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Capítulo 1

Gemidos dentro de la oficina


~Desde el punto de vista de Mava~
"Bueno, como muy bien sabes, hoy es el cumpleaños de Nathan;
así que, espero que dejes de ser una santurrona y, finalmente te
acuestes con él. Además, esta es tu última oportunidad, Maya, ya
tienes 24 años y debes de dar a luz a un bebé de él; de lo
contrario, nunca podremos lograr una alianza con su familia. Por
otro lado, estoy harto de que siempre te comportes como un
cachorro atemorizado con Nathan; pues, él ya me informó que te
has negado a estar con él a pesar del tiempo de compromiso que
tienen", gritó mi padre extremadamente furioso.
A decir verdad, al principio supuse que Nathan se contentaría con
esperar hasta que nuestro matrimonio por fin se llevara a cabo; sin
embargo, tras ver su cambio de actitud solo después de
comprometernos, muchas inseguridades surgieron en mi interior.
De hecho, las dudas dentro de mí eran innumerables que, no
dejaba de hacerme preguntas, como: "¿Qué pasaría si después de
acostarme con Nathan, él pensaba que era una aburrida y que ya
no merecía su amor? ¿O, que pasaría si él cambiaba de opinión y
cancelaba nuestra boda repentinamente?'
"Papá, ¿desde cuándo empezamos a hablar tú y yo sobre mi vida
s*xual? Pero, para que te quede claro, no me voy a acostar con
Nathan, ¿entendido?", le repliqué frenéticamente.
"Bueno, si no estás de acuerdo, puedes elegir entre el señor
Hendricks o Nathan" exclamó mi padre descaradamente y, sin
importarle en lo más mínimo.
"¡Qué! ¿De verdad quieres que me case con ese viejo? Padre,
¿estás tan desesperado por el poder que harías de todo para
conseguirlo?", grité furiosamente al no poder escuchar sus
palabras; luego, tras respirar profundamente, añadí de inmediato:
"No obstante, yo no me voy a casar con ese hombre y, tampoco me
voy a acostar con nadie que no esté casado conmigo, ¿lo
entendiste? Y, ahora, esperando que te haya quedado claro,
podemos ponerle fin a esta
discusión"
Tras decirle ello, me di ligeramente la vuelta y, caminé con total
firmeza en dirección a mi habitación; no obstante, después de dar
algunos cuantos pasos, miré a mi alrededor y, no solo vi la
sarcástica mirada de Ivy, sino que también me di cuenta de la
inmensa sonrisa que se formó en sus labios cuando mi padre me
informó que, si hoy no me
acostaba con Nathan, él me casaría con el señor Hendricks.
Por otro lado, como mi hermana prefería que mi padre me casara
con ese anciano en lugar de Nathan, ella exclamó
descaradamente: "Oye, puedes estar segura de que el señor
Hendricks te tratará muy bien, él ya lo ha mencionado muchas
veces antes; además, papá te está haciendo un gran favor, Nathan
es demasiado bueno para ti y, tú no eres
digna de él".
En realidad, mi padre solo tenía la intención de casarme con
Nathan para beneficio personal; pues, era más que claro que, a su
adorada y preciosa hija Ivy, nunca la casaría con cualquier familia.
A decir verdad, mi padre deseaba casar a Ivy con un hombre
prominente y de buena familia, como el señor Archer, a lo que ella
accedió rápidamente; sin embargo, a pesar de que se alega que él
era un hombre extremadamente rico y soberbio, yo no tengo ni la
más mínima idea de quién era, mucho menos, sabía si en realidad
existe.
Por ello, aunque al principio dudé en responderle, la idea de la
inexistencia de su futuro esposo, el señor Archer, me llevó a
replicar inmediatamente en defensa: "Bueno, tal vez deberías
casarte tú con el señor Hendricks; ya que, aparte de que tu padre
le debe dinero, parece que el señor Archer ni siquiera existe".
Tras escucharme decir ello, Ivy pataleó furiosamente y llena de ira;
luego, después de sonreírme de manera burlona, gritó con firmeza:
" Papá! Maya dijo que se casaría con el señor Hendricks". A decir
verdad, estaba más que claro que Ivy era la princesa de casa y de
mi padre; mientras que yo, no era nadie o, mejor dicho, era
cualquier poca cosa dentro de esa casa.
Sin la más mínima intención de seguir con esa absurda
conversación, me giré lentamente y seguí mi camino hasta mi
habitación; luego, una vez dentro, cerré la puerta y comencé a
reflexionar en la decisión de mi padre. A decir verdad, el señor
Hendrick hizo muy obvio que deseaba estar con una v*rgen, como
yo; pero, en realidad, a mí no me gustaba la forma en que ese
hombre me miraba, pues sus ojos siempre se centraban en mi
pecho. Además, ¿por qué tendría algún interés en casarme con un
hombre obeso y perezoso si no me acostaba con Nathan?
Por otro lado, soy consciente de que el cumpleaños de Nathan es
hoy y, que he estado comprometida con él durante tres años; no
obstante, no puedo negar que, a pesar de que estuvimos
comprometidos durante un buen tiempo, nosotros aún no hemos
tenido relaciones s*xuales.
En realidad, ya tenía en claro que él se estaba cansado de esperar
aquella ocasión; sin embargo, tampoco puedo olvidar que, él me
dijo que me esperaría el tiempo necesario hasta que yo estuviera
lista, pues confiaba en mi amor y me apoyaba en mis decisiones.
De hecho, tres meses después de nuestro compromiso, me mudé
con Nathan a su departamento y, aunque al principio éramos más
como perros y gatos, comenzamos por llevarnos bien; sobre todo,
fuimos mejorando nuestra convivencia
desde la semana pasada que empezamos por compartir cama por
primera vez.
En realidad, como sé que anteayer regresó de su viaje de trabajo,
hoy tengo pensado regresar a su apartamento; así que, no puedo
evitar pensar que, dado que hemos comenzado a compartir cama
juntos, tal vez el tener s*xo no sea una idea tan horrible después de
todo.
Tras ver la hora que era, dejé de pensar en ello y, agarré mi bolso
para ir a encontrarme con Teresa, quien era mi amiga desde hace
años; pues, aparte de que nos conocimos en la misma escuela
secundaria, ahora éramos empleadas de la misma empresa, Knight
Enterprises.
No obstante, mientras los padres de Teresa cubrieron todos sus
gastos de matrícula, yo gané una beca para ir a la misma empresa;
después de todo, tenía muy en claro que, mi padre no solo no
pagaría un centavo por mis gastos, sino que únicamente esperaba
casarme por su propio beneficio.
• En realidad, tenía tanta confianza en Teresa que, le comenté
claramente que quería llevar las cosas al siguiente nivel con
Nathan; no obstante, después de escuchar mis palabras, Teresa
preguntó curiosamente: "Bueno, pero, ¿está absolutamente limpio
ahí abajo?"
"¿Qué? ¿Qué quieres decir con ello?", le pregunté sumamente
desconcertada por sus palabras; mientras que, sin ninguna
vergüenza o pudor, Teresa respondió firmemente: "Dime, ¿te has
afeitado?"
En realidad, escuchar aquella pregunta me hizo sentir tan
humillada y avergonzada que, sin poder evitarlo, exclamé
seriamente: "¿Qué? ¿En serio tengo que afeitarme antes de tener
relaciones s*xuales? No lo sabía y, tampoco lo he
hecho"
"Por el amor de Dios, Maya, no puedes simplemente decirme que
estabas a punto de d*snudarte frente a un hombre sin antes haber
tomado medidas; sobre todo, sin haber afeitado tu zona íntima",
exclamó Teresa con total incredulidad.
"Bueno, ya sabes, es por eso que te tengo a ti", le respondí muy
segura de que ella me ayudaría; de hecho, como lo supuse, Teresa
me comentó: "La verdad es que conozco el lugar correcto; así que,
no te preocupes, iremos ahí".
Después de decirme ello, Teresa y yo nos dirigimos
inmediatamente a un spa no muy lejos de su casa, donde me
hicieron la depilación correspondiente; no obstante, aunque la cera
era terriblemente dolorosa, valía la pena porque era mucho más
rápida que cualquiera.
Luego de todo el proceso de depilación, Teresa me acompañó a
una tienda de lencería; después de todo, siempre me había
gustado, pero no tuve alguna oportunidad de usarlas. Además, no
puedo negar que, puedo reconocer a simple vista cuando se trata
de una buena calidad de lencería; incluso, a pesar de que nunca
había usado una.
De hecho, como estaba muy segura de lo que quería ponerme, no
dudé en comentárselo y, le dije firmemente que solo usaría un
abrigo sin nada dentro más que lencería; es por ello que,
mirándome fijamente, Teresa exclamó muy sorprendida: "Maya,
¿dónde diablos viste eso?".
"Oye, veo películas en casa, está bien", dije con una ligera sonrisa
en el rostro, provocando que ella también se reirá alegremente.
Después de comprar todo lo necesario e incluso un par de tacones
rojos, regresamos apresuradamente al apartamento de Teresa;
aunque, no puedo negar que, estoy muy ansiosa por lo que está a
punto de suceder.
De hecho, me prometí a mí misma que nunca me acostaría con un
hombre que no estuviera casado conmigo; sin embargo, la
amenaza de mi padre de casarme con el señor Hendricks me
inquietaba demasiado.
Tratando de no pensar demasiado en ello, me metí la ducha y tomé
un caliente y relajante baño; luego, salí cuidadosamente y, empecé
a vestirme con el conjunto de lencería de malla, con motivos
florales a su alrededor. A decir verdad, no podía negar que, aquel
color realzaba enormemente la belleza natural de mi piel; así que,
sintiéndome orgullosa de mi aspecto, me coloqué el abrigo y los
tacones rojos.
De hecho, estaba tan cerca de tener una noche apasionada con
Nathan que, me sentí sumamente inquieta y excitada; por ello,
tomé apresuradamente un taxi y, me dirigí hasta el apartamento
que estábamos compartiendo.
En realidad, estaba muy ansiosa por darle esta sorpresa a Nathan,
pues le daría algo que realmente significaba mucho
• para mí; sin embargo, mientras caminaba por el pasillo, empecé a
escuchar unos fuertes gemidos dentro del lugar.
"¡Umm! ¡Ahh!", empecé a escuchar repetidamente y, de hecho,
cuánto más avanzaba, más fuertes se escuchaban
aquellos gemidos.
A decir verdad, era como si fuera yo quien se llevaría una gran
sorpresa; sin embargo, teniendo absoluta confianza en
Nathan, dejé de lado esas ideas y, solo me concentré en la
sorpresa que quería darle.
Luego, justo cuando estuve frente a la puerta de la habitación, me
detuve inquietamente y, empecé a dudar si debía ingresar o no; sin
embargo, sintiendo total sinceridad en mi pareja, abrí la puerta y
me llevé tremenda e inesperada sorpresa con lo que vi.
De hecho, lo vi perfectamente acompañado de una mujer, a quien
no logré verle claramente el rostro; sin embargo, me quedó
absolutamente claro como Nathan le pedía a esa mujer que abriera
más las piernas para poder tomarla con más facilidad. A decir
verdad, aunque nunca había visto algo así y, me encontraba
totalmente perpleja y engañada, no podía negar que tenía muy en
claro que ella le estaba deseando un excelente feliz cumpleaños;
es más, pareciendo que todo eso no era suficiente para él, también
noté cómo una chica estaba a punto de chuparle los test* culos
debajo de la mesa mientras él se acostaba con la otra.
En realidad, estaba tan sorprendida de ver a esas dos mujeres con
él que, respiré profundamente antes de ingresar; sin embargo, justo
cuando estaba a punto de hacerlo, volví a ser testigo de cómo él
dejó de foll*r a la mujer sobre la mesa y, de cómo la otra se
apresuró en agarrar su p*ne para metérselo a su boca y hacerlo
gemir de placer.
Tras ver aquella escena frente a mí, abrí totalmente la puerta para
poder ingresar y ver a las dos mujeres con las que Nathan se
estaba acostando; no obstante, no puedo negar que, me quedé
sumamente sorprendida cuando la mujer que estaba debajo de la
mesa se levantó y, me miró directamente a los ojos.
"¿lvy? ¿Qué? ¿Cómo diablos pasó esto y, por cuánto tiempo me
han estado viendo la cara? En serio, mi hermana está teniendo
s*xo con mi prometido", pensé para mí misma, sin poder creer
exactamente lo que veía.
Luego, justo cuando estaba a punto de reclamarles por lo sucedido,
noté claramente el rostro de la otra mujer, quien era nada más y
nada menos que Teresa, mi mejor amiga; de hecho, la persona que
ha estado a mi lado en las buenas y en las malas en todo
momento.
En realidad, verla con Nathan me confundió y aturdió tanto que, no
podía creer exactamente lo que estaba pasando;
sobre todo, porque Teresa era la persona en la que confiaba y, a la
que recurría cada vez que tenía problemas.
Por su parte, Nathan, quien parecía no haber notado mi presencia,
seguía empujando fuertemente su p*ne contra la parte íntima de
Ivy; así que, no pude evitar ver exactamente cómo se desarrollaba
toda la escena, cómo la tomaba con fuerza e, incluso, la forma en
que él se movía para lograr hacerla suya.
A decir verdad, aparte de que no tenía idea de que el miembro de
Nathan fuera tan grande, tampoco dejaba de pensar en que
debería ser vo quien lo tomara de esa manera para hacerlo mío;
sin embargo, sabía que yo no podría logarlo, mejor dicho, era tan
torpe y no tenía idea de cómo hacerlo.
En realidad, no podía negar que ellas dos estaban haciendo un
excelente trabajo para complacerlo, pues eso era algo que yo no
habría sabido; después de todo, aún era virgen y, desconocía todo
lo relacionado a ello. Cansada de ver esa escena, tragué saliva y
me aclaré la garganta para hacer notar mi presencia; de hecho,
funcionó tan bien que, ambos se detuvieron por completo y,
miraron fija y rápidamente en mi dirección.
"¡Qué c*rajo Maya, no me dijiste que vendrías!", rugió Nathan
completamente furioso; mientras que, en un tono completamente
serio y calmado, le exclamé: "Bueno, tenía la intención de
sorprenderte; pero, parece que me ganaste y, la sorprendida soy
yo"
"¡Feliz cumpleaños!" finalmente murmuré con una inexplicable
sonrisa en el rostro; mientras que, muy asombrado por mi
presencia, Nathan exclamó: "Maya, no es lo que piensas, déjame
explicarte"
A decir verdad, no podía creer que Nathan fuera capaz de decirme
eso, que era un simple malentendido y que no significaba lo que
pensaba; después de todo, fui yo misma quien vio toda la escena y,
los detalles de cómo estaba
f*Ilando a esas mujeres.
No obstante, respiré profundamente y, traté todo lo posible por
proyectar una actitud autoritaria; pues, ahora sé perfectamente que
no puedo darme el lujo de desmoronarme frente a él, mi hermana
y, mi supuesta mejor amiga o, mejor dicho, ex amiga.
Aunque me estaba desmoronando por dentro, no les iba a dar el
gusto de verme derramar una sola lágrima por ellos; así que, me
alejé inmediatamente, llamé un taxi y, le pedí amablemente que me
llevara a un bar o un club cercano o, al
mejor que conociera.
Después de escuchar mis palabras, el hombre de mediana edad,
que era el conductor del taxi en el que iba, guiñó sutilmente un ojo
y, con una sonrisa en el rostro, exclamó: "Está bien, no se
preocupe, conozco el lugar adecuado".
En realidad, dentro de mí, estaba convencida de que no lloraría por
Nathan y por todo lo que había presenciado en su habitación; ya
que, por alguna extraña razón, su traición no me dolió tanto como
debería. Además, no me importaba que se involucrara con mi
hermana, pues tampoco era como si nos lleváramos bien; sin
embargo, la actitud de Teresa sí causó una gran pena en mí, sobre
todo, al pensar en la información que Teresa les había comentado
de mi vida.
De hecho, en un momento como este, me sentía muy aliviada de
haber esperado todo este tiempo; pues, gracias a ello, no perdí mi
v*rginidad con alguien que no valía la pena. Debido a todo lo
sucedido, tengo una inexplicable necesidad de beber toda esta
noche y, aunque soy consciente de que nunca he bebido antes, no
puedo evitar estas desesperadas ganas de tomar alcohol.
Capítulo 2
¡Santo Cristo! ;Está d*snuda!
~Desde el punto de vista de Zion~
A decir verdad, nunca he sido muy fanático de la ciudad J, pues las
mujeres aquí son algo interesadas y ambiciosas por el poder; es
más, sé de muchas familias que han organizado el matrimonio de
sus hijas solo por beneficios económicos. En realidad, para ser
honesto, desprecio mucho aquel pensamiento y actitud que puedan
tener algunos de nuestros mayores; sobre todo, porque en los
últimos años, mis abuelos también han intentado casarme porque
no les gusta verme hacer todo por mí mismo.
No obstante, aparte de que me gusta la idea de acostarme con
cualquier mujer que no haya conocido antes, tampoco tengo tiempo
para dedicarle a alguna de ellas; después de todo, siempre he
considerado que las mujeres eran como esos 'animalitos' pequeños
y frágiles que anhelaban una atención excesiva. Además, estoy tan
inmerso en mi profesión y mi trabajo que, no quiero involucrarme
en un enredo que me pueda distraer; sobre todo, porque necesito
localizar a la única mujer en la que estoy interesado, la mujer con la
que me casaría, Aya.
En realidad, aunque solo la conocí por una semana, no puedo
negar que, para mí, fue amor a primera vista; no obstante, debido a
que ella solo tenía dieciséis años cuando la conocí, no me atreví a
decirle mis verdaderos sentimientos. Sin embargo, llevo años
buscándola y, aunque aún no la he localizado, espero encontrarla
pronto; sobre todo, porque en este momento, necesito
desesperadamente una esposa para apaciguar a mi familia.
Luego, justo cuando estaba bebiendo tranquilamente mi trago
habitual, entró una encantadora joven vestida con un largo abrigo
rojo, a la cual, por primera vez en mi vida, le presté más atención
de la que suelo darle a una dama; no obstante, no entendía
claramente por qué me sentía de esa manera o, quién diablos era
ella para provocar esos
extraños sentimientos en mí.
A decir verdad, no solo no pude evitar mirar sus impresionantes
ojos azules, sino que tampoco podía dejar de pensar en la hermosa
sonrisa que se formaría en sus labios juntos a los pequeños
hoyuelos que tenía a cada lado; es más, sin poder creer lo que
estaba sucediendo y, la forma en la que me estaba comportando,
la observé fijamente y examiné con total delicadeza su hermosa y
cautivadora mirada.
De hecho, estaba tan fascinada con su hermosa mirada que,
aunque lo veía realmente imposible, por un momento pensé que se
trataba de Aya, la mujer a la que por tanto tiempo había estado
buscado.
"¿Qué? ¿Esa mujer es Aya? No... no, eso no puede ser posible,
¿qué estaría haciendo ella en esta ciudad? Pero, ¿qué tiene esta
chica que me recuerda tanto a mi pequeña Aya?", me dije a mí
mismo con total inquietud; luego, como sentía una extraña
atracción por ella debido a su parecido con mi Aya, traté de
tranquilizarme y, murmuré: "Zion, contrólate, ella no puede ser Aya;
además, ella está en España o, al menos, así me lo informaron"
Mientras veía cómo recogía su bebida y tomaba un sorbo de su
copa, yo no dejaba de pensar en la mujer a la que amaba; es más,
el comportamiento de esa chica me recordó tanto al de Aya que, no
pude evitar sentirme bastante
aturdido y confundido.
De hecho, mi madre y la madre de Aya fueron amigas inseparables
algún tiempo atrás, es por ello que, cuando me reuní con Aya por
primera vez, supe que tenía que cuidarla y protegerla; sin embargo,
tras el funeral de su madre, su padre se la llevó a España y,
aunque la he estado buscando desde entonces, aún no tengo
ninguna noticia.
No obstante, había oído que su padre es una figura de alto rango
en la ciudad K; así que, teniendo esa idea muy presente en mi
mente, ¿no entendía qué es lo que estaría haciendo Aya en esta
ciudad?
En realidad, he estado buscando su nombre durante mucho
tiempo, pero mi padre no sabe nada al respecto; de hecho, desde
que murió mi madre, él no tiene muy en claro muchas cosas y, solo
está pidiéndome que encuentre a Aya y me case con ella. Por mi
parte, yo anhelaba y deseaba casarme con ella antes de que mi
padre me hiciera aquella petición;
pues, aunque mi padre me pidió que me casara con ella para
cuidarla porque se había quedado sola, yo no dudé en decirle que
Aya me gustó desde el primer momento en que la vi.
De hecho, Aya era capaz de infundir un gran optimismo en mi
padre; así que, de alguna manera, estaba seguro que, con ella
cerca, muchas cosas cambiarían para mejor e, incluso mi padre
dejaría de beber y emborracharse. A decir verdad, el padre de Aya
no solo engañó a la tía Chloe con respecto a su estado civil, sino
que también se llevó a su hija muy lejos de todos; así que, no había
forma de que Aya estuviera en la ciudad J, si su padre era de otra
ciudad.
No obstante, aquella mujer era tan similar a mi Aya que, centré
fijamente mi mirada sobre cada rasgo de su rostro, observé cómo
sus labios se abrían y cerraban con cado sorbo de su Martini y,
también noté claramente la forma en que sus ojos se sorprendieron
cuando entró un hombre de mediana edad; sin embargo, aquel
hombre solo se abrió paso a través de la entrada principal y, se
dirigió directamente a una de las cabinas VIP.
A decir verdad, desde mi posición, no solo noté cómo la mujer
quiso esconder su rostro con sus manos, sino que también vi cómo
su atenta y fija mirada siguió al hombre hasta verlo entrar a una de
las cabinas VIP; luego, observé como la mujer apretó fuertemente
los puños y, el momento justo en que sus grandes y hermosos oios
azules se centraron en mí. De hecho, por una fracción de segundo,
me sentí sumamente cautivado con lo que sucedía a mi alrededor
y, no pude evitar quedarme totalmente quieto con la mirada fija en
ella; sin embargo, en cuestión de segundos, su atención se revolvió
y cambió rápidamente a otra parte.
Al notar su poco interés en mí, no pude evitar pensar si ella no me
encontraba tan atractivo; mejor dicho, otras mujeres siempre me
miraban con placer y amor, mientras que ella solo me dio una
simple y sola mirada. No obstante, debido a que fue la primera vez
en mi vida que me encontraba en una situación así, encontré todo
esto bastante interesante;
después de todo, no solo me hacía sentir inquieto y curioso, sino
que también estaba empezando a preguntarme si esta chica fue
Aya. De hecho, tenía tantas dudas en este momento que, intenté
apartar la mirada de ella v concentrarme en otra cosa; pero, no
pude hacerlo y, hasta ya estaba pensando en cómo iba a tomarla,
reclamarla y hacerla mía una y otra vez.
Justo cuando mis manos estaban cruzadas sobre mi pecho, miré
ligeramente el reloj de pulsera colocado en mi
• muñeca izquierda y, vi claramente que era un poco más de las 10
p. m.; pero, debido a que Lucas, mi asistente, aún no me había
llamado con noticias, supuse que tendría que conformarme con un
hotel por esta noche. Luego, cuando volví a mirar a la chica, noté
que ya estaba bastante ebria, a pesar de que trató de mantener su
firme posición sentada; no obstante, al verla tomar nuevamente
otro sorbo de su trago, deseé repentinamente poder ser la cañita
con la que lo estaba tomando, pues quería sentir sus dulces labios.
Después de que la música comenzara a hacer eco en todo el lugar,
ella intentó ponerse de pie para ir a la pista de baile; pero, fracasó
rotundamente y, solo quedó con la pierna ligeramente levantada. Al
notar que ella estaba completamente d*snuda debajo de ese
abrigo, yo empecé a dirigir mi mirada hacia un área un poco más
expuesta; es más, comportándome como el pervertido en el que
me había convertido, simplemente dirigí mi mirada a sus curvas,
deseando que el abrigo se abriera un poco más para poder ver sus
tetas.
A decir verdad, el verla tambalearse ligeramente aturdida me hizo
sentir un poco inquieto por ella; pero, tras recordar que no tenía
nada bajo su abrigo y, ver cómo ese le dibujaba una diminuta y
esculpida cintura, me tranquilizó y excitó lentamente. Luego,
cuando volvió a ver al hombre de mediana edad, ella se quedó
totalmente inmóvil y no hizo ni el más mínimo movimiento; sin
embargo, segundos después, su mirada se centró únicamente en
mí e, incluso corrió en mi dirección para caer sobre mi regazo.
Entre tanto, yo estaba tan excitado con su presencia encima mío
que, mi p*ne se endureció y paró rápidamente; mientras que, por si
fuera poco, ella se acercó con más firmeza y, apoyó su cabeza
sobre mi pecho. Al tenerla más cerca de mí, respiré profundamente
el aroma de su cabello y, no pude evitar pensar que era el olor más
exquisito que había olido en mi vida; por ello, sin ningún pudor,
empecé a olfatear como un perro y, pasé ligeramente mis dedos
por
su pelo para sentir su textura.
En realidad, al sentir que aquel champú era de lavanda y coco, el
recuerdo de Aya invadió nuevamente mi mente; sobre todo, porque
recordaba perfectamente haberle dicho a Aya lo inusual que era su
champú y, hasta me tomé la libertad de comprarle una gran
cantidad porque sabía que le gustaba. No obstante, tras ver que
nuevamente estaba pensando en esa mujer, me dije a mí mismo:
"M*erda, creo que me estoy volviendo loco. ¿Qué tiene esta chica
que me recuerda a mi primer amor, Aya?".
Después de que el hombre se fue, la mujer frente a mí ni siquiera
me miró a los ojos y, simplemente murmuró con total delicadeza:
"Lo siento mucho"
No obstante, escuchar su voz fue como una hermosa melodía para
mis oídos que, deseaba enormemente volver escucharla hablar; sin
embargo, tampoco podía negar que, incluso mi p*ne se excitó aún
más y, me pedía a fuerzas que lo dejara ser libre.
Capítulo 3
Casados de la noche a la mañana
~Desde el punto de vista de Zion~
Tras ver toda la escena y, notar cómo aquella mujer se alejó de mí
y me ignoró por completo, mis guardaespaldas parecían saber
exactamente lo que estaba pasando e, intentaron acercarse para
atrapar a la mujer; sin embargo, levantando ligeramente mi mano,
les hice un gesto para que no la persiguieran y no le hicieran nada.
A decir verdad, no podía creer que, en mi primer día en esta
ciudad, ya me hubiera encontrado con una mujer que me confundió
tanto; no obstante, en lo único que podía pensar en este momento,
era en besar apasionadamente su dulces y hermosos labios.
En realidad, había algo en su tono de disculpa que se sentía como
si estuviera un mismo ángel a mi lado; es más, aunque nunca creí
en ángeles y esas cosas, no podía negar que, esa chica
simplemente lo era todo.
Mientras veía cómo ella entraba a la pista de baile, yo simplemente
esperaba ver lo que había detrás de su abrigo, que se abría y
cerraba ligeramente con el movimiento después de todo, estaba
muy convencido de que estaba ebria y, que muchos hombres,
inclusive yo, podrían aprovecharse de ella. De hecho, noté
perfectamente que, la mujer no parecía estar en condiciones de
saber a dónde iba o, mucho menos, de ver donde estaba parada;
pues, a fin de cuenta, me fue fácil reconocer que únicamente
estaba recurriendo al alcohol para olvidar lo que había sucedido
antes de entrar ahí.
Es más, después de ver su forma de beber, me pude dar cuenta
que nunca antes había consumido alcohol; ya que, ella bebió cada
uno de sus tragos como si fuera agua y, por ende, provocó que se
emborrachara extremadamente rápido.
Luego, cuando me di cuenta de que un hombre intentaba meter sus
manos dentro del abrigo de la mujer, yo me levanté rápidamente de
mi asiento, suspiré profundamente mientras la miraba y, traté de
actuar lo más cariñosamente posible. A decir verdad, nunca me
han considerado un caballero, ni nada por el estilo, por ello no
podía creer que esa chica me enseñara a comportarme como uno,
de manera gentil; no obstante, sin dudar ni un solo segundo más,
tomé
en mis brazos a la mujer y, le hice señas a uno de mis muchachos
para que fuera a buscar el auto.
De hecho, ni mi asistente ni mi chófer estaban disponibles en este
momento, pues estaban muy ocupados en la búsqueda de una
nueva residencia para mí; así que, sin mayor ayuda, salí del bar
con la mujer en mis brazos y, esperé pacientemente afuera hasta
que mi auto llegara. A decir verdad, antes de conocer a Aya, tuve
algunas citas y algunas cortas relaciones sentimentales; sin
embargo, en el momento que la vi, supe que ella era la mujer de mi
vida, la indicada para pasar el resto de mi vida con ella.
Justo cuando estaba esperando afuera, la mujer en mis brazos
vomitó repentinamente y, me manchó completamente el traje; no
obstante, por alguna extraña razón y, por primera vez en mi vida,
yo no hice nada ante algo tan asqueroso como lo que ella me hizo.
De hecho, como aquella mujer me parecía única e incomparable,
no pude evitar reírme sutilmente por lo que hizo; sin embargo, tras
ver que uno de mis guardaespaldas me estaba mirando
completamente aturdido y sorprendido por mi repentina actitud,
pensé para mí mismo: "Sí, lo hice, no me molesta en lo absoluto lo
que hizo".
Cuando el auto finalmente llegó, me subí cuidadosamente y, nos
dirigimos al hotel donde me hospedería por un tiempo en esta
ciudad; luego, tras llegar, la senté delicadamente en el sofá y, me
quité inmediatamente la camisa que estaba cubierta de vómito.
Después de colocarme algo más limpio, miré directamente a la
mujer en el sofá y, la ayudé a quitarse el abrigo que llevaba puesto;
sin embargo, ya no estuve seguro de cómo debía actuar ante esta
situación, pues ella no llevaba nada de ropa como lo había
supuesto.
En realidad, se me hizo un nudo en la garganta cuando la vi de esa
forma; no obstante, tratando de concentrarme, me dirigí a mi
armario, tomé una de mis camisas y, se la puse. A decir verdad,
tenía muchas ganas de lavar las manchas de vómito que
ligeramente tenía por el cuerpo; pero, no quería entrometerme más
de lo debido, pues podría molestarle mi actitud.
De hecho, quería tanto cuidar a esa chica que acaba de conocer
que, realmente ya no estaba seguro de por qué me pasaba ello y,
mucho menos, el por qué aquella mujer se parecía tanto a mi Aya;
así que, dudando un poco si hacerlo o no, se me ocurrió empezar a
buscar un tatuaje por todo su cuerpo. En realidad, sabía que no
debería violar su
"privacidad' y eso, pero estaba demasiado inquieto por su
identidad; además, justo cuando tenía mis dudas sobre si me
estaba viendo o no, ella comenzó a decir algunas palabras poco
entendibles.
"Fui su prometida durante tres años, tres largos y maravillosos
años; pero, ¿qué obtuve? Nada, no tengo nada y, además soy tan
lamentable. De hecho, no sé cómo pude creer que un hombre
estaría de acuerdo a abstenerse de tener relaciones con una mujer,
pues yo debería haber sabido mejor toda esta situación; no
obstante, tampoco entiendo desde cuando él y mi hermana se han
estado entendiendo y, sobre todo, que fue lo que pasó con mi
disque
'mejor amiga'", exclamó la mujer con una sonrisa en sus labios;
luego profundizando aquella risa y, mirándome directamente, la
joven murmuró con total honestidad: "Soy una tonta, una torpe,
estuve a punto de darle mi virginidad a ese id*ota; pero, ¿sabes lo
que pasó? Me arreglé como una tonta para él, para poder
sorprenderlo y entregarle lo más preciado en mí; sin embargo,
cuando lo fui a buscar, lo encontré revolcándose con mi hermana y,
mi mejor amiga al
mismo tiempo"
Después de decir ello, la mujer empezó a reír aún incluso con
mayor fuerza; mientras que, yo no pude evitar sentirme ligeramente
triste por ella, pues no sabía que había tenido que vivir todo eso.
Sin embargo, tras volver a ver su ligero rostro, la mujer continuó
diciendo: "Por si fuera poco, ahora quieren casarme con un señor
mayor, alguien que tiene la edad suficiente para ser mi padre;
después de todo, ya me habían advertido que hoy debía consumar
mi compromiso con mi prometido, pero mi hermana y mi mejor
amiga se me adelantaron. De hecho, si no me acostaba con
Nathan y daba a luz a un heredero, tendría que casarme con ese
anciano; así que, he pensado que tal vez podría contratar a un
gig*ló, pagarle y, que fuera el quien tomara mi virginidad en lugar
de ese
horrible anciano".
• En realidad, tras escuchar ello y, sin poder evitarlo, no pude evitar
pensar en resolver mis problemas satisfaciendo mis propios
intereses; ya que, yo necesitaba con urgencia una esposa y, ella
necesitaba de un hombre que le quitara su virginidad.
Como esa idea no me pareció tan horrible ni descabellada, saqué
rápidamente mi celular de mi bolsillo y, llamé a
Charlie, mi abogado; luego, tras decir todo lo necesario, el hombre
no perdió más tiempo y, llegó al lugar donde me encontraba
pasada la medianoche. Sin mayor demora, esta mañana me casé
instantáneamente con esta mujer, a quien recién acaba de conocer
unas horas antes, Maya Jones; no obstante, esperaba que, para
cuando se despierte, ella recordara que ya está casada.
Si bien podía ser un pervertido, no pude obligarme a dormir con
una mujer que no recordaba nada de la noche anterior, por ello no
pasó nada entre nosotros; sin embargo, aunque esta noche no
fuera el mejor momento, tenía muy en claro que, en cualquier
momento me acostaré con mi esposa.
De hecho, ahora que había terminado una misión con éxito, me
sentía mucho más aliviado conmigo mismo, pues ahora podía decir
firmemente que era un hombre casado; sin embargo, también tenía
muy en claro que, estaba casado con una mujer que, sin duda
alguna, ha olvidado mi rostro y, que tampoco recuerda haberse
casado.
Como debía revisar la casa que había encontrado mi asistente, me
levanté muy temprano y, salí del hotel junto a mis guardaespaldas,
quienes me escoltaron hasta mi auto y, luego me siguieron
cuidadosamente.
Tras llegar al lugar, me quedé ligeramente sorprendido por la
enorme casa que me mostró Lucas; de hecho, aunque no sabía por
qué había conseguido algo tan grande, todo estaba perfecto y, me
dejó realmente muy satisfecho con lo que me presentó.
"Vaya Lucas, te has superado a ti mismo", dije con una cálida
sonrisa; luego, como tenía que ir a trabajar en un rato más,
entramos rápidamente a la que sería mi habitación.
Al ver que Lucas había traído el abrigo rojo, no pude evitar sonreír
con solo verlo; sin embargo, con total seriedad, ordené firmemente:
"Dáselo a una de las sirvientas para que lo lave y, una vez que
terminen, que lo cuelguen en mi armario, ese abrigo debe estar en
esta habitación".
Tras escucharme decir ello, noté cómo sus ojos se agrandaron
ante la mera mención de que el abrigo de una mujer debía estar en
mi armario; sin embargo, sin chistar mis órdenes, Lucas respondió
sutilmente: "Por supuesto, joven".
"Sabes, me irrita cuando te refieres a mí de esa manera, me haces
sentir viejo", repliqué inmediatamente: mientras que, como si fuera
una pérdida de tiempo, Lucas rápidamente exclamó: "Me disculpo,
joven"
Al ver que no había forma de cambiar su manera de referirse a mí,
simplemente suspiré profundamente y, le ordené:
"Bueno, olvida eso, ahora quiero que me averigüe toda la
información que puedas sobre Mava Jones"
"Maya, ¿quién es ella?", preguntó Lucas algo confundido; mientras
que, sin la intención de darle más explicaciones, exclamé con total
seriedad: "¿En serio? ¿Quieres que te dé explicaciones?".
"No, claro que no, joven. Enseguida mismo lo haré", dijo Lucas
antes de salir; mientras que, yo no dejé de pensar si, esa mujer y
mi Aya podían ser la misma persona.
Capítulo 4
El gig*ló
~Desde el punto de vista de Mava~
Estaba tan atraída por el olor de este lugar que, di vueltas y vueltas
en una cama que estaba completamente segura de que no era
mía; pues, aquella tenía un aroma tan agradable que, me atraía
inconscientemente.
"Buen día, señora Archer", dijo una voz a mi lado, haciéndome abrir
rápidamente los ojos ante aquella sorpresa; luego, suspiré
profundamente y, escaneé con total curiosidad todo a mi alrededor.
De hecho, tenía muy en claro y, era muy consciente de estaba
dormida en una cama gigante que no era la mía; sin embargo, la
sola idea de pensar que me había acostado con el señor
Hendricks, me asustaba e inquietaba demasiado
De hecho, eso era lo único que recordaba de la noche anterior,
pues la única persona que conocía en ese bar era al señor
Hendricks; así que, temiendo que fuera realidad esa idea, grité y
tiré de las sábanas buscando manchas de sangre, pero no
encontré ninguna. Tras no ver nada, volví a revisar ansiosamente a
mi alrededor, busqué en mi ropa interior e, incluso, toqué
liegamente mis partes buscando algún signo de dolor; sin embargo,
no solo no encontré nada, sino que tampoco sentí alguna cosa.
Luego, después de ver la mirada aterrorizada de la mujer frente a
mí, finalmente me di cuenta de que ella había mencionado algunas
palabras; así que, mientras me miraba totalmente perpleja y
confundida, moví ligeramente la cabeza y, le pregunté con total
curiosidad: "Disculpa, ¿cómo me llamaste?"
"Lo siento, señora Archer. Siento mucho haberla molestado", dijo la
mujer con total sinceridad e, inclinándose ligeramente en señal de
disculpa.
"¿Qué? ¿Señora Archer?", me pregunté a mí misma, mientras
intentaba recordar todo lo que había ocurrido la noche anterior; no
obstante, aunque no pude recordar nada relacionado a aquel
asunto, no podía negar que eso era mucho mejor que ser la señora
Hendricks.
A decir verdad, no sabía quién diablos era ese Archer y, mucho
menos, por qué me llamaban a mí con ese título: va que, tenía muy
en claro que o era casada y, tampoco creía haberme casado en
solo una noche.
Sin embargo, tras mirar ligeramente mi dedo anular, descubrí algo
muy inusual en mí; así que, gritando con total asombro, me
pregunté qué era lo que había hecho para terminar así. Por su
parte, después de escuchar mis gritos, la mujer frente a mí salió
apresuradamente de la habitación y, se paró lo más lejos que pudo.
° "¿Qué? ¿Con quién diablos me casé? Y, ¿quién me dio este
anillo? Bueno, de todos modos, es bueno que no esté casada con
el señor Hendricks" me dije a mí misma con total seguridad,
bajándome rápidamente de la cama; sin embargo, después de que
se me pasara otra idea por la mente, no pude evitar pensar que,
ese Archer podía ser otro
anciano obeso seleccionado por mi padre.
De hecho, incluso si me hubiera casado con un anciano, no había
forma de que le entregara mi virginidad a un hombre como él; es
por ello que, teniendo muy en claro aquel pensamiento, yo no
tendría nada con ese señor Archer, por muy amigo que fuera de mi
padre. A decir verdad, no recordaba nada de lo que había sucedido
anoche y, tampoco tenía idea de adónde fue la señora a la que
podía preguntarle algo; no obstante, tras ver ligeramente mi
apariencia, me di cuenta de que solo estaba vestida con una
camisa de hombre.
De hecho, tras analizar la ropa que llevaba puesta, se podía decir
que el dueño no era un hombre con sobrepeso ni nada por el estilo;
pero, aún había la posibilidad de que el propietario sea un señor
mayor y viejo.
En realidad, estaba tan confundida con todo lo sucedido que,
intenté recordar lo que había pasado la noche anterior, en especial,
tenía gran curiosidad por saber qué m*erda pasó con el abrigo que
tenía puesto; sin embargo, justo en ese momento, la mujer volvió a
mi habitación y, me preguntó amablemente: "¿Quiere algo de
comer, señora Archer?"
"¡No me llames así!" grité furiosamente, haciendo que la mujer
moviera con la cabeza una vez más; aunque, tras ver su expresión,
no podía negar que, ella parecía tener tanto miedo como yo.
Luego, teniendo en cuenta que ella era la única que podía aclarar
algunas de mis dudas, intenté ser amable con ella para preguntarle
algo sobre el señor Archer; es más, tratando de calmarme, le
pregunté sutilmente: "Oye, ¿por qué no te sientas a mi lado un
momento?"
"No, señora, no puedo. La verdad es que, no soy digna de
sentarme donde usted está y, mucho menos, puedo hablar con
confianza con usted", respondió la mujer con total firmeza,
confundiéndome aún más con su actitud hacia mí.
"Por favor, se lo pido, solo cuénteme algo sobre el señor Archer",
pedí amablemente, intentando obtener alguna información.
"No... no puedo, señora, por favor, entiéndame; además, ni siquiera
estoy calificada o autorizada para hablar del señor con usted.
Bueno, señora Archer, ¿qué tipo de comida le gustaría?",
respondió la mujer con total firmeza y seriedad;
mientras que, tras ver que no podía obtener nada de ella, solo le
grité furiosamente: "¡Sal! ¡Vete de aquí!".
"Oh, y si es el nombre del señor Hendricks, 'Archer Hendricks*...
No... no, de ninguna manera, no puede ser así; pero, necesito
desesperadamente alguna información o, al menos una pista que
me dé una respuesta", me dije a mí misma, intentando esclarecer
la situación en mi cabeza; sin embargo, al no saber nada aún y,
tras no recordar ninguna cosa, simplemente me digné a volver a
casa con la camisa de hombre que tenía puesta.
Sin mayor demora, llamé un taxi y me subí inmediatamente en el
auto; luego, cuando llegué a casa, salí cuidadosamente del auto,
me dirigí a la puerta trasera y, entré sigilosamente hasta mi
habitación.
Tras ello, me duché, me cepillé los dientes y, me recosté
tranquilamente en mi cama, tratando de encontrar un medio para
perder mi virginidad con un hombre de mi edad y, no con un
hombre lo suficientemente mayor como para ser mi padre; después
de todo, tenía muy presente que, si el señor Hendricks era mi
esposo, no podría evitar tener relaciones s*xuales con él. Con esa
idea en mente, metí mi mano en mi bolso para agarrar mi celular;
sin embargo, justo cuando lo saqué, un papel ligeramente doblado
cayó repentinamente de ahí. Sin dudar ni un solo segundo, recogí
el papel del suelo e, increíblemente, era un certificado de
matrimonio... mi matrimonio; en el cual constaba que, el señor Zion
• Archer era mi esposo.
"Vaya, así que el señor Hendricks y yo no estamos casados, qué
alivio; pero, ¿quién es Zion Archer y de dónde es este hombre?",
me pregunté a mí misma, sintiéndome bastante aliviada al saber
que no estaba casada con ese ridículo viejo; no obstante, de
alguna u otra manera, no le tomé más importancia por saber del
señor Archer, pues finalmente había descubierto una forma de
cómo deshacerme de ese viejo mañoso del señor Hendricks.
Luego, con una amplia y agradable sonrisa en el rostro, me dirigí
inmediatamente a la sala de estar que actualmente estaba ocupada
por mi padre, su esposa, Ivy y, por supuesto, el señor Hendricks.
"Maya, hemos estado esperando tu llegada, el señor Hendricks
vino a llevarte a tu nuevo hogar", dijo mi padre con total seriedad;
mientras que, yo solo lo quedé mirando con extrema fijeza. De
hecho, aunque conozco a ese hombre como mi padre, él nunca
expresó ningún afecto hacia mí; es más, con el paso de los años,
más que como una hija, él me vio como un medio para ayudarlo a
crecer económicamente.
En realidad, yo sabía perfectamente que, para él, solo soy una
herramienta para ayudarlo a expandir su negocio; así que, sin
algún interés en ayudarlo, le respondí orgullosamente: "¿De qué
nuevo hogar estás hablando?"
"El tuyo, el que compartirás con el señor Hendricks a partir de
ahora", respondió mi padre con total autoridad; mientas que, con
una amplia sonrisa en el rostro, les entregué orgullosamente mi
certificado de matrimonio.
Luego, tras notar las inexplicables expresiones en sus rostros, les
dije seriamente: "Bueno, padre, no puedo casarme con el señor
Hendricks porque ya estoy casada".
"¡Qué! Maya Jones, ¿qué has hecho?", gritó mi padre
extremadamente furioso; mientras que, con total seriedad, le
respondí firmemente: "Oh, vaya, ahora soy Maya Jones y, no solo
tu hija ilegítima que pretendes casar con alguien solo para expandir
tu negocio. Bueno, padre, ya que eso es lo único que te importa,
Ivy no está casada; así que, puedes
casarla a ella con el señor Hendricks"
Luego, mirando rápidamente al señor Hendricks y, volviendo mi
mirada hacia mi padre, añadí con total arrogancia: "Ah, pero si el
señor Hendricks estaba buscando a una virgen, lamentablemente
Ivy ya no lo es; pues, se acostó con mi prometido y, ahora hasta
tengo mucha curiosidad por saber cuánto tiempo lleva
revolcándose con Nathan a mis espaldas".
Después de decir ello, la expresión de mi padre cambió tan
drásticamente que, fue realmente agradable poder verlo por mí
misma; es más, incluso lo escuché exclamar con gran asombro:
"¿Qué? ¿De qué hablas?"
"Ay, papi, ¿qué? ¿No te contó tu princesa lvy que la encontré
teniendo s*xo con mi ex prometido y, por supuesto, con mi mejor
amiga, Teressa? Bueno, pero la entiendo, es vergonzoso decirle a
tu padre que te descubrieron durmiendo con tu cuñado; ¿verdad,
Ivy? Es más, debe ser aún más difícil, si tiene que decir que ella
también lo estaba compartiendo con otra mujer", expliqué con total
seguridad; luego, dirigiendo mi mirada hacia Ivy, le pregunté: "Oh,
¿no me digas que ahora te avergüenzas y quieres negarle a tu
padre cómo su encantadora hija se acostó con mi
prometido?"
"¿Acaso tienes un video de ella?", dijo mi padre intentando
defender a su hija predilecta; mientras que, con total seguridad,
exclamé seriamente: "Claro, por supuesto, ella está en todo su
derecho de negarlo; pero, ya verán, les
mostraré de lo que estoy hablando"
Capítulo 5
~Desde el punto de vista de Maya~
"Ivy, ¿es esto cierto?", preguntó mi padre con total curiosidad;
mientras que, permaneciendo en un completo silencio,
Ivy solo comenzó a morderse las uñas como una forma de
autocontrol.
"¿Qué? ¿En serio? ¿No le quieres decir a tu padre que le estabas
rogando a Nathan que te tomara por completo?" exclamé con total
seriedad; sin embargo, con total autoridad y fiereza, mi padre gritó
furiosamente: "Maya Jones, pon
fin a todo esto".
"Vaya, ¿qué clase de padre eres? ¿Ahora eso es normal solo
porque lo llevó a cabo tu amada y preciosa hija?", le pregunté a mi
padre, mirándolo seriamente; luego, dirigiendo mi mirada al señor
Hendricks, añadí: "Bueno, pero no se preocupe señor Hendricks,
mi hermana tiene mucha experiencia y, estoy segura de que ella
también podrá hacerlo
muy feliz"
"¡Maya!", gritó mi madrastra desde la distancia y, mientras se
acercaba rápidamente a mí para intentar darme una bofetada; sin
embargo, me moví tan rápido que, terminó bofeteando a su propia
hija. Luego, tras ver que Ivy tropezó y cayó intempestivamente al
suelo, sonreí orgullosamente y, le dije: "¡Ups! ¡Lo siento! Pero,
parece que el karma existe".
Tras ello, con la mirada fija en mi padre, no dudé en añadir
seriamente: "Bueno, ya que era su idea que Nathan la tomara con
fuerza, espero que él la haya dejado embarazada; después de
todo, aunque quedaría embarazada fuera del matrimonio, creo que
ti no te importaría, padre, pues eso era lo que querías. Por otro
lado, hay una buena posibilidad de que el señor Hendricks se
quede con ella si Ivy no quiere quedarse al lado de Nathan;
aunque, no puedo negar que, probablemente a Nathan si le
gustaría hacerse cargo de un hijo suyo"
De hecho, eso fue todo y lo último que dije; pues, luego de ello, salí
de la sala, saqué mi celular y, empecé a navegar por el sitio web de
Desires of the Night, donde podía contratar a un hombre para pasar
la noche. A decir verdad, tenía muy claro que no me acostaría con
un hombre que fuera demasiado viejo para mí; así que, ingresé a la
página y, empecé a elegir al hombre que quería, según las
preguntas que la aplicación me hacía con respecto a mis
preferencias:
'alto o bajo, musculoso o flaco'.
En realidad, aunque estas preguntas me hicieron sonrojar, estaba
muy decidida a hacerlo y, por ello seguí firmemente con ello; no
obstante, fue realmente una lástima que, el sitio web no mostrara la
foto del hombre que se me había asignado.
De hecho, Estaba tan ansiosa por lo que hice que, antes de que
perdiera mi virginidad, necesitaba y anhelaba beber un poco
alcohol; así que, sin mayor demora, regresé al club donde estuve la
noche anterior. Después de una hora, regresé a la habitación del
hotel donde me había quedado la noche anterior y, esperé
pacientemente al gig*ló que me habían asignado; luego, justo
cuando estaba sentada en la parte superior de la cama, la puerta
se abrió lentamente y, se reveló un caballero muy alto y apuesto.
En realidad, era demasiado apuesto para ser un gig*ló; así que, sin
poder evitarlo, exclamé juguetonamente: "¿Tú eres el que me
enviaron? No te ves tan mal para ser un gig*ló".
Cuando escuchó ello, Zion Archer se detuvo inmediatmente y,
quedó mirando con total firmeza a su esposa; luego, tras analizar
sus palabras, pensó para sí mismo: "¿De verdad? ¿Esta mujer me
acaba de llamar gig*ló?"
Por su parte, Maya, quien aún estaba vestida con la lencería de la
noche anterior, se levantó de la cama y, comenzó a escanear al
hombre frente a ella; luego, justo cuando empezó a acariciar
cariñosamente los hombros del hombre, Maya recalcó
curiosamente: "No sabía que los gig*lós podían verse tan bien;
pero, espero que hayas sido informado sobre tu asignación, solo
estás aquí para quitarme la virginidad, ¿entendido?"
Mientras tanto, Zion, quien no podía creer lo que estaba
escuchando, simplemente trató de mantener la calma; aunque, si la
mirada pudiera matar, Maya ya habría estado muerta desde la
primera vez que mencionó lo del gi*ló.
En realidad, para mí no había nada de malo en admirar a un
hombre, especialmente a uno de mi edad, que era realmente
guapo y, que me atraía mucho; aunque, no podía negar que, el
hombre frente a mí sí parecía ser un poco mayor que yo, pero eso
ahora realmente no importaba.
No obstante, no podía negar que, me alegraba enormemente que
no fuera tan mayor, para que no me hiciera recordar al supuesto
anciano con quién estaba casada; pues, aunque no sabía
exactamente quién era, me sentía realmente desafortunada al
pensar que tenía que pasar el resto de mi vida junto a un viejo. De
hecho, la inquietud de saber quién era ese hombre me dejó tan
aturdida que, no pude evitar pensar que podía ser uno de los
socios comerciales de mi padre; después de todo, parecía que me
estaba sugestionando bastante con las ideas locas de mi padre.
A decir verdad, estaba realmente muy molesta de haber
malgastado mi tiempo en una relación con Nathan, un hombre que
no vale ni la más mínima pena; no obstante, agradezco
enormemente aun ser joven, ya que eso me ayudaría a salir con
mis compañeros y amigos de de mi edad. Por otro lado, aunque
este bombón frente a mí no es mi compañero, es lo
suficientemente atractivo como para hacerme perder mi virginidad;
así que, después de evaluarlo profundamente y, sin saber de
dónde venía el coraje que tenía, me acerqué al caballero y le
desabotoné la camisa.
Entre tanto, aquel hombre no hizo ningún intento por detenerme o,
mejor dicho, por qué se atrevería a hacerlo si, era un gig*ló y, se le
pagaba precisamente para esto.
Cuando finalmente le quité la camisa y la tiré a un lado, mi mirada
se centró en sus tríceps y abdominales bien marcados en su
cuerpo; es más, no pude evitar retroceder unos cuantos pasos y,
mientras los estudiaba claramente, exclamé para mí misma:
"¡Madre mía! ¡Es lo mejor que he visto!". En realidad, no podía
negar que estaba muy sorprendida por la apariencia de aquel
hombre, pues vestido con pantalones ajustados, una camisa negra
y zapatos de cuero del mismo color, se veía extremadamente
hermoso; es más, incluso parecía que su ropa estaba diseñada
específicamente para él.
De hecho, aquel hombre era todo un Adonis que, cuando vi como
su pecho subía y bajaba en perfecta armonía, no pude evitar
sentirme realmente muy excitada.
A decir verdad, aquel hombre tenía mucha sensualidad, era
j*didamente sexy y, tenía ojos verdes vibrantes y un cuerpo
increíblemente incomparable; es más, su hermosa sonrisa parecía
tener la capacidad de derretir incluso los corazones más duros.
"Señora...", empezó a decir el hombre; mientras que, al darme
cuenta lo que iba a decir, me presenté apresuradamente y, le dije:
"Señora Archer"
"Señora Archer, ¿está segura de que quiere entregar su virginidad
a un simple gig*ló como yo?", preguntó el hombre con total
cordialidad; sin embargo, por alguna extraña razón, su formalidad
me asustaba e inquietaba tanto que, parecía que estaba apunto de
perder el equilibrio.
Es más, incapaz de mantener una postura erguida en su presencia,
mi mirada volvió a su cabello negro azabache, que me había
llamado la atención desde que ingresó; no obstante, parecía ser un
gran fanático de la limpieza, pues el hombre no tenía ni un solo
mechón de cabello fuera de lugar.
Además, tenía un bronceado ideal, su mirada penetrante y
fascinante enviaba ligeros escalofríos por todo mi cuerpo y, el solo
mirarlo, me hacía gritar de emoción y placer. De hecho, incluso si
es solo por esta noche, quería recordar todo sobre él, sus hombros
anchos, su pecho robusto y, el resplandor que emanaba con su
imponencia; asimismo, como sus cejas negras finamente formadas,
su nariz afilada y, sus labios extremadamente suaves y delicados.
A decir verdad, el solo tener a ese hombre frente a mí me excitaba
demasiado e, incluso podía sentir mis bragas completamente
empapadas; así que, sin poder evitarlo, exclamé para mí misma:
":Mald*ción! Este tipo es i* didamente sexy".
"No quisiera que después de arrepienta, señora Archer, ¿está
segura de esto?", volvió a preguntar el hombre frente a mi;
mientras que, queriendo evitar mayores demoras, respondí
inmediatamente: "Pagué por ti, así que no puedes
hablar demasiado".
Capítulo 6
~Desde el punto de vista de Zion~
En realidad, todo esto enfureció aún más a Zion, pues su esposa
parecía estar bastante atraída por él, pero solo porque lo confundía
con un gig*ló; además, a él le gustaba tener el control, y el dominio
de todo, por ello se sintió extraño tras no poder dominar a su
esposa. No obstante, para él no fue difícil ver que, aunque la mujer
frente a él estaba completamente nerviosa, ahora estaba actuando
como si todo estuviera bien.
A decir verdad, anoche, cuando dijo eso, él solo asumió que estaba
bromeando y, que no sería capaz de pagar para perder su
virginidad; sin embargo, no sabía que sería inminente en esta
decisión y, que lo haría sin remordimientos.
De hecho, él solo fue a ese lugar porque pensó que ella estaría
aquí, que necesitaría explicaciones sobre lo sucedido la noche
anterior y, en especial, porque quería explicarle sobre su
matrimonio; sin embargo, eso no fue lo que pasó y, simplemente la
encontró a ella confundiendo a su propio esposo con una bestia
sexy o, mejor dicho, como el gig*ló
Zion.
En realidad, aquella situación hirió tanto el ego de Zion que, de
alguna manera, deseaba castigar a Maya; es más, aunque al
principio se mantuvo firme en no acostarse con ella, ahora solo
deseaba demostrarle lo que se sentiría tener a un hombre entre
sus muslos, estirando cada centímetro de ella.
"Bueno, ya que estás tan decidida en perder la virginidad, lo
haremos pero a mi manera", le dije firmemente; luego, me acerqué
a ella y, la besé apasionadamente. Al sentir mi contacto, ella quedó
tan sorprendida que, abrió sus ojos completamente horrorizada; sin
embargo, justo cuando apretó aún más su esbelta cintura y, golpeó
su pecho contra el mío, yo gruñí ligeramente y di un paso hacia
atrás.
'Ya verás, te voy a hacer pagar por no saber que soy tu esposo",
exclamé seriamente para mí mismo; luego, tras respirar
profundamente, murmuré con total firmeza: "Señora Archer, me
gano la vida haciéndole el amor a las mujeres; asi que, la voy a
tomar con tanta fuerza que, es probable que no se sienta bien
cuando le quite la virginidad. Dígame,
¿entiende lo que estoy tratando de decir? Voy a enterrar mis labios
entre sus muslos y, saborearé cada parte de su
cuerpo"
Tras decir ello, la noté cruzando las piernas mientras dejaba
escapar un leve jadeo; así que, aprovechando ello, agregué
seductoramente: "Voy a explorar cada parte de su cuerpo, su boca,
su v*gina y, la haré mía hasta por atrás.
Además, le quiero morder sus pezones hasta que se pongan rojos,
le lameré con mi lengua cuando se corra y, haré que esta noche la
haga ver a los demás hombres totalmente incapaces de
satisfacerla"
Luego de decirle ello, la empujé contra la puerta mientras ella
envolvía sus piernas alrededor de mi cintura para sostenerse y, de
hecho, sin previo aviso, empecé a besar ferozmente sus húmedos
y delicados labios; entre tanto, después de sentir mi contacto, sentí
rápidamente cómo sus manos volaron hasta mi cuello y, aproveché
ese momento para desabrocharme los pantalones. De hecho, muy
reacio a separarme de ella, continué besándola apasionadamente
por un tiempo más; sin embargo, con ganas de querer más, me
aparté ligeramente de ella, le arranqué el pequeño vestido rojo que
llevaba puesto y. me quité apresuradamente los pantalones.
Luego, justo cuando ambos estuvimos completamente d*snudos y,
con nuestros cuerpos apoyados contra la puerta, la volví a besar
desesperadamente mientras le preguntaba con gran curiosidad:
"¿Cuánto pagó por mí, señora Archer?".
"1000 dólares", murmuró Maya sigilosamente, agarrándose el
pecho con fuerza y, con las mejillas totalmente sonrojadas.
A decir verdad, que su esposa creyera que él solo valía 1000
dólares, lo dejó completamente desconcertado; es más, sin poder
creer lo que escuchaba, no pudo evitar reírse con gran confusión.
Luego, después de escuchar el precio que la mujer le había puesto,
él presionó sus dos dedos profundamente en su v*gina y, detuvo
completamente el beso.
"Ya que pagaste 1000 dólares por mí, voy a hacerte el amor por
toda la noche; después, nos daremos una ducha y, ten por seguro
que, esta noche, ninguno de los dos podrá dormir", exclamé tras
dar un profundo suspiro; mientras que, aún con mis dedos dentro
de ella, Maya solo jadeó de placer.
Después de ello, Zion sacó sus dedos de su v*gina y, comenzó a
lamer con gran placer sus dedos frente a ella; mientras que, Maya
se quedó totalmente sorprendida por la forma en que lo hacía.
Luego, sin ningún previo aviso, Zion empujó salvajemente su p*ne
dentro de ella, haciendo que Maya gritara fuertemente cuando
chocó contra la puerta cerrada; no obstante, manteniéndose
firmemente en su lugar y, aunque veía que algunas lágrimas
comenzaron a rodar por sus mejillas, Zion no se inmutó en lo
absoluto y continuó su cometido.
De hecho, simplemente empezó a empujar violentamente dentro de
ella y, cada embestida fue mucho más fuerte que la anterior; es
más, mientras Maya gritaba por el accionar de Zion, él solo le dijo:
"Se lo dije, señora Archer, no tendré piedad al hacerla mía".
A decir verdad, los gritos de Maya simplemente lo presionaron a
acelerar aún más el ritmo; así que, Maya se quedó ligeramente
inmovilizada mientras él la sofocaba para permitirse embestirla
cada vez más, provocando su primer gemido. En realidad, mientras
Maya comenzaba a gemir en voz alta con cada embestida, Zion
volvió a aflojar su agarre y, la empujo inmediatamente hacia la
puerta; luego, le dio una palmada en el c*lo, le colocó las manos
detrás y, empujó dentro de ella más rápido y más profundo,
haciendo que sus ojos se abrieran de placer cuando Zion
aceleraba. De hecho, Maya pensó que eso era lo más rápido que
Zion podía, pero él aún no había terminado con ella; es más, con
las inmensas ganas que tenía y, los gritos de placer que salían de
sus labios, Zion aprovechó el momento y se tiró sobre ella como
todo un animal, golpeándola sin siquiera permitirle recuperar el
aliento.
No obstante, como Zion tenía muchas ganas de ver más de cerca
cómo su p*ne golpeaba y exploraba correctamente la parte íntima
de la mujer, él se alejó ligeramente de ella y, fue entonces cuando
notó un tatuaje en forma de corazón con el nombre Zion en la parte
inferior de la espalda de Maya; así que, tras ver ese tatuaje no tuvo
más dudas de que
esa mujer era la que estuvo buscando, su 'Aya'.
En realidad, aparte de que estaba muy alegre por aquel
descubrimiento, ese tatuaje con su nombre tuvo un efecto aún
mayor en él; pues, sin perder ni un solo segundo más, embistió aún
con más fuerza y ritmo la v*gina de la mujer.
"Mi Aya", murmuré para mí mismo; mientras que, completamente
estremecida y con la piernas temblando, Maya lanzó un fuerte
gemido cuando me vine dentro de ella.
"¡Mi*rda! Eres lo mejor que me ha pasado", murmuré con total
satisfacción; luego, con una sonrisa en los labios y, completamente
emocionado por haber encontrado a mi Aya, volví a exclamar
alegremente: "Va a ser mi perdición, señora Archer".
Después de que Zion la soltó, Maya no pudo ponerse de pie
rápidamente; así que, completamente atraído por ella, Zion volvió a
besar apasionadamente sus labios. A decir verdad, no podía creer
que aquella mujer fuera su Aya; sin embargo, aunque estaba muy
feliz por el encuentro, aún quería hacerla pagar por no haberlo
reconocido.
"Señora Archer, aún no hemos terminado. Ahorita iremos a
ducharnos y, ahí continuaremos lo que empezamos", le dije con
total seriedad, haciendo que sus ojos se agrandaran cuando su
mirada se desvió hacia mi p*ne completamente d*snudo; no
obstante, también me fue fácil notar que, Maya se sintió un poco
avergonzada cuando vio que mi p*ne
estaba cubierto de mi semen y de su sangre.
No obstante, Zion no estaba dispuesto a detenerse, pues
consideraba firmemente que ella debía pagar el precio por
confundirlo con un gig*ló y, sobre todo, por creer que él, Zion
Archer, solo valía 1000 dólares.
"Bueno, vamos a darnos una ducha. Sabes que pagaste $1000 por
mí y, aún no hemos acabado", dije con una agradable y juguetona
sonrisa en el rostro.
Capítulo 7
Cumpliendo la promesa
~Desde el punto de vista Maya~
A decir verdad, no podía creer que esto realmente estaba
sucediendo, pues esperaba que los gig*lós escucharon a las
personas que había pagado por sus servicios; sin embargo, este
hombre a mi lado, parecía estar mandándome a hacer lo que él
quisiera.
De hecho, él quería volver a tener s*xo conmigo; pero, para mí, eso
era algo imposible y, realmente peligroso. En realidad, si pensaba
bien mis opciones y volvía a tener s*xo con él, sobre todo, por el
tremendo p*ne que tenía, para mí era bastante posible que no
pudiera caminar al día siguiente; así que, en este momento, no
podía dejar de preguntarme por qué acepté rápidamente en estar
con este atractivo y hermoso chico.
Sin alguna otra idea que se me ocurriera, estuve decidida a
informarle que su tarea estaba completa y, que todo había
terminado; sin embargo, al verlo con el torso completamente
d*snudo y, tras fijarme en el gran p*ne que le colgaba, la idea se
desvaneció inmediatamente.
A decir verdad, no podía negar que, ayer, cuando vi el p*ne de
Nathan, pensé que era lo suficientemente grande; sin embargo, el
mi*mbro de este hombre a mi lado es extremadamente enorme, mil
veces más que el de Nathan.
De hecho, el recuerdo de aquella escena, me hizo pensar en la
forma que lvy se metió el p*ne de Nathan a su boca; así que,
mirando el mi*mbro del hombre frente a mí, me pregunto si yo
también podría hacer algo como eso. No obstante, el ver la gran
longitud de su p*ne me hizo desconfiar un poco y, de alguna
manera, me reí burlonamente de mí misma;
sin embargo, aquella risa fue tan fuerte que, provocó que el hombre
se girara y, me mirara con total desconcierto.
Tras notar su mirada sobre mí, mis ojos se centraron únicamente
en su gran p*ne; así que, el hombre comenzó a moverse en mi
dirección, moviendo sus caderas con gran placer y, haciendo que
me excitara nuevamente para rogarle que me hiciera suya otra vez.
Cuando empezó a mover su p*ne de derecha a izquierda y, de
arriba hacia abajo, empecé a sonrojarme y reírme al mismo tiempo;
sin embargo, después de breves minutos, mi timidez se perdió y,
solo me centré en la perdición en la que se convirtió aquel chico
para mí.
"¡Vamos a tomar una ducha, nena!", exclamó el hombre,
acercándose a mí y, levantándome fuertemente en sus brazos;
mientras que, tras sentir nuevamente su contacto, mi cuerpo sintió
un gran deseo y, nuevamente me sentí
excitada por él.
• "J*der, ¿y si te digo estoy casada?", exclamé seriamente,
ardiendo en deseo y con gran desesperación porque me haga suya
una vez más; después de todo, no tenía idea de quién era mi
esposo. Mientras me llevaba hasta el baño cargada en sus brazos
en un estilo nupcial, choqué posesivamente mis labios con los
suyos; luego, después de que entramos a la ducha, nos besamos
aún más apasionadamente cuando el agua comenzó a brotar sobre
nuestras cabezas y cuerpos. En realidad, en este momento, no me
importaba nada lo que mi supuesto esposo dijera o hiciera si me
descubriera f*Ilando con un gig*ló en la habitación de hotel que él
reservó para mí; después de todo, esta era mi primera vez y,
quería dar absolutamente todo
Cuando el hombre me bajó a la ducha y me dio la vuelta para
abrazarme, su mi*mbro y sus manos me hicieron estremecer en
todos los lugares correctos; de hecho, la tímida Maya que había
entrado nerviosa a este hotel, se había desvanecido por completo
y, ahora hasta estaba empapada y con deseos de placer.
"Báñame", ordené con total firmeza, esperando sentir el contacto
de su piel contra la mía; mientras que, con total aprobación, él
respondió seductoramente: "Lo que usted ordene, mi lady. Todo lo
que quiera"
A decir verdad, estaba muy consciente de lo que me estaba
haciendo, deslizaba seductoramente sus manos contra mi cuerpo
d*snudo, acariciaba mi v*gina y, podía sentir su pulgar
deslizándose en círculos contra mi clít* ris; de hecho, estaba
peligrosamente cerca del org*smo cuando él apartó sus manos y
yo solo me volví para mirarlo.
Luego, sin poder resistirme, tomé la esponja de sus manos y,
comencé a lavarlo con suaves caricias en todo el cuerpo;
aunque, en realidad, ni siquiera tenía claro por qué estaba
haciendo esto con un gigó.
