Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
C. Res mancipi: Son las cosas más valiosas para la mentalidad primitiva romana –
meramente rural y agrícola- las cosas más preciosas: fundos y construcciones itálicas, las
servidumbres rusticas, las servidumbres de aquae ductus, los esclavos, los animales que
se suelen domar por el cuello o por el lomo como bueyes, caballos, mulas y asnos. Para
poder trasladar el dominium ex iure quiritum de una res mancipi, es necesario el empleo
de una forma de transferencia ritual denominada mancipatio, o bien a través de la in iure
cessio.
D. Res nec mancipi: Son aquellas cosas que no son mancipi, como el caso de los fundos
provinciales, el ganado menor, las bestias feroces. Para poder trasladar el dominium de
esta era necesaria una simple traditio, o bien a través de la in iure cessio.
B. Propiedad peregrina: Los extranjeros (peregrini) por carecer del commercium no pueden
ser propietarios ex iure quiritum (según el derecho de los quirites, es decir, ius civile).
Pero se les reconoce la propiedad según el ius Gentium. El pretor los protegía mediante
acciones en las que se incluía la ficción si civis romanus est (de haber sido ciudadano
romano).
C. Propiedad provincial: Los fundos situados en suelo provincial –que no gocen del ius
italicum- no pueden ser del dominio privado. Son del dominio del Emperador
(provincias imperiales) o del populus romanus (provincias senatoriales), por ello en las
primeras se debe pagar un tributum y en las segundas un stipendium.
Los que ocupen estos fundos no pueden ser llamados domini, sino fructuarii o
possessores. Estos poseedores cuentan la protección jurisdiccional de los gobernadores
de provincia que actúan por las vías pretorianas, en el edicto provincial figuraría la
acción pretoria in rem de “si ager stipendarius petatur”.
D. Propiedad bonitaria (in bonis habere) o pretoriana: Podía suceder que alguien adquiriere
una cosa faltándole algún requisito para poder convertirse en “propietario quiritario”,
bien porque se efectuó la simple traditio de una res mancipi o porque compró de
buena fe a alguien que no era el propietario.
Son aquellos que consisten en actos permitidos por el ius, en virtud de los cuales alguien se hace
propietario sin reconocer un enajenante.
A. Ocupación: Es la apropiación de una cosa que no tiene dueño (res nulliae) con ánimo de
adquirirla para tenerla para sí.
a. Res derelictae: Las cosas de alguien se convierte en res nullius cuando este las
abandone. Si fuere cosa mancipi, la propiedad se adquiriría por usucapión y no
por mera derelictio.
b. Caza y pesca: Los animales que pueden ser cazados y pescados. Hay tres clases
de animales I. Las bestias salvajes (pueden ser ocupadas por la caza), II. Los
animales domesticados (pueden ser ocupados solo si se han vuelto silvestre), III.
domésticos (no pueden ser apropiados por la caza, el que se apodere de ellos
comete furtum).
Los animales pueden ser cazados en cualquier lugar, propio o ajeno, puesto que
no se les considera accesorio al dominio, pero no se puede si el propietario se
opone, y los daños ocasionados se deberán indemnizar. El animal se considera
cazado únicamente si está bajo el control del cazador. Para la pesca rige el mismo
principio básico.
d. Isla nacida en el mar: La isla nacida en el mar puede ser apropiada por cualquier
en cuanto medie ánimo de apropiación.
e. Occupatio Bellica (res hostium): las cosas que aprehendamos a nuestros enemigos
son nuestras por derecho natural. Es necesario que se trate de una guerra justa
(iustum bellum). Y para que puedan ser consideradas nuestra es necesario que las
llevemos a un lugar seguro.
B. Hallazgo o invención (tesoro): Definido por paulo como “un viejo depósito de dinero de
cuyo dueño no exista memoria, por lo que no tiene ya propietario”. En un comienzo la
posesión del fundo iba ligada a los tesoros allí escondidos, pero a partir de una
Constitución de Hadriano, la mitad del tesoro pertenece al descubridor y la otra al
propietario del fundo donde fuere hallado, si fuera hallado en terreno público la mitad le
correspondería al populus o la civitas.
C. Accesión: Se da respecto de una cosa accesoria ajena que se agrega a una cosa
principal propia formando un solo cuerpo.
D. Especificación: Se da cuando alguien utilizando una materia prima ajena ha hecho con
ella una nueva especie. Por ej, hacer vino con uvas ajenas, hacer anillo con metal ajeno.
Justiniano adopto una nueva posición, según la cual: si la nova species permite que se
pueda volver a la materia prima anterior, la cosa pertenece al dueño de la materia
prima. Pero si la nova species no permite la vuelta al estado anterior, entonces este
pertenece a quien la hizo.
En estos casos no se da una adquisición del dominio, sino que provocan situaciones
especiales entre los propietarios, quienes estarán como condóminos (en caso de que los
materiales no se puedan separar) y en otras como propietarios que podrán reclamar sus
cosas (en caso de que los materiales se puedan separar).
IV. Modos derivativos de adquisición de la propiedad. Son aquellos supuestos en los que
alguien adquiere la propiedad de una cosa que pierde el enajenante:
Servía para adquirir el dominio tanto respecto de las res mancipi como de las res nec
mancipi. Pero también se la utilizaba para ceder una tutela, una hereditas o una adopción.
C. Traditio: Consiste en el acto en que el enajenante (tradens) entregue o permita que otro
(accipiens) tome posesión de una cosa, por lo cual el papel del tradens puede ser
estrictamente pasivo, ya que solo interesa que el accipiens adquiera el control posesorio
de la cosa tradida, por eso se debe tratar de res corporales. Se constituye en el
procedimiento usual para adquirir la propiedad quiritaria de la res nec mancipi, si era
usado respecto de una res mancipi, el accipiens la tiene en propiedad bonitaria mas no
quiritaria.
Esta institución buscaba solucionar ciertas situaciones en las cuales no era posible la
adquisición de la propiedad quiritaria como: La venta de res mancipi sin mediar
mancipatio o in iure cessio, o la venta de una res por parte del no dueño de la cosa,
siempre que el comprador actué de buena fe.
Requisitos:
• Que la cosa objeto de usucapión sea res habilis, no resultan susceptibles de
usucapión: las res extra commercium, las res furtivae o vi possessae, res mancipi
enajenada por una mujer sin la auctoritas de su tutor, en derecho posclásico: cosas del
príncipe, las cosas del fisco, las cosas de las iglesias y obras pías.
• Titulus: La usucapión debe contar con una iusta causa, que se trata del antecedente
jurídico que habría perfectamente justificado la adquisición de la propiedad, de no
haber mediado un vicio de forma (falta de mancipatio o in iurecessio en res mancipi)
o de fondo (venta a no domino), de tal forma que si no hubiera existido estos vicios,
el título hubiera sido perfecto.
• Bona fides: Consiste en que el poseedor ignora que la cosa es ajena, o cree
equivocadamente que aquel que la trasmitió era el dueño de ella. Es un estado de
conciencia subjetivo, la fides se presume una vez probada la iusta causa. Es
suficiente tenerla en el momento de comenzar la posesión, puesto que la mala fe
sobreviniente no perjudica al usucapiente.
• Possesio: se debe tratar de la possesio ad usucapionem, que se caracteriza por tener la
cosa bajo el poder con ánimo de señorío, y no la mera tenencia detentándolo a nombre
de otro. La posesión debe ser ininterrumpida en el término que se perfecciona la
usucapión.
• Tempus (tiempo): Según las XII tablas el plazo para usucapir es de dos años si es cosa
inmueble, y de un año si es mueble.
Praescriptio longi temporis: Los fundos provinciales no podían ser usucapidos pues se trataban
de una propiedad especial. Pero a partir de una constitución de Septimio Severo y Caracalla, se
admite una protección especial para quien hubiere poseído sin perturbación un fundo provincial
durante 10 años entre presentes (si el propietario vive en la misma civitas, después en la misma
provincia) o 20 años entre ausentes (si el propietario vive en otro civitas, luego en otra
provincia). Por su aproximación con la usucapión se pide tanto la fides como el titulus.
Praescriptio longissimi temporis: Para remediar el estado de incertidumbre en que podían quedar
los possesores de los fundos provinciales que no podían usucapir ni prescribir por falta de
requisitos, Constantino sentencio que la acción reivindicatoria del propietario quedaba
extinguida después de 40 años sin ejercerla, posteriormente Theodosio redujo el plazo a 30
años.
Régimen Justinianeo de la usucapión:
1. Emplea el término usucapión exclusivamente para la adquisición de cosas muebles,
con los requisitos ya sabidos, pero por un plazo de 3 años.
2. Para el caso de los inmuebles vendrá a denominarse praescriptio longi temporis,
como denominación genérica para adquirir el dominio pleno de cualquier inmueble,
exigiendo los requisitos de la fides y el titulus para la posesión durante 10 años –
presentes- y 20 años –ausentes-.
3. Continua Manteniendo la longissimi temporis praescriptio que será de 30 años, y para
algunos casos especiales, de 40 años, como para bienes fiscales, del emperador,
iglesias y obras pías. Se requiere únicamente la fides inicial, de tal manera que no
importa si la res era furtiva, pero si se trataba en principio de cosa arrebatada con
violencia al propietario, nunca se podía usucapir.
