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Síntesis: La historiografía de la música popular en colombia

Juan Diego Bello Herrera

Introducción

El campo de la historiografía de la música popular es uno que, en el caso de


Colombia, no cuenta con una suficientemente amplia bibliografía, ya que aunque
esta ha crecido con el paso del tiempo, en palabras de los autores más adelante
mencionados, dista mucho de ser amplia, diversa, y de retratar la compleja sociedad
colombiana y su relación con la música.
A pesar de lo anterior, en la historia del país han habido diferentes autores con la
intención de recopilar y entender la evolución de la música y músicos populares y la
relación con el entorno social, cultural y político en el que estos se desarrollan.
Es por eso que en estas páginas se hará un recorrido por la historiografía de la
música popular en Colombia, para lo cual será realizada una síntesis y comparación
de tres diferentes textos; tres textos que recogen bibliografía representativa de
diferentes épocas y muestran la evolución que ha tenido la música popular a través
del tiempo: ​“La música colombiana: Pasado y presente” de Egberto Bermudez,
“Estado del arte de los inicios de la historiografía de la música popular en Colombia”
de Carolina Santamaría y ​“Los estudios sobre la historia de la música en Colombia
en la primera mitad del siglo XX: de la narrativa anecdótica al análisis
interdisciplinario”​ de Sergio Ospina Romero.
Para realizar este recorrido primero será presentada una síntesis del texto de
Bermudez, el cual brinda un contexto de la historia de la música desde la época de
la conquista hasta la actualidad, para posteriormente realizar un análisis y
comparación de los textos de Ospina y Santamaría, los cuales y desde enfoques
distintos, ofrecen un análisis de la historiografía de la música popular en el periodo
comprendido desde finales del siglo XIX hasta inicios del siglo XXI.

Contexto histórico

En palabras de Bermudez, en la época posterior al “descubrimiento” de América, las


noticias sobre la población amerindia mostraban una gran demonización de esta
cultura, lo que justificó el intento de destruir dicha cultura. A pesar de esto los
indígenas mantuvieron sus cantos y bailes en secreto. Es ahí donde se ve el
surgimiento de una segregación a nivel social expresada en la organización musical,
donde la profesión de músico solo era otorgada a los españoles, y a la población
indigena y afro les estaba prohibido interpretar sus músicas en público.
Con el tiempo, esta distinción de clases evidenciada en la música fue permitiendo
cierto intercambio cultural, como bailes de élite en los que empezaron a alternar
torbellinos y mantas, con minuetos y passpied, fandango y jota. Sin embargo,
seguía presente esta segregación hacia las consideradas “castas inferiores”.
Un aparente cambio se hizo presente con la independencia de Colombia, lo que
trajo la necesidad de fortalecer la identidad nacional, para la cual se tomaron como
referencia los símbolos y la cultura indigena. Esta etapa de nacionalismo trajo
consigo varias discusiones, que abarcaría gran parte de los siglos XIX y XX, sobre
lo que es la “colombianidad”, cuales deben ser los símbolos nacionales y que los
definen. Sin embargo esta identidad nacional basada en lo “indígena” contrastaba
con dicha población retirándose a la periferia del país, a las zonas rurales, fuera del
ojo del estado.
También dentro de esta discusión de la identidad entraría el debate entre el
nacionalismo y el universalismo, donde por un lado estarían las músicas
consideradas tradicionales de Colombia y nuevos géneros emergentes de música
popular, como lo fueron el vallenato y la salsa, todo esto bajo la influencia de la
industria fonográfica que llegaría al país en la primera mitad del siglo XX.
Finalmente el autor hará mención de la influencia del conflicto armado en la música
colombiana, y la influencia de la guerrilla en la música de protesta y posteriormente
en la ranchera, contrastando con los artistas pop y su discurso filantrópico, de paz y
amor, que falla en retratar la compleja y diversa realidad colombiana

Comparación (Santamaría y Ospina)

