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Oseas 3

La mayor muestra de amor


Oseas 3
1
Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera,
como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman
tortas de pasas.
2
La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
3
Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo
haré yo contigo.
4
Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin
estatua, sin efod y sin terafines.
5
Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y
temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Había una pareja que se conocían desde la juventud, particularmente desde la época escolar, ellos se
amaban y proyectaban una vida juntos, y años después de comenzar su relación, ella quedó
embarazada. Tuvieron a su hijo y después de que el bebé ya estaba crecido, ambos volvieron al mundo
laboral. Ella comenzó a vivir una tentación para la rutina de su vida, comenzó a sentir atracción por otro
hombre. Lamentablemente para la familia, ella concretó una relación con este hombre, y ella comenzó
a vivir una doble vida. Su objetivo era mantener ambas relaciones. Su pareja de años la mantenía con
bienes, mientras tanto ella estaba con otro hombre.
Finalmente, después de años de doble vida, todo salió a la luz. Pero ella trató de mantener ambas
relaciones de todas formas. Pero su pareja de años, después de meses de sufrimiento, decidió dar un
paso al costado y terminar la relación de familia.

Lastimosamente, historias como esta son muy comunes hoy en día. Y no son ajenas a la historia que
Oseas relata en el capítulo 3 de su libro.

En la predicación de hoy, se abordará el paralelo entre la relación de Oseas y Gomer con la relación
de Dios e Israel, pero el énfasis distinto al de los dos capítulos anteriores, es que en este capítulo Dios
manda explícitamente a Oseas a restaurar su relación con Gomer.
Esta predicación se abordará en 3 puntos.

I.- El amor de Dios por su pueblo (3:1)


En este primer punto se abordará el paralelo de Dios y Oseas teniendo el foco en el amor que ellos
tienen hacia la parte que adultera constantemente contra ellos.

II.- El precio a pagar por el amor (3:2-4)


En el segundo punto se mostrará el precio que Oseas está dispuesto a pagar para recuperar el amor
de su esposa.

III.- El pueblo busca el amor de Dios (3:5)


En el último punto se enseñará como el pueblo anhela recuperar el amor de Dios hacia ellos.

La predicación que se expondrá hoy se titula “La Mayor Muestra de Amor”.

Comencemos a estudiar el primer punto.

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Oseas 3
La mayor muestra de amor

I.- El amor de Dios por su pueblo (3:1)


1
Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera,
como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman
tortas de pasas.

Primero, Dios le pide a Oseas que restaure su relación con su esposa


Gomer.
Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera,

El profeta Oseas parte este nuevo capítulo indicando que Dios ya le había hablado antes. Este detalle
es importante porque el orden cronológico de este libro es complejo de entender. Pero aquí Oseas
aclara que esta no es la primera profecía que Dios le relata.

En esta profecía Dios manda a Oseas a amar a una mujer amada de su compañero, esto quiere decir
que era adúltera. Como en muchas partes de este libro, este versículo no está ajeno de polémicas.
Algunos teólogos sugieren que esta mujer del capítulo 3 es una mujer distinta a la esposa original de
Oseas, por lo tanto, ellos indican que esta mujer no es Gomer. Pero, la mayoría de los teólogos
coinciden en que esta mujer del capítulo 3 es la misma mujer que sale en el capítulo 1. Es decir, es
Gomer. Esta última postura es la que concuerda con lo que Dios quiere expresar más adelante.

Cuando se es adolescente, por lo general, se tiene algún amor imposible. Principalmente, porque la
persona que nos gusta está en una relación, nuestra cabeza se llena de pensamientos e ilusiones, pero
cada vez se percibe más imposible. Pero en esta historia es un caso diferente. La esposa de Oseas
había engañado constantemente a Oseas, incluso tuvo hijos de otros hombres. En el capítulo 2 de este
libro, Gomer muestra su deseo de irse con sus amantes, porque ella pensaba que ellos la proveían de
todos los bienes materiales. Es por esto, que se concluye que ella efectivamente abandonó a Oseas.
Y a esta mujer que lo abandonó y prefirió a sus amantes antes que él, es que Dios lo manda a que la
ame. Imaginen lo difícil del mandato de Dios, amar a la mujer que te aborreció, que tuvo hijos de otros,
y que finalmente te abandonó.

Dios le pide a Oseas que restaure su relación de amor.