V. POSESIÓN.
La posesión (possessio) designa el poder de hecho que alguien tiene sobre una cosa corporal, con
ánimo de tenerla para sí. Se dice de esta que es un simple señorío de hecho, en el que interesa la
relación real efectiva con la cosa, con independencia del derecho que se tenga a poseer.
Así el dueño de una cosa es al mismo tiempo el poseedor de ella, pero, si la pierde o se la
sustraen, dejara de ser el poseedor, aunque siga siendo el dueño.
Se debe resaltar que la posesión es siempre una situación de hecho, en contra partida con la
propiedad que se constituye en una cuestión de derecho, en virtud de la cual el propietario es el
titular jurídico de la cosa.
A. Principios y razones de la tutela pretoria de la posesión
B. La posesión es una res facti
La posesión como situación de hecho requiere la concurrencia de dos elementos: corpus
(efectivo apoderamiento y control de la cosa) y animus (voluntad de tener la cosa para si).
“Adquirimos la posesión por el corpus y el animus, no solo por el corpus o por el animus.”
• Respecto del corpus, si se trata de cosas muebles hay que tomarlas, pero en algunos casos
basta que estén en presencia y ante la vista del adquiriente, o si el vendedor las ha dejado
en mi casa, o si son puestas bajo la custodia de un guarda del comprador, o con la entrega
de las llaves del almacén donde se encuentran guardados.
Si se trata de bienes inmuebles no es menester recorrerlo en su totalidad, basta con entrar
en él y pisarlo, o también mostrándolo desde lo alto de una torre y viendo que está libre
de ocupantes.
• Respecto del animus, la expresión referente es la de “animus rem sibi habendi” (animo
de tener la cosa para sí). Precisamente este ánimo es lo que diferencia la posesión de la
tenencia en tanto, el mero tenedor tiene una affectio tenendi, pero, no retiene la cosa para
sí, sino que está reconociendo que le pertenece a otro como poseedor.
La posesión la podemos adquirir directamente por nosotros mismos, pero también por medio de
nuestros alieni iuris, pues si ellos adquieren lo hacen para nosotros.
Precisamente dada la exigencia del animus no pueden adquirir por si ni los infantes ni los
dementes, pero si los pupilos siempre y cuando tuvieran entendimiento, es decir fueran infantia
maior, sin necesidad de la auctoritas de su tutor.
También, se puede adquirir mediante personas libres, el caso del curator que adquiere para
su representado.
C. Tipos de posesión:
1. Posesión natural (possessio naturalis): Indica la simple disponibilidad de hecho de la
cosa sin la existencia del animus, es una mera detentación o tenencia de la cosa que no
gozaba de la protección posesoria mediante interdictos. Tienen la cosa sin poseerla: el
arrendatario, el depositario, el usufructuario y el comodatario.
2. Posesión civil: Es aquella que se encuentra protegida por el ius civile y por medio de ella
se puede acceder a la propiedad. Para acceder a la propiedad se requiere que esta se
trate de una verdadera possesio (tener la cosa corpore et animo) y requiere de una justa
causa de posesión, es decir, que la posesión de la cosa tenga un título jurídico que la
justifique (haberla tenido por causa de compraventa –pro emptore-, por causa de
donación –pro Donato-, por causa de legado –pro legato-). Siendo la posesión de buena
fe y cumpliendo los demás requisitos de la usucapion, permite que el poseedor civil se
transforme en propietario quiritario de la cosa. Cuenta con la protección de los
interdictos, así como de la actio Publiciana in rem.
3. Posesión pretoriana (possessio ad interdicta): Es la posesión protegida por el pretor, por
medio de los interdictos. Con estos procedimientos el poseedor puede defenderse contra
toda usurpación o perturbación.
Pueden acudir a la defensa interdictal los siguientes poseedores:
a. El poseedor que es propietario, aunque para el interdicto importe como
poseedor y no como propietario.
b. El poseedor de buena fe que creyera erróneamente que es propietario.
c. El ladrón que puede interponer los interdictos, si se le ha perturbado su posesión,
pero no respecto de la persona a la que hurto la cosa.
4. Possessio iusta: Es lo posesión iusta (es decir conforme al derecho, posesión justa) y
como tal conduce a la posesión de la cosa poseída. En términos genéricos esta es la
posesión nec vi nec clam nec precaria, es decir, la posesión justa es aquella que está libre
de los tres vicios: vi (haberla obtenido con violencia), clam (haberla obtenido
clandestinamente), y nec precaria (cuando la posesión ha sido pedida al poseedor como
precarista).
En caso de que existiese alguno de estos vicios se diría que la posesión es vitiosa, iniusta
o improba.
D. Elementos de la posesión.
La posesión requiere la concurrencia de dos elementos: corpus (efectivo apoderamiento y
control de la cosa) y animus (voluntad de tener la cosa para sí). “Adquirimos la posesión
por el corpus y el animus, no solo por el corpus o por el animus.”
• Respecto del corpus, si se trata de cosas muebles hay que tomarlas, pero en algunos casos
basta que estén en presencia y ante la vista del adquiriente, o si el vendedor las ha dejado
en mi casa, o si son puestas bajo la custodia de un guarda del comprador, o con la entrega
de las llaves del almacén donde se encuentran guardados.
Si se trata de bienes inmuebles no es menester recorrerlo en su totalidad, basta con
entrar en él y pisarlo, o también mostrándolo desde lo alto de una torre y viendo que
está libre de ocupantes.
• Respecto del animus, la expresión referente es la de “animus rem sibi habendi” (animo
de tener la cosa para sí). Precisamente este ánimo es lo que diferencia la posesión de la
tenencia en tanto, el mero tenedor tiene una affectio tenendi, pero, no retiene la cosa
para sí, sino que está reconociendo que le pertenece a otro como poseedor.
La posesión la podemos adquirir directamente por nosotros mismos, pero también por medio
de nuestros alieni iuris, pues si ellos adquieren lo hacen para nosotros. Precisamente dada la
exigencia del animus no pueden adquirir por si ni los infantes ni los dementes, pero si los
pupilos siempre y cuando tuvieran entendimiento, es decir fueran infantia maior, sin necesidad
de la auctoritas de su tutor. También, se puede adquirir mediante personas libres, el caso del
curator que adquiere para su representado.
El tenedor no puede cambiar por su propia voluntad la causa de su “posesión”. Para que ello
ocurra debe mediar un acto de violencia o una causa negocial recordar el caso de la traditio brevi
manu y constitutum possessorium donde el propietario poseedor vende la cosa al tenedor, sin
necesidad de tradición efectiva pues el comprador ya tiene el corpus; y el caso del propietario
vendedor de la cosa que se queda en posesión de ella, bien como inquilino o como usufructuario.
Si bien en principio para retener la posesión, debemos hacerlo con el animus y el corpus. Se
admitió que esta se puede mantener con el animo nostro et corpore alieno (con el animus
nuestro teniendo otro el corpus). Así, las poseemos para nosotros, por medio de nuestros
comodatarios o inquilinos, siendo nosotros los poseedores mientras ellos gozan de una mera
tenencia.
También tenemos por el mero animus aun cuando no tengamos a nuestro alcance inmediato,
pero podemos acceder a su control. Tal sería el caso de los saltus hiberni vel aestivi, es decir,
aquellos terrenos para pasar el invierno o el verano, y por ello no visitados una parte del año.
Igualmente si tenemos la posesión por medio de un esclavo o un arrendador, y este enloquece o
fallece, aún seguimos teniendo la posesión solo por el animus.
E. Formas de adquisición de la posesión:
1. Ocupación: Adquisición de la cosa con el ánimo de tenerla para sí, en caso de inmuebles
bastaba con demostrar el animus de poseerlo, cultivando o delimitándolo mediante una
cerca. Para el caso de las cosas muebles, se da desde el momento en que está bajo
nuestra disposición material.
2. Traditio: Se adquiere la posesión sobre la cosa que es objeto de negocio, pues bien se
tiene la intención del animus de obtenerla, y se tiene el corpus en el momento que el
tradente la entrega.
3. Posesión por intermediario: La posesión la podemos adquirir por medio de nuestros
alieni iuris (esclavos, filius¸ esclavos ajenos poseídos de buena fe), pues si ellos
adquieren lo hacen para nosotros. También, se puede adquirir mediante personas sui
iuris, como el caso del curator que adquiere para su representado, y también mediante
los procuratores que son administradores generales.
2. Perdida por ánimo: Cuando el poseedor (aun reteniendo la cosa –corpus-) determina su
voluntad de no querer seguir poseyéndola, el caso de la constitutum possessorium.
3. Perdida por corpore et animo: ocurre cuando el poseedor cede la cosa a otro (la vende),
la abandona (derelictio) y también cuando el poseedor muere.
G. Defensa de la posesión: La posesión tanto civil como pretoriana esta defendida por los
interdictos. Mediante estos se protege a quienes están poseyendo frente a sustracciones o
perturbaciones injustas por parte de otro.
