4ta Revolución industrial

Las innovaciones tecnológicas están impulsando cambios trascendentales

en todo el mundo, generando grandes beneficios y desafíos, en igual
medida.

por Klaus Schwab

A lo largo de la historia, se han producido revoluciones cuando nuevas

tecnologías y formas novedosas de percibir el mundo desencadenan un
cambio profundo en los sistemas económicos y las estructuras sociales. El
cambio profundo, la transición de la búsqueda de alimentos a la agricultura,
ocurrió hace 10.000 años y fue posible gracias a la domesticación de los
animales. La revolución agraria combinó la de los animales con la de los
humanos con el propósito de la producción, el transporte y la
comunicación. Poco a poco, la producción de alimentos mejoró,
impulsando el crecimiento de la población y permitiendo asentamientos
humanos más grandes y el surgimiento de ciudades.

La revolución agraria fue seguida por una serie de revoluciones de prueba

que se iniciaron en la segunda mitad del siglo XVIII, con un período de
aproximadamente 1760 a 1840. Desencadenado por la construcción de
ferrocarriles y la invención de la máquina de vapor, marcó el comienzo de
la producción mecánica. El segundo, que se inició a finales del siglo XIX y
principios del XX, hizo posible la producción en masa, impulsada por la
llegada de la electricidad y la cadena de montaje. La tercera revolución
industrial comenzó en la década de 1960. Suele denominarse revolución
informática o digital porque fue catalizada por el desarrollo de los
semiconductores, la computación mainframe (años sesenta), la
computación personal (setenta y ochenta) e Internet (noventa).

Hoy, estamos en medio de una cuarta revolución industrial que comenzó a

principios de este siglo y se basa en la revolución digital. En este artículo
describiré los desafíos y oportunidades que presenta para los líderes
empresariales modernos.

Una especie de revolución

La cuarta revolución industrial no se trata solo de máquinas y sistemas

inteligentes y conectados: su alcance es mucho más amplio. Ocurren
simultáneamente oleadas de nuevos avances en áreas que van desde la
secuenciación de genes hasta la nanotecnología, desde las energías
renovables hasta la computación cuántica. Es la fusión de estas tecnologías,
y su interacción en los dominios físico, digital y biológico, lo que hace que
esta revolución sea fundamentalmente de sus predecesores.

Las tecnologías emergentes y la innovación de base amplia se están

difundiendo mucho más rápido y más ampliamente que en revoluciones
anteriores, que continúan desarrollándose en algunas partes del mundo. La
segunda revolución industrial, por ejemplo, aún no se ha vivido plenamente
en el 17% del mundo, ya que casi 1.300 millones de personas todavía
carecen de acceso a la electricidad. Esto también es válido para la tercera
revolución industrial, con más de la mitad de la población mundial (cuatro
mil millones de personas, la mayoría de las cuales viven en el mundo en
desarrollo) sin acceso a Internet.

Si bien estoy convencido de que la cuarta revolución industrial será tan

poderosa e históricamente importante como las tres anteriores, tengo dos
preocupaciones principales sobre los factores que pueden limitar su
potencial. En primer lugar, los niveles de liderazgo y comprensión de los
cambios en curso - en todos los sectores - son bajos, cuando se contrasta
con la necesidad de repensar nuestros sistemas económicos, sociales y
políticos para responder a la revolución actual. Como resultado, tanto a
nivel nacional como global, el marco institucional necesario para gobernar
la difusión de la innovación y mitigar la disrupción es inadecuado en el
mejor de los casos y, en el peor, casi inexistente.

En segundo lugar, el mundo carece de una narrativa coherente, positiva y

común que describa las oportunidades y los desafíos de la cuarta revolución
industrial, una narrativa que es esencial si queremos empoderar a un
conjunto diverso de personas y comunidades y evitar una reacción violenta
contra los cambios fundamentales en curso.

