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ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos
diste, en tu Hijo, la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho
nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para
nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio.

En retorno te ofrecemos, Señor, el propósito sincero para hacer del Colegio


De La Salle y de nuestros hogares, verdaderas lugares de salvación y
educación en la fe.

Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para cada uno de
nosotros un motivo de esperanza y alegría, a fin de que viviendo en Paz,
busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, y el amor.

Amén.
(Después de esta oración se lee la consideración del día y el texto bíblico)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN


Soberana María, te pedimos por todas las familias del Colegio De La Salle;
haz que cada hogar sea fuente de comprensión, de ternura, de justicia y de
verdadera vida familiar. Que esta fiesta de Navidad, que nos reúne
alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos una también en el amor,
haciéndonos olvidar las ofensas y nos dé la sencillez para reconocer en
nuestros hermanos, en los pobres y necesitados la presencia de tu Hijo
amado.

María, Madre de Dios y Madre nuestra

TODOS: Intercede por todas las mujeres, madres y maestras.

Amén.

(Se reza tres veces el Avemaría)


ORACIÓN A SAN JOSÉ
Santísimo José, esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste
escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a
los padres de nuestras familias: a ser siempre en los hogares imágenes del
Padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran
responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles los valores
humanos y cristianos, que caracteriza a los buenos ciudadanos y los hace junto a
los seguidores del Señor, sal y luz del mundo.

San José, concede a quienes trabajan por la justicia y la paz la gracia de la valentía
y la perseverancia, para que superada toda adversidad, sean constructores de
paz en una Colombia reconciliada y reconciliadora.

San José, modelo de hombre, padre y maestro

TODOS: Intercede por nosotros.

Amén.

(Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria)

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS


Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la
presencia de tu amor en nuestras familias y en nuestra comunidad
educativa. Navidad es la certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es
nuestro Padre, porque tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.

Invitados por ti a vivir la fraternidad, practicando el respeto, la justicia y la


solidaridad, te pedimos nos ayudes a vencer todo aquello que nos impide
reconocernos y aceptarnos como hermanos. Ayúdanos a llevar una vida santa y
concédenos por los méritos infinitos de tu infancia, la gracia del perdón, la
reconciliación y la paz que tanto necesitamos.

Oh Niño Jesús, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí
estás Tú y allí también es Navidad.

Amén.

Gloria al Padre...
GOZOS PARA TODOS LOS DÍAS
DULCE JESÚS MÍO, MI NIÑO ADORADO, VEN A NUESTRAS ALMAS;
VEN, NO TARDES TANTO.

1. Oh, niño Jesús, 4. Tú te hiciste niño


nuestro Dios y hermano, en una familia
Tú sabes y entiendes llena de ternura
del dolor humano; y calor humano.
que cuando suframos Que vivan en paz
dolores y angustias, todos los hogares
siempre recordemos de esta gran Colombia
que nos has salvado. estamos anhelando.

DULCE JESÚS MÍO... DULCE JESÚS MÍO...

2. Oh luz de los cielos, 5. El cielo y la tierra,


sol de eternos rayos, el hombre y su Dios,
que entre las tinieblas en tu amor de niño
tu esplendor veamos. se integran los dos.
Oh divino niño, Gloria al Dios del cielo
ven para enseñarnos y paz a los hombres
la prudencia que hace es tu Buena Nueva:
verdaderos sabios. nuestra salvación.

DULCE JESÚS MÍO... DULCE JESÚS MÍO...

6. Haz del Colegio


3. Del débil, auxilio, una gran familia;
del doliente, amparo, siembra en nuestro suelo
consuelo del triste, tu amor y tu paz.
Danos fe en la vida,
luz del desterrado. danos esperanza
Ven a nuestro mundo y un amor sincero
que sufre y anhela que nos una más.
un mundo más justo, DULCE JESÚS MÍO...
un mundo de hermanos.

DULCE JESÚS MÍO...


7. Tú eres nuestra vida,
eres nuestro guía
y eres el camino
que nos lleva a Dios.
Junto a San Juan Bautista
imploramos siempre
Tu gran protección
mientras esperamos
que vuelvas, Señor.

8. Ven, Salvador nuestro,


por quien suspiramos.
Ven a nuestras almas,
Ven, no tardes tanto.

DULCE JESÚS MÍO...