Con nuestros cuerpos siendo golpeados por el agua, alcancé su
enorme p*ne y comencé a lavarlo con suaves caricias; no obstante,
en ese momento, mi mente se llenó nuevamente de las imágenes
de mi hermana y mi mejor amiga f*Ilándose a Nathan, en especial,
la manera en la que Ivy estuve chupando el mi*mbro de mi ex
prometido. A decir verdad, en este momento, me sentía un poco
celosa y quería saber si yo también podía hacer gemir a un hombre
mientras le hacía sentir placer; de hecho, quería saber si era capaz
de hacer lo que le estaban haciendo a Nathan y, sobre todo, tenía
curiosidad por saber si podía o no hacer que un hombre suplicara
clemencia.
No obstante, aunque soy consciente de que este es mi primer
intento, quiero intentarlo al menos una vez; así que, miré
repentinamente la figura alta frente a mí y, al ver que me estaba
mirando, le dije: "Mi nombre es Maya, puedes
llamarme así"
De hecho, le dije mi nombre para que lo gritara cuando lo hiciera
sentir el placer que esperaba; aunque, en realidad, juré por Dios
que no me detendría hasta que mi nombre salga de sus labios.
"¿Tal vez debería llamarte Aya?", preguntó el hombre fijando su
mirada en mí; mientras que, muy conforme con esa idea, le
respondí seriamente: "Sí, claro, mucho... mucho mejor"
Tras escucharme decir ello, él intentó besarme con sutileza; sin
embargo, yo tenía otros planes y, quería poner a prueba mis
habilidades.
Por ello, me puse de rodillas inmediatamente y, empujé su cuerpo
contra el cristal de la ducha; luego, agarré sus test* culos con mis
dientes y, comencé a mover mis labios por todos ellos, haciéndome
camino hacia su enorme p*ne y dejando besos húmedos en el
camino. Después de ello, empecé a lamer el líquido preseminal y, a
acariciar sus bolas con mis manos mientras lamía su p*ne; luego,
sin previo aviso, aceleré mi ritmo y, comencé a escuchar gemidos
de su boca.
No obstante, eso no era lo que estaba esperando, pues yo quería
que gritara mi nombre; así que, empecé a
• atragantarme y a moverme sobre su p*ne, incluso aterricé mis
manos en sus muslos y comencé a bombear hacia
adentro y hacia afuera con gran fuerza.
"¡A la mi*rda, Aya!", rugió el hombre con gran satisfacción; mientras
que, yo finalmente también quedé complacida
ante ello.
De hecho, cuando echó ligeramente la cabeza hacia atrás, yo supe
inmediatamente que él estaba cerca de llegar al clímax porque su
p*ne se ponía cada vez más duro; es más, apretó su puño
alrededor de mi cuello, comenzó a embestir su p*ne en mi boca
mucho más rápido y, para mantener el equilibrio, también tiró de mi
cabello.
Cuando miré hacia arriba, noté cómo sus ojos se entrecerraban
ligeramente y, la forma en que sus labios exclamaban aquellos
gemidos; de hecho, no pude evitar notar los cambios dramáticos en
su rostro, cuando estaba boquiabierto, frunciendo el ceño, bajando
la ceja, con los labios separados en forma de O, etcétera, etcétera.
No obstante, aunque pareciera extraño, el hombre frente a mí se
veía bastante seductor; sobre todo, cuando mordió sus labios
inferiores y.
gimió nuevamente en voz alta.
"¡Oh, j°der, Aya!", lo escuché gritar; así que, abrí rápidamente mi
boca para permitirle explorar el interior de mi boca con su enorme
p*ne. No obstante, aquel movimiento lo estremeció, tanto que,
mientras agarré sus muslos en una posición, él sostuvo mi cabeza
en otra; luego, con total firmeza y deseo, explotó en mi boca su
gran y delicioso p*ne.
Capítulo 8
~Desde el punto de vista de Maya~
"¡M*erda! ¡Tragátelo!", murmuró el hombre frente a mí y, tan pronto
como lo hice, me levantó y me besó apasionadamente; luego, me
llevó rápidamente a la cama y separó mis piernas para comenzar a
lamer mi v*gina. De hecho, pasó su lengua de arriba y abajo y,
deslizó su dedo dentro de mi c*lo, haciendo que yo me echara
ligeramente hacia atrás; sin embargo, él me inmovilizó con su gran
fuerza y, empezó a penetrarme con vigorosidad. Tras ello, justo
cuando parecía que me iba a soltar, Zee volvió a empujar
repentinamente dentro de mí; es más, mientras me penetraba
ágilmente, buscó el lóbulo de mi oreja y, me exclamó
seductoramente: "Mi nombre es Zee, y puedes llamarme así".
Cuando escuché ello, la sorpresa invadió todo mi ser y, no pude
evitar abrir los ojos en un completo estado de shock; ya que,
tiempo atrás, yo tuve un amigo que se llamaba así, Zee. No
obstante, desechando totalmente esa idea de mi mente, solo sentí
como el hombre empezó a jugar firmemente con mis pechos,
mientras su p*ne se hundía
profundamente en mi v*gina.
"¡Ay dios mío! Sí, Zee, sigue... sigue. ¡Oh Dios!", gemí con gran
placer; sin embargo, estaba tan extasiada y llena de placer que,
empecé a temblar mientras me acurrucaba debajo de su cuerpo.
No obstante, sin tomarle mayor importancia, Zee arrebató uno de
mis s*nos de su boca y empujo profundamente dentro de mí; entre
tanto, como justo yo agarré sus dos nalgas con mis manos,
provoqué que él flexionara un poco su tr*sero mientras se hundía
ágilmente en mi v*gina y, se balanceaba a un ritmo de arriba hacia
abajo.
A decir verdad, a pesar de que estaba temblando
incontrolablemente bajo su cuerpo, no podía negar que aún me
sentía muy ansiosa por obtener un mayor placer de él; así que,
buscando satisfacer el pedido de mi cuerpo, supliqué
excitadamente: "¡Oh, Dios mío! Zee, más fuerte... más fuerte". Por
su parte, Zee, quien también esperaba llegar a su cl*max, no hizo
ningún intento por reducir la velocidad; por el contrario, aplicando
más fuerza, exclamó ansiosamente:
"Sí, Aya, sí. Eso nena, dame más"
En realidad, de alguna u otra manera, el placer que se acumulaba
en mi interior era cada vez mayor; por ello, tratando de aliviar el
éxtasis que se estaba apoderando de todo mi cuerpo, vi el cuello
de Zee y, le mordí ferozmente. Luego, después de que llegué a mi
cl*max, Zee me dio la vuelta y empezó a penetrarme salvajemente
por detrás, haciendo que sus test*culos golpearan mis muslos y,
que me empujara cada vez con más fuerza.
"¡Aaaa... Zee! ¡Ya voy!", grité excitadamente; luego, mientras
aceleraba su ritmo, su dedo se hundió profundamente en mi parte
íntima y, provocó que dejara escapar un firme chillido.
"Te lo advertí, te dije que te haría completamente mía y, que f*Ilaría
cada parte de tu cuerpo", exclamó Zee con total seguridad;
mientras tanto, yo exploré esa sensación de tener su p*ne
penetrándome y, de su mano acariciando cada
parte de mi c*lo.
"¡Zee, por favor, hazme tuya!", volví a suplicar en busca de placer;
mientras que, Zee me dio rápidamente la vuelta y, me pidió que
abriera mis piernas para él.
Tras hacer ello, él volvió a inclinarse ante mí para besar mis labios
mientras me penetraba con su fuerte y poderoso p*ne; luego,
empezamos a temblar al mismo tiempo, gimiendo al unísono y,
explotando simultáneamente en un clímax alucinante. De hecho, él
gritó mi nombre y yo grité el suyo y, sin poder detenernos, pasamos
toda la noche teniendo s*xO; es más, solo nos fuimos a dormir
alrededor de las cinco de la mañana, cuando llegué a un punto en
el que ya no podía soportarlo.
No obstante, no podía negar que, ese hombre podía ser
considerado como una leyenda del s*xo.
Cuando el sonido de la alarma de mi celular me despertó, me quejé
débilmente y, abrí lentamente los ojos para ver qué estaba
pasando; luego, después de limpiarme vagamente, busqué a
tientas mi celular para silenciar la alarma. De hecho, intenté
sentarme derecha en la cama para estirar ligeramente mis brazos y
lograr alcanzarlo con facilidad; sin embargo, debido a que el dolor
en mi zona íntima era abrasador y tortuoso, me fue difícil poder
conseguirlo
Cuando vi que la sábana blanca estaba manchada con sangre, no
pude evitar preguntarme cuántas veces había perdido mi virginidad
anoche; después de todo, tenía la sensación de que mi cuerpo
había sido arrollado por un tren, pues mis oídos zumbaban, mi
corazón estaba acelerado y, mi cabeza palpitaba de dolor.
Intentando una vez más, traté de sentarme erguida, pero fracasé
por segunda vez; así que, sin más que pudiera hacer, solo empecé
a recorrer la habitación con a mirada y, finalmente pude ver a Zee
frente al espejo, quien se estaba ajustando la corbata en ese
momento.
A decir verdad, no podía negar que aquel hombre era
extremadamente hermoso y atractivo; pero, algo que realmente me
inquietaba era el costoso traje que traía puesto, pues no creía que
un gig*ló podría ganar tanto dinero como para llevar un buen estilo
de vida. Además, aquel hombre tenía una presencia muy
aterradora y, el tipo de aura que emanaba no era el de una persona
normal; es por ello que, ahora no podía evitar preguntarme si este
hombre era en realidad es un gig*ló.
"¿Puede hablarme de su marido? ¿Quién es él?", inquirió el
hombre con total curiosidad; mientras que, sin la necesidad de
ocultar algo, le respondí honestamente: "Zion Archer"
"Bueno, a partir de hoy, tienes que venir a este hotel y dormir
conmigo todos los días. Quiero hacerte el amor como ayer y, no
quiero alguna excepción, ¿está claro?", ordenó el hombre con total
autoridad; mientras que, replicando inmediatamente, le dije: "¡Qué!
Soy una mujer casada, ¿lo olvidas?"
"Deberías haberlo pensado antes de pedirme que te quitara tu
virginidad y, para que te quede claro, esto es una orden", volvió a
decir el hombre con gran firmeza; mientras que, realmente
indispuesta a hacer algo como ello, le dije:
"¡Lo siento, pero no puedo hacer eso!".
"Bueno, entonces le informaré al señor Zion Archer que tuve una
aventura contigo", amenazó el hombre sin ningún pudor; entre
tanto, realmente atónita con ello, supliqué inmediatamente: "No, no
puedes hacer eso".
"Dime, ¿qué decides? O, ¿quieres que marque su número ahora
mismo?", exclamó el hombre, tomando su celular y, a punto de
marcar algo; sin embargo, como no estaba dispuesta a que alguien
se enterara de ello, le dije inmediatamente: "Está bien... está bien,
lo haré; pero, con una condición".
"Está bien, vamos, dime, ¿cuál es tu condición?", preguntó el
hombre con firmeza y seriedad; mientras que, usando ello como
una táctica para hacerlo cambiar de opinión, le respondí: "Como
sabes, yo pagué por ti anoche; así que, si quieres que venga aquí
todos los días, tendrás que pagarme 5000 dólares"
"¿En serio? ¿Está tratando de venderme su cuerpo, señora
Archer?", preguntó el hombre de manera burlona; mientras que,
con total seriedad, le repliqué inmediatamente: "Bueno, que yo
sepa, tú también me vendiste tu cuerpo y tu p*ne
ancohe"
"Cierto, olvidé que me compraste por 1000 dólares. Bueno, está
bien, es aceptable; pero, en su lugar, te compensaré con un millón
de dólares", dijo el gig*ló, haciendo que me quedará sumamente
sorprendida; después de todo, para alguien como él, sería
realmente difícil sacar esa cantidad.
Sin esperar ni una sola palabra más, Zion salió de la habitación,
mirando la expresión de asombro de su esposa; luego, tras notar
que la mujer no le dijo nada más, él exclamó para sí mismo:
"Adelante, esposita, veremos qué sucede".
De hecho, ni bien vieron que Zion salió, Lucas, su conductor y
asistente, acercó rápidamente el auto frente a él; mientras que, uno
de sus guardaespaldas, le abrió respetuosamente la puerta para
que ingresara.
Una vez dentro, Zion se quedó pensando firmemente durante unos
minutos; luego, miró a Lucas con total firmeza y, exclamó: "Lucas,
mi mujer cree que soy un gig*ló; así que, deberías empezar a
actuar como el chófer de uno, ¿de
acuerdo?"
Al escuchar ello, Lucas se sorprendió tanto que, sus ojos se
abrieron completamente por el gran asombro; luego, sin poder
evitarlo, preguntó con gran curiosidad: "¿Qué? ¿En serio se
transformó en un gig*lo durante la noche, joven
Zion?".
"Bueno, mi esposa me compró por 1000 dólares anoche, ¿puedes
creerlo?", dijo Zion con ligereza; mientras que, tras escuchar el
monto pagado, Lucas no pudo evitar reírse de su jefe.
"Vaya, esa pobre chica, me siento mal por ella. La verdad es que,
parece que no sabe que está jugando con fuego y, uno muy... pero
muy ardiente", pensó Lucas para sí mismo, inmediatamente
después de las noticia que Zion le dio.
Por otro lado, justo en frente del imponente edificio de cristal de
Archer Group Int., un Maybach se detuvo poderosamente y con
total firmeza delante de la puerta-principal; después de todo, esta
era la primera vez que la sucursal de la ciudad J se encontraría con
el misterioso propietario de la corporación, Zion Archer. A decir
verdad, aunque Zion abrió esta exclusiva sucursal en la ciudad, él
nunca había visitado la oficina antes; no obstante, estaba claro que
se había hecho de un nombre de prestigio y, que la mayoría de las
familias de esta ciudad ya esperaban
casar al misterioso señor con algunas de sus hijas.
Además, la mayoría de los empresarios de esta ciudad ya habían
estado exigiendo una cita con él durante mucho tiempo; sin
embargo, a nadie se le ha dado la oportunidad de hacerlo hasta
ahora. Por otro lado, Zion era un hombre bastante valiente,
construyó su negocio desde cero y, sin la ayuda de su familia o
amigos; es más, aparte de que fundó y era el accionista mayoritario
de Archer and Son Group, él también poseía hoteles y algunos
aeropuertos en todo el mundo.
Sin embargo, no fue hasta que se convirtió en adulto que Zion
comenzó a apreciar la importancia de las apariencias; es por ello
que, con apenas 24 años, él empezó a hacer apariciones públicas.
De hecho, como todos estaban muy atentos en la imponente
presencia del auto, el vale se acercó rápidamente a abrir la puerta,
mientras sus guardaespaldas se formaron inmediatamente en dos
filas frente a él; luego, justo después de pasar entre ellos, el
hombre subió al
ascensor privado que lo llevó hasta su oficina.
A decir verdad, no había duda de que las mujeres se desmayaban
por él y trataban de f*Ilarlo solo con la mirada; sin embargo, a partir
de ayer, el hombre solo deseaba a una mujer: 'Aya, su esposa'.
Después de que su asistente personal le abriera la puerta, el
hombre entró a su oficina y se sentó elegantemente detrás de su
escritorio; mientras que, la chica, quien estaba deslumbrada por la
imponencia del hombre, se paró en medio de la habitación con la
mirada fija en él.
"Señor, Archer, ¿quiere un café?", preguntó delicadamente la
mujer, haciendo que Zion simplemente fijara su dura mirada en
ella; por tanto, tras ver que él sería capaz de despedirla si le
coqueteaba, ella solo dio un paso atrás e, inclinó respetuosamente
la cabeza.
"Señor Archer, por favor, discúlpeme, solo supuse que le vendría
bien un café en este momento", exclamó inmediatamente la mujer,
pero Zion no dijo nada; sin embargo, le hizo rápidamente un gesto
con la mano indicándole que saliera de su oficina.
Entendiendo perfectamente aquel gesto, la mujer salió corriendo de
la oficina y, cerró rápidamente la puerta detrás de ella; luego, una
vez afuera, no pudo evitar pensar para sí misma: "Ese hombre no
es alguien con quien pueda coquetear; así 'que, tengo que mostrar
todo mi respeto para conservar mi puesto"
Mientras tanto, justo en el momento que examinó su anillo, Zion no
pudo evitar reírse ante la perspectiva de haber castigado a su
esposa por contratar a un gig*ló para quitarle la virginidad; sobre
todo, porque también influyó bastante el que ella no recordara al
hombre al que le contó sus problemas y, le suplicó que le quitara la
virginidad la noche de su matrimonio. No obstante, como aquella
noche, Maya estuvo realmente muy borracha, él no quiso hacerle
nada y, mucho menos, aprovecharse de ella en ese estado.
Luego, después de recordar a su esposa, Zion sacó rápidamente
su celular, llamó a Lucas y, le preguntó firmemente:
" ¿Qué has descubierto sobre mi esposa?".
Capítulo 9
Sin un hogar
~Desde el punto de vista de Maya~
Después de que aquel hombre se fue, finalmente pude respirar
más tranquila y, mucho más aliviada; no obstante, aún no podía
creer que yo fuera tan desafortunada como para que me esté
pasando todas estas cosas.
De hecho, no solo me vi envuelta en la traición de mi ex prometido,
con quien estuve durante tres años y, quien me engañó vilmente
con mi hermana y mi mejor amiga o, en lo que a mí respecta, mi ex
amiga; sino que ahora también tenía que lidiar con el problema que
surgió, pues el chico que supuestamente quise solo para perder mi
virginidad, me estaba chantajeando y dispuesto a pagarme por
acostarme con él.
Tratando de ignorar el dolor en mi v*gina, me di vueltas y vueltas
por toda la cama; después de todo, el p*ne de ese hombre era tan
grande que, si no lo hubiera tocado con mis propias manos, ni
siquiera hubiera sabido que existía algo como eso. No obstante, no
podía negar que, le agradecía enormemente que no me hubiera
hecho algo la noche siguiente y que, en su lugar, me proporcionara
algunos medicamentos para sentirme mejor; es por ello que,
aunque hoy me sentí significativamente mejor, aún no lograba
entender por qué ese hombre estaba tan preocupado por mi
bienestar. Además, él empezó a regresar mucho antes de lo
esperado y, ya tenía bastantes dudas de saber cómo es que él
ganaba dinero; después de todo, tenía muy presente que, los
gig*lós eran mayormente solicitados para trabajar
de noche.
A decir verdad, todo lo que me estaba pasando era extrañamente
increíble, no solo porque me casé con un extraño de quien ni
siquiera conocía su identidad; sino porque ahora estaba envuelta
en una relación s*xual con un gig*ló que, si se llegaba a conocer,
sería realmente criticada y condenada por todos. Tratando de
olvidarme de todos mis problemas, me paré inmediatamente de la
cama y, me di una ducha rápida antes de salir; luego, cuando
finalmente llegué a mi casa, vi claramente a mi padre y mi jefe en
una conversación.
Sin alguna intención de molestarlos, los saludé amablemente y,
estuve a punto de irme a mi habitación para darles privacidad; sin
embargo, totalmente enojado y furioso conmigo, mi padre gritó con
fuerza: "Alto ahí!"
Haciendo caso a su orden, me detuve por completo y me volví para
mirar a mi padre, quien me comunicó inmediatamente que el
gerente de su empresa había llegado a nuestra casa para
entregarme mi carta de despido; no obstante, aunque me
sorprendió bastante aquella noticia, no repliqué nada porque
suplicarle a ese hombre no tenía ningún sentido. Además, para él
no soy más que un obstáculo para cumplir sus ambiciones; así que,
opté por la mejor opción que se me ocurrió y, lo dejé pasar.
"Señor Clark, solo tengo curiosidad por saber desde cuándo es que
las cartas de despido llegan hasta las casas.
Dígame, ¿fue mi familia la que trabajó para Knight Enterprises o, fui
yo la empleada?", dije con total firmeza y seriedad; pues, aunque
iba dejar pasar aquella injusta decisión de mi padre, tampoco me
pareció correcto el actuar de mi jefe.
"Vaya, pero que chica más irrespetuosa, ahora hasta tienes la
audacia de no estar de acuerdo con la decisión del señor Clark.
Dime, ¿todavía tienes algo qué decir?", replicó mi padre con
indiferencia; mientas que, con total seguridad, volví a exclamar:
"Oh, vaya, mi carta de despido ha llegado a mi casa y, ¿ahora ni
siquiera puedo hablar sobre este
asunto?"
"Eres igual que tu madre, una completa est*pida; así que, como ya
me hartaste, ¡fuera! ¡Largo de mi casa! ¡Vete de aquí!", gritó mi
padre con total seguridad y, con una actitud completamente
indiferente hacia mí.
A decir verdad, en todos estos años de mi vida, nunca he pensado
ni le he respondido groseramente a mi padre, pues le tenía respeto
por nuestro parentesco; sin embargo, desde que mi madre murió,
solo he escuchado su versión de la historia, que era que mi madre
lo había engañado para que quedara embarazada de mí.
"Bueno, para mí, esta casa no es mi hogar, nunca lo ha sido y,
nunca lo será; así como tú tampoco nunca has sido una figura
paterna en mi vida. Por ello, hasta el día de hoy, he soportado
todos y cada uno de los insultos de tu parte; sin embargo, que te
quede claro que, nunca más en tu vida podrás ofender el alma de
mi madre. De hecho, tú... tú has fallado miserablemente como
padre, me apartaste de mi familia y, especialmente de la mujer que
me dio la vida; en cambio, ella no falló en lo más mínimo en su
papel de madre", exclamé con total firmeza.
Luego, tras dar un profundo suspiro, añadí seriamente: " Dices que
mi madre te ha seducido; pero, ¿quién más dice ello? ¿Hay alguien
que avale tu historia? Siempre has dado tus versiones de la
historia; en cambio, mi madre, no puede defenderse porque ya no
está viva y, no puede replicar todas tus mentiras. Por ello, te voy a
exigir que no vuelvas a ofender a mi madre en toda tu vida o, de lo
contrario, tu esposa se enterará de lo que hiciste el domingo; pues,
aunque te aseguraste de que nadie te vea, yo observé claramente
todo lo que pasó"
Cuando me escuchó decir ello, sus ojos se abrieron con tanto
asombro que, se quedó ligeramente aturdido; mientras que, tras
ver su nervioso accionar, le dije inmediatamente: "La verdad es
que, me hiciste un tremendo servicio dejando mi ropa afuera; así
que, muchas gracias. Además, nunca antes me has tratado como
si fuera tu hija y, a tus ojos, no era más que una transacción
comercial; pero, verá señor Jones, el día que me casé, dejé
oficialmente de ser una Jones.
Bueno, y ya que no nos veremos, le deseo a su encantadora hija la
mejor de las suertes al casarse con el señor
Archer"
Después de decir eso y de recoger mis pertenencias, regresé al
hotel donde estaba pasando la noche; no obstante, no puedo negar
que, desde que me casé y engañé a mi esposo con otro hombre,
mi vida se había convertido en un
verdadero caos.
Ante la perspectiva de casarme con alguien a quien nunca había
conocido, me sonreí ligeramente; sin embargo, mi risa se
intensificó tras recordar que ahora ya ni siquiera tenía trabajo y,
porque tenía que pasar todas las noches en compañía de un gig*ló.
Estaba llorando en mi habitación del hotel sin saber qué hacer,
cuando llamó Mishka, una amiga muy querida

que trabajaba como camarera en su tiempo libre y, que era
originaria de la India; de hecho, es alguien a quien conozco desde
hace tres años y, a quien nunca le gustó Teresa, quizás porque fue
capaz de percibir cosas que yo no pude.
"¡Hola!", saludé amablemente ni bien contesté; mientras que, con
total sutileza, Mishka exclamó rápidamente: ";Dios mío! Mujer, eres
realmente difícil de localizar"
"¿Dónde estás? Hoy habrá una fiesta en el hotel para todas las
personas de alto rango y, nos falta un empleado a tiempo parcial.
Por favor, di que sí, ven a apoyarnos, ¿está bien?".
"Bueno, perdí mi trabajo; así que, ¿dónde queda ese el hotel?",
pregunté con total curiosidad; mientras que, Mishka respondió con
sutileza: "Es en el Hotel Archers, ponte un vestido negro sensual y,
ven aquí inmediatamente".
Después de colgar la llamada, empecé a poner algo de ropa en mi
armario, para tenerla con mayor facilidad; no obstante, como aun
no tenía en claro cuánto tiempo se había reservado esta suite, solo
coloqué lo más esencial.
De hecho, aunque agradecía este trabajo porque podría ganar algo
de dinero, también ya estaba considerando la idea de vender mi
auto y alquilar un apartamento pequeño en su lugar; después de
todo, apenas conducía para movilizarme
y, me iba a servir mejor el dinero que podría obtener de él.
De repente, justo cuando pensaba en ello, la imagen de Zee inundó
mi mente y, me hizo perder la noción de lo que estaba pensando;
pues, de alguna u otra forma, el solo pensar en él me daba una
ligera desconfianza. De hecho, sé que nunca me dijo que me
amaba ni nada de ello, pero teníamos algo especial; es más,
aunque era un poco mayor que yo, incluso nos hicimos tatuajes y,
me prometió que me localizaría y me llevaría de vuelta a casa.
Desde entonces, mi hogar ha sido únicamente él, nunca tuve un
hogar y, mucho menos, nadie que me amara de verdad; es más,
ahora hasta me había convertido en un bien de segunda mano. En
realidad, no es que nadie tenga la culpa de lo que hice; pero, mi
padre me ha arruinado la vida y me avergüenzo de mí misma por
todo lo sucedido. De hecho, estaba tan concentrada pensando si
Zion alguna vez cumpliría su promesa que, se me olvidó lo que iba
a hacer;
sin embargo, después de unos minutos, tras recordar la propuesta
de trabajo, decidí dejar de pensar en todo ello y, simplemente
comencé a buscar un sencillo vestido negro.
Justo cuando un Bugatti La Voiture Noire se detuvo frente al Hotel
Archers, toda la multitud que estaba en el jardín y, que esperaba
ansiosamente la llegada del enigmático señor Archer, se quedó
completamente aturdida con la presencia del auto; después de
todo, era el único momento en que finalmente se revelaría la
identidad del señor
Archer, a quien todos conocían de nombre. En realidad, solo unas
pocas personas sabían su verdadero nombre y, lo conocían en
persona; por ello, cuando los asistentes de seguridad abrieron
camino para su entrada, muchas personas centraron su mirada fija
en la alta y esbelta figura que acaba de ingresar, luciendo un traje
Armani negro y, caminando con total firmeza e imponencia.
De hecho, ni bien lo vieron todos estuvieron seguros de que era el
hombre que habían estado esperando durante mucho tiempo; así
que, en el preciso momento que puso un pie en la entrada principal
del hotel, los paparazzi se centraron únicamente en tomar fotos de
él y de todo su séquito. Cuando camino por la alfombra roja con
luces brillando en su dirección, todos pudieron ver bien sus
atractivos rasgos; mientras que, Lucas, quien era su asistente y
chofer, lo condujo elegantemente a su mesa asignada.
No obstante, al percatarse que el hombre que habían estado
esperando con ansias había llegado con un anillo de bodas, las
mujeres y la mayoría de las familias en la ciudad J estaban
extremadamente molestas y decepcionadas es más, sin
preocuparse por la presencia de Zion, la gente comenzó a
murmurar: "La fecha de su boda aún no ha sido anunciada. ¿No se
rumoreaba que estaba soltero?"
Sin embargo, el sentimiento de decepción se prolongó ún poco
más para Ivy y, obviamente para su padre, Robert
Jones; puesto que, él había estado esperando este día durante
mucho tiempo y, ahora que finalmente lograba conocer al señor
Archer, resultaba ser que ya estaba casado con otra mujer.
Además, no podía creer que sus informantes en la ciudad M fueran
tan in*tiles como para no decirle que el hombre estaba casado,
pues eso malograba su plan; no obstante, sabiendo ahora lo de su
matrimonio, Robert se obligó a buscar un plan de respaldo para
tratar de obtener el beneficio que quería.
De hecho, para aquel hombre no fue difícil decidir que su hija
podría ser la amante del señor Archer, pues no le importaba más
que sus propios beneficios; es más, con ese pensamiento en
mente, mostró una arrogante sonrisa en su rostro y, se empezó a
abrir camino junto a su familia. Por otro lado, aunque Ivy también
estaba decepcionada por el matrimonio del señor Archer, ella no
dudó en abrirse camino luciendo un impresionante vestido carmesí;
después de todo, al igual que su padre, ella no estaba dispuesta a
renunciar a un hombre tan apuesto como él, incluso si estuviera
casado. De hecho, toda la reunión estaba transcurriendo con total
tranquilidad hasta que, las miradas de todos los presentes, incluida
la de Zion, se centraron únicamente en el hombre que estaba
gritando a uno de los guardaespaldas que habían acompañado a
Zion; puesto que, aquel hombre le impidió el paso y le pidieron al
señor Jones y su familia que se mantuvieran alejado de su jefe.
"¿Acaso no sabes quién soy? ¿Por qué te atreves a empujarme?
Soy Robert Jones y, tengo todo el poder para hacerte perder tu
trabajo" exclamó el hombre con total autoridad y arrogancia.
Cuando Zion escuchó la voz del señor Jones por primera vez, se
rio ligeramente al darse cuenta de que este era exactamente el
hombre que había estado buscando todo este tiempo, el hombre
que le quitó a Aya; así que, volvió hacia su seguridad y, les hizo
una seña dándole el visto bueno. Por su parte, tras recibir la
indicación de su jefe de que todo estaba bien, los guardaespaldas
finalmente abrieron paso a Robert Jones y su familia.
Capítulo 10
Atrapada
~Desde el punto de vista de Zion~
En realidad, no podía negar que, la perspectiva de conocer al
todopoderoso Robert Jones me intimidaba un poco en este
momento; después de todo, era el hombre al que castigaría con
todo mi poder por habernos quitado a Aya a mí y a mi familia.
Además, la tía Chloe, madre de Aya y amiga de mi madre, no se
merecía lo que le pasó; mejor dicho, ninguna madre debería tener
que pasar por lo que ella pasó con ese hombre, ser engañada y
alejada vilmente de su hija. Después de todo, aquel hombre mintió
sobre su estado civil porque no pudo mantener a raya su I*juria y,
por ello, como resultado, tuvo que separar a una madre de su hija.
Cuando el hombre se acercó a mí, le di una falsa sonrisa amistosa
en señal de saludo, aunque en realidad tenía unas enormes ganas
de torturarlo; no obstante, tras alcanzar a ver a una joven mujer
que se levantaba frenéticamente los tirantes del sostén, no pude
evitar suponer inmediatamente lo que estaban tramando. De
hecho, aquellas mujeres que se acercaban junto a él, parecían ser
su hija y su esposa, si así quisiéramos llamarlas; pero, por mi parte,
yo no di ni un solo paso hacia ellos y, solo esperé que llegaran a
mis pies. Es más, como ni siquiera tenía un gran interés en esas
personas, me acerque inmediatamente a mi silla para sentarme; sin
embargo, justo cuando estaba a punto de hacerlo, alguien chocó
contra mí con un vaso de agua y, terminó por empapar todo mi
traje y mis zapatos
"¿Estás loca? ¿Sabes quién es él?", escuché gritar furiosamente a
Robert Jones, quien parecía ser el perjudicado;
mientras tanto, yo simplemente me mantuve tranquilo ante este
incidente.
"Lo siento. Por favor, acepte mis más sinceras disculpas", dijo la
chica, quien, apenas mirándome, agarró una toalla para comenzar
a secar el agua de mi ropa.
"No te preocupes, no es nada. Tranquila, lo haré yo mismo", le dije,
atrayendo su mirada hacia la mía y, de hecho, quedándonos
totalmente aturdidos por aquella sorpresa.
Luego, justo cuando estaba a punto de preguntarle por su
presencia en este evento, ella volvió a mirarme con total firmeza y,
gritó sorpresivamente: "¡Gig*ló!"
Sin embargo, antes de que pudiera decirle algo o, darle alguna
explicación, la mujer que acompañaba a Robert Jones, le gritó
furiosamente a Maya: "¿Qué estás haciendo exactamente aquí?"
° "Fuera de aquí, est*pida. ¿Cómo te atreves a derramar agua
sobre el señor Archer?", volvió a exclamar la mujer con total
fiereza; mientras que, completamente molesto por la actitud que
tenía hacia mi esposa, me volví para mirar a la joven y, le pregunté
seriamente: "¿Ella te salpicó con agua?".
"No, señor, no lo hizo", respondió la mujer honestamente; mientras
que, bastante inquieto por su actitud anterior, volví a inquirir:
"Entonces, ¿por qué estás gritando como loca?"
"Lo siento, señor, no fue mi intención", se disculpó la mujer; sin
embargo, mirándola seriamente, le ordene con total firmeza: "No...
no tienes que disculparte conmigo por lo que has hecho, debes
disculparte con ella".
"Claro que no, de ninguna manera voy a disculparme con esta
est*pida", exclamó la mujer con total firmeza, provocando una
inmensa ira en Zion; sin embargo, a pesar de todo lo que sentía en
su interior, él trató de calmarse
para no armar un escándalo.
"¡Guau! Zion Archer, nunca pensé que este día llegaría", exclamó
uno de los hombres entre la multitud presente; mientras que, tras
no poder soportar más aquella situación, exclamé furiosamente
para mí mismo: "Mi*rda!"
A decir verdad, todo lo que quería era que esta gente se callara y,
que desaparecieran todos de este lugar; pues, al levantar y centrar
mi mirada en el rostro de mi esposa, me di cuenta que ella tenía
una inexplicable expresión de confusión y tristeza.
De hecho, cuando volteó su mirada en mi dirección, me di cuenta
rápidamente que estaba luchando por contener las lágrimas; no
obstante, le fue tan difícil conseguirlo que, no pudo evitar temblar y
cerrar fuertemente sus manos frente a mí. A pesar de mis mejores
esfuerzos, estaba claro que estaba condenado desde el principio;
pues, era muy consciente de que había cometido un error y, que
sería bastante difícil para ella perdonarme.
Luego, cuando apartó la mirada de mí y volvió a mirar el vaso de
agua que sostenía, no me fue difícil suponer lo que estaba a punto
de hacer; así que, exclamando para mí mismo, supliqué
seriamente: "No... no. Por favor, Maya, no lo
hagas"
A decir verdad, era muy consciente de que el agua se dirigía
directamente hacia mí; después de todo, era entendible que ella
también me hiciera pagar por mis acciones y, sobre todo, por la
mentira que le había hecho creer.
Después de lograr su cometido, noté que Maya miró a su alrededor
antes de alejarse rápidamente de mí; mientras que, dejando la
bandeja en el suelo, dirigí mi mirada hacia ella y, grité su nombre:
"¡Maya!" De hecho, aunque se detuvo abruptamente al escuchar mi
llamado, ella ni siquiera se molestó en mirar hacia atrás y,
simplemente se fue; mientras que, completamente furioso por lo
sucedido, miré a mi asistente y, le ordené de inmediato: "Averigua
por qué mi esposa trabajaba aquí como camarera".
Tras escuchar aquella orden, Lucas asintió con la cabeza e,
inmediatamente empezó a cumplir lo que su jefe le había
ordenado; mientras que, esperando obtener información, Robert
preguntó interesadamente: "Parece ser que está familiarizado con
mi hija. ¿Puedo saber dónde y cómo se conocieron?".
A decir verdad, yo estaba realmente muy molesto con su otra hija
porque se refirió a mi esposa como una 'est*pida', pero también me
molestaba el hecho de ver que ese hombre no fue capaz de hacer
algo; no obstante, lo que ahora me molestaba más es que, el
hombre se comportó como todo un oportunista, solo después de
ver que conocía a su otra
hija, Maya.
"¡Quítenme a este hombre de la vista!", le ordené inmediatamente
a los guardaespaldas, tras no querer saber nada más de la familia
Jones; luego, sin poder evitarlo, me giré para mirar a Andrew, a
quien tenía muchas ganas de golpearlo en la cara.
No obstante, como aquella actitud era realmente irrelevante, traté
de contenerme lo más que pude; al fin y al cabo, él no sabía que
estaba casado y, que la mujer que estaba siendo insultada era mi
esposa.
Sin embargo, cuando vi que él empezaba a caminar en mi
dirección, yo simplemente di unos pasos atrás y, comencé a
caminar hacia mi asistente, quien me informó de inmediato: "Señor,
debido a que la señora se negó a acostarse con el gerente de
Knight Enterprises, se rescindió su contrato con esa empresa y,
hoy, Elvis Clark fue personalmente a su casa para entregarle el
aviso de su carta de despido. Además, su padre también la echó
de la casa y, ahora no tiene un lugar donde vivir".
Capítulo 11
Cuando Zion se enteró de que su esposa se había quedado sin
hogar, salió corriendo del hotel a toda prisa e ignorando por
completo el hecho de que todos lo observaban; después de todo,
era muy consciente de que Maya
podría intentar huir si pensaba o descubría que estaba casada con
él.
Luego, mientras esperaba que le alcanzaran su auto, sacó
rápidamente su celular del bolsillo de su traje y, tras hacer una
llamada, ordenó furiosamente: "Haz que despidan a Elvis Clark y,
asegúrate de que ninguna empresa lo emplee en
adelante"
Después de ello y, sin mayor demora, Zion se subió a su auto y
condujo apresuradamente de regreso a la habitación de hotel que
había reservado para la noche en que se casó con Maya; pues, no
quería que ella pensara demasiado las cosas, y que terminara
divorciándose de él antes de que el matrimonio se hiciera realidad.
Además, él también tenía muy en claro que, ella escuchó cuando
se refirieron a él como Zion Archer; así que, temía que eso pudiera
ser un problema, ya que era el nombre que aparecía en el
certificado de matrimonio.
A decir verdad, debido a que era una reunión extremadamente
importante, Zion sabía que perdería millones de dólares desde el
momento que decidió irse; sin embargo, para él, Aya era más
valiosa que cualquier cantidad dinero que pudiera perder. De
hecho, como era su esposa, él día que tuvo s*xo con ella, él quiso
llevarla a su casa y tratarla como la señora Archer; sin embargo,
como Aya pensó que era un simple gig*ló, él se enfadó demasiado
y cambió todos sus planes. En realidad, dejando de pensar en ello
y, sin mayor demora, Zion condujo su auto a gran velocidad para
llegar lo más rápido que pudiese al hotel; sin embargo, justo
mientras conducía, su auto chocó con otro y, produjo un
tremendo golpe.
No obstante, el hombre no se detuvo y, mientras continuó
conduciendo, le hizo un gesto a uno de los autos de sus
guardaespaldas para que le entregaran su tarjeta al conductor
involucrado; después de todo, esperaba poder reunirse otro día con
él o, por si fuera poco, que sus guardaespaldas se encargaran de
solucionar ello. Luego, justo cuando Zion estaba a punto de reducir
la velocidad porque llegaba al hotel donde estaba Maya, su
informante le llamó y le indicó que ella se dirigía al aeropuerto
internacional de la ciudad; así que, sin poder evitarlo, la ira de Zion
hacia su esposa se hizo aún más fuerte y, nuevamente empezó a
conducir a gran velocidad.
"Se está alejando de mí sin siquiera darme la oportunidad de
explicarme, ¿es así como vamos a pasar el resto de nuestra vida
juntos?", pensé para mí mismo; pues, en realidad, no creía que
fuera necesario evitar nuestros problemas
• y tener que huir para no enfrentarlos. Luego, con total seriedad,
volví a exclamar para mí mismo: "Maya Archer, ten cuidado con lo
que está por venir, porque te voy a castigar como no tienes idea.
De hecho, tienes suerte de que no soy un golpeador de mujeres;
pero, querida esposa, no te salvaras de mi castigo y, te voy a f*lar
hasta la muerte".
A decir verdad, Zion siempre había sido un b*stardo cach*ndo y, no
hacía falta decir que las damas de la ciudad M se desmayarían por
él, pues lo consideraban todo un adonis s*xual, no obstante, era
realmente obvio que a Maya aun le faltaba conocer más a Zion;
pues, con la decisión que tomó, ella acababa de empeorar las
cosas para sí misma. En realidad, Zion estuvo teniendo s*xo
durante gran parte de su vida con varias mujeres; sin embargo, se
había calmado desde el día en que conoció a Maya en el funeral de
sus padres. De hecho, desde aquella vez, Zion siempre ha querido
casarse con Maya y, ahora finalmente su sueño se había hecho
realidad; además, aunque su madre no estaba presente, él estaba
seguro de que tanto ella como la tía Chloe aprobarían su
matrimonio.
A decir verdad, Zion fue más como un hijo para la madre de Maya
y, él muchas veces le aseguró que se casaría con su hija para
alejarla de esa gente terrible; es por ello que, aparte de esta
promesa, también se prometió a sí mismo que tendría más éxito
que el hombre que le había arrebatado a Aya a él y a su tía. Por
tanto, ahora se sentía realmente orgulloso de lo que había
conseguido, pues era el mismísimo señor Archer, el hombre que
hizo que todos en la ciudad
M se inclinaran hacia él; después de todo, solo esa ciudad sabía
realmente cómo era Zion, el resto de ciudades simplemente oyeron
hablar de lo malvado que era el hombre y, en cuanto a las mujeres,
solo se había murmurado lo
satisfactorio que era estar con él.
Por su parte, Maya, no dudó ni un solo segundo y tomó dirección
hacia el aeropuerto, donde planeaba vender su auto a cualquiera
que estuviera dispuesto a comprarlo; luego, con esa plata,
finalmente compraría un boleto a cualquier lugar.
Sin embargo, se quedó boquiabierta cuando vio que el Bugatti La
Voiture Noire con la matrícula del señor Archer pasó rápidamente
en la distancia para detenerla.
De hecho, tan pronto como se dio cuenta que era su esposo, Maya
apretó el acelerador para evitarlo a toda costa; no obstante, detrás
de aquel auto venía un Maybach que también era propiedad de su
esposo y, que era mucho más rápido. En realidad, al ver esa
situación, el pánico se apoderó tanto de ella que, trató nuevamente
de acelerar su Kia
Rio; pero, le fue realmente difícil poder escaparse, porque varios
autos empezaron a acelerar en su dirección.
En realidad, aunque su auto era rápido, no podía compararse con
el vehículo que conducía su esposo; de hecho, fue precisamente
por la rapidez del auto del señor Archer que, la sobrepasó con una
gran distancia y, obstruyendo su camino, se detuvo por completo
justo al frente a ella. Cuando Maya notó ello, trató rápidamente de
dar marcha atrás;
sin embargo, el otro auto que acompañaba a su esposo se detuvo
detrás de ella y, quedó completamente atascada
entre los dos autos.
Tan pronto como vio que la situación había sido controlada, Zion
salió de su auto, se comenzó a arreglar el traje y, se mostró como
toda una deidad celestial; después de todo, era imponente, firme y,
de buena estatura. Luego, sin mayor demora, caminó firmemente
en dirección a su esposa, se detuvo justo frente a ella y, la miró con
total firmeza;
después, miró distante y seriamente a su alrededor y, finalmente
volvió a centrar toda su atención en la conductora del pequeño Kia
Rio, en Maya.
Capítulo 12
Maya
Lo único que podía hacer era quedarme sentada y esperar a que
pasara algo. Aunque la verdad era que estaba asombrada por el
hombre que tenía frente a mí, ya que me parecía que era un poco
grosero. Bajé mi ventana para decirle algo, pero él habló antes de
que yo pudiera hacerlo.
"Baja", me ordenó.
¿Quién diablos se creía que era para darme órdenes?
Me hundí en el asiento, incapaz de hacer lo que me había pedido
que hiciera.
"Maya Archer, baja del auto ahora mismo, si no quieres que te baje
por la ventana", gritó. Fingí no haber escuchado lo que dijo. Al fin y
al cabo, él no podía darme órdenes. ¡No era su mascota! Traté de
cerrar la ventana para evitar que me sacara a la fuerza, pero él solo
me mostró una sonrisa astuta y se quedo mirándome, alterando su
semblante.
"Te dije que bajaras de ese auto, Maya Archer", repitió.
Aunque sonaba como si estuviera gritando, no estaba hablando en
voz alta. Por el contrario, su voz era baja y calculada. De pronto,
uno de sus guardaespaldas corrió a su lado con una botella de
whisky y un vaso. Puso el vaso en la mano de Zion y vertió el
whisky antes de retroceder. Me quedé pensando si este era el tipo
de hombre con el que debía casarme y solté una risita al darme
cuenta de que ya estaba casada con él. Zion giró su vaso un par de
veces sin fijarse en la gente que lo estaba mirando y se bebió el
whisky de un solo sorbo. No dejó de mirarme con lujuria en ningún
momento, ni siquiera cuando le hizo un gesto a su guardaespaldas
para que se marchara. El guardaespaldas hizo lo que le ordenaron
mientras los ojos de Zion no se apartaban de mí, y presionó la
ventana para evitar que la subiera.
"Mira, desde que nos casamos, todo lo que has hecho es faltarme
el respeto", dijo con rabia contenida. "Y juro por Dios que si no
sales de este auto ahora mismo, te arrepentirás"
Estaba usando su tono de deidad. Luego retrocedió un paso sin
quitarme los ojos de encima, desafiándome antes de sacarme del
auto por la ventana y presionar mi cuerpo contra el capote del auto.
Todo fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo para pensar, y grité
cuando él metió dos de sus dedos dentro de mí. Se inclinó hacia mí
y apretó sus labios contra los míos. Pese a que luché por zafarme y
por tratar de apartarlo de mí, Zion era demasiado fuerte.
Pronto, las repetidas embestidas de sus dedos en mi c*ño me
hicieron gemir y me quitaron el aliento. Oleadas de placer
empezaron a invadir mi cuerpo y empecé a sentir que me iba a
v*nir. Grité su nombre cuando me c*rrí y me estremecí entre sus
brazos mientras él apretaba mi cuello. Cuando volví a la realidad,
miré a mi alrededor, avergonzada, y vi que los guardaespaldas nos
estaban dando la espalda. Aun así, estoy segura de que sabían lo
que acababa de ocurrir y me sentí humillada. Volteé a ver a Zion y
vi que estaba ocupado lamiéndose los dedos que
acababa de sacar de mi c*ño.
"Ahora, señora Archer, ¿me va a escuchar o me va a desafiar una
vez más?" Me preguntó. Después de mi poderoso org*smo, sentía
que mis piernas estaban débiles y no podía mantenerme de pie sin
temblar. Estaba aturdida por lo que acababa de pasar y ni siquiera
había recuperado el aliento.
¿Con qué clase de bestia me casé?
Miré a Zion e intenté responderle, pero él me besó sin previo aviso
y todo lo que pude hacer fue intentar apartarlo de mí.
"Iré contigo", dije con voz entrecortada. Zion agarró mi garganta y
presionó sus labios contra los míos una vez más.
Como estaba apretando mi garganta con su mano mientras me
besaba, no podía respirar bien. Después de lo que me pareció una
eternidad, me soltó y me tomó de la mano para subirme a su auto.
¿Con qué tipo de hombre me casé? Zion era un sinvergüenza.
¿Cómo se atrevió a hacer todas esas cosas frente a sus
guardaespaldas? ¿Qué pasaba si alguien lo había filmado
metiendo sus dedos dentro de mí? Oh, Dios, ¿ellos me habían
escuchado gemir y c*rrerme? Todo lo que quería en ese momento
era que la tierra se abriera y me tragara.
Me volteé a ver a Zion y fijé mis ojos en él. ¿Cómo podía ser tan
guapo y tener una personalidad tan horrible? Un escalofrío recorrió
mi espalda al pensar en lo que acababa de hacerme. Pensándolo
bien, sus guardaespaldas se habían dado la vuelta, ¿eso quería
decir que ellos estaban acostumbrados a este tipo de
comportamiento? ¿De veras me casé con un g* goló que, al mismo
tiempo, era un hombre de negocios? ¿Por qué me haría algo así en
frente de sus guardaespaldas? Acerque mi mirada a la suya y él ni
siquiera se molestó en voltear a mirarme, solo estaba concentrado
en la carretera que tenía al frente.
Sin embargo, cuando habló, casi salto de la sorpresa. "¿Le gusta lo
que ve, señora Archer?" Preguntó.
¡Dios mío! Tenía que controlarme. ¿Por qué su voz me hacía
estremecer?
Tuve que cruzar las piernas porque sentí que mis c*ño se estaba
humedeciendo. Señor, ten piedad. "¿Qué pasa, cariño?" Zion
preguntó con una sonrisa maliciosa. "¿Estás húmeda por mí?" Me
sonroié, maldiciendo para mis adentros. No estaba segura de qué
sostener para aferrarme, pero necesitaba aferrarme a algo. Junté
mis piernas con más fuerza para evitar que mi jugo empezara a
chorrear y, horrorizada, sentí que mis p*zones se ponían duros y
ansiosos.
"La t*rturaré, señora Archer", Zion agregó. "Has cometido un error y
no me detendré hasta que me supliques para que tenga
misericordia contigo. Voy a darme un festín con esos p*zones
rosados que tienes y no podrás hacer nada para
detenerme"
¡Virgen santísima!
No pude controlarme y solté un pequeño gemido. A mi lado, el
imbécil de mi marido se rio y, sin quitar los ojos del camino, agarró
uno de mis p*chos y luego puso su mano en mi garganta para
golpear mi cabeza contra el respaldar del asiento. Grité de
frustración cuando sentí otro org*smo invadir mi cuerpo. Zion pisó
el acelerador y, mientras gritaba,
• metió sus dedos entre mis piernas y me pellizcó el cl*toris. Sin
decir una sola palabra, sacó su mano y volvió a ponerla en el
volante.
"Yo... este... yo..." empecé a balbucear. No sabía qué decir para
justificarme y, en vez de hablar, estaba tartamudeando.
"No te preocupes, nena, puedes chorrearte en el asiento", me
aseguró. "Lo limpiaré con mi lengua". Al oír esto, mis ojos se
abrieron de par en par. Por alguna extraña razón, sentía que este
hombre me conocía muy bien. Aun así, me sentía condenada a
estar a su lado y traté de recuperar la compostura.
"Perdón", dije, sonriendo. Por fin había logrado decir algo
coherente.
"¿Por qué me pides perdón? Ya te dije que limpiaré el asiento con
mi lengua", Zion afirmó.
"Perdón por tratar de huir", respondí.
Ante mis palabras, quitó sus ojos de la carretera y volteó a verme,
desabrochándose el cinturón. No obstante, al parecer lo pensó dos
veces porque se detuvo y apartó su mirada para volver a
concentrarse en la carretera.
"No, Maya, esa no es tu única ofensa", dijo. "No te dejaré ir hasta
que te disculpes por todas tus transgresiones".
Al escuchar esto, solté un grito de frustración e impotencia. "Por
Dios, Zion..." me quejé.
"Sí, soy el mismo Zion que aparece en la Biblia, nena", anunció.
Capítulo 13
Ese org*smo casi me mata. ¡M*Idito seas, Zion!
Mava
No estaba segura de lo que este hombre me estaba haciendo, pero
de lo que sí estaba segura era que estaba atrapada con él, y no
pensaba pasar el resto de mis días a su lado. Zion era un am*nte
agresivo y eso era letal. De eso no me cabía duda. No era una
persona que huyera a una confrontación, mientras que yo estaba
tan indefensa como un gatito cuando estaba cerca de él. Se
suponía que tenía que pedirle perdón por todos mis errores para
que él me dejara en
paz.
A pesar de que habíamos estado deambulando por varias zonas, él
todavía no terminaba de torturarme. Además, parecía saber con
exactitud cuáles eran mis puntos sensibles y dónde debía tocarme
para que perdiera todo mi autocontrol. Desde que me metió a su
auto, había tenido varios org*smos intensos, y lo peor era que,
hasta el momento, solo había podido pedirle perdón por dos
errores. Cada vez que me disculpaba, él hacía que me c*rriera
como castigo. Solo Dios sabía cómo había podido averiguar qué
era lo que me gustaba para hacerme v*ir con tanta facilidad. No
tenía duda de que, si tenía otro org*smo como los que había
tenido, me desmayaría, y ese sería un nuevo nivel de humillación
para mí, desmayarme de placer. Sin embargo, no me quedaba otra
opción que intentar averiguar
qué había hecho mal.
En primer lugar, lo confundí por un g*goló.
En segundo lugar, intenté huir de él.
Por más que lo pensaba, no tenía idea qué más había hecho para
ofenderlo. Solté un grito de frustración al darme cuenta de que no
se me ocurría nada y que tal vez había más cosas que había hecho
que no recordaba. ¿Qué pasaba si no eran solo tres errores los
que había cometido, sino cuatro, cinco, seis, siete...? Grité una vez
más, sintiéndome enojada y frustrada. Zion me había pedido que
abriera las piernas y le mostrara mis t*tas con mis p*zones en
punta, listos para él. ¿Mencioné que no podía moverme porque, si
lo hacía, tendría que hacer todo de nuevo? Estaba tan horrorizada
que ni siquiera me atrevía a mirarlo.
"Tic, tac, tic, tac, se te acaba el tiempo", Zion dijo. "Si no te apuras,
estarás en aprietos"
De pronto, metió sus dedos dentro de mi c*ño y me embistió tres
veces antes de pellizcarme el cl*toris y hacerme temblar de placer.
Nunca me había c*rrido de esta manera en mi vida y estaba
agotada. Después de haber estado en su auto por seis horas,
parecía que Zion no pretendía bajar la intensidad de sus
movimientos ni tener un atisbo de piedad por mí, y pese a que
estaba llorando, él no parecía conmoverse por mis lágrimas. Por el
contrario, parecía que mi llanto había sacado a la luz otros
aspectos de él.
"Te ves tan s*nsual cuando lloras", dijo.
No entendía por qué me había casado con ese imbécil. ¿Cómo
podía decir que las lágrimas le parecían s*nsuales?
"Me dan ganas de hacerte cosas que avergonzaría a los dioses",
agregó.
Luego se acercó más a mí, hasta que sus labios acariciaron el
lóbulo de mi oreja. Sentí su aliento en mi cuello y escuché que
gruñía antes de volver a concentrarse en la carretera, como si no
hubiera dicho nada. De hecho, Ivy era la que quería casarse con
este idiota. Tal vez debería entregárselo a ella en vez de seguir con
él. Este era un castigo muy cruel e inusual. Volví a empezar, entre
lágrimas.
"En primer lugar", dije, pero no pude terminar de hablar. Era
demasiado para mí y rompí en llanto.
"En segundo lugar, intenté huir", confesé, temblando en
anticipación de lo que él iba a hacerme. Cerré mis piernas
inconscientemente y cuando Zion me vio, las separó y metió sus
dedos en mi c*ño, que pedía piedad. Me p*netró y pellizcó mi
cl*toris como se le antojó, y me desmayé antes de sentir mi
próximo org*smo.
Zion notó que Maya se había desmayado de placer, así que decidió
conducir más despacio, para no despertarla.
Después de horas, por fin iba a regresar a su casa. Aunque se
suponía que Maya se quedaría en la casa esa noche, cuando su
esposo fue a buscarla, ella lo confundió con un g* goló, al que le
había pagado por Internet. Pronto, Zion pasó a través de las
enormes puertas que rodeaban su casa y fue hacia la magnífica
fuente que estaba afuera, en el patio. Cargó a su esposa y la llevó
adentro. Cuando entró, uno de sus empleados le abrió la puerta y
lo acompañó hacia el segundo piso, donde estaba su habitación.
Zion puso a su esposa en su enorme cama y se sentó a su lado
para mirarla. A pesar de que era un caballero, él todavía no había
terminado con ella. Zion era un hombre de gran moral y reglas que
no podía romper. De eso solo sabía Lucas, su asistente personal.
Por otro lado, sus nuevos empleados no lo conocían muy bien.
Mientras contemplaba a su esposa, Zion se acercó a ella y le besó
la frente.
"Por fin te encontré, Maya", se dijo a sí mismo, sonriendo de oreja
a oreja.
Esto era exactamente lo que había estado buscando: lograr que su
esposa se desmayara de placer. Zion se paró de la cama y se fue a
su armario, donde se cambió la ropa y escogió unos pantalones de
chándal. Luego fue al primer piso y llamó a una de las cocineras
para pedirle que preparara sopa para Maya. Acto seguido, fue a su
oficina y cuando prendió su computadora portátil, vio que tenía una
gran cantidad de correos electrónicos en su bandeja de entrada.
Leyó los remitentes hasta toparse con un correo de Robert Jones.
¿Dónde diablos había encontrado su correo electrónico?
Dejó a un lado ese pensamiento y abrió el correo para leerlo.
"Estimado señor Archer:
Mi familia y yo hemos estado esperando su llegada a J-City con
mucho entusiasmo, ya que hemos preparado a nuestra hija, Ivy, de
acuerdo a sus especificaciones. Aunque no sabíamos que ya había
conocido a nuestra otra hija, Maya, nos complació recibir esa
noticia. Si alguna de mis hijas es de su interés, sería maravilloso
que nos concediera una reunión.
Por favor, tenga en cuenta que preparamos a Ivy Jones
exclusivamente para usted, y que Maya no cumplirá sus
demandas. Aun así, si todavía está interesado en Maya, denos un
tiempo para prepararla según sus especificaciones.
• Un cordial saludo, Robert Jones".
"¡Qué ridiculez!" Zion pensó, apenas terminó de leer el correo.
Capítulo 14
Número de teléfono desconocido
Zion
Alrededor de las nueve de la noche, terminé de leer la basura de
correo electrónico que me había mandado Robert Jones. Al
regresar a mi habitación, me di con la sorpresa de que mi esposa
estaba envuelta en una toalla blanca. Al entrar, ella se fue
corriendo hasta una esquina y se sentó en el suelo, abrazando sus
rodillas. Tenía los ojos cerrados y las manos apretadas en puños.
Me acerqué a ella y la levanté para ponerla encima de la cama.
"¿Maya?" Dije.
Sin embargo, ella estaba mirando hacia otro lado, evitando el
contacto visual. De pronto y sin previo aviso, saltó de la cama y se
arrodilló ante mí.
"Zion, perdón", suplicó. "No sabía que me había casado contigo.
No tenía idea de nada, ni siquiera sabía que me había casado",
apenas terminó de decir esto, rompió en llanto y se atragantó con
sus propias palabras. "Te lo juro. Pensé que me iba a casar con
uno de los socios comerciales de mi padre, un viejo. Como tu edad
no figura en nuestro certificado de matrimonio, no tenía idea de que
me había casado contigo. No quería perder la virginidad con un
viejo.
Por favor, perdóname y no me vuelvas a hacer esas cosas que
hiciste en el auto". Vi que tenía las manos entrelazadas en su
regazo.
"Maya, levántate", le ordené.
"Por favor, Zion", ella me suplicó.
"Te prometo que no te haré nada", le asegure.
Al escuchar esto, Maya abrió los ojos y levantó la mirada para
verme. Sin decir una sola palabra, se paró y me abrazó.
Luego se puso de puntillas y me besó, sin darse cuenta de que
solo estaba usando una toalla. Me recosté en la cama.
Maya estaba encima de mí y agarré su cintura con ambas manos.
Ella pensó que solo me daría un pequeño beso, pero como se
trataba de mí, metí la lengua en su boca antes de alejarme de ella
y poner un mechón de cabello detrás de su oreja.
"Maya, ¿no te acuerdas de mí?" Pregunté. Maya negó con la
cabeza. "¿No te acuerdas ni un poquito de mí?"
"Solo sospecho de que puedes ser mi Zee", dijo.
• Me reí a carcajadas al oír esto. "¿Quieres confirmar si soy tu
Zee?" Pregunté. Maya asintió con la cabeza. "¿Y cómo
pretendes confirmar eso?"
"Después del funeral de nuestra madre, Zion y yo decidimos hacer
algo juntos", ella respondió. "Era un secreto entre él y yo. ¿Puedes
decirme qué fue lo que decidimos hacer? De esa manera sabré si
eres mi Zion o no"
"¿Por qué te refieres a él como tu Zion, Maya?" Pregunté, intrigado.
"¿Qué pasa si yo no soy tu Zion? ¿Te
decepcionarás?'
"No podré responder esa pregunta hasta que haya confirmado mis
sospechas", Maya afirmó. Luego miró mi brazo izquierdo y trazó la
forma de mi tatuaje con sus dedos. Empezó a llorar repentinamente
y puso sus brazos alrededor de mi cuello, apretándome con fuerza.
"¿No puedes confirmarlo ahora mismo?" Insistí. "Y de paso
también me explicas por qué lo llamas tu Zion".
"Porque en ese entonces yo tenía 16 años y él era mayor que yo",
respondió la segunda pregunta e ignoró la primera.
"Me daba mucha vergüenza decirle a un adulto que me gustaba,
así que cuando me sugirió hacernos un tatuaje juntos, acepté.
Sabía que él sentía lo mismo que yo. No obstante, no podía
decirme que me amaba porque yo era menor de edad".
"Tienes razón, conejita", dije con una sonrisa. "Soy tu Zion y me
decepcioné cuando no me reconociste. Aun así, decidí casarme
contigo, pese a que tenía algunas sospechas sobre ti, y el día que
me confundiste con un g* goló, noté el tatuaje. En ese entonces
estabas muy avergonzada para mostrármelo, por eso cuando lo vi
ese día, me di cuenta de que eras mi Aya, mi pequeña conejita"
Apenas pasé mi mano por su cabello, Maya se paró de un salto y
tiró la toalla a un lado antes de caminar hacia el espejo. Estaba
completamente desnuda. Tuve que respirar hondo y tragar saliva
para calmarme.
¿No se había sentido avergonzada hasta hace un momento? ¿Esta
era la misma chica que se había puesto de rodillas frente a mí,
suplicándome que no volviera a hacerla c*rrerse?
Empecé a sentir que me faltaba el aire y estaba jadeando. ¿Mi
pequeña conejita me estaba desafiando? No pude evitar reírme al
pensar en eso. De todos modos, era mejor si ella era tímida con los
demás, siempre y cuando no fuera tímida cuando estaba conmigo.
Ahora que estábamos casados, podríamos hacer muchas cosas
juntos. Me senté y la contemplé en todo su esplendor. Ella me
pertenecía y era maravillosa, viera por donde la viera. Me quedé
mirándola
mientras realizaba su ritual nocturno de belleza y se masajeaba la
cara con productos para la piel.
"Deja de mirarme, Zion", me recriminó. "Es de mala educación"
¿Qué quería que hiciera ahora que había empezado a deambular
desnuda por el cuarto?
Eso es lo que quise decirle, pero, por supuesto, no podía hacerlo.
"Mi ropa está en el maletero de mi auto", dijo. "Por eso tendré que
usar tus productos para el baño y tus calzoncillos largos esta
noche. ¿Dónde está mi auto, Zion?"
"En el garaje", respondí. "Le ordenaré a alguien que te traiga la
ropa mañana, aunque dudo que vayas a usar alguna de las cosas
que empacaste. De hecho, ya te compré ropa. El último vestidor es
el tuyo y ese auto que manejas es
inapropiado para la familia Archer".
La vi entrar en el armario y salir de allí en camisón. Dios mío, era
demasiado hermosa y sensual. Me acerqué a ella
• mientras estaba de pie, frente al enorme espejo y, después de
darle un beso en la frente, la abracé con fuerza.
"Estoy demasiado contento de haberte encontrado, conejita", dije,
inhalando profundamente su aroma. Luego me incliné hacia
adelante y rocé mis labios con los de ella suavemente antes de
volver a abrazarla.
"Conejita, tu padre está al tanto de nuestra relación", agregué. "Me
envió un correo electrónico muy ridículo en el que anunciaba que
quería que me casara con tu hermana, Ivy. Sin embargo, quiero
que sepas que no pienso casarme con ella. No es por nada, sino
que ella no es mi tipo de mujer. Desde el día que te vi supe que me
iba a casar contigo, aunque hayas sido una niña cuando nos
conocimos. Aun así, quiero que me acompañes a la casa de tu
padre. No te preocupes, ya sé todo lo que pasó entre ustedes. Me
gustaría que me acompañes mañana". Maya me escuchaba con
atención, con las cejas fruncidas.
"Ya sé todo lo que hay que saber sobre tu familia", le aseguré. "Ten
fe en mí". Maya asintió con la cabeza y choqué mis labios contra
los suyos.
Mientras se intensificaba el beso, agarré más fuerte su cintura. Por
fortuna, Maya fue muy receptiva. Puso sus brazos alrededor de mi
cuello y las pasó por mi espesa cabellera. Todo lo que me tenía
preocupado se desvaneció con el beso de Maya. Por un momento,
ya no tuve que preocuparme por perderla o por perder a algunos
de mis socios comerciales.
Maya era como una dr*ga y dependía de ella para estar feliz y
tranquilo. La arrastré hacia la cama y mis manos se clavaron en
sus piernas, que estaban alrededor de mi cintura. Ella me besó con
pasión mientras sentía que su cuerpo estaba rígido por todos los
org*smos que había tenido más temprano. No obstante, estaba
seguro de que estaba ardiendo de pasión por sentirme dentro de
ella una vez más. Metí mis manos debajo de su camisón y, de
pronto, nos
interrumpió el sonido de mi teléfono.

Capítulo 15
*******
"M*Idita sea", Zion se quejó contra los labios de Maya, estirando su
mano para apretar uno de sus s*nos a través de su camisón. Luego
besó su frente y la soltó. Bajó la cabeza para besar sus labios y tiró
de su labio inferior, mordiéndolo
suavemente y presionando su cuerpo fornido contra ella.
A pesar de que todavía se estaban besando, agarró su teléfono
para contestar la llamada. Era imposible apartar sus labios de los
de Maya, sin embargo, cuando vio el número en el identificador de
llamadas, lo reconoció de inmediato.
"¡M*ierda!" Exclamó. "Tengo que contestar esta llamada, nena"
Dejó a Maya a un lado sin decir nada más y antes de salir de su
habitación para contestar el teléfono, volteó a ver a su amada
esposa y le sonrió. Notó que ella todavía estaba jadeando un poco
después del apasionado beso y tuvo que reunir todas sus fuerzas
para salir.
"¿Qué quieres?" Zion preguntó apenas contestó.
"Cariño, solo quería que supieras que pronto estaré en J-City", la
voz al otro lado de la línea dijo.
"¿Tienes un trabajo en J-City?" Zion preguntó con frialdad.
"No, estoy yendo a verte", la voz respondió. "Te extraño mucho,
Zion".
"No recuerdo haberte pedido que vinieras, así que si vienes sin
invitación lo más probable es que no puedas verme", Zion anunció.
"Si vienes, ven bajo tu propia responsabilidad, pero no me
molestes. Estoy demasiado ocupado como para lidiar con estas
tonterías"
Dicho esto, colgó sin esperar que la otra persona responda.
Dicha persona era Kelly Martins.
Una muier que ahora atravesaba las puertas de Archer Group
International, caminando con gracia y elegancia. Estaba usando
ropa y zapatos de diseñadores, y apenas llegó a la recepción, le
pidió a la señorita detrás del mostrador que la llevara hasta la
oficina del presidente Archer. Cuando la recepcionista la vio, se
quedó atónita. El presidente Archer había dejado las reglas bien
claras y ella no podía desobedecerlo. Nadie podía entrar a su
oficina si no tenía una cita previa. Si ella alguna vez cometía el
error de permitir que alguien se saltara las reglas, tendría que
renunciar a su puesto. La recepcionista respiró hondo y tragó saliva
mientras miraba a la modelo que tenía al frente. Se dio cuenta de
• que, aunque era una modelo, la mujer tenía un aire de arrogancia.
"Disculpe, señorita, no puedo dejarla entrar a la oficina del
presidente a menos que tenga una cita previa", anunció.
"¿Zion está en su oficina o no?" Kelly Martins preguntó, fulminando
a la recepcionista con la mirada.
A su vez, la recepcionista tuvo que tragar saliva de nuevo al ver
cómo la estaban mirando. "Sí, pero no puede entrar", respondió.
"Por casualidad, ¿sabes quién soy?" Kelly preguntó, indignada.
"Por si no lo sabías, soy la prometida del presidente, la futura
señora Archer. Quiero que llames a su asistente, Lucas, y que le
informes que Kelly Martins está aquí. No puedo creer lo insolente
que eres. Una vez que me convierta en la señora Archer, me
encargaré de que te despidan".
