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ACTIVIDAD N° 13

SEMANA DEL 28 DE MAYO AL 2 DE JUNIO


Propósito: Identifica las virtudes morales participando en la misión evangelizadora en
coherencia con su creencia religiosa realizando un cuadro de doble entrada
TITULO:Virtudes humanas
Son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la
voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según
la razón y la fe.
Cuatro son las virtudes que desempeñan un papel fundamental: por eso se les llama “cardinales”; todas
las demás se agrupan en torno a ellas. Estas son la prudencia, la justicia, la fortaleza, y la
templanza.
o Prudencia. La prudencia se relaciona a menudo con la cautela. Es la virtud de actuar de forma
justa, adecuada y con moderación. La prudencia, que abarca tanto la razón como la voluntad,
gobierna el
desarrollo de una acción en cuatro fases. Primero la intención, la percepción general de que algo
merece la pena hacerlo.
o Justicia. La voluntad humana, por naturaleza, está orientada hacia el bien. Se podría afirmar que
no tiene necesidad de formarse para ser ejercida, por contraposición a la razón, que tiene
necesidad de ser educada para adherirse a la verdad. Cuando las emociones se aplacan, a través
de las virtudes de la fortaleza y la templanza, la voluntad, libre de obstáculos, desea el bien. Aun
así, la voluntad tiene necesidad de formación hacia el bien de los demás.
o Fortaleza. Por naturaleza, el ser humano posee las facultades espirituales de la inteligencia y de
la voluntad y las facultades sensitivas del conocimiento sensible y del apetito sensible. Los sentidos
externos cognitivos (vista, olfato, oído, tacto y gusto) y los internos (memoria, imaginación, sentido
común y juicio práctico), estimulan el "apetito sensible" de las emociones.
o Templanza. En nuestra naturaleza existen dos instintos innatos, el de supervivencia y el de
procreación. La vida es buena, y la naturaleza nos impulsa a continuarla y transmitirla. En la
persona, las dimensiones corpóreas y espirituales han de cooperar para alcanzar una superior
plenitud humana. Los instintos innatos que tienen por objeto el alimento y la unión sexual, junto al
deseo por los placeres del gusto y el tacto, producen mucho más que el mero placer, cuando van
unidos a la búsqueda espiritual del verdadero bien, no sólo para uno mismo, sino también para los
demás.
ACTIVIDAD
Evidencia: Cuadro de doble de entrada
SALIDA: Elaboran un compromiso sobre cómo podemos practicar las virtudes morales y lo plasman en un cuadro de doble entrada.

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