CONSIDERACIÓN PARA EL PRIMER DÍA

"Trabajar por la justicia, un compromiso de todo Lasallista"

Hoy comenzamos la novena de preparación para recibir como familia


Lasallista a Jesús en nuestros corazones, confiando en que él nos ama y vive
hoy y siempre en nuestros corazones, te pedimos que nos ayudes a crecer
en la amistad y en la solidaridad para con nuestros hermanos. Por eso,
además de contemplar cada día el pesebre, vamos a meditar juntos el
evangelio del día.

LEMA: Reconocer la historia es el inicio de la verdadera paz y armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Mateo 21, 28-32

«Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo:
"Hijo, vete hoy a trabajar en la viña."
Y él respondió: "No quiero", pero después se arrepintió y fue.
Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: "Voy, Señor", y no fue.”
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» - «El primero» - le dicen. Jesús les
respondió: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que
vosotros al Reino de Dios.
Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras
que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os
arrepentisteis después, para creer en él.

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA


Cuando Jesús estuvo en la tierra, un intérprete de la ley le preguntó: “Maestro, ¿cuál
es el gran mandamiento de la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el primero y grande
mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Mateo
22, 36-40).

De la Palabra de Jesús aprendemos cuán importante es amar al Señor y a nuestro


prójimo; pero, ¿cómo demostramos amor por el Señor? Jesús respondió a esa
pregunta cuando dijo: “El que obedece mis mandamientos y los guarda, ése es el
que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre…” (Juan 14,21).

Cada uno de nosotros debería preguntarse ¿por qué obedezco los mandamientos
de Dios? ¿Es porque tenemos miedo al castigo? ¿Es porque deseamos las
recompensas de vivir una vida recta? ¿Es porque amamos a Dios y a Jesucristo y
deseamos servirlos?

La obediencia surge de nuestro encuentro con el Señor; es un acto libre que me


permite sentir la voluntad de Dios en mi vida, practicarla me devuelve la identidad
de hijo del Padre Dios que sólo tiene cosas buenas para mí, es camino de
crecimiento porque en él se realiza mi vida obedeciendo como hijo al plan de Dios.
La obediencia me hace servidor.

Obedeciendo soy capaz de vivir en paz y armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL SEGUNDO DÍA


LEMA: Reconocer la historia es el inicio de la verdadera paz y armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Mateo 1, 1-17

Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:

Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a


Judá y a sus hermanos, Judá engrendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares
engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab,
Aminadab engrendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón
engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed
engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David. David engendró, de la que
fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam
engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat
engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam,
Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a
Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías
engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.

Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel,


Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud
engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq,
Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a
Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob
engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado
Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David,
catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia,
catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo,
catorce generaciones.

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA


Al leer muy despacio la genealogía de Jesús vamos descubriendo que esta
describe muchas generaciones, de personas concretas con destinos precisos, de
conexiones y de sucesos algunas veces irregulares, pero así es toda la historia
humana.

Jesús, entra en nuestro tiempo; de la diversidad de personas y culturas, de las


situaciones personales y sociales, hace una sola historia, que aunque esté marcada
de grandes contradicciones, de luces (desarrollo tecnológico, defensa de los
derechos humanos, descubrimientos científicos…) y sombras (inequidad,
exclusión, relativismo de la verdad, violencia, corrupción, explotación, destrucción
del medio ambiente…), no se avergüenza de nosotros, al contrario nos invita a estar
con él.

Con la historia de Jesús, se comprende mejor que el Mesías sana la historia familiar
de su pueblo y de nuestro pueblo. Él brota de un terreno histórico-familiar en el que
no falta alguno que otro pecado, pero allí, Él es el Salvador y esa salvación ha
llegado a nosotros para sanar las heridas que los diversos conflictos han dejado en
nuestra historia.

Hoy aprendemos que Dios realiza sus promesas en Jesús. Lo que comenzó con
Abraham, Dios lo ha llevado a término con Jesús. Jesús está profundamente
enraizado en la historia de Dios con su pueblo porque proviene de él en la carne.
Precisamente en esa encarnación están asumidos y redimidos los pecados
de nuestros pueblos y ciudades. Las búsquedas más legítimas de reconciliación y
paz de nuestro país se iluminan comprendiendo el plan de Dios, porque en Él,
encuentran luz, esperanza, porque Él es su fin y su cumplimiento, y tenemos una
historia donde es posible escribir una página nueva de vida y esperanza.

