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EL JUEGO INFERNAL

Symphony Knight
Sinopsis

En el infierno existían 4 reglas con un precio a pagar pero solo había una de la cual nadie
sabia su precio o las consecuencias de estas, todo aquel sabe que nadie del mundo infernal
ni del mundo terrenal pueden estar juntos pero no creo que se un impedimento para Crown
y Adrien ¿Qué pasara cuando ella decida romper esa regla por él?

En la ciudad de Lovingfild existe el poder, el deseo, la lujuria y lo sobrenatural


bueno digamos que lo sobrenatural llego mucho mas tarde allí; al principio en ninguno de
los tres mundos existía la guerra pero ahora es muy diferente.

¿Qué pasaría si Crown decide amar a un terrenal? Nadie lo sabe pero ella no solo
puede pensar eso sino que debe ir mas allá del amor por él sino de lo que esta en juego su
mundo al cual llama hogar se convertiría en caos y destrucción, y todo por culpa de un
demonio lleno de celos y del deseo de tomar la corona infernal. ¿Tendrá que asumir al
trono para poder evitar esto? La respuesta es si, deberá dejar de escapar de su destino y del
bien de su pueblo no solo para terminar con la guerra entre los mundos sino para que todas
aquellas verdades que se encontraban ocultas entre la oscuridad por fin salgan nuevamente
a la luz.

Se perderán a muchos en el camino como también se ganaran pero eso no quita el


hecho de que solo una persona tendrá que cargar con eso y esto la consumirá quiera o no lo
quiera tarde o temprano muchos caen ante la oscuridad y tentaciones que habitan en lo
profundo del infierno.
Prologo

Una noche donde soplaba el viento que daba inicio al hermoso otoño en la ciudad de
Lovingfild una mujer bella de cabello rubio y ojos ámbar se encontraba saliendo de una
gala de presentación al sentir la pequeña brisa decidió volver caminando a su hogar, así que
se acercó hasta donde se hallaba su chofer al cual lo consideraba como de su propia familia.

— Arthur— lo llamó para poder obtener su atención.


— Está lista para volver Srita. Adkins— le preguntó sacándole una risa.
— Ve a casa Arthur voy a volver caminando— le dijo con una sonrisa para despedirse
y comenzar a caminar.

Mientras disfrutaba de la brisas otoñal que provocaba que su cabello bailara se puso
a pensar en cómo le hubiera gustado seguir teniendo la vida simple y común como cuando
era una niña que sus padres solo trabajaban para llegar a casa y pasar tiempo en familia en
vez de que no estuvieran presentes ya que se la pasaban de viaje en viaje en fin, se
encontraba sumida en sus pensamientos que no se percato que estaba a punto de chocar con
alguien hasta que su propio cuerpo reboto contra lo que parecía una pared, pero en realidad
se trataba del pecho de esta persona este golpe hizo que cerrara sus ojos esperando que su
cuerpo callera al acera, pero en vez de eso no sintió nada, así que abrió sus ojos para
encontrarse con un par de ojos negros haciéndola quedar embelesada, pero no solo eso fue
sino que también fue la belleza peculiar del hombre; era como un modelo haciendo resaltar
su anatomía llena de musculo y fuerza; su cabello era negro como la noche más oscura al
igual que el color resaltaba en sus ojos y su piel era como de porcelana.

Ninguno podía apartar la vista del otro como si estuvieran bajo el mismo hechizo,
pero esta conexión no duró mucho tiempo ya que ella sintió una ráfaga de viento
haciéndola retroceder, pero sin alejarse mucho.

— Discúlpeme no lo he visto— dijo ella a modo de disculpa.


— No se disculpe ¿Se encuentra bien?— preguntó sin dejar de observarla con
fascinación.
— Sí me encuentro bien no se preocupe— le respondió un poco ruborizada
provocándole una sonrisa al hombre.
— Que pase buena noche señorita— comento él para moverse a un lado y volver a
caminar, pero ella carraspeo la garganta obteniendo de nuevo su atención.
— Isabelle— dijo de repente y este la miró— Mi nombre es Isabelle— volvió a decir,
pero esta vez como correspondía a la vez que extendía su mano.
— Balac— canturreo para tomar su mano y besar sus nudillos— Es un placer Isabelle
— dijo haciendo una pequeña reverencia sacándole una sonrisa.

Después de esa noche se volvieron a cruzar, pero al principio ella pensó que era
coincidencia hasta noto que él la buscaba como ella también esto explicaba que se habían
enamorado y lo llevaron al hecho de formar juntos una vida.

Una tarde calurosa Isabelle se encontraba en la sala de estar recostada en el sofá


emocionada de contarle que estaban esperando un niño o una niña; pasaron las horas que ni
cuenta noto que se durmió hasta que vio a su amado volvió; Isabelle al sentir su presencia
se incorporó, pero cuando la miro la noto distinta e hizo que se volviera a sentar.

— Isabelle ¿Te encuentras bien?— este pregunto, pero vio como tragó grueso.
— E-Estoy e-embarazada— dijo tartamudeando, pero a la vez con una sonrisa
provocando que este se levantara de un salto del sofá dándole la espalda— ¿Qué
ocurre?— preguntó sin entender su reacción.
— No soy lo que tú crees— dijo sin poder seguir ocultado la verdad.
— Balac sé que eres un demonio— dijo entre risas haciéndolo poner en shock.
— Desde… ¿Desde cuándo lo sabes?— dijo con dificultad.
— Para ser un demonio mayor no sentiste que soy una bruja terrenal— dijo y la abrazo
lleno de felicidad.

Balac sabía que existían las brujas y los brujos, pero jamás había llegado a verlos
hasta ahora. Pasaron los meses y él se comenzó a preocupar de las consecuencias que le
traerían a Isabelle por llevar una bebe demoníaca en su vientre entonces recordó que era
una bruja y dejó de preocuparse para pensar que iba a soportarlo.
Había llegado el día del nacimiento y con la ayuda de Lilith trajeron a ambos mundo
a una hermosa bebe quien tenia los ojos de su padre entonces Balac le dio a Isabelle a la
bebe mientras que él y Lilith se encargaban de la herida.

— Mi pequeña bebe— dijo con alegría hasta que comenzó a sentir como iba perdiendo
la vida sabiendo que esto pasaría— Mi pequeña Crown— fueron sus últimas
palabras hasta cerrar sus ojos.

Balac no lo noto hasta escuchar a su hija llorar desgarradamente provocando que los
vidrios de la casa explotaran a lo que este se acerco a tomar a su hija y despedirse del amor
de su vida.

— Te prometo mantenerla a salvo; te amo y siempre lo voy hacer— dijo y besos sus
labios fríos por última vez.
— Vuelve al infierno hijo yo me encargo— dijo Lilith.

Cargo a la pequeña bebe e invoco una puerta infernal que lleva al Castillo Infernal y
al momento que traspaso esta su padre que estaba de espalda sintió su presencia haciéndolo
girar para tomarlo en sus brazos junto a su nieta; Balac le entrego a su bebe para que la
calmara y evitará que volviera a llorar entonces se recostó en una columna mientras que
Satanas disfrutaba tener a su nieta en brazos llevándola a sentar junto con él al Trono
Infernal.

— Padre— dijo Balac logrando que Satanas levantara sus ojos para mirarlo.
— Balac, hijo mío— dijo el diablo.
— Jamás te he pedido nada, pero necesito que esto lo hagas no solo por el bien de los
tres mundos sino que por el bien de ella— dijo señalando a su hija quien estaba
entretenida con las llamas flotantes.
— ¿Qué quieres?— dijo.
— Agrega una regla más que sea inquebrantable que solo el Consejo Infernal y tú
sepan las consecuencias de que se rompa— dijo Balac decidido.
— ¿Cuál?— inquirió Satanas predispuesto a hacerlo.
— Que ningún demonio y/o diablesa pueda enamorarse de un terrenal— dijo.
— Con una condición— dijo mirando a su nieta y después a su hijo.
— Siempre debe existir un precio de por medio— dijo Balac.
— Cuando Crown cumpla los mil años se decretara que asumirá el Trono Infernal—
dijo.
— Está bien— dijo Balac— Sabes que no asumiré al trono por decisión propia y que
tampoco lo hará Bel, pero sé que ella va a lograr sobrellevar ese poder— dijo para
tenderle su mano— Es un trato padre— dijo y Satanas la estrecho.

Después de esa pequeña charla se creó la cuarta regla infernal logrando que nadie la
rompiera por miedo al precio desconocido a pagar por ella; estas están conformadas por:

1. Ninguna criatura demoníaca tiene permitido visitar el mundo terrenal a menos que sea
enviado o invocado a este. Tampoco estará permitido ir al mundo angelical solo en el
caso de tener que ir a la corte de los tres mundos.
2. Las criaturas demoníacas tienen prohibido mostrarse en su forma original o exponer sus
poderes. Solo se podrá hacer para aquel terrenal que se le haya designado o invocado.
3. Ningún habitante infernal tiene permitido matar a un terrenal a menos que sea enviado
para cumplir esto. Solamente se permitirá si es que posea un pacto y/o contrato.
4. Todo aquel demonio; diablesa; sabueso; duque o cualquier criatura que pertenezca al
Mundo Demoníaco tiene prohibido enamorarse de un terrenal. Si se llegara a romper se
deberá pagar un precio designado por el Consejo Infernal y nuestro Rey.

Solo pasaron miles de años en el infierno, pero solo dieciséis años para el mundo
terrenal desde entonces las cosas cambiaron en los tres mundos nada volvió hacer como
antes logrando mantener orden; equilibrio y paz entre ellos.
Bienvenidos al Infierno
Crown. El Infierno, Mundo Demoníaco

Pasaron 600 años desde que se había decretado que asumiría al trono infernal no solo por
petición de nuestro Rey el Diablo a quien llamó abuelo sino que también por nuestro
Consejo Infernal al principio pensé que era mucho poder, pero luego de ver cómo las
jerarquías de los Ocho Círculos Infernales restante peleaban por quien tomaba mi mano en
matrimonio así lograr gobernar El Infierno no iba a permitirlo para ese entonces tenía mil
años ya que para nosotros el tiempo en El Infierno pasa rápido que en los otros mundos.

Si quería asumir al Trono debía prepararme para la presentación ante el Consejo


Infernal y de los Círculos, pero sentía que algo me faltaba y eso era mi madre y, aunque
siempre le preguntara a mi padre sobre ella jamás me decía algo hasta que hace doscientos
años atrás cuando caminaba por los pasillos de la biblioteca que caminó hoy en día me
encuentro recorriendo que me pare delante de la estantería donde se encuentra el libro de la
historia de mis padre recuerdo que el día que lo encontré estuve todo el tiempo leyendo sus
páginas nunca le dije a alguien o eso pensé hasta hoy que vi a mi abuelo entrar
dramáticamente por las puertas del lugar buscándome haciendo que ocultara el libro detrás
de mi espalda queriendo evitar que me descubra.

— Holo abuelo— dije con una sonrisa.


— Crown— dijo con el tono que conocía a la perfección.
— Lo siento ya estoy cansada de que mi papá me oculte la verdad— dije cansada.
— Ya pequeña— dijo sobándome la cabeza como un perro— Dámelo— dijo y
obedecí.
— Abuelo no se lo…— no logre terminar de hablar que mi abuelo desapareció y sabía
que iba a ir con mi padre.

Gruñí de frustración desapareciendo hasta llegar al castillo que llamo hogar donde
encontraría a mi padre junto a mi abuelo en la sala del trono con el libro que me había
quitado de las manos; entonces abrí las puertas haciendo que las estatuas se pusieran rígidas
frente a frente como lo hacían cuando algún Inferna se presentaba.
— ¡CROWN!— gritó mi padre lo cual me indico que mi abuelo ya le había dicho.
— No es justo quiero saber de mi historia— dije ya perdiendo mis nervios— Y tú no
me dejas— dije señalando— Además no crees que algún día encontraría la verdad
— le dije aguantando las lágrimas ya que no me iba a mostrar frágil.
— ¡VETE A TU CUARTO!— volvió a gritarme.
— ¡TE ODIO!— grite para luego desaparecer.

Ellos pensaron que me fui, pero no ya que me escondí en unas de las columnas que
se atravesaban en el techo para ver si decían algo esta costumbre la tengo desde que aprendí
a utilizar mi poder de desaparecer y aparecer en un lugar u otro cuando estoy por llegar a
escuchar mi querido amigo quien es una gárgola comenzó hacer ruido

— Silencio— dije telepáticamente.


— Lo siento— dijo este.

Las gárgolas no pueden hablar como nosotros ya que son de piedra sus bocas, pero
una de mis habilidades es la comunicación a través de la telepatía con cualquier criatura de
los tres mundos y eso es un alivio. En eso veo como mi padre recarga una de sus manos en
el ventanal que está detrás de su trono

— Ya no sé qué hacer— dijo— Cada día que pasa se parece a su madre— dijo y me
quedé de piedra.
— Sí, pero lo único que Isabelle era rubia y sus ojos eran de color ámbar— dijo mi
abuelo en tono gracioso para aliviar el ambiente, pero mi padre volteo su rostro para
verlo sin gracia.
— Ya me di cuenta, pero físicamente se parecen— contestó— Además de eso está el
hecho de que quiere conocer el Mundo Terrenal— dijo mientras volvía su vista al
ventanal— si no fuera por…— esto lo dijo apretando su mandíbula.
— Es tu hijo también Balac y eso lo hace su medio hermano— contestó mi abuelo.

Esto ultimo que dijo mi abuelo hizo que me diera cuenta que hablaban de mi
hermano Bel lo cual me atrajo al sentimiento de que estoy cansada de estar encerrada en El
Infierno ya que desde que tengo memoria jamás he podido visitar el Mundo Terrenal y
escuchar a mi hermano hablar de ello me ha hecho quererlo también es decir, no me
malinterpreten amo mi hogar, pero necesito salir entonces siento como alguien me codea
para así salir de mi cabeza para darme que Gregory me llamaba.

— ¡¿QUÉ?!— me volteo en su dirección apretando mis dientes para no gruñir.


— Mira abajo—dijo y mi cabeza bajó hacia el lugar.

Ahora entendía porque Gregory me había llamado y era que venía entrando mi
horrible madrastra quien es la madre de Bel; yo todavía sigo pensando que salió a mi padre
y conociendo a nuestro padre sé que no la ama sino que está con ella por estar, pero yo la
odio por el simple hecho de querer reemplazar el amor maternal que todavía tengo de mi
madre, aunque haya muerto cuando naci no significaba que no sentía recorrer en mis venas
su energía.

No existía más por lo que quedarme, así que me despedí de Gregory para luego
aparecer en mi habitación provocando que mi querido sabueso infernal Ellair levantara su
cabeza de mi cama sacándome una risa; este tipo de criaturas tienen la habilidad de cambiar
a una forma terrenal y a una demoníaca.

— No me mires con esa cara— dije para meterme al baño a cambiarme.


— No dije nada— contestó.
— Pero me miraste con esa típica cara tuya— volví a reiterar.
— Se enteró ¿no?— me pregunto.
— Si— conteste ya fastidiada— Ya puedes irte Ellair— dije saliendo del baño.
— Dulces pesadillas— dijo para luego salir.

Después de que saliera de mi habitación me coloque en la ventana para mirar más


allá de nuestra ciudad ya que siempre me encontraba mirando el territorio del Noveno
Círculo Infernal quien era dominado por los Werfblood bestias demoníacas que se
alimentan solo de sangre, pero por historias se dice que se convirtieron en ello tras la
desaparición de su príncipe; el abuelo como el resto piensan que son peligrosos para
nosotros por eso se crearon los muros en cada uno de los Círculos para protegernos, pero no
creo que sea tan así. Ya me encontraba aburrida de mirar por la ventana que decidí dibujar a
la mujer que ronda siempre por mi mente este dibujo hace años que me llevo tiempo
terminar, pero quedé agotada cuando lo termine, así que decidí limpiar mis manos e irme a
dormir no sin antes dejar el dibujo sobre el escritorio para no perderlo y una vez que me
acosté caí en un sueño profundo.

Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

En la ciudad de Lovingfild también conocida como la Ciudad Infernal, pero lo


lógico que este nombre no se da exactamente por su clima sino que por parecerse a la
ciudad de Las Vegas donde reina la lujuria; las apuestas; los deseos y las drogas. En ella
vive una familia quien gobierna estos efectos ellos son Los Graves la cual está compuesta
por la Sra. Graves y su único hijo Adrien quien es el sueño húmedo de mujeres y chicas de
la ciudad, pero también lo hace el líder de la mafia familiar que reina este lugar.

Una noche en la mansión Graves en un cuarto de la planta alta se encontraba Adrien


tratando de trabajar como siempre que solía agarrarle insomnio, pero esta noche no era
común como las otras ya que se trataban de las noches que le sucedían sus ataques como él
solía llamarlos y cuando sintió un escalofrió apoyó sus manos a los costados del escritorio
por el impacto entonces salió corriendo para su habitación que no se encontraba lejos de allí
para encadenarse a los postes de su cama como cada vez que sucedía estos; siempre
empieza levemente, pero hoy no era así este se encadenó rápido cuando uno de los tantos
síntomas empezaba provocándole un dolor de cabeza no uno simple, si no uno que parecía
que lo estuviera pasando un camión por encima y así comenzaban a llegar el resto.

A la mañana siguiente cuando sonó el despertador se levantó con un horrible dolor


en medio de su frente como cuando bebía en exceso y esta se transformaba en una resaca al
incorporarse vio el desorden que había en su habitación, pero esto no fue lo que le llamó la
atención sino que su ventana estaba abierta y su piso lleno de tierra cosa que hizo que sus
ojos cayeran en sus brazos para ver que las cadenas estaban rotas haciéndolo maldecir en
voz alta.

— Me lleva el diablo— dijo.


Tomo el radio para avisar que vengan a limpiar para que mientras el servicio se
encargaba del desastre que había ocasionado sin tener memoria de ello fuera a tomar un
baño de agua caliente donde estuvo allí como por una hora hasta que decidió bajar a
desayunar junto a su madre quien se encontraba mirando una revista mientras tomaba una
taza de café este sonrió al verla y se acercó hacia ella

— Buenos días— dijo depositando un beso en su frente para acomodarse en su silla y


llevarse la taza de café a los labios.
— Buenos días mi niño— le dijo Grace a lo que esta lo miro para decirle algo, pero no
la dejo.
— No pienso venir a cenar— dijo este levantándose para irse a la camioneta que lo
esperaban— Luego de la escuela no me vayas a buscar Frederick— ordeno una vez
en el estacionamiento de la institución.

Las horas no se pasaban más hasta que llegó la hora de salir de la escuela para irse a
su lugar preferido en el mundo y ese era Lovingfild Wood donde a nadie le gusta ir tan solo
por los rumores de que criaturas habitaban allí, pero no le temía a nada; una vez allí dibujo
un pentagrama como había leído en el libro además de este tenia que dibujar otro símbolo
distintivo de un tipo de demonios específicos una vez hecho recito las palabras, pero lo
único que sintió fue una ráfaga de viento y nada más, así que espero como una hora, pero
como vio que nada sucedía llamó a Frederick para que lo recogiera en la avenida principal
para ir a su segundo hogar el Casino Eaghton del cual era dueño y fue ahí donde pasó la
noche para evitar ir a la cena familiar y escuchar cómo su querido abuelo como el resto de
su familia querían quitarle todo lo que su padre le había heredado.

Castillo de Las Sombras. El Infierno, Mundo Demoníaco

Me desperté al sentir una extraña sensación, así que me  incorpore en mi cama
dirigiendo mis ojos a la ventana cubierta por mis cortinas de cuero, aunque tenía mi vista
allí mi mente estaba en otro lado hasta que escuche un golpe en mi puerta para ver como
entraban Ellair junto a mi padre a lo que mi primer invitado se dirigió hacia las cortinas
para que la luz entrara pensando que estaba dormida haciendo que tanto mi tonto amigo
como mi padre se asustaran al verme colgada de cabeza de los barandales que tengo en el
techo de mi cama esto hizo que se me escapara una pequeña risa provocando que mi padre
me mirara orgulloso, pero mi amigo un poco molesto

— Ellair podrías dejarnos solos— ordeno mi padre para apoyarse en mi escritorio— Y


sin espiar— dijo sabiendo que lo había escuchado haciendo que este soltara un
bufido del otro lado de la puerta.
— ¿Qué quieres? Porque todavía sigo molesta— dije bajándome quedando parada
sobre el colchón para luego sentarme sobre este.
— Es igual a ella— dijo sosteniendo mi dibujo entre sus dedos a lo que se lo arrebate
usando una de mis habilidades. Pero lo mire una vez que lo volví a tener entre mis
dedos la hoja de papel.
— ¿A qué te refieres?— dije mirándolo a lo que este me pidió permiso para acercarse y
sentarse a mi lado.
— La que dibujaste es ella— dijo señalando el dibujo— Es tu madre— cuando dijo
esto último sentí como una lagrima cayo por mi rostro— Lo siento tanto mi princesa
por no decirte nada es que…— comenzó a decirme hasta que se atragantó con un
nudo que le costo tragar.
— Papá no hace falta que lo digas— dije, pero este me abrazó como cuando era una
niña, aunque para él todavía seguía siéndolo.
— Le prometí a tu madre quien fue y siempre será el amor de mi vida que te
protegería, pero sé que necesito soltarte y creo que es hora de que te muestre algo—
dijo y solo sonreí para abrazarlo más fuerte, así que cuando me solté de sus brazos
baje de mi cama para ir hasta la puerta, pero me detuvo— Antes báñate; cámbiate y
luego baja— me dijo a lo que gruñí de molesta.
— Ya voy— dije para escucharlo salir mientras me comenzaba a duchar.

Después de ducharme me vestí rápido con una falda negra junto con una camiseta
larga negra y una de las tantas camperas de cuero negras y si la mayoría de la ropa que uso
es ajustada y es de cuero, pero también es de color negro; una vez lista baje para
encontrarme con mi padre a un lado de la puerta que llevaba al Castillo Infernal no dude y
entre para ver que mi abuela estaba hablando con Bel de no sé que, pero al verme mi
hermano salió corriendo a recibirme con un abrazo a lo que le lancé una mirada haciéndolo
detener a mitad de camino

— Se me había olvidado que no te gustan— dijo y rodé mis ojos.


— ¿Qué hacemos acá papá?— pregunté y señaló la puerta del estudio de mi abuelo a
donde entramos.
— Mi pequeña nieta— dijo al verme.
— Hola abuelo— dije para sentarme frente al escritorio— Alguno me va a decir que
sucede— volví a preguntar.
— Crown sabes qué es eso— dijo mi padre señalando una puerta negra a lo que yo
asentí como una niña pequeña.
— Es la puerta que lleva al mundo terrenal— dije sin más.
— Bueno tú querías saber que estábamos haciendo acá, así que…— comenzó a decir
mi padre, pero mi abuelo se adelantó.
— Irás al mundo terrenal— dijo mi abuelo— Lo siento hijo, pero no podía más de la
emoción— dijo disculpándose a lo que yo solté una risita.
— Eso significa que por fin voy a salir— dije mirando a mi padre a lo que este se
acercó para tomar mis manos.
— Si mi pequeña, toma esto— dijo para entregarme un pergamino.
— Tienes que protegerlo y ayudarlo— dijo mi abuelo— Este chico invocó a tu padre,
pero es tu turno de hacerlo— dijo para darme un abrazo.
— Gracias a los dos— dije con una sonrisa.
— Bueno ahora vete y disfruta— dijo mi padre para tirarme hacia la puerta.

Cuando me encontraba frente a la puerta y a punto de abrirla escuche unos pequeños


sollozos de parte de mi familia a lo que negué con mi cabeza de forma divertida, así que la
abrí para segundos después encontrarme dentro de una casa pero al parecer no me
encontraba sola sino que estaban Ellair junto a un pequeño demonio y una pequeña diablesa
quienes eran una de mis creaciones y de las que más adoraba ya que eran mis hijos.

— Bienvenida Crown— dijo Ellair.


— Bienvenida a casa mami— dijeron los pequeños a la vez.
— Me da gusto verlos a los tres— dije mirándolos.
— Crown siéntate y escúchame con atención— dijo Ellair para comenzar a explicarme
lo que tengo que saber.
Mundo Terrenal
Crown. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya llevaba dos semanas en este mundo al que no le veo su lado malo sino que es interesante
no solo por el hecho de que mis cosas favoritas y mi alimento se encontraban en la ciudad
las cuales eran el sexo; el dolor; el miedo; la oscuridad; cualquier tipo de adicciones; etc.
En fin, Ellair no solo a mi me estaba preparando sino que también a mis hijos Demon y
Storm quienes deberían simular ser nuestros padres por otra parte, mi primer día de clases
que sería mañana y como ya estaba cansada que siempre me repita lo mismo y solo asentía
a lo que me decía.

— Y recuerda solo el director de este lugar sabe quién eres— dijo Ellair.
— Si ya te escuche las 5000 veces que me lo has dicho— dije para luego levantarme
del sofá e irme a mi habitación.

Ni bien entre a la habitación me fui a dar una ducha caliente para así después
ponerme la pijama que consistía en una remera grande y mi ropa interior para mi suerte no
tarde demasiado ya que no debía duchar mi cabello cuando salí de la ducha envolví mi
cuerpo en una toalla negra para secármelo tarde como mucho unos veinte minutos entre
cepillarme el cabello; limpiar mis dientes y dejar a la vista mis hermosos y adorados
cuernos junto con mi cola lo que es más satisfactorio después de cada baño. Quería
dormirme temprano, pero me quede leyendo un libro que Demon y Storm me regalaron
para que se los leyera, pero sin darme cuenta me quede dormida ya que cuando me desperté
sobresaltada el reloj despertador marcaba las cinco de la mañana y por la ventana vi que
estaba amaneciendo como sabía que no entraría a clases hasta las ocho de la mañana me
levante y me dirigí al baño para cepillar mis dientes y atar mi cabello en una coleta alta así
luego ir a mi armario para vestirme con un top negro que llevaba debajo de un buzo corto
hasta mi cintura del mismo color y un short negro ah y mis zapatillas blancas; no quería que
nadie se despertara entonces salí por la parte de atrás de la casa donde se encontraba un
bosque para así colocarme mis audífonos y comenzar a correr.

Llevaba corriendo una hora y no sabía por dónde iba, pero no se me iba a complicar
ya que solemos dejar un rastro me encontraba tan sumergida en mi cabeza recordando por
donde tenia que volver que no me di cuenta que había caído en una trampa colgante es
decir, me percate de eso ya que estaba colgada de mis piernas y mi cabeza se encontraba
sobre el suelo y fue ahí cuando escuche una voz gruesa hablar.

— Jefe mire que tenemos aquí— dijo el dueño de la voz quien era un hombre petizo y
lleno de músculos, pero por lastima no era mi tipo.
— ¿Qué carajos activo la tram…?— no termino de decir alguien.

Pude ver quien fue el hombre que no pudo terminar de hablar para encontrarme a un
joven de cabello negro; ojos azules; y lleno de tatuajes quien emanaba un olor demasiado
conocido para mí, pero darme cuenta que era mi tarea y ese era Adrien Graves líder de la
mafia que gobernaba esta ciudad. Por otra parte, no me molestaba que me vieran o mejor
dicho que me viera como si quisiera arrancarme la ropa ya que por naturaleza era sensual,
pero lo que si me estaba molestando era que se burlaran de mí por estar colgada, así que no
le iba a dar la satisfacción de hacerlo pensar que me gustaba que me viera de esa forma

— Que miras—dije con voz fría.


— A ti— dijo acercándose— Will desátala— dijo mirando a alguien por encima de su
hombro, pero lo detuve.
— Puedo sola— dije para doblarme y alcanzar mis pies para cortar la soja con mis
uñas y luego girar en el aire para caer parada— Te dije— fue lo único que
mencione.
— No deberías andar por estos lugares— dijo Adrien invadiendo mi espacio personal
— No sabes lo que te puedes encontrar— termino de decir para luego colocar un
mecho de mi cabello detrás de mi oreja si pensaba que era como las chicas que se
mojaban con tan solo un pequeño contacto suyo no iba a pasar.
— De hecho creo que tú tampoco esto propiedad privada— dije con mi dedo índice en
su pecho.
— Si desde hace mucho no se ocupa este terreno— dijo el hombre que se hace llamar
Will.
— Así, excepto que ven esa casa— dije señalando mi casa y volví la vista hacia ellos—
Bueno estoy viviendo allí, así que les recomiendo que saquen sus trampas y vuelvan
por donde vinieron— dije finalizando la conversación para girarme y volver a mí
casa.
— ¿Quién eres?— pregunto Adrien curioso como siempre o más bien para saber quién
se atrevía a desafiarlo de esa manera.
— Ya lo averiguaras Adrien— dije para salir caminando de espalda a mi casa y luego
volver mi vista al frente.

Al llegar me encontré con unos adormilados Demon y Storm quienes estaban


entrando a la cocina al verme sonrieron y me abrazaron siempre.

— Buenos días mamá— dijeron los 2 al mismo tiempo.


— Buenos días pequeños— dije y vi que todavía tenían sus apariencias demoníacas—
¿Les preparo el desayuno?— les pregunte y negaron con sus cabezas.
— Ve a bañarte mami y nosotros lo preparamos— dijo Demon.
— Esta, bien— dije y fui a la ducha como estaba previsto antes.

Por el poco tiempo que me quedaba pensé que nunca me iba a bañar tan rápido y al
salir tome el conjunto que se encontraba sobre mi cama que contaba con un top de encaje
negro y un pantalón del mismo color acompañado por una de mis tantas camperas de cuero
con el símbolo satánico detrás y mis hermosas botas “litas” negras por otra parte, recogí mi
cabello en una coleta alta como antes y por ultimo retoque mis labios con uno de mis
labiales negros.

Salí de la habitación corriendo ya que mire el reloj del celular y estaba llegando
tarde, así que al entrar a la cocina agarre lo que se supone que es una taza térmica con café
y una tostada quien me la iba comiendo mientras iba para la puerta

— ¡ME VOY!— dije en un grito para después cerrar la puerta detrás de mí.

La casa se encontraba lejos de la ciudad, pero por suerte tengo el auto en el cual
solo tarde como unos 20 minutos en llegar donde ya no quedaba estudiantes fuera de este,
de manera que ni bien cerré el auto me dirigí corriendo adentro de la instalación con la
suerte de poder encontrar rápido la oficina del director quien por lo que me dijo Ellair sabe
quién soy ya que le debe su alma a mi abuelo hace años estaba mirando para todos lados
cuando siento que alguien choca contra mi cuerpo, pero yo no fui quien cayo al suelo
desparramando todas sus cosas provocando que mis ojos se posaron en una cabellera rojiza.

— Lo siento por favor no me hagas nada— dijo lo que me sorprendió y me incline para
ayudarla.
— La que se tendría que disculpar seria ya que no te vi venir en esta dirección— dije
agarrando uno de sus cuadernos— Toma— dije tendiéndoselo.
— Gracias— dijo.
— De nada— dije con una sonrisa— ¿Por casualidad no tienes idea de dónde se
encuentra la oficina del director o si?— pregunte y vi que asintió en respuesta.
— Ve por ese pasillo y luego gira la derecha, de manera que te lo vas a chocar— dijo
señalando detrás de ella.
— Gracias— dije para luego ir por donde me había indicado.

Seguí al pie de la letra las indicaciones de la pelirroja y si estaba en lo correcto al


final del pasillo vi la sala de espera junto a dos oficinas y un escritorio de su secretaria que
reconocí inmediato como la Sra. Watkins era una mujer mayor como de unos cincuenta
años su mundo me acerque hasta ella con una sonrisa a lo que esta me miro de la misma
manera.

— Hola soy Crown Adkins mis padres dijeron que el director me quería ver en su
oficina el primer día de clases— dije con una sonrisa.
— Hola querida por supuesto pase mi esposo está allí— dijo la mujer.
— Muchas gracias— dije para mirar a la puerta y después golpear.

No tardó mucho en escucharse un “adelante” desde adentro, así que entre


encontrándome con un hombre de la misma edad que su mujer sentado detrás de un
escritorio con un par de carpetas encima de este

— Adam— dije para sentarme en una silla delante de este.


— Srita. Crown— dijo con una sonrisa— Me complace la llegada de la futura reina del
infierno en mis instalaciones— comenzó adularme aunque me gustaba, a él
conociendo su expediente no solo iba a permitir— Espero que sepa obedecer
nuestro régimen de conducta— dijo empezando mal.
— Cuida tu tono conmigo a caso quieres hacerme enfadar— dije mirándolo— Porque
con lo que a mí respecta me encantaría decirle a tu esposa tus secretos— dije y vi
que se tornó pálido.
— No serias capas— dijo tragando grueso.
— No me subestimes no soy mi abuelo y mucho menos mi padre— dije con una
sonrisa en el rostro.
— Lo entiendo— dijo— Tome— dijo para tenderme un papel— Estos son tus horarios
y donde se encuentra tu casillero— me comenzó a explicar— Ah y antes que me
olvide— saca algo de uno de los gavetas del escritorio— Ten para el casillero—
dijo colocando un candado sobre el escritorio.
— Tengo el mío— dije levantándome para así salir.

Al salir me encontré con la Sra. Watkins de la cual me despedí amablemente para


poder ir a mi salón esta vez usando mi visión y mi oído para encontrarlo en fin, no fue tan
difícil ya que desde la entrada solo debía girar a mi derecha y allí se encontraba ya en
medio de la clase la verdad no me importaba, así que me iba a divertir un rato.

Entre en mi salón de clases como si hubiera entrado mi abuelo pero sin ser tan
dramática esto ocasiono que tanto la mirada del profesor como la de mis compañeros se
posaran sobre mí a lo que por dentro me estaba divirtiendo mucho con esto, el profesor se
dirigió hacia mí con una cara de pocos amigos.

— Lamento llegar tarde, el director me había citado ya que soy nueva— dije y el
profesor asintió señalando una mesa que se encontraba sin ser ocupado.

Mientras que me dirigía hacia el banco el cual se encontraba ocupado de un solo


lado por la pelirroja a la que había chocado esta mañana; el profesor carraspeo su garganta
llamando mi atención.

— Bueno señorita…— comenzó a decir este, pero al parecer el director no le había


dicho de mi llegada, así que supuse que tampoco mi nombre.
— Adkins— dije con orgullo— Crown Adkins— sentencie para luego acomodarme al
lado de mi compañera, a la que le sonreí.

El Infierno, Mundo Demoníaco


El Infierno se encontraba intacto por suerte no había un solo demonio o diablesa
metiéndose en problemas más grandes de los que ya se hacían allí por otra parte, en el
quinto círculo infernal el príncipe Fearchar se encontraba deambulando de un lugar a otro
en su habitación ya que no estaba viendo a su querida amada obsesión que era Crown este
siempre solía ir para el décimo círculo solo para observarla desde lejos pero ya no podía
esperar más tiempo sin verla, así que decidió ir y encontrarla para invitarla a pasear un rato
excepto que al entrar al palacio no se la encontró al lado de su padre como solía estar a lo
que este dedujo que se encontraba en su habitación; el Rey Balac quien no solo era
conocido por ser uno de los mejores demonios e hijo del mismísimo rey del infierno sino
que también era conocido por ser muy protector con su hija pequeña.

— Majestad— dijo Fearchar al estar cerca del trono.


— Fearchar Hijo de los Werfcrof— dijo Balac— ¿A qué se debe tu visita en mi reino?
— inquirió este.
— Estoy buscando a la prin…— comenzó a decir pero el rey lo interrumpió antes de
terminar la frase.
— Mi hija no se encuentra aquí, así que ya puedes irte— dijo Balac molesto.
— ¿y en donde la puedo encontrar?— volvió a preguntar el demonio.
— No se encuentra en El Infierno. Ahora vete debo atender unos asuntos— dijo Balac
— ah y Fearchar dile a tu padre que no se olvide de la reunión— le aviso por ultimo
antes de que este se marchara.

El demonio desilusionado por no poder verla se dirigió hacia sus tierras, pero antes
de dirigirse a su habitación una vez que llego le recordó a su padre lo que el Rey Balac le
había dicho, aunque él quería verla no paraba de pensar en lo que le habían dicho hasta que
se dio cuenta de donde se encontraba su amada.

— No temas Crown voy a ir a visitarte— dijo en voz alta.

Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

La verdad que las clases no estaban tan mal eso no quita el hecho de que me fastidie
estar entre humanos y sus estupideces lo bueno de esto era que me llevaba súper bien con
Molly hasta me invito a juntarme con ella para el almuerzo el cual se servía en la cafetería
en donde existía un tipo de jerarquía social dentro de ella y en los pasillos por lo que tenía
entendido, pero al momento de dirigirnos con nuestra bueno mejor dicho su comida a una
de las tantas mesa alguien me tomo de la muñeca haciéndome estampar mi cara contra un
pecho duro a lo que tuve que alzar mi vista para encontrar unos ojos azules que reconocí de
inmediato.

— Lo siento Horns se sentara en mi mesa— dijo él.


— Pero— comenzó a decir la pelirroja con un poco de miedo al parecer y como pude
notar también en el resto de las personas.
— Tranquila Molly te alcanzo luego— le dije con una sonrisa— ¿Si?— le pregunte
para cerciorarme que estuviera tranquila a lo que esta asintió.

No me molestaba tener la mirada de todos, pero no me gustaba la actitud dominante


que estaba teniendo si tan solo supiera quien soy no me trataría como a una zorra de con las
que se acuesta. Llegamos a una mesa que se encontraba en una cafetería externa del
instituto donde pude divisar que no estaba solo sino que estaba acompañado por otras
personas, así que cuando llegamos me cruce de brazo y alce una de mis cejas mientras él se
sentaba sobre la mesa

— ¿Qué quieres?— le pregunte de manera fría.


— Saber tu nombre porque no creo que sea justo que tu sepas el mío y yo no sepa el
tuyo— dijo a lo que solté una risita de mi parte para luego girarme para volver
adentro ya que debía ir a clases, pero me detuvo por la muñeca atrayéndome hacia
él para tan solo tener mi cara a centímetros de la suya— ¿Quién eres?— pregunto
sujetando mi mandíbula con su mano derecha y con su mano izquierda en mi
cadera.
— Te lo vuelvo a decir ya lo vas a descubrir—dije para voltearle el rostro.

Este al recibir de mi parte una respuesta sin cumplir con su satisfacción presionó mi
cadera un poco más para luego atraerme hacia su cuerpo y agarrar mi mentón para que lo
mirara a los ojos seguramente debe estar pensando en su hermosa cabecita que me debe
estar volviendo loca o en todo caso hacer que mis bragas se mojaran, excepto que conmigo
no es el caso.
— Si crees que voy a caer a tus pies por este pequeño y estúpido movimiento tuyo que
de seguro te ha funcionado con muchas, pero conmigo no va a funcionar— dije con
mi sonrisa más victoriosa y encantadora— Si me disculpa debo ir a clases— finalice
para soltarme de su agarre y dirigirme adentro para mi última clase del día.

Antes de ir a clases fui a mi casillero por primera vez en toda la mañana el cual por
suerte se encontraba cerca del salón de la última clase la cual era literatura francesa una de
mis favoritas en fin, estaba colocando uno de mis cuadernos junto a un libro de
matemáticas cuando suena el timbre que daba inicio nuevamente a las clases tarde un poco
ya que debía decorarlo un poco pero debía usar mi poder, así que cuando no había nadie lo
hice tarde solo veinte segundo y luego lo cerré. Al entrar al salón divise a Adrien sentado
arriba de todo en una esquina mirando por una de las ventanas, aunque me quería sentar a
su lado para molestarlo me senté a un lado de un chico de cabello rubio el cual pude
deducir que era popular y capitán del equipo, pero gracias a mis dones demoníacos que era
olfatee que era adicto a las drogas y al juego de cartas que de seguro eso lo llevaba a cabo
en el Casino Eaghton le sonreí al tomar asiento y este también.

El profesor comenzó y nos explicó que en su clase solo se iba a hablar en francés,
aunque a mí no me molestaba ya que lo hablaba a la perfección este al terminar de explicar
nos entrego un fragmento de “Orgullo y Prejuicio” y este me llamo.

— Mlle Crown, pourriez-vous nous dire ce que vous pensez de l'amour d'Elizabeth et
de M. Darcy? — me pregunto a lo que alce mi vista. (Señorita Crown podría
decirnos ¿Qué piensa con respecto al amor de Elizabeth y el señor Darcy?)
— Je ne suis pas une personne qui croit en l'amour et encore moins en ce genre
d'amour, mais je peux dire que parfois ce qui est superficiel n'a pas d'importance
mais ce qui est essentiel chez cette personne— conteste a su pregunta. (No soy una
persona que cree en el amor y mucho menos en uno de este tipo de amor, pero sí
puedo decir que a veces no importa lo superficial sino lo esencial de esa persona)

Cuando termine de contestar y que el profesor quedo satisfecho sentí la mirada de


Adrien sobre mi nuca no le di importación y cuando sonó el timbre que del final de las
clases para algunos salí lo más rápido que pude no solo del salón sino que también del
instituto para encontrarme con Molly a un costado de las escaleras de este que daban al
estacionamiento esta al verme sonrió que al parecer estaba esperando a alguien más que no
era yo

— Crown— dijo al verme a lo que quiso abrazarme, pero la frene y esta me miro con
cara de no entender.
— No me gusta dar abrazos— dije apenada— Pero puedes hacerlo— dije y no dudo en
acorralarme entre ellos.
— Gracias lo necesitaba— dijo apenada y con una sonrisa.
— No hay de que— dije en respuesta— ¿Esperas a alguien?— le pregunte y esta
asintió en respuesta.
— Si a mi papá dijo que iba a venir por mí, pero al parecer está ocupado en otro caso—
dijo y soltó una risita al ver mi cara de confusión— Mi padre es el sheriff de la
ciudad— dijo.
— Ah ahora entiendo— dije ya después de que me di cuenta porque su apellido me
sonaba tan familiar— Si quieres puedo alcanzarte hasta tu casa— le comente a lo
que me miro con una sonrisa.
— Gracias— dijo para luego caminar hasta mi auto.

No tardamos mucho ya que se encontraba cerca del centro y de la escuela al llegar


pude ver una patrulla estacionada en la entrada del garaje lo que indicaba que su padre se
encontraba recién llegando a casa, pero al ver a su hija llegando en un auto desconocido se
frenó a mitad de camino esperando por ella; mi querida amiga me invito a que bajara de
este para conocer a su padre a lo que yo ya lo conocía, pero ella no lo sabia. Al bajar del
auto llevaba mis anteojos de sol puesto ya que no me podía a acostumbrar todavía a este,
así que supongo que no me reconoció inmediatamente comencé a rodear el auto para poder
alcanzarla

— Papá ella es mi nueva amiga Crown— dijo está presentándome.


— Es un placer Sr. Horns— dije quitándome los anteojos para tenderle la mano a lo
que este me reconoció enseguida.
— Te pareces mucho a tu padre— dijo y mi amiga se quedó sorprendida.
— Sr. Horns fue un placer conocerlo y Molly nos vemos mañana en la escuela— dije
ya que estaba media apurada.
— Nos vemos Crown— dijeron los dos mientras yo me subía al auto para ir a mi casa.

Cuando pase la ciudad y entre en la carretera rodeada de árboles mi cuerpo se puso


en mi forma demoníaca y eso se debía a una sola cosa tenia que alimentarme y si no lo
hacía esto pasaba, así que acelere lo más rápido que pude para evitar cualquier locura de las
mías, excepto que al llegar me encontré que había una camioneta estacionada frente a esta
de la cual bajaba la Sra. Graves junto a su hijo y mis queridos niños quienes fingían ser mis
padres los estaban recibiendo a lo que recordé que Ellair me había dicho de que en el
mundo terrenal los vecinos solían tener la costumbre de pasar a dar la bienvenida la verdad
que lo que menos quería en ese momento era que me vieran no solo porque me iban a decir
que era un monstruo sino que estaba prohibido que los terrenales nos vieran en nuestra
forma demoníaca solo si era necesario, así que respire profundo para poder calmarme y
volver a mi forma terrenal hasta que llegara a mi habitación y una vez logrado el cambio
baje del auto con los anteojos puesto para entrar en la casa lo más rápido que podía, pero
mis supuestos padre me detuvieron.

— Cariño ven a saludar— dijo Storm a lo que yo la mire y a mis invitados.


— En un momento estoy con ustedes debo ir a un lado urgente— dije apretando mi
mandíbula e imitando un gesto de que debía ir al baño.
— Oh querida ve— dijo Demon— Estaremos en la sala— dijo y yo asentí para luego
entrar corriendo a mi casa.

Ni bien entre me encontré con Ellair quien salía de la cocina y al verme supo lo que
estaba pasando y me indico que ya había llenado mi mini heladera, así que asentí rápido y
subí corriendo para trabar la puerta pero por mi maldita suerte no llegue a tiempo
ocasionando que mi cuerpo se pusiera en mi forma demoníaca.
Una Visita Inesperada
Crown. Verano-Otoño Septiembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Seguía aun encerrada en mi habitación después de sufrir un espantoso cambio de forma y


para ser franca eso no era lo que me molestaba sino era la presencia de ciertas personas en
mi sala y de acá podía escuchar como Adrien se reía de un mal chiste hecho por mi
pequeño; estaba dentro de la bañera cuando alguien abre la puerta y al levantar la mirada
me encuentro con Ellair que traía sangre en una jarra a lo que se la quite de las manos para
llevarla a mis labios y beberla sin dejar una gota y cuando termine escuche una risita
proveniente de mi amigo.

— Gracias— dije con una sonrisa.


— Lávate y baja— me ordeno a lo que lo mire mal— Por favor— dijo para dejarme
tranquila.

Una vez que me termine de limpiar me dirigí hasta el armario para vestirme con una
falda negra de cuero combinada con un top negro de encaje y mis botas cortas negras en
fin, cuando termine fui al salón donde se encontraban todos al entran Adrien me recorrió
con sus ojos de pies a cabezas todo mi cuerpo ya que cuando me conoció esta mañana
digamos que no estaba vestida con mi estilo de ropa y su madre al darse cuenta de lo que
hacía su hijo le pego un pequeño, pero doloroso pellizco en su brazo derecho sacándome
una pequeña risa sin emitir ruido lo que hizo que mis supuestos padres miraran en dirección
a los invitados en cuanto lo hicieron me iban a hacer un gesto para que me acercara a
saludar excepto que les gane.

— Un placer Sra. Graves— le digo a la mujer estrechando su mano— Adrien— digo


fría para luego colocarme en un sofá individual.
— Tus padres me han comentado que hoy fue tu primer día en Lovingfild High— dijo
la mujer a lo que yo asentí— Veo que ya conoces a mi hijo— volvió a decir y volví
a asentir.
— Comparto literatura francesa con Adrien— conteste y esta asintió.
— ¿Ya tuvieron tiempo de recorrer la ciudad?— pregunto él esta vez.
— Si Crown fue la que más recorrió de nosotros— dijo Demon y de reojo vi como
sonrió complacido.
— ¿Así?— pregunto con una ceja levantada.
— Si y la verdad me esperaba un poco más— comencé a decir— Como es esta palabra
— dije en tono pensante— Ah ya la encontré me esperaba más diversión en la
ciudad— termine de decir, pero mirándolo solo a él.
— Entonces no has ido al Casino Eaghton— dijo la mujer.
— Al casino de su hijo— dije y ella asintió.
— Si mi casino que fue de mi padre antes— respondió.
— Si he ido, pero me he aburrido— dije sin interés y vi como Adrien apretó su
mandíbula— No quiero sonar grosera ni nada, pero debo hacer tarea y no…—
comencé a decir pero la Sra. Graves me detuvo.
— Tranquila querida ve— dijo ella a lo que le sonreí.
— Nuevamente un placer conocerla Sra. Graves— dije con una sonrisa.
— El placer fue todo mío— dijo ella con una sonrisa en su rostro— Y por favor
llámame Grace— dijo y asentí para retirarme luego.

Otoño, Octubre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Pasaron dos meses de mi llegada y solo un mes desde que iniciaron las clases lo que
agradecía era que Adrien después de la visita a mi casa el no volvió a molestarme si tan
solo supiera que estoy cuidado su espalda me lo agradecería y eso no me molestaba es
decir, no significa que no sienta su mirada sobre mí de hecho lo que más me divertía era el
hecho de volverse loco por el caos que se generó desde que llegue a la ciudad y que no
pueda descubrir quién lo ocasiona esto me alimentaba cada día.

Una tarde después de la tediosa escuela que estaba comenzando a detestar más que a
la Academia Demoníaca salía con Molly a quien debía llevar a mi casa para hacer un
trabajo grupal la verdad no me molestaba su presencia de hecho me estaba encariñando con
ella a lo que se había vuelto mi mejor amiga y no solo sino que también la hermana que
jamás tuve; veinte minutos más tarde de haber estacionado en la entrada del garaje veo que
Storm estaba en el jardín delantero juntando flores y al verla mi amiga levanto su mano
para saludarla.
— Sra. Adkins— mi amiga alzo un poco la voz para que mi pequeña la escuchara
mientras se adelantaba.
— Oh Molly me da gusto verte— dijo ella.
— Hola mamá— dije y rodeando mis ojos divertida que esto me causaba gracia.
— Hola cariño tu padre hoy no llegara a casa debe quedarse a trabajar— dijo a lo que
asentí es decir, mis niños aparentan ser mis padres debían conseguir empleo para
aparentar que son terrenales— ¿Te quedas a cenar Molly?— le pregunto a mi
amiga.
— Si— dije.

No me encontraba molesta ni enojada sino que tenía un mal presentimiento ya hace


semanas como si algo en El Infierno no estuviera bien, pero no quería que mis niños ni
Ellair se alteraran en especial el último quien no tengo ida de dónde puede llegar a estar
ahora en cuanto entramos a mi habitación Molly se tiró literalmente sobre mi cama
sacándome una risa y eso se debía a que se estaba por quejar de su padre otra vez.

— Mol no quiero sonar como si me molestara, pero no empieces otra vez— dije a lo
que se incorporó para mirarme de forma inocente.
— Yo no hice nada— dijo levantando sus manos como una niña.
— No aun, pero ibas a comenzar con lo típico— dije y me pare como ella lo suele
hacer cada vez que se quejaba de su padre y eso era poner mis manos sobre mi
cadera para carraspear la garganta— mi padre es un cascarrabias no entiende que
nos encontramos en el Siglo XXI— dije imitando su voz haciéndola reír.
— Ya tú ganas comencemos con la tarea— dijo aplaudiendo y negué divertida para
comenzar con el trabajo.

Me estire para luego desbloquear mi teléfono y ver el reloj que había avanzado
rápido marcando habían pasado ya dos horas desde que comenzamos a lo que me gire en
dirección a Molly que estaba sentada de piernas cruzadas sobre el suelo al igual que el
libro.

— Cinco minutos y bajamos a comer algo seguro mi mamá preparo la tarta que tanto
te gusta— dije y esta pego un grito de emoción que me dejo sorda.
— Es genial tu mamá— dijo y sonreí.
Estaba concentrada cuando siento esa sensación de que algo no estaba bien
provocando que me deba agarrar la cabeza del dolor entonces escucho a Molly.

— Crown ¿Estás bien?— me pregunto y asentí en respuesta.


— Si solo me duele la cabeza— conteste— Quieres ir abajo y yo te alcanzo luego—
dije sin mirarla.
— Cualquier cosa…— comenzó a decir, pero la detuve.
— Cualquier cosa te grito— dije sacándole una risa para luego escuchar la puerta
cerrar y sus pasos dirigiéndose a la escalera.

Me levante y me dirigí al baño para mojarme la cara y sacarme esa sensación que
estaba teniendo, pero estaba cansada, así que llame a mi padre y a mis abuelos mediante el
espejo de pie que está en la habitación a lo que estos aparecieron a través de este.

— Mi pequeña bebita demoníaca— dijo mi padre.


— Ya papá— dije despegándome de él en eso veo que mis abuelos atraviesan el espejo
y seguido de ella mi padre también— Abuelo, abuela— dije emocionada.
— A tus abuelos si pero a tu padre no— dijo ofendido y celoso.
— Papá no te pongas así ya sabes como soy— dije mientras lo abrazaba y miraba
como cuando era una niña pequeña.
— Mi princesa ¿Qué sucede?— dijo mi abuela.
— Está pasando algo que no sepa en casa— dije a lo que estos me miraron.
— Crown ¿Por qué lo preguntas?— pregunto mi padre.
— Es que hace días llevo sintiendo como si algo no estuviera bien— digo sabiendo que
no se los podía seguir ocultando.
— Tienes razón— dijo mi abuelo.
— Padre no te atrevas— dijo mi papá en tono de advertencia.

Si algo sabia muy bien era que mi padre siempre va a protegerme de cualquier cosa
y de cualquiera, pero si algo me molestaba demasiado era que me ocultara las cosas al
principio no era así porque era una niña pero ahora ya soy adulta y eso debe de aprender.

— Bastaya no soy una niña— dije molesta— Abuelo dímelo— pedí.


— Fearchar se dio cuenta que no estás en El Infierno— dijo mi padre antes que mi
abuelo abra su boca y al mencionar ese nombre me gire en dirección a mi padre no
molesta mas bien furiosa sabiendo que el demonio más detestable y el cual quiere
estar a mi lado solo para poder gobernar El Infierno sabía que no estaba allí.
— ¡¿QUÉ?!— dije gritando y fue ahí que agradecí que antes de llamarlos neutralice el
sonido para evitar que nos escuchara— ¿Cómo sabe que no estoy?— pregunte esta
vez.
— Fue a verte al reino y como no te encontró se dio cuenta que no estabas allí— dijo
mi abuela— Pero no solo es eso sino que también estuvo revisando los archivos de
los enviados a este mundo y encontró el tuyo— concluyo esta vez.
— ¿No son prohibidos esos archivos?— dije mirando a mi abuelo.
— Alguien se los dio— dijo mi abuelo a lo que seguramente ya debía saber quién fue y
más conociéndolo que detesta que cualquiera rompa las leyes.
— Si sabe que estoy acá puedo con él sola además debe pensar que soy débil en este
mundo, pero gracias a mamá tengo demasiada ventaja— dije a lo que mi padre
gruño— Puedo con él papá y lo sabes. Deben irse tengo que bajar o la hija del
Sheriff Horns vendrá a buscarme— dije y mi padre soltó una risa para luego
despedirse junto a mi abuela y atravesar el espejo.
— Crown— dijo mi abuelo y lo mire— ¿Watkins te volvió a molestar?— pregunto.
— No y sabe que no le conviene hacerme enojar— respondí— Solo tuvo una pequeña
advertencia de que no era como tú ni mucho menos como mi padre— comente a lo
que sonrió orgulloso como siempre.
— Pequeña cuídate— dijo mi abuelo para irse.

