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Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin control. Entonces,
Marco trató de consolarme: —Pase lo que pase, tienes que saber que tendrás
un lugar en el sol. Asentí y continué llorando sin poder controlarme. Luego
de un rato me libré de su abrazo y pude ver las manchas de agua y mocos en
su traje tan costoso; se veía muy chistoso. No pude evitarlo más y me reí. —
¡Tu ropa! Marco suspiró sin poder evitarlo, después sacó un pañuelo y dijo
en mi dirección: —¡Limpia tu propio desorden! Tome el pañuelo y lo limpie
pero todavía quedaban un par de manchas, así que levanté la mirada para
verlo y con pena dije: —Parece que no se puede limpiar del todo… A lo que
él levantó las manos y me dio un leve golpecito en la frente. —Tendré que
mandarlo a la tintorería. Asentí, pues en realidad era lo único que podía hacer.
Después de comer y de dar un paseo mi humor cambió; una vez que llegamos
al estacionamiento del centro comercial, él se fue a buscar el auto mientras
yo me quedé esperándolo bajo el cielo. El sol de otoño no era tan cálido como
el de las otras estaciones pero seguía siendo molesto si se pasaba mucho rato
bajo él. —Javier, ¿ya no sabes conducir bien? ¿Por qué solo vas de reversa y
por qué lo haces tan mal? La voz que escuchaba me resultaba peculiarmente
familiar, me quedé helada en mi lugar pero me giré un poco para mirar. Sin
embargo, me volví a quedar inmóvil, pues la voz que se escuchó a mis
espaldas era la de Javier. —¿Puedes dejar de hablar? ¡Solo cállate! —¡No
quiero! Al tiempo que los escuchaba, Marco llegó en el auto; también había
visto a Mayra y a Javier y se giró para ver mi expresión. — ¿Quisieras verlos?
—preguntó con las cejas arrugadas. A lo que negué con la cabeza y subí al
auto. —Vámonos. Debido a mi estado actual solo lograría preocuparlos.
«Será mejor que me encuentre con ellos una vez que esté mejor», pensé.
Marco se detuvo por unos instantes pero no dijo más, en su lugar, condujo
hasta el chalé a las orillas de la ciudad. En el trayecto, miraba los paisajes
que se perdían en un instante, a pesar de ir mirando por la ventanilla, estaba
perdida en mis pensamientos. De pronto escuché un leve susurro: —En
algún momento tendrás que superarlo —dijo Marco. Sabía a qué se refería y
también sabía que tenía razón, en algún momento tendría que superar la
situación por mi cuenta. El resto de los días fueron tranquilos y Marco era
bueno cuidando de los demás, pero tenía presente que no podía quedarme
con él para siempre o acostumbrarme a su presencia; hasta entonces, había
evitado a todos durante 2 meses y no quería ver a nadie, así que evitaba el
teléfono, la televisión y las noticias, de manera que los días transcurrían sin
problema. Cuando Marco regresó del trabajo, me miró sentada en una de las
sillas del patio mientras leía; luego me cubrió las piernas con una manta y
dijo: —Hace frío, tienes que abrigarte para que no te enfermes. Tabla de
contenidos + Añadir a tu biblioteca Anterior Cerré el libro, lo miré y sonreí:
—¡Eres como mi abuela! Marco enarcó las cejas pero no parecía molesto por
el hecho de que lo había comparado con una anciana, en su lugar sonrió y
dijo: —¿En qué sentido me parezco a ella? Lo pensé por unos segundos y
respondí: —En que ambos son regañones. Por lo que se rio. —Al parecer
tendré que hacer algo al respecto porque si no, dejaré de agradarte. En ese
momento una de las criadas salió y dijo: —Señorita Arias, señor Buenrostro,
la cena está servida. Marco respondió y luego tomó el libro que tenía entre
mis manos. —¿Has estado leyendo Romeo y Julieta estos días? Asentí en
respuesta y me levanté de la silla. —Antes no podía evitar sentir mucha pena
por la historia de amor entre Romeo y Julieta, pero ahora que lo he vuelto a
leer, pude entender las perspectivas e historias de vida de cada personaje.
Marco asintió y colocó el libro de regreso en la estantería. —¡Deberíamos
comer primero! El chalé era enorme pero no parecía estar vacío; una vez en
la mesa del comedor, Marco me sirvió una plato de sopa de pescado y cuando
la terminé, me sirvió un poco más. —Si quieres deberías comer más… —
dijo. Sonreí mientras me tocaba yo misma el rostro. —¿Me notas algo
diferente? Me miró con detenimiento y luego asintió: — ¡Sí, que perdiste
peso! «¿Qué rayos…?». Era evidente que había subido de peso porque Marco
había utilizado todo tipo de métodos para hacerme comer, así que ahora mi
delgado rostro se había vuelto más regordete. Tiempo después me di cuenta
de que estaba dejando los cubiertos de lado, lo que me decía que había
terminado de comer, así que antes de que pudiera levantarse le dije: —
Marco, tengo algo que decirte. Él asintió y respondió: —Adelante. Luego de
haber estado ahí durante un tiempo, podría llegar a pensar que mi vida
siempre había sido así de linda y relajada, pero todavía los recuerdos de mi
doloroso pasado me atormentaban y me regresaban al instante a la cruel
realidad. Hice una pausa antes de hablar. — Planeo mudarme a la ciudad —
dije y luego miré su rostro, que había cambiado por completo su expresión,
luego agregué—: Agradezco mucho tus cuidados y atenciones durante todo
este tiempo pero no puedo quedarme aquí para siempre, tampoco puedo
permitir que me cuides o esconderme aquí por la eternidad y es que tienes
razón, hay cosas que debo superar por mi cuenta. Por otro lado Ciudad K es
enorme y creo que puedo valerme por mí misma. «Aunque mi pasado era
doloroso, todavía podía esperar por un buen futuro, ¿cierto?». De pronto,
soltó los cubiertos y dijo: —En definitiva no puedo hacer nada por tu corazón
pero si decides quedarte aquí, quiero que sepas que no tienes que preocuparte
por nada, lo tendrás todo, yo puedo cuidarte. Sonreí pero dije: —¡No quiero!
Se quedó en silencio por unos instantes y luego dijo: —Está bien, puedes
regresar a Ciudad K, pero tienes que prometerme que estaremos en constante
contacto y que me llamarás en caso de que pase o necesites algo.
«Álvaro también solía hacer las cosas así». Baje la cabeza ante el repentino
pensamiento de él, me sentía incómoda. Marco no se dio cuenta de mi
reacción y sonrió. —Claro que no es un desperdicio, justo en estos momentos
la estamos usando. Dimos un recorrido por la casa y no pareciera que hubiera
necesidad de comprar nada nuevo, sin embargo, la cocina si se miraba un
tanto vacía, era posible que Marco recordara que yo no era muy fan de la
cocina y por eso no se preocupó tanto por conseguir más. —¿Crees que falta
algo? —preguntó al tiempo que cambiaba la llave de la casa y el código de
huella dactilar por el mío. Asentí en respuesta. —Ya que estás libre esta
noche, ¿no te gustaría que cenemos aquí? También podría invitar a Mayra y
a Javier, quisiera hacerles saber que después de todo estoy bien, además,
desde que estuve en el chalé sentí que me alejé del mundo exterior. Marco
asintió, no se notaba muy feliz pero tampoco le di mucha importancia. Poco
después salimos juntos de la residencia y nos dirigimos al supermercado para
comprar artículos básicos de cocina, como arroz, aceite, azúcar y sal; Marco
se giró hacia mí y me miró sorprendido. —¿Sabes cocinar? Era muy
vergonzoso que me preguntara eso. —No me debes subestimar, ¿está bien?
¿Qué te hace creer que no se cocinar? —Entonces tomé unos cuantos
condimentos y agregué—: ¡Solo espera, esta noche te mostraré de lo que soy
capaz! Marco se carcajeó, luego levantó una de sus manos y me dio una leve
palmada en la cabeza. —De acuerdo, lo espero con ansias. Levanté la cabeza
y sonreí con él, luego posé los ojos en un artículo que estaba en una estantería
detrás suyo y le pedí un favor. —Marco, ¿podrías pasarme los condimentos
que están detrás de ti? No los alcanzo. Pero no respondió, en cambio, se
limitó a ver algo más detrás de mí; se veía bastante serio. Yo también me
congelé, recelosa de que la helada mirada fuera para mí. Por instinto me iba
a girar pero de repente Marco me atrajo hacia sus brazos y me sostuvo entre
ellos; cuando habló, lo hizo más serio de lo normal. —Se está haciendo tarde,
deberíamos volver. Estaba sorprendida y sin siquiera tener la oportunidad de
entender qué estaba pasando, alguien me tomó con fuerza de la muñeca, lo
que me soltó del abrazo de Marco. Me quedé perdida cuando mis ojos se
encontraron con el rostro de Álvaro; en su expresión podía notar la confusión,
las ansias y la alegría, todo en un complicado desastre. En resumen, lo que
podía ver en él eran un mar de emociones difíciles de descifrar, así mismo,
las ideas en mi cabeza dejaron de tener sentido, como si de repente hubiese
sido golpeada por un rayo. Yo no sabía qué hacer, mi cuerpo se quedó
inmóvil y de repente comencé a sentir un terrible dolor en mi corazón que se
esparcía por todo mi cuerpo y tanto el miedo como el desconcierto
comenzaron a invadirme. Mis manos temblaban, en realidad toda yo estaba
temblando y de un momento a otro rompí el contacto visual con él, pues el
dolor me estaba sofocando. Dentro de mí sabía que todavía no estaba lista
para enfrentarme a él, no estaba preparada para decirle lo que había pasado
con nuestro bebé ni para darle cualquier tipo de explicación. —Samara, ¿por
qué estás… —De repente, la voz de una mujer llegó hasta mis oídos. Mis
ojos de inmediato se enfocaron en Rebeca, a quien ya se le empezaba a notar
la barriga de embarazo y estaba de pie junto a un carrito de compras con un
montón de artículos para bebé, específicamente de niña, apilados sobre el
mismo. De pronto recordé que Álvaro había elegido más o menos los mismos
artículos para nuestro hijo. «Rebeca… Camila...». Miré fijamente a Rebeca
con los ojos enrojecidos, estaba a punto de tener un colapso emocional y de
repente, perdí el control sobre mí misma; sin darle tiempo de nada, me solté
del agarre de Álvaro y me abalancé sobre ella; nadie esperaba mi reacción.