Reconociendo mi historia soy capaz de vivir en Paz y Armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL TERCER DÍA

LEMA: Arriesgarme por el otro es construir la armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA
Mateo 1,18-24

La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba


desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró
encinta por obra del Espíritu Santo.

Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió


repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y
le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque
lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.

Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su


pueblo de sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del
profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por
nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»

Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado,
y tomó consigo a su mujer.

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA


La vida cotidiana nos presenta situaciones que nos hacen sentir temor y temblor,
hay realidades que debemos enfrentar pero no de cualquier manera, no buscando
el mal del otro, sino abriendo las puertas del entendimiento, con una valentía
humana que en la experiencia de Dios es fortaleza. Esa fortaleza nos ayuda a
encarnar un amor profundo del cual san José nos da testimonio.

José entra en conflicto. Reflexiona, discierne y toma finalmente una decisión: dejar
libre
a su esposa renunciado a efectuar el “repudio” al que legalmente tenía derecho.
La intención de proceder “en secreto”, y no ante dos testigos –la forma oficial que
mandaba la Ley–, está unida al calificativo que se le da a José: “era justo”. Por una
parte, poner “en evidencia” pública el caso, mediante una denuncia, implicaba
abandonar a su propia suerte y desprecio general de la población a su amada. El
repudio de la novia la deshonraba para toda la vida. Por otra parte la “justicia”,
que lo lleva a calcular una acción según el criterio del mal menor, deja entender
que la base de su decisión está relacionada con la búsqueda de la voluntad de
Dios. Abandonando el pensamiento de odiar, repudiar, excluir en secreto a María,
la toma consigo, porque ahora sus ojos ven en ella la obra de Dios.
El retrato interior que se nos da de José, aún en medio del conflicto, es el de un
hombre con una gran sensibilidad espiritual, de una admirable fortaleza en la que
resplandece el amor profundo, que dialoga, entiende, perdona, se sacrifica, hace
renuncias. Estas son las características de una sociedad nueva, capaz de mirar con
fe y fortaleza el futuro, no sigue su propio proyecto, sino que se confía totalmente a
la infinita misericordia de Aquel que todo lo transforma con su Palabra.

No escondamos por temor o cobardía nuestros deseos profundos de paz y


reconciliación; un cristiano auténtico se calza las sandalias del evangelio de la Paz
y la reconciliación.

Con fortaleza soy capaz de vivir en Paz y en Armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL CUARTO DÍA


LEMA: Con el silencio también se construye la Paz y la Armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Lucas 1,5-24

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la


clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón.
Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los
mandamientos y preceptos del Señor.
Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.
Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal
delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el
Santuario del Señor para quemar el incienso.
Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía
el incienso.
Entonces se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del
incienso.
Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo.
Pero el Angel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu
esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan.
El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su
nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida
alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que
muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios.
Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres
con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al
Señor un Pueblo bien dispuesto».
Pero Zacarías dijo al Angel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy
anciano y mi esposa es de edad avanzada».
El Angel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido
enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por
no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo».
Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que
permaneciera tanto tiempo en el Santuario.
Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna
visión en el Santuario. El se expresaba por señas, porque había quedado mudo.
Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa.
Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante
cinco meses.

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA

En la sagrada Escritura el silencio envuelve el misterio de Dios que se hace visible


históricamente en el acontecimiento de la Palabra hecha carne.

En una sociedad del ruido, de conflictos, de violencia, es muy difícil contemplar el


misterio de un Dios que es armonía, paz, misericordia, reconciliación. En el ruido de
una cultura de muerte el gran ausente es el diálogo que abre el entendimiento en
la diversidad. En el ruido de los odios, del egoísmo, de la avaricia, del irrespeto a la
creación, del abandono de la familia, la melodía de la paz, en nuestras costas
Pacífica y caribeña; en las férreas montañas de las cordilleras; en los valles y
llanuras, de nuestra geografía colombiana, seguirá siendo la gran desconocida.
Solo en el silencio es posible escuchar al otro que me interpela con su realidad de
alegrías y sufrimientos, de pobreza y de pocas posibilidades y en ese silencio se
puede esperar en la promesa del Señor

“Paz a Ustedes…” (Juan 20,19).