Cuando se fueron baje a la cocina donde escuchaba a mi pequeña y a mi mejor


amiga hablando muy animadamente y al verme sonrieron, pero me reí al ver a Molly con
sus mejillas infladas como una ardilla por la comida dentro de su boca.

— Mol nadie te va a quitar la tarta— dije y alzo sus hombros.

Al parecer mi pequeña estaba preparando la cena y ofrecí mi ayuda, pero se negó


entonces me serví un vaso de agua y mi vista se concentro en un punto fijo esto lo hacia
cuando necesitaba pensar y ahora lo único que rondaba por mi cabeza era que Fearchar
donde me encontraba y no iba a tardar en venir cuando recordé que no era tan fácil salir del
infierno; estaba tan metida en mis pensamientos que no me percate que Molly me llamaba
hasta que se puso enfrente y chasqueo sus dedos sacándome del pequeño transe que tenia.

— Lo siento ¿Qué me decías?— dije.


— Si seguíamos— me contesto y yo asentí.
— Si por supuesto— comente y me tomo del brazo para arrastrarme hasta arriba.
— ¿Les preguntaste?— inquirió mi amiga y solo asentí.
— Dijeron que mientras que te vigile y lleve a casa— dije en una pequeña mentira y
me abrazo para soltar un grito en mi oído provocando que me quedara sorda por así
decirlo.

Más tarde mientras conversábamos y me contaba chismes de la escuela vi que Ellair


entraba a mi habitación haciendo que a mi amiga se le disparara el pulso cardiaco es
atractivo y todo, pero es por su naturaleza de sabueso infernal, así que me vi en la
obligación de llamar su atención antes de que abra su boca.

— Cuantas veces te ha dicho mamá que no entraras a mi habitación sin tocar la maldita
puerta— dije a lo que este no solo me miro sino que también a mi amiga que nunca
tuvo la oportunidad de conocer.
— Lo siento— dijo y vi que se acercó a Molly de manera “seductor” como él solía
llamarlo, pero yo lo llamo hacer el ridículo— Tú debes ser la encantadora amiga de
ese monstruo de allí— dijo señalándome y ese comentario sin gracia hizo que mi
amiga soltara una risita estúpida.
— Este monstruo de aquí te puede patear tu bonito trasero— dije para pegarle un
manotazo por la cabeza provocando que se sobara el lugar afectado mirándome
molesto— Molly te presento a Ellair el idiota de mi hermano mayor— le dije a mi
amiga.
— Es un placer— dijo ella.
— ¿Qué quieres?— dije molesta.
— Mamá dijo que bajen a ayudar con la mesa— dijo con una sonrisa.
— Mol ve yendo que tenemos que hablar de algo entre hermanos si no te molesta—
dije y ella negó con su cabeza.
— Nos vemos abajo Ellair— dijo risueña a lo que negué divertida, una vez que ella se
fue le volví a dar un manotazo más fuerte.
— Solo te digo una cosa Ellair ni se te ocurra, ya te conozco y no lo voy a permitir o te
olvidas lo que eres— dije advirtiéndole.
— No me olvido y te lo prometo no lo voy hacer— dijo y yo lo mire para ver que
estuviera diciendo la verdad.

Otoño, Noviembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

El tiempo acá pasaba lento a comparación del El Infierno que ahí pasaba como una
ráfaga de viento que llega rápido y se va de la misma manera después de la charla con mi
padre y mis abuelos me mantuvo casi toda la mente ocupada y digo porque no había dejado
de hacer mi tarea designada que era vigilar y cuidar del estúpido de Graves. Me encontraba
en mi habitación eligiendo lo que me iba a poner esta noche ya que le prometí Molly ir al
Casino Eaghton en fin, cuando ya había decidido lo colgué a un lado del espejo y cuando
paso delante de la ventana no solo siento sino que veo al demonio que más odio recostado
en un árbol mirando a mi ventana, así que fui a ver que quería.

— Fearchar— dije fríamente a unos veinte pasos suyos.


— Mi querida Crown Hija de las Sombras y del Infierno— dijo haciendo una
reverencia a lo que rodee mis ojos.
— ¿Qué haces aquí?— le pregunte seca.
— Que no puedo visitarla acaso— dijo y fue cuando se dio cuenta que me encontraba
en bata— ¿Va algún lado?— me cuestiono.
— Sí y tú vienes conmigo— dije y vi que se le iluminaron los ojos, pero antes de que
me diera vuelta lo mire nuevamente— No te hagas ilusión querido que tú y yo solo
vamos a hablar— dije y este asintió siguiéndome por detrás.

Al entrar en la casa seguida por el demonio aparecieron mis hijos y Ellair, pero yo
negué con la cabeza.

— Solo es una visita corta— dije para que se calmaran— Y tú— dije dándome vuelta
para mirarlo— Espérame aquí debo hacer una llamada— dije, pero fue cuando
escuche el timbre y sabía que era Molly.
— Yo me encargo— dijo Demon.
— Fearchar; Ellair vayan al salón— dije— Que yo iré a mi cuarto para fingir que no
me siento bien— ordene y todos obedecieron.

Al llegar al cuarto me tire debajo de las sabanas y detrás de mi llego mi pequeña


quien debía actuar para ayudarme a que Molly no se quedara en la casa y menos estando
Fearchar en esta; terminamos de acomodarnos y en eso se abre mi puerta y veo el cabello
de mi loca amiga quien viene corriendo a mi lado.

— Te ves guapa— dije sacándole una sonrisa.


— ¿Cómo te sientes? Tu papá me dijo que no te encontrabas bien— dijo.
— Solo es una gripe— dije— ¿No mamá?— mire a Storm.
— Si tranquila Molly; mañana esta señorita va a ir a la escuela— dijo Storm.
— Está bien, pero te recuperas para poder salir— me dijo en un susurro.
— Prometo recompensártelo— dije con una sonrisa.
— Que te parece prestarme tu increíble Camaro negro— dijo con una sonrisa a lo que
la mire enarcando una ceja.
— Ni lo pienses— dije fríamente.
— Okey ya entendí bueno me voy que yo pienso salir— dijo para luego irse de la casa
riendo.

Cuando Molly ya se encontraba lejos de la casa me levante de mi cama para ir hasta


el armario y de allí tome una musculosa gris con un jean negro rasgado y me coloque mis
zapatillas negras y al terminar baje.

Al bajar encontré a todos en el salón con todos menos a Ellair quien apareció de la
cocina con un tazón de palomitas entonces mi vista fue al demonio para hacerle un gesto
que me siguiera al estudio y no solo el me siguió sino que también mi mejor amigo, pero lo
detuve cuando quiso entrar.

— Si te necesito te llamo— dije y este asintió.

Cerré la puerta doble para girarme y dirigirme al sillón de cuero negro que se
encontraba detrás del escritorio no antes señalarle el asiento frente a mí.
— Bien Fearchar hablemos— dije mirándolo de brazos cruzados.

Fearchar. El Infierno, Mundo Demoníaco

Sabía hace tiempo que mi querida Crown se encontraba entre los terrenales por
primera vez y de seguro debía estar asustada, así que debía ir para cuidarla, pero salir no iba
a ser tan fácil ya que tendría que tener autorización y recordé a quien le podía pedir un
favor para cruzar.

Otoño Noviembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

No fue difícil encontrarla ya que sabía donde estaba, así que no dude y fui a su casa,
pero no quería causar molestia solo quería saber cómo estaba; y me recosté en un árbol que
había detrás de la casa y sin pensarlo me encontraba ubicado cerca de su ventana en donde
lograba ver con claridad en eso fue cuando la vi que andaba de un lado a otro, pero en una
de esas vuelta me vio y sé que lo hizo porque sus ojos negros se encontraron con los míos.
De un momento a otro la tenía a solo veinte pasos y no sabía que decir, pero ella hablo
primero.

— Fearchar— dijo.
— Mi querida Crown Hija de las Sombras y del Infierno— dije haciendo una
reverencia.
— ¿Qué haces aquí?— inquirió de manera seca.
— Que no puedo visitarla acaso— conteste cuando me note que solo se encontraba en
bata— ¿Va algún lado?— pregunte, pero creo que sonó a un cuestionamiento que a
una pregunta amable.
— Sí, pero vienes conmigo— dijo a lo que se me iluminaron los ojos al escucharla
decir eso y se giro para volver adentro cuando al parecer recordó algo y volvió a
mirarme— No te hagas ilusión querido que tú y yo solo vamos a hablar— dijo y
solamente asentí para seguirla.

Al entrar aparecieron sus hijos y el sabueso infernal de su amigo y vi que ella negó
con su cabeza hacia él que al parecer le había dicho algo, pero estaba concentrado mirando
a los niños a quienes quiero que se conviertan en míos también y no solo en ellos estaba
concentrado sino admirando la hermosa vista que ella me regalaba que no prestaba atención
hasta que la escuche hablar.

— Solo es una visita corta— dijo— Y tú— dijo una vez que me tenía de frente—
Espérame aquí debo hacer un llamada— concluyo en eso suena el timbre.
— Yo me encargo— dijo Demon uno de sus niños.
— Fearchar; Ellair vayan al salón— ordeno ella— Que yo iré a mi cuarto para fingir
que no te siento bien— termino de ordenar a lo que todos asentimos y luego vi
como desapareció.

Fui junto al sabueso hasta el salón para esperarla y mientras tanto me senté en el
sofá mirando el lugar en donde su decoración me recordaba a su dueña; no paso ni veinte
minutos cuando escucho la voz de una persona.

— Gracias por dejarme pasar— la voz le pertenecía a una chica pelirroja— Que tenga
buenas noches— dijo para después marcharse.

En eso Crown apareció en el umbral del salón quien estaba buscando a alguien, pero
se quedó tranquila cuando el sabueso infernal apareció por la puerta con un tazón de
palomitas que dejo sobre la mesa y luego ella poso su mirada sobre mí para hacerme un
gesto de que la siguiera a un estudio, pero no solo venia ella sino que también su mejor
amigo al que detuvo en la puerta para decirle algo que escuche.

— Si te necesito te llamo— dijo.

Cerró las puertas y se dirigió a sentarse en un sillón de cuero negro que se


encontraba detrás del escritorio no sin antes indicarme que me sentara en el asiento frente a
ella.

— Bien Fearchar hablemos— dijo mirándome de brazos cruzados.


— ¿De qué quieres hablar Crown?— pregunte.
— Sabes perfectamente de lo que quiero hablar— dijo.
— Quieres saber que hago acá— dije y asintió en respuesta— Quería ver que
estuvieran bien y que no tuvieras miedo en este mundo— dije y soltó una risa
demasiado fuerte provocando que se me arrugara el ceño un poco.
— Te olvidas con quien hablas— dijo y negué— Que nunca haya estado aquí no
significa que le voy a temer— informo.
— Ya lo sé, pero quería saber cómo estabas— dije.
— Bueno ya me viste— dijo con una sonrisa— Ya puedes volver tranquilo— volvió a
decir.

En el momento en el que se levanto no me imagine que se iba acercar para


acomodarme el cuello del saco y la corbata.

— La próxima vez avísame— dijo con ojos de cachorros mientras me acomodaba la


corbata y trague grueso.
— No me voy a olvidar— dije con una sonrisa.
— Ya está— dijo palmeando mi pecho.
— Buenas noches Crown y espero verte pronto— dije para tomar su mano y depositar
un beso en ella y sonrió para acercarse a una puerta que daba al Infierno, así que
camine hasta estar a su lado.
— Lo mismo digo— dijo para darme un beso en mi mejilla y luego atravesé la puerta
para aparecer en El Infierno.

Al llegar mire hacia atrás para ver si todavía seguía la puerta y esta ya no se
encontraba allí a lo que solté un suspiro para luego hacerme aparecer en mi casa.

— Mi querida Crown cuanto me encanto verte— dije de manera risueña y luego


quedarme dormido.
Entre Amigas Se Cuidan
Molly. Otoño Noviembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Yo no podía creer que habían pasado 2 meses desde que iniciaron las clases y de que
después de tanto tiempo haya conseguido una mejor amiga en tan poco tiempo a la cual en
un principio juzgue mal pensando que iba a tratarme como el resto de la escuela como
especialmente se encargan de hacerlo los dos hermanos que me atormentan sin embargo no
sucedió ya que desde entonces los problemas de la escuela y de la ciudad en los que me
suelo meter Crown me cubre las espaldas realmente no sé porque lo hace, aunque me
encantaría decirle lo que me sucede y que no lo siga tolerando yo sola sin embargo sigo
callándome la boca.

Estaba metida en mis pensamientos que no me percaté de que mi padre asomo la


cabeza por la puerta de seguro para ver si ya me encontraba lista, pero no era el caso.

— Mellody Horns ¿Por qué no estas lista aún? Crown pasara por ti en cualquier
momento— dijo mi padre con su tono mandón, pero sin gritarme provocándome
que me levantara de la cama.
— Tranquilo papá— dije acercándome para depositar un beso en su mejilla y
acomodarle la corbata junto a su gafete de Sheriff— Hoy no pasara por mi, así que
quédate tranquilo— dije mirándole a los ojos a lo que este me levanto una ceja— Y
antes de que me digas “ya la alejaste”— advertí mientras imitaba su voz en la
ultima parte— No lo hice solo quería irme en la bicicleta que hace años que no lo
hago— conteste para que su ceño fruncido se convierta en una sonrisa.
— Entonces alístate para ir yo ya me voy cariño— dijo despidiéndose con un beso en
la mejilla y cuando salió de la casa asome la cabeza por la ventana.
— ¡ADIÓS PAPÁ!— grite sacudiendo mi mano para que cuando saliera de mi campo
visual entrara nuevamente mi cabeza.

Miré el reloj de mi celular para comprobar de que no sea tarde y daba gracias que no
lo era, pero esto iba a suceder si seguía sin vestirme y en eso escucho que me llego la
notificación de un mensaje por parte de mi mejor amiga.

Crown. 06:00 am
— Mol voy a llegar tarde por si me buscas— decía el mensaje junto a un emoji de
sonrisa y de corazón negro.

Molly 06:10 am

— Hola Crown está bien, nos vemos en el salón— respondí con un emoji de corazón.

Deje el teléfono en el escritorio y me dirigí al armario para tomar una camiseta


negra de cuello redondo con tiras anchas junto a un jean beige al que le doble el puño a
cada pierna dejándolo por mis tobillos y luego me coloque las botas negras militares para
decidir dejar mi cabello suelto. Cuando me encontraba lista agarre la mochila para colgarla
sobre mis hombros; al bajar tome algo de la nevera y luego fui por mi bicicleta y salir para
irme a la escuela.

No tarde mucho ya que agradecía vivir cerca al llegar al estacionamiento deje la


bicicleta encadenada a un lado del resto y así entrar a los pasillos de mi propio infierno
personal y dirigirme a mi casillo por unos libros, pero de la nada me encontraba contra
estos sin saber porque y lo último que siento antes de escuchar las risas que eran dirigidas a
mí fue un ardor en mi mejilla derecha y antes de que de mis ojos brotaran lágrimas tome
mis cosas y corrí a la enfermería donde se encontraba Darcy una de las mejores en su
puesto, pero no tardó en llegar la idiota de Juliette que si el director y el consejo académico
se enteraran que se acuesta con media escuela estoy muy segura que la correrían no solo de
su puesto y esto quedaría en su expediente en fin, al verme tan metida en mi cabeza Darcy
me indico que me sentara en la camilla para que pueda curarme la herida proveniente de las
uñas falsas de Alexandra Harper.

Cuando había terminado en la enfermería fui corriendo al salón en donde había


empezado la clase, pero agradecía Darcy que tenia un pase de enfermería que explicaba mi
tardanza y así evitar detención al entrar le entregue el papel al profesor y al momento de
dirigirme a mi asiento me di cuenta que Crown no estaba en el salón, así que me voltee para
preguntarle al profesor si sabía algo sobre ella

— Profesor— llame su atención y volteo a verme— ¿Usted sabe si Crown Adkins


falto?— pregunte y negó.
— Se encuentra en la oficina del director— respondió y asentí.
— Gracias— le conteste para irme a mi asiento.

No quería pensar que se había vuelto a meter en problemas ya que estaba


acostumbrada a que suceda, así que no le di importancia y me centre en la clase.
Llevábamos una hora en clases cuando sonó la campana del receso y la que dio la orden a
que todos nos levantáramos y salgamos corriendo del salón ya que no podía seguir sin
ingerir comida más que una tostada de la mañana y además de que iba a encontrarme con
Crown no tarde más de veinte minutos en la fila y cuando tenía mi comida camine a la
mesa de siempre cuando de la nada ya no me encontraba de pie sino que me estaba en el
suelo con mi comida sobre mi ropa y con un dolor fuerte no solo en mi cabeza sino que
también en mi tobillo que esto me indicaba que me lo había doblado y en eso escucho como
todos se comenzaron a reír

— Sonríe para la cámara Horns— dijo la voz chillona de Alexandra Harper.

Al alzar mi cabeza para mira alrededor me encontré que ella que estaba sentada en
la mesa de Adrien en donde el mencionado se encontraba allí a su lado y agradecía que no
se riera ya que tenía la mirada fija en dirección a la puerta que se había abierto
abruptamente generando que todos se callaran y lo único que se escuchara fuera el ruido de
unos tacones dirigiéndose hasta nosotros

— ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?— dijo una voz que reconocí por ser
la de mi mejor amiga.
— Y sino quiero ¿Qué vas hacer?— dijo Alexandra.
— No me subestimes Harper, no tengo miedo de borrar esa sonrisa de tu rostro— dijo
Crown y escuche como Adrien saltó una risita provocando que la rubia lo golpeara
despacio— Y tú— dijo señalando a Adrien— Ayúdame a llevarla a la enfermería—
dijo y la rubia se enfureció.
— ¿Quién te crees para…?— comenzó a decir, pero Adrien la detuvo.
— Yo puedo hablar por mí mismo— dijo para levantarse y dirigirse hasta donde estaba
para levantarme y poder pasar uno de mis brazos por su cuello.

Crown. Otoño, Noviembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal


Después de la visita de Fearchar centre toda mi maldita atención en clases y vigilar
al idiota de Graves ahí descubrí que casi por no decir todas las noches se acuesta con la
rubia de plástico y zorra de Alexandra a la que odiaba por hacerle la vida miserable a
Molly, pero me encantaría saber que pasaría si sus padres se enteraran que clase de hijos
tienen y era muy probable que esto les serviría de lección.

Al llegar a la casa tome un baño no sin antes enviarle un mensaje a Molly para que
no se preocupara por si no me llegaba a encontrarme ya que debía ver a Watkins para que
me entregara el reporte semanal e ir a clases.

Crown. 06:00 am

— Mol voy a llegar tarde por si me buscas—mande junto una emoji de sonrisa y un
corazón negro al instante me llego su respuesta.

Molly. 06:10 am

— Hola Crown está bien, nos vemos en el salón— me contesto con un emoji de
corazón normal y lo deje en el escritorio.

Cuando me termine de duchar me vestí con un top negro con un corte en forma de
“V” que dejaban ver una parte de mis pechos gracias a que esa parte era traslucida y lo
acompañe con un jean negro rasgado en distintos sectores cortando con mis botas bordo de
tacón alto y mi campera de cuero del mismo color y antes de bajar me acerque hasta el
cofre que estaba encima de una repisa que lo tenía y en donde solía guardar mis pulseras;
collares allí tome un collar de cuero negro que en el medio poseía un aro y uno de planta
con el símbolo satánico de mi familia para después pintar mis labios de un color vino casi
sangre y mis pestañas de negro.

Luego de haber terminado baje a desayunar con mis niños, pero antes le hice una
pequeña llamada al director para recordarle que hoy tenía que entregarme el reporte de la
semana y colgué la llamada al entrar en la cocina donde Demon y Storm me esperaban con
una sonrisa.

— Que bien huele— dije olfateando.


— Gracias mamá— dijo Storm y le sonreí— Ten— me alcanzo mi taza de café y unas
tostadas a las que devoré.

No tardamos mucho ya que debían irse al trabajo y yo debía asistir a la escuela la


cual me estaba gustando más si quito el hecho de que detesto la presencia de los Hermanos
Harper y Adrien; tome las llave del auto y me dispuse a salir cuando mi increíble mejor
amigo me interrumpió el paso.

— Ellair ahora no puedo hablamos luego— dije pasando por su lado.


— Es sobre tu comportamiento— dijo a lo que me frene sin girarme a verlo.
— No sé de qué estás hablando— dije sobre mi hombro.
— Es en serio desde la noche en que apareció Fearchar sales todas las noches y llegas a
las cinco de la mañana ¿Dónde carajos te metes?— me dijo en un tono de
“reproche”, pero no era la palabra correcta sino que sonó a mi padre como cuando
solía ir al club del Pandemónium y llegaba tarde al castillo lo que esta actitud hizo
que me girara para encararlo.
— No te queda claro que tu no me mandas y mucho menos te debo decir a donde voy o
con quien estoy no eres mi maldito padre Ellair eres mi mejor amigo— dije furiosa
— Además si salgo es para hacer la maldita tarea que se me fue asignada al venir
aquí— conteste por última vez para meterme en el auto e irme a la escuela.

Al llegar estacione el auto y llegando justo cuando la campana de comienzo de


clases sonó entonces me adentre rápido y vi a mi profesor de matemáticas a quien detuve.

— Profesor— llame y volteo a verme.


— Srita. Adkins ¿Se le ofrece algo?— pregunto y asentí.
— Quería avisarle que no entrare a clase hoy porque el director quería verme ni bien
llegara—explique y me miro.
— No hay problema recuerde pedir los apuntes—dijo y asentí.

El profesor entro al salón y me dirigí corriendo a la oficina del director encontrarme


con la Sra. Watkins detrás del escritorio jamás había sentido lastima por alguien hasta que
la conocí y si tan solo supiera la clase de marido que posee haciéndome sacudir mi cabeza
quitando ese sentimiento entonces acerque y ella levanto su cabeza de una carpeta que era
un expediente.

— Buenos días Sra. Watkins—dije con una sonrisa.


— Buenos días Crown— me saludo con una sonrisa— Aunque me guste verte por acá
en un buen sentido no deberías— dijo.
— Lo sé solo que el director siempre solicita verme además de las veces que me meto
en problemas— dije— Le traje algo— tendiéndole una caja pequeña de donas.
— Oh gracias querida…— y justo fue interrumpida por la puerta de la oficina del
director que fue abierta abruptamente revelando a un enojado director y a un muy
impecable narcisista Adrien.
— Sr. Graves usted…— se detuvo para verme y a su esposa.
— Srita. Adkins quiere pase a mi despecho— dijo y asentí.
— Graves— dije en tono seductor cuando pase a su lado.
— Crown— dijo saliendo de la oficina y yo entre seguida por el director.

Dentro de la oficina me coloque a un lado de su biblioteca mientras que él se sentó


detrás del escritorio y lo mire de reojo sin que se diera cuenta, pero escuche que trago
grueso.

— Mi reporte Adam— dije y volvió a dificultarse su tragar.


— Srita. Adkins no tuve tiempo de prepararlo es que…— no deje que terminara para
sacar una de mis navajas infernales la cual comencé a girar entre mis dos dedos—
E-Es que tuve problemas con el j-joven G-Graves— dijo provocando lo mire para
que me viera en mi forma demoníaca y notara que no estaba jugando.
— Recuerda cuando dije que no le gustaría hacerme enfadar y mucho menos me
subestimara que no era como mi abuelo ni como mi padre con quien trataba— le
dije mirándole a los ojos y asintió en respuesta— No venga con la excusa de que
tuvo problemas con Graves porque sé que no es cierto— dije— Y ahora me lo va a
entregar esta tarde o sino— dije pensando.
— O sino ¿Qué?— se atrevió a decirme.
— Si no lo tengo para esta tarde le aseguro que su esposa se entera quien es usted—
dije con una sonrisa de orgullo sino y llena de maldad— para después salir justo
cuando suena la campana del primer receso.

Estaba llegando a la cafetería cuando escucho las risas de todos en especial la de los
Hermanos Harper y lo que me molesto fue el comentario que hizo la rubia a entonces
cuando estaba delante de las puertas las abrí de un solo golpe generando que todos se
callaran y comencé a caminar para llegar hasta ellos logrando que solo se escuchara el
ruido de mis tacones golpear el piso al llegar mire a la rubia.

— ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?— dije y vi que Molly tardo estaba
en el suelo sosteniendo su tobillo que se había doblado.
— Y si no quiero ¿Qué vas hacer?— dijo la rubia y solté una pequeña risita.
— No me subestimes Harper no tengo mido de borrar esa sonrisa de tu rostro— dije y
escuche la risa de parte de Adrien provocando que Harper lo golpeara despacio para
que se callara, pero quería irritarla a lo que se me ocurrió una idea— Y tú— dije
señalándolo— Ayúdame a llevarla a la enfermería— dije y vi a Alexandra
enfadarse.
— ¿Quién te crees para…?— comenzó, pero él la detuvo.
— Yo puedo hablar por mí mismo— dijo levantándose para ayudar a mi amiga y esta
paso un de sus brazos por su cuello.

Me gire para ayudarlo e irnos a la enfermería y al entrar nos recibió una castaña alta
a quien identifique como la idiota y zorra de Juliette quien comenzó a babear con tan solo a
ver visto a Adrien entrar por la puerta cuando de la nada aparece Darcy con sus ceño
fruncido al ver la escena.

— Juliette ¿Qué haces parada?— dijo y esta balbuceo bajando su cabeza— Por favor
Adrien déjala en la camilla— dijo pasando al lado de su compañera logrando que
soltara una risa haciendo que esta me escuchara— ¿Y ahora que sucedió Molly?
Gracias Adrien y Crown por traerla— dijo para ambos y vi que Adrien asintió para
caminar hacia la puerta.
— Tú y yo hablaremos— dije mirando a mi mejor amiga y vi a Adrien irse— No tardo
en volver— dije y ambas asintieron.
Salí de la enfermería y di vuelta en la esquina encontrándolo entonces lo llame, pero
no me escucho a lo que se me ocurrió una idea y vi para los lados por si había alguien a
nuestro alrededor y como vi que no era así utilice mi habilidad de rapidez para tomarlo de
su codo haciendo detener y quedar frente a él dándole la espalda al pasillo que se
encontraba lleno de gente logrando que me mirara.

— Quería darte las gracias— le dije mirándolo a los ojos, aunque me sacara como dos
cabezas entonces escuche que soltó una risa ronca y se acercó sin lograr que
retrocediera.
— Si lo que quieres es que me acueste contigo no era necesario que vinieras a
buscarme—dijo y lo que no se imagino fue el impacto de mi mano golpear su
mejilla causando un ruido seco— Q-Que…— comenzó a decir aturdido.
— ¡ERES UN IDIOTA!— grite para volver a la enfermería.

Molly. Otoño Noviembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Luego de que Adrien me dejara en la camilla como y se marchara sin darme la


oportunidad de agradecerle mi vista se dirigió a mi mejor amiga quien tenía una cara de
póker hasta que la escuche hablar de manera molesta.

— Tú y yo hablaremos— dijo señalándome— No tardo en volver— dijo y ambas


asentimos.

La vi marcharse en dirección al pasillo de entrada donde se encontraban los


casilleros que de seguro fue a buscar algo, así que no le di importancia. Mientras que Darcy
revisaba mi tobillo y comprobara que se tratara de una torcedora y no de una fractura
entonces sacudí mi cabeza para evitar pensar y me concentre en lo que Darcy que me
entregaba las indicaciones médicas de cómo curarlo y vendarlo no sin antes darme un
vasito con dos pastillas a lo que la mire y esta soltó una risita

— Anda Molly son analgésicos para soportar el dolor—dijo y abrí la boca para
tragarlas de una vez por todas.
— Gracias Darcy— dije y me sonrió para mirarme con una cara— ¿Qué tengo ahora?
— pregunte.
— Solo que deberías decirle— me dijo sin entender de a quien se refería y se dio
cuenta de mi confusión porque se comenzó a reír con ganas— Molly estoy hablando
de Crown— dijo y asentí.

Cuando termino de vendarme con fuerza el tobillo que según lo que ella mientras
más fuerte mejor ya que podía evitar empeorarlo y convertirlo en una fractura seguido de
eso me entrego un bote analgésicos cuando se escucha como alguien recibió un golpe.

— ¡ERES UN IDIOTA!— escuche el grito de mi amiga.

Vi como venía caminando furiosa que parecía que iba a explotar y esto siempre me
asustaba cuando la veía de esa manera entonces fue que entro a la enfermería y al vernos
sonrió acercándose.

— ¿Darcy no te molestaría dejarme a solas con Mol?— le pregunto con una sonrisa a
Darcy y negó con su cabeza.
— Tranquila ustedes deben hablar—dijo para salir dejándonos solas.
— Tenemos que hablar— dijo tomando la pequeña cortina deslizándola para tener
privacidad y luego se sentó en la silla giratoria donde Darcy estaba antes.
— Crown— comencé, pero me abrazo cortándome las palabras logrando que
comenzara a llorar.
— ¿Por qué Mol?— dijo separándonos haciendo que baje la cabeza— Hasta cuando
pensabas mantener escondido lo que te hacen los Harper— dijo desilusionada.
— No quería molestarte ya bastante tienes— dije sin mirarla a los ojos y vi como tres
de sus dedos me levantaba el mentón para que la viera a los ojos.
— No me molesta Molly— dijo soltando un bufido— Carajo Molly eres mi maldita
mejor amiga que está un poco loca, pero es la mejor persona que he conocido desde
que llegue a la ciudad—dijo— ¿Te digo lo que suele decirme mi padre?— pregunto
y asentí— Los amigos se cuidan entre si—contesto y simplemente la abrace.
Miedo Infernal
Adrien. Invierno, Diciembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Estaban llegando las vacaciones de invierno y al contrario de años anteriores que las
pasábamos en a Aspen tome la decisión junto a mi madre que nos quedaríamos para festejar
en Eaghton la inauguración del restaurante además de pasar las vacaciones; a la fiesta iba a
asistir nuestros invitados hasta los Adkins y en la familia también estaba incluida que
todavía no puedo creer que se atreviera a abofetearme delante de todos como sino me
tuviera miedo como todos en la ciudad.

Llevaba media hora dando en la cama sin poder conciliar el sueño, pero hoy me
encontraba en el casino y ya sin poder soportarlo me incorpore para tomar mi ropa para
vestirme comenzando por mis pantalones hasta sentir que alguien depositaba un beso en mi
cuello haciéndome voltear y encontrarme a Alexandra cubierta con las sábanas.

— Vístete y vete—dije sin mirarla para levantarme y acomodarme la camisa.


— Cariño te levantaste de mal humor— dijo y me gire furioso por el apodo con el que
me había llamado sin habérselo permitido.
— Vete Alexandra y no vuelvas a decirme así nunca más— dije dándome vuelta y
verme en el espejo.

Una vez que se fue llame a Frederick para que me recogiera y me llevara a la casa
para poder cambiarme de ropa e irme a la escuela en eso que estaba por salir siento un dolor
como los que solía tener, pero a diferencia de los otros me azotó por completo entonces
escucho como alguien se acercaba, así que asome la cabeza para ver que se trataba de mi
madre y como no quería que me viera cerré de golpe la puerta para apoyar mi cabeza en
ella.

— Adrien, cariño abre la puerta— dijo, pero la escuchaba como si estuviera a más de
veinte metros.

Retrocedí al sentir otro golpe de dolor en mi cabeza seguí caminando sin saber por
dónde iba hasta que mis pantorrillas dieron con la cama al percatarme de esto me deslizo
hasta estar sentado con mis piernas flexionadas y mis manos cubriéndome el rostro para
cerrar los ojos, de manera que al hacerlo ya no escuchaba a mi madre sino que escuchaba el
sollozo de una niña pequeña e hizo que mirara al mi alrededor para darme cuenta que no
me encontraba en la habitación y comencé a mirar por todos lados para encontrar a la dueña
del sonido hasta que la localice en una esquina con sus rodillas en su pecho y su carita entre
ellas, así que me acerque lo que hizo que ella levantara su cabeza y retrocedió más como si
me tuviera miedo.

— Tranquila no voy hacerte daño— dije agachándome a su altura— ¿Por qué lloras?
— pregunte e hizo que se limpiara las lágrimas rápido.
— No estaba llorando—dijo mirándome a los ojos haciéndome quedar en shock.

Al verla me quede como una estatua ya que me hacía recordar a Adkins con sus ojos
negros y su cabello, pero la diferencia era que tenía una especie de cuernitos junto a una
cola y su piel era grisácea al volver a mirar sus cuernitos me causo gracia y me miro con su
pequeño ceño fruncido.

— ¿De qué te ríes?— pregunto y sonreí.


— De ti pequeña— conteste y frunció más su ceño.
— A caso no sabes quién soy podría matarte— dijo y esta vez fruncí el ceño.
— ¿Por qué lo harías? No creo que alguien tan pequeña como tú pueda hacerme daño
— dije y bufo molesta.
— No soy pequeña y me llamo Crown Hija de las Sombras y del Infierno— contesto y
se me abrieron los ojos no podía ser posible que la Crown que yo conocía fuera una
diablesa mayor. Esto solo debía ser una casualidad podría llegar a ser que los padres
de Adkins sean creyentes y la hayan nombrado así.
— Bueno Crown yo me llamo Adrien, Adrien Graves— dije tendiéndole la mano la
cual tomo con una sonrisa y en ese momento empecé a escuchar la voz de mi madre
llamándome.
— No te vayas— dijo y todo se volvió oscuro.

Cuando la claridad me cegó parpadee tres veces para acostumbrarme a ella y una
vez que lo hice mire alrededor encontrándome en la habitación la cual estaba destrozada
confundiéndome ya que no recordaba cuando había sucedido y escuche los golpes que
ocasionaba mi madre en la puerta, así que me levante para abrir la puerta y encontrarme
con las manos de mi madre agarrándome el rostro.

— ¿Te encuentras bien?— dijo mientras me inspeccionaba como cuando era un niño.
— Mamá ya suéltame estoy bien—dije tomando sus manos— Will que alguien venga a
limpiar— dije cabeceando en dirección a la habitación— ¿Ya llego Frederick?—
pregunte.
— Esta esperándote— contesto y asentí para irme no antes de despedirme con un beso
en la mejilla a mi madre el cual me correspondió de la misma manera junto a un
abrazo.

Al llegar a la casa subí para vestirme, pero en el camino Sally nuestra ama de llaves
me detuvo entregándome un sobre el cual se lo devolví diciéndole que me lo dejara en la
mesa para leerlo mientras desayunaba cuando estuve en el cuarto fui directamente al baño
para darme una ducha corta pero relajante y lograr quitarme todo el sudor de encima
cuando termine me seque el cuerpo y enrede una tolla alrededor de mi cintura para salir y
dirigirme al armario mientras me secaba el pelo al entrar deje sobre un canasto de ropa
sucia ambas toallas. Me comencé colocando la camisa lisa negra junto con el jean negro
que hacía a juego con mis botas de combate negras terminando con mi campera de cuero a
lo que me acerque a un espejo para acomodarme el cabello y una vez listo baje a desayunar
no sin antes tomar mi mochila junto con mi celular, billetera y anteojos de sol.

Al bajar a desayunar ya estaba la carta se encontraba a un lado de mi taza de café y


el periódico esta era una costumbre que tenía mi padre, pero a medida que crecía la fui
implementando hasta ahora en fin, abrí el sobre llevándome la taza de café a mis labios
para desayunar mientras la leía quién me la pudo llegar a enviar, pero desapareció mi duda
al leer el nombre de la remitente.

“Querido Adrien Graves:

Agradecería que quitaras a tus junto a tus trampas que están sobre mi propiedad y
quiero que para cuando mañana salga a correr tus hombres no estén.

PD: sigues siendo un idiota.


Crown Adkins.”

Después de leerla llame a Frederick para saber si ya estaba listo el auto para ir a la
escuela a lo que este me respondió que ya estaba todo listo al subir al auto me comunique
con Will para avisarle que cuando vuelva reúna a todos mis hombres para anunciar algo
entonces escucho que Rick me avisa que habíamos llegado.

Por suerte ya había pasado media mañana así logrando llegar la hora del almuerzo
pudiendo ir a las mesas que se encontraban afuera fui primero a la cafetería para tomar una
manzana junto a una botella de agua y cuando ya tenia todo me dirigí a fuera al llegar me
senté sobre la mesa con mis pierna colgando mientras escuchaba a todos hablar de las
vacaciones de invierno, pero yo me encontraba pensando en el extraño suceso de esta
mañana y recordando aquella niña mientras bebía el agua obviamente mi mirada recorría
todo el espacio cuando me detuve en la mesa que se encontraba Molly junto a Crown quien
llevaba puesto vestido negro liso de cuello redondo junto a su campera de cuero negra
haciendo juego con sus botas Dr. Martens negras y anteojos negros, que no tenía muy
buena cara ya que estaba recargando su espalda contra la mesa y su cabeza tirada hacia
atrás escuchando lo que le decía la pelirroja al parecer sintió mi mirada ya que levanto su
cabeza hasta conectar su mirada con la mía y no sé qué le dijo a Mol, pero tomo sus cosas y
se fue de allí para luego entrar por una de las puertas que da a los pasillos no lo dude y me
levante para seguirla a lo que siento como alguien me toma de la muñeca, así que me giro
para encontrarme con Alexandra

— ¿Qué quieres?— pregunte fríamente.


— Solo saber ¿A dónde vas?— dijo y yo la mire enarcando una ceja— Sé que no me lo
tienes que decir solo por esta vez— volvió a decir y bufe en respuesta.
— Voy al baño y de paso voy a la enfermería por unos analgésicos— dije y asintió.

Pero ese no era mi objetivo sino que era ver por donde se había metido la pelinegra
y realmente no sabía porque estaba haciendo esto de querer saber que le sucedía excepto
que al entrar le había perdido el rastro y como no me iba a rendir tan fácilmente ya que no
era mi especialidad di una vuelta por el corredor pasando por el pasillo de a la entrada y
subiendo por unas escaleras di con un pasillo donde se encontraba la enfermería y a mitad
de camino escucho su voz a mis espaldas.
— ¿Qué podría ser tan interesante para que Adrien Graves me busque?— dijo y me
gire para encontrármela recostada sobre el lateral de unos casilleros.
— No te veías bien y quise saber si lo estabas— dije sin siquiera tener control de lo
que me estaba sucediendo y note que ella seguía con los lentes, pero antes de volver
hablar se largó a reír demasiado fuerte cuando de repente perdió el equilibrio y fui a
sostenerla— Te tengo no voy a dejar que te caigas— dije para luego quitarle los
lentes para verla bien y si me hacía recordar a la niña.
— Gracias— dijo con una sonrisa débil.
— Espero que no me vayas a abofetear esta vez— dije con gracia y esta soltó una risita
media nerviosa.
— No te preocupes y hablando de eso lo siento no quería…— comenzó a decir para
luego cerrar sus ojos.
— Adkins despierta— comencé a decirle pero no había caso— Vamos Crown no es
gracioso—dije sacudiéndola un poco no sin antes revisar respiración, pero cuando
llegue a comprobar su pulso me asuste al sentir que lo tenía elevado— Crown
aguanta— dije para cargarla entre mis brazos y llevarla a la enfermería donde vi a
Darcy— Necesito acostarla— dije y me preparo una camilla.

Saque mi teléfono sin despegar mis ojos de ella quien ni siquiera Darcy podía
hacerla regresa ya que al parecer era porque se encontraba en un estado de pérdida del
conocimiento y no iba a dejarla en la escuela ni tampoco llevarla a un hospital, así que con
el teléfono en mano llamo primero a Frederick quien me contesta al segundo pitido

En llamada

— Sr. Adrien— dijo al otro lado de la línea.


— Rick necesito que me recojas con urgencia en la escuela— dije mirando a Crown
quien seguía inconsciente.
— Ya voy en camino ¿Desea ir algún lado?— pregunto.
— Eh…— comencé a decir mientras pensaba si la llevaba a la mansión Graves, pero
sabía que no era buena opción— A Eaghton— dije volviendo a mirarla y me
arriesgue a decirle que me llevara con ella hasta ahí.
— Lo espero en la entrada en dos minutos— dijo y colgué la llamada.
Fin de la llamada

Mire a Darcy quien estaba comprobando que sus signos vitales estén en perfecto
orden, pero al momento de escuchar su pulso abrió sus ojos sorprendida como yo lo estuve
también al escucharlo ya que no era científicamente ni medicamente probable que una
persona pueda tener un pulso tan elevado como lo tenía Crown, pero recordaba que si la iba
a llevar a Eaghton debía prevenir a Will y a mi madre, así que volví a llevarme el teléfono a
la oreja para así hablar con Will y no con mi madre que de seguro se iba a infartar si sabía
lo que estaba sucediendo en estos momentos con mi querida pelinegra al escucharme en mi
cabeza esta misma la sacudí al volver a repetirla “mi querida pelinegra” y fue cuando
escuche como Will llamaba mi atención.

En la llamada

— Adrien ¿estás ahí?— dijo.


— Si acá estoy— conteste.
— ¿Qué sucede, escuche que Frederick se fue a buscarte a la escuela?— pregunto y
negué divertido ya que sabía que era un chismoso.
— Solo prepárate y avísale al médico de la familia que me espere en mi habitación ahí
en Eaghton— dije y colgué.

Fin de la llamada

Tome a Crown nuevamente entre mis brazos para irnos de la escuela para mi mala
suerte de lo que llevaba de mi día al salir de la enfermería todos los pasillos estaban llenos
de personas al pasar por el pasillo principal vi que estaban los Harper y otros más, pero eso
no era lo que me preocupaba ahora cuando salí ya tenía a Rick con la puerta trasera abierta
y al verme con Crown en brazos iba a decirme algo pero lo interrumpí yo primero

— Luego te lo explico—dije para ubicar a Crown y luego subir.

Al cerrar la puerta vi como Rick rodeo el auto para subirse y dirigirse a nuestro
destino en eso tome la cabeza de Crown para verla de cerca y lleve mi mano a su mejilla
para acariciarla y fue cuando sentí la mirada de mi chofer.

— Me lo va a explicar o tengo que adivinar— dijo y rodee mis ojos.


— Estábamos hablando cuando perdió el equilibrio y para evitar que golpee con el
suelo la sujete de la cadera en eso que se estaba disculpando pierde el conocimiento
y ya sabes el resto— explique y este me miro con una sonrisa en su rostro— ¿Qué?
— dije y soltó una risita.
— Se dio cuenta que no se preocupaba por nadie como ahora desde que su padre
falleció— dijo y quedé atónito al darme cuenta de eso.

Después de ese comentario ninguno de los dos emitió palabra alguna más bien
estaba viendo a Crown por si despertaba o algo por el estilo al llegar a la entrada los valet
abrieron mi puerta primero baje yo para así agarrar a Crown y adentrarme cuando lo hice
varios de mis hombre me cubrieron para evitar que las personas que se encontraba allí no se
asustaran o no me molestaran y subimos al ascensor del cual solo podían acceder muy
pocos de mis hombre; mi madre; Will y yo por supuesto al llegar salí rápido para ir a la
habitación y al entrar me encontré con el medico, si no que con mi madre y a Will que vi
como soltaron el aire al ver que no se trataba de mí, pero eso no quiere decir que no me
miraron con cara rara al ver que se trataba de alguien más, así que los mire después de
colocar a Crown en la cama.

— Después les explico en el despacho— les dije para volver a mirarla ya que el
medico empezó a revisarla de hecho lo hice para evitar que se sobrepasara.
— ¿Qué le sucedió?— pregunto.
— Estábamos hablando cuando perdió el equilibrio y para evitar que golpee con el
suelo la sujete de la cadera en eso que se estaba disculpando pierde el conocimiento
y ya sabe el resto de la historia— le conteste al médico y asintió para volver a
mirarla.

Vi cómo le colocaba una intravenosa en su mano y la conecto a unos cables con


chupe que emitían pitidos cardiacos para después de corroborar que todo estuviera bien nos
dijera que ya estaba y lo acompañamos los tres afuera de la habitación.

— ¿Qué le sucedió?— pregunte.


— Parecer que la señorita…— comenzó a decir.
— Crown— dije fríamente.
— Bueno la Srita. Crown ha sufrido una falta de líquidos y de sueño— dijo y mire a la
cama donde se encontraba— Le inyecte un sedante y en unas horas va a despertar,
así que quédense tranquilos cualquier cosa vuelvan a comunicarse conmigo— dijo.
— Lo acompaño a la salida doctor— dijo Will.
— Ahora si me vas a explicar— dijo mi madre.
— Si solo antes quiero ponerle algo más cómodo— dije para entrar, pero mi madre me
freno con su mano.
— Adrien Kristofer Graves ni se te ocurra o a caso te olvidas que soy tu madre—dijo a
lo que me enoje.
— Voy hacerlo seré un mujeriego madre, pero ella no es como las otras— dije y fui al
pequeño armario para sacar una camisa mía— Además si quieres puedes quedarte—
dije para comenzar a cambiar a Crown.

Cuando termine me fui a mi despacho no sin antes explicarle porque la hija de los
Adkins estaba en la habitación y de que ella me dijera que se alegraba de ver nuevamente a
su querido hijo por el simple hecho de recordarme que después de que mi padre Keith
Graves antiguo jefe de la mafia de esta ciudad y su esposo falleciera no me había vuelto a
preocupar y poner en el estado en que me había puesto con ella desde ese entonces y eso
era porque cuando mi padre comenzó a enfermarse era el único que estuvo allí cuidándolo
y a su lado hasta recibir el disparo que lo termino matando, de manera que había prometido
que jamás me iba a volver a preocupar e iba a dejar que mis emociones nublaran mi juicio.

Al cabo de una hora que llevaba trabajando en el despacho sin concentrarme por
pensar en lo de esta mañana y en la chica que se encontraba durmiendo a dos puertas de
donde me encontraba, así que me levante para servirme un vaso de whisky y acercarme al
ventanal interno que daba al casino cuando siento que alguien entra en el despacho.

— Gracias por cuidarme Graves— dijo una voz a mis espaldas que reconocí
inmediato al saber que era Crown que se había despertado, así que me di vuelta
para dejar el vaso sobre el escritorio y abrazarla.
— No hay problema me alegra saber que te encuentras mejor— le dije y lo que no me
espere fue que me correspondiera el abrazo. Me separe lentamente para mirarla a
los ojos— ¿Cómo te sientes?— pregunte.
— Como si el mismo infierno me pasara por encima— dijo entre risas a lo que
también solté una— Pero en si bien solo me duele un poco la cabeza— volvió a
decir y recordé los analgésicos para el dolor de cabeza que me había dado el
medico por si se levantaba con dolor de cabeza como era ahora, así que me gire
para buscarlos en mi escritorio cuando la escuche hablar— Lamento que hayas
tenido todo lo que sufriste desde pequeño— dijo en un susurro pensando que no la
escuche, pero no quería asustarla, así que volví a lo que estaba haciendo.

Crown. Invierno, Diciembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya se acercaban las famosas vacaciones de inverno que tanto mencionaba Molly y


ella al contrario de mi se si iba a ir a Los Ángeles para visitar a su abuela y yo me iba a
quedar en Lovingfild ya que tampoco pensaba volver al Infierno, hoy ya llevaba casi cinco
días sin poder dormir y eso no se daba a que estuve vigilando a Adrien sino que estaba
sufriendo de extraños eventos en la noche y en las madrugadas que hacían que al
despertarme toda la habitación estaba hecha un desastre. Me había levantado temprano y
decidí ir a correr cuando sentí las miradas de los hombres de Graves que todavía seguían en
mi propiedad, así que cuando llegue a decidí mandarle una carta como solía manejarme yo
cuando tenía algún conflicto con alguien en El Infierno.

“Querido Adrien Graves:

Agradecería que quitaras a tus guardias junto a tus trampas que están sobre mi
propiedad y quiero que para cuando mañana salga a correr tus hombres no estén.

PD: sigues siendo un idiota.

Crown Adkins.”

Escuche que Storm estaba hablando con el cartero, así que baje corriendo a lo que
estos dos me vieron y le entregue la carta, aunque por las dudas le dije al cartero.

— Podrá enviarla con urgencia a la residencia Graves— dije a lo que nos miro a mi
madre y después a mí.
— Lo siento señorita, pero nosotros no llegamos hasta la residencia Graves— dijo y
respire profundamente para irme a mi habitación.
Al llegar azote la puerta cuando de la nada ciento que me empieza a faltar el aire
como si me estuvieran oprimiendo el pecho a lo que me gire para llegar a mi cama, pero no
alcanzo a llegar ya que todo a mí alrededor comienza a desvanecerse para volverse
oscuridad haciendo que lo único que sienta es mi cuerpo impactar contra el suelo que de
seguro me iba a doler toda la cabeza luego. Al despertarme ya no me encontraba en mi
habitación sino que era la de un niño que estaba siendo atormentado por su madre la cual
no podía ver su rostro, pero si reconocí al niño cuando su madre se fue dejándolo en su
habitación llorando.

— ¿Adrien?— dije mirándolo y este levanto su rostro al parecer me escucho.


— ¿Quién eres? ¿Por qué estás en mi habitación?— dijo y se levantó rápido para sacar
una navaja de su bolsillo.
— Tranquilo no voy a lastimarte de hecho me conoces, pero no ahora— dije para que
se tranquilice.
— ¿Cómo te llamas?— pregunto.
— Crown es un placer— dije tendiéndole la mano y este la estrecho con gusto.
— ¿Así que nos conocemos?— pregunto y asentí.
— Es correcto, pero nos vamos a conocer cuando tú ya seas mayor— dije y este soltó
una risita— ¿Qué? ¿Te pongo nervioso?— pregunte y asintió.
— Es que eres muy…— dijo sin mirarme a los ojos.
— Atractiva; sexy y bla…bla— dije y asintió.
— Solo vi muy pocas chicas así como tú— dijo.
— ¿Por qué tu madre te hace eso?— pregunte y aparto la vista, pero hice que me
mirara a los ojos ya que le levante el mentón con tres dedos.
— Es que mi padre está enfermo y no soporta verlo a lo que siempre le reclamo que
jamás esta y se enfada conmigo— me confiesa y lo abrazo para sentir que todo al mi
alrededor se vuelve negro y no escucho ni veo nada.

Al despertarme me encuentro tirada en el suelo con un dolor de cabeza que de


seguro se debía al golpe, pero al ver a mi alrededor me di cuenta de que nuevamente la
habitación estaba destrozada y para no perder tiempo la acomodo con una onda de poder
cuando termine me dirigí al armario para cambiarme con un vestido negro de cuello
redondo junto a mi campera de cuero haciendo juego con mis botas Dr. Martens negras y
agarre mi mochila junto a mi celular y mis anteojos de sol para luego irme a la escuela en el
auto.

Al llegar me dirigí a clases para mi buena suerte en lo que iba de todo el día ya que
no había empezado de buena manera este mismo haciendo que no me molestaba que los
profesores con pedirme que pasara al pizarrón o de contestar alguna pregunta, pero
necesitaba salir, así que gracias a Satanás toco la campana de la hora del almuerzo y fui a
buscar a Molly a las mesas de afuera donde ella estaba sentada mientras comía manzana en
trozos y al parecer leía un libro al llegar a su lado le quite un trozo de la manzana
ganándome un zape en mi palma a lo que yo me reí por esta acción. Me senté a un lado de
ella y recargue mi espalda contra la mesa para después tirar mi cabeza hacia atrás la verdad
que no estaba prestándole atención a lo que me decía ya que sentía como alguien me estaba
observando y ya me estaba comenzando a molestar entonces levante mi cabeza para
descubrir que Graves me estaba mirando a lo que me gire a Molly para hablarle

— Mol te veo luego necesito ir a la enfermería por unos analgésicos es que hoy me
golpee la cabeza— dije para que se quede tranquila y asintió.

Cuando entre a la escuela suspire con tranquilidad sabiendo que no era verdad que
iba a la enfermería sino que quería alejarme y estar sola un rato, así que me fui al pasillo
que estaba a la vuelta de la enfermería y me escondí entre unos casilleros que les daba la
sombra que gracias a mi naturaleza me camufle entre ellas en eso que estaba intentando
encontrar silencio veo a Adrien que me estaba buscando, así que salgo de mi escondite para
recostarme en el casillero y llamar su atención.

— ¿Qué podría ser tan interesante para que Adrien Graves me busque?— dije y se giró
a verme.
— No te veías bien y quise saber si lo estabas— dijo para comenzarme a reír con
fuerza, pero siento como pierdo el equilibrio provocando que mi cuerpo se caiga
hacia adelante, pero este me sujeta por la cintura— Te tengo no voy a dejar que te
caigas— dijo tomando mis lentes y quitármelos para verme.
— Gracias— dije con una sonrisa débil.
— Espero que no me vayas a abofetear esta vez— dijo con gracias y yo solté una risita
media nerviosa porque me recordara eso.
— No te preocupes y hablando de eso lo siento no quería…— comencé a decir, pero
ciento como pierdo el conocimiento.

Mi vista se volvió oscura y no podía ni ver ni escuchar solo olfatear y sentir, pero ni
siquiera me sucedía lo que hoy paso en mi cuarto era como si ni siquiera podía despertarme
entonces empecé a sentir un olor a alcohol y puede descifrar que estaba en la enfermería,
pero no porque al rato ciento como algo afilado como una aguja me perfora la mano y me
conectan algo y no siento más nada; a los veinte minutos me comencé a sentir más ligera y
lo que podía olfatear era el perfume de hombre como el de Graves, de manera que esto me
provoca que me despierte con un dolor de cabeza infernal sino que al mismo tiempo
desorientada por no saber dónde estaba y porque me encontraba en una cama con una
camisa de hombre y conectada a una máquina y una aguja a travesada en la mano, así que
me quite todo y al levantarme me di cuenta de donde me encontraba y era en el Casino
Eaghton en la habitación que tenía Adrien a lo que debía agradecerle por cuidarme, así que
lo encontré en su despacho y la verdad que no quería golpear la puerta y entre
provocándome un casi infarto sexual al verlo de espaldas a mi mirando el casino con un
vaso de whisky y notar como le quedaba bien la ropa.