Aquí es importante notar que Dios no le está pidiendo a Gomer que restaure su relación, se lo está
pidiendo a la víctima del conflicto, a Oseas.
¿Estás enfrentando algún conflicto en este momento? ¿Te irrita que la otra persona no se acerque a ti
para pedirte perdón? Dios nos está dando una lección por medio de Oseas, el afectado debe buscar la
reconciliación de la relación.
A veces nos ofendemos por tan poco, y nos cuesta mucho perdonar, nuestro orgullo es más grande
que el perdón. Pero Oseas fue ofendido en múltiples ocasiones, pero no hay testimonio de que se
negara a esto. Él fue obediente a Dios.

Dios nos manda a restaurar nuestras relaciones, incluso si nosotros somos


los afectados o dañados en el conflicto.
¿Te imaginas decirle a una persona que está viviendo esa situación, que perdone y ame a quien lo
engañó, que tuvo hijos con otros y que lo abandonó? De seguro se burlarán de ti.
Que Dios nos ayude a ponerlo a Él en primer lugar, y no a nosotros mismos, ni a los demás.

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La mayor muestra de amor
Segundo, Dios enfrenta el mismo conflicto que Oseas.
como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman
tortas de pasas.

El versículo 1 continúa, pero haciendo un paralelo entre Dios y Oseas, muestra que lo que está
enfrentando Oseas es similar a lo que enfrenta Dios.

Dios sigue amando a los hijos de Israel. A pesar de los constantes engaños, Dios muestra como Israel
mira a dioses ajenos, incluso que aman las tradiciones de estos dioses paganos, como, por ejemplo,
las tortas de pasas que eras ofrecidas a dioses como Baal o a los dioses Cananeos, en ambos casos
estaba relacionado a las actividades sexuales dentro del culto a esos dioses.

Dios manda a Oseas a amar a la mujer adúltera, porque Él estaba haciendo lo mismo por el Israel
adúltero.

Si volvemos a los ejemplos cotidianos, una persona que ama a otro, pero este último prefiere amar a
otras personas. Todos le dirían que está desperdiciando su amor por una persona indigna e ingrata.
De esta forma pareciera que actúa Dios, derrochando amor no correspondido, por un pueblo indigno e
ingrato de su amor. Ellos prefieren seguir siendo una generación mala y adúltera.

Dios hizo un pacto con Israel cuando los liberó de Egipto, Dios mostró su amor por su pueblo
liberándolos de la esclavitud, los rescató con numerosos milagros por medio de la mano de Moisés.
Los guardó y protegió en el desierto por 40 años. Les dio la tierra de Canaán donde fluía leche y miel.
Les dio Reyes. Les permitió construir un templo. Dios les dio riqueza y poder. Pero ellos prefirieron
mirar a otros dioses. Se deleitaban en lo que veían en ellos, los seguían, hacían actos sexuales en
nombre de esos dioses, les gustaba depender de imágenes. Sus ojos y actos estaban llenos de
adulterio espiritual.

¿Logras captar lo hipócritas que somos los seres humanos? Dios ha hecho tantas cosas maravillosas
por nosotros, pero el ser humano prefiere aferrarse a sus ídolos. Principalmente al ídolo que ve en su
espejo. Me refiero a usted mismo, su mayor ídolo es usted mismo. Pero sabemos que hoy en día hay
muchos movimientos en la sociedad que son ídolos, como por ejemplo el movimiento LGBTQ… que
está afectando a nivel mundial. Están tan agresivos, que la iglesia es perseguida por pensar distinto a
ellos. Porque es uno de los grandes ídolos de este mundo. El mundo prefiere a los LGBTQ que a Dios.
El mundo prefiere a la evolución que a Dios. El mundo prefiere la autosatisfacción que a Dios. El mundo
prefiere las redes sociales que a Dios. El mundo prefiere las plataformas de películas que a Dios.

Hermanos, el mundo aborrece a Dios, por eso lo engaña una y otra vez. Es lo que hizo el pueblo de
Israel, engañó constantemente a Dios, a pesar de los milagros vividos, a pesar del pacto que Dios hizo
con ellos, a pesar de que siempre estuvo con ellos. Prefirieron ídolos que, al Dios Santo, Santo, Santo.