Al final, a la recepcionista no le quedó otra opción que llamar al
asistente del presidente para informarle que había una
mujer que exigía entrar a su oficina. Incluso había amenazado con
despedirla. Por desgracia, la recepcionista no logró comunicarse
con Lucas, incluso después de llamarlo varias veces. Tras pensarlo
un largo rato, decidió llamar a la oficina del presidente e informarle
lo que había pasado. Tenía miedo de perder su empleo.
"Hola", el señor Archer respondió.
"Buenos días, señor", la recepcionista dijo. "Por favor, perdóneme
por llamarlo. Intenté contactarme con su asistente varias veces,
pero él no respondió. Hay una señorita en la recepción que dice
llamarse Kelly Martin e insiste en que la deja pasar a su oficina.
Pese a que le expliqué claramente que no podía dejarla entrar sin
una cita previa, ella siguió insistiendo y dijo que era su..." la
recepcionista se detuvo, tenía miedo de seguir hablando. Tuvo que
respirar hondo un par de veces para calmarse y terminar de hablar.
"Ella dijo que era su prometida, señor Archer, y que no necesitaba
tener cita previa para verlo. ¿Quiere que la deje pasar, señor?"
Al escuchar esto, el texto que Zion tenía frente a él se empezó a
volver borroso y tuvo que cerrar los ojos e inhalar profundamente.
Estaba furioso. Creyó haber sido bien claro con Kelly al decirle que
no tenía intenciones de verla. Aun así, al parecer a ella no le
importaron sus advertencias y decidió venir de todas maneras.
"Primero que nada, dile que el presidente Archer no tiene novia y
nunca la ha tenido", Zion le dijo a la recepcionista después de un
largo rato. "De hecho, el presidente ya está casado y no tiene
intenciones de tener una prometida, ya que eso lo convertiría en un
adúltero, cosa que jamás será. Segundo, infórmale que no voy a
recibirla en mi oficina y que debería sacar cita para verme. Con
suerte, logra agendar una para el próximo año. Por el momento,
solo estoy disponible para mi esposa. Por favor, asegúrate de
dejarle bien claro todo esto"
Acto seguido, Zion colgó el teléfono. La recepcionista no podía
creer lo que acababa de escuchar. Mientras seguía sosteniendo el
teléfono, apartó la mirada de él y miró a la mujer que tenía al frente,
que estaba masticando chicle. Sin soltar el teléfono, adoptó una
actitud profesional antes de informarle lo que le acababan de decir.
"Por favor, señorita Martins, acepte mis disculpas", dijo con voz
robótica, como la de una aeromoza. "El presidente Archer no podrá
recibirla en su oficina". Se detuvo para respirar hondo y pensar
cómo decirle lo que le había dicho Zion. Se aclaró la garganta y
continuó. "Además, el presidente Archer me pidió que le informara
que nunca ha tenido una prometida y que ahora que está casado
no tiene intenciones de tener una porque eso lo convertiría en un
adúltero.
También sugirió que sacara una cita. Con suerte, conseguirá una
para el próximo año, ya que, por el momento, solo estará
disponible para su esposa. Discúlpeme, señorita Martins, pero
tendré que pedirle que abandone el edificio. Son
órdenes del presidente"
Kelly escuchó todo esto con incredulidad. Había venido desde M-
City para ver a Zion, ¿y ahora él se negaba a verla?
• Habían pasado dos años desde que el abuelo de Zion les pidió
que se casaran, y Zion nunca le había dado oportunidad de hablar
con él, excepto por las llamadas telefónicas. Zion ni siquiera le
había dado su número de teléfono, ella se lo había tenido que pedir
a su abuelo. En M-City, él era considerado un dios del s*xo,
aunque nunca había tenido relaciones s*xuales con ella.
Kelly se quedó atormentada el resto del día. Le preocupaba el
hecho de que su futuro esposo estuviera teniendo relaciones con
todas menos con ella. Después de darse cuenta de lo importante
que era para ella ver a Zion, decidió idear un plan. Kelly Martins
siempre había sido una diva con talento para la actuación. Gritó y
se cayó, golpeando su
cabeza contra el suelo. De repente, la mujer elegante que había
entrado a la recepción hace unos minutos se había convertido en
una que parecía una perra en celo. Todas las personas que
estaban en el área se quedaron desconcertadas ante el abrupto
cambio en su comportamiento.
"¡Será mejor que llames al presidente Archer!" Gritó, histérica. A
pesar de sus demandas y sus gritos, en vez de que
Zion bajara, un guardia de seguridad la cargó y la sacó del edificio
como si fuera una bolsa de patatas.
Kelly Martins nunca se había sentido tan humillada en toda su vida.
Este tenía que ser su peor momento. Como era famosa, algunas
personas le tomaron fotos mientras estaba haciendo berrinche en
la recepción e incluso hubo un par de personas que la filmaron. ¿Y
quién podía culparlos? No todos los días veían a una modelo
famosa rodar por el suelo, gritando para ver al presidente Archer.
Kelly estaba segura de que iba a aparecer en los titulares de los
diarios de espectáculos al día siguiente.
Por otro lado, Lucas estaba ocupado intentando encontrar un
vestido apropiado para la cena de la señora Archer en casa de los
Jones. Era consciente de que tenía que elegir el mejor vestido para
la esposa de su jefe. En medio de su búsqueda, recibió una
llamada de alguien que no esperaba.
"Hola", Lucas contestó.
"Ven a recogerme y llévame con tu jefe", Kelly Martins le ordenó
con desdén. "; Tienes que llegar en 10 minutos o perderás tu
trabajo!"
Lucas no pudo creer lo que estaba escuchando. Aleió el teléfono
de su oído y miró el identificador de llamadas antes de colgar.
Después de todo, él no era el novio de Kelly, ni siquiera era su
amigo. Ella no tenía derecho a ordenarle nada.
Sus jefes eran el presidente Archer y su esposa.
¿Quién diablos se creía que era?
Se subió a su auto y condujo hasta la nueva residencia de los
Archer, en J-City, donde le entregó a Maya el vestido que había
escogido. Luego volvió a la oficina. Al llegar al estacionamiento,
notó que Kelly lo estaba esperando afuera.
Lucas era tan arrogante como su jefe, y como sabía que a él nunca
le había gustado una mujer, fingió no verla. Por su parte, Kelly
estaba emocionada ahora que finalmente podría ver a Zion, gracias
a Lucas. No tenía idea de que Lucas estaba al tanto de su antigua
relación con el presidente. Cuando vio que Lucas entraba en el
edificio fingiendo no notar su presencia, se quedó desconcertada.
Capítulo 16
Zion
Escuché que alguien golpeaba la puerta de mi oficina y estaba
seguro de que era Lucas, mi asistente, ya que él era el único que
tenía acceso al ascensor privado de mi oficina que yo mismo había
construido. Lucas entró y, antes de que
pudiera tomar asiento, le hice la pregunta.
"¿Conseguiste el vestido para mi esposa?'
"Sí, señor, ya le entregué el vestido a la señora Archer", Lucas
respondió.
"Bien", dije, dando por concluido el asunto.
Sin embargo, parecía que Lucas tenía algo que informarme.
"Señor, no quiero molestarlo, pero me llamó la señorita Kelly
Martins y me ordenó que la recogiera, aunque sé muy bien que no
es mi responsabilidad recibir órdenes de ella", anunció. "Pese a
que la acabo de ver afuera del edificio, la ignoré. Le pido disculpas
por lo que le voy a preguntar, pero
¿no cree que ella causará problemas en su relación con la señora
Archer? Escuché que causó una escena en la recepción y tuvieron
que sacarla del edificio".
Me quedé callado al escuchar esto y respiré hondo para calmarme.
Lucas tenía razón, pero sabía cómo era mi esposa.
Ella era una mujer fuerte que no se iba a dejar intimidar. Aunque
era probable que se haya sentido impotente al tener que lidiar con
su padre, sabía que era una persona muy reservada y que no le
gustaba sacar a la luz sus problemas privados. Incluso ahora que
estaba casada, ni siquiera le había dicho a su familia quién era su
esposo. Estaba seguro de que no les iba a decir que se había
convertido en la esposa de Zion Archer. Asimismo, cuando se
enteró de que tendría que casarse con un viejo, decidió perder su
virginidad e ir contra los deseos de su familia. Además, ¿quién era
Kelly Martins comparada con mi maravillosa esposa? Las
posibilidades de que Kelly la derrotara eran nulas. Kelly no era
nada más que una niña mimada que, cuando estaba frente a las
personas, fingía ser elegante y sofisticada. No obstante, yo sabía
cómo era en realidad. Por otro lado, Maya parecía ser inocente,
aun así, su boca estaba llena de veneno. Frente a mí, vi que mi
asistente tenía una expresión de preocupación en el rostro y decidí
calmar su ansiedad.
"La señora Archer es una persona que no conozco bien todavía,
sin embargo, una cosa que sí sé de ella es que no es una presa
fácil", le aseguré. "Supongo que si Kelly se entera quién es mi
esposa, empezará a acosarla, pero como puedes ver, Lucas, el
amor triunfa por sobre todas las cosas. A pesar de que mi esposa y
yo todavía no sabemos todo el uno del otro, la señora Archer tiene
plena fe en mí".

Vi cómo la expresión preocupada de Lucas se desvanecía frente a
mí, y confirmé que él era un excelente asistente que estaba
preocupado por el bienestar de su jefe. Esa era la razón por la que
estaba agradecido con él. Después de nuestra pequeña
conversación, salimos de la oficina y Lucas me llevó a casa para
recoger a mi hermosa esposa y llevarla a la casa de los Jones. No
la vi cuando entré, así que aproveché para darme una ducha y
ponerme algo más modesto. Tenía curiosidad por saber dónde
estaba Maya. Si bien solo era nuestro primer día de casados, me
moría por verla.
¡Dios! Para ser honesto, Maya era como una droga para mí.
Mientras esperaba a que mi esposa bajara para irnos, Lucas se
comunicó conmigo para informarme que Robert Jones lo había
llamado para preguntarle si planeábamos ir a su casa. Sin duda, el
hombre estaba entusiasmado de poder presentarme a su
asquerosa hija. Le pedí a Lucas que le informara que llegaríamos
dentro de una hora y seguí esperando a que mi esposa bajara.
Tras esperarla unos minutos
más, empecé a sentirme inquieto y me pregunté si estaba en la
casa. No la había visto desde que había regresado de la
oficina. Decidí mandarle un mensaje y me detuve cuando la
escuché bajar las escaleras. Me quedé boquiabierto al ver el
vestido que tenía puesto. Era demasiado seductor.
¡M*Idición! Mava era demasiado hermosa. Era letal. El vestido
enfatizaba sus largas piernas y le di gracias al cielo por haberme
casado con una muier tan atractiva.
Aun así, ¿cómo se suponía que me mantuviera tranquilo durante
toda la cena cuando ella se veía de esa manera? ¿Por qué su
escote era tan grande?
Inconscientemente, mi p*Ila palpitó entre mis piernas. Ni siquiera
habíamos salido de la casa y ya corria peligro. Maya era una
tentación. Me quedé helado cuando ella se acercó a mí y al inhalar,
sentí su aroma dulce, atractivo y s*nsual.
Me estaba volviendo loco y sabía muy bien que tendría que hacer
mi mayor esfuerzo para concentrarme en la cena de esta noche y
no en el escote de mi esposa. Demonios, me había casado con
una mujer demasiado sensual. Sus ojos
verde esmeralda brillaron al encontrarse con los míos.
"Si no cierras la boca, una mosca va a entrar" Maya dijo en tono de
broma
¿Cómo se atrevía a bromear en este momento?
Con mucha dificultad, cerré la boca y traté de mantenerla cerrada,
pero fracasé cuando mis ojos se posaron en sus piernas. "¿Estás
seguro de que todo está bien ahí abajo, señor Archer?" Maya
preguntó mirando mi entrepierna.
¿Cómo se atrevía a burlarse de mi p*la?
Sin poder decir una sola palabra, caminé hasta el auto para abrirle
la puerta a mi esposa y recé en secreto para que ella no notara mi
m*embro er*cto. Después de cerrarle la puerta a Maya, caminé
hacia el otro lado del auto y entré. Ahora que estaba al lado de mi
esposa, sentí sus dedos rozando mis grandes muslos y tuve que
cerrar los ojos y respirar hondo para no perder la cordura. Su mano
le estaba mandando señales contradictorias a mi p*lla palpitante.
Cuando
abrí los ojos y volteé a mirarla, ella sonrió.
¿Estaba haciendo esto a propósito?
Al borde del pánico, miré a Lucas, mi asistente, y noté que se
estaba riendo de mí porque yo mismo me había buscado esto.
Estaba seguro de que él sabía que estaba duro por mi esposa,
pero no se atrevió a decir nada al respecto. De pronto, los dedos
de Maya se movieron hasta llegar a mi p*la latente al mismo tiempo
que Lucas encendía el auto. Aun así, Maya no se detuvo, rozó mi
p*Ila con la palma de su mano sin siquiera molestarse en mirarme
a los ojos. A pesar
• de que su rostro estaba apartado del mío, su mano nunca dejó mi
muslo.
¿Cómo se atrevía a hacerme esto? Lo juro por Dios, si hubiéramos
estado solos, hubiera detenido el auto y la hubiera f*Ilado tan fuerte
que se hubiera desmayado. Sentí sus pequeños dedos rozar mi
muslo con movimientos circulares y me aferré al asiento para no
explotar. Necesitaba c*rrerme. Sin poder controlarme, me puse
encima de ella.
"¿Pasa algo malo, señor Archer?" Maya preguntó fingiendo ser
inocente.
Al principio, pensé que sus caricias habían sido inofensivas, pero
ahora me daba cuenta de que eran cualquier cosa menos eso. Ella
lo estaba haciendo a propósito.
"Mi astuta esposa, no te imaginas lo que te haré más tarde", pensé
para mí mismo mientras ella me miraba a los ojos.
Su mano se movió y volvió a acariciar mi m*embro er*cto. De
inmediato, sentí que estaba al borde del cl*max. Mis ojos brillaban
con anhelo y pensamientos pecaminosos.
"Tal vez el señor Archer se desmayará al llegar al org*smo", Maya
dijo agarrando mi p*Ila con tanta fuerza que no pude evitar soltar
un gemido. No podía soportarlo más. Estaba a punto de c*rrerme.
"Señora Archer, pórtese bien", grité, horrorizado.
En el asiento del conductor, escuché que mi estúpido asistente se
reía de mí. Él no sabía lo que estaba pasando, pero estaba seguro
de que podía escuchar mis gruñidos y mis gemidos.
¡M*erda!
Esta muier me iba a matar. De repente, el auto se detuvo
abruptamente.
"Como va llegamos a nuestro destino, te dejaré ir", Maya afirmó,
soltando mi p*Ila. Le di gracias al cielo y me senté erguido, tratando
de recuperar la compostura. Lucas anunció que habíamos llegado
y se bajó para ayudarme a abrir la puerta después de unos
minutos. Por fortuna, había esperado un rato antes de haberse a
abrir la puerta, y aproveché para pellizcar mis muslos y volver a mis
cabales. Bajé y fui a abrirle la puerta a mi esposa, que me
esperaba pacientemente. Le extendí mi mano para ayudarla a bajar
y apenas salió del auto, se acercó a mí para susurrarme algo
al oído.
"Señor, si te atreves a coquetear con mi hermana, tendrás que
enfrentarte a mi ira más tarde", me advirtió con una sonrisa.
¡Demonios!
Maya era demasiado sensual y tenía la habilidad de saber
exactamente lo que quería. Sonreí para mis adentros, mi vida
privada iba a ser muy divertida ahora que veía la verdadera
personalidad de mi esposa. La amaba demasiado.
"Lucas, puedes tomarte el resto de la noche libre", Maya dijo,
volteando a verlo. "El señor Archer y yo regresaremos solos a
casa". Dicho esto, se volteó a mirarme y me guiñó un ojo.
¿Qué estaba tramando?
"Gracias, señora Archer", Luchas respondió contento antes de irse.
Lo vi alejarse y lo insulté en mi mente.
¡Judas! ;Traidor!

Capítulo 17
¿Mi prometido? Oh, ¿el hombre con el que tuviste un trío?
Zion
"Inútil", insulté a Lucas en mi cerebro. "¡Eres un ineficaz!" ¿Acaso
no se daba cuenta de que su jefe estaba en problemas? ¿Qué
clase de asistente era? Apenas escuchó que Maya le estaba dando
la noche libre, se fue sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo
con mi esposa. Yo era el que estaba a cargo, no ella.
"¿Tienes algún problema con que le dé la noche libre a tu
asistente?" Maya preguntó, como si me hubiera leído la mente.
"No, cariño", respondí, aclarándome la garganta". Para nada"
¿Qué diablos estaba pasando hoy? ¿Quién le había dado permiso
a mi esposa para que tomara decisiones por mí?
Todo era culpa de ese vestido que llevaba puesto, que no me
dejaba pensar con claridad. Si ella seguía vistiéndose de esa
manera, sería la que llevaría los pantalones en nuestro matrimonio
y no yo. Sin embargo, habíamos venido a cenar, así que
caminamos de la mano para entrar en la casa mientras Robert
Jones y su familia nos miraban desde el balcón.
Apreté la mano de mi esposa cuando cruzamos la puerta de
entrada. De inmediato, se nos acercaron unos mayordomos que
nos acompañaron hasta la mesa, donde yo mismo saqué una silla
para que mi esposa se sentara. A un lado de la mesa, vi a la otra
hija de Robert parada, probablemente esperando que saque una
silla para ella.
"Lo siento, nena", pensé para mis adentros. "No eres nada para mí.
Pídele a tu padre que te ayude a sentarte"
"¿No vas a sentarte, Ivy?" Robert le preguntó a su hija y, sin
molestarse en responder, ella sacó una silla y se sentó.
"Por favor, discúlpeme, señor Archer, y bienvenido a mi casa",
Robert anunció. "Es un honor recibirlos en mi humilde morada. Esta
es mi esposa, Mariam, y esta es mi maravillosa hija, Ivy. Y, por
supuesto, ya conoce a mi otra hija, Maya".
"Muchas gracias por invitarme a cenar con su familia", respondí sin
gracia.
Ahora que estaba sentado con esta gente, noté que eran unos
oportunistas. No obstante, estaba listo para enfrentarlos. De pronto,
sentí que alguien me miraba y cuando volteé a ver a Maya, noté
que no era ella, sino Ivy.
Cuando volteé a mirarla, vi que me estaba sonriendo.
¡Era un verdadero fastidio!
Por desgracia, no le pude devolver la sonrisa, ya que no solía
sonreírle a las mujeres que nos eran mi esposa. La miré con
desdén para dejarle claro que no tenía intenciones de hacer nada
con ella.
• "Ivy, ¿hay algo mal con la cara del señor Archer? Parece que no
puedes dejar de mirarlo", Maya dijo. Vi cómo la cara de
Ivy se sonrojaba y cómo miraba a Maya con desprecio. Pese a que
traté de mantenerme al margen de sus problemas, no pude
evitarlo. Todos se habían quedado asombrados al escuchar a
Maya. Noté que estas personas eran conscientes de que tenía un
anillo de bodas en el dedo, pero estaban demasiado ocupados
tramando cómo hacer para que su asquerosa hija me conquistara.
Además, Maya me había dejado bien claro que si coqueteaba con
Ivy, habría consecuencias. No quería hacerla enojar.
"¿Qué estás haciendo con el señor Archer?" Ivy preguntó con
frialdad. "Eres una desvergonzada. Se supone que estás casada v
estás aquí con otro hombre".
"¿Y crees que eso te da derecho a f*Ilarte al señor Archer con los
ojos?" Maya dijo, disgustada. "¿Sabes quién es mi esposo, Ivy?"
Preguntó con una sonrisa maliciosa. "En fin, sabes que el señor
Archer está casado y aun así estás
babeando por él. ¿Conoces a su esposa?!
"'Mi esposa es una mujer con una lengua afilada", respondí en mi
mente. Estaba seguro de que Maya nunca dejaría que la intimiden.
Gracias a Dios, mi esposa no era una cobarde.
"¿Le contaste al señor Archer que tenías un prometido y que lo
dejaste?" Ivy preguntó. Parecía que no se iba a dar por vencida.
Sabía que su propósito era avergonzar a mi esposa en frente de
todos. Querían manchar su reputación para que yo la deje.
" ¿Te refieres al prometido con el que te encontré teniendo un
trío?" Mi esposa preguntó. Todos los presentes soltaron un grito
ahogado. Estaba seguro de que nadie se esperaba que Maya
dijera eso
"•Ya fue suficiente!" Robert Jones gritó.
Mi esposa estaba tan enojada que me estaba exc*tando. Si las
cosas seguían así, pronto se desataría un infierno.
" ¿Qué?" Maya dijo con desdén. "¿No quieres que mencione eso
porque el señor Archer está aquí y no debería saber lo que tu
encantadora hija hizo? ¿No querías arruinar mi reputación delante
de él? Solo estoy diciendo lo que pasó". Soltó una risa fingida que
me hizo estremecer. "¿No querías que el señor Archer sepa lo
descontrolada y desvergonzada que es tu hija? Por desgracia, ella
se lo buscó, ya que apenas me senté, ella empezó a insultarme"
¡Demonios! ¡Qué tal mujer! Estaba seguro de que a mi padre le
gustaría Maya. Ella era como mi madre y como mi abuela. Ninguna
de ellas aceptaba que la insulten sin un castigo.
"Maya, somos una familia", Mariam intervino para calmar las
aguas. "No deberías hablar así de tu hermana".
Al escuchar esto, mi esposa empezó a reírse. "¿Somos una
familia?" Preguntó en tono sarcástico. "¿Estás segura de que
quieres usar esa excusa, Mariam? ¿Por qué estás fingiendo?
Quítate la careta de una vez y actúa como la arpía que eres
siempre. Sabes muy bien que nadie en esta mesa tiene derecho a
juzgarme y aun así pretendes quedarte sentada
fingiendo ser piadosa en frente de tu invitado. Déjate de tonterías"
"La comida se está enfriando", Robert anunció, intentando cambiar
el tema.
Puse mi mano sobre la de Maya para calmarla. Estaba temblando,
probablemente de rabia. Acaricié su mano y, de inmediato, la sentí
relajarse. Volteé a mirarla y nuestros ojos se encontraron. De
pronto, era como si fuéramos los únicos en la mesa. Mi mente se
quedó en blanco y todo lo que podía pensar era que tenía mucha
ganas de f*llarla encima de la mesa. Para ser honesto, nadie podía
culparme, todo era culpa de mi esposa, por no dejar que me
c*rriera cuando estábamos en el auto. Mi p*la todavía necesitaba
v*nirse. De repente, alguien se aclaró la garganta y volvimos a la
realidad.
¿Por qué no nos habíamos quedado en casa? Si no hubiéramos
venido, hubiera podido f*Ilarla en la mesa del comedor.
Vi a mi alrededor y me di cuenta de que todos nos estaban
mirando, pero, ¿a quién diablos le importaba? ¿Por qué
Maya no les decía de una buena vez que ella era mi esposa? ¿Qué
estaba tramando? Sabía muy bien que no se los diría, pero creía
que lo mejor sería que lo hiciera. Sin embargo, esa no era mi
decisión, así que decidí dejar la idea a un lado y cortar la carne
para entregarle el plato a mi esposa.
"Señor Archer, ¿cuál es su relación con mi hija?' Robert Jones me
preguntó.
"Ella es mi esposa" respondí para mis adentros.
Pero sabía que no debía decir eso. Esta familia tenía que pagar por
lo que le habían hecho a mi esposa. Sobre todo este señor. Me
aclaré la garganta antes de responder.
"Es alguien muy importante para mí", respondí. "Alguien por quien
daría mi vida. Alguien que quiero a mi lado por el resto de mi vida"
"Sabe, señor Archer, Maya vino a casa un día y aunque nos
informó que estaba casada, ninguno de nosotros conoce a su
esposo", Robert dijo. "Por otro lado, Ivy sigue soltera. Sería ideal
que usted estuviera con una mujer que no está casada".
¡La audacia de este hombre!
"Por desgracia, su otra hija no me parece atractiva" respondí. "Hay
muchas cosas que tengo en cuenta a la hora de elegir a una mujer,
y no veo ninguno de esos factores en su otra hija. Para ser sincero,
no me gusta su otra hija para nada".
Vi a Mariam fulminarme con la mirada, pero no me importó.
Deseaba que su marido sufriera. Al principio, creían que Maya
estaba sola y no sabían que tenía una familia que la estuvo
buscando por años. Mi padre había estado esperando
pacientemente a que le informe que la había encontrado. De todos
modos, quería darle una sorpresa, así que todavía no se lo había
dicho.
"¿Qué es lo que no le gusta de mí, señor Archer?" Ivy preguntó.
"Soy más hermosa que Maya. Eso lo sabe todo el mundo. Además,
me visto con estilo. Dudo que Maya pueda comprarse ropa de
diseñadores"
"¿Cómo te llamas?" Pregunté, fingiendo no saber su nombre. Me
había empezado a fastidiar su aire de superioridad.
"Ivy".
"Ah, sí, lvy", dije con una sonrisa falsa. "Lo que está usando la
señora Maya vale más que toda la ropa que tienes en tu armario".
Tras este comentario, la mesa se quedó en completo silencio. Todo
lo que se podía escuchar era el sonido de los cubiertos. Les
acababa de dar una pista, hubiera sido bueno que usaran sus
cerebros para descifrar qué había querido decir. La había llamado
señora Maya. De cualquier manera, la comida no estaba muy
buena y, a pesar de que esas dos mujeres estaban intimidando a
mi esposa, Robert no había hecho nada por detenerlas. En cambio,
todo lo que quería
• era proteger a su amada hija.
"Señor Jones, siento mucho decepcionarlo, pero tengo que
informarle que los miembros de la familia Archer tienen prohibido
casarse con cualquier persona que no sea virgen", anuncié.

Capítulo 18
Zion
Lo que acababa de decir era totalmente falso. Había querido
casarme con Maya sin importar si ella era virgen o no. Era solo que
no me gustaba la mujer que esta familia quería lanzar a mis brazos.
Estaba usando demasiado maquillaje y parecía que se estaba
esforzando tanto en ser de mi agrado que, tras mis palabras,
estaba al borde de las lágrimas.
No era mi intención hacerla llorar, pero eso era justo lo que había
hecho. Bueno, ¿por qué ponerte tanto maquillaje si, cuando las
lágrimas cayeran, tu rostro iba a quedar hecho un desastre? No
podía entenderlo. Pese a que no tenía problemas con que una
mujer se maquille, cuando el maquillaje era tan pesado, me parecía
repugnante. Esa mujer que tenía al frente era igual a Kelly Martins,
y odiaba a las mujeres que hacían todo lo posible por llamar la
atención.
"Ya veo", Robert dijo, haciéndome volver a la realidad. "Estaré
agradecido siempre y cuando le agrade una de mis hijas. Maya es
una mujer encantadora. Sin embargo, todavía no sabemos quién
es su esposo. Creo que no sería prudente que usted se relacionara
con una mujer casada".
"'Sé qué es y qué no es prudente, señor Jones", respondí con
frialdad. "¿Qué pasaría si yo soy el esposo de la señora
Maya? ¿No ha pensado en eso?"
Tan pronto escucharon esto, Robert y su familia empezaron a
reírse. Al parecer, les parecía muy gracioso que yo haya dicho que
podría ser el esposo de Maya. Era su problema si no me creían o
no, yo ya les había dicho la verdad, aunque
hava sido de manera indirecta.
"Es muy gracioso, señor Archer", Ivy dijo. A pesar de que me
habían invitado a cenar y yo había aceptado, decidí que esta sería
la última vez que ponía un pie en esta casa. De pronto, sentí que
alguien acariciaba mi muslo debajo de la mesa y, en un principio,
pensé que había sido mi esposa. No obstante, mi esposa estaba a
mi lado y la pierna estaba en dirección a donde estaba Ivy. Si ella
hubiera sabido lo malvado que podía llegar a ser, no se hubiera
atrevido a hacer eso conmigo. Bajé su mano de mi silla y cuando
su pie cayó al suelo, lo pisé con tanta fuerza que lvy saltó, jalando
el hermoso mantel con ella. Vi en cámara lenta cómo todo lo que
estaba en la mesa se caía al suelo.
"Pues, creo que la cena ha terminado", murmuré.
Vi a lvy, que estaba en el suelo, y le sonreí. Odiaba a la gente que
no escuchaba lo que le decía. La miré con desprecio para dejarle
claro que no me interesaba y que nunca más debía hacer algo
parecido.
"Dios mío, ¿estás bien?" Mariam le preguntó, pero Ivy solo me
miraba, desconcertada
• "Señor Jones, creo que debería enseñarle buenos modales a su
hija", anuncié. "Hablé en serio cuando dije que no estaba
interesado en ella. No obstante, su hija decidió hacer caso omiso
de mi comentario y quiso seducirme. No creo que entienda cuánto
me desagrada eso"
Pues, al menos, ahora podremos irnos a casa. Pese a que todavía
estaba enfadado, pensé que podría cenarme a la señora Maya una
vez estemos solos y me calmé un poco.
"Ivy, ¿qué hiciste?" Robert preguntó, indignado. "¿No te da
vergüenza tu comportamiento?"
Pues, pensándolo bien, tal vez todavía no podíamos irnos. Primero
tendríamos que escuchar este sermón de padre a hija. De todos
modos, quería que quedara claro que no quería nada con Ivy.
También quería que el viejo entendiera que si quería acercarse a
mí, tendría que pedirle permiso a Maya primero. La única solución
era hablar con su hija no querida, a la que le había estado
mintiendo.
"Lo siento, señor Jones, pero la señora Maya y yo ya tenemos que
irnos", dije. "No sé si pueda soportar los intentos de seducción de
su otra hija por más tiempo. Si me quedo, solo Dios sabe qué más
intentaría hacer conmigo". Miré
horrorizado a la muier que seguía en el suelo.
"Señor Archer, estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo",
Robert respondió con urgencia. "Sé que lo que hizo mi hija estuvo
mal y lo siento mucho, pero ¿podríamos hablar de mi otra hija,
Maya?"
"Lo siento, la señora Maya y yo ya tenemos que irnos", insistí.
Tomé la mano de mi esposa, pero Robert hizo lo mismo.
"¿Puede dejarme hablar un rato con mi hija, señor Archer?"
Preguntó. Parecía desesperado. Miré a Maya y ella asintió con la
cabeza. Lo juro por Dios, esa mujer era demasiado seductora y lo
peor era mi cuerpo reaccionaba a cada uno de sus movimientos
con la destreza de un meteorito. Ante la perspectiva de ir a casa a
f*Ilarme su c*ño pequeño y cerrado, estaba salivando. Ella ya me
había torturado camino aquí, ahora era mi turno.
"Claro", le dije a Robert, soltando a Maya.
Mientras Robert se llevaba a Maya, Mariam me llevó a la sala de
estar, donde tuve que esperar a mi esposa. Un mayordomo me
trajo café, pero no estaba tranquilo estando a solas con Mariam y
su hija, así que decidí no tomar el café ni volver a tener nada que
ver con la familia Jones, eso con excepción de Maya, por supuesto.
Por otro lado, Robert entró en su estudio y le indicó a su hija que
cerrara la puerta tras ella. Maya no quiso perder ni un segundo.
Tomó asiento y decidió ir de frente al grano.
"¿Qué quieres?" Preguntó con desdén.
"Sé que he sido un mal padre para ti, pero tengo que saber..."
Robert dijo. "¿Tú y el señor Archer...?" Empezó a preguntar sin
poder terminar.
Maya resopló. "¿Qué pasa conmigo y con el señor Archer?!
"¿Cuál es tu relación con él?" Robert preguntó.
"No lo conozco muy bien" Maya respondió. "Nos conocimos por
casualidad. ¿Por qué preguntas?"
"Porque, como sabes, preparamos a lvy para él", Robert dijo. "Pero
él parece no tener ningún interés en ella, aunque es obvio que te
admira mucho. Si ese es el caso, ¿por qué no estás saliendo con
él? De verdad necesito que el señor
Archer me avude con nuestro negocio familiar".
"¿Nuestro negocio familiar?" Maya preguntó con sarcasmo.
"¿Desde cuándo el negocio familiar es nuestro? Es tu negocio, no
el mío. Si necesitas la ayuda del señor Archer, habla con él
directamente. No sé si lo has olvidado, pero ahora soy una mujer
casada. Estás diciéndole a una mujer casada que cometa adulterio
para tu propio beneficio".
Mientras Mava hablaba con Robert en el estudio, Zion no pudo
evitar notar cómo ella lidiaba con su padre, y tampoco pudo evitar
sentirse atraído y excitado. Él no le había contado a su esposa del
chip que había instalado en su bolso, que le permitía escucharla y
saber su ubicación. Sin embargo, Zion se arrepintió de haberlo
hecho, ya que, cuanto
Maya más hablaba, más dura se ponía su p*lla.
Por otro lado, en el estudio de Robert, él apenas podía creer que la
única persona a la que le podía pedir ayuda era la hija a la que
había abandonado. Robert caminó hacia su escritorio y se sentó.
"¿Cómo se llama tu esposo?" Preguntó. "A pesar de que soy tu
padre, no tengo idea con quién te casaste".
"Mi esposo no es alguien muy importante", Maya respondió. "El no
puede ayudarte con tu negocio. Es un g*goló".
"¿Qué?" Robert exclamó, indignado. "¿Te casaste con un g*goló?"
"Así es", Maya dijo. "Me casé con alguien que no puedes explotar
para tu beneficio personal. Creo que es obvio que no tengo
intenciones de asociarme contigo, padre. Por eso me casé con un
g*goló, para que ya no puedas usarme como
se te dé la gana".
"¿Quieres manchar mi reputación, Maya?" Robert preguntó,
furioso.
"No, por supuesto que no", Maya respondió. "¿Por qué debería
hacer eso? Ya me desheredaste, así que ya no soy tu hija.
Además, me echaste de tu casa".
"•Mava Jones!" Robert gritó.
"¿Qué?" Maya preguntó. "¿Te sientes avergonzado de lo que
hiciste? Pues, tu otra hija está ocupada teniendo tríos, así que creo
que tus esfuerzos fueron en vano. De alguna manera, ninguna de
tus hijas es respetable".
"'Vas a divorciarte de ese g*goló y dedicar toda tu atención al señor
Archer", Robert le ordenó. "Tal vez pueda considerarte su segunda
esposa o su amante"
Maya estalló en carcajadas al oír esto. "¿Y tú quién eres para
darme órdenes o decirme qué debo hacer con mi vida?'
Preguntó entre risas. "Amo a mi marido, ya que él tiene mucha
experiencia en el arte de satisfacer a las muieres gracias a su
trabajo como g*goló. Al menos yo no me acuesto con dos personas
al mismo tiempo. En cuanto al señor
Archer, pídele a tu amada hija que lo seduzca. Bueno, me parece
que hoy no te fue muy bien, ¿verdad? Ah, y una cosa más, no
dejaré a mi esposo para tu propio beneficio. Lo más importante
para mí es mi felicidad".
"¿De dónde sacaste esa actitud, Maya?" Robert preguntó. Se veía
cansado y furioso.
"No me gusta que me explotes para tu beneficio personal", Maya
dijo con firmeza. "Por eso elegí casarme con un g* goló en vez de
casarme con un hombre de negocios".
Robert se quedó atónito. No reconocía a su propia hija. Era muy
consciente de que tendría que convencerla, ya que ella era la única
que podía convencer al señor Archer, que había avergonzado a Ivy
en frente de todos después de que ella había intentado seducirlo.
Era evidente que el señor Archer no quería tener nada con Ivy y
que, por el contrario, no podía quitarle los ojos de encima a Maya.
"Para ser sincero, he sido un terrible padre para ti", Robert intentó
persuadir a su hija una vez más. "Sin embargo, quiero que
regreses a casa. Quiero que te divorcies de tu esposo y prometo
devolverte tus acciones si convences al señor Archer a que nos
ayude con el negocio familiar. Con su apoyo, podremos tener un
impacto significativo en J-
City"
"¿A costa de mi felicidad? No, gracias", Maya anunció. "No estoy
interesada en tus acciones y no pienso volver a casa ni divorciarme
de mi esposo. Si tu intención es usarme para acercarte al señor
Archer, piénsalo bien porque no pasará.
No soy una transacción comercial, señor Jones, o debería decir,
padre. Si eso es todo, me iré".
Tras esto, Maya salió del estudio, dejando a Robert solo con sus
problemas. Él sabía que Maya se negaría a ayudarlo, ya que él no
la había tratado bien. Aun así, en un principio, había pensado que
ella le daría su virginidad a uno de sus socios.
Al final, para su sorpresa, ella no lo hizo. Por otra parte, Ivy, en
quien Robert había gastado millones para su educación y su
crianza, había resultado ser una completa desgracia. Ahora solo le
quedaba convencer a Maya. Salió de su estudio y vio cómo el
señor Archer se paraba del sofá para besar la frente de Maya.
Luego vio cómo ponía su brazo alrededor de su cintura mientras
salía de la mansión. Robert no entendía qué era lo que el señor
Archer quería con su hija, puesto que él estaba casado, al igual
que Maya. ¿Acaso estaban teniendo una aventura?
Capítulo 19
¡De rodillas!
Mava
No tomé en serio nada de lo que pasó en la oficina de mi padre, ni
siquiera lo que me había dicho que pensaba de mí.
Cuando llegué a la sala de estar, vi que los ojos de Zion
destellaban lujuria y me percaté de que estaba de mal humor.
No podía culparlo, puesto que lo había estado torturando toda la
noche. Sin embargo, era mi turno de disciplinarlo, aunque parecía
que pronto me arrepentiría de eso. Zion se acercó a mí y me besó
la frente antes de poner su mano en mi cintura.
"¿Nos vamos, señora?" Preguntó con una sonrisa. Era obvio que
estaba exc*tado y c*chondo. Lo primero que vi fue que su p*la
estaba a punto de explotar en sus pantalones. Salimos de la casa a
toda prisa, ya que no quería que mi familia se enterara de que era
la esposa de Zion. Al llegar al auto, mi esposo abrió la puerta y me
metí. Luego vi cómo iba a la puerta del conductor y entraba.
Encendió el auto y nos fuimos de la mansión de los Jones sin
perder un segundo. Ahora que estaba en el asiento del copiloto,
recordé lo que Zion me había hecho el otro día, cuando hizo que
me c*rriera hasta desmayarme, y quería darle una gota de su
propio remedio. Me iba a costar mucho, pero estaba decidida.
Mientras Zion conducía, metí mi mano entre sus muslos y comencé
a masajear su entrepierna. A pesar de que Zion no dejó de
concentrarse en la carretera, escuché que estaba respirando muy
rápido y al acercarme a su p*la, soltó un gemido que me hizo sentir
satisfecha. Sonreí y levante una ceja antes de voltear a ver por la
ventana, como si no supiera lo que estaba pasando. No obstante,
estaba segura de que mi esposo sabía muy bien mis intenciones.
Con cada segundo que pasaba, aumentaba la velocidad, como si
no pudiera esperar para llegar a casa. Me di cuenta de que tenía
poco tiempo, así que le desabroché el cinturón y abrí su cremallera.
Solté un grito ahogado al notar que no estaba usando calzoncillos.
Volteé a mirarlo, sorprendida y bajé mi cabeza para empezar a
lamer su p*lla. Zion había estado tan necesitado que no me tomó ni
un minuto hacer que se c*rriera.
"¡M*erda!" Lo escuché gemir.
Explotó dentro de mi boca y me tragué todo su s*men mientras me
reía. Sabía que llevaba casi tres horas esperando v*nirse y por fin
lo había logrado.
"¿Maya! ¡M*erda! ¡Detente!" Zion gritó.
• Noté que mi esposo estaba a punto de perder la cordura y aun así
no me detuve. Por el contrario, empecé a chuparle la p*Ila, ajena al
efecto que estaba teniendo sobre él mientras, con mi otra mano,
acariciaba sus t*stículos y los agarraba con fuerza. De pronto, el
auto se detuvo y me percaté de que ya habíamos llegado a casa.
Salí del auto a toda velocidad, consciente de que lo que acababa
de hacer me había metido en problemas. Cuando entré corriendo a
la casa, vi que los cocineros y otros empleados habían salido a
recibirnos y no me importó en absoluto. Solo seguí corriendo
escaleras arriba hasta llegar a mi cuarto. Cerré la puerta, pero esta
se abrió después de un par de segundos, revelando a mi esposo
c*chondo en la entrada.
Zion se veía furioso y letal, y busqué dónde esconderme para evitar
que él me f*Ilara hasta perder la cordura. Sabía muy bien que si él
me f*Ilaba esa noche, no podría caminar mañana por la mañana,
como me pasó ese día en el hotel.
Corrí hacia el baño y me encerré ahí un rato para ordenar mis
pensamientos. Escuché a Zion afuera, en la habitación.
"¿Qué haces, mujer?" Preguntó con urgencia.
":Demonios! Estoy en serios problemas", pensé.
Me quedé callada. No sabía qué decir. Escuché que Zion abría el
armario y aproveché que estaba ocupado haciendo otra cosa para
pensar. No podía dejar que él me f*Ilara esta noche, como ya
saben, mi esposo tenía una p*lla que se parecía a la de un burro.
Por eso me había encerrado en el baño. Pese a que sabía que
tenía que acostumbrarme al
tamaño de su monstruosa p*Ila, todavía no estaba lista para
hacerlo.
De pronto, escuché su voz al otro lado de la puerta y salté por la
sorpresa. "¡Maya Archer, será mejor que salgas de ahí o romperé
la maldita puerta!" Gritó.
¡Oh, no, m*Idita sea! Se me había acabado el tiempo.
Aun así, estaba decidida a no dejar que me f*Ilara esa noche.
¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Por qué hice eso en el auto?
"¿Piensas desobedecerme, Maya?" Zion preguntó. "Ya sabes qué
te pasará si me desobedeces. Tendré que castigarte. Si no sales,
derribaré esa puerta. Tienes 30 segundos".
Sabía que Zion cumpliría su palabra, así que, como una buena
esposa, abrí la puerta del baño. No había podido pensar en ningún
plan y ahora estaba vulnerable.
Por suerte, Zion no me pidió ninguna explicación. Levanté la
mirada, para verlo a los ojos y los bajé hasta encontrarme con su
entrepierna. Maldije por lo bajo y, de repente, Zion se acercó a mí y
me besó con pasión, haciéndome retroceder hasta chocarme con
la puerta del baño. Agarró mi mano y la llevó hasta su p*la.
"¿Te das cuenta de lo que has hecho, Maya?" Preguntó rechinando
los dientes. No pude responderle porque mi corazón latía a mil por
hora y podía sentir los latidos en mis oídos.
Recé en mi mente para que la puerta del baño se rompiera y
tuviéramos que irnos a dormir sin tener que f*Ilar. Zion me besó de
nuevo y, esta vez, lo besé también. Puse mis manos alrededor de
su cuello y presioné mi pecho contra el suyo. A su vez, Zion
empezó a frotar mis p*chos por encima de mi vestido. Luego metió
su mano por debajo y puso sus dedos entre mis muslos,
haciéndome soltar un gemido. Frotó su er*cción contra mi pierna y
sentí lo duro que estaba. Sus dedos dentro de mi vestido
acariciaron mis muslos hasta llegar a mi c*ño.
";Estoy en mi periodo!" Exclamé.
Zion apartó sus labios de los míos y retrocedió sin apartar sus ojos
de mí. Fue hacia la habitación y se sentó al borde de la cama sin
dejar de mirarme. Me sentía como un ciervo en la carretera.
"Desvístete", él me ordenó, como si no me hubiera creído. Aun si la
excusa del periodo me había parecido una buena justificación, no
podía engañar a Zion. Me paré frente a él y lo miré a los ojos.
"No", dije.
"Bueno, entonces supongo que tendré que f*Ilarte hasta hacerte
perder la cordura", Zion anunció. Al escuchar esto, cerré los ojos y
me empecé a desnudar. Zion se desabrochó el cinturón y se
acercó a mí.
"¡Ponte de rodillas!" Me ordenó.
"¡Señor, ten piedad!" Pensé para mis adentros.
Sentí un nudo formarse en mi garganta. Era como una niña
traviesa a la que habían atrapado metiendo la mano en el jarrón de
galletas. Miré a mi esposo y me encontré con su sonrisa y su ceño
fruncido. Lo miré mientras él arrastraba una silla frente a mí y se
sentaba con su p*lla apuntando directamente a mi rostro.
¿Por qué diablos tenía una p*lla tan grande?
Se movió en la silla y vi cómo su p*ne se movía con él, contrario a
las agujas del reloj. Todo lo que podía hacer era mantener los ojos
abiertos y seguir el movimiento de su p*lla.
"Mi querida señora Archer, o te quitas las bragas, o empiezas a
chuparme la p*Ila", Zion dijo en un tono amenazante.
"¿O de repente quieres que te f*Ile? Porque quiero que sepas que
me exc*taría aún más si te f*llo y veo el charco de sangre que
saldrá de tu c*ño. Tú eliges, pero apúrate porque no tengo tiempo.
Mañana tengo que trabajar".
Me quedé mirando a mi esposo. ¿De dónde habían sacado a este
idiota? ¿Cómo pude casarme con él? Estaba hipnotizada mirando
cómo su lengua lamía su labio inferior mientras me examinaba con
una mirada furtiva. Aparté la mirada, sintiéndome como un bicho
que él estaba a punto de pisar. Tragué saliva y sentí un dolor
agudo en el pecho.
"Este..." dije con voz entrecortada. Zion solo movió la cabeza.
Sabía que estaba disfrutando ver mis t*tas al descubierto. "Este...
mi toalla sanitaria está llena de sangre. Tengo que ir al baño a
cambiarla".
"No, señora Archer, te quedarás ahí parada y te la cambiarás
delante de mí" Zion anunció. "Párate". Hice lo que me pidió sin
pensarlo dos veces. "Mírame. No apartes la mirada de mí", gruño.
Levanté la mirada hasta que nuestros ojos se encontraron. "No me
hagas repetir las cosas. Bien, ahora quítate las bragas. Me has
hecho repetir eso varias veces
esta noche, eso merece un castigo".
Agarré mis bragas y las bajé, como una esposa obediente. Cuando
terminé, la tiré a un lado sin dejar de mirar a mi esposo. Zion se
recostó en la silla y estiró sus largas piernas.
"No olvides traerme tus bragas", dijo. "Quiero oler todo lo que te
pertenece, sobre todo tu m*/dito c*ño". Fui corriendo hacia donde
habían caído mis bragas y las recogí. "Ahora ven, mi gatita".
Zion seguía todos mis movimientos como si estuviera devorando
cada centímetro de mi piel con sus ojos. Eso hacía que mi corazón
latiera tan rápido. Sus ojos eran codiciosos y esperaban mi
sumisión. No necesitaba que él me dijera lo que quería hacerme,
así que me arrodillé y empecé a lamer su enorme p*la. Al principio,
fui lento y luego fui tomando ritmo. Zion agarró mi barbilla y se
acercó a mí para saborear su p*la en mi boca. Me soltó y bajó mi
cabeza hacia su p*Ila, estaba f*Ilando mi boca como un profesional.
"Escucha, gatita, nunca me vuelvas a mentir sobre tu periodo", me
advirtió. "Porque sé con certeza que tu periodo no vendrá durante
los próximos nueve meses"
Al escuchar esto, me atoré con su p*la. Sin embargo, eso no le
impidió a Zion seguir f*Ilando mi boca. Quería gritar, sentía que me
estaba ahogando, y mis ojos estaban inyectados de sangre por la
falta de oxígeno. Estaba atragantándome con su enorme p*lla. Aun
así, la noticia que mi esposo acababa de darme era increíble. Moví
mi lengua en círculos alrededor de su eje y lo sentí mover su
cadera. Pronto, sentí su p*Ila en mi garganta y noté que Zion había
empezado a temblar en la silla. Se estaba c*rriendo. Abrí mi boca
lo más grande que pude y sentí cómo rociaba su
§*men dentro de mí. Fueron varias descargas las que tuve que
tragar.
Zion me dio la vuelta y volvió a sentarse. Podía sentir sus ojos en
mi tr*sero, que estaba en exhibición para él.
"Perrea para mí", me ordenó.
"¿Qué?" Exclamé.
Capítulo 20
Ella es una tentación
Zion
Me había casado con una mujer que era una tentación. Mi esposa
era una seductora y también era muy divertida, a pesar de que era
un poco tímida. ¡M*erda! La amaba. Lo que más quería en la vida
era meter toda mi p*lla en su c*ño todos los días de mi vida. Estaba
admirando su delicioso trasero cuando, de pronto, se me vino una
idea a la mente.
Quería verla perrear. Una de mis características era que tenía que
poner a prueba todo lo se me ocurría, de lo contrario
no podría estar tranquilo.
"Perrea para mí", gruñí sin poder controlar mi l*juria.
"¿Qué?" Maya preguntó, confundida. No quise repetir lo mismo, así
que solo esperé a que ella empezara a bailar frente a mí.
"¿Qué quieres que baile, Zion?" Dijo, lamiéndose el labio inferior
con una sonrisa maliciosa. Tenía su teléfono en la mano y estaba
buscando canciones en su lista hasta que encontró la que quería.
Luego conectó su teléfono a los parlantes Bluetooth, ajena al hecho
de que mis empleados escucharían la música. Esta era mi maldita
casa, pero ella estaba actuando como si fuera la suya, y eso me
hacía sentir más exc*tado. Sin pensar en nada más que en
nosotros, decidí hacer lo que mi esposa quisiera y esperé que
empezara a bailar. Maya apagó la luz y podía ver su cuerpo
desnudo solo con la luz del teléfono. La música empezó a sonar y
mi esposa empezó a bailar. Me quedé atónito al ver
que era muy buena perreando y sentí que mi p*lla perdía el control.
Diablos, esa mujer iba a matarme. La música seguía
sonando y decidí concentrarme en la letra para no c*rrerme en la
silla.
La letra era algo así:
Soy un rayo, soy un trueno, te enterraré bajo la tierra. Bajo la tierra.
Mírame, atácame.
Te pondré de rodillas porque estoy listo ahora.
Estoy listo ahora.
Voy a romperte, romperte. Es todo o nada, nada ahora.
Si te enfrentas a los mejores, la cosa se va a complicar.
Si quieres ponerme a prueba, te enfrenarás al mejor swing y me
vas a extrañar.
Sí, pasarás a la historia.
Estamos aquí ahora, no retrocederemos.
La guerra empieza cuando las luces se apagan, las luces se
apagan.
No puedes hacerme temblar.
No podrás derrotarme.
Era obvio que la canción estaba relacionada con todo lo que había
pasado hoy. Todavía estábamos en la oscuridad y la luna brillaba
intensamente a través de las cortinas. La silueta de Maya se
reflejaba en la pared, toda pecaminosa y curvilínea. ¡M*erda! Sí,
ella me iba a terminar matando. Tenía que repetirme eso miles de
veces porque mi esposa era una tentación. Con una mujer como
Maya en mi casa, nunca me iba a aburrir. Delante de mí, ella
seguía perreando y gimiendo al ritmo de la música, sus caderas
rebotaban y tanto yo como mi p*Ila nos volvíamos locos. Maya se
volteó a mirarme y me dejó hipnotizado. Pronto, ella se acercó a mí
y empezó a balancearse en mi cara. Su trasero se movía
contra mi cuerpo y agarró mi mano.
"Baila conmigo, cariño", dijo. Odié haberle pedido que bailara para
mí, ya que ahora estaba a su merced. Maya seguía perreando y
frotándose contra mi cuerpo, y, sin previo aviso, se sentó encima
de mí. Dios mío, ¿qué hice para merecer esto? Estaba acabado.
Era mi fin. Maya seguía bailando sin darse cuenta del efecto que
tenía en mí. No debí haberle pedido que perreara. Maya era una
maldita tentación, una tentadora y una seductora. Se bajó de la silla
y puso su trasero directamente frente a mi rostro. Luego tomó mis
manos y las colocó sobre su trasero. Tuve que usar todas mis
fuerzas para no lamerla.
Ahora que tenía a Maya en esa posición, frente a mí, no había
forma de que alguna vez le fuera infiel. Me había casado con una
tentación. Me puse las manos en la cabeza mientras ella seguía
moviendo su trasero en mi rostro, y tuve que jalarme los cabellos
para no v*nirme en ese momento. Sin poder controlarme, solté un
silbido como un perro con la lengua afuera. M*erda, estaba
acabado. No pude soportarlo más y empecé a lamer el c*ño de mi
esposa por detrás.
Mava era tan sensual que siguió perreando con mi lengua dentro
de ella.
Se acercó un poco más a mí sin esfuerzo y me agarró los
pantalones, que estaban en mis rodillas. Luego me los sacó y los
tiró a un lado. Mi p*Ila, larga y dura, se paró orgullosa frente a ella.
Seguí lamiéndola con movimientos circulares mientras ella metía
mi p*Ila en su boca. Se atragantó con la longitud de mi m*embro y
eso solo me puso más c*chondo.
Levantó sus ojos para mirarme y se sentó en mi p*Ila. Tan pronto
detecté su humedad, mi p*ne casi explota. Maya me rodeó con sus
brazos y me besó apasionadamente.
Metió su lengua en mi boca y sentí el sabor de mi p*Ila. A su vez,
ella también debía estar sintiendo el sabor de su c*ño dentro de mí.
A medida que nuestras lenguas se enroscaban, nuestra saliva se
mezclaba. Bajé mis manos para tocar sus deliciosos s*nos y ella
empezó a frotarse contra mi p*ne. "¡M*erda!" Gruñí. Puse mis
manos en sus caderas v la canción cambió a otra, una más lenta.
Sin embargo, no podía pensar en nada más que en la sensación de
su c*ño
• apretado alrededor de mi p*Ila. Pronto, Maya tenía toda la
longitud de mi p*ne dentro de ella, hasta las b*las. Estaba
empezando a perder el control, aun así, Maya no pareció notarlo,
ya que puso su mano en mi hombro para rebotar de arriba a abaio.
Mientras ella seguía frotándose y moviéndose encima de mí, pude
sentir la presión de su cl*toris contra mi p*Ila palpitante, y solté un
fuerte gemido antes de besarla con pasión.
No podía perder ante mi esposa. Ella se levantó, pero yo también
hice lo mismo y la p*netré con fuerza. Mientras metía cada
centímetro de mi p*lla en su c*ño, Maya retrocedió unos pasos,
hasta que su cuerpo chocó contra la pared. La volteé y empecé a
p*netrarla por detrás. Sentí toda mi longitud dentro de ella y cerré
los ojos con fuerza, para concentrarme y no c*rrerme. Seguí
p*netrándola hasta escucharla gritar. "Así, qué rico", dijo y gritó mi
nombre. Ya no estaba escuchando la canción, ahora estaba
concentrado en lo que salía de la boca de mi esposa. Sin poder
soportarlo más, exploté dentro de ella. Luego corrimos a la ducha
antes de meternos en la cama, para dormir.
"Diablos! De verdad amo a mi esposa", pensé para mis adentros.
Capítulo 21
¿Una dama? Debes estar bromeando
Ivy Jones
Después de ver el video de Kelly Martins en la televisión, supe que
no tenía ninguna posibilidad con el señor Archer. Si él había
logrado que Kelly Martins, la todopoderosa, quedara en ridículo en
televisión nacional, no había nada que yo pudiera hacer. Aun así,
no entendía qué estaba pasando, ya que Kelly había afirmado que
era la prometida del señor
Archer. Si bien tenía entendido, él ya estaba casado. ¿Cómo podía
ser su prometida si él ya tenía una esposa? Esperé un rato antes
de darme cuenta de que Kelly se acercaba a mí. Llevaba gafas de
sol, probablemente para evitar a los medios. Al verla, no pude
evitar reírme, después de ver el video, su imagen había cambiado
por completo. Aunque, pensándolo bien, ella también podía
considerarse mi adversaria, puesto que ambas estábamos detrás
del mismo hombre. Sin embargo, pensaba usarla para acercarme
al señor Archer. Sería algo muy fácil. No tendría que hacer casi
nada, solo tenía que contarle sobre mi estúpida hermana. Sabía
que Kelly no se quedaría de brazos cruzados si se enteraba de que
el señor Archer quería a otra muier.
"Hola, debes ser Ivy Jones", dijo, extendiendo su mano. "Soy Kelly
Martins", agregó. Estreché su mano. "Pronto seré la señora Archer"
Tuve que aguantarme la risa al escuchar esto, ya que sabía muy
bien que él no había querido recibirla en su oficina hace unos días.
Y no solo eso, sino que él había pedido que la echaran del lugar.
¿Cómo podía tener el descaro de decir que era la futura señora
Archer?
No obstante, le mostré una sonrisa fingida, ya que no podía decirle
lo que realmente pensaba. "Es un placer conocerte", afirmé. "Odio
irme por las ramas, así que seré directa. Hay algo que debes
saber. Sé que andas diciendo que el señor Archer es tu prometido
y que pronto se casarán, pero, según tengo entendido, el señor
Archer ya está
casado. ¿Cómo puede ser tu prometido si él va está casado?'
Al oír esto, el rostro de Kelly se volvió sombrío. "¿De qué estás
hablando?" Preguntó. "Voy a casarme con el señor
Archer"
"Pero, querida, el señor Archer ya está casado, aunque nadie sabe
quién es su esposa", respondí. "Sin embargo, él se enamoró y se
casó. Veo que todavía llevas un anillo de compromiso, por eso
quería preguntarte esto. Si quieres respuestas, tendrás que
preguntarle a él mismo qué está pasando. Además, hay otra cosa
que quiero que sepas. Mi hermana mejor también está casada y,
pese a que no sabemos quién es su esposo, parece estar teniendo
una aventura con el señor Archer. Ella siempre está a su lado. Te vi
en la televisión, por eso decidí contactarte por Instagram. No
esperaba que me respondieras, pero pensé que tenías que saber
lo que estaba pasando".
"¿Tu hermana está teniendo una aventura con mi prometido?" Kelly
preguntó, indignada. "¿Por qué me estás diciendo esto? ¿Sientes
envidia de tu hermana?"
"Por supuesto que le tengo envidia", pensé para mis adentros.
"¿Cómo podría envidiar a mi propia hermana?" Fue lo que dije.
"Traté de hablar con ella sobre este asunto, sobre todo porque ella
ya es una mujer casada. Le dije que pensaba que era inapropiado
acostarse con el señor Archer".
"Pues, supongo que tienes razón", dijo. "¿Puedes contarme un
poco más sobre tu hermana?' Preguntó mientras tomaba un sorbo
de su café.
"Se llama Maya Jones", respondí. "Es la hija ilegítima de mi padre,
por no decir otra cosa".
"Ah, ya veo", Kelly anunció. "Entonces no tienes de qué
preocuparte. Estoy yendo a ver al señor Archer, y le pediré las
explicaciones del caso". Tras esto, se terminó su café y salió del
restaurante.
"Claro, anda, humillate más", pensé. Era obvio que el señor Archer
no la quería
Tomé mi teléfono y mientras pensaba qué hacer, decidí llamar a
Norah.
"Si estás buscando un escándalo hoy, anda a las oficinas de Archer
Group International", le dije, apenas contestó.
"Kelly Martins está vendo para allá!
Luego tomé un sorbo de mi café y busqué las noticias en vivo para
ver qué era lo que hacía Kelly ahora. Amaba mi estrategia y estaba
segura de que lograría sacarme de encima todos los obstáculos
que se interpusieran en mi camino para convertirme en la señora
Archer. Recordé que la primera vez que vi al señor Archer, me
había parecido que tenía una enorme p*la, y que no había podido
quitarle los ojos a su cremallera. Además, no era tan tonta como
para no darme cuenta de que Maya y él estaban teniendo una
aventura. No obstante, ¿cómo era posible que mi hermana haya
logrado probarlo antes que yo? Aun así, eso ya no importaba.
Siempre y cuando lograra convertirme en la señora
Archer y darle un heredero, todo estaría bien.
Por otro lado, Kelly estaba rodeada de paparazis cuando entró a
las oficinas de Archer Group International. Se acercó a la
recepcionista y la fulminó con la mirada.
"¿Tiene una cita, señora?" La recepcionista le preguntó con
firmeza.
Kelly iba a responder, pero notó que un hombre, alto y esbelto,
entraba elegantemente y corrió para abrazarlo. Sin embargo, el
hombre esquivó sus brazos y Kelly terminó estrellándose contra el
piso de mármol con un ruido sordo que hizo eco en la recepción.
Se levantó, avergonzada, pero sus piernas temblaban y se volvió a
caer.
"Zion", exclamó entre lágrimas.
Cuando el hombre escuchó cómo lo había llamado, enfureció más.
¿Cómo se atrevía a usar su nombre de pila? Se acercó a ella y se
agachó hasta estar cara a cara con ella. Era evidente que estaba
fastidiado por su comportamiento.
Inclinó la cabeza y Kelly tembló de miedo cuando se dio cuenta de
que Zion tenía un aura aterradora. Tan pronto como
Kelly vio el anillo de bodas en el dedo de Zion, supo que lvy le
había dicho la verdad. El ya estaba casado.
* "'Así es, estoy casado", Zion anunció. "Y solo mi esposa puede
dirigirse a mí usando mi nombre de pila. No creo haberte dado
permiso para llamarme por mi nombre".
"¿Cómo pude perder cinco años de mi vida con un hombre como
tú?" Kelly preguntó, indignada.
Zion frunció el ceño. "Señorita Martins, ¿acaso alguna vez hemos
estado juntos? ¿Alguna vez le expresé mi afecto?' Dijo. "¿Alguna
vez hemos caminado de la mano? ¿Sabe siquiera dónde vivo? No
creo haberle pedido que se case conmigo".
"No, pero nuestras familias estuvieron de acuerdo con nuestro
matrimonio", Kelly se quejó.
"¿Nuestras familias?" Zion preguntó con desdén. "Señorita Martins,
yo no soy mi familia. Elegí mi propio camino. Si alguna vez se
atreve a regresar a mi oficina a armar un escándalo, me aseguraré
de que la arrojen a la guarida de los leones"
" ¿Estás haciendo todo esto por Maya Jones?" Kelly dijo en voz
baja.
Zion solo le sonrió y le guiño un ojo. "Sáquenla de aquí", anunció.
"Y si alguien la deja entrar de nuevo, echaré a esa
persona"
Una vez más, sacaron a Kelly del edificio como si fuera una bolsa
de patatas. Indignada y avergonzada, Kelly sacó su teléfono y
llamó a Ivy.
"¡Mándame la dirección de Maya Jones!" Le gritó cuando Ivy
contestó.
Al escucharla, lo primero que hizo Ivy fue enfadarse por el tono
condescendiente con el que le estaban hablando. No obstante,
después de pensarlo dos veces, pensó que tal vez podría matar
dos pájaros de un tiro.
"Ese es el problema", le dijo a Kelly. "Nadie sabe dónde vive Maya.
Mi padre la echó de la casa y ahora el único que sabe dónde vive
es el señor Archer. Creo que deberías seguirlo para que averigües
dónde vive Maya".
"¡Gracias por nada!" Kelly contestó, enfadada.
Cuando colgó, Ivy estalló de risa.
Ahora estaba segura de que el señor Archer no la amaba. Ella solo
había querido ver cómo Kelly se humillaba, y tenía que confesar
que había sido muy divertido. ¿Y así decían que Kelly Martin era
una dama? Debían estar bromeando.
Capítulo 22
El alboroto de Kelly.
Zion.
Me enfurecí y regresé a mi oficina. Lo último que deseaba era
disgustar a mi mujer. Como su marido, tenía el deber de confortarla
y asegurarle que todo saldría bien. Debí comentarle sobre el
compromiso arreglado que tenía la noche que llamó. Estaba
rogando que no estuviera viendo las noticias en la televisión. No
quería discutir sobre acontecimientos o personas sin importancia
en mi vida. Agarré mi celular y traté de llamar a mi esposa, pero no
pude contactarla.
Entonces, le dejé un mensaje en su contestador automático. Tenía
pensado hacer esto por siempre: cuando me encontrara lejos de
ella, le enviaría un mensaje de texto diciéndole que la quería.
Zion: Te adoro demasiado, señora Archer.
Para ser sincero, no pensé que ella contestaría. Sin embargo, lo
hizo.
Mi cielo: Yo también te adoro, señor Archer.
No le iba a reclamar que no hubiese contestado cuando la llamé.
Sabía por qué no lo había hecho. Tenía que explicarle sobre Kelly
Martins. Luego, contacté a mi asistente, Lucas, para que comprara
flores. Señora Archer era lo más importante para mí, nunca me
burlaría de ella. Entonces, revisé mis correos electrónicos y
organicé mis próximos proyectos, que incluían, a Jones
Enterprises. Para la fecha, Lucas había conseguido muchas
pruebas, que demostraban que las acciones de mi esposa fueron
compradas de manera ilegal. Maya ni siquiera necesitaba sus
acciones, lo que quería decir era que, Señora Archer era más
valiosa que todos sus negocios juntos. Pero, ¿bastaría con solo un
ramo de flores? Saqué mi celular de mi bolsillo y nuevamente llamé
a Lucas.
Señor Archer: Lucas, por favor, quiero que traigas un carro repleto
de flores. Para ser más claro: rosas.
Lucas: ¿Un carro repleto de rosas, mi señor?
Señor Archer: No me hagas volver a decirlo; ordenale a alguien
que lance las rosas por toda la habitación. Después que organices
todo, acompaña a la Señora Archer a la habitación presidencial.
Otra cosa, Lucas, por favor, cuando estés en el dormitorio, me
llamas. Me gustaría que el decorador escriba un lindo mensaje.
Finalicé la llamada luego de eso. No quería dejar cosas sin decir en
nuestro matrimonio. Mi mujer se merecía que la tratara de la mejor
manera, como la reina que realmente era. Entendía que mi
compromiso con Kelly Martin pudo haberla enojado, pero sabiendo
como era Señora Archer, seguramente estaba esperando que le
contara lo que ocurría.
Aunque casi no nos conocíamos, tenía claro que mi esposa era
una persona analítica. De pronto, recordé algo del tiempo pasado
nuestro, y después pensé en mi papá, así que agarré mi celular y
marqué su número.
Brian Archer: ¡Ey, hijo!
Archer: Hola, papá. ¿Cómo te fue hoy?
Brian Archer: Mm, ya sabes, estaba a punto de servirme un trago.
Archer: Si te comprometes a no consumir alcohol durante siete
días, te presentaré a tu tan anhelada nuera.
Brian Archer: ¿Estás tratando de usar eso para que deje de beber?
Eso es algo que me has repetido durante muchos años. Jamás
volveré a prestarte atención.
Archer: ¿Y si te digo que ya contraje matrimonio?
Brian Archer: Si te casaste con Kelly Martins, no vuelvas a
llamarme. Prometiste que encontrarías a Maya. ¿Qué ocurrió con
la búsqueda de tu Aya, Zion?
En ese momento, supe que él iba a cortar la llamada, así que
decidí contarle lo que estaba pasando.
Archer: Papá, ¿desde cuándo estoy ignorando a la hija de la familia
Martins? Esa chica no sabe nada de mi paradero, me negué al
compromiso desde el principio, usted sabe todo eso, papá. En
cambio, me casé con la que quieres. Te Ilevaré a la muier con la
que me imploraste que me casara antes de que se acabe la
semana si no bebes licor. Papá, contraje matrimonio con la hija del
mejor amigo de mi mamá. Se trata de tu pequeña Maya. Esta vez,
te lo puedo
asegurar.
Brian Archer: Esta vez, ¿estás diciendo la verdad, Zion?
Archer: Sí, papá, cumplí mi palabra. Es momento de que hagas lo
mismo. Te comprometiste a que dejarías de beber alcohol una vez
que la encontrara. La conseguí y la traeré a casa para que nos den
la bendición tú y abuelo. Estoy seguro de que no deseas ver a tu
hija en ese estado. A ella no le agradaría verlos todos acabados.
Traeré a casa tu esperanza.
Al otro lado de la línea, podía oír a mi papá gimotear. Él pensaba
que buscarla era una pérdida de tiempo porque empezamos a
investigar en una ciudad donde jamás se había visto a Maya.
Robert Jones, su papá, había hecho una magnífica labor cubriendo
sus huellas. Ver o escuchar a mi padre lloriquear me enfadaba
mucho. Desde que falleció mi mamá, no se ha querido volver a
casar. Comprendo que una dama por sí sola no es capaz de llevar
felicidad a la vida de un hombre, pero él necesita con urgencia
alguien que le recuerde que existen más cosas en la vida, no solo
él. Era necesario conseguir a alguien que pudiera atenderlo.
