Antropometría - Yves Klein

Desde los primeros pasos del arte la mujer ha sido representada en

numerosas ocasiones por multitud de artistas de diversas formas, vestidas,
desnudas, de pie, tumbadas, de frente, de espalda… incluso más realistas o
figurativas, pero nunca entonces tanto como lo hizo el artista Yves Klein en
los años 60, realizando lo que desde entonces se llamaría Body Art.
Diferentes tipos de mujeres fueron pintadas desnudas a brochetazos con el
particular color azul del artista y plasmadas en un lienzo cual estampa
observando en él la silueta de una reconocible mujer por sus pechos, su fina
cadera y sus piernas.
Este renovador arte se acercaba a diversas corrientes como el dadaísmo, el
minimalismo o al arte conceptual, manifestaciones arraigadas de un
ambiente de posguerra que tenía como objetivo renovar el arte tal y como
se conocía.
Nueva York más números artistas con esta mentalidad sería el caldo de
cultivo perfecto para el cambio influenciado por pensamientos como el
existencialismo, Kirkegaard, Jung, Poe, Thoreau, Whitman… El tema en
concreto hizo alusión a las pinturas rupestres proyectando la idea del
regreso al inicio, el principio de las formas.

En mi opinión este arte innovador en sus formas es un reflejo de la idea que

los artistas pudieron reflejar a la perfección, la persona después de la
guerra, la salud, el estado nutricional y la supervivencia de la especie. Es
un arte óptimo en las formas para expresar su deseo de reinicio, expresar la
esencia humana truncada por la fatalidad bélica acometida.