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Respetable Digna y Progresista Logia Simbólica “Rafael Nájera No.

33”

LUZ EN LA OSCURIDAD

En ocasiones mis queridos hermanos, nos encontramos inmersos en la oscuridad, en busca de


la luz que nos guiara y nos dará la fuerza para avanzar en nuestra vida. Hablar de esto puede
ser sencillo, pero adentrarse en la oscuridad con plena conciencia de nuestro propósito
requiere una mente despierta, permítanme compartir la siguiente fabula.

En un antiguo bosque, había un árbol llamado Roble que, anhelaba crecer y alcanzar la luz del
sol. Sin embargo, Roble se encontraba atrapado bajo un centenar de árboles más altos y
frondosos, aquello hacía sentir que su crecimiento estaba limitado.

En medio de este bosque, Roble recibía visitas periódicas de un sabio búho llamado
"Conciencia", sus encuentros solían ser efímeros y rara vez Roble le prestaba atención,
“Conciencia” comprendía a la perfección las dificultades que enfrentaba Roble y se esforzaba
constantemente por llamar su atención.

Hasta que un día, el sabio búho se posó con firmeza y clavo sus garras en las ramas de Roble,
esta acción finalmente llamo la atención de Roble hacia “Conciencia”, quien le habló de un
lugar especial, un lugar misterioso, al que llamo "El Cuarto Oscuro", con voz serena, le explicó
que este cuarto aunque era completamente oscuro le permitiría encontrar lo más importante
de su vida, la luz.

Roble, algo incrédulo por lo que había escuchado, decidió embarcarse en un viaje hacia este
misterioso lugar. Al ingresar a ese lugar, sintió como la oscuridad lo envolvía y la soledad lo
rodeaba. Las negras paredes parecían cerrarse a su alrededor, y por un momento, se sintió
perdido, Sin embargo, con el tiempo, comenzó a comprender el propósito de este lugar.

En medio de la abrumadora soledad, Roble se aventuró a explorar su interior y hacerse


preguntas fundamentales sobre su ser y su destino, comprendió que, para crecer y alcanzar la
luz del sol, debía liberarse de cargas que lo habían mantenido en la sombra.

Entonces, Roble se despojó de las ramas muertas y las hojas marchitas que lo habían lastrado.
Dejó atrás la envidia hacia los árboles más altos y la codicia de querer alcanzar la luz sin
esfuerzo. Aprendió a meditar y enfocarse en su verdadera luz interior.

Con el tiempo, emergió de aquel lugar como un árbol renovado. Había dejado atrás sus apegos
materiales y las creencias falsas que lo habían limitado. Ahora, su enfoque se centraba en
valores morales y espirituales, comprendió que ese lugar oscuro era, en realizad, un punto
crucial en su búsqueda de la verdadera luz.

Había aprendido a liberarse de las ataduras exteriores y a enlazarse con su íntima realidad
Interior. Desde entonces, su crecimiento fue libre, pleno y perfecto, y se convirtió en un
testimonio viviente de la transformación que se puede lograr cuando uno se despoja de lo que
ya no sirve y se enfoca en lo que realmente importa.
Respetable Digna y Progresista Logia Simbólica “Rafael Nájera No. 33”

La fábula que les he compartido mis queridos hermanos, hace referencia al “Cuarto de
reflexiones” ese lugar de trascendencia y de gran importancia en nuestra iniciación masónica.
En ese lugar escribimos nuestro testamento y nos enfrentamos a la muerte desde una
perspectiva simbólica, para posteriormente renacer como hombres libres y de buenas
costumbres.

Con esto debemos de entender que cada uno de nosotros posee el poder de embarcarse en un
viaje de autodescubrimiento y crecimiento, y no debemos limitarlo a las paredes de esta logia.
Ese misterioso lugar al que la fábula llama “El cuarto oscuro” también reside en un rincón de
nuestra mente, al que podemos acceder en cualquier momento y por el tiempo que deseemos.

En mi experiencia personal, mis queridos hermanos, he enfrentado momentos de oscuridad en


donde la incertidumbre de no saber cómo encontrar la luz ha sido, abrumadora. Uno de estos
momentos marco un antes y un después en la forma en que veo y vivo mi vida.

En aquel entonces, sin saberlo, el trotar por 10Km de senderos se convertía en mi cuarto
oscuro, encontré en la intimidad del ejercicio un lugar para reflexionar, era tal mi
concentración tratando de encontrar que estaba mal conmigo o que había hecho mal, que
perdía noción del tiempo y lo único que me regresaba a la realidad era la alarma del ritmo
cardiaco, donde mi cuerpo ya no podía, pero mi mente si, y fue en ese momento, cuando
llegas al límite de algo, en mi caso lo físico, que me di cuenta que lo que mantenía a flote era el
amor, un amor incondicional a mis hijos.

A partir de ese momento, aprendí que no necesitaba llegar al límite de nada, solo tenía que
relajarme y meditar, analizar los problemas que me hacían tropezar para verlos no como
problemas, si no como oportunidades de crecimiento, adquirí una mentalidad más positiva y
desarrolle la capacidad de encontrar lecciones en las dificultades.

Mis queridos hermanos, los invito a encontrar más cuartos oscuros en el día a día de sus vidas,
entren a ellos, enfrenten sus dificultades, aprendan de los errores y les aseguro que
emergerán con más luz.

Es quanto.

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