Aunque sabía que mi papá jamás amaría a otra mujer como lo hizo
con mi mamá, en este momento estaba actuando como un niño.
Incluso con esa parte de su vida, deseo que avance. Maya era el
rayo de luz que mi familia estaba necesitando. El dinero que ganó
mi compañía solo ha tenido validez durante siete días, pero, era la
ganancia más grande que había obtenido mi empresa a lo largo de
su historia. Según lo que decía la gente, una mujer puede ser tu
destrucción o tu talismán de la suerte. Mi matrimonio ha sido útil
tanto para mi negocio como para mi vida personal.
Además, ella me exigía que diera todo de mí en la cama. Recuerdo
la primera fotografía que nos tomamos en nuestra boda, fue en el
momento que pronunciamos nuestros votos. Le di la foto a Lucas
con instrucciones para que la enmarcara. Deseaba verla a diario
sobre mi escritorio. Maya era mi felicidad, por eso debía tenerla
cerca.
Capítulo 23
Lo lamento, señora Archer.
Punto de vista de Maya.
Mientras veía las noticias sobre mi marido y la chica con la que
estaba comprometido, se me hizo complicado pensar con claridad.
Yo no tenía trabajo, mientras que ella era modelo. Yo no era nadie.
¿Por qué Zion decidió ser mi esposo, si aún estaba comprometido
con otra mujer? Tenía la sensación de que existía entre nosotros
una relación única y especial.
"¿En qué estaba pensando? Maya, Zion ya era tu marido. Los
miembros de una pareja deben confiar el uno en el otro", me dije
para mis adentros
Nuestro matrimonio se organizó rápidamente, así que era evidente
que él tenía una vida antes de estar conmigo.
Estaba enojada, pero él era mi esposo y no el de Kelly Martins.
Debía esperar que Zion me explicara lo que estaba sucediendo.
Inmediatamente subí las escaleras para que los sirvientes no
notaran lo ansiosa que estaba. Él me hizo una llamada telefónica
mientras yo estaba subiendo al segundo piso, así que no pude
atenderla. No deseaba decir cosas que fueran a desencadenar
problemas. Yo no sabía muchas cosas sobre su vida, por eso no
quería descargar mi frustración con él. Después, ingresé en mi
dormitorio y me recosté en la cama, pero cuando estaba a punto de
dormirme, me llegó un mensaje de texto de Zion.
Mine: Te adoro, Señora Archer.
Maya: Yo también te adoro, señor Archer.
Lo primero que deseaba hacer era mostrar mi amor, pero debido a
las circunstancias actuales, no sabía qué opinar.
Estaba segura de que al no haber contestado su llamada él
comprendería. Me quedé dormida de inmediato. Luego de eso, me
desperté a las 4:00 p.m. porque llamaron a la puerta. Caminé hasta
ella y la abrí. Era un empleado que me
estaba buscando.
"Hola, señora Archer, el jefe la ha estado llamando, pero no se ha
podido comunicar con usted. También ha intentado contactarla al
teléfono de la casa. Señor Archer espera que se arregle porque
vendrá a recogerla un automóvil"
Hice un gesto de aceptación con la cabeza y luego fui a bañarme.
Elegí un pantalón de chándal con un chaleco blanco encima, me
coloqué una camisa de cuadros sin botones. Por último, me puse
los zapatos. Luego, me dirigí a la calle donde me estaba esperando
un carro. Iríamos a uno de los hoteles del Grupo Archer. No sabía
si debía vestirme de
• manera elegante. Pero si ese era el caso, Zion debió informarme
acerca de eso. Pronto, el auto se estacionó frente al hotel. Cuando
iba a bajarme, el chófer me abrió la puerta.
"Señora Archer, diríjase a la habitación 1001", dijo y yo asentí,
luego entré al hotel.
En el momento en que crucé la entrada, me di cuenta que una
mujer se me aproximaba y me veía con molestia. Ella se paró
frente a mí.
"¿Me puede explicar por qué venía en el carro con el número de
placa, señora Archer?".
Observé directamente a la mujer que tenía frente a mí. Fue en ese
momento cuando noté que era la chica que había visto en la
televisión. La miré detalladamente y por último posé mis ojos en su
cara.
"No entiendo por qué le interesan mis movimientos, señorita. ¿La
conozco de algún lugar?", pregunté. Ella pareció alterarse.
"Me llamo Kelly Martins y señor Archer es el hombre con el que me
voy a casar".
"¿Y entonces?", pregunté. En ese momento apareció en su rostro
una expresión de desconcierto.
"¿No sabes quién soy?".
"¿Eres una persona de la que debería saber alguna cosa?", me di
cuenta que la chica arrugó la frente, así que traté de apartarme,
pero me frenó bruscamente y me obstaculizó el paso.
"'¿No me has contado nada sobre ti?"
"Te explicaré algo: No puedo permitirme perder el tiempo, y no veo
el motivo por el cual tú puedas interponerte en mi camino. Si
deseas conocer quién soy yo, quizás deberías preguntarle a tu
novio sobre mi identidad. Ahora, apártate".
"Si deseas conocer quién soy yo, quizás deberías preguntarle a tu
novio sobre mi identidad. Ahora, apártate".
En el momento que miré el ascensor privado, susurré algo. Ingresé
con el corazón acongojado y además, no sabía cómo iba a
enfrentar a mi marido. Todo era una catástrofe. Al llegar al piso al
que iba, me recibieron con rosas y directrices de lo que debía
hacer, las acaté sin vacilar. Seguí la señalización que estaba
acompañada de flores, esta me condujo a la habitación 1001.
Cuando toqué la puerta, se abrió sola.
Un mensaje que decía: "lo lamento" estaba escrito en el piso con
rosas, esto fue lo primero que robó mi atención cuando ingresé en
el lugar. Di un paso adelante y me encontré con un enorme
televisor que comenzó a reproducir un video que trataba del
momento en que la familia Martins le propuso matrimonio a la
familia Archer. Allí se veía claramente que Zion había rechazado el
compromiso. También miré a un hombre que era idéntico a Zion,
pero más viejo, quien se negaba a unir a su hijo por conveniencia.
En ese instante, apareció Kelly Martins diciendo que amaba a Zion
desde que era una niña. En cambio, él, se rehusó y se marchó.
Después, aparecía un anciano entregándole a Kelly un anillo de
bodas para que lo usara con la idea de demostrar que se habían
comprometido. La reunión de las dos familias ya no era transmitida
en la televisión. Ahora esto, había sido sustituido por Zion. Él tragó
profundamente y
aclaró su garganta.
"Te hice daño, querida. Entiendo que puedas estar dudando de mi
amor por ti, pero jamás había sentido esto por otra chica, señora
Archer. Fue mi error. Debí haberte contado que habían querido
comprometerme por conveniencia.
Ahora, como mi esposa, no deberías enterarte de eso por la
televisión. Me vuelvo a disculpar contigo, mi cielo".
Examiné mi alrededor para mirar si había alguien cerca que me
informara sobre el paradero de Zion, pero no se encontraba nadie.
Ese hombre tenía la habilidad de dejarme boquiabierta. ¡Santo
cielo!, ¿de verdad hay sujetos como Zion o sencillamente esto era
un sueño? Mis ojos estaban repletos de lágrimas de felicidad. Que
tuviera el gesto de explicarme todo a detalle me demostraba que
nuestra relación era muy importante para él. Sentí que alguien
estaba agarrando y besando mi cuello detrás de mí, rápidamente
entendí que era él.
"Te suplico que aceptes mis disculpas, mi vida. Además, ¡feliz Día
de las Madre!".
Me giré para verlo y expresé: "Aún no soy mamá, señor Archer".
"Mm, mi amor, tuvimos algunas noches apasionadas, y
posiblemente hayamos engendrado a un pequeño Zion", expresó.
Fue muy tierno escucharlo tan convencido de sí mismo, pero no
estaba segura de si estaba lista para tener hijos, pero si esto
incluía a Zion, entonces sí lo aceptaría con los brazos abiertos. Él
era el marido perfecto.
"Muchas gracias por explicarme lo que había pasado y gracias por
pensar eso sobre el Día de la Madre. Me destroza el corazón
confesar que en el pasado tenía muchas dudas sobre tu amor"
Se giró y me dio un fuerte abrazo.
"¿Cómo tuve tanta suerte?", me dije para mis adentros.
Una mensaje de felicitaciones para todas las lindas madres:
Feliz día de la madre a todas las madres del planeta. Una mamá no
era solamente una mujer que paría a un bebé. Una madre también
se podría considerar una persona que educaba a seres celestiales,
así era como expresaba el dicho.
Los quiero mucho, y una vez más, ¡feliz Día de la Madre a todas!
Kelly se fue molesta.
No comprendía por qué la chica en el carro era señora Archer. Ella
pensaba ser señora Archer, no esa mujer. No le agrado la forma
como se comportaba la chica, así que decidió perseguirla.
Entonces, la puerta de la habitación había quedado entreabierta, lo
que le permitió a Kelly observar todo lo que pasaba dentro. Miró
cómo Zion besaba de manera ardiente a la chica y le mostraba una
grabación en la que salía ella comprometiéndose. Kelly y su familia
jamás pensaron que todo eso se mostraría al público. Ella no
entendía por qué Zion estaba dándole explicaciones a la muier que
tenía al frente. Cómo Kelly le había suplicado a Zion que la
quisiera. La mujer que estaba en el dormitorio la hizo sentir débil y
no creía que pudiera confrontar a la reacción del público. Su
desconcierto aumentó al ver que él le había
enseñado este video.
¿Quizás la mujer que estaba en esa habitación era su esposa?
Kelly Martins no logró entender nada de lo que estaba ocurriendo.
Los hombres le suplicaban que se casara con ellos, pero este no
era el caso del sucesor de la familia Archer. El sujeto se había
negado desde el principio. Era evidente que a Zion no le importaba
ella. Frecuentemente escuchaba que el muchacho tenía citas con
otras mujeres ni echó un vistazo a ella incluso se le cercaba
"¿Será que ocurre algo malo conmigo?", interrogó Kelly Martins
para sus adentros.
Observar a su prometido besando a otra chica la hizo enfadar, así
que arrancó a llorar mientras veía a través de la puerta
entreabierta. Él estaba dedicando toda su atención a la señora con
la que se encontraba. Siempre había deseado que Zion se
interesara en ella, pero se dio cuenta de que sería algo difícil de
obtener. Él nunca le prestó atención a ella, jamás lo había hecho, ni
siguiera ahora. Por lo tanto, deseaba estropear su momento de
amor, así que Kelly decidió ingresar y fingir. Su cuerpo estaba tan
tenso que ella no lo podía controlar. Entonces, tocó la puerta y
finalmente entró.
Capítulo 24
Zion
Cuando mi esposa se disculpó por desconfiar de mí, me asombré
porque yo creí que ella no había pensado en lo que estaba
pasando sino que estaba esperando que yo le aclarara la situación.
Estaba seguro de que si seguíamos tratándonos de esa forma,
podríamos estar de acuerdo en muchas cosas. Así había
imaginado que fuera mi matrimonio. Y estaba muy agradecido con
el universo por dejarme casar con una chica tan preciosa como lo
era Maya.
Coloqué mis manos alrededor de su rostro y le di un beso lleno de
amor. Pasados unos minutos, escuché que alguien tocaba la
puerta. Entonces, me dirigí a abrir dejando a mi mujer parada en
medio del dormitorio. La persona que estaba afuera de la
habitación, empujó la puerta y pasó sin pedir permiso.
"¡Ay, Dios! Archer, estaba segura de que te arrepentirías de
haberme tratado mal estos últimos días", expresó, después dirigió
sus ojos al suelo y leyó el mensaje que decía: "Lo lamento". Se
arrojó encima de mí y me dio un beso frente a mi mujer para
demostrar su felicidad. "Zion, te disculpo por todo lo que me hiciste.
Estoy demasiado
enamorada de ti".
"Oh, ¿Cómo dem*nios iba a arreglar este problema?", me dije para
mis adentros.
¿Cómo rayos había llegado esa chica a nuestra habitación? Dirigí
mi mirada hacia mi esposa. Para mi sorpresa, mi mujer no se había
enfadado por el beso. Su respuesta había sido sonreír y encogerse
de hombros.
¿Cómo un sujeto como yo era tan afortunado?
"Me parece que está equivocada, señorita Kelly Martins", le dije,
luego de apartarla.
"¿Por qué haría todo esto para disculparme contigo?", interrogué.
No sentía que le debiera una disculpa a Kelly,
¿cierto?
"Zion, ¿entonces a quién le organizaste esta sorpresa, si no era
para mí?", cuestionó Kelly con los labios fruncidos.
"Te explicaré lo que pasa: jamás mantuve una conversación
contigo, ni me interesé en ti. Lo que le preparé a mi esposa no es
tu cosa; no tienes que enterarte de lo que yo hago con ella. ¡Por
favor, lárgate!"
Ella pronunció algunas palabras y se marchó. Entonces, le lancé
una mirada a mi esposa y ella sencillamente se acercó y me dio un
abrazo. Examiné la ropa que se había puesto. A pesar de que era
encantadora, hubiese querido que se colocara un atuendo que me
dejara tocar con más facilidad sus s*nos y muslos. ¡Dem *nios!,
deseaba tener acceso a todo su cuerpo. Nuevamente la observé y
en mis labios apareció una sonrisa mientras pensamientos
perturbadores llenaban mi mente y recorrían mi cuerpo hasta la
punta de mi mi*mbro, por supuesto, se había puesto duro.
"Colócate aquella ropa", expresé señalando el traje que estaba
sobre la cama y unos tacones altos. No pronunció muchas
palabras, inmediatamente, se cambió de atuendo frente a mí.
Mientras se quitaba los pantalones, me di cuenta que llevaba
puesto un calzón y sostén rojos. Ella era muy ardiente, pero sería
capaz de aceptar todo, ¿cierto?
"Quítate el sujetador y la tanga".
No se negó, sencillamente acató las instrucciones. Entonces,
finalmente estaba usando un vestido sin mangas que tenía una
abertura en la espalda extremadamente larga. ¡Dios, apiádate de
mí! ¿Cómo era posible que esta mujer fuera tan atractiva? ¡Rayos!
ella era muy s*nsual. La manera cómo se expresaba, la forma en
que manejaba las situaciones delicadas y lo que era más
importante, sabía cómo tratar a un sujeto como yo, que en
ocasiones era muy infantil .Agarré su mano y la conduje hasta la
mesa en la que cenaríamos. Luego, jalé una silla para que ella se
sentara e hice lo mismo para mí. Tomé su mano y le di un beso.
"Gracias por acudir al encuentro, amor. También debo agradecerte
por escucharme la explicación" Un org*smo gigantesco.
Capítulo 25
Punto de vista de Maya.
No iba a permitir que alguien como Kelly Martin perturbara mi paz.
Noté que mi marido no planeaba nada bueno cuando me dio que
me colocara un vestido. Sabía que él era un sujeto travieso, así
que no lo cuestione porque confiaba por completo en Zion. Tenía
claro que ese traje me traería muchos problemas, pero, como me
dijo él, me desabroché la camisa a cuadros y me la quité, al igual
que el chaleco. Entonces, mientras me bajaba los jeans, lo escuché
decir: "Quítate el sujetador y el calzón". No tenía nada que objetar.
Yo sabía que él quería divertirse. Me acompañó a la mesa y jaló
una silla para que tomara asiento, después se sentó frente a mí.
Luego de que observé la sonrisa llena de placer que estaba en el
rostro de mi marido cuando tomó asiento frente a mí, no logré
concentrarme.
"Ah, señora Archer, eres irresistible para mí", expresó y en ese
momento, estiró su pierna para alcanzar las mías que estaban
separadas debajo de la mesa, parecía un barco que se acercaba a
la orilla. Sus pies, al igual que el resto de su cuerpo, eran de buen
tamaño y proporción. Mis muslos se separaron automáticamente.
Él se apoyó en la silla y con mucho cuidado puso su pie en el borde
de mi asiento entre mis piernas. Entonces, trató de penetrarme,
pero mi v*gina no lo dejó, por lo que Zion empezó a hacer
movimientos circulares con el dedo gordo del pie contra mi parte
íntima.
"Ay, Dios mío", susurré. Por su parte, Zion estaba ocupado
sirviendo la comida en un plato y poniéndolo frente a mí como si no
estuviera pasando nada, pero de hecho, su dedo gordo del pie se
mantenía dentro de mí.
"Come algo", ordenó él.
A pesar de que le había hecho caso, se me hacía muy difícil
concentrarme, ya que tenía algo acariciándome mi v*Iva.
Cuando lo vi, en sus labios apareció una sonrisa e introdujo su
dedo gordo en mi v*gina, generando que yo me descontrolara, por
lo que él nuevamente sonrió.
"Como lo puedes notar, señora Archer, todo lo que se trate de ti,
me encanta. Me vuelves loco sin siquiera intentarlo", dijo.
Entonces, logré organizar un poco mis pensamientos y
expresárselos.
"Mañana asistiré a una entrevista". Él me miró de manera extraña
como si yo hubiese hecho algo malo.
"¿Con qué objetivo?", interrogó finalmente.
"Las personas asisten a entrevistas para conseguir trabajo, señor
Archer".
¿Piensa que la compañía podría contratarla, señora Archer?".
"Sí, ¿por qué no lo harían?!
"Te permito que trabajes en esa empresa si ellos están dispuestos
a pagarte 1 millón de dólares al mes. Ni siquiera su director
ejecutivo recibe un salario como ese, luego de cinco años de
ahorros. Perteneces a la familia Archer, Maya. Si logras conseguir
una compañía que te pague ese monto, entonces, podrás tener un
empleo. Mientras tanto, esposa, permanecerás en casa y usarás el
dinero de tu marido para crear tu propio negocio, así que te daré 1
millón de dólares.
Te cuento, en caso de que no lo sepas, señora Archer, actualmente
posee un valor de 800 mil millones de dólares, según anunció la
revista Forbes"
De pronto, la sorpresa se apoderó de mi mirada. ¿De qué estaba
hablando él? En ese momento, yo solo tenía 1000 dólares. ¿Cómo
se habían multiplicado 1000 $ en millones? Cuándo se dio cuenta
que yo estaba asombrada, expresó:
"La tarjeta negra que posees, señora Archer, dice el saldo actual
que tiene tu cuenta bancaria. Es decir, querida, que ni siquiera el
presidente puede darte eso". Cuando por fin dejó de hablar, creí
que estaba bromeando. Pero casi me
ahogué con el vino que estaba tomando.
Después, se levantó y se colocó de rodillas a mi lado, dándome un
vaso de agua fría. "Señora Archer, ¿pensabas que eras igual a las
demás? Eres la esposa del heredero del Grupo Archer. Desde mi
punto de vista, vales más del monto que te acabo de mencionar",
expresó. Deseaba gritar con todas mis fuerzas, pero no era capaz
de hacerlo. Me di la vuelta para ver a mi marido y su respuesta fue
sonreírme. Agarró mi rostro con sus manos para acercarme. Su
calor invadió todo mi cuerpo, hasta mi columna se estremeció por
el escalofrío. ¡Dem*nios! Sentí que algo se me inflamaba entre las
piernas, así que las apreté con fuerza y me concentré en dominar
el fluido que quería escapar.
"Te conozco demasiado bien y sé que estás mojada, señora
Archer. Tu cuerpo me pertenece. Esposa, estoy más familiarizado
con tu cuerpo que tú misma. Solo toma aire y bótalo varias veces",
expresó. A pesar de que él estaba incómodo, sin previo aviso
movió la silla en su dirección, colocó mis piernas encima de sus
hombros y comenzó a
pasar su lengua por mi v* gina.
¡M*Idición!
Este hombre sería mi perdición. Después bajó mis piernas y movió
la silla de vuelta a su lugar. Él se levantó.
"Sigue comiendo".
"¿Cómo dem*nios voy a comer en este estado?", pregunté para
mis adentros.
Volvió a su asiento y se organizó la chaqueta mientras se sentaba.
"Crea tu propia empresa. No seas empleada de nadie", dijo.
Mientras que yo me comía mis alimentos, pero no lograba
concentrarme. Estaba desorientada.
"Iremos a M-City, amor"
"¿Para qué visitaremos M-City?".
"Está una persona a la que deseo que conozcas"
Él agarró su celular y marcó el número de Lucas para pedir que
alguien trajera el avión. Unos minutos después, le avisaron que la
aeronave estaba lista para despegar. Agarró mi mano entre las
suyas y lo seguí sin protestar. Por último, nos subimos y
empezamos nuestro viaje a M-City.
Capítulo 26
¿Estoy esperando un bebé?
Mava.
Vi mi reloj y me di cuenta que iban a ser las 10 de la noche. Estaba
muy cansada. M-City era un sitio nuevo para mí jamás lo había
visitado. La ciudad también era llamada la Ciudad de Oro, un
parque de diversiones para la familia
Archer. Llevar el nombre de señora Archer tenía un costo. ¿Qué
rayos me había dicho Zion que usara? Tenía lastimadas las plantas
de los pies, me ardía la parte de atrás de los talones y esos
insoportables tacones de aguja me estaban martirizando. Volteé la
cabeza y observé a mi esposo. Estaba descansando los ojos,
parecía muy tranquilo.
Lancé una mirada hacia el lado contrario del avión y observé a
Lucas. Le hice una seña y se acercó rápidamente.
"Por favor, quiero que me consigas una ropa más apropiada,
Lucas".
En el rostro del sujeto apareció una sonrisa y después me dijo que
había empacado lo que yo estaba utilizando anteriormente. Ingresé
a uno de los dormitorios y noté que mis pantalones y zapatos
estaban colocados sobre una silla. La cama se veía muy
provocativa. Decidí acostarme en la cama, pero antes de que me
quedara dormida, sentí
muchas náuseas.
¡Dem*nios!
Por suerte, conseguí un baño, así que entré en él. Y descargué
todo el contenido de mi estómago en el sanitario.
Estaba resoplando y hacía arcadas mientras trataba de tranquilizar
mi cuerpo. Cuando finalizó, abrí la llave del lavamanos e intenté
asear mi cara y boca. Me sentí muy débil. Entonces, comencé a
echarme agua por todo el rostro mientras me miraba en el espejo.
Me sentí completamente aliviada cuando salí del baño, en ese
momento, me encontré a Zion, quien había estado parado afuera
todo el tiempo. ¡Diablos! seguro parecía un monstruo. Sin querer
pegué mi rostro contra el suyo, y el muy bobo no paraba de reírse.
Me cargó y me dio besos por todo el cuerpo.
"Zion, basta".
"Segura que debería detenerme, señora Archer. ¿No te has
percatado que acabas de formar una sonrisa gigante en mi cara y
que me has convertido en el sujeto más feliz del planeta?"
"¿A qué rayos te refieres, Zion Archer?"
Él no contestó. Luego, me ayudó a tenderme en la cama y me
advirtió que me quedara quieta mientras estaba acostada.
Entonces, se marchó y después apareció con un plato de sopa.
"Zion, no soy capaz de comer nada. Lo lamento, solo deseo
descansar".
No me insistió. Luego de dormirnos durante una hora, por fin nos
despertamos. Luego, calentó la sopa y rápidamente empezó a
darme la comida. Yo estaba sudando mucho, así que decidí darme
un baño antes de colocarme mis pantalones y zapatos. Salí del
dormitorio y me senté cerca de Zion. No era mi responsabilidad, mi
esposo era amante al s*xO. Y aunque nos encontrábamos
sentados en sillas distintas, él y yo estuvimos uno frente al otro en
todo momento.
Lo observé mientras el avión se elevaba.
El sabía que era un sujeto atractivo y no le molestaba presumirlo.
También estaba consciente de que las chicas se derretían por él.
Sin embargo, yo había entendido algo y era que a Zion Archer solo
le gustaba una mujer en particular y esa era yo, su esposa. Había
notado que mi marido tenía una actitud que decía: yo sé que soy
guapo. ¡Dem*nios!, era cierto que tenía unos rasgos muv
s*nsuales. Me dio la impresión de que se dio cuenta de que lo
estaba observando porque de repente puso una de sus piernas
largas y musculosas encima de la otra, con el tobillo derecho
reposando sobre la rodilla izquierda. ¡Lindos pantalones los que
estaba usando, mi rey! Agarró sus muslos gruesos. Este chico
estaba usando un atuendo completamente negro, tenía una camisa
y pantalones negros, se notaba que tenía calor.
Metió su mano izquierda en uno de sus bolsillos. Observarlo me
erizó la piel. Mi mente fue invadida por los recuerdos de las cosas
que él me había hecho. Sentí escalofríos en la espalda y la
temperatura de mi cuerpo empezó a bajar. Por
último, sacó la mano que tenía en su bolsillo y se arregló el cabello
hacia atrás.
"¿Por qué te sentaste tan lejos de mí?", interrogó mientras se
acariciaba la frente. ¿Cómo le explicaba que me estaba apartando
a propósito, ya que sospechaba que él querría empezar a tocarme
pronto? No tenía ganas de tener relaciones sex*ales o contacto
físico en ese momento. No contesté, sino que me dormí.
Los destellos de luz del sol naranja quemada que se metían en
abundancia por la ventana caveron directamente sobre mis ojos,
por lo que pestañeé varias veces. Sentía un dolor intenso en los
ojos. Luego de frotarlos bien los pude abrir, así que me giré en la
cama buscando a mi marido, pero él se había marchado de allí.
Entonces, examiné mi alrededor y me di cuenta que la cama era
inmensa, se parecía a la que teníamos en nuestra casa en J-city.
Además, vi una puerta que pertenecía al baño. Necesitaba
descargar el contenido de mi estómago. En mi mente apareció una
interrogante que trataba acerca de si esto era a lo que se referían
las personas cuando mencionaban las náuseas matutinas.
Un momento. ¿Será que estaba esperando un bebé?
Pensar que podía estar embarazada me descompuso el estómago.
Luego de bañarme, ingresé en el vestidor. Noté que había muchos
atuendos de mi talla. Ni siquiera tuve que preguntar, rápidamente
entendí que esa ropa era mía. Salí del
dormitorio y fui recibida por los empleados.
"Buenas tardes, ¿cómo está, señora Archer?", expresaron al
unísono todos los que me dieron la bienvenida, ellos estaban
sonrientes. La casa era gigante y había muchas personas
trabajando allí.
"¡Ey, ahí estás! Luces mejor hoy", dijo un anciano, era idéntico a mi
esposo, pero más viejo. Se aproximó a mí, me dio un fuerte abrazo
y expresó: "¡Santo cielo!, eres tan parecida a ella, reina". Todos
estaban felices de estar conmigo, pero había un problema. No
sabía quiénes eran esas personas.
¿Dónde rayos se encontraba mi marido?, grité para mis adentros.
"Papá, obsérvala; ¿Te agrada tu linda Chloe?, vociferó el sujeto
mientras hablaba con un anciano, quien ojeaba un diario en la
terraza.
• "Oh, Dios, tú debes ser Maya. No creí que Zion pudiera
encontrarte. ¡Rayos! Eres igual a Chloe. Estoy seguro que
Elizabeth te hubiese adorado"
iSanto cielo!, estaba controlando las ganas de soltar algunos gritos.
Chloe, Elizabeth y estos dos sujetos tenían mucho vigor y yo
estaba muy débil. Sentía que me desmayaría en cualquier
momento.
"Ah, creí que esto se trataba de una broma. Es idéntica a Chloe,
como había pronosticado Zee", expresó la anciana y empezó a
lloriquear. Esta situación se estaba saliendo de control para mí.
"Acércate, permite que la abuela te vea", expresó. Ellos estaban
llenos de energía y yo me sentía cada vez más débil.
Moví un poco mi cuerpo hacia adelante y de repente mi visión se
nubló por completo. Lo último que fui capaz de escuchar fue a una
señora vociferando: "¡Contacten al doctor de la familia, la pequeña
señora Archer se desmayo", esas fueron las últimas palabras que
oí.
Capítulo 27
Murmurando insultos
Zion.
Al momento que ingresé en el dormitorio, me di cuenta de los
signos de cansancio que empezaban a manifestarse en su cara. A
pesar de que estaba descansando, noté que estaba agotada. Yo
sabía que ella lo que necesitaba era reposar tranquila, sin
embargo, estaba consciente de que estos adultos mayores estarían
encima de todos sus movimientos. Mi familia y su inagotable
entusiasmo. De solo pensarlo solté la risa. Se veía muy pálida.
Estaba rogando que no le hubiese pasado nada al bebé. Dios,
tenía miedo de estar equivocado. ¿Y si no estaba esperando un
bebé? Y yo solo estaba imaginándome cosas. Seguiría aguardando
que ingresaran la enfermera o el doctor. Escuché que llamaron a la
puerta.
"Zee, amor, ¿puedo entrar?"
"Por supuesto, abuela".
Ingresó y empezó a darle masajes a Maya en las piernas. Miré
cómo ella realizaba cada técnica con gran dedicación, parecía que
se estaba divirtiendo mientras lo hacía. Mientras le realizaba eso a
Maya, ella no me quitaba los ojos de encima ni dejaba de sonreír.
"Como ya sabes, Zee, hice lo mismo con tu mamá cuando estaba
embarazada de ti, también noté que tu esposa está esperando un
bebé. ¿Ya sabías eso?"
"Sí, pero no lo he confirmado", expresé y mi abuela me lanzó una
sonrisa.
"Anoche, cuando entraste cargándola, me vino a la mente la idea
de que ella estaba embarazada. Noté por la apariencia de su cara
que ella se encontraba cansada, además que lucía muy pálida. Sin
embargo, nos emocionamos mucho cuando ella se despertó hoy.
Aunque nos estamos haciendo más viejos con el pasar de los días,
aún estamos llenos de vigor", dijo y me sonrió antes de seguir con
lo que estaba haciendo. "El doctor de la familia llegará en cualquier
momento", añadió.
"Abuela, ¿crees que ella se mejorará?".
"Basta de comportarte como un niño malcriado, Zee; no tienes
porque angustiarte tanto por la salud de tu mujer. Lo que deberías
hacer es ir inmediatamente a la cocina y solicitarle a Oliver que le
cocine una sopa de jengibre y ajo, eso
le dará la energía que le falta".
"De acuerdo".
Estaba seguro de que esto pasaría. Mi familia ya no se preocupaba
por mi bienestar. Ahora todo el cariño y protección se lo darían a
Maya. Cuando llegué a la cocina, encontré a Oliver sirviendo algo
en un tazón.
"Toma esto; ayudará a que señora Archer se mejore. ¡Llévalo
rápido!", exclamó. Lo observé con desconfianza. "Zee, ese plato
contiene sopa de jengibre y ajo, ¡ya vete!".
Todos estaban angustiados por mi mujer y nadie me prestaba
atención. A lo que me refería era que yo había engendrado el bebé,
había sido mi miembro, debería recibir todos los cumplidos. Sin
embargo, todos en esa estúpida casa solo pensaban en señora
Maya. Se estaban esforzando demasiado para atenderla, pero no
había visto a nadie hacer lo mismo por mí. Luego de ingresar en mi
dormitorio, me estaban esperando mi abuela y el doctor. Entonces,
ella agarró la sopa y me echó.
¡Un momento, ese era mi dormitorio!, dije con fuerza para mis
adentros.
Maya tendría que responder por todo eso cuando despertara.
Tendríamos relaciones sex*ales a mitad del día. Estas personas
eran mi familia, pero me sentía como un forastero en mi propio
hogar por culpa de ella. Me giré y me dirigí a la terraza donde mi
abuelo y mi papá se habían estado burlando de mí debido a la
expresión de desilusión que tenía en mi cara.
" ¿Tu abuela te dijo que te salieras de la habitación?".
"Sí, lo hizo", contesté, y tomé asiento para observarlos jugar al
ajedrez.
"Créeme, se pondrá peor. Apenas está empezando, a menos que
decidas volver a J-City", Mi padre empezó a reírse.
"Hijo, te cuento cuando tu mamá estaba embarazada de ti, yo viví
lo mismo que tú ahora. Me sentía como un extraño en mi propia
casa. Parecía que tu madre era la verdadera hija de la abuela y yo
un ser sin importancia". Los dos sujetos siguieron riéndose de mí,
mientras que yo trataba de crear un plan que me permitiera huir
junto a mi esposa de esa
casa, antes de que terminara la semana.
"Ah, tampoco creas que escapar es una opción viable, porque si lo
haces, la abuela te perseguirá hasta J-City. Solo permanece donde
estás y simula que no notas lo que está ocurriendo"
Rogaba que no se le ocurriera prohibirme que yo pudiera mantener
relaciones íntimas con mi esposa, porque me pondría muy triste si
no pudiera sentir su cuerpo.
"Ey, Zee", oí que mi abuela me llamaba. Quizás le había pasado
algo a mi mujer. Caminé rápido hasta mi dormitorio, permitiendo
que los dos sujetos continuaran burlándose de mí, mientras me
veían marcharme. Cuando llegué a la puerta principal, me di cuenta
que Maya ya se había despertado. Al aproximarme a ella, creí que
ese era el motivo por el que me habían llamado, pero una mano me
frenó bruscamente.
"Por favor, trae un vaso de agua".
¡Dem*nios! Teníamos sirvientes en la casa; ¿Por qué yo tenía que
buscarla? De acuerdo, grité con fuerza para mis adentros.
Miré a mi abuela de forma inquisitiva. "¿Deseas que repita lo que te
acabo de pedir?", interrogó ella.
"Para nada, señora", respondí como lo debía hacer una persona
educada. Dem *nios, ¿por qué regresé a este lugar?
"¡De acuerdo!".
Luego de que acabé de cerrar la puerta, mi pie se sintió tentado de
lanzarle una patada. ¿Qué se creía esa anciana?
• ¿Cómo era capaz de llamarme para que buscara un vaso de
agua? Señora Maya solo estaba esperando un bebé, no mal de
salud. Un momento. Además, existía la posibilidad de que fuera
una falsa alarma y ya esa señora había empezado a tratarme como
un sirviente. ¡M*Idita abuela!
Ingresé en la cocina y Oliver me entregó un vaso de agua. No
entendía nada. ¿Todas estas personas estaban planificando algo
en mi contra? ¿Cómo sabía Oliver que yo había ido en aquella
ocasión a buscar la sopa de jengibre con ajo, y ahora cómo se
había enterado que necesitaba agua? Ignoré los hechos como si
no fueran relevantes y regresé a mi dormitorio. La abuela estiró su
mano para recibir el vaso, y antes de que yo pudiera decir algo,
vociferó:
"¡Vete de aquí!".
¿No podía estar un rato con mi mujer?, pensé.
"Su esposa está embarazada, así que le deseamos nuestras más
sinceras felicitaciones, señor Archer". Una mano me agarró con
fuerza y no me dejó correr a la habitación para agradecerle a mi
mujer por hacerme el hombre más feliz del planeta al permitirme
ser padre.
"Ya te dije que te marcharas de aquí".
¡Santo cielo! ;Ese era mi m*Idito dormitorio!
No podía decir groserías en voz alta, así que susurraba insultos
para mí mismo. Volví a la terraza para encontrarme a dos suietos
riéndose de mi persona.
"¿Te dieron un vaso de agua?", el abuelo soltó la risa cuando
escuchó la pregunta de mi papá.
¿Sería que eso era una broma?, me pregunté para mis adentros.
"Aguarda, Brian. Empieza el conteo: 3,2,1", expresó el abuelo
mientras seguía riéndose.
"¡Ey, Zee!".
¡Esto debía ser un chiste!
Capítulo 28
Mantener relaciones sex*ales avuda a que se desarrollen de forma
adecuada los huesos del bebé.
Zion.
A pesar de lo mucho que había trabajado el día de hoy, no me
sentía bien. Señora Archer estuvo despierta por un corto período
de tiempo antes de volver a quedarse dormida. Extrañaba su
ternura, además deseaba estar con ella
íntimamente. Sus ojos estaban completamente cerrados, y ver eso
no me agradaba. Estaba seguro que mi abuela me llamaría en
cualquier momento, así que aguardé al lado de la puerta
anticipándome a sus acciones.
"¡Ey, Zee!", dijo mi abuela. En esta ocasión, su tono era suave.
Cuando ingresé, ella ya se había puesto de pie y expresó: "Por
favor, cuídala; me urge tomar un descanso".
Mi abuela se estaba marchando mientras yo observaba la cara
increíblemente pálida de mi mujer que aún estaba dormida. Para
mí todavía era difícil creer que sería padre. Era tan raro. Me quedé
junto a ella mientras dormía y agarré su mano mientras peinaba su
cabello. Rogaba que ella se despertara antes de que mi abuela
comenzara a angustiarse por su bienestar. Primero pasé mi pulgar
por su labios, luego por su mandíbula y por último por el perfil de su
cara. Ella soltó un quejido suave y casi imperceptible. En mi rostro
apareció una sonrisa mientras detallaba sus rasgos increíblemente
atractivos. Entonces, noté que sus parados hicieron un movimiento,
y después empezaron a separarse despacio. Al principio, me
pareció que se sentía perdida, pero luego de examinar el lugar, sus
ojos sabían donde se encontraba. Ella intentó levantarse, pero aún
no tenía las fuerzas necesarias, así que me aproximé y la ayudé a
sentarse de manera cómoda.
"Hola, amor", expresé, tocando sus mejillas.
"Ey, hola" dijo mientras sonreía con alegría.
"Me tenías muy asustado. ¿Cómo te encuentras ahora?", pregunté.
Ella no contestó. En vez de eso, se acercó y me dio un abrazo para
consolarme en silencio.
"Me convertiré en mamá, Zion".
"Ya lo sé, amor" le di un abrazo fuerte y expresé: "Me has hecho el
hombre más feliz del mundo, señora Archer".
•Luego de un instante, me soltó y exhaló. Me di cuenta de que se
sentía nerviosa por la idea de que ahora sería mamá.
Pero ella era capaz de salir vencedora ante cualquier reto. Mi Maya
era ese tipo de chica. Me dolían demasiado los ples, pero noté que
ella estaba contenta. Necesitaba ejercitarse, y evidentemente, dejar
las cosas en paz. En mi cara
apareció una sonrisa al pensar en tenerla encima de mí.
"Maya, tengo mucha hambre y me duelen mucho los pies por estar
parado todo el día".
"De acuerdo, amor, dame un momento y te busco algo para que te
alimentes".
Volvió al dormitorio con un plato de comida. Ingerí mis alimentos y
ella lo intentó nuevamente. Noté que el color de su cara era
diferente ya no se veía pálida. Cuando rodé mi pierna hacia donde
estaba ella, rápidamente empezó a darme un masaje. Luego,
ingresó al baño, se dio una ducha y salió a vestirse. Yo hice lo
mismo. Deseaba marcharme de allí porque sabía que me darían
ganas de estar con ella de forma más íntima. Cerré la puerta detrás
de mí y permanecí allí, viéndola. Tenía la cara sonrojada.
"Zee, ¿qué piensas hacer?"
Desde que se puso mal de salud, he tenido que hacer mil cosas
parecía un sirviente más. Obviamente, ella no necesitaba enterarse
de eso.
Se percató que mi mirada estaba llena de deseo en ese momento,
y ella rápidamente supo que era lo que yo quería. No podía
rehusarse. No se lo iba a permitir. La tomé y la pegué contra la
pared.
"¿No me quieres dar lo que es mío, Maya?"
"No, cariño. No me parece que tener relaciones sex*ales sea bueno
para el bebé"
"Para ser más exactos, amor. Bebés".
En su rostro apareció una expresión de asombro. Pero yo ya sabía
lo que quería hacer con ella. Le di un beso y la conduje a la cama.
La recosté, luego miré toda su figura y nuevamente cerré la puerta.
Maya.
Cuando Zee regresó y aseguró la puerta con llave, supe que
estaba metida en problemas. ¿Qué le había hecho esa señora, al
parecer lo había tratado como su empleado, y por eso él quería
tener relaciones sex*ales conmigo, para castigarme? Sabía que mi
marido deseaba castigarme, pero ¿por qué? Cuando lo vi, supe
que ya no había retorno. No me salvaría de eso. Él tenía muchas
ganas, porque se le notaba en la mirada, ¡Dem*nios! ¡Estaba
perdida! Intenté apartarme de su lado, pero logró mantenerme
quieta. Su expresión era parecida a la que tenía un bandido cuando
iba a hurtar algo. Tomó mi mano y la acercó a su boca para darle
un beso. Fue algo rápido, pero erizó mi piel.
"Te cuento, señora Archer, hoy fue un día muy agitado para mí.
Jamás había hecho tantas cosas".
Mi esposo me castigaría pidiéndome que tuviéramos relaciones
sex*ales. Cuando creí que me había penetrado con su mi*mbro,
me hizo juntar los muslos con fuerza para que no dejara caer ni
una gota de fluido. Entonces, se puso de pie, se desabrochó el
cinturón y se quitó la camisa que estaba usando. Después, tomó
asiento en la cama. "Acércate", expresó como si estuviera
hipnotizado, me aproximé y me paré en medio de sus piernas.
"Siéntate". Mi idea era sentarme en el borde, pero él agarró mi
mano y dijo: "Encima de mí". ¿Qué le ocurría a este sujeto? De
pronto, estaba repleto de pasión. Como me encontraba esperando
un bebé, sabía que no debía sentirme de esa manera, pero no
podía controlarlo.
"Mi amor, no está bien que una chica tenga sex* mientras está
embarazada", dije y él arrugó el ceño.
"¿Quién te dijo esa mentira?, mantener relaciones sex*ales durante
la gestación ayuda a que los huesos del bebé se desarrollen de
manera adecuada. Mi idea es educar hijos que sean muy fuertes"
"De ninguna manera escaparía de mi destino, ¿cierto?", me quejé
en voz baja.
Capítulo 29
El helado de papi.
Zion.
Separé sus muslos mientras ella estaba sobre mí. Por fin la tenía
como yo quería para satisfacer todos mis deseos. No había
comenzado a hacerle nada y Maya ya había colocado su cabeza
sobre mi pecho y temblaba. Ella aceptaba todo, lo que era
fantástico. Me acerqué para darle un beso y coloqué mis manos
alrededor de su cabeza para tenerla más pegada a mi cuerpo. Su
boca tenía un sabor delicioso. Me gustaba cómo se descontrolaba
cuando estaba conmigo.
Podía sentir que sus pezones estaban firmes, lo que me indicaba
que ella también me deseaba. Le quité su diminuto vestido que era
bastante provocativo y yo me bajé los pantalones. Arrimé su cuerpo
de manera que quedara sentada en el borde de la cama y después
separé sus muslos. Solté un gemido mientras frotaba mi mi*mbro
por su v*Iva y apretaba sus labios, al mismo tiempo que atrapaba
todos sus quejidos. Ella movió su mano hasta mi cuello y lo sujetó.
Mientras la penetraba, empujé su cuerpo contra el colchón para
que ella estuviera más a gusto. Recordé que ya no éramos la
únicos que estábamos en el acto, por lo que traté de que mis
embestidas fueran despacio, pero profundas.
Nuestro bebé estaba creciendo dentro de ella. Seguí haciéndole el
amor suavemente. Además, no quería que mi abuelo escuchara a
mi mujer gritar de placer o que mi abuela, se parara afuera de
nuestro dormitorio y tocara la puerta sin parar. Esa mujer estaba
demente, era capaz de hacerlo.
¡Diablos! No sabía que una mujer embarazada era tan tierna.
"Todo esto es tuyo, amor", Ella tenía los ojos cerrados mientras
tocaba mi cuerpo. Yo sabía que si no la empezaba a besar, me
arrepentiría. La gente que se encontraba en la casa podía creer
que le estaba dando una paliza. Así que decidí besarla. Solté otro
gemido antes de tomarla por sus caderas, concentré todo mi poder
y la penetré con más vigor. Aumenté un poco el ritmo. Y en ese
justo momento, mis ojos comenzaron a observar fijamente sus
senos que saltaban de manera descontrolada haciendo que yo
perdiera la cabeza. Incluso, olvidé que nos encontrábamos en la
casa de mi familia y aumenté la velocidad a la máxima potencia.
"¡Ay, Dios mío!", expresó ella en forma de alago.
La agarré por el cuello y seguí con fuerza en mi labor, y entonces
en ese momento, un perverso deseo se adueñó de mi ser. En mi
cabeza solo estaba una idea y era: penetrarla mientras ella estaba
de espaldas.
"Al dem*nio, Zion", sus quejidos se transformaron en llanto. "Oh,
oh, oh... Zion"
"Estás muy descontrolada, señora Archer. Ni se te ocurra acabar
con esto. Aún quiero que sigas disfrutando conmigo".
"No puedo aguantar más", expresó mientras expulsaba sus fluidos
y suspiraba de placer.
Me adueñé de su boca e introduie mi dedo dentro de su v*gina. La
dejé que tuviera sex* con mi dedo, a pesar de que su parte íntima
apretaba con fuerza mi dedo. ¡Dem* nios! Ella no aguantaría. Ella
seguía en su actividad. Así que decidí mover mi mano y usar mi
lengua por lo que ahora había comenzado a divertirse con ella.
Giré su cuerpo y metí mi mi*mbro en su v*gina mientras ella veía
en dirección contraria. La penetré con más velocidad cuando
empezó a gritar.
"¡Diablos! ¡Estaba tan mojada y todo era para mí, para papá!".
Estaba seguro que cualquier persona que estuviera cerca sería
capaz de oír lo que estaba ocurriendo en nuestro dormitorio, así
que aumenté la velocidad de mis movimientos con la idea de poder
terminar, aceleré, necesitaba eyacular antes de que mi abuela
tocara la puerta: Pero lo que sentía por mi mujer no me dejaba
finalizar. Cuanto más la penetraba, más quería seguir haciéndolo,
incluso deseaba usar mi cabeza. De verdad, deseaba introducir mi
cabeza en ella.
¡Pum! ;Pum! ;Pum!
"Zee, trata bien a la pobre mujer". Eran palabras estimulantes.
Mientras mis t*stículos acariciaban su v*gina, tuve la impresión de
que los bebés que estaban en su vientre me felicitaban.
"Ey, Maya", le succioné el lóbulo de la oreja.
"Amm... oh".
"¿Te diste cuenta?", interrogué. Mi p*ne seguía dentro de su v*gina
que todavía estaba caliente. Seguí en mi labor con energía y la
tomé con fuerza, entonces, jalé de sus dos manos para colocarlas
detrás de su cuerpo.
"¿Llegó la abuela?", preguntó Maya.
"Ella no, señora Archer, nuestros bebés", expresé.
"¡Cómo!", Comencé a acelerar mi velocidad, sabiendo que tenía mi
mi*mbro completamente dentro de ella.
"Me felicitan. Puedo escucharlos. Vamos, papá, vamos, papi. ¿Los
oyes?". Ella no pudo controlar las ganas de reírse.
"¿Estás alucinando, señora Archer?"
"No amor, aguarda, más rápido de lo que crees sabrás de ellos",
expresé. Luego le di unas palmadas a su lindo trasero mientras mi
cuerpo se llenó de satisfacción y se descargó dentro de ella. Ella
era una chica malvada. "¡Ah, están aclamando mis fluidos!". Ella
estalló de la risa mientras también alcanzaba el clímax.
"Zion, ¿de todo tienes que hacer un chiste?".
"Piensas que esto es solo un juego, si acabo de tener el mejor sex*
de mi vida contigo mientras mis hios me alentaban y esperaban mis
fluidos", expliqué. "No es posible que no creas en mis palabras"
"¡Cierra la boca! Estoy hambrienta".
"¿Cómo puede ser que tengan tanta hambre si acaban de terminar
de chupar el helado de papi?'
"¡Ya, Zion!", tomó una almohada y me dio un golpe con ella. Me
coloqué la ropa y abrí la puerta para ir a buscarle alimentos, pero al
llegar al lugar me encontré con una mujer muy enfadada.
"El helado de papi, ¿ah?", me ruboricé debido a la vergüenza que
sentí. Quería que me tragara la tierra. Ella prosiguió
"Presta atención, Zion Xavier Archer: si algo le pasa a ese bebé, tú
y tu mujer estarían obligados a reparar el daño.
¿Comprendes?"
"Está bien, señora", cuando me volteé, mi abuelo y mi papá no
paraban de reirse.
"¿Eres el helado de papi? ¿Qué tipo de nieto es el que tengo?",
expresó mi abuelo y mi papá soltó la risa.
¡Ya basta! ¡Déjenme tranquilo!, me dije para mis adentros.
¿Ellos estaban escuchando atentamente lo que mi mujer y yo
hacíamos cuando estábamos a solas? ¿Con qué objetivo actúan
como escoltas? ¿Qué clase de personas conforman mi familia?
¿Siempre habían sido de esa forma?
Capítulo 30
Lo alto del hogar.
Luego de que Zion la hiciera pasar por malos ratos varias veces,
Kelly optó por regresar a M-City. Se dirigió a la casa de su familia,
donde se echó a llorar y les contó que su prometido se había
casado con otra mujer. Los Martins se asombraron con esa
información y se disgustaron. Como ya era de noche, decidieron
que visitarían a la familia Archer después para conocer a fondo lo
que pasaba. Luego de conocer que a su hija la habían dejado, la
familia Martins se fue a dormir con el corazón acongojado. Al día
siguiente, Jacob Martins se comunicó con el anciano Sr. Archer y le
dijo que ambas familias debían tener una reunión para tratar
asuntos importantes. El anciano Sr. Archer aceptó que la familia
Martins acudiera a la casa principal. Ellos llegaron a la mansión
Archer aproximadamente a las diez de la mañana, manifestando su
molestia por la situación. Fueron recibidos en la sala de estar.
También estaban presentes los tres hijos de la familia Martins.
Aunque trataron de contener la rabia, uno de ellos no logró dominar
su carácter. Los ancianos ni siquiera pudieron saludarse o empezar
a conversar porque Jonathan Martins ya había empezado a
discutir.
"¿Dónde dem*nios está ese idiota que hizo que mi hermana
perdiera el tiempo? ¿Dónde se encuentra?", Pero antes de que
alguna persona pudiera contestar las preguntas, se escuchó una
potente voz desde la entrada.
"¿Ese es el imb *cil que está actuando de forma grosera en nuestro
hogar? Muchacho, ¿conoces la educación o necesitas que te
explique cómo se debe tratar a tus mayores?"
La familia Martins no conocía al hombre que había aparecido. Se
vio un reflejo borroso de un sujeto apuesto con una expresión
formal que ingresaba a la casa. Debido a la manera de caminar
imperiosa y el atuendo que estaba usando, era evidente que se
debía evitar una discusión con él. Luego de eso, caminó hasta
llegar a donde estaba Jonathan Martins.
"Cuándo hago una pregunta, me gusta que me respondan. Hace
un instante, te comportabas como un demente.
¿Ahora no sabes hablar?", interrogó el sujeto. "Tío Brian, quién es
este muchacho que está violando nuestras normas y molestando
nuestra tranquilidad?"
"Qué alegría que estés aquí, Javier. Lo que pasa es que hay un
asunto que involucra a tu primo y estamos tratándolo".
' ;Este chico está llamando de forma atrevida a Zion? Ey, cuando
aparezca Zion, ¿seguirás actuando de forma
insolente?"
"Felicia, te lo suplico dile a Javier que todo marcha bien. Toma
asiento, hijo".
"Javier, me parece que Gabriella requiere colaboración afuera".
Como Javier no quería pasar por alto la actitud de Jonathan
Martins, la abuela Felicia dijo eso para librarse de él. Javier no
quería dejar a Jonathan. Pero al final decidió ir a ayudar a Gabriella
y a sus hijos a alojarse. Luego de esa tarea, volvió a la sala de
estar. Se aproximó y tomó asiento al lado de la abuela Felicia,
quien estaba sentada a poca distancia de la abuela Rose. El lugar
había estado muy silencioso hasta que apareció la familia Martins,
quienes hicieron mucho ruido. Luego de un rato en el que nadie
decía nada, Joan Martins empezó a hablar.
"Quisiera saber qué es lo que está pasando, ya que Zion se había
comprometido con mi hija. Pero lo último que supe fue que. él se
casó con otra mujer. Me encantaría conocer lo que ocurre para que
podamos hacer la boda. ¿Por qué hizo que mi hija perdiera el
tiempo si no deseaba contraer matrimonio con ella?".
Después, Morris Martins tomó la palabra.
"¿Quién es la ramera con la que contrajo matrimonio? ¿Quién es la
chica misteriosa? ¿Es una de sus p*tas?".
La abuela Felicia estaba muy molesta por la manera como se
expresaba la familia Martins.
"Zion era el novio de su hija, ¿cierto?", preguntó ella en un tono
suave pero que sonaba bastante dominante. Debido a que la dama
era tan prudente, resultaba evidente que no era una persona con la
que se podía jugar.
"Sí, él era el novio".
"¡Excelente! ¿Zion le propuso en persona a su hija que se
casaran?", preguntó. Inmediatamente, un incómodo silencio se
apoderó de la habitación. Finalmente, nadie contestó nada. "¿Por
qué de pronto no hablas? Hay otra cosa que no tengo
completamente clara, ¿cómo es que te llamas?"
"Mi nombre es Kelly".
"Kelly, entonces, ¿fue Zion quien te lo pidió?".
"Nuestras familias pactaron que nos uniríamos en matrimonio".
"Aún no has contestado lo que te pregunte, muchacha. ¿Zion
aceptó hacer eso?".
"Él no".
"Entonces no tenías un acuerdo con Zion, sino con su familia. ¿En
alguna ocasión él te ha acariciado, besado, tomado de la mano o te
ha invitado a salir?"
"Nada de eso".
"Entonces, ¿por qué razón tu familia está aquí reclamando como si
Zion hubiese abusado de ti? ¿Por qué viniste a insultarnos? ¿Esto
es para ayudar a su hija, o está colaborando en esta situación para
conseguir algún beneficio personal? A lo que me refiero, es que el
muchacho jamás la aceptó como su novia. Por eso decidió casarse
con otra muier sin dar explicaciones".
Al finalizar sus palabras todos se veían las caras. La sala estaba en
completo silencio y nadie se atrevía a decir nada.
En ese momento, apareció Zion cargando a Maya.
"Ya bájame, Zee"
"A la pareja Archer le caería bien beber un poco de agua".
"'Yo buscaré el agua, Zion!".
Los dos jóvenes que se trataban de manera amorosa no sabían
que otras personas los veían mientras ellos mantenían sus juegos
privados. Entonces, Zion bajó a Maya y empezó a besarla, pero en
el momento que sus manos comenzaron a acariciar su trasero,
Javier hizo un sonido con la garganta para detenerlos.
"¡Ey, hola! ¡Primo!".
Maya sintió mucha vergüenza. Además, en ese momento, Kelly
empezó a insultar como una demente.
"¡Oh, santo cielo, esa es la z*rra que me arrebató a mi prometido!"
Capítulo 31
Activar manera de tener relaciones sex*ales como en la
secundaria.
Zion.
¡Dem*nios!
¿En qué momento habían llegado todas esas personas? Además,
era muy temprano. Espera, ¿él es mi primo?
"Ey, ¿Javier?", expresé y me acerqué para abrazarlo. Ese sujeto y
yo teníamos mucho tiempo sin vernos. Lo abracé cariñosamente y
luego agarré su mano para saludarlo.
"Eh, esa mano lo último que sostuvo fue la de tu esposa. Amm, ya
sabes de lo que estoy hablando"
"¡Cierra la boca, Javier! ¿Cómo va todo en Nueva York? Diablos, a
pesar de que ha pasado bastante tiempo, sigues estando muy
apuesto. Dem*nios, las chicas ya no voltearán a verme; ¡Ahora solo
te prestaran atención a ti, primo!".
"Uh, ya basta de lo que dices". Javier y yo decidimos salir de la
casa para estar al aire libre. El idiota seguía siendo bien parecido.
Aunque lo recuerdo actuando de manera arrogante, dem*nios, los
años habían sido muy buenos con él, seguía siendo bello. ¡Dios,
ayúdame! Mi persona se vería perjudicada si me aparecía en
público con ese sujeto, así que no podía hacerlo. No permitiría que
nadie me hiciera sentir inferior y con ese idiota a mi lado, ninguna
chica me notaría.
"Me enteré que te casaste, ¿eh?"
"Sí, ahora soy un hombre felizmente casado".
"Al fin...", En ese momento, oí que alguien llamaba a mi mujer
z*rra, justo cuando Javier iba a continuar hablando. En esta
ocasión, no había sido Kelly, sino que lo había dicho un hombre.
¡Diablos! No permitiría que nadie le dijera de esa forma a mi
esposa. Pero, antes de que llegara a donde ellos estaban reunidos,
mi abuela le dio una cachetada a Jonathan Martins. Por lo tanto,
supuse que había sido él, quien le había dicho a mi mujer ramera.
Sus palabras no importaban, porque no tenían nada que ver con mi
mujer. Pero me acerqué para lastimarlo. Le propiné un fuerte golpe
que le volteó el rostro. Nadie razonable se atrevería a hablar de
esa manera de mi esposa. Absolutamente nadie. Ese sujeto
acababa de despertar la rabia que tenía contenida dentro de mí.
Además, le di una patada llena de poder que hizo que todos los
presentes gritaran asustados. En ese instante, Javier agarró mi
mano.
"Anciano, Sr. Archer, ¿es de esta forma como obra su nieto? ¡Mire
cómo golpeó a mi hijo!".
"Y si no guardas silencio, yo mismo te golpearé por no educar a tus
hijos de forma correcta. En primer lugar, desde el
• momento que tu hijo ingresó a esta sala lo único que ha hecho es
insultar, llamando a mi nieta "z*rra". Le explico, Zion jamás estuvo
interesado en su hija. Yo quería obligarlo a contraer matrimonio con
ella. Otra cosa, fui yo quien compró y le dio el anillo a su hija. Dime,
muchacha, debido a que actué a espaldas de Zion, ¿tú piensas que
yo soy tu prometido?
Te falta educación. No me resulta raro que mi nieto no esté
interesado en ti. Te ves muy refinada, pero la verdad eres una
chica vulgar. Por si no te has percatado, a la mujer que le has dicho
ramera varias veces, te ha superado en todos los aspectos. Me
refiero a que ella se casó con el hombre y tú no. Por favor, Andrew,
pídele el anillo que tiene puesto en su dedo y bótalo. De igual
manera, eso lo compré yo".
En la cara de Kelly Martins apareció una expresión de rabia,
además tomó un color rojo. Era evidente que ella era una chica
retraída, y le pedí al universo que jamás me volviera a presentar a
otra persona como ella.
"¿Para qué vinimos a este lugar si íbamos a ser tratados de esta
manera tan desconsidera? Lo primero que hiciste, fue aparecerte
en la sala besando a tu amante frente a todos. No me interesa
quién consiguió el anillo. ¡Váyanse al diablo!
Lo que expongo es que las dos familias tenían un acuerdo. No
quieran ser más listos que nosotros. ¿Quién es esta p*ta? ¿Ella es
más refinada que mi hija mayor? ¿Cuál es el apellido de su familia?
Ella no posee un buen nombre".
"Dem*nios, ella sí posee un apellido, nosotros somos su familia.
Además, ella tiene todo lo que tu hija no. Ella es muy preciada para
nosotros, mientras que tu hija no. ¡Ahora, lárgate de mi casa!",
expresó la abuela mientras le decía al sirviente que las
acompañara a la salida. La familia Martins se fue sin decir nada.
Entonces, me acerqué a mi mujer y no la dejé que se fuera a
nuestro dormitorio. Pero la abuela me atajó.
"Desde el día de hoy, señora Maya dormirá conmigo en mi
habitación y tú te irás a dormir con tu abuelo".
"¿Cómo?", pregunté. Pero cuando vi a mi abuela me di cuenta que
no iba a dejar que discutiera. En cambio, en ese instante, surgió
una idea en mi mente. Recordé que cuando estaba estudiando en
la escuela secundaria me escapaba de la casa para ver a la novia
que tenía en ese tiempo. Sí, ella no me iba a permitir que tuviera
relaciones sex*ales con mi mujer. Entonces, abuela, lo haría frente
a ti. Me reí para mis adentros cuando pensé en esa alternativa. Ah,
esa manera de tener sex* era muy divertida porque habría que
colarse en el dormitorio y hacerlo rápido porque tendría miedo de
que me capturaran. El aroma a sex* impregnaría todas las paredes
de la casa. Por la abuela, recordé como me comportaba en mi
último año de secundaria. Después de saborear mi labio inferior,
acosté a Maya en el suelo.
"Ya conozco esa forma de mirar", expresó Javier mientras soltaba
la risa. Él sabía de lo que yo era capaz. Se me aproximó y me
susurró: "Colocaré cámaras en todas las esquinas de la casa".
"Ni se te ocurra ponerme a prueba", ambos nos reímos de mis
palabras.
Abuela, te daré mi palabra de que le haré el amor a mi mujer tres
veces al día, será igual a como si ella estuviera recibiendo sus tres
comidas diarias. Era una promesa. Por último, me reí de mis
pensamientos indecentes.
Capítulo 32
Yo debería ser señora Archer.
Kelly Martins.
¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Por qué Zion había contraído
matrimonio y por qué había llevado a esa mujer a la casa de su
familia? ¿Por qué aún no me sabía el nombre de esa chica?
Incluso, me humilló frente a mi familia. Cuando la gente se enterara
de lo que estaba sucediendo, mi buen nombre se vería perjudicado
en M-City. Tendría que encargarme de ella, pero no sería yo quien
la asesinaría; se encargaría alguien más. Ivy Jones pensaba que
yo no me había dado cuenta de sus intenciones. Evidentemente, yo
era más inteligente que esa z*rra. Por su culpa yo había quedado
como una idiota ante los ojos de Zion, por lo que ahora cobraría
venganza. Pero, primero debía corroborar mis sospechas. Así que
saqué mi celular de mi bolsillo y llamé a Ivy Jones.
Ivy Jones: Me alegra mucho que me estés llamando, Kelly, es una
magnífica sorpresa.
Kelly Martins: Oye, ¿Tú tienes en tu poder alguna fotografía de mi
hermanastra?
Ivy Jones: Sí, yo tengo su foto. ¿Necesitas que te la envíe?
Kelly Martins: Por favor, te lo agradezco.
Luego de que finalicé mis palabras, colgué la llamada y seguí
haciendo mis actividades. Pasado un minuto llegó el archivo. ¡Lo
sabía! Yo estaba en lo cierto. Esa mujer era astuta. Ni siquiera le
había contado a su familia que ella se había unido en matrimonio a
Lord Archer, lo que formulaba la interrogante: ¿por qué no lo había
hecho? Qué bueno que yo era una chica que resolvía enigmas.
¡Era hora de vengarme de esa ramera! Me había avergonzado,
pero ahora había
llegado su turno.
Kelly Martins: Esa mujer es señora Archer, la esposa de señor
Archer. En este momento está en M-City. Se encuentra aloiada en
la casa de la familia de su marido. Sencillamente deseaba que
supieras que tu hermana se casó con señor
Archer. Pensé que era algo que debías saber.
Ivy Jones.
Por lo visto, todo iba a pasar como estaba pronosticado. Esa
estúpida modelo estaba haciendo la mayor parte del trabajo. Chica
tonta. Yo me quedaría con señor Archer. Había pasado toda mi
vida deseando estar con ese sujeto, y jamás, bajo ningún motivo
dejaría que otra mujer me lo arrebatara. Yo llevaría el nombre de
señora Archer. La chica más rica de J-City y de M-City. Estaba
recostada en mi cama así que moví mi cuerpo para observar el
techo mientras pensaba en señor Archer.
Timbró el celular. Era un mensaje, así que decidí mirarlo.
Kelly Martins: Esa chica de la foto es señora Archer, la esposa de
señor Archer. Ella está en M-City. Se encuentra hospedada en la
mansión de la familia de su esposo. Yo solo quería que te
enteraras de esta información. Pensé que era algo que debías
conocer.
No sabía cómo había pasado, pero de un momento a otro, estaba
tirada en el suelo gritando desesperada. No paraba de chillar, solo
fui capaz de calmarme cuando aparecieron mis padres.
"Ivy Jones, ¿qué te sucede? ¿Por qué actúas como si hubieras
visto un espíritu?", interrogó mi papá mientras mi madre me sobaba
la cabeza.
"¡Papá! Lo lamento, mamá, pero Maya nos ha engañado. Esa z*rra
ahora es señora Archer", mi madre comenzó a chillar conmigo. En
cambio mi padre, siguió sonriente.
"Aquel día en el hotel, algo me lo decía, por eso tenía el
presentimiento de que era verdad. Apartó a todos, inclusive a
algunos individuos poderosos, para perseguir a mi hija. Yo me
había dado cuenta de que ella era señora Archer;
¡Estaba completamente seguro!"
Tenías que darte cuenta de lo que habías hecho. Ni siquiera mi
propio papá se interesaba por mí, Maya. En ese momento, hasta él
te elogiaba. Maya Jones, te haría pagar por todo lo que me habías
hecho. Todos sabían que señor
Archer me pertenecía. A ti te criaron para que llegado el momento
te entregaran al mejor postor, mientras que a mí me educaron para
que fuera señora Archer. Necesitaba que Nathan me ayudara a
dañar el nombre de Maya. Tendría que contarle a señor Archer que
Maya estaba comprometida con él o, en su defecto, decirle que
habían tenido sex*. Esa información crearía muchas dudas y yo
aprovecharía el momento para intentar acostarme con señor
Archer. Sin embargo, ¿qué sería lo que estaba haciendo que mi
papá actuara de esa forma?
"Mamá, ¿por qué mi papá está feliz de que Maya se haya casado
con señor Archer?"
"Cierra la boca. Todo esto es tu culpa. El día que Maya fue a
buscar a Nathan para tener sex*, tú ya estabas en la cama con él y
Teresa. Desde aquel momento, Teresa dejó de contarnos cosas
sobre Maya. No tenemos información. Ivy, todo esto es tu
responsabilidad. Incluso, seguro ya te habrías unido en matrimonio
con señor Archer. Pero ahora, el sujeto ni siquiera quiere verte.
Además, pienso que Maya le contó que la maltratábamos. En
cuanto a tu papá, él jamás ha actuado como un padre para ella, no
te angusties por él. Enfócate en señor Archer. Él sabe que no eres
virgen.
Quizás deberíamos decir una pequeña mentira y aparentar que
Maya había tenido sex* con Nathan. ¿Él se comunica
contigo?"
"No, para nada. Solo apareció un día y me expresó que adora a
Maya"
"Mucho".
Tendría que utilizar a Nathan y a Teresa para crear problemas
entre Maya y Archer.
Capítulo 33
Desilusionado sex*almente
Zion.
Al llegar a casa del trabajo, mi primera acción fue sacarme la
corbata y arrojarla en la mesita de noche que estaba junto a mí.
Había tenido demasiado trabajo, sin exagerar mucho. Gracias a
Dios, todavía Javier se encontraba con nosotros.
Ese sujeto sabía mucho acerca de cómo se manejaba una
empresa y estaba enfocado. Por mi parte, no entendía por qué
debía tratar de estar atento si me habían apartado de mi mujer.
Llevaba dos días sin verla. Dos estúpidos días.
¿Por qué la abuela había decidido ponerse en mi contra? Yo
pensaba que podría huir de la mansión para tener relaciones
sex*ales con mi esposa, pero había una mujer que nos estaba
custodiando. ¡Dem*nios! Quizás debía mentir y manifestar que
quería discutir un tema con Maya. ¿Por qué esa señora se estaba
convirtiendo en la enemiga de mis placeres? En ese instante,
odiaba demasiado a la abuela. Sentía muchas ganas de descargar
mi esperma y esa mujer me lo estaba impidiendo. Cuando salí del
dormitorio, me encontré a Xander, mi pequeño sobrino, y
rápidamente lo llamé.
"¡Hola, Tío Zion!".
"Ey, pequeño, ¿cómo te encuentras?"
"Me encuentro bien. Tu sala de juegos es fabulosa". En ese
momento se me ocurrió algo. Podía negociar con Xander por la
sala de diversiones.
"¿Te agrada?"
"Sí, mucho"
"Esa sala de juegos será tuya, si puedes buscarme a señora
Archer, máximo en cinco minutos"
"¿De verdad?". Hice un gesto de confirmación con la cabeza.