Los interdictos se tienden a clasificar respecto de la posesión en aquellos que tienden a adquirir,
retener y a recuperar la posesión.
Los que buscan adquirir la posesión son aquellos interdictos dados a aquel que quiere entrar en
la posesión de las cosa.
Los que buscan retener la posesión, son aquellos interdictos en que se protege a aquel que
discute con otro su posición de poseedor, para saber quién lo es y quien no lo es.
Los que buscan recuperar la posesión, son aquellos interdictos que protegen a aquel que ha sido
despojado de la cosa que poseía.
1. Interdictos retinendae possesionis causa
Si bien estos están clasificados para retener la posesión, cumplen igualmente una función
restitutoria puesto que quien pierde debe reintegrar al otro en la posesión.
Son interdictos prohibitorios porque lo que hace el pretor es prohibir el uso de la fuerza u otros
vicios, dirigiéndose a ambos actores con el mismo lenguaje, a fin de mantener la posesión que
esté libre de vicios posesorios.
Son interdictos dúplex porque a pesar de que es pedido por uno, la situación de los litigantes es
semejante, pudiéndose desempeñar como acto.0r o como demandado. Y había que interponerlos
en un plazo de 1 año.
➢ Uti possidetis: mediante este interdicto referido a los inmuebles, el pretor ordena que sea
preferido aquel que en el momento en que otorgue el interdicto posea sin violencia sin
clandestinidad y sin precariedad respecto de su adversario.
La fórmula era: “prohíbo que se haga violencia para que poseáis, tal como los poseéis, los
edificios de que se trata, y que no poseéis, el uno respecto del otro con violencia,
clandestinamente ni en precario”
➢ Utrubi: Mediante este interdicto referido a los muebles, el pretor ordena que sea preferido
aquel que durante la mayor parte del año anterior haya poseído la cosa nec vi nec clam
nec precario respecto de su adversario.
La fórmula era: “Prohíbo que por medio de la fuerza, aquel de entre vosotros dos que
tuvo a este esclavo durante la mayor parte de este año, que se le impida que se lo lleve”.
Este interdicto estaba limitado a las cosas inmuebles, pues respecto de los muebles su
poseedor quedaba amparado por la actio furti y la actio vi bonorum raptorum.
➢ Unde vi armata: Es un caso agravado del anterior. Protege a aquel que es despojado del
inmueble por medio de violencia ejercida por una banda armada, o simplemente con
armas. Este se diferencia del anterior que aquí no importa si la posesión es viciosa, dada
la atrocidad del delito.
Este interdicto no tiene término para ser ejercido, sino que es perpetuo.
La fórmula era: “ De donde tu, por medio de la violencia, has expulsado, o tu familia lo
ha hecho, por la coaccion de hombres armados o de armas, y también todo cuanto
entonces tuviera allí el despojado, que se lo restituyas”.
VI. DERECHOS REALES SOBRE COSAS AJENAS (iura in re aliena).
Servidumbres
La palabra servidumbre (servitus) designa una carga o un gravamen que debe soportar un fundo.
Esa carga o gravamen es en favor de un predio vecino, de tal modo que quien se halle en él, y
haya convenido la servidumbre puede llevar a cabo una actividad limitada en la cosa ajena, o
también obtener el beneficio de una cierta abstención por parte del propietario que soporta la
servidumbre.
La servitutes designa las cargas que debe soportar un inmueble en favor de otro. El fundo
gravado, aquel que debe la servidumbre se denomina fundo sirviente; y el fundo que goza del
beneficio, se denomina fundo dominante.
Las servidumbres funcionan bajo el sentido de tipicidad –típicas-, es decir, no puede haber más
de las expuestas.
Características:
➢ Los fundos deben pertenecer a distintos propietarios. No se puede tener servidumbre
sobre la cosa propia. Nemini res sua vervit- nadie puede servirse de su propia cosa.
➢ Los fundos deben ser vecinos. Lo que no implica que sean contiguos.
➢ La carga que soporta el fundo sirviente consiste siempre en un sufrir (in patiendo), o en
un no hacer (in non faciendo), pero nunca en un hacer (in faciendo). La excepción es la
servidumbre de sostener viga en construcción propia.
➢ De la servidumbre debe resultar un beneficio o una utilidad al otro fundo. Pero si se trata
de una simple carga que no beneficia a nadie, no constituye servidumbre.
➢ La servidumbre se debe establecer a perpetuidad. No podría ser constituida ni a plazo, ni
a condición.
➢ Las servidumbres son inalienables.
➢ Las servidumbres son indivisibles. La servidumbre subsiste en forma íntegra, aunque se
dividan los fundos dominantes o sirvientes. En caso de división de los fundos, la
servidumbre corresponde por entero a cada una de las partes, que las puede reclamar por
entero.
Tipos de Servidumbres:
➢ Servidumbres rusticas: Se refiere a la función que cumple el fundo sirviente,
específicamente las referida a ventajas rurales
o Servitus Iter: permite el paso a pie, a caballo o en litera
o Servitus Actus: permite el paso de ganado.
o Servitus Via: permite lo comprendido en las dos anteriores, y el poder contar con
un camino en el fundo sirviente, el cual según las XII tablas tenía 8 pies en la
parte recta y 15 en la parte curva.
o Servitus Aquae ductus: es la que permite el transporte de agua por canales o tubos
por el fundo vecino.
Estas cuatro servidumbres, son las más antiguas y se consideran res mancipi. Porque se
consideraban una forma de propiedad sobre el lugar determinado del fundo.
o Servitus Aquae Hastus: Sacar agua de una fuente.
o Servitus Pecoris ad aquam adpulsus: Llevar a abrevar el ganado al campo vecino.
o Servitus Ius pascendi: llevar a pastar al ganado al campo vecino.
o Servitus calci coquendae: Derecho de cocer cal. (para satisfacer necesidades del
fundo dominante, mas no para fines industriales).
o Servitus cretae exhimendae: De extraer greda. (para satisfacer necesidades del
fundo dominante, mas no para fines industriales).
o Servitus harenae fodiendae: De extraer arena. (para satisfacer necesidades del
fundo dominante, mas no para fines industriales).
➢ Por legado de un predio: Mediante el legado vindicatorio el testador puede constituir una
servidumbre a favor de un legatario sobre el predio de otro o de un heredero. Puede
hacerse:
o Legando el fundo y deduciendo la servidumbre en favor del heredero.
o Destinar para el heredero el fundo, deduciendo la servidumbre en favor del
legatario.
o Legado de dos fundos, deduciendo la servidumbre de un fundo en favor del otro
legatario.
➢ Por usucapión: Las servidumbres podían establecerse por usucapión hasta la aparición de
la Lex Scribonia (s. i A.C) que lo prohibió.
➢ Por Adiudicatio: En los juicios divisorios el juez puede constituir una servidumbre por
medio de una sentencia.
Pero si era servidumbre urbana, se exigía por parte del titular del fundo sirviente que
realice un acto contrario a la existencia de la servidumbre (esto porque la servidumbre
urbana se mantiene como un estado permanente de los inmuebles), y si el propietario del
fundo dominante permitía la situación durante el tiempo determinada para cada época,
ocurría la usucapio libertatis.
Esta acción es similar a la rei vindicatio, pues a través de ella se busca la declaración de
la existencia de la servidumbre y el restablecimiento de ella.
• Salvio Juliano, permitio una actio serviana utilis, mediante la cual se extendía el caso de
los invecta et illata a toda clase de pignus (prenda o hipoteca). Así el acreedor tuvo una
actio in rem para perseguir el pignus –tuviera desplazamiento o no de la posesión.
Procedimiento civil romano
Eovlucuon d ela jurisdicción
Rex: en la época arcaica que debía vigilar de las disputas entre los ciudadanos.
En época republicana la jurisdicción recae sobre los cónsules, que asumen las funciones políticas
y civiles del rex.
En la época del procedimiento por formulas son: Pretores, ediles curules, y gobernadores. Todos
y cada uno de ellos emitían edicto
En época imperial lo era el emperador. Esto inicia con la figura de la apelación ante el príncipe
por senado consulto
1. Definición de acción.
La palabra actio deriva del agere =actuar, obrar, técnicamente está referida a la actividad
jurisdiccional, se constituye como: la vía por la cual alguien puede lograr el amparo jurídico de
su situación particular, quien ejerce la actio es el actor –demandante-, aquel contra quien se
dirige la actio es el reus –demandado-, y el juicio en si es denominado res de qua agitur, lis –
litigio- o causa.
“las acciones son el derecho de reclamar lo que nos pertenece”Teressa
Acción real -Actio in rem: El actor reclama para que se declare en la sentencia, que una cosa es
suya o un ius in re aliena. O también que se declare que está en una posición jurídica personal
que debe estar protegida respecto de todos. Por ej. La rei vindicatio que le es concedida al
propietario quiritario cuando alguien lo desconoce como tal.
Básicamente en la actio in rem lo que se reclama es propiamente la cosa o la posición jurídica
que se tiene respecto de la cosa. Y la declaración de que el actor tiene la razón produce efecto
con carácter erga omnes.