La velocidad de la innovación en términos de desarrollo y difusión es más

rápida que nunca. Pero no se trata solo de velocidad; los rendimientos a
escala son igualmente asombrosos. La digitalización significa
automatización, lo que a su vez significa que las empresas no incurren en
rendimientos decrecientes a escala (o menos de ellos, al menos).
Para dar una idea de lo que esto significa a nivel agregado, compare Detroit
en 1990 - entonces un importante centro de industrias tradicionales - con
Silicon Valley en 2014: en 1990, las tres compañías más grandes de Detroit
tenían una capitalización de mercado combinada de $ 36 mil millones,
ingresos de $ 250 mil millones y 1,2 millones de empleados. En 2014, las
tres empresas más grandes de Silicon Valley tenían una capitalización de
mercado considerablemente mayor ($ 1.09 billones), generaban
aproximadamente los mismos ingresos ($ 247 mil millones), pero con
alrededor de 10 veces menos empleados (137,000).

El hecho de que una unidad de riqueza se cree hoy con tantos menos
trabajadores en comparación con hace 15 años es posible porque las
empresas digitales tienen costos marginales que tienden a cero. Además, la
realidad de la era digital es que muchas empresas nuevas proporcionan
"bienes de información" con costos de almacenamiento, transporte y
replicación que son prácticamente nulos. Algunas empresas de tecnología
disruptiva parecen necesitar poco capital para prosperar. Empresas como
Instagram o WhatsApp, por ejemplo, no requirieron de muchos fondos para
comenzar, cambiando el rol del capital y escalando negocios en la cuarta
revolución industrial.

Aparte de la velocidad y la amplitud, esta revolución es única debido a la

creciente armonización e integración de tantas disciplinas y
descubrimientos diferentes. Hoy, por ejemplo, las tecnologías de
fabricación digital pueden interactuar con el mundo biológico. Algunos
diseñadores y arquitectos ya están mezclando diseño computacional,
fabricación aditiva, ingeniería de materiales y biología sintética en sistemas
pioneros que involucran la interacción entre microorganismos, nuestros
cuerpos, los productos que consumimos e incluso los edificios que
habitamos. Al hacerlo, están creando (e incluso "haciendo crecer") objetos
que son continuamente cambiantes y adaptables, características distintivas
de los reinos vegetal y animal.

Mientras tanto, la inteligencia artificial (IA) está a nuestro alrededor, desde

automóviles y drones autónomos hasta asistentes virtuales y software de
traducción. La IA ha logrado un progreso impresionante, impulsada por
aumentos exponenciales en la potencia informática y por la disponibilidad
de grandes cantidades de datos, desde software utilizado para descubrir
nuevos fármacos hasta algoritmos que predicen nuestros intereses
culturales. Muchos de estos algoritmos aprenden de los rastros de datos
que dejamos en el mundo digital. Esto da como resultado nuevos tipos de
"aprendizaje automático" y descubrimiento automatizado que permite a
los robots y computadoras "inteligentes" autoprogramarse y encontrar
soluciones óptimas desde los primeros principios.

Aplicaciones como Siri de Apple permiten vislumbrar el poder de un

subconjunto del campo de la IA que avanza rápidamente: los llamados
asistentes inteligentes. El reconocimiento de voz y la inteligencia artificial
están progresando tan rápidamente que hablar con las computadoras
pronto se convertirá en la norma, creando lo que algunos tecnólogos llaman
"computación ambiental", en la que los asistentes personales robóticos
están constantemente disponibles para tomar notas y responder a nuestras
consultas.

Desigualdad: un desafío sistémico

Creo que la cuarta revolución industrial generará grandes beneficios y

desafíos, en igual medida. Es especialmente preocupante la exacerbación
de la desigualdad. Los desafíos que plantea el aumento de la desigualdad
son difíciles de cuantificar, ya que la gran mayoría de nosotros somos
consumidores y productores, por lo que la innovación y la disrupción
afectarán tanto positiva como negativamente nuestro nivel de vida y
bienestar. Hasta la fecha, el consumidor parece ser el que más gana, ya que
la revolución actual ha hecho posible nuevos productos y servicios que
aumentan (prácticamente sin costo) la eficiencia de nuestra vida personal.
Solicitar un taxi, buscar un vuelo o ver una película: ahora todas estas tareas
se pueden realizar de forma remota.

Los desafíos creados por esta revolución parecen estar principalmente en

el lado de la oferta, en el mundo del trabajo y la producción. En los últimos
años, una abrumadora mayoría de los países más desarrollados y algunas
economías de rápido crecimiento como China han experimentado una
disminución significativa en la participación del trabajo como porcentaje
del PIB. La mitad de esta caída se debe a la caída del precio relativo de los
bienes de inversión, impulsada a su vez por el avance de la innovación (que
obliga a las empresas a sustituir capital por trabajo).