Comenzó a dar saltos de un lugar a otro y a correr en dirección al
ala norte mientras su emoción se incrementaba. Volví a mi
dormitorio. Las cosas que tenía que hacer para poder ver a mi
mujer. Tomé asiento en el borde de la cama, sentía que mi
miembro estaba agobiado y estaba buscando una forma de liberar
su desilusión.
Por otra parte, los pantalones de trabajo también me molestaban,
podía decirse que eran mi segundo enemigo. Entré en el vestidor
de la habitación y me cambié a unos pantalones de chándal.
Verifiqué la hora. Si Xander no aparecía con mi esposa en los
próximos dos minutos, mejor que ni se molestara en preguntarme
sobre la sala de diversiones. Un momento, él también se había
convertido en un adversario. Me acerqué a la puerta y esperé sin
moverme, listo para su llegada. Pero la puerta de mi dormitorio se
abrió en el momento preciso, mostrando que mi abuela y mi mujer
estaban allí paradas. Solté un chillido doloroso que salió de los más
profundo de mi cabeza.
¿Por qué me pasaba eso? ¿Por qué a mí?
¿Por qué esa señora había optado por ser mi adversaria en una
situación como esa? Coloqué mi atención sobre mi esposa. Ella
notó que yo estaba desesperado por tener sex*. Entonces, le lanzó
una mirada a la abuela. Y luego, apretó la boca y salió corriendo
hacia el baño antes de que la otra mujer terminara de hablar.
Intercambiamos miradas como si fuéramos contrincantes en una
pelea de lucha libre. Me puse de pie para ver mejor a mi oponente.
Permanecimos un buen rato mirándonos. Lo único que se
escuchaba era a Maya vomitando en el baño. Mi p*ne estaba
inflamado parecía que experimentaba lo mismo que yo. También lo
sentí enfadado y agitado.
¡Adversarios! ¡Enemigos!
Pero, entonces, se me ocurrió algo, rápidamente me dirigí al baño y
cerré la puerta conmigo adentro. Podía escuchar los chillidos de la
anciana. No me interesaba si ella decía insultos. Deseaba a mi
mujer. En el instante que mi esposa me miró, noté que era su
manera de decirme que podíamos tener sex* en el baño. Le di un
beso, pero inmediatamente ella se apartó y frotó su cuerpo contra
mi mi*mbro que estaba duro. Por último, abrió la puerta y se
marchó.
"¡No me dejes así, señora Archer! ¡Dem*nios! Si te vas, te prometo
que buscaré una ramera. ¿No te parece que tú y mi abuela me han
castigado demasiado?"
Escuché que habían cerrado la puerta de mi dormitorio. Solté un
gemido y empecé a darme placer. No podía creer que yo, Zion
Xavier Archer, estaba haciendo eso. Luego de que finalicé mi
momento íntimo, me duché con agua fría y me dirigí a la mesa del
comedor. Mi mujer apareció usando un vestido de verano. ¡Ay Dios
mío!, ese estúpido traje, le quedaba muy bien. Cuando se giró,
diablos, no estaba usando calzón.
¡Qué martirio! Grité para mis adentros, y por supuesto, mi pene me
acompañó en mi queja. Recorrí su cuerpo con mi mirada y mi
miembro se agitó. Jamás otra mujer había llegado a excitarme con
solo verla.
"Amor, ¿qué quieres comer?", interrogó reposadamente. Su voz
me tenía flotando en las nubes.
Nada, amor, todo lo que deseaba era arrojarte contra esa pared y
hacerte el amor desenfrenadamente. Quería descargarme dentro
de ti y dejar mi crema espesa y caliente para nuestros bebés. Dije
para mis adentros, pero evidentemente, no podía decir eso frente a
mi familia. No lo hacía por que los respetaba, pero tampoco era
que en un día normal no fuera capaz de expresarlo. No era un
santo.
Después me aclaré la garganta. "Yo me prepararé algo", dije con
indiferencia. No se me había olvidado que ella me deió solo en el
baño.
¡Mala muier! ;Malvada esposa!
¿Siempre había sido así de sensual o el embarazo la estaba
haciendo lucir más hermosa? Dem*nios, mi p*ne estaba demasiado
erecto y se lastimaba con mi estúpida cremallera.
¡Diablos!
Me lo acomodé, viéndolo cuidadosamente.
Deseaba tocar a mi mujer. Quería penetrarla y lamerla.
¡Dem*nios! Ella movió su trasero provocativamente hacia el otro
lado costado de la mesa. ¿Por qué no se sentaba a mi lado? La
observé fijamente mientras ella intentaba sentarse, advirtiéndole
que no se atreviera a irse tan lejos de mi persona. Ella no se quejó.
En cambio, se acercó y tomó asiento junto a mí. Mientras lo hacía,
yo ya había colocado mis manos encima de sus muslos. No podía
desperdiciar el tiempo. Así que empecé a acariciarla allí mismo,
delante de mi familia. Ella sentiría la misma frustración sex*al que
yo. De ninguna manera seguiría experimentado ese sentimiento yo
solo. En mis labios apareció una sonrisa. Con una mano sujetaría
el tenedor, como lo haría un buen chico frente a su familia y con la
otra tocaría su v*Iva como debía hacerlo un buen marido. A eso se
le podía decir equilibrio.
Capítulo 34
Manos debajo de la mesa
~Punto de vista de Zion~
Mi esposa dejó escapar un suspiro y, en ese momento, giré la
cabeza para mirarla y sonreí. Estaba haciendo un buen trabajo al
castigarme de esta manera, así que yo la castigaría frente a todos.
Al mirarla de reojo, vi que seguía poniendo los ojos en blanco como
si estuviera viendo las estrellas. En realidad, estaba seguro de que,
efectivamente, estaba alucinando y viendo las estrellas. Intentó
comer en paz, pero la detuve. Mientras continuaba acariciándola,
mi dedo se abrió paso hacia lo más profundo de su c*ño y fui
testigo del hambre desenfrenada que había en sus ojos. Anhelaba
mi compañía, pero todo en lo que podía pensar ahora era en
t*rturarla. Era hora de que pusiera fin al juego tonto al que había
estado jugando con la abuela. Hubiera dado cualquier cosa por
estar a solas con mi esposa en este momento. El objetivo de esta
estrategia era despertar su deseo s*xual y que, luego, viniera
rogando a pedirme más. Pero a pesar de esto, estaba muy seguro
de que sería yo quien tuviera que suplicarle. Cuando se relajó más
en la silla y separó las piernas, no pude evitar reírme para mis
adentros. Tal vez debería parar, pero al mismo tiempo, estaba
intrigado por ver cómo se vería su cara de org*smo frente al resto
de la familia. Después de eso, comencé a bombear con tanta
fuerza que ella se estremeció debajo de la mesa. Continué
haciendo esto por un tiempo. Oh, mi señora Archer... ¡Apretó los
puños con fuerza y cerró los ojos! Su c*ño, ahora, estaba
agarrando firmemente mi dedo, y la presión aumentaba hasta el
punto de que quería sacarlo y detenerme a mitad de camino. Pero
era como si, desde adentro, los bebés la estuvieran ayudando a
sostener mi mano.
Niños, necesitamos disciplinar a su madre. Esto no es la salchicha
de papá, sino un dedo, así que ¡no la ayuden a agarrarlo!
Su nirvana estaba frustrando mi p*la, que ya se encontraba
temblando. Gemí en respuesta a la fuerza con la que mi mujer
intentó agarrar mi p*ne. ¡Mi*rda! Me casé con un demonio. ¿Cómo
podía agarrar mi p*ne así cuando era ella la que se venía?
Seguramente, quería que yo hiciera ruido para distraer a todos
mientras ella se corría. Ella aún no había terminado. Pude distinguir
un tinte escarlata en sus ojos. Empecé a marinar mi bistec en su
salsa y me lo llevé a la boca. La mujer se lamió el labio inferior y
me vigilaba mientras comía. Su mirada seguía inyectada de [*juria
y supe que no había terminado.
"Discúlpenme", dijo al levantarse de la mesa. De repente, mientras
seguía ahí sentado comiendo, comprendí el significado de su
mirada s*nsual.
• Tienes que estar ¡*didamente bromeando. ¡Iría a terminar el
trabajo por su cuenta! De ninguna manera dejaría que eso
sucediera.
"Discúlpenme, solo iré a fijarme si mi esposa se encuentra bien",
dije como buen marido. Fui a buscarla y vi que se dirigía hacia mi
lado de la casa. Esta mujer desagradable no quería que la abuela
la encontrara tocándose. Cuando abrí la puerta de mi habitación, vi
que estaba llevando su mano a su entrepierna. Me abalancé sobre
ella y la azoté contra la puerta. No desperdicié ni un segundo.
Levanté su vestido y saqué mi p*lla para metérsela. Ella tembló
fuertemente y supe que había llegado al clímax. Me reí. Ni siquiera
había comenzado a empujar todavía v ella va se había corrido...
Incluso después de todo eso, ¡diablos!, todavía estaba tan
cachonda como la m*erda. Me aparté, pero mis labios se
estrellaron contra los de ella, la d*snudé y su ropa quedó esparcida
por toda la habitación. Dejé besos húmedos por todo su cuerpo y
nuestras manos tocaron con avidez el s*xo del otro mientras nos
besábamos apasionadamente.
Yo estaba furioso de I*juria y lo único que quería era llevar mis
bolas hasta el fondo de su c*ño. De camino al sofá, nos besamos y
continuamos con nuestro apasionado abrazo. ¡Por Dios! Quería
estar profundamente dentro de ella. Hice que su espalda rebotara
en el sofá y mis labios chocaron con los suyos mientras me
arrastraba sobre ella. Después de llegar con mi boca hasta sus
orejas y jugar con sus lóbulos con mi lengua, bajé hasta su cuello y
comencé a chupar su piel. En este momento, en mi mente, irrumpió
el recuerdo de la abuela. Empecé a mordisquear brutalmente su
cuello y me aseguré de dejarle una gran marca de amor. Luego,
descendí hasta sus s*nos y ella empezó a temblar al contacto de
mi boca con uno de sus pechos. Agarré su otro p*zón y acaricié
sus muslos con la yema de los dedos. Después de eso, me di
cuenta de que, como nos habíamos escapado de la mesa, la
abuela podía venir a buscarnos en cualquier momento. Así que, sin
perder tiempo, separé sus piernas y me regalé una vista
privilegiada de su pecaminoso c*ño.
Capítulo 35
Casi me desmayo de placer
~Punto de vista de Zion~
Me abrí paso dentro de su agujero húmedo bajando y deslizando
mi enorme tronco. Cuando me inserté dentro de ella, dejó escapar
un grito desgarrador. Una vez profundamente metido en su interior,
empecé a ir y venir agresivamente.
Pequé mi boca contra la suya y gritó, pero logré tragarme sus
gemidos y silenciarlos. F*Ilé como si mi vida dependiera de ello
mientras ella clavaba sus uñas en mi piel. La observé cuando mi
gran p*lla se abría paso a la fuerza en su c*ño caliente. No pude
evitar sonreír. Me sumergí dentro de mi esposa con un fuerte
empujón después de hacerla girar en el sofá, y la mantuve de
espaldas para seguir bombeando. En un instante, sus rodillas se
aflojaron. Me aferré a sus caderas con tenacidad mientras me
introducía dentro de su c*ño y comenzaba a acariciar y golpear mi
p*lla en su húmeda cavidad. Estaba completamente sumergido en
ella. Empecé a montarla brusca y rápidamente; no le mostré piedad
a la mujer que tiene toda mi atención y seguí metiéndome
profundamente en ella. Después de todo, era la mujer con la que
había elegido pasar mi vida.
"Aaaah, aah, aah. ¡Oh, Dios!".
Mientras estaba compenetrado en el placer que sentía al montarla,
podía escuchar sus gritos en toda la habitación.
Aceleré el ritmo y solté sus caderas para tomarla de sus gemelos,
que se estaban retorciendo. Durante el acto, agarré sus pechos y
pellizqué sus p*zones al tiempo que mi p*ne se movía por detrás.
Sentí que sus paredes se cerraban sobre mí. Su sangre estaba
caliente; sus rodillas temblaban. Su estado de éxtasis estaba
creciendo a un ritmo vertiginoso. El deseo ardía como un fuego
dentro de ella. Su c*ño succionaba mi p*la con una fuerza mortal,
como si toda su existencia dependiera de que yo le proporcionara
alimento. Estaba enviando su cl*toris al mismísimo infierno por la
forma en que martillaba su v*gina. La sometí a una serie de
experiencias orgásmicas que solo le dieron puro placer. Apretó una
pierna contra la otra para que los músculos de su pelvis pudieran
contraerse, y yo dejé escapar un gruñido bajo cuando las paredes
de su cuerpo comenzaron a encerrar mi v*rga dentro de ella. Su
c*ño estaba agarrando firmemente mi tronco largo y grueso, y la
forma en que apretaba sus piernas me volvió completamente loco.
Me encontraba totalmente fuera de control. Cuando me agarró tan
firmemente, pasé de estar tranquilo y sereno a rudo e indómito. La
f*Ilé hasta que me pidió que parara. Yo también estaba cerca, así
que la agarré de sus caderas y me zambullí violentamente en ella.
Al escuchar el grito de su clímax, gemí y grité yo también.
"¡Niños! ¡Papá trajo helado! ¿Están listos? ¡Aquí viene papá!",
bromeé, y Maya se rio mucho cuando invoqué a mis hijos.
Uno, dos, tres..., vacié mi espeso helado dentro de ella. Luego, la
llevé hasta la cama para que ambos pudiéramos acostarnos por un
rato antes de regresar a la mesa para terminar de cenar. Cuando
casi había recuperado por completo el aliento, mi esposa se subió
encima de mí y comenzó a montar mi p*lla.
"¡Maya!". Cuando empezó a moverse pecaminosamente encima de
mi p*ne, dejé escapar un grito. Inmediatamente, comenzó a saltar
arriba y abajo sobre mí como una profesional.
;M*|dición!
Me perdí por completo mientras se balanceaba hacia delante y
hacia atrás en esa posición. No estaba preparado para el hecho de
que mi esposa fuera una artista tan fantástica en la cama. Ahora, le
estaba pidiendo clemencia.
"¡Lleva tu boca hacia mi m*Idito pecho!".
"Sí, señora!".
¡Cielos!
Esta chica..., esta chica me iba a matar. Cuando comenzó a
aumentar la presión que ejercía, no pude soportarlo más.
Continuó bailando sobre mi p*la a pesar de que ya había explotado
dentro de ella. Estuve peligrosamente cerca de tener un ataque de
pánico. Había llegado al punto en que me costaba respirar. La
agarre por la cintura para intentar que se detuviera, pero Maya no
cooperó. Continuó j*diéndome hasta succionarme la vida mientras
yo ponía los ojos en blanco. Estaba absolutamente seguro de que
estaba a punto de desmayarme. Entonces, sin embargo, se detuvo
y una sonrisa siniestra apareció en su rostro
"Dios, chico", dijo sonriendo y se tumbó a mi lado.
¡Por favor! ¿Qué acababa de suceder? ¿Me había montado hasta
el punto de que casi me desmayo?
¿Lo que acaba de suceder? Estaba horrorizado…
Capítulo 36
Haces que sea fácil amarte
~Punto de vista de Zion~
A la mañana siguiente, cuando me desperté, miré a Maya y vi que
se había quedado dormida a mi lado. ¿Estaba sufriendo las
mismas frustraciones s*xuales que yo? ¿Qué fue todo eso de ayer?
Después de espabilarme, caminé directamente hacia la cocina para
comenzar a preparar el desayuno para mi esposa y nuestros dos
hijos en su vientre.
Me até un delantal alrededor de la cintura y me puse a cocinar.
Quería llevar a mi esposa a M-City. Quería que se acostumbrara a
la ciudad y que el mundo supiera que me había casado. Coloqué
una bandeja sobre la mesa y comencé a servir la comida. Traté de
evitar las miradas del resto de la familia, ya que podía leer sus
expresiones de asombro al verme cocinando. Mis habilidades
culinarias eran una novedad para ellos. Así que sí, no los culpo;
solo disfrutaban de este don del arrogante señor Archer con una
sonrisa. Más les valiera darle las gracias a esa mujer con ese
chochito rosado. Estoy perdidamente enamorado de ella. Mi mente
estaba abrumada con el recuerdo de mi pequeña Maya casi
causando que me desmayara la noche anterior, y vaya, no pude
evitar estallar en carcajadas. En medio de mi risa, olvidé que no
estaba solo. Aunque pude percibir un montón de ojos apuntando en
mi dirección, fingí no haberme dado cuenta de que me estaban
mirando. Pero entonces.
¿Dónde diablos había aprendido eso? ¿Señora Maya estaba
mirando p*rno? ¿Dónde, en nombre de todo lo que es sagrado,
había obtenido semejante conocimiento?
¡Aaah! ¿A quién le importaba? A mí no me importaba lo que me
hiciera, siempre y cuando me f*Ilara a muerte. Tomé la bandeja y
salí de la cocina cantando mientras mi familia seguía con la boca
abierta y la mandíbula en el suelo. Sí, por raro que fuera, ¡me
vieron cocinar, c*rajo!
Cuando entré al dormitorio, me saludaron las arcadas de mi esposa
en el baño. Coloqué la bandeja encima de la cama y fui a vomitar
con ella. Los dos estamos embarazados, no ella sola. Froté su
espalda con un movimiento circular para calmarla. Cuando terminó,
se lavó la cara y, luego, se acercó a darme un abrazo.
Inmediatamente, comenzó a llorar a mares.
"Lo sé, bebé, lo sé, pero ¿sabes qué más sé? Que estos bebés van
a crecer y tú vas a ser una madre increíble. Recién estamos en el
primer trimestre y, cuando llegue el segundo, te vas a comer todo,
incluyéndome a mí"
":Zion!". Se secó los ojos con el dorso de la mano y se inclinó para
besarme. "Te amo. Haces que sea tan fácil".
"Y tú, señora Maya Zion Archer, haces que sea fácil amarte a ti".
"¿Qué estás haciendo?", preguntó cuando procedí a bailar con ella,
y dejó escapar un grito sordo mientras la sostenía.
"Quiero cantar para ti".
"¿¡Qué!?". Se sonrojó ante mi ocurrencia. Ver cómo sus mejillas se
ponían coloradas era una de mis cosas favoritas en el mundo.
Cuando empecé a cantar, la sostuve por la espalda y me balanceé
junto con ella y nuestros dos pollitos.
"Como una lluviosa mañana de domingo
me dan ganas de quedarme acurrucado en la cama todo el día.
Eres mi inspiración, niña. Me llevas a lugares.
Pones las palabras correctas en estas canciones.
Robando besos a escondidas, nena.
Veo para siempre cuando veo tu cara
y te juro que Dios te hizo para mí.
Haces que amarte sea fácil,
lo simplificas con todo lo que haces.
Eres mi sol en los días más oscuros,
mi media naranja, mi gracia salvadora.
Me haces quien quiero ser.
Tú lo haces fácil".
Le di un beso después de girarla y luego la solté.
"Te amo, Maya"
"'Yo también te amo".
"Vamos a darles algo de comer a esos dos pollitos, ¿de acuerdo?",
le propuse. Ella me regaló una sonrisa y plantó un beso en mi
mejilla. Prometo solemnemente que no solo nunca en mi vida
decepcionaré a esta mujer, sino que tampoco traicionaré el vínculo
que nos une. Ella es mi vida. Ella me completa. La cargué y la
acosté en la cama para comenzar a desayunar. Cuando
terminamos de comer todo, puse la bandeja en la mesita de noche.
"Cariño, quiero mostrarte algunos de los sitios de interés de M-City.
No me importa quién lo sepa, pero quiero que todos en el mundo
se enteren de que soy dueño de ese pequeño coño rosado y
apretado"
"El que casi te mata ayer...", agregó soltando una carcajada.
"¡Maya!".
"¿Qué?, ¿estás tratando de ocultar tu vergüenza?'
Tomé una almohada y se la lancé, y Maya respondió tomando otra
y golpeándome con ella. Después, subimos a la parte superior de
la cama y comenzamos a saltar como niños. Las cosas que hacía
cuando estaba con esta mujer sucedían de manera natural. No
forzábamos nuestra conexión. Ella era mía y me comprendía mejor
que nadie
La besé en la mejilla y, luego, bajé hacia su barriga.
"Te amo, Maya"
"'Y vo a ti, Zion".
Me miró y... Dios, podría follármela ahora mismo, pero descarté
ese pensamiento. Fuimos juntos al baño y nos duchamos, y luego,
me vestí para salir con ella a mostrarle los alrededores.
"Cariño, podríamos pensar en este viaje a M-City como la luna de
miel que nunca tuvimos" sugirió Maya sonriendo.
"Una luna de miel un poco particular, ¿eh?". Ambos soltamos una
risita y, cuando salimos por la puerta, me ofrecí a sostener su bolso
para poder mostrarle los alrededores. Lucas ya nos estaba
esperando fuera. Le abrí la puerta del auto a mi esposa mientras
Lucas abría la otra para que me sentara yo. Cuando yo estaba
cerca, no dejaba que nadie más le abriera la puerta a esta dama.
Ella era mía.
Capítulo 37
M-City
~Punto de vista de Maya~
Zion y yo entramos en un rascacielos extremadamente grande y
alto, hecho completamente de vidrio. La gente se había dispuesto
en dos filas a la entrada y, mientras se apresuraban a formar una
línea recta, nosotros caminamos por el medio tomados de la mano.
Al vernos pasar, todos parecían desconcertados por el hecho de
que Zion estuviera sosteniendo mi mano. De hecho, él era un
personaje muy conocido y respetado en todo el mundo. Me indicó
el camino a su oficina, donde me ayudó a sentarme y me alcanzó
un almohadón para que estuviera lo más cómoda posible. La forma
en que este hombre me ama hace que me pregunte si realmente
soy digna de su afecto. Por momentos, lo veo más como un
hermano mayor y me siento como si fuera su hermanita menor. Él
me cuida y me quiere mucho. No estoy segura de qué buenas
obras realicé en una vida anterior para merecer tener un esposo
tan amoroso en esta. Zion es un león por fuera, pero en el fondo es
un bebé con un corazón enorme. Me quedé sentada mientras él
trabajaba en su escritorio. Al instante, vi un objeto que capturó mi
atención: era una foto de nosotros dos. Yo había salido con los ojos
cerrados y daba la apariencia de estar extremadamente intoxicada.
Necesitaba ver mejor la imagen, así que me levanté para obtener
un mejor punto de vista. Al acercarme, no pude evitar fruncir el
ceño.
"Zion Archer, no entiendo por qué tienes algo como esto en tu
escritorio". Se rio, me miró; luego, volvió su atención a la imagen y,
finalmente, comenzó a reírse una vez más.
"No lo entiendes. Esta es mi foto favorita".
"¿Me estás tomando el pelo? Parece como si estuviera teniendo un
org*smo. ¡Mira mis ojos!"
"Bueno, teniendo en cuenta que me estabas suplicando que
tomara tu v*rginidad, es de esperar que, con solo mirarme, tuvieras
una experiencia org*smica".
":Zion!".
"Cariño, esta foto significa mucho para mí. Puede que, para ti, solo
sea una imagen en la que parece que estás teniendo un org*smo,
pero, bebé, ese día conocí a mi esposa. Nosotros no nos
comportamos como el común de la gente, por lo que la mayoría no
entenderá qué está pasando en esta foto y, sin embargo, yo lo sé
muy bien. La noche en la que conocí a la mujer con la que me
casaría, ella era virgen. Me vomitó encima y me atormentó. Tuve
que hacer un esfuerzo sobrehumano para resistir las ganas de
f*Ilarte cuando te vi usando esa lencería roja debajo de tu abrigo.
Y, mientras te ayudaba a lavarte, tuve que contener las arcadas
todo el tiempo. Tenía muchas ganas de f*Ilarte, pero no quería que
te confundieras sobre quién había tomado tu vCard, así que me
abstuve de tocarte. Es posible que te hayas percatado de que me
lo suplicaste desesperadamente", dijo con una risita
"Zion Archer, pensé que estabas trabajando". Me sonrió
mirándome a los ojos y, luego, apagó su computadora portátil.
"Vamos". Me tendió la mano y salimos de su oficina. Cuando nos
fuimos, los paparazzi comenzaron a seguirnos y a tomarnos
fotografías en cada esquina. Y, como si esto fuera poco, Zion hizo
que me avergonzara aún más al darme un beso apasionado frente
a todos. No me quedaron dudas de que nuestros labios habían sido
capturados por las cámaras. Después, me llevó por la ciudad, y ya
estaba muy cansada de caminar cuando, inesperadamente, Zion
me cargó en sus brazos. Yo estaba muerta de vergüenza, pero
este esposo mío es un completo caradura. Nos dirigimos a uno de
los restaurantes más exclusivos de la zona y, cuando estábamos a
punto de sentarnos a cenar, Zion fue a buscarme un asiento en el
que pudiera estirar los músculos y relajar el cuerpo, y luego, se
excusó para ir al baño.
Como tenía bastante hambre, decidí comenzar a comer sin él en
lugar de esperarlo. De repente, noté que alguien estaba parado
frente a mí justo cuando estaba a punto de dar el primer bocado.
Cuando, finalmente, levanté la mirada, mis ojos se encontraron con
Kelly Martins y otra persona, que parecía ser su amiga. No pude
evitar quedarme mirándolas. Kelly permaneció de pie frente a mí,
observándome como si fuera una obra de arte y con un gesto de
desagrado en su rostro.
Esto me hizo sentir incómoda y fuera de lugar, sensaciones para
nada agradables. Tampoco pretendía que fuera amable conmigo ni
nada por el estilo. A pesar de que su presencia emanaba
sofisticación, yo podía ver a través de ella.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. No tenía por
qué hacerme malasangre por ella. Mi bebé estaba famélico... Zion
dice que son dos, por lo tanto, mis hijos tenían mucha hambre.
Mientras volvía a disponerme a comer, esta muier clavó sus ojos
en mí otra vez. Me molestaba comer así, pero no quería ser yo
quien rompiera el incómodo silencio que se había apoderado de
nosotras. Fue ella la que comenzó a mirarme, así que, por lo tanto,
yo me limitaría a alimentar a mis bebés y no me preocuparía por su
presencia en lo más mínimo. Estaba llegando al punto en que
comenzaba a irritarme, y si se atrevía a ponerme a prueba, le
mostraría exactamente cómo me sentía al respecto.
Había sido demasiado amable con ella, incluso después de que me
llamara "p*ta". Empecé a comer. ¿Por qué debería molestarme en
preocuparme por personas relativamente intrascendentes?
Capítulo 38
No te metas con señora Archer
~Punto de vista de Maya~
"Por lo visto, nunca has comido en un restaurante de alta gama
como este. ¿Por qué siquiera te molestas en intentar pasar
desapercibida cuando no eres más que una niña ilegítima?".
Parecía que había estado hablando con Ivy, ¿por qué debería
importarme? No le respondí. Ella no me llamó por mi nombre, así
que no me di por aludida. Tan pronto como dijera mi nombre,
entonces, y solo entonces, recibiría una respuesta de mi parte.
¿Debería informarte cómo se llama el plato que estás comiendo? o,
incluso, ¿sabes qué es lo que estás comiendo? Me acerqué para
agarrar el jugo de naranja que estaba en el borde de la mesa y lo
bebí sin siquiera mirarla.
"Oye, p*rra, ¿no ves que mi amiga te está hablando?". Usó el
término "p*rra", pero este restaurante estaba lleno de p*rras,
incluyéndome a mí. Aun así, seguía sin decir mi nombre. Si hubiera
especificado el nombre Maya o, más exactamente, señora Archer,
la afirmación podría haber tenido más peso. Frustrada por el hecho
de que yo no le estuviera respondiendo, Kelly Martins terminó
tomando el juego que estaba sobre la mesa y arrojándomelo en la
cara.
Bueno, ahora sí, definitivamente, se estaba dirigiendo a mí. Me
puse de pie y le di una bofetada tan fuerte en la cara que la hizo
llorar. El sonido del golpe resonó en todo el restaurante y, como
resultado, la atención de todos se centró en nosotras de inmediato.
"¿Acaso me abofeteaste?". Lamento no haber podido responderle,
pero simplemente, no tenía tiempo para tratar con damas
necesitadas como Kelly Martins. Estuve a punto de decirle muchas
cosas, pero me mordí la lengua y me serví otro vaso de jugo de
naranja. Sin embargo, ni loca podía seguir bebiendo del vaso que
ella había tocado, así que el jugo terminó en su cara. Ah, su amiga
me había llamado "p*rra". Volví a llenar mi vaso y, luego, procedí a
vaciarlo sobre su acompañante. Después de recuperar la
compostura, me senté y esperé a que las honorables mujeres que
estaban de pie frente a mí revelaran su verdadera identidad.
"Eres una bruja que ha lanzado un hechizo sobre mi Zion y esa es
la primera acusación que tengo contra ti". "Bien, ahora,
escuchemos la segunda", pensé, y ella continuó: "¡Le hiciste un
hechizo malvado!"
Agarró un cuchillo de la mesa y se acercó a mí con la intención de
apuñalarme por "haber hechizado a su prometido,
Zion". Mi propia actitud me sorprendió por completo: estaba a punto
de morir desangrada por haberle robado el hombre a una mujer y,
sin embargo, me quedé sentada. Ja, ja, ja, guau, culpo al estado de
señora Archer. Me encontraba sorprendentemente tranquila para
alguien a quien le iban a clavar un cuchillo.
Ante mi indiferencia, comenzó a despotricar: "No tienes el menor
sentido de la moda y el estilo".
Ahh, tenía tanta hambre, j*der. ¿Qué es "el estilo"? ¿Es comida?
Porque estaba tan hambrienta en este momento...
"Yo soy hija de la familia Martins; tú no tienes nada a tu nombre, y
tu familia te ha echado de la casa que alguna vez llamaste tuya. Tu
prometido no te quería y, entonces, decidiste robarme a mi
prometido a pesar de que él tampoco te quería".
Bueno, como el cuchillo permanecía inmóvil en su mano, fue en
ese momento que tomé la decisión de empezar a comer. La única
intención que tenía esa muer era despotricar como un sabueso en
celo.
Luego, abrió la boca su amiga: "En este pueblo de M-City, mi padre
es el comisario jefe. ¡Entérate de que le has tirado jugo a la mujer
equivocada, perra!". Aaah, otra vez esa palabra, "p*rra"…. No soy
una perra. Soy la m*Idita señora Archer. Di un paso atrás y le di
una bofetada a la amiga de Kelly, quien comenzó a gritar como una
niñita a quien le habían pegado por primera vez.
"Eso es por llamarme 'p*rra'".
Tan pronto como volví a sentarme, me di cuenta de que la comida
ya no me parecía apetecible. Dejé el tenedor.
"¿Tienes hambre? Este tipo de desvarío solo puede venir de un
sabueso con la barriga vacía. ¿Quieres que busque algo para
comer y te lo traiga? Ah, claro. Estabas planeando ponerte en
contacto con tu padre, ¿verdad? Adelante, llámalo.
Ya que estás en eso, también deberías decirle que señora Archer
te golpeó". Las pupilas de la mujer se agrandaron notablemente.
"Kelly, ¿qué me hiciste hacer?".
"Ella no es señora Archer, yo soy señora Archer Rose. Recuerda,
estoy comprometida con señor Archer" De pronto, una voz irrumpió
a cierta distancia: " ;Quién de ustedes dos está molestando a mi
esposa?". Las dos mujeres se petrificaron.
Capítulo 39
Un beso de un viejo amor
-Punto de vista de Zion~
"Kelly, si no me equivoco, tú y tu amiga estaban a punto de irse,
¿verdad?", dijo Maya. Inclinó la cabeza hacia un lado y le lanzó a
Kelly una mirada amenazadora.
"Correcto", confirmó Kelly. Cuando ella y su amiga se fueron, mi
esposa se quedó analizando la expresión de asombro en mi rostro.
Me di cuenta de que Maya estaba a punto de estallar. Parecía
como si hubiera estado guardando rencor.
Realmente esperaba no haberme metido en ningún problema.
"Llévame a casa", me ordenó.
"Sí, señora", respondí.
En el momento en que mi esposa y yo estábamos a punto de irnos,
un antiguo amor mío entró al restaurante.
"¿Qué diablos está haciendo esta mujer acosada en este lugar,
bebé?", preguntó Claire mirando a Kelly. Luego, caminó hacia mí y
me besó, pero la alejé de inmediato con un empujoncito en la
espalda
"¿Qué estás haciendo?". Estaba completamente estupefacto. Me
había dejado sin palabras; ni siquiera sabía qué decirle a mi
esposa. Maya me miró como si, de repente, me hubieran salido un
par de bolas entre los ojos. A continuación, se dio la vuelta y se
fue. "Maya, ¡espera!". Corrí tras ella, pero no se detuvo.
"Llévame a casa", le pidió a Lucas.
"Maya, por favor, déjame explicarte". Pero no me hizo caso y entró
en el vehículo mientras me observaba con una mirada asesina. Yo
también subí al coche y lo primero que se me pasó por la cabeza
fue explicarle que mi relación con Claire no había sido más que una
aventura. Sin embargo, Maya se bajó y comenzó a alejarse de la
escena. "Cariño, sé que estuvo mal, pero fue ella quien me besó.
Fuiste testigo de eso, ¿verdad?"
"No viajaré en ese vehículo contigo, Zion. O tú vuelves en el auto
mientras yo camino o viceversa", me advirtió llorando. Ni siquiera
sabía por dónde empezar. ¿Qué c*rajo iba a hacer? ¡Mi*rda!
De pronto, apareció Claire junto a nosotros. "Bebé, señor Archer,
no entiendo por qué me dejaste allí sola". En este punto, ella ya
estaba empezando a ponerme realmente nervioso.
"¡Cállate! ¡Cierra la m*Idita boca si sabes lo que te conviene!", le
grité. Ella me miró con asombro.
"Bebé, han pasado tres meses desde la última vez que hablamos y
ni siquiera te has molestado en llamarme", me reprochó.
Para decirlo sin rodeos, desprecio a las mujeres demasiado
pegajosas. Es por eso que no les hago promesas a las perras.
Claire era una prostituta, pero ahora se había vuelto muy intensa.
Incluso, el hecho de que conociera a Kelly me había tomado por
sorpresa completamente. ¿Por qué siempre se me pegan las
mujeres dependientes? La miré con disgusto. Estaba seguro de
que quería golpearla, pero yo no les pego a las mujeres. ¡Qué
afortunada que era! Había prometido serle fiel a mi esposa ahora y
siempre. ¿Cómo podía explicarle lo que acababa de suceder?
¿Qué estaba mal conmigo? Había permitido que otra mujer me
besara delante de mi esposa. Saqué mi teléfono con la intención de
llamar a Lucas para pedirle que me enviara un auto. Pero,
inmediatamente, levanté la vista y me encontré con Javier y
su esposa, Gabriella, que salían del restaurante que estaba justo
enfrente del nuestro. Arrastré mi trasero hacia ellos.
"¡Oye!, ¡luces como la m*erda!", me dijo él a modo de saludo.
"Señor Hills, no uses ese lenguaje cuando estás conmigo", lo
amonestó Gabriella.
"Sí, señora", respondió Javier.
Estuve peligrosamente cerca de derramar una lágrima. Su relación
seguía siendo tan dulce como siempre. Me recordaba a la mía con
Maya. Había cometido un error. ¿Podría mi esposa perdonarme
alguna vez por lo que había hecho? Demonios, mataría a
cualquiera que pudiera besar mi ojo frente a mí. ¿Por qué tenía que
ser hoy? Javier chasqueó los dedos para sacarme de mis
pensamientos. Lo miré y peiné mi cabello hacia atrás sin saber por
dónde empezar a explicarle mi error.
"¿Quieres hablar de esto, Zion?".
¡Mi*rda! ¿Debía hablar con los demás acerca de mi relación?
Nunca había sido serio con nadie antes en mi vida. Miré alrededor
y vi que había algunas personas. Gabriella pareció notar que me
sentía cómodo hablando de estos temas en público.
"Sube al coche, cariño, tú conduces", le dijo a Javier.
"Sí, señora". J*der..., cómo me gustaría que mi esposa me diera
órdenes así. Este tipo de relación es la que quiero con Maya.
¿Señora Archer iba a abandonarme? Entramos en el coche. Javier
conducía y yo iba atrás con Gabriella.
"¿Dónde está tu auto?", me preguntó Javier.
"Me obligaron a bajarme de él", respondí, y él se echó a reír.
"¿Qué hiciste para que te echaran, primo?"
"Mi pr*stituta me besó frente a mi esposa"
"¿Engañaste a tu mujer, Archer?".
"No, nunca haría eso, Javier. Amo a mi esposa, hombre. Amo a
señora Archer con todo mi ser. Le prometí fidelidad para siempre y
lo dije en serio, hombre. ¿Cómo podría engañar a la mujer que he
estado buscando todos estos años?"
"Espera..., ¿es ella la hija de la mejor amiga de tu madre? ¿Es la
chica de dieciséis años de la que me has hablado?".
Asentí con la cabeza y respondí: "M*Idita sea, ¿quieres saber qué
pasó? La traje aquí, a M-City, para que papá la conociera. Sabes,
él no ha sido el mismo desde que mamá murió. Así que hicimos un
trato: si yo conseguía
• casarme con Maya, él dejaría de beber. Desde la muerte de
mamá, este hombre no ha vuelto a ser el mismo. Busqué a
Maya durante años y, como el abuelo ya estaba perdiendo la fe en
mí, me arreglaron un compromiso con Kelly Martins, la hija de la
familia Martins..., pero esa chica nunca me gustó. Así que me
negué, pero sin importarles lo que yo quisiera, compraron un anillo
y se lo dieron a ella en mi nombre. Por lo tanto, ahora, tenía dos
prostitutas, nada serio, solo rameras, hasta que encontré a Maya...
Y hoy, la traje a pasear y estuvimos en el restaurante frente al que
estaban ustedes. Después de ordenar nuestra comida, fui al baño
y, cuando regresé, me encontré a mi esposa hecha una furia, pues
parecía haber tenido una discusión con Kelly y una amiga de ella.
Maya estaba toda empapada, al igual que las otras dos. Pero
cuando Kelly se marchó del restaurante, apareció mi otra prostituta,
Claire, y me besó frente a mi esposa. La cuestión es que no sé qué
fue lo que sucedió entre ella y Kelly. Eso la hizo perder el apetito y,
ahora, una cualquiera acaba de besarme frente a ella. Estoy
preocupado porque mi esposa está embarazada y no necesita todo
este estrés. Por eso no protesté cuando me echó del auto".
"Nunca he hablado con tu esposa, pero puedo ver que es una
mujer sabia, aunque sea joven. Dale tiempo, volverá. Las
emociones tienden a gobernar el cuerpo de una mujer cuando está
embarazada. Explícale la situación cuando la veas relajada, pero
no la fuerces a tener esa conversación ahora. Si ella trata de
ignorar lo sucedido, ignóralo tú también.
Cuando ella esté lista, te preguntará", me aconsejó Gabriella.
Vaya..., ¿por qué será que la mujer de mi primo me recuerda tanto
a Maya? Voy a llevarle flores a mi esposa. Ah, ¿flores de nuevo?
Sí, no importa..., si es necesario, le llevaré la floristería entera.
"Gracias, Gabriella".
Capítulo 40
Un encuentro (parte 1)
~Punto de vista de Maya~
No entendía por qué estaba tan enojada; la ira parecía estar
impregnando cada parte de mi ser.
Simplemente, quería encontrar un lugar tranquilo en el bosque
donde pudiera dejar salir todas mis emociones. Aunque era
consciente de que Zion tenía una vida antes de que apareciera yo,
nunca imaginé que presenciaría algo así. A pesar de que él es mi
esposo, tenía tantas ganas de abofetear su hermosa cara en este
momento que me daban ganas de llorar. Sentía que él era, para
mí, como un desafío imposible de superar. Realmente, no podía
enfrentarlo ahora. Metí la mano en mi bolso para sacar un pañuelo
y lo utilicé para limpiarme los ojos y secarme las lágrimas. No pude
evitar llorar y no quería que la familia de Zion viera mi rostro en ese
estado cuando regresara a casa. Mis ojos estaban hinchados v
colorados, y mi cerebro necesitó varios ciclos de parpadeo para
darse cuenta de lo miserable de mi aspecto. Tenía una enorme
cantidad de sentimientos desencontrados que luchaban entre sí
desordenadamente. No podía entender lo que estaba pasando.
Primero, Kelly; y, ahora, otra mujer lo había besado en mis narices.
Toda esta felicidad no era para mí. Giré la cabeza y descubrí un
hermoso parque, así que se me ocurrió que me vendría bien dar un
paseo por allí.
"Te agradecería mucho que me llevaras al parque, Lucas. Necesito
dar un paseo"
"No creo que sea un lugar seguro para usted, señora. Usted aún se
está familiarizando con la ciudad.
Podría perderse"
"No te preocupes; una vez que haya logrado tranquilizarme un
poco, te llamaré para que me recojas en este mismo lugar".
******
Lucas se dio cuenta de que, tras haber visto a su esposo besar a
otra mujer frente a ella y tener un encontronazo con Kelly Martins,
señora Archer necesitaba desesperadamente un poco de espacio v
tranquilidad para ordenar sus pensamientos. Por lo tanto, detuvo el
coche, sacó su teléfono y marcó el número de señor Archer para
informarle que su esposa se había negado a regresar a casa y, en
su lugar, quería dar un paseo por el parque. Cuando obtuvo la
aprobación de su jefe, Lucas decidió partir. Maya anduvo por el
parque y notó que varias personas sin hogar dormitaban debajo de
las ramas de los árboles. Algunos otros, en cambio, caminaban
pidiendo limosna. Luego, fue en busca de un banco donde pudiera
sentarse y pensar en todo lo que había sucedido anteriormente ese
día. En el camino, se encontró con una joven que vendía ramos de
flores y decidió comprarle unos lirios blancos sin razón aparente.
Cuando sacó algo de dinero de su billetera para pagarle, vio que se
trataba de una niña de entre nueve y diez años. Después de haber
recogido el ramo, también notó que los labios de la niña estaban
agrietados, como si hubiera pasado mucho tiempo sin comer nada.
No quería preguntarle cuándo había sido la última vez que había
comido porque no quería que se sintiera avergonzada, así que
sacó cien dólares y se los entregó.
"Para que te compres algo de comer", le dijo.
"Muchas gracias, doña, muchas gracias". Entonces, la niña
comenzó a gemir y llorar. Maya acarició suavemente su rostro con
ambas manos.
"Oye, no me llames 'doña', dime 'Maya'". Ya estaba cansada de las
formalidades. Sus empleados en J-City siempre se dirigían a ella
como "señora" o "señora Archer", mientras que el resto del mundo
se refería a ella simplemente como "señora Archer". Hoy, solo
quería ser Maya.
"Gracias, Maya". Luego, le dio a la niña una toallita para que se
limpiara la cara. La chica tenía mucha mugre, pero a pesar de eso,
se podía ver que era muy bella.
"Bueno, pon fin a esos sollozos incontrolables y ve a buscar algo
para comer". A Maya la abrumó un sentimiento de responsabilidad
por la niña y, por lo tanto, su intención era aconsejarle lo que era
mejor para ella. Pero, de repente, tuvo que apartar esos
pensamientos cuando las imágenes de su esposo besando a otra
mujer invadieron su mente. Se sentó en el banco y comenzó a
llorar. Justo cuando iba a sacar un pañuelo de su bolso, se le
acercó una mujer y le secó las lágrimas. El paño que utilizó para
esto estaba sucio, pero a Maya no le importó en absoluto. Lo que
experimentó fue algo parecido al amor de una madre. Mava se
quedó perpleia al encontrar tan tranquilizador el toque de una mujer
desconocida; no podía comprender cómo una completa extraña
podía haber causado ese efecto en ella. De pronto, la muier se
sentó a su lado y le dio un cálido abrazo. A Maya no le importó un
bledo el hecho de que estaba usando ropa elegante y que,
después de que la mujer terminara de abrazarla, se habría
impregnado del olor de ella. Así que también la abrazó y,
finalmente, acunada por esta señora, se quedó dormida en su
regazo.
Capítulo 41
Un encuentro (parte 2)
~Maya~
Justo después de que Maya se quedara dormida, regresó la niña
de las flores y esbozó una sonrisa mientras miraba a su madre.
"Mamá, esta clienta me compró flores y, luego, me dio cien dólares
para que pudiera comprara comida".
"Sophia, ¿le pediste dinero?".
"No, madre, yo no hice nada; me lo dio después de comprarme el
ramo y me dijo que consiguiera algo para comer. Tú me enseñaste
que debo ganar el dinero que necesito en lugar de pedírselo a otras
personas. Nunca desobedeceré tus órdenes, madre. Pero ella,
simplemente, me lo dio. Puedes
preguntarle cuando se despierte".
"Está bien, princesa. Confío en ti". Entonces, la niña colocó la
comida en el banco y, luego, ella y su madre comenzaron a comer
juntas. Después de eso, le informó a su madre que iba a seguir
vendiendo un rato más y que, después de eso, regresaría. La mujer
se sintió aliviada al saber que no tendrían que pasar la noche en el
parque porque hoy contarían con un lugar para dormir. Hoy
también había sido un buen día para ella financieramente. No pudo
evitar pensar que Maya podría ser su amuleto de la suerte. La
mujer agarró el bolso de Maya y lo colocó cerca de ella para que
los ladrones no pudieran quitárselo. Maya no se despertó sino
después de transcurridas otras tres horas, momento en el que se
dio cuenta de que el día estaba llegando a su fin y que todavía
estaba sentada en el regazo de la desconocida.
Estaba tan mortificada por la situación que lo único que pudo hacer
fue murmurar: "Por favor, perdóname.
No tenía la intención de quedarme dormida durante tanto tiempo".
Lo único que recibió como respuesta por parte de la mujer fue una
sonrisa. Maya se dio cuenta de que estaba envuelta en una manta.
Desenvolvió la manta de alrededor de su cuerpo, la dobló y se la
entregó a la mujer.
"Noté que estabas embarazada, así que me aseguré de cuidar de
la salud del bebé que llevas dentro. Esa
• es la razón por la que te cubrí con esta sucia manta".
"Está bien, muchas gracias", murmuró Maya. Miró a su alrededor
en busca de su bolso y la mujer se lo devolvió inmediatamente.
"Aquí está", dijo la mujer. Maya sonrió y le agradeció. "¿Necesitas
hablar y desahogarte?". La mujer le hizo esta pregunta porque
pudo sentir que Maya no se encontraba del todo bien. De hecho,
por alguna razón, Maya sintió que podía confiar en esta señora que
le hizo sentir el amor de una madre por primera vez en años.
Aunque ella no había podido vivir con su madre y solo había podido
verla unas pocas veces, sintió que la mujer sentada a su lado
estaba preocupada por ella al igual que su madre en el pasado. No
podía terminar de entender esta sensación, pero le proporcionaba
tranquilidad y consuelo de todos modos. Luego, comenzó a
sollozar frente a la mujer de nuevo.
"Lo que sucede es que hoy salí con mi esposo y fuimos a comer a
un restaurante. Cuando nos estábamos yendo, una mujer se
acercó y lo besó frente a mí, y él no hizo nada para evitarlo.
Además, antes de eso, su exprometida comenzó a mirarme con
desdén. Entiendo que se casó conmigo, que soy una doña nadie,
pero aun así, soy su esposa y no puedo comprender que no haya
apartado a la muier que lo besó. No
tengo palabras"
Maya sintió como si hubiera estado conteniendo la respiración
durante mucho tiempo y, cuando finalmente dejó salir todo eso,
experimentó una sensación de alivio. Miró a la mujer y, luego,
ambas
rompieron a reír incontrolablemente.
"¿Te sientes mejor ahora?", le preguntó la señora. Maya respondió
afirmativamente. En compañía de esta mujer, no se sentía como
una adulta por primera vez desde que había fallecido su madre;
sentía que, finalmente, había regresado a su estado infantil. La
mujer la abrazó una vez más y, a continuación, le dijo:
"Míralo de esta manera, niña: ¿tu marido le devolvió el beso a esa
mujer?". Maya asintió levemente con la cabeza. "Entonces, no fue
tu esposo quien dio el beso, sino que, más bien, fue la mujer quien
lo besó a él.
A veces, algunas mujeres hacen cosas frente a otras mueres con la
única intención de volverlas completamente locas, con el único
propósito de refregárselo en sus caras. Créeme que es probable
que la otra dama no tenga ningún significado para tu esposo, pero
lo hizo intencionalmente para que te sintieras mal. Nunca debes
deiar espacio en tu mente para otras mujeres, especialmente para
una que no es importante. Tu esposo te pertenece por completo.
Sin embargo, si la idea de castigarlo por unos días te hace sentir
mejor, adelante, hazlo. Pero ahora, trata de sonreír". Maya adoptó
una expresión infantil rodeó a la mujer con sus brazos y sonrió
ampliamente.
Capítulo 42
Tres toros enojados
"¡Madre! Vendí todo", gritó la niña desde lejos mientras se
acercaba al banco donde estaba su madre. Los ojos de Maya se
abrieron de par en par.
"¿Ella es tu hija?", le preguntó a la extraña, y la mujer asintió
mientras se acercaba a Sophia para abrazarla. La mujer, ahora,
rodeaba con un brazo a su hija y con el otro, a Maya.
"Maya, mamá piensa que te pedí que me compraras comida".
"No, ella no me pidió nada. Fue idea mía", confirmó Maya riendo.
"¿Ves, mamá?, te lo dije". La mujer se rio ante tanto alboroto
innecesario porque ya le había dicho a su hija que le creía. Se
estaba haciendo tarde y Maya podía darse cuenta de que estas
dos personas que la trataban como si fuera de la familia no tenían
un lugar donde pasar la noche. Por otra parte, ella necesitaba algo
de espacio y también quería castigar a Zion, así que apagó su
teléfono y le dijo a la mujer y a la niña que la siguieran. Maya sabía
que, si se quedaban en un hotel y pagaba con su tarjeta, Zion no
tardaría en descubrir su paradero. Por lo tanto, decidió retirar una
gran suma de dinero de un cajero automático. También tomó la
precaución de llamar a un taxi en lugar de solicitar un Uber, ya que
sabía que podrían rastrear todo lo que hiciera desde su celular. Le
pidió al conductor que la llevara al hotel de 5 estrellas más cercano,
y este las dejó en el Archer. Cuando llegaron, Maya le preguntó a
la mujer si tenía su identificación para que pudieran registrarse a
nombre de ella, y la desconocida respondió afirmativamente. Maya
reservó una suite presidencial, que se encontraba en el último piso.
Una vez allí les indicó a madre e hija que podían bañarse si así lo
deseaban. Ambas entraron juntas a la ducha v comenzaron a
cantar mientras se aseaban. Como la panza de Maya no se notaba,
se quitó la ropa y se unió a ellas en el baño y en los cantos. Esto le
recordó a su propia madre, ya que solían hacer lo mismo. El baño,
ahora, se encontraba algo resbaladizo porque las tres personas
adentro estaban salpicándose agua entre sí. Salieron de la ducha y
fueron a ponerse las batas del hotel. Todas se sentían mejor y más
frescas después del baño reparador. Al instante, llegó el servicio de
habitación y empezaron a comer. Emma no
• podía recordar la última vez que ella y su hija habían tenido una
comida decente.
"Maya, ¿puedo dormir contigo?", le preguntó Sophia. Maya sonrió;
el sentimiento que despertaron en ella era el mismo que le había
mostrado la familia de Zion: el amor no era forzado, era genuino.
"Hay cuatro habitaciones en esta suite y las camas son tan grandes
que cabrían diez personas, así que sí
Podemos compartir una cama entre todas". Emma sonrió, pero en
el fondo, se sentía un poco apenada por todo lo que estaba
haciendo por ellas una mujer que apenas conocía. Por primera vez
en tres años, había comido bien y había podido bañarse sin tener
que preocuparse de que hubiera otras personas esperando para
usar la ducha como en los baños públicos, que era donde ella y su
hija iban a asearse una vez a la semana. Ahora, una completa
extraña la estaba ayudando. Sophia comenzó a bostezar y Maya le
dijo que se fuera a dormir. Las dos adultas se quedaron viendo la
tele y, en un momento, Maya notó que Emma estaba llorando. No
sabía cómo reaccionar, ya que nunca había visto llorar a una
persona mayor, excepto a su madre cada vez que ella tenía que
regresar con su padre. Y como él siempre aparecía para
separarlas, no se había podido crear un vínculo fuerte entre ambas.
Así que Maya se acercó a Emma y se recostó en su regazo.
Entonces, la mujer empezó a hablar.
"Mi nombre es Emma. Hace unos cuatro o cinco años que me
encuentro sin hogar. Mi hija abandonó la escuela, aunque lee
mucho mientras está en el parque. Vivíamos felices con mi esposo,
pero un día, él no volvió a casa. Los días se convirtieron en
semanas; las semanas, en meses, y los meses, en años.
Casualmente, nos enteramos de que la casa en la que nos
alojábamos se había vendido. Yo solía trabajar, pero mi esposo se
aseguró de que nadie me empleara. Así que dejé de intentarlo y
comencé a vender lirios con mi hija para ganarme la vida. No
teníamos adónde ir. Nos dejó para estar con una mujer rica.
Luego, me trajo los papeles del divorcio para que los firmara, y eso
hice. No duré mucho en el último trabajo que conseguí porque no
tenía ropa para ponerme y el gerente del hotel decía que estaba
persiguiendo a sus clientes. Por eso, dejé de buscar, pues cada
vez que conseguía un trabajo, no tenía la ropa adecuada porque no
tenía adónde ir". Maya siguió escuchando a la muier e intentó no
sentir lástima por ella, ya que había notado que no le gustaba que
la compadecieran. Un rato más tarde, se fueron a dormir.
米米米米米¥
"¿Qué diablos me estás diciendo, Andrew? ¿Qué quieres decir con
que no puedes encontrar a mi esposa?
¿Es esto algún tipo de broma?".
"Señor Archer, intentamos todo para obtener la ubicación de
señora Archer, pero apagó su teléfono cuando estaba en el parque
y no podemos rastrearla ahora". Zion se sentía frustrado. Sabía
que tendría que enfrentarse a su familia, pues todos amaban a
Maya incluso más que a los de su propia sangre. Temía que,
ahora, la paz que Maya había traído a su familia se desvaneciera
en el aire debido a su error. Mientras iba y venía por toda la casa,
se encontró con tres toros enojados listos para arremeter contra él.
"Zion, ¿por qué mi hija no está en casa?", le preguntó Brian Archer.
Zion se quedó callado sin saber qué
• responderle.
"¿Debería decirles que una de mis pr*stitutas me besó frente a su
hija política? Me matarían si supieran esa información", pensó.
"Ehhh..., señora Archer y yo tuvimos un pequeño malentendido, así
que decidió ir a despejarse a un parque, pero ahora ya no está",
respondió finalmente.
"¿Qué tipo de malentendido?", preguntó el viejo Sr. Archer con las
manos en la cintura. Zion se sentía como si estuviera en una
especie de sala de interrogatorios.
De repente, apareció Javier, tomó una manzana de la nevera y se
sentó sobre la encimera de la cocina.
Mordió su manzana y dijo: "Una mujer lo besó en frente de Maya".
¡Zas!
El sonido sordo de una bofetada retumbó por toda la residencia
Archer. Cuando Zion estaba a punto de decir algo, fue sorprendido
con otra bofetada.
¡Zas!
"¡Padre!", exclamó Zion.
¡Zas!
"¡Abuela!", gritó, por último, Zion.
"Ahora, escúchame, Zion Xavier Archer. Será mejor que
encuentres a mi nieta política. No quiero escuchar tus tonterías.
¿Cómo pudiste hacerle esto a la chica que has estado buscando
durante años?
¡Encuéntrala o te las verás conmigo!".
"¡Y conmigo!", exclamó el viejo Sr. Archer.
"¡Y conmigo!" añadió Brian Archer.
"Y conmigo...", repitió Javier en broma, y salió de la habitación
riendo.
Capítulo 43
¿Ella me dejó?
Zion estaba preocupado por su esposa y se negaba a irse a dormir
hasta no saber dónde se encontraba.
No tenía idea de que ella estaba cantando para no pensar en el
hecho de que su esposo había besado a otra mujer. Estaba
ignorando felizmente este incidente. El hombre insistió en que no
descansaría hasta saber dónde estaba Maya. Estaba enojado
consigo mismo por no haberla acompañado al parque y por haber
permitido que se fuera sola. Mientras Lucas conducía para llevarlo
al lugar exacto donde la había dejado, Zion lucía como si estuviera
acumulando muchísima tensión en su interior. Había estado muy
enoiado consigo mismo por haber roto sus votos esa noche.
Haber deiado que otra mujer lo besara frente a su esposa era una
de las cosas de las que más se arrepentía en su vida.
Contemplando todo esto en su cabeza, se sentó en uno de los
bancos del parque.
Cuando miró a su alrededor, notó, al igual que Maya en su
momento, que estaba lleno de gente que vivía en las calles y que
dormía allí. Empezó su búsqueda a pesar de que era plenamente
consciente de que su mujer no haría nada que pusiera en peligro la
vida de sus bebés. Al no tener éxito, le pidió a Lucas que lo llevara
al último cajero al que había ido Maya a retirar dinero. Zion se paró
afuera e inspeccionó el área. No
pudo ver nada.
"Lucas, averigua cuál es el hotel más cercano. Veamos si fue a
alguno de los hoteles de los alrededores"
Ya eran más de las dos de la mañana. Lucas tenía sueño, pero
sabía muy bien que su jefe se ponía muy serio cuando se trataba
de su esposa y que no se daría por vencido hasta que la
encontrara. Sin embargo, también le sorprendía que él pudiera
seguir manteniéndose despierto a estas horas de la madrugada.
Señora Archer tenía suerte de tener a Zion como marido. Puede
que este hombre no se preocupe por las mujeres en general, pero
cuando se trata de su esposa, hará cualquier cosa por ella.
Después de unos minutos, Lucas le informó: "Los hoteles más
cercanos son el Grand Archer, que se encuentra,
aproximadamente, a 1,5 millas de distancia, y el Silver Star, que
está a unas 5 millas"
"Obviamente, no se está hospedando en ninguno de mis hoteles.
Si fuera así, lo habría sabido no bien se hubiera registrado.
Vayamos al Silver Star y busquémosla allí, solo por si acaso"
Zion y Lucas se dirigieron al hotel de inmediato y preguntaron si
alguna mujer se había registrado usando efectivo o si había allí
algún huésped con el apellido Archer, pero nada. Fueron
conducidos al fondo para que pudieran inspeccionar las cámaras
de vigilancia, pero señora Archer no estaba a la vista. Zion sintió
que todos sus esfuerzos eran en vano. Ya no sabía qué pensar. En
este punto, estaba convencido de que su esposa lo había dejado.
"Lucas, llévame de regreso a mi hotel". Lucas suspiró; podía
asegurar que su jefe amaba mucho a su esposa y no lo complacía
verlo así de deprimido. Normalmente, Zion hubiera dejado que
otros hicieran el trabajo por él, pero al tratarse de Maya, esta
noche, se había unido a la búsqueda. Tan pronto como se
registraron en el hotel Grand Archer, fueron directamente a su
suite.
Lucas se acomodó en una de las habitaciones para dormir un poco.
Zion también se acostó, pero no lograba conciliar el sueño, ya que
estaba preocupado por cómo estarían ella y sus hijos. El hecho de
que
Maya estuviera embarazada hacía que se sintiera aún más ansioso
por la posibilidad de que lo abandonara y se fuera con los niños.
Dejó de dar vueltas en la cama y se levantó para ir al baño a
refrescarse. Mientras el agua corría por su cuerpo, las imágenes de
ayer duchándose junto a su esposa invadieron sus pensamientos.
Hasta había cantado una canción especialmente para ella..
"¿Preferirías tener a otro como esposo?", le preguntaba, en su
cabeza, a una Maya ausente.
El amor de Zion por su mujer no se parecía a nada que hubiera
sentido por nadie más en su vida. Ella le traía felicidad todos los
días y él no podía creer que, a partir de ahora, debería seguir sin
ella. Rezó en silencio para que no lo abandonara. Aunque, al
principio, no tenía ninguna intención de dormir ni creía necesitarlo,
su cuerpo terminó por traicionarlo. El reloj marcaba las seis de la
mañana cuando se durmió.
Lucas tuvo el presentimiento de que señora Maya podría
encontrarse en este hotel, por lo que, tan pronto como pudo, se
apresuró a bajar a la recepción para averiguar los datos de quienes
habían ingresado la noche anterior. Desafortunadamente, no pudo
encontrar el nombre de Maya en ninguna parte de la lista.
Después de eso, se dirigió al centro de control de seguridad para
solicitar las grabaciones de la noche anterior. Gracias a esto, Lucas
pudo observar a Maya registrándose junto a una niña y una mujer
adulta.
La vio sacar su tarjeta de identificación y volver a guardarla
inmediatamente en su bolso para solicitarle a la otra mujer que
entregara la suya para completar el proceso de registro. Lucas se
fijó la hora en la grabación y volvió corriendo a la recepción para
preguntar el número de habitación de la persona que se había
registrado a las 21:02. Al reconocer que el hombre era la mano
derecha de señor Archer, la recepcionista le dio el número de la
suite. Cuando Lucas vio que la habitación de señora Archer estaba
justo enfrente de la de su jefe, se quedó desconcertado. Subió las
escaleras, consciente de que, aunque le era leal a señor Archer,
también necesitaba serle fiel a señora Archer. Por lo tanto, se
dirigió inmediatamente a la suite y llamó a la puerta. Al escuchar
que alguien golpeaba, Sophia se levantó a abrirle. Una vez dentro,
Lucas se apresuró a cerrar la puerta detrás de él.
"Oiga, señor, no le dimos permiso para entrar a nuestra suite. ¿Por
qué está aquí?". Lucas dirigió su mirada en dirección a la niña que,
al parecer, poseía un ingenio agudo y una lengua afilada.
"¿Serías tan amable de llamar a Maya, por favor?". No bien la niña
escuchó nombrar a Maya, sintió que la invadía una sensación de
calma.
"Señor, debería haberme informado que estaba aquí por Maya",
dijo la niña. Hizo un puchero tonto y, luego, lo condujo hacia la
habitación.
Maya comenzó a hablar antes de que Sophia tuviera la oportunidad
de decir algo.
"Sophia, quiero que vayas a lavarte la cara. Vamos a conseguirte
algo de ropa".
"Está bien, Maya. Ehhh..., hay un hombre esperándote afuera".
Maya se quedó paralizada por un instante y, luego, comenzó a
caminar de un lado a otro de la habitación.
Sin embargo, en ese momento, recordó que Sophia todavía estaba
ahí.
"Está bien, ve a bañarte".
Cuando Lucas escuchó que la niña se refería a Lady Maya por su
nombre de pila, quedó completamente atónito. ¿Sabía siquiera con
quién estaba tratando? Finalmente, Maya salió y se agarró el
pecho, aliviada, al ver que no se trataba de Zion. Por otro lado, era
consciente de que el hecho de que Lucas supiera su paradero
implicaba que, probablemente, también lo sabía su marido.
También la sorprendía que hubieran logrado localizarla, pero luego,
se dio cuenta de que su esposo era el dueño del hotel.
"¿Qué estás haciendo aquí?", le preguntó.
"No tiene por qué preocuparse, señora Archer. Señor Archer no
sabe que usted está aquí, vine solo.
Quería asegurarme de que estuviera bien y hacerle saber que su
esposo está en la suite que está justo enfrente de esta. Ambos
pasamos toda la noche buscándola por todos los lugares posibles.
Señor Archer no descansó ni se quedó dormido en ningún
momento durante la búsqueda, pero se tuvo que dar por vencido
después de las seis de la mañana. Me siento mal por él, pero
también debo brindarle mi confianza a usted. Tenía mis sospechas,
así que examiné las grabaciones de las cámaras de seguridad v
fue así como pude encontrarla. Él no imagina que usted también
está aquí"
Por más amor que Maya sintiera por su esposo, había tenido la
intención de castigarlo, pero después de enterarse de que se
desveló buscándola, se sintió muy mal consigo misma. Estaba a
punto de derramar una lágrima. Le tenía mucho cariño a Zion, pero
necesitó manifestar su disgusto ante los acontecimientos
de ayer.
"¿Puedes darme la llave de la suite? No te preocupes, no lo
despertaré. Solo quiero verlo". Lucas extendió su mano para darle
la llave y se quedó en la suite de Maya esperando a que ella
regresara.
Capítulo 44
Un homenaje solitario con una tanga diminuta
Punto de vista de Maya
Cuando entré en la suite frente a la mía, mis ojos se posaron en el
cuerpo torneado de mi esposo. Se veía adorable mientras dormía,
como si hubiera estado muy afligido. Al borde de la cama, dormía
destapado, sin manta ni sábana. Levanté sus piernas que colgaban
y lo cubrí. Su sueño era profundo, así que decidí dormir a su lado.
Besé sus labios. ¡C*rajo! ;Era imposible seguir enojada con este
hombre! Me inundó la imagen repentina de esa mujer besando
estos mismos labios y me dieron ganas de vomitar. Corrí a su
baño, rogando que no me escuchara. Cuando terminé y volví a
entrar, él seguía profundamente dormido. Me
acerqué a la cama y lo observé.
¡Agh! Ahora me parece un simio. ¡M*Iditas hormonas del
embarazo!
Esperaba ver su atractiva imagen y, en cambio, me encontré con
un simio acostado, naaa. O sea, si sabía que era un Adonis griego,
¿por qué lo vi ahora como un m*Idito gorila? A ver, bebé,
pongámonos de acuerdo: no quiero ver a tu papá así. Estar
embarazada y enojada es una mezcla explosiva. Decidí olvidar el
recuerdo de esa mujer y centré mi atención en él, le besé la frente
y pasé mis dedos por su cabello.
"Te amo", murmuré. Quería dejar algún rastro de haber estado en
su suite, pero no tenía nada que dejarle para que supiera que
estaba bien. Sé que podría estar preocupado por insignificancias,
pero no pude evitar reírme cuando de repente se me cruzó un
pensamiento sucio. Maya Archer, ¿desde cuándo eres tan
pervertida? Me puse de pie, me quité la tanga y se la puse en la
mano.
Luego, volví a besarle los labios y me fui. Ya eran las 8 de la
mañana, sabía que Zion despertaría pronto. Les pedí a Emma y a
su hija que me acompañaran a desayunar en el centro comercial, y
hacia allí partimos. Gracias a Dios, Lucas me dejó este auto. Lo
primero que hicimos fue buscarles ropa ya que, como todavía era
temprano, no había mucha gente que les hubiera prestado
atención. Compramos primero una muda para cambiarnos; también
para mí, que seguía vestida como ayer. Nos vestimos en uno de
los probadores, entregamos a la cajera los recibos y nos
marchamos. Antes de comenzar nuestras compras, buscamos un
restaurante para el brunch. Me alegraba que Emma no me hubiera
preguntado nada, pero no permitiría que ella y Sophia se quedaran
sin hogar después de nuestro encuentro. Es una locura, pero
quiero llamarla mamá. Tengo pensado un plan para Emma y estoy
segura de que saldrá bien. No tengo dudas de que la abuela no se
opondrá. Después de comer, nos fuimos de compras.
Punto de vista de Zion
¡M*erda! En vez de buscar a mi esposa, me quedé dormido. Me
froté los ojos con la mano izquierda mientras me despertaba.
¿Quién me cubrió? De repente, su olor me golpeó. ¿Mi esposa
estaba aquí? Cuando quise destaparme, noté que aferraba algo
con la mano: eran sus bragas. Las apreté fuerte y sonreí. Me
levanté velozmente de la cama. "¿Maya?" Nadie respondió. Metí
las bragas en el bolsillo y entré al baño llamándola: "¿Nena?"
Busqué en todas las habitaciones, pero no la encontré.
¡M*erda! ¿Por qué me hizo esto?
Saqué las bragas de mi bolsillo y comencé a olerlas. ¡C*rajo! Mi
p*ja se irguió. A la m*erda con la señora Archer. Es una t*rtura.
Bueno, ya que ella decidió dejarme su tanga, me las arreglaré solo.