En la fórmula de la actio en época clásica, la intentio contenía solamente la afirmación de esa
posición jurídica, sin nombrarse al demandado, el cual aparece en la condemnatio
El reus –demandado- puede optar entre continuar el juicio, reteniendo la cosa reclamada; o bien
detener el juicio abandonando la posesión de la cosa restituyéndola al actor.
Acción personal -Actio in personam: El actor reclama contra alguien que le está obligado a tener
que pagar una obligación, bien sea en virtud de un contrato o como consecuencia de un delito. Es
decir cuando pretendemos que nuestro adversario debe dar, hacer o prestar.
En la fórmula de la actio in personam en época clásica, en la intentio el nombre del demandado
debe aparecer necesariamente “Que Numerio Negidio deba dar, hacer o prestar algo.” Y una vez
surtido el juicio la única forma de apartarse de la condena es pagando.
Acciones de la ley –legis actiones.
Las acciones de la ley (legis actiones) se refieren a las vías procedimentales solemnes por las
cuales deben transitar las actio.
El procedimiento de las legis actiones consistía en dos etapas primordiales:
1. Etapa in iure: Se realizaban ritos solemnes y se proferían formulas orales que debían ser
pronunciadas de manera rígida ante el magistrado con jurisdicción – Rex, pretor-
2. Etapa apud iudicem o in iudicio: El caso era llevado ante el juez que era una persona
privada (iudex privatus) que resolvía el litigio. En un principio el juez era designado
inmediatamente, posteriormente con la lex pinaria se estableció un plazo de 30 días para
nombrarlo.
Características:
➢ Las partes deben estar presente, y si se trata de una actio in rem debe estar presente la
cosa de ser posible o al menos una parte representativa de ella.
➢ Solo se pueden llevar a cabo actuaciones en los días fasti.
➢ Las formulas orales – cuyos depositarios eran los pontífices- consistían en palabras
ciertas y solemnes que debían ser pronunciadas sin error, bajo sanción de perder el juicio.
Gayo cita el caso de alguien que perdió el juicio por que debía decir la palabra árboles en
la actio y en su lugar dijo vides.
➢ Funcionaban bajo el principio de la tipicidad, es decir, solamente funcionan o proceden
las abiertamente constituidas y conocidas como tal.
➢ Su denominación de legis actiones según Gayo, es por motivo de haber sido creadas por
la ley y porqué el rigorismo de las palabras empleadas era semejante a la redacción
inmutable que tenían las palabras legales. Si bien se conoce que el sacramentum y la
manus iniectio debieron existir con anterioridad a la ley de las XII tablas, también que la
pignoris capio en algunos casos estaba basa en la costumbre.
Las legis actiones eran cinco:
➢ Manus iniectio o legis actio per manus iniectionem
➢ Pignoris capio o legis actio per pignores capionem (toma de la prenda)
Estas dos son denominadas acciones ejecutivas, y son aquellas que tienen aplicación en los casos
en que no se requiere la opinión del juez respecto de la existencia de un derecho sino la
aprobación del magistrado para ejercer la violencia privada contra quien estando obligado a
ello no se comporta de la manera esperada, impidiendo así la realización del derecho a su justo
titular. Este tipo de acciones son propias de los casos en que el acreedor reconocido, no ha
podido por los medios ordinarios, conseguir que el deudor solucione la obligación contraída.
➢ Legis actio per sacramentum (acción de la ley por apuesta o por juramento sacro).
➢ Legis actio per condictionem (acción de la ley por requerimiento).
➢ Legis actio per iudicis arbitrive postulationem (acción de la ley por petición de un juez o
arbitro)
Estas corresponden a las acciones declarativas, que son aquellas que concluyen luego del
conocimiento de la causa con una sentencia que declara cuál de las dos partes es la beneficiada
por la situación jurídica.
1 Vindicatio expresada en estos términos, para el caso de disputa sobre un esclavo: “yo digo que este esclavo es
mio ex iure quirituium. Según su causa como lo he dicho, he aquí que te he impuesto la vindicta” y tocaba al
esclavo con la festuca. A lo que la parte litigante opuesta hacia lo mismo.
2 Sacramentum “apuesta solemne a favor de los dioses y se garantizaba con juramento” provocado del
siguiente modo: “puesto que tú has hecho la vindicatio de manera iniusta, te provoco el sacramento de 500 ases”
a lo que respondía la contra parte: “y yo a ti”
(actio familiae erciscundae). Posteriormente por la lex Licinia se torna aplicable para el caso de
participación del condominio (actio comuni dividundo).
El procedimiento era sencillo, por ejemplo, si se reclamaba una suma de dinero debida por una
sponsio, el actor en presencia del pretor, afirmaba tal circunstancia ante el demandado, y ante la
negativa de este de que debiera algo, el actor pedía al magistrado que se designara un iudex o un
arbiter.
El nombramiento de un iudex correspondía cuando se trataba de una sponcio certae pecuniae,
interviniendo un arbiter si el monto es un incertum. También, se debía nombrar un arbiter para
el caso de las acciones de partición que se mencionan, pues se trataba de dar a cada uno de los
litigantes la justa parte que le correspondía.
4. Acción de la ley por aprehensión corporal (legis actione per manus iniectionem)
Es la vía normal para ejecutar la sentencia condenatoria de una obligación. El actor llevaba el
demandado ante el pretor, ante quien proclamaba que el deudor ya condenado no le había pagado
la suma de dinero o la cosa debida, agregando que por tal razón le “ponía la mano encima”.
Quien sufre la ejecución no puede hablar, pero, podía aparecer un tercero que respondiera por el
(vindex) con lo cual el procedimiento se detiene.
Si el deudor no daba o no aparecía un vindex, era llevado por el autor a su casa y era encadenado.
Esta situación duraba 60 días, y si no se daba ninguna solución de pago, el procedimiento
desembocaba en que el deudor condenado debía responder con su propio cuerpo en calidad de
esclavo. El procedimiento se daba así:
1. El deudor condenado (iudicatus) o el que había confesado deber algo (confessus), tenía
un plazo de 30 días para pagar.
2. Si no pagaba el deudor, ocurría la manus iniectio ante el pretor.
3. Si el deudor no pagaba, o no aparecía un vindex que lo hiciera por él. El actor lo llevaba a
su casa y estaba obligado a proporcionarle por lo menos dos libras de harina diarias.
4. El procedimiento quedaba suspendido por 60 días. En este término se podía llegar a un
acuerdo. El acreedor debía llevar al deudor en tres días de mercado continuos ante el
pretor en el foro, proclamando públicamente el monto de la deuda. Con el fin de que
aparecieran otros acreedores y para darle oportunidad de que apareciera un vindex que
respondiera por él.
5. Si pasado el término no se satisfacía de alguna manera la deuda, se llegaba al desenlace
que podía ser: se llevaba al deudor del otro lado del Tíber para ser vendido como esclavo,
o cortado en partes.
5. Acción de la ley por toma de la prenda (legis actione per pignores capionem):
Era una vía excepcional, admitido en algunos casos específicos ya fuera por costumbre o por ley.
Mediante esta el acreedor podía ejecutar directamente, sin estar presente el pretor, y mediante el
empleo de palabras rituales, se cobraba por mano propia lo que debía el deudor. Se permitia por
ley que el deudor podía oponerse, y solicitar una acción declarativa.
Lo que se conoce al respecto de esta actio es muy poco, gayo menciona tres casos de pignoris
capio basados en la costumbre de los soldados: de este modo se podía cobrar el soldado a quien
no se le daba la paga (aes militare), para cobrar el dinero asignado para la compra de un caballo
(aes equestre), y para cobrar el dinero destinado para el forraje de los caballos (aes hordiarum).
Por la ley de las XII tablas se permitía su uso contra aquel que comprara una víctima de
sacrificio y no pagara el precio, para cobrar el alquiler de un jumento. Por la lex censoria se
permitiría esta vía a los publicanos, respecto de aquellos que no pagaran a los populus las sumas
debidas por el uso de campos públicos (vectigalis).
Procedimiento formulario
1. Origen
Las legis actiones se volvieron odiosas –dice gayo- por su exagerado ritualismo. Es por ello que
se remplazó este procedimiento por otro, mucho más ágil y también mucho más apto para hacer
una mejor justicia en cada uno de los casos concretos. La denominación de “formulario” se debe
a que se redactaba una “formula” escrita adaptada a cada juicio.
El procedimiento formulario al parecer tuvo su origen en las causas habidas entre romanos-
extranjeros y extranjeros-extranjeros, las cuales debían ser conocidas por el praetor peregrinus,
juicios en los cuales no se podía recurrir a las legis actiones. En este tipo de casos el praetor
peregrinus introdujo la costumbre de hacer un resumen escrito de la actuación ante su tribunal
con la finalidad de informar de ello al juez que debía pronunciar la sentencia correspondiente.
Todo parece indicar que este fue el primer paso para el establecimiento del procedimiento
formulario (agere per formulas) en Roma.
Hacia la primera mitad del siglo II a.C entre el 149 y 130, apareció la Lex Aebutia, que extendía
el procedimiento por formulas a causas entre ciudadanos romanos, convirtiéndolo en
procedimiento propio del ius civile, aunque limitándose en un principio a los casos en que se
podía actuar por legis actione per condictionem. Augusto reconoció la legalidad del nuevo
procedimiento, y por medio de dos leyes Iulae iudiciorum privatorum y publicorum (año 17
a.C.) se impuso como sistema obligatorio el formulario para ser aplicado en todas las causas.