Entonces Rebeca dio un paso hacia atrás pero tampoco le di tiempo de
responder a mi ataque; lo siguiente que supe fue que le arranqué un mechón
de cabello de su bien peinada cabeza y que grité dentro de un frenesí: —
¡Rebeca, será una vida por otra vida! ¡No dejaré que Camila y tú se salgan
con la suya! —¡Está loca, se ha vuelto loca! ¡Alvi, ayuda! —gritó Rebeca
asustada, la escena se había convertido en un caos. De repente alguien me
tomó entre sus brazos y me alejó por detrás, una voz familiar sonó en mi
oído. —¡Samara, soy yo! ¡Soy Álvaro, tu esposo! Podía sentir como poco a
poco perdía las fuerzas pero mis ojos seguían locos, luego logré liberarme de
su agarre con la nula energía que tenía; después Marco me sujeto de las
manos y con un hilo de voz, dije: —Marco, sácame de aquí, por favor —En
verdad no quería seguir ahí, tenía miedo de provocar otra pelea con Rebeca,
pero tenía más miedo de que Álvaro la defendiera o de verlos convivir. —
Está bien, nos iremos a casa —dijo Marco al tiempo que me sujetaba y
llevaba con él fuera del supermercado. Los compradores seguían pasando
entre nosotros y Álvaro iba detrás nuestro, de pronto, terminó por bloquear
el camino de Marco y con una voz fría y aterradora dijo: —¡Déjala ir! Marco
se burló, se notaba irónico. —¿En verdad crees que se irá contigo? Álvaro
fijó la mirada en mí y sus ojos negros se oscurecieron aún más. —¡Samara,
regresa conmigo! Entonces me aferré con mucha más fuerza a Marco, como
si me vida dependiera de ello y con los ojos rojos e hinchados exclamé: —
¡Marco, llévame, llévame lejos de aquí! Marco asintió y luego miró a Álvaro,
tenía los labios fruncidos y dijo una sola frase: —¡Álvaro, si sigues así se
sentirá tan acosada que la llevarás a la muerte! Álvaro frunció los labios y en
su mirada pude notar como poco a poco iba perdiendo la fe; me estuvo viendo
fijamente hasta que dijo: —¡Está bien, vete! Ya que no teníamos a Álvaro
interviniendo, por fin pude suspirar con alivio. Marco me llevó hasta el auto
y nos fuimos directamente a la residencia en el Parque Central.
Capitulo 301
Él asintió con la cabeza, me miró y dijo: "¡Dime!" Después de vivir tantos días, si no fuera por
esos recuerdos dolorosos que me recordaban todo el tiempo, habría pensado que toda mi vida
sería igual de pacífica y estable. como este.
Después de una pausa, dije: "Planeo vivir en la ciudad". Al ver su rostro hundirse levemente,
continué: "Gracias por tu cuidado estos días, pero no puedo quedarme contigo para siempre y
dejar que me apoyes para siempre." ., Escóndete para toda la vida. "
" Tenías razón antes, algunas cosas, después de todo, todavía tengo que sobrevivir, nadie
puede ayudarme, la capital es muy grande, creo que puedo vivir por mi cuenta en la capital. "
Aunque antes era doloroso, pero siempre miro hacia adelante también, ¿no es así?
"¡Papá!" Dejó los palillos en su mano, su voz era baja, "No puedo ayudarte con el nudo en mi
corazón, pero mientras estés dispuesto a quedarte aquí, puedo apoyarte por el resto. de tu
vida. No necesitas preocuparte por criarte. "
Su hermoso rostro se puso rígido, y después de un largo período de silencio, dijo "Bueno,
estarás bien cuando regreses a la capital, pero tienes que prometerme. Contáctame en
cualquier momento, llámame en cualquier momento si tienes algo y dime lo que necesitas".
Asentí, mi corazón se calentó un poco, mis ojos estaban un poco amargados y él se rió entre
dientes, "¡Bueno, bien!" Hubo una pausa. Dije: "Creo que volveré recientemente durante el Día
Nacional, para poder organizarlo ! "
" ¡Ya sanaste! "Siempre pienso que me trata como a una porcelana Wawa dijo impotente,"
He estado descansando durante dos meses, además, puedo también tomar un buen descanso
en la capital. Estoy buscando un trabajo y no será tan difícil ".
Pensó por un momento, asintió con la cabeza," Está bien, no tienes que preocuparte por el
trabajo, lo arreglaré yo, y también lo tendré en la zona centro de la casa. Cuando llegue el
momento, veremos dónde trabaja y buscaremos la residencia más cercana ".
Abrí la boca y quise negarme, pero me interrumpió: "Mi empresa está escasa de personas.
Como sientes que me debes favores, vienes a mi empresa a ayudar. Además, también tengo
que cobrar el alquiler de la casa, el 10% de tu salario. Se deduce de la tarjeta de salario ".
Ayudé con la cantidad, y no supe qué decir por un tiempo, y dije impotente:" Todavía tengo
algunos ahorros, no necesitas para hacer esto, además, planeo encontrar algo que hacer por
mí mismo. "
" ¡Bueno, lo sé! "Parecía sentir que lo estaba rechazando intencionalmente, un poco enojado.
Después de tomar una decisión, después de la cena, pidió a las personas que empacaran y
se prepararan para salir temprano mañana por la mañana.
El día siguiente.
Es a finales de otoño, es demasiado tarde para jugar y el cielo palidece lentamente alrededor
de las siete.
Me levanté temprano para limpiar, y cuando bajé, vi que Marco ya estaba esperando abajo.
"Come temprano primero y nos iremos después de comer!" Asentí y comí algunos bocados.
Sabiendo que no había podido comer mucho, frunció el ceño un poco, pero también no hay
mucho que decir.
Capitulo 302
No pude evitar fruncir el ceño, "¿Puedo hacer el proyecto? O puedes ponerme en el equipo
del proyecto, ¡no importa si empiezo desde el nivel de base!".
Él asintió con la cabeza, "Sí, el director del proyecto del empresa acaba de ir a casa después
de un accidente, usted va a la cima."
Me quedé atónito . No esperaba que estuviera tan renovado y no pude evitar decir:" ¿Acabas
de tomar la decisión tan apresuradamente? ¿Tienes miedo de que mi ¿La falta de habilidad
arruinará tu compañía? "
Fruncí los labios." ¡Es difícil de decir! "Después de todo, no he tenido un trabajo durante casi
un año.
En la intersección de los semáforos, apoyó los codos en el volante, me miró y dijo: "Puedes
manejar un proyecto tan grande en el corporativo, y puedes manejarlo fácilmente. Deberías
estar bien con las pequeñas cosas de nuestro ¡Familia Buenrostro! "
No podía reír ni llorar. Las palabras son demasiado discretas. La inmensidad de la empresa
Buenrostro se internacionalizará. La del corporativo Ayala es enorme, pero en algunos
aspectos es peor.
Benjamín Buenrostro tiene mala salud, por lo que la empresa está básicamente dirigida por
Marcos, y encontrará cuellos de botella y algunos problemas. Dijo que yo estaba en la empresa
y que también tenía sus intenciones egoístas.
Eché un vistazo a los alrededores y me sorprendió un poco: esta es la zona del centro,
donde los precios de la vivienda son asombrosamente altos y hay muy pocas ubicaciones de
clase media que puedan pagar una casa.
Al verme aturdida, sonrió y dijo: "Te llevaré a echar un vistazo, lo que falta, lo compraremos
más tarde".
Después de comprobar la hora, no pude evitar decir: "¿No? ¿Necesitas ir a la empresa hoy?
".
Él sonrió," ¡Durante el feriado del Día Nacional, tengo siete días libres! "
¡Está bien!
Entró a la comunidad y condujo el ascensor. Dijo: "Esto está relativamente cerca de la
empresa. Veremos lo que falta en casa en un rato e iremos al supermercado cercano a
comprarlo. Te llevaré a la empresa en dos días. Puedes echar un vistazo al medio ambiente., la
forma de ver lo que falta y luego comprar.
Asentí con la cabeza, pensando, probablemente no tengo que preocuparme por la mayoría
es el trabajo de la gente, y este jefe Ins and Outs están yuxtapuestas.
Casa en la décima planta, no es muy alta, un centenar la casa de unos 50 metros cuadrados
está decorado en un ambiente cálido, pero es diferente de la villa, pero es muy cómodo para
vivir. yo
miraba el distribución de la habitación, y no pude evitar mirarlo y decir: "Este alquiler no
debería ser menos de 10,000, ¿verdad? Especialmente en lugares como Beijing, donde la
tierra y el dinero son altos. "
Negué con la cabeza y sonreí," Estoy pensando, ¿qué piensan ustedes los que invierten en
bienes raíces? Esta casa está comprada, es tan buena y no se alquila, simplemente ponlo así,
es ¡un desperdicio!"
Álvaro Ayala también pareció gustarle. No lo conocía. No pude evitar bajar la cabeza, mi nariz
estaba un poco adolorida e incómoda.
Marco no prestó atención y sonrió," Hay sin desperdicio, ¿no deberías usarlo ahora? "
"Después de dar la vuelta, parece que no falta nada, pero no hay nada en la cocina.
Probablemente piensa que no puedo cocinar, así que no lo organizó.
" ¿Falta algo? " "Dijo, y cambió el código de la casa y las huellas dactilares al mío.
Asentí," De todos modos, descansas por la noche. ¿Por qué no cocinamos en casa?
Llamaré a Mayra y Javier y concertaré una cita con ellos. Ven y Háganlo juntos, para que
pueda darles la paz, dejando estos días, parece que estoy aislado del mundo exterior. "
Capitulo 303
Él se rió, levantó la mano y frotó mi cabeza y dijo:" ¡Está bien, esperaré! "
Levanté la cabeza y sonreí, con los ojos en el estante detrás de él, y dije:" Marco, tú puede
ayudarme a tomar ese saco de condimentos, ¡no puedo alcanzarlo! ”
Por instinto, miré hacia atrás y Marco me tiró en brazos, y presionó mi cabeza entre sus
brazos.
Estuve abrumado por un tiempo, mi cuerpo estaba un poco apagado, mi corazón comenzó a
doler, el dolor denso comenzó a disiparse, el miedo y el desconcierto me rodearon.
Sentí que mis manos y mi cuerpo temblaban, pero por un momento, tambaleé sus ojos y
dejé de mirarlo, sofocado por el dolor en mi corazón.
Todavía no estoy listo para enfrentarme a él, cómo contarle sobre el niño y cómo
confesarme.
"Hermana Shen, ¿por qué está usted ...?" La bonita voz de una mujer llegó de repente a mis
oídos, y me sentí como cinco truenos.
Al mirar hacia arriba, el estómago de Rebeca estaba ligeramente abultado, estaba de pie
junto al carrito de compras con muchos suministros para bebés para las niñas.
De repente recordé que Álvaro había elegido estas cosas antes, casi exactamente lo mismo.
Rebeca, Joel, mis emociones colapsaron, mis ojos estaban escarlata y miré a Rebeca,
incapaz de controlarlo por un tiempo, y golpeé la mano de Álvaro.
Corrió hacia Rebeca casi frenéticamente, nadie pensó que yo sería así.
Rebeca dio un paso atrás en estado de shock. No le respondí en absoluto. Le arranqué el
delicado cabello y dije frenéticamente: "Rebeca, el asesinato paga por tu vida, ni tú ni Joel
pueden escapar".
"Ah. "¡Loco! ¡Samara, loca, Álvaro sálvame!" Rebeca se sorprendió y gritó, y por un tiempo,
se convirtió en un desastre.