Fascinado, puse la tanga diminuta frente a mis ojos. La observé y
luego, sonriendo, me saqué los pantalones. Coloqué la tanga en la
punta de mi er* cción. Menos mal que Lucas no estaba aquí. Volví
al baño y comencé a bombearme la p*ja con la tanga.
Mujer, ¿qué me estás haciendo?
Sentía que estaba cerca, así que me saqué la tanga de la p*ja y la
sostuve entre los dientes. Enseguida, jadeando, exploté sobre el
lavabo. Me quité la tanga de la boca y me la guardé en el bolsillo.
Me desvestí, me duché con agua fría para refrescarme y me puse
ropa limpia. Cuando estaba a punto de salir de la suite, recordé que
había dejado la pequeña tanga de mi esposa en los otros
pantalones. Regresé a buscarla y la puse en el mismo bolsillo
donde tenía el teléfono, luego salí de la suite. Fui al restaurante del
hotel y me encontré a mi m*Idito chofer tomando café como un
verdadero profesional mientras su patrón se
m*sturbaba en la habitación.
"¿Dónde está mi esposa?", le grité. Sabía que no debía tener ni
idea, de lo contrario no podría estar tan distendido, cruzado de
piernas, tomando café. En este momento, él pareceía el jefe y yo,
su asistente. Colocó despacio su café sobre la mesa y me miró
fiamente.
"Buenos días también a usted, señor Zion".
;Estupendo! Hasta mi asistente se ha vuelto en mi contra.
"¡Lucas!", ladré. El recogió la taza y tomó un sorbo de café. Tenía
suerte de tener la información que necesitaba, de lo contrario lo
estaría haciendo arrepentirse de sus actos. Me acomodé los
pantalones y tomé asiento
"Un doble expresso, largo", ordené, luego miré al idiota frente a mí.
"¿Dónde c*rajo está mi esposa?"
"Ya no tengo un jefe, tengo dos".
"¿Qué c*rajo? ¿Quién es tu otro jefe?"
"Señor, ¿olvida que se casó? La jefa me pidió que cerrara la boca,
así que tendré que hacerlo". Lo miré. ¿En serio me estaba diciendo
que cumplía órdenes de mi pequeña esposa?
"Lucas! No pruebes mi paciencia. ¿Dónde m*erda está la señora
Maya?"
"La última vez, en su suite, señor. Si usted no la vio, no lo sé.
Debería beber su café, el viejo señor Archer solicitó su presencia".
¡De ninguna manera! Esos tres ancianos me pondrán de peor
humor. Me trataban como si ya no fuera su hijo, pero Maya sí.
Tragué el café de un saque.
"Vamos".
"La señora Maya se registró en este hotel y me dijo que necesitaba
tiempo. Entonces, volverá a casa"
Capítulo 45
Unas bragas en el suelo
Punto de vista de Zion
Lucas me llevó a casa donde me recibieron mi padre, Javier y su
esposa, y mis abuelos en el patio cerca de la piscina. Me acerqué,
pero me mantuve a una distancia prudencial. No quería que nadie
abofeteara mi hermoso rostro otra vez; no estaba dispuesto a
recibir tres bofetadas hoy. Todos me miraban como si les debiera
algo. Les mantuve la mirada, me resistía a ser
golpeado. ¡No volvería a suceder!
"¿Dónde está mi nieta?" Miré a la mujer que preguntaba por su
nieta como si yo no fuera su nieto. Sabía que si no respondía,
estaría en problemas así que hice lo mejor que pude.
"La señora Archer estuvo conmigo. Nos encontramos tarde anoche,
así que dormimos en el hotel. Quiso salir de compras sola,
regresará pronto", dije y los miré: no estaban convencidos. Arrastré
los ojos hacia mi primo, buscando ayuda, pero era en vano:
Javier disfrutaba cada vez que me regañaban. Entonces, continué:
"Si no me creen, puedo llamarla y decirle que están preguntando
por ella". Cuando saqué mi teléfono del bolsillo, algo cayó. Mis ojos
se abrieron de par en par: ¡era la tanga de mi esposa! ¿Cómo pudo
esta pequeña cosa del mal caer frente a mi familia? Quería que me
tragara la tierra. ¡M*erda! Nunca, en toda mi vida, me había
avergonzado así. Antes de que pudiera explicar nada, Lucas, mi
chofer, empeoró todo.
"¡Eso es de la señora Archer!"
;C*rajo!
Volví la mirada hacia mi familia: todos estaban mudos, pero
sonreían. El abuelo necesitaba un poco de agua para procesar el
asunto. ¡Estupendo! ¡Lo hiciste genial, Maya! Se fueron del patio de
a uno, y solo quedamos Javier y yo. Ese b*stardo,
seguramente no podía esperar para reírse de mí. Me palmeó el
hombro.
"¿Qué pasó, primo?"
"Mi esposa está jugando conmigo. Entró en mi suite y me dejó la
tanga en la mano mientras dormía". Javier se echó a reír.
"Por lo menos sabes que no te dejó. Me voy adentro".
Me quedé en el patio y le pregunté a Andrew si el teléfono de ella
estaba encendido, pero me dijo que no, que aún mostraba la
última ubicación.
• Señor Archer: Maya, ¿por qué me haces esto? Vuelve a casa así
podemos hablar. Esta situación me frustra, es una t*rtura. Sé que
estuve mal, no te merecías ver eso. Por favor, vuelve a casa
conmigo. Por favor, vuelve para que podamos hablar. No me
castigues tanto, mi amor. No puedo seguir así. Por favor.
Agregué un emoji de súplica y le envié el mensaje. Me veía como
la m*erda. Me dirigí al bar y saqué una botella de mi whisky
favorito. Luego fui a mi habitación y comencé a beber. No podía
permitir que mi familia me viera así de miserable. Les dije que
había estado con ella, pero si me vieran, sabrían que no la volví a
ver desde entonces. Bebí para ahogar mis penas.
Maya encendió su teléfono recién a las 4 de la tarde y llamó a
Lucas para que la buscara. El fue enseguida al centro comercial y,
al llegar, se sorprendió por las bolsas que llevaba la señora Archer.
Empezó a recogerlas, y Sophia quiso ayudar, pero Lucas la detuvo
y le dijo que él cargaría todo. Gracias a Dios que traje una limusina,
si no, no sé dónde pondría todo esto, pensó. Para cuando terminó,
Maya y las otras dos personas ya estaban dentro del vehículo.
Sabía que la señora Maya odiaba que la tratasen como a una
princesa, quería hacer algunas cosas ella misma. A él le gustaba
por eso, no era de esas mocosas malcriadas que le darían
órdenes. Se sentó en el asiento del conductor, encendió el auto y
regresó a la mansión. Al llegar, Maya abrió su puerta y salió antes
de que Lucas pudiera ayudarla, y dio la vuelta para abrirles a
Emma y Sophia.
"Lucas, ¿podrías ayudarme a llevar estas bolsas a una de las
habitaciones de huéspedes? Quisiera ver a la abuela primero".
Cuando estaba a punto de entrar, la abuela Rose corrió hacia ella y
le dio un abrazo de oso.
"Me asustaste, niña. No vuelvas a hacernos esto nunca más,
¿entendido? ¿Por qué no me contaste lo que pasó ayer? Sabes
que siempre estoy, solo basta una llamada".
"Lo siento, abuela. No lo volveré a hacer, lo prometo". La abuela
Rose le besó las cejas y le acarició la panza. Luego la miró
preocupada. "Todo está bien, abuela, el bebé está bien". Entonces
la mujer sonrió y volvió a acariciarle las mejillas.
"¡Oh! No me di cuenta de que venías con gente. ¿Qué modales son
estos? Bienvenidas, queridas", dijo la abuela Rose mientras
besaba las mejillas de Emma abrazándola; luego saludó de la
misma manera a la niña. Emma sonrió torpemente mientras
asentía. Estaba perdida, ya que Maya no le dijo a dónde se
dirigían.
"Oh, sí, abuela". Maya miró a su alrededor y llamó a uno de los
asistentes: "Por favor, llévalas con Lucas. Él sabrá qué hacer".
"Está bien, señora Archer". Los ojos de Emma se agrandaron.
¿Esta es la mansión Archer? Si la llaman así, la chica del parque
es la esposa del señor Archer. No podía creer que la chica que
jugó humildemente con ellas pudiera ser multimillonaria. Casi se
puso a llorar. La gente rica ni siquiera se acerca a esos parques;
que alguien de la residencia Archer recogiera a una don nadie
como ella y la cobijara la dejó sin palabras. Luego le preguntaría a
Maya por qué les pidió que la llamaran por su nombre y no por su
título. Los Archer eran realeza. Emma siguió al asistente. Mientras,
Maya iba con la abuela Rose a su habitación, notó que la
abuela Felicia y Gabriella también estaban allí.
Capítulo 46
El plan
Punto de vista de Maya
Entramos con la abuela en su habitación y me di cuenta de que no
estaba sola. Pero sabía que eramos una familia, así que rogué que
entendían mi preocupación. Luego de sentarme en el sofá, miré a
la abuela y a las otras dos mujeres, y comencé a hablar.
"Ayer fui al parque después del incidente en el restaurante donde
me encontré con Kelly y su amiga, que comenzaron a hacer
comentarios. Por supuesto, no me preocuparía por la hija de la
familia Martins, pero perdí el apetito por algo que sucedió y, como
me puse nerviosa, decidí ir al parque a tomar aire fresco y dar un
paseo. Allí conocí a Sophia, la niña que traje aquí. Parecía tener
hambre y, como no quise decirle lo obvio, le di dinero y al rato se
fue. Luego, en un momento de debilidad, vino una mujer, quien me
cuidó y, no sé cómo, terminé durmiendo en su regazo. Me desperté
3 horas después, ella seguía allí, no se había apartado de mi lado.
Fue una sorpresa para mí que, a pesar de que ella no estaba
limpia, no me irrité ni me dieron náuseas. Sentí su amor maternal.
Cuando Sophia regresó, me enteré de que era su hija. Ya cuando
la vi por primera vez había sentido la necesidad de protegerla, y
ahora, al descubrir que la mujer que me cuidaba era su madre,
quise cuidar de ambas. Por eso volví al hotel con ellas. No puedo
explicar nuestra conexión, pero esa mujer me trató como a una
hija. Me aseguré de que pudieran asearse y les compré algo de
ropa. Me gustaría proponer algo, y me haría feliz que la abuela no
se oponga: Papá ha estado solo durante años, parece un hombre
fuerte, pero es un niño grande. ¿Qué les parece si Emma y Sophia
se quedan aquí? Quisiera
propiciar que a papá le guste Emma"
La abuela Felicia sonrió, pero la abuela Rose no demostró ninguna
emoción, y luego se levantó del sofá.
"Cuando hace tiempo, Zion me contó que le gustaba una chica de
16 años, no lo entendí. Tampoco cuando se negaba a casarse y
nos dijo que ya había elegido una esposa y que eras tú.
Finalmente, lo entiendo: eres sabia y madura. Tu padre se ha
negado a casarse desde que tu madre murió, y ha estado bebiendo
todos estos años, pero dejó la bebida cuando llegaste. Creo que el
hecho de que Emma esté en esta mansión es obra del destino".
La abuela me abrazó y me besó las cejas.
"Estábamos en esta habitación discutiendo el mismo problema, y tú
acabas de traer una solución. Ahora entiendo por qué Zee te buscó
toda la noche: eres lo positivo de esta familia, la luz de esta casa".
Nos abrazamos las cuatro, en un cálido abrazo grupal.
• Salí de la habitación de la abuela y me dirigí a mi habitación
matrimonial. La puerta no estaba cerrada y, al entrar, encontré a mi
marido bebiendo. Apenas me vio, dejó todo y vino a darme un
abrazo. Me di cuenta de que estaba fuera de sí porque apestaba a
alcohol. Me solté del abrazo, y él se percató de que estaba
alcoholizado.
"Lo siento. Iré a enjuagarme la boca". Estaba tan cansada, que
mientras él fue a lavarse, me cambié, me metí en la cama y me
tapé. Sabía que tenía que ir a ver a Emma y Sophia, pero estaba
agotada después de nuestro día de compras. También tenía que ir
a ver a mi padre, no hablé con él desde que llegué. Fue el único
hombre que me trató como a una hija, cada vez que tuve la
oportunidad de visitar a mi mamá, siempre estuvo ahí y me trató
como a una princesa. Zee y vo nos conocimos en el funeral de
nuestros padres, pero me he encontrado con su padre y su madre
cada vez que visité a mi madre. Pensar en el tío Brian me hizo
sonreir, nunca me dijo 'no'.
'¿Qué quiere mi princesa?' Me rio en voz alta ante ese recuerdo.
Escuché los pasos de mi esposo. Cuando se subió a la cama,
rodeó mi cintura con sus manos. Me dio vuelta como si fuera un
liviano papel, me miró directamente a los ojos y me besó las cejas.
Luego, colocó su mano sobre mi estómago y se inclinó para
besarlo. También me acarició el cabello.
"Me asustaste como la m*erda, Maya". Lo miré incrédula. ¿Me
estaba culpando? ¿A quién habían besado, acaso? Sinceramente,
quise tranquilizarlo, pero antes de decir nada, lo escuché
murmurar:
"Lo siento. Lamento lo que viste, pero te prometo que nunca te
engañaré, Maya. Solo te amo a ti. Ella era una de....
"No quiero saberlo, Zion", lo interrumpi.
"Quiero que sepas todo sobre mí, Maya. No quiero que existan
secretos entre nosotros. Lo que pasó ayer fue inexcusable, y fue mi
culpa. Se llama Clara, era una de mis pr*stitutas. Jamás salimos,
pero yo la usaba para hacer enojar a Kelly. Me acosté con ella,
pero solo fue s*xo. nada más". Debería estar furiosa con él, que me
estaba contando que había tenido s* xo con otra mujer, pero, para
mi sorpresa, no me molestó.
"Zion, resuelve tus problemas con tus mujerzuelas porque la
próxima no te lo perdonaré. Me sentí la tercera en discordia
cuando te besó".
"Lo siento mucho, mi amor, te prometo que nunca más te haré
sentir así. ¿Me perdonas, mamita?"
Sonreí cuando me llamó así, era tan simple hablar con él. Lo amo
tanto que me asusta.
"Cariño, traje a casa a dos personas que me gustaría que
conozcas. La muier es como una madre para mí. Ella y su hiia
están sin hogar, y ayer me ayudó mucho. Me quedé dormida en
uno de los bancos del parque mientras ella me cuidaba. Nos
divertimos y las llevé a nuestro hotel para que se pudieran asear.
Es súper amable y su hija, ¡Dios!, deberías verla, es tan linda. Me
dio pena
que la niña no fuera a la escuela, además, yo.
Me aclaré la garganta y miré a Zee, pero me sonrojé por lo que
quería decirle.
"¿Tú qué, Maya?"
"Quiero que sea nuestra madre". Imprevistamente, mi esposo solo
sonrió.
"Suerte con eso, mi amor. Él es de piedra, no quiere una mujer.
Pero, tal vez, tú puedas convencerlo. Después de todo, pareces
más su sangre que yo".
"¿Está celoso, señor Archer?" Él sonrió y me besó las cejas.
"No, bebé. Solo sé que si alguna vez te lastimo, estaré en
problemas. Ayer me golpearon 3 veces cuando escucharon que
alguien . me besó frente a ti. Esos tres ancianos me abofetearon
por ti. ¿Yo soy su hijo? No, la señora Archer es su hia, no vo.
Casi me rio al escuchar que lo abofetearon. Ja, ja, ja... no pude
contenerme. "No tiene nada de gracioso. Ahora sé cuál es mi lugar
en esta familia si alguna vez te lastimo".
"Ven a conocerlas. Espera, quiero que se queden. ¿Tengo su
permiso, señor Archer?"
"Eres la señora de la casa, tienes la última palabra".
Lo besé y sostuve su mano. Luego le envié un mensaje de texto a
Lucas para saber en cuál de las habitaciones de invitados las había
ubicado. Como si me hubiera leído la mente, les dio la habitación
cercana a la de padre. Zion y yo nos dirigimos allí.
Llamamos a la puerta y entramos. Sophia saltó y me abrazó muy
emocionada de estar aquí y de verme. Nos sentamos junto a
Emma y Sophia.
"Espero que estén cómodas", dijo Zion. Emma asintió.
"¿Por qué ayer no me dijiste que eras la señora Archer?", me
preguntó Emma. Solo sonreí.
"Si te lo hubiera dicho, ¿te habrías sentido tan libre conmigo?" Ella
me miró y sonrió. Luego, coloqué la mano sobre la de Zion:
"Mi esposo y yo queremos que sean parte de nuestra familia". Lo
miré, él sonrió y me besó las cejas.
"¡Sí! ¿Puedo ir a la escuela, Maya?"
"Sí, por supuesto. La pequeña Sophia irá a la escuela".
Saltaba de arriba a abajo y abrazaba a Zion. "; Muchas gracias,
señor Archer!" Lo besó en las mejillas y siguió saltando. Zion no se
molestó, parecía divertido y solo sonrió.
"Llámame Zion, Sophia, o hermano Zion. Suena mejor, ¿no?"
"¡Oh, Dios! ;El señor Archer es mi hermano!", dijo saltando
emocionada. Nos fuimos porque nos quedaba otra tarea: sugerirle
al padre de Zion que debía darle una oportunidad al amor.
Capítulo 47
Tres ofensas, tres rounds esta noche
Punto de vista de Zion
"Ignoraba que mi esposa era una en un millón. Tengo la sensación
de que me llevaré bien con Sophia", le dije a Maya.
"Es una niña increíble. Por favor, deséame suerte, bebé. Voy a ver
a padre".
"; Buena suerte! Iré contigo, no me lo perdería por nada". La
acompañé a la sala donde estaba sentado mi padre. Elegí
sentarme justo enfrente de él. Maya, directamente, se acostó en su
regazo. Bueno, fue un comienzo. No estaba al tanto de la estrecha
relación entre Maya y mi padre. Él solía contarme que iba a verla
cada vez que ella llegaba, pero nunca imaginé que tuvieran una
relación de padre e hija
"Tío Bonachón", le dijo mientras se reía.
"No seas tonta, conejita". Ella volvió a reírse histéricamente.
"Solo quiero dormir aquí, y luego te explicaré a qué vine. Lo que la
princesa pide, lo tiene, ¿verdad?"
";Por supuesto!", gruñó él.
Veo que desconocía mucho sobre mi padre, por ejemplo, que
pudiera ser así de divertido. Este hombre exhibía una amplia gama
de cualidades masculinas. Para mí, era más un hermano que un
padre, pero, para mi esposa, él era un padre. ¿Era porque ella fue
una niña? Cuando vi a Sophia acercarse a mi papá y acostarse en
su regazo igual que Maya, observé su reacción.
"Tío, como Maya puede dormir en tu regazo, yo quiero hacer lo
mismo. No te molestan dos princesas, ¿verdad?" Vi a mi papá
cepillarles el cabello con las manos.
"¿Qué hice para merecer la compañía de dos princesas tan
encantadoras?"
Si Maya te ama, es señal de que tienes un corazón generoso, o
que fuiste una buena persona en una vida anterior y te has ganado
su amor. Mi padre sonrió. No recordaba haberlo visto sonreír así
antes. Quizás Maya era el rayo de esperanza que mi papá había
estado buscando. Y Sophia... Sophia podría ser otro faro. Será
divertido verlo correr, casi no podía esperar.
Enseguida me di cuenta de que las dos chicas se durmieron.
Cuando llegaron mi abuela y mi abuelo, fueron testigos de la
sonrisa de mi padre mientras seguía cepilándoles el cabello a
ambas. Vi a mis abuelos contentos; me miraron v vo simplemente
me encogí de hombros en respuesta. No quisieron molestarlo, por
lo que se sentaron apartados mirando cómo mi padre no dejaba
• de sonreir.
"Sé que no eres la bella durmiente, y tú sabes que no puedes
engañarme, ¿no?" Maya frunció el ceño al escucharlo.
"Me conoces demasiado después de tantos años", rio ella.
"También sé que mi princesa quiere algo. ¿Qué es?"
Por la forma en que conversaban mi esposa y mi papá, juraría que
eran padre e hija. Soy afortunado de haberme casado con Maya.
Es lo mejor que hice en la vida. Ella me completa a mí y a mi
familia. Esta casa ha estado en paz desde que ella entró. Mi padre
dejó de beber y ha sido el hombre más feliz desde que la encontré.
Los vi jugar como si Maya fuera una niña. Lo observé cargar a
Sophia y cubrirla. Maya tenía razón; era lo que necesitaba mi padre
para darle una oportunidad al amor sin darse cuenta. Emma vino a
buscar a Sophia para llevarla a su habitación, pero mi papá le pidió
que le mostrara el cuarto, que él la ayudaría a acostarla. Parecía
mirar a Emma, pero el tiempo lo diría. Después de unos minutos,
mi papá regresó y se volvió a
sentar en el mismo lugar.
"¿Quién es esa niña y de dónde salió?"
"Mmmm, tío Bonachón", le gritó Maya a mi papá.
"Tú sabes que ahora soy papá Bonachón, ¿no? Nunca me dijiste lo
que querías, Maya, así que dímelo".
Vi a Maya susurrarle algo y cómo su rostro cambiaba. Recé para
que no empezara a odiarla. Ella le hizo una mueca, y él la miró.
"¡De ninguna manera!", dijo papá.
Maya se abrazó a sí misma y lo miró. "¿Y qué hay de 'lo que sea
por mi princesa'?" Volvió a hacerle una mueca. Vi a papá observar
a Maya derrotada. También hizo una mueca y se echó el pelo hacia
atrás.
"Bueno, lo que sea por mi princesa, pero..." Observé que le
susurraba algo a Maya, ella sonrió y le susurró de nuevo.
"Está bien, tú ganas. Lo intentaré, pero si no funciona, ¿me dejarás
en paz y no volverás a sugerir algo así?", le preguntó mi papá a su
amada hija Maya, a quien voy a castigar esta noche. Primero, por
huir de mí. Segundo, por las tres bofetadas que recibí de los tres
toros. Tercero, por lo de su tanga. Y la ofensa final es robarme a mi
papá y a mi familia. Pensando en todas las ofensas que cometió la
señora Archer, se me paró la p*ja.
¿Cómo puede ser que se me pare frente a esta gente? La
pellizqué. "Quieta, chica, esta noche nos ocuparemos de ella".
Conté tres ofensas, es decir tres rounds esta noche. Bueno, que
sean cuatro, ayer dormí solo.
"Bueno, princesa. ¿Ella ya lo sabe?", preguntó mi papá.
¿Quién sabe qué? ¡Claro! Mi p *ja parada me hizo perder toda la
conversación. ¿Y ahora? ¿Quién sabe qué? Pensé para mí mismo;
¡c*rajo!, me perdí todo.
"No, no lo sabe", respondió Maya.
"Está bien, querida, confío en ti".
"¡Ay, Dios! Estoy ansiosa por verte como un adolescente, Papi
Bonachón", dijo Maya mientras corría guiñándole un ojo a la
abuela.
"¡Maya Zion Archer!", gritó papá.
"¡Buena suerte, papá!", le dijo mientras volvía a nuestra habitación.
Ok, ok, ok. Ya fue hora de que papi le dio una lección a mami. Me
levanté y me dirigí a la habitación con la p*ia tiesa.
¡Hora de jugar!
Capítulo 48
No te metas con una mujer |*juriosa
Punto de vista de Maya
Me sorprendí mirando a escondidas a mi esposo y supe que algo
andaba mal, pero ¿qué era? Estaba claro que yo no tenía control
sobre la situación, y que él estaba apreciablemente excitado. Me
apresuré al dormitorio y comencé a pensar en razones para no
tener relaciones s*xuales. ¡Ah, cierto! ¡El beso! Era una excusa
razonable. Bueno, l*juria Archer, estoy lista. Tendrás tres meses sin
s*xo por permitir que una mujer te bese. Me senté sobre la cama y
lo esperé. Sabía que llegaría enseguida. Casi
inmediatamente, la puerta se abrió.
¡M*Iditos esos hermosos ojos I*bidinosos!
Zion cerró de un portazo y me miró como si fuera un trozo de
carne.
"Verá, señora Archer, debe pagar por muchas cosas. La primera
ofensa fue huir de mí. ¡Primer round! Necesito que se d*snude
ya mismo.
"¡Oh, mi señor Archer! No sabía que eso era una ofensa". Se
acercó a mí y comenzó a quitarse la ropa.
"¡Dije que te d*snudaras, conejita!"
"Hay un pequeño problema, señor Archer".
Se acercó peligrosamente a mis labios, y temí que si los abría,
intentara meterme algo en la garganta; su mástil, concretamente.
"¿Qué problema?' Mientras tiró de mi cabello y dijo: "Abre la boca".
"Oh, mi señor Archer, verá. Abriré la boca para usted, pero dentro
de tres meses".
Maldijo por lo bajo y exclamó: ":M*erda!"
"Es tu castigo por dejar que una mujer te bese frente a mí. No lo
toleraré".
"No, no, Maya, no puedo. Estoy tan duro y caliente como una
estufa. Mira, está deseando que abras la boca para poder entrar"
Presionaba su p*ja contra mis labios. Era tentador, pero no abriría
la boca.
"Maya, está tan duro".
"Oh, mi..." Mi mano se apresuró con violencia hacia su p*ja, pero la
atenderá dentro de tres meses.
"Maya, los niños quieren el helado de papá. Se mueren de ganas".
A pesar de que me dieron muchas ganas de reírme, ahogué la risa.
¿Con quién diablos me casé?
Me alejé de él mientras aún estaba de pie y me fui a acostar. Se
quedó d*snudo deambulando al borde de la cama.
"Mientras me permitas seducirte... En una hora, señora Archer, me
suplicarás que te coj*. No me prohibiste que te toque, solo dijiste
que no debe penetrar, y no entrará. Maya Zion Archer, te comeré
hasta que ruegues que entre, y ni mis dedos ni mi boca tendrán
nada que ver. Bueno, mi lengua y mis dedos no son mi p*ne,
¿verdad? Ni siquiera necesito tocarte, pronto te enfrentarás a una
presión intensa". Dicho esto, entró al baño, y escuché el sonido del
agua cayendo.
Punto de vista de Zion
No le mencioné las otras ofensas. ¿Qué pasó? ¿Por qué c*rajo me
besó esa p*rra? Ahora estoy en problemas. Creí que me enfriaría
con el agua fría, pero de repente la necesidad de m*sturbarme me
atravesó como un rayo. Enseguida se me ocurrió una idea, lo haría
frente a ella. El agua goteaba de mi cuerpo cuando salí del baño
sin toalla y me dirigí a la habitación. Mi p*ja se balanceaba de mi
muslo derecho al izquierdo. Vi su rostro acalorado y sonreí. Estaba
saliendo bien. Me paré relativamente cerca, asegurándome de que
pudiera verlo todo. Leyendo un libro, y me di cuenta de que lo
usaba para ocultar su sonrojo. ¿A
quien le importaba? Tuve una misión.
Comencé a acariciar mi p*ne largo y grueso. Podía ponerle
suspenso; de una forma u otra, me la estaba c*giendo esta noche.
Con la segunda caricia comencé a gruñir con mis ojos fijos en los
de ella. Me acaricié una tercera vez, tomando la iniciativa. Sus
mejillas se sonrojaron. "Sí, continúa, Archer", me dije a mí mismo.
Me agarré los h*evos gimiendo en voz alta. Ella parecía un tomate;
solo era cuestión de tiempo. "Sigue adelante, Zion". El tomate
seguía rojo, pero quería que se volviera remolacha.
Aumenté el ritmo y gruñí como un perro salvaje listo para atacar. La
vi morderse el labio inferior. La conozcía, estaba j* didamente
c*liente. Me dijo que no debía c*gerla, pero no dijo nada de
seducirla. Así que lo haría a mi manera. Me subí a la cama y la
besé. Dejó el libro y me abrazó con fuerza. Listo, vamos bien.
Tomé una de sus manos y la puse en mi p*ne. Empezó a
acariciarlo. Profundicé el beso gimiendo exageradamente como un
lobo herido. Le separé las piernas. Intentó cerrarlas, pero fui más
rápido. Empecé a impulsarme mientras la besaba, ella gimió. Mi
mano libre se deslizó dentro de su camisón para encontrar sus*no
redondo y firme, lo apreté con fuerza. Jadeó y me atrajo más a ella.
Estuve cerca. Como si lo supiera, aceleró el ritmo.
Me quejé y la c*gí con el dedo. Empezó a temblar sin control. Yo
buscaba mi propio *rgasmo. Exploté en su mano, y ella lamió hasta
que no quedó nada.
"El helado de papá", dijo, y yo sonreí. Pero tuve una misión, señora
Archer.
Le separé las piernas y comencé a comerla. Deslicé mi lengua
contra sus pliegues, luego pellizqué su cl* toris y ella gritó. Uno,
dos, tres... estaba llegando a su cl* max. La dejé al borde y vi el
horror en su rostro. Le sonreí inocente y la besé en la frente
mientras le tocaba un p*zón.
"¡A dormir!", dije y esperé.
"¡Zion Archer! Ni se te ocurra, c*rajo! Si sabes lo que te conviene,
termina lo que empezaste"
"Oh..." Con dramatismo, mi mano voló hacia mi pecho, "Cariño, es
el primer día de los noventa de privación s*xual. ¿Cómo tocarte si
me prohibiste entrar en esa olla c*liente? ;Es hora de vengarme,
querida!
"Tu privación s*xual ha sido suspendida. ¡Ahora ven y c* geme
duro con esa gigantesca p*ja!
"Mmm, me encantaría, pero ya he acabado. ¡Termina sola!" Agarró
una almohada y me la arrojó, gritando.
"¡B*stardo! ;Trae tu c*lo a la cama! ¡Nunca te perdonaré!" Me tiraba
con todo lo que encontraba. Corrí al baño y dejé la puerta
entreabierta. La observé mientras abría las piernas intentando
autocomplacerse, pero gemía de frustración porque sus dedos no
podían hacer lo que ella quería. Gritó y comenzó a golpear las
almohadas contra la cama, luego sus ojos volaron a la puerta
del baño.
Me reí, conocía esa mirada. Cerré la puerta para que no se diera
cuenta de que la había estado observando y miré el reloj de pared.
Eran las 20:45. Volví a reír: cumplí la misión en una hora. Escuché
un fuerte golpe en la puerta.
"Zion Xavier Archer, sal de ese baño y termina lo que empezaste, o
gritaré y despertaré a todos. Te juro que les diré que me
golpeaste".
"'No te atreverías!"
La escuché gritar en el dormitorio. Cuando abrí la puerta, sonrió y
siguió gritando. Recordé enseguida las tres bofetadas que recibí
por su culpa, justo cuando empezó a actuar.
":Zion, por favor, déjame!" Se golpeó el trasero con tanta fuerza
que podrían pensar que eran bofetadas o, más precisamente, que
yo la estaba abofeteando. Creí que era un buen actor, pero una
mujer necesitada de p*ja es más dramática. Le tapé la boca, pero
escuché que golpeaban a la puerta.
"¡Zion, abre! ¿Qué está pasando?", preguntó mi papá. Saqué la
mano de su boca. Ella sonrió, ladeó la cabeza y se tiró a la cama.
"O me das lo que quiero o les digo que me golpeas. ¿Qué harás,
grandulón?", me dijo mientras abría bien las piernas, pidiéndome
con su dedo índice que me acercara.
Como buen esclavo, me arrastré hasta la cama y comencé a
deslizar mi lengua por sus pli* gues.
"Buen chico, ahora diles que todo está bien. Si intentas algún truco,
volveré a gritar"
"Sí, señora", dije y continué: "Papá, estamos bien. ¡Solo estamos
jugando!" Todos rieron, y luego oí sus pasos alejándose de la
puerta.
"Bien, ahora, sigue". Volví a pasar mi lengua por sus pli*gues y
escuché un "¡Oh!"
Capítulo 49
Perreando de rodillas
Punto de vista de Maya
¿Alguna vez domesticaste un lobo feroz? ¡C*rajo! Me encanta esa
sensación. Me encanta lograr que este hombre haga cualquier
cosa por mí. La química entre Zion y yo es natural. Jalé su cabeza
y la presioné contra mi s*xo. ¡C*rajo! Quiero toda su lengua dentro
de mí, toda su cabeza si quiere. Zion me hace sentir cosas que
nunca supe que existían: mi cuerpo siente chispas y mariposas en
este momento.
"Chúpame los dedos de los pies", ordené.
"Sí, señora".
Alcancé a ver la I*juria en sus ojos, su boca chupaba mis dedos
mientras su dedo índice y su dedo medio empujaban
profundamente dentro de mí.
"Ven aquí". No dudó en obedecer. "Mi cuello," le ordené.
Empezó a lamer mi cuello suavemente, sus manos se abrían
camino hacia mi pecho. Gimió y separó mis piernas, luego jadeé
con sus dedos entre mis piernas. Pero yo quería el control, quería
estar a cargo esta noche.
Abrí mis pliegues para acceder a mi cl*toris y comencé a rozarlo en
círculos mientras frotaba su p*ja.
Me puse de rodillas en la cama. Comencé a masajearle las b*las
mientras lamaba y chupaba la punta enrojecida de su p*ja. Pasé mi
lengua por las venas de su mástil antes de comenzar a lamer sus
b*las. Le chupé una y otra mientras sentía el líquido
preseminal escapar de la punta de su p*ja.
Finalmente, lo abarqué todo con la boca y me atraganté al sentir
toda su longitud golpear la parte posterior de mi garganta.
Continué bombeando dentro y fuera de mi boca mientras me
alcanzaba el cl*toris y lo frotaba. Después de un rato de chupar, lo
dejé salir de mi boca con un chasquido. Me puse de pie y lo empujé
sobre la cama.
Lo monté y sostuve su p*ja en el centro de mis pliegues, luego
comencé a molerla. Estábamos c*giendo en seco. Sentí cómo su
p*ja se contraía, y aumenté el ritmo de a ratos. Pondría su vara en
mi entrada, pero no estaba dispuesta a dejarlo entrar rápidamente.
Si eso quería, debería haber hecho el primer movimiento. Quería
hacerlo desear un poco, y también [*bricar su p*ja y humedecer mis
entrañas lo suficiente como para darle la bienvenida. Me detuve
abruptamente. Por la forma en que me miró, supe que se había
puesto furioso, pero no me importó.
"¿Qué c*rajos haces?"
Me alejé lentamente de su p*ja antes de que pudiera pasar a la
siguiente acción. Nos había girado a ambos ubicándome debajo de
él y su gran cuerpo encima. Sonreí con calidez porque finalmente
tenía el control. Estaba entre mis piernas. Llevó su mano hasta mi
entrada y empujó con mucha fuerza. Intenté gemir mientras
jadeaba por aire.
Estabilicé la respiración y comencé a mover las caderas al ritmo
cuando él agregó más dedos.
"Oh... oh... Mi... ah... Zion", gemí en voz alta moviendo las caderas
hacia arriba para que sus tres dedos pudieran encajar, y luego
comencé a frotarme nuevamente contra sus dedos.
Mi v*Iva se apretó alrededor de sus dedos cuando sentí que se
acercaban las olas del *rgasmo. Moví la mano hacia mi cl*toris y
me froté mientras él continuaba metiendo sus dedos en un espacio
más grande.
"Vamos, acaba para mí, Maya", me dijo, justo cuando sentí mis
fluídos escapar de mi v*Iva.
Empujó una vez más antes de sacar los dedos, luego se los puso
en la boca y chupó mi jugo. Colocó su cabeza en mi centro y sentí
su aliento abanicar mis pliegues mientras seguía lamiendo todo mi
jugo.
Empezó a m*sturbarse lentamente, aumentando el ritmo mientras
arqueaba la espalda. El líquido preseminal brotó de su hendidura.
Luego, ubicó su cuerpo sobre el mío, manteniendo su cabeza en mi
pecho. Colocó su p*ne en mi entrada mientras yo
lo dirigía lentamente hacia mi v*Iva.
"Ahh, ahh, ahh", gemí mientras movía mi mano de su p*ne a mi
cl*toris, frotándolo con movimientos circulares mientras mi otra
mano pellizcaba mis p*zones. Salió por completo y empujó con
fuerza, ahora estaba todo entero enterrado en mi interior. Sentí que
mi v*Iva se iba a desgarrar. Gemí, arrastrando mis labios entre mis
dientes.
Su mano rozaba ligeramente mis labios, luego chupándolos, lo
probó. "Mmm...sabes bien", se quejó. Su mano se movió a mi
cl*toris, frotaba y pellizcaba mientras aceleraba el ritmo y sostenía
mi cintura. Sus embestidas se volvieron más duras y profundas,
casi creía sentir su punta rozar mi útero. "¡Zion!" Me daba con todo,
y yo no podía respirar.
Empuió más profundo y mi pecho rebotaba al ritmo de sus
embestidas, al mismo tiempo, agregó un dedo. Lo atraje para
besarlo con rudeza y gimió en voz alta, sin detener sus embestidas.
Las paredes de mi v*Iva se apretaron alrededor de su p*ja, y
estaba a punto de acabar otra vez. Se retorció dentro de mí, y en
cuando dije: "Voy a acabar", se retiró.
"¡Termina sola!", me ladró.
"¡No j*das, Zion Archer!", grité, y él se rio. Dejé escapar un grito
gutural. ¡M*Idición, no puede dejarme así! Me arrodillé sobre la
cama arqueando el trasero para él, lista para que se abalanzara
profundamente dentro de mí y terminara conmigo. Pero nada.
Grité como un niño al que le habían quitado el helado y, al recordar
su chiste del helado de papá, lo usé.
"Los niños patalean en mi estómago porque quieren el helado de
papá". Empecé a perrear de rodillas sobre la cama, esperando su
p*ja. Era imposible acabar sola. De repente, sentí un fuerte
empujón por detrás. Su mano me cerró la boca y volví a sentir otro
contundente empuión. Grité cuando mi org*smo se mezcló con el
dolor. Sentí el líquido caliente brotar y llenarme; gimió en voz alta
mientras mis paredes lo apretaban como si quisieran exprimir cada
gota de él. Empujó una vez más adentro y afuera
antes de estrellar su gran cuerpo contra mi.
Me volví hacia él y le dije: "No terminamos aún, quería acabar una
vez más", le exigí. Me senté sobre él, tomé su p*ja aún erecta y
bajé sobre ella. Mis piernas estaban cansadas, pero no me importó.
Lo monté con movimientos circulares y movimientos de lado a lado.
Escuché que comenzaba a perder la cabeza y lo tomé como un
cumplido, así que comencé a saltar sobre él, queriendo llegar a mi
*rgasmo mientras observaba el movimiento de mis s*nos.
Finalmente, acabé de nuevo y caí sobre él. Nos quedamos así por
un tiempo antes de ir al baño a ducharnos. Presionó su entrepierna
contra mi estómago y me dijo susurrando
"Regresemos a J-City". Sonreí y asentí mientras frotaba su ligera
erección antes de vestirme para regresar a J-City.
Capítulo 50
Reencuentro con Nathan
Punto de vista de Maya
Zion y yo hemos regresamos a J-City hace una semana. El lugar ya
comenzaba a ponerme nerviosa. Saqué mi teléfono y le envié un
mensaje de texto a Mishka, preguntándole dónde estaba y cuándo
podríamos vernos. Me comentó que no trabajaba hoy, así que
hicimos planes para encontrarnos. Cuando agarré la llave de mi
coche, me di cuenta de lo cara que era la llave que tenía en la
mano. Siempre que puedo, evito ser el centro de atención, así que
comencé a buscar las llaves de mi viejo auto, pero no pude
hallarlas. Saqué el teléfono de mi bolsillo y llamé a Zion. Atendió el
teléfono apenas sonó
Zion: ¿Ya me extrañas?
Maya: Te extraño, por supuesto.
Zion: ¿Quieres helado? Suspiré.
Maya: Cariño, ¿dónde está la llave de mi auto viejo? No puedo
hallarlas.
Zion: Ah, no me extrañaste. ¿Tu coche anterior? Lo tiré a la basura.
Maya: Zion, no puedo salir con este auto.
Zion: ¿Eh? ¿Te avergüenzas de mí, Maya?
Maya: Nene, no fue lo que dije. Por favor, no pongas palabras en
mi boca. Estoy acostumbrada a mi coche.
Zion: Si no te avergüenzas, señora Archer, conducirás el auto que
te compré.
Luego, colgó el teléfono. ¿Por qué tiene la mecha tan corta? Tomé
las llaves del auto y conduje al restaurante. Estacioné, miré a mi
alrededor y vi todos los ojos fijos en mí, tal como esperaba. Me
acerqué a Mishka, me senté a su lado, pero ella me miraba como si
tuviera dos cabezas. Luego miró el menú, pidió café y siguió con su
atención puesta en mí. Examiné el menú y decidí que un jugo de
narania sería suficiente. Sus ojos se agrandaron.
"¿Desde cuándo prefieres el jugo al café?" No le respondí. Esperé
a que llegara mi bebida para comenzar a contarle todo lo que había
sucedido. "Maya Jones! ¿Vas a hablar o no?"
"¡Estoy embarazada!" Le grité porque no tenía paciencia y porque
parecía no entender que necesitaba un trago para calmarme.
Sus ojos se agrandaron.
"Oh, Maya, no vas a decirme que estás embarazada de ese idiota
de Nathan! ¡No te creeré!"
"Mishka, puedo asegurarte que no tuve s*xo con Nathan". Cuando
llegó nuestro pedido, tomé todo de un trago y luego pedí más.
Miska me miró.
"Supongo que son gemelos".
"¿Podrías no sonar como mi marido, por favor? No necesito otro
Zion que me sermonee. En el cumpleaños de Nathan lo encontré
en una especie de trío con mi hermana y con Teresa. Después de
eso, fui a un club donde conocí a mi esposo. Nos casamos de la
noche a la mañana. Luego, en esa función del hotel, me contaste
sobre algunos peces gordos y descubrí que mi marido era uno de
ellos. Estoy casada con el señor Archer" "¡¿Qué?"
"Sí. lo sé, soy la señora Archer".
"¿Por qué me lo cuentas ahora?"
"Quería contártelo, pero todo pasó muy rápido y nos fuimos a M-
City. No quería que te enteraras por mis estados del teléfono"
"¿Y Teresa? ¿Le sigues hablando?"
"Desde ese día, no he vuelto a cruzarme con ella". Sonrió feliz. Me
di cuenta de que le aliviaba que Nathan y yo no estuviéramos
casados. Sentadas allí, me contó lo que había estado haciendo
mientras estuve ausente y las actividades en las que había estado
involucrada. Tenía tanta hambre que decidimos pedir algo para
almorzar, comer por dos no era fácil. Mishka y yo acabábamos de
terminar de comer y estábamos por salir del local, cuando la puerta
del restaurante se abrió revelando mi mayor error junto a mi mejor
amiga, es decir, mi examiga Teresa. Ambos me miraron, pero pasé
junto a ellos mientras salía. Pero luego, al idiota de Nathan se le
ocurrió detenerme, presionando mis manos con fuerza. Aparté su
mano y retrocedí unos pasos alejándome.
Cuando estaba por entrar en mi auto, sus ojos se abrieron de la
sorpresa.
"¿Qué? ¿Te preocupa que ahora esté con otra persona?". Mishka
le gritó enojada a Nathan. No tengo ninguna simpatía o compasión
por este hombre. A pesar de que todo estaba predeterminado,
estaba dispuesta a amarlo aunque nunca lo hubiera amado en
primer lugar. Su traición me dejó una profunda herida y creo que la
razón principal es que sabía que el Sr. Hendricks sería la próxima
persona a la que me venderían. No tenía tiempo para esto,
necesitaba irme a casa y dormir, que no me vieran aquí charlando
con alguien como Nathan.
"¿Quién te compró ese auto?"
Señor, dame paciencia. Siento que voy a explotar, y este tipo me
está poniendo a prueba. Inspiro y exhalo una y otra vez. Así está
mejor. ¿Qué me preguntó? Ah, sí, ¿quién me compró el auto?
"Tu padre compró el auto. Como el hijo fue una pérdida de tiempo,
quise divertirme un poco con el anciano".
"Maya Jones! ¡Cuidado! Mi padre nunca se acostaría con una chica
que podría ser su hija"
"Pregúntale a él, entonces, ¡hijastro! Pronto seré tu madre", dije
mientras le indicaba a Mishka que entrara al auto. ¿Por qué
debería molestarme en perder tiempo con un g* goló como
Nathan? Cuando le dije hijastro, no pude evitar reírme; al menos lo
hice enojar. También estaba contenta de no haber podido hablar
con Teresa.
Capítulo 51
Solo una transeúnte
Nathan no podía creer que la chica con la que había estado
saliendo durante los últimos tres años había seguido adelante con
su vida. ¿Con quién salía Maya? De repente, le comenzó a sudar
la frente. Ella nunca le había dado la oportunidad de besarla, y
ahora parecía haber roto con el pasado como si nada. Nathan no
estaba dispuesto a ceder, en ese momento, decidió luchar por
Maya.
"Edward", le gritó a su asistente, "Por favor, investigue a mi
prometida".
Edward quiso reírse. ¿Desde cuándo comenzó a considerarla su
prometida? La engañó tantas veces y ahora quiere que la
investigue. ¿Este tipo estaba loco? Edward no pudo transmitir esos
pensamientos, por supuesto, pero le recordó del trío y cómo
Maya lo había descubierto.
"¿Usted cree que ella regresaría después de experimentar algo
como eso, jefe?" Considerando que Maya había dejado a un
hombre infiel, Edward no pensó que fuera necesario investigarla.
"¿Te atreves a cuestionarme, Edward? Te ordené que investigaras
el asunto. Debes comunicarme los hallazgos dentro de una hora".
"Por supuesto". La frustración que sentía Edward era evidente.
¿Quién te mandó a meter la p*ja en esas dos v*Ivas? Entonces,
¿por qué investigar a una dama con la pureza de Maya? ¿Por
dónde empiezo? Esa chica nunca fue extrovertida y tiene un círculo
limitado de amigos. Después de pensar un poco y suspirar,
comenzó a hacer llamadas.
Mientras tanto, después de dejar a Mishka en su casa, Maya
condujo hasta el centro comercial porque estaba aburrida.
Una vez allí, buscó ropa de futura mamá porque su panza
comenzaba a ser visible. En la tienda, al entrar, notó un vestido en
la vitrina que le llamó la atención. Lo tomó en sus manos, lo colocó
en el carrito y luego continuó su recorrido. No tenía idea de lo que
sería estar embarazada, pero quería sentirse y verse lo más
cómoda posible. Cuando terminó sus compras, se dirigió a la caja
registradora para pagar los artículos que había elegido. Cuando
estaba a punto de entregar su tarjeta, una clienta VIP entró y exigió
quedarse con el atuendo que ella estaba por pagar. Maya se volvió
hacia la escandalosa clienta y se dio cuenta de que era lvy Jones,
su media-hermana.
"¿Desde cuándo una sucia como tú compra aquí?" Maya no
respondió porque Ivy no mencionó su nombre. Maya era una mujer
distante. Las personas podían gritar a su alrededor, pero si no
decían su nombre, no le estaban hablando a ella. La cajera miró a
Maya y dio:
"Señora, veo que es la primera vez que compra en nuestra tienda,
y como la señora Jones es una de nuestras clientas más fieles, me
temo que tendré que quitar el vestido de sus compras". Maya
tampoco le respondió. Miró a su alrededor y sonrió cuando vio el
nombre de la tienda. El Grupo Archer era el propietario y el logotipo
del grupo y su nombre, señora Archer, estaban impresos en la
tarjeta negra que le entregó a la cajera. Su sonrisa se hizo más
amplia. No disfrutaba de ser el centro de atención, pero dadas las
circunstancias, se sintió obligada a ubicar al resto en su lugar.
"Compré el vestido y nunca mencioné que quisiera devolverlo",
dijo. "¿Qué le da la autoridad de sacar alguna prenda de las
cosas que he comprado?' Tras mirar a Maya con una expresión de
disgusto, la mujer reanudó su discusión.
"Señora, ya le expliqué que la señora Jones es una de nuestras
mejores clientas. Usted nunca ha realizado ninguna compra en
nuestra tienda. Si lo hubiera hecho, podría haberla reconocido.
Quizás es la primera vez que compra en nuestro establecimiento y,
aún así, hace un escándalo. Apártese y respete los privilegios de
compra de quienes ya confían en nosotros".
Maya puso los ojos en blanco mientras miraba a la chica que
acababa de faltarle el respeto y burlarse de ella. Hervía de rabia
hasta la médula. Sacó su teléfono y llamó a Lucas.
"Lucas, ¿puedes venir a nuestra tienda, la del centro comercial?"
La joven sabía quién era Lucas, pero asumió que la mujer trataba
de intimidarla. Debería haberse dado cuenta de que solo le hubiera
bastado con echar un vistazo a la tarjeta negra que tenía en la
mano. A los cinco minutos, Lucas llegó a la tienda y vio cómo la
mujer menospreciaba a su jefa. Lucas podía sentir que la señora
Archer estaba a punto de estallar a pesar de su silencio.
Se sostenía la cintura con ambas manos, exponiendo su pancita.
Deseó tomarle una foto para mostrarle al señor Archer lo linda que
se veía su esposa enojada y con panza. En secreto, lo hizo y se la
envió a su jefe.
"¿Cómo te llamas?", le preguntó a la cajera.
"Ruby, señor". Apenas Lucas miró a la mujer, tuvo ganas de
vomitar.
"Estás despedida", le dijo. La chica no podía creer que Lucas la
despidieran por esa mujer.
"Señor, la señora Jones es una de nuestras mejores clientas y
reservó este vestido antes de que entrara esta otra dama. Por
error, olvidamos poner su nombre en la reserva. Ella compró el
vestido, pero no podemos darnos el lujo de perder a la señora
Jones por una transeúnte". La chica seguía provocando la
hostilidad de Lucas, quien se puso cada vez más furioso. Se había
referido a su jefa como una 'transeúnte'.
"La mujer a la que le dijiste transeúnte es quien paga tu salario.
¿Te has molestado siquiera en mirar la tarjeta que tienes en la
mano antes de vomitar tanta basura?"
La joven finalmente miró la tarjeta, y sus ojos se abrieron de par en
par. "Oh, Dios, lo siento mucho, señora Archer. Por favor,
discúlpeme". Maya salió de la tienda con la bolsa y el vestido que
acababa de comprar. No encontró ninguna razón para defender a
la chica que la insultó tan despectivamente. Cuando estaba a punto
de entrar a su auto, alguien la llamó.
"¡Maya Jones!" Miró en la dirección de donde venía la voz. Era su
media-hermana. Maya negó con la cabeza. "Crees que llegaste a la
cima robándote a mi hombre y casándote con él, ¿eh? Te tengo
una sorpresa, hoy te desalojarán de la residencia Archer.
Tengo pruebas de que sigues viendo a Nathan, de hecho, lo viste
hoy. ¿El señor Archer sabe que te has estado acostando con tu
prometido, o debería decir exprometido?" Maya volvió a negar con
la cabeza.
"Ivy, mi esposo y yo no invitamos a nadie cuando nos casamos,
éramos solo nosotros dos. Por eso, no hay lugar para personas
como tú en nuestro matrimonio. Puedes intentar otra cosa para ver
si logras llamar su atención. Buena suerte con eso, la necesitarás".
Después de esa declaración, se subió al auto y se marchó.
¿El señor Archer realmente apreciaba a esa sucia? ¿De dónde
vino el empoderamiento de Maya?, se preguntó Ivy.
Capítulo 52
¿El señor Archer vende helado?
Después de lo sucedido, Maya necesitaba algo que la ayudara a
relajarse y calmar sus nervios. Hoy le pasaron muchas cosas,
incluido el encuentro con su exprometido y el altercado en la
tienda. Deseaba sacarse de encima la ansiedad. Su marido fue la
primera persona en la que pensó. Contactó a uno de los sirvientes
y le pidió que colocara la lasaña que había preparado en el horno.
Se subió al auto y regresó a su casa. Veinte minutos después, la
lasaña estaba lista. La guardó en una lonchera y volvió a salir.
Condujo hasta la empresa donde trabajaba su esposo. Al llegar, se
dirigió a la recepción.
"Buenas tardes, señora, ¿en qué puedo ayudarla?", peguntó la
persona que trabajaba en la recepción con una amplia sonrisa.
"Quisiera ver al señor Archer". La enorme sonrisa en el rostro de la
recepcionista desapareció. Primero, pensó que podía ser otra
mujer como Kelly Martins, pero luego notó que había algo
distinguido en la mujer que estaba frente a ella. La mujer volvió
su mirada hacia Maya y sonrió una vez más.
"¿Tiene una cita?" Después de preguntar, la mujer de la recepción
notó que Maya llevaba una lonchera.
"Sí, tengo una cita. Dile que estoy aquí por el helado de papá".
Maya pronunció las palabras casi sin darse cuenta. La
recepcionista parecía desconcertada.
¿Helado? El helado de papá. ¿El señor Archer vende helados? La
mujer miró a Maya con recelo antes de continuar la conversación.
"Aquí no vendemos helados, señora".
Cuando Maya se dio cuenta de lo que le había dicho a la otra
mujer, se llevó la mano a la boca. No pudo evitar reírse ante la idea
de traer a colación los helados en una empresa que no tiene nada
que ver con eso.
"No hay problema; solo debes llamarlo y decirle que hay tres
personas en la recepción esperando el helado de papá".
La recepcionista se rio de algo que no tenía ninguna gracia, pero al
mirar a Maya, vio que ella no se estaba riendo, eso significaba que
hablaba en serio. La recepcionista consideró que Maya era
hermosa, pero peculiar. Después, llamó a Lucas por el teléfono
que estaba sobre el escritorio.
Recepcionista: Hola, señor Lucas. Aquí hay una señora que dice
que tres personas están esperando el helado de papá.
La recepcionista se sintió extraña hablando de helados en una
empresa que no tiene relación con el tema.
Lucas estaba atónito. '¿Helado? El helado de papá', exclamó.
Sacudió la cabeza antes de dirigirse a la oficina de su jefe. Llamó a
la puerta y entró. Estaba sin palabras. No podía estar hablando de
helado. Pensó para sí: "¿El jefe come helado?". Lucas se quedó
mirando a Zion, reflexionando sobre cómo podría comunicarle a su
jefe que había tres personas esperando el helado de papá.
"Deja de mirarme como si me hubieran crecido b*las entre los ojos.
¡Habla!", ladró Zion.
"Jefe". Lucas ladeó la cabeza, tratando de averiguar la conexión
entre el helado y su jefe. 'Seguramente tenga cabeza de helado',
pensó. Luego se aclaró la garganta.
"Señor, ¿usted vende helado?" Tragó saliva después de preguntar.
La expresión de Zion reveló su desconcierto mientras lo miraba.
"¿Qué?", preguntó Zion. Lucas seguía sin palabras, luego miró a
Zion y habló.
"La recepcionista quiere hablar con usted".
Lucas le entregó el teléfono a Zion y se quedó allí queriendo
averiguar si su jefe vendía helado. Es dueño de hoteles, sin
embargo, este tipo de operaciones las debería manejar la gerencia
del hotel, no el jefe. Zion contestó el teléfono.
"¡Habla!", ordenó.
Lucas puso el teléfono en altavoz para asegurarse de que había
entendido a la recepcionista cuando mencionó el helado de papá.
"Señor, hay una señora en la recepción que me pidió que le
comunique que está aquí por el helado de papá, que tres personas
están esperando el helado de papá".
Luego respiró hondo y se aclaró la garganta. Por otro lado, Lucas
quería escuchar la opinión de su jefe sobre el asunto del helado,
pero, al mirarlo, notó una sonrisa maliciosa, lo que dejó a Lucas
aún más sorprendido.
"Dile que papá les dará helado a los tres. Envíela y cancele todas
mis reuniones".
La recepcionista casi se atraganta con su propia saliva y empezó a
toser. Lucas se apretó el pecho y se tiró en el sofá. Empezó a
hackear mientras alcanzaba el vaso de agua de la mesa y lo bebía
de un trago. Para colmo, su jefe comenzó a desvestirse frente a él.
"¡Fuera!", ladró Zion. Lucas salió corriendo de la oficina rojo como
un tomate y se encontró con su jefa. Maya notó que el rostro de
Lucas estaba demasiado colorado. Se paró frente a él, y vio a
Lucas sonrojarse por primera vez
"¿Te sientes bien, Lucas?", le preguntó Maya. Él no se atrevió a
mirarla. Siempre creyó que ella era una persona reservada, no
tenía idea de que fuera tan traviesa. Sus pensamientos volvieron al
interior de la oficina. Las imágenes de su jefe desvistiéndose
comenzaron a llenar su mente y el rostro de Lucas se puso de un
rojo carmesí.
"Sí, señora Maya", dijo antes de huir.
Maya estaba atónita. "¿Y a este qué le pasa?", se preguntó.
Capítulo 53
Un plato de sushi sobre la mesa
Punto de vista de Maya
Seguía asombrada por el rostro de Lucas tan sonrojado, él siempre
tuvo una conducta inmutable, igual que su jefe. Obviamente, solo
es frío en el exterior, en mi presencia se transforma en un niño
adorable bastante animado. Abrí la puerta de la oficina de mi
esposo de un pequeño empujón. Cuando me giré después de
cerrar la puerta, el cuerpo d*snudo de mi esposo sobre la mesa
atrajo mi mirada. Parecía estar dispuesto como un plato de sushi
recién servido. Sostuvo su cabeza con una mano mientras se
acariciaba el p*ne con la otra. Yacía sobre la mesa tan inmóvil
como una estatua.
Demasiado para marido. ¿Hablará algún otro idioma además del
s*xo?
"¿Lista para el helado, señora Archer? Estás tan c*liente que no
pudiste esperar a que regresara a casa para exigirme que te
sirviera algunos de mis helados espesos y calientes?", le dijo Zion
seductoramente
Aaaah, cierto, el helado. ¡M*erda!
"Zion, ponte algo de ropa. No tenía intención tener s*xo cuando
vine, solo quería estar contigo.
"Mientes".
"Ay, Dios". Después de que grité mientras me acariciaba el vientre.
Zion saltó de la mesa y se acercó para ayudarme. Pretendía sonar
seria, pero verlo parado frente a mí con su p*ja apuntándome me
hizo reír.
"Ja, la, ja".
"¿Qué?' Sonreí y sacudí la cabeza. Luego se acercó a la puerta y
pasó el cerrojo. Me sedujo hasta lo más profundo de mi ser
sentándose en el sofá con las piernas abiertas. Sonreí mientras le
tendía la mano para darle la comida que había preparado
especialmente para él. Sé que le gusta mi lasaña. Abrió la bolsa y
sacó la lonchera, inhalando el aroma de la comida.
"Huele exquisito, cielo". Frunció el ceño y me señaló con el dedo
ordenando: "¡D*snúdate!" No pude evitar mirarlo con recelo.
Definitivamente, no íbamos a tener s*xo, de ninguna manera.
"Maya, quítate la ropa. Quiero comer contigo desnuda". Me hizo
reír.
M*erda, este tipo no pertenecía a este mundo, no era normal. Me
quité la ropa y me senté cerca de él a comer la lasaña. Me
sorprendió el hecho de que, a pesar de que ya estaba llena cuando
llegué, decidí seguir comiendo con él. Cuando terminamos la
• lasaña, me dio sueño. Coloqué una almohada debajo de mi
cabeza y me recosté en el sofá para mantener el equilibrio. La
noche
cayó antes de que me diera cuenta.
不不不术料,
Punto de vista de Zion
Después, volví a mi escritorio y seguí trabajando d*snudo. No me
importaba. Tenía esta necesidad irracional de participar de las
actividades más bizarras con mi esposa, no quería perderme nada.
Quería aprender todo sobre su físico, hasta el más mínimo detalle.
La foto que Lucas me había enviado, Dios, fue lo primero que miré
cuando abrí el teléfono. Estaba adorable. Su pancita estaba
empezando a ser más visible. ¡Me emocionaba pensar que los
bebés ya comenzaron a moverse! Quería tener otra razón para
volver a casa temprano después del trabajo. Quería tener una
excusa para trabajar desde casa para cuidar de mi esposa e
hijos. La lista de cosas que quería hacer por ella fue larga. Quería
disfrutar de mi matrimonio con Maya. Desde que llegó a mi vida, lo
ha sido todo para mí, no podría imaginar mi vida sin ella. Frente a
Maya, puedo ser cualquiera o lo que elija ser. Ya sabe que estoy
loco, y locamente enamorado de mi esposa. Sabe que se casó con
un comediante. Cerré la portátil y llevé a Maia a la cama de mi
oficina. La acosté y dormí a su lado. En el momento en que se
volvió hacia mí, nuestros ojos se encontraron. Ya estoy tan
familiarizado con ella que reconozco cuando está c*liente. Se
inclinó y presionó sus labios contra los míos. Acorté la distancia y la
besé apasionadamente. Era mía, toda mía, para c*gerla, para
cuidarla, para hacer lo que quiera.
"Mía". Me miró pensativa antes de responder:
"Mío".
Me sonrió mientras acunaba su rostro entre mis manos. Aplasté
firmemente mis labios contra los suyos y me subí encima de ella,
mi mano descendiendo a sus p*zones. Los pellizqué
simultáneamente y emitió un grito ahogado. Bajé las manos y me
coloqué sobre su estómago. Volví a agarrar sus p*chos mientras
besaba su pancita. Me detuve y lentamente volví hasta sus labios,
besándola mientras le separaba las piernas. Pero ella me detuvo.
Se levantó de la cama y me llevó de la mano hasta el escritorio de
mi oficina. La levanté y la senté sobre la mesa, luego le separé las
piernas. Ella reclamó mis labios, e inmediatamente penetré su
humedad, haciéndola gemir en voz alta. Empecé a empujar con
cautela, pero pronto ella comenzó a
responder de la misma manera.
"Parece que los niños están desesperados por el helado de papá,
¿no?" Ella soltó una risita.
"No sabes cuánto", dijo entre besos. Empecé a bombear mientras
sostenía una de sus piernas en el aire.
"-Aaah, ah, ahh... Zion!" Exhaló pesadamente entre besos mientras
mi lengua entraba en sus labios, arremolinándose contra la suya y
chupándola apasionadamente. Metí mi lengua profundamente en
su boca y mi p*ja rebotó excitada dentro de su v*Iva.
Flexioné el trasero mientras golpeaba con todas mis fuerzas. J*der,
esa presión otra vez, estaba empezando a creer que los niños y su
v*Iva aprietan juntos mi p*ja con tanta fuerza para chupar el helado
que estaba a punto de soltar. Sí, sentí que mi p*ja era un chupetín
que su v*Iva y los niños mamaban a la vez. ¡Agh! Olvídate del
chupetín, prefiero el helado de papá. M*Idición, ella era tan prieta y
su v*Iva succionaba mi p*ja. Estaba cerca y podía sentir que mi
esposa temblaba y me agarraba con fuerza.
"¿Cómo deberíamos llamar a los niños? Hay un niño y una niña", le
dije al oído en voz baja. Ella exhalaba pesadamente ante cada
embestida.
"Tú nombra a tu princesa, yo nombraré a mi príncipe". Me divirtió la
idea.
"Sophia", le dije.
"Noah", dijo ella.
Mientras gritaba, levanté sus dos piernas en el aire. Al mismo
tiempo, ella me sostenía muy fuerte con ambas manos, y su v*Iva
apretaba mi p*ja y me succionaba la vida.
"¡Noah y Sophia, aquí tienen el helado de papá!", grité y Maya no
pudo evitar reírse. Ella también alcanzó su punto máximo. "Te
amo"
"Te amo más, Zion. ¿Ahora son más fuertes?"
"¿Qué?"
"Dijiste que el s*xo fortalece sus huesos, Zion. ¿Ahora son
poderosos?"
Aaah, ¿esa mentira le dije? Si le digo que ya están robustos, me
dejará sin comer.
"No, tenemos que tener s*xo todos los días para que sean fuertes".
Sus ojos iban de mi cara a mi entrepierna.
"Bromeas, ¿no?"
"No, señora Archer, quiero estar metido hasta las b*las dentro de ti
todos los días hasta que nazcan estos niños. Incluso quiero estar
profundamente dentro de ti, cuando los estés pariendo", grité.
Capítulo 54
La calma que antecede al huracán
Después de pasar una noche abrasadora en la oficina de Zion, él y
Maya regresaron a la casa de Maya. Cuando llegaron, se ducharon
juntos. Estaban acurrucados en la cama cuando a Zion se le
ocurrió la idea de masajearle los pies a Maya. Hablaban de los
planes para los gemelos, que también podía ser solo uno. Sin
embargo, Zion quería dos. El masaje fue relajante y con mucho
cariño. Maya era muy consciente de lo bendecida que era de tener
a Zion en su vida. Se recostó y dejó que el masaje de pies la
calmara.
"¿Como estuvo tu día?", le preguntó Zion a su esposa.
"Decidi salir con mi amiga Mishka, pero mi día se arruinó cuando
me encontré con mi ex. No hay nada de qué preocuparse, ya me
ocupé y no volverá a molestarme. De todas maneras, no sé si él
sabe lo que está pasando en mi vida. Luego fui de compras, ya se
me está notando la panza y necesitaba ropa cómoda. Después
regresé a casa para prepararte el almuerzo".
Zion le dedicó una sonrisa antes de plantarle un beso en la
coronilla. Luego se acostó junto a ella y le acarició el vientre. No
podía esperar, estaba ansioso por experimentar la sensación de los
niños pateando, pero todavía no se sentían.
"¿Sabes cuándo empezarán a patear?" Preguntó mientras apoyaba
la cabeza en su panza.
"No estoy segura. Quizás debería comenzar con el curso prenatal.
¿Qué opinas?'
"Que sí, entonces podremos saber qué sucede en cada etapa".
Cuando Zion dijo eso, Maya sonrió. Lo besó y apoyó la cabeza en
su pecho para dormir.
"Buenas noches, Zion. Te amo".
Él le sonrió y luego inclinó suavemente la cabeza para mirarla.
Después de besarla apasionadamente, se inclinó y le susurró
"Buenas noches, mi amor". Luego le tocó la barriga y susurró:
"Buenas noches, niños. Papa los ama". Atrajo a Maya más cerca y
ella apoyó la cabeza en su pecho. Así dormían.
Poco sabían que era la calma que antecede al huracán. Si lo
hubiera sabido, Maya no habría salido. Zion se levantó a la mañana
siguiente, se duchó y se preparó para el trabajo. Bajó a desayunar
y pidió el periódico del día. Pero Lucas no quiso dárselo, porque
sabía que todo lo publicado era mentira. También sabía que su jefe
se daría cuenta de que las imágenes habían sido retocadas. Aún
así. Lucas le mintió a Zion diciendo que el cartero no había pasado
hoy. Zion levantó la mirada para encontrar la de Lucas, sabía que
le estaba mintiendo. Entonces le pidió que le entregara el periódico.
Su aura cambió, y Lucas sabía que se metería en problemas si no
se lo entregaba. Fue al lugar donde lo había escondido y se lo llevó
a Zion. Se paró junto a él con manos temblorosas, resistiendo el
impulso de entregar el periódico. Zion se lo sacó a la fuerza de la
mano. La foto de portada era del director ejecutivo del Grupo
Connor con una mujer en la cama. Luego, más imágenes que
mostraban a Nathan Connor con Maya cerca de su vehículo, y
otras que los mostraban a ambos en una posición s*xualmente
sugerente, él tomando su mano.
Zion debería haber mirado de cerca la foto de la chica en la cama,
pero no lo hizo. Corrió escaleras arriba para despertar a su esposa.
"¡Maya! ¡Maya! ¿Finges dormir?" Zion trató de sacar a Maya de la
cama. "¿Así te encargaste del asunto de tu ex?" Maya estaba
confundida, no sabía de qué hablaba Zion, seguía somnolienta.
"Zion, quiero seguir durmiendo, estoy cansada".
"Claro que lo estás, después de acostarte con tu ex seguro estás
muy cansada". Maya no respondió. Todavía no registraba el
entorno, y estaba a punto de volver a la cama. Zion la empujó
contra el sofá, y ella se golpeó la cabeza. Dejó escapar un fuerte
grito mientras se sostenía el estómago. Miraba a su esposo, y las
lágrimas corrían por su rostro. Zion le arrojó el periódico.
Maya lo recogió y vio fotos de ella y Nathan.