El silencio de Zacarías, tiene un valor catequético: hay que acoger la Palabra de


Dios sin pedir signos (Juan 20,29). Su silencio es como un reflejo y una prolongación
histórica del «misterio envuelto en el silencio durante siglos eternos» (Romanos
16,26) y que comienza a manifestarse con la llegada del Mesías. El ángel, en efecto,
le dice a Zacarías: «Vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que
sucedan estas cosas» (Lucas 1,20).

En el silencio destruyamos el hechizo del ruido y la confusión de los conflictos y


confiemos en el Señor; la espera de la paz debe estar sostenida por la confianza
en Dios.

En el silencio soy capaz de vivir en Paz y Armonía.


CONSIDERACIÓN PARA EL QUINTO DÍA

LEMA: Si confío en los demás, favorezco la paz y la armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Lucas 1, 26-39

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un
hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la
virgen era María.

El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia,


el Señor está contigo».
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía
significar ese saludo.
Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será


grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin».

María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con
ningún hombre?».
El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado
Hijo de Dios.

También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era


considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada
imposible para Dios».

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo
que has dicho».Y el Angel se alejó.

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña


de Judá.
Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA

La actitud de María ante la adversidad es un ejemplo del que podemos


aprender para crecer en un valor tan importante como la confianza.

La confianza está devaluada. Parece que vivimos con la única certeza de


que alguien nos engaña constantemente. Desconfiamos en todos los
niveles: desde quien se acerca a preguntarnos la hora en la calle hasta de
las promesas políticas, pasando por la autoridad, el padre de familia, el
maestro, los amigos, los llamados procesos de paz.

Mucha de esa suspicacia se nutre de las malas experiencias que hemos


padecido. Sin embargo, en nuestra desconfianza a veces interviene
también una gran falta de experiencia de Dios y un profundo pesimismo,
incompatibles con el ser y la misión del cristiano, incapaces de mirarnos al
espejo con alegría y confianza.

Es cuestión de actitud: cuando dentro de nosotros no hay la paz que otorga


el ser honestos, sinceros, los miedos e inseguridades nos ganan y no sólo nos
volvemos desconfiados sino que generamos desconfianza.

Urge devolver la confianza a nuestras comunidades, a nuestro país. Para


ello, lo primero es fortalecer nuestra fe, acudir al Señor en la oración y pedir
su ayuda con humildad y plena esperanza. Sólo así podremos confiar en
nosotros mismos y, muy importante, confiar en los demás, que también son
hijos de Dios.

Con el valor de la confianza soy capaz de vivir en paz y armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL SEXTO DÍA


LEMA: La esperanza nos ayuda a vivir en Armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Romanos 8, 24
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se
ve lo que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que
se ve?

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA

Afirma san Pablo «…en esperanza fuimos salvados”, (Romanos 8,24). “Según
la fe cristiana, la «redención», la salvación, no es simplemente un dato de
hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la
esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro
presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y
aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si
esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino” (Spe Salvi, 1).

Indudable que el panorama de nuestro país es fatigoso, pero en medio de


nuestra gente, de la cultura, del accionar humano está la estrella de la
esperanza que no nos abandona y que nos dice que vale la pena recorrer
el camino que nos conduce a la Paz y a la Armonía. Esa estrella de la
esperanza es Cristo y en Él creemos.

Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón. El


«dragón de los conflictos», existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte.
El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza, y la esperanza se relaciona
prácticamente con la virtud de la paciencia, que no desfallece ni siquiera
ante el fracaso aparente, y con la humildad, que reconoce el misterio de
Dios y se fía de Él incluso en la oscuridad.

Con Cristo que es nuestra Esperanza, soy capaz de vivir en Paz y Armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL SÉPTIMO DÍA


LEMA: Ser agradecidos, nos ayuda a vivir en paz y armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Lucas 1, 46-56

María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la
pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán
feliz, porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es
santo!

Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos


que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos
vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había
prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia
para siempre».

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

Palabra del Señor...

REFLEXIONES COMO COMUNIDAD EDUCATIVA


Es difícil ser agradecidos en una cultura de muerte, de mentira, de activismo,
de afanes y de experiencias inmediatas; no es fácil ser agradecidos en
medio del conflicto que destruye la armonía y desplaza comunidades; sin
embargo, en medio de la ruptura del tejido social debemos aprender a
detenernos y poder apreciar lo que tenemos y entre las muchas cosas bellas
está la mano generosa, amable, cercana, que nos ayuda a cruzar la calle
de la injusticia social, (Efesios 2,15-16).