Y alguien me abrazó con fuerza, y una voz profunda y desgarradora salió de mis oídos:
"¡Samara, soy yo, soy Alvaro, soy tu esposo!"
Perdí mi fuerza por un momento, y mis ojos estaban rojos. Luchando lejos de sus brazos con
solo fuerza.
Marcos me abrazó, sostuve su mano con fuerza, su voz era ronca y dolorosa, "¡Marcos,
llévame!"
Realmente no puedo quedarme aquí por un minuto mas, me temo que no podré controlarme.
yo misms y haré una locura con Rebeca, desesperadamente.
Tenía aún más miedo de que Álvaro la protegiera, y aún más miedo de verlos haciendo algo
íntimo.
"¡¡Está bien, vamos a casa !!", dijo Marcos,me abrazó de lado y salió del supermercado.
Capítulo 304
La gente que iba y venía seguía mirándonos, Álvaro lo siguió, bloqueando el camino de
Marcos, su voz era baja y fría, horrible, "¡Déjala ir!"
Marcos se burló, su rostro sombrío, "¿Crees que ella irá? ¿contigo? "
Álvaro me miró, apretó ligeramente las pupilas y dijo:" ¡Samara, sígueme de regreso! "
Arrastré a Marcos como el colmo, rojo e hinchado, y dije:" Con iré, ¡Llévame! "
Marcos asintió, frunciendo los labios y mirando a Álvaro, diciendo cada palabra," ¡Álvaro, la
matarás así! " Álvaro frunció los labios, sus ojos negros se hicieron pedazos.
Durante mucho tiempo, me miró y lentamente pronunció algunas palabras: "¡Está bien! ¡Ve!"
Sin el enredo de Álvaro, no pude evitar dar un suspiro de alivio. Marcos me recogió en el auto y
me llevó directamente de regreso. a Central Park .
Cuando llegó a casa, me puso en el sofá de la sala, me sirvió agua, tomó la medicina, se
puso en cuclillas a mi lado y me dijo: "¿Todavía vas a tomar la medicina?"
Se sentó a mi lado e inició un largo silencio conmigo, me siento muy afortunado de poder
encontrarme con una persona noble que me acompañe cada vez que ocurre un accidente.
La última vez que mi abuela tuvo un accidente, fue mi abuelo quien se quedó conmigo. Esta
vez fue Marcos. No sé cuánto tiempo puedo durar, pero siempre siento que tal vez mañana, o
algún día, pueda Espera.
Hubo un sonido en la sala de estar. Me levanté para mirar y vi que Marcos estaba usando un
delantal mientras cocinaba. Se parecía un poco a un chef.
Al oír el movimiento, volvió la cabeza y vio que estaba despierta. Él sonrió y dijo, "ir a lavarse
la cara y salir a comer pronto!"
Se rió, su las cejas estaban teñidas, "Bueno, escuchando eso, ¡deberías estar felicitándome!"
Apagó el fuego. Miré hacia atrás y pensé en mí otra vez. “¡Ve a lavarte!”
Asentí con la cabeza, y me fui al dormitorio a lavarme, cuando salió, arregló todo, tres platos
y una sopa, oliendo muy fragante.
En la mesa, me trajo un tazón de arroz y dijo: "¡Come más, bajamos a caminar en un rato!"
Asentí, estaba delicioso, pero todavía solo comí unos pocos bocados, y perdí mi apetito.
Al ver esto, no me obligó a comer más, simplemente dijo: "Hay fruta en el refrigerador. ¡Ve a
ver qué quieres comer, además de bocadillos!"
No pude evitar sonreír ". ¿Eres bueno cuidando a las niñas antes? ”En este nivel de detalle,
admiro incluso a una mujer.
Él asintió con la cabeza y dijo con voz débil: "¡Solía cuidar a Xiaobai así!"
Yo ...
no puedo hablar más, miré en el refrigerador, compró muchas frutas, debería ser cuando yo
estaba Dormido hace un momento. Lo compró él mismo.
Encontré una caja de fresas, y las llevé a la cocina para lavarlas, y me dijo: “¡Las he lavado,
te las puedes comer directamente!”
Sentado en el sofá, recogió los platos y los palillos chinos. Al ver que yo era un poco vago,
no pudo evitar decir: "¡Ve a cambiarte de ropa y da un paseo por las escaleras!"
Capítulo 305
Abrí la boca. No quería ir, pero después de pensarlo, fui. La gente siempre quiere vivir, ¿no?
A fines del otoño, el cielo estaba oscuro y temprano, y Marcos era tan impresionante. Su
deambular por la comunidad atrajo la atención de muchas personas, especialmente de las
mujeres jóvenes que también salieron a caminar.
Estaba cansada de caminar. Me senté en el sillón debajo de la farola y lo miré y dije: "La
chica que se casará contigo en el futuro será muy feliz", levantó las cejas, dobló los bolsillos
con ambos manos, y dije de manera casual: “Ya estás ¿Estás feliz?”
"¿Le dejaste ... una foto?", Dije, mi voz se ahogó y mis manos temblaron inconscientemente.
Frunció los labios, levantó la mano para secarme las lágrimas y suspiró en silencio: "¡No lo
mires, estará bien en el futuro!" Al
final, no tuve el valor de enterrar al niño personalmente. , ni para ver cómo era.
No puedo ir a verlo. Tengo miedo de ser incapaz de controlarlo y caminar con él. Tengo
miedo de verlo, así que no puedo soportar dejarlo ir al suelo en busca de paz. .
“¡Está bien, no lo miraré!” Bajé los ojos, la palma de mi mano estaba pellizcada y me dolía un
poco.
Se estaba haciendo tarde y la noche se estaba volviendo más fría, Marcos se levantó, me
ayudó y dijo: "¡Vuelve! Hace frío afuera".
Tan pronto como bajó las escaleras, se detuvo. Levanté los ojos para mirarlo y lo vi mirando
hacia adelante con tristeza. No pude evitar seguirlo.
Ella Hice una serie de preguntas, estaba perdida, instintivamente miré a Marcos, él frunció el
ceño.
Silvia estaba aturdida,frunció las cejas y lo miró, "Ahan, ¿por qué estás tú y Samara juntos?
¿Por qué no vienes? ¿En estos días? ¿A casa? ¿Qué pasó? Álvaro se estaba volviendo loco
por encontrar a Samara. ¿Es apropiado que hagas esto? "
Marcos se burló, su voz era como levantar hielo," ¿Se está volviendo loco con Álvaro? Nos
estás conduciendo. ¿Todos son considerados idiotas? "
" ¡Ahan! "Silvia estaba un poco enojado," ¡presta atención a tu redacción! "
" ¿Mi redacción? "Marcos se burló," Si no lo sabes, a menos que no, puedes decirle a Álvaro,
que Samarana no lo necesita, déjalo que se mantenga alejado de Samara ".
Silvia vio que no había forma de comunicarse con él, y tomó mi mano." Samara si tienes
algunas dificultades y no quieres tener cuidado, puedes volver con tu tía y no quedarte. Aquí,
Ah Marcos es un hombre soltero y tú tienes marido. Hay mucha gente en la capital. Si eres
atrapado por alguien con un corazón, ¡es difícil decir sobre las fachadas de la familia
Buenrostro y la familia Ayala! "
" ¡Je! "Marcos sonrió con extrema ironía," ¿Conozco las caras ahora? Las caras de la familia
Buenrostro y la familia Ayala ya se han perdido casi por ti? ¿Por qué, todavía vienes aquí para
sacudir la olla? "Estas
palabras, como una bofetada, abofetearon ferozmente. En Silvia, se quedó sin palabras.
SIN TI
SUSY 1
SIN TI
SUSY 2
SIN TI
No tomó mucho tiempo antes de que empezara a llover mas fuerte, la fuerte lluvia se inclinaba
hacia abajo acurrucándome, traté de cerrar los ojos para conciliar el sueño, pero mientras más
intentaba dormir no podía. Rayo tras rayo iban iluminando la habitación, así que me levanté de la
cama y caminé hacia el balcón, y cerré las cortinas.
Cuando iba regresando a la cama a acostarme me tropecé con una silla y caí estrepitosamente al
suelo sin poder pararme. Me dolió la rodilla y al paso del tiempo me levanté lentamente para volver
a la cama.
- ¡BOOM! – Con ese trueno la luz de la mesita de noche se apagó de repente.
Durante un tiempo no hubo luz en toda la habitación y los rayos de afuera se mezclaban con el
sonido de la lluvia. La habitación estaba tan oscura y yo aún estaba en el suelo por lo que comencé
a recordar esa noche oscura nuevamente.
Mis piernas y manos estaban quietas, quería moverme pero no podía, el miedo en mi corazón
comenzó a extenderse. En el cuarto oscuro comencé a escuchar el llanto de un niño, uno por uno
sus llantos eran muy tristes.
Quería encontrar de donde provenía el sonido pero no pude levantarme del suelo. De repente no
supe que es lo que estaba mal conmigo y comencé a pensar en la muerte .
*Si muero, puedo seguir a mi bebé* Pensando en esto comencé a gatear a tientas por el suelo y
tropecé con la sala de estar.
Debido a la oscuridad, permanecí en el suelo.
No sé dónde puso Marco el cuchillo, así que solo podía buscarlo al azar sin tener éxito alguno en
encontrarlo.
El llanto del niño volvió a escucharse, como si estuviera cerca de mí pero lejos a la vez. No me
detuve a pensar mucho en él así que solo traté de perseguir el sonido de éste.
Cuando recuperé el conocimiento descubrí que estaba fuera del apartamento en la acera.
Había llovido mucho, no había peatones en la calle y los coches solo iban y venían. Corrí un poco,
no sabía lo que me pasaba.
La mayoría de las veces no podía controlarme, siempre solía tener alucinaciones y veía a mi bebé
y también podía escucharlo. Quería seguirlo pero no podía encontrarlo y después de buscar por
todos lados me perdí.
Me quedé ahí mirando a los coches que venían por todos lados por la carretera de manera
desesperada. Esta era el intento más acercado que había tenido al suicidio desde que perdía a mi
bebé.
Ahora me había convertido en esto, en alguien que solo iba a arrastrar a otros hacia abajo.
SUSY 3
SIN TI
SUSY 4
SIN TI
La alegría y la ira son dos sentimientos muy imprevisibles. Pude controlar mis sentimientos al
estar alrededor de Marco pero no pude controlarme alrededor de Álvaro. Simplemente dejé salir
toda la oscuridad y el odio que suprimía mi alma y que existían muy profundamente en mi corazón.
Al ver mi enojada Álvaro solo volteó la mirada pero en un momento se calmó, me miró y trató de
tranquilizarme.
- Está bien, no te enojes, me iré… Pero aun así necesitarás las infusiones y las medicinas por algún
tiempo –
- Ten cuidado, ya lo verifiqué! – Hubo un sonido afuera de la sala. Era Rebeca.