"Zion, no creerás esto, ¿verdad?" Maya había pensado que su
matrimonio era indestructible. Luego recordó lo que Ivy Jones le
había dicho el día anterior, y sabía que Ivy había ganado en cuanto
miró a Zion.
"Maya, ¿estás segura de que este embarazo es mío?"
"¿Qué?" Maya no podía creerlo. Había ido demasiado lejos. Si
alguna vez se hubiera acostado con Nathan, ¿por qué le contaría a
que se lo había encontrado ayer?" ¿Estás segura, Maya, de que el
bebé es mío?", gritó Zion. Maya no podía creer que siquiera
pensara en algo así. Estaba enojada, pero también sabía que Zion
podría hacerle cualquier cosa si le respondía. Su único objetivo era
mantener a Zion lejos de su vientre. Lo miró una última vez y trató
de alejarse de él, pero él tiró de ella hacia atrás, y esta vez ella
aterrizó de espaldas sobre la parte superior de la cama. Maya no
gritó, pero sus lágrimas corrían por su rostro. La desconcertaba
que su esposo sospechara que ella hubiera tenido una aventura
con otro hombre y que creyera que el otro era el responsable de su
embarazo. Zion golpeó el espejo con tanta fuerza que Maya saltó
gritando. Zion se estaba lastimando, así que
Maya corrió hacia él para detenerlo. Tomó su mano y le rogó que
no se lastimara más, pero Zion volvió a empujarla. Maya estaba
cansada y no se sentía bien hoy. Sufría de malestar abdominal y
de calambres estomacales. Sabía que podía pasar
cualquier cosa si estaba preocupada.
"Aléjate de mí, p*rra!" Maya se detuvo y miró a Zion. Primero, la
acusó de ser infiel. Luego, trató de lastimarla y le dijo que no sabía
si el bebé era suyo. Ahora la llamó p*rra. Maya sabía que si seguía
en la misma habitación, Zion podría ser muy hiriente, ya ha hecho
bastante. Se sintió derrotada. Entonces sintió un líquido tibio
saliendo de su entrepierna, aunque no miró, sabía qué era. Salió
de la habitación con la mano en su estómago, con mucho malestar.
Cuando notó que tenía una hemorragia
incontrolable de sangre saliendo de su s*xo, Maya se desmayó.
Lucas, que esperaba a su jefe, vio a Maya salir de la habitación. Se
dio cuenta de que estaba débil, la levantó y la llevó al hospital
antes de que cayera. Lucas no tenía idea de qué hacer ni a quién
llamar, pero Maya necesitaba a su familia. Sabía que su familia de
sangre nunca la había apoyado y también que ellos podrían haber
sido quienes proporcionaron esas fotos. Miró el teléfono que
sostenía, no tenía contraseña. Solo había contactado a dos
personas el día anterior, y notó que el nombre de Mishka era una
de ellas. No sabía quién era, pero llamó a ese número y le dijo a la
persona del otro lado que Maya había sido hospitalizada.
Mishka dejó todo lo que estaba haciendo y fue al hospital después
de recibir la llamada.
Capítulo 55
¿Qué m*erda hice?
Mishka aún no ha visto las noticias ni leído ningún periódico. Corrió
al hospital y habló con Lucas, el asistente de Zion. Su amiga
estaba en el hospital, pero no sabía el motivo. Se giró y miró a
Lucas.
"¿Qué sucedió?'
"No lo sé con certeza, no hay signos que demuestren que la hayan
golpeado ni nada, lo cual es bueno".
"¿Qué? ¿Que la hayan golpeado? ¿De qué hablas?"
Cuando Lucas le dio a Mishka el periódico, Mishka se rio y no
podía creer lo que estaba leyendo. "Espera, ¿el señor Archer creyó
esta basura?" Miró a Lucas y preguntó: "Ayer, Maya estaba
conmigo cuando Nathan y Teresa entraron. ¿Pudiste ver lo que
llevaba puesto? Maya no vestía una camisa roja, llevaba un vestido
blanco. ¿Qué clase de broma es esta? Juro por Dios que iré a la
cárcel si le pasa algo malo a mi amiga o a su hijo. ¿Qué sucedió,
dónde m*erda está el señor Archer?" Mishka miró a su alrededor,
pero no pudo encontrarlo. Corrió al exterior y trató de hacerle señas
a un taxi. Lucas no podía seguirla porque no quería dejar sola a
Maya. Mishka se dirigió a la recepción, donde le informaron que el
señor Archer no había ido a trabajar.
Llamó a otro taxi y le pidió telefónicamente a Lucas la dirección del
señor Archer. Lucas se la pensando que Mishka quería aclarar las
cosas. Luego llamó a uno de los asistentes para que escoltaran a
Mishka al estudio del señor Archer.
Apenas Mishka llegó, la llevaron al estudio. Ella golpeó, y el
hombre al otro lado indicó que entrara. Zion se sorprendió al ver un
rostro desconocido y furioso que entraba en su estudio. La mujer
fue inmediatamente hacia Zion.
:Zas!
Zion se sorprendió. A Mishka no le importaba si era un
multimillonario o un hombre que podía hacer de su vida un infierno,
lo señaló con el índice.
"Si algo le sucede a Maya, juro ante Dios que pasaré el resto de mi
vida tras las rejas, pero a ti te enterraré vivo. Reza para que el
bebé y Maya estén bien, porque te juro por Dios que te romperé las
p*lotas si alguno de ellos no sale de esa habitación del hospital". A
él le sorprendió su acento indio, y que le saliera con tanta
naturalidad.
"¿De qué estás hablando? ¿Quién te dejó entrar?" La risa de
Mishka era contagiosamente histérica. Zion pensó que su esposa
estaba loca, pero nunca se imaginó que tuviera amigos que
pudieran matar por ella.
"Escucha, Zion, o como te llames. Maya es mi hermana, y gracias a
ti, ella ahora está en el hospital. ¿Eres tan estúpido? Ayer, nos
reunimos con Maya y luego me llevó a casa. ¿Realmente crees esa
retorcida noticia? ¿Miraste con atención a la mujer acostada junto a
Nathan? ¿Maya es rubia? Ayer, ¿Maya tenía una blusa rojo?
¿Cómo puedes ser tan estúpido?" Zion rápidamente agarró el
periódico y vio que aunque las otras fotos eran de Maya, la última
era de una mujer rubia con una blusa roja. El rostro de Zion se
oscureció arrepentido, pensando en cómo había empujado a Maya
mientras ella se sostenía el vientre. Él se cayó y se golpeó la
cabeza con una silla. "Ayer, tu esposa dijo cosas muy bonitas sobre
ti, pero ahora no sé qué pensar de ti". Zion estuvo a punto de llorar,
pero no pudo.
"¿Qué hospital es?", le preguntó a Mishka. Ella no quería decírselo,
pero no sabía qué había sucedido, y Lucas dijo que no la había
golpeado.
"Ven conmigo", dijo Mishka. El viaje al hospital fue en silencio, no
se hablaron. Cuando llegaron, vio a Lucas en la sala de espera
y sus ojos se agrandaron mucho.
"¿Por qué no me dijiste que mi esposa estaba en el hospital?"
Lucas miró al hombre y no supo qué decir. Luego vio la palma
marcada en el rostro de su jefe, miró a la furiosa Mishka y volvió a
mirar a su jefe.
"No sé qué sucedió entre ustedes. No tuve tiempo de pensarlo
mucho, estaba a punto de salir de la habitación cuando noté que la
señora Archer salía sosteniéndose el vientre. De repente, se
desmayó. Pude sostenerla antes de que cayera al suelo, pero
estaba sangrando". Zion precía haber visto un fantasma.
¿Qué hice? Pensó para sí. ¿Qué m*erda hice? Casi mato a mis
hijos, por celos.
En ese momento, el médico salió de la habitación. Zion estaba tan
asustado que ni siquiera pudo preguntar si su esposa e hijos
estaban bien. Nadie preguntó nada. "Su esposa está bien, señor
Archer", le dijo el médico mirándolo. Inmediatamente, Zion fue a la
habitación. Maya dormía. Apenas entró, tuvo un recuerdo de ese
mismo día, cuando Maya le había mencionado que estaba
exhausta. Mientras Zion sostenía su mano, Maya apartó las suyas
soltándose.
Maya le dijo en voz baja: "Vete". Zion no se quería ir, se quedó
donde estaba.
"No, Maya, no puedo dejarte así. Hablemos, cariño, por favor"
"¿Quieres sentarte con una p*rra o con una mujer de la que no
estás seguro si el niño que espera es tuyo?"
"Maya, por favor", suplicó Zion.
"¿Zion, vete" Salió de la habitación sin decir nada. Sabía que lo
que había hecho estaba mal, pero también tenía que averiguar
quién había publicado esas fotos. Podría perder a su familia a
causa de las fotografías. Con una llamada telefónica, el estudio de
The Daily Times estaba listo. Regresó a la sala de espera con
Lucas. A pesar de que deseaba beber alcohol, no lo hizo, sabía
que no ayudaría. Mishka entró en la habitación y abrazó a Maya.
Él se levantó y se paró junto a la puerta, preguntándose si Maya lo
perdonaría. Cuando Mishka abrazó a Maya, inmediatamente
comenzó a llorar.
"Está bien, nena". Después de un largo brazo, se apartó y comenzó
a sollozar violentamente.
"Casi mata a mi bebé, Mishka". Zion pensó en cómo la empujó y se
golpeó contra el sofá. No fue muy fuerte, pero estuvo mal de su
parte.
"Shhhhh, Maya. Tu marido creyó que lo engañabas, no pensaba
con claridad. Ni siquiera miró bien las imágenes. No debería
haberte empujado, pero es humano y comete errores. Solías
decirme que te gustaba que fuera mayor. ¿Renunciarás a tu
príncipe azul por este pequeño error? Quiero decir, no es pequeño,
casi te hizo perder al bebé. Pero cuando me hablaste de tu esposo,
estabas tan emocionada. Cuando escuchó que estabas
embarazada, se puso tan feliz. ¿Vas a permitir que Nathan e Ivy
se entrometan en tus pensamientos y causen estragos en tu
matrimonio?"
"Él los dejó entrar. Le pregunté si creía en esas imágenes, pero no
dijo nada y siguió lastimándose y llamándome p*rra. ¿Me lo
merecía? Nunca me he acostado con otro hombre en toda mi vida.
Sin embargo, ¿qué obtuve? Me dijo que ni siquiera estaba seguro
de que el bebé fuera suyo". Mishka no sabía qué hacer.
"¿Quieres divorciarte?" Zion, que escuchaba parado afuera de la
puerta, esperaba la respuesta de su esposa y sintió que su corazón
se oprimía al escuchar la pregunta.
"¿Lo sigues amando?"
"No quiero separarme de él. ¡Me gusta ese tonto!" Mishka se rio y
Maya comenzó a reírse. Zion, que estaba al otro lado de la puerta,
finalmente dejó escapar un profundo suspiro.
Capítulo 56
Términos y condiciones
~Desde el punto de vista de Zion~
Después de que todos se fueron, yo aún me quedé sentado
firmemente afuera de la habitación, esperando pacientemente a
que mi esposa se durmiera para poder ingresar a escondidas y
acurrucarme a su lado; además, aparte de que esperaba acariciar
su barriguita, también quería pedirle disculpa a ella y a mis hijos
por lo que estuve a punto de provocar. De hecho, estaba tan
enojado conmigo mismo que, me sentía como un verdadero
est*pido y un reverendo imb* cil; después de todo, Maya también
había tenido que soportar muchas cosas como esas, pero nunca
había reaccionado de la forma tan exagerada en la que yo lo hice.
A decir verdad, ella siempre me dio el beneficio de la duda y
esperaba a que yo le explicara cómo sucedieron las cosas; sin
embargo, yo no hice lo mismo y, ni siquiera esperé a que ella diera
una sola palabra antes de sacar mis conclusiones y actuar como un
id*ota. Por ello, ahora que estaba muy consciente de que a pesar
del daño que le había hecho, Maya no me iba a dejar, no pude
evitar suspirar tristemente; es más, me levanté rápidamente de mi
silla y, miré cuidadosamente dentro de la habitación donde yacía mi
esposa. En realidad, al notar que ya estaba durmiendo, abrí
lentamente la puerta y cerré la ventana de la habitación para que
nadie pudiera vernos; no obstante, no podía negar que, agradecía
enormemente a Lucas por haber conseguido una sala VIP para que
mi esposa pudiera estar más cómoda.
De hecho, como sabía que no se había duchado desde la mañana,
entré a buscar un poco de agua tibia y un paño limpio para
refrescarla; no obstante, al verla en ese estado, tan débil y frágil, no
pude evitar derramar algunas lágrimas.
Además, estaba tan confundido que, ni yo mismo podía creer lo
que fui capaz de hacer y, mucho menos, de lo que estuve a punto
de provocarle a Maya y a mis hijos; es más, no podía dejar de
pensar que tal vez no los merecía o, que podría volver a
lastimarlos. En realidad, a pesar de que todo lo que hago es
lastimar a mi esposa una y otra vez, ella siempre me perdona y me
sigue amando con esa fuerza insuperable que solo ella sabe; por
ello, siento que es demasiado valiosa para mí y, que un como yo
no la merece en su vida. Sin nada más que pudiera hacer, empecé
a limpiar delicadamente todo su cuerpo; sin embargo, como me
odiaba a mí mismo por causarle ese inmenso dolor y por ser tan
est *pido de decir que no estaba seguro de que esos niños fueran
míos, estuve a punto de llorar tristemente. No obstante,
aguantándome el sufrimiento, retiré el tazón y volví a sentarme
inmediatamente a su lado, le cepillé el cabello y le di un relajante
masaje en los pies; luego, cuando terminé, supe que tenía que
hablar con mis dos pequeños en su vientre, por eso coloqué mi
mano sobre la barriguita de Maya y, con la otra, tomé la mano de
mi esposa.
• "Noah, Sophia, discúlpenme, siento mucho todo el dolor que les
he causado. La verdad es que, todo esto es tan nuevo para mí que,
me puse muy celoso porque nunca he amado a nadie como amo a
su mami; es más, como solo quería a mamá para mí solo, actué
duramente con ella. Sí... sé que eso no es excusa para lo que hice,
por mi est* pidez estuve a punto de perderlos a todos ustedes;
pero, por favor, sean fuertes... ustedes y su mami son toda mi
existencia. Mi príncipe, mi princesa, siento mucho lo que les
causé", dije débilmente, con una gran tristeza en mi interior.
"¿Por qué no me escuchaste?", oí decir a mi lado, haciendo que
levantara inmediatamente la cabeza, muy sorprendido de que no
estuviera durmiendo y, sobre todo, muy avergonzado que ni
siquiera me atrevía a mirarla fijamente a los ojos; después de todo,
ella lo es todo para mí y, yo simplemente actué como un completo
imb *cil.
"Lo siento... lo siento mucho", exclamé sutilmente, pues era lo
único que podía decir en este momento; de hecho, desde que
comenzó este matrimonio, esa es la única palabra que he estado
repitiendo una y otra vez, haciendo ver un poco más inmaduro
que mi esposa. A decir verdad, nunca antes he estado celoso de
nadie en mi vida, pero mi esposa me hace perder la cordura y logra
en mí cosas que nunca había hecho; no obstante, ahora, después
de que casi mato a mis hijos, ya ni siquiera estoy seguro de mi
posición con mi esposa.
"Lo siento" volví a exclamar lamentablemente; mientras que, con
una profunda tristeza en su voz, Maya me preguntó ansiosamente:
"Zion, ¿en serio quieres esto? ¿Nos quieres en tu vida? Ya
intentaste.
Sin embargo, antes de que pudiera decir una sola palabra más, la
interrumpi inmediatamente y, le supliqué: "Por favor, no... no lo
digas... eso no es así. Sé que lo que hice estuvo mal y, que debí
haberte dejado cuando me dijiste que querías descansar; pero,
estaba tan enojado que, yo..." Sin poder terminar lo que quería
decir, respiré profundamente para dirigir mi mirada hacia ella;
no obstante, después de que traté de matar a mis propios hijos, ni
siquiera me atrevo a verla a la cara.
Es más, como no quiero llorar frente a ella y, mucho menos que me
viera así, me levanté rápidamente de mi asiento sin dirigirle la
mirada; después de todo, también quería pensar un poco las cosas
y, sobre todo, reflexionar en las acciones inhumanas que había
cometido. Teniendo muy en claro ello, traté de alejarme de Maya y
salir lentamente de la habitación; sin embargo, justo cuando estaba
a unos cuantos pasos, ella me detuvo y, me preguntó:"'A dónde
vas?"
"Maya, no te merezco, ni a ti ni a los niños. Lo que hice hoy... casi
los mato a los tres y, si lo hubiera hecho, no me hubiera perdonado
nunca. Además, después de todo lo sucedido, no puedo estar aquí
como si nada y, actuar como si todo estuviera bien", expliqué
lentamente.
Por su parte, con total seriedad y delicadeza, Maya me dijo: " Qué!
Fuiste tú quien me puso en esta cama y ahora quieres dejarme
aquí sola, durmiendo en esta horrible cama. ¿Acaso no crees que
tú también deberías sufrir como yo? Ah, claro, seguro
quieres ir a casa y dormir cómodamente mientras yo estoy en esta
cama dura".
Al escucharla decir eso, me quedé aún más sorprendido y me sentí
extremadamente mal; pues, a pesar de que yo la c*gué en mi
actitud hacia ella, Maya aún seguía tratando de hacerme sentir
mejor por mis horribles acciones. Luego, con una sonrisa en los
labios, cerré cuidadosamente la puerta de la habitación y me fui a
dormir a su lado; de hecho, como la cama era lo suficientemente
grande, me aseguré de guardar una cierta distancia de ella para no
incomodarla, pero ella cerró esa distancia y
colocó amorosamente su cabeza sobre mi pecho.
"Usted, señor Archer, queda absolutamente prohibido de tener s*xo
conmigo", ordenó Maya repentinamente y, como ella es la que
manda, no me atrevo a replicarle nada; luego, después de una
pausa, dibujo una cruz en mi pecho y, mirándome extrañamente
pero directamente a los ojos, continuó: "Y, a partir de hoy...
dormiremos en habitaciones diferentes".
• En realidad, no me gustaba para nada esa idea, pero después de
lo que hice, sé que me lo merezco y no quería protestar; por ello,
guardé completo silencio y, simplemente le dejé seguir con sus
condiciones: "Además, no podrás tocar mi vientre".
"¡Qué! No, Maya... por favor, todo menos eso. No me importa tus
dos primeras condiciones, pero... por favor, no me separes de mis
hijos. Sí... tienes razón de estar molesta, sé que no los merezco
después de lo que pasó hoy; sin embargo, te lo ruego, no con mis
hijos, no me separes de ellos", supliqué y rogué lamentablemente;
pues, ahora tenía muy en claro que no podía vivir sin ellos.
"Bueno, está bien, si quieres puedes seguir haciendo ello; pero, en
ese caso, me voy", dijo Maya con total firmeza; mientras que, muy
confundido por sus palabras, exclamé ansiosamente: "¡Qué!".
"Sí, voy a volver a la ciudad M, creo que sería mejor si me quedo
allí por un tiempo", respondió firmemente Maya; entre tanto,
ligeramente conforme con eso y, sin querer separarme de ellos,
exclamé de inmediato: "Claro, voy contigo".
"No, tú necesitas trabajar y encargarte de tu empresa; así que, iré
allá sola", dijo Maya con total seriedad; mientras que,
completamente reacio a la idea de que ella se separara de mí, le
dije: "Maya, si te prometo que no tocaré tu vientre, ¿te
quedarás conmigo en casa?".
A decir verdad, no podía creer que, por un simple malentendido,
ahora tuviera que negociar con renunciar a mis hijos para que mi
esposa se quedara a mi lado; no obstante, sabía que esa era la
mejor decisión, pues estando aquí, ella podía ver cuánto me
arrepentía de lo que hice. Después de todo, si se iba de la ciudad,
nunca sabría cómo me siento y, tampoco vería mi arrepentimiento.
"Sí es así, entonces me quedaré", dijo Maya con gran firmeza;
mientras que, a pesar de lo mucho que me costara, exclamé
seriamente: "Sí, por favor, quédate y te prometo que no te tocaré".
Capítulo 57
Ivy Connor
~Desde el punto de vista de Zion~
En realidad, ha pasado un mes desde aquel incidente, desde que
Maya me prohibió estar cerca de ella y de mis hijos; pero, la verdad
es que eso no me importa mientras ella no me deje. Además,
también espero que no se entere que, durante el último mes, nunca
he dormido en la habitación que compartíamos como esposos;
pues, he estado durmiendo fuera de su habitación todas las noches
y. tenía muy presente que solo volvería a nuestra habitación
cuando ella finalmente me perdonara y regresara a mi lado.
Cuando abrí mi laptop para empezar a trabajar, las imágenes de
ese est*pido periódico vinieron a mi mente y, no pude evitar pensar
que esa t*nta publicación fue casi responsable de la disolución de
mi matrimonio y de hacerme perder la calma; no obstante, después
de una intensa investigación y de darle una lección al hombre que
lo publicó, Lucas me dio el nombre de la responsable detrás de
todo ello, Iv Jones. De hecho, ahora que sabía que Ivy fue la
persona quien entregó las fotos tomadas de mi esposa al estudio
del periódico, no pude quedarme quieto; después de todo, pensé
que era hora de que vea a los Jones como un enemigo en lugar de
como su yerno. Sin perder ni un segundo más, saqué mi celular y
llamé a Lucas para descubrir alguna falla, cualquier falla en la
operación de los Jones que me ayudara a destruirlos, pues me
gustaría que paguen por todo lo que han hecho; después de todo,
ese hombre, Robert Jones, ha estado difundiendo mentiras sobre
mi tía Chloe y, también ha estado
actuando como si mi esposa fuera una marginada.
Luego de obtener lo que quería, apagué apresuradamente mi
laptop y tomé las llaves de mi auto, pues no quería que nadie me
llevara; luego, ni bien llegué a la residencia de los Jones, un
trabajador abrió la enorme puerta y, por suerte para mí, Robert
estaba en casa a mi llegada.
"Señor Archer, bienvenido a mi humilde hogar", dijo el hombre con
gran entusiasmo, mientras yo le sonreí ligeramente y asentí con la
cabeza; después de todo, él no tenía idea del por qué estoy aquí,
caso contrario, estuviera de rodillas suplicándome clemencia.
"Por favor, señor, pase", dijo el hombre, haciéndome una seña para
que entrara cordialmente a su casa; entre tanto, ni bien me vio
ingresar, su in*til hija que estaba sentada en la mesa, saltó
rápidamente de la silla y trató de darme un abrazo, pero yo
levanté apresuradamente la mano para detenerla.
"Oh, vaya, justamente eres la persona a la que quería ver", le dije
con total seriedad; mientras que, guiñándome el ojo con las
enormes pestañas postizas que tenía, la mujer frente a mí exclamó
tímidamente: "Oh, Dios mío, ¿quieres verme?".
"Sí, así es, es por eso que estoy aquí", respondí firmemente,
provocando que ella comenzara a arreglarse inmediatamente el
atuendo que traía puesto; entre tanto, al verla tan emocionada por
lo que dije, no pude evitar decirme para mí mismo: "Oh, cariño, si
en realidad supieras a lo que vengo".
En realidad, mi presencia para ellos fue tan importante que,
comenzaron a ofrecerme todo lo que tenían en la mesa; es más,
mientras se esforzaba por poner sus pechos frente a mí, la est
*pida chica empezó a servir rápidamente la comida en el plato a mi
lado.
Sin embargo, aquello no es ninguna atracción para mí; pues, lo
único que anhelo con muchas fuerzas son las t*tas y el esbelto
cuerpo de mi esposa.
Tras ver que me había desviado de mi objetivo principal, no pude
evitar molestarme conmigo mismo; no obstante, justo cuando iba a
comenzar la guerra por la que iba, escuché decir seductoramente a
la mujer: "Archie, espero que esto sea suficiente para ti".
"¿Archie?", exclamé para mí mismo en un tono burlón, pues no
podía creer que esa mujer tuviera la confianza para hablarme así;
sin embargo, justo cuando tenía eso en mente, Robert Jones me
preguntó: "¿Cuándo fue la última vez que vio a mi hia?" A decir
verdad, en este momento de mi vida, soy un hombre con un único
propósito en la tierra, y es que mi familia regresara a la normalidad
para que mi esposa volviera a sonreír alegremente; puesto que,
ahora, cuando miro a los ojos de mi esposa, no veo nada más que
dudas e incertidumbre. De hecho, sé que este hombre tiene que
pagar por muchas cosas, por las mentiras que le dice a la gente
sobre mi tía Chloe y, por tratar a mi esposa como una transacción
comercial; es por ello que, investigué un poco de ellos y, en
especial, encontré varias cosas sobre su hija Ivy, uno era el video
donde ella y el chico del periódico aparecían
teniendo un trío con otra chica rubia.
"Bueno, veo a mi esposa todos los días; es decir, ella es la señora
Archer, la dueña y señora de la casa", respondí, haciendo que
Robert sonriera de placer; pero, a diferencia de él, las expresiones
de la madre y la hija no parecían ser muy agradables. No obstante,
no estaba aquí por placer, sino para causar los estragos que, por
supuesto, este imb* cil de Robert Jones desconocía por completo;
pues, si tan solo lo hubiera sabido, se hubiese casado con su tía
Chloe en lugar de con esta deshonrosa dama a la que se refería
como esposa y, así también podría haber escapado de esta
situación.
Estaba tan ansioso por empezar la guerra que, me impacientaba
demasiado que Lucas se tardara tanto en lo que le ordené; sin
embargo, justo cuando estaba pensando en ello, la mujer frente a
mí exclamó arrogantemente: "No sabía que al señor Archer le
gustaban las cosas sucias. Si hubiera sabido que le gustaban las
chicas miserables, podría haber sido una; bueno, quiero decir, soy
mejor que lo que llamas esposa".
"¿Quieres casarte conmigo?", pregunté con sutileza y con gran
curiosidad; mientras que, un poco mareada por la felicidad, la mujer
se tocó el pecho y, gritó alegremente: "¡Oh, por Dios! Por supuesto,
señor Archer, fui entrenada para ser tuya y para casarme contigo".
A decir verdad, su respuesta fue tan rápida que, no había duda que
eso era lo que esperaba y ansiaba con fuerza; es más, con gran
arrogancia y orgullo, exclamó indiferentemente: "Sabía que no te
gustaba esa chica sucia. ¡Oh, Dios mío! Señor Archer, ¿acaba de
darse cuenta de que me ama?".
"No, claro que no, yo ya tenía muy en claro que te odiaba; pero,
ahora me doy cuenta que este este sentimiento de oído viene
desde lo más profundo de mi ser. Además, no estoy aquí para
comer ni para hablar de lo que siento por ti, porque nunca amaría a
una cucaracha como tú, Ivy Jones, ¿o debería decir, Connor?", dije
con total firmeza y seguridad.
Después de decir eso, miré inmediatamente a la esposa de Robert,
Mariam, quien agrandó inmediatamente los ojos, pareciendo
realmente muy asustada; así que, no pude evitar suponer que se
debía porque esperaba que no se descubriera su secreto. De
hecho, si ella tuviera el poder, podría claramente haberme echado
de su casa antes de que contara todo; sin embargo, debido a que
Robert Jones está tan preocupado por causarme una buena
impresión, ella no se atrevería a hacerlo.
"¿Qué? ¿Connor?", preguntó lvy realmente confundida; entre tanto,
después de ver como la mujer bebía realmente muy nerviosa su
vaso de agua, le respondí seriamente: "Mmm, si quieres saberlo,
pregúntaselo a tu madre".
Tras decir ello, enfoqué mi furiosa mirada hacia Robert Jones y,
empecé la guerra que buscaba: "Bueno, como ya dije, no estoy
aquí para comer ni nada por el estilo, únicamente estoy aquí por mi
familia. Robert, tú y tu engañosa familia han ido demasiado lejos
esta vez y, no podía dejarlo pasar por alto; sobre todo, por ti, Ivy,
sé que tú fuiste la responsable de la controversia sobre mi esposa
que se publicó en el Daily Times. De hecho, esa impactante noticia
causó mucho dolor a mi esposa y, existió una pequeña posibilidad
de que pudiéramos haber perdido a nuestros hijos; por ello, aunque
puedo perdonar casi cualquier cosa, no me es tan fácil cuando se
trata de mi familia y mi mujer. Sí, reconozco que yo también tuve
algo de culpa; pero tú, lvy, eres la mente maestra de todos
nuestros problemas y, por eso estoy aquí para demostrarle a todos
ustedes que nadie puede meterse con mi familia y actuar como si
nada. A decir verdad, no me cabe la menor duda de que quieres
ser la señora Archer para tener el poder; sin embargo, hoy estoy
aquí para demostrarte que no hay ninguna persona más importante
que Maya, ella es mi vida entera".
Después de decir eso, observé como ella se quedó en completo
silencio y, se mordía las uñas con desesperación; no obstante,
como aún no había terminado mis planes, continué diciendo: "Es
más, lamento ser el portador de malas noticias, Ivy, pero Maya y yo
no nos conocimos recién; de hecho, desde el principio, Maya ha
sido la única mujer con la que imagine casarme y pasar el resto de
mi vida. En realidad, ella ha sido la señora Archer desde que tenía
16 años y, estuvo claramente al tanto de mis planes;
Sin embargo, en ese entonces, no pude expresar verdaderamente
todas mis emociones debido a nuestra diferencia de edad. No
obstante, Maya entendió mis palabras y, ha cumplido nuestra
promesa hasta el día de nuestro encuentro; sin embargo, tú, la
llamas sucia e indecente, pero mi esposa nunca se ha acostado
con nadie y, menos con su hermano. A decir verdad, no tengo
ningún problema con que la gente tenga tríos y sus juegos s*
xuales, pero es una historia muy diferente cuando se hace con tu
propia sangre, ¿no lo crees? Además, casi hiciste que perdiera
todo lo que me costó mucho conseguir, trabajé muy duro para
llegar a donde estoy hoy con mi esposa y, en un segundo, casi me
quitas todo, Ivy Connor".
Capítulo 58
Sacar lo trapitos sucios al aire
"No entiendo, ¿qué te pasa? ¿Por qué sigues llamándome Ivy
Connor? ¡Ni siquiera me gusta ese nombre!", replicó Ivy
inmediatamente, mientras yo observaba a una Mariam mucho más
nerviosa y desesperada; no obstante, no puedo negar que, eso era
exactamente lo que quería, pues si ellas planearon separarme de
mi esposa, yo estaba dispuesto a desacreditar cada
una de sus mentiras.
"Mariam, ¿quieres contárselo tú o prefieres que yo se lo diga?", le
pregunté con sutileza y cordialidad; sin embargo, haciendo caso
omiso a mis palabras, la mujer se levantó inmediatamente de
donde estaba sentada e, hizo un intento de huir. No obstante, al ver
su repentina reacción, le ordené inmediatamente que se sentara y,
tras ver que obedeció como un gatito asustado, exclamé furioso:
"¡Mujer, no te esfuerces, no llegarás muy lejos con esa actitud!
Ahora, ya que no quisiste hablar, te quedarás aquí observando
todo hasta que esto termine".
"Cariño, creo que sería mejor si el señor Archer regresa a su casa",
dijo Mariam, quien hizo su mayor esfuerzo para que saliera de la
casa; sin embargo, soy un hombre con una misión y, no la dejaría a
la mitad.
"Oh, querida, si hay alguien que deba dejar esta casa, serás tú; de
hecho, acabo de comprar la casa hace un minuto mientras
estábamos hablando amenamente y, hasta que termine, nadie
podrá salir de aquí", dije con total seguridad, haciendo que todos
ellos me miraran con gran asombro; luego, vi como Robert atendió
su celular, así que supuse que su abogado ya le había informado
que yo había comprado su casa. De hecho, estoy tan furioso con
ellos que, no dudaría en comprar cada una de sus inversiones cada
vez que me c*breen; después de todo, por su culpa he estado
durmiendo en el suelo durante todo un p*to mes, mi esposa ni
siquiera me mira y, por si fuera poco, no me parecía que ellos
estuvieran teniendo un sueño reparador mientras yo me veía
obligado a rodar y retorcerme en el suelo frío.
"Ahora, Mariam, como no tengo todo el día para repetir lo mismo
una y otra vez, no me queda de otra que decir todo lo que quiero y
lo que sé", le dije seriamente a la mujer; luego, dirigiendo mi mirada
hacia lvy, continué: "Bueno, te llamé Ivy Connor porque, tú no eres
hija de Robert, sino de Rick Connor y, aunque tu padre fue lo
suficientemente inteligente como para probar el ADN de Mava, no
probó el tuyo. De hecho, tu padre Robert ya suponía que Rick y tu
madre tenían algo entre manos, pero nunca se le pasó por la
mente que tú podrías ser la hija de ese hombre; así que, sí, lvy, te
acostaste con tu hermano, Nathan
Connor es tu hermano".
Después de decir ello, noté cómo Robert Jones volteó a ver a su
esposa y, también cómo ella bajó instantáneamente la cabeza
• tan pronto como sintió una mirada penetrante sobre ella; entre
tanto, yo, quien estaba dispuesto a declarar todo, exclamé
seriamente: "¿Qué pasa? ¿Quieres negarlo? Vamos, adelante,
estás en tu derecho de hacerlo; pero, te aclaró que tengo pruebas
de lo que digo". Tras decir ello, Mariam no se atrevió a decir ni una
sola palabra y, simplemente empezó a morderse ansiosamente las
uñas de los dedos; por otro lado, Ivy, quien también quedó
bastante sorprendida por la noticia, estuvo a punto de desmayarse
cuando yo la sostuve.
"No, no, no... Ahora no es el momento de fingir estar enferma,
porque tú y tu familia tienen que pagar por lo que han hecho;
pero, no te preocupes, te desmayarás una vez que me haya ido",
dije con total firmeza y seriedad.
Al ver el rostro de Robert, pude darme cuenta con total facilidad
que había entendido perfectamente mis palabras, así como
también pude notar el arrepentimiento que sentía; después de todo,
mientras adoraba a una hija que no era suya, trató a su propia hija
como si no valiera nada y la comparó con la basura. Sin poder
evitarlo, cambié instantáneamente mi mirada hacia Ivy, quien
estaba sentada en el suelo sollozando descontroladamente; no
obstante, ni ella ni Nathan tenían la culpa, pues sus verdaderos
padres siempre supieron que eran parientes y, nunca se lo
revelaron.
"Bravo, así que todo este tiempo has estado ocupada acostándote
con Rick Connor. Claro, ahora entiendo, es por eso que a su
esposa nunca le gustaste, ¿no es así? ¿Ella sabía que tu hija no
era mía? Pero, para que te pregunto, claro que lo sabía, Grace
Connor estaba enterada de todo", dijo Robert con una sonrisa
sarcástica en sus labios; luego, mirándola furiosamente, continuó:
"Tú sabías que Maya era mi única hija y, por eso siempre
encontraste fallas en todo lo que hacía o decía. Claro, me obligaste
a maltratar a mi propia hija para cuidar de una que no lo es y, que
nunca lo será. Mariam, eres cruel, me hiciste descuidar lo único
bueno en mi vida, mi verdadera hija"
"Ey, no te hagas el santo, tú también eres malvado y cruel, que no
se te olvide que cuando estabas casado con tu esposa, le mentiste
a la tía Chloe sobre tu situación sentimental; además, por si fuera
poco, estuviste mintiendo con que ella te sedujo cuando ni siquiera
lo hizo. Además, no sólo no te sentiste conforme cuando le
arrebataste a Maya de su lado, sino que también le quitaste la
compañía, la cual habías construido con ella; sin embargo, a pesar
de que tenía todas las de ganar, ella no quiso pelear contigo
porque te amaba y, en especial, porque creía que la empresa
estaría mejor en tus manos ya que ahora estabas con Maya. Así
que, ese negocio que ahora llamas tuyo, nunca lo fue", le expliqué
seriamente; luego, sin ganas de guardarme nada, añadí con
firmeza: "De hecho, imagino que tampoco sabías que la tía Chloe
también tuvo un hijo tuyo; pero, debido a todo el estrés que le
provocaste cuando estaba embarazada, ella no pudo abrazar a su
hijo, Robin, más que una vez antes de enterrarlo. Sin embargo, tú
estabas demasiado ocupado con tu familia falsa para siquiera
prestar atención a las personas que en realidad te amaban por lo
que eras; mejor dicho, dejaste a esa noble mujer y te deshiciste de
ella, solo para estar aquí como el esposo de una mujer que te
engañaba y, cuidando a la hija de otro hombre. ¡Qué patético!".
"¿Qué? Chloe... Chloe me dio un hijo", exclamó el hombre
sumamente sorprendido por la noticia; mientras que, con muchas
ganas de decirle sus verdades, continué seriamente: "Si, así es,
tuviste un hijo; pero, lamentablemente, lo llevaste a la tumba solo
para criar a la hija de otro hombre. Además, no solo no tuviste la
oportunidad de pedirle perdón a la mujer que lastimaste;
sino que también, perdiste todo lo que podrías haber hecho con tu
verdadera hija por el simple hecho de estar demasiado ocupado
criando a la hija de Rick Connor. La verdad es que, deberías recibir
un premio por lo est*pido que fuiste".
シンメン
Cuando supo la verdad de Ivy, Robert Jones estuvo a punto de
llorar desconsoladamente; después de todo, cuidó a lvy como si
fuera su propia hija e hizo de todo para complacerla. A decir
verdad, Robert ya suponía que había algo entre su esposa y Rick,
pero no quiso ver más allá; sin embargo, tras conocer toda la
verdad, no pudo evitar mirar en dirección a su esposa, buscando
respuestas por lo sucedido. Además, no fue difícil suponer que
también estaba pensando en cómo se enfrentaría a su verdadera
hija de hoy en adelante; después de todo, él la descuidó y sólo la
estuvo usando como una herramienta para sus negocios.
"¡Mariam! Explícame esto, ¿de qué está hablando el señor
Archer?", exclamó furiosamente el hombre en busca de respuestas;
mientras que, la mujer empezó a temblar ansiosamente al ver que
habían descubierto su secreto.
";Di algo, mujer! Explícate", gritó furiosamente Robert; entre tanto,
Ivy, quien también estaba estupefacta, salió en defensa de su
madre y, replicó: "; Papá, no le hagas caso, no podemos creerle a
este hombre!"
"¡Cállate la boca!", le gritó el hombre de manera hostil, como si
nunca la hubiera visto antes; de hecho, parecía haber olvidado
que esta era la chica que lo llamó 'papi' durante 28 años.
No obstante, como Zion aún no terminaba con ellos, dirigió
nuevamente su mirada a Robert y, le dijo: "Señor Jones, como
venganza por lo que le hizo a mi esposa y por las mentiras que dijo
sobre mi tía Chloe, acabo de comprar su compañía y esta casa por
solo $1; así que, usted y su deshonesta familia tienen una semana
para desalojar mi propiedad antes de que tome acciones legales en
su contra. Pero, si aún quiere mantener esta cómoda vida y, los
lujos a los que está acostumbrado, tendrá que disculparse con la
señora Archer". Después de decir ello, giré rápidamente mi mirada
hacia Ivy y, apuntándole con el dedo, le dije: "En cuánto a ti... Ojo
por ojo, diente por diente. Por tu culpa y por todas tus mentiras,
casi pierdo a mi esposa y a nuestros bebés; así que, como
venganza a ello, todo el país conocerá de tu vídeo s*xual con tu
hermano". "Robert, ¿cuánto crees que has gastado en mi
esposa?", preguntó Zion repentinamente, dejando al hombre sin
saber qué responder; después de todo, él no le había dado dinero,
Maya siempre tuvo que trabajar para pagarse la escuela y, ni
siquiera le compraba ropa de diseñador, a menos que quisiera que
ella impresionara a sus socios. Por su parte, al ver que los ojos del
hombre frente a él se volvieron a llenar de lágrimas, Zion se burló
ligeramente y, le dijo: "Bueno, te compensaré con cien mil millones
por criarla; pero, tendrás que cortar todo tipo de comunicación con
ella. Ella es lo mejor de mi vida, así que me siento muy afortunado
que ya no sea más una Jones y, en cambio, sea una Archer"
Tras decir ello, Archer no dudó ni un solo minuto más y, se fue de
la casa de inmediato; mientras que, Robert quedó con una extraña
sensación en su interior cuando el señor Archer puso un precio de
100 mil millones por su hija. Es más, sin poder evitarlo, el hombre
rompió en un llanto desesperado, pues él nunca había considerado
que su hija valiera algo y, mucho menos, una cantidad tan
exorbitante como la que hizo el señor Archer; no obstante, no le
quedó duda que, Zion amaba tanto a su hija que, no le importó el
dinero que podía perder. Después de ello, Robert miró a la mujer
que le había mentido durante todos esos años, giró su mirada a la
chica que él mismo preparó para el señor Archer y, no pudo evitar
reírse de su patético yo.

Capítulo 59
Lo siento
~Desde el punto de vista de Maya~
La alarma sonó repentinamente a la una de la mañana; así que,
sacándome de la tranquilidad de la noche, abrí ligeramente mis
ojos para apagar el estruendoso sonido. Luego, después de unos
minutos, eché un rápido vistazo por toda la habitación antes de
ponerme las pantuflas y la bata con la que me iba a cubrir; no
obstante, como tenía un poco de calor, me levanté de la cama y,
comencé a caminar en dirección a la puerta. Sin embargo, tan
pronto como la abrí, me quedé sumamente sorprendida al ver que
mi marido estaba durmiendo afuera de mi habitación y, de hecho,
no pude evitar pensar que los rumores fueran realmente ciertos;
puesto que, no solo había oído que mi marido venía y dormía fuera
de mi habitación después de que todos se hubieran dormido, sino
que también, Lucas me había informado que Zion nunca ha
dormido en nuestra habitación matrimonial desde el día que me
mudé. A decir verdad, al descubrir que Zion ha estado durmiendo
en el suelo todo este tiempo, no pude evitar sentir unas profundas
ganas de llorar; es más, sin poder evitarlo, me arrodillé frente a él
y, le acaricié suavemente la mejilla. Ni bien sintió mi contacto, Zion
se despertó de inmediato y, me miró con una profunda tristeza en
sus ojos; así que, no me fue difícil
poder ver claramente que se arrepentía de todas sus acciones
pasadas.
"Lo siento", exclamó Zion mientras yo lo miraba fijamente; luego,
dirigiendo una tierna mirada hacia mí, continuó con total
delicadeza: "Maya, estoy en un punto en el que ya no puedo seguir
así, te extraño y, también extraño a mis hijos. Por favor, Maya, Dios
sabe cuánto lamento lo que hice y, lo mucho que me arrepiento de
todo ello; además, sí, no puedo negar que cometí un error, pero ya
no puedo, no puedo soportar más de esto"
A decir verdad, aunque sentía una inmensa pena por él, no quería
darle ninguna esperanza o algún motivo para que confundiera las
cosas; por ello, mostrándome aún firme y seria, le pregunté: "¿Qué
no puedes soportar más?"
"Esto... esto entre nosotros. Maya, todo esto me está matando
demasiado y, ni siquiera puedo acercarme a mis hijos para
sentirlos; es más, casi no comes en la misma mesa que yo y, no te
puedes imaginar cómo me hace sentir eso. Además, va empezaste
a ir a los chequeos prenatales y, no puedo preguntarte cómo están
los niños. La verdad es que yo...", dijo Zion con gran tristeza;
mientras que, interrumpiéndolo ligeramente, traté de asegurarme
de que él supiera el hecho de que eran dos y, le dije: "No te
preocupes, están bien".
Cuando escuchó ello, vi cómo se formó una leve sonrisa en su
rostro; luego, después de procesar adecuadamente mis palabras,
preguntó inquietamente: "¿En serio? ¡Gemelos!".
Después de que asentí con la cabeza ante su inquietud, Zion me
levantó del suelo y me levantó alegremente en sus brazos; sin
embargo, no me llevó a mi habitación o a otra de la casa, sino que
me llevó y colocó delicadamente sobre la cama de nuestra
habitación matrimonial. Sin embargo, al tenerlo tan cerca mío, me
acerqué fieramente a él y, besé salvajemente sus labios,
tomándolo con total sorpresa; no obstante, después de quedar
encima de él y, tras pedirle acceso para tener sus labios, nos
besamos apasionadamente y nuestros cuerpos quedaron
totalmente apretados.
Luego, justo cuando estábamos luchando por nuestro propio
autocontrol, sentí unas pataditas en mi vientre; no obstante, aquello
fue tan repentino que, totalmente sorprendido por el movimiento,
Zion exclamó muy emocionado: "¡Guau! Fue sorprendente". En
realidad, aunque aquella patadita fue realmente encantadora, no
puedo negar que también me tomó por gran sorpresa; es más, no
pude evitar pensar que, tal vez mis gemelos también estaban
esperando a que su mami y papi se reconciliaran para empezar a
patear por primera vez.
En realidad, pensar en ese me dejó tan aturdida que, me sonrojé
por completo antes ese pensamiento; entre tanto, Zion, quien
ciertamente notó mi expresión, me miró fijamente y, me preguntó:
"¿Qué pasa? ¿Por qué te ruborizas?".
"Nunca se han movido, es la primera vez que lo hacen. Dime, ¿no
te arece que parece que también esperaban este momento en
particular?", le pregunté curiosamente, haciendo que Zion sonriera
y me abrazara con fuerza.
"Maya, te juro con mi vida que lo que pasó ese día fue por celos y
no volverá a pasar. Te juro que quiero esto, nos quiero a nosotros
juntos y, también quiero a nuestros hijos al lado", dijo
cariñosamente Zion, mientras plantó un beso apasionado en mi
frente y me envolvió en un fuerte abrazo; luego, puso su mano en
mi vientre y, tras sentir otra patada, Zion exclamó: "Sophia, Noah,
papá lo siente mucho y les prometo que no volverá a lastimarlos".
Después de ello, Zion me abrazó fuertemente y, nos quedamos
profundamente dormidos; en realidad, no puedo negar que, extraño
dormir así, cerca de él.
A la mañana siguiente, cuando me desperté, Zion ya no estaba en
la cama de nuestra habitación; sin embargo, como sé que ha
estado trabajando desde casa desde que me mudé de nuestra
habitación, no le tomé más importancia y, simplemente entré al
baño para seguir con mis cosas. Me cepillé los dientes e, ingresé a
la ducha al darme un refrescante baño; no obstante, mientras el
agua se esparcía por todo mi cuerpo, sentí una ligera patada por
ambos lados y, no pude evitar reírme y agacharme para frotarme el
vientre. Además, en ese momento también recordé las sugerencias
del médico, donde me dijo que les debía a empezar a leer cuentos
para dormir, pues ellos ya escucharían sonidos y, por tanto, que les
empezara a hablar para que reconocieran mi voz; sin embargo,
ahora no puedo negar que, parece que tienen una cantidad
excesiva de energía cuando su padre está cerca. Después de salir
de la ducha, me coloqué algo de ropa cómoda y, bajé las
escaleras, desde donde pude ver que mi esposo estaba en la
cocina con un delantal; luego, me saludo cariñosamente, me
acercó una silla y, me besó en la frente.
"Por favor, siéntese, mi señora", dijo Zion, haciendo que me
sentara y, lo quedara mirando completamente confundida; después
de todo, aun no entiendo por qué está tan emocionado y, mucho
menos, porque él mismo estaba preparando el desayuno hoy.
Luego de servir tanto para él como para mí, Zion me miró
cautelosamente y, me preguntó: "¿Cómo dormiste?".
"Bien, dormí muy tranquila, ¿y tú?", le pregunté con gran
curiosidad; entre tanto, con gran emoción en su rostro, Zion me
respondió: "Todo eso fue tan asombroso que, no pude dormir
anoche. De hecho, desde que los bebés comenzaron a patear, me
he mantenido muy ocupado investigando un poco y, aunque
Internet es una buena fuente de información, todavía necesitaba
consultarlo con el médico de familia para asegurarme de que todo
fuera correcto; por ello, hice los arreglos necesarios para que ella
venga a quedarse aquí con nosotros hasta que des a luz. Además,
también tendremos que empezar a preparar la habitación de los
niños, de conseguir algunas historias para leerles durante el día y
la noche y, por cierto, acabo de comprarte un sillón de masaje; así
que, debería llegar en cualquier momento".
Tras oír ello, lo miré fijamente para ver lo complacido que estaba,
mientras marcaba las cosas que había preparado desde su iPad
hasta ese momento; luego, sin dudar ni un solo segundo más, le
inquerí inquietamente: "Zion, ¿de verdad quieres que una mujer
venga y se quede aquí con nosotros? ¿Quieres ser tentado?".
"¿Está celosa, señora Archer?", preguntó Zion con total sarcasmo;
mientras tanto, sin poder creer esta actitud, le exclamé
furiosamente: "¿Qué quieres decir con que estoy celosa? Quieres
que una mujer venga y se quede con nosotros a pesar de que mi
barriga seguirá creciendo cada día que pasa".
Sin embargo, antes de que pudiera decir más, Zion me soltó una
risita antes de plantar un beso en cada una de mis cejas; luego, sin
dudar ni un solo segundo más, me dijo: "Te ves tan linda cuando
estás celosa; pero, no te preocupes, el médico es alguien que
conoces muy bien. Además, si se entera de que te engañé, me
abofetearía 100 veces".
Al no poder entender claramente su respuesta, fruncí ligeramente
el ceño cuando él me sonrió y, continuó diciendo: "Bebé, mi familia
tiene muchas habilidades. Esta persona me recibió y quería recibir
a sus bisnietos también; es por ello que, aunque traté de disuadirla,
ella insistió mucho en hacerlo. Lo sé, supuse que te aburrirías si
permitía que viniera; pero, también sería divertido hacer todo con
ella, cariño".
"¿Qué? ¿La abuela?", pregunté con gran curiosidad y, después de
que él asintió en respuesta, lo besé y sonreí amorosamente; luego,
lo miré sigilosamente y, me dijo: "Así que tú y yo tenemos que ir de
compras antes de que ella aparezca y empiece a darnos un
sermón. Además, ya no hay necesidad de preocuparnos por tu
ropa, pues he reemplazado todo tu armario". A decir verdad,
aunque estoy luchando por mantenerme al día con todo, no quiero
apagar el entusiasmo que él tiene, ya que sé cuánto significa esto
para Zion; sin embargo, justo cuando hacíamos esos planes, entró
una inesperada llamada de mi padre.
Capítulo 60
¿Qué pasa si ladro?
~Desde el punto de vista de Maya~
A decir verdad, después de esa repentina llamada, me estaba
costando mucho procesar cualquier cosa, así que solo miré mi
celular con recelo; después de todo, no entendía por qué mi padre
me llamaba en este momento.
De hecho, fue él quien me alejó de su casa como si nunca hubiera
sido su hija; sin embargo, ahora que regresé como esposa del
señor Archer, repentinamente comenzó a interesarse de nuevo en
mí. En realidad, no estoy del todo segura de cómo describirlo, pero
podía decir que mi padre era todo un oportunista; así que, sin
dudarlo más, no respondí la llamada porque no sabía lo que quería.
No obstante, no podía negar que, de lo único que estaba algo
segura era que él solo necesitaba mi ayuda;
después de todo, lo único en lo que mi padre pensaba era en el
dinero.
Por otro lado, como no atendí la llamada que me hizo, simplemente
vi aparecer un mensaje de texto en la pantalla de mi celular que
decía: "Hija, lo siento".
A decir verdad, tras leer aquel mensaje, no pude evitar quedarme
totalmente desconcertada; pues, de hecho, no podía creer que
precisamente él me estuviera llamando para decir ello. En realidad,
aquel mensaje fue tan confuso que, me surgieron innumerables
preguntas en mi mente; sin embargo, descarté todas y cada una de
ellas cuando escuché jadeos en la televisión de la sala de estar. De
hecho, a medida que me acercaba, pude distinguir el sonido de un
gemido, pero no provenía de una sola
persona, por ello me sorprendió tanto; sin embargo, tan pronto
como entré en la sala, la mirada de todos se dirigió hacia mí y, mi
mirada se desplazó únicamente a la televisión frente a mí. Cuando
vi que eran Ivy, Teresa y Nathan, me sorprendí tanto que, no pude
evitar llevar mis manos a mi boca; después de todo, no sabía cómo
obtuvieron los medios ese video, ya que solo lo tenía yo
y, ya me había desecho de él hace tiempo.
Después de que los trabajadores apagaron la televisión y se
fueron, no pude evitar pensar que tal vez Zion había ocasionado
eso; sin embargo, no lo creí capaz ya que él no sabía mucho sobre
ello. No obstante, después de ver aquel video, no pude evitar
pensar que esa fue la principal razón por la que mi padre me
estuviera llamando; ya que, él nunca me contactaría sin ningún
motivo detrás. En realidad, como supuse que probablemente él
quería que lo ayudara con algo, no le tomé más importancia y
regresé a mi habitación; no obstante, después de sentarme
cuidadosamente en el borde de mi cama, tomé mi celular y,
finalmente descubrí que mi familia había pasado por una terrible
tragedia y lo habían perdido todo, incluso su casa y su negocio.
De hecho, como no entendía lo que estaba pasando, busqué
rápidamente el número de mi padre y estuve a punto de llamarlo;
sin embargo, justo en ese momento, Zion ingresó y, me comunicó:
"Cariño, la abuela volvió de repente, parece que el abuelo se cayó
y sufrió una lesión grave; pero, ella prometió que vendría cuando
fuera casi la hora de dar a luz"
Tras darme aquella noticia, no pude evitar ver a mi marido con algo
de confusión, pues el hecho de que su abuelo no se sintiera bien
no parecía molestarle en lo más mínimo; es más, con total
curiosidad e inquietud, pregunté: "¿Eso sucede a menudo?".
"¿Qué?", preguntó Zion al no entender mis palabras; por ello,
tratando de ser lo más clara posible, le respondí: "Lo de tu
abuelo".
Después de escucharme, Zion se rio entre dientes, puso sus
manos a cada lado de mi cara y, me dijo: "Bebé, ¿de verdad crees
eso? No crees que, si me dijeras que te vas a quedar en algún
lugar durante los próximos cinco meses, no inventaría alguna
excusa para mantenerte a mi lado. Cariño, ¿tienes idea de lo
incómodo que fue para mí tener que dormir en una habitación
separada de ti? Casi muero, así que no puedes culpar al abuelo".
Tras oír ello, instantáneamente me invadió un rubor dentro de mí,
pues no podía creer eso o, mejor dicho, pensaba que ellos eran
demasiado viejos para que los hicieran a su edad; por ello, cuando
me di cuenta de esa posibilidad, me volví para mirar hacia Zion y,
le dije: " No... de ninguna manera!".
"¿Qué? El abuelo todavía está en buena forma, ¿entonces por qué
no podría?", dijo Zion, dejando escapar una carcajada; luego,
mirándome filamente, añadió: "Ya que no tendremos a la abuela
cerca, ¿por qué no vamos a almorzar? Originalmente, rechacé una
invitación por la presencia de la abuela; pero ahora, que solo
estamos nosotros dos, llamaré a Andrew y le haré saber que
asistiremos".
"¿Andrew?", inquirí con total curiosidad; mientras que, después de
pensar por un rato, Zion respondió: "Sí, ese imbécil que arruinó mi
pretensión de gigoló ese día en el hotel".
"Oh, ya veo. Pero... Zion", exclamé pesadamente, pues no tenía
muchas ganas de encontrarme con él; entre tanto, tras escuchar
mis palabras, Zion repitió con fastidio: "Mmm"
"Con toda honestidad, no creo que sea una buena idea para mí
seguirte", expliqué con sutileza; mientras que, con total curiosidad,
Zion me preguntó: "¿Por qué lo dices?".
"Conozco a Andrew Jackson y, la verdad es que él es..", empecé a
decir con total honestidad; sin embargo, interrumpiéndome
inmediatamente, Zion me preguntó: "No me digas que trató de
coquetear contigo".
A decir verdad. no tenía muchas ganas de seguir con esa
conversación; pero, si Zion y yo queríamos tener alguna posibilidad
de mantener una relación firme, teníamos que ser honestos el uno
con el otro y, eso significa que tenía que contarle todo.
"La verdad es que sí; pero, también hay más y, es que, en realidad,
él es amigo de Nathan. De hecho, tuve varios encuentros con
° él y, en un momento mientras aún estaba con Nathan, él intentó
avanzar conmigo", le expliqué con total honestidad; mientras que,
completamente tranquilo después de lo que dije, Zion murmuró:
"No te preocupes por eso. De hecho, yo me f*llé a su
novia"
"¡Zion!", exclamé seriamente, sin muchas ganas de escuchar sus
antiguos romances; sin embargo, con total honestidad, Zion
empezó a contarme: "A decir verdad, no tenía idea de quién era
ella y, él nunca me la presentó; así que, cuando me coqueteó Y,
como nunca he sido serio con ninguna chica, me la f*Ilé y eso fue
todo. Además, no puedo negarte que, ella quería más y todo eso,
pero yo no podía ofrecerle más que una noche de s*xo".
Luego, tras respirar profundamente, volvió a mirarme fijamente y,
me dijo: "Señora Archer, debe saber que las damas a menudo se
arrojan sobre su esposo; pero, yo solo tengo ojos para ti y, solo
para ti. Además, estoy total y absolutamente enamorado de ti,
siempre te estuve esperando, Maya Archer. Sí, no te mentiré,
cariño, no te puedo negar que me f*Ilé a muchas chicas; pero,
nadie estuvo cerca de hacerme querer casar como la chica de 16
años que conocí en ese entonces, a la que ni siquiera pude decirle
que la quería y, que solo le propuse que hiciéramos tatuajes juntos.
De hecho, sabía que tú estabas al tanto de mis intenciones en ese
momento, pero no pude decirte nada por la diferencia de edad que
teníamos; sin embargo, te puedo asegurar que, todas las demás
chicas con las que salí, solo eran aventuras de una noche, y
Andrew lo sabía perfectamente, así que no estaba enojado por ello.
Es más, cuando supe que él quería ligar con todas las chicas con
las que yo había estado, eso no me molestó en lo absoluto; pues,
sabía que él nunca te jodería y, estoy muy agradecido de que no
tuvo la oportunidad".
Luego de ello, Zion se inclinó hacia adelante y plantó un suave
beso en mi frente; no obstante, aunque sé que Zion es una persona
tranquila, me estoy poniendo algo ansiosa de solo pensar en esa
situación. Después de todo, aunque Andrew sabía que estaba con
Nathan, él todavía me perseguía y quería acercarse a mí; así que,
no veía porque no podía hacerlo ahora que Zion me había
confesado que Andrew quería ligarse a todas las chicas con las
que él había estado. No obstante, justo después de saber ello, no
pude evitar pensar que, si Andrew y Nathan eran amigos, tal vez
estuvieron con las mismas chicas; sin embargo, como el solo
pensar en esa idea me incomodó tanto que, descarté cualquier
pensamiento así.
Por otro lado, aún me sentía un podo incómoda con aquel
almuerzo, porque suponía que Nathan estaría allí y, de hecho, si él
se atrevía a decir algo est*pido, Zion podría golpearlo sin piedad;
sin embargo, también tenía en claro que, debía acompañar a mi
esposo, pues decir que no, no ayudaría en nada.
"Nena, ¿estás experimentando algún dolor en este momento?",
preguntó Zion sacándome de mis pensamientos; mientras que, sin
entender claramente a lo que se refería, inquirí curiosamente:
"¿Que dolor?".
"No lo sé, algún dolor en la parte inferior del abdomen", explicó
Zion con total cuidado; entre tanto, evitando darle alguna
preocupación, le respondí: "No, eso pasó porque estaba muy
estresada antes; pero, ya he estado bien. Además, Kelly Martin y
tus prostitutas ya no están"
"Oh, ya veo", dijo Zion, mientras se colocaba sexymente los
pantalones; luego, dándome una mirada lujuriosa y, tocando su
p*ne, me dijo: "Bueno, eso es genial". A decir verdad, conozco muy
bien esa mirada y, sé que esta noche por fin lo haremos; sin
embargo, como no lo hemos hecho en un mes, no estoy segura de
cómo reaccionaré ante sus encantos, i podré gemir o ladraré.
De hecho, el no saber si podré gemir me confundió tanto que,
empecé a reír a carcajadas; mientras que, un poco desconcertado
por mi actitud, Zion me preguntó de inmediato: "¿Qué es lo que
pasa?".
"Zion, ¿y si en vez de gemir, ladro?", le pregunté con total
curiosidad entre tanto, mirándome totalmente perplejo, continue:
"Bueno, quiero decir, ya ha pasado un mes..
Cuando me escuchó decir ello, él se rio tan fuerte que, se cayó de
la cama y, empezó a mirarme como si hubiera dicho algo malo;
luego, después de que terminó de reírse, extendió la mano y,
dándome una palmadita en el estómago, me dijo: "Vamos, ven
aquí"
"Cariño, no te preocupes, nosotros vamos a ladrar contigo", dijo
Zion, haciendo que empezáramos a reir fuertemente; luego, con la
mirada fija y seductora, añadió sexymente: "Bueno, ¿deberíamos
intentarlo ahora para ver si ladras en lugar de gemir?".
Por mi parte, tras ver por dónde iba su intención, le exclamé
seriamente: "¡Pervertido!".
Capítulo 61
Almuerzo para cuatro
~Desde el punto de vista de Zion~
Me estaba dirigiendo a la casa de Andrew, cuando me di cuenta de
que a mi esposa no le gustaba la idea y que ella solo iba a asistir
por mi culpa; por suerte, agradecí el no haberlo llamado para
decirle que cambié de opinión, pues mi familia ahora era lo primero
y, quería hacer lo mejor para mi esposa e hijos. Por ello, cuando
los autos se detuvieron en el semáforo en rojo, saqué mi celular e
hice una reserva en uno de mis hoteles; pues, para mí no había
ningún problema en cenar solo dos o, mejor dicho, nosotros cuatro.
De hecho, me aseguré de que me dieran el último piso y, como
prometieron instalar todo en una hora, traté de ganar algo de
tiempo para que todo quedara perfecto; luego, cuando miré hacia
ella y vi que se frotaba el vientre, supuse que los gemelos podrían
estar haciéndola pasar un mal rato. Sin pensar ni un segundo más,
coloqué mi mano sobre su barriguita y sentí cada una de las
patadas de mis pequeños; de hecho, fue tan asombroso que, mi
corazón saltó un millón de veces con cada movimiento. A decir
verdad, sabía que estaría muy ansiosa al encontrarse con su ex y
todas esas personas extrañas; por ello, como no me gustaría que
sucediera lo mismo que la otra vez, simplemente no quise
presionarla demasiado.
Luego, justo cuando conducía hacía el hotel, pasamos por una
heladería que ella se quedó mirando fijamente y, sin poder evitarlo,
exclamó con una gran sonrisa en el rostro: "Cariño, los niños
quieren un helado real esta vez". Siguiendo sus órdenes, bajé del
auto y compré el helado que ella quería; no obstante, cuando se lo
entregué y ella empezó a comerlo con placer, sentí una extraña
sensación cada vez que ella cerraba los ojos y gemía.
A decir verdad, el solo ver sus movimientos puso mi p*ne tan rígido
y duro que, sentí muchas ganas de tenerla entre mis brazos; no
obstante, no podía negar que eso era realmente muy entendible,
pues no me la había f*Ilado en un mes. Sin embargo, como no
podía actuar en ese momento, solo me rasqué la nuca pensando
en cómo la iba a tomar más tarde; después de todo, cada vez que
veía que ella se echaba un bocado a la boca y, gemía de placer, mi
mente empezaba a pensar en las formas en las que la iba a tomar.
De hecho, no pude evitar pensar en cómo metía y empujaba una y
otra vez mi p*ne en su boca y, en como ella se inclinaba al estilo
perrito para que pudiera tomarla mientras ladraba; luego, justo
cuando observé cómo su lengua lamía lentamente el helado, no
pude evitar compararlo con mi líquido preseminal.
Al notar que estaba pensando mucho en s*xo, ladeé mi cabeza
tratando de olvidar ello; después de todo, no puedo permitirme
estar así en público. Además, sabía que necesitaba urgentemente
una distracción, pues estoy tan loco por mi esposa que, podría
saltar sobre ella incluso en público; puesto que, ya sea que esté
embarazada o no, para mí ella se ve completamente sexy.
De hecho, sé que ella es realmente muy hermosa y es por eso
estoy demasiado c*chondo; es más, haciéndola sonrojar
tímidamente, le murmuré sutilmente: "¿Puedo ayudarte a
lamerlo?". Al ver la expresión que puso, sé que ella también está
teniendo pensamientos sucios; sin embargo, antes de que pudiera
hacer o decir algo, me llegó un mensaje avisándome que todo en el
hotel estaba listo y, por eso exclamé: "Ven, vamos".
"Oh... pero esto está tan bueno. Por favor, déjame terminarlo",
suplicó Maya haciéndome una ligera mueca; mientras que, como
no podía resistirme a ese puchero, simplemente esperé a que
terminara su helado y, recién cuando terminó, nos dirigimos al
hotel. Sin dudar ni un solo segundo, bajé y caminé hacia el otro
lado del auto para abrirle la puerta, la sostuve de la mano y
caminamos juntos; después de todo, a mí no me importaban los
paparazzi, ya que Maya era mía y quería que todo el mundo
supiera que ella era la señora Archer. Subimos las escaleras y ella
todavía me miraba con ojos dudosos; pero, cuando llegamos al
último piso. la llevé cargada al estilo de novia.
"Zion, bájame, ¿qué pensarán tus amigos?", exclamó Maya algo
confundida; mientras que, como le había dicho del cambio de
planes y, que esto solo era para nosotros dos, solo le dije: "No te
preocupes, no me importa".
Después de que llegamos, la bajé cuidadosamente y, ella se quedó
totalmente sonrojada; sin embargo, tras descubrir las novedades,
me miró seriamente y, me dijo: "Vas a ser mi muerte, Zion".
De hecho, después de haberla conocido, ninguna dama podía
compararse con ella o, mejor dicho, solo tenía ojos para ella que,
no me importaba nadie más. Además, podía acostumbrarme al
hecho de verla sonrojarse así todas las veces, porque hace que
algo tan simple como sonreír y, de alguna manera, se ve
increíblemente sexy; en realidad, ella es realmente dulce, cariñosa
y, sobre todo, jodidamente sexy. A decir verdad, no puedo negar
que soy el b*stardo más afortunado por tener a esta hermosa mujer
a mi lado.
Cuando el mesero vino y le sirvió jugo de uva a mi esposa, yo
decidí tomar lo mismo; pues, ya que estamos embarazados, estoy
completamente con ella y, no me importa comer lo mismo, incluso
no me importaría llevar la panza por ella.
"Bebé, ¿no quieres un poco de vino?", preguntó mi esposa con
total sutileza; mientras que, muy decidido a estar de su lado, le
pregunté curiosamente: "¿Vino? ¿Las personas embarazadas
pueden beber alcohol?".
"Bebé, soy yo la que está embarazada, no tú", respondió Maya con
firmeza; entre tanto, mirando firmemente y, tomándola de la mano
con cariño, le dije: "No, claro que no, estamos embarazados".
"¿Qué pasó con el almuerzo de Andrew?", preguntó
repentinamente mi esposa; así que, con total honestidad, le
respondí: "Noté que mi esposa no se sentía cómoda, así que hice
lo mejor para nuestra familia, cenar solo nosotros cuatro. Bueno,
cariño, ¿hay
algo que no sepa sobre ti?".
Después de hacerle aquella pregunta, Maya hizo una pausa como
para pensar y, luego se empezó reír locamente; de hecho, sé que
puede ser algo loca, pero también sé que las m*Iditas hormonas
del embarazo la hacen ser mucho más, así como la hacen
lucir increíblemente hermosa.
"Bueno, soy pianista, pero nadie lo sabía excepto mi mamá.
Además, nunca tuve un piano, así que solo tocaba para ganar
dinero extra mientras estaba en la universidad, y sí, antes de
conocerte, también tocaba", me dijo honestamente; entre tanto,
muy sorprendido por aquella noticia, le dije: "Si este lugar tuviera
un piano, ¿lo tocarías?".