Observemos que el cántico del “magníficat” es en última instancia la


respuesta de María a la primera palabra que le dirigió el Ángel: “¡Alégrate!”
Después de pasado un tiempo, durante la visión, Isabel le recordó con otros
términos la primera palabra del Ángel: “¡Tú eres feliz!” En este momento,
después de todo este proceso de maduración interna, es la misma María
quien lo va a decir: “¡Me alegro en Dios mi Salvador!” Ella ha contemplado
el paso de la Providencia por su vida y la abundancia de la Gracia, le inspira
una oración de alabanza y gratitud.

Este cántico nace de un corazón agradecido con Dios, de un corazón


atento a la voz y a la acción de quien le ha dicho que la ama
profundamente. Uniendo nuestra voz a la de la Virgen, agradecemos al
Señor este tiempo de gracia en el cual podemos reconocer que “Colombia
es capaz de Misericordia” y “…que nuestro sufrimiento no ha sido inútil, no
ha sido en vano, que ese caudal inmenso de dolor que nos ha desgarrado
por décadas de conflicto y que ha dejado seis millones y medio de víctimas,
por obra de su gracia será la semilla que fructifique en resurrección.”

Porque la gratitud es un estilo de vida soy capaz de vivir en Paz y Armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL OCTAVO DÍA


LEMA: Ser solidarios para vivir en paz y armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Lucas 1, 57-66

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la
había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo
Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».

Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le


pusieran.

Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron
admirados.

Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar


a Dios.

Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los


alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se
decían: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba
con él.

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA

Para servir al Reino, y colaborar en su construcción, Jesús nos invita a vivir el


mandamiento del amor. Este amor se concreta en la vida de todos los días
en actitudes compasivas y solidarias hacia los demás, en especial hacia los
que sufren o están marginados de la sociedad, hacia las víctimas y hacia
los victimarios para que convirtiéndose aporten a la construcción de la Paz.

En el texto de san Lucas renace la fraternidad, la solidaridad y la alabanza.


El nacimiento provoca nuevas transformaciones. La primera ocurre en su
madre, quien pasa del anonimato a una vida pública intensa: “Oyeron sus
vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia” (1,58).

Este es el punto de partida de una gran fiesta por la vida, que se expresa
tanto en la felicitación a la nueva madre como en la alabanza a Dios. Todos
salen de sus casas y se encuentran para celebrar. Esta imagen lucana de la
alegría compartida, es signo de la solidaridad, nos recuerda las palabras del
Ángel: “Muchos se alegrarán con su nacimiento.” La verdadera alegría no
está en el hecho de estar contento solo, sino en ver que también el otro está
feliz; mi alegría es poder verlo alegre.

Para Jesús, el amor concreto pasa por la solidaridad con los que tenemos
cerca, partiendo de los que sufren y son excluidos de la sociedad. La prueba
de nuestro amor a Dios y la adhesión a su proyecto se verifica por la
capacidad de ser solidario con los demás: compadecerse de su situación y
actuar para cambiarla.

Viviendo la solidaridad soy capaz de vivir en Paz y Armonía.

CONSIDERACIÓN PARA EL DÍA NOVENO


LEMA: Con Jesús, luz de mi vida, voy camino a la paz y a la armonía

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Lucas 1, 67-79

Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo


proféticamente:

«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su


Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su
servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus
santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de
todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del
juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de
temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en
santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida.

Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor
preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación
mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de
nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar
a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros
pasos por el camino de la paz».

Palabra del Señor...

REFLEXIÓN COMO COMUNIDAD EDUCATIVA


Hemos llegado a la hora cero, la noche santa, la Nochebuena. ¡Qué nombre
tan bello se le ha puesto! Noche en la que todos nos hacemos niños, y
dejamos que hable el corazón, que se haga villancico, luz, ternura, amor
familiar, bondad e ingenuidad. Vivamos con intensidad estos
días. Detengámonos -¡como sea!- para encontrar un tiempo de paz, de
sabor, de oración ante el misterio: el misterio de Dios, el de Jesús, el de los
seres humanos, el mío, “…pues Dios no es de desorden, sino de paz” (1
Corintios 14,33).