En un segundo entró con un historial en la mano. Cuando me vio, levantó la comisura de su boca
y dijo suavemente.
- Alvi, ¿Ella está despierta? ¿Samara estás mejor? –
No quiero verla, especialmente a su estómago abultado, hacía que doliera mi corazón. La tristeza
de aquella noche me vino a la mente, apreté los dientes sintiendo un gran odio y pronto me empecé
a sentir muy deprimida. Cogí un objeto que estaba cerca de mí y lo lancé sin siquiera detenerme a
ver qué fue lo que había aventado.
Rebeca estaba muy asustada y se puso muy pálida, pero Álvaro reaccionó rápidamente y la
protegió, haciendo que el objeto que lancé se estrellara en su espalda.
Apreté los dientes de odio, la oscuridad en mi corazón era como una ola gigante que rompía todo
a su paso. Solo sentía dentro de mi corazón el deseo de matarlos, a aquellos que me habían
arrebatado mi felicidad, los que me había hecho daño. Quería que me enterraran con mi bebé.
Mirando el estómago de Rebeca, le dije en un tono frío – Rebeca, mi hijo está muerto, no te
preocupes. ¡Tú y tu madre pronto estará enterradas junto con él! –
- Samara Arias, ¿Estás loca? Estás diciendo tonterías – Rebeca Montenegro estaba asustada y solo
fingió.
Suprimí mi ira y sostuve mis manos fuertemente - ¿Loca? Cuando tu madre lo hizo debió haber
pensado en como me iba a vengar de ti.
Luego de decir esto vi la silla que estaba enseguida de mí, así que la tomé y se iba a lanzar
felizmente, por lo que Rebeca gritó de miedo.
- ¡BASTA! – Álvaro que era muy alto me arrebató la silla de las manos. Mirándome no podía
creerlo – Samara ¿Qué te pasa? ¿Por qué te volviste así? Podemos tener más hijos.
- ¡Oh! Haha – Me burlé y lo miré fríamente, puse mi mano delante de él y le dije – Álvaro, dices
estas palabras muy a la ligera, ¿Podemos tener más hijos? Estás tan relajado, claro como tu solo
vas por la vida sembrando semillas sin sufrir por nada.
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Que graciosa – Tienes prisa por negar que lo hicieron, te crees tan superior ¿Crees que no puedo
encontrar nada que las inculpe? ¿Puede la familia Montenegro cubrir el cielo con una sola mano?
–
Rebeca estaba muy asustada y dijo con la boca aturdida - ¡YO NO LO HICE!
Álvaro la miró con unos ojos extremadamente fríos - ¿Acaso esto está relacionado con la familia
Montenegro? – Rebeca solo agitó la cabeza en negación y seguía con el cuerpo temblando - ¡No,
no! –
Ya no estaba de humor para verla fingir delante de mí, así que salí de la habitación. Álvaro quería
perseguirme pero fue arrastrado de vuelta por Rebeca y llorando le dijo – Alvi, tienes que creerme,
yo realmente no lo hice, no se nada en absoluto… -
Al no estar familiarizada con la Ciudad K no pude encontrar la salida del hospital.
Me quedé mirando el flujo de la gente que iba y venía, pero no sabía a donde ir. No tenía mi celular,
ni dinero y temía que Álvaro me llegara a seguir.
Estaba caminando paso a paso y lamentándome, cuando sin darme cuenta regresé al centro de
Central Park, mis pies estaban muy cansados y heridos.
Cuando llegué al departamento, me quité los zapatos y vi que tenía mucha sangre en ellos.
- ¡BANG! – Se abrió la puerta de un portazo, era Marco que todavía jadeaba. Al mirarme se quedó
aturdido y casi instantáneamente me levantó.
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Cuando el isopo de algodón tocó la herida sentí mucho dolor fue tanto que inconscientemente me
retiré. Marco solo suspiró y dijo – Estará bien en un minuto –
Por miedo a lastimarme le sopló varias veces al isopo antes de aplicar el medicamento. Lo miré
pero estaba muy distraída pensando.
No debería seguir con Marco, Silvia tenía razón una vez que empiecen los rumores de nosotros
dos la familia Ayala y la familia Buenrostro caerán en un escándalo, que podría ser más terrible
de lo que pensamos.
- ¿En qué piensas? – Dijo Marco cerrando la caja de medicina y me miró.
Al observarlo retiré mis pies hacia atrás y lo vi poner la caja de medicinas en una mesita y luego
se sentó a mi lado y me empezó a servir un poco de agua.
Después de una pausa, no pude evitar decir – Marco, tú… No puedes seguir viniendo en el futuro
- Se detuvo y me miró con una mirada lúgubre.
- ¿Qué quieres decir? –
- Gracias por ayudarme todo este tiempo – y luego pensé - No importa lo que haga algún día moriré
– Luego continué - pero además de todo al estar tú y yo muy cerca, si las personas nos ven juntos…
La tía Silvia tenía razón… La familia Ayala y la familia Buenrostro solo sufrirán –
Sabía que mis palabras no las podía decir a la ligera y mucho menos de esta manera. Pero al
haberlas dicho ya no había marcha atrás.
Marco parecía estar tranquilo y su rostro estaba especialmente frío - ¿Qué te preocupa? – Me tomo
la mano.
- No puedo deberte todavía más… – Dije cuando aún sostenía mi mano.
- ¡No me importa! – Abrió la boca y me miró, lo que hizo la situación todavía más complicada –
Samara, si lo que te preocupan son los chismes de la demás gente, puedo dejar de verte… pero
solo tienes una opción si eso pasa… Y es volver con Álvaro Ayala, de lo contrario no puedo dejarte
sola –
Incliné la cabeza y murmuré – No te preocupes, no me va a pasar nada malo - *Tengo miedo…
del dolor y la altura * Pensé, pero incluso si pienso en suicidarme no creo que tenga el valor para
hacerlo ya que le temía mucho al dolor.
Me miró y vi que sus ojos irradiaban mucha emoción la cual no podía entender - ¡No puedo evitarlo,
no puedo evitarlo toda la vida!
No entendí lo que dijo así que solo lo miré y le dije - ¿Qué dices?
Sonrió y agitó la cabeza – Esperemos a que tu estado de ánimo mejore. Además estaré ocupado
con la feria del Dia Nacional, así que no podré tener a tanta gente que te pueda acompañar –
- No te preocupes de igual manera me debo acostumbrar a estar sin ti en el futuro –
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Asintió cansado y comenzó a bostezar, yo no pude evitar imitarlo debido a la medicina que acababa
de tomar. Me levanté y le dije – Iré a mi habitación a descansar – Con estas últimas palabras entré
al dormitorio.
- ¡Buenas noches!
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Después de mucho tiempo dijo – Está bien, ha dado a luz… Es una niña ¿Dónde has estado?
¿Cómo está tu bebé?
Sentí mi corazón muy incómodo y que mi cuerpo flotaba. Fui a sentarme en una banca cerca de
donde estaba, suprimí mis sentimientos y dije – Estoy bien ¿Dónde estás? No pude contactarte
¿Dónde está Mayra? ¿Qué ha pasado en todo este tiempo? –
- Ella también se encuentra bien, ahora está internada… Ha estado ocupándose de su bebé por lo
que no ha tenido tiempo de contestar su teléfono – Percibí que su voz estaba algo extraña pero no
supe cómo decírselo, así que solo dije.
- Entonces, ¿Dónde estás ahora? –
Oí débilmente el llanto de un bebé al otro extremo del teléfono y mi corazón chirrió y pronto las
lágrimas no podían dejar de fluir de mis ojos.
- Todavía estamos en el campo, cuando Mayra se recupere iremos a la Ciudad K a verte – Asentí
repetidamente y no pude evitar sentirme feliz. Al menos el bebé de Mayra estaba bien.
Estaba ocupado cuidando al bebé por lo que solo nos dijimos unas palabras y pronto cortamos la
llamada.
Durante el otoño baja la temperatura día a día en ciudad K así que comencé a sentir particularmente
frío después de estar mucho tiempo afuera. A pocos pasos de llegar de nuevo al edificio de mi
departamento me quedé quieta, veía un auto estacionado que me era de alguna forma familiar, era
un Jeep negro con matrícula JA888C, así que llegaron a mí unas palabras clave – Álvaro Ayala.
*¿Qué está haciendo aquí?*
Por instinto me di la vuelta para irme pero a pocos pasos me detuvo – Samara ¿Cuánto tiempo
seguirás escondiéndote de mí? – Estaba muy rígida y tenía dificultad para respirar.
- ¡Álvaro, Divorciémonos! –
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Asentí y me calmé, pero mi corazón todavía se sentía débilmente dolorido – Álvaro, no puedo
seguir viviendo contigo… Al principio me casé contigo debido a que Jorge cuidó de mí y de mi
abuela… Quería usar mi vida para pagar por ello, pero ahora que he podido experimentar todo
esto… - Me interrumpí, lo miré y continué – Agradezco los sentimientos experimenté pero ¡Me
dejaste ir! –
De repente Álvaro se empezó a burlar – ¿Entonces, te casaste conmigo para pagar por la bondad
del abuelo? –
Asentí y le contesté - ¡Sí! – Su rostro se distorsionó.
- Cómo estás tan agradecida, regresa conmigo… No solo quieras irte y romper conmigo – Estaba
confundida y mi estado de ánimo se derrumbó un poco.
- Álvaro, ¿No lo entiendes? Te odio y no quiero estar contigo en absoluto y mucho menos verte –
Bajó sus ojos negros y reprimió el dolor dentro de él – Por lo que veo te vas adaptando lentamente
a todo. Ya que me odias porque no te vengas entonces… La mejor venganza es enredarte con
Marco ¿Verdad? –
- ¡Eres despreciable! – Me rompí y no pude evitar gritar – Dios te castigará, no quiero ensuciarme
las manos – Con esas palabras me apresuré hacia la puerta pero Álvaro me siguió.
- Marco no puede cuidar de ti toda la vida, ¡Vuelve conmigo! – Álvaro me estaba sosteniendo, yo
no quería que me tocara para nada, no me importaba si se caía de las escaleras, solo quería alejarlo
así que lo empujé. Me siguió sosteniendo y vio que retrocedí, temeroso de arrastrarme con él me
soltó. Viéndolo caer por las escaleras, me di la vuelta y abrí la puerta sin expresión alguna,
simplemente me fui directamente al ascensor.
Cuando llegué a mi apartamento tomé la medicina a toda prisa, controlé mis emociones y luego
me acosté en la cama esperando dormirme. De repente mi teléfono móvil sonó y vi que era Marco
quien llamaba.
- ¡Hola! –
- Recuerda comer, no solo te vayas a dormir – Sus palabras me hicieron sospechar que tal vez me
estaba vigilando de alguna parte.
No pude evitar preguntar - ¿Cómo sabes que me estaba acostando a dormir?
Marco sonrió a través del teléfono y dijo – Porque te conozco tan bien –
Apreté los labios y me acosté en la cama mientras decía - ¡Acabo de tomar mi medicina y no quiero
moverme!