Cuan grande es el amor de Dios, amar a estos pobres pecadores. Sus


pensamientos y caminos son infinitamente superiores a los nuestros. Su
amor es condescendiente y compasivo.
Que Dios nos ayude a ser cada día más como Él, y que nos ayude a no seguir actuando como lo somos
actualmente. Que Dios nos ayude a andar en sus caminos, para glorificarlo de todo corazón.

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Oseas 3
La mayor muestra de amor
Como conclusión de este primer punto, reflexiona respecto a los ídolos, ¿Estás volviendo a ellos
mientras dices amar a Dios? Si tus pensamientos pudieran hablar ¿Hablarían acerca de tu amor por
Dios o acerca de tu amor por lo placeres que te dan los ídolos?

Cuando despiertas en la mañana ¿Lo primero que piensas es en Dios?, si no es así, lo más probable
es que tengas un ídolo en tu corazón.
Cuando te acuestas a dormir ¿Lo último en lo que piensas es en Dios?, si no es así, lo más probable
es que tengas un ídolo en tu corazón.

Pablo en su primera carta a los Corintios escribió lo siguiente.


31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (1
Corintios 10:31 R60)
¿Estás haciendo todo para la gloria de Dios? si no es así lo más probable es que tengas un ídolo en
tu corazón.

De esta forma, amados hermanos, es fácil ver cuán lejos está nuestro corazón de Dios, cada vez que
reflexionamos en esto, encontraremos un nuevo ídolo en el corazón. Cuanta falta nos hace
arrepentirnos diariamente por no cumplir el primer mandamiento, porque no tenemos a Dios como el
primer lugar en nuestro corazón.

Lo hermoso en medio de este trágico diagnóstico, es que tenemos una esperanza. Alguien pagó el
precio por nuestros adulterios. Esto es lo que se expondrá en el siguiente punto.

II.- El precio a pagar por el amor (3:2-4)


2
La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
3
Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo
haré yo contigo.
4
Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin
estatua, sin efod y sin terafines.

Primero, Oseas compra a Gomer.


2
La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.

La historia continúa con una información radical y chocante. Fue tanta la degradación de Gomer, que
después de que se fue con sus amantes; los cuáles supuestamente le proveían todo lo material; Ella
quedó sin nada, quedó sin amantes, sin bienes materiales, quedó sin dignidad. Ella estaba siendo
subastada como esclava. Lo había perdido todo. Ella estuvo con un esposo que la amaba y la proveía,
pero ella decidió abandonarlo. Tal como se analizó en el versículo anterior, ella quedó en la calle.
Gomer estaba tan desesperada que estuvo dispuesta a entregarse para ser vendida como esclava.

Esta historia es similar a la del hijo prodigo, en donde él abandonó su hogar para ir a “disfrutar” de su
herencia. Pero todos los placeres que él buscó se terminaron, comenzó a pasar hambre y frío, hasta
tal punto, que deseaba comer el alimento que tenían los cerdos. Lo había perdido todo. Pero aquí hay
una gran diferencia con la historia de Gomer. El hijo prodigo se recuerda de sus tiempos pasados y se
arrepiente y vuelve a su hogar y pide perdón a su padre. En cambio, Gomer no volvió a su hogar, no
corrió a los brazos de su esposo para pedirle perdón. Prefirió vender su libertad, porque ya no tenía
dignidad.

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Según el texto de Éxodo 21:32, el precio de un esclavo muerto era de 30 siclos de plata.
32 Si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de plata, y el
buey será apedreado. (Éxodo 21:32 R60)
Oseas fue a la subasta de esclavos y cumplió la palabra que Dios le había encomendado de amar a su
esposa, aunque ella fuera adúltera. Y la compró por la mitad del precio que se pagaba por un esclavo
muerto.

Aquí Dios muestra como a quiénes quiere darles honor y consuelo, primero los hace sensibles a su
propia realidad, somos indignos delante de Él. El hijo pródigo al volver a su hogar dijo 19 Ya no soy
digno de ser llamado tu hijo (Lucas 15:19 R60).
Hermano, recuerda cuando Dios te llamó, Dios muestra su ley a cada uno de nosotros y nos confronta,
te invito a que recuerdes ese momento en el cual viste lo indigno que eras delante de un Dios Santo,
cada mandamiento dado por Dios lo has roto. Dios nos ilumina por medio de Cristo y nos muestra todos
nuestros defectos que estaban ocultos en la oscuridad. Dios muestra nuestra pobreza y deshonra para
que nos arrepintamos y pongamos nuestra fe en Él.