En el tiempo de la Navidad se nos invita a ir al fondo de la reconciliación y


la paz, para liberarnos de todo aquello que nos disminuye y enferma. Es el
tiempo de abrirle las puertas al que nos saca de la división, sana las heridas,
y se vuelve puente que restablece la paz que engendra armonía, “Y la paz
de Dios, que está por encima de todo razonamiento, guardará vuestros
corazones y pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4,7).

No podemos sentir que la bendición de la Navidad es completa hasta que


no asumamos el compromiso de convertirnos en discípulos y misioneros del
Señor, construyendo paz, sembrando armonía, el evangelio de la alegría.

Con la Luz del nacimiento de Jesús, soy capaz de vivir en paz y armonía.1

1
Recuperado de: http://comunicacionespec.wix.com/novena2014#!noveno-da/c1f19
VILLANCICOS Apúrate mi burrito
que ya vamos a llegar
MI BURRITO SABANERO
Con mi burrito sabanero
voy camino de Belén Tuqui Tuqui Tuquituqui
Con mi burrito sabanero Tuquituqui Tu qui Ta
voy camino de Belén apúrate mi burrito
vamos a ver a Jesús
Si me ven, si me ven
voy camino de Belén CAMPANA SOBRE
Si me ven, si me ven CAMPANA
voy camino de Belén
Campana sobre campana,
Con mi cuatrico voy cantando y sobre campana una,
y mi burrito va trotando asómate a la ventana,
Con mi cuatrico voy cantando verás al Niño en la cuna.
y mi burrito va trotando
Belén, campanas de Belén,
Si me ven, si me ven que los ángeles tocan
voy camino de Belén ¿qué nueva me traéis?
Si me ven, si me ven
voy camino de Belén Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
El lucerito mañanero, Voy a llevar al portal
ilumina mi sendero. requesón, manteca y vino.
El lucerito mañanero,
ilumina mi sendero. Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
Si me ven, si me ven ¿qué nueva me traéis?
voy camino de Belén
Si me ven, si me ven Campana sobre campana,
voy camino de Belén y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
Tuqui Tuqui Tuquituqui porque está naciendo Dios.
Tuquituqui Tu qui Ta
Belén, campanas de Belén, amor
que los ángeles tocan al Redentor, al Redentor.
¿qué nueva me traéis?
Cuando Dios me vió tocando ante
Campana sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.

Belén, campanas de Belén,


que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

EL TAMBORILERO
El camino que lleva a Belén El me sonrió.
baja hasta el valle que la nieve
cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su
Rey, FELIZ NAVIDAD
le traen regalos en su humilde
zurrón Feliz Navidad
al Redentor, al Redentor. Feliz Navidad
Feliz Navidad
Yo quisiera poner a tu pies próspero año y felicidad.
algún presente que te agrade
Señor, Feliz Navidad
mas Tú ya sabes que soy pobre Feliz Navidad
también, Feliz Navidad
y no poseo más que un viejo próspero año y felicidad.
tambor.
(rom pom pom pom, rom pom I wanna wish you a Merry
pom pom) Christmas
¡En tu honor frente al portal tocaré I wanna wish you a Merry
con mi tambor ! Christmas
I wanna wish you a Merry
El camino que lleva a Belén Christmas
voy marcando con mi viejo From the bottom of my heart.
tambor,
nada hay mejor que yo pueda
ofrecer,
su ronco acento es un canto de
LOS PECES EN EL RÍO Los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La Virgen se está peinando
La Virgen está lavando
Entre cortina y cortina
Y tendiendo en el romero,
Los cabellos son de oro
Los angelitos cantando,
Y el peine de plata fina.
Y el romero floreciendo.

*ESTRIBILLO*

La Virgen va caminando
Va caminando solita,
Y no lleva más compaña
Que el niño de la manita

*ESTRIBILLO*

S. José tenme a este niño


Mientras enciendo la candela
Y San José le responde
Quién lo parió que lo tenga.
*ESTRIBILLO*
Pero mira como beben
los peces en el río
La Virgen está lavando,
Pero mira como beben
Con un poquito jabón,
por ver a Dios "nacido"
Se le picaron las manos,
Beben y beben
Manos de mi corazón.
y vuelven a beber,
*ESTRIBILLO*

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