- ¿Por qué de repente tomaste los medicamentos? – Había algo serio en su voz.
- Me encontré con Álvaro justo ahora – En estos días no había tomado mi medicina ya que era
capaz de controlar mis emociones.
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Se quedó callado por un momento y dijo – Ehhh… Hay algo de comida en el refrigerador, come
todo lo que quieras y vete a la cama de lo contrario no vas a poder dormir por completo – Asentí
y miré la hora. Eran solo las siete, pensando en ello si me dormía ahora no iba a ser capaz de dormir
más tarde y me despertaría a mitad de la madrugada.
Colgué el teléfono y fui a buscar comida para cenar. De seguro Marco supuso que iba a ser tan
perezosa así que preparó comida rápida y la dejó en el refrigerador con anticipación para que yo
pudiera calentarla en el microondas y comer.
Después de tomar unos sorbos el efecto del medicamento comenzó a funcionar, así que me acosté
en la cama y pronto me quedé dormida.
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después desistí y decidí marcarle a Silvia Ayala. Después de que sonara el timbre finalmente me
contestaron.
- Samara, ¿Qué pasa? – Apreté los labios y dije.
- Álvaro está bajo la lluvia enfrente de mi departamento en el centro de ciudad K, si no quieres
que se muera es mejor que vengas y te lo lleves de vuelta. Además por favor dile que se aleje de
mí. Yo no seré la responsable de recoger su cadáver ¡Gracias! –
- ¡Samara! No puedo creer que seas tan cruel Tú… - Silvia quería mostrar algo de misericordia
conmigo, no pensaba insultarme. Solo la escuché regañarme y no dije nada.
Finalmente Silvia solo colgó la llamada.
Todavía estaba lloviendo mucho afuera y Álvaro seguía bajo la lluvia como si tratara de morir,
pero después de media hora Silvia llegó. Mi departamento estaba demasiado alto como para que
lograra escuchar lo que le decía, solo vi que duraron discutiendo algún tiempo y luego se
marcharon.
Cerré las cortinas y me senté en la cama sabiendo que no podría dormir esa noche.
Al día siguiente el sol se cernía intensamente en el cielo, así que me levanté de la cama y fui
directamente al trabajo.
Marco llegó temprano y frunció un poco el ceño cuando me vio tan decaída - ¿No dormiste bien
anoche? – Asentí.
- Álvaro estaba frente al departamento muy molesto y no pude dormir –
Frunció el ceño y no dijo nada, simplemente cambio de tema - ¿Has visto los documentos que te
di ayer? –
Estaba confundida, la repentina aparición de Álvaro me hizo olvidar el archivo que me había dado
el asistente de Marco y no pude evitar decir tontamente - ¡Olvidé leerlo ayer! –
Se dio una palmada en la frente y sonrió impotente – Habrá una reunión a la que tendrás que asistir,
¡Sí no lees el documento no podrás entender nada! –
*¿Qué?* - Pensé
- ¡Muy bien! – Marco asintió y luego le dije - ¿De qué se trata?
Se apresuró a servirme un vaso de agua y luego le pidió a la secretaria que me enviara un desayuno,
luego me miró y dijo - ¡Primero come algo!
Tuve un poco de dudas de si le preocupaba que me muriera de hambre, así que debido a esto
siempre quiere alimentarme.
Sentados en el sofá lo miré mientras comía y le dije - ¡Entonces de que se trata!
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Frunció el ceño y sus dedos delgados golpearon la mesa haciendo sonidos de TIC, TAC, luego me
miró durante mucho tiempo.
- Hemos considerado este problema, pero si queremos involucrarnos en la IA debemos usarlos, la
genta temerosa no la usará, de eso no hay duda – Asentí y lo miré.
- Si puedo encontrar un grupo de técnicos de primer nivel en China y prometer que pueden llevar
la IA al siguiente nivel, ¿Te atreverías a intentarlo? –
Alzó la mirada y luego me sonrió retadoramente - ¿Cómo puedes estar tan segura de que
funcionará? –
- No estoy segura, solo quiero intentarlo – Si este proyecto se completa, tal vez tenga una manera
de lidiar con la familia Montenegro. Después de todo, la mayor parte del estatus comercial de la
familia Montenegro está regida por la tecnología y la ciencia.
Después de un momento de silencio Marco asintió y dijo mientras me miraba – Está bien,
¡Intentémoslo! –
En la sala de conferencias, casi todos los altos mandos de la familia Buenrostro estaban presentes,
incluyendo a Benjamín Buenrostro. Cuando me vio frunció el ceño ligeramente mostrando su
sorpresa, luego volvió a su rostro de siempre.
Marco arregló todo para que me sentara, luego se levantó y abrió el proyector – En primer lugar
déjenme presentarles a la persona que vino conmigo, su nombre es Samara Arias. La he contratado
oficialmente como directora de planificación de proyectos de la compañía Buenrostro. Además
ella será la responsable de darle seguimiento a nuestra próxima adquisición la tecnología IA –
Durante un tiempo hubo un gran alboroto en la sala de conferencias pues varias personas
cuestionaban lo siguiente – Señor Marco, aunque el puesto de director de planificación de proyecto
está vacante, no puede simplemente contratar a cualquier persona sin saber si será competente para
el trabajo. La compañía Buenrostro no es una empresa pequeña. La tecnología IA apenas está
siendo analizada para ver si se queda o no y por lo pronto la investigación de ésta no está dando
frutos, ¿No cree que esta decisión es un poco apresurada? –
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La gente dentro de la sala de conferencias comenzó a murmuras de nuevo, pero Silvia me miró y
dijo – Señorita Arias, por lo que sé aunque usted sea la esposa del señor Ayala, no tiene los
derechos de HiTech, creo que está hablando demasiado –
Sonreí – Ciertamente el señor Ayala sabe que HiTech está bajo el control de la familia Ayala. Sin
embargo, desde que el abuelo Jorge Ayala murió hace dos años, él arregló todo para que el control
de HiTech se me fuera otorgado legalmente. Para ser precisos ahora soy la persona jurídica a cargo
de HiTech – Hice una pausa y luego continué – HiTech trabaja para el corporativo Ayala pero no
tienen el derecho legal de su control –
Su rostro se tornó de manera sombría y pronto dejó de hablar.
Cuando todos los demás escucharon ya no tenían nada más que criticar o argumentar. Si HiTech
pertenecía a la compañía Buenrostro se podría decir que se estaría añadiendo nueva tecnología y
pesto haría que la compañía Buen rostro fuera empujada a otra altura o nivel.
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- Tu y Álvaro son esposos, no importa si uno de los dos actuó mal, ambos deben resolver sus
problemas y vivir felizmente juntos… En vez de quejarse uno del otro y empezar a alejarse – Dijo
amargamente – Samara, sé que has sufrido muchos agravios y dificultades pero ¿Quieres seguir
con esto? Nosotros deberíamos ser una familia no un enemigo, no debería enfrentarte a todo tu
sola, entiendo que lo culpes y te molestes pero al final de cuentas siguen siendo marido y mujer.
Incluso si pelean tienen que resolver el problema y no solo tomar la primera vía de escape que
encuentres –
Bajé los ojos pues estaba muy irritada. Lo que dijo era correcto, pero ahora me temía que no podía
soportar vivir bajo la misma casa con Álvaro.
Al verla también dije – Tía Silvia, estamos en la compañía no en la casa. Cuando sales de casa
cierras la puerta y si me llamas aquí debería hablar de la compañía no de asuntos personales ¿No
es así? –
Lo que dijo no tenía nada de malo, realmente entendía e incluso sentí que tenía razón, pero es muy
fácil decirlo que hacerlo. Viendo que yo estaba algo impaciente ella cesó de seguir hablando del
tema, suspiró ligeramente y dijo – Bueno, pero hablando de la compañía aun así usaste a HiTech
para apostar. Después de que pase este año, si no puedes cambiar nada ¿Qué harás? –
Levanté las cejas - ¿Tía Silvia, estás pensando en la familia Ayala ahora o en la familia Buenrostro?
Si es en la familia Ayala, no tienes de que preocuparte, así como me atreví a apostar usando HiTech
como beneficio, tengo mis planes. Además el abuelo Jorge me había transferido HiTech cuando
murió y cualquier decisión para con ellos están bajo mi control. Para decirlo sin rodeos no es asunto
de extraños sino mío –
Lo que dije la hizo sentir algo triste y me dijo en voz baja – Mi padre te dio HiTech porque confiaba
en ti. Espero que puedas hacer que HiTech sea cada vez mejor y también espero que Álvaro y tu
continúen estando junto, tal vez así no apuestes con HiTech tan impulsivamente –
La miré a los ojos, me levanté y le dije – Usted misma lo dijo, el abuelo Jorge confiaba en mí, y
debido a esa confianza cualquier decisión que tome no tiene nada que ver con los demás y ni el
abuelo puede controlarlo, después de todo ¡Los extraños no deberían opinar! –
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- ¿Qué pasa? ¿No estás dispuesto? – Sabiendo que no desistiría no dijo nada.
Fuera de la compañía se subió al coche y ya no me preguntó que quería comer, tan solo prendió el
carro y se puso en marcha. Marco siempre elegía que comer, así que pronto llegamos a un
restaurante francés. Lo miré y no pude evitar decir.
- Podrías escribir un libro de los lugares que hay para ir a comer en ciudad K, supongo que a mucha
gente le gustaría – Apretó los labios y levantó las cejas.
- ¿Estás seguro de que en este lugar la comida esta deliciosa sin haberla siquiera probado? – Dijo.
Asentí y dije – Este lugar es discreto y el ambiente es hermoso, si tu no lo hubieras buscado
deliberadamente no habríamos dado con él. En general los comerciantes que abren tiendas en este
lugar no carecen de dinero, por el contrario son personas muy amables y si estoy en lo correcto el
cocinero de aquí debería ser el jefe –
Sonrió, cerro el coche y dijo - ¡Bien, lo adivinaste! –
Después de entrar al patio saludó al camarero y luego éste último nos llevó al segundo piso. El
lugar no era muy grande y el pequeño patio de flores se veía extremadamente artístico y tranquilo.
Capítulo 236 *Para una madre los niños son como un tesoro* - Sin ti-
Marco pidió directamente sin preguntarme. Llevaba mucho de conocerme y ordenó lo que me
gustaba, lo cual me dejó un sentimiento de calidez dentro de mí.
Por un momento pensé *La novia de Marco definitivamente sería una consentida* Este hombre es
muy bueno cuidando de otra gente.
Al devolver el menú al camarero le dijo – ¿Podrías darnos una taza de té de taro con poca azúcar?
