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A pesar de ello, la revolución tecnológica que estamos viviendo, con la inteligencia artificial al
frente de ella, además de asombrarnos, nos genera ciertos recelos. Estos recelos pueden
deberse a la nueva naturaleza de las tecnologías del futuro y a los posibles efectos disruptivos
que pueden tener sobre nuestra economía y nuestra sociedad. A la vez, estas nuevas
tecnologías pueden ser capitales en el relanzamiento del crecimiento económico que tanto
flaquea en nuestro entorno europeo.
Consecuencias económicos
los expertos han puesto el foco en cuatro vías a través de las que las nuevas tecnologías
pueden afectar al entorno económico (véase la tabla resumen):
Desempleo tecnológico. En general, aquellos que más temen que las máquinas puedan
reemplazarnos como trabajadores se basan en el conocido «efecto sustitución».
Efectivamente, la automatización ha sido, es y será un claro sustituto a numerosos puestos
de trabajo, lo cual comporta destrucción de empleo en ciertos sectores y ocupaciones. Los
profesores de Oxford Carl B. Frey y Michael A. Osborne son los autores de uno de los
trabajos sobre destrucción de empleo que mayor interés ha suscitado, puesto que de él
podía entenderse que un 47% de los puestos de trabajo en EE. UU. estaba en riesgo elevado
de ser automatizado.5 Siguiendo la línea abierta por estos dos economistas, en CaixaBank
Research estimamos hace un tiempo que para el caso español este porcentaje se situaba en
el 43%.6 Sin embargo, tres economistas de la OCDE (Arntz, Gregory y Zhieran) no tardaron
en replicar el estudio de Frey y Osborne con un porcentaje sustancialmente menor al tomar
en consideración que los puestos de trabajo se componen de múltiples tareas y que solo
algunas de ellas son susceptibles de automatización. Bajo este enfoque alternativo y con
datos para 21 países de la OCDE, el porcentaje de puestos de trabajo en riesgo de ser
reemplazados por la automatización bajaría hasta el 9%.
Consecuencias sociales
• Robots sociales, los que gracias a la inteligencia artificial tienen cada vez un mayor número
de roles. Estos tienen un especial atractivo para apoyar a la creciente población adulta
mayor, como por ejemplo el robot PARO desarrollado por el Instituto Nacional de Ciencia y
Tecnología de Japón, destinado a estimular y reducir estrés en pacientes con Alzheimer y
otras dolenciass en centros de atención.
• Pequeños lentes para dispositivos en miniatura. Mientras que distintos equipos, teléfonos,
y computadores se hacen más pequeños, no ocurre lo mismo con los espejos para lentes. Se
está desarrollando una nueva tecnología para reducir el tamaño de lentes, la que aún es
cara, pero en un futuro podría ser usado en equipos de diagnóstico e imágenes
endoscópicas.
• Telepresencia colaborativa que consigue que las reuniones virtuales se sientan como
reales. Los avances en realidad virtual y aumentada están permitiendo que esta tecnología
sea más asequible y se constituya en una realidad para toda la población en tres o cinco años
más, en la medida que también avanza la tecnología 5G para las conexiones. La experiencia
de la pandemia del COVID-19 ha llevado a expandir el teletrabajo de una manera
vertiginosa, situación que puede llevar a cambiar de manera permatente algunos estándares
del trabajo en el mundo digital.
Cambio radical del modelo de vida. Las mejoras en los sistemas de producción y de
comercio sentaron las bases de la producción en masa de bienes, lo cual significó la
aparición de nuevos empleos y la generación de riquezas en la masa. Esto incidió en
el aumento de la natalidad y de la esperanza de vida (explosión demográfica),
además de un notorio éxodo rural hacia las urbes.
Nuevos transportes. La tecnología a vapor, inicialmente, y luego el motor
de combustión y la electricidad, permitieron nuevos métodos de transporte que
redujeron significativamente los tiempos de espera por la mercancía y permitieron la
movilidad humana a velocidades jamás sospechadas.
Consecuencias sociales
Consecuencias económicas