2. Características
El nuevo procedimiento (per fomulas) conserva una de las características del antiguo
procedimiento (legis actiones), la de la bipartición del proceso cuya primera parte se realiza ante
el magistrado (fase in iure) y la segunda parte se realiza ante el juez (fase apud iudicem o in
iudicio).
La facultad del pretor, dotada por el imperium, que le permite actuar en el proceso a nombre del
Estado, recibe el nombre de iurisdictio, y lo autoriza a conceder o denegar la acción, es decir, a
permitir que las partes puedan llevar su caso ante el juez privado (iudex). Precisamente la
facultad que tiene el juez de dictar sentencia en los casos determinados se conoce como
iudicatio.
El procedimiento formulario introduce ciertas novedades respecto del procedimiento por
acciones:
➢ Agiliza los “ritos procedimentales” pues introduce la formula escrita reemplazando la
absoluta oralidad que debía mediar en el proceso.
➢ Elimina el uso de elementos religiosos como parte del rito procedimental.
➢ Se logra cierta “secularización” del derecho al despojar a los pontifex de sus funciones de
asesoramiento procesal y de guardianes de los textos y ritual de las acciones. Pasando
estas actividades al cuidado de los jurisconsultos laicos.
➢ La condena proferida por el iudex, se refería siempre a una suma de dinero, que podía ser
certa o incerta.
3. Procedimiento
Inicio: El procedimiento inicia, cuando el actor conmina al demandado a comparecer,
utilizándose la in ius vocatio, pero a diferencia del derecho antiguo, no se utiliza la fuerza ante la
resistencia del accionado.
El actor debía notificar extraprocesalmente al adversario sobre la acción que intentaría, así como
la documentación que aducirá contra él. A este acto se le denomina editio actionis, y servía para
que la contraparte estuviera enterada del juicio, de tal modo que pudiere preparar su defensa, o
llegar a un acuerdo antes de presentarse ante el magistrado.
Se le podía exigir al demandado una garantía de que se presentara ante el pretor, garantía que
podía ser un vindex solvente que se compromete a la asistencia del demandado, o un vadimonium
por el cual se compromete por un monto de dinero a presentarse.
En caso de que el demandado no se presentase, este se hallara en situación de indefensus.
Pudiendo el pretor –a pedido del actor- embargar los bienes del indefensus, otorgando la
posesión de ellos al actor (missio in bona rei servandae causa).
Fase in iure –ante el magistrado: Las partes se presentan ante el magistrado, el actor en presencia
del demandado renovaba su editio actionis, manifestando lo que pide y solicitando al pretor que
este le conceda una determinada acción (postulatio actionis)
El magistrado escucha a ambas partes, estando las declaraciones libres de formalidades. A lo
cual podría suceder que:
➢ Si el pretor determina que lo pedido por el actor se ajusta a lo prescrito en alguna de las
acciones que figuran en el edicto, entonces, concederá la acción propuesta (datio
actionis).
➢ Si lo pedido por el demandante no se encuentra en el edicto, el pretor lo podrá rechazar.
Pero si el pretor considera que lo pedido por el demandante merece amparo y protección
jurídica, el pretor concederá al demandante una actio in factum, si así lo pide el
demandante y únicamente para ese caso en concreto.
➢ Si el pretor considera que la situación jurídica del actor no merece protección, entonces le
deniega la acción (denegatio actionis). También denegara la acción si determina que
carece de competencia jurisdiccional o si fallan los presupuestos jurídicos para la
actuación de las partes. Si sucede esto, no habrá razón para seguir con el proceso. Por
ejemplo por las obligaciones naturales.
Posiciones que puede asumir el demandado, durante la tramitación del juicio, el pretor escucha al
demandado, ante el cual el demandado podía sumir diferentes posiciones:
I. Reconocer la legitimidad plena de lo pedido por el actor: Cuando el demandado se acoge
a la demanda (confessio in iure). Al confessus se lo asimila al ya juzgado y condenado,
procediendo contra él la ejecución por lo demandado y finalizando el proceso.
II. Oponerse a lo pedido por el actor: El demandado niega la posición jurídica que sirve de
base a la actio civilis, o niega los hechos en que se basa la actio honoraria. En ambos
casos el demandado ha manifestado su voluntad de continuar adelante con el juicio, que
será resuelto en la sentencia del iudex.
III. Oponer una excepción: El demandado puede no discutir la situación juridica del actor,
pero pude alegar que por alguna circunstancia ocurrida, merezca protección para detener
la eficacia de la acción, pidiendo al pretor que le conceda una exceptio.
IV. Mantener una posición pasiva sin decir nada: En este caso el demandado no discute, pero
tampoco, reconoce la posición jurídica del actor, sin solicitar la inserción de una exceptio
en la formula.
Decreto de iudicium dare: Una vez examinadas las cuestiones traídas a su presencia por las
partes, el pretor debe resolver si datio actionis o denegatio actionis, así como si otorga la
exceptio u otras defensas procesales.
Para ello dicta un decreto de iudicium dare, y redactara la formula en la cual quedan fijadas todas
las cuestiones disputadas. Y nombrara al juez (iudex) a quien pasara la causa para fijar la
sentencia.
Iudex: El juez como figura que daba la solución a las disputas, podía representarse en varias
formas:
A. Juez único (Unus iudex): En Roma el juicio era privado (iudicium privatum), por tal las
partes podían acordar en nombrar a quien actuaría como iudex, siempre que reuniera
ciertas características (varón, púber, no insano, no infame). Si no había acuerdo se
recurría al álbum iudicium 3 donde el pretor proponía cada nombre en caso de que no
acordaran, elegía un nombre al azar.
B. Recuperatores: Era un tribunal colegiado, de número siempre impar que conocía:
procesos de libertad, delitos con violencia, reclamos por excesos de los publicanos, y
ciertas acciones pretorias.
C. Tribunal de los centunviros: Aparece en la segunda mitad del siglo II a.C, conformado
por 105 miembros (3 por cada una de las 35 tribus), en época de trajano llegaron a ser
180. Estaba presidido por un praetor hastarius y dividido en cuatro secciones, conocían
de cuestiones de propiedad, familia y herencia.
3Lista oficial de jueces, conformada por ciudadanos del orden senatorial y de los caballeros, establecidos por
el pretor para el año de su magistratura.
D. Decemviri litibus iudicandis: tribunak de 10 jurados que intervenían en causas de
libertad, en época de Augusto pasan a presidir el tribunal de los centunviros.
E. En Italia juzgaban los consulares y los iuridici, mientras que en las provincias lo hacen
los gobernadores y procónsules.
Litis contestatio: Es el punto central del procedimiento in iure, donde una vez que las partes
están de acuerdo en celebrar el iudicium, el pretor fija la formula con que se deberá resolver la
cuestión jurídica por medio del decreto de iudicium dare.
Esta produce determinados efectos:
➢ Las partes quedan vinculadas según los términos de la formula a la solución del pleito
según la sentencia del iudex.
➢ Produce un efecto preclusivo, es decir, el actor no puede variar la forma como ha
presentado su petición y tampoco el demandado podrá presentar nuevas excepciones.
➢ La cuestión disputada se convierte en objeto del iudicium, de tal modo que para el actor
se realiza la “consumición de la acción” es decir, que ya ha agotado su actio de manera
que no podrá iniciarse sobre la base de ella un nuevo juicio.
Fase apud iudicem o in iudicem: Una vez establecidas la formulada, y operada la Litis
contestatio termina la actuación del magistrado y el asunto debe pasar al iudex (o al colegio
judicial designado por el pretor). Éste está obligado a tener que respetar los términos de la
fórmula que ha recibido, en la formula están ordenadas las cuestiones de derechos (quaestiones
iuri), de esta manera las partes implicadas deberán aportar las pruebas en favor de cada posición
y de cada hecho implicado (quaestiones facti), dando el iudex su decisión en la sentencia.
Todas las actuaciones ante el iudex son orales (principio de oralidad), publicas (principio de
publicidad) y directas ante el (principio de inmediación).
Respecto del iudex, pese a que son privados deben cumplir obligatoriamente con su cometido,
aunque pueden excusarse por motivos fundados. Antes de empezar su actuación debe jurar que
actuara conforme al ius y a la verdad. En caso de no ver clara la cuestión de a quien le asiste la
razón, podía quedar libre de su oficio mediante el juramento de que no lo ve claro (rem sibi non
liquere). El iudex resolvía situaciones de hecho, pero si había alguna implicación de derecho
podía recurrir a los juristas.
Respecto de las pruebas, la apreciación de estas es totalmente libre por parte del iudex. La “carga
de la prueba” corresponde a quien haya afirmado cada uno de los hechos, por lo que el actor
deberá probar sus peticiones, y el demandado deberá probar lo que haya introducido como
exceptio.
