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LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
El 1344 establece que mediante la sociedad de gananciales se hacen comunes para los cónyuges las
ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualesquiera de ellos, que les serán atribuidos por
mitad al disolverse dicha sociedad. Empezará en el momento de celebración del matrimonio, o
posteriormente al tiempo de pactar capitulaciones si se hubiera pactado un régimen diferente.
Más que el término sociedad, sería más correcto “comunidad de bienes”.
CARGAS Y OBLIGACIONES
El 1362 hace referencia a las cargas típicas o esenciales de la sociedad. Serán a cargo de los gananciales
los gastos que se originen por alguna de las siguientes causas:
a) El sostenimiento de la familia, la alimentación y educación de los hijos comunes, y las atenciones
de previsión acomodadas a los usos y circunstancias de la familia. En el caso de la alimentación y
educación de un hijo de uno solo de los cónyuges correrá a cargo de los gananciales si conviven
en el hogar familiar. En caso contrario, los gastos derivados de estos conceptos serán sufragados
por la sociedad, pero darán lugar al reintegro en el momento de la liquidación.
b) La adquisición, tenencia y disfrute de los bienes comunes.
c) La administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los cónyuges. Dado que los
frutos de los bienes privativos conforman el patrimonio de la comunidad, lo lógico es que la
administración de aquellos corra a cargo del beneficiario: la comunidad.
d) La explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio de cada
cónyuge.
El 1363 dispone que serán también de cargo de la sociedad las cantidades donadas o prometidas por
ambos cónyuges de común acuerdo, cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con los
bienes privativos de uno de ellos en todo o en parte. Es por ejemplo el regalo de cumple a un sobrino.
Dice el 1364 que el cónyuge que hubiere aportado bienes privativos para los gastos o pagos que sean de
cargo de la sociedad tendrá derecho a ser reintegrado del valor a costa del patrimonio común.
RESPONSABILIDAD FRENTE A LOS ACREEDORES
El 1365 dispone que los bienes gananciales responderán directamente frente al acreedor de las deudas
contraídas por un cónyuge:
- En el ejercicio de la potestad doméstica o de la gestión o disposición de gananciales, que por ley
o por capítulos le corresponda. Es obvio que aunque solo uno de ellos se presente frente a los
acreedores, va a ser siempre la comunidad quien responda si actúa en el ejercicio de la potestad
doméstica o se ha establecido así en las capitulaciones.
- En el ejercicio ordinario de la profesión, arte u oficio o en la administración ordinaria de los
propios bienes. Si uno de los cónyuges fuera comerciante, se estará a lo dispuesto en el Código
de Comercio. En este caso, aun tratándose de deudas personales de quien las contrajo, será la
comunidad quien responda de ellas. Si la comunidad es la beneficiaria de tales actividades,
deberá igualmente responsabilizarse de las consecuencias de su ejercicio. Respecto del cónyuge
comerciante, y tal y como dispone el CCom, responderán de las resultas del comercio los bienes
privativos del cónyuge comerciante y los que adquiera por tal ejercicio, pero no el resto de bienes
gananciales salvo que medie consentimiento de ambos cónyuges.
RESPONSABILIDAD POR OBLIGACIONES CONTRACTUALES Y EXTRACONTRACTUALES
Contractuales: Los bienes gananciales responderán en todo caso de las obligaciones contraídas por los
dos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el consentimiento expreso del otro.
También responderán los bienes gananciales de las obligaciones contraídas por uno solo de los cónyuges
en caso de separación de hecho para atender a los gastos de sostenimiento, previsión y educación de los
hijos que estén a cargo de la sociedad de gananciales.
Extracontractuales: Las obligaciones extracontractuales de un cónyuge, consecuencia de su actuación en
beneficio de la sociedad conyugal o en el ámbito de la administración de los bienes, serán de la
responsabilidad y cargo de aquélla, salvo si fuesen debidas a dolo o culpa grave del cónyuge deudor.
RESPONSABILIDAD POR DEUDAS
Responsabilidad solidaria 1369. De las deudas de un cónyuge que sean, además, deudas de la sociedad
responderán también solidariamente los bienes de ésta.
Deudas personales 1373. El 1373 empieza diciendo “Cada cónyuge responde con su patrimonio personal
de las deudas propias…”: las deudas estrictamente personales de cada uno deben ser solucionadas con su
particular patrimonio. Continua el artículo: “si sus bienes privativos no fueran suficientes para hacerlas
efectivas, el acreedor podrá pedir el embargo de bienes gananciales, que será inmediatamente notificado
al otro cónyuge y éste podrá exigir que en la traba se sustituyan los bienes comunes por la parte que
ostenta el cónyuge deudor en la sociedad conyugal, en cuyo caso el embargo llevará consigo la disolución
de aquélla”. Al concretarse la atribución de unos bienes determinados, deja de existir la comunidad, de
ahí el efecto inmediato de su disolución.
