El espíritu se compadeció de la pobre niña y le dijo: Tú sabes
EL ESPÍRITU DE LA que tu padre no te quiso abandonar aparte él te quería
LAGUNA DE
CHAKIQOCHA
Cierto día Killa se sentía muy triste y enojada con su padre, él
le había prometido que nunca se iría, que nunca la dejaría
sola en este mundo cruel y que la vería cumplir sus metas a
largo plazo; pero él había roto su palabra aquella tarde en la
que dio su último respiro. Ese recuerdo no paraba de dar
vueltas por su cabeza; en las mañanas, tardes y noches en
donde lloraba en silencio para no hacer sentir mal a su madre
quien también estaba sensible por la partida de su padre.
Ella escapó de su casa por toda la presión que tenía. Se
dirigió a una hermosa laguna llamada Chakiqocha donde al
observar el hermoso atardecer carmesí recordó a su padre y
empezó a llorar desconsoladamente.
Cuando de repente sintió una brisa, una mano empezó a
rozar su rostro. Ella se sentía segura y escuchó una voz que
le dijo: ¿A qué se debe tu desconsolador llanto niña? Killa le
respondió: Mi padre me prometió que se quedaría conmigo y
se fue ya no lo volveré a ver…
mucho. Killa reclamó: ¡Si él me hubiera querido nunca se
hubiera ido y habría cumplido su promesa! El espíritu al ver
aquella alma con tanto rencor, odio y tristeza la quiso ayudar.
El espíritu le dijo: Quiero que observes lo mucho que te quería
tu padre. Killa asombrada se quedó callada. Cuando de
repente el espíritu tomo forma de una mujer con un cuerpo de
agua que absorbió de la laguna. En ese momento apareció en
su casa y de repente observo a su padre con ella cuando era
pequeña. Killa no recordaba esa escena ya que era muy
joven. Observó que se padre la cargaba en sus brazos frente
a la chimenea en donde le dijo: ni todo el dinero del mundo
podrá llenar tu corazón y por eso yo me voy a quedar contigo
por siempre tanto como físicamente y espiritualmente.
Killa al ver esa escena se conmovió, le pidió al espíritu que le
mostrara otras escenas de su vida, el espíritu con gusto lo
hizo. Le mostro una escena en la que su padre le dijo: Hija
mía, esta es tu vida, este es tu mundo y tus sueños se
adueñaran de ellos. Cuando seas grande y cumplas tus
metas tú misma vas a estar orgullo de ti, sé que cuando
crezcas serás alguien de bien y tendrá una mejor vida que yo.
Killa murmuró: Lo seré padre, seré la mejor doctora y cumpliré
cada una de mis metas por más difíciles que parezcan. El
espíritu regreso a su actualidad en donde le dijo: A veces las
personas no pueden definir su futuro o si seguirán vivos por
más que lo quieran, por eso te digo Killa vive, cumple tus
metas como tu padre siempre lo quiso, siéntete orgullosa de ti
misma y nunca olvides lo mucho que te quiere. Killa por fin se
sentía bien, ella sabía cuál era su objetivo, aparte de darse
orgullo a ella misma era darle honor a su padre. Desde ese
día Killa se esforzó logrando ser una de las mejores doctoras.