La sentencia: El oficio del iudex culmina con la sentencia donde expresa su decisión. En las
actiones in personam dirá que condena (condemno), o que absuelve (absolvo) al demandado. En
las actiones in rem la condena no versa sobre la devolución de la cosa sino que siempre es
pecuniaria, el juez debía antes de dar la sentencia hacer la pronuntiatio, para que el demandado
opte por restituir lo reclamado o ser condenado por la cantidad estimada. En las acciones
divisorias empleaba la palabra adjudico (adiudico).
Lo resuelto en sentencia tiene la fuerza de cosa juzgada “res iudicata”, es decir que lo decidido
lo es en forma definitiva, impidiendo que la misma cuestión entre las mismas partes vuelva a
iniciarse.
4. LA FORMULA
Es un corto documento en el cual figura la nominación del iudex y además las circunstancias
fácticas y las pautas jurídicas que el pretor determina para la solución del litigio.
Se constituye como un programa de acción al cual se ve sujeto el iudex.
Al otorgar la acción y redactar la formula, el pretor ha admitido que la posición jurídica del actor
– o en su caso la exceptio- merece protección jurídica. Es decir, ha resuelto las cuestiones de
derecho (quaestio iuris), pero ahora las partes deberán probar frente al juez (apud iudicem) que
los hechos alegados por ellas (quaestio facti) eran verdaderos.
Las formulas ofrecidas por el pretor que serán aplicadas durante el año de su pretura, aparecen
publicadas en el Edicto, expuesto en el foro. Cada formula es típica y exclusiva para cada caso
determinado, de tal modo que el magistrado podrá modificarla introduciendo aquellas
circunstancias que merezcan protección. Igualmente podrá admitir una formula nueva –del orden
honorario- cuando estime que es necesario para amparar la situación jurídica planteada.
El actor solía presentar un borrador del texto y el demandado solía proponer modificaciones.
Pero la redacción final está sujeta a lo que decida el magistrado, pudiendo agregar o quitar lo que
considere conveniente.
Partes de la fórmula: hay ciertas partes que se pueden distinguir en la formula, no siendo
necesario que todas ellas estén presentes, su mención depende de las características de cada
asunto, tenemos las llamadas partes ordinarias:
➢ Demonstratio: Se indica brevemente la causa del asunto. “Por aquel esclavo por el cual se
acciona que Aulo Agerio compro a Numerio Negidio”. La demonstratio va siempre que
se peticione algo indeteminado (incertum), debiendo por ello el iudex averiguar lo que
debe pagar el demandado si es condenado.
➢ Intentio: Parte en la cual el actor expresa su reclamo a algo determinado (intentio certa) o
a algo indeterminado (intentio incerta). “Por todo aquello que por causa de este asunto
deba N.N dar o hacer a A.A conforme a la buena fe”. Como en este caso específico se
reclama un incertum la suma pagada debe ser fijada por el juez de acuerdo a la buena fe.
Si la intentio fuera certa no es necesaria la demonstratio.
➢ Condemnatio: Es la instrucción dada al juez concediéndosele la potestas de condenar o
de absolver, conforme a las pruebas que se presenten y su criterio de apreciación sobre
ellas. En época clásica la condena se refiere siempre a una suma de dinero.
➢ Adiudicatio: Autoriza al juez a adjudicar a las partes que lo pidan la porción material que
les corresponde en la división de la cosa que tienen en común. Esto es en los juicios
divisorios que son aquellos en los cuales hay que dividir una cosa que tienen varios en
común, esto ocurre con la actio comunii dividendo (división de la cosa en condominio),
actio familiae erciscundae (división de la herencia) y la actio finium regundorum
(regulación de los limites confusos entre inmuebles).
A parte de las denominadas partes ordinarias, las formulas pueden contener otras que son
extraordinarias:
➢ Praescriptio: Clausula que iba al comienzo de la formula, para advertir al iudex sobre
alguna circunstancia que debe ser salvaguardada en favor del actor.
➢ Exceptio: Es una defensa dada en favor del demandado, quien alega una circunstancia
que por aplicación de la aequitas merece ser amparada por el pretor. Con ello una vez
probada la exceptio se neutraliza la intentio del actor, evitando con ello la condena.
Básicamente esta se encuentra dirigida a contraponer a la acción una circunstancia que la
hace ineficaz.
Formulas in ius: Un formula está redactada in ius cuando lo que reclama el actor esta tutelado
por el ius civile. Así por ejemplo el caso de una actio in rem, sería la rei vindicatio “Si se prueba
que el fundo Tusculano es de Aulo Agerio ex iure quiritum”; un caso de actio in personam sería
la actio certae creditae pecuniae “si se prueba que Numerio Negidio le debe dar 10.000
sestercios a Aulo Agerio”
Formulas in factum: En algunos casos por razones de equidad el pretor concede la acción, pero
no basada en el derecho civil (in ius) sino en el hecho ocurrido. Por tal razón no se redacta una
intentio sino que al comienzo de la formula se menciona dicho hecho, dandosele en la
condemnatio al juez la potestad de condenar o de absolver. Son denominadas formulae in factum
(basadas en el hecho) y todas ellas son acciones pretorias (honorarias).
Así por ej. La usada por el patrono en contra del liberto que lo demando sin haber pedido
autorización al pretor. Así la demostratio intentio es remplazada por la mención del hecho “que
haya recuperatores. Si se prueba que este patrono hubiera sido citado en juicio por este liberto
del patrono en contra del pretor, entonces recuperatores, condenad a este liberto a dar 10.000
sestercios a este patrono. Si no resulta, absolvedlo.”
Ciertas figuras tienen acción civil in ius con acción pretorio in factum. Esto ocurría porque estas
figuras podrían nacer fuera del derecho, y después ser agregadas, a través delas fuentes a los
términos del
Acciones útiles (actiones utiles) – formullas ficticia: Por razones de equidad en una acción
pretoria, el magistrado ordena al juez que tenga por existente un hecho inexistente, o por
inexistente un hecho existente. De este modo hace proceder una acción que según el ius civile no
correspondería, pero que se considera inicuo que no se tenga en cuenta, así el pretor amplio a
nuevos casos las acciones civiles reales o personales. “La palabra utile significa ‘acomodada’,
esto es, adaptada a un caso para el que no fue prevista la acción originaria”
Hay formula con ficción para el caso de que se demandara el cobro de una obligación hereditaria
por parte del bonorum posesor (sin ser heredero, pero puesto en su lugar por el pretor), como no
tiene acciones directas el pretor finge que es el heredero.
Otro caso es el de la actio publiciana in rem en la cual se finge que el comprador de buena fe ha
completado el plazo requerido para la perfección de la usucapión. También está el caso de la
actio furti, ejercida contra o por extranjero, fingiendo la ciudadanía romana.
Ejemplo de fórmulas:
➢ Actio certae creditae pecuniae. Esta acción era usada a raíz de la obligación surgida en el
mutuo de dinero, donde el acreedor tiene la actio certae creditae pecuniae para reclamar
la cantidad de dinero dada en mutuo
➢ Rei vindicatio: Es una actio in rem que protege al propietario civil, contra el tercero que
posee injustamente, con la finalidad de que se le reconozca como propietario y en
consecuencia se le restituya la cosa
“Ticio sea juez. Si resulta que el esclavo
Sticus del que se trata, es de A.A según el
derecho de los quirites, si según tu arbitrio no
le es restituido a A.A., tú juez condena a N.N a
cuanto valga la cosa, si no resulta, absuelve"
➢ Actio publiciana: Accion pretoria –honoraria- creada por Publicius (67 a.C), con ella se
protegia a ciertos poseedores calificados, que por no ser propietarios ex iure quiritum
carecían del amparo de la rei vindicatio.
Ticio sea juez. Si A.A compró y le fue
entregado un esclavo que si lo hubiera poseído
un año, sería suyo según el derecho de los
quirites, y no se hubiese restituido por N.N a
A.A según tu arbitrio, juez condena N.N a
favor de A.A tanto dinero cuanto valga la cosa
y si no resulta absuelve”.
➢ Actio confessoria servitutis: Por ella se busca la declaración de la existencia de una
servidumbre y el restablecimiento de ella. Ejercida por el titular del fundo dominante
contra el del fundo sirviente.
Si resulta que A.A tiene derecho de paso (iter)
por el fundo Capenate, a no ser que N.N
restituya a A.A según el arbitrio del juez, tu
juez, condena a N.N a dar a A.A lo que valga
el asunto, si no resulta ser así, absuélvele.
➢ Condictio certae rei: Esta acción era usada a raíz de la obligación surgida en el mutuo de
cosas fungibles y consumibles, donde el acreedor tiene la condictio certae para reclamar
la cantidad decosa dada en mutuo
➢ Actio empti: Acción que surge de las obligaciones fruto de un contrato, esta se refiere a
cuando el vendedor no entrega la cosa objeto de compraventa
➢ actio venditi: Acción que surge de las obligaciones fruto de un contrato, esta se refiere a
cuando el comprador no cumple con su obligación de entregar el precio.
➢ Actio depositi: Es la que tiene el depositante contra el depositario para que le entregue la
cosa y responsabilizarlo por los perjuicios y daños ocasionados.