"Por supuesto, en realidad extraño mucho tocar y, ahora que estoy
embarazada, no tengo mucho que hacer", dijo Maya con total
firmeza; mientas que, mirándola juguetonamente, le dije: "Bueno,
sería tan sexy que me llamaran el esposo de la famosa
pianista Maya Archer".
Tras ver que ella se rio ante mi comentario, empecé a mirar a mi
alrededor para ver si encontraba un piano; luego, cuando logré ver
uno, le señalé cautelosamente y, le dije: "¿Le gustaría tocar en este
momento, mi señora?"
Cuando vio a donde apuntaba y observó que había un piano de
cola, ella sonrió amorosamente y, me dijo: "Oh, podría
deslumbrarte con ese piano, mi señor".
A decir verdad, no podía negar que quería verla tocar, pero no
quería que la primera vez que la escuchara tocar fuera en público;
por ello, simplemente nos enfocamos en el almuerzo.
Luego, después de que terminamos, tomé su mano entre la mía y,
salimos hasta el auto para finalmente regresarnos a casa.
Capítulo 62
Deslúmbrame
~Desde el punto de vista de Maya~
A decir verdad, el almuerzo fue tan agradable y, me alegro mucho
de que Zion haya elegido llevarnos a otro lugar; después de todo,
como el video s*xual de Nathan sigue circulando en redes y, yo fui
la única que lo vio, sabía que sería la sospechosa número uno
antes sus ojos. Además, realmente no necesitaba todo ese estrés
y, no quería arriesgarme a que me sucediera algo a mí o a mis
pequeños por todo el alboroto que ellos podrían causar. Por otro
lado, amo tanto a mi esposo que, agradezco que mi esposo fuera
tan efusivo y amable conmigo; aunque, no puedo dejar de
preguntarme cómo es que él puede tener dos personalidades. De
hecho, Zion es dulce y cariños cuando está conmigo, pero es todo
un león cuando está en el trabajo; es más, la gente le teme tanto
que, incluso existe el rumor que, con solo una llamada, él podría
hacerte perder todo en un solo minuto.
No obstante, el que sea tan intimidante es una de las cualidades
que amo de él.
"¿Disfrutaste tu almuerzo, bebé?", preguntó cariñosamente mi
esposo; mientras que, lanzándole una sonrisa amorosa, le
respondí: "Todo estuvo muy bien. Me encantó todo, muchas
gracias, bebé".
Mientras íbamos de regreso a casa, tiré mi cabeza hacia atrás en el
asiento y me relajé completamente; no obstante, como los gemelos
se están volviendo demasiado hiperactivos en estos días, siguen
pateando cada vez con más fuerza. El resto de camino a casa fue
sumamente tranquilo; sin embargo, cuando entramos en la villa,
había un camión en la entrada, de donde se movía la gente de
arriba hacia abajo.
De hecho, como tenía tanta curiosidad por ver lo que estaba
pasando, dirigí y enfoqué mi mirada en ello; así que, fue
precisamente en ese momento que me di cuenta de lo que en
verdad era.
"No, no lo hiciste", exclamé sumamente sorprendida por lo que
veía; luego, después de que él me devolvió la mirada y una
sonrisa, abrí rápidamente la puerta del auto y corrí adentro. A decir
verdad, estaba tan asombrada cuando entré en nuestra sala de
estar que, sin poder contenerme, grité y salté encima de él,
olvidando que estaba embarazada; no obstante, parecía que Zion
sabía perfectamente lo que quería hacer, porque me sostuvo
fuertemente. Es más, estaba tan efusiva que, olvidando que no
estábamos solos, lo besé tan ferozmente; sin embargo, no pude
evitar notar como Zion les hizo una seña a los hombres y,
finalmente quedamos solo nosotros dos.
Sin saber qué más decir o hacer, apoyé mi cabeza contra su pecho
y dejé que él me diera un cálido beso en la frente; luego,
acercándose cariñosamente a mi oído, me susurró dulcemente:
"¿Te gusta?".
"¿Me estás tomando el pelo? Esto es lo mejor. ¡Me encanta!",
exclamé muy emocionada; entre tanto, mientras caminaba hacia el
piano, Zion me dijo sutilmente: "Bueno, me alegro de que te guste,
la sala de estar se parece más a una casa ahora y, hasta creo que
el piano era lo único que faltaba. Pero bien, vamos, necesito tu
ayuda".
"¿Dónde me quieres?", le dije seriamente, intentando ayudar; sin
embargo, Zion tomó mis palabras en un doble sentido y, dándome
una sonrisa traviesa, me dijo: "Bueno, podemos comenzar justo
aquí encima de este piano, si te inclinas sobre él, tal
vez te lleve a la encimera de la cocina y, a continuación, el sofá;
luego, podemos terminar en la habitación, ¿qué opinas?".
A decir verdad, no pude evitar sonrojarme porque eso no era lo que
quería decir; pero, tener a este esposo mío tan cerca, hace que
pierda los papeles y, quiera hacer ciertamente algo de lo que dice.
"Bueno entones encima de este piano y, luego en la habitación", le
dije, pues estoy tan excitada que, apenas podía concentrarme;
entre tanto, obedeciendo mis palabras, Zion volvió a inquirir:
"¿Cómo lo quieres?".
"Bueno, entonces juguemos que me comes y que vas a devorar mi
alma viviente. Tócame, si quieres, méteme todo de ti, te quiero
dentro de mí. ¿Te parece eso?", exclamé juguetonamente; entre
tanto, Zion, quien ya estaba muy excitado, dijo
firmemente: "Entonces será mejor que toques algo bueno".
"Claro, de eso no tenga duda, mi señor", le dije, con muchas ansias
por empezar el juego.
~ Desde el punto de vista de Zion~
Sin dudar ni un solo segundo, empecé a mirar su cuerpo con la
mirada y, posé lentamente mis ojos sobre su firme y asombro
pecho; de hecho, cada palabra fue un completo desafío y, estaba
seguro de que no quería perderlo.
No obstante, antes de empezar nuestro pequeño juego, saqué mi
celular de mi bolsillo y, llamé a Lucas para decirle que todos tenían
el día libre y que quería que volvieran mañana para un nuevo día
de trabajo; por su parte, después de la orden, Lucas no
replicó nada y, aceptó lo decidido.
Luego de eso, volví a guardar mi celular y, mirando a mi mujer
frente a mí, le ordené fogosamente: "Ahora sí, deslúmbrame".
Tras escucharme decir ello, Maya se quitó la pecaminosa tanga
que traía puesta y la colocó entre mis dientes; luego, levantó una
de sus piernas, revelando su pecaminoso y afeitado c*ño.
Por mi parte, ni bien vi su c*ño, tragué saliva con su tanga entre
mis dientes y, mi p*ne se puso completamente duro al instante;
sin embargo, supuse que quizás se debió al mes de hambre que
sufrí.
Después de ello, Maya me miró y me sonrió como si fuera a recibir
algún castigo, movió sus dedos bruscamente sobre el instrumento
y, me miró seductoramente; sin embargo, más que un simple
juego, eso para mí fue un verdadero tormento, pues tras un largo
mes sin hacer nada, ahora solo quería liberar todo dentro de mí. De
hecho, luego de 30 largos días, sé que merezco más y, por ello no
aguanto más las ganas de tomarla y hacerla completamente mía;
sin embargo, mientras tocaba la canción
Shades of Lover de Susanne Regen, ella levantó las piernas y,
aproveché a lamer su v*gina como un cachorro domesticado. No
obstante, cuando la escuché gemir, no pude soportarlo más y, la
levanté apresuradamente para ponerla encima; luego, arrastré la
silla y me senté muy cerca de ella mientras su c*ño estaba
visiblemente para mí.
Luego, cuando mi cabeza se acomodó entre sus muslos, me puse
de pie y me rocé contra ella, frotando mi p*ne rígido y hambriento
contra su suavidad; después, cuando volví a colocar mis ojos entre
sus piernas, mis ojos brillaron llenos hambre y,
acaricié su piel con la punta de mis dedos.
"¿Te gusta lo que ves, papá?", dijo Maya con total seducción;
mientras que, completamente extasiado por ella, empujé mis dos
dedos en su c*ño y, le dije: "¡M*erda! Eres mi perdición, ¿lo
sabías?"
Cuando escuché su repentino grito en respuesta de la acción que
hice, me reí sutilmente y presioné más mi cara entre sus 22:36
muslos; luego, empecé a devorarla lamiendo toda su esencia y, ella
solo dejó escapar un grito agudo antes de enterrar sus dedos en mi
espeso cabello.
"¡Oh! Dios mío, ¡Zion!", exclamó delirantemente Maya, cerrando los
ojos con gran placer; mientras que, yo me reí maliciosamente por lo
hambrienta que ella estaba, pues el mes que ella me prohibió,
también fueron suficiente tortura para ella
y su c*ño.
"Oh, por favor, Dios no va a salvarte de matarte de hambre, señora
Archer", exclamé con seriedad; luego, con una voz totalmente
áspera, añadí: "Pero yo sí, Zion Archer puede salvar tu pequeño
c*ño".
Capítulo 63
¿Gatito?
~Desde el punto de vista de Zion~
De hecho, una cosa que me encanta de mi esposa es que me
desafía y odia perder contra mí; aunque, no puedo negar que, hoy
podría perder porque realmente he pasado un mes sin s*xo y, solo
quiero estar hasta muy... pero muy dentro de ella. Sin dudar ni un
solo segundo, Maya se bajó del piano y empezó a desabrocharme
los pantalones; así que, con muchas ganas de estar dentro de ella,
la cargué en mis brazos y me dirigí apresuradamente hacia nuestra
habitación. Además, tenemos tanta hambre el uno del otro que, sin
esperar más, cuando la coloqué sobre la cama, ella
inmediatamente fue por mis pantalones.
"No eres el único que tiene hambre. ¿Lo sabes?", dijo mi esposa
muy excitada; mientras que, sin poder contradecir sus palabras,
simplemente asentí y, le dije en respuesta: "Sí, así veo, señora
Archer".
Por mi parte, solo puse mi mano sobre mi cabeza y la dejé hacer lo
suyo; luego, cuando escuché que mis pantalones golpeaban el
suelo, también pude sentir la excitación proveniente de mi p*ne y,
seguidamente el líquido preseminal de mi interior. A decir verdad,
no podía saber exactamente qué le estaba tomando tanto tiempo;
pero, lo siguiente que escuché fue que me azotaban
el trasero y, me dijeron: "Tienes un buen culo, gatito".
En realidad, no sabía exactamente en donde había aprendido eso;
pero, el que me llamara gatito solo decía que tenía un buen deseo
de muerte o, mejor dicho, sería yo quien la tomaría hasta que no
pudiera más
"¿Ni siquiera un lobo? ¿Solo soy un gatito?", le pregunté con gran
curiosidad; mientras que, completamente segura, me dijo
firmemente: "No, no puedes ser un lobo. Ahora yo soy la p*ta loba,
y tú tienes que ser el gatito o, puedes ser un lindo conejito
también".
"Vaya, estoy algo ofendido", exclamé seriamente; pero solo
escuché otro azote resonando por todo el dormitorio y, las palabras
de mi esposa que me dijeron: "Llámame mami hoy".
"¡Qué!", abrí la boca para protestar, pero ella me interrumpió de
inmediato y, no me dejó decir ni una sola palabra más; en
• cambio, ella me miró firmemente y, añadió: "Lo primero es lo
primero, me vas a llamar señora, mamá, mami, cualquiera de esos
o, el que prefieras, aunque yo prefiero más mami. No te atrevas a
llamarme Maya, Lady Archer o señora Archer, ¿de acuerdo? Si me
llamas cualquiera de los tres nombres prohibidos, te castigaré sin
previo aviso, ¿entendido?"
"Sí mami", respondí, sin nada más que pudiera hacer; después de
todo, por los niños, tendría que ser suave con ella y, sobre todo, un
poco más flexible ante sus pedidos y antojos.
De hecho, si no hubiera sido por ello, definitivamente hubiera
replicado y, la hubiera hecho mía sin piedad; entre tanto, con la
mirada fija en mí, Maya continuó: "Bueno, esa era la regla número
uno y, la regla número dos es que no debes mirarme a menos que
te lo pida. Tus ojos deben estar en el suelo, ¿entendido?".
"Sí, señora", volví a asentir en acuerdo; aunque, no podía negar
que, ya no quería más reglas y, solo esperaba que ella tragara todo
mi p*ne. Por supuesto, como sé que ella no puede tragarme entera,
sonreí astutamente mientras le di una ligera mirada;
sin embargo, como recordé que no tenía que mirar a la señora,
desvié inmediatamente mi mirada al piso. No obstante, como
mirarla fue una ofensa, sabía que iba a obtener algún castigo, pero
no sabía exactamente que era; no obstante, justo cuando pensaba
en ello, sentí algo frío junto con sus diminutas manos apretando
mis bolas y, no pude evitar gemir mientras pensaba en qué diablos
usó para apretar a mis test* culos.
"Regla número 3, no hables a menos que te lo indique, ¿de
acuerdo?", volvió a ordenar la mujer; mientras que, si tener idea de
lo que uso en mis bolas, simplemente exclamé: "Sí, mamá".
"Ah, por cierto, gatito', exclamó sutilmente mi mujer, a pesar de que
odio ese nombre; después de todo, esperaba cualquier cosa como
lobo, león, semental, pero no gatito, eso sonaba muy infantil para
alguien como yo. Sin embargo, obligándome a mirarla, Maya
arrastró mi mirada a la de ella y, me dijo: "Gatito, mírame, se
supone que no debes correrte sin mi permiso. Si te corres, no
follarás durante otro mes, ¿entendido? A decir verdad, cuando la
escuché decir eso, no pude evitar mirarla totalmente horrorizada,
pues eso no era algo que pudiera controlar; además, mis venas ya
estaban abultadas, gritando por mi liberación. Sin poder evitarlo,
empecé a sudar nerviosamente, y, solo vi como ella luchaba por no
soltar la risa que contenía; ya que, al final, me tenía envuelto en
sus redes.
"Bueno, eso es todo", dijo repentinamente la mujer, quitando lo que
parecía ser un cubo de hielo que tenía en mis bolas; no obstante,
no puedo negar que, ella era mi muerte.
"Satisfáceme", me ordenó repentinamente mi esposa; mientras
que, siguiendo a la perfección cada una de sus reglas, mirando al
suelo, le pregunté: "¿Cómo me quiere, señora?". De hecho, no me
gustaría nuevamente el hielo en mis bolas; ya que, así
definitivamente me correré y no podría darles a mis hijos el helado
espeso y caliente de papá o, mejor dicho, era yo quien
necesitaba que lo comieran.
"Mami, mami, no te olvides que eso es lo que prefiero", dijo mi
mujer; así que, siguiendo sus deseos, volví a preguntar: "Sí, mami,
¿cómo me quieres?".
Después de ello, Maya me miró y abrió las piernas para mí; sin
embargo, sabiendo que yo me burlaría de ella, cerró lentamente las
piernas y me ató las manos. A decir verdad, no había duda que
suponía que iba a castigarla y, ahora que estaba en problemas,
solo observé como volvía a subir a la cama y hablaba lentamente.
"Empieza a dar vueltas", ordenó mi mujer; sin embargo, aún con
las manos atadas, sabía que podía burlarme de ella con mi lengua.
Es por ello que, fui por el agujero y, sentí como sus muslos
inmediatamente se presionaron contra mi cabeza antes de que
comenzaran a temblar.
~Desde el punto de vista de Mava~
A decir verdad, quería controlarme lo más que pude, pero fracasé
terriblemente cuando enterró su cabeza entre mis muslos; no
obstante, no puedo negar que, cuando mis muslos se presionaron
contra su cabeza, juro que lo escuché ronronear sexymente.
decir verdad, es ver como su lengua me f*Ilaba con tanto placer,
hizo que mis venas se contrajeran profundamente y, que pudiera
controlar mi cuerpo; es más, lo único que pude hacer fue sujetar su
cabeza hasta... ¡J*der!
De hecho, no supe cuando desató sus manos, pero comenzó a
entrar y salir de mi v gina una y otra vez, haciendo gritar
descontroladamente cuando estaba llegando a mi punto máximo;
no obstante, al ver que mi esposo se detuvo, me senté
rápidamente en el borde de la cama y, tras ver a mi esposo de
rodillas con los ojos en el suelo, le pegunté: "¿No te atreves a
probarme, Zion Archer?".
"Mami, ¿qué te pasó? ¿Ya no me llamas gatito?", dijo Zion con
total curiosidad; sin embargo, deseando que me haga suya, le grité
furiosamente: "¡Olvídate del m*Idito gatito y ven a f*Ilarme de
inmediato!".
Capítulo 64
Olvidé cómo gemir, ¡guau!, ¡guau!
~Punto de vista de Maya~
Me aprisionó entre sus brazos contra la pared. Con sus labios
cerca de mi oído, susurró: "¿Te gusta meterte en problemas?".
"No sé a qué te refieres".
"Sabes muy bien a lo que me refiero. Me llamaste 'gatito', 'conejito'',
murmuró. El miedo se apoderó de mí al instante. El Zion que tenía
ahora frente a mí era peligroso. Luego, me soltó.
"Podría haberte castigado, pero estás embarazada", dijo mientras
empujaba mi torso sobre su regazo. Su gran mano se posó sobre
mi trasero d*snudo. Podía sentir que el bulto debajo de mis costillas
crecía con cada nalgada que me daba
"¿Qué demonios te pasa?", le dije mientras me ponía de pie. Me
picaba el trasero, que ahora, probablemente, estaba rojo como un
tomate.
Miré a mi marido. Estaba enojada porque me había nalgueado.
Quería mostrarle que estaba molesta por los azotes, pero j*der, el
hombre parecía recién salido de una revista, con su espeso cabello
negro que caía sobre sus ojos, sus abdominales que me daban
ganas de recorrerlos con los dedos, y esos músculos que
conducían a algo que quería sentir dentro de mí
desesperadamente. Me mojé con tan solo mirarlo.
Impulsivamente, en lugar de pelear con él por haberme azotado, le
dije: "Te ves s*nsual, varonil y extremadamente caliente".
"-Ay! ¿Tómame!", agregué al instante.
"¿Como lo quieres?", me preguntó. Me sonrojé y di un paso atrás,
pero él se acercó lo suficiente como para que sintiera su cálido
aliento en mi rostro. "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te f*Ilé
tan fuerte y durante tanto tiempo que hasta olvidaste tu
propio nombre?".
Oh, dulce Señor, sí. "Un mes y una semana, creo", respondí, y él
sonrió.
"Quería que acabaras conmigo, pero parece que va a tener que ser
al revés". Separó mis piernas con un rápido movimiento y, un
segundo después, estaba enterrado profundamente dentro de mí.
"¡J*der, cómo me aprietas en tu interior!", exclamó.
Mis manos volaron para agarrar su c*lo trabajado. Pero era
demasiado placer. Me sostuve con fuerza del borde de mi mesita
de noche mientras él seguía empujando como si me fuera a
succionar la vida, y grité cuando mi org*smo atravesó todo mi
cuerpo.
"¡Ahhh, j*der, sí!". Temblé debajo de él y pude sentir que él también
estaba llegando a su punto máximo. Su p*ne comenzó a
expandirse dentro de mí golpeando cada centímetro de mi s*xo.
"¡Zion!".
No podía creer que el clímax pudiera ser tan dulce después de un
mes de hambre. Ambos nos vinimos al mismo tiempo.
"¡M*erda!", lo escuché gruñir con una expresión de descontento.
Me disponía a ir al baño para limpiarme y, luego, poder volver y
dormir, pero Zion sonrió y preguntó: "¿Quién dijo que habíamos
terminado?"
22:37
Sin darme oportunidad de responder, colocó mi cl*toris entre sus
dientes e, inmediatamente, enterré mis manos en su cabello y lo
obligué a que me dejara sentarme donde yo quería. Aunque, en
este punto, mis piernas parecían de gelatina, pude mantenerme
erguida con su ayuda, pues sus manos sujetaban firmemente mis
nalgas. Sentí que me desintegraba por completo cuando introdujo
un dedo en mi trasero, pero seguí cabalgando sobre su rostro con
el mismo ritmo. Pude oír que él siseó
mientras me corría en toda su cara.
"De rodillas", ordenó. Sin protestar, me arrodillé y esperé sus
instrucciones. Ya tuve suficiente con el papel de dominatriz; ahora,
era mi turno de ser su gatita. Oh, bien hecho, Maya. Tiró de mi
cabello hacia un lado y se inclinó para darme un beso salvaie.
"Conejita, ¡abre la boca!", exigió con un tono firme. Abrí bien
grande mi boca y permití que introdujera su polla. Solo pude asentir
en respuesta a la aceleración de sus embestidas.
"Quiero que lo bebas todo, perrita".
Cuando asentí con la cabeza en acuerdo, él aceleró el ritmo
empuiándose aún con más fuerza dentro de mí y exigiendo que lo
tomara todo.
"Frota mis bolas", dijo, y luego, cuando lo hice, gimió con un: "Sí,
así". Me miró con indiferencia mientras vertía su semen dentro mi
boca. "Ahora, actúa como una buena chica y trágatelo todo",
ordenó.
Mientras él seguía penetrándome hasta la garganta, yo continué
tragando chorro tras chorro de su s*me caliente y espeso.
Me sujetó precipitadamente para levantarme. Luego, me dio un
golpecito en la nalga derecha mientras se abría paso hacia
adentro.
"Dime qué quieres. ¿Cómo quieres que acabe contigo?".
Clavé mis uñas en las sábanas mientras él salía y entraba, sin
poder evitar empujarme hacia adelante.
"Acaba conmigo ya mismo. Duro, muy duro".
Gemí cuando aceleró el ritmo de sus embestidas, que se volvieron
más dolorosas al cambiar de posición. Ahora, había colocado la
planta de su pie izquierdo sobre la cama, lo que le dio un ángulo
diferente para sumergirse más profundamente en mi s*xO.
Nunca tendré suficiente de este hombre. Él es tan j*didamente
delicioso. Me hace querer gritar todo tipo de palabras prohibidas..,
¿y por qué no?
"¡Guau!, ¡guau!", ladré de repente. No pude creer lo que acababa
de hacer. Zion se apartó y comenzó a reír. Eso me molestó porque
yo estaba sintiendo cosas.
".¿Qué c*rajo, Maya!?"
"¡Vuelve aquí si sabes lo que te conviene!", le sugerí. Para
persuadirlo, empecé a hacer "twerking" y a balancear mi trasero,
lista para volver a ladrar. "Te dije que olvidé cómo gemir"
Me levantó tomándome del pelo y dijo: "Ladra como la p*rra que
eres".
"Oh, Dios, ¡ya me vengo!".
"No te atrevas, ¡primero debes ladrar!".
Abrí la boca con la intención de obedecerlo, pero no pude controlar
los sonidos que emitía. Se me escapó un grito cuando mis paredes
se cerraron alrededor de su larga y gruesa p*la y tuve otro org*smo
alucinante. Pero Zion no dejó de empujar. No sabia qué hacer.
Estaba temblando a causa de sus embestidas.
Separó mis nalgas con sus manos y comenzó a avanzar. "Respira,
Maya. Esto se siente muy bien, ¿no? Ahora, ladra para mí".
"¡Guau!, ¡guau!".
Me concentré en mi respiración hasta que estuvo completamente
adentro.
"De rodillas", me indicó, y me empujó sobre la cama; tenía un pie a
cada lado de mi cuerpo y se sostenía con la fuerza de sus brazos.
Me penetró de cuclillas hasta que se corrió de nuevo.
"Avísame si necesitas que lo hagamos en un estilo diferente", dijo.
Luego, desarmó la posición y se acostó a mi lado mientras
tratábamos de recuperar el aliento.
"Te amo..,. ¡te vuelves loco, id*ota! No me hagas odiarte, Zion".
"Nunca más te haré eso, Maya. No puedo arriesgarme a no dejarte
sin aliento"
Capítulo 65
Mentiras y engaños
~Punto de vista de Maya~
El sol brillaba intensamente a través de las cortinas y me daba
justo en la cara. Cerré los ojos y traté de abrirlos de nuevo, pero
me resultó imposible. Me volví hacia el otro lado para buscar a mi
esposo. No estaba en la cama, pero vi que me había dejado el
desavuno en la mesita de noche. Sonreí y fui al baño para hacer
mis necesidades; luego, me di una ducha rápida y me lavé los
dientes. Volví al cuarto y me subí a la cama, tomé la bandeja de la
mesita y comencé a comer. Zion era un gran cocinero, pero eso no
lo supe sino hasta después de casarme con él. Terminé mi
desayuno y me disponía a salir de la habitación, cuando escuché
una gran conmoción afuera. Salí corriendo y, al abrir la puerta
principal, me topé con mi madrastra y mi hermanastra, Iv, que me
saludaron. Sin embargo, quienes tenía en frente no eran las
mujeres elegantes que yo recordaba, sino que, ahora, lucían cual
pordioseras. ¿Qué les había sucedido?
"Maya, por favor, escúchanos por un momento y te prometo que,
luego, nos iremos", me rogó mi madrastra. Parecían personas que
lo habían perdido todo. ¿Por qué se rebajaría a suplicarme la
todopoderosa Sra. Jones? Quiero decir, nunca le agradé. Tal vez
se trataba de algo importante.
"Está bien, Lucas, hazlas pasar".
"Por supuesto, señora Archer". Les hice señas para que entraran y
tomaran asiento, pero en lugar de eso, se arrodillaron mientras yo
me sentaba en el sofá. Aunque mi madrastra nunca me había
querido, no podía verla comportarse de esta manera;
incluso si no sentía nada por mí, no podía verla de rodillas. Nunca
me habían tratado como de la familia, pero si yo les hacía lo
mismo, entonces no era diferente de ellas. Sentí la obligación de
llamarla de la manera en que ella me obligaba a hacerlo; nunca
imaginé que volvería a decirle así...
"Mamá, levántate", le pedí mientras le tendía mi mano. Pude notar
su sorpresa cuando me escuchó llamarla "mamá".
Inmediatamente, me miró y comenzó a llorar; las lágrimas rodaban
precipitadamente por sus mejillas. La acompañé hasta sofá para
que se sentara y froté sus manos porque se veía nerviosa y débil al
mismo tiempo. Con la mirada en el suelo, murmuró: "Lo
siento, mi dulce niña"
¿Dulce niña?
¿Cuándo me convertí en una niña dulce para ella? No podía
hacerle ninguna pregunta. Me daba la impresión de que habían
venido hasta aquí para dar un gran discurso. Así que la dejé hablar
sin interrupciones. "Si te traté tan mal fue porque eres la única hija
biológica de Robert. Él no lo sabía hasta ahora, pero lvy no es
suya". Mis ojos se abrieron de par en par.
¿lvy no es mi hermanastra? ¿Qué estaba pasando?
La miré, toda sorprendida, pero continuó al instante: "En ese
entonces, Robert era el único hombre de negocios exitoso en J-City
y mi familia me obligó a casarme con él. Yo estaba saliendo con
alguien, pero su negocio no iba bien como el de tu padre.
Tuve que casarme con Robert a la fuerza; en ese momento, no lo
amaba. Por lo tanto, aún casada, continué viéndome con el hombre
del que estaba enamorada. Sin embargo, con el paso del tiempo,
me di cuenta de que tu padre era la persona más dulce del mundo
y que me amaba genuinamente, así que decidí darnos una
oportunidad y llegué a enamorarme profundamente de él.
Pero fue demasiado tarde: cuando comencé a amar a tu padre, ya
estaba embarazada. Ya sabes cómo es él. Si le hubiera dicho que
esperaba el hijo de otro hombre, podría haberme echado sin
dejarme explicarle cuál era mi situación y que me habían obligado
a casarme con él. Es por eso que le hice creer que lvy era su hija.
Sé que fue un acto vergonzoso, pero lo hice porque lo amaba y lo
que tenía con él era real. Robert me amaba también, lo sé. Pero
después de un tiempo, escuché que estaba saliendo con otra
persona. Tras comprobarlo, descubrí que se trataba de su primer
amor, tu madre. Me puse celosa al descubrir que su amor era
inquebrantable, así que lo encaré y me confesó que ella ya estaba
embarazada de ti. Entonces, como Ivy no era suya, le hice creer
que yo era capaz de cuidar de ambas niñas al mismo tiempo. Lo
hice porque quería parecer una buena mujer a sus ojos y poder
ganarme su confianza para que decidiera quedarse conmigo y
dejar a tu madre. Por lo tanto, le dije que te trajera a casa y que yo
te criaría. Y funcionó. Luego, inventé una historia, que le conté a
Robert, y es la historia que conoces hoy: que tu madre seduio a tu
padre. Pero eso no es cierto. Se amaban, pero no quería perder a
Robert por culpa de Chloe. Ellos dos fundaron nuestra empresa
familiar. Tu madre renunció a todo por tu padre, incluyéndote a ti,
sin oponer resistencia.
Mi madrastra hizo una pausa y respiró hondo. Mientras tanto, yo
trataba de procesar todo lo que estaba escuchando. Luego,
continuó: "Me aseguré de que Ivy se viera bien en comparación
contigo porque quería convencer al mundo de que ella era la hija
legítima de Robert Jones y que tú eras la bastarda. Mi plan salió
bien durante todos estos años, hasta que la verdad, finalmente,
salió a la luz. Mis mentiras se volvieron en mi contra y mi hija
terminó cometiendo el pecado de acostarse con su propio
hermano, pues el padre de Ivy es Rick Connor. Ella y Nathan son
hermanos. Nunca podré perdonarme eso"
Quedé atónita. Me cubrí la boca con las manos y volví mi atención
hacia lvy, quien no había dicho nada desde que llegó aquí. La
odiaba, pero no le desearía a nadie lo que le sucedió a ella, ni
siquiera a mi mayor enemigo. La pobre estaba sollozando con una
expresión de arrepentimiento. Debería alegrarme que ella quisiera
a Nathan y me haya dicho que yo no era digna de él. Debería
alegrarme que el hombre que me quitó y con quien hizo un trío
fuera su propio hermano. Debería llamarlo "karma", pero no soy
así. No podría usar algo así contra nadie. No soy de los que
encuentran placer en el sufrimiento de los demás. Simplemente, no
es quien soy. Me levanté, me acerqué a lvy y le di un abrazo. Los
gemelos patearon, lo que sorprendió un poco a mi hermanastra,
pero luego, el gesto de asombro fue reemplazado por una sonrisa.
Me senté a su lado y le cogí la mano.
Mi madrastra prosiguió: "Tu esposo fue quien descubrió la verdad
de todo esto. Tu padre estaba bajo mi influencia porque quería
mantener unida a su familia. Por lo tanto, continuó con la mentira
que inventé sobre tu madre. Pero fue un error por mi parte hacer
que él te descuidara por mi propio beneficio. Tu padre lo perdió
todo y nos echó por mi engaño. Robert es un hombre orgulloso y
nunca se disculparía contigo, pero yo sé con certeza que se
arrepiente de todo. Señor Archer le ofreció cien mil millones de
dólares para que se mantuviera alejado de ti, pero tu padre se negó
a aceptar el dinero y rehacer su vida. Robert siempre ha tenido
mentalidad de empresario. Cien mil millones es una cantidad que
nunca ha ganado en su vida, pero se negó a cambiarte por dinero,
por mucho que sea. Se arrepiente de todo, Maya. Yo también me
arrepiento. Si hubiera podido decirle a Robert que Ivy no era suya,
podría haber seguido quedándose conmigo y seguir fingiendo que
es el padre de ambas ante el resto del mundo. Pero yo tenía miedo
de que él te amara más que a lvy, lo cual fue egoísta de mi parte.
Destruí nuestra familia por mis propias inseguridades y mentiras.
Me llevará tiempo perdonarme a mí misma por lo que hice. Esto me
ha estado carcomiendo durante años, pero mantuve una actitud fría
para ocultar mis emociones. Ahora, estoy aquí para pedirte que
perdones a tu padre. Puedes odiarme, pero por favor, no lo odies a
él. Le hice creer cosas que no eran ciertas para mi propio beneficio.
Robert es un gran hombre y un gran padre. Él las amaba a las dos
incondicionalmente, pero yo me interpuse en ese amor e hice que
cuidara solo a la hija que no era suya. Tengo miedo de que, a
causa de tanto arrepentimiento, Robert termine intentando hacerse
daño. Durante los treinta años de nuestro matrimonio, nunca lo he
visto llorar, ni una sola vez. Pero lloró cuando descubrió que eras
su única hija y cayó en la cuenta de todo lo que te había hecho. Por
eso, incluso después de perderlo todo, no luchó por sus bienes.
Dijo que lo único que le importaba era lograr que su hija lo
perdonara. No le importa quedarse sin nada, solo quiere hacer las
paces contigo, aunque no pueda decírtelo él mismo. Tu padre te
necesita, Maya".
No sabía cómo sentirme después de haber recibido toda esa
información. Debería maldecir a la mujer que tenía delante, pero se
necesitaba mucho coraje para venir aquí hoy y contarme todo esto.
¿Qué debía hacer?
Capítulo 66
Haciendo las paces
~Punto de vista de Maya~
No sé cómo me siento con respecto a esta confesión. Para mi
padre, yo era solo un patrimonio necesario para mantener en pie su
compañía. Nunca me consideró su hija. Trató de arreglarme
matrimonios. Me hacía acompañar a sus socios comerciales en
viajes de negocios. Yo estaba empeñada. Me duele, pero la
maldad no se puede pagar con más maldad. Miré a las dos
muieres que me trataron mal toda la vida y supe, una vez más, que
yo no soy como ellas
"Espérenme aquí, ya vuelvo", les dije.
Subílas escaleras para ponerme algo más cómodo y volví a bajar.
Agarré las llaves de mi auto y dije: "Díganme dónde está mi padre".
Ellas asintieron, salieron conmigo y me guiaron hasta el hotel. Una
vez dentro de la recepción, decidí llamarlo.
"Mi pastelito", dijo al responder.
"Estoy abajo en el hotel. ¿Puedes venir?".
Él aceptó. No le informé que me acompañaban mi madrastra y mi
hermanastra. Unos minutos después, mi padre apareció.
Puede que no tuviéramos una relación sólida de padre e hija, pero
lo conocía muy bien y, por lo tanto, no me engañaba su aspecto
impasible. Incluso cuando no se encontraba bien. siempre trataba
de ocultarlo. Se detuvo cuando vio a lvy y a mi madrastra, pero me
acerqué a él y le sonreí. Cuando lo abracé, no quería soltarme, así
que no me aparté y esperé a que él rompiera el abrazo. Luego,
miré a mi alrededor y vi que había un restaurante, pero no me
pareció un lugar adecuado para hablar de temas tan sensibles. Al
darse cuenta de esto, sin preguntarme nada, mi padre dijo:
"Síganme'
Así lo hicimos y nos condujo hasta su suite y, para mi mayor
sorpresa, mi esposo también estaba allí. Lo miré con una expresión
de extrañeza, pero él me ignoró. Se levantó para irse, pero mi
padre le pidió que se quedara.
¿Cuándo había venido hasta aquí?... Pensaba que estaba en el
trabajo.
Todos nos sentamos y nos quedamos callados. Como nadie
rompía el silencio, miré a mi papá mientras aclaraba mis
pensamientos para comenzar a hablar, pero él se me adelantó.
"Maya, cariño, sé que te hice mal durante todos estos años. Te hice
pasar por tantas cosas que ni siquiera merezco que me
• llames 'padre'. Te utilicé para mi propio beneficio, te obligué a
hacer viajes de negocios innecesarios con hombres que podrían
haberte violado. Lo siento mucho, pastelito. Tu esposo me abrió los
ojos y tal vez eso era justamente lo que necesitaba. Esto me hace
sonar como un oportunista porque da la impresión de que necesité
que la verdad saliera a la luz para darme cuenta de que he estado
viviendo una mentira durante todos estos años. La niña que
descuidé resultó ser buena y decente, mientras que aquella a la
que consentí resultó ser una desgracia y, peor, ni siquiera tiene mi
sangre. Te he hecho daño, Maya, y te he mentido sobre tu madre
solo para hacer feliz a mi esposa. Tu madre nunca me sedujo.
Chloe y yo salimos durante años antes de que nacieras. Ella fue mi
primer amor y yo, el de ella. Pero elegí vivir una mentira para poder
salvar las apariencias. Solo unas pocas personas sabían de tu
madre y de mí. Y otras pocas pensaron que engañé a mi esposa
para concebirte, aunque fue todo lo contrario. Les hice daño a ti y a
tu madre, pastelito. Siempre me arrepentiré de esto y no importa
cuánto dinero me ofrezcan:
aunque nunca te he demostrado afecto, no podría cambiarte por
ninguna cantidad".
Hizo una pausa y miró a mi esposo, quien ni siquiera había
mostrado ninguna emoción desde que llegamos aquí. Esto me
hacía preguntarme si este era el mismo hombre cachondo y
divertido con el que me he casado. Frente a otras personas,
conserva un aspecto frío, pero conmigo, siempre es divertido.
Me aclaré la garganta y dije: "Papá, tenías tus razones. No estoy
aquí para hablar del pasado. Estoy aquí para hablar del futuro.
No quiero que, cuando mis gemelos vengan a este mundo, los
reciba una familia rota. Sí, tenemos nuestras diferencias, pero
¿qué familia no pelea? Todas tienen sus secretos. Mamá se
equivocó al haberte mantenido al margen; podría haberte contado
todo y haberte dejado decidir. Quiero a Ivy y quiero a mamá.
Aunque me tomó mucho tiempo poder decir esto, todo lo que
siempre quise fue que ustedes tres me apreciaran y celebraran mis
éxitos conmigo. No somos perfectos, nadie lo es. Sería una lástima
renunciar a una familia que ha trabajado duro para llegar hasta
aquí. La traición es difícil de perdonar, pero con el tiempo,
aprenderemos a vivir con ella y olvidaremos. Sé que amas a mamá
y también sé que te debe haber costado mucho asimilar las noticias
sobre Iv. Pero, papá, ¿estás dispuesto a abandonar a las personas
con las que has compartido la mitad de tu vida? Una vez me dijiste
que no soportas ver gente sin hogar. A lo largo de los años, te vi
comprar casas para los mendigos.
Incluso me dijiste que la adopción no es tan mala idea.
Recientemente, al igual que tú, ayudé a dos personas y les di
cobijo. Esa clase de bondad la aprendí de ti. Si adoptar un niño no
es tan mala idea, ¿por qué no puedes aceptar a la única chica que
has amado toda tu vida? ¿Por qué no puedes perdonar a mamá y
seguir adelante? No te estoy pidiendo que te vuelvas a enamorar
de ella, pero trata de resolver las cosas y ver adónde te lleva.
Incluso si lvy no es tu hija biológica, siempre será tu princesa al
igual que yo siempre seré tu pastelito"
Me miró y sonrió. "¿Cuándo maduró tanto mi pastelito?". Sonreí y
me levanté para ir a sentarme a su lado.
"Tu pastelito creció hace mucho tiempo y también puede intentar
estar en los espectáculos de todos". Me acarició la cabeza y me
besó en la mejilla
"Te ves hermosa, pastelito. ¿Te escuché decir, 'gemelos'?". Asentí
con la cabeza y él sonrió y miró a mi esposo, que seguía callado y
observándonos sin emitir ninguna expresión. "Lo has hecho bien,
pastelito. Me alegra saber que se sumarán dos más a la familia".
Sonreí y lo abracé. Entonces, escuché que alguien se aclaraba la
garganta.
"Pastelito, ¿me esperas afuera mientras hablo con tu papá?"
¿Pastelito?
¿Desde cuándo Zion me llamaba "pastelito"?
¡Pervertido!
• Pastelito…
Capítulo 67
4 meses después...
~Punto de vista de Mava~
Habían pasado ocho meses completos y todavía estaba
embarazada. ¿No dijeron que los gemelos llegan más rápido que
cuando es un solo niño? Juro que necesitaba parir; estaba
agotada. Mi estómago se sentía como un campo de fútbol. A
veces, tenía la sensación de que no eran dos, sino tres. Las
patadas eran una cosa de otro mundo. Iba a enloquecer si no me
escapaba de esta casa y me iba muy lejos. Sí, ¿no? Emma y
Sophia podrían ser una buena distracción. Me dijeron que, una vez
que tus piernas se hinchan, estás casi cerca. Creo que me
mintieron. Quiero decir, tenía las piernas hinchadas desde hacía
dos meses... Tomé mi teléfono y llamé a Mishka para almorzar
juntas y me dijo que, además, tenía algo importante que decirme.
Así que me cambié de ropa y salí. Si no me iba de esta casa, me
iba a volver loca. Llegué al restaurante y me senté a esperarla.
"Esto es nuevo", me dije.
Siempre es ella la que llega antes que yo..., pero sin embargo, aquí
estaba; llegué más temprano. Nunca llego temprano a nada.
Miré el menú y pedí un jugo de naranja mientras esperaba. Cuando
llegó mi jugo, lo vi a Nathan entrando al restaurante y me
lanzó una mirada.
Justo lo que necesitaba.
Suspiré y bebí mi jugo. Esperaba que no me preguntara sobre su
video s*xual; no fui yo quien lo había hecho público. Se acercó, me
dio un beso en la mejilla y se sentó.
"Hola, pastelito", me dijo.
Inmediatamente, el jugo de naranja que estaba bebiendo cobró un
gusto amargo. Odiaba que me llamara así. Quiero decir, va no
estábamos juntos, por lo que no debería seguir llamándome de esa
manera.
Luego, dijo: "Oh, vamos, Maya, sé que me odias. Pero no estoy
aquí para hablar del pasado. Quiero decir, esas gemelas son,
literalmente, mis sobrinas ahora, ¿verdad?". Me atraganté con mi
bebida. En el momento justo, entró Mishka seguida de mi
hermanastra y mi madrastra. Mishka se apresuró a darme
palmaditas en la espalda junto con Ivy, y mi madrastra corrió a
buscarme un poco de agua.
"Oh, dulce niña, deberías tener más cuidado, querida". La miré y
me disculpé. Desde aquél último escándalo, mi familia me estuvo
apoyado mucho y, ahora, hasta parecíamos una familia normal. El
amor que me estuvieron demostrando en este tiempo no tiene
precio. Ivy le dio un golpe a Nathan.
• "¿Qué le hiciste a mi hermana? Pervertido!", le gritó.
"Oh, vamos, hermana, acabo de decirle que las gemelas van a ser
mis sobrinas y se atragantó con su bebida". Ivy me corrió el pelo
hacia atrás y me hizo beber agua de nuevo.
"¿Te sientes mejor, hermana?". Asentí. Se volvió hacia Nathan y
dijo: "Reservamos la mesa 10. ¿Qué estás haciendo aquí?".
"¿Acaso no puedo venir a preguntar cómo se encuentran mis
sobrinas?".
"Pues no, aún no han nacido. Ahora, mesa 10".
"Si, señora". Nathan se puso de pie y añadió: "Nos vemos,
pastelito". Si el jugo me supo amargo antes, estaba incluso más
amargo ahora.
"Querida, por favor, no te vayas sin saludarme. Estaremos allí", me
indicó mi madrastra.
"De acuerdo, mamá". Besó mi cabeza y fue a sentarse con Nathan
e Ivy. Finalmente, estaba aquí con la curiosa Mishka, que parecía
no entender nada de lo que sucedía.
"¿Qué fue todo eso? ¿Por qué son tan amables contigo? Ellas te
odiaban... ¿Estás segura de que no envenenaron tu agua? No
confío en ellas, Maya"
Tomé su mano y le expliqué: "No pasa nada, mi familia y yo
resolvimos nuestras diferencias. Ahora, ¿de qué querías
hablarme?"
La observé mientras se rascaba la nuca. Normalmente, hace eso
cuando está nerviosa por algo. Me miró y, luego, desvió la mirada
hacia el menú.
"Es mejor si pedimos la comida primero. Tengo un poco de
hambre". La miré y suspiré. Lo que fuera que quisiera decirme más
valía que fuera importante.
Hicimos nuestro pedido y esperamos, pero ella siguió mirándome
sin decir nada.
"Suficiente, Mishka, ¡habla! No comeré hasta que no me digas qué
es lo que te tiene nerviosa".
"Bueno, muy bien. N-no estás enojada, ¿no?".
"¿Por qué estaría enojada si no me has dicho nada?".
"OK, bien. El día que estuviste en el hospital, conocí a un chico y
me gustó. Me invitó a salir un par de veces. Pero no sé si te
gustará lo que sigue...".
"¿Mi esposo te invitó a salir?".
":Dios mío, no! ¿Por qué piensas eso?"
"Bueno, eso es lo único que podría hacerme enojar. Entonces,
¿quién te invitó a salir? ¿Nathan?"
"Nathan no estaba en el hospital ese día. Es Lucas". ¿Lucas?... Mis
ojos se abrieron como platos. Bueno, nunca lo había visto con una
mujer y hasta llegué a pensar que podía ser gay. "Sé lo que estás
pensando, Maya. Me gusta, pero aún no lo hemos hecho porque
quería asegurarme, primero, de que estuvieras de acuerdo con que
saliera con él. Por favor, Maya, me gusta. Él me hace feliz". Me
eché a reír.
"¿Era por eso que estabas tan nerviosa y estresada? Escucha,
pensaba que a Lucas no le gustaban las mujeres. Si el hombre te
hace feliz, ¡no necesitas mi aprobación para desvirgarte con él!".
• "¿No soy virgen, Maya!".
"Creo que es un gran tipo y me alegro de que hayas encontrado a
alguien como él, pero Lucas es como su maestro, ya sabes, muy
frío".
"Bueno, él no es frío conmigo. Es como un niño en una tienda de
dulces". Esto que dijo me recordó a mi marido. Ambas
comenzamos a reír. En ese momento, llegó nuestro almuerzo. Yo
me había pedido mucha comida y Mishka no pudo evitar mirar
fijamente mi plato. "¿Estás segura de que va a ser suficiente?
Parece que vas a comer por cuatro". Me reí; tenía razón. Tenía la
sensación de que eran tres bebés en lugar de dos, pero no podía
decírselo a nadie porque la gente habría pensado que estaba loca.
Eran dos, pues, como había confirmado el médico. Mientras
comíamos, Mishka recibió una llamada y comenzó a sonreír.
De repente, me dijo: "Escucha, cariño, odio hacerte esto, pero
necesitas pasar tiempo con tu familia, así que debo irme ahora".
Se levantó y me dejó sola en la mesa... La audacia de esa chica
era increíble. Realmente necesitaba compañía y, según parecía, no
dormiría en J-City esta noche.
Capítulo 68
Ni un sonido
~ Punto de vista de Lucas~
Caminé, pensativo, de un lado a otro ante la puerta de la oficina del
maestro. Sabía que él no debería enterarse acerca de mi vida
amorosa, pero estaba saliendo con una chica que lo abofeteó y que
es la mejor amiga de señora Archer. Finalmente, decidí entrar a su
oficina y, j*der, olvidé llamar antes. El maestro me conoce muy bien
y yo sabía que él sabía que le había estado ocultando algo. Esa
chica me hace sentir cosas.
"¿Qué?". ¿Aprenderá alguna vez a ser cordial con la gente?
Siempre está ladrando como un perro salvaje. Pero se comporta
como un niño en una heladería cuando está con señora Archer. Me
aclaré la garganta.
"Señor., quiero decir, maestro.....
"¿Sabes?, odio cuando me llamas así. Déjalo ya y ve directo al
grano". Me arreglé la corbata y tragué una bola de saliva. Hablar
con un jefe no es algo fácil de hacer. Nunca hay un tema fácil, ni
siquiera el más fácil, y este hombre ya es, de por sí, difícil de
abordar, especialmente con asuntos como este.
"Bueno, usted recuerda a Mishka, ¿verdad?". Se sentó derecho,
me miró y asintió en señal de que continuara. "Resulta que me
gusta y quería saber si usted se oponía". Había tanto silencio en la
oficina que se hubiera podido escuchar la caída de un alfiler.
"¿Te la has f*Ilado?". ¿Le costaba mucho, al menos, utilizar un
eufemismo? Lo miré. Este hombre era increíble. Pero él no
apartaba la mirada, así que negué con la cabeza.
"¿Y besado?". Eso me hizo sonrojar porque la había besado
muchas veces, pero no había podido poseerla por la simple razón
de que ella lo había abofeteado en su estúpido rostro por ser
estúpido. Asentí.
"¿Como estuvo?". Oh, m*erda, hasta ahora, me había bastado con
asentir y negar con la cabeza. Este hombre solo quería que abriera
la boca. Pero entonces, ¿cómo le explicaba un beso apasionado a
mi jefe? Quiero decir, él y señora Archer tienen s*xo en casi todas
partes. ¿Por qué me hace esa pregunta, de todos modos? Lo miré.
Él no se inmutó. Hablaba en serio.
"Estuvo bien", me limité a decir. Luego, me aclaré la garganta y me
arreglé la corbata. ¿Por qué quería ponerme las cosas difíciles?
"¿Realmente la amas o es solo una aventura?"
• "Si se tratara de una aventura, no habría acudido a usted. Me la
habría f*Ilado hace mucho tiempo". ¡Ah!, ahora, fui yo quien se
olvidó de omitir la palabra con f.
"No tenías que hablarme de ella. Quiero decir, es tu vida amorosa",
indicó.
"Pensé que tenía que hacerlo. Como ella lo ab-abofeteo..... De
repente, su rostro se puso más serio. "Lo siento".
No esperé a que cambiara de opinión. Había estado esperando
durante meses para poder tener intimidad con ella y ya no podía
seguir postergándolo. Llamé a Mishka de inmediato y le envié un
mensaje de texto al maestro para informarle que estaba
enfermo (aunque él sabía que no era así)
Conduje hasta el centro comercial para comprar algo para cocinar
porque casi no tenía comida en mi heladera, ya que siempre estoy
con los Archers. Cuando llegué a casa, vi el auto de Mishka
estacionado afuera. Si antes era feliz, ahora lo era más. Entré,
pero no vi a Mishka, así que decidí ponerme un delantal y
comenzar a cocinar para ella. Quiero decir, ella tenía que comer
antes de que pudiéramos.., ya sabes. Me decidí por el plato más
sencillo y rápido de todos: pollo y patatas asadas. Después de
poner la mesa, subí las escaleras. Podía escuchar el agua
corriendo en el baño, lo que significaba que ella estaba en la
ducha.
Demonios, este era un mensaje muy claro. Me desnudé y entré al
baño. Abrí la puerta de la ducha y me quedé d*snudo frente a ella.
Pude ver que se puso roja, pero no le di tiempo a negarse. Pegué
mis labios contra los suyos y agarré sus pechos mientras el agua
se derramaba por todo nuestro cuerpo. Estaba ocupado explorando
su boca. Luego, comencé a ducharme mientras ella me miraba con
los ojos muy abiertos, con una extraña mezcla de l* juria e
inquietud. Mi mano subió hasta su garganta y pude sentir el calor
de su aliento. No es que la estuviera apretando, era más como el
efecto que yo tenía en su cuerpo y eso hizo que mi polla se
hinchara. Rápidamente, la volteé y quedó de frente contra la
mampara de vidrio, con su trasero a la vista para que yo lo
devorara. Lo abofeteé y dejó escapar un gemido por su boca.
Inmediatamente, la levanté en brazos y la llevé al dormitorio. No
pude evitar mirarla. Su cuerpo d*snudo lo era todo. Su pecho se
agitaba mientras intentaba recuperar el aliento.
"¿Vas a detenerme?", le pregunté, y ella sacudió la cabeza. Pero,
luego, mi mano encontró su camino hacia su garganta de nuevo y
la besé salvajemente. "¡Respóndeme!", le insistí.
"No, Lucas, no quiero que pares".
"Muy bien".
Le hice una sonrisa burlona. No pude evitar mirar sus muslos.
Separé sus piernas y me incliné más cerca para besarla, pero ella
comenzó a sonreír mientras tomaba con avidez mi miembro viril y
se lamía los labios al mismo tiempo. Bajé y la tomé en todo su
esplendor. Mi p*lla dura ya había comenzado a gotear líquido
preseminal. Me subí a la cama y me arrodillé entre sus muslos. Se
sentía tan bien instalarse entre esos muslos cremosos... Empecé a
pasar mis grandes manos por su entrepierna y ella gimió, y luego,
se mordió los labios. Empujo mi nariz contra su cl*toris y pude
inhalar todo su aroma. Después de esta noche, sería mía.
Mía para siempre. Sra. Mishka Lucas Coles. La olí de nuevo
mientras mi nariz tocaba ligeramente su cl*toris. Cuando la miré,
estaba mordiéndose el labio inferior. Noté que estaba haciendo
todo lo posible para no dejar escapar sus gemidos. Volví a su c*ño,
comencé a pasar un dedo por sus pliegues y recogí su néctar
goteante en mi dedo antes de deslizarlo alrededor de su cl*toris.
Intento cerrar las piernas, pero yo tenía otros planes para ella.
Levantó las caderas de la cama aún mordiéndose el labio inferior
con fuerza. Mi lengua trazó el mismo camino que mi dedo antes de
llegar hasta su cl*toris.
"¡Oh, Dios! Lucas", exclamó.
"Shhh, no hagas ni un sonido", le ordené, y continué con lo que
estaba haciendo mientras empujaba sus muslos para separarlos
más. Continué moviendo mi lengua contra su cl*toris mientras lo
chupaba. Ella gimió y se detuvo, y le di una mirada de advertencia.
"¿Qué te dije?", le recordé, y me miró con horror. Ladeé la cabeza
y la miré fijo.
"Ni un sonido", repitió. Su tonada india era como la de un ángel
susurrándome al oído.
"Buena chica". Entonces, le sonreí y continué lamiendo su vulva
con mi lengua. Podía sentir cómo se acumulaba su org*smo. Ella
gimió y se mordió los labios nuevamente. Deslicé un dedo dentro
de ella sin apartar mi lengua de su cl*toris. Empezó a temblar y a
tirar de su cabello; ya no podía contener los gemidos.
"Vente, Mishka", susurré con la boca aún entre sus piernas. Gimió
con más intensidad y me di cuenta de que no podía controlarlo.
Finalmente, dejó escapar un grito fuerte.
"¡Lucas!", exclamó con sus piernas envueltas alrededor de mi
cabeza.
Me levanté y la regañé: "Ven aquí, te dije que no hicieras ruido".
Capítulo 69
La primera vez de Lucas
~Punto de vista de Lucas~
"No escuchas, Mish. Odio cuando hablo con alguien y no me
escucha. 'Ni un sonido' significa 'ni un sonido', Mish". Abrió bien
grandes los ojos y me observó mientras seguía dándole placer.
"Ven más abajo". Ella no dijo nada. Bajó y me miró fijamente.
Dios. es tan linda... disfrutaría molestándola un poco.
"Mish. die 'ni un sonido', pero dijiste 'oh, Dios' seguido de mi
nombre"
Dije eso como si no disfrutara escuchar el sonido de mi nombre
saliendo de su boca. Sonreí ante ese pensamiento. "Cuando una
niña no hace caso, la única opción es castigarla". Me miró
fijamente; sus tetas turgentes me rogaban atención. Luché contra
la tentación de empuiar mi polla entre sus pechos y deslizarme
arriba y abajo mientras mis bolas golpeaban su piel. Diablos,
¡estaba muy caliente!
"Mish, esa bonita cara tuya merece ser f*Ilada". Pestañeó varias
veces al mirar mi p*Ila y, luego, mi rostro. Golpeé su cara con mi
pene. "Tómalo", le ordené cruzándome de brazos, mientras
disfrutaba de la sensación de sus manos en mi miembro. Cuando
su boca comenzó a lamer la cabeza de mi p*Ila, casi doy un salto.
¡M*erda!, ella no debía darse cuenta de que era mi primera vez.
Envolvió su lengua alrededor de mi tronco y se deslizó hacia abajo
tanto como pudo antes de retirarse. Lo acarició y le dio una
pequeña palmada.
"Te gusta sucio, ¿eh?", me dijo. Luego, sonrió y escupió en mi p*lla
palpitante.
Eso casi me hizo saltar también. Demonios, odio cómo me hace
sentir. Puedo asegurar que esta no era su primera vez, pero ¿a
quién le importaba? Ella sería mía, toda mía a partir de ahora, y era
muy consciente de que la haría gritar aquí mismo en esta
habitación. Sostuve su cabeza y empujé mi falo en su boca para
llegar a la parte posterior de su garganta. Aunque empezó a tener
arcadas, continué entrando y saliendo y, j*der, ella es tan
j*didamente perfecta. La agarré y la empujé hacia atrás y ella
aterrizó en medio de la cama con las piernas abiertas, y yo me metí
entre sus muslos con la p*la en la mano. Primero, acaricié su
vulva con la punta de mi pene antes de empujar.
"¡Lucas!", gritó. Sabía que iba a hacerla gritar. Su cabeza estaba
rodando hacia atrás y se agarró a mi cintura.
"Dije que no hicieras ningún ruido, Mish", le susurré al oído
mordisqueando su lóbulo.
Empecé a sumergirme en ella sujetando su cabeza con una de mis
manos mientras, con la otra, agarraba su muslo para separar sus
piernas lo más posible y poder enterrarme más profundamente en
ella. Estaba arremetiendo contra ella; mis caderas chocaban con
las suyas con cada embestida y mis bolas rozaban su trasero
mientras me movía.
"Lucas, ¡no puedo! ¡Aahhhh! ¡Oh, Dios mío!", gritó. Mishka
entrelazó sus piernas alrededor de mis hombros deliberadamente y
aproveché la oportunidad para ir con todo, pero ella comenzó a
hacer una mueca de dolor. Sus piernas se curvaron cuando me
sumergí profundamente en ella. Tenía los ojos vidriosos y me di
cuenta de que estaba a punto de llorar. Me aparté y quité sus
piernas de esa posición. Luego, separé sus muslos y, sosteniendo
mi p*Ila, comencé a jugar con su clítoris. Me introduje dentro
nuevamente. Cerró los ojos y yo me incliné para llegar hasta sus
labios y tragarme todos sus gritos. Me empujé un poco hacia atrás
y, con mi mano en su garganta, le di como si no hubiera un
mañana. La emoción que sentía no me permitía contenerme.
Quería explorar su c*ño de todas las formas posibles, así que
coloqué sus tobillos sobre mis hombros y doblé sus piernas hacia
atrás, y el placer que le di hizo que se contorsionara debajo de mí.
Se aferró a la sábana con mucha fuerza y comenzó a gritar.
";Dios mío, Lucas, ya me corro!". No disminuí la velocidad, sino que
aumenté el ritmo mientras la complacía de todas las formas
posibles. Empezó a temblar debajo de mí, lo que me sorprendió un
poco porque pensé que la estaba matando. Estaba a punto de
comenzar a detenerme, pero luego, sus manos se cerraron
alrededor de mi cuello y me acercó hasta sus labios. Le concedí su
deseo saqueando su boca con mi lengua y sus temblores
empezaron a ser incontrolables. Empecé a sentir su coño
apretándome.
"¡M*erda!", gruní. "Córrete para mí, Mish".
"¡Mi*rda, Lucas! ¡Sí!", exclamó mientras se corría con sus ojos fijos
en los míos. El org*smo la sacudió brutalmente. Su coño apretó mi
polla con tanta fuerza que gemí una vez más y me vacié en su
interior. Luego, tiró de sus piernas para que yo cayera encima de
ella. Fui por sus labios y la besé duro. ¡Demonios! Sentí cosas que
nunca había sentido antes y no estaba seguro de si quería que
Mishka se fuera. Deseaba despertar a su lado todos los días.
Rompí el beso mientras aún estaba encima de ella y vi que se
escapaba una lágrima de su ojo. Sequé su mejilla y la besé en la
frente.
"Te amo", me dijo.
"'Yo te amo más, Mish".
"Nunca me había venido así antes, ¿sabes?", admitió. Le corrí el
cabello detrás de su oreja y besé sus labios una vez más.
"Eres mi primera", confesé. Casi doy un salto, pero todavía estaba
presionando contra su cuerpo. Me miró con los ojos muy abiertos.
"¿¡Qué!?". Solo asentí con la cabeza. De repente, comencé a ver lo
mal que se sentía. Puse mis manos sobre ella.
"¿Qué ocurre?", le pregunté.
"¿No te sientes mal porque no fuiste mi primero?". La miré con una
sonrisa.
"Mish. tuviste una vida antes que yo. No está mal que hayas tenido
s*xo. Yo no soy malo y tampoco tendría derecho a enfadarme". Me
dejé caer en la cama junto a ella.
"Pero, Lucas, ¿cómo supiste cómo f*Ilarme tan fuerte como si lo
hubieras estado haciendo durante años?". Sonreí.
"Vístete, la cena se está enfriando, necesitarás comer algo. No he
terminado contigo". Pude ver que se sonrojaba cuando le dije que
no había terminado con ella. "Y, Mish, vi cómo son las cosas para ti
aquí en el estado. Sé que no quieres decirle a Maya que estás
luchando tanto a partir de hoy. Te quedarás aquí conmigo. Lo que
es mío es tuyo. Y deja de trabajar en esos hoteles como camarera.
Cuéntame en qué eres buena. A partir de ahí, veremos qué hacer.
Ahora, vayamos a comer algo. Necesitarás recobrar fuerzas". Ella
sonrió, colocó sus manos alrededor de mi cuello y me besó. Quería
ser quien la hiciera sonreír todos los días. Tal vez debía aprender
una o dos cosas de mi maestro ahora que yo también tenía una
mujer a la que complacer.
Capítulo 70
Te seguiré a todas partes
~Punto de vista de Maya~
Me estaba muriendo de hambre otra vez. Suspiré, frustrada, pues
sabía que acababa de comer hacía solo tres horas. Miré el reloj:
eran las cinco de la tarde y mi esposo no estaba aquí. Odio estar
lejos de él. Sé que lo tengo a él y a mi familia, pero necesito hablar
con alguien las veinticuatro horas del día, los siete días de la
semana si es posible, y ahora mismo, sentía que me iba a volver
loca. Tomé mi celular y busqué el número de Liam. Me relajaba
saber que ya no le informaban cada uno de mis movimientos a mi
esposo. Sonó el teléfono y Liam contestó de inmediato.
"Señora Archer, ¿en qué puedo ayudarla?", preguntó la voz del
otro lado del teléfono.
"Prepara el avión. Me dirijo a M-City".
"Por supuesto, señora Archer. Puedo estar listo dentro de treinta
minutos si está de acuerdo".
"Perfecto", respondí, y colgamos.
Entré en mi vestidor y estaba a punto de empacar algo de ropa,
pero recordé que tengo un armario lleno en M-City, así que me
conformé con mi mantita y salí. Ni siquiera me molesté en llamar a
Zion. No me dejaría ir, pero me estaba aburriendo en esta casa y,
si me quedaba aquí un día más, juro que me volvería loca. Entré en
mi auto y conduje hasta donde me estaba esperando el jet. Cuando
llegué hasta allí, Liam me hizo pasar al avión y nos dirigimos rumbo
a M-City. Sabía que allí no estarían felices cuando llegara sin
previo aviso, pero yo necesitaba estar rodeada de gente. Me cubrí
con la manta y me dormí de inmediato, aliviada de que, en unas
pocas horas, estaría con mi familia. Sin embargo, extrañaría a mi
esposo.
Unas horas más tarde, estaba en M-City y Liam ya había reservado
un auto para que me llevara a casa. Supuse que, a estas horas,
todos estarían durmiendo, así que fui directo a mi casa y me duché.
Estaba tan cansada que, inmediatamente después, me fui a dormir.
~Punto de vista de Zion~
Estaba en una reunión con un cliente importante, cuando uno de
mis pilotos me llamó y me dijo que señora Archer estaba
solicitando que la llevaran a M-City. Ella se había estado quejando
de que la casa estaba demasiado tranquila. Inmediatamente,
accedí a la solicitud porque podría enojarse conmigo si se enteraba
de que todavía la estaba vigilando, ya que le había prometido que
dejaría de hacerlo. Por suerte, mi reunión terminó temprano y Liam
me informó que aún no se habían ido. Así que le pedí que le dijera
a Thato, uno de mis pilotos sudafricanos, que se preparara para
volar. Liam era bueno para señora
Archer porque era un blandengue, pero Thato y yo hablábamos el
mismo idioma. Era un piloto salvaje y eso me gustaba. No volaba
con él a menudo, sino solo cuando había asuntos urgentes. Esperé
a que mi esposa subiera a bordo y, después de eso, Thato y yo la
seguimos. Cuando ella llegó a M-City, yo ya había aterrizado y la
observaba desde cierta distancia. Cuando me llamaron para
comunicarme que ya estaba en casa, me dirigí hacia allí y me
quedé afuera durante un buen rato. Finalmente, cuando entré, ella
ya estaba dormida. Como no quería despertarla, me dirigí al baño,
me duché y me acosté. Ahora, Maya estaba muy sexi y enorme.
Todo su cuerpo había sido invadido por los gemelos. Me metí
dentro de la manta y me acurruqué contra ella. Oh, cómo amo a
esta chica. Nunca más volveré a dormir solo. Dondequiera que
vaya mi esposa, la seguiré hasta que nazcan nuestros bebés.
Maya es mi vida. No estoy seguro de si, alguna vez, volveré a ser
el mismo estando lejos de ella. Juro que prefiero que el mundo
entero se vuelva en mi contra, siempre y cuando mi esposa me
quiera. Ella es mi mejor amiga y mi vida entera. Acaricié su gran
barriga, que la convertía en la más sensual de las mujeres vivas.
Besé su barriga, luego, besé sus labios y ella abrió los ojos toda
sorprendida.
"Zion...". No respondí; seguí mirándola. Luego, se rio a carcajadas
y añadió: "¿Cómo puede ser que ame tanto a ese idiota que hasta
lo veo en mis sueños? Debo estar locamente enamorada de él".
Volvió a reírse, cerró los ojos y dijo: "Te amo, idiota". En cuestión
de minutos, ya estaba dormida.
¿Así que me llama "idiota"?, ¿incluso en sus sueños?
La audacia de esta mujer... Aunque ser llamado "idiota" por ella
sonaba sexi. Pero yo también estaba cansado, así que no le di
mayor importancia, me acurruqué más cerca de Maya y dejé que la
oscuridad se hiciera cargo. A la mañana siguiente, me desperté
antes que ella, así que decidí molestarla por haberme llamado
"idiota" entre sueños. Empecé a besarla por toda la cara y
comenzó a sonreír. Dios... es tan linda... Mordí su labio inferior y
ella sonrió y se movió aún dormida. La besé más tiempo y, esta
vez, me aseguré de que abriera los ojos. Le sonreí.
"¿Zion?", dijo, incrédula, y yo asentí.
"Hola, mamita", le dije sonriendo.
"Oh, cariño, te extrañé. Incluso soñé contigo anoche. Te extrañaba
mucho"
"¿Te refieres al sueño en el que me llamabas 'idiota'?", le pregunté,
y sus mejillas se sonrojaron. "No te preocupes, llega a ser un poco
sexi si sale de tu boca. Me encanta". Me besó y envolvió mi cuello
entre sus brazos. Luego, comenzó a llorar. Desde que quedó
embarazada, se viene comportado como un bebé, en el sentido de
que se pone a llorar ante cualquier cosita. Si no me encuentro
cerca para estar con ella cuando me necesita, llora. Pero si me
quedo en casa, me dice que tengo que trabajar para nuestros hijos.
A veces, me pregunto qué es realmente lo que quiere. El doctor me
dijo que son las hormonas... Solo quiero que estos niños salgan
para poder tener de nuevo a mi feroz esposa.
"Lo siento, cariño, pero realmente quería salir de esa casa".
La besé y le dije: "Vuelve a dormir. Tendré que ir a la oficina. Era
en serio cuando dije que te seguiría a dondequiera que vayas,
nena. No hay manera de que vuelva a dormir solo nunca más. No
puedes deshacerte de mí". Ella suspiró y se volvió a dormir.
Entré al baño y me di una ducha rápida para poder ir a trabajar.
Capítulo 71
Puedo hacer que la pases muy bien
~Punto de vista de Zion~
Después de la ducha, fui a prepararme un café a la cocina y me
recibió la encantadora sonrisa de mi abuela.
"Buenos días, abuela".
"Buenos días, cariño. ¿Cuándo llegaste?"
"Bueno... vine de improviso. Tu nieta decidió huir y yo la seguí
hasta aquí. No estoy seguro de cuándo llegó ella, pero yo llegué
aquí alrededor de las once de la noche".
"Ay