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D O C - 07/05/2005

DE PRUEBAS A BENDICIONES:
UNA MENTE SABIA
Santiago 1:3

Intro.: Es una realidad el hecho de que si no tenemos


CONOCIMIENTO, nunca tendremos CONVICCIONES, y
si no tenemos CONVICCIONES, tampoco podremos
lograr actitudes maduras con que enfrentar la vida.

I. SABE QUE LA FE SIEMPRE ES PROBADA.

A. La fe probada se perfecciona.

1. Abraham, el “padre de la fe”.


2. Su fe aumentada y perfeccionada por Dios a
través de la diversas pruebas (He. 11:8-19).
3. Cada vez que obtenía victoria en la prueba,
Abraham fortalecía su fe.

II. SABE QUE LA PRUEBA NO ES DESTRUCTIVA


SINO BENEFICIOSA (“produce…”).

A. La prueba determina la calidad de nuestra fe.

1. Los “kilates” de nuestra fe, “mucho más


preciosa que el oro” (1 P. 1:7).
2. Es una prueba antes de que sea evidenciada en
la manifestación de Jesucristo.
B. La prueba de ninguna manera destruye al creyente.

1. Es lo que piensa el inmaduro o falto de fe.


2. Un versículo para el momento de la prueba (Ro.
8:28; v. 18, 35).
3. Si la reacción del creyente frente a las pruebas
es diferente del propósito de Dios, entonces es
fácil que piense que éstas son destructivas.

C. La prueba siempre es beneficiosa.

1. Produce un “excelente y eterno peso de gloria”.


2. La expresión de un creyente maduro: “Y dijo:
desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo
volveré allá. Jehová dio, y Jehová quito; sea el
nombre de Jehová bendito” (Job 1:21-22).

III. SABE QUE LAS PRUEBAS NOS AYUDAN A


MADURAR.

A. Un cristiano probado es un cristiano listo para


madurar.

1. Dios quiere producir paciencia en nuestras


vidas.
2. La paciencia es la virtud consistente en
sobrellevar resignadamente las adversidades.
3. Es la virtud principal del cristiano para lograr
permanecer en la fe (Lc. 21:12-19).
B. La paciencia adquirida por medio de la prueba nos
hará creyentes firmes y tenaces.

1. Impaciencia e incredulidad van juntas, así como


la paciencia y la fe.

a. El paciente hereda las promesas (He. 6:10-


15).
b. El paciente cree y espera (He. 10:35-39).
c. El paciente no se apresura (Is. 28:16).

2. El ejemplo de Moisés (Ex. 2:11-20).

C. Sin las pruebas no puede haber madurez.

1. ¿Cómo si no se demostrará que confiamos en


Dios y somos obedientes?

CONCLUSIÓN:

“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra


enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Pero el Dios de la paciencia y de la consolación, os dé


entre vosotros un mismo sentir, según Cristo Jesús, para
que unánimes a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo” (Ro. 15:4-6).

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