Como resultado, los grandes beneficiarios de esta revolución son los

proveedores de capital intelectual o físico - los innovadores, los inversores
y los accionistas - lo que explica la creciente brecha de riqueza entre
quienes dependen de su trabajo y quienes poseen capital. También explica
la desilusión entre tantos trabajadores, convencidos de que es posible que
sus ingresos reales no aumenten a lo largo de su vida y que es posible que
sus hijos no tengan una vida mejor que la de ellos.

La concentración de beneficios y valor en solo un pequeño porcentaje de

personas también se ve exacerbada por el llamado 'efecto plataforma', en
el que las organizaciones impulsadas digitalmente crean redes que unen a
compradores y vendedores de una amplia variedad de productos y servicios
y de ese modo disfrutará de rendimientos crecientes a escala. La
consecuencia del efecto plataforma es una concentración de pocas pero
poderosas plataformas que dominan sus mercados.

Los beneficios son obvios, particularmente para los consumidores: mayor

valor, más conveniencia y menores costos. Sin embargo, también lo son los
riesgos sociales. Para evitar la concentración de valor y poder en unas pocas
manos, tenemos que encontrar formas de equilibrar los beneficios y riesgos
de las plataformas digitales (incluidas las plataformas de la industria)
asegurando la apertura y las oportunidades para la innovación colaborativa.

La pregunta para todas las industrias y empresas ya no es '¿Me van a

interrumpir?', Sino, '¿Cuándo vendrá la disrupción y qué forma tomará?' Es
nuestra responsabilidad asegurarnos de establecer un conjunto de valores
comunes para impulsar decisiones políticas y promulgar los cambios que
harán de la cuarta revolución industrial una oportunidad para todos.

Tres categorías de megatendencias

Mi selección de las tecnologías clave para observar se basa en la

investigación realizada por el Foro Económico Mundial y el trabajo de varios
de sus Consejos de la Agenda Global.

Hemos identificado tres conjuntos de megatendencias que transmiten el

amplio panorama de los impulsores tecnológicos hasta la fecha, y están
profundamente interrelacionados.

1 MEGATENDENCIAS FÍSICAS

Hasta la fecha, hay cuatro manifestaciones físicas clave de las

megatendencias tecnológicas.
Vehículos autónomos. El automóvil sin conductor domina las noticias, pero
hay muchos otros vehículos autónomos, incluidos camiones, drones,
aviones y barcos. A medida que avanzan tecnologías como los sensores y la
inteligencia artificial, las capacidades de estas máquinas autónomas
mejorarán a un ritmo rápido. Es sólo cuestión de unos pocos años antes de
que los drones de bajo costo disponibles comercialmente, junto con los
sumergibles, se utilicen en aplicaciones generalizadas, incluida la
verificación de líneas eléctricas o la entrega de suministros médicos en
zonas de guerra. Y en la agricultura, el uso de drones, combinado con el
análisis de datos, permitirá un uso más preciso y eficiente de fertilizantes y
agua.

Impresión 3d. También llamada "fabricación aditiva", la impresión 3D

consiste en crear un objeto físico mediante la impresión capa sobre capa a
partir de un dibujo o modelo digital en 3D. Esto es lo opuesto a la
"fabricación sustractiva", que es como se hacían las cosas hasta ahora, con
capas que se eliminan de una pieza de material hasta que se obtiene la
forma deseada.

Esta tecnología se está utilizando en una amplia gama de aplicaciones,

desde grandes (turbinas eólicas) hasta pequeñas (implantes médicos). Por
el momento, se limita principalmente a aplicaciones en las industrias
automotriz, aeroespacial y médica. Los investigadores ya están trabajando
en 4D, un proceso que crearía una nueva generación de productos auto-
modificables capaces de responder a cambios ambientales como el calor y
la humedad. Esta tecnología podría utilizarse en ropa o calzado, así como
en productos relacionados con la salud como implantes diseñados para
adaptarse al cuerpo humano.