— Gracias por cuidarme Graves— dije haciendo que este se diera vuelta no solo para
verme sino que para dejar el whisky sobre el escritorio y luego abrazarme.
— No hay problema me alegra saber que estas, bien— dijo y yo correspondí el abrazo.
Este se separó lentamente dejándonos a pocos centímetros y me miro a los ojos—
¿Cómo te sientes?— pregunto.
— Como si el mismo Infierno me pasara por encima— conteste entre risas a lo que él
también se rio— Pero en si bien solo me duele un poco la cabeza— comente y se
dio vuelta y yo susurre para que no me escuchara— Lamento que hayas tenido todo
lo que sufriste desde pequeño— dije en una especie de susurro mientras él buscaba
un frasco de analgésicos.
Me encontraba recostada en el sofá del despacho de Adrien cuando un hombre que
reconocí de aquella vez que me dejaron colgada de cabeza como Will y me miro y después
a Graves que estaba en el escritorio.

— ¿Qué quieres Will?— dijo Adrien sin levantar la vista de la tableta.


— Harper está abajo preguntando por ti— dijo Will.
— ¿Quién la rubia zorra de platico de Alexandra o su cavernícola e idiota de su
hermano?— dije a lo que escuche que Adrien se rio.
— Contesta Will— dijo este ya que estaba intrigado más en como yo sabía de quien
estaban hablando de volver a hacerle la misma pregunta que yo le había hecho a su
mano derecha.
— Alexandra y esta hace horas acá— dijo y me reí esta vez.
— Creo que le hace falta entender las cosas— le dije a Adrien.
— No la dejes subir, no estoy para nadie además tengo que llevar a Crown a su casa—
le dijo a Will y este asintió para irse.
— ¿Así que me llevaras a mi casa?— dije a modo de pregunta para caminar hasta su
escritorio y sentarme sobre este.
— Si— dijo— Ten creo que lo necesitaras si quieres salir tranquilamente de este lugar
— dijo entregándome una bolsa— Le pedí a Frederick que te consiga un pantalón
de tu talla— dijo y sonreí.
— Eh Adrien…— dije tímidamente.
— Mmhmm— articulo sin abrir su boca y sin despegar su vista de mis ojos.
— Podrías darme un poco de privacidad— dije y volteo inmediatamente a lo que en el
momento justo en el que termine de arreglarme su mirada se poso al igual que la
mía en la puerta que había impactado contra la pared de forma agresiva para mostrar
a Harper furiosa, pero a la vez ridículamente graciosa y eso significaba que mi
fuerza estaba volviendo.
— ¡ALÉJATE DE ÉL ADKINS ES MÍO!— dijo en un grito.
Una Diablesa y Una Familia
Crown. Primavera, Marzo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Había pasado unas semanas desde el incidente que me llevo a terminar en Eaghton y que
después la rubia de Harper me ocasionara más dolor de cabeza aunque por así decirlo lo
recuerdo como si fuera el día de hoy por consecuencia del el retraso y mi inesperada
desaparición de la escuela no solo tuve que lidiar con Alexandra sino que también con
Molly para explicarles porque demonios Adrien Graves me había llevado hasta mi casa y
obviamente le tuve que explicar todo sin revelar algunos detalles.

Le había prometido a Storm que iríamos a la inauguración que se daba en por su


nuevo restaurante con pista de baile y además no me quedaba de otra que aceptar esto me
recordaba a las galas que se hacían en el Infierno sacudí mi cabeza para volver a prestar
atención y evitarme resbalar al salir de la bañera una vez que salí cubrí mi cuerpo con una
toalla y con una más pequeña mi cabello así podía secarme el cuerpo al encontrarme seca
tome mi bata que se encontraba doblada en una estantería y salí del baño para dirigirme al
armario por mi atuendo de esta noche. Me comencé a vestir con mi ropa interior de encaje
negro para luego deslizar el vestido negro de gamuza para sentarme en un banco que tenía
dentro del armario para atar las pequeñas correas de mis ankle strap negros de tacón
cuadrado cuando me mire en el espejo y encontré perfección salí de allí para apagar la luz
de este y cerrar la puerta corrediza; me senté en el tocador para delinear mis ojos de negro y
pintar mis labios con un labial vino no me llevó más de dos minutos terminar de
maquillarme y peinarme, así que antes de salir agarre mi capa negra para ya colocármela y
no morirme de frio afuera.

Al llegar a la planta baja veo como mi pequeño trata de acomodarse la corbata


mirándose por el reflejo del vidrio de la ventana me causo gracia, pero a la vez ternura.

— ¿Necesitas ayuda?— pregunte y me miro con una sonrisa avergonzado.


— Si por favor mamá—dijo y me acerque para acomodársela y una vez que lo hice le
acaricie con cariño la mejilla como cuando lo cree por primera vez al igual que a su
hermana y al hacer este pequeño gesto le saque una sonrisa.
— Listo— dije y me di vuelta— ¡NOS VAMOS!— pegue el grito para que los que
faltaban bajaran corriendo, pero evitando matarse por las escaleras.
— Vamos— dijo Ellair— Demon tú tienes que manejar ya que se supones que eres
nuestro padre— le recordó este y mi hijo asintió.

No tardamos en llegar al evento ya que los tres presentes sabían a la perfección que
odiaba llegar tarde y que la gente se retrasara para que cuando llegáramos a la entrada
fuéramos recibidos por los valet que se encargaban de los autos y guardarlos en el
estacionamiento en donde fue rápido ya que solo teníamos un auto delante; al entrar en lo
que sería la parte del restaurante nuevo de Eaghton fuimos recibidos por una muchacha que
nos pedía los abrigos y no solo ella nos recibió sino que también la Sra. Graves con una
sonrisa esta lucía un increíble vestido color crema largo hasta el suelo.

— Bienvenidos— dijo con una sonrisa y nos dio un diminuto abrazo a los cuatro junto
con un beso en la mejilla y cuando se separó de Storm miro a mi mejor amigo— Él
debe ser el famoso Ellair Adkins— le pregunto a Storm.
— Si él es nuestro hijo Grace— contesto con una sonrisa a lo que rodee los ojos ya que
la conversación me estaba aburriendo y para soportar estar en un lugar como este
necesitaba de mi gran amigo el alcohol.
— Voy por algo de beber si me disculpan—dije para que la Sra. Graves como mis tres
acompañantes asintieran en mi dirección y volvieran a hablar.

Estaba caminando para a la barra mientras sentía las miradas de casi todos los que
se encontraban cerca la verdad no me molestaba porque estaba acostumbrada a que eso
sucediera, pero por el momento no estaba de humos como para divertirme al llegar a la
barra me dirigí a un muchacho que estaba detrás e inmediatamente se acercó hasta donde
estaba

— ¿Qué le puedo servir?— pregunto.


— Un whisky con hielo—dije y asintió para luego entregarme el.

Me di media vuelta para quedar con la espalda apoyada contra el mueble y mirar
alrededor mientras bebía del vaso cuando me encuentro con la mirada del jefe y dueño de
este lugar quien al parecer ya me estaba mirando, así que levante mi vaso en forma de
saludo a lo que este imito mi gesto volvió su mirada a los dos hombre que estaban con él
para disculparse y dirigirse hacia acá, pero lo que menos imagine que era por mí sino por la
barra de tragos a espalda y esto lo descubrí cuando se detuvo a diez centímetros mío.

— Graves— dije con mi mejor sonrisa.


— Crown— dijo— Me da gusto verte como nueva— dijo y reí sabiendo a que se
refería— Me da gusto que pudieras a ver venido con tu familia— dijo con una
sonrisa en sus labios.
— Lo dudabas— dije con una sonrisa seductora— Jamás me perdería de una buena
fiesta— conteste y vi como preparaban un pequeño podio en medio de la pista de
baile— Creo que te necesitan por allí— dije señalando el lugar.
— Espero que disfrutes y ahora tengo que ir a dar un comunicado— dijo y sonreí para
verlo irse.

Estaba mirando a mis hijos y me sentía demasiado orgullosa al verlos moverse con
tranquilidad y con experiencia en cambio al ver a mi mejor amigo quien se hacía pasar por
mi hermano mayor me preocupe al verlo incomodo entre tanta gente y escuchando a la Sra.
Graves con atención es decir, me llama la atención que este tan tranquilo ya que no suele
estar con tanta gente nada más que con nosotros tres y con Molly cuando suele venir a casa
y esto se da a que solo sale a ser las comprar al supermercado con Storm o ir a correr a mi
alrededor todo se encontraba armonizado y estaba tranquila hasta ver como alguien se
instalaba a mi lado.

— No pensé que eras de las que bebían— dijo esta persona quien al voltear mi cara con
una de mis cejas enarcadas me encuentro con Alex.
— Creo que ya pudiste descifrar que no soy santa— dije fríamente— ¿Qué quieres
Harper?— pregunte con molestia y me sonrió.
— ¿Quería saber si te gustaría ir a una cena en mi casa?— me contesto con una
pregunta a lo que me reí civilizadamente.
— Tú sabes que no me llevo bien y mucho menos me agrada tu hermana— dije para
separarme de la barra y darme media vuelta para mirarlo.
— Sí, pero no me importa lo que piense ella. Solo di que sí Crown por favor no me
hagas pedírtelo de rodillas— dijo y lleve mi dedo índice a mi labio para pensar.
— Aunque me gustaría verte rogarme de rodillas no quiero pasar vergüenza, así que te
dire que si— dije y me sonrió feliz— Pero eso no quita el hecho de que si tu
hermana se atreve a molestarme me quede callada— dije apuntándole con el dedo
para amenazarlo.
— No te vas a arrepentir— dijo sonriendo de felicidad.

En eso veo por encima de mi hombro como Graves se paró detrás de mí y vi como
Alex se puso pálido para tensar su mandíbula a lo que el que se encontraba detrás de mí
carraspeo su garganta.

— ¿De qué no se va a arrepentir?— pregunto y me voltee para verlo.


— De nada— dijo Alex y se volteó para irse, pero me miro antes— Luego te envió los
detalles— dijo y me voltee para mirar a Adrien que tenía un ceño fruncido mirando
al rubio que se había marchado para luego mirarme a mí.
— ¿Qué?— dije con una ceja enarcada.
— ¿De qué carajos te hablaba Alex?— me cuestiono y me moleste.
— ¿Desde cuándo te debo decir las cosas?— cuestione esta vez y me acerque aún más
hacia él para apoyar mi palma derecha en su pectoral— ¿O acaso el gran Adrien
Graves esta celoso?— pregunte y me tironeo para acercarme más hacia él.
— Solo te cuido no es bueno que te juntes con los Harper— dijo y reí.
— Me lo dice el líder de la mafia de Lovingfild— dije en un susurro para que solo él
pueda escucharme— No te creas que soy una santa o una chica buena— dije con
una sonrisa— Solo me pidió que sea su compañera de equipo para una clase— dije
para que se tranquilizara y vi como soltó todo el aire que contenía en sus pulmones.
— ¿Me concedería esta pieza señorita Adkins?— me pregunto y vi por un costado
nuestro que la rubia de Harper nos miraba con atención a lo que me causo gracia y a
lo que mi humor mejoro desde que había llegado quería divertirme un poco.
— Me encantaría— conteste con una sonrisa.

Cuando acepte bailar con él este me guio hasta la pista de baile con su mano en mi
espalda baja esto hizo que Alexandra tensara su mandíbula y también que varios ojos se
clavaran en nosotros en fin, comenzamos a bailar un vals que termino siendo dos más
cuando de pronto mi mirada dejo de posarse en mi compañero de baile y se posó en la rubia
quien estaba a punto de estallar en una de sus famosos escándalos dramáticos, así que para
evitar que la noche terminara horrible mire a mi acompañante para advertirle.

— No quiero cortar el baile, pero creo que va a hacer mejor que resuelvas ese
torbellino de cabellera rubia que está a punto de explotar— le advertí y sonrió en
respuesta.
— Gracias— dijo para luego depositar un beso en mi mejilla e irse para tomar a la
rubia por la muñeca y apartarla, en eso veo que Alex se pone delante de mí para que
continúe bailando con él a lo que acepte.

Alex. Invierno, Diciembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal.

Llevaba meses queriendo invitar a salir a Crown, pero sabía que no se llevaba muy
bien con mi hermana y mucho menos soportarla aunque de eso último concuerdo con ella a
veces Alexandra podía ser insoportable, pero tampoco se había dado la oportunidad para
hacerlo, pero por fin había llegado la indicada para pedírselo ya que mis padres nos
recordaron a mi hermana y a mí de la cena de año nuevo a la cual nos dejaron traer
acompañante y como de seguro ella iría hoy a Eaghton el cual consideraba mi lugar
favorito para poder ser yo mismo, aunque le debiera demasiado a su dueño y mi hermana se
metiera entre sus sabanas a lo que sacudí mi cabeza para quitarme eso de mis pensamientos
y comenzarme a vestir.

Me comencé a vestir con una camisa negra la cual combine con un jean negro de
vestir y unos zapatos del mismo color para colocarme el saco azul, así que una vez que
termine baje para esperar junto a mi padre a que mi madre como mi adorable e irritante
hermana terminaran de arreglarse y después de esperar unos 50 minutos salimos para
emprender camino a Eaghton.

Al llegar nos encontramos como con dos autos y mi padre ya estaba impaciente por
habernos retrasado un montón según él, pero conociéndolo ya se le iba a pasar cuando
entramos al establecimiento fuimos guiados hasta el lugar del evento y nos pidieron
nuestros atuendos mi hermana fue la primera en quitarse su saco de peluche rosa pastel para
revelar su atuendo de esta noche en eso que rodee mis ojos distinguí a Crown junto a la
barra hablando con Graves hasta que se retiró, así que no tarde en pararme a un lado de ella
y fue cuando me sorprendí al verla beber un whisky ya que no me imaginaba que sea del
tipo de chicas que bebiera.

— No pensé que eras de las que bebían— dijo y volteo para mirarme con una ceja
enarcada.
— Creo que ya pudiste descifrar que no soy santa— dijo fríamente— ¿Qué quieres
Harper?— me pregunto con molestia y le sonreí.
— ¿Quería saber si te gustaría ir a una cena en mi casa?— conteste con una pregunta a
lo que se comenzó a reír civilizadamente.
— Tú sabes que no me llevo bien y mucho menos me agrada tu hermana—dijo para
separarse de la barra y darse media vuelta para mirarme.
— Sí, pero no me importa lo que piense ella. Solo di que sí Crown por favor no me
hagas pedírtelo de rodillas— dije y llevó su dedo índice al labio para pensar.
— Aunque me gustaría verte rogarme de rodillas no quiero pasar vergüenza, así que te
dire que si— dijo y sonreí feliz— Pero eso no quita el hecho de que si tu hermana se
atreve a molestarme me quede callada—dijo apuntándome con el dedo en forma de
amenaza.
— No te vas a arrepentir— le dijo sonriendo de felicidad.

De un momento a otro Adrien se encontraba parado detrás de ella logrando ponerme


pálido y tensar mi mandíbula para luego carraspear su garganta para que esta se diera vuelta
para mirarlo.

— ¿De qué no se va a arrepentir?— pregunto Adrien.


— De nada— dije y me voltee para irme, pero antes volví a mirarla— Luego te envió
los detalles— dije.

Aunque Graves nos había interrumpido estaba feliz de que por lo menos había
podido invitar a Crown a la cena y esta acepto sin ningún problema esto lo iba a ser si mi
hermana se enteraba antes de la cena quien sería mi acompañante. Estaba hablando con
unos amigos del equipo de la escuela ya que ellos habían asistido al evento y no se habían
ido de viaje cuando ciento que Jared me codea para que mirara donde estaba cabeceando y
este era la pista de baile donde Crown bailaba con Adrien, pero lo que más me hizo
enfurecerme fue cuando deposito el muy descarado un beso en su mejilla para marcharse,
así que fui al rescate de ella para posicionarme delante suyo y que siguiera bailando
conmigo.

Había pasado unos días de la inauguración de Eaghton donde estuve rondando no


solo para jugar sino que también estuve completando mi adicción a las pastillas y esta se
había vuelto mi última adicción, pero la más necesaria por el simple hecho de deberle tanta
plata a Adrien de mis jugadas. En fin había llegado el día de la cena de año nuevo en mi
casa cuando recibo por la tarde un mensaje de Crown

Crown 01:00 pm

— Harper tienes suerte que mis padres me hayan dejado asistir a tu cena— me mandó
un mensaje de voz.
— Ah y antes que me olvide recuerda lo que te dije en Eaghton— dije su último
mensaje y yo sonreí como un estúpido.

Pasaron cuatro horas y me encontraba ayudando a mi madre a terminar de decorar


antes de que los invitados o sea el resto de mis familiares como mis tíos junto a mis primos;
mis abuelos de ambas partes y mi tía la hermana de mi madre en eso aparece mi padre por
la puerta del salón donde me encontraba para que lo acompañara no antes de saludar a mi
madre con un beso en sus labios lo cual me genero asco e hice un ruido raro ganándome un
risa por parte de ellos

— Hijo si tu madre y yo no hubiéramos hecho esto no estarías acá ni tampoco tu


hermana ¿O me equivoco cariño?— dijo mi padre y mi madre negó divertida.

Subimos a la plata alta para adentrarnos en su despacho y este me indico que me


sentara en el sofá como cuando era un niño.

— Alex hijo ¿Quería preguntarte algo?— dijo y yo me puse un poco nervioso, pero lo
disimule bastante bien— Tu acompañante de esta noche es compañera tuya de la
escuela— me dijo a lo que volví a respirar.
— Si se llama Crown Adkins y se mudó este año a Lovingfild— dije con orgullo y este
asintió a lo que también me levanto una ceja y fue que me di cuenta de la siguiente
pregunta que me haría, pero me le adelante— No papá, no me acosté con ella; ella
es importante para mí— dije y me sonrió.
— Bueno me alegro de escuchar eso ahora ve a cambiarte— me dijo para luego irme
del despacho y entro mi hermana a los segundos.

Me dirigí a mi habitación para terminar de cambiarme es decir, colocarme la camisa


blanca y un saco color verde gamuzado con mis zapatillas blancas; al bajar me quede en un
estado de shock al ver a Crown vistiendo un pantalón de vestir color bordo cortándolo con
una blusa blanca de tirantes junto a su bléiser bordo la verdad que estaba demasiado sexy y
al verme me saludo con una sonrisa que me hizo bajar a saludarla.

— Hola gracias por venir— dije con una sonrisa— Estas…— comencé a decir, pero no
encontraba la palabra correcta.
— ¿Hermosa?— dijo en modo de pregunta y sonreí aún más.
— De hecho quise decir sexy, pero no quería sonar muy mujeriego— dije y esta vez
ella sonrió con gracia en eso veo que mis padres se acercan y me giro para estar a un
lado de mi compañera— Mamá; papá ella es Crown, Crown ellos son mis padres
Natalie y Walter Harper— dije presentándolos y esta estrecho sus manos.
— Es un placer— dijeron los tres al mismo tiempo y fue cuando escuche a mi hermana
bajar las escaleras.
— ¿Qué hace esta perra aquí?— dijo mi hermana cuando mis padres ya no estaban a la
vista para escucharla.
— Alexandra ya basta Crown es mi acompañante de esta noche— dije y escuche como
la chica de a mi lado soltó una risita.
— Creo que esta noche me voy a divertir— dijo Crown y nosotros dos la miramos.

En eso escuchamos que la mesa estaba lista, al igual que la comida, así que todos
nos adentramos en el gran comedor obviamente me sentaría al lado de Crown y de mi
abuela quien miraba a mi compañera con curiosidad.

Crown. Invierno, Diciembre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Había llegado a la casa de los Harper y el rubio me presento a sus padres a lo que yo
lo hice con amabilidad ya que no tenían la culpa de tener dos hijos que no valen la pena
como lo eran en eso que estos desaparecen entra Alexandra insultándome a lo que
realmente ya había comenzado mi noche de diversión al entrar en el comedor me senté a la
izquierda de Alex ya que a su derecha se encontraba un mujer mayor quien después de
veinte minutos descubrí que era su abuela; estábamos cenando cuando uno de los tíos de los
Harper me hace un pregunta.

— Entonces Crown ¿Cómo conoces a mis sobrinos?— me pregunto y solté un risita al


escuchar la pregunta.
— Alex es mi compañero de clases— dije para mirar a Alex— ¿Y a Alexandra?— dije
para mirarla con una sonrisa de maldad la cual provoco que se pusiera nerviosa—
La conocí en una salida con mi mejor amiga— conteste y escuche como soltó el
aire.
— Qué lindo— dijo su tía.
— Crown— llamo el Sr. Harper— Mi hijo te menciono que está en un programa de
entrenamiento nocturno— dijo y mire a mi lado.
— Ah si ya se a que se refiriere— dije y sentí como Alex estaba nervioso— Si yo
también solía hacer esos tipos de programas de dónde vengo— dije y volvieron a
respirar para poder llevarme un trozo de pastel a la boca— Aunque tenía ciertas
prohibiciones— dije y tanto Alexandra como Alex volvieron a contener el aliento.
— ¿Cómo cuáles?— me pregunto esta vez la Sra. Harper.
— Nada de salidas nocturnas o cualquier tipo de estas; nada de alcohol; drogas;
pastillas y lo más importante nada de sexo— dije y escuche como los dos hermanos
se ahogaron con sus bebidas.
— Que buen régimen deberías implementarlo hijo— dijo el Sr. Harper.

Ya casi era media noche a lo que comencé a despedirme e insistir que lo había
pasado de maravilla ya que los Sres. Harper no querían que me fuera, pero tenía que
hacerlo ya que había prometido algo.

— No quisiera irme, pero le prometí a mis padres que recibiríamos el año juntos— dije
y estos entendieron para luego despedirnos y entrar a la casa.

Estaba por subirme al auto cuando escucho que la puerta de entrada de la casa es
abierta, así que me giro para ver cómo los 2 hermanos vienen hacia mí.
— ¿Qué quieren?— dije molesta.
— Agradecerte— me dijo la rubia a lo que enarque una ceja— Por no decirle nada a
nuestros padres de…— comenzó a decir y se calló a lo que me reí.
— Por no decirles que su hija es una perra y una ninfómana de primera clase que se
encama con un mafioso— dije mirándola y luego mire a su hermano— Y que su
hijo estrella no es más que un completo adicto al juego a quien le debe más que su
cuenta bancaria al mismo hombre con el que se acuesta su hermana y que es un
adicto a las drogas y a las pastillas ¿Por eso me agradecen?— dije para luego
subirme al auto— Mi silencio es preciado y costoso, así que sepan con quien se
meten y piénsenlo dos veces antes de hacer algo— dije y arranque el auto para irme
a casa.
Visita Infernal Sorpresa
Crown. Invierno, Febrero. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya casi hacia un mes que habíamos vuelto a clases y Molly no dejaba de hablar de sus
increíbles vacaciones en Los Ángeles y creo que lo hacía porque una vez me había
preguntado de donde veníamos y le dije que de allí no solo de eso no dejaba de hablar sino
de la increíble lección que le di a ambos hermanos.

Hoy me tocaba pasar por la oficina de Watkins para que me diera mi reporte
semanal y además le iba a comunicar que me estaría ausentando por unos días obviamente
se lo tomo muy a gusto y cuando salí me encontré recargado en la puerta del piloto de mi
auto a Adrien.

— Graves— dije quitándolo de la puerta.


— Adkins aunque eres pequeña tienes fuerza— dijo divertido a lo que lo mire
indignada por lo que había dicho.
— ¿Qué quieres?— pregunte de manera seca.
— Saber si asistirás a la noche de juegos en Eaghton— dijo.
— Claro que iremos Adrien— contesto mi amiga al otro lado del auto.
— Ella ira— dije señalando a mi amiga— Yo no iré— dije para poder subirme al auto.
— ¿Por qué?— pregunto.
— Tengo asuntos importantes que atender y si ahora me disculpas me voy— dije para
arrancar el auto y salir de la escuela.

Íbamos de camino a casa de la pelirroja ya que debía llevarla, mientras que conducía
pude notar que Mol estaba queriéndome decir algo, pero no se atrevía al verme con mi ceño
fruncido y mal humor. Así que cuando llegamos antes de que se bajara trabe las puertas a lo
que esta me miro con su ceño fruncido y bufe

— Ya suéltalo Molly— dije irritada.


— Sé que no te gusta decirme algunas cosas, pero ¿Por qué no vas a la noche de juego?
— pregunto y la verdad que ya estaba cansada de mentirle, pero sabía que era por su
bien.
— Tenemos que viajar esta noche a Los Ángeles porque tenemos a mis abuelos
enfermos y me ausentare un par de días— dije y esta comprendió.
— Bueno buen viaje y envíame fotos— dijo para abrazarme y hacerme reír de lo loca
que podía llegar a ser.
— Gracias Mol— dije y luego ella se bajó para que arrancara el auto e irme a casa.

Al llegar a la casa me encontré con mi mejor amigo que baja por las escaleras y
venia frotándose la cara con sus manos a lo que esto me causo gracia.

— Y ahora ¿Qué te sucede?— pregunte con gracia.


— Esos 2 niños son igual a ti— dijo y solté una carcajada.
— No es muy obvio soy su madre— dije con gracia— ¿Qué te hicieron? Sabes que
mejor ni me contestes— dije cuando entramos a la cocina— ¡NIÑOS!— grite para
que estos bajaran.
— ¡MAMÁ!— dijo Demon.
— ¡MAMI!— dijo esta vez mi pequeña.
— ¿Qué le hicieron al perro viejo de Ellair?— pregunte y me gane un gruñido de parte
de mi amigo a lo que lo mire— ¿Qué? No me mires así ya viejo querido amigo—
dije con una sonrisa en mi rostro.
— Solo le hicimos una pequeña broma— dijeron ambos con cara inocente.
— Si una broma es querer quemarme— dijo mi amigo a lo que yo comencé a reírme—
No es gracioso Crown— dijo ofendido.
— Te recuerdo que crees un sabueso infernal eso quiere decir que soportas el fuego—
le recordé y negó divertido— Bueno niños prepárense que en un rato partimos para
casa— dije y estos salieron corriendo en su forma terrenal para subir las escaleras—
Pórtate bien mientras no estamos y trata de evitar que Mol te vea ¿entendido?— dije
señalándolo y me di vuelta para irme a mi habitación.
— Si mamá— dijo con gracia a lo que me voltee para lanzarle una manzana y
fulminarlo con la mirada.

Una vez que estaba en la habitación acomode un poco para después quitar la
alfombra que estaba en medio del suelo y revelar un pentagrama en donde me coloque en
medio de este para recitar las siguientes palabras.
— Ab umbris inferoum potestas et domorum tutela est. Te appello ut omnem angulum
huius domus tuearis— recite en latín como era mi lengua original este era un
conjuro de protección de las casas que me había enseñado mi abuela cuando era una
niña.

Después de haberlo hecho volví a cubrir el pentagrama con la alfombra y me


dispuse a cambiarme para colocarme mi vestido infernal al momento de salir me encontré
con una llamada inesperada de un número desconocido, así que respondí el llamado.

En llamada

— Crown— dijeron al otro lado de la línea y reconocí la voz de Graves.


— Adrien ¿Cómo conseguiste mi número? ¿Y qué quieres? Estoy por abordar un vuelo
— dije y suspiro.
— Respondiendo a tu primer pregunta se lo pedí a Molly y a tu segunda pregunta
conoces de algo para invocar a un demonio— dijo y a mí se me callo el teléfono de
las manos— ¿Crown estas ahí?— dijo y levante el teléfono para contestarle lo más
tranquila que podía.
— ¿Por qué sabría eso?— pregunte.
— Porque tú tienes el aspecto… quiero decir por la forma en que te vistes y eso podrías
llegar a saber de algo— dijo y solté una risita.
— Gracias por notarlo, pero no te recomiendo que lo hagas y no tengo idea de cómo
hacerlo no te dejaron claro las películas que no es bueno— conteste— Bueno te
dejo adiós— dije y colgué la llamada.

Fin de la llamada

Al bajar y entrar a mi despacho ya estaban allí Ellair junto a mis hijos esperándome
a lo que el sabueso me miro con cara rara a lo que le negué para que no se preocupara ni él
ni los niños. Una vez que ya nos encontrábamos listos los tres me gire para mirar a mi
mejor amigo antes de abrir el portal que nos llevaría al décimo círculo infernal este en
realidad era una puerta sin salida ni entrada que se encontraba a un costado del despacho en
fin, mire a mi mejor amigo para luego abrazarlo.
— No nos extrañes demasiado y no hagas nada que yo no haría— le dije con una
sonrisa y me abrazo.
— Te lo prometo— dijo y nos separamos.
— Yo ya coloque una protección en la casa por las dudas— le avise y luego mire a los
niños que todavía tenían su forma adulta terrenal— Vámonos— dije.

Coloque mi palma derecha donde llevaba el anillo de mi familia y de mi reino el


cual se me fue otorgado cuando cumplí los trescientos años este jamás me lo quitaba, así
que cuando apoye la palma el símbolo de mi hogar se dibujó en la puerta para después
abrirla y que mis hijos atravesaran por ella para que al hacerlo ellos obtuvieran el cambio
de su forma terrenal a la de pequeños demonios estos tenían aspecto físico como los de un
terrenal de unos cuatro años, pero con ciertos aspectos demoníacos como la cola; los
cuernitos; su piel y los colmillos estos corrieron hasta detenerse para esperarme al pasar por
la puerta mi aspecto demoníaco había aparecido mostrando como soy realmente.

El Infierno, Mundo Demoníaco

Cuando estuve cerca de ellos pasamos de estar en el pasillo a estar en la claridad de


la sala del trono mis hijos salieron corriendo al ver a su abuelo sentado en este y mi padre al
escuchar las pequeñas risitas levanto su cabeza de entre su mano como si estuviera pasando
al ver a mis hijos se movió rápido hasta ellos para alzarlos en entre sus brazos a lo que yo
me reí por ese gesto al verme su sonrisa se ensancho aún más de lo que ya la tenía era obvio
que no me esperaba.

— Hola papá— dije y me abrazo para besar mi coronilla.


— Hola mi princesa— dijo y note algo en su mirada.
— ¿Qué está sucediendo?— pregunte.
— H-hija yo y…— comenzó a decir, pero alguien entro a la sala del trono.
— Querido creo que no será necesario invitar a Crown a la boda— dijo sin mirar, pero
al levantar su mirada se encontró con la mía y me voltee para mirar a mi padre.
— Así que esto era lo que te preocupara que me enterara sabes que has lo que quieras
padre no pienso asistir— dije— Espero que estés feliz— dije mirando a mi
madrastra— Niños vámonos a saludar a su bisabuelo— dije y estos se treparon por
mi cuerpo.
— Hija espera— dijo mi padre, pero no le di tiempo ya que me desaparecí junto a mis
hijos para aparecer en la sala del trono de mi abuelo.

Al llegar al primer círculo infernal me adentre en la sala del trono no antes dejar a
mis hijos en la entrada de esta para decirle a un guardia que los llevara con mi abuela y
cuando se fueron empuje las puertas de lugar y que mi abuelo me abrazara antes de que yo
rompiera en llanto al descubrir lo que planeaba mi padre este me abrazo con fuerza y mis
piernas se me aflojaron logrando que me caiga al piso junto con mi abuelo este logro
tranquilizarme y entre sollozos lo mire.

— ¿Por qué no me dijo nada?— pregunte— ¿A caso no quiere que esté presente?,
Aunque yo la odie por tratar de querer remplazar a mi madre no quisiera perderme
ese día— dije y empezó a acariciar mi espalda para intentar que mi respiración se
normalizara de nuevo en eso entra mi padre y lo miro hecha una bestia la cual
mantenía siempre escondida.
— Hija yo…— comenzó a decir, pero se detuvo al verme en ese estado.
— ¡LARGO!— dije en un grito, pero logre que los pocos vidrios que había allí
estallaran y se rompieran en mil pedazos.

Mi abuelo no me detuvo sabiendo el poder que ahí adentro mío y de que este no
poseía un límite, así que lo mantenía oculto o mejor dicho con una cadena para no soltarlo
ya que no sabía de qué podía llegar hacer capaz; cuando los vidrios terminaron de caer al
suelo me di cuenta de lo que había hecho, así que salí corriendo para dirigirme a mi lugar
favorito de todo el infierno y ese era el Bosque Demoníaco un lugar silencioso y que nadie
iba ya que había muchas criaturas por ahí que eran peligrosas, pero no tenía miedo ni nada
de hecho lo que habitaba allí me tenía más miedo a mí que yo a ellos.

Al llegar me adentre cada vez más en este hasta caer de rodillas y volver a romper
en un llanto sino que grite con todas las fuerzas que tenía y fue cuando del cielo comenzó la
lluvia infernal que se colocó en cada reino y me comencé a reír con un poco de nostalgia al
notar que yo la había provocado.

Castillo Infernal, Mundo Demoníaco


Satanas se encontraba sentado en su trono al lado de su esposa quien tenía a su
bisnieta en su regazo y él se levantó con su bisnieto en brazos para acercarse al ventanal
desde donde miraba todo el infierno mientras escuchaba a su esposa enojarse con su hijo
por lo que había pasado cuando de la nada se escucha un trueno hizo que ambos niños
comenzaran a llorar por el susto y se dio cuenta que se trataba de una lluvia infernal que
hacia milenios que no se veía, pero antes que esta sucediera escucho a lo lejos el grito de su
nieta y fue cuando entendió porque esto había sucedido y se comenzó a reír.

— Mi nieta cada vez me sorprende aún más— dijo en voz alta.


— ¿A qué te refieres padre?— dijo Balac.
— Tu hija acaba de provocar que después de milenios apareciera la lluvia infernal—
dijo el diablo orgulloso.

Crown. Bosque Infernal, Mundo Demoníaco

Al ver que yo la había provocado cuando me calme esta seceso y me alegre de ello,
así que empecé a caminar para llegar a la frontera y poder volver a casa cuando escucho un
pequeño aullido de cómo si una criatura estuviera lastimada, así que comencé a rastrear
hasta encontrar a un pequeño demonio Werfblood que de seguro tendrá la misma edad de
mis hijos entonces me acerque hasta él, pero el pequeño estaba tan adolorido que me
permitió acercarme al hacerlo le quite la pila de rocas que lo tenía atrapado y le cure la
herida que le había generado este.

— Tranquilo pequeño no voy hacerte daño— dije terminando de vendarlo.

Cuando me abrazo en forma de agradecimiento y note que estaba frio gracias a una
de mis tantas habilidades puede llegar a brindarle calor entonces me levante con él en
brazos, pero al hacerlo me encontré con un demonio junto una diablesa Werfblood a lo que
estos miraron que tenía a su hijo y se los entregue, pero el pequeño cachorro no tenia la
intención de querer soltarme y fue cuando quisieron atacarme al verlo lastimado, pero
cubierto de vendas.

— Yo solo lo cure y ayude a que su cachorro pudiera salir de esas rocas— dije y al
parecer me reconocieron ya que hicieron una reverencia.
— Saludos alteza lamentamos el mal entendido solo creímos que eras como las otros
habitantes del infierno— dijo el demonio.
— Tranquilos no soy como el resto jamás creí que lo fueran— dije.
— ¿Quiere acompañarnos alteza?— pregunto la diablesa y asentí.
— Síganos alteza— dijo el demonio para luego desaparecer y aparecer en su tierra.

Noveno Círculo Infernal “The Werfblood”, Mundo Demoníaco

Al llegar al noveno círculo en donde relativamente nadie había estado en milenios


ambos demonios me guiaron al palacio real donde fui escoltada junto a ellos ante su rey
quien al reconocerme se levantó inmediatamente y ambos nos saludamos como
correspondía.

— Majestad— Se presentaron ambos ante su Rey.


— Majestad trajimos ante usted a la Alteza Real Inferna para comprobarle que no
todos en El Infierno piensan que somos unos monstruos— dijo el demonio a lo que
el Rey Padean mando a la familia a que se retiraran dejándonos a solas.
— Majestad Padean no soy mi padre ni mucho menos mi abuelo al contrario del resto
de reinos desde que era una niña jamás pensé que eran unos monstruos que tenían
que estar asilados— confesé ante él.
— Lo veo en su mirada— dijo— Le alegrara saber que aunque usted todavía no es
reina tendrá todo mi apoyo junto al de mi pueblo el día que suba por fin al Trono
Infernal y hoy en día también lo tendrá— dijo— Mi querido hijo el heredero al
Trono Werfblood quien desafortunadamente desapareció hace milenios y que jamás
pudimos encontrarlo hubiera pensado hasta decidido lo mismo— dijo.
— Majestad— dije, pero me detuvo.
— Por favor dígame Padean— dijo y asentí.
— Padean le agradezco esto y espero poder trabajar con usted ni mi padre ni mi abuelo
ofrecieron la ayuda para encontrar al príncipe, pero le prometo que hare hasta lo
imposible para hallarlo— dije y soltó un pequeño sollozo— Ahora si me disculpa
debo volver al Castillo Infernal— dije y asintió.
— Gracias Alteza Real— dijo y lo mire con una ceja enarcada— Lo siento es una
maldita costumbre de formalidad. Gracias Crown— dijo y asentí para después
desaparecer.

Castillo Infernal, Mundo Demoníaco

Aparecí del otro lado de las puertas del salón del trono las cuales fueron abiertas por
los dos guardias que se encontraban a cada lado de estas para que detrás viera a mis hijos
sentados con mis abuelos sus tronos y mi padre que estaba caminando de un lado al otro
intranquilo hasta que mis hijos salieron corriendo para abrazar mis piernas a lo que me
agache para levantar a ambos y besar sus cabecitas y vi a mi padre que salió corriendo
abrazarme.

— Lo siento pequeña, perdóname— dijo y lo abrace.


— Por el amor a Satanás— dije y vi como mi abuelo volteo a vernos— Abuelo no te
llame a ti es solo una expresión— dije entre risas a lo que el mencionado volvió a
sus asuntos— Padre tú mismo sabes que seria incapaz de no perdonarte, aunque
quisiera— dije y se rio cuando nos separamos.
— Mi pequeña jamás tengo que volver a subestimar tu poder— dijo mi abuelo a lo que
negué divertida.
— En eso estoy de acuerdo contigo abuelo— dije con una sonrisa— Creo que es hora
de volver, así que despídanse para irnos— dije mirando a mis hijos y estos
obedecieron— Te voy a extrañar papá— dije abrazándolo.
— Y yo mi pequeña— dijo mientras me abrazaba y luego separarnos— ¿Cómo va tu
misión?— pregunto y sonreí.
— Demasiado bien— conteste.

Me acerque hasta la gran puerta que era exactamente igual a la de mi despacho, pero
el doble de tamaño y coloque mi palma para poder activarla, así que la abrí y los primeros
en atravesarla fueron mis hijos para volver a su forma terrenal adulta ya quejándose a lo
que me reí para luego pasar yo y sellarla detrás de mí con una sonrisa.

Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal


Al llegar inmediatamente apareció mi mejor amigo por las puertas de este con una
sonrisa al vernos obviamente lo abrace y luego mire mi reloj para comprobar que habían
pasado 5 días desde que no habías ido

— Bien ponme al tanto de las cosas— dije para ver como mis hijos se marchaban cada
quien a su trabajo y mi amigo cerraba las puertas del despacho para hablar.
Noche de Dolor. Parte I
Adrien. Invierno, Febrero. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Después de saber que Crown no iría a la noche de juego me centre en mi trabajo, pero
realmente no lo estaba haciendo ya que estaba pensando si lo que me sucedía en la noche
fue provocado por alguien y recordé haber leído en un libro hace años bueno mejor dicho
cuando era niño que todas las cosas las resolvería un demonio y fue cuando cierta chica
pelinegra se me vino a la cabeza a lo que recordé que no tenía su número, pero si tenía el de
la pelirroja, así que la llame

En la llamada

— ¿Adrien?— dijo del otro lado del teléfono.


— Mol perdona que te moleste— dije y escuche como se rio del otro lado.
— ¿Quieres el número de Crown no es así?— dijo y siempre desde que la conocía me
causaba gracia que supiera lo que le ibas a decir.
— Si— le pedí.
— Te lo mando por mensaje— dijo y colgó.

Fin de la llamada

A los cinco minutos me llego la notificación de que alguien me había mandado un


mensaje, así que al corroborarlo me di cuenta que era de la pelirroja.

Molly 12:00 pm

— Este es el número de Crown (+1) 548 459-4874 ojala te conteste— escribió en el


mensaje a lo que me quede preocupado.

Adrien 12:01 pm

— ¿Por qué lo dices?— le mande el primer mensaje y luego otros dos atrás.
— ¿Sucedió algo?
— Es decir, yo la vi rara hoy en el estacionamiento y no me atreví a preguntarle ¿Por
qué no iba a Eaghton?— fue mi último mensaje y esta me contesto al segundo.
Molly 12:01 pm

— Porque debe viajar a Los Ángeles que tiene a sus abuelos enfermos— me contesto y
yo le mande un emoji de carita sonriente y un pulgar hacia arriba.
— Suerte— me escribió por último.

Ahora entendía la razón por la cual no iba a venir a Eaghton para la noche de
juegos, así que como Molly me había dicho que iba a viajar me apresure a llamarla antes de
encontrarme con el teléfono apagado o fuera de línea; marque su número y al tercer timbre
contesto con un suspiro.

En la llamada

— ¿Crown?— pregunte y contesto enseguida.


— ¿Adrien? ¿Cómo conseguiste mi número? ¿Y qué quieres? Estoy por abordar un
vuelo— dijo y suspire.
— Respondiendo a tu primer pregunta si soy yo y contestando tu segunda pregunta se
lo pedí Molly— dije para tragar gruso— Contestando a tu ultima pregunta quería
saber si tu conoces de algun libro demonologico o que tenga que ver con
invocaciones demoniacas— dije y escuche un golpe seco— ¿Crown estas ahí?—
pregunte.
— ¿Por qué sabría eso?— pregunto esta vez ella.
— Porque tú tienes el aspecto… — dije, pero no podía encontrar las palabras correctas.
— ¿Tengo aspecto de que?— pregunto molesta al parecer.
— Quiero decir por la forma en que te vistes podrías llegar a saber— dije y me golpe la
frente al darme cuenta que sone como un idiota.
— Gracias por notarlo, pero no te recomiendo que lo hagas y no, no tengo idea de
cómo hacerlo no te dejaron en claro las pelicualas que no es bueno— dijo— Bueno
te dejo adiós— dijo para colgar la llamada y dejarme con las palabras en la boca.

Fin de la llamada

Esperaba realmente obtener respuestas, pero sabía que iba a hacer en vano ya que
ella no tiene ni idea la verdad me paso de idiota al decirle que tiene ese tipo de aspecto para
no querer sonar tan bruto, pero a la vez elogiar su sentido de la moda y sin embargo soné
como un idiota. Lleve mis dedos hacia mi cabeza para intentar masajear mis sienes y aflojar
el dolor que venía teniendo hace ya unos días la verdad que padecer estos ataques no me
trae nada bueno lo único bueno es ver a mi nueva amiga demoníaca Crown quien siempre
me hacía recordar a la que conozco.

Llego la noche y me estaba por ir a dormir cuando siento nuevamente que me está
sucediendo, así que me resisto al dolor hasta que todo se vuelve negro y aparezco en la
habitación de la niña, pero no había ni rastros de ella.

— ¿Crown donde estas?— pregunte y sentí como algo se me enrollaba en la pierna


para caer de espaldas y al suelo al incorporarme mi pequeña amiga ya era bastante
grande como si fuera una adolescente.
— Te atrape— dijo con una sonrisa desde las sombras.
— A mí también me da gusto verte— dije para levantarme— Creciste— dije y se
encogió de hombros.
— Es decir, la última vez que me viste tenía 400 años ahora tengo 1000 años— dijo
con naturalidad y mis ojos se agrandaron causándole risa— Acá el tiempo pasa más
rápido— dijo y comprendí.

Pase un tiempo con ella hasta que volví a mi habitación la cual estaba destrozada
nuevamente y la ventana estaba abierta la cual se encontraba cerrada antes del episodio, así
que me levante para cerrarla y esta vez dormir.

Primavera, Marzo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Las vacaciones pasaron rápido para muchos era un alivio estar en primavera aunque
el frio del invierno permanecía rondando en la ciudad, pero para mí la ciudad está en llama
ya que en esta época al acercarse fin de curso también están los exámenes y muchos de
ellos para pasar el estrés o soportarlo llegan a las puertas de Eaghton en fin, hoy era una
noche especial ya que era la noche de rojo esta era una fiesta sexual a la cual debías tener
una invitación sino no podías pasar; me estaba terminando de arreglar cuando siento como
mi espalda comenzó a dolermer, pero por alguna razón al contario de las otras veces es
como si me golpearan fragmentos de recuerdos haciéndolos por fin deterner cuando
escuecho como alguien golpea la puerta y aviso que pueden entrar.
— ¿Qué sucede Will?— pregunto.
— Ya está comenzando a llegar los invitados— me avisa y asiento.
— Gracias ahí bajo— avise y se fue dejándome solo con el dolor.

Llegue a agarrar una de mis botellas de whisky para poder servirme un trago y bajar
tranquilo, aunque sabía que no iba a ser esta noche al bajar lo primero que veo es a Crown
con un vestido como de cinco dedos debajo de la cadera y con un escote terrible que dejaba
ver su tatuaje de entre medio de sus pechos no la culpo de que medio mundo tanto hombre
como mujeres estén casi babeando por ella y en esta tanda me incluyo por otro lado, vi que
no venía sola sino que estaba con Alex bailando muy pegados entonces note como su
mirada se encontraba perdida y me iba a acercar, pero la rubia de Harper me tomo de la
mano para llevarme a una de las habitaciones que estaban allí.

La verdad que estaba cansado y no tenía ánimos para coger con Alexandra, pero a
esta no le importo y me empujo contra el sillón para quedar sentado y comenzar hacerme
un oral el cual disfrute hasta que nuevamente sentí ese dolor en la espalda, pero ya no era
simplemente un dolor era como si algo me estuviera quemando en ella, así que tome a
Alexandra de la muñeca para sacarla de la habitación obviamente rechisto en eso todo se
vuelve oscuro, pero si escuchaba lo que pasaba y escuche la voz de la niña

— Adrien despierta— dijo la niña golpeando mis pómulos para que reaccionara—
Despierta por favor— dijo para golpearme esta vez mas fuerte lo cual me trajo a la
realidad, pero como era posible no lo sé.
— Pequeña que sucede— dije al verla y note que estaba llorando— ¿Por qué lloras?—
pregunte y miro hacia la puerta para luego levantarse.
— Necesita que la ayudes. Necesito que me ayudes Adrien— dijo y no entendí, así que
la seguí afuera.
— ¿A dónde vamos?— pregunte y señalo un lugar.
— Ayúdame por favor sé que demuestras tener un corazón de hielo, pero sé que aquí
adentro— dijo señalando mi corazón por encima de mi ropa— Te importo y lo supe
la primera vez que me cuidaste— dijo para luego desaparecer.
No tenía idea a que se refería hasta que volví a decir en mi mente lo último que me
dijo y sabía a quién se refería, así que mire en dirección a la habitación que me había
señalado no antes pronunciar su nombre en un grito.

— ¡Crown!— dije en un grito, pero el único que me llego a escuchar fue Will ya que la
música estaba alta— Trae a los muchachos— dije y fui a la habitación donde se
encontraba.

Al entrar lo que me encuentro fue a Alex se encontraba encima de su cuerpo


inconsciente, pero lo tome del hombro para girarlo y darle un puñetazo logtando que
perdiera el equilibrio para darle tiempo a mis hombres que entraran para sacarlo de allí.
Cuando lo sacaron arrastrándolo me acerque para comprobar que estuviera bien, pero no lo
estaba su piel estaba helada entonces revise sus pupilas para encontrármelas dilatas era
como si la hubieran drogado hasta que vi su vaso y el muy maldito lo había hecho a lo que
la cargue en brazos para sacarla de allí y subir junto a Will al entrar en el pasillo me gire
hacia Will quien me asintió como si supiera lo que le iba a decir.

Cuando llegue a la habitación la coloque en la cama para minutos después agarrar la


jeringa de naloxona que siempre tenía en el despacho por si pasaba una emergencia al
momento de clavarla por su piel y ver que todo el líquido está corriendo dentro de ella me
gire para ver a mis hombres y a Will que permanecían como estatuas en la puerta.

— ¡LARGO!— grite para girarme y escuchar la puerta cerrarse entonces se levantó


agitada, así que la tome de los hombros para que se calmara— Crown todo esta bien
ya se termino todo— dije y me abrazo a lo que correspondí, escuche como empezó
a sollozar, así que acaricie su espalda para calmarla.
— ¿C-Cómo supiste l-lo que m-me p-pasaba?— dijo entre sollozos.
— Tengo mis secretos Adkins— dije con una sonrisa, pero vi como si se estuviera a
punto de desmayar— Tranquila acuéstate es efecto de la naloxona—dije para ver
como se recostaba de nuevo— Voy a traerte un vaso de agua— dije no sin antes de
ver que cerro sus ojos y cuando me levante todo se volvió negro para solo escuchar
como mi cuerpo impactaba contra el suelo.
No sentía nada ni frio; ni calor; ni tampoco ver solo negro hasta que me cegó una
luz blanca haciéndome levantara de golpe provocando que me dé la cabeza contra la de mi
madre y a la cama donde encontre a una Crown enfadada ya que también había despertado
de la misma manera solo que no había recibido el golpe sino que Will lo recibió ya que el
idiota se había querido sobrepasar con ella mientras dormía a lo que cuando despertó lo
único que recibió fue una patada en sus partes y un ojo morado lo que me genero gracia y
esta me miro.

— ¿Qué dormiste en el suelo?— dijo y negué confundido por su pregunta.


— No se desmayó al igual que tú, Crown— contesto mi madre a lo que esta asintió.
— Gracias— dijo mirándome— Cabe aclarar que tu mano derecha se lo busco— dijo
señalando con su cabeza a Will haciendo que este se quejara.
— Sí que bueno— dijo Will y esta lo fulmino con la mirada.
— No es mi culpa que pienses con la cabeza que llevas dentro de tus pantalones— dijo
y todos ahí incluida mi madre nos comenzamos a reír— Pero si te hubiera querido
dejar sin descendencia prefiero hacerlo de otra manera— dijo y este se puso pálido
tan solo de pensarlo.
— Voy a pedir que les suban algo de comer— dijo mi madre— Muchachos; Will
acompáñenme— dijo para salir por la puerta cerrandola detrás de su espalda.

Entonces note que Crown tenía sus ojos clavados en mí y la mire con una ceja
enarcada logrando que gire su cabeza para que sus ojos se posen en el cielo primaveral
cuando noto que la descubri mirándome y agarre su mano para que me mirara a los ojos.

— Si quieres puedes pegarte un baño— dije y asintió para dirigirse corriendo al baño y
antes de cerrar la puerta se giró para verme.
— Gracias por lo de anoche— dijo y sonreí mostrándole mis dientes.

Escuche como corría el agua por la regadera, así que aproveche para cambiarme y
alcanzarle el conjunto de ropa interior que le había pedido a mi madre con una camisa mía;
en el momentoen que la vi salir del baño y la vi con mi camisa quede anondado logrando
que se sonrojara para que corriera a sentarse al borde de la cama para comer y beber café
imitando su acción nada más que agarre el diario.
— ¿Crown?— la llame y cabeceo con la taza en la boca indicándome que podía
continuar— Es muy probable que suene loco, pero por casualidad tus padres te
nombraron así por algo en específico o por alguna otra razon— le confesé lo cual
hizo que esta se atragantara con el café.
— ¿Por qué lo preguntas?— pregunto.
— Solo si me contestas lo que te pregunte— dije y rodeo sus ojos.
— Mis padres venían de una familia religiosa satánica y cuando nací decidieron
llamarme con el nombre de la futura Heredera del Trono Infernal y Princesa del
Décimo Círculo Infernal quienes son Las Sombras— contesto y asentí— Ahora me
vas a decir ¿Por qué me lo preguntas? ¿Y por qué me preguntaste sobre si conocía
la manera de invocar a un demonio?— pregunto.
— Suena loco, pero desde que tenía cinco años me suceden cosas por las noches que a
la mañana siguiente no puedo recordar y hace poco empecé a ver a una niña o
mejor dicho a una pequeña diablesa con tu nombre— dije y entonces vi como trago
grueso haciendo que se ponga pálida— ¿Estás bien?— le pregunte.
— Si estoy bien solo que a mí me pasa algo similar desde ya hace un tiempo y no
estoy hablando desde que llegue a la ciudad sino que hablo desde antes de
mudarnos— me confeso y me quedé atónito.

Después de nuestra pequeña charla mientras desayunábamos y que descubrimos que


a ambos nos sucedía lo mismo le dije para que se quedara tranquila que pensaba llevarla a
su casa luego de que terminara de resolver unos asuntos y tanto sus padres como la pelirroja
se quedaron tranquilos al saber que estaba con mi familia.
Noche de Dolor. Parte II
Crown. Invierno, Febrero. Cuidad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Habíamos vuelto del Infierno y mis hijos ya habían tomado la forma que utilizaban
mientras estábamos en el Mundo Terrenal y yo mi aspecto terrenal este se lo debía a mi
madre que entre los cimientos y las sombras descanse por otra parte, me senté en mi sillón
del despacho y mire a mi mejor amigo para indicarle que cierre las puertas

— Ponme al tanto de las cosas— dije.


— Adrien tiene un gran interés por ti y averigüé la razón de la llamada previa a que te
fueras— dijo y le indique que continuara— Él sufre de episodios como los tuyos
desde que tenía cinco años— comento y me cruce de piernas por debajo del
escritorio y para tirarme hacia atrás.
— Ayúdame y no dejes que haga una estupidez— dije a mi amigo— Antes que me
olvides sin que se entere mi familia averíguame sobre el príncipe perdido de los
Werfblood— dije y me miro con una ceja enarcada.
— ¿Por qué tienes tanto interés?— pregunto y me encogí de hombros.
— Aburrimiento— conteste— Ve a descansar— dije llendome del estudio para irme a
dormir tranquila.

