfil como a una
consulta psicoterapéutica si éste se presentara dispuesto.
En este último caso, el psicólogo selector deberá derivar la consulta a otro colega. Nunca podrá ser él mismo,
puesto que se estableció un tipo especial de transferencia en el que el candidato ubicó al psicólogo como
representante del empleador.
Unidad 6
El informe escrito – Rosenfeld y Aurutín
El informe escrito es una comunicación al derivante del conocimiento que el psicodiagnosticador ha
alcanzado acerca del consultante a través de los datos obtenidos a partir de la conducta y modalidad del
sujeto durante el proceso psicódiagnóstico, de la relación establecida entre éste y el entrevistador en dicho
proceso, y de las respuestas que el sujeto dio frente a cada una de las técnicas a las que respondió.
A través del mismo se intenta despejar las dudas y/o preguntas del derivante, que motivaron el pedido del
psicódiagnóstico. De tal forma se incrementa a través de su contenido, el conocimiento que tanto el
entrevistador como el derivante tienen del paciente.
El informe constituye una síntesis de^ presunciones teórico. - clínicas acerca de un caso singular. Se
transmite en él la comprensión a la que el psicólogo ha arribado acerca del significado de los síntomas, de la
etiología de los mismos, así como de la estructura psíquica del sujeto que consulta.
El psicodiagnóstico implica un recorte en el aquí y ahora de la subjetividad de un individuo.
El informe puede considerarse como un instrumento de comunicación en el que se dan a conocer las
conclusiones, el diagnóstico, el pronóstico y las recomendaciones acerca de las estrategias a seguir.
El entrevistador debe desarrollar las hipótesis que surgen del análisis de los datos obtenidos aunque los
mismos no se relacionen en forma directa con las preguntas efectuadas por el derivante.
El informe junto con la devolución que se realiza al o a los entrevistados constituyen el cierre del proceso
psicodiagnóstico. En muchos casos a partir de este “cierre” comienza una nueva relación con el psicólogo, si
éste se transforma en psicoterapeuta del paciente. En otros, abre un nuevo espacio a partir de una
derivación a otro profesional.
Cualificación profesional
El informe psicológico es la resultante de un proceso de integración y elaboración personal a partir de los
datos obtenidos mediante las técnicas utilizadas, que deben ser suficientes para proporcionar una
fundamentación científica de aquello que se comunica.
Schwartz propone considerar tres cuestiones para lograr una articulación de resultados provenientes de
distintas técnicas:
• La teoría en la que se sustenta el proceso diagnóstico, más allá de las técnicas que se apliquen.
• La metodología que se utiliza para analizar y elaborar los datos obtenidos.
• La concepción nosográfica en la que se apoya para diagnosticar.
La citada autora diferencia dos posicionamientos epistemológicos.
1. Cuando le psicólogo se orienta a descubrir o buscar indicadores u observables que son considerados
preexistentes a las teorías que los explican; estos indicadores significan unívocamente y permiten
identificar “cuadros descriptivos”.
2. Cuando el profesional no busca indicadores u observables preexistentes a las teorías, sino que se
identifica y se construye el sentido de los mismos, esto es, se trata de “lecturas interpretativas”.
Enfoque
Al momento de elaborar un informe psicológico en el ámbito laboral, es relevante tener presente el objetivo
específico por el cual fue solicitada la evaluación psicológica.
El experto recomienda tratar de manera definida y detallada los problemas a abordar. También, ser claro y
preciso al hacer sugerencias específicas sobre las implicancias de los resultados que se presentan.
En lo que respecta a los informes psicológicos referidos a la incorporación de personal o promoción interna
del mismo:
• En primera instancia, describen el comportamiento de uno o más postulantes y/o trabajadores en
relación con cuestiones referidas al ámbito laboral.
• En segundo término, permiten predecir el comportamiento del candidato en situación de trabajo,
sobre todo el ajuste de sus conocimientos, habilidades y actitudes respecto del perfil del puesto
vacante, y también el de la organización.