Entrando ahora en los textos de Ospina y Santamaria ambos realizan una análisis
de la historiografía de la música popular desde finales del siglo XIX hasta la
actualidad. Sin embargo, en palabras de Ospina el texto de Santamaria pretende
dar orden a una gran bibliografía de forma cronológica, mientras que su texto tiene
como objetivo demostrar la separación entre historiografía y musicología y como
esta se va disipando a la par de la evolución de la metodología en la investigación.
Esta separación, mencionada brevemente en el texto de Santamaria, se debe a que
en el inicio del periodo analizado por Ospina, los textos hechos sobre la historia de
la música se limitaban a una cronología, más que a un análisis de la música y su
relación con su entorno, o aspectos estrictamente musicales; y que los historiadores
no tenían mayor interés en investigar sobre la música al no ser considerado una
factor determinante en la sociedad.
Sin embargo, a pesar de esta diferencia en sus textos, ambos coinciden en
diferentes elementos. Uno de estos elementos sería una historiografía que inició
siendo hecha por músicos, periodistas, aficionados o gente inserida en el ámbito
musical, dando lugar a textos no tanto de corte académico. Otro elemento en común
entres estos textos es una división del periodo analizado en una primera etapa de
los que serían los pioneros en la investigación musical, siendo mayormente
centrada en la música tradicional y no tanto en las músicas populares del país y una
posterior apertura de dichas investigaciones hacia otros géneros, regiones y
temáticas. Un último elemento importante dentro del análisis de Santamaria, que es
también citado en el textos de Bermudez, es que la ausencia de una mayor
bibliografía en este tema se debe a una cultura predominantemente oral en el país.
Un diferencial en el texto de Bermudez es que antes de abarcar la historiografía de
este periodo cita a otros textos que como el de él, hacen la labor de balances
historiográficos.

De los pioneros a la actualidad

Refiriéndose ahora a los pioneros de la investigación en música popular Ospina y


Santamaria difieren en la época en que se dieron estos primeros estudios ya que
para Ospina esto se dio a finales del siglo XIX, y para Santamaria fue a principio del
siglo XX, impulsado por la influencia de la industria musical. Sin embargo ambos
coinciden en que la música que quería ser grabada y estudiada era la música
tradicional colombiana, con fines evidentemente nacionalistas y denotando un gran
elitismo en dichas músicas, considerandolas, de forma bastante contradictoria, de
tradición europea y que necesitaban ser “depuradas” o “limpiadas” de la influencia
indigena y afro.
Posteriormente en ambos textos, se presenta una amplia bibliografía dividida, en el
caso de Santamaría, por los textos de las décadas 1980, 1990 y 2000, y en el caso
de ospina por una etapa de ​“nueva formulación de las historias de la música en
Colombia”​ y otra de ​“Confluencias de música, sociedad, cultura e historia”​.
Cada uno en su texto, evidencia cambios en la historiografía con el paso del tiempo,
cambios como ​“procesos de legitimación folclórica y de mediatización e
industrialización​”, ​“en el rumbo metodológico y epistemológico en los estudios
histórico-musicales en Colombia”​, y sobretodo, cambios en el enfoque de la
investigación en música popular, siendo abordados muchos más géneros como el
vallenato, la salsa, la música de cantina, entre otros, y estableciendo una mayor
relación con el contexto histórico, social y cultural, como la influencia de tensiones
existentes entre las élites nacionales, ruptura entre lo tradicional y la música
popular, influencia de la economía ilegal del narcotráfico, música popular de
producción industrial, interrelación entre las categorías de raza e identidad en el
proceso de consolidación de la música, relación con el periodo de La Violencia,
evolución de los hábitos de escucha y de las identidades colectivas, entre muchos
otros temas de investigaciones sobre música popular publicados en un tiempo más
reciente.

Conclusiones

Tanto Bermudez como Santamaría concluyen que es necesario continuar innovando


en el este campo de la investigación, para el primero son muchos los músicos
influenciados por paramilitares o narcotraficantes, otros muchos atrapados en el
conflicto armado entre guerrillas, ejército, y otras fuerzas armadas, y aun se
necesita gente capaz de retratar la compleja realidad de este país. Para Santamaría
aún hace falta investigar sobre ciertos temas poco registrados como la importancia
de Discos Fuentes y otros sellos discográficos en la industrialización de diferentes
géneros, sobre estilos musicales menos difundidos como la carranga y también
sobre la relación entre música y televisión​.

Para Ospina vale la pena resaltar al menos cuatro cosechas en este proceso de la
historiografía: El hecho de trascender el estudio de la historia de la música como un
simple recuento de eventos o biografia; La cooperación entre musicología e historia
cultural en el acto de renovar las problemáticas de investigación; La ampliación
dentro de la investigación en música popular hacía más géneros y regiones del país;
Y el tornar el escenario de las historias de la música más interesante, académico y
más formal a nivel teórico y metodológico.

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