Estaba en la bañadera cuando uno de los horribles sacudones hace que me sumerja
en esta y mi vista se volvió toda negra para que cuando los abro apareci entre las sombras
de mi antigua habitación en El Infierno cuando veo aparecer a alguien llamandome por mi
nombre, pero no podía verle la cara y fue cuando note la presencia de mi versión
adolescente enreda su cola en la pierna para tirarlo al suelo entonces fue ahí cuando lo
reconocí y era Adrien.

— ¿Qué hace él acá?— dije, pero al parecer ninguno de los dos me escuchaban y
mucho menos me veian.

En eso veo que me apoye contra un mueble donde cruce tanto mis brazos como mis
pies entre sí para luego reírme y si fue divertido no lo voy a negar.

— Te atrape— dijo mi yo adolescente con una sonrisa desde las sombras.


— A mí también me da gusto verte— dijo para levantarse— Creciste— dijo y me
encogí de hombros.
— Es decir, la última vez que me viste tenía 400 años ahora tengo 1000 años— le dije
con naturalidad y sus ojos se agrandaron causándome una risa hasta a mi yo actual
esa expresión en su rostro me causa risa— Acá el tiempo pasa más rápido—
comente a lo que este comprendió.

Pasó un rato con mi yo adolescente hasta que él comenzó a desaparecer como


también yo cuando volví salí del agua agarrándome con ambas manos de los costados de
esta no entendía como era que eso había sucedido mi cabeza para escurrirme el exceso de
agua que tenía en mi rostro y salir.

Primavera, Marzo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Molly estuvo eufórica todo lo que va del mes estando por la llegada de la fiesta de
rojo que se trataba de una fiesta sexual y bueno conociendo mis dones y mis genes era
obvio que son mi tipo de fiestas favoritas; estábamos en la cafetería y uno de los hombres
de Graves nos detiene para entregarnos dos invitaciones y una vez que se alejó Molly salto
gritando de emoción.

— No puedo creer que nos hayan invitado— dijo y la mire con ambas cejas alzadas sin
comprender— Es que a esta fiesta solo puedes asistir con una invitación— comento
y se ganó un manotazo por el hombro.
— Es decir, me habías dicho lo genial que la esa fiesta y que si no fuera porque a
Graves se le ocurrió invitarnos no íbamos poder asistir— dije.
— Lo siento es que Adrien hace años que no me invitaba y no pensé que lo iba a hacer
este año— dijo con amargura— Pero tengo a mi amuleto de la suerte— dijo y la
mire ofendida— Y mi mejor amiga— termino diciéndome con una sonrisa para que
la abrazara.

Estabamos hablando cuando alguien me sujeta de atrás por la cintura y me planta un


beso en la mejilla y miro por encima de mi hombro para encontrarme a Alex.

— Harper quítate— dije dándole un codazo en el estómago— No te di permiso a que


seas súper amable conmigo— dije cruzándome de brazos.
— Veo que Graves te invito— dijo señalando la tarjeta.
— Si a ambas— dije señalándonos— ¿Qué quieres?— pregunte con amargura.
— Invitarlas para que me acompañen a la fiesta— dijo haciéndonos mirar entre
nosotras y Molly me susurro un ‹‹si porque no nos divertimos con él un poco›› a lo
que me reí.
— Recógenos en casa de Mol a las ocho de la noche— dije y nos fuimos— Vamos a
mi casa por unos vestidos y luego vamos a la tuya para alistarnos— comente y
asintió.

Al subirnos en el auto conecte mi reproductor al estéreo para escuchar a sonar Black


In Black de AC/DC una de las mejores bandas de rock relacionada con mi mundo al llegar
a casa aparque sobre la calle ya que no pensaba entrarlo al garaje y al entrar a la casa el
hermoso olor a galletas de chocolate y sangre me invadió las fosas nasales, así que antes de
subir fui a la cocina a lo que mi amiga iba a tomar una de las galletas, pero la detuve
golpeando su mano y Storm se dio vuelta para explicarle mi reacción.

— Molly querida esas son las galletas que a vos te gustan— dijo señalándole la otra
fuente— Estas son de tu amiga ya que es media delicada con la comida— comento
y le sonreí a mi amiga.
— Lo había olvidado— dijo mi amiga para agarrar tres galletotas de la otra fuente.
— Bien nos vamos— le dije a Storm— Venimos a buscar un par de vestidos para un
fiesta de hoy— avise y asintió para volver hacer lo que estaba haciendo.

Estábamos subiendo las escaleras cuando mi mejor amigo sale de la puerta que lleva
al ático de la casa y este al ver a mi mejor amiga se comenzó a poner nervioso y nosotras
pasamos casi corriendo ya que dicha amiga me arrastro hasta mi habitación al entrar la miro
divertida.

— Te gusta el idiota de mi hermano— dije y se puso colorada.


— No— dijo como si hubiera dicho una aberración a lo que me comencé a reír a
carcajadas— Bueno está bien me gusta contenta— me reprendió y me calme para
mirarla.
— Hay mi querida amiga que se le va hacer— dije y me empujo en broma— Lista
para entrar a mi lugar favorito— dije y asintió ansiosa.
— Puedo elegir el que yo quiera— dijo y asentí.
— Sí, pero si no quieres acabar la noche sola por lo que eliges sin pedir mi opinión
luego no te quiero escuchar protestar por tomar una decisión errónea de tú parte—
le dije encogiéndome de hombros y recibí un almohadón de su parte.

Esta saco un vestido negro simple para mostrarme a lo que negué con mi cabeza
provocando que se sentara rendida a lo que me reí sin abrir mi boca para ir a una parte del
armario donde sabía que estaría el vestido perfecto para ella y se lo acerque para que viera
un vestido de encaje rojo con el corpiño cubierto por seda y encaje rojo arriba al tenerlo de
cerca me miro a los ojos sin poder creer la maravilla que tenía delante suyo.

— ¿Te gusta?— pregunte y asintió.


— Tú crees que se me vería bien— dijo y rodee los ojos frustrada.
— Molly si te lo doy no piensas que es por algo— dije con una sonrisa y me abrazo y
le correspondí el abrazo— Alcanzame ese estuche de allí así para guardarlo—
señale y fue a aguardarlo.
— Ahora te toca a ti— dijo con una sonrisa.

Ahora me tocaba encontrar el vestido era negro corto como cinco dedos por debajo
de mi cadera llegaba a la mitad de mis muslos con la parte de arriba era mangas largas con
un escote hasta el cinturón que tenía en el medio haciéndole juego con mis tacones negros y
unos rojos para Molly cuando terminamos nos fuimos para su casa con una cajita de cartón
que contenía las galletas favoritas de mi amiga. Al llegar a la casa de Molly nos
apresuramos cambiarnos para evitar llegar tarde cuando salí del baño escuche un silbido de
parte de mi mejor amiga de aprobación en eso escuche el claxon del auto de Alex, así que
bajamos para irnos.

No tardamos en llegar a Eaghton y ser recibidos por guardias que nos indicaban si
íbamos para el casino o si teníamos la invitación al primer piso; al entrar el ambiente me
recordaba a las fiestas del Pandemónium en un momento Alex tomo mi mano para guiarme
por una habitación y bueno Molly había encontrado su juguete de esta noche y cuando
estábamos en la habitación me recoste en la cama entonces vi que Alex se acerco hasta una
mesa para servirnos unos tragos y al vortearse me tendio el vaso el cual ingiero como si
fuera agua, pero se sentía raro haciendome sentir mareada y fue cuando mi vista se vuelve
oscura sin permitirme escuchar; olet y mucho menos ver hasta que sentir es un pinchazo y
luego un grito de una voz que inmediatamente reconocí como la de Graves.

— ¡LARGO!— grito y me levante agitada a lo que me tomo por hombros para que me
calmara— Crown todo esta bien ya se termino todo— dijo y lo abrace a lo que
correspondió, hasta que me calmara.
— ¿C-Cómo supiste l-lo que m-me p-pasaba?— dije entre sollozos.
— Tengo mis secretos Adkins— dijo con una sonrisa, pero me comencé a marear
como si me fuera a desmayar— Tranquila acuéstate es efecto de la naloxona— dijo
y asentí recostándome nuevamente— Voy a traerte un vaso de agua— dijo y fue lo
último que escuche ya que me había quedado dormida.

Me encontraba en una especie de colchón súper cálido, pero no recordaba que fuera
el mío hasta que recordé que me encontraba en Eaghton cuando alguien toma mi cintura
haciendo que me despertara para encontrarme a su mano derecha queriendo sobrepasarse,
así que le sonreí para levantar mi rodilla y clavársela en su entrepierna logrando que
entendiera mejor le metí un puñetazo donde se debería aplicar hielo en ambas partes
entonces veo que la Sra. Graves en suelo hasta escuchar un horrible golpe provocándome
que mirara como Adrien estaba tirado en el suelo lo cual no tenía sentido; este al parecer
escucho las quejas de su amigo al cual fulmine con la mirada y se comenzó a reír volviendo
a llamar mi atención.

— ¿Qué dormiste en el suelo?— pregunte y negó confundido por la pregunta.


— No se desmayó al igual que tú, Crown— contesto su madre a lo que asentí.
— Gracias— dije mirándole— Cabe aclarar que tu mano derecha se lo busco— dije
señalando con mi cabeza a Will a lo que este se quejó.
— Sí que bueno— dijo Will y lo fulmino con la mirada.
— No es mi culpa que pienses con la cabeza que llevas dentro de tus pantalones— dije
y todos ahí incluida la Sra. Graves se comenzaron a reír— Pero si te hubiera querido
dejar sin descendencia prefiero hacerlo de otra manera— dije y se puso pálido tan
solo de pensarlo.
— Voy a pedir que les suban algo de comer— dijo su madre— Muchachos; Will
acompáñenme— dijo por último para salir por la puerta y cerrarla a su espalda.
Cuando la señora Graves salió de la habitacion yo me encontraba mirando a Adrien
el cual sintió mi mirada haciéndolo voltear su cabeza para mirarme con una ceja enarcada
logrando que voltee mi cabeza para enfocar mi vista en el cielo primaveral, pero este tomo
mi mano para que lo viera.

— Si quieres puedes pegarte un baño— dijo y asentí para dirigirme corriendo al baño,
pero antes de cerrar la puerta me gire para verlo.
— Gracias por lo de anoche— dije y sonrió mostrándome sus dientes.

Mientras me bañaba en la hermosa ducha de vidrio escuche que entraba para dejar
ropa interior y una camisa y sé que fue él porque lo vi por encima de mi hombro como me
recorría con su mirada, pero creo que estaba más atento a las peculiaridades demoníacas
que se asemejaban a tatuajes que a mi cuerpo; no tarde en salir del baño y al entrar
nuevamente a la habitacion vi como Adrien se me quedo mirando haciéndome sonrojar
para correr a sentarme en el borde de la cama para comenzar a comer y beber café a lo que
imito mi acción, pero este agarro el periódico ¿Qué clase de mafioso era Adrien Graves?
De seguro este hábito lo había tomado de su padre.

— ¿Crown?— me llamo y cabecee con la taza en la boca indicándole que podía


continuar— Es muy probable que suene loco, pero por casualidad tus padres te
nombraron así por algo en específico o por alguna otra razón— me confeso lo cual
hizo que me atragantara con el café.
— ¿Por qué lo preguntas?— pregunte.
— Solo si me contestas lo que te pregunte— dijo y rodee mis ojos.
— Mis padres venían de una familia religiosa satánica y cuando nací decidieron
llamarme con el nombre de la futura Heredera del Trono Infernal y Princesa del
Décimo Círculo Infernal quienes son Las Sombras— conteste y asintió— Ahora
me vas a decir ¿Por qué me lo preguntas? ¿Y por qué me preguntaste sobre si
conocía la manera de invocar a un demonio?— pregunte.
— Suena loco, pero desde que tenía 5 años me suceden cosas por las noches que a la
mañana siguiente no puedo recordar y hace poco empecé a ver a una niña o mejor
dicho a una pequeña diablesa con tu nombre— dijo y trague grueso para ponerme
pálida— ¿Estás bien?— pregunto.
— Si estoy bien solo que a mí me pasa algo similar desde ya hace tiempo y no estoy
hablando desde que llegue a la ciudad sino que hablo desde antes de mudarnos— le
confesé y se quedó atónito al escucharme.

Después de nuestra pequeña charla y descubrir que nos sucedía lo mismo me dijo
que me llevaría a casa una vez que termine de resolver unos asuntos a los que podía
acompañarlo en su despacho para no estar sola; para mi gran suerte las tres personas con las
que vivía se quedaron tranquilos al saber que estaba con los Graves y la única que estaba
intranquila hasta que le conteste al segundo llamado era Molly y esta volvió a respirar
aunque suene dramático así era ella.

Cuando terminamos de desayunar Adrien llamo para ordenar que vengan a limpiar
mientras íbamos al despacho que no había cambiado desde la última vez que estuve allí este
me indico que me sentara donde quisiera y lo hice en el sofá de cuero negro; Adrien
comenzó a trabajar con unos papeles junto a unos planos para después de escucharlo como
unas diez veces suspirar de frustración termino llamando a Will quien había podido volver
a caminar sin molestia al verlo solté una risita recordado lo que le había hecho el recién
llegado se acercó hasta donde estaba su jefe y comenzaron a hablar.

— Explícame esto— pidió el pelinegro de ojos azules.


— Estas de este lado son las rutas nuevas y las de este lado son estas las viejas rutas—
dijo explicándole— Y esta es la nueva estrategia— volvió a decirle.
— Si eso lo entiendo, pero esta estrategia me parece nefasta porque deberíamos llevar
demasiados hombres— dijo el otro a lo que yo hice una mueca divertida por tener
un plan mejor.
— Y si en vez de hacer la entrega en un lugar privado no lo hacen en un lugar público
— dije sin quitar los ojos del libro que había tomado de su biblioteca privada— Lo
que quierdo decier es que si es en un lugar privado es probable que la policía
sospeche ya que dicen que los tienen casi siempre encima y si lo hacen en un lugar
público seria menos sospechoso no solo no podrían descubrir la verdad de Eaghton
sino que también evitarían a la policía en especial al Sheriff Horns— dije sin dejar
de mirar el libro.
— ¿Cómo maldita sea sabes la estrategia si ni siquiera estas mirando los papeles?—
me dijo Will para luego apuntarme con su arma a lo que lo miro y suelto una risita
— ¿Para quién trabajas?— me cuestiono nuevamente.
— Créeme Will si trabajara para la policía ya estarían en la cárcel, pero digamos que
fui enviada por alguien que fue muy cercano al padre de Adrien— dije sin revelar
más.
— Estas segura ¿Qué funcionara?— me pregunto Graves y asentí orgullosa— Lo
intentaremos, pero si falla me las pagaras caro— decreto por último el líder de la
mafia— Ahora voy a llevarte a casa— dijo y sonreí como niña pequeña.
Satanás en el Mundo Terrenal
Crown. Primavera, Abril. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya habían pasado las mini vacaciones de primavera y también la movida de Graves en el


casino es decir, lo sé porque lo vi desde lejos, pero estuve allí además debería darme las
gracias ya que fui de muchísima utilidad y sabiendo cómo es sé que no se atrevería a
dármelas en fin, hoy le prometí una salida de compras a Mol ya que se la estaba casi
siempre cancelando. Me encontraba concentrada en cuando veo por el rubillo de mis ojos
una silueta parada al otro lado del vidrio mirándome a lo que no le di importancia y seguí
con lo que estaba haciendo hasta que una de mis compañeras chilla como si hubiera visto a
la persona más hermosa haciéndome girar la cabeza para ver de qué se trataba para
encontrarme con mi abuelo y no era de extrañarme que suceda ese tipo de comportamiento
no sé qué hacía en la ciudad, pero que el mismísimo diablo este aquí hace que se me erice
la piel, así que no lo dude más y me acerque hasta el profesor.

— Podría salir un momento— pregunte y me miro— Es que uno de mis familiares se


encuentra afuera y debe ser algo importante— dije y asintió para mirarme.
— Si por supuesto Srita. Adkins debe ser algo importante si algún familiar de usted
viene a la escuela— dijo y lo mire con una ceja enarcada— Es decir, no me
malinterprete es que jamás se ha visto a algún familiar de usted y el director nos
informó que si sucedía es por algo importante—dijo y asentí.
— Muchas gracias— dije y salí del aula.

Aunque soy una princesa y futura reina era bastante atlética ya que me la pase en El
Infierno toda mi vida a diferencia de mi querido medio hermano Balac que solía venir al
Mundo Terrenal sin tener que asumir ninguna responsabilidad como yo que gracias a mi
padre con insistirme en ir a la Academia Demoníaca y aprender por mi cuenta no solo de
materias parecidas a estas además aprender a pelear y a usar mi poder.

Cuando salí del salón me dirigí corriendo al jardín lateral donde se encontraban
varias mesas de la cafetería externa mientras que deseaba que no haya nadie por esa zona
pero maldije en el momento en el que doble la esquina ya que se encontraba lleno de
alumnos así que divise a mi abuelo y no era tan difícil ya que lo veía en su forma
demoníaca y el resto en su forma terrenal al irme acercando me di cuenta que estaba
conversando con alguien hasta que al llegar vi se trataba de Adrien a quien mi abuelo
miraba con curiosidad como si lo reconociera, pero esto era imposible.

— Abuelo— dije para que se diera media vuelta.


— Mi pequeña cachorrita— dijo agarrándome por el cuello para apretujarme, pero me
comencé a sacudir para liberarme de él.
— Ya suéltame abuelo— dije para que por fin pudiera alejarme por mi cuenta.
— ¿Así que con que cachorrita eh?— dijo Adrien y lo asesine con la mira.
— No es gracioso— le dije al pelinegro— Abuelo él es Adrien Graves, Adrien él es mi
abuelo— dije.
— Un placer Sr. Adkins— le tendió la mano y este la estrecho.
— Sr. Inferna— dijo mi abuelo y Adrien lo miro confundido a lo que me apure a
explicarle.
— Adkins es el apellido de mi madre e Inferna el apellido de mi padre—explique y
entendió— Si nos disculpas tengo que hablar con mi abuelo— dije y asintió para
irse.

Cuando se fue lo lleve a una parte de la escuela donde sabía que no iría nadie y ese
era el área que limitaba con el Bosque de Lovingfild al cual nadie se atrevía a entrar y
muchos menos ir ya que se decía que allí vivían y/o habitaban criaturas del Infierno al
llegar allí nos adentramos y por seguridad creamos un campo de protección para vernos en
nuestros aspectos demoníacos

— Abuelo ¿Qué haces acá?— pregunte y me miro divertido.


— Hay mi pequeña diablesa no sucede nada malo solo tu querido abuelo ósea yo te
extrañaba— dijo y lo abrace.
— Hay abuelo me lo hubieras dicho antes— dije para separarme de él— Ya sabes
cómo me pongo de nerviosa a veces— dijo y se ríe de mí.
— Lamento no habértelo dicho antes— me contesto para que me volviera a calmar.
— ¿Por qué mirabas de esa forma a Adrien?— pregunte y no me contesto mas bien
evadió mi pregunta— Abuelo— volví a llamar.
— Por nada querida— dijo y me quede preocupada ya que si esquivaba mi pregunta
era por algo, pero no le volví a insistir— ¿Dónde está la casa?— me pregunto y reí
esta vez.
— Ten— le tendí un cristal infernal el cual servía para aparecer en algún lugar en otro
Mundo— Este cristal…— le empecé a explicar, pero me interrumpió.
— Te olvidas quien los, invento ¿no?— dijo y solté una risita nerviosa al darme cuenta
— Nos vemos en la noche pórtate mal— dijo para depositar un beso en mis cuernos
y desaparecer a lo que yo solté el campo de protección y volví a la escuela.

Estaba caminando por el pasillo para volver al salón para recoger mis cosas cuando
alguien me toma de la mano para encerrarme en un cuarto que era utilizado para guardar las
cosas audiovisuales, así que me giro a la persona que se atrevió a hacerlo para levantar mi
rodilla y pegarle en su zona baja y obviamente no me espere que me detuvieran.

— Era en serio cuando Will me dijo que tienes buenos reflejos— dijo Adrien.
— Que carajos Adrien— dije molesta— ¿Qué quieres?— pregunte esta vez.
— Solo quería agradecerte— dijo y solté una risita sarcástica.
— Y era necesario encerrarme en un lugar sumamente reducido de espacio— dije y
levanto sus hombros.
— A menos de que quieras a una rubia tironeándote del cabello no me importaría
hacerlo afuera—dijo y negué— En serio Adkins, si no hubiera sido por ti hoy
estaría detrás de una reja— me comento y sonreí orgullosa— Ahora al punto de esto
¿Quieres ser parte de esto?— me pregunto y lo mire.
— ¿A qué te refieres a esto?— pregunte estaba vez señalando en un baiven con mis
dedos.
— A mi organización me refiero— dijo después de aclararse la garganta.
— No se déjamelo pensar— dije para luego salir de allí.

Aunque estuviera mi abuelo eso no me impediría que me vaya de comprar con


Molly como ya le había prometido, así que fui por mis cosas al salón y así encontrar a mi
mejor amiga en las escaleras de entrada como habíamos acordado al verme sonrió con
alegría y sabía que lo hacía ya que seguramente se imaginó que no me agradaría la idea
pero qué más da íbamos a divertirnos. Después de dejar a Molly me dirigí a casa y llegue
cerca de las 8 de la noche en donde al entrar me encontré con mis hijos en su forma
demoníaca jugando con mi abuelo y al verme frenaron en la entrada cerca de la escalera en
eso aparece mi abuelo a lo que también se frena y arqueo una de mis cejas para mirarlo este
carraspea y se para firmemente para mirar a mis hijos.

— Ya es hora de irse a dormir— dijo mi abuelo y estos obedecieron.


— Ven a mi despacho luego de que termines de acomodar a mis hijos ah recuerda
dejarle una flama encendida— dije y subió no sin antes asentirme.

No me molestaba que mi abuelo haya venido a visitarme sino lo que me molesta es


que me desencaje todo y que si tan solo no fuera por el escudo de camuflaje que tienen los
vidrios todos en este pueblo se enterarían en fin, mi abuelo apareció en el umbral del
estudio y le hice un gesto para que pasara no sin antes entregarle un vaso de whisky y
coágulos como a él le gusta para ambos sentarnos en el sofá para conversar.

— Abuelo— dije y me miro por arriba de su vaso.


— ¿Qué pasa pequeña?— pregunto.
— Aunque no me moleste tu visita— dije y me trague un nudo horrible que se me
estaba formando por lo que iba a preguntar— Papá ¿Ya se casó?— pregunte y
asintió en respuesta.
— No te enfades con él bastante tiene con soportar a tu abuela y a mí agregando
obviamente a tu hermano por no haberte avisado— me explico y asentí— Además a
que ibas a ir si todos en El Infierno saben que no toleras a Sorcha por querer no solo
ocupar el lugar que le pertenece y le va a seguir correspondiendo a tu madre en el
trono en El Infierno y a vos— dijo y me largue a llorar sabiendo que lo que decía
era verdad— Y si te digo un pequeño secreto ¿Te calmarías y te sentirías mejor?—
me pregunto y yo lo mire como cuando era una niña.
— Si— dije asintiendo repetidamente con mi cabeza.
— Ningún Círculo del Infierno ni siquiera el Consejo Infernal aprueba ni va a
reconocer a Sorcha y espero que con eso te sientas mejor— me dijo y asentí feliz de
que eso suceda.

Después de la encantadora revelación que me hizo mi abuelo con respecto a mi


madrastra y luego de que conversemos un poco más este se tuvo que marchar a nuestro
hogar y haciendo que me pueda ir a dormir tranquila pero a la vez feliz de que no solo mi
pueblo sino que el resto de Círculos y el mismísimo Consejo Infernal jamás apruebe ni
reconozca a Sorcha como Reina de las Sombras ni que se haga pasar por mi madre ya que a
la única que reconocerán será a mi madre biológica y en todo caso Reina y gobernante por
derecho de nacimiento reconocido es a mí.

La verdad es que Sorcha tuvo a mi medio hermano Bel a quien adoro y amo ya que
no tiene la culpa de tener una madre como lo es ella en fin, cuando dio a luz a Bel pensó
que se quedaría con mi padre pero él conoció luego a mi madre de quien se enamoró y
siempre lo va a estar; para la mala suerte de Sorcha mi padre jamás reconoció a mi hermano
ante el Consejo Infernal o ante el resto de Círculos Infernales que al hacerlo esto
significaba que tanto la madre como el pequeño demonio o diablesa nacidos son regentes
de la corona y como mi padre no lo hizo a Sorcha le molesto demasiado ya que era muy
probable que pensara que si llegaba a dar a luz a un bebe demoníaco del Rey de su mismo
Círculo Infernal y este mismo lo reconocía podía llegar a dejar de ser una diablesa menor y
ser una Reina, pero no fue el caso por otra parte, que mi padre no lo haya reconocido ante
el Consejo Infernal o ante el resto de Círculos Infernales no significaba que lo no haga
como hijo de hecho le dio casi la misma educación que a mí, pero todos en El Infierno
saben quién es la sucesora al trono del Décimo Círculo Infernal y quien va a gobernar el
mismísimo Infierno algún día y esa diablesa mayor era yo.
El Trato
Crown. Primavera, Mayo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Había pasado una semana desde la visita de mi abuelo y no podía dejar de pensar en la
forma en que miraba a Graves era como si lo reconociera, pero he llegado a la conclusión
de que era imposible ya que el único que podía llegar a conocerlo era mi padre y no solo
porque el Sr. Kaden Graves quien era el padre de Adrien haya sido la tarea del mío sino que
tuvo bastante acercamiento al pequeño. Me volví a concentrar en los ejercicios de
matemática que debía terminar cuando mi puerta se abre de un estruendo seguido de un
llanto femenino que conocía a la perfección, así que me di vuelta para encontrarme con mi
mejor amiga ya tirada boca abajo en mi cama en eso veo que entra Ellair su mirada se
dirige a mi amiga y luego a mí sin saber que responder levante mis hombros haciendole una
seña de que saliera de la habitación.

— ¿Qué te paso?— le pregunte y levanto el rostro de entre las almohadas que se


encontraban cubierta de su maquillaje.
— P-papá m-me prometió— comenzó a decirme mientras se absorbía la nariz y entre
sollozos— P-Prometió que iríamos a E-Eaghton esta noche, pero me volvió a
plantar por la estúpida con la que sale— me dijo diciendo lo último molesta a lo que
solté un risita al ver que eso era lo que le causaba la mujer con la que salía el Sr.
Horns y estaba de acuerdo con mi amiga además era una zorra que se la pasaba en
las piernas de los hombres de Eaghton, así que se me ocurrió una idea para
animarla.
— ¿Y si vamos nosotras dos?— le pregunte y me miro con una cara de si realmente
estaba hablando en serio— ¿Qué acaso no quieres ir?— volví a preguntarle
haciendo saltarla de la cama para rodearme con sus brazos.
— Si, si quiero— dijo para soltar un grito demasiado agudo que casi me deja sorda y
veo como mi querido amigo entra con un bate de béisbol por el susto que le había
ocasionado la pelirroja.
— ¿Qué sucedió?— pregunto Ellair.
— Nada que tu hermana es la mejor del mundo— dijo la pelirroja y rodee mis ojos por
su respuesta.
— Tú vete— dije mirándolo a él— Y tú Molly— mire y señale a mi mejor amiga—
Siéntate que voy a elegir nuestros atuendo y demostrarle que ninguna mujer ni
hombre puede dejarnos de lado ni tampoco nuestros padres— dijo y asintió para
correr la cama.

Entre al armario y tome la bolsa con la ropa que le había comprado a Molly por su
cumpleaños que era en una semana, pero creo que se lo merece ahora, así que salí y se lo
entregue.

— Te lo iba a dar en tu cumpleaños, pero creo que sería un buen momento— dije y
esta me arrebato la bolsa de mis manos para abrirlo desesperada por ver el
contenido de esta al hacerlo se le abrieron los ojos de sorpresa.

Aunque me encantara su estilo y a ella igual debía aceptar que también le gustaba
mi estilo de vestir, así que le compre un top negro de encaje como los que suelo usar junto a
un pantalón verde oliva de vestir con un corte “oxford” y unos Stiletto negros que tanto le
gustaban lo que menos me imagine fue que casi me tirara al suelo de la felicidad que estaba
teniendo.

— Gracias Crown— me dijo y yo sonreí.


— Bueno tu ve al baño a ponerte eso y yo usare el armario— le dije para girarme y
entrar al armario en eso escuche como la puerta del baño era cerrada.

Una vez dentro del armario me dirigí a uno de los estantes donde tenía colgado el
vestido que me iba a poner, pero me arrepentí y opte por una falda negra a tubo que el final
de esta era a 10 dedos de mi cadera y para combinarla saque un top negro mangas largas y
de cuello en forma de “V” que llegaba hasta el cinturón que este llevaba incrustado en la
tela; al terminar me coloque los tacones negros y me desate el cabello para que mis ondas
naturales aparecieran obviamente me lo iba a recoger en una coleta alta con dos mechones a
los costados de mi rostro cuando termine definitivamente me acerque a donde solía tener
los collares y los pendientes, así que me coloque uno con la estrella satánica que me llegaba
hasta la mitad de mis pechos y unos aretes de argolla color plateados para que me hicieran
juego con el collar.
Estaba revisando que todo se encontrara todo en su lugar y entonces escuche un
chillido de felicidad de parte de mí querida mejor amiga, así que me asome para ver que le
sucedía y fue cuando ella me vio con una sonrisa de oreja a oreja y eso significaba que le
gusto mi regalo; al saber que estaba todo bien volví para cerrar el armario y luego
acercarme para maquillarme y si había algo que nos diferencia a mí y a Molly era que
ninguna de las 2 compartía su maquillaje como muchas otras suelen hacer a mí porque
odiaba que tocaran mis cosas y por una cuestión de higiene y espacio personal; y a Molly
porque no le gustaban los tonos que usaba.

Me acerque al tocador donde solía maquillarme para tomar un labial rojo sangre y
solamente delinear mis ojos con negro cuando termine vi que Mol ya estaba lista, así que
tome un tapado negro y salimos de la casa para montarnos en el auto mientras conducía
coloque música obviamente era rock ya que a ambas nos gustaban casi los mismo estilos
musicales. Al llegar a la entrada de Eaghton nos recibieron los valet como suelen hacerlo
con cada auto y/o vehículo que viniera al lugar le deje la llave al muchacho para ingresar
dentro con mi mejor amiga casi saltando de la emoción para que esta se calmara le
pellizque apenas el brazo y esta entendió en porqué de mi acción en fin, estábamos allí
paradas cuando una de las recepcionistas que también solía trabajar en la parte oscura del
lugar se nos acercó con una sonrisa obviamente falsa.

— Bienvenidas a Eaghton— dijo con una sonrisa— ¿en qué puedo servirlas?—
pregunto cómo es el protocolo.
— Íbamos para el restaurante querida— dijo mi amiga y jalo de mi brazo para
arrastrarme hasta nuestro destino donde nos recibió Will con una sonrisa.
— Srita. Horns, Srita. Adkins— dijo este con una sonrisa.
— Will— dijimos ambas con una sonrisa.
— Mesa para 2— dijo y Molly asintió— ah justo hay una reservación a tu nombre
Molly— dijo y esta sonrió— adelante y disfruten— nos dijo para luego correrse a
un lado y dejarnos pasar.

Nos dirigimos a la mesa que ya estaba reservada ya que era la mesa de ella y de su
padre, pero como el Sr. Horns prefirió a su novio que a su hija estamos aquí nosotras en vez
de ellos; por suerte la comida llego inmediato ella había pedido una ensalada cesar y yo un
filete término medio con una ensalada roja estábamos terminando de comer cuando me
llevo la copa de vino veo por encima de este la silueta de Adrien en su oficina mirando que
todo esté en perfecto estada y supe que no solo había venido a acompañar a Molly, si no
que a aceptar su oferta, así que mire a mi amiga quien estaba contenta de estar acá.

— Mol— la llame y esta cabeceo para que continuara— no te molesta si voy a llamar a
mi mamá para avisarle que de seguro llegaremos tarde ¿no?— le comente y esta
negó divertida.
— Tranquila Crown ve, se cómo se pone tu madre— me dijo con una sonrisa que hizo
que sonriera.
— Gracias ahora vuelvo cualquier cosa me avisas— le dije y esta asintió.

Me levante para irme e ir con Graves cuando me encuentro con Will en la entrada
del restaurante y como sabía que no todos tienen acceso a los pisos donde el jefe se
encuentra me pare detrás de este y cuando se dio vuelta se asustó ya que no me había visto
llegar a lo que sonreí a modo de disculpas

— Lo siento no quise asustarte— le dije y este me sonrió una vez que se le calmo el
corazón por el susto.
— ¿Paso algo Crown?— me pregunto y yo negué.
— No, no pasó nada de hecho necesito hablar con tu jefe— le dije y este me miro.
— ¿Con Adrien?— me pregunto y yo asentí a lo que este me miro— ya le tienes una
respuesta ¿no es así?— me dijo y yo lo mire con una ceja enarcada— ¿Qué pensaste
que no me lo dijo?— me pregunto.
— Es decir sé que sos su mano derecha, pero no sabía que te comunicaba todo— le
dije y este me miro con una sonrisa.
— Ven te llevo— me dijo y yo lo seguí.

Este llamo al ascensor al llegar allí y no tardo en abrir sus puertas como muy
caballero que es me permitió pasar primero y él se colocó a un lado de las puertas para que
no se cerraran y me miro con una sonrisa para luego tenderme una tarjeta con un código y
señalarme la pequeña pantalla y este salió de allí para dejar que las puertas se cerraran, así
que introduje el código y el elevador comenzó a subir hasta que de nuevo se abrió
revelando un pasillo que recordaba de las veces que estuve aquí, así que comencé a caminar
hasta estar delante de la puerta doble en donde detrás de esta se encontraba la persona a la
que debía ver no dude un segundo más y toque hasta escuchar un “adelante” de parte de él.
Al entrar este no me vio ya que me daba la espalda, pero se sorprendió cuando se giró para
ver quien había entrado y de seguro no me esperaba allí y sonrió al saber el porqué de mi
visita.

— Crown— dijo y yo asentí en respuesta.


— Adrien— le dije y este me indico para que tomara asiento a lo que hice— vine a
darte una respuesta a tu propuesta— dije y este sonrió.
— Sabía que ibas a decir que no— dijo y yo solté una risa a lo que este enarco una ceja
ya que no comprendía.
— De hecho venía a aceptar— le dije y se quedó en shock.
— ¿Estás hablando en serio?— me pregunto y yo sonreí orgullosa.
— No me digas ¿Qué ya no me necesitas?— le dije y este trago grueso.
— No es eso sino que me sorprendió tu respuesta— me dijo y ambos sonreímos.

En eso ciento como mi celular empezó a vibrar a modo de mensaje de texto, así que
lo saque de mi bolso para ver quién era y me di cuenta que se trataba de Molly y antes de
que me volviera a sonar el teléfono la llame y esta inmediatamente me respondió y pude
escuchar que estaba llorando.

En la llamada

— Mol ¿Qué sucede?— le pregunte.


— Crown lamento llamarte, pero tuve que irme de Eaghton es que no me sentía bien—
me dijo y pude saber que me estaba mintiendo.
— ¿Qué sucede? Y no me digas que nada porque sé que me estas mintiendo— le dije
empezándome a enojar.
— Es que vi a mi padre en el restaurante y me le enfrente— me dijo y empezó a
sollozar— y lo peor que la defendió a ella en vez de a mi cuando me dijo de todo la
estúpida esa— me dijo y yo cerré mi puño ya enojada.
— Tranquila— le dije.
— Te aviso cuando llego a casa te veo en el lunes en la escuela— me dijo y yo solté un
suspiro ya vencida.
— Está bien cuídate quieres— le dije y abrí la boca para hablar nuevamente— te
quie…— comencé a decir, pero no llegue a terminar ya que escuche como la
llamada se había finalizado.

Fin de la llamada

Guarde el teléfono en el bolso y mire al pelinegro quien me miraba atento por lo que
había sucedido, así que lo mire para pedirle un favor.

— ¿Puedo pedirte algo?— le pregunte y este asintió— necesito que le den una lección
al Sr. Horns por ser un idiota con su hija— le dije y este me miro.
— ¿Qué le hizo?— me pregunto— sabes que mejor deja que se lo pregunte— me dijo
y luego hizo llamar al padre de Molly.

No tardo en subir acompañado de Will y de la estúpida con la que salía el Sr. Horns
obviamente por pedido de Graves me quede, pero cerca del ventanal cuando entraron la
chica comenzó a actuar nerviosa sabiendo que estaba delante de su jefe y bueno el Sr.
Horns por estar arriba no hizo ni falta que volteara para saber que estaban de esa manera ya
que se los olía desde que subieron al elevador obviamente me gire para enfrentarme al
padre de mi mejor amiga, pero Adrien me detuvo con la mano.

— Sr. Horns usted sabe ¿Por qué mande a llamarlo?— pregunto y el otro negó—
bueno porque su hija acaba de llamarla— dijo y me señalo para luego continuar—
llorando de que usted prefiere defender a una simple zorra que trabaja para este
lugar y permitiéndole que insulte a su propia hija en vez de defenderla— dijo y no
solo vi sino que también escuche como el padre de Mol trago grueso al saber esto.
— ¿Dónde está mi hija?— me pregunto esta vez a mí.
— En su casa donde más estaría— le conteste de manera fría.
— Retírense todos— ordeno Graves, así que empecé a caminar para la puerta— tú no
Crown— me dijo y yo me quede en mi lugar.

Volví a tomar asiento donde me encontraba antes y esperar que Graves se calmara
un poco ya que estaba alterado y me miro una vez que se calmó.

— Entonces— me dijo, pero lo frene.


— Voy a trabajar contigo, pero no significa que tendrás poder sobre mí esto quiere
decir que no podrás decirme que debo hacer o que no debo hacer y sobre todo con
quien ando— le dije firme para luego levantarme y tenderle mi mano.
— Está bien tenemos un trato— me dijo y antes de que estrecháramos las manos la
puerta se abrió revelando a una Alexandra demasiado enojada.
— ¿Qué hace ella acá?— dijo y Adrien la miro con cara de no jodas.
— Que te interesa lo que hace ella acá— le respondió esta.
— Bueno Graves yo me voy— dije, pero este me freno sujetándome de la muñeca.
— Tú no te vas ella se va— dijo y vi como la rubia se fue hecha una furia— y bien
tenemos un trato— me volvió a decir y esta vez estrechamos las manos.
— Es un trato— dije con orgullo.
Una Noche Infernal (+18)
Adrien. Primavera, Mayo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya casi se acercaban las vacaciones de verano y también se acercaba el primer trabajo con
Crown bueno más bien se trataba de una reunión de negocios; me estaba preparando para la
reunión que tenía con el Sr. Shabanov uno de los hombres con los que trabajo a la hora de
hablar de mujeres, pero no era específicamente por eso que lo estaba citando sino que
porque estaba pasando cosas de los que si no fuera por mi nueva socia no me hubiera dado
cuenta, en fin estaba intentando hacer el nudo de la corbata cuando golpean la puerta de la
habitación, así que me gire para dar aviso de que pasara la persona que se encontraba detrás
de esta.

— Adelante— dije para volver a lo de mi corbata.

Escuche como la puerta era abierta y yo solté un gruñido de frustración al no poder


con la maldita corbata entonces fue cuando escuche una risita, así que desde el espejo vi
que la dueña de esta era Crown quien se encontraba recargada contra el marco de la puerta
tanto con sus brazos como con sus pies cruzados mirándome con diversión.

— ¿Necesitas ayuda con eso?— me pregunto señalando la corbata.


— Si por favor— le pedí y esta se acercó para ayudarme, así que cuando esta termino
con la maldita corbata le sonreí— gracias— le dije con una sonrisa.
— De nada— me dijo— ¿ya estás listo?— me pregunto y yo asentí para luego irnos
juntos hacia el ascensor.
— ¿Estas segura de que quieres estar?— le pregunte una vez dentro del elevador y esta
me miro con una ceja enarcada— ya entendí— dije con una risa.

Una vez estando en el primer piso donde se llevaría a cabo la reunión localice al
hombre quien ya se encontraba en un sector apartado al momento de acercarnos y tenderle
la mano para saludarlo note que se le quedo mirando a Adkins quien ya se encontraba
recostada a un costado del sofá donde tome asiento por otra parte, la reunión comenzó lo
más bien hasta que me di cuenta que el Sr. Shabanov estaba babeando por la pelinegra y
eso no lo iba a tolerar y mucho menos estando en mis terrenos, así que le hice una seña para
que se acercara y al hacerlo la tome de la muñeca para luego sentarla en mi regazo con mi
mano en su cadera rozando una parte de su trasero.

— ¿Qué carajos haces?— me dijo entre dientes para que solo yo la escuchara.
— Solo quédate quieta acá, por favor— le pedí en un susurro para que solo ella me
escuchara y esta se quedó tranquila.

Por suerte la reunión fue un éxito ya que debí de utilizar a Crown para que el Sr.
Shabanov colaborara con nosotros después de eso no hubo más inconvenientes.

8 meses después. Invierno, Enero. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Después de la reunión con Shabanov de la cual ya habían pasado 8 meses todas las
reuniones y movimientos que hemos tenido; habían sido un éxito total ya que contaba con
la gran ayuda y participación de Crown desde que había aceptado trabajar con nosotros
bueno mejor dicho para mí.

Hoy debía visitar a la “bruja de la ciudad” quien era la madre de Molly quien para la
pelirroja ella se encontraba muerta ya que su padre ósea el Sr. Horns al enterarse que su
esposa practicaba la magia decidió no solo divorciarse sino que echarla de la casa y como
lo sé porque esto paso cuando mi antigua amiga tenía apenas 2 años y yo poseía la edad de
5 años en fin, me encontraba medio distraído y lo que menos estaba haciendo era escuchar
al profesor que nos explicaba de lo que se trataría el trabajo que nos otorgaría la aprobación
para graduarnos de la preparatoria en mi caso.

En eso suena la bendita campana que me indicaba mi final de cursada, pero lo feo
era que el resto debía continuar con su jornada escolar, así que al salir al pasillo principal
me lo encontré colapsado de alumnos ya que varios poseían sus casilleros allí en eso veo
que Molly se encontraba recostada al costado del casillero de la pelinegra de su amiga
quien tenía la cabeza metida dentro de su casillero al pasar por al lado de estas note algo
raro, pero no le di mucha importancia y continúe con mi camino hacia la salida donde ya se
encontraba Rick esperándome a lo que me subí enseguida a la camioneta para esperar que
este arrancara.
— Ya sabes a donde debemos ir— le dije para que este arrancara— sube el panel
necesito estar tranquilo— le pedí y este obedeció a mi orden sin rechistar.

Cuando estaba ya tranquilo y con privacidad apoye mi codo en la puerta para llevar
mi mentón encima de mis dedos para poder pensar y fue cuando me percate de lo que había
visto al pasar junto a los casilleros y fue que Crown llevaba un aspecto raro comparado al
de sus anteriores inviernos en donde ella siempre se vestía demasiado desabrigado lo cual
no le quedaba para nada mal de hecho le quedaba como el mismísimo calor infernal se
describe en muchos libros en fin, hoy se encontraba sumamente abrigada hasta andaba con
anteojos de sol en el interior en eso vi que ni siquiera había sol y eso me llamo la atención,
pero esa curiosidad se me acabo cuando Frederick abrió la puerta de la camioneta
indicándome que ya habíamos llegado.

Baje de esta para luego acomodarme la campera de cuero que había decidido
ponerme hoy en vez del traje como siempre lo hacía, me gire en dirección a mi chofer.

— Regresa a casa Rick por si mi mamá te necesita yo voy a volverme caminando— le


dije y este obedeció volviendo a la camioneta para luego irse.

Llegue hasta la puerta y esta se abrió revelando a la mujer de ojos avellana y de


cabello cobrizo que hacía años que no veía esta me sonrió al ver.

— Me da gusto verte Adrien— me dijo y yo le sonreí— pasa por favor— dijo y yo me


adentre en la casa.
— Gracias por revisarme— le dije y esta me indico que tomara asiento.
— Mi niño desde cuando trabajas con un demonio— me dijo y yo me voltee para
mirarla y luego sentarme en la silla.
— Si está hablando de Will…— comencé a decir, pero esta me interrumpió.
— No me refiero a Will— dijo y yo la mire— me refiero a un ser del Infierno— me
dijo y la mire sin comprender— dame tu mano, por favor Adrien— me pidió y yo se
la di.

Cuando se la di esta me la encerró entre las suya para luego cerrar sus ojos, pero al
paso de 10 minutos esta los volvió a abrir para verme con una sonrisa divertida, pero a la
vez de terror la cual hizo que me alarmara un poco.
— ¿Qué es lo que vio?— le pregunte
— Espérame acá— me dijo para luego irse y la verdad que estaba preocupado en eso
escucho como carraspea su garganta para llamar mi atención— ven aquí Adrien—
me dijo y yo lo hice para ver un libro sobre un pedestal— lee estas 2 paginas— me
pidió y yo lo hice.

Al hacerlo me di cuenta que era un libro sobre demonios o cualquier ser que
habitara en el Infierno entonces vi que estas páginas eran una criatura demoníaca única
entre las demás que poseía un aspecto demoníaco y uno humano y se trataba de Crown
Inferna Hija de las Sombras y del Inferno, quien también es nieta del Diablo e hija del Rey
del Décimo Círculo Infernal conocida por ser una diablesa mayor; cuando termine de leerlo
mire a la mujer que se encontraba a un lado mío sin comprender de que se trataba todo esto
en especial porque me lo mostraba.

— No lo comprendes ¿no es así?— me dijo y yo negué sin comprender.


— No ¿Qué significa?— le pregunte.
— Ella— señalo el dibujo representativo que se encontraba en una de las páginas— tú
la conoces como Crown Adkins— me dijo y la mire en un estado de shock— pero
cabe aclarar que ella está débil al estar en este mundo— me dijo para entregarme
una daga y fue cuando comprendí lo que me dijo.

Cuando estaba volviendo pase por un café ya que realmente lo necesitaba después
de esa revelación por suerte no tarde mucho en llegar a Eaghton que al hacerlo fui
directamente a mi oficina encontrándome al abrir la puerta a Crown acostada en el sofá con
el mismo aspecto de esta mañana mientras leía un libro al parecer esta ni se movió ya que
de seguro sabía que había llegado, así que cerré la puerta a mis espaldas para luego caminar
hasta mi sillón que estaba detrás del escritorio y sentarme, pero ya no podía soportarlo más,
así que la mire para carraspear mi garganta y llamar su atención el cual conseguí.

— ¿Qué quieres Adrien?— me dijo de mal humor.


— Ya sé lo que eres— le dije y esta se levantó para llegar hasta donde estaba y
mirarme con los lentes puestos.
— Que soy mujer eso ya lo sabía— me dijo y yo la mire sin gracia alguna.
— No me refiero a eso— le dije irritado por su comportamiento y fue cuando puse la
daga que me había entregado la madre de Molly sobre su garganta aplicando
presión sobre esta— me refiero a que eres una diablesa mayor una criatura del
Infierno— le dije molesto y aplicando más presión en su garganta.
— No le tengo miedo a una pequeña daga— me dijo a lo que intente cortar su
garganta, pero esta me detuvo con solo un movimiento de su mano quien se
encontraba a un costado de su cuerpo esta hizo que me faltara el aire— es enserio
Adrien que creíste ¿Qué estaba débil por estar en este mundo?— me pregunto para
luego dejarme volver a respirar— para tu información soy mitad terrenal por eso es
que soy única en mi clase eso significa que tanto acá como en el Infierno tengo
demasiado poder— me dijo para luego tomar la daga— ¿Cómo lo descubriste?—
me pregunto y yo la mire.
— Me lo dijo una bruja— le dije y esta soltó una risita.
— Quien la madre de Molly— me dijo y yo la mire con sorpresa— que yo ya sabía que
estaba viva solo que el que se encuentre viva no significa que tenga razón en lo que
te dijo de hecho tú lo comprobaste de seguro te dijo que yo me encontraba débil en
este mundo y ya viste que no— me dijo y yo comprendí.
— ¿Por qué no me lo dijiste cuando te conté lo que me sucedía?— le pregunte un poco
decepcionado.
— Porque quería que lo descubras solo— me dijo— además no iba hacer lo mismo que
hizo mi padre con el tu padre— me comento y me quede en shock.
— ¿Q-Qué quieres decir?— le pregunte sin comprender.
— Mi padre tenía de tarea a tu padre y en si al que invocaste fue a él no a mí, pero
como yo jamás había salido del Infierno mi padre pensó que era buena idea— me
explico y yo sonreí al saber que el hombre que siempre estaba con mi padre era el
padre de la pelinegra.
— Así que a ti te toca— le dije sin querer decir nada estúpido entonces ella soltó una
risita a lo que yo la mire.
— Cuidarte de hecho— me dijo entre risas.

Así que después de saber la verdad acordamos tener un acuerdo de amistad-negocio


y así fue que estuvimos un poco más unidos ya al saber toda la historia obviamente sin que
ella dejara a un lado a Molly, pero si había algo que me estaba comenzando a molestar era
que después de 2 semanas empecé a sentir cosas por Crown.

4 meses después. Primavera, Mayo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Habían pasado 4 meses desde que descubrí la verdad sobre Crown y si había algo
que ya no podía seguirme ocultando ni ocultándoselo era que me había enamorado de ella.
Hoy a comparación de todas las noches me quede en la oficina para tener un poco de
privacidad y tranquilidad, pero esta no duro mucho ya que alguien toco a la puerta, así que
me acomode para avisar que pasaran.

— Adelante— dije para que pasaran.

Lo que menos me imagine fue que iba a entrar Crown por las puertas ya que se
supone que hoy no vendría, pero era muy probable que se encontrara en la fiesta del primer
piso junto a su mejor amiga y yo ni siquiera estaba enterado; esta al entrar cerró la puerta
detrás de ella y mientras lo hacía no puede evitar recorrerla con mis ojos de pies a cabezas
la verdad que tan solo verla con ese hermoso vestido negro de encaje y seda hizo que todo
el tiempo que llevo conteniéndome con ella se fue a la mierda al verla y eso lo sabía ya que
el bulto que se estaba empezando a asomar por mis pantalones era muy evidente; estaba tan
metido en mi cabeza imaginándome todo lo que le quería hacer que no la estaba
escuchando hasta que ella suelta una risita lo cual provoque que la mire con el ceño
fruncido sin entender.

— ¿A caso me estas escuchando?— me pregunto y yo sacudí mi cabeza para quitarme


los pensamientos— y eso me demuestra que no lo hacías— dijo por último y yo
negué divertido.
— ¿Qué me decías?— le pregunte esta vez yo.
— Que estos son los nuevos modelos de contratos que vamos a tener de ahora en
adelante ya lo hable con Will, pero obviamente hay que preguntarle al jefe ¿no
crees?— me dijo.

Luego de decirme eso se sentó en el escritorio quedando una de sus piernas


colgando de este dejando al descubierto su hermosa piel no puede evitar llevar mis ojos allí
lo cual noto Crown de seguro ya que se le formo una sonrisa en su rostro.
— ¿Ve algo que le guste Sr. Graves?— me pregunto divertida cosa que me hizo tragar
grueso.
— La verdad no voy a negar que te ves hermosa— le dije coqueto y tirándome contra
el respaldo de mi silla giratoria— los modelos están perfectos así que de ahora en
adelante tú te encargaras de ellos— le dije y esta sonrió orgullosa.

Cuando guarde la carpeta con los modelos en uno de los cajones del escritorio vi
que ella se acomodó en el medio de este quedando frente a frente de mí no iba a negarlo
tenerla de esa manera, aunque sea recargada sobre este me excitaba más de lo que ya estaba
no aguante más y sin levantarme de mi asiento lleve mi mano derecha hacia su muslo
izquierdo para ir recorrido hasta llegar a su cadera obviamente por encima de la exquisita
tela sentí como se estremeció por el contacto y eso que solo era por encima de la ropa no
me quiero imaginar si toco su piel, pero para mí ese simple gesto hizo que ya mi pene ya
endurecido palpitara y pidiera por favor ser liberado; esta vez volví a hacer el anterior
recorrido, pero si por debajo de la tela cosa que fue lo más exquisito que haya tocado su
piel era suave y única levante mi rostro para verla y me encontré con que tenía sus
hermosos ojos negros cerrados y de su boca salían pequeños suspiros que parecían gemidos
cosa que hizo que me enloqueciera por dentro. Me acerque un poco más a ella y coloque su
pie izquierdo sobre mi rodilla para luego comenzar a depositar suaves y castos besos por su
piel en el momento que llegue a la cara interna de su muslo note como apretó el borde del
escritorio cosa que hizo que sonriera de satisfacción contra su piel no llegue hasta su
entrada ya que me detuvo alzando mi cabeza entre sus manos y al mirarla me encontré con
esa mirada llena de lujuria.

— Adrien— dijo en un susurro.


— Dime lo que quieres— le dije sin quitar mis ojos de ella y sin dejar de llevar mis
manos a su entrepierna.

Antes de que me dijera algo me levante colocándome entre sus piernas y la senté
mejor en el escritorio claramente no sin antes correr todo lo que tenía detrás de ella y sin
dudarlo corrí su ropa interior y metí 2 de mis dedos en su entrada y fue ahí cuando escuche
la música para mis oídos realmente escucharla gemir era lo más encantador y sabroso para
mí; mientras se retorcía de placer lleve mi boca a su cuello para no solo besarlo sino que
también para morderlo y chuparlo a mi antojo fue entonces que la escuche hablar.

— Me vas a torturar mucho más Graves— dijo de una manera tan sensual que no me
resistí mucho más y probé de esos exquisitos labios suyos que tanto deseaba e
imaginaba probar.

Cuando nos separamos por falta de aire y obviamente porque Crown pego un grito
por como movía mis dedos dentro de ella la mire con una sonrisa y fue ahí cuando ella me
miro con el ceño fruncido lo cual hizo que retirara mis dedos de ella por consecuencia
gruño de frustración por eso, pero realmente no lo hizo porque no quería seguir sino que
fue más por el ceño fruncido de hace un rato lo que hizo que lo hiciera.