• Por último, facilitan la comprensión y explicación del comportamiento del evaluado, permitiendo
considerar posibles variables que podrían intervenir de manera beneficiosa o desfavorable en el
desempeño del evaluado, incluyéndose esta información sobre todo hacia el final del informe.
En lo referido a los informes psicológicos para procesos diagnósticos y/o de intervención psicosocial y
organizacional:
• En primer término, describen dinámicas psicosociales y organizacionales de acuerdo con
determinados motivos de consulta.
• En segundo lugar, permiten predecir el movimiento de dichas dinámicas y evaluar posibles
escenarios.
• En tercera instancia, promueven la comprensión y explicación de comportamientos individuales,
grupales y/u organizacionales, facilitando la evaluación de posibles estrategias de acción.
Aspecto estructural
Una estructura interna permite generar un modelo de informe en base al cual se puede sistematizar y
organizar la presentación de las ideas; ello contribuye a la comprensión del informe por parte del
destinatario.
La mayoría de los autores consultados diferencian las siguientes dimensiones.
• Encabezamiento formal: permite identificar con rapidez el motivo por el cual se solicitó la evaluación,
quién o quiénes fueron evaluados, cuándo y de qué manera.
• Fase observacional: es una descripción fenomenológica del candidato y/o situación a evaluar, en la
que se excluye todo tipo de interpretaciones.
• Fase descriptiva y analítica: a partir de un importante análisis de recurrencias y convergencias se
puede diferenciar en el informe un nivel descriptivo, uno dinámico y otro estructural, en los que se
identifican las defensas y ansiedades predominantes, a partir de lo cual se concluye con un
diagnóstico y pronóstico. Es uno de los procedimientos que se pueden adoptar, ofreciendo cada
autor su propia metodología e identificación de contenidos a incluir.
• Conclusiones y sugerencias: lo más importante es que se deriva de lo desarrollado a lo largo del
informe.
Se presenta la estructura de los informes diferenciándolos según la demanda:
i. Para incorporación, promoción interna y/o evaluación de potencial: informes psicolaborales y por
competencias.
ii. Para procesos diagnósticos, de asesoramiento y/o intervención psicosocial y organizacional.
Aspecto formal
Se diferencian dos cuestiones:
• Estilo: vocabulario y expresión; tiempo verbal; extensión.
• Organización de los contenidos del informe – Hilo lógico.
Estilo
Klopfer recomienda un estilo cuasiliterario respecto de ser directo en la exposición, exactitud, integración y
legibilidad.
• Vocabulario y expresión: se recomienda traducir los términos técnicos a un “lenguaje corriente y
fenomenológico, siguiendo un proceso de pensamiento facilitador”.
Es conveniente elaborar las oraciones de manera afirmativa, refiriéndose a las características más evidentes
y favorables del evaluado, priorizando estas sobre aquellas más deficitarias.
• Tiempo verbal: para favorecer la objetividad, se sugiere redactar desde un punto de vista impersonal,
sin dirigirse directamente al lector y evitando expresiones de apreciación y subjetiva.
• Extensión: la longitud de un informe varía según el perfil, la cultura/contexto en el que se desarrolla,
y por supuesto, el estilo personal que le imprime el psicólogo interviniente.
Es preferible enviar un informe breve que cumpla con la finalidad de ser leído, que otro más detallado y
extenso cuyo destino sea quedar enterrado en un cajón del escritorio de un derivante con exceso de trabajo.
En líneas generales, se estima que como promedio se utilizan dos a tres carillas, considerando que algunos
pueden ser más escuetos, mientras que otros, más extensos.
Consideraciones éticas
Se consideran cuatro cuestiones a tener en cuenta en la confección de los informes psicolaborales:
• Respetar la dignidad, libertad, autonomía e intimidad del evaluado.
• Mantener la confidencialidad y el secreto profesional.
• Solicitar el consentimiento informado.
• Proteger los documentos.