Finalmente, dispone que si se realizase la ejecución sobre bienes comunes, se reputará que el cónyuge
deudor tiene recibido a cuenta de su participación el valor de aquéllos al tiempo en que los abone con
otros caudales propios o al tiempo de liquidación de la sociedad conyugal.
RESPONSABILIDAD POR PRECIO APLAZADO y POR JUEGO
El 1370 establece que por el precio aplazado del bien ganancial adquirido por un cónyuge sin el
consentimiento del otro responderá siempre el bien adquirido, sin perjuicio de la responsabilidad de
otros bienes según las reglas de este Código.
Respecto al juego, el CC engloba todas sus variantes, si bien considerando los juegos lícitos o no
prohibidos.
- Acerca de lo perdido y pagado: lo perdido y pagado durante el matrimonio por alguno de los
cónyuges en cualquier clase de juego no disminuirá su parte respectiva de los gananciales
siempre que el importe de aquella pérdida pudiere considerarse moderada con arreglo al uso y
circunstancias de la familia.
- Acerca de lo perdido y no pagado: De lo perdido y no pagado por alguno de los cónyuges en los
juegos en que la ley concede acción para reclamar lo que se gane responden exclusivamente los
bienes privativos del deudor.
DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD
Tras la disolución a que se refiere el artículo anterior se aplicará el régimen de separación de bienes,
salvo que, en el plazo de 3 meses, el cónyuge del deudor opte en documento público por el comienzo de
una nueva sociedad de gananciales.
DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD
A. De pleno derecho; señala el 1392 que así será cuando:
- Se disuelva el matrimonio. Al ser un régimen matrimonial, al desaparecer el matrimonio, también
desaparece aquel.
- Sea declarado nulo. No entra en el apartado anterior ya que la nulidad implica que nunca habría
existido el matrimonio, por lo que no se puede disolver algo que no ha existido.
- Se decrete judicialmente la separación de los cónyuges
- Cuando los cónyuges convengan un régimen económico distinto en la forma prevista en el CC. Los
cónyuges pueden en cualquier momento sustituir o modificar su régimen económico.
A. Por decisión judicial; señala el 1393 que concluirá por decisión judicial a petición de los cónyuges,
en los siguientes casos:
- Haber sido el otro cónyuge judicialmente incapacitado, declarado pródigo, ausente o en quiebra
o concurso de acreedores, o condenado por abandono de familia. Para que el Juez acuerde la
disolución bastará que el cónyuge que la pidiere presente la correspondiente resolución judicial.
- Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o de gestión patrimonial que
entrañen fraude, daño o peligro para los derechos del otro en la sociedad
- Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono del hogar
- Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la marcha y rendimientos de sus
actividades económicas.
EFECTOS DE LA DISOLUCION
Si fue por decisión judicial, el 1394 señala que los efectos de la disolución prevista en el 1393 se
producirán desde la fecha en que se acuerde, y son básicamente la disolución de la comunidad ganancial
y la entrada en funcionamiento del régimen de separación de bienes.
Si la petición de disolución ocasionara un proceso, habría que llevarse a cabo la practica de un inventario,
adoptando el Juez las medidas necesarias para la administración del caudal.
Si fue por nulidad, el 1395 dispone que cuando la sociedad se disuelva por nulidad del matrimonio y uno
de los cónyuges hubiera sido declarado de mala fe, podrá el otro optar por la liquidación del régimen
matrimonial según las normas de esta Sección o por las disposiciones relativas al régimen de
participación, y el contrayente de mala fe no tendrá derecho a participar en las ganancias obtenidas por
su consorte.
LIQUIDACIÓN
Una vez que la comunidad ganancial ha sido disuelta, debe procederse a su liquidación. Se iniciará con un
inventario del activo y del pasivo de la sociedad, tal y como dispone el 1396.
1. Activos. Se comprenden en el activo:
- Los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución
- El importe actualizado del valor que tenían los bienes al ser enajenados por negocio ilegal o
fraudulento si no hubieran sido recuperados
- El importe actualizado de las cantidades pagadas por la sociedad que fueran de cargo sólo de un
cónyuge y en general las que constituyen créditos de la sociedad contra éste.