— Dime ¿Qué no es cierto?— me pregunto con lágrimas en sus ojos— Adrien por
favor dímelo— me pidió y no entendí de lo que me hablaba.
— No sé de qué me hablas Crown— le dije sin entender.
— Dime que no es cierto que me amas— me dijo y fue ahí que entendí a lo que se
refería su anterior cuestionamiento.

Era cierto lo que me preguntaba ella y si estaba enamorado y llevaba estando hace
tiempo solo que me lo negaba, pero sabía que no podía hacerlo por mucho más tiempo, así
que decir aceptarlo; ciertamente no sabía cuándo había comenzado a sentir cosas por ella o
bueno si lo sabía y eso fue el día que se desmayó en mis brazos haciendo que me
preocupara por una persona nuevamente después de año no hacerlo; no toleraba verla con
lágrimas en los ojos y un par de ellas se escaparon deslizándose por sus mejillas, así que
lleve mis dedos a estas para retirarlas y mirarla con una sonrisa de felicidad y cariño.

— Si es cierto— le dije y apoye mi frente con la de ella para luego cerrar los ojos.
— E-Esto no p-puede pasar— dijo sollozando.
— ¿Por qué no?— le pregunte.
— Porque yo también te amo y no lo debería hacer ya que estaría rompiendo bueno
corrijo estoy rompiendo la regla inquebrantable— me explico y yo abrí mis ojos
para mirarla, pero sin despegar mi frente de la suya.
— ¿Me amas?— le pregunte y esta asintió.
— Como no tienes una maldita idea Graves— me dijo con una sonrisa.

Lleve mi mano derecha a su cuello para acortar la poca distancia que nos quedara y
fundirnos en un apasionado y salvaje beso, pero a la vez lleno de amor ella llevo sus manos
detrás de mi cuello para luego sentir como enterraba sus dedos entre las hebras de mi
cabello y despeinarme esto hizo que desde el fondo de mi garganta saliera un gruñido no se
en que momento, pero ella se encontraba solamente en ropa interior negra de encaje sobre
mi escritorio y su vestido a un lado de este obviamente la mire con deseo y lujuria en mis
ojos y era cierto que para mis ojos ella era perfecto y la mujer de mis sueños con la que
cualquier hombre de nuestra familia sueña tener a su lado para gobernar y yo ya la tenía
delante de mis ojos y su nombre era: Crown Isabelle Inferna Adkins mi mujer.

Vi como desesperadamente quito cada botón de mi camisa y me la quito de encima


para luego recorrer con sus uñas cada uno de los tatuajes que tenía en mi pecho cosa que
hizo que me sacara un gruñido y un jadeo de mi boca jamás alguien se había atrevido a
hacerlo hasta ahora bueno menos yo, pero eso no cuenta en fin, cuando termino el increíble
y tortuoso recorrido llevo sus manos a la hebilla de mi cinturón para quitarlo y así
quedarme solo en bóxer lo cual le fascino ya que me miro mordiéndose su labio inferior
cosa que hizo que mi pene palpitara; y esto provoco una risita de su parte al ver la reacción
de mi cuerpo ante su mirada esto también me genero gracia.

— ¿Se está riendo de mi señorita Adkins?— le pregunte de manera divertida.


— No por supuesto que no Sr. Graves— me dijo con una sonrisa burlona.
— Voy a tener que castigarla por reírse de mí— le dije de manera coqueta.
— Que está esperando para hacerlo— me dijo— ¿acaso espera mi permiso?— me
pregunto sensualmente y yo la bese.

La tome de sus muslos y la obligue a que enredara sus piernas en mi cadera


provocando que nuestros sexos se rozaran quitándonos un gemido por parte de ambos la
lleve hasta el sofá que tenía a un lado y donde en varias ocasiones la tuve recostada en este;
la recosté delicadamente para luego colocarme entre sus piernas sin aplastarla lleve una de
mis manos a su muslo derecho para darle un ligero apretón robándole un gemido que hago
con mis labios cuando nos separamos.
— Te necesito— fue lo único que dijo y lo que me basto para entenderla.
— Y yo te necesito a ti— le dije con una sonrisa para nuevamente unir nuestros labios.

Le retire tanto el sostén como su ropa interior de mi camino y ella tiro de mis bóxer
o mejor dicho los arranco sin lastimarme antes de penetrarla la mire a los ojos.

— ¿Estas segura de esto?— le pregunte y esta asintió.


— Segura— me dijo y mis labios se curvaron en una sonrisa.
— Entonces espero que lo disfrutes mi reina— le dije en su oído a forma de susurro
para que solo ella me escuchara y luego mordí el lóbulo de su oreja izquierda.
— Créeme que lo voy a hacer— dije ella también en mi oído.

Cuando termino de decirme eso no espere mucho más por completo en ella de una
sola estocada ciertamente no se sentía como ninguna otra mujer con la que estuve de seguro
era por el hecho de que ella no fuera del todo mujer y sea una Diablesa Mayor ella se sentía
única y no me importo que no fuera virgen ya que ella me lo había comentado un par de
veces en la que estuvimos hablando sobre su vida y como era la vida en El Infierno. Cada
vez mis estocadas era más fuertes, pero llenas de amor lo cual hacían que Crown enterrara
sus garras en mi espalda y fue ahí cuando la vi y note que tenía su aspecto demoníaco
entonces comencé a desacelerar mis movimientos provocando que ella mi mirara y cubriera
su rostro con sus manos.

— No me mires— me dijo y con una de mis manos saque las suyas de su rostro para
besar castamente su frente; sus parpados; sus pómulos; su nariz; sus mejillas y sus
labios.
— Eres la criatura más hermosa y exquisita que he visto y que estoy probando no te
avergüences conmigo de lo que eres porque te amo tal cual eres no me importa si
eres una Diablesa Mayor o una mujer común y corriente para mi eres única y
especial; y eso no va a dejar de importarme y a dejarte de amar porque si te amo y te
amo a pesar de tu apariencia o de lo que eres— le dije y esta sonrió con un par de
lágrimas en sus ojos.
— Y yo te amo a ti Adrien Graves sin importarme que seas un maldito terrenal o el jefe
de la mafia de Lovingfild; que seas el hombre más temido por todos en esta ciudad
y en otras, pero lo más importante no me importa estar rompiendo la regla
inquebrantable por ti y solamente por ti— me dijo y fue lo que me basto para
acortar la distancia y fundirnos en un beso.

Después de nuestra increíble confesión seguí con mis movimientos entrando y


saliendo de ella mientras sentía como me arañaba la espalda; jalaba de mi cabello o recorría
mi espalda y mi torso con sus manos evidentemente yo no me quede atrás ya que con mis
manos recorría su cuerpo; masajeaba y apretaba sus pechos como también sus piernas;
dejaba marcas por todo su cuerpo como mis chupetones o mis dedos marcados por su piel
no deje lugar donde no haya tocado o besado.

En lo que iba de mi vida jamás le había practicado sexo oral a una mujer ya que lo
consideraba como algo íntimo y único hasta ahora que me anima a hacerlo y realmente lo
disfrute ya que ella casi llega al clímax, pero no la deje ya que quería que se corriera
conmigo también había experimentado tener a una mujer de rodillas con todo mi sexo
metido en su boca hasta casi hacerme correr ya que la detuve para levantarla y la senté
sobre mi regazo para así penetrarla una vez más y sentir como sus paredes vaginales me
apretaban y como su cuerpo comenzaba a convulsionar al igual que el mío al momento de
llegar al clímax los dos juntos y lo hicimos gritando nuestros nombres.

— ¡ADRIEN!— dijo ella enterrando su rostro en mi cuello al dejarse llevar por el


clímax al cual la había hecho llegar conmigo.
— ¡CROWN!— grite besando su hombro cuando también llegue al clímax con ella.

Ambos estábamos agitados; sudorosos y sedientos de hecho en el despacho lo único


que se olía era olor a sexo puro e infernal como dijo Crown una vez que nuestras
respiraciones se normalizaron despegue mi rostro de su hombro y ella de mi cuello al
mirarla sonreí y ella también lo hizo

— Te amo Adrien— me dijo y la bese tiernamente.


— Y yo te amo a ti Crown— le dije y la volví a besar de la misma manera.

Fue ahí cuando recordé lo que una vez me había contado mi padre que cuando una
persona amaba realmente a otra y ese amor era correspondido de la misma manera e
intensidad por la otra persona ya dejaba de ser simplemente sexo sino que el tener
relaciones sexuales se lo llamaba “hacer el amor” ya que no se sentía como algo simple
sino que se sentía especial y único como ahora entonces solté una risita provocando que
esta me mirara sin entender.

— ¿Y ahora de que te ríes?— me pregunto de manera divertida.


— De que no solo tuvimos sexo sino que te hice el amor— le dije acariciando su
espalda desnuda y esta acuno mi cuello con su mano derecha.
— Adrien cariño ¿recuerdas que puedo leerte tan solo mirarte a los ojos no?— me
pregunto negando divertida.
— Lo había olvidado— le dije con una sonrisa para depositar un casto beso en sus
labios— eso estuvo increíble— le confesé con una sonrisa.
— Si fue increíble y único— me dijo con la misma sonrisa que tenía en mi rostro.

En eso veo como tiembla tan solo un poco y de seguro era porque tendría frio, así
que me estire un poco para tomar su ropa interior y colocársela además de que tome
también mi camiseta blanca de tiras para ayudarla a ponérsela al terminar me miro con una
sonrisa en su rostro.

— Gracias— me dijo y yo sonreí.


— De nada lo que se por mi reina y por la mujer que amo— le dije y ella esta vez me
beso castamente— ahora cariño ¿me dejas colocarme un bóxer y mis pantalones
nuevamente?— le pregunte y esta asintió divertida.
— Si lo siento— me dijo y yo bese su coronilla de manera divertida.

Me levante del sofá para ir a una cajonera de la biblioteca que estaba allí y saque un
bóxer negro de “Calvin Klein” y me lo coloque para después ponerme el pantalón junto al
cinturón y después las botas que solía usar siempre; lo único que hice fue quedarme sin
camisa ya que Crown la llevaba puesta y la verdad que se veía demasiado sexy con ella; me
encontraba recargando los codos en mis rodillas para mirarla y encontrarla sentada a un
costada del sofá con una de sus rodillas cerca de su pecho y la otra cruzada debajo de ella al
verle el rostro me la encontré con una sonrisa en sus labios y mordiéndose discretamente su
labio inferior.

— ¿Quieres un trago?— le pregunte con una sonrisa y ella asintió.


Me volví a levantar para dirigirme a la pequeña barra que tenía acá en el despacho y
una vez que llegue me coloque de espaldas a ella para así prepararnos a ambos los 2 vasos
de whisky como nos gustaba en eso siento como sus dedos recorre con sus dedos uno de los
tatuajes que llevo en mi espalda y era uno en específico y ese era el que me había salido de
la nada al cumplir los 5 años sin saber nada y cuando había empezado mi tormento con los
ataques, así que me gire para abrazarla por la cadera a lo que ella coloco sus palmas en mis
hombros.

— ¿Desde cuando tienes esa marca?— me pregunto y yo la mire.


— Es un tatuaje amor— le dije y me miro con una ceja enarcada— lo siento—
comencé a disculparme, pero me cayó con un beso en mis labios.
— Me gusta cómo suena y sé que no es un tatuaje o tú te piensas que los míos lo son—
me dijo y yo la mire— ahora respóndeme— me exigió.
— En mi cumpleaños número 5 me apareció sin explicación alguna y desde ese
entonces la hice pasar por un tatuaje— le explique y esta se giró en dirección al sofá
— ¿Qué sucede?— le pregunte.
— Es que me recuerda un símbolo, pero debo ir al Infierno y saber que no es lo que
estoy pensando— me dijo y yo la tome de la muñeca para que me mirara, así que
apoye mi frente con la de ella y para que luego ambos cerráramos los ojos.
— Sabes que puedes decirme lo que sea— le dije y esta sonrió.
— Lo sé, pero quiero estar segura antes de explicártelo— me dijo y la entendí.
— Está bien solo ten cuidado— le dije mirándola a los ojos para tomar su rostro entre
mis manos— te amo Crown— le dije y la bese.
— Y yo te amo a ti— me dijo y ella desapareció.

El Príncipe Perdido
Crown. Primavera, Mayo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Después de lo que habíamos pasado con Adrien en el sofá donde suelo estar casi siempre
acostada y que este se levantara para ir por unos tragos para ambos me percate de la marca
que tiene entre sus omoplatos y fue como si la reconociera de algún lugar, pero no estaba
segura desde esta distancia, así que me acerque hasta él y lo comencé a recorrer con mis
dedos logrando que este se girara y me abrazara por la cintura.

— ¿Desde cuando tienes esa marca?— le pregunte y él me miro.


— Es un tatuaje cariño— me dijo a lo que lo mire con una ceja enarcada por cómo me
había llamado— lo siento no…— comenzó a decirme, pero lo calle de un beso en
los labios.
— Me gusta cómo suena y sé que no es un tatuaje o tú te piensas que los míos lo son—
le dije y me miro— ahora respóndeme— le exigí.
— En mi cumpleaños número 5 me apareció sin explicación alguna y desde ese
entonces la hice pasar por un tatuaje— me explico y me gire en dirección al sofá—
¿Qué sucede?— me pregunto.
— Es que me recuerda un símbolo, pero debo ir al Infierno y saber que no es lo que
estoy pensando— le dije y me tomo de la muñeca para que lo mirara, así que apoyo
su frente con la mía para que luego ambos cerráramos los ojos.
— Sabes que puedes decirme lo que sea— me dijo y sonreí.
— Lo sé, pero quiero estar segura antes de explicártelo— le dije.
— Está bien solo ten cuidado— me dijo mirándome a los ojos para luego tomar mi
rostro entre sus manos— te amo Crown— me dijo para después besarme.
— Y yo te amo a ti— le dije y desaparecí.

Me encontraba en mi habitación, así que tome uno de mis conjuntos demoníacos y


me dirigí a la puerta que me llevaba al infierno ya que no había nadie en la casa se me hizo
mucho más fácil irme sin tener que dar explicación.

El Infierno, Mundo Demoníaco

Al llegar a mi hogar mire que me encontraba en la sala del trono del castillo de mi
abuelo este al verme atravesar el espejo salió corriendo a abrazarme, pero lo detuve con mi
mano ya que no solo estaba alterada al darme cuenta de que había roto una de las reglas
inquebrantables sino que de la marca que Adrien poseía en su espalda al percatarse mi
abuelo que no me encontraba bien cito a la sala del trono solamente a mi abuela y a mi
padre cuando solamente nos encontrábamos en la sala antes de emitir cualquier palabra
lance un escudo para que nadie más haya de nosotros escuchara y si con nosotros se
encontraba un comunicador para escuchar conversaciones este se bloqueaba con el hechizo.

— Creo que estoy en problemas— dije y todos los presentes me miraron sin entender a
lo que me refería.
— ¿Qué sucede hija?— me pregunto.
— Me enamore de Adrien— dije sin más y todos se giraron a mirarme.
— ¡¿QUÉ HICISTE QUE?!— me gritaron los 3 al mismo tiempo.
— Pero ese no es el problema bueno si, pero no— dije y me comencé a mover de un
lado a otro mientras pensaba— Adrien tiene una marca entre sus omoplatos como la
que tenemos solamente las familias reales de cada círculo y ahora abuelo me vas a
decir ¿Por qué cuando fuiste a Lovingfild mirabas a Adrien como si lo conocieras
de algún lado?— dije y este me miro con tristeza.
— Hace 1800 años antes de que vos nacieras el Rey de los Werfblood se había
enamorado de una terrenal como lo hizo tu padre de tu madre, pero en ese entonces
no contaba de que después de 200 años descubriera que el heredero al trono de los
Werfblood era un mitad terrenal como lo sos vos y que jamás se me haya informado
hice que desapareciera este pequeño demonio para que viviera con una familia de
terrenales al cual tu padre estaba designado y que estos jamás pudieron concebir a
un hijo obviamente bloqueando sus poderes y sus pocos recuerdos de su mente—
me dijo mi abuelo y yo lo mire con horror— ese pequeño demonio es Adrien—
termino de decir y yo me gire demasiado enojada.
— Abuelo cómo pudiste— le dije casi al borde de las lágrimas— yo rompí una de las
reglas y espero que nadie sea capaz de decirlo, pero no voy a seguir manteniendo
ese secreto tanto Adrien como el Rey de los Werfblood merecen saber la verdad—
dije y los 3 demonios asintieron estando de acuerdo.
— Mantendremos el secreto de la regla rota y estamos todos de acuerdo con que le
digas a Adrien— dijeron los tres.
— Solo manténganme al tanto si sucede algo— les dije y estos asintieron.

Yo me volví para el espejo y a este atravesarlo para poder volver al Mundo Terrenal
y contarle a Adrien la verdad.
Primavera, Mayo. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Al llegar a casa todavía seguía sin haber nadie en esta, así que me hice desaparecer
y así aparecer en la habitación de Adrien en Eaghton donde este se encontraba en el baño al
parecer al salir este de ese cuarto llevaba una toalla envuelta en la cintura y otra secándose
su cabello la verdad que el verlo hizo que me mojara y sonreí mordiéndome apenas mi
labio inferior este al parecer se percató de que alguien lo miraba, pero no se dio cuenta que
era yo.

— Disfrutas de la vista porque solo puedes ver no tocar ya que tanto mi cuerpo como
mi alma y corazón ya le pertenecen a alguien— me dijo sin verme ya que la toalla le
cubría la cara.
— Me da gusto saber que tanto tu cuerpo como tu alma y corazón me pertenecen— le
dije y este se giró para verme con una sonrisa.
— Volviste— me dijo y yo sonreí para luego acercarme y dejar que me tomara de la
cadera y yo le rodee el cuello con mis brazos.
— Si ya volví— le dije y este me dio un beso largo, pero lleno de amor— y la verdad
que vengo a contarte una historia— dije una vez que nos separamos.
— Ven vamos a sentarnos— dijo para llevarnos a ambos a la cama.
— Recuerdas que te dije que era la única de mi clase— le dije y este asintió.
— Si mitad terrenal y mitad demoníaca lo cual te hacia demasiado poderosa— me dijo
y yo sonreí de que lo recordara.
— Bueno recién me acabo de enterar que no soy la única— le dije y este me miro sin
comprender.
— ¿Cómo es eso?— me pregunto y yo solté un suspiro.
— Hace 1800 años es decir, 200 años antes de que yo naciera— comencé a decir, pero
vi la cara que me puso— en el Infierno pasan distinto los años acá yo tengo 16 años
y en el Infierno tengo 1600 años ¿entiendes ahora?— le explique.
— Si prosigue— me dijo y yo asentí con un suspiro.
— Bien como te iba diciendo 200 años antes de que yo naciera el Rey del Noveno
Círculo Infernal conocido como los Werfblood tuvo un romance con una terrenal
donde esta dio a luz a un niño mitad demonio mitad terrenal esta al dar a luz no se
sabe cómo es que no falleció después del parto como paso con mi madre; en fin mi
abuelo El Diablo a quien ya conociste este se enteró cuando mi padre me llevo a mi
rogando por la creación de la cuarta regla del Mundo Demoníaco— dije y solté un
suspiro para poder seguir continuando— cuando mi abuelo se entera de esto hizo
que el pequeño demonio de 200 años desapareciera del Inferno para ser enviado a
este mundo con una familia terrenal a la cual mi padre tenía a cargo esta familia
jamás pudo concebir a un hijo, bueno eso es lo que pensaba mi padre hasta darse
cuenta que el niño era hijo de la esposa de esta familia y esa familia es la tuya
Adrien— finalice.
— Eso quiere decir que soy como tú— me dijo y yo asentí largándome a llorar este al
escucharme sollozar tomo mi rostro entre sus manos para darme un beso en los
labios— mi madre es una terrenal y mi padre es un rey, todos los ataques que tenía
eran por los recuerdos suprimidos y mi propio poder— dijo y volví a asentir.
— Si lamento que sea yo la que te diga esto— le dije para levantarme de la cama y
comenzar a caminar a la puerta, pero siento como Adrien me levanto para
recostarme en la cama.
— No quiero que te vayas— me dijo y yo asentí.
— No me pienso ir a ningún lado— le dije para luego besarlo.

Pasaron 2 días de lo ocurrido y todavía Adrien no podía enfrentarse a su madre es


decir, no me molestaba ya que de seguro se debe tomar su tiempo en fin, esta noche le
había prometido a Adrien que pasaría con él la noche en Eaghton en donde al momento de
salir del elevador veo que este se mete corriendo a la habitación y cerrando de un portazo,
así que me acerco a esta

— Adrien soy Crown abre por favor— le pedí y escuche que su respiración se volvió
irregular.

No me importo que no me haya dejado pasar y de tan solo escuchar su respiración


me alarme y me hice aparecer en la habitación la cual se encontraba a oscuras, pero gracias
a que soy una sombra puedo ver a través de ella no lo encontraba por ningún lado, así que
se me ocurrió llamarlo.
— Adrien— lo llame y nadie respondió— por favor Adrien respóndeme— dije ya casi
largándome a llorar por no saber dónde podía llegar a estar sabía que estaba en la
habitación, pero no sabía dónde.
— Vete por favor— dijo y fue cuando lo localice en un rincón de la cama—
¡ALÉJATE CROWN NO QUIERO LASTIMARTE!— me grito, pero no me
importo y me acerque hasta él.
— Tranquilo no te tengo miedo y mucho menos vas a lastimarme— le dije y este salto
para treparse al techo— Adrien, cariño solo escúchame baja de ahí y juro por lo que
más amo que sos vos que todo va a pasar— le pedí ya sintiendo como algunas
lágrimas resbalaban por mi mejilla.
— No quiero lastimarte, me mataría si lo hiciera— me dijo y yo negué con una sonrisa.
— Juro que no lo vas a hacer, no serias capaz de hacerlo de hecho me amas tanto que
ni siquiera tu cuerpo ni tú poder te lo permitirían— le dije y este bajo para pararse al
final de la cama— ven— dije tendiéndole la mano.

Sabía que no podía lastimarme no solo porque yo era inmortal sino que tengo razón
cuando le digo que ni su cuerpo ni su poder le permitirían que me lastimara no quería que
pasara su primera trasformación demoníaca solo aunque esta de seguro se activó cuando
descubrió la verdad de quien era en fin, cuando le tendí la mano este inmediatamente
entrelazo nuestros dedos para arrastrase hasta donde yo estaba; este se recostó y yo apoye
mi cabeza en su pecho para poder abrazarlo a lo que este hizo lo mismo, pero con ambos
brazos y sus labios se posaron sobre el centro de mi cabeza.

— Tranquilo solo deja que pase ¿sí?— le dije.


— Y si te lastimo— volvió a decirme.
— Prometo que no lo harás— le dije y este se tranquilizó— ¿de hecho te sentirías más
tranquilo si yo este con mi aspecto demoníaco?— le pregunte y este asintió sin dejar
de abrazarme.

Y así lo hice deje de tener mi aspecto terrenal para dejar a la luz mi aspecto
demoníaco y que este se sintiera más tranquilo, estaba abrazándolo cuando siento como su
cuerpo empieza a tomar el aspecto de su raza de hecho su aspecto me excitaba de cierta
forma y no aguante mucho y lo mire a los ojos.
— Te confieso que tu aspecto demoníaco me excita demasiado— le dije de una forma
sensual y este soltó una risita.
— Bueno tu tampoco estas nada mal— me dijo.
— De hecho te puedo asegurar que si me haces el amor en esta forma lo vamos a
disfrutar mucho más— dije provocándolo.
— ¿Así?— me dijo para después darme una nalgada.

Pero en eso que voy a besarlo siento como algo se me incrusta en la piel y me
lastima a lo que miro mi cadera para encontrarme que las garras suyas están dentro de mi
piel a lo que me alejo para apaciguar el dolor este al ver que hice esto se dio cuenta de lo
que me hizo y me miro horrorizado.

— ¡VETE!— me grito en un gruñido como cuando una bestia se enojaba.


— Adrien espera— dije empezando a llorar.
— ¡LÁRGATE CROWN, AHORA!— dijo para luego arrojarme algo y si consiguió lo
que más quería que me fuera.

Al salir de la habitación no aguante mucho más y me largue a llorar como cuando


era una niña a la cual le temía a la oscuridad sabiendo lo que era por naturaleza en eso
siento como la respiración de Adrien se encontraba detrás de la puerta.

— Lo siento— lo escuche susurras, pero me levante para irme.

Volví a casa para salir a correr un rato ya que era temprano y hoy no asistiría a
clases al llegar me encontré con la presencia de Ellair que de seguro estaba en la casa, subí
a la habitación y me cambie por un conjunto deportivo negro una vez lista baje para ir a la
cocina por mi botella de agua y así salir a correr, pero encontré a Ellair acostado en el sofá
mirando no sé qué cosa en el televisor mientras se reía y como de seguro me escucho entrar
levanto su cabeza.

— Hey— me dijo y yo lo mire antes de volver a meter mi cabeza en el refrigerador.


— Hola— le dije cuando encontré la botella, así que cerré la puerta.
— ¿No deberías estar en la escuela?— me pregunto y yo lo mire.
— Recuerdas que hoy no voy ¿cierto?— le dije y este asintió recordando— bueno voy
a correr un rato— dije señalando la puerta— y tú disfruta de lo que sea eso— dije
esta vez señalando el televisor.
— Ah gracias igual vos— dijo para volver a la imagen.

Salí de la casa para emprender a correr por la ruta que ya tenía establecida como
siempre pase por la ciudad y lo curioso es que esta vez sí me detuve en las puertas del
Walnut Hills Cementery este no solo pertenecía a Lovingfild sino que también a la ciudad
vecina de Cincinnati cada vez que pasaba por acá sentía como algo me llamaba y a
comparación de otras veces me adentre en el lugar.

Me encontraba caminando entre las tumbas cuando me detengo frente a una lápida y
miro a ver a quien le pertenecía y al hacerlo todo mi cuerpo cayó al suelo al ver el nombre
de “Isabelle Adkins amada hija y esposa” y si era la tumba de mi madre entonces comencé
a llorar

— Mamá— dije entre sollozos— lamento jamás entrar— dije esta vez— te extraño
tanto y no tienes ni idea de cuánto te necesito— volví a decir.

En eso siento como alguien se está acercado hacia este lado, así que limpio mis
lágrimas y me levanto para volver cuando estoy a medio camino de levantarme veo a un
hombre y una mujer mayor quietos a unos 5 pasos míos quienes tenían unas flores y no
eran cualquier flor sino que se trataba de rosas negras, estos se me quedaron viendo.

— ¿Se le perdió algo jovencita?— dijo el hombre y yo negué.


— Solo vine a ver a mi madre— dije señalando la tumba de la cual me había
levantado.
— ¿Disculpe, pero está hablando de Isabelle Adkins?— pregunto la mujer esta vez.
— Si ella falleció al darme a luz— dije y vi que tanto el hombre como la mujer
comenzaron a llorar— ¿se encuentras bien?— les pregunte.
— ¿Crown?— dijo el hombre a lo que lo mire sin entender cómo es que me conocían
— ¿eres tú pequeña?— volvió a inquirir el hombre.
— Si y ¿Cómo sabe mi nombre?— pregunte luego de afirmar que era yo y en eso
siento como una energía familiar que los rodea a ellos— ¿abuelo? ¿abuela?— les
pregunte y estos asintieron para luego abrazarme.
— Oh nuestra pequeña, pensamos que jamás te íbamos a poder ver ya que tu padre te
llevo al Infierno con él luego de que tu madre— dijo mi abuela.
— Si de hecho mi padre jamás pensó que iba a estar entre los terrenales, pero se dio
cuenta que en algún momento debía conectar con mi otro lado— explique con una
sonrisa.
— Pequeña no queremos molestarte, pero ¿te gustaría tomar un café con nosotros?—
me dijo mi abuelo y yo sonreí.
— Si me encantaría, pero ahora debo de atender unos asuntos— dije un poco triste.
— Descuida además ahora ya sabes cómo llegar hasta nosotros— me dijo mi abuela
para luego abrazarme ambos y despedirnos.

Volví a la casa con una sonrisa en el rostro y esta se me esfumo al encontrarme con
mi abuelo junto a mi padre y mi abuela estos al verme note en sus miradas preocupación y
fue cuando realmente me alerte

— Niños vayan con Ellair arriba— dije y estos protestaron— ahora— dije seriamente
para que me obedezcan cuando escuche que estos 3 ya se encontraban en una de las
habitaciones hable nuevamente— ¿Qué sucede?— pregunte.
— No sabemos cómo paso, pero Fearchar se enteró de que rompiste la regla
inquebrantable y en el Infierno esta todo un caos— dijo mi abuelo y si me comencé
a frustrar.
— El Consejo Infernal te llamo— dijo mi padre y yo asentí.
— Está bien solo ustedes quédense con los niños mientras voy— dije y los 3
asintieron.
— Yo voy contigo— dijo mi abuelo y sabía que no me iba a poder librar de él, así que
simplemente deje que me siguiera.

Sala del Consejo Infernal. El Infierno, Mundo Demoníaco

Cuando llegamos al Infiernos nos dirigimos directamente a la sala del Consejo


Infernal donde no solo estos me esperaban sino que también todos los gobernantes de los
Círculos Infernales en eso veo por el rubillo de mis ojos a Fearchar y a Sorcha riendo con
malicia como si disfrutaran de lo que me pasaría; el Consejero Principal Luthais fue el que
comenzó a hablar.

— Crown Inferna Hija de las Sombras y del Infierno usted se encuentra consiente de
porque esta ante la Corte Infernal y ante los regentes de los Círculos Infernal— dijo
el demonio.
— Si estoy consiente— dije con determinación.
— Usted se encuentra consiente de que ha roto la regla inquebrantable de nuestro
mundo— volvió a cuestionar el demonio.
— Si estoy consciente de lo que he cometido— dije nuevamente con determinación y
todos en la sala empezaron a parlotear provocando que el demonio haga temblar la
sala.
— ¡SILENCIO!— dijo mi abuelo.
— Aunque este consiente de lo que hice yo Crown Inferna Hija de las Sombras y del
Infierno digo que no he roto ninguna regla y mucho menos la regla inquebrantable
— dije firmemente.
— Todos en esta sala saben que te has enamorado de un terrenal— dijo Sorcha y
Fearchar lo repitió.
— No solo es un terrenal sino que también es un demonio todos aquí al igual que yo
pensamos que era la única de mi especie, pero no es así el terrenal del que me he
enamorado se llama Adrien Graves antes conocido como Adrien Blood Hijos de los
Werfblood quien fue enviado de niño al Mundo Terrenal por miedo a lo que era y
como lo sé porque en mis recuerdos verán la marca que él presenta en sus
omoplatos la misma marca que tenemos todas las familias reales de nacimiento—
sentencie y el Consejero Luthais hizo que todos vieran lo que estaba hablando, una
vez que termino mire al Rey Padean que se encontraba allí entre todos— Rey
Padean le prometí en mi última visita que iba a encontrar a su hijo y si lo cumplí—
dije mirándolo y este asintió en agradecimiento.
— Estamos todos aquí consiente de lo que acabamos de ver que la futura Reina del
Infierno no ha roto ninguna regla— dijeron todos los consejeros junto a mi abuelo
— Crown Inferna Hija de las Sombras y del Infierno nosotros junto al resto de
Círculos Infernales te consideramos inocente de todos los cargo que se produjeron a
tu nombre, puedes irte— decretaron al mismo tiempo todos los consejeros y mi
abuelo.

Verano, Junio. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Cuando volví a Lovingfild ya nos encontrábamos en verano y eso significaba que


los pocos días que faltaban para que esta estación comenzara me los había pasado en el
Infierno al volver a la casa todos estaban allí felices de que todo haya salido bien y a mí no
me condenaran por todo.

Había pasado ya como 2 semanas desde lo ocurrido y ni siquiera había visto a


Graves ya que yo estaba con exámenes y él ya no asistía a la escuela, pero hoy eso iba a
cambiar ya que hoy me tocaba ir a Eaghton por no sé qué cosa que me había llamado Will,
así que al salir de la escuela fui directamente al lugar al entrar me encontré con un Will
bastante nervioso más de lo que estoy acostumbrada a ver y eso me estaba irritando, así que
me acerque para que me dijera que pasaba.

— Will— lo llame y este se volteó a verme.


— Necesito que subas a ver a Adrien— me dijo y yo rodee los ojos— está en su
despacho— me aviso y yo asentí para ir hasta el botón del elevador.

Cuando subí a la caja metálica coloque el código de acceso a los niveles superiores
y este comenzó su recorrido hasta abrir sus puertas en el piso que conocía demasiado bien,
así que me dirigí a ver a Adrien, pero lo que menos me imagine fue lo que vi al entrar este
al parecer ni se imaginó tampoco que yo iba a ir a lo que se separó de la rubia de Harper de
un salto, pero ni si quiera le di tiempo a que me diga algo sino que me fui de allí furiosa.
La Familia Graves
Adrien. Verano, Junio. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Después de lo que seguramente fue mi trasformación y la lastimara no la volví a ver ni


tampoco ella volvió a aparecer al principio pensé que luego ella volvería, pero jamás lo
hizo y tampoco iba a permitirme lastimarla, así que le pedí a Will que no la mandara a
llamar ni que se apareciera por Eaghton y por lo que me había dicho este lo tomo bastante
bien ya que según él le dijo que así se podía poner al día en la escuela y fue ahí cuando
recordé que ella es 2 años más chica que yo y que yo ya no asistía a esta por haberme
graduado hace 1 semana, en fin para apaciguar un poco no solo el estrés que venía
cargando sino que la bestia interna mía parecía como si necesitara de algo comencé a
llamar a Alexandra nuevamente para calmarme sexualmente.

Hoy era un día de esos me encontraba en mi oficina acá en Eaghton teniendo sexo
con la rubia de Harper, pero no lo estaba disfrutando, pero al parecer ella si lo hacía en fin,
me concentre en lo que estaba haciendo cuando siento que la puerta se abre y me aparte de
Alexandra al ver a Crown en la puerta sin saber que ella vendría mi boca se abrió para
decirle algo, pero esta salió por donde había entrado furiosa me acomode rápido el pantalón
y salí al pasillo y la vi que se subió al elevador a lo que me fui casi corriendo para evitar
que se cerrara, pero esta al parecer se dio cuenta he hizo que se cerrara más rápido de lo
habitual y de seguro había utilizado su poder para eso. Estaba furioso porque no tenía idea
de que ella vendría le pedí no tan amablemente a Harper que se fuera y mande a llamar a
Will a lo que este cuando me escucho que estaba como estaba subió corriendo a mi
despacho al momento de entrar le arroje un vaso de vidrio el cual impacto contra la pared.

— ¿Qué te sucede ahora?— me pregunto sin entender mi comportamiento.


— Que ¿Qué me sucede?— dije en tono de burla— te lo voy a decir ¿Por qué carajos
no me avisaste que Adkins iba a venir?— le pregunte molesto.
— Recuerdas que día es hoy ¿cierto?— me dijo y ahora yo lo mire sin comprender a lo
que este soltó una pequeña risita— Adrien hermano hoy todos los que trabajamos
para ti cobramos y llame a Crown por la misma razón— me dijo y yo lo había
olvidado.
— Carajo— maldecí y tome mi saco.
— ¿A dónde vas?— me pregunto y yo me gire en seco.
— No es asunto tuyo— le conteste para luego ir por mi auto.

A comparación de otros días hoy decidí usar mi auto cuando entre en este pensé en
ir por ella, pero luego recordé que tenía que enfrentarme a mi propia familia a la cual estoy
evadiendo desde que me entere la verdad, así que iría a eso; al llegar a la casa fui recibido
por una de mis ama de llave la cual era una chica alta y rubia con un cuerpo excelente, pero
no le di importancia y me fui caminando hasta el salón pensando que iba a encontrar a mi
madre como siempre, pero no fue así en eso escuche que mi “nana” a quien nombre así
desde que tengo memoria ella era una de las ama de llaves más antiguas de esta casa y era
no corrección y es como de la familia, así que siempre la llamo por ese apodo.

— Nana— le dije y esta volteo a verme.


— Mi niño ¿necesitas algo?— me dijo con una sonrisa.
— Has visto a mi madre es que necesito hablar con ella— le comente y esta asintió.
— Tu madre está en la biblioteca— me dijo y yo asentí para luego irme no sin antes
darle un beso en la mejilla.
— Gracias nana— le agradecí.
— No hay de que mi niño— me dijo y yo me fui a donde me había indicado.

Al llegar a la biblioteca la vi que estaba en uno de los sillones individuales leyendo


uno de los tantos libros que están en la habitación al parecer sintió mi presencia ya que
levanto su mirada para sonreír a lo cual le correspondí de la misma manera cuando me
acerque me acuclille para mirarla a los ojos esta se empezó a preocupar de que haya hecho
ese acto.

— Cariño ¿Qué sucede?— me pregunto y yo solté un suspiro.


— Mamá ¿es verdad que soy mitad demonio?— le pregunte y esta abrió grande sus
ojos y se largó a llorar— mamá no llores por favor— le pedí limpiando sus lágrimas
que caían por sus mejillas.
— ¿C-Cómo te enteraste?— me pregunto y volví a suspirar.
— Porque Crown ¿la recuerdas?— le pregunte y esta asintió— bueno ella es la hija de
Balac no sé si te acuerdas de él— le dije y esta se llevó la mano a sus labios tapando
una mueca de sorpresa.
— Yo sentía que la conocía y ahora todo tiene sentido— me dijo— hijo lamento que
ella te lo haya tenido que decir, pero con Balac, Kaden a quien le decías papá y tu
padre Padean prometimos por tu bien y el de los tres mundos que jamás te enterarías
porque para el Mundo Demoníaco tú eras una amenaza y un peligro al ser único en
tu especie hasta bueno el nacimiento de Crown, así que tu padre el Rey de los
Werfblood al momento de tu nacimiento no permitió que falleciera obviamente
estuviste 200 años con él hasta que Balac te trajo como a un niño de 2 años sin sus
recuerdos pero suplantados con otros y sin tu poder— me explico y yo la abrace—
no pensamos que tu poder era tan fuerte hasta que te empezó a afectar a los 5 años
— me dijo y fue ahí cuando todo cobraba sentido; mis ataques y el no poder
recordarlos; mis sueños y ver mis recuerdos.
— ¿El abuelo sabe algo de esto?— fue lo que le pregunte ya que el mencionado
siempre decía que no lo llamara así y mucho menos a mi padre ya que no lo era.
— Si tu abuelo siempre lo supo al igual que tus tíos por eso querían que tomaras el
poder de los negocios familiares, pero al leer el testamento de Kaden todos
empezaron hacerte la guerra y a trabajar a espaldas tuya— me comento y yo me
pare de golpe entendiendo lo que me decía— lamento tanto todo esto hijo— me dijo
mi mamá abrazándome y yo le correspondí exactamente igual.
— No es tu culpa mamá— dije para besar su frente— necesito hacer algo— le dije y
sabía que tenía que ir a verla a lo que mi madre se separó de mí con una sonrisa
divertida en su rostro— ¿de qué te ríes tanto mamá?— le pregunte.
— Solo que jamás pensé que una diablesa mayor y no una cualquiera podría hacer que
mi testarudo hijo sentara cabeza y se enamorara— me dijo y yo la mire.
— No sabes lo que dices— dije un poco nervioso.
— Si lo sé— dijo con una sonrisa— ahora ve y discúlpate por la estupidez que de
seguro has hecho Adrien— me dijo y yo solté una risita.
— De acuerdo— dije para luego irme, pero antes de salir de la habitación me gire a
mirar a mi madre quien volvía a donde antes estaba— te amo mamá— le dije y esta
giro con una sonrisa.
— Y yo a ti mi niño— me dijo y yo me fui.

Salí de la casa a toda velocidad para poder encontrarla, pero me detuve y mire mi
reloj eran las 18:00 pm de la tarde cuando recordé que ella solía correr también a esta hora
y sabía exactamente a donde iba y eso era al bosque que rodea ambas casa, así que allí me
dirigí camine como por 2 horas ya que miraba mi reloj cada tanto al notar que estaba
anocheciendo fue cuando note que estaba cerca del pequeño arrollo lleno de rocas que
correspondía al Río Ohio estaba acercándome a la orilla cuando la veo sentada con sus
rodilla en el pecho, así que me acerque al parecer me escucho y se volteó a verme con esos
ojos negros que tanto amaba, pero lo que no me esperaba era que ella se levantara para
volver al sendero que iba en dirección a su casa no iba a dejar que se fuera, así que logre
alcanzarla para tomarla de la muñeca y girarla para que quedara de frente a mí no lo soporte
más y la bese esta me aparto inmediatamente para girarse y comenzar a caminar, pero note
que se detuvo y puedo asegurar que la escuche maldecir en nombre de su abuelo para luego
girarse en mi dirección y cuando estuvo lo suficientemente cera se estiro para besarme esta
vez ella.

Es decir, estaba sorprendido, pero esa sorpresa no duro mucho ya que profundice el
beso metiendo mi lengua en su boca para empezar una guerra con la de ella, la tome de la
cintura con mi mano libre ya que la otra la tenía en su cuello y empecé a caminar para
chocar su espalda con un árbol esta llevo sus manos a mi cabello enterrando sus dedos en él
y provocándome un gruñido en mi interior esta se dio cuenta de eso y sonrió en medio del
beso lleve ambas manos al final de su increíble trasero para alzarla y que ella enredara sus
piernas, pero en eso ella se separa como si hubiera escuchado algo.

— Debemos irnos, no es seguro— me dijo en un susurro.


— Esta, bien vamos a mi casa— le dije y ella asintió.

Nos fuimos a mi casa la cual no estaba tan lejos de lo que parecía solo que yo me
había desviado y por eso había tardado como 2 horas en encontrarla, al llegar a la mansión
Graves nos recibió la misma chica rubia de esta mañana y pude notar que la miro con
molestia a mi acompañante.

— Señor— llamo la chica a lo que la mire— deme su saco que lo voy a guardar— dijo
y yo negué— ¿la chica se quedara a cenar?— dijo de mala manera mientras miraba
a la pelinegra con no solo envidia sino que celos.
— Si— conteste de manera fría— Crown se quedara a cenar— dije mirando a mi
acompañante con una sonrisa a lo que ella me la devolvió.
— Perfecto señor— dijo la chica— ¿también se quedara a la noche?— pregunto esta
vez— porque si es así debo mandar a preparar un cuarto— dijo media molesta— a
menos que a la señorita guste dormir en el cuarto negro— dijo y yo la mire furioso,
pero sentí la mano de Crown en mi pecho, así que la mire.
— No de hecho si a Crown no le molesta dormirá en mi cuarto esta noche— dije y
pude ver como la diablesa sonreía orgullosa a la chica.
— No me molestaría de hecho sería un honor Sr. Graves— dijo seductoramente y
maldecí en mi cabeza.
— Su madre está en el salón— dijo la chica para luego marcharse.
— ¿Te divertiste?— le pregunte y esta asintió como niña pequeña a lo que bese su
frente para apoyar una mano en su espalda baja— ven debemos hablar— le dije
guiándola a las escaleras.

Para llegar a estas debías pasar por el marco gigante que daba al salón donde mi
madre se encontraba con Georgia una socia y amiga de la familia que a mi abuelo le
encantaría que ella sea mi esposa ya que esta al ser jefe de la mafia de la ciudad vecina es
decir, de la ciudad de Cincinnati esta no solo tendría en su poder a su ciudad sino que
también la mía y mi negocio y eso no lo iba a permitir en fin, estábamos pasando cuando
escucho que mi madre me llama.

— Hijo mira quien vino a visitarnos— dijo mi madre con una sonrisa media incomoda
ya que sabía que no la soportaba ni ella.
— Estoy medio ocupado— dije.
— Y se podría saber ¿Qué es eso en lo que estas ocupado? Querido Adrien— pregunto
Georgia con una sonrisa coqueta que tanto a mi madre como a mí y a mi
acompañante a quien no habían visto aun nos produjo asco.
— Prometí mostrarle la casa a Crown— dije para hacerme a un lado y que la vieran, al
hacerlo mi madre salió a abrazarla con mucho cariño.
— Me da gusto verte Crown— dijo mi madre feliz.
— Y a mí igual Sra. Graves— dijo ella con una sonrisa a lo que mi madre la mire.
— Ya te lo he dicho llámame Grace— dijo mi madre y esta asintió.
— Y ella ¿Quién es Adrien?— pregunto molesta la rubia.
— Soy Crown Adkins es un placer— dijo la pelinegra tendiéndole la mano aunque
sabía que quería asesinarla.
— Un placer soy Georgia Fulles la futura señora Graves— dijo la rubia y yo me reí al
igual que mi madre y la pelinegra que estaba a mi lado— perdón, pero no es
gracioso o no querido ¿Qué tú y yo nos casaremos en un futuro?— me dijo y me
provoco ganas de vomitar eso.
— Lo siento Srita. Fulles, pero eso puede hablarse luego— dijo mi madre— Adrien
porque no le muestras a Crown la casa— dijo mi madre para mí y yo asentí.

Lleve a Crown a la segunda planta para meterla en mi habitación con una sonrisa a
lo que esta me beso con pasión cuando nos separamos me reí porque sabía que si mi madre
no cortaba la conversación era muy probable que la diablesa que tenía delante de mis ojos
no iba a dudar en matar a la rubia.

— Ahora me vas a decir ¿Qué quería hablar conmigo antes de que bueno ya sabes?—
dijo una Crown demasiado nerviosa.
— Si necesito que me ayudes a acabar con el resto de mi familia— dije y esta me miro.
— Sabes que no…— comenzó a decir, pero la interrumpí.
— No a matarlos sino a que aprendan que conmigo no se juega— dije y esta sonrió
orgullosa y feliz.
— Será un honor ayudarlo Sr. Graves, pero antes de eso necesito enseñarte a
controlarte— me dijo y me comencé a acercar para besarla, pero me freno— y para
eso debemos controlarnos entre nosotros eso significa nada de sexo ya que eso
provocaría una trasformación no tan grata como la última vez ¿hace falta que te lo
recuerde?— me dijo y yo negué.
— Okey, es un trato— dije y esta me estrecho la mano.
— Es un trato— dijo apretándome la mano con una sonrisa.
2 Demonios Sueltos en Lovingfild
Crown. Verano, Julio. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya llevaba intentando casi un mes de ayudar a que Adrien aprenda a controlar no solo su
poder sino que también a él mismo, pero se me estaba terminando la paciencia tenemos que
lograrlo antes de la reunión que debemos llevar a cabo en la Ciudad de Los Ángeles en fin,
le dije a Adrien que me viera en el bosque cerca de nuestras casas para intentar una vez más
para mi buena suerte le pedí ayuda a mi querido hermanito Bel quien accedió complacido a
ayudarme. Me encontraba sentada en una roca con mis pies colgando sin llegar a que
tocaran el agua cuando escucho que mi hermano me llama, así que levanto mi vista para
encontrar la suya.

— Hola— dije y este sonrió.


— Crown— dijo con ese tono que ya bien conocía— sabes que no te odio como mi
madre lo hace ¿lo sabes verdad?— dijo y ese comentario se debía que desde que me
había enterado que fue Sorcha la que se lo dijo a Fearchar para que este convocara
al Consejo Infernal y que el resto de Círculos me detestaran estaba media furiosa y
molesta.
— Lo se Bel tú no eres como tu madre y eso lo tengo bastante claro y creo que
recuerdas el porqué de eso— le dije refiriéndose a nuestro vinculo de hermanos que
poseíamos que hacía que jamás nos mintiéramos o cualquier cosa siempre nos la
decíamos.
— Si lo recuerdo— dijo y vi que este sonrió.

Se me ocurrió jugarle una broma ya que se lo merecía mientras esperábamos que


Adrien apareciera, así que saque mi cola sin que él se diera cuenta para enrollarla en su pie
derecho y así lo levante provocando que su cabeza quedara colgando en dirección al río
mientras que yo me comencé a reír de su cara.

— ¡CROWN BÁJAME!— me grito ya que a lo que el ruido de la corriente hacia que


no se escuchara.
— Okey si es lo que quieres— dije para comenzar a desenrollar mi cola de su pie.
— ¡PERO NO EN EL…!— comenzó a decir en un grito, pero no termino ya que cayo
exactamente en el río provocando que me vuelva a reír. Este salió todo mojado y
con una sonrisa de orgullo— ya, ya cálmate hermanita que tus trucos los aprendiste
del mejor— dijo y yo deje de reír para darle un coletazo por la cabeza— Aunch—
dijo y yo lo mire.
— Eso te pasa por idiota— dije para salir de las rocas.

En eso que llego a la tierra veo a Adrien que llega con una sonrisa en su rostro y se
acercó a mí para besarme, pero lo detuve recordándole lo que habías acordado.

— ¿Estás listo?— le pregunto mi hermano.


— Si estoy listo— dijo Adrien.
— Espero que lo estés porque hoy no me vas a enfrentar a mí sino que a mi hermana—
le dijo Bel y el pelinegro me miro a lo que le sonreí.
— Si pasas todas las pruebas como lo hiciste con Bel más sino que además de luchar
conmigo en tu forma natural el entrenamiento habrá finalizado— le dije y este
sonrió al saber el significado de que todo esto terminara y que él se pudiera
controlar— alto señor yo mando en este territorio debes vencerme primero y créeme
no es tan fácil— dije con orgullo y este chasqueo su lengua como si no me creyera.
— Adrien habla enserio Crown nadie ni siquiera los guerreros más antiguos ni mi
abuelo ni nuestro padre ni tampoco nuestro Consejo Infernal puede vencerla— le
dijo Bel— yo que tú no la subestimo— dijo palmeando su hombro izquierdo para
irse a un costado, pero vi que se volvió hacia él nuevamente— ah me olvide decirte
que es muy probable que use toda su fuerza, no creo que te de venta…— le
comenzó a decir, pero lo interrumpí.
— Bel hermanito de mi horrible corazón no deberías estar por allí— dije señalando el
lugar donde antes me paraba para mirar.
— Si cierto, suerte la vas a necesitar— dijo para irse a su lugar.
— Estas listo cariño— le pregunte a Adrien.
— Listo cariño— me dijo con una sonrisa— no te contengas— me dijo y esta vez yo
sonreí.
Las primeras pruebas que debe superar son para el control de su poder esto quiere
decir que cada cosa que le haga tanto sobrenatural como no debe intentar controlar el
demonio que lleva dentro suyo y su propio poder para que este no se trasforme a lo que me
sorprendía ver que este las pasaba como si nada cuando yo era la que estaba usando todo mi
poder para que no fuera así.

Estuvimos así como por horas hasta que cayó la noche y si había llegado mi parte
favorita la pelea aunque extrañara pelear más extrañaba estar en mi forma demoníaca
obviamente antes de todo esto habíamos colocado una barrera protectora que no permitía
cruzar a ningún ser demoníaco ni terrenal por esta ni mucho menos dejaba ver lo que
sucedía de nuestro lado. En fin, como había llegado la noche me encargue de formar un
círculo de flamas de fuego que nos brindaban luz entonces escucho que mi hermano habla

— Adrien en esta parte debes conservar tu forma terrenal, pero si luchar con tu poder
evitando que salga a la luz tu forma demoníaca— le explico para luego mirarme a
mí— y tú también aunque ya sabes cómo hacerlo— me dijo y yo asentí— ¿Están
listos?— nos preguntó.
— Listos— dijimos ambos.
— Bien que comience— dijo para apartarse.

Comenzamos a pelear y yo sabía que los Werfblood ya son fuerte de por sí, pero no
me imagine que Adrien ya me derribaría como unas 3 veces a lo que realmente me estaba
enfadando demasiado y eso que me estaba conteniendo con todo mi ser estaba por
derribarlo cuando este me atrapa primero provocando que me arrojara hasta donde termina
el círculo de flamas

— Crown Adrien es momento de que usen su forma demoníaca— dijo mi hermano a


lo lejos.

Yo seguía de espaldas a Adrien ya que no me había levanto del suelo aun lo mire de
reojo para notar que su forma demoníaco contaba con su tés grisácea; sus ojos color sangre;
sus garras y colmillos y su altura era de unos 4mts de alto escuche como este gruño y soltó
una sonrisa a lo que estando en la misma posición saque a la luz a mi forma demoníaca
cuando gire mi rostro para verlo sonreí con orgullo al ver que este no podía quitar sus ojos
de dos partes de mi cuerpo y eso eran mi cola y mis cuernos no poseía garras como mi
hermano o mi padre o simplemente mi abuelo, pero si tenía dos picos puntiagudos en mi
cabeza.

— C-Cariño— dijo tartamudeando y vi como trago grueso.


— Te gusta lo que vez— dije y este asintió— bueno, pero no quita el hecho de que
voy a patearte el trasero— le dije con una sonrisa a lo que este me sonrió.
— Será un honor entonces— dijo a lo que mi hermano soltó un ruido de asco.

Comenzamos a pelear y si Adrien podía ser un poco más fuerte que yo por ser un
Werfblood, pero eso no quita el hecho de que me venza porque eso no lo iba a permitir y no
lo hice tampoco ya llevaba pidiéndome la revancha como unas 5 veces hasta que me canse
y me iba a pedir una sexta, pero ya no daba más podía seguir, pero no iba a dejar que se
humille nuevamente por sexta vez.

— Ya basta cariño— le dije y este me miro a lo que me acerque para tomar su rostro
con una de mis manos
— Lograste controlarte y no perder el control— dije acariciando su mejilla— y estoy
orgullosa de eso— dije dándole un pequeño beso en sus labios.
— Agh— dijo mi hermano en un tono de asco a lo que lo mire seria.
— No tienes otro lugar en donde estar— le dije y este recordó la cena con nuestro
padre y su madre— te quiero y gracias— dije y este sonrió.
— Te quiero y Adrien cuida a mi hermana— le dijo para luego desaparecer para irse al
Infierno.
— En que estábamos— me dijo Adrien haciendo que lo mirara.
— En que tú te irías a tu casa y yo a la mía— dije y este soltó un bufido.
— No seas mala Crown— dijo y yo solté una risita.
— Es mi naturaleza serlo, pero te prometo por lo que me llamo Crown Inferna Hija de
las Sombras y del Infierno que si la reunión en Los Ángeles sale bien te
recompensare muy bien— dije de manera coqueta.
— ¿Lo prometes?— me pregunto y yo asentí.
— Lo prometo— dije dándole un pequeño beso en los labios.
— Nos vemos mañana cariño— dijo para luego empezar a caminar a lo que no entendí
a lo que se refería.
— Adrien— lo llame y este giro su cuello para verme con una de esas sonrisas que
tanto amaba suyas.
— Recuerdas que iba a salir a correr— dijo y yo golpee mi cabeza recordándolo a lo
que escuche su risa ronca— ¿lo habías olvidado?— me pregunto negando divertido
con su cabeza.
— Si— dije con una risa entre el medio— Te amo Graves— le dije y este se acercó
corriendo para besarme.
— Y yo te amo a ti Adkins— dijo con una sonrisa y esta vez yo lo bese para luego
separarnos e irnos cada quien por su lado.