Nosotros somos igual que Gomer, estamos llenos de pecado en nuestro


cuerpo, nos hemos humillado por nuestra propia voluntad, hemos hecho
todo lo que queremos, deshonrando a Dios en cada acto. No queríamos
buscarlo, pero llegó el momento en que Él nos busca y nos compra. No
merecemos ser comprados, Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8 R60)

Segundo, Paralelo entre Israel y Gomer.


3
Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo
haré yo contigo
4
Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin
estatua, sin efod y sin terafines.

El texto continúa en el versículo 3, indicando un mandato que le da Oseas a Gomer. Primero, que ella
viviría un largo tiempo con él. Y en ese tiempo que vivirían juntos, ella no podría estar con amantes.
Incluso algunas versiones indican que ni siquiera podría tener relaciones con él. Oseas le indica que él
hará lo mismo, no tendrá a nadie más. Oseas quería una esposa limpia, que no cayera nuevamente en
sus antiguos caminos.

Dios hace lo mismo con Israel, les indica que muchos días estarán sin rey, sin príncipe (sin familia real),
sin sacrificio (no habrá sacrificios levíticos), sin estatua (no tendrán ídolos), sin efod (símbolo del
sacerdocio levítico) y sin terafines (dioses domésticos, creados por ellos mismos).
En resumen, tanto Israel como Gomer, no podrán tener amantes, no podrán fornicar, pero tampoco
podrán estar con su esposo. Por lo tanto, Gomer no podrá estar con ningún hombre incluido su esposo,
e Israel tampoco podrá estar con sus ídolos, pero tampoco podrá estar con Dios, porque no tendrán
sacerdotes.

Al poco tiempo de la profecía de Oseas para el pueblo de Israel, fueron invadidos y sufrieron todo lo
profetizado por Oseas. Tal vez tú estés viviendo un momento muy difícil en tu vida, es válido que te
hagas la pregunta ¿Será que Dios me está llamando al arrepentimiento por medio del sufrimiento tal
como lo hizo con Israel y Gomer?

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La mayor muestra de amor
Dios a veces utiliza métodos extremos para lograr nuestro arrepentimiento.

Amado hermano, debes poner atención a las señales que Dios te está enviando a tu vida, puede que
tú lo estés ignorando, tal como lo hizo Gomer con Oseas o Israel con Dios.

Cuando estás enfrentando una dificultad, ¿Buscas ayuda en todo lo que se te venga a la mente o
buscas a Dios en oración? Lo más probable es que seamos igual que Gomer, que prefiere ser vendida
como esclava antes de pedir ayuda a su esposo.
¿Qué diría tu familia respecto a tu vida de oración? Que Dios nos ayude a poder buscarlo
constantemente en oración y contarle nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras súplicas y nuestras
alabanzas.

Después de analizar estos versículos, pareciera que Oseas y Dios ya no


sintieran amor por Gomer e Israel por ignorarlas por un tiempo, pero ahora
vendría la mayor muestra de amor.

III.- El pueblo busca el amor de Dios (3:5)


5
Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y
temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Después de este periodo de soledad, los hijos de Israel volverán y buscarán a Dios, buscarán al Dios
del pacto, buscarán al Dios que los liberó de la esclavitud en Egipto y les prometió y os tomaré por mi
pueblo y seré vuestro Dios; (Éxodo 6:7 R60).

Dios es fiel a su pacto, Él cumplirá su promesa de que ellos serán su pueblo y Él será su Dios. Gomer
e Israel fueron tan humillados por sus propios pecados que vuelven arrepentidos a su Dios.

Pero el texto indica algo más, ellos también buscarán a David su rey. Lee el siguiente texto
12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a
uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.
13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de
hombres, y con azotes de hijos de hombres;
15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de
ti.
16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable
eternamente.
17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. (2
Samuel 7:12-17 R60)

Dios hizo un pacto con David, el relato de 2 de Samuel muestra que cuando David muera, vendría uno
de su linaje, el cuál afirmará su reino. Pero Dios afirmará su trono para siempre.
Salomón cumplió en parte la promesa que Dios le dio a su padre. Porque Salomón reinó, fue prospero,
edificó casa a nombre de Dios, pero Salomón murió, y el texto indica que Dios afirmaría ese trono para
siempre ¿Se equivocó Dios? ¿Rompió el pacto que hizo con David?

