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Si abres una Biblia cristiana protestante y miras el índice, notarás que los primeros 3/4 son una

colección llamada el Antiguo Testamento.


Si miras la lista de libros, verás que está formada por 39 obras más pequeñas que se agrupan en
cuatro secciones principales.
Las primeras cinco son llamadas "el Pentateuco", seguidas de "los libros históricos", luego los
"libros poéticos" y finalmente los "libros de los profetas".
Ahora, eso parece bastante simple, pero en realidad es mucho más complicado e interesante.
Este orden de libros en un solo volumen llamado Antiguo Testamento es una tradición cristiana
tardía que se desarrolló después de Jesús y los apóstoles.
En la antigua tradición judía, estas obras estaban todas en rollos separados y se concebían
como parte de una colección unificada en 3 partes llamada "Tanak". Es un acrónimo hebreo para
"Torá", que significa "instrucción"; "Nevi'im", que significa "profetas"; y "Ketuvim", que significa
"escritos".
Ese "Tanak" tiene los mismos libros que el Antiguo Testamento protestante, pero en un orden diferente.
La "Torá" corresponde al "Pentateuco", pero "los profetas" consisten de 4 libros históricos
narrativos y luego 15 obras que reciben su nombre a partir de profetas específicos. Después
siguen "los escritos", una diversa colección de textos narrativos y poéticos.
Si pones atención, descubrirás que cada rollo ha sido coordinado mediante referencias cruzadas que
unen cada obra a la colección en tres partes. Entonces, ¿quién juntó todos estos rollos? Fue un
proceso largo. Algunos de los contribuyentes famosos son nombrados, como Moisés y David,
pero la mayoría de los autores permanecen anónimos.
No sabemos cuándo exactamente fue terminado el proceso, pero fue en algún momento en los
últimos siglos antes del tiempo de Jesús.
En su forma final, "el Tanak" ofrece una interpretación profética de la historia de Israel que dice
revelar los propósitos de Dios para rescatar a todo el mundo
La "Torá" comienza con Dios creando y bendiciendo un gran terreno: nuestro muy buen
mundo. Dios se lo confía a una criatura que refleja la imagen divina: un humano o, en hebreo,
"Adán".
Dios comisiona a la humanidad para gobernar el mundo como reyes y reinas de la creación. Y
la pregunta es si ellos confiarán en la sabiduría de Dios para discernir el bien y el mal, o
tomarán autonomía y definirán el bien y el mal por ellos mismos.
Pero hay otra criatura con los humanos: la misteriosa serpiente. En su rebelión contra su
creador, engaña a los humanos para que se rebelen neciamente contra la generosidad de Dios.
Como resultado, la humanidad es separada de su fuente divina de vida y exiliados del jardín de la
bendición para morir en un peligroso desierto. A partir de ahí, la humanidad continúa esparciendo
y redefiniendo el bien y el mal, y las cosas rápidamente se ponen mucho peor.
Ellos construyen ciudades plagadas de violencia y opresión, lo que conduce a la fundación de
una ciudad llamada Babilonia, donde las personas se exaltan a sí mismas como si fueran Dios. Y
así se establece el conflicto básico de la trama de la Biblia entera.
Dios quiere bendecir a su mundo y gobernarlo a través de los humanos, pero ahora los seres humanos
son el problema. Están bajo la influencia de la maldad. Son estúpidos y miopes y se dirigen a la
autodestrucción. Y todo esto nos prepara para la solución de Dios: necesitamos una nueva clase
de humano. Así que Dios promete que vendrá un nuevo humano que no se rendirá delante de la
serpiente. De hecho, la quebrantará y será quebrantado por ella. A partir de ahí la historia sigue el
linaje de la promesa hasta un hombre y una mujer: Abraham y Sara.
Dios les confió la misma bendición divina dada a la humanidad en la primera página. Así que ellos
dejan Babilonia para ir a una nueva tierra similar al jardín que Dios le promete que le dará a su familia.
Lo que sigue es la historia de la familia de Abraham. Tres generaciones: Abraham, Isaac y
Jacob, seguidos de doce hijos. Y nuestra esperanza es muy alta, hasta que leemos su historia
familiar muy disfuncional y destructiva. Ellos mienten, hacen trampa y casi se matan entre ellos,
sin mencionar los escándalos sexuales. Pero... ¿Qué esperabas después de la historia del jardín?