Robótica avanzada. Hasta hace poco, el uso de robots se limitaba a tareas

estrictamente controladas en industrias específicas como la automotriz.
Hoy en día, los robots se utilizan cada vez más para una amplia gama de
tareas, desde la agricultura de precisión hasta la enfermería. El rápido
progreso en robótica pronto hará que la colaboración entre humanos y
máquinas sea una realidad cotidiana. Además, debido a otros avances
tecnológicos, los robots se están volviendo más adaptables y flexibles, con
su diseño estructural y funcional inspirado en estructuras biológicas
complejas (una extensión de un proceso llamado biomimetismo, mediante
el cual se imitan los patrones y estrategias de la naturaleza).
Nuevos materiales. Ahora existen aplicaciones para "materiales
inteligentes" que son autocurables o autolimpiantes, metales con memoria
que vuelven a sus formas originales y cerámicas y cristales que convierten
la presión en energía. Tomemos como ejemplo los nanomateriales
avanzados como el grafeno, que es unas 200 veces más fuerte que el acero,
un millón de veces más delgado que un cabello humano y un eficiente
conductor de calor y electricidad. Cuando el grafeno se vuelva competitivo
en cuanto a precio, actualmente es uno de los materiales más caros del
mundo, con una laminilla del tamaño de un micrómetro que cuesta más de
$ 1,000, podría perturbar significativamente las industrias de fabricación e
infraestructura.

2 MEGATENDENCIAS DIGITALES

Uno de los principales puentes entre las aplicaciones físicas y digitales

habilitadas por la cuarta revolución industrial es Internet de las cosas (IoT).
En su forma más simple, IoT puede describirse como una relación entre
cosas (productos, servicios, lugares, etc.) y personas que es posible gracias
a tecnologías conectadas y diversas plataformas.

Los sensores y muchos otros medios de conectar cosas en el mundo físico

a redes virtuales están proliferando a un ritmo asombroso. Se están
instalando sensores más pequeños, más baratos e inteligentes en hogares,
ropa y accesorios, ciudades, redes de transporte y energía, así como en los
procesos de fabricación.

Esto alterará radicalmente la forma en que administramos las cadenas de

suministro al permitirnos monitorear y optimizar activos y actividades a un
nivel muy granular. En el proceso, tendrá un impacto transformador en
todas las industrias, desde la fabricación hasta la infraestructura y la
atención médica.

La revolución digital también está creando enfoques radicalmente nuevos

sobre la forma en que los individuos y las instituciones se involucran y
colaboran. Por ejemplo, Blockchain, a menudo descrito como un "libro
mayor distribuido", es un protocolo seguro en el que una red de
computadoras verifica colectivamente una transacción antes de que pueda
registrarse y aprobarse. Bitcoin es hasta ahora la aplicación blockchain más
conocida, pero la tecnología pronto dará lugar a innumerables otras.

3 MEGATENDENCIAS BIOLÓGICAS

Se necesitaron más de 10 años, a un costo de $ 2.7 mil millones, para

completar el Proyecto del Genoma Humano, pero hoy, un genoma puede
secuenciarse en unas pocas horas, por menos de mil dólares. Con los
avances en el poder de la computación, los científicos ya no tendrán que
pasar por ensayo y error; más bien, probarán la forma en que las
variaciones genéticas específicas generan rasgos y enfermedades
particulares.

La biología sintética es el siguiente paso. Nos proporcionará la capacidad de

personalizar organismos "escribiendo" ADN. Dejando a un lado
Las profundas cuestiones éticas que esto plantea, estos avances no solo
tendrán un impacto profundo e inmediato en la medicina, sino también en
la agricultura y la producción de biocombustibles.

Muchos de nuestros problemas de salud intratables, desde enfermedades

cardíacas hasta cáncer, tienen un componente genético. Debido a esto, la
capacidad de determinar nuestra estructura genética individual de una
manera eficiente y rentable (a través de máquinas de secuenciación
utilizadas en diagnósticos de rutina) revolucionará la atención médica
personalizada. Informados por la estructura genética de un tumor, los
médicos pronto podrán tomar decisiones sobre el tratamiento del cáncer
de un paciente.

La capacidad de "editar" la biología se puede aplicar a prácticamente

cualquier tipo de célula, lo que permite la creación de plantas o animales
modificados genéticamente, así como la modificación de las células de
organismos adultos, incluidos los humanos. La lista de aplicaciones
potenciales es prácticamente interminable, desde la capacidad de
modificar animales para que puedan criarse con una dieta más económica
o mejor adaptada a las condiciones locales, hasta crear cultivos
alimentarios que sean capaces de soportar temperaturas extremas o
sequías.