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La mayor muestra de amor
El versículo 14 continúa mostrando lo mismo que le indicó al pueblo de Israel cuando hizo el pacto con
ellos. Él será el padre de este Rey y este Rey será su Hijo. Dios no se apartará de él. Su reino será
eterno, Dios lo sustentará para siempre.

¿Quién será este rey?


Mira como comienza el evangelio de Mateo.
Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. (Mateo 1:1 R60).
Luego, continúa en el capítulo 2.
¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y
venimos a adorarle. (Mateo 2:2 R60).

16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy
la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. (Apocalipsis 22:16 R60).

Toda la Biblia habla de este Rey y el Nuevo Testamento nos especifica que ese Rey ya llegó, es del
linaje de David. Él es el Rey de los Judíos, y su nombre es Jesús, Él es nuestro Cristo y Señor.

En conclusión, Gomer e Israel vuelven a su amado, el cuál pagó un precio por la esclavitud de ellos.
Oseas pagó la mitad del precio de un esclavo muerto, pero ¿Qué precio pagó Dios por Israel?
Dios pagó el mayor precio de todos, Dios pagó un precio de sangre. Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia
y de verdad. (Juan 1:14 R60). Dios pagó con la muerte de su Hijo, Cristo el Señor, el Rey de reyes y
Señor de señores, pagó el precio que nosotros merecíamos pagar, Él se humilló por nosotros, Él
entregó su vida para darnos vida. El justo pagó el precio por los injustos. El esposo dio su vida por su
esposa, a pesar de que ella era adúltera, a pesar de los constantes engaños, a pesar de que la
abandonó, no le importó, fue fiel hasta la muerte y muerte de cruz.

Es Cristo digno de toda gloria por darnos la hermosa oportunidad de correr a sus brazos en
arrepentimiento por nuestra vida lujuriosa, por nuestra vida de engaño constante. Cristo nos da la fe
para ser salvos, Cristo resucitó de la muerte, derrotó al pecado, derrotó a nuestra maldad, nos limpió
completamente de todos nuestros pecados, Él nos hizo dignos para estar en su presencia.

Hermano arrepiéntete hoy, arrodíllate delante de Cristo y clama por su


perdón. Teme a Dios y a su bondad, porque Él viene pronto. Cristo volverá
en gloria y majestad. Aún estás a tiempo arrepentirte y creer en Él, en el
sacrificio que hizo por ti, Él dio su vida por ti, acepta este maravilloso
regalo, Él te está ofreciendo hoy pagar el precio de tu esclavitud. Bendito
sea Dios que nos liberta de la esclavitud del pecado, para que podamos ser
su esposa amada.

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La mayor muestra de amor

Reflexiones finales:
¿Qué esperas para entregar tu vida a Cristo? ¿Qué ídolo te impide volver a tu Salvador?

Ningún ídolo se compara con el amor de nuestro Dios, Él es tu verdadero amor.

22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;


23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es
su cuerpo, y él es su Salvador.
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella,
26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama
a su mujer, a sí mismo se ama.
29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne.
32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer
respete a su marido. (Efesios 5:22-33 R60).

En este texto final vemos cómo es una relación de matrimonios sana, tal como Dios quiere que sea. Y
el mejor ejemplo lo dio Él. Cristo dio su vida por su esposa, la iglesia, para santificarla, habiéndola
purificado.

Después de ver en detalle todo el pecado de la esposa adúltera de Dios, Pablo muestra que esa esposa
quedó completamente limpia, sin mancha alguna. Dios hace el milagro de borrar todos nuestros
pecados y dejarnos limpios de toda iniquidad. Si te arrepientes y tienes fe en Cristo, Dios es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados y librarnos de toda maldad, y no solo eso, Dios también puede borrar
todo mal recuerdo de nuestra vida pasada, porque nos limpia completamente.

Que Dios nos ayude amados hermanos a vivir un matrimonio como el de Él con su iglesia. Amados
varones, amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y se entregó a si mismo por ella. Amadas
hermanas, respeten a sus maridos. Que sus matrimonios reflejen el glorioso evangelio de Cristo.

Que Dios perfeccione esta enseñanza por medio del Espíritu Santo

¡Que Dios sea glorificado en nuestras vidas! Amén.

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