–
- ¡Por supuesto! En un momento se los traigo –
Cuando el camarero se fue, recargué mi barbilla sobre mi mano y le dije – Sé que tendrás una hija
en el futuro -
Se río y dijo - ¿Sabes? –
Asentí – Eres tan bueno cuidando a la gente, aunque a primera vista te ves como el típico Playboy
con muchas amantes –
- ¿Ah sí? Hahaha… - Se rio y dijo - ¿Cuándo llegaste a esa conclusión? –
- Siempre he pensado que te veías así – Luego de decir esto me solté riendo y vi en dirección al
camarero, éste estaba escaneando a las tres personas que acababan de subir a la segunda planta y
no pude evitar callarme.
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Observando mi acción, Marco también miró en la misma dirección y al ver que eran Rebeca,
Camila y Álvaro no pudo evitar mostrar un rostro lleno de molestia ante mí - ¿Estarás bien? –
Asentí y volteé la mirada con una expresión algo sombría.
Cuando Álvaro me vio, su rostro mostró mucha molestia sin control. Caminó directamente hacia
nuestra mesa y tomó mi brazo. Su voz sonaba muy irritada - ¿Dónde has estado todos estos días?
–
Fruncí el ceño y retiré su mano - ¡Escondiéndome de ti y perdiendo a un bebé! ¿A dónde más
puedo ir? –
Hizo una mueca y dijo - ¿Ah sí y donde está el bebé? –
- ¡Muerto! – Al decir esto mi irritación llegó al punto de no retorno y solo miré a Álvaro.
Marco se levantó, apartó a Álvaro de mi lado, lo miró y le dijo – Señor Ayala, todavía estamos
comiendo… Por lo que veo usted también está muy ocupado en estos momentos… ¿Por qué no
espera a estar completamente desocupado y viene nuevamente para hablar? –
Álvaro volvió a fruncir el ceño y con un rostro sombrío me miró - ¿Cuándo te hiciste tan cercana
a él? –
Me reí - ¿Cuándo te empezó a importar? –
Rebeca y Camila empezaron a acercarse a nosotros con una ligera sonrisa en el rostro, luego ambas
se fijaron en mi estómago y dijeron – Es envidiable lo bien que la señorita Arias pudo recuperar
su figura después de dar a luz a su bebé –
Mi mandíbula se puso rígida y no pude evitar apretar mis puños con mucha fuerza, traté de suprimir
mi fuerza y dije – Camila siempre puedes orar para que Rebeca quede igual que yo después de dar
a luz… Por cierto yo que tú prestaría más atención cuando tu hija dé a luz a su bebé, no queremos
que le pase algo malo durante ese proceso… Pero no te preocupes si la cuidas entonces podrá
recuperarse bien después de dar a luz -
Rebeca se mostró muy confundida con mis palabras, lo que me pareció inexplicable, pero por otro
lado Camila sabía a lo que me refería con lo que dije y de pronto su rostro se descompuso de la
preocupación y el miedo.
Fue entonces cuando agarró a Rebeca de la mano y la colocó detrás de ella y luego dijo de manera
fría – No, no todo el mundo tiene la suerte de la señorita Arias. Este bebé tiene mucha energía y
vida e intentaremos por todos los medios que siga así –
*Hahaha… ¡Realmente para una madre los niños son como un tesoro!*
Sonreí – Espero que la señorita Rebeca tenga una vida maravillosa y llena de bendiciones y que
nunca llegue... el día en que su vida sea peor que la muerte –
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- ¡Por supuesto que eso no sucederá! - Después de hablar, Camila tomó a Rebeca del brazo y se
marcharon.
Miré a Álvaro y dije – Las bendiciones de Samara Arias, parece que no necesito hablar acerca de
eso –
Shen Yu no era estúpido. Él naturalmente escuchó lo que había dicho, miró a Camila y dijo:
"Entonces la molestamos más señora Camelia –
Tan pronto como ambas se fueron, Álvaro se sentó a mi lado y me preguntó la razón de por qué
había desaparecido repentinamente durante dos meses.
Capítulo 237 *¿Qué tal si también hacen cosas por mí?* - Sin ti-
Estaba un poco irritable, ya no quería decirle más, miré a Marco y dije - ¡Llevémonos la comida y
vayamos a casa, con suerte podremos comer tranquilamente ahí! –
Marco asintió, me levanté para salir y Álvaro me detuvo - Samara, ¿Qué te pasa? ¿Sabes cómo
estábamos todos al no poder encontrarte todo este tiempo? ¿Sabes cómo estaba...-
- Presidente Ayala, si realmente quiere hacer algo por ella, le aconsejo que no la molestes. Es
mucho más serio de lo que piensa - dijo Marco, después de dejar que el camarero empacara la
comida, me metió en el coche y vio que mi semblante no era muy bueno.
Mirando a Álvaro dijo - Si quieres darle una sentencia de muerte, entonces continuar con esta
lucha - Álvaro decidió no escucharlo, me agarró la mano y dijo.
Después de decir eso miró a Marco y con un tono un poco persistente dijo - ¿Qué diablos está
pasando? ¿Su enfermedad ya no es asintomática? –
Marco se sorprendió por un momento y me miró con sospecha - ¿Estaba allí antes? –
Asentí y miré a Álvaro - No quiero decir nada por ahora, ¿Me dejarías volver a casa? – Sin la
medicina no podía controlar ni un poco mis emociones.
Álvaro asintió y me miró con tristeza, ocultando su intención asesina. Marco resopló con frialdad
- No necesitas mirarme así, solo pregúntale a Samara si quieres saber qué pasó - Luego arrancó el
coche rápidamente, dejando a Álvaro atrás.
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Marco condujo más rápido y llegó a casa pronto. Después de tomar la medicina, lo miré por un
largo rato y finalmente le dije - ¿Están esas dos personas bajo control? -
Se quedó paralizado por un momento, pero luego asintió - ¡La gente ya está empezando a darse
cuenta! -
- ¡Quiero verlos! - Si no podía derribar a la familia Montenegro por el ahora, entonces comenzaría
primero por Rebeca.
Él vaciló por un momento pero luego asintió con la cabeza - ¡Está bien! –
Después de haber tomado mi medicina, no me preocupaba no poder controlar mis emociones por
un tiempo, así que me dirigí directamente a los suburbios con Marco. Exactamente en el mismo
lugar, mirando el almacén frente a mí, el cual nunca olvidaré en mi vida, me dije una y otra vez
que no debía quebrarme.
- No funcionará, hay que volver otro día - dijo Marco, mirando con algo de preocupación.
Negué con la cabeza, respiré profundamente y dije - ¡Está bien, entremos! – Cuando se
encendieron las luces del almacén, pude ver claramente la apariencia de éste, no es demasiado
grande y hay muchos artículos diversos, que son básicamente productos de desecho. Alguien
limpió las manchas de sangre en el suelo y también quitaron el espejo de cristal que rompí.
Marco le pidió a uno de los guardaespaldas que trajera una silla, me senté y luego dejaron entrar a
los dos hombres. La noche del accidente, los dos estaban usando sombreros y pasamontañas, pude
ser capaz de observar sus facciones, pero no pude ver los detalles de cómo se veían los dos en
realidad. En este momento, fueron traídos por la gente de Marco, pero pude ver con claridad que
ninguno de ellos tenía esas miradas feroces y malvadas en sus rostros. Ambos parecían muy
honestos y amables. Pero estos dos individuos son el tipo de persona que me amordazaron con dos
cuerdas mortales y estrangularon a mi hijo hasta la muerte.
- Señorita Arias, no importa cuál sea nuestro negocio, solo tomamos dinero para hacer distintas
cosas, nosotros... – Parecía como si los dos podrían haber sido asesinados a golpes antes de llegar
aquí.
Me burlé - ¿Están tan cortos de dinero? – Los dos asintieron, imitando como un pollo al picotear
el arroz.
Dije débilmente - Ya que están haciendo cosas por dinero… ¿Qué tal si les ofrezco mi dinero?
¿Qué tal si también hacen cosas por mí? –
Los dos se miraron entre ellos, luego regresaron su mirada hacia mí y me dijeron - ¿Qué tenemos
que hacer? –
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de la cara se parecían un poco a mí. Después de un pocas revisiones cuidadosas, ya todo era casi
lo mismo.
Marco entonces le pidió a alguien que trajera exactamente el mismo espejo que se colocó
originalmente en el almacén. El almacén fue restaurado exactamente como estaba esa noche hace
dos meses, en cuanto a los truenos y relámpagos de afuera no importaban ya que como era una
actuación así todo estaba ya listo. No tenía intención de recordar esa noche, pero después de
contarle a la mujer embarazada sobre lo que pasé, le pedí a Marco que me enviara de regreso a
casa. En cuanto a las confesiones de las dos personas, no necesitaba escuchar el resultado final
para saber quién era. Grabé la confesión, pero fue solo para darle a la policía las pruebas
contundentes de ese día, para que no tuvieran oportunidad de refutar nada.
Tengo que admitir que la gente obviamente cambiaría después de experimentar todo lo que sucedió.
Lo más débil e incompetente es que el odio en el corazón no es lo suficientemente firme, el amor
no es lo suficientemente completo y la herida no es lo suficientemente profunda. Después de
regresar al apartamento, simplemente me bañé brevemente y al poco rato me quedé dormida. No
tuve sueños en toda la noche y dormí muy bien.
Alzó las cejas, y se mostró un poco sombrío. Sabiendo que no estaba contento, dije – Marco, ¿No
te has dado cuenta? También estoy usando tus sentimientos por mí para vengarme –
Su expresión era un poco complicada, suspiró levemente y dijo - Sé que te sientes incómoda,
pero… -
- ¿Sigues dispuesto a ayudarme? – Dije interrumpiéndolo pues no quería escucharlo, aun así yo
seguía sintiendo bondad, gentileza y rectitud, pero aún sigo sin recuperarme de lo que pasó. No
puedo soltar el pasado por mí misma. No soy la Virgen María, otros me darán un cuchillo para
atacar. Pero aun así tengo que juntar mis manos por él, para vengarlo.
Se quedó en silencio por mucho tiempo, luego de esto asintió, me miró y dijo - Te ayudaré en lo
que quieras… Después de todo, estoy dispuesto a hacer estas cosas, pero espero que no te
arrepientas en el futuro –
*¿Arrepentirse?*
Me reí en voz baja y luego comenzaron a salir poco a poco las lágrimas - Nunca pensé que me
arrepentiría de tratar con la familia Montenegro, pero si continúo usándote… Creo que me
arrepentiré algún día en el futuro… ahora soy débil, pero tú no lo eres. Ya no puedo seguir
pensando en eso además, ¿Quién más podrá ayudarme? –
Suspiró levemente y no dijo más.
Por la tarde en el café “El sorbo feliz…”
No había visto a Jonathan en dos meses. Parecía estar un poco demacrado. Al verme, parecía muy
angustiado y arrepentido.