Ellos son seres humanos. Eventualmente, la familia de Abraham termina exiliada en Egipto. Todos
estos fracasos por parte de la familia de Abraham pintan un fondo oscuro para los pocos momentos
resplandecientes de la historia. Dios permanece comprometido con ese pueblo. Incluso hace con ellos
una promesa eterna, llamada pacto, de que los rescatará y que bendecirá a toda la humanidad a través
de ellos. El cómo no está muy claro, pero la familia de Abraham está en su mejor punto cuando
dejan sus planes egoístas y confían en la promesa de Dios con una fe radical. A partir de aquí, la
familia crece. Terminan esclavizados en Egipto y se nos presenta al otro personaje principal de
la Torá: Moisés. Dios lo levanta para rescatar a los israelitas y llevarlos a una montaña en donde
todos son invitados a entrar en una relación de pacto con Dios. Se les dan 613 términos para esta
relación.
Una guía para convertirse en una nueva clase de humanos, quienes representarán con fidelidad a
Dios delante del mundo. Y Moisés es el mediador de todo este asunto, porque él es genial.
Es el profeta definitivo que habla la palabra de Dios a Israel; es un sacerdote que los representa
delante de Dios e incluso es llamado rey, líder de Israel y libertador en tiempo de necesidad. Pero
conforme continúa el viaje, los israelitas fallan estrepitosamente. Violan el pacto e incluso Moisés
se rebela contra Dios. De hecho, la Torá termina con Moisés prediciendo que el fracaso de Israel
Y, entonces, Moisés muere. Ahora, las últimas oraciones del rollo de la "Torá" son sorprendentes.
Miran adelante en el tiempo y escuchamos de los escribas que dieron forma al "Tanak". Ellos
reflexionan en la historia de Moisés desde su perspectiva y nos dicen que nunca en la historia de Israel
se levantó un profeta como Moisés. Oye, quisiera que llegara otro profeta, sacerdote-rey como él. Y,
con eso, seguimos al "Nevi'im". Este tiene dos sub colecciones. Primero, "los profetas
tempranos", 4 obras narrativas sobre la historia de Israel en la tierra prometida, contada desde
la perspectiva tardía de los profetas.
Las cosas empiezan muy bien con el liderazgo de Josué. Se nos dice que él es exitoso porque es
justo como Moisés y medita en la Escritura día y noche. Pero eventualmente, incluso Josué
fracasa, empezando el largo y violento descenso de Israel a la autodestrucción. Como Moisés y la
historia del jardín anticiparon. Estas historias se enfocan principalmente en el fracaso de los reyes,
profetas y sacerdotes de Israel. Cómo ellos mienten, hacen trampa, se matan unos a otros y adoran a
ídolos. Es básicamente una repetición más larga y sangrienta de los fracasos de sus antepasados,
pero hay algunos momentos resplandecientes.
Dios reafirma su promesa de pacto de bendecir a la humanidad a través de un nuevo humano. Será
un rey del linaje de David. Tienes algunas historias de personas como David y Salomón, que
tienen momentos como Abraham cuando confían en Dios, pero nunca dura mucho. Y, por supuesto, la
familia de Abraham termina justo ahí donde empezó: conquistada y exiliada en Babilonia.
Pero recuerda, toda esta historia está siendo contada desde la perspectiva posterior de los
profetas, y ellos saben que el exilio no es el final.
Así que diseñaron estas historias del pasado de Israel como indicadores a su esperanza futura.
Cuando Dios rescate a su pueblo de Babilonia, enviará un nuevo rey, que será como lo fueron Moisés,
David y Salomón en su buena época. De hecho, de eso trata la segunda parte del "Nevi'im": "los
profetas tardíos". Hay 3 obras largas y 12 obras cortas conectadas con profetas específicos. Este
diseño intencionalmente recuerda los 3 + 12 ancestros de Génesis, cuyas historias de fracaso contienen
las semillas de esperanza futura. Estos rollos proféticos están llenos de referencias cruzadas que
enlazan a la narrativa de "la Torá" y los profetas y siguen desarrollando la historia.