La fabricación en 3D se combinará con la edición de genes para producir

tejidos vivos con el fin de reparar y regenerar los tejidos, un proceso
denominado "bioimpresión". Esto ya se ha utilizado para generar tejido
cutáneo, óseo, cardíaco y vascular. Con el tiempo, se utilizarán capas de
células hepáticas impresas para crear órganos de trasplante. Pronto nos
enfrentaremos a nuevas preguntas en torno a lo que significa ser humano,
qué datos e información sobre nuestro cuerpo y nuestra salud pueden o
deben compartirse con otros, y qué derechos y responsabilidades tenemos
cuando se trata de cambiar el código genético de nuestra salud.
generaciones futuras.

Se están llevando a cabo debates sobre las oportunidades y desafíos de

estas capacidades. En particular, en diciembre de 2015, la Academia
Nacional de Ciencias y la Academia Nacional de Medicina de los EE. UU., La
Academia China de Ciencias y la Sociedad Real del Reino Unido convocaron
una Cumbre Internacional sobre Edición de genes humanos. A pesar de
estas deliberaciones, todavía no estamos preparados para afrontar las
realidades y consecuencias de las últimas técnicas genéticas.

Para concluir la innovación es un proceso social complejo y no uno que

debamos dar por sentado. Para fomentar la investigación fundamental
pionera y las adaptaciones técnicas innovadoras tanto en la academia como
en las empresas, los gobiernos deberían asignar fondos más agresivos para
programas de investigación ambiciosos. Del mismo modo, las
colaboraciones de investigación entre el sector público y el privado
deberían estructurarse cada vez más para generar conocimiento y capital
humano en beneficio de todos.

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Solíamos vivir en un mundo donde las empresas operaban "oleoductos", creando

productos y servicios que fluían a través de una cadena de valor lineal desde el proveedor
hasta el consumidor. Pero cada vez más, los advenedizos del mercado aprovechan la
conectividad, las herramientas de producción democratizadas
y desarrollos recientes en inteligencia artificial para desafiar este flujo lineal de valor,
construyendo "ecosistemas de plataforma" que permitan el intercambio de valor a
través de una red de participantes.

Estas plataformas no necesitan crear valor por sí mismas, sino que ayudan en la creación
de valor por parte de productores y consumidores en su red. Las plataformas crean
incentivos para la participación, proporcionan una infraestructura plug-and-play para
que las personas se conecten y reglas que fomentan las interacciones. Facebook no crea
su contenido, Google sus páginas web, Apple sus aplicaciones o Alibaba sus escaparates.
Estas exitosas empresas de plataformas han liderado el camino, seguidas por
participantes como Uber, Airbnb, Flipkart, Slack y Spotify. Cada uno ha crecido
rápidamente por ecosistemas agregados de valor en un período de tiempo muy pequeño.
Hemos observado que dos narrativas caracterizan esta ruptura:

1. Las canalizaciones eficientes superan a las ineficientes

Los periódicos fueron los primeros en sentir el calor cuando las "tuberías eficientes"
vencen a las ineficientes. La Internet de la década de 1990 creó una vasta infraestructura
global para la distribución de contenido y el acceso a los mercados con costos marginales
de distribución casi nulos. Los periódicos se interrumpieron rápidamente debido a la
capacidad de Internet para entregar noticias a nivel mundial de forma gratuita. La mayor
separación de los clasificados y la publicidad de las noticias en múltiples canales desafió
aún más el modelo comercial de noticias tradicional. Si bien toda la industria sufrió, dos
tipos de empresas jugaron con nuevas reglas: por un lado, Google creó un imperio
masivo al agregar publicidad desagregada y hacer crecer ese mercado aún más; Por otro
lado, las empresas de medios tradicionales como Schibsted Media Group cambiaron su
enfoque de la publicidad a los clasificados en línea para, en cambio, poseer las partes
monetizables del negocio de las noticias.