Al ver que no había comenzado a hablar durante mucho tiempo, él comenzó a hablar - Samara, me
apresuré a venir después de que me llamaste esa noche, pero cuando llegué todo lo que vi fue un
auto quemado hasta quedar como residuo. Llegué muy tarde y me he estado culpando a mí mismo
todos los días durante los últimos dos meses por no poder darme prisa. ¿Qué pasó esa noche? ¿Qué
pasó con el bebé – El asunto estuvo enterrado en mi corazón durante mucho tiempo así que en un
punto se calmó. Después del dolor vino el odio…
Sorprendentemente yo me encontraba muy tranquila, lo miré con indiferencia y dije - No puedo
volver a contar lo que pasó esa noche, porque cada vez que lo repito… No puedo respirar por el
dolor. Marco encontró una cámara en el almacén y grabó esa noche, puedes verlo tú mismo –
Le di mi teléfono e hice clic en el video para que lo viera. Vi como su rostro se volvía cada vez
más sombrío y aterrador, pude sentir su ira incontrolable. Las venas de la mano que sostenía el
teléfono rebotaron y los vasos sanguíneos de su frente eran claramente visibles debido a la ira.
Después de mucho tiempo, levantó los ojos para mirarme, en sus ojos se veía una intensa niebla -
¿Quién lo hizo? –
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Bajé la cabeza tratando de contener mis lágrimas y lo miré sin llorar… aguantando, pero en un
momento no pude más y las lágrimas fluyeron sin mi control en absoluto, "¡Camila Ortega y la
familia Montenegro! –
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- ¿Cuáles son tus planes para el futuro? – Dijo mientras le estaba haciendo un gesto al camarero
para que me volviera a llenar la taza con café.
Respondí a la pregunta - ¿Puedes acceder a la empresa de Zacarías Montenegro mientras garantizas
el anonimato? –
Estaba atónito ante mis palabras, sus emociones eran confusas - Samara, ¿Planeas lidiar tanto con
Camila Ortega como con Zacarías Montenegro? –
Levanté las cejas - ¿Acaso no debería? –
Hizo una mueca con sus labios, mirándome con ojos contradictorios dijo - ¡Quizás Zacarías no
sabía nada de esto y Camila simplemente hizo todo por iniciativa propia! –
- ¿Y qué? - Sonreí, - Ya que aman tanto a Rebeca, si dejo que ella sufra, ¡No deberían ellos empezar
a ser mejores personas! –
Arqueó las cejas - ¿Para qué quieres entrar en la compañía de Zacarías Montenegro? –
Saqué la barbilla orgullosa y dije a la ligera - Sólo quiero ver cómo planean exactamente seguir
consintiendo y amando a su hija cuando llegue el día en el que la familia Montenegro caiga y se
derrumba –
Su frente se arrugó a modo de irritación, hubo silencio durante mucho tiempo, cuando de repente
ya había cambiado de tema, - Tú y Álvaro… -
Ya había llegado a mi límite de hablar con Jonathan por lo que pronto estaba irritable e incómoda,
con un dolor sordo en ambos lados de la cabeza, lo miré y le dije - ¡Hermano, me llevas a mi
departamento! –
Miró por la ventana y dijo - Todavía es temprano, ¿Acaso tienes algo que hacer? –
Asentí - Me uní a la compañía Buenrostro como directora de planeación de proyectos. Quiero
expandir la tecnología IA de la compañía Buenrostro a un nuevo nivel dentro de un año. Tengo
que regresar y pensar en una solución –
De repente se rio y me miró - Samara, realmente te estás volviendo más inteligente, y también eres
muy buena para protegerte –
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cama y más aún en el auto en este momento. Aunque tenía sueño, seguía sin poder dormirme. El
auto se detuvo, abrí los ojos y vi a Álvaro salir del auto con el rostro sombrío. Se paró delante del
auto, se veía más delgado y con aspecto de encantador aunque un poco demacrado. Parecía que
había estado esperando en la puerta del edificio de mi departamento durante mucho tiempo.
Jonathan no pudo reprimir su ira, así que después de salir del auto, levantó la mano y golpeó a
Álvaro sin decir una palabra. Álvaro por su parte no se defendió y lo dejó golpearlo. No quería
bajar e involucrarme en su pelea, simplemente me senté con indiferencia en el auto y lo miré sin
ningún tipo de expresión en mi rostro.
Durante un largo rato, Jonathan finalmente se cansó y se sentó al lado de Álvaro. Aunque seguía
muy enojado – Álvaro Ayala… ¡No hay peor escoria en este mundo más que tú! – Álvaro no dijo
nada y de manera erguida se levantó del suelo aun incluso después de recibir esa paliza. Había
algunas cicatrices resultado de los golpes que hasta hace unos momentos le estaban dando, pero
su orgullo y el temperamento seguían siendo los mismos. Se paró frente al auto, sus ojos oscuros
me miraron, nuestros ojos se encontraron y en ellos no había amor, solo fríos recuerdos
oprimiéndome el alma.
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- ¡Bueno, pues no te detengas! - Su voz era tranquila, en cambio Jonathan ya no estaba tranquilo.
Jonathan me miró y gritó fuertemente - Sami, ¡No seas impulsiva! -
*¿Impulsiva?* Al contrario, estoy muy segura y tranquila con mi decisión, mis piernas se tensaron
con fuerza, entrecerré los ojos y pisé el acelerador fuertemente.
El amor es realmente un sentimiento terrible, repugnante y ridículo, en el momento en que iba a
atropellar a Álvaro, giré el volante y en su lugar golpeé una maceta grande de flores junto a la
carretera. Este impacto suicida sacudió toda mi cabeza y mi mente, empecé a sentir un hormigueo
en mi corazón, y luego mi garganta se llenó de calor. Fue entonces cuando escupí una bocanada
de sangre y me comencé a sentí muy débil. Todo sucedió tan rápido y solo pude escuchar dos
gritos vagamente.
- ¡Samara! –
- ¡Sami! –
Eran las voces de Álvaro y Jonathan...
Desperté muy cansada, estaba en el hospital.
Todo mi cuerpo estaba entumecido por el dolor, mirando al techo me sentía un poco enojada
conmigo mismo. *Es ridículo, ni siquiera puedo matar a la persona que más odio, ¡Soy una inútil!*
Mirando a la persona de pie junto a la cama, no pude evitar sentir un poco de pena - Lo siento, no
pude controlar mis emociones, parece que me volví a meter en problemas – No es la primera vez
que Marco me ve suicidarme. Al principio estaba aterrorizado y presa del pánico pero ahora que
me vio a salvo, se siente aliviado.
Con su mano, apartó un mechón de mi cabello que estaba en mi frente y con la voz un poco
deprimida dijo - ¡El Bentley de millones de dólares de Jonathan están totalmente destrozado, estás
en muy grandes problemas! Pero aun así tuviste mucha suerte –
Sonreí, no sé si tuve suerte pero sí estaba muy asustada. Miré el dorso de mi mano hinchada tenía
una aguja con una infusión en ella, parecía que llevaba mucho tiempo con ella.
- ¿He estado dormida por mucho tiempo? -
Él asintió con la cabeza - Dos días y una noche, tanto tu frente y tu pecho resultaron heridos –
Miré al techo y dije tranquilamente - ¡Esta vez, no parece doler tanto! –
No tuve el valor para morir porque tenía miedo del dolor. El sentir ese hormigueo cuando una
navaja me rasca la muñeca así como el dolor que me atraviesa el corazón al tirarme de un edificio.
No soy tan valiente, el dolor me ha hecho una cobarde.
Marco se veía deprimido - Samara, esta es la última vez que haces algo así. Si en vez de vengarte
estás dispuesta a herirte ya no te ayudaré más… Ya sea que prefieras vivir o morir, esto ya no
tendrá nada que ver conmigo… Yo ya no me preocuparé más por ti.
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Levanté mi mano tratando de tirar de él, mi voz estaba un poco ronca - Lo siento, me equivoqué,
¡Debí poder controlar mejor mis emociones! –
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Frunció el ceño y dijo con una voz angustiada - ¡Está bien! – Después se arrodilló para recoger los
pedazos de vidrio del suelo.Tal vez el ambiente estaba demasiado tenso por lo que volvió a decir
- ¿Todavía quieres beber agua? ¡Te traeré otra taza! –
Bajé mi mirada y miré sus manos ligeramente temblorosas, de pronto el frío en mi corazón se hizo
más fuerte – Mi bebé murió asfixiado vivo, ¿Ya lo viste? – Sabía muy bien cómo era la
personalidad tan impulsiva de Jonathan así que supe que definitivamente ya le habría mostrado el
video a Álvaro. Además desde el momento Álvaro apareció pude ver el dolor reprimido en sus
ojos.
- Sí - Dijo con mucho arrepentimiento, y aún así no me importaba, solamente necesitaba saber que
estaba sufriendo. Álvaro se detuvo aún mientras todavía no acababa de recoger los vidrios del
suelo, se puso rígido y lentamente levantó los ojos para mirarme. Nos miramos fijamente directo
a los ojos, me burlé y dije – Señor Ayala por favor dígame, ¿Usted preferiría morir rápidamente
acuchillado por uno de esos vidrios o, morir sofocándose lenta y dolorosamente? –
Él solo guardó silencio, el dolor en sus ojos negros era muy evidente. Después de un largo rato me
desesperé al ver que no respondía, irritada y molesta me arranqué la aguja de la intravenosa que
yacía en el dorso de mi mano. Debido a que use demasiada fuerza, me comenzó a salir sangre. Las
manchas de sangre salpicaron y aterrizaron en la taza blanca que Álvaro aun sostenía lo cual fue
particularmente deslumbrante.
Me levante y me senté al borde de la camilla y aún sabiendo que el suelo estaba lleno de fragmentos
de vidrio simplemente me paré, no podía seguir reprimiendo mi ira hacia él.
Lo pisé fuertemente y al levantar mi pie pude ver que el dorso de la mano de Álvaro estaba
sangrando y las gotas comenzaban a derramarse y dispersarse lentamente *¿Habrá dolido?* No
podía saberlo con certeza, todo lo que SI pude saber es que yo sostuve los fragmentos de vidrio
una y otra vez tratando desesperadamente de cortar la cuerda que dictaba el destino de mi hijo.
Aún recuerdo como los fragmentos de vidrio perforaron mi palma cada vez más profundo lo que
causó que la cuerda quedara empapada y aun así… No fui capaz de salvarlo.
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¿Realmente le habrá dolido? A este punto ya no podía sentir nada, simplemente me sentía
extremadamente irritable.
Cuando llegó Rebeca, miró la palma herida y llena de sangre de Álvaro. Luego su mirada se posó
en mí con un aura feroz, como si quisiera destrozarme - Samara, ¿Qué demonios le hiciste? – No
pude evitar mirar por la ventana para adivinar que hora del día era al ver el cielo pensé que ya
debía ser muy tarde. Estaba realmente enojada con Álvaro… Incluso más de lo que pensaba.
Levanté una ceja mientras prestaba atención a lo que sucedía fuera de la ventana cuando me giré
y ví que también el Dr. Ceja y Joel Quintana venían con Rebeca.