Al llegar a casa me encontré con las galletas de mi pequeña en un frasco y con


pisadas de barro en forma de huella de un sabueso a lo que esto hace que me alarme y
volviera a tomar mi aspecto demoníaco nuevamente comencé a caminar sigilosamente
bueno de hecho no se sienten mis pisadas cuando estoy por llegar a las escaleras veo a mis
niños en su forma original a lo que me llevo mi dedo índice a mis labios indicando que
permanezcan en silencio y que se pusieran detrás de mí por si sucedía algo tanto como a mí
a ellos tampoco se les sienten las pisadas y esa es una ventaja para nosotros, en eso veo que
la puerta de mi estudio está abierta y que alguien está metido allí Ellair no puede ser ya que
sabe que no debe meterse allí sin mi permiso como sabía que alguien se había metido si la
luces estaban apagadas muy sencillo soy una sombra veo en la oscuridad.

Al llegar a la puerta del estudio con mis hijos detrás de mí voy a atacar a lo que sé
que está metido allí cuando la luz se enciende de este provocando que la persona que esta
se girara provocándome un casi infarto sabiendo que se trataba de Molly aguarden Molly y
yo estoy en mi forma demoníaca a lo que me giro para ver quien había encendido la luz y
era Ellair.

— Molly puedo explicar todo— fue lo único que llegue a decir antes de esta me
rodeara con sus brazos en un abrazo.
— Crown amiga lo es desde que te conozco— me dijo a lo que la mire sin comprender
y yo mire a mi amigo.
— ¿Tú le dijiste?— lo mire.
— No juro por mi vida infernal que no lo hice— me dijo entonces mire a mi amiga.
— Crown soy una bruja infernal terrenal como mi madre— dijo la pelirroja a lo que la
mire más calmada— lo vi en tus ojos— me dijo y yo la abrace.
— Juro que te lo iba a decir— le dije y esta soltó una risita.
— Lo sé, pero ya no aguantaba más, lamento entrar por la ventana— me dijo y esta vez
fui yo la que soltó una risita.
— Descuida solo no lo vuelvas hacer— le dije con una sonrisa— y tú— dije señalando
a mi amigo— si entras con barro en tu forma de sabueso nuevamente a la casa juro
por la vida de mis hijos que te asesino— lo amenace y este trago grueso.
— Lo se lo siento— dijo y fue a limpiarlo a lo que Molly miro detrás de mi espalda
para encontrar a mis hijos escondidos allí.
— Tranquilos niños es Molly— dije y estos salieron colocándose uno a cada lado de
mí.
— Y estos pequeños deben ser Demon y Storm ¿no es así?— dijo y yo solté una risita
a lo que vi que ellos asintieron.
— Vuelvan a sus camas que mañana deben madrugar— le dije y estos salieron
corriendo para sus habitaciones.

A la mañana siguiente me despierto con el sonido de mi despertador marcando las


05:00 am, así que me levante para colocarme mi conjunto deportivo negro que tanto amaba
y bajar a la cocina por una botella de agua a lo que al salir de mi habitación me encontré en
el pasillo a una Molly con la remera de Ellair y en tan solo ropa interior esta me miro
avergonzada a lo que me reí.

— Buenos días— le dije y esta sonrió.


— Buenos días amiga— me dijo para luego hacer nuestro saludo de siempre.
— Voy a ir a correr— dije y esta asintió— solo no despierten a los ni…— y me quede
a media frase ya que vi a mis hijos bajar rápido por las escaleras e irse de la casa de
seguro llegan tarde— bueno no importa lo que iba a decir, solo no olviden usar
protección no quiero ser tía todavía— dije entre risas provocando la de mi mejor
amiga también.
— ¡CROWN!— escuche el grito de Ellair quien se encontraba dentro de su habitación
— ¡YA VETE!— dijo entre risas.
— Cuídense y no hagan nada de lo que yo no haría mientras voy a correr— dije para
luego bajar a la cocina.

Cuando llegue a esta, tome 2 galletas del frasco y mi botella de agua para irme a
esperar a Adrien en el porche de la casa este llego 2 minutos después a lo que al llegar a su
lado le otorgue un corto y casto beso en sus labios a lo que este sonrió.

— Buenos días cariño— me dijo.


— Buenos días bebe— le dije— ¿listo?— le pregunte.
— Si listo, vamos— me dijo para empezar a correr.

Pasamos por la ciudad y nos metimos en el bosque a lo que hice que este se cubriera
por donde nosotros íbamos un campo de protección, así que reduje mi paso para cambiar a
mi aspecto demoníaco y lanzarle una de mis enredaderas a Adrien para enrollarla en su pie
y lograr derribarlo este al ver eso se levantó con su aspecto demoníaco en donde en su
rostro se dibujó una sonrisa divertida.

— ¿Qué opinas de una carrera hasta mi casa?— le pregunte.


— Reto aceptado— dijo y empezó a saltar por los árboles.
— ¡ESO NO ES JUSTO GRAVES!— le grite a los arboles donde estaba él.
— Entonces atrápame si puedes cariño— me dijo de manera ronca y seductora, de
seguro debe tener una sonrisa en su rostro.
— Si tú lo quieres así— dijo y comencé a correr para atraparlo.

La verdad que falta muy poco del camino para llegar a la casa, pero eso no me
importo ya que me sentía libro como si estuviera en El Infierno nuevamente, pero ahora no
me sentía tan sola como antes ya que tenía a Adrien conmigo. Lo que menos se espero es
que al momento en el que aterrizo en el jardín trasero de mi casa yo lo sorprendí cayendo
sentada sobre sus hombros a lo que lo bese castamente para luego sonreír.

— Te atrape— dije para luego dejar que me ayude a bajar.


— Te tengo— me dijo y ambos volvimos a nuestro aspecto terrenal— Te amo— me
dijo para besarme.
— Y yo a ti— le dije y escuche que su teléfono sonó— contesta es Will— le dije a lo
que este se llevó el teléfono al oído.
— Hola ¿Qué sucede para que me llames tan temprano?— le dijo a Will por el teléfono
y vi que su sonrisa se esfumo para luego ponerse serio— bien vamos para allá—
dijo y colgó.
— ¿Qué sucede?— le pregunte y este soltó un suspiro.
— Debemos viajar a Los Ángeles algo no está bien y hay que ir con Leo ahora o nunca
— dijo y yo asentí— te recojo en 1 hora— me dijo para besarme.
— Si— dije y este se fue.
Flamas, Calor y Sabanas Infernales (+18)
Después de que Adrien se fuera entre por la puerta de la cocina para encontrarme a mis
mejores amigos casi teniendo sexo sobre la isla de esta a lo que solté un grito por verlos allí
a lo que ambos me miraron con horror, pero pase casi corriendo tapándome los ojos hasta
mi habitación; una vez que me encontraba en mi dormitorio me dirigí a la ducha para darme
un baño no solo para quitarme de mi cabeza lo que acabo de ver sino que también el sudor
que traia encima por correr al salir me fui al armario para cambiarme con una blusa negra
de encaje y tiras junto con un pantalón blanco de vestir haciéndole juego al bléiser blanco
que me coloque arriba de la blusa para después atar la cuerda de mis tacones negros y como
sabia que no tenia tiempo utilice mi poder para que se guardaran mis mejores prendas en
una maleta negra de viaje; al salir del armario me encontré con Molly sentada en mi cama y
me miro cuando se dio cuenta de la maleta que llevaba arrastrando sin prestarle atención ni
hablarle me acerque hasta donde se encontraban un maletín pequeño que llevaba mi
computadora y mis armas también a un lado de este se encontraba mi bolso con cosas como
mi celular; cargador y cosas tontas, pero indispensables al ver que no me dignaba a emitir
ninguna palabra carraspeo su garganta llamando mi atención bueno en si me saco la sonrisa
ya que estaba esperando a que buscara mi atención a lo que la mire con una ceja levantada.

— ¿Qué sucede?— le pregunte.


— Eso a ti te debería preguntar— me dijo— ¿A dónde vas?— me pregunto.
— Viaje de negocios— conteste— Solo trata de que mis hijos no los vean teniendo
sexo— dije entre risas logrando que mi amiga se ponga roja como un tomate— Ya
tonta— dije abrazándola— Te felicito solo ten cuidado no quiero verte sufrir y
mucho menos por él— le dije y me abrazo.
— Tú también cuidate no quisiera que por que trabajes con Graves te suceda algo—
me dijo y me quede en shock.
— ¿Cómo lo sabes? Ellair te lo dijo— le cuestione y negó divertida.
— Mamá me lo dijo— dijo y quede atónita— Y si lo sé, sé que mi madre está viva
hace años lo sé— me confeso y la abrace.
— Lo lamento mucho— dije y soltó una risita.
— Ya basta de cursilerías y ahora ve— dijo y reí para salir de la habitación junto a ella
que me ayudaba con las cosas.

Cuando bajamos al recibidor me encontré con mi mejor amigo dramatizando como


siempre lo hacía a lo que le di un pequeño manotazo en la cabeza para que se controlara y
después de abrazarnos lo mire seria.

— Cuídala porque, si no te mato— dije señalando a mi mejor amiga— y cuida de mis


hijos— dije y este asintió.
— Como cuando eras una niña lo prometo— dijo y lo volví a abrazar— cuídate bueno
mejor cuídense— me dijo y yo asentí.

Al salir de la casa me vi a Adrien recostado en la puerta de atrás de la camioneta y


divise a Frederick en el asiento del piloto me acerque con mis cosas hasta la entrada de la
casa cuando Adrien tomo mi maleta para entregársela a Rick quien ya se encontraba en la
parte trasera guardando esta y mi maletín; el pelinegro me ayudo a subir primero para luego
hacerlo él e inmediatamente el chofer arranco la camioneta para dirigirse al aeropuerto en
donde tardamos 20 minutos ya que no había trafico el vehículo se dirigió al hangar privado
de la Familia Graves para encontrarme allí a un hermoso jet privado negro esperándonos
para abordar.

Al subir a este enfoque a Will sentado junto a 5 de los hombres de Graves estos
estaban jugando a las cartas y para cuando sintieron la presencia de su jefe decidieron irse a
la parte delantera del avión en eso cuando estos terminan de pasar ciento la mano de Adrien
sobre mi cintura para que continuara caminando a los asientos traseros los cuales estaban
enfrentados tomo me maletín y mi bolso para seguir caminando hasta desaparecer por una
puerta al volver sin estos lo mire sin comprender a lo que este soltó una risita antes de que
tomara asiento.

— Es una habitación— me dijo y yo asentí comprendiendo.


— ¿Cuánto va a tardar el vuelo?— le pregunte.
— 05 horas tardaremos en llegar— me contesto y asentí nuevamente.

Una vez que despegamos el capitán de vuelo nos informó que ya podíamos
movernos con total libertad por el avión a lo que agradecí ya que me quería quitar el
tedioso cinturón de seguridad aunque lo necesitara debía aparentar que si cuando lo hice
escuche una risa de parte de la persona que se encontraba sentada frente a mí a lo que lo
fulmine con la mirada.

— No te rías no es gracioso— le dije seria— además estoy cansada de fingir que


ciertas cosas las necesito para sobrevivir— le dije en un susurro— como esto—
dije tomando el cinturón de seguridad y moviéndolo de un lado a otro.
— Lo sé— me dijo y me tendió la mano la cual tome— ¿quieres algo?— me pregunto
y yo asentí.
— Necesito mi computadora quiero revisar unas cosas antes de que lleguemos— le dije
y este asintió a lo que me pare para meterme dentro de la mini habitación privada
para buscar mi maletín pero como no lo encontré asome mi cabeza— ¿Dónde
demonios dejaste mis cosas?— le pregunte a lo que este me miro.
— Armario— me dijo y yo asentí.

Me volví al pequeño cuarto y por fin lo había encontrado, así que solamente lo abrí
para sacar mi computadora y volver a colocarlo en su lugar; al momento de salir me
encontré con una escena demasiado desagradable para mi gusto se encontraba una de las
azafatas muy cómoda coqueteándole a Adrien, pero me alegre en el momento que me di
cuenta que este no le hacía caso a lo que me dirigí a mi asiento carraspeando la garganta
provocando que él me mirara con una sonrisa.

— Podrías traerme un whisky con hielo— le pedí a la azafata a lo que esta me miro
rodeando sus ojos.
— Usted quiere algo Sr. Graves— le dijo con una sonrisa coqueta.
— Lo mismo que ella— le contesto sin quitarme los ojos de encima y lo sabía ya que
sentía su mirada sobre mí.

Esta se fue para prepararnos las bebidas y yo me quede mirando la pantalla un buen
rato sintiendo como mi acompañante me miraba y sonreía en eso veo de reojo que la
azafata está volviendo a lo que la ignoro, pero lo que no me imagine que esta por
“accidente” iba a arrojarme mi vaso encima, pero tanto Adrien como yo sabíamos que lo
había hecho apropósito el arrebato que esta había provocado solo por celos esto hizo que
Adrien se levantara molesto más bien furioso de hecho pensé que iba a perder el control,
pero gracias a Satanás que no lo hizo.

— ¡VETE!— grito y esta se quedó allí sin mover ni un solo musculo— ¿Qué acaso no
entiendes o qué? Te piensas que no sé qué lo has provocado apropósito— dijo ya
sulfurando y realmente me estaba comenzando a preocupar más de su estado, así
que tome su mano para intentar calmarlo.
— Adrien— de mis labios salió su nombre en una especie de susurro lo cual provoco
que este me mirara y creo que solo esto hizo que se calmara.
— Solo voy a dejarte algo en claro a ella como al resto de los que están en este avión
los tratas con el debido respeto con el que lo haces conmigo a menos que quieras ir
buscando otro trabajo— le dijo en un tono amenazante y como esta no emitió
sonido se acercó a un más a ella— ¿se ha entendido?— le pregunto y por instinto
mis labios se curvaron en una sonrisa de orgullo.
— Si Sr. Graves y discúlpeme señorita— nos dijo— con permiso— dijo para luego
salir de allí.

Cuando se perdió de la vista de Adrien por fin volvió a tomar asiento y lo sé ya que
lo vi por encima del borde la computadora y sin despegar mi vista de la pantalla de mis
labios solté una pequeña risita a lo que fue acompañada con la de mi compañero de
enfrente; una vez nos calmamos me volví a concentrar en lo que estaba haciendo y 20
minutos más tardes guarde los archivos y apague la laptop, así que como tenía un poco de
sueño decidí levantarme para poder guardarla, pero al momento de hacerlo sentí como unos
dedos se enredaban en mi muñeca lo cual provoco que mis ojos buscaran al responsable de
esto encontrándome a un Adrien sonriendo como un gato infernal.

— Voy a ir a guardarla, así que te puedes quedar tranquilo que no pienso ir a ningún
lado— le dije y asintió para luego soltarme.
— Solo no te tardes demasiado— me dijo y esta vez yo fui la que asintió.

Fui a la pequeña habitación y me dirigí a donde al mueble donde se encontraba mi


maletín junto a mi bolso en fin, saque este y lo coloque encima de la cama para abrirlo y
guardar la laptop, de manera que un vez que lo deje en su lugar volví a donde estaba Adrien
solo que no pensé que de un momento a otro iba terminar encima de él, así que levante mi
rostro para encontrármelo demasiado cerca no tarde mucho en fijar mi mirada de pocos
amigos lo cual hizo que este soltara una risa ronca, pero a la vez sensual y sexy que tanto
me gustaba escuchar.

— Sr. Graves ¿Qué está haciendo?— le dije burlándome de él, pero sabía que le volvía
loco que lo llamara de esa manera.
— Nada Srita. Adkins— dijo pasándome lentamente la palma de su mano por uno de
mis muslos, pero sujete su mano antes de que subiera mucho más para después
soltar una risita sabiendo lo que quiera.
— ¿A caso está intentando llevarme a su cama Sr. Graves?— le pregunte de una
manera sensual.
— Si— me dijo juguetonamente— ¿Qué está funcionando?— me pregunto y yo no
rompí la distancia para besarlo, si no que la rompí para salir de allí y me levante
riéndome para volver a sentarme en mi lugar.
— Por el amor a Satanás no puedes esperar ni un par de horas— dije con una sonrisa—
además yo siempre cumplo mis promesas— le dije con una sonrisa coqueta, me
acomode un poco en el asiento y lo mire— ¿me puedes despertar cuando llegamos?
— le pregunte y este no solo me asintió sino que también me miro con una sonrisa
llena de amor.
— Te amo— me dijo y yo le sonreí de la misma manera que él a mí.
— Y yo a ti— le dije.
— Descansa— dijo y yo cerré mis ojos para quedarme dormida.

No creí que me iba a dormir de inmediato y tampoco pensé que había dormido
demasiado hasta que sentí como alguien me movía los hombros y acariciaba el rostro, así
que lleve el dorso de mi mano derecha para tallar mis ojos, pero cuando abrí mis ojos la luz
me segó demasiado, así que pestañe unas 3 veces para poder acostumbrarme cuando lo hice
vi a Adrien quien estaba al parecer sentado y lo veía como de mucho más abajo a lo que no
entendí esto hasta mirar a mi alrededor y notar que me encontraba en la cama de la
habitación.

— ¿Cómo es que termine acá?— le pregunte un poco confundida.


— Te veías incomoda en el asiento— me dijo y yo asentí comprendiendo.
— Así que me trajiste a la cama— le dije y este asintió— ¿llegamos?— le pregunte
para quedarme tranquila.
— Si ya llegamos— me contesto— te dejo para que te acomodes yo voy a estar abajo
— me dijo y yo asentí, pero antes de que se fuera cuando este se levantó enrosque
mis dedos en su muñeca para detenerlo esto hizo mirarme a lo que me levante y le
acune la mejilla izquierda para acercarlo y darle un beso de manera casta— ¿Qué
fue eso?— me pregunto.
— Solo fue para que no te olvides que te amo demasiado y gracias por despertarme y
de preocuparte por mí— le dije y este sonrió para después irse.

Adrien se retiró de la habitación y yo me acomode un poco y una vez que yo lo


había logrado me dirigí al mueble para tomar mi maletín y mi bolso, pero al hacerlo note
que no estaban ninguno de los 2 objetos, así que me fui hacia afuera del pasillo sino que
también del avión para notar, así que baje de este y me dirigí a Adrien quien se encontraba
de espaldas a mí y al parecer estaba hablando por celular y no se veía muy contento que
digamos.

— ¡ADRIEN!— lo llame en un grito y este se volvió hacia mí vi que algo dijo en el


celular, pero no lo escuche y luego colgó para acercarse hasta donde estaba cuando
este ya estaba delante de mí me tomo de la cintura para acercarme más.
— ¿Qué sucede cariño?— me pregunto.
— Tu tomaste mi maletín y mi bolso por qué no lo encuentro donde se supone que
debería estar— le dije y este asintió.
— Si lo guarde en la camioneta— me comento y yo asentí— ¿vamos?— me dijo y yo
volví a asentir.

Nos subimos a la camioneta para emprender viaje al hotel donde nos íbamos a
instalar mientras estábamos en Los Ángeles al llegar a este fuimos recibido por Leo que nos
esperaba en las puertas de este en fin, Adrien al bajar lo abrazo con mucho cariño y Leo de
la misma manera después se dirigió hacia mí a lo que Adrien se apodero de mi cadera a lo
que tanto Leo como a mí nos causó gracia su comportamiento.

— Amigo te recuerdo que tengo mujer— dijo Leo y yo solté una risita.
— Ya cariño tranquilízate— dije acariciando su pecho a lo que este se tranquilizó por
el contacto.

Después del recibimiento de Leo nos dirigimos hacia adentro del lugar para que nos
dieran las llaves de las habitaciones designadas y una vez que ya habíamos acabado con eso
cada uno partió por su lado obviamente Adrien se había encargado de que yo estuviera en la
misma habitación de él. Cuando llegamos este me informo que debíamos cambiarnos que
debíamos asistir a una fiesta que había organizado Leo, así que le dije que iba a tomar un
baño así luego lo hacia él y partíamos a la fiesta; cuando salí del baño este entro
obviamente no devorarme con la mirada ya que había salido solamente con una toalla
alrededor de mi cuerpo una vez que este se metió yo me dirigí al armario donde de seguro
Adrien ya había guardado mi ropa y efectivamente lo había hecho. Tome un vestido negro
con un escote cruzado, pero dejando parte de mi piel descubierta este era largo hasta mis
pies teniendo un tajo en la pierna izquierda hasta la rodilla a este lo acompañe con unos
tacones aguja negros cuando termine de vestirme me acerque a un pequeño tocador que se
encontraba allí en toda la suite que se nos había designado antes de llegar saque de mi bolso
la pequeña maleta de maquillaje que había llevado retoque un poco mis pestañas de negro y
tome mi labial negro en ese momento note que Adrien había salido del cuarto de baño
solamente con una toalla alrededor de su cintura, pero si tenía debajo su ropa interior al
verme me sonrió y yo a través del espejo se la devolví este comenzó a prepararse llevando
un traje del mismo color de mi vestido cortándolo con una camisa negra y su cabello lo
llevaba tirado hacia atrás con un poco de gel ya que sino no podría mantenerlo así.

Cuando ya estábamos listos, pero lo único que me faltaba era cerrar el pequeño
cierre de detrás de mi espalda a lo que me fui hasta el espejo de pie para poder hacerlo, pero
unas manos me detuvieron y vi que se trataba de Adrien.

— Yo te ayudo— me dijo y yo le sonreí.


— Gracias— le dije.

Me corrí el pelo hacia un lado para poder dejarlo subir tranquilo el cierre y evitarle
que me enganche el cabello o la misma piel; este lo comenzó a subir, pero demasiado lento
lo cual me genero un pequeño cosquilleo en mi entrepierna excepto que lo termine
engañando ya que lo subí a una velocidad anormal utilizando mi poder a lo que escuche una
pequeña risa ronca de su parte.

— Tramposa— me dijo y yo me gire para mirarlo frente a frente.


— No tú lo eres— le dije— y ahora cariño nos esperan— le dije para darle un beso
casto en sus labios— y después puede ser que te tenga un pequeño regalito— dije
seductoramente y pasando mis dedos por las solapas de su traje.

Salimos del hotel y nos subimos a la camioneta para emprender viaje al salón de
baile del cual era dueño Leo además de tener otros en la ciudad al llegar la verdad que no
era de esperarme que casi todas las miradas tanto de hombres como de mujeres y eso era
provocado por mi belleza satánica y demoníaca que poseía desde que era una niña pequeña
obviamente a Adrien no le causaba gracia que esto sucediera y se acercó hasta mi oído.

— No te alejes mucho de mi Crown— me dijo en un susurro.


— Está bien— le dije en un susurro.

Estuvimos hablando con muchos socios tanto de Adrien que tenía en la ciudad como
de Leo y de él; y después de tantas horas estar en la fiesta decidimos volver para el hotel yo
sabía que Adrien quería tener sexo al igual que yo, pero realmente tenía un mal
presentimiento desde que salimos de la fiesta una vez que llegamos nos entregaron la llave
nuevamente y subimos al elevador a lo que me recargue uno de los laterales de este y me
cruce de brazos note como Adrien me estaba mirando, así que levante la mirada para
posarla sobre sus ojos azules.

— ¿Qué sucede?— me pregunto en un tono preocupado.


— Algo no anda bien— le dije y este se acercó para verme y luego acuno entre sus
manos mi rostro.
— Sientes algo ¿no es así?— me dijo y yo asentí.
— Si desde que salimos de la fiesta pude presentir que algo no iba bien— le dije y este
me abrazo para pegarme a su pecho y besar mi cabeza— ¿no te molesta si
dormimos esta noche?— le pregunte y este me alzo el rostro para mirarlo a los ojos.
— No claro que no cariño— dijo para darme un beso casto en los labios.
— Gracias— le dije con una sonrisa— te amo Graves— le dije y me beso otra vez de
manera casta.
— Y yo a ti— me dijo con una sonrisa.

Al llegar a la suite le tome de la mano para arrastrarlo hacia la habitación donde


estaba la cama matrimonial obviamente antes de entrar lo bese un poco más apasionado
obviamente me lo devolvió, pero también llevo sus manos debajo de mis glúteos para
alzarme y yo poder rodear con mis piernas su cadera y una vez que entramos me bajo me
voltee dándole la espalda y me recogí el pelo a lo que él beso mi cuello y comenzó a bajar
el cierre del vestido para quitármelo por completo luego me giro para que lo viera cara a
cara y así lo hice luego de eso se quitó su camisa para entregármela y se quitó el cinturón
para luego cargarme y llevarme a la cama para después cubrirnos con las sabanas y recargar
mi cabeza sobre su pecho y cerrar mis ojos para después sentir como el besaba mi frente y
me abrazaba.

— Te amo Adrien Graves— le dije.


— Te amo Crown Inferna Adkins— me dijo para luego ambos caer en un sueño
profundo.

A la mañana siguiente bueno mejor dicho por la tarde cuando me desperté en la


cama sola y fue cuando salte de esta misma al saber que no estaba Adrien, así que salí de la
habitación y olfatee un aroma fuerte como de café y me imagine que estaba en la pequeña
cocina de la suite en donde estábamos y si ahí estaba de espaldas a mí preparando no sé qué
cosa no dude ni un solo segundo más y lo abrace desde atrás este al principio se asustó,
pero se dio cuenta inmediatamente que se trataba de mí, así que se giró para verme cara a
cara y me beso tiernamente en los labios y luego en la nariz.

— Buenos días— le dije con una sonrisa.


— Buenos días cariño— me contesto— siéntate que ahí te traigo el desayuno— me
dijo y yo asentí como una niña pequeña, este se giró en dirección a la mesada y se
volteó en mi dirección con un plato de huevos revueltos y un café para depositarlos
delante de mí— que lo disfrutes— me dijo para después darme un beso en mi
cabello.
— Gracias cariño— le dije y este volvió para tomar su taza.
— Recuerda que hoy tenemos la reunión— me dijo y yo asentí.
— Si lo sé— le conteste después de que tragara.

Después de ese desayuno decidí irme a dar una ducha en la cual tarde como unos 20
a 30 minutos no mucho más, así que una vez que estaba lista salí en dirección al armario
para tomar un pantalón negro de vestir con un corte Oxford junto a una camisa negra con
cuello en forma de “V” y mis tacones negros; en vestirme tarde unos 5 a 10 minutos no más
y una vez que termine de hacerlo retoque mis labios con labial rojo sangre y mis pestañas
con un delineador negro.

Al salir de la habitación me encontré a Adrien abrochándose el saco negro para


luego levantar su mirada ya que debe haber sentido mi presencia al hacerlo me miro con
una sonrisa en sus labios.

— ¿Estoy mal?— le pregunte y este negó para después acercarse.


— No mi amor, de hecho estas muy sexy así vestida— me dijo para dejar un beso casto
en mis labios.
— Gracias Sr. Graves usted tampoco está nada mal— le dije coquetamente.
— Gracias Srita. Adkins— me dijo con una sonrisa— ¿nos vamos?— me pregunto.
— Si vamos— le dije para tomar mi maletín y luego salir ambos de la suite.

Al llegar a la entrada nos entregaron la camioneta en la cual se nos había designado


desde que habíamos aterrizado en la ciudad obviamente Adrien no iba a manejar, pero eso
no le molesto ya que siempre solía abrirme la puerta para pasar primero al interior del auto
tardamos alrededor de 40 minutos en llegar al lugar citado y ese era un restaurante
71Above este era un restaurante ubicado en un edificio en donde podías ver la ciudad desde
sus hermosos ventanales de cristal al llegar al lugar fuimos recibidos por una rubia que no
le quitaba los ojos de encima a mi acompañante no solo eso sino que parecía que lo
desnudaba con la mirada.

— ¿Tiene reservación?— le pregunto a Adrien.


— De hecho nos están esperando— dijo él.
— Ah bueno en todo caso sígame— le dijo y cuando fui a empezar a caminar ella me
detuvo.
— Lo siento señorita pero usted no puede pasar— me dijo y yo la mire con una ceja
levantada para después dirigir mi mirada a Adrien.
— Disculpe ¿Cómo que no puedo pasar? Acaso no se da cuenta que vengo con él—
dije indignada y ya casi molesta.

En eso veo que Leo viene en dirección a nosotros desde la mesa donde ya debíamos
estar allí cuando este llega hasta donde estábamos los 3 nos saluda.

— Hola hermano— saluda de una forma amistosa a Adrien para luego mirarme a mí
que estaba a punto de matar a la rubia— hola a ti también Crown— me dijo para
abrazarme de forma amistosa— ¿Qué está sucediendo?— pregunto y yo le señale
con mi dedo a la rubia.
— Perdón por la molestia señor, pero esta mujer quiere pasar a toda costa y dice que
viene con el señor de ojos azules— dijo y yo la mire casi para matarla.
— Y así es, ella viene con él y trabaja para él, así que ella puede pasar— dijo Leo
molesto al parecer.

Después de la pequeña pelea de la entrada fuimos a la mesa donde no solamente


estaría Leo sino que también un par de socios suyo y nuevo proveedores obviamente
nosotros estábamos en un lugar apartado y privado para hablar de negocios en especial este
tipo de negocios; Adrien me dejo a cargo la explicación de la seguridad y de los contratos
ya que era la más experta sabiendo mi pequeño secreto, pero eso no fue lo que me hizo
sentir incomoda sino que fue la mirada asquerosa y repulsiva que me estaba taladrando por
parte de uno de los proveedores Adrien se había percatado de esto y fue cuando uno de los
comentarios hizo estallarlo.

— Sr. Graves discúlpeme, pero por cuanto dinero me deja coger con la mujer con la
que vino usted— dijo el hombre y Adrien se levantó de golpe interrumpiéndome
para tomarlo de la camisa y pegarlo contra la pared.
— No está en venta ni nada por el estilo, ella es de mi propiedad y así se va a quedar—
dijo para después golpearle la cabeza contra la mesa— Srita. Adkins nos vamos—
dijo molesto y guarde no solo los contratos sino que también la laptop en mi maletín
— que le quede claro que lo que es mío no lo comparto con nadie y a la próxima no
va a tener tanta suerte como piensa— le dijo en forma de amenaza.
No solo al momento de que Adrien saliera de allí salí yo detrás de él sino que
también fuimos acompañados por nuestro hombre de seguridad además de Will y Leo la
verdad que todos estábamos en el elevador y al momento que llego a la planta baja primero
salió nuestra seguridad luego Will y Leo para por ultimo dejarnos salir a nosotros 2
llagamos a la entrada y debíamos esperar que trajeran nuestros vehículos fue cuando Adrien
se giró para mirar a Leo.

— Lamento lo que paso arriba— le dijo y este lo miro entendiendo.


— No te disculpes no es la primera vez— le dijo y ambos los miramos sin entender a
lo que este soltó una risita— también le falto el respeto a mi mujer la primera vez
hasta que lo amenace y no lo volvió hacer— nos explicó y ambos soltamos el aire
que estábamos reteniendo— ¿Qué les parece si para recompensar este incidente
vamos a comer? ¿Qué dicen?— nos preguntó y yo mire a Adrien.
— ¿Quieres ir?— me pregunto.
— Si solo si tú quieres— le conteste.
— Está bien vamos— contesto Adrien— pero vamos al Rainbow Bar & Grill— dijo y
sabía a qué lugar íbamos a ir ya que mi padre había conocido a muchas personas
allí.
— Vamos— nos dijo.

Después de 2 horas volvimos al hotel donde nos entregaron las llaves de la suite
nuevamente y nos dirigimos al elevador no tardó mucho en llegar a la planta baja cuando ya
estábamos en la caja metálica e inmediatamente se cerraran las puertas Adrien me pego
contra la pared de esta misma para adueñarse de mis labios obviamente se lo devolví al
beso no solo eso sino que comencé a despeinarle el cabello con mis dedos y el me levanto
del suelo provocando que me tuviera que sujetar de sus hombros y enredar mis piernas en
su cadera ni siquiera nos separamos cuando la puerta del elevador termino en nuestro piso a
lo que yo si me despegue de su boca para soltar una pequeña risita y este también para ir
conmigo hasta la puerta de la suite ahí si hice que me bajara ya que debía abrir la puerta.

Al momento de hacerlo enrede mis dedos en su corbata para atraerlo hacia el


interior de la suite este con su pie empujo la puerta de entrada ocasionando que se cerrara
una vez que lo hizo termino de acortar la distancia que nos separaba para robarme todo el
aire con sus besos no tarde mucho en quitarle el saco y la corbata para empezar a
desabotonar su camisa blanca me separe logrando que unos 5 pasos nos distanciaran y quite
con mi poder mi ropa obviamente tenia ropa interior de encaje con 2 pequeñas ligas en cada
pierna que se unían en un pequeño arnés que llegaba a mi cadera este quiso acercarse, pero
me fui corriendo a la habitación para tirarme y esperar a que llegara llego rápido y se tiró
arriba mío claramente sin aplastarme al hacerlo yo fui quien lo beso esta vez para después
sentir como sus manos me recorrían el cuerpo.

— Adrien— solté en un leve gemido.


— Dime ¿Qué es lo que quieres?— me dijo y yo volví a gemir cuando sentí como sus
dedos entraron en mi interior— necesito escucharte pedírmelo— me dijo y sentí
como un tercer dedo entraba para comenzar a entrar y salir sacándome gemidos y
casi gritos.
— Hazme tuya, cariño— le pedí y este sonrió de una manera perversa que tanto me
gustaba.
— Siempre cariño— me dijo para besarme.

Me sorprendió al verlo en su forma demoníaca, pero no me resistí mucho ya que de


seguro también estaría de esa manera y si me di cuenta de eso ya que sentí mi cola
enroscarse en su cadera cosa que hizo que soltara un jadeo en fin, no tuve que esperar
mucho para sentirlo como me penetraba y tampoco para que mis garras se enterraran en su
espalda.

Cada vez que sentía como me penetraba enterraba a un más mis garras por su
espalda cosa que le fascinaba aunque con solo eso no me conformaba ya que comencé a
deslizar mis dedos por las hebras de su cabello para jalarlos de vez en cuando; bajo sus
besos por mi cuello y fue ahí cuando sentí como enterraba sus colmillos en este de seguro
iba a tener una marca en la mañana, pero ahora eso no era lo que mi importaba ya que de
mi boca lo único que salían eran gemidos no me resistí más y mordí su cuello también al
hacerlo ambos explotamos en un orgasmo, pero este no nos detuvo ni un momento para
continuar use mi fuerza y recosté a Adrien en el colchón y así quedar a horcajadas suyo
bese sus labios y me separe de él con una sonrisa divertida.

— ¿Confías en mi cariño?— le dije levantándole una ceja.


— Sabes que si Crown— me dijo con una sonrisa.
— Entonces disfrútalo— le dije con una sonrisa.

No pudo responderme o cuestionarme ya que cuando tome su pene entre mis manos
y lamí la punta de este lo único que identifique como aprobación fue el increíble jadeo que
salió de sus labios y mis labios se curvaron en una sonrisa de satisfacción.

— Demonios Crown— fue lo único que dijo antes de que me metiera toda su longitud
hasta mi garganta— por Satanás— dijo nuevamente cuando enrede mis manos en su
miembro.

Comencé a masturbarlo mientras movía mi cabeza de arriba hacia abajo mientras


lamia; chupaba y succionaba su pene con maravilla cosa que a él le estaba encantando que
lo hiciera en eso tomo una de sus manos y la coloco entre mi cabello lo cual él entendió que
quería que tomara el control lo cual hizo 5 minutos más y sentí como se venía dentro de mi
garganta cosa que me lo trague con gusto y me levante limpiando los costados de mis labios
con una sonrisa lo que hizo que Adrien soltara una risita.

— Carajos Crown eso estuvo…— comenzó a decir, pero no encontraba la palabra


justa, así que me adelante a hacerlo yo.
— Increíble— dije con una sonrisa sentándome a horcajadas de él y que ambos sexos
se rozaran sin llegar a penetrar.
— Si— me dijo con una sonrisa de orgullo.

Me volteo para que quedara acostada esta vez contra las sabanas y se acomodó entre
mis piernas para acariciarlas hasta llegar a mi cuello cuando llego a mi cuello después de
recorrerme el cuerpo por segunda vez deposito un beso tierno, pero casto sobre mis labios
para luego mirarme a los ojos con ese brillo que tanto me encantaba.

— Ahora es mi turno cariño— me dijo y yo sonreí de manera satisfactoria.

Él a comparación de mí me comenzó a depositar besos desde mis pómulos para


bajar a mi mejilla rozar mis labios para luego besarme sobre estos e introducir su magnífica
lengua y comenzar una guerra con la mía, pero no duro tanto ya que se separó no sin antes
morder mi labio inferior y sacarme un gemido desde mi garganta obviamente me miro con
una sonrisa de satisfacción al verme reaccionar así y que él sea el culpable de eso; comenzó
a bajar con sus besos por mi mandíbula y después fue a mi cuello para volver a clavar sus
colmillos, pero para evitar marcas lamio para que no se me marcaran tanto, pero eso no
significo que me excitara a un más de lo que ya lo estaba este después de dejar un par de
marcas en mi cuello volvió a su recorrido de tortura pasando por mis clavículas y luego mis
pechos donde tomo uno para llevarse a la boca lo cual hizo que soltara un gemido
demasiado fuerte ya que mordió uno de mis pezones con sus dientes.

— Adrien— dije su nombre a modo de gemido.

Después de un rato estar torturándome con mis pechos los cuales a ambos les dio
atención no solo con sus manos sino que también con su boca comenzó a bajar por mi
abdomen y llegar de una vez por todas a mi entrada en donde paso su lengua por toda mi
entrada y mi clítoris provocándome escalofríos de placer y que soltara uno que otro
gemido.

— Mmm delicioso— dijo con esa sonrisa de orgullo.

Recargo mis piernas sobre sus hombros y adentrar su cabeza en mi entrada y


comenzar a practicarme el mejor sexo oral de mi vida y eso lo sabía tanto él como yo ya
que lo único que salía de mi boca eran música para sus oídos en eso siento como introduce
2 de sus dedos para comenzar a masturbarme además de chupar; succionar y lamer mi
clítoris enterré mis dedos en su cabello para pegarlo a un más en eso sentí como mis
paredes vaginales se contraían y mi cuerpo comenzaba a convulsionar por el orgasmo al
cual estaba por llegar.

— ¡ADRIEN!— grite su nombre al llegar a mi orgasmo.

Este cuando se levantó para mirarme se limpió los rastros de fluidos míos de sus
labios y me beso para que yo también me probara y si no era la primera vez que lo así que
ya sabía cómo era mi propio sabor al separarnos lo mire con una sonrisa de orgullo.

— Te necesito— fue lo único que solté con un suspiro.


— Y yo te necesito a ti— me dijo para luego sentir como me penetraba nuevamente
por 5 vez en lo que llevábamos de la noche.
— Adrien— dije en un susurro

Clave mis garras en su espalda por ya no sé cuántas veces luego de eso enterré mi
rostro en su cuello para aferrarme mucho más a él y utilice mi fuerza para dejarlo acostado
para quedar a horcajadas suyo nuevamente y no deje que me besara ya que apoye mis
palmas en su torso para obligarlo a quedarse así a lo que sus manos se dirigieron a mi
trasero para tomarlo y comenzarme a mover él a su gusto, pero no aguante más y lo tome
de la cadena que siempre llevaba colgada en su cuello desde que lo conozco jamás lo vi sin
ella o sin sus perforaciones en fin, lo atraje para besarlo y en eso que lo hice sentí como
ambos estábamos a punto de estallar nuevamente.

— ¡ADRIEN!— grite nuevamente su nombre al llegar al orgasmo.


— ¡CROWN!— y él hizo lo mismo ya que llegamos juntos al orgasmo.

Me tire rendida sobre su pecho ya que no podía más y al parecer el tampoco en la


habitación se sentía el calor infernal que ambos emanábamos del cuerpo este me abrazo por
la cintura y deposito un beso en mi cabeza y yo en su clavícula para acariciar estas con mis
dedos levante mi rostro para mirarlo y este giro el suyo para poder mirarme a mí

— Te amo— dijimos al mismo tiempo provocando que ambos soltáramos una risita
por lo que había pasado.
— Te amo demasiado Adrien Graves Hijo de los Werfblood y el Rey de la mafia de la
ciudad de Lovingfild— le dije con una sonrisa y orgullosa de llamarlo así a lo que
este me sonrió.
— Y yo te amo demasiado a ti Crown Isabelle Inferna Adkins Hija de las Sombras y
del Infierno, futura Reina del Infierno y Reina de la mafia de la ciudad de
Lovingfild— me dijo yo sonreí para después sentir como me besaba tiernamente,
pero a la vez apasionadamente— duerme que mañana tenemos un viaje largo para
regresar— me dijo yo volví a dejar mi cabeza donde estaba antes.
— Descansa tú también— dije para cerrar mis ojos y sentir como depositaba un suave
beso en mi cabeza para luego caer rendida en un sueño profundo.
Guerra Infernal. Parte I
Crown. Otoño, Octubre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Habían pasado 3 meses de la reunión en donde estuvimos en la ciudad de Los Ángeles,


California para nuestra mala suerte cuando volvimos a Lovingfild apareció Georgia
nuevamente por la mansión Graves reclamando que ella iba a portar ese apellido, pero
Adrien me permitió ponerla en su lugar para que de una vez por todas entendiera cuál era
su lugar no solo con él sino que con respecto a todo lo demás por otro lado me seguía
encontrando mal ya que seguía teniendo ese horrible presentimiento de que algo iba a
suceder o de que algo estaba mal y este empezó cuando estuvimos en Los Ángeles y
todavía no se me iba o mejor dicho yo me sentía de la misma manera, aunque al principio
pensé que no se trataría de nada y que ya iba a desaparecer o eso creí hasta esta mañana.

Al despertarme salte de la cama para poder tomar mi bata y así poder bajar a
desayunar a lo que esto no era común que yo hiciera, pero desde que volvimos lo he
empezado a hacer bueno en fin, al momento de entrar en la cocina me encuentro con mi
padre y mi hermano Bel, pero también con mis abuelo y el padre de Adrien quien es el Rey
Padean y que todos ellos este aquí hizo que me preocupara y me pusiera en alerta máxima
al no saber de esta visita.

— ¿Qué está sucediendo?— pregunte un poco nerviosa.


— Hija toma asiento por favor— dijo mi padre y le obedecí y en eso veo a Adrien que
venía acompañado por sus hombre y por Molly, aunque los muchachos se quedaron
en el patio trasero los otros 2 entraron a la casa.
— Me pueden decir ¿Qué demonios está pasando?— pregunte ya molesta por el hecho
de que nadie me esté diciendo que pasa.
— Ya comenzó— fue lo único que dijo mi abuelo y esta 2 simples palabras no solo
provocaron que se me erizara la piel sino que también agrande los ojos.
— ¿Qué vamos a hacer?— pregunto esta vez Adrien colocándome su mano en mi
hombro derecho y yo entrelace mis dedos con los suyos para acariciarlo.
— Cariño— llamo mi padre.
— Debes asumir el trono Crown— dijo mi abuelo y yo me levante de un salto molesta
para girarme en dirección a la mesada para tomar algo para comer.
— Necesito pensarlo no es una decisión fácil la que debo tomar— dije sobre mi
hombro para girarme a mirar a todos— mientras tanto debemos proteger a
Lovingfild— dije esta vez apoyando mis palmas en la isla de la cocina.
— Todo lo que sea necesario— dijeron todos los presentes.
— ¿Quién está de nuestro lado o en si son nuestros aliados?— pregunte sabiendo que
por ahí no me iba a agradar la respuesta.

Mi abuelo saco de su abrigo un pergamino para después entregármelo a lo que yo


rápidamente lo abrí encontrándome que El Pandemónium; Los Sharts; El Bosque
Demoníaco; Los Werfblood y Las Sombras serian nuestros aliados me alegre ya que eran
varios aunque lo que si me llamo la atención fue el comportamiento de mi padre y de mi
hermano Bel, así que no lo aguante mucho más y solté un gruñido en dirección a ellos lo
cual hizo que me miraran.

— ¿Qué les pasa a ustedes 2?— les pregunte.


— Sorcha…— nombro el nombre de su esposa y soltó un suspiro para continuar— …
junto a Fearchar ellos empezaron con esto y no sé cómo es que convencieron al
resto de los Círculos Infernales, pero gracias a Satanás— dijo y mi abuelo se giró lo
cual me hizo soltar una risita— el Consejo Infernal no acepto esta guerra, así que
eso significa que son nuestros aliados— termino de decir mi padre y me alegre al
saber que el Consejo Infernal estaba de nuestro lado y dispuesto a luchar por nuestro
y el Mundo Terrenal.
— Siempre supe que esa maldita rata demoníaca era una traidora— dije molesta y
rechinando mis dientes, pero en eso vi a mi hermano y me sentí horrible por decir
eso de su madre.
— Tranquila hermanita, aunque ella fuera mi madre desde que entendí y me di cuenta
que nunca se quedó conforme cuando no consiguió lo que quería conmigo y a la
única que considero como mi madre, aunque jamás la conocí mi madre es la misma
que la tuya Crown— dijo y luego lo abrace ya que era cierto eso y, aunque él era
mayor que yo lo amaba demasiado.
Entonces junto a mi padre; mi hermano; mis abuelos; Adrien; Molly y el Rey
Padean mandamos un mensaje de fuego que decía: “Que cada habitante y que cada
gobernante de los Círculos Infernales que eran nuestros aliados eran bienvenidos a esta
casa” hasta también mandamos un mensaje de fuego a los otros aliados que decía: “Que
cada miembro del Consejo Infernal eran bienvenidos a esta casa también”.

Una vez que ya estaba listo decidí irme a mi habitación para vestirme no solo para
agrandar la casa y habilitarla para nuestros invitados en fin, al abrir la puerta de mi
habitación me encontré con mis hijos jugando con sus juguetes en el suelo y esto hizo que
se mis labios se curvaran en una sonrisa estos al sentir mi presencia levantaron sus
cabecitas para mirarme y salir corriendo para abrazarme por las piernas, así que me
arrodille para poder abrazarlos y que ellos me pudieran abrazar bien; tan solo tenerlos entre
mis brazos hizo que soltara un par de lágrimas y mi niña me vio para limpiármelas con sus
pequeñas manitos.

— Mami ¿Por qué lloras?— me pregunto mi niño.


— No te preocupes pequeño— le dije acariciando su mejilla— mis pequeños
¿recuerdan cuando les contaba las historias de las Guerras Infernales?— le pregunte
y estos asintieron en respuesta— bueno es que mami tiene que tomar una decisión
difícil para poder terminar con una que empezó y llego hasta acá— dije y estos me
abrazaron más fuerte y comenzaron a sollozar lo cual hizo que me aferrara a ellos
aún más de lo que ya estábamos.
— No queremos pelear mami— dijo mi niña y su hermano volvió a decir lo mismo que
ella para que ambos volviera a abrazarme.
— Ya mis niños no lloren no deben pelear ustedes— dije y estos se separaron un poco
de mí y aproveche para limpiarles el resto de lágrimas que caían por sus mejillas—
quiero que me escuchen bien jamás dejaría que algo les pasara jamás ¿se entendió?
— le dije y estos asintieron para volverme abrazar lo cual correspondí sin
importarme nada de lo que pasaba.
— No vamos a dejar que les pase algo— dijo una voz a mis espaldas cosa que hizo que
mis hijos se despegaran de mí.
— ¡PAPI!— gritaron ambos y salieron corriendo a lo que yo me levante para darme
vuelta y encontrarme a Adrien con Demon colgado de su cuello y a Storm de su
pierna lo que hizo que sonriera.

Me acerque hasta donde estaban ellos 3 y cuando estuve a pocos centímetros suyo
este me atrajo con su brazos derecho y abrazarme lo cual le correspondí levante el rostro
para encontrar en sus ojos la respuesta que tanto quería escuchar, pero me le adelante
diciéndola en voz alta.

— Lo sé— fue lo único que le dije para después estirarme un poco y dejar un beso
casto en sus labios lo que hizo que mis hijos hicieran un ruido de asco lo cual nos
generó una risa por parte de ambos para después separarnos.
— Pequeños— los llamo para que prestaran atención— ¿Por qué no vamos abajo a
jugar así mamá se viste ya que van a venir unos invitados? ¿Qué les parece?—
pregunto y estos sonrieron de felicidad.
— ¡SI!— gritaron ambos para salir corriendo por el pasillo y Adrien se giró para ir por
ellos y yo me acerque hasta la puerta.
— Adrien— dije para tomar su brazo y hacerlo detener— gracias— le susurre y este
sonrió para agacharse y dejar un beso casto en mis labios e irse, pero dejándome
con una sonrisa boba en los labios.

Me adentre en la habitación no sin antes cerrar la puerta y me fui a dar una ducha
antes de irme a cambiar tarde en hacerlo unos 20 minutos y una vez que ya está seca me
cubrí con una bata de baño para irme hasta el armario.

Cuando llegue prendí la luz del armario ya que no veo bueno una persona normal
como un terrenal no vería en la oscuridad, pero esa era la diferencia entre mi especie y ellos
bueno en fin, fui a una de las vitrinas donde guardaba mi guardarropa de pelea o guerra en
este caso la cual consistía en un top de mangas largas negro el cual se ajustaba a mis pechos
y a mi cadera también su cuello tenía un corte redondo, pero sin dejar que se me vea un
rastro de piel; luego tome el pantalón negro de cuero agradecía mucho el nombre de mi
abuelo al tener este tipo de prendas ya que se ajustaban a tu cuerpo; a estas prendas las
acompañe con mis botas negras de tacón y la capa que suelo usar tarde alrededor de 20
minutos en terminar de vestirme y así salir de este para ir hasta casi la puerta de la
habitación y colocarme frente a la pared donde allí coloque mi mano para que se abriera un
pequeño escondite donde tenía el cofre donde estaban mi corona de mi título real y una vez
que la volvía a tener entre mis manos cerré el pequeño escondite y me dirigí al tocador para
recogerme el cabello en una coleta alta y ahora si llevar mi corona a donde pertenecía
obviamente tuve que modificarla para adaptarla a la situación en la que estábamos a lo que
esta gustosamente acato la orden de su dueña cuando termine con esto pinte mis labios de
color negro como solía hacerlo siempre, así que al terminar me acerque al espejo de pie que
tenía en la habitación a mirarme y esto provoco que soltara un suspiro, pero no sabía si era
más bien de tristeza por lo que estaba sucediendo y la decisión en la cual debía estar
pensando o más bien de alegría por nuevamente portar mis cosas como mi corona; mis
atuendos; mis armas o simplemente ser yo.

— Vamos tu pueblo te necesita al igual que Lovingfild— me susurre para mí misma


frente al espejo.

Me despedí de mi antigua habitación ya que de seguro no iba a pasármela mucho


tiempo aquí como antes lo hacía de hecho lo hice con cada rincón de la casa hasta llegar al
salón de esta donde todos los muebles mejor dicho los sofás y la mesa ratona estaban
hechas a un lado para darme espacio para poder lanzar el hechizo que provocara que la casa
se modifique por la llegada de nuestros invitados; cuando llegue veo que no quitaron al
alfombra ya que debajo de esta se encuentra el Pentagrama y el Escudo del Décimo Círculo
Infernal, así que me agache sin llegar a tocar el suelo y tire del pedazo de tela para dejar al
descubierto cuando lo hice pase mis dedos por las hendiduras de la madera tallada lo cual
me saco una sonrisa al levantar la mirada me encontré con Adrien recargado sobre el
umbral del salón y a mi padre un poco más delante de él.

— ¿Estas lista cariño?— me pregunto Adrien a lo que mi padre giro su rostro con cara
de “ella es mi bebe no la toques” y escuche que le gruño provocando que soltara una
pequeña risita logrando atraer la atención de mi padre.
— Ya papá— le dije con una sonrisa en el rostro— y si cariño ya estoy lista— dije esta
vez dirigiéndome al amor de mi vida— ahora a menos de que se quieran cocinar les
recomiendo que salgan del Pentagrama y del Escudo— dije señalando el área donde
estos se encontraban y asintieron para empezar a salir primero fue mi padre y por
ultimo Adrien, pero antes de irse por completo se giró a verme.
— Suerte, te amo— me dijo en un susurro para luego marcharse sin darme tiempo de
contestarle.

Cuando ya me encontraba sola en el salón de la casa active tanto el Pentagrama


como el Escudo del Décimo Círculo Infernal para así comenzar a recitar.

— Per virtutem umbrae et inferni, qui han domum custodiunt, permittunt, quod,
adventu cujusque deamonis at diaboli, domus ista tam ingabitatoribus quam in ea
custoditur, quod, ad necessitates incolarum in ae accommodatur; cives huius urbis
est— pronuncie cada una de las palabras en nuestro idioma y ese era Latín el
hechizo era simple y este decía “…Por el poder de las Sombras y del Infierno que
protegen esta casa permitan que con la llegada de cada demonio y diablesas a este
hogar esté protegida como también sus habitantes en ella, que este adoptada a las
necesidades de los habitantes en ella y que los ciudadanos de esta ciudad lo estén
también…”. Al terminar de pronunciar las palabras sentí como debajo de mis pies
comenzó a temblar.
— ¡SUJÉTENSE TODOS!— grite para que todos me escucharan.

No tarde mucho en sentir como la casa se empezó a modificar gracias al hechizo


que había lanzado sobre ella y como se expandía por todo Lovingfild permitiendo que los
habitantes de ella estén protegidos y a salvo hasta que la guerra haya terminado; la casa
tardo en modificarse tan solo 10 segundos al igual que la expansión por Lovingfild
obviamente me asegure de que esta se haya completado al cien por ciento ya que no quería
heridos ni nada por el estilo bueno más de los que ya habría seguramente mientras estemos
combatiendo como consecuencia de la modificación yo había quedado como en una especie
de sótano pero demasiado abajo ya que había una especie de elevador el cual tome e
identifique que si me encontraba en un subsuelo, pero 3 pisos debajo de la planta baja.