El trabajo de los profetas de Israel era ser como Moisés al acusar al antiguo Israel por su fracaso y
corrupción y advertirles acerca del resultado inminente: el gran Día del Señor que terminó con la
derrota y el exilio en Babilonia. Pero los profetas también prometieron que Dios tenía el propósito de
purificar a su pueblo y recrear un nuevo Israel, quien sería fiel como lo fue Abraham. Ellos vivirían en
una nueva relación de pacto con Dios, bajo la autoridad de un gobernante prometido que es descrito
como un nuevo Moisés, pero llamado como David. Él será quien restaurará la bendición de Dios a todo
el mundo.
La conclusión del "Nevi'im" es justo como "la Torá". Hay una nota de los escribas proféticos del
"Tanak". Ellos reflexionan en la historia hasta ese punto y exhortan a los lectores a anticipar la
llegada de un profeta como Moisés, a quien llaman Elías. Él anunciará la llegada del Dios de Israel
para purificar y salvar a su pueblo. A partir de aquí nos dirigimos a la tercera y última subcolección del
"Tanak". Una diversa colección de rollos. Cada uno ha sido diseñado para conectar con temas claves
de la "Torá" y "los profetas", y desarrollarlos todavía más a través de un elaborado tapiz de
referencias cruzadas.
Por ejemplo, "el rollo de los Salmos" es presentado por dos poemas que están coordinados con el
principio de la "Torá" y "los profetas". En el primer salmo se nos presenta al justo, quien es descrito
como un nuevo Josué, un exitoso líder que medita en las Escrituras. Él es como el rey prometido
Moisés, y como el eterno árbol de la vida en el jardín del Edén.
El salmo 2 identifica a esta figura: es el rey prometido, el Hijo de Dios del linaje de David, quien
derrotará la maldad entre las naciones y restaurará la bendición de Dios al mundo. El resto del "rollo
de los Salmos" enseña al pueblo de Dios cómo orar conforme esperan por esta esperanza futura.
Luego tenemos "los rollos de sabiduría" que abordan algunas de las preguntas más difíciles que
surgen de la historia de la "Torá" y "los profetas". Proverbios suena como Moisés en "la Torá".
Confía en Dios, sé fiel y obediente, y tendrás paz y éxito. Pero luego, Eclesiastés y Job reflexionan en
la complicada historia de Israel y dicen: "Sí, lo hemos intentado y no es tan simple." Estos tres libros
desarrollan una profunda conversación acerca de lo que significa vivir sabiamente en el buen y
frecuentemente confuso mundo de Dios. Dos de los últimos libros del "Tanak" en ser escritos hacen
una contribución crucial.
El "rollo de Daniel" recuerda la larga historia del fracaso y sufrimiento de Israel como una extraña puerta
de esperanza hacia un nuevo futuro para el mundo. Un día llegará el nuevo humano prometido en la
"Torá" y "los profetas", será pisoteado por las salvajes inclinaciones de la humanidad hacia el mal.
Pero luego Dios lo vindicadará y lo levantará para gobernar el mundo en divino poder. Finalmente, "el
rollo de Crónicas" recuenta la historia entera del "Tanak", desde el principio hasta el regreso de Israel
del exilio. El autor se enfoca en la promesa de Dios a David de un rey futuro que reunirá al pueblo de
Dios en una nueva Jerusalén y traerá bendición divina a las naciones. Las últimas líneas del "rollo de
Crónicas" han sido coordinadas con textos claves por todo el "Tanak". Mantiene viva la esperanza
de un regreso definitivo del exilio, apuntando a la llegada de un israelita con quien Dios está, quien
pueda ir y restaurar a la nueva Jerusalén. Y así es como termina la historia. "El Tanak" es una
majestuosa e intencionalmente diseñada colección de antiguos rollos hebreos. Estos diversos textos
de todos los períodos de la historia de Israel han sido entretejidos como una historia unificada acerca
de la promesa del pacto de Dios para Israel y para toda la humanidad. Fueron hechos para toda una
vida de lectura y reflexión, conforme estas asombrosas palabras humanas ofrecen una palabra divina
de sabiduría y de esperanza futura que todavía habla hoy.

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