Ticio sea juez. Puesto que A.A deposito a N.N
una mesa de plata, sobre cuyo asunto se litiga;
todo lo N.N deba hacer o dar en favor de A.A
según la buena fe, condena juz a N.N en favor
de A.A. si no resulta ser así absuelvele
➢ Actio commodati: La tiene el comodante para lograr recuperar la cosa prestada, lo que
debía ocurrir cuando por las características del préstamo se entendía que había concluido
el comodato.
Ticio sea juez. Si resulta A.A dio en comodato
la cosa sobre la que se litiga a N.N, y este no la
ha devuelto a A.A, condena juez a N.N en
favor de A.A a cuanto valía la cosa. Si no
resulta ser así, absuélvele.
Iudicae bonae fidei(juicios de buena fe): Es un procedimiento ante el iudex, pero por concesión
del pretor se le concede al iudex la potestad de estimar lo que considera lo que se debe restituir,
sin darle ninguna limitación cuantitativa, sino estableciendo únicamente que lo precise conforme
a lo que indica la buena fe. Ello ocurre en los siguientes casos: compraventa, locatio et
conductio, negotiorum gestio, el mandato, fiducia, sociedad, tutela y cuestiones de dote.
En estos caso el oportere del demandado esta fundamentad en y delimitado por la fides bona. El
iudex en virtud de la concesión dada por el pretor esta a su arbitrio. Se caracterizan porque en
este procedimiento se permiten levantar exceptiones en la fase apud iudicem.
“”
Interdictos: Son ordenes dispuestas por el pretor (o procónsul) para resolver una cuestión
urgente, de tal modo que se haga respetar inmediatamente una situación que está protegida
jurídicamente, y cuya solución no admite mayor demora. El interdicto procede del imperium del
pretor, por ello es diferente de una actio. La fórmula del interdicto es dada en el Edicto, y este no
sigue el procedimiento en dos etapas usuales (in iure – apud iudicem), sino que todo es tramitado
ante el pretor.
➢ Interdictos Prohibitorios: Son aquellos en los que el magistrado ordena que no se realice
determinada conducta que puede perjudicar al solicitante. Estos fueron los primeros en
aparecer con el propósito de proteger el uso o goce de las cosas destinadas al uso publico,
o evitar la violencia en las disputas ciudadanas.
➢ Interdicto exhibitorio: son aquellos por medio de los cuales el pretor ordenaba la
exhibición de personas o cosas determinadas para establecer la prueba de alguna
situación especial.
Ej: Interdicto homine libero exhibendo (interdicto para hacer presentar a una persona
libre): “presentaras a la persona libre que retienes con dolo malo”
Estipulaciones pretorias (Stipulationes praetoriae): El magistrado puede en ciertos casos exigir
que nazcan obligaciones creadas bajo la forma de una stipulatio, con el fin de asegurar un
derecho. Por ej: Si se hubiera dejado un legado de usufructo, el usufructuario debía prometer que
usara correctamente la cosa según el arbitrio de un buen varón y que cuando finalice el
usufructo restituirá la cosa. Es decir, prestar una cautio usufructuaria, en caso de no hacerlo se
sancionaba con la denegatoria de la acción para entrar a gozar del usufructo.
Missio in posesionem (in bona): Para proteger ciertas situaciones el pretor puede ordenar el
embargo de todo el patrimonio de una persona (misión in bona) o al menos de una cosa (missio
in rem). La finalidad de esta figura es garantizar la conservación de los bienes embargados, por
lo que es una simple detentación de las cosas que una verdadera posesión. Esta se concede: (I) al
actor cuando el demandado se ubica en situación de indefensus, (II) en favor de quien no da una
caución (cautio) exigida por el pretor, (III) a los acreedores en la venditio bonorum, (IV) en
favor del nasciturus para preservar sus derechos hereditarios. En los casos mencionados se da
respecto de todos los bona.
In itegrum restitutio: en determinados casos el pretor, podía abolir una determinada situación
negocial volviendo las cosas al estado originario. El pretor luego de conocer la causa,
comprobando la veracidad de lo ocurrido y que ello justificaba la medida, ordenaba la in
integrum restitutio. Así lo hacía: para proteger a los menores de 25 años que por su inexperiencia
habían realizado negocios perjudiciales para ellos, en caso de violencia, en caso de fraude, en
perjuicio de los acreedores, y en algunos casos de justo error.
5. Cognitio extra ordinem
Desde época de Augusto aparece junto al procedimiento formulario una nueva forma de
actuación judicial, forma que por utilizarse solo en casos especiales recibió el nombre de
procedimiento por conocimiento extraordinario (cognitio extra ordinem), que se caracterizaba
por cuanto desaparece la bipartición del proceso en etapas in iure y apud iudicem, ya que las
cuestiones son directamente resueltas por un juez-magistrado que es un funcionario oficial,
delegados en forma mediata o inmediata del príncipe.
En época posclásica desaparece el procedimiento formulario, y la jurisdicción pasa a manos de
estos jueces ofíciales que asumirán por entero todo el conocimiento (cognitio) del juicio, desde la
citación hasta la sentencia, de ahí a que esta nueva vía jurisdiccional se le conozca como
procedimiento cognitorio.
El procedimiento de la cognitio, se fundamenta en una caracterización del juicio como publico y
autoritario, donde el juez tiene un mayor poder, pudiendo adaptar el procedimiento a las
circunstancias especiales con un arbitrio mas amplio. También las partes quedan constreñidas al
juicio, por tal no se requería el acto de sumisión formal de los litigantes, como si ocurría en la
Litis contestatio en el procedimiento formulario.
Procedimiento:
➢ Comparecencia de las partes: Se emplea la Litis denuntiatio, en principio privada, pero
que desde Constantino es realizada por un oficial publico que la redacta y la hace llegar
al demandado. Justiniano la reemplaza por el libellus conventionis que es una citación
escrita hecha por el juez a pedido del actor, en ella se expresan las pretensión del actor y
es enviada al demandado, el cual deberá dar caución de comparecer
➢ Actuación ante el iudex: si ambas partes acuden ante el juez, se inicia el juicio. Entonces
el actor alega sus peticiones en la narratio y el demandado opone sus peticiones en la
contradictio. El procedimiento se desarrolla en salas cerradas, el procedimiento es oral
pero en época bizantina se obliga a que se levanten actas escritas sobre los actos
procesales.
➢ Sentencia: La sentencia figura por escrito y se le hace pública oralmente. La condena ya
no es necesariamente pecuniaria, pues si se trata de una actio in rem el juez puede
ordenar la restitución de la cosa misma, y si se trata de una actio in personam el juez
debe realizar una compensación entre los créditos recíprocos de los litigantes, resultando
la condena por el saldo de dichos créditos. Los gastos del juicio se le cobran al vencido.
➢ Apelación: Dado el nuevo carácter escrito de las actuaciones judiciales y la formación de
la burocracia imperial, se permitirá la apelación. Las sentencias de los jueces locales se
pueden apelar ante el praefectus pretorio o ante el vicarius (superior de gobernadores).
De las decisiones del vicarius se podían apelar ante el emperador, pero las decisiones de
los praefectus pretorio eran inapelables, ya que estos actuaba en representación directa
del príncipe.
o en época clásica la apelación debía ser presentada en dos o tres días. Si el juez la
admitía la elevaba a su superior. Si no admitía la apelación elevaba la relatio a la
jurisdicción superior y emitía copia al apelante. En caso de fracaso de la
apelación, el apelante debía pagar una pena igual a la tercera parte del valor del
pleito
o en el bajo imperio, el apelante tenía un término de 10 días para acudir ante el juez
ya fuera por vía escrita u oral, si en 5 días el juez no se pronunciaba, el apelante
podía acudir al juez superior y el juez inferior seria sancionado. Si el juez
aceptaba la apelación enviaba la relatio y las réplicas al juez superior.
o Para asuntos importantes el emperador podía recibir una apelación. Estas
peticiones (suplicationes) eran atendidas por una sección de la Cancillería
imperial, que luego de haberse escuchado a las partes, el príncipe consulta con su
consilium, y decide la cuestión por medio de decretum.
Este tipo de procedimiento tiene su sustento en el poder el emperador, y precisamente este poder
judicial del prínceps se vislumbra de las siguientes formas:
Si bien las decisiones del praefectus pretorio no tienen apellatio, el emperador podía
atender una súplica, y decidiendo encomendar que el prefecto o su sucesor conozcan
nuevamente el caso.
Si el juez ordinario encuentra oscura la dispute y no se atreve a dar sentencia, podía
elevarla a su conocimiento al emperador –procedimiento de relación o consultivo.
El actor podía llevar un juicio sobre una materia relevante, directamente ante el príncipe
mediante un pedido (preces) para que este lo solucionara mediante un rescripto. El juez
ordinario debía acatar la decisión imperial, siempre y cuando no se haya faltado a la
verdad en la cuestión planteada.
Mancipatio
«La mancipatio, como ya se dijo, es una suerte de venta imaginaria, y corresponde a un derecho
propio de los Romanos: se hace de esta forma: en presencia de no menos de cinco ciudadanos
romanos púberes, y de otro de la misma condición, que sostiene la balanza de bronce, llamado
libripens, el que adquiere dice: “ afirmo que este hombre (esclavo) es mío según el derecho de
los Quirites, y lo compro con este bronce (moneda) y con esta balanza de bronce"; despúes toca
la balanza y da la moneda al que entrega en mancipio, a título de precio» (Gayo, 1,119).