Al llegar a la planta baja me encontré con todos quienes algunos como por ejemplo
Molly y Ellair que se estaban levantando del suelo y el resto sacudiéndose un poco para
quitarse lo aturdidos que estaban al escuchar el ruido del elevador sus miradas se voltearon
para mirarme.
— ¿Dónde terminaste que venís en un elevador?— pregunto mi hermano.
— Del subsuelo 3— conteste levantándome de hombros y empecé a caminar hacia la
cocina por mis galletas favoritas.

Al entrar en esta veo a mis hijos con Adrien quien le estaba entregando algo de
comer y eso era por el sacudón que habíamos tenido hace 15 segundos al sentir mi
presencia mis niños quitaron sus tazas de la boca para mirarme sorprendidos.

— ¿Mami también sentiste el temblor?— pregunto mi niño y yo solté una risita.


— Si pequeño— le dije despeinándolo un poco.
— Fue muy fuerte ya que papi tuvo que irse a cambiar porque por accidente derrame
leche sobre su ropa— dijo mi pequeña con cara triste y mire a Adrien a lo que este
me sonrió.
— Ya te lo dije mi pequeña fue un accidente— dijo para besar el medio de su cabecita
y luego abrazarme por la cadera.
— Hola— le dije.
— Hola— me contesto de la misma manera para después dejar un beso casto sobre mis
labios.
— Ya llegaron— dijo mi hermano Bel asomándose por la puerta de la cocina.

Me acerque hasta la mesado para apoyar ambas palmas allí y mirar por la ventana
rectangular que daba al inmenso patio que ahora tenía la casa donde todos los demonios;
diablesas; criaturas demoníacas; los hombres de Adrien; las familias que sabían nuestro
secreto y que estaban dispuestos a colaborar estos eran: el departamento de la policía; los
del hospital y los bomberos; y también estaban mi familia en fin, estaba mirando y solté un
suspiro ya que debía salir a enfrentarme a lo que está pasando mire por encima de mi
hombro para encontrar que mis niños se fueron corriendo detrás de su tío, así que vuelvo mi
vista al frente e inmediatamente siento como dos manos se apoyan en mi cadera para luego
sentir unos labios en mi cuello y sabía exactamente de quien se trataba.

— Tu puedes ¿lo sabes cierto?— me dijo.


— Lo sé— dije recargándome sobre su pecho— solo tengo miedo— dije en un susurro
esperando que él no me haya escuchado, pero al parecer si ya que me giro para que
lo mirara.
— ¿Desde cuándo Crown Inferna tiene miedo?— dijo mirándome y yo agache mi
cabeza para que no lo notara en mis ojos y si era verdad esta era la primera vez en la
que sentía miedo realmente. Me acuno ambas mejillas con sus manos para
levantarme el rostro y así mirarlo a los ojos— cariño ¿realmente tienes miedo no es
así?— me dijo y yo asentí.
— Si— fue lo único que le dije ya que trague el nudo que se me estaba formando en la
garganta— tengo miedo por mis hijos bueno nuestros hijos; por mi familia; por mi
gente; por mis amigos; por Lovingfild, pero a lo que más miedo le tengo es perderte
a ti en medio de esta batalla no sé qué haría si te llegara a pasar algo realmente…—
no termine de hablar corrección no me dejo terminar ya que me beso como si su
vida dependiera de eso.

Cuando nos separamos por la falta de aire simplemente me abrazo con ternura y
amor para llevar sus labios a mi cabeza y dejarlos ahí por un rato hasta que decidimos que
era hora de salir al patio.

— ¿Vamos?— dijo tendiéndome la mano para que la tomara y entrelazar nuestros


dedos.
— Vamos— dije para sonreírle.

Al salir al patio todas las miradas se dirigieron a nosotros a lo que Adrien bajo los
pocos escalones que allí había para tomar en brazos a nuestros pequeños porque si lo era
nuestros hijos y pararse a un lado de mi familia note como cada Círculo Infernal; cada
demonio y diablesa; cada criatura demoníaca; cada uno de los miembros del Consejo
Infernal; cada ciudadano de Lovingfild que estaban de nuestro lado y cada uno de mis
amigos se acercaban para escucharme.

— Bienvenidos a todos— dije dándoles la bienvenida a todos los presentes— aunque


me gustaría que esto haya sucedido de otra manera sé que no se no es posible— dije
para después respirar hondo y recorrer con mi mirada a cada uno de los presentes
allí.
— Lo sabemos— dijeron todos.
— Como todos acá saben no estamos para divertirnos ni nada por el estilo ni tampoco
estamos para darnos por vencidos o acobardarnos porque eso si no que no voy a
permitir— dije y mis labios se curvaron en una sonrisa al sentirme orgullosa por lo
que iba a decir— hoy aquí en la ciudad de Lovingfild, Ohio se encuentras 2 mundos
completamente distintos el uno con el otro; un mundo lleno de personas normales,
pero a la vez maravillosas que están dispuestas a luchar por su ciudad y otras que
están llenas de sorpresas— esto último dije mirando a Molly y a Adrien— y el otro
mundo lleno de calor; fuego; entre otras cosas a los que muchos le tienen miedo,
pero simplemente es mundo como cualquier otro lleno de familias; soberanos y
criaturas que estas dispuestas a luchar por su hogar al cual tengo el honor de
llamarlo de la misma manera— dije mirando con orgullo a mi pueblo.
— ¡SI!— gritaron todos.
— No dejaremos que vengan y decidan arruinar nuestros mundos tan solo por la
envidia y los celos demostrémosles a aquellos que nos atacan la verdad de todo este
caos y guerra; y luchemos como uno solo sin elegir bandos; sin despreciar al otro
mundo; sin demostrar quien tiene más poder que el otro luchemos como hermanos;
como hijos; como familia; como amigos; como si solo existiera un solo mundo—
dije esto mirando a cada uno de los que estaban allí— como si El Inferno fuera
Lovingfild o como si Lovingfild fuera El Inferno luchemos por nuestros hogares,
pero luchemos juntos— dije para terminar.
— ¡SI POR EL INFERNO!— dijeron todos.
— ¡POR LOVINGFILD!— dijeron otros.
— ¡POR NUESTROS HOGARES!— terminaron de decir.
— ¡¿QUIÉN ESTÁ CONMIGO?!— dije esta vez yo.
— ¡NOSOTROS!— gritaron todos.
— Bien ahora descansen y a esperar por el amanecer que nos esperan días largos— dije
y todos obedecieron.

Aunque era demasiado temprano y eso lo sé ya que eran a penas las 10:00 am todos
los invitados fueron designados a varias habitaciones y también se les designo una tarea
dentro de la casa y para la batalla también; yo me dirigí a la que hoy era mi habitación la
cual no estaba tan mal ya que era bastante grande y se asemejaba bastante a mi antigua
habitación que tenía en El Infierno y me recosté en mi ahora cama largando un suspiro
pesado por todo el cansancio por el que estaba pasando por tan solo pensar en la decisión
que debo tomar en eso veo como Adrien entra por la puerta cerrándola detrás de él, así que
me enderece y este se acercó hasta donde yo estaba para tomar una de mis mejillas lo cual
me provoco una sonrisa y gire mi rostro para besar su palma.

— Todo va a estar bien— me dijo y yo asentí.

Me arrastre hasta el medio de la cama no sin antes quitarme los zapatos; la capa; mi
corona para que esta se guarde sola y me desate el cabello una vez que lo hice mire a
Adrien y le tendí la mano con una sonrisa.

— Ven acuéstate conmigo— le dije y este me miro con una ceja levantada— no para
eso tonto— dije entre risas— solo quiero acostarme a tu lado— le explique a lo que
este soltó una risa ronca.
— Siempre— me dijo con una sonrisa.

Se quitó el saco y lo dejo tendido sobre los apoyabrazos de uno de los 2 sillones
individuales que se encontraban en la habitación para así después quitarse sus botas negras
estilo militar y dejarlas al lado de este no tardo ni 10 segundos en subirse a la cama y
acomodarse tranquilamente a mi lado cuando este lo hizo por fin pude recostar mi cabeza
en su pecho como solía hacerlo cuando dormíamos juntos; tampoco tarde en sentir como
Adrien me rodeo la cadera con sus brazos para abrazarme en fin, nos mantuvimos en
silencio lo único que se escuchaba en la habitación eran nuestras respiraciones y el roce de
mis dedos sobre las solapas de su camisa en eso escucho como suelta un suspiro pesado
provocando que levante mi rostro para mirarlo a los ojos cosa que él también hizo.

— ¿Qué sucede?— le pregunto.


— Nada cariño— me dijo con una sonrisa y yo no le creí.
— Adrien Graves ¿me puedes decir que te sucede y no me mientas?— le dije con cara
de pocos amigos.
— Solo estaba pensando que sin importar lo que decidas siempre voy a estar contigo—
me contesto y se me formo un nudo en la garganta— sé que no es una decisión fácil
y quiero que sepas que si eliges asumir al Trono Infernal siempre voy a hacer tu Rey
— dijo con una sonrisa lo cual hizo que me sentara y este me tomo de la mano y yo
le coloque una de estas en su mejilla— y si elegís que no estas lista para esa
responsabilidad y seguimos en guerra o en todo caso que nos suceda algo mientras
la vivimos no importa— dijo y se me estaban escapando un par de lágrimas ya— si
sos vos prometo que cuidare de nuestros hijos como de esta familia y si soy yo
¿prométeme que harás lo mismo?— me dijo y yo no lo aguante más y lo bese
tiernamente.
— No hace falta que te prometa eso cariño porque lo iba a ser de toda manera— le dije
cuando nos separamos con una sonrisa— te amo Adrien y no hay nada ni nadie que
me podría hacer cambiar de opinión— dije confesándole.
— Y yo te amo ti amor— me dijo con una sonrisa boba— ven vamos a dormir un rato
— dijo y yo me acomode como estaba antes.
— Descansa Adrien— le dije besando uno de sus pectorales por encima de la ropa.
— Descansa Crown— me dijo besando mi cabeza.

No tengo idea cuanto llevábamos dormidos, pero un fuerte golpe nos despertó a
ambos bueno mejor dicho a mí ya que al darme vuelta no encontré a Adrien y fue ahí que
me empecé a alarmar y a pensar cualquier cosa hasta que lo veo parado junto a la ventana
mirando hacia afuera. Me levante para acercarme sigilosamente por detrás de él y abrazarlo
por la cadera cosa que hizo que diera un pequeño salto provocándome una risita baja me
atrajo para poder abrazarnos bien y vi lo que tanto más odiaba el comienzo del primer
ataque fue contra nuestra casa, pero gracias a los escudos de protección los ataques eran
impenetrables para este lado.

— Tenemos que ir— dije para separarme de él, pero este tomo mi mano— Adrien no
pode…— no termine de decir ya que al girarme estampo sus labios con los míos de
una manera salvaje, pero la cual estaba llena de amor este beso hizo que tengamos
que separarnos ya que nos quedamos sin aire; Adrien apoyo su frente con la mía
para luego ambos cerrar los ojos.
— Te amo Crown no lo olvides jamás— me dijo y sentí como una lagrima resbalaba
por mi mejilla.
— Y yo a ti Adrien— le dije y me beso castamente para separarse y caminar hasta la
puerta a lo que yo me encontraba de espaldas a esta.
— ¿vamos?— me pregunto a lo que me gire en su dirección para encontrarlo con su
forma demoníaca que me extendía su mano para tomarla— nuestros hogares nos
esperan y nos necesitan— me dijo y yo sonreí para tomar su mano y entrelazar
nuestros dedos.

Al momento de salir de nuestra habitación sentí como mi aspecto demoníaca


aparecía en eso vi a nuestros niños asomándose por el pasillo los cuales al vernos salieron
corriendo por este mismo para enredar sus bracitos en nuestras piernas a lo que nosotros
nos tuvimos que agachar para poder abrazarlos bien.

— Niños vuelva a su habitación y por lo que más quieran no salgan— les dije entre
lágrimas y sentí como ambos se aferraban aún más a nosotros— ¿no los prometen?
— les dije cuando nos separamos.
— Si mami se los prometemos— dijeron los 2 al mismo tiempo.
— Mami por favor vuelve ¿sí?— dijo mi niña y miro a su padre— y tú también papi—
dijo la pequeña y nosotros nos miramos.
— Lo prometemos— dijimos Adrien y yo al mismo tiempo, aunque no estábamos
seguros de poder cumplirlo aun.
— Bien ahora andando— dijo Adrien y los niños salieron corriendo para meterse a la
habitación y cerrar su puerta cosa que al ver esto se me escapo un sollozo y Adrien
me sostuvo en brazos— tranquila todo va a estar bien— me dijo cuándo nos
separamos— Crown mírame— tomo mi rostro con sus dedos para hacer que lo mire
a los ojos— cuídate te lo suplico— me dijo y deposito un pequeño beso en mi frente
para después dejar un beso casto, pero duradero sobre mis labios.
— Y tú también cuídate— le dije cuando nos separamos.

Al llegar a la planta baja todos estaban reunidos y listos no hizo falta que dijera algo
ya que todos aquí sabían que debían hacer y se marcharon a cumplirlo los únicos que
quedábamos al pie de la escalera eran mis abuelos; mi padre; mi hermano; mis mejores
amigos; Adrien y yo, así que nos abrazamos entre los 8 para animarnos un poco por lo
menos.

— Cuídense todos— dijo mi abuelo.


Mis abuelos se fueron juntos; luego se fueron mis amigos; después mi hermano y mi
padre por separado y solo quedábamos nosotros 2 que lo acompañe hasta el elevador ya que
debía ir en las camionetas junto con sus hombres y su Círculo en el momento en el que
entro y vi que se estaban cerrando las puertas las frene con mi poder para tomar las solapas
de su saco y atraerlo para besarlo como antes jamás lo hice este me lo devolvió de igual
manera fue por la falta de aire que nos tuvimos que alejar y yo salí del elevador no sin antes
mirarlo por última vez ya que no sabía cuándo lo iba a poder hacer de nuevo.

— Te amo— le dije.
— Te amo— me contesto y vi cómo se cerraban las puertas de este.

Todavía no podía creer que la guerra había iniciado y que su fin solo dependiera de
la decisión que debía tomar para salvar a ambos mundos de su destrucción total no tarde
mucho más en pensarlo y decidí unirme a la batalla como me correspondía.

5 meses después. Invierno, Febrero. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal.

Habían pasado 5 meses desde que había empezado la guerra y yo ya había perdido a
mi abuela y a mi hermano en batalla; Molly había perdido a su padre; Adrien había perdido
a la mayoría de sus hombre el único que quedaba ileso gracias al poder de mi amado era su
mano derecha Will y su madre obviamente al igual que su padre; desde que mi abuela había
muerto mi abuelo el señor Satanás regente del Inferno quien jamás se daba por vencido
bueno o eso era lo que creía hasta el día que decidió encerrarse en la casa para cuidar de sus
bisnietos en fin, a Adrien ya no lo veía tanto ya que prefería mantenerme en el campo que
en la casa y no sufrir por otra parte, hoy me tocaba hacer guardia en la frontera sur de la
casa, aunque no era necesario ya que nadie que esté en contra de nosotros o que no tenga la
energía que tanto los aliados que quedan aún en pie y como mi familia poseíamos desde
que se agrando la casa y está también decidió luchar solo para mantenernos a salvo era
imposible atravesar el escudo de protección que tenía, pero sin embargo hace 2 meses que
decidimos con algunos hacer guardia.

Estaba concentrada mirando las estrellas cuando escucho las pisadas de alguien
atrás mío a lo que intento defenderme, pero este me sujeta primero haciéndome golpear mi
espalda con algo duro que de seguro era el pecho de alguna persona y sentía su respiración
cerca de mi oído.

— Tranquila soy yo— me dijo la persona que estaba detrás de mí y no podía creer
quien era.
— Adrien— dije y me voltee para verlo y si ahí estaba no dude más y lo abrace fuerte
largando un par de sollozos.

Hacia unas 2 semanas que Adrien había salido a combatir, pero todos los que fueron
con él regresaron excepto él lo cual me género no solo preocupación sino miedo de que
algo le hubiera pasado, así que había decidido rastrearlo con mi poder, pero, aunque lo
intentara me era imposible encontrarlo lo cual hizo que se me rompiera el corazón sabiendo
que si el rastreo no servía solo significaba una cosa y eso era que él estaría muerto.

— Ya estoy acá no llores cariño— dijo abrazándome y limpiando mis lágrimas.


— No p-podía encontrarte t-trate de rastrearte, pero no funciono y pensé lo peor, pero
quería creer que aun seguías con vida— le dije y este beso castamente mis labios al
cual le di acceso a su lengua cuando me lo pidió.
— Eso se debe a que me sucedió esto— me dijo para luego levantar su camisa y ver
que tenía una herida ya sanada— la herida hizo que no me pudieras rastrear ya que
debía ser por el hechizo que use para sanarla— me explico y yo solté un suspiro de
alivio— ¿crees que sería capaz de abandonar a nuestros hijos y a la mujer que amo?
— me dijo y en la última parte cuando dijo “a la mujer que amo” sabiendo que se
refería a mi quería divertirme, así que le levante una ceja.
— ¿Acaso conozco a esa mujer a la que amas?— le pregunte de una manera seductora
y pasando mi mano por su pecho hasta llegar a su cuello.
— Si porque justamente la estoy viendo en estos momentos— me dijo para unir
nuestros labios nuevamente, pero me separe de él— ¿Qué sucede cariño?— me
pregunto y yo ya no lo soporte más y me largue a llorar a un más fuerte provocando
que una tormenta caiga sobre toda la ciudad.
— Ya no quiero perder a más personas, ya no lo soporto Adrien— dije volteándome
para mirarlo con lágrimas cayendo por mis mejillas las cuales se mezclaban con el
agua de la lluvia— mi abuela; mi hermano; tus hombres; el padre de Molly;
demonios y diablesas; criaturas y parte de los miembros del Consejo Infernal están
muertos por mi culpa— le dije y este me abrazo antes de que caiga al suelo junto
con él.
— Cariño mírame— me pidió y lo hice— nada de esto es tu culpa ellos decidieron
sacrificarse por proteger a nuestros hogares— me dijo y yo negué nuevamente.
— No lo entiendes Adrien si yo todavía me niego a tomar una decisión van a seguir
muriendo a causa de mí— le dije y este tome mis mejillas en sus manos.
— Entonces si sabes lo que debes hacer ¿Por qué no lo haces Crown?— me pregunto y
yo solté un sollozo.
— Porque se lo que voy a perder si lo hago o acaso no lo ves— le dije y este negó—
perdería toda mi libertad; a nuestros hijos ya no los vería más; a mi padre y a mi
abuelo tampoco; no podría venir a Lovingfild— dije explicándole tratando de que el
nudo que se me estaba formado por decirle lo último pasara por mi garganta— y te
perdería a ti y eso no quiero— dije golpeando mi dedo en su pecho para luego
esconder mi rostro en su pecho.
— Mírame cariño— me pidió pero me negué a mirarlo— Crown mírame— y volví a
negarme a mirar— ¡MÍRAME CROWN TE LO RUEGO!— me pidió en un grito y
esta vez sí lo mire— te amo si y jamás me perderías, pero necesito que salves tanto
a nuestras familias como también a ambos mundos de la destrucción total— me dijo
y vi que se le dibujo una sonrisa en sus labios— y necesito que le des una buena
lección a ese maldito demonio de Fearchar y a esa maldita escoria y rata demoníaca
de Sorcha— me dijo orgulloso, pero a la vez divertido.
— Entonces lo hare— le dije para así levantarnos.

Cuando nos levantamos del suelo nos abrazamos y nos fundimos en un beso
apasionado, pero a la vez lleno de amor cuando nos separamos no solo por la falta de aire,
sino porque sabíamos que había llegado la hora y yo todavía debía volver a la casa para
buscar algo cuando llegamos todos estaban dormidos menos los guardias; Adrien se quedó
abajo en la cocina y yo subí primero a la habitación de mis hijos quienes se encontraban
dormidos con su bisabuelo en medio de ellos 2 me acerque sigilosamente y eso lo agradecía
a mi poder al hacerlo me despedí de los 3 cuidadosamente de no despertarlos mientras que
mis ojos se llenaban de lágrimas al salir de la habitación me dirigí a la de mis amigos que
también se encontraban dormidos y me despedí de la misma manera que con mis hijos y mi
abuelo por ultimo me quedaba mi padre en donde este a comparación del resto no estaba
dormido al entrar me miro con una sonrisa y en esa descubrí que ya sabía a lo que iba y
simplemente me abrazo.

— Te amo papá— le dije pegada a su pecho.


— Y yo a ti mi princesa— me dijo apretujándome más en sus brazos y luego me separe
un poco de él— ¿Lo sabe?— me pregunto y yo negué.
— No quise decirle lo que debía hacer para que todo esto termine— le dije mientras
me limpia las lágrimas— debo ir a mi habitación a buscar algo— le dije y me
despedí nuevamente de él.

No tarde mucho en terminar de prepararme para ir al lugar donde alguna vez lo


llame hogar, pero antes de salir de la habitación deje un sobre dentro de un cofre que de
seguro este se iba a revelar ante Adrien cuando sea necesario; al bajar me lo encontré y me
despedí de nuevo de él ya que iba a hacer a la persona que más iba a extrañar.

— Te amo Adrien Graves y jamás voy a olvidar eso ¿quiero que me prometas que vas
hacer todo lo posible para mejorar esta familia y cuidar de ellos mientras yo no
este?— le dije con mis ojos llenos de lágrimas y también algunas de ellas
resbalando sobre mis mejillas.
— Lo prometo— me dijo acunando mis mejillas entre sus manos y juntar nuestros
labios en nuestro último beso, aunque él no lo supiera que así lo era— te amo
Crown Isabelle Inferna Adkins y siempre lo voy hacer— me dijo para luego
separarnos y así yo poder irme al inferno.
Guerra Infernal. Parte II
Adrien. Otoño, Octubre. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Tan solo habían pasado 3 meses desde que volvimos de Los Ángeles y de que Crown mi
dulce y hermosa Diablesa Mayor Crown se comenzó a sentir mal; ella intentaba sonar
tranquila, pero si había alguien que la conocía tan bien ese era yo y sabía que, aunque
intente decir que no es nada la veo todos los días preocupada ya casi ni duerme y si cierra
los ojos comienza a gritar para luego despertar llorando donde tengo que abrazarla para
poder hacer que se calme en fin, hoy como siempre me levanto antes que ella ya que amaba
verla dormir y además debía volver a casa para vestirme, pero al llegar a la planta inferior
me encuentro con el padre de Crown junto a mis niños.

— ¡PAPI!— gritaron mis dos pequeños demonios de Demon y Storm lo cual hizo que
mi suegro levantara su mirada para verme curioso de que los hijos de su hija me
llamaran con ese apodo.
— Mis niños pequeños hermosos— les dije tomándolos a ambos en brazos.
— Agh papi tienes olor feo— dijo mi niño a lo que tanto su hermana como yo reímos.
— Si lo sé y por eso debo volver para darme una ducha— les dije besando sus mejillas
— no despierten a mami— les ordene y ambos asintieron.

Los baje al suelo y estos inmediatamente corrieron al sofá donde al parecer se


encontraba mi padre jugando con ellos; me acerque hasta la cocina donde estaba mi suegro
mirándome con esa cara de perro.

— Buenos días— fue lo único que dije y Lilith me recibió con una sonrisa al igual que
su marido.
— Buenos días querido— dijo ella con una sonrisa.
— Buenos días— dijo Satanás quien estaba a un lado de su mujer.
— ¿Sucede algo?— pregunte y vi que Lilith le susurro algo al oído que pude escuchar.
— Él tiene derecho a saber es parte de nuestro mundo también— fue lo que ella dijo
en un susurro.
— Ya comenzó— dijo sin más Balac y me gire entendiendo por qué estaban acá— ve a
prepararte; trae a tus hombres; a tu madre y llama a la bruja de la amiga de mi hija
— dijo y esta última sabía que se refería a Molly.
— Está bien vuelvo enseguida— dije para salir de la casa.

Al llegar a casa fui recibido por mi madre y mis hombres que estaban en la entrada
de esta como lo había solicitado una vez que había salido de la casa del amor de mi vida;
mi madre salió corriendo a abrazarme y yo la recibí con gusto en eso escucho un carraspeo,
así que me giro encontrándome con la pelirroja de mi mejor amiga.

— ¿Qué está sucediendo Adrien?— pregunta mi madre.


— Debemos irnos todos a casa de los Adkins ahora y sin protestas— dije y algunos de
mis hombres se subieron a las camionetas todo terreno para emprender marcha
hacia allí y otros se quedaron conmigo.
— ¿Ya comenzó no es así?— pregunto esta vez Molly y yo solamente asentí.
— Carajo— maldecí ya que sentí que Crown se había despertado— debemos irnos
ahora Crown ya despertó y se va alterar si no nos ve ahí— dije y todos asintieron.

Antes de irnos de la casa subí para darme una ducha ya que como mis hijos me
habían dicho antes si era verdad que apesto, pero no era de suciedad sino olía a sexo y de
seguro era por eso que mi suegro bueno yo lo llamo así aunque no esté casado con su hija
quien es la mujer a la que amo en fin, olía a sexo ya que con Crown habíamos hecho el
amor casi toda la noche por otra parte, al llegar a la habitación me metí directamente a la
ducha donde no tarde tanto ya que sabía que ella ya había despertado y de seguro me estaba
esperando o buscando por la casa tarde al menos unos 5 minutos en terminar de ducharme y
luego salí a buscar mi ropa al armario del cual saque una camisa blanca; un pantalón de
vestir negro; mis botas negras estilo militar que solía usar a menudo; un saco negro el cual
deje sin abotonar y una vez que estaba listo cerré este para poder irme a tomar el pote de
gel y pasar un poco de este sobre mi cabello para acomodarlo cuando termine lo deje en su
lugar.

Tome el celular que se encontraba sobre el escritorio y me dirigí a la pared que


estaba a un lado de mi biblioteca privada acá en el cuarto y apreté un botón en el celular
para que la madera se comenzara a mover hacia un costado dejándome ver la habitación
secreta donde guardaba mis armas y desde donde vigilaba y activaba la seguridad de la casa
y de nuestro terreno lo cual hice para que esta esté asegurada y avisarnos si los intrusos
están cerca cuando ya estaba activado me lleve la tableta por la cual podía manejarlo sin
estar aquí y al momento de salir pase en frente de un estante donde estaba el cofre que mi
madre y mi padre me habían obsequiado desde niño, pero jamás quise abrirlo y lo guarde
aquí, así que lo tome y lo apoye sobre el pequeño escritorio que tenía en ese cuarto en eso
que paso mi mano sobre la tapa de este para sacarle el polvo el símbolo que estaba grabado
se comienza a marcar y este se abre revelando una pistola modelo P99 AS color negra con
rojo en donde podía notar que no era común ya que sentí la misma energía de poder
demoníaco que recorría por dentro mío; había también una espada con el escudo que estaba
no solo en mi espalda sino que del mismo modo se encontraba en la tapa del cofre y recordé
que Crown había mencionado que era el Escudo Real que representaba a mi Círculo
infernal. En fin, tome las cosas y salí de la habitación para volver a la entrada de la mansión
donde se encontraban Will y como unos 20 de mis hombres que se habían aquedado para
escoltar a mi madre y a mi mejor amiga; y también mi madre y Molly se encontraban
charlando no sé de qué entonces al salir de la casa y cerrar la puerta todos voltearon en mi
dirección.

— Vámonos— ordene para comenzar a caminar en dirección a la casa de Crown.

Como había mencionado antes los hombres que se habían quedado conmigo a
comparación del resto que era de seguro que ya se encontraban en la residencia Adkins
protegían a mi madre como a mi amiga, si no que también las escoltaban por si sucedía algo
en el trayecto en eso veo a Will a mi lado y en su cara reflejaba la duda cosa que me irritaba
que hiciera cuando temía preguntar por algo, así que me detuve para frenarlo lo cual hizo
que este casi se cayera al suelo del improvisto.

— Que carajos Adrien casi me mato de un golpe— dijo molesto a lo que me reí.
— Tranquilo— le dije y este se acomodó las solapas de su chaqueta de cuero.
— ¿Por qué te detuviste?— me pregunto.
— Ya suéltalo Will— le dije molesto y este me miro haciéndose el que no entendía.
— No se dé que me hablas— me dijo.
— Sí que lo sabes ¿Qué me quieres preguntar?— le dije y este soltó un suspiro de
rendición.
— ¿Qué está sucediendo? Y creo que todos merecemos una respuesta— me dijo y esta
vez yo solté un suspiro.
— Es mejor si les muestro— dije para luego mostrarles a través de sus mentes lo que
estaba sucediendo.
— Carajo hermano— maldijo en un susurro al igual que él resto de mis hombre que se
encontraban allí y pude sentir como los otros también lo hicieron sin importar a la
distancia que estábamos pude escucharlos a todos— ¿Por qué nunca me lo contaste?
— me pregunto y en eso veo que suelta una risita— ahora tiene sentido el
comportamiento de tu mujer y de cómo es ella en general— dijo y lo último lo dijo
con un tono pervertido a lo que le pegue un manotazo por la cabeza.
— Que agresivo Graves, además ninguno se atrevería a tocarla y mucho menos
sabiendo que es tu mujer— me dijo sobándose el golpe.
— Sigamos— dije con una sonrisa.

Al llegar al patio trasero de la casa pude divisar desde donde estábamos a Crown
sentada en una de las sillas que se encontraban alrededor de la isla de la cocina a su lado
izquierdo se encontraban sus abuelos; y a su lado derecho se encontraban mi suegro y mi
cuñado al parecer ella me sintió ya que su mirada conecto con la mía y no solo yo puede
sentir eso ya que escuche como Molly soltó una risita de niña pequeña a lo que me voltee
para fulminarla con la mirada lo que hizo que se encogiera de hombros.

— Will, muchachos— los llame y estos voltearon a verme— quédense con mi madre
— dije y esta negó.
— Yo voy a entrar contigo— me dijo demandándome y la verdad que no era lindo
verla enojada a mi mamá, así que no rechiste.
— Molly; mamá entremos y ustedes vigilen el área— sentencie para entrar por la
puerta de la cocina.

Al entrar en la habitación vi que mi padre entro por el umbral de está cargando a


Demon y a Storm los cuales los bajo inmediatamente para dejarlos ir a jugar tranquilos,
pero note que cuando levanto su mirada choco con la de mi madre y está también lo noto; la
verdad que me hubiera encantado esta reunión familiar en otro momento.

— Me pueden decir ¿Qué demonios está pasando?— soltó Crown molesta.


— Ya comenzó— dijo Satanás vi cómo se le erizo la piel y como se le agrandaron los
ojos.
— ¿Qué vamos hacer?— pregunte colocando mi mano sobre el hombro derecho de
ella y esta entrelazos nuestros dedos y comenzó a acariciarlos logrando que se
calmara un poco.
— Cariño— la llamo Balac.
— Debes asumir al trono Crown— dijo el diablo a lo que ella se levantó molesta para
darnos la espalda y apoyarse en la mesada. En mi interior cuando Satanás
menciono esto algo se me rompió.
— Necesito pensarlo no es una decisión fácil la que debo tomar— dijo mirando por
encima de su hombro para después girarse a mirarnos— mientras tanto debemos
proteger a Lovingfild— menciono apoyando sus palmas sobre la isla de la cocina.
— Todo lo que sea necesario— dijimos todos los presentes y eso me incluye a mí.
— ¿Quién está de nuestro lado o en si son nuestros aliados?— pregunto Crown.

En eso vi como Satanás saco un pergamino de adentro de su saco para entregárselo


y por encima de su hombro pude ver quiénes eran nuestros aliados vi cómo se tranquilizó al
saber quiénes eran y yo también lo hice, pero vi como ella miro a su padre y a su hermano.

— ¿Qué les sucede a ustedes 2?— les pregunto.


— Sorcha…— nombro Balac y recordé que se trataba de la madre de Bel y a la
diablesa menor que odiaba Crown; en eso vi que el gran Balac soltó un suspiro—…
junto a Fearchar…— nombre a ese y juro que hasta ella pudo escuchar como mis
dientes tronaron—…ellos empezaron con esto y no sé cómo es que convencieron al
resto de los Círculos Infernales, pero gracias a Satanás— y fue donde se giró este y
ella soltó una risita— el Consejo Infernal no acepto esta guerra, así que eso significa
que son nuestros aliados— termino de decir el demonio y note que esta soltó el aire
que estaba reteniendo.
— Siempre supe que esa maldita rata demoníaca era una traidora— dijo refiriéndose a
su madrastra y creo que se dio cuenta de lo que dijo ya que miro a su hermano.
— Tranquila hermanita, aunque ella fuera mi madre desde que entendí y me di cuenta
que nunca se quedó conforme cuando no consiguió lo que quería conmigo y a la
única que considero como mi madre, aunque jamás la conocí mi madre es la misma
que la tuya Crown— le dijo Bel y esta se lanzó a sus brazos para abrazarlo.

Entonces después de haber decidido proteger a Lovingfild junto a mi padre; Bel;


Balac; Lilith; Satanás; Crown; Molly y yo mandamos un mensaje de fuego que decía: “Que
cada habitante y cada gobernante de los Círculos Infernales que eran nuestros aliados eran
bienvenidos a esta casa” hasta también mandamos un mensaje a los aliados que teníamos en
esta ciudad y al Consejo Infernal “Que eran bienvenidos a esta casa”.

Cuando todos los mensajes a nuestros aliados fueron enviados vi que Crown fue
para su habitación y era de seguro que se iría a bañar así luego lanzaría el hechizo para la
casa y la ciudad; no quería que estuviera sola, así que decidí subir, pero al llegar a su puerta
me encontré con ella y nuestros hijos abrazados en el suelo no quise interrumpirlos y me
recosté sobre el marco de la puerta con los brazos cruzados para verlos en eso mis pequeños
levanta su mirada para conectarla con la mía.

— ¡PAPI!— gritaron los pequeños para alejarse de su madre y venir corriendo para
tomar a Demon en los brazos el cual se colgó de mi cuello y Storm de mi pierna; y
cuando levante mi mirada me la encontré con una sonrisa en su rostro.

Vi que se comenzó a acercar hasta estar a pocos centímetros de mí a lo que con mi


brazo derecho el cual tenía libre la abrace por la cintura y esta me correspondió para luego
levantar su rostro y mirarme a los ojos y allí encontrar lo que le quería decir, pero que no
me animaba a decirlo en voz alta y se lo iba a decir, pero se adelantó.

— Lo sé— me dijo y se estiro para dejar un beso casto sobre mis labios lo cual hizo
que nuestros hijos hicieran un ruido de asco lo que este simple gesto hizo que
soltáramos una risa.
— Pequeños— los llame y estos inmediatamente me prestaron atención— ¿Por qué no
vamos abajo a jugar así mamá se viste ya que van a venir unos invitados? ¿Qué les
parece?— les pregunte para luego bajar a Demon de mis brazos quien se paró a un
lado de su hermana para sonreír ambos de felicidad.
— ¡SI!— gritaron ambos para luego salir corriendo por el pasillo y yo me gire para ir
por ellos.
— Adrien— me llamo Crown tomándome de mi brazo para detenerme y hacerme girar
— gracias— me susurro y simplemente me agache para dejar un beso casto sobre
sus labios e irme por los niños.

No tarde mucho en sentir como Crown volvió a bajar, pero esta se dirigió
directamente al salón al cual tuvimos que correr todos los muebles ya que ahí era donde
debía lanzar el hechizo; me acerque al umbral de la entrada del salón y me recosté en el
marco de este para verla como quitaba la alfombra que cubría El Pentagrama y El Escudo
de su Círculo Infernal.

— ¿Estas lista cariño?— le pregunte y vi que su padre que se encontraba a 10 pasos


delante de mi giro su rostro y escuche como me gruño provocando que una risita
saliera de los labios de Crown llamando la atención de demonio.
— Ya papá— le dijo con una sonrisa— y si cariño ya estoy lista— esta vez se dirigió a
mí— ahora a menos de que se quieran cocinar les recomiendo que salgan del
Pentagrama y del Escudo— nos dijo a ambos señalando el tallado en la madera y
los 2 asentimos; el primero en salir fue mi suegro y antes de salir por completo me
gire a mirarla.
— Suerte, te amo— le susurre y me marche sin dejarla que me conteste.

Me fui a la cocina donde se encontraban nuestros niños y comencé a prepararles


algo para comer y tomar ya que no habían desayunado en eso que Storm se giró para
pedirme un poco más de leche de la que ya tenía todavía en su taza escucho el grito de
Crown que provenía del salón.

— ¡SUJÉTENSE TODOS!— grito y después de eso todo comenzó a temblar.


— Sujétense niños— le dije y en uno esos temblores la leche de Storm termino sobre
mi camisa.
El temblor duro unos 15 segundo y luego de eso me levante del suelo para ver que
los niños estuvieran bien y ver como mi pequeña sollozaba por haber derramado su leche
sobre mi camisa la cual se encontraba como nueva sin olor y sin mancha en eso veo por
arriba de mi hombro como Crown entra en la cocina y los niños la miraban con las tazas en
sus bocas, pero a la vez sorprendidos.

— ¿Mami también sentiste el temblor?— le pregunto nuestro pequeño y esta soltó una
risita.
— Si pequeño— le contesto despeinándolo un poco fue ahí que me gire.
— Fue muy fuerte ya que papi tuvo que irse a cambiar porque por accidente derrame
leche sobre su ropa— dijo nuestra pequeña con tristeza y esta me miro para luego
sonreírle.
— Ya te lo dije mi pequeña fue un accidente— dije para besar en medio de su cabecita
para luego abrazar a Crown por la cadera.
— Hola— me dijo.
— Hola— le conteste de la misma manera para después dejarle un beso casto sobre sus
labios.
— Ya llegaron— dijo Bel asomándose por la puerta de la cocina.

Nuestros hijos se fueron corriendo atrás de su tío y vi que se acercó hasta la mesada
para apoyar sus manos allí y mirar por la ventana rectangular que daba al enorme patio
trasero que ahora poseía la casa donde se encontraban todos; note que estaba mirando a
cada uno de los que estaban presentes y escuche que soltó un suspiro y sabia de que se
trataba este gesto entonces no dude un minuto más y coloque mis dos manos a cada lado de
su cadera para luego besar su cuello para que se tranquilizara.

— Tu puedes ¿lo sabes cierto?— le dijo cerca de su oído.


— Lo sé— me respondió recargando su espalda contra mi pecho— solo tengo miedo—
susurro y de seguro espero que no la escuchara, pero si lo hice, así que la gire para
que me mirara.
— ¿Desde cuándo Crown Inferna tiene miedo?— le dije y esta agacho la cabeza y fue
ahí que me di cuenta que lo hizo para que no viera que realmente lo tenía. Entonces
acune sus mejillas entre mis manos para levantar su rostro para que me mirara a los
ojos— cariño ¿realmente tienes miedo no es así?— le dije y ella asintió en
respuesta.
— Si— fue lo único que dijo ya que escuche como trago grueso para quitarse el nudo
que se le estaba formando en su garganta— tengo miedo por mis hijos bueno
nuestros hijos; por mi familia; por mi gente; por mis amigos; por Lovingfild, pero a
lo que más le tengo es perderte a ti en medio de esta batalla no sé qué haría si te
llegara a pasar algo realmente…— no la deje terminar de hablar ya que la bese
como si mi vida dependiera de eso.

Cuando nos separamos por falta de aire simplemente la abrace con ternura y amor
para así llevar mis labios a su cabeza y dejarlos reposar ahí por un rato hasta que decidimos
que era hora de salir al patio.

— ¿Vamos?— le pregunte tendiéndole mi mano para que la tomara y así entrelazar


nuestros dedos.
— Vamos— dijo segura y con una sonrisa.

Cuando salimos al patio todas las miradas se posaron en nosotros le reste


importancia y baje los pocos escalones que habían allí para así tomar a nuestros pequeños
en brazo y pararme a un lado de mi familia y de la suya mientras que ella se preparaba para
hablar.

— Bienvenidos a todos— dijo— aunque me gustaría que esto haya sucedido de otra
manera sé que no es posible— dijo y note que respiro hondo y recorrió con su
mirada a cada uno de los que estábamos allí.
— Lo sabemos— respondieron todos.
— Como todos acá saben no estamos para divertirnos ni nada por el estilo ni tampoco
estamos para darnos por vencidos o acobardarnos porque eso si no que no voy a
permitir— dijo y vi como sus labios se curvaron en una sonrisa llena de orgullo—
hoy aquí en la ciudad de Lovingfild, Ohio se encuentras 2 mundos completamente
distintos el uno con el otro; un mundo lleno de personas normales, pero a la vez
maravillosas que están dispuestas a luchar por su ciudad y otras que están llenas de
sorpresas— esto último dijo mirando a Molly y a mí— y el otro mundo lleno de
calor; fuego; entre otras cosas a los que muchos le tienen miedo, pero simplemente
es mundo como cualquier otro lleno de familias; soberanos y criaturas que estas
dispuestas a luchar por su hogar al cual tengo el honor de llamarlo de la misma
manera— dijo mirando con orgullo nuestro otro pueblo.
— ¡SI!— gritaron todos.
— No dejaremos que vengan y decidan arruinar nuestros mundos tan solo por la
envidia y los celos demostrémosles a aquellos que nos atacan la verdad de todo este
caos y guerra; y luchemos como uno solo sin elegir bandos; sin despreciar al otro
mundo; sin demostrar quien tiene más poder que el otro luchemos como hermanos;
como hijos; como familia; como amigos; como si solo existiera un solo mundo—
dijo esto mirando a cada uno de los que estaban allí— como si El Inferno fuera
Lovingfild o como si Lovingfild fuera El Inferno luchemos por nuestros hogares,
pero luchemos juntos— dijo para terminar.
— ¡SI POR EL INFERNO!— dijimos todos.
— ¡POR LOVINGFILD!— dijeron otros.
— ¡POR NUESTROS HOGARES!— terminaron de decir.
— ¡¿QUIÉN ESTÁ CONMIGO?!—dijo preguntándonos a todos.
— ¡NOSOTROS!— gritamos.
— Bien ahora descansen y a esperar por el amanecer que nos esperan días largos—
ordeno y todos obedecieron.

Aunque era temprano ya que eran las 10:00 am todos los invitados se empezaron a
ir a sus respectivas habitaciones y también a buscar su respectivas tareas designadas
mientras que este la batalla presente; subí antes que todos por las escaleras que llevaban al
primer piso normal de esta casa para dejar a los niños en su respectiva habitación que
compartían cuando los deje para que ambos durmieran y si iban a dormir ya que antes de
que los trajera empezaron a bostezar y a restregarse sus ojitos con sus manitos al
acomodarlos me despedí de ellos con un beso sobre sus frente y cerré la puerta para ir a la
habitación que compartiríamos con Crown y allí la encontré recostada boca arriba sobre la
cama, así que entre cerrando la puerta a mis y vi que esta se enderezo para quedar sentada y
me acerque hasta donde estaba ella para tomar una de sus mejillas lo cual le provoco una
sonrisa y giro su rostro para besar mi palma.
— Todo va a estar bien— le dije y esta asintió en respuesta.

Vi cómo se arrastró hasta el medio de la cama no sin antes quitarse los zapatos; su
capa; y su corona la cual se guardó solita y desato su cabello y una vez que lo hizo me miro
para tenderme su mano con una sonrisa.

— Ven acuéstate conmigo— me pidió y la mire con una ceja levantada y con una
sonrisa de costado, pero a la vez sexy— solo quiero acostarme a tu lado— me
explico a lo que solté una risa ronca.
— Siempre— le dije con una sonrisa.

Me quite el saco y lo deje tendido sobre los apoyabrazos de uno de los 2 sillones
individuales que se encontraban cerca de la cama para así después quitarme las botas y
dejarlas a los pies de este no tarde ni 10 segundos en subirme a la cama y así acomodarme
para luego abrazarla por la cadera y que ella apoyara su cabeza sobre mi pecho; comencé a
acariciar su brazo izquierdo mientras que ella con su mano acariciaba las solapas de mi
camisa y yo solté un suspiro y sentí que esta levanto su rostro para mírame a lo que yo gire
a penas el mío para mirarla, aunque fuera más alto que ella con nuestros aspecto terrenal
tanto como en el demoníaco esta diferencia no aplicaba en la cama ya que ambos
encajábamos a la perfección en ella.

— ¿Qué sucede?— me pregunto.


— Nada cariño— le conteste con una sonrisa para intentar que me creyera, aunque
sabía que con ella no iba a servir.
— Adrien Graves ¿me puedes decir que te sucede y no me mientas?— me dijo con su
cara de pocos amigos.
— Solo estaba pensando que sin importar lo que decidas siempre voy a estar contigo—
le respondí— sé que no es una decisión fácil y quiero que sepas que si elegís asumir
al Trono Infernal siempre voy a hacer tu Rey— le dije con una sonrisa lo cual hizo
que se sentara y la tome de la mano para que ella por instinto me colocara su mano
en mi mejilla— y si elegís que no estas para esa responsabilidad y seguimos en
guerra o en todo caso que nos suceda algo mientras la vivimos no importa— dije y
vi que se le escapaban un par de lagrima— si sos vos prometo que cuidare de
nuestros hijos como de esta familia y si soy yo ¿prométeme que harás lo mismo?—
le dije y me beso tiernamente sobre mis labios.
— No hace falta que te lo prometa eso cariño porque lo iba a ser de todas manera— me
dijo cuándo nos separamos con una sonrisa— te amo Adrien y no hay nada ni nadie
que me podría hacer cambiar de opinión— me confeso.
— Y yo te a mi ti amor— le dije con una sonrisa boba— ven vamos a dormir un rato—
dije y ambos nos acomodamos como estábamos antes.
— Descansa Adrien— me dijo besando mi pectoral izquierdo por encima de la camisa.
— Descansa Crown— le dije besando su cabeza.

Cuando nos dormimos fue enseguida, pero un ruido fuerte hizo que me despertara
provocando que mirara el reloj que se encontraba sobre la mesa de luz y me di cuenta que
eran las 03:00 am de la mañana y sin despertarla logre salir de la cama me acerque hasta la
gran ventana que se encontraba en el cuarto para ver que sucedía allí me encontré con que
la guerra había empezado y no de la mejor manera en eso siento como unos brazos me
rodean la cadera provocándome un pequeño salto del susto sin que lo notara, pero si lo hizo
ya que se rio por lo bajo y la tome para poder abrazarla bien entre mis brazos.

— Tenemos que ir— me dijo para sentir como se separó de mí, pero tome su mano—
Adrien no pode…— no la deje continuar ya que la gire para colocar mi mano
derecha en su cuello y atraerla a mí con mi brazo izquierdo y estampe mis labios
con los de ella en un beso salvaje, pero lleno de amor y tuvimos que separarnos por
la falta de aire a lo que apoye mi frente sobre la suya y ambos cerramos los ojos.
— Te amo Crown no lo olvides jamás— le dije y vi como una lagrima resbalaba por su
mejilla.
— Y yo a ti Adrien— me dijo y la bese castamente para después separarme de ella y
caminar hasta la puerta y ella quedo de mirando a la ventana.
— ¿Vamos?— le dije y esta se giró con una sonrisa, pero a la vez se sorprendió que yo
ya tenga mi aspecto demoníaco conmigo inmediatamente me la tomo— nuestros
hogares nos esperan y nos necesitan— me dijo y vi que sonrió.

Cuando salimos de ala habitación pude sentir como el cuerpo de Crown pasaba de
tener un aspecto terrenal a uno demoníaco el cual no está demás decir que me fascinaba en
fin, en eso también sentimos como unas cabecitas se asomaban por el pasilla para luego
salir corriendo y aferrarse a nuestros cuerpos lo cual hizo que tanto su madre como yo
tuviéramos que agacharnos hasta el suelo para poder abrazarlos bien.

— Niños vuelvan a la habitación y por lo que más quieran no salgan— les ordeno
Crown entre lágrimas al igual que las mías y creo que ambos sentimos como se
aferraban aún más a nuestros— ¿no los prometen?— les pregunto cuando nos
distanciamos un poco.
— Si mami se los prometemos— dijeron los 2 al mismo tiempo.
— Mami por favor vuelve ¿sí?— le dijo nuestra pequeña y luego me miro a mí— y tú
también papi— me dijo y Crown y yo nos miramos.
— Lo prometemos— dijimos ambos, aunque no sabíamos si lo íbamos a poder
cumplir a eso.
— Bien ahora andando— dije para que estos salieran corriendo y cerrar la puerta de su
habitación entonces fue ahí que escuche que a mi hermosa reina se le escapo un
sollozo y no dude en tomarla en mis brazos— tranquila todo va a estar bien— le
dije cuando nos separamos unos pocos centímetros— Crown mírame— tome su
rostro entre mis dedos para que me mirara a los ojos— cuídate te lo suplico— le
pedí y deposite un pequeño beso en su frente y luego un beso casto, pero duradero
sobre sus labios.
— Y tú también cuídate— me pidió cuando pusimos distancia entre nosotros.

Tome su mano y bajamos hasta llegar al final de la escalera donde solo nos
encontrábamos mis padres; Balac; Bel; Satanás y Lilith; Ellair y Molly; y bueno por ultimo
Crown no nos dijimos nada ya que entre los 8 nos fundimos en un abrazo para animarnos
un poco.

— Cuídense todos— dijo Satanás.

Los primeros en irse fueron Lilith y Satanás; luego se fueron Ellair y Molly;
después Bel y a los segundo Balac solo quedando Crown y yo, de manera que ella me
acompaño hasta el elevador ya que debía reunirme con mis hombres en el garaje no tardó
mucho en abrirse las puertas y que entrara a lo que me gire para verla, pero al momento que
las puertas de la caja metálica se estaban por terminar de cerrar Crown uso parte de su
energía para retenerlas y me tomo por las solapas de mi saco para estampar sus labios con
los míos en un beso como si fuera la última vez que lo hiciera y para estar seguro se lo
devolví de la misma manera lo que hizo que nos tuviéramos que alejar por falta de aire y
fue ahí que ella salió del elevador para permitir que este se cerrara, pero antes que lo hiciera
se giró a verme.

— Te amo— me dijo.
— Te amo— le dije y justo se cerraron las puertas.

5 meses después. Invierno, Febrero. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

Ya habían pasado 5 meses desde que inicio la guerra y si sabíamos que íbamos a
perder a muchísima gente y esos eran a Lilith y Bel; al señor Horns quien era el padre de
Molly y solo se sacrificó para darle tiempo a su hija para poder recuperarse; y yo había
perdido a casi todos mis hombres menos a Will al que después de esto tanto el como otros
recibieron parte de mi poder para protegerlos. Lo loco de todo esto es que había visto como
el mismísimo diablo se encerró en la casa para cuidar junto a mi madre a sus bisnietos
luego de la muerte de Lilith y no era el único que estaba afectado por esta pérdida sino que
también lo estaban Balac y Crown a ella ya hacía tiempo que no la veía ya que se la pasaba
en el campo en vez de estar en la casa y si lo estaba era solamente para dormir y siempre
llegaba cuando yo ya me encontraba dormido o eso es lo que ella piensa.

Me toco ir a una expedición no solo para brindar mi ayuda sino que también para
pelear, pero lo que no sabía era que iba a ser herido provocándome un corte en el abdomen
mis hombres no se dieron cuenta y volvieron cuando ya habían terminado su trabajo sin
embargo yo me refugie ya que debía sanar la herida y si eso conllevaba a que el hechizo
que debía lazar iba a cortar el flujo de rastreo, pero eso no quitaba el hecho de que sintiera
como si alguien me quisiera encontrar y esa era Crown quien llevaba varios días
intentándolo pero sabía que no iba a poder hacerlo en fin, había pasado ya 2 semanas desde
que me había ausentado y Crown llevaba 1 sin ya rastrearme de seguro pensara que estoy
muerto, pero la conocía tan bien que sabía que lo hacía aun le quedaban esperanzas de que
siguiera con vida y así era.
Ya era de noche y decidí que era momento de volver ya que me encontraba
recuperado como si no me hubiera pasado nada, aunque tenía la cicatriz de la herida antes
de ir a la casa decidí ir a verla y sabía que hoy le tocaba hacer guardia en la frontera de la
casa y si ahí estaba ella de espaldas a mí mirando detrás del escudo cuando me comencé a
acercar intento atacarme ya que se había asustado, pero no solo por mi altura le gane sino
porque fui más rápido que ella logrando enredar ambos brazos para sujetar los de ella para
después acercarme hasta su oído.

— Tranquila soy yo— le dije para que se calmara.