De manera similar, el ascenso de Amazon como tienda de comercio electrónico

desencadenó la caída de minoristas como Borders y al mismo tiempo dejó fuera del
negocio a muchas tiendas familiares tradicionales porque no podían competir con la
economía de distribución superior de Amazon. Netflix, de la misma forma, venció a
Blockbuster al aprovechar una tubería rica en datos para interrumpir primero los
alquileres y luego cambiar el juego a transmisión. En resumen, Amazon y Netflix crearon
negocios de canalización en línea eficientes con una mejor economía de escala, lo que
interrumpió con éxito a sus contrapartes fuera de línea.

2. Las plataformas superan a las canalizaciones

Durante la última década, hemos visto una segunda ola de disrupción en todas las
industrias: las plataformas ahora están superando a los oleoductos.
En la actualidad, las empresas más exitosas en Internet son las plataformas, y su rápida
expansión se debe a una combinación de cuatro factores:

Costos marginales mínimos de expansión. Las plataformas son activos

luz y sirven principalmente como la infraestructura que permite a los productores y
consumidores interactuar. La infraestructura de la plataforma a menudo tiene grandes
costos marginales fijos pero bajos, por lo que el costo de escalar el suministro es mínimo.
Al mismo tiempo, la demanda continúa beneficiándose de la economía superior de
Internet. Cuando Amazon pasó a un modelo de plataforma, escaló su oferta sin asumir
los costos marginales de las operaciones. Las plataformas se benefician de una economía
marginal superior tanto en la oferta como en la demanda.

Efectos de red. En un ecosistema, más producción conduce a más consumo y viceversa.

Esto permite a las plataformas construir grandes negocios sin invertir mucho en la
creación de ecosistemas una vez que alcanzan la masa crítica.
Viralidad. Las plataformas escalan rápidamente porque los usuarios hacen correr la voz
a otros usuarios durante el transcurso del uso de la plataforma, y eso trae nuevos
usuarios que encuentran una plataforma cada vez más valiosa debido a los efectos de
red descritos anteriormente.

Inteligencia. Por último, las plataformas escalan porque escalan sus datos, su
inteligencia y su capacidad para vincular de manera confiable a los productores con los
consumidores a lo largo del tiempo. A medida que el ecosistema escala, las mejores
plataformas aseguran que la relevancia de sus interacciones también aumente.

Por ejemplo, Apple y Android aprovecharon un enfoque de plataforma para superar el

modelo de tubería de Nokia y BlackBerry; Amazon se convirtió en una plataforma cuando
se abrió a comerciantes externos. Airbnb aumenta su base de alojamiento a través de
un enfoque de plataforma y escala más rápido que cualquier cadena de hoteles; Alibaba
ha utilizado el enfoque de plataforma para transformar el comercio chino, y está
transformando cada vez más las finanzas en China; ya los operadores tradicionales como
BestBuy y Walmart les resulta difícil competir con la floreciente plataforma de Amazon.

En otros lugares, plataformas como GoJek y Grab están transformando el transporte

público en ciudades densamente pobladas en el sur de Asia y están demostrando ser más
efectivas que todas las medidas de transporte público tradicionales. Además, su impacto
en el cambio de propiedad del automóvil representa una amenaza significativa.

a la industria de fabricación de automóviles. Mientras tanto, la industria del automóvil,

en sí misma, está construyendo modelos comerciales en los que el automóvil actúa como
una plataforma que captura datos sobre el uso que pueden ser aprovechados por un
ecosistema más grande que consiste en estaciones de servicio postventa y compañías de
seguros para crear un nuevo valor para los conductores de una manera altamente
personalizada.

Al cerrar, las plataformas cambian la economía de la participación, lo que lleva a la

creación de mercados completamente nuevos. También descubren nuevas fuentes de
suministro. Las plataformas no se limitan a redistribuir valor, sino que crean nuevas
fuentes de valor, al proporcionar acceso meritocrático al mercado y simplificar el acto
de producción.

A medida que se desarrolla la cuarta revolución industrial, las plataformas están

interrumpiendo repetidamente las "tuberías", aprovechando sus menores costos de
transacción. Para combatir las interrupciones, debe evaluar de cerca su modelo
comercial e identificar los costos de transacción que podrían eliminarse en el futuro. Las
industrias intensivas en información han sido las primeras en ser interrumpidas, pero no
se equivoquen: industrias más reguladas como la banca, la educación y la atención
médica pronto sentirá la presión.