Fórmula de reivindicatio
• « Se juez, Cayo Aquilio.
• Si resulta que la fuente en cuestión es de Aulo Agerio por derecho de los Quirites,
• tú juez Cayo Aquilio condena a Numerio Negidio a pagarle a Aulo Agerio cuanto importe el
asunto, si no resulta así, absuélvele».
• Si resulta que la fuente en cuestión es de Aulo Agerio por derecho de los Quirites,
• tú juez Cayo Aquilio condena a Numerio Negidio a pagarle a Aulo Agerio cuanto importe el
asunto, si no resulta así, absuélvele».
CASOS ROMANO
1. «Cayo poseía una piara de cerdos, que cuidaba el esclavo pastor Estico. Ticio, colono de
una finca vecina, se valió́ de sus perros fuertes y feroces, que tenía al cuidado de su propio
ganado, para ahuyentar a los lobos y rescatar a los cerdos. Cayo reclama los cerdos que
cuidaba su pastor y se preguntaba si seguían siendo de Cayo, ya que habían sido en cierto
modo capturados como por caza» (Ulpiano, D.41,1,44).
¿Cuáles instituciones aplican?
¿Cuáles acciones y excepciones proceden?
a) rei vindicatio
b) actio furti
c) actio iniuriarum (por el perjuicio económico)
d) exceptio doli
e) exceptio iusti dominii
f) ¿quién es finalmente el propietario de los cerdos?
2. «En un naufragio de un barco (de Cayo) unas piedras preciosas se hundieron en el Tiber
y, al cabo de cierto tiempo fueron sacadas a tierra (por Ticio). Pomponio pregunta si se
mantuvo la propiedad de las mismas durante el tiempo en que se hallaron sumergidas»
(Ulpiano, D.41,2,13 pr.; 41,1,44).
¿Cuáles instituciones aplican?
a) ocupación de res nullius
b) ocupación de res derelicta (=abandonada)
c) ocupación de cosas encontradas en la orilla del río
d) tesoro
e) usucapión
f) posesión de buena fe
¿Cuáles acciones y excepciones proceden?
a) rei vindicatio
b) actio Publiciana (para poseedor de buena fe ad usucapionem)
c) exceptio doli
d) exceptio iusti dominii
Para tener en cuenta: los Romanos consideran que la derelictio debe ser una traditio in incertam
personam (voluntaria)
3. «Uno (Cayo) había reconstruido su nave con materiales de otro (Ticio). Se preguntó si
seguía siendo suya la nave» (Papiniano, D.6,1,61).
¿Cuáles instituciones proceden? a) accesión
b) especificación c) edificación
¿Cuáles acciones y excepciones se pueden utilizar?
a) actio ad axhibendum
b) rei vindicatio
c) actio furti
d) condictio furtiva
e) exceptio doli
f) exceptio iusti dominii
g) vindicatio utilis
4. «Uno compró la casa de un pupilo a su tutor y llevó a la casa un albañil para hacer
reparaciones. El albañil encontró dinero escondido y objetos en ella. Se pregunta a quién
pertenece el dinero» (Escévola,D.6,1,67).
¿ Cuáles instituciones aplican?
a) ocupación de la cosa abandonada
b) propiedad de la cosa comprada
c) Tesoro
d) Pérdida de la posesión (cosa escondida y olvidada)
e) Pérdida de la propiedad
¿Cuáles acciones y excepciones proceden?
a) rei vindicatio
b) actio furti
c) condictio furtiva
d) exceptio iusti dominii
e) actio empti (acción del comprador contra el vendedor)
f) actio venditi (acción del vendedor contra el comprador)
5. Ticio puso en el predio de Seyo un granero móvil para cereal, recién hecho con tablas de
madera: se pregunta quién es el propietario del granero (Escévola, D.41,1,60)
Instituciones:
a) propiedad
b) accesión
c) superficie Acciones y excepciones:
a) actio furti
b) actio ad exhibendum
c) rei vindicatio
d) actio Publiciana
e) exceptio iusti dominii
f) Exceptio doli
6. Ticio se encontraba en el puerto de Ostia preocupado por la reparación de su barco de
pesca que había sufrido desperfectos a causa de un temporal. Con tal motivo aprovechó
para su trabajo unos tablones que halló en el puerto y que más tarde supo que pertenecían
a Cayo. Este último, aun sin dudar de la buena fe de Ticio, pretende haber adquirido un
derecho sobre la nave de éste.
7. Ticio, pintor de renombre indudable, había realizado un retrato de la mujer de un
senador, sirviéndose para ello de un lienzo que resultó ser de propiedad de Sempronio.
Después de haber terminado el retrato, Sempronio lo poseía como propio y, aun cuando
estaba seguro de que el pintor se había confundido y no había hurtado el lienzo todavía sin
pintar, sin embargo no estaba dispuesto a entregarle el retrato, Ticio acudió a un jurista
para saber si podía disponer de alguna acción contra Sempronio
8. Cayo tenía ciertas piedras en la ribera del río Tíber con las que pensaba edificarse una
casa. A causa de un fuerte temporal las piedras se sumergieron en el Tíber y fueron con
gran trabajo extraídas después por Glauco, esclavo de Ticio, que las transportó a un fundo
de éste. Cayo acude a un jurista para que lo asesore. (D.41,2,13)
-Al sumergirse las piedras en el Tíber, ¿pierde Cayo la propiedad?
11. «Cayo pone una trampa en el fundo que tiene en usufructo, cuya nuda propiedad pertenece a
Ticio, y en la trampa cae un jabalí. Encontrándolo Ticio lo libera y su esclavo Estico lo mata con
su lanza cuando el jabalí huía» (Trifonino, D.7,1,62 pr.; Próculo, D.41,1,5; I.2,1,12-13).
. a) rei vindicatio
. b) actio furti
. d) exceptio doli
FUENTES:
Gayo, D.41,1,5,1: «Se dudó, si se entiende que un animal silvestre, que esté herido de modo que
pueda ser cogido, es nuestro desde luego. A Trebacio le pareció que desde luego era nuestro, y
que se considera que es nuestro mientras lo perseguimos; pero que si dejáremos de perseguirlo
dejaba de ser nuestro, y se hacía a su vez del que lo ocupaba. Y así, si durante el tiempo en que
lo perseguimos otro lo hubiere cogido con ánimo de lucrarse de él, se considera que nos hizo un
hurto. Pero los más opinaron, que no era nuestro de otro modo, sino si lo hubiéremos cogido,
porque pueden acontecer muchas cosas para que no lo cojamos; lo que es más verdadero».
Justiniano, Instituta 2,1,12-13: «Así pues, las reses bravías, y las aves y los peces, esto es, todos
los animales que en la tierra, en el mar, y en el cielo nacen, al punto que por alguno hubieren
sido cogidos, comienzan a ser de él por derecho de gentes; pues lo que antes no es de nadie, se
concede por razón natural al que lo ocupa. Y no importa que a las reses bravías y a las aves las
coja cualquiera en su fundo o en el ajeno: mas, a la verdad, al que entra en un fundo ajeno para
cazar o para coger aves, se le puede prohibir por el dueño, si antes lo viera, que entre.
Mas el que de estos animales hubieres cogido, se reputa que es tuyo mientras sea retenido bajo tu
custodia; pero cuando de ella se hubiere evadido y a la libertad natural hubiere vuelto, deja de ser
tuyo y se hace nuevamente del que lo ocupa. Y se entiende que recobra la libertad natural, o
cuando hubiere escapado de tu vista, o de tal modo está en tu presencia, que sea difícil su
persecución.
Se ha preguntado, si se entiende que cuando la res cerril ha sido herida, de modo que pueda ser
cogida, es tuya desde luego. A algunos pareció que era tuya inmediatamente, y que se reputaba
tuya mientras la persiguieras; pero que si cesaras de perseguirla, dejaba de ser tuya, y se hacía de
nuevo del que la ocupase, Otros juzgaron que no era tuya de otro modo, que si la hubieres
cogido. Mas nosotros confirmamos la última opinión, porque suelen acontecer muchas cosas
para que no te apoderes de ella».
Trifonino, D.7,1,62 pr.: «Con razón se dice que el usufructuario caza en los bosques o en los
montes de la posesión; y el jabalí o el ciervo que hubiere cogido, no lo coge propio del dueño,
sino que hace suyos los frutos o por derecho civil o de gentes».
CASOS FRUTOS
Un esclavo, Estico, le dio a su dueño Sempronio a cambio de su libertad una vaca que él
había sustraído. La vaca era propiedad de Cayo y la poseía como usufructuario Ticio. La
vaca parió un ternero cuando Estico ya la había entregado a Sempronio. Tanto el
usufructuario Ticio como el dueño Cayo pretenden reclamar la vaca y el ternero, alegando
que no había transcurrido el año necesario para la usucapión.
1. identificar:
a) propietario de la vaca
b) propietario del ternero
c) poseedor de la vaca
d) poseedor del ternero
2. determinar acciones