— Adrien— dijo y se volteó para verme entonces al hacerlo salto inmediatamente a
mis brazos a lo que la recibí con gusto ya que yo también la extrañaba y fue ahí que
escuche que sollozaba.
— Ya estoy acá no llores cariño— dije para luego separarme sin cortar nuestros abrazo
y con una de mis manos limpiar sus lágrimas.
— No p-podía encontrarte t-trate de rastrearte, pero no funciono y pensé lo peor, pero
quería creer que aun seguías con vida— me explico en medio de los sollozos y
simplemente la bese castamente para después ver como ella abría su boca para que
mi lengua se enredara con la de ella.
— Eso se debe a que me sucedió esto— cuando nos separamos le dije para luego
levantarme la camisa y mostrarle la cicatriz de la herida ya sanada— la herida no
solo hizo que no pudieras rastrearme sino que también lo hizo el hechizo que yo
lance para curármela— le explique y vi que soltó un suspiro de alivio— ¿crees que
sería capaz de abandonar a nuestros hijos y a la mujer que más amo?— le dije y esta
me miro con una de sus cejas levantada de manera seductora.
— ¿Acaso conozco a esa mujer a la que amas?— me pregunto seductoramente
mientras pasaba una de sus manos por mi pecho hasta llegar a mi cuello.
— Si porque justamente la estoy viendo en estos momentos— dije para acorte la poco
distancia que nos quedaba y besarla a lo que me sorprendió cuando se separó de mí
bruscamente— ¿Qué sucede cariño?— le pregunte y vi cómo se largó a llorar
provocando que se largara a llover por toda la ciudad.
— Ya no quiero perder a más personas; ya no lo soporto Adrien— me dijo
volteándome a ver con lágrimas cayendo por sus mejillas las cuales se mezclaban
con la lluvia— mi abuela; mi hermano; tus hombres; el padre de Molly; demonios y
diablesas; criaturas y parte de los miembros del Consejo Infernal están muertos por
mi culpa— dijo y me acerque rápido hacia ella para abrazarla y caer ambos al suelo
sin soltarnos.
— Cariño mírame— le pedí y no lo hizo— nada de esto es tu culpa ellos decidieron
sacrificarse por proteger a nuestros hogares— le dije y esta negó nuevamente.
— No lo entiendes Adrien si yo todavía me siguiera negando a tomar una decisión van
a seguir muriendo a causa de mi— me dijo y tome sus mejillas con mis manos.
— Entonces si sabes lo que debes hacer ¿Por qué no lo haces Crown?— le pregunte y
esta soltó un sollozo.
— Porque se lo que voy a perder si lo hago o acaso no lo ves— me dijo y realmente
negué con mi cabeza ya que no sabía a lo que se refería— perdería toda mi libertad;
a nuestros hijos ya no los vería más; a mi padre y a mi abuelo tampoco; no podría
volver a Lovingfild— me comenzó a explicar, pero corto para así tragar el nudo en
su garganta— y te perdería a ti y eso no quiero— termino de decir golpeándome
con su dedo sobre mi pecho para después esconder su rostro en este mismo.
— Mírame cariño— le pedí, pero se negó a levantar la cabeza— Crown mírame—
volví a insistir, pero nada— ¡MÍRAME CROWN TE LO RUEGO!— le pedí en un
grito y esta vez sí levanto su mirada para conectarla con la mía— te amo si y jamás
me perderías, pero necesito que salves tanto a nuestra familia como también a
ambos mundos de la destrucción total de ellos— le dije con una sonrisa en mis
labios por lo que iba a decir a continuación— y necesito que le des una buena
lección a ese maldito demonio de Fearchar y a esa maldita escoria y rata demoníaca
de Sorcha— le dije orgulloso de lo que le pedí y a la vez divertido por haberlo
pensando.
— Entonces lo hare— me dijo y así nos levantamos.

Cuando nos levantamos del suelo nos abrazamos y nos fundimos en un beso
apasionado, pero a la vez lleno de amor y en el momento de separarnos por la falta de aire
no continuamos ya sabíamos que debíamos volver a la casa por unas cosas de ella antes de
irse al Inferno a asumir el Trono Infernal; al momento en que llegamos este se encontraba
en silencio ya que la mayoría estaban dormidos y los únicos que no lo estaban eran los
guardias que vigilaban y nosotros al parecer; mientras que ella subía a la habitación yo me
quede en la cocina para buscar algo de comer ya que moría de hambre y de sed.

No tardó mucho en bajar o eso pensé yo y me acerque hasta su lado para


acompañarla hasta donde estaba la puerta que la iba a conducir al Infierno la note raro, pero
no le dije nada ya que de seguro eran los nervios antes de irse se giró a verme lo cual hice
lo mismo.

— Te amo Adrien Graves y jamás voy a olvidar eso ¿quiero que me prometas que vas
a hacer todo lo posible para mejorar esta familia y cuidar de ellos mientras yo no
este?— me dijo con sus ojos llenos de lágrimas las cuales algunas estaban
resbalando por sus mejillas no dude y la abrace no tengo idea de porque se siente
como una despedida, pero no le tome importancia.
— Lo prometo— le dije y acune sus mejillas entre mis manos para juntar nuestros
labios en un beso— te amo Crown Isabelle Inferna Adkins y siempre lo voy hacer
— le dije para luego separarnos.

No tenía idea que en el momento que Crown cruzo por esa puerta iba a hacer la
última vez que la vería no solo a mi lado, si no que en general no la vería nunca más y si lo
sentía, pero no sabía que iba a hacer cierto eso hasta que pasaron como 2 semanas sin
noticias de ella y fue ahí como al parecer uno de los mensajeros todavía leal a Satanás llego
con un mensaje diciendo lo siguiente

“Familia Inferna:

Yo Fearchar hijo del Quinto Círculo Infernal me proclamo el Rey del Infierno ya
que la amada Futura Reina del Infierno e Hija de las Sombras y de este mismo llamada
Crown Inferna está muerta y su sangre corre por mis manos. Si desean verla se tendrán
que acercar a la habitación más profunda del Décimo Círculo Infernal y si desean volver a
mi reino serán bienvenidos.

Saludos atentamente Fearchar Rey del Infierno.”

Balac no tardo mucho tiempo en incinerar la carta; Satanás casi destruye la casa; y
mis hijos salieron corriendo llorando hacia sus habitaciones a lo que yo tuve que ir con ello
ya que se lo había prometido a su madre; no tardaron en quedarse dormidos ya después de
haber llorado casi todo el día como los que se encontraban en la casa.

— Juro por mi vida Crown que voy a proteger a esta familia; a nuestros hijos; a nuestra
ciudad y a nuestro hogar— dije sosteniendo a nuestros hijos en brazos los cuales se
encontraban dormidos y sentí como una lágrima resbalaba por mi mejilla desde que
nos había llegado el mensaje.
La Oscuridad
Crown. El Infierno, Mundo Demoníaco

Después de esa dolorosa despedida, aunque él no lo supiera que fuera así yo si lo sabía y no
quería que lo terminara descubriendo ya que era muy probable que si lo hacía no me dejaría
ir, pero tenía que hacerlo me guste o no; al llegar al Infierno a aquel plano donde en algún
momento de mi larga vida lo llame hogar se encontraba casi devastado algunos Círculos
abandonados por la falta de sus habitantes y de sus regentes creí que iba a ser buena idea
esto, pero al ver esta imagen mi cara se descompuso en tristeza muchas criaturas lastimadas
y los habitantes que quedaban eran refugiados todos en la Ciudad Demoníaca que era donde
estaba el castillo de mi abuelo al llegar a los edificios que se encontraban allí vi como
varios de no solo los refugiados sino que también habitantes se comenzaban a asomar por
las ventanas; puertas y hasta de los techos para verme todos se alegraron y eso se daba a
que de seguro ellos tampoco les gustaba vivir de la manera en la que lo estaban haciendo en
fin, cuando llegue a la entrada del Castillo Infernal fui retenida por varios guardias ya que a
unos metros antes de esta decidí cubrir mi rostro por la capucha de mi capa.

— A un lado— ordene, pero estos ni se inmutaron.


— Muestre su rostro— ordeno uno de los guardias provocando que soltara una risa que
demostraba autoridad.
— Acaso no reconoces a tu señora— dije para quitarme la capucha y dejar ver mi
rostro a lo que todos los guardias se hicieron a un lado para dejarme pasar no sin
antes hacer una reverencia— ¿quién está a cargo de ustedes?— pregunte.
— Él mi señora— dijo uno de los guardias y reconocí a esa gárgola que llamaban
como líder.
— Gregory— dije mirándolo y este salió abrazarme.
— Princesa— dijo— me alegra de verla— me dijo con una sonrisa.
— ¿Dónde están?— fue lo único que pregunte.
— En el Salón del Trono— respondió este y me gire para ver al resto de guardias.
— Sacan a todos los que se encuentren cerca del castillo y el resto acompáñeme—
ordene y estos obedecieron sin más.
Esto me alegro ya que se suponía que ninguno de los que está allí se encuentran
como nuestros aliados, pero me di cuenta que no lo eran ya que de seguro los habían
amenazado con el bien de su pueblo y eso era muy obra de Sorcha junto a Fearchar me
dirigí con Gregory y algunos de los guardias al Salón del Trono donde iba a encontrarlos al
momento de llegar no dude un minuto y con un poco de energía azote la puerta para que se
abriera revelando mi llegada estos obviamente no se esperaban mi llegada.

— Atáquenla— ordeno Sorcha a los guardias que se encontraban allí.

Estos no lo dudaron ni un segundo ya que eran parte del ejército de los Werfcrof y
se acercaron para intentar atacarme, pero ni siquiera lo lograron ya que los mate con un
simple movimiento de mi mano.

— ¿Cómo te atreves a venir?— me pregunto Sorcha lo cual hizo que me ría de ella.
— Que como me atrevo por si no lo olvidas este es mi hogar; mi pueblo y mi reino—
dije de manera fría— tu eres la que no pertenece aquí— le dije para luego girar
apenas mi rostro para ver a los guardias— llévensela— ordene a los guardias.
— Mocosa insolente deberías estar muerta— dijo molesta.

Vi cómo se zafaba de los guardias e intentaba llegar hasta donde estaba tan solo
para apuñalarme, pero no lo logro ya que le lance una de mis ramas de sombras las cuales
eran mortales para casi todos los que habitaban este mundo ya que estas al entrar en tu
cuerpo directamente te mataban lo cual sucedió por consiguiente no tenía ningún
remordimiento por lo que había hecho ya que se lo merecía en eso me gire para enfocar mi
vista en Fearchar quien se encontraba sentado en el Trono de mi abuelo con una sonrisa en
su rostro.

— ¿Y tú de que te ríes?— le pregunte.


— Mi querida Crown te piensas que no tienes una debilidad, pero para tu mala suerte si
la tienes— dijo esto con una sonrisa macabra.

No me gustó nada esa sonrisa y entonces fue ahí cuando sentí que alguien a mis
espaldas me clavo una navaja en mi costado, pero, aunque me doliera me gire para
encontrarme con uno de los guardias que siempre se encontraba protegiendo esa debilidad
mía a lo que lo mate enseguida degollándolo con mi propia cola ya que esta tenía una punta
filosa. Entonces fue ahí cuando mire lo que me había perforado la piel y si era la única cosa
en los tres mundos que podía acabar conmigo y era la Daga de las Sombras forjada por el
poder de los miembros del Consejo Infernal y de mi abuelo junto a las cenizas de mi madre
y fundida por el Fuego Infernal esta la habían creado por si yo alguna vez resultaba ser una
amenaza, pero al darse cuenta que no lo era la habían ocultada de todos hasta este
momento; ella hacia que la respiración me fallara y mi corazón se comience a detener, pero
eso no me impidió quitármela antes de que todo su poder se esparciera dentro de mí
dándome un poco de ventaja para lanzar a Fearchar por la ventana de cristal logrando que
aterrice en el suelo.

Salte desde donde estaba para aterrizar a pocos metros de donde él se encontraba
que me quitara la navaja no significaba que el poder que había logrado entrar dentro de mi
cuerpo no estuviera recorriéndolo logrando así quitarme un poco de fuerza, pero no me
importo iba a lograr vencerlo era una Inferna y no iba a dejar que esto me venciera, así que
hice que lo que simulaba ser un tatuaje de rayos en el Mundo Terrenal comenzara a
deslizarse por mi brazo hasta llegar a tocar el suelo ya que esa era una de las armas que
poseía por mi poder esta la podía usar de látigo como también de cetro, pero prefería la otra
opción ya que me daba más movilidad y provocaba que cada vez que lo golpeara de este
saliera una especie de onda expansiva logrando así derribar cualquier cosa en fin, en eso
veo que Fearchar se levanta medio aturdido por la caída lo cual tomo esa ventaja sabiendo
en el estado que me encuentro, así que no lo dude más y sacudí el látigo en dirección a él y
así derribarlo una vez más, pero en el momento que iba a enredar este sobre su cuello él lo
sujeta logrando tirarlo y derribarme a mi hasta quedar a pocos metros del precipicio que se
formó hace miles de años en esta frontera provocando que muchos se alejen tan solo por
ver solamente oscuridad en su final y no ver la tierra.

Me sostuve la herida y me incorpore con un poco de dolor ya que realmente me


había dolido eso y lo sabía ya que era efecto de que estaba débil lo escuche reír a unos
pasos de mí.

— La gran Crown Inferna se encuentra débil ante mis ojos— dijo desafiándome— no
te queda mucho querida si tan solo me hubieras elegido y no a ese bastardo del
Príncipe de los Werfblood todo esto no hubiera sido necesario— me confeso.
— Te crees que voy a dejar que destruyas a los 2 mundos— le dije fríamente.
— Crown no te queda mucho tiempo de vida por si no lo notaste estas muriendo a
causa de la navaja que ciertamente pensé que era un mito hasta ahora— me dijo
sínicamente mientras se burlaba.

Con la poca fuerza que me quedaba y eso era verdad logre provocar que con tan
solo pisar el suelo este temblara provocando su inestabilidad al igual que la mía, pero no
deje que me derribara al suelo.

— El Inferno me pertenece por derecho de nacimiento Fearchar— le dije fríamente


para que vea eso— ¿Acaso te piensas que aunque me mates el poder del Infierno
como sus habitantes te obedecerían? ¿acaso no entiendes? Escúchame bien jamás
van a obedecerte ni tampoco lo va hacer el poder lo único que vas a conseguir es la
destrucción y el caos total— dije de una manera sínica, pero a la vez con verdad.

Al parecer no le gusto eso ya que me miro de costado y sobre su hombro con esa
mirada llena de furia y rabia al mismo tiempo que sentí como tenso su mandíbula, pero lo
que no me esperaba fue que sin previo aviso lo tenía a escasos centímetros de mi rostro y lo
último que sentí fue el frio del filo de una espada atravesando mi estómago provocando que
de mi boca saliera un poco de sangre este la retiro de su lugar tome su collar y lo enrosqué
en mi mano para tenerlo cerca.

— Te lo advertí— fue lo último que le dije para después separarme.

Me di la vuelta para darle la espalda y mirar todo el paisaje del Infierno por lo que
sería mi última vez en hacerlo y en eso escucho como alguien gruño a mis espaldas y lo que
no me esperaba era estar cayendo por el precipicio no quería ver, así que cerré mis ojos.

— Adiós— dije en un susurro.

Lo último que sentí fue mi cabeza golpear contra el suelo al igual que mi cuerpo y
después de ahí todo fue negro, al principio pensé que realmente estaba muerta hasta que de
la nada abro mis ojos encontrándome en una lugar no sé dónde, pero todo estaba oscuro no
había ni una luz.
— ¡HOLA!— dije en un grito— ¡¿HAY ALGUIEN AHÍ?!— pregunte en un grito
nuevamente, pero nadie me respondió.

Seguí caminando viendo para todos lados por si encontraba algo o a alguien por allí,
pero no encontré nada hasta que siento como si alguien estuviera detrás de mí.

— Crown— dijeron a mis espaldas y yo me voltee para encontrarme con mi madre.


— ¿Mamá?— dije con lágrimas en los ojos y me lance a abrazarla.
— Ya tranquila mi pequeña— dijo sobándome la cabeza.
— ¿Dónde estoy? ¿Acaso estoy muerta?— le pregunte y me separe de ella un poco.
— No mi vida no te encuentras muerta— me dijo y yo solté todo el aire que estaba
reteniendo.
— Pero si caí por el precipicio y golpee mi cabeza además Fearchar me apuñalo con la
navaja y luego con su espada ¿Cómo es posible que no esté muerta?— dije sin
entender y comenzar a dar vueltas de un lado a otro.
— Crown cariño respira— dijo mi madre con una risita de por medio.
— No es gracioso mamá— le dije mirándola feo.
— Bueno cariño es que me haces acordar a tu padre cuando no entendía las cosas ven
vamos a sentarnos que te voy a explicar— me dijo.

Y yo me voltee nuevamente a verla sin entender si como nos iba a sentar si no había
nada allí para sentarnos y en eso veo que había 2 sillones individuales uno al lado del otro
simplemente distanciados por una mesa ratona llena de mesas y 2 tazas de café al parecer y
un perro grande negro que identifique como un lobo esta al ver donde tenía mis ojos y eran
en el perro gigante se rio para girarse para mirarme a los ojos.

— No muerde a menos que tú quieras que lo haga— me dijo y asentí— siéntate— me


dijo y yo le hice caso.

Cuando ya me encontraba sentada en el sillón a la izquierda de mi madre vi como el


lobo se levantó para acercarse hasta donde yo estaba y recargar su cabeza en mi rodilla y
por instinto y porque Ellair siempre me pedía de esta manera que lo acariciara hice lo
mismo y al parecer le gusto.

— Su nombre es Max— me dijo y yo la mire.


— Hola Max— le dije al lobo y este me lamio la cara.
— Bien cariño te voy a contar lo que está sucediendo— me dijo y yo quite mi atención
del hermoso lobo negro para ponerla toda sobre mi madre.
— Si te escucho— le dije y esta asintió.
— Este lugar se llama La Oscuridad por ahí lo has estudiado este es un poder muy
poderoso y que se encuentra oculto para los 3 Mundos, pero eso era porque se
encontraba dormido— me dijo y yo abrí mis ojos.
— Si se cual es lo he estudiado mientras estaba encerrada en El Inferno— le dije y esta
se rio.
— Lo se pequeña; yo no soy la original Isabelle Adkins quien era tu madre sino que
soy una entidad de este poder que tomo la apariencia de tu madre para que no te
asustaras— me dijo y yo sonreí ya que sabía que mi madre tenía ojos azules no
negros como los míos— pero creo que te diste cuenta por mis ojos ¿no es así?— me
pregunto.
— Si mi madre tenía ojos azules y tú los tienes negros como yo, pero si estoy aquí es
por algo ¿verdad?— le dije y esta asintió en respuesta.
— Eso es correcto hace mucho tiempo te estábamos esperando Crown y llego la hora
de que conozcas la verdad del porque— me dijo.
— Me encantaría escucharla— le dije con una sonrisa.
— Hace miles de años antes de que tu nacieras nuestro el poder de La Oscuridad
formaba parte de su propio reino hasta el día en que nuestra reina quien vendría
hacer un tátara abuela decidió sacrificarse por el amor de su vida y de su familia
logrando así que todo el poder se derrumbara, pero siempre estuvo en El Inferno,
aunque nadie lo sabía y ese era el precipicio…— me comenzó a decir y soltó un
suspiro y luego dejo la taza en la mesa para así continuar— …el poder que corría en
las venas demoníacas de tu tátara abuela salió de su cuerpo y se refugió
construyendo un precipicio en el cual vos caíste— me dijo y a mí ya se me estaban
cayendo un par de lágrimas.
— ¿Entonces que tiene que ver que yo esté aquí?— pregunte con lágrimas cayendo por
mis mejillas las cuales fueron quitadas por mi madre.
— Mi niña cuando tú eras una niña y Sorcha solía meterte en un cuarto oscuro ¿lo
recuerdas?— me pregunto y yo me acordaba perfectamente de eso.
— Si lo recuerdo; lo hacía para que tuviera miedo al principio si le tenía miedo a la
oscuridad, aunque parezca algo loca sabiendo la clase de diablesa que soy, pero al
final descubrí que amaba estar en ese lugar junto a la oscuridad— le dije con una
sonrisa y de manera divertida.
— Si bueno desde ese entonces el poder despertó para así encontrar a su portadora y
esa eres tú Crown; tú sin saber nada de esto y sin saber lo que conllevaba ser como
lo eres; el poder bueno mejor dicho La Oscuridad uno de los poderes más fuertes e
invencibles de los 3 Mundos te eligió a ti para ser la quien lo porte y reformar El
Infierno como también Lovingfild— me dijo con emoción y yo la mire con una cara
de “no sé si podre con esto”— cariño sé que es mucho para procesar, pero por eso
junto con Max vamos a ayudar a que lo controles antes de que llegue la hora de
nuevamente abrir los ojos— cuando dijo esto último mis ojos se abrieron y escupí lo
que tenía en la boca.
— ¿Cómo que cuando despierte nuevamente?— le pregunte.
— Mi vida estas en una especie de transe mira— me dijo y vi como algo que se parecía
a una televisión aparecía delante de mis ojos.

El Infierno, Mundo Demoníaco

Fearchar había terminado de lanzar a Crown por el precipicio luego de que ella le
dijera lo que para él era una mentira, pero prontamente se iba a enterar que no mentía con
respecto a eso entonces en esos momentos llegan unos guardias a su lado los cuales
comienzan a buscar a la princesa a simple vista, pero no la encuentran; Fearchar sin
importarle nada se gira para volver al castillo no sin antes girar su rostro para poder enfocar
su mirada en los guardias.

— Bajen a buscar su cuerpo— ordeno el demonio.


— Si señor— dijeron y estos obedecieron.

Al llegar los guardias a la superficie con el cuerpo de Crown este se acercó para
fabricar una especie de capsula para mantener su cuerpo aunque ella no envejezca quería
cerciorarse de que su poder no escapara; ordeno que pasen por toda la ciudad desde su
principio hasta la entrada del castillo cuando este lo hizo cada habitante de los Círculos
Infernales que quedaban allí se comenzó a acercar para ver a la Princesa muerta y al
momento en que llegaron a la entrada del castillo este se giró ante todos.

— La Gran Crown Inferna Hija de las Sombras y del Inferno; quien también era su
futura Reina se encuentra muerta y su sangre corre por mis manos, así que a partir
de ahora yo Fearchar Hijo del Quinto Círculo Infernal y de los Werfcrof me
proclamo como el Nuevo Regente, Rey y Señor del Infierno, pero aquel demonio;
diablesa; criatura y/o regente de algún Círculo Infernal que no esté de acuerdo con
esto puede irse del Infierno tan solo estos tienen 24 horas para hacerlo y el que lo
haga después de esas 24 horas será condenado a muerte— dijo Fearchar para todos.

Cada uno de los que todavía se encontraba con vida y los regentes de los Círculos
Infernales que habían decidido unirse a él solamente por el bien de su pueblo comenzaron a
murmurar.

— ¿Qué pasara con la Princesa?— preguntaron algunos de los presentes.


— El cuerpo de la Princesa se encontrara encerrado en su antiguo cuarto en el Castillo
del Décimo Círculo Infernal— ordeno y los guardias que tenían su cuerpo
comenzaron a trasladarlo— ahora largo y decidan correctamente— dijo el que ahora
era el Rey del Infierno.

Cuando este entro al palacio fue coronado inmediatamente como el Rey del Inferno
sin importarle nada sin ceremonias; ni testigos; ni nada solo su padre y su madre; y algún
que otro guardia de su propio Círculo Infernal este al sentarse en el trono ordeno llamar a
un mensajero, pero este no sabía que todavía le rendía lealtad a los anteriores gobernantes.

— Llévales este mensaje a la Familia Inferna que sepan que le paso a su pequeña—
ordeno el que ahora es rey.
— Si señor— dijo el mensajero para llevarles la carta.

Al momento de llegar a la Ciudad de Lovingfild no solo llego él sino que otros


habitantes del Infierno también y todos se dirigieron a la casa de la Familia Inferna donde
todos fueron recibidos con comida; agua; medicinas; etc. El mensajero fue directamente
donde se encontraba al único demonio que consideraba Rey del Inferno y ese era Satanás
quien se encontraba jugando con sus bisnietos; también estaban Balac; la bruja de Molly
junto a su amado Ellair y Adrien el Príncipe de los Werfblood estos al sentir la presencia
del mensajero se pararon inmediatamente para recibir el mensaje.

“Familia Inferna:

Yo Fearchar hijo del Quinto Círculo Infernal me proclamo el Rey del Infierno ya
que la amada Futura Reina del Infierno e Hija de las Sombras y de este mismo llamada
Crown Inferna está muerta y su sangre corre por mis manos. Si desean verla se tendrán
que acercar a la habitación más profunda del Décimo Círculo Infernal y si desean volver a
mi reino serán bienvenidos.

Saludos atentamente Fearchar Rey del Infierno.”

El antiguo Rey Balac incinero la carta inmediatamente; Satanás casi destruye todo;
los pequeños salieron corriendo llorando y su padre detrás de ellos.

Crown. La Oscuridad, Mundo Demoníaco

Mientras miraba lo que pasaba mientras me encontraba dormida sin poder hacer
nada sin poder decirles a mis hijos que estaba viva al igual que a mi familia al igual que a
Adrien en eso siento como alguien ligeramente aprieta mi hombro para intentar
consolarme, pero sin embargo no sucede ya que me hundo en su pecho como una niña
pequeña que abraza a su madre.

— Ya pequeña— me dijo sobando mi cabeza para calmarme.


— Enséñenme todo lo que necesito saber, no voy a dudar de esto— dije firmemente
una vez que me separe de ella.
— Entonces empecemos, pero antes necesitas descansar peleaste demasiado— me dijo
y yo asentí obedientemente para darme cuenta que me encontraba recostada en una
cama y en vez de ser mi padre quien me estuviera cuidando como cuando era una
niña era la misma Oscuridad pero para mía era mi madre— descansa mi vida— me
dijo besando mi cabello.
— Descansa mamá— dije para luego quedar profundamente dormida.
La Carta
Adrien. Verano, Julio. Ciudad de Lovingfild, Mundo Terrenal

2 años después

Ya habían pasado casi 2 años desde que Fearchar se había atrevido a notificarnos que él
muy gratamente había asesinado a mi amada Crown y si dije gratamente ya que de seguro
lo estaba disfrutando esta situación llevo a Balac y a Satanás como también a nuestros
aliados y a muchos más que llegaron del infierno en fin, a todos los llevo a instalarse en la
ciudad de Lovingfild, aunque esto implicaba que el secreto de que el Mundo Demoníaco
existía dejaría de serlo ya que al recibir a los invitados no se les exigió llevar un aspecto
terrenal para ocultar su forma original para lograr esto se decidió armar un nuevo Consejo
Infernal, pero esta vez en este se sumarian a través de una votación justa a 5 líderes de la
ciudad obviamente en este me encontraba yo además de antes perteneces al Infierno
siempre pertenecí a la ciudad de Lovingfild del Mundo Terrenal; por otra parte, mis hijos
ya estaban comenzando a entrar a la famosa etapa de la adolescencia donde sus poderes
comenzaron a estar un poco fuera de control y no solo era por la etapa que están pasando
sino que también por la falta de su madre por lo menos tanto mi madre; como mi padre;
Molly; Ellair; Balac y Satanás me ayudan a criarlos y a que se controlen más de lo que ya
lo hacen.

Gracias a los poderes de cada demonio; diablesa y criatura demoníacas pudimos


volver a construir y a renovar la ciudad y esto se debía a que gran parte de ella fue destruida
durante la batalla; también agradecía a Molly y a su madre de que ayudaran con los heridos
que todavía seguían hospitalizados por sus heridas graves. Hoy me tocaba hacer algo que
no quería hacer o más bien llevaba casi 2 años esquivando hacer y eso era quitar toda la
ropa de Crown de nuestro armario; y todas sus cosas para llevarlas a otra habitación para
mantenerlas ahí en eso escucho como mis niños llegan de la escuela y estos estaban
discutiendo a lo que salí corriendo de la cocina.

— ¡NIÑOS!— les grite mientras me iba acercando a ellos a lo que Demon me miro
con una sonrisa y su hermana se estaba aguantando la risa.
— Papá te tendrías que haber visto la cara— dijo mi pequeña.
— Ya Storm no sabes cómo es papá— le dijo su hermano a lo que lo agarre del cuello
para atraerlo y despeinarlo.
— Hola mi niños— dije para tomar a mi niña con el otro brazo.
— Hola papá— dijeron al mismo tiempo mientras nos abrazábamos.
— ¿Cómo les fue hoy?— les pregunte.
— Bueno a Demon le fue bien ya que por fin pudo quedar en el equipo de la escuela
gracias a sus increíbles habilidades— contesto mi pequeña— y yo aprobé el examen
de latín y creo que eso lo herede de mamá— dijo Storm y vi que se puso cabizbaja
al recordar a su madre.
— Ya hermanita mamá de seguro nos debe estar vigilando donde quiera que este ¿no
es verdad papá?— dijo Demon y yo volví abrazarlos.
— Es verdad pequeña escucha a tu hermano— le dije— yo también la extraño como no
tienen idea— les confesé y estos me abrazaron más fuerte— ahora vayan a comer
que los esperan en el patio— les ordene y estos se fueron corriendo como cuando
eran unos niños.

Cuando ya estaba solo en el recibidor subí a la planta de arriba y comencé a caminar


por el pasillo hasta encontrarme parado en la puerta de nuestra antigua habitación respire
profundo y tome la manija para así abrir la puerta y entrar de una vez por todas en fin, al
estar adentro todavía podía recordar nuestra última vez juntos no solo en esa cama sino que
también en la habitación comencé con lo primero que se me vino a la cabeza y fue con el
armario, así que por allí comencé. Entre a nuestro armario y comencé a quitar sus vestidos
mientras la recordaba en cada vez que la había visto con uno de ellos y mis labios se
curvaban en una sonrisa; luego saque sus camisas junto a sus pantalones y trajes; y por
ultimo me quedaron sus bolsos y sus zapatos al igual que su ropa interior por otra parte, ya
llevaba como 4 cajas guardando solo lo que había en el armario y tarde como media hora en
terminar y al voltearme para poder salir solamente solté un suspiro de nostalgia al darme
cuenta que solo la mitad de este se encontraba ocupado y eso era por mi ropa.

Volví a la habitación para seguir con ella y lo primero que hice fue tomar sus cosas
que pertenecían del Infierno para guardarlas todas en una caja para así seguir con los
cuadros de fotos sin quitar los más importantes tome los que era suyos de cuando ella era
una pequeña niña y las cuales estaban tomadas por Balac o por Satanás cada vez que Crown
así alguna travesura de las suyas imaginármela en ese momento me causaba no solo
angustia sino que también una sonrisa no me había dado cuanta que había comenzado a
llorar hasta que vi como una lagrima cayo en el cristal del cuadro que tenía entre las manos
obviamente me limpie los ojos y guarde sin importar nada una vez que esta caja estaba
llena la cerré con magia y la saque al pasillo como al igual que al resto de cajas que ya se
encontraban selladas al salir con ella me encontré con mis hijos quienes estaban por entrar a
sus habitaciones.

— ¿Papi?— dijo mi niña y yo sonreí.


— Estoy bien pequeños— les dije con una sonrisa.
— ¿Necesitas ayuda con las cajas?— pregunto esta vez su hermano.
— No es necesario, pero si quieren pueden ir llevándolas a la habitación donde
habíamos hablado— les dije y estos asintieron.
— ¡SI!— dijo Storm como cuando era una niña y salió corriendo a tomar una caja
junto a su hermano.
— Si me necesitan voy a estar guardando más cosas— dije señalando la habitación y
ambos asintieron para girarse para seguir caminando.

Regrese a la habitación para guardar lo último que faltaba que eran las cosas suyas
que estaban en su escritorio el cual también era su tocador obviamente de un lado de todo
este en fin, me encontraba guardando su cofre cuando de este se cae un sobre de papel no
sabía de qué se trataba, así que deje el cofre dentro de la caja para tomar el sobre del suelo
y al voltearlo encontré mi nombre con la letra de Crown, así que me dio curiosidad y no
solo eso sino que también jamás me había dado cuenta lo que me llevo a pensar a que esto
se debía a que de seguro ella lo había hechizado para que lo descubra a su debido tiempo no
tarde mucho en tomar el abre cartas que estaba en el escritorio y la abrí encontrándome con
una carta dirigida para mí.

“Querido Adrien:

Si estás leyendo esto es porque yo no me encuentro con vida o porque no tengo la


oportunidad de decírtelo en persona y es muy probable que sea la primera opción en todo;
en lo que estoy al cien por ciento de que si es la primera opción en fin, esta carta es para
contarte la razón de en si de por qué no quería irme al Infierno.

La razón correcta era porque debía luchar a muerte por el Trono Infernal y,
aunque soy una Diablesa Mayor inmortal solo hay una sola cosa que me puede matar esto
es la Daga de las Sombras esta fue creada por si en algún momento de mi crecimiento
cabía la posibilidad de que me saliera de control o fuera una amenaza esta fue forjada por
el poder de los miembros del Consejo Infernal y de mi abuelo junto a las cenizas de mi
madre y fundida por el Fuego Infernal, pero esta se debió ocultar no solo de posibles
enemigos sino que también de todos los habitantes de los 3 Mundos; si la daga llegara a
perforar mi piel el veneno que se encuentra en su interior me mataría inmediatamente a
pesar de que cabe la posibilidad de seguro Fearchar debe saber dónde se encuentra o la
debe tener en sus mano y no va a dudar en utilizarla. Te amo demasiado Adrien al igual
que a nuestros hijos, pero si te decía la verdad sabía que no me ibas a dejar irme, pero,
aunque me lo hubieras prohibido debía hacerlo por el bien de los 3 mundos y de todos.

Desde que mi padre me envió por primera vez a Lovingfild para protegerte de lo
que jamás me llevo a preguntarle por qué debía protegerte y esto lo supe en el momento de
que descubrí quien eras y fue ahí que entendí que era para protegerte de tu propio poder al
principio créeme pensé que eras un idiota y un ególatra del cual no me iba a enamorar
intentara lo que intentara para que caiga a tus pies como lo hacían el resto de mujeres de
Lovingfild, pero eso no le impidió a la poca alma que tengo enamorarme del verdadero
Adrien Graves al cual tuve el honor de conocer realmente. Todavía recuerdo el día en que
me desmaye en tus brazas estando en los pasillos de la escuela y tampoco me olvido de
cómo me cuidaste sin importarte nada en decir, que no te importo que tu madre y tus
hombres los cuales te juraron lealtad después de la muerte de Kaden Graves a quien fue a
la última persona con la que demostraste debilidad; compasión; y preocupación por su
estado hasta bueno ese día conmigo y fue ahí que comencé a enamorarme de ti y jamás me
voy a arrepentir de eso.

Te amo Adrien y quiero que me prometas que sin importar donde este y si en todo
caso me encuentro muerta no quiero que sufras por mi perdida ni mucho menos que
quieras tomar venganza, aunque me encantaría verte de ese modo, pero no lo único que
quiero es que seas feliz; que cuides de nuestros hijos como me cuidaste a mi ese día y
también de nuestras familias; espero que me perdones por no decirte la verdad, pero no
tenía opción. Nunca me olvides Adrien Graves como yo no te voy a olvidar.

Con amor Crown.”

Cuando termino de leer sus últimas palabras escritas entre lágrimas miro uno de los
cuadros que están allí y tomo con mi mano el que tiene una foto de nosotros 2 juntos para
acariciar con nostalgia el vidrio.

— Jamás te voy a olvidar Crown— dije en voz alta para luego llevar la carta mis labios
y dejar un simple beso sobre el papel.
El Despertar
Crown. La Oscuridad, Mundo Demoníaco

Realmente todavía no podía creer que llevaba 200 años dormida para los habitantes del
Infierno y tan solo 2 años para los habitantes de Lovingfild, aunque eso no significaba que
yo no pudiera vigilarlos desde La Oscuridad esa era una ventaja que se me había
implementado al poder desde que había llegado aquí; para mi gran suerte solo faltaba muy
poco tiempo para que despertara obviamente no todo era una cuento de hadas o una historia
más con un final feliz, si no que el poseer este nuevo poder también me trajo consecuencias
a mi cuerpo el cual se encontraba cambiando constantemente con cada prueba que pasaba.
Ya no veía la hora de por fin volver a despertar y de volver con las personas que amo odio
ver como Fearchar casi por no decir que solo quedaron muy pocos en El Infierno el lugar
que alguna vez llame hogar y hoy se encontraba hecho cenizas y escombros por tan solo no
escucharme y no creer en lo le decía; y si disfrute tanto verle la cara cuando se dio cuenta
del error que había cometido.

Mi cuerpo todavía seguía encerrado en mi antiguo cuarto en el castillo del Décimo


Círculo Infernal quien era vigilado desde detrás de las puertas por soldados leales a
Fearchar estos no se dignaban a entrar ya que no solo por órdenes de su supuesto Rey, si no
que tenían miedo de lo que se encontraba allí adentro y si era cierto creo que saldrían
corriendo si ven mi cuerpo cambiar, aunque este se encontrara metido en una especie de
capsula porque según Fearchar era para evitar que mi poder escapar de mi cuerpo, pero esto
era imposible ya que no me encontraba muerta del todo por así decirlo en fin, mi cuerpo se
retorcía por los cambios, aunque yo no sintiera dolor no significaba que no me gustara
verme en ese estado esto me recordaba a cuando yo comencé con mi primer cambio de
aspecto fue doloroso y me retorcía porque me comenzaban a salir mis cuernos.

Por otra parte, amaba mis nuevos cambios mi piel en vez de ser gris como la de una
sombra se encontraba como la piel del color perteneciente de un terrenal; mis cuernos se
encontraban un poco más largo de como los tenía antes, pero ahora la mitad de ellos se
camuflaba con mi cabello el cual se había recortado hasta mis hombro y su color había
tomado un gris con negro; de mis dedos salieron garras de color negro; el rayo que antes
poseía en mi muñeca hasta mi codo con mi poder ahora recorría todo mi brazo hasta mi
espalda; mis tatuajes habían desaparecido de mi cuerpo; mi ropa también había cambiado;
mi cola desapareció remplazándola por alas como unas gárgolas o mejor dicho como las de
un murciélago de color negras con puntas curvadas en sus extremos; mi lengua era como la
de mi abuelo lo único que no tenía la terminación en forma de punta como la de una
serpiente.

Estaba concentrada mirando divertida como Fearchar intentaba controlar el desastre


que era El Infierno además también estaba el hecho de que el poder de La Oscuridad o en
este caso era yo ahora ya que me pertenecía y me lo había ganado hace miles de años atrás
había comenzado a emerger desde las profundidades y este no sabía desde donde provenía;
la verdad que era divertido verlo estresarse y sufrir por lo que él mismo había provocado
desde que decidió declararme la guerra en eso siento como la presencia de mi madre se
instaló a mi lado lo cual hizo que la mirara con una sonrisa de oreja a oreja como cuando
era una niña.

— Mamá— le dije y esta me miro.


— ¿Qué sucede cariño?— me pregunto.

Volví mi rostro con una sonrisa a ver lo que estaba sucediendo y fue cuando recordé
cuando aprendí por primera vez como recuperar no solo el poder sino que también los
recuerdos y el alma de alguien importante para mí y en este caso era la de mi madre para
así no sentirme sola mientras estaba allí, aunque esto lo agradecía ya que la gran Bruja
Terrenal Satánica de Isabelle Adkins a quien te el honor de llamar mamá había llegado a
pertenecer a La Oscuridad.

— Me alegra saber que te tengo a mi lado— le dije y esta sonrió.


— Siempre lo estuve, aunque ahora tengo la oportunidad de verte crecer— me dijo y
yo sonreí con lágrimas en los ojos— mi niña no llores— dijo mientras me tomo de
las mejillas para poder quitar estas.
— ¿Qué va a pasar contigo cuando despierte?— le pregunte no solo preocupada sino
que también con tristeza.
— No lo sé cariño, vamos a ver qué sucede después de eso— me dijo y yo sonreí para
volver a mirar— ¿te divierte verlo de esa manera no es así?— me pregunto con la
misma sonrisa que ponía cuando sabía que algo estaba mal.
— Si— dije mientras asentía como una niña pequeña o como mi hija solía hacerlo.
— Me alegra saber que tienes el mismo humor que el de tu padre— me dijo con una
sonrisa divertida— todavía recuerdo como se puso de alterado cuando le dije que
estaba embarazada de ti de hecho lo hizo por el por el temor a que descubriera quien
era realmente, aunque eso ya lo sabía desde que lo choque por accidente— me
comento entre risa y si yo solté una risa al imaginármelo.
— Si de seguro fue la misma reacción que tuvo cuando le dije que con apenas tenía
1300 años había tenido a Demon y a Storm— dije con una risita y mi madre me
miro con los ojos agrandados con sorpresa.
— ¿Cómo? ¿Con quién te metiste a esa edad?— me pregunto con nerviosismo y yo la
mire, y me golpee con mi palma al saber que me había expresado mal.
— No, no es eso mamá— le dije mientras agitaba mis manos en negación— mamá no
pienses cualquier cosa además me exprese mal, así que ahora respira tranquila y
déjame que te explique— dije con una sonrisa al ver que soltó todo el aire que
estaba reteniendo.
— No me asustes hija— me dijo con una sonrisa.
— Como soy tu hija y la de mi padre tengo un poder ilimitado esto quiere decir que
además de tener los poderes de papá y los de mi abuelo también obtuve los tuyo
cosa que hizo que fuera un poco peligrosa a la vista de cualquiera y por esa razón
habían creado la Daga de las Sombras, pero cuando vieron que no lo era decidieron
ocultarla, pero esto ya lo sabes— dije y solté una risita— con el paso de los años
descubrí otros poderes y cuando cumplí mis 1300 años jugando con un poco de mi
poder hice a un pequeño demonio y una pequeña diablesa bebe sin la ayuda de
nadie ni tampoco de tener algún contacto sexual con algún demonio…— corte mi
explicación para soltar una risa cuando lo recordé este episodio y vi que mi madre
también se estaba conteniendo— …esto hizo que me asustara un poco, pero cuando
los vi a los ojo supe que eran y siempre van a ser mis pequeños, de manera que baje
con ambos en mis brazos hasta llegar al salón donde se encontraba mi padre junto a
los abuelos; Bel y la insoportable de Sorcha conversando— dije y esta me detuvo.
— ¿Qué dijo tu padre cuando te vio?— me pregunto.
— Se pera de golpe y comenzó a caminar de un lado al otro hasta que cito lo que me
dijo— le dije y carraspee mi garganta para tratar de imitar su voz— “acaso te
volviste loca cuando quien te acostaste”— imite a mi padre y tanto mi madre como
yo soltamos una carcajada— a lo que le conteste que estaba jugando con un poco de
mi poder y bum los había creado desde ese entonces se convirtieron en mis hijos
bueno hasta que llego Adrien Graves a mi vida que decidimos que él fuera su padre
— le dije y esto último con un poco de nostalgia.

Mi madre al parecer iba a preguntarme algo cuando todo comenzó a temblar y no


entendíamos porque cuando de golpe aparece una entidad de mi propio poder para después
tenderme una de sus manos cosa que hizo que me girara a mirar a los ojos de mi madre los
cuales se encontraban con lágrimas y era muy probables que los míos también y no lo dude
y la abrece con fuerza como ella también lo hizo.

— Ve cariño, todo va a estar bien— me dijo limpiando mis lágrimas.

Me gire en dirección a la entidad y tomar su mano para ver como comenzaba a


desvanecerme, pero antes de que lo hiciera por completo mire a mi madre.

— Te amo mamá— le dije con una sonrisa.

Castillo de las Sombras-Décimo Círculo Infernal, Mundo Demoníaco

Después de eso sentí como si la luz de una ventana me cegara la vista como cuando
solía olvidarme de cerrar las cortinas y de allí entrara un rayo de luz, así que lo único que
atine a hacer fue restregarme los ojos con el dorso de mi mano derecha para que una vez
que se me había pasado ese horrible efecto de las mañana enfocara mi vista para
encontrarme tendida en mi antigua cama en el Castillo del Décimo Círculo Infernal esto me
llevo a que saliera de mi cama para acercarme al espejo más cercano y verme con mi nuevo
cuerpo y si la verdad que no estaba para nada mal en eso escucho como los guardias que se
encontraban custodiando la puerta ni notaron mi presencia despierta a lo que hice que con
un ágil movimiento de muñeca estos simplemente fallecieran; no me tomo nada abrir la
puerta ya que la azote para que se abriera y pudiera salir al pasillo al momento de hacerlo
algunos guardias se acumularon en este casi quédense como estatuas al verme.

— ¿Crown?— pregunto uno de los guardias y pude ver que se trataba de Gregory.
— ¿Gregory?— dije esta vez yo y este salió corriendo abrazarme lo cual correspondí
de la misma manera.
— ¿no te encontrabas muerta?— me pregunto y yo negué divertida.
— Digamos que no, pero ahora no es momento luego les cuento— dije y todos
asintieron— ¿solo quedan ustedes acá?— pregunte y lastimosamente este asintió la
cabeza.
— Si solo quedamos nosotros— me dijo cabizbajo— solo nosotros los Guardias más
leales del Décimo Círculo Infernal y del Infierno que somos las gárgolas quedamos
por órdenes de tu abuelo para informarle— me explico.
— Está bien, vámonos hay que ir a recuperar el Infierno y esta vez no va a ver una
simple Daga que me detenga— dije con una sonrisa de orgullo para comenzar a
caminar por el pasillo.

Seguida de los más fieles al antiguo régimen del Infierno fui hasta el Castillo
Infernal donde sabía que ahí en la Sala del Trono Infernal se encontraba la persona a la cual
estaba buscando; al llegar a la capital muchos de los guardias leales a Fearchar quisieron
detenernos, pero ni siquiera llegaron a tocarnos me di media vuelta sobre mi eje para
enfocarme en Gregory y darle una orden.

— Ven conmigo; el resto de ustedes quédense acá y reúnan a todos los habitantes que
queden— ordene y estos obedecieron.

Volví a mirar en dirección a las puertas del Castillo Infernal y sonreí al sentir la
mirada de Fearchar, así que levante mi cabeza para enfocar mi mirada en el ventanal donde
se encontraba asomado este y desde donde muchas veces yo miraba al pueblo cada vez que
visitaba a mi abuelo fue ahí que me di cuenta que se asustó ya que mis labios se curvaron
en una sonrisa llena de maldad; no le di ni tiempo ya que me aparecí junto con Gregory en
medio de la Sala del Trono Infernal obviamente Fearchar se sorprendió al verme viva por
así decirlo y no solo él sino que muchos de los regentes que seguían todavía aquí y hasta
sus padres también se sorprendieron.
— ¡YO TE MATE DEBERÍAS ESTAR MUERTA!— grito molesto.
— Digamos que si lo hiciste, pero no siempre uno obtiene lo que quiere sino que acá el
poder del Infierno es el que decide eso— dije indiferente y sin importarme que
muchos me estén apuntando con sus armas.
— ¡MÁTENLA!— ordeno en un grito a lo que estos obedecieron, pero los mate al
instante de que se movieron sin siquiera mover un solo dedo.
— Eso fue un error ya no soy la niña a la cual mataste anteriormente ni tampoco a la
que muchos vieron crecer— dije y me mire las garras— tienes 2 opciones Fearchar
al igual que también la tiene tu familia— le dije con una sonrisa de maldad sobre
mis labio— la primera opción exilio en las profundidades del Infierno o la segunda
opción muerta a través de mi poder— le dije mirándolo en alto y este soltó una risa
y los únicos que lo acompañaron en esto fue su familia.
— Crown, Crown y dinos ¿Cuál es ese poder?— me desafío no solo él sino que
también su padre.
— El antiguo poder que le perteneció a mi familia; quien también es parte del Infierno
y de sus tierras; quien fue el que creo este mundo. Damas y caballeros estamos
hablando de La Oscuridad— dije y todos los presentes se miraron sin poder creerlo
y los únicos que miraban impactados en los del Quinto Círculo Infernal— en este
caso creció conmigo ese poder y solo despertó cuando tú— dije y lo apunte con mi
dedo— me lanzaste al precipicio que la verdad te lo agradezco. Ahora decidan—
dije fríamente.
— ¡JAMÁS VAMOS A DEVOLVERTE EL INFIERNO Y JAMÁS VAMOS A
IRNOS DE AQUÍ!— me grito Fearchar a lo que esto hizo que soltara una carcajada
al igual que los que se encontraban allí reunidos.
— Entonces será la muerte y créeme lo voy a disfrutar tanto como vos lo hiciste
conmigo— dije antes de lanzarles una especie de ramificación.

Esta arma a comparación de mi antiguo látigo de espinas salían de mis garras en


especie de navajas las cuales había descubierto su poder y lo que hacían estas al perforar tu
piel se adentraban dentro matándote lentamente y dejando que la misma oscuridad te
consuma hasta no poder más y así morir; al impactar contra los Werfcrof se retorcieron
hasta caer al suelo no solo rogando por perdón sino que también para que les quite eso, pero
no se los iba a hacer ya que ellos mismos se buscaron que terminaran así si tan solo
aprendieran a no subestimarme ya que no era tan misericordiosa como lo eran mis abuelos
y mi padre en fin, me gire para mirar a Gregory.

— Ya sabes dónde ponerlos— le dije y este asintió sabiendo a qué lugar me refería; en
eso escucho un carraspeo lo cual hace que me gire.
— Majestad nos alegra de tenerla de vuelta— me dijeron los presentes.
— Sé que ustedes no tuvieron opción ni fue su elección quedarse ya que Fearchar no
cumplió con lo que había dicho y cerro antes cualquier portal hacia el Mundo
Terrenal— dije— y sé que intentaron mantener al Infierno a nuestro hogar como lo
era antes y eso lo aprecio demasiado, ahora de los que se encuentran presentes
alguno tiene la objeción de que asuma al Trono Infernal como se me lo ha impuesto
al nacer— les dije.
— Ninguno— dijeron todos.
— Majestad— llamo uno de los demonios que al voltearme me encontré con que era
uno de los lideres Consejo Infernal que fue capturado durante la batalla.
— Gazner— dije y este sonrió— me da mucho gusto verte con vida aun— le dije.
— Lo sé y a mí que lo esté majestad— me dijo— es tuya— me tendió la corona que
utilizaba mi abuela junto con la de mi abuelo— Fearchar quiso que las guardaran—
me explico y yo las tome.

Con ambas coronas en mi mano las hice elevar para que con las 2 formara una sola
corona única; original y nueva ya que así se iba a regir el nuevo Infierno bajo mi mando y
mis órdenes.

— Crown Isabelle Inferna Adkins antigua Hija de las Sombras y del Infierno; regente
de La Oscuridad y ama ella. Jura a asumir a este trono para brindarle toda devoción
y ayudar a sus seguidores— recito Gazner lo que se dice para poder asumir al Trono
Infernal
— Si lo juro— dije firme.
— Jura mantener el orden entre los 3 Mundo y renovar al nuevo régimen del Infierno
— volvió a decir Gazner.
— Si lo juro— volví a decir.
— Con el poder que se me otorgo por el Infierno yo Gazner 5to miembro del Consejo
Infernal y ante los gobernantes y ciudadanos que hoy quedan aca en el Infierno
declaro a Crown Inferna Reina de La Oscura; Señora y Dueña del Infierno— dijo y
me coloco la corona para que así yo me levantara del trono donde me encontraba
sentada.
— Viva Crown Inferna— gritaron algunos.
— Viva su majestad— gritaron otros.
— Viva La Oscuridad— fueron otros gritos y yo sonreí orgullosa de lo que había
logrado, pero sabía que algo me faltaba y eso era mi familia.

Habían pasado unas horas desde que había sido coronada y El Infierno ya se
encontraba reconstruyendo solo mientras miraba por el ventanal como este volvía a lo que
era antes pude ver por el rubillo de mis ojos a Gregory parado atrás de mí.

— ¿Qué sucede Gregory?— le pregunte para después voltearme.


— Ya están todos listos— me dijo y sabia a lo que se refería.

Había dicho que al pasar 2 horas después de la coronación todos los habitantes del
Infierno se reúnan en las puertas que llevaba a la Ciudad de Lovingfild y si esa era una de
las nuevas reglas que ya no iban a existir e íbamos a convivir el Mundo demoníaco con el
Mundo Terrenal bueno mejor dicho Lovingfild.

Al llegar a las puertas todos me estaban esperando y no tarde mucho en abrirlas


nuevamente a lo que Gazner; Gregory y yo aparecimos cerca de la casa donde sabía que mi
familia seguía viviendo junto a Padean; los hombres de Adrien; mi padre y mi hermano; mi
abuelo; el resto del Consejo Infernal; Adrien y nuestros hijos en fin, al estar cerca del patio
trasero pude escuchar la risa del amor de mi vida obviamente se me llenaron los ojos de
lágrimas, pero me las quite antes de colocarme mi aspecto terrenal, aunque amaba mi nuevo
aspecto demoníaco extrañaba al otro tarde tan solo 5 segundo en hacerlo y cuando por fin lo
hice nos acercamos un poco más y fue ahí que lo vi no había cambiado nada desde la última
vez que lo había visto los únicos que habían cambiado eran nuestros hijos que eran
adolescentes; al parecer mis hijos sintieron mi presencia y la primera en salir corriendo a
abrazarme fue mi hija.
— ¡MAMÁ!— grito para luego atraparla entre mis brazos.
— Ya estoy acá mi niña— le dije acariciando su cabeza.
— Hola mamá— dijo su hermano al cual también abrace.
— Mis niños no tienen idea de lo que los extrañe— les dije para luego separarnos y
besar sus frentes como cuando eran pequeños.

Abrace con cada brazo a mis hijos para comenzar a caminar, pero fui interrumpida
por el abrazo de oso de mi padre como también de mi hermano; mi abuelo; Ellair; Molly y
hasta Will.

— Necesito respirar— dije y estos se separaron— los extrañe a todos— les dije con
una sonrisa.

Cuando estos se hicieron a un lado para que yo pudiera respirar lo vi por arriba del
hombro de mi mejor amiga y mis labios se curvaron en una sonrisa al verlo; esta se hizo a
un lado al darse cuenta a quien estaba mirando ambos nos acercamos al otro despacio ya
que de seguro no podía creer que me estuviera viendo y como pude levante mi mano
izquierda para ponerla en su cuello.

— Hola— le dije con una sonrisa.


— Hola— me dijo de la misma manera y si solté un par de lágrimas ya que extrañaba
escuchar su voz— d-deberías estar m-muerta— dijo sollozando por lo bajo ya que
le costaba hablar.
— Shh ya estoy acá y a partir de ahora no va a ver nada ni nadie que nos puede separar
de nuevo— le dije para que se calmara lo cual funciono.

No tarde en sentir nuevamente sus labios sobre los míos no fue un beso lleno de
pasión como solíamos hacer antes, si no que estaba lleno de amor y de felicidad; al
separarnos apoyamos nuestras frentes una con la otra.

— Te amo Crown— me dijo.


— Te amo Adrien— le dije con una sonrisa en eso escucho a mi padre hablar.
— ¿Isabelle?— dijo y al principio pensé que me hablaba a mí, pero al girarme me
encontré con mi madre y a mi padre abrazado a ella para luego besarla como si no
hubiera mañana.
— Papá hay niños delante— dije viendo como mis hijos haciendo cara de asco lo cual
nos sacó a Adrien y a mí una risa.
— Lo siento niños— dijo este disculpándose con sus nietos.

Ver esto me género no solo orgullo de tener esta familia sino que también de felicidad
sabiendo que nos encontrábamos nuevamente juntos como una familia mitad terrenal y
mitad demoníaca a la cual no cambiaría por nada en el mundo ni tampoco todo el trayecto
que me llevo a aprender que no importaba de donde venís ni tampoco que aspecto poseas
sino que lo importante esta con la gente a la que amas y la que te ama sin importarle nada.

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