Sonreí levemente - ¡Gracias a todos por venir a visitarme aun siendo tan tarde, que amables son! -
Rebeca me miró disgustada y luego se arrodilló para ayudar a Álvaro. En ese momento no supe
cómo pasó pero de repente la televisión que hasta ahora había permanecido apagada de pronto se
encendió. El video mostraba tal cual la agonía de esa noche y la pobre de Rebeca lo iba a mirar
hasta el final. Recordando esa noche comencé a sentirme algo entumecida pero me limité a gozar
mirando a cada uno de ellos. Había miedo, angustia, parecían aturdidos y sorprendidos. Jonathan
era realmente un genio al pensar en usar este método para que todos lo vieran juntos.
Después de mucho tiempo cuando terminó el video, Rebeca me miró y luego miró la mano de
Álvaro. Disfruté tanto cuando vi su cara tan pálida. Dejando el vaso de agua que traía, caminé
hacia ella lentamente, me puse en cuclillas frente a ella, le sonreí y dije – Señorita Villa,
¿Disfrutaste el video? Ahora bien dime… ¿Quisieras saber cómo se siente enterrar a tu bebé
después de que lo asfixiaron hasta morir? –
Ella estaba aterrorizada, su rostro pálido y deformado por el miedo - ¡Samara, estás loca! – Sonreí,
admirando su expresión de pánico, las palmas de sus manos pronto cubrieron su ya abultado vientre,
bajé la voz y sonreí de manera cada vez más triste - ¿Quieres experimentar el dolor que sentí esa
noche? ¿Eh? A tu madre le encanta usar este método de otra forma… ¿Por qué lo habría usado
conmigo? ¿Entonces que dices, si quieres? –
- ¡Samara, estás diciendo estupideces! - Rebeca cayó al suelo en estado de shock, retrocediendo
poco a poco.
Joel se recuperó de la conmoción de hace un momento y levantó a Rebeca que seguía estando
presa del pánico - Samara, ¿Qué te hace creer que la señora Ortega puede ser capaz de hacer eso?
-
Alcé las cejas y me dirigí a todos los presentes en la habitación - ¿Quieren una evidencia de eso?-
En este punto, hice una pausa y dije con una sonrisa falsa – Oh pero… los spoilers como este no
son para nada divertidos, aunque no se preocupen un día de estos les mostraré como luce un bebé
asfixiado ¿Qué les parece? –
Mirando el estómago de Rebeca, me reí desenfrenadamente y dije – Rebeca ya verás será muy
divertido, podrás ver como luce tu bebé después de ser asfixiado ¿Qué te parece? –
¡NOOO, Sáquenme de aquí, aléjenme de está loca! - Rebeca estaba tan asustada que no podía
hablar con coherencia mientras obstinadamente tiraba de la manga de Joel para que la alejara de
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mí. Joel me miró con atención, su rostro mostraba contrariedad y no podía mostrar claramente
cómo se sentía. Tan pronto como Rebeca se fue, empecé a sentir un aburrimiento abrumador por
lo que para entretenerme miré levemente al hombre el cual llevaba una apariencia devastadora y
patética en el rostro. Finalmente miré al Dr. Ceja que estaba parado en la puerta. Al ver la angustia
en sus ojos, de repente sentí un dolor en mi corazón lo que me hacía sentir aún más molesta así
que simplemente llamé a Marco, cuando me contestó la llamada le dije directamente - ¿Acaso ya
no me quieres? ¡No me dejes sola en el hospital, tengo miedo! –
Álvaro me miró, en sus ojos negros solo había expresión de una oscuridad sin fin. Sabía que mis
palabras le dolían pero… ¿Qué importa?
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Mi corazón aún me dolía y se sentía muy incómodo, pero me calmé y Continué – Deberías saber
mejor que yo el por qué Camila eligió hacerlo esa noche ¿No es así? Durante dos meses Marco
apenas y me dejo usar algún aparato electrónico. No vi televisión, ni las noticias, ni siquiera a mis
amigos - Habiendo dicho eso, no pude evitar reírme - En realidad no soy estúpida. Incluso si no vi
las noticias sobre su compromiso con Rebeca en las espectaculares y noticieros en Ciudad K, pude
suponer que al menos el propósito de Camila debería ser en realidad matarme. Después de todo,
si yo moría, tú y Rebeca ya no tendrían obstáculos… pero ella estaba equivocada en algo. No
esperaba que apareciera Marco y me salvara - No miré la cara de Álvaro y no me importaba que
estuviera sintiendo, si sufría, si se sentía culpable o molesto, no tenía nada que ver conmigo.
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Alcé mis cejas y me encogí de hombros.
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j. L~L., •
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para que una familia prominente la adoptara.
¿De verdad crees que eres capaz de tomar el
nombre de la familia?
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eso, fijé mi mirada en el vientre de Rebeca y
levanté mi voz.
Mientras
,
Silvia se acercaba, me giré y le
sonre1.
Sin ti
¿Qué opinas, tía SIivia?
!!l.._qa_~ Nove_land~
Sin ti
tratando de hacernos discutir porque quiere
vengarse de mí.
- ¡Rebeca!
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de forma hosca de la cuál yo desconocía el
motivo. De todos modos, no me importó.
«Veamos que pasa en el futuro».
-¿Sí?
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-iNo has salido de trabajar? -dijo en un tono
tranquilo y sin emociones. No deliberé sobre
la pregunta y solo gruñí en respuesta. Observé
el reloj de forma casual y vi que ya eran las 6
p.m., lo cual indicaba el fin de un día de
trabajo.
-Hoy tengo que trabajar horas extras. Qué
sucede?
O g Novelando
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Jin t
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mucho trabajo. Sin embargo, ahora parecía
innecesario. Guardé mis cosas y me levanté.
Asenti y respondi:
El auto
se detuvo con un chillido en el chalé.
Alvaro solo tomó mi brazo y preguntó:
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n tu
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Parecía habber
a Marco.
Me di la vuelta y vi
desde la última vez que lo
perdido más peso
vi. Su rostro era delgado y hosco,
oscurecidos
de un par de ojos
acompañado
la nieve de
queparecían más helados que
fuera.
Me y me senté, mientras lo
dirigí hacia el sofá
miraba desde el otro lado de la habitación.-
Es solo por unos días. Ha estado ocupado con
el trabajo y no ha tenido tiempo para mí. Ya
que tiene mucho que hacer, estoy más que
feliz de ayudar.
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n
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Por un momento, sentí una calidez que
emanaba de mi interior.
Se rio y dijo:
-Nuestra boda no fue la mejor. Hagamos una
que sea perfecta para nosotros. Además, al
formar parte de la familia
Jn t
Sin ti
Arias, haremos que Luis te acompañe al altar.
Estará feliz de ver a su hija felizmente casada.
Sería un deseo hecho realidad para él.
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Los ojos de Álvaro se abrieron en grande,
revelando sus pupilas negras que brillaban en
la noche.
- ¿Frívolo?
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Sin ti
Quité sus dedos de mi brazo y fui al
supermercado. Mi pecho se puso tenso por
las afirmaciones de Silvia. En efecto, parecía
haber una nube colgando arriba de Marco
últimamente, pero eso no significaba que la
odiara hasta el punto de matarla. Compré la
botella de agua y estaba por salir, cuando vi
un Maybach negro yendo a toda velocidad
hacia el lugar en donde estaba sentada Silvia.
Todo pasó tan rápido y no logré reaccionar. De
pronto, Álvaro salió de la nada para protegerla.
Mi aliento se atoró en la garganta y solté la
botella antes de correr hacia Álvaro de
manera instintiva para protegerlo. Al
vislumbrar al asiento del conductor, mis ojos
se expandieron con terror.
-¡Llévenlo al hospital!.
-iGael Ceja?
-iSamara, me engañaste!
Yo le sonrei.
4
Capitulo 320
desperdiciara.
-Te veo muy tranquila. No escuchaste lo
que
te acaban de decir?-Jonathan entró y me
miró exasperado.Después de que cumpla su
sentencia vendrá por ti.
5
Capitulo 321
Atónito, respondió:
2
Capitulo 321
«Una pena?»
«Oh, eso0».
Sonrei y respondí
Sonrió y respondió:
Rebeca
En medio de su furia, el rostro de
mostró una ligera sonrisa. -iCrees que me
con Alvaro,
importa? Así es, no puedo estar
Cuando supo que
pero él nunca me olvidará.
mi madre estaba en problemas, arregló las
cosas para mí. Aún sin la ayuda de la
familia
Montenegro, puedo sobrevivir en el extranjero
con las preparaciones que él me dé -se
burló. -Samara, vivirás bajo mi sombra por
2
Capitulo 322
3
Capitulo 322
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Capihilo 323
«Qué?»
-iEstás bien?
-iTe duele?
2
Capilulo 323
dijo a Silvia:
Tú también.
«Ya veo».
«Cierto
Por poco lo olvidaba. -Envía a alguien de
confianza a Jardines Centurión en la ciudad J
para que hablen con la esposa de Samuel. Que
venga a la ciudad Ka visitar a Samuel con las
cosas que le dejó -respondi.
Jonathan levantó las cejas en silencio.
lunes.
-¡Claro!
Me sorprendí.
Sin ti
-¿Perdón?
Agregó:
-¿Lo harías?
Sin ti
Alvi no está en casa te comportas como un
caballo desbocado.
«¡Zas!».
·--- ~L
._
•
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Capitulo 336
-iEstás bien?
Entonces rio.
-Duerme bien.
l e duele el corazón?
el hospital.
A
bellos rasgos de su rostro, me pareca tan
atractivo que sentia que Dios había sido injusto
conmigo Luego de unos segundos y con un hilo
de voz, dije
Me dolia mucho la
cabeza por no haber descansado la noche
anterior, en cuanto Ilegamos a casa, Alvaro me
dijo
i H a z l e un regalito al autor!
6
Capitulo 337
detuvo y me miró
-iQué sucede?
Entonces respondió:
espalda.
-iLo hacemos?
nada bien.
Lo miré y dije:
Sacudí la cabeza.
muy cansada.
Capitulo 338
-iSeñor Herrera?
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Jin
Sin ti
Cuando el teléfono comenzó a sonar en la
habitación, Marisol se giró hacia la dirección
del ruido y escuchó con atención de forma
curiosa. Yo no me molesté en contestar.
-Samara, tu...
Jin
Sin ti
Terminé la llamada antes de que pudiera
terminar de hablar. No tenía sentido seguir
cuando sabía que me iba a maldecir. De
inmediato, arrojé el teléfono de Álvaro hacia
un lado. Antes de que pudiera reaccionar,
recibí un abrazo por la espalda.
-Esposo?
Alvaro se rio con alegría mientras su barba
rozaba mi mejilla cuando me besó.
le grité.
6
Capitulo 376
expresión pálida.
Me quedé aturdida ante su petición. «Por
qué necesita la ayuda de Alvaro para ir
con
Su propia madre?»
-Hola, estaba...
ojos atravesaba mi
profunda frialdad en sus
corazón. Tomé la ropa para cubrirme y
comenc a temblar y estremecerme.
nada?
-iTe creo!
-iFuera de mi camino!
pitu
atrapado y herido.
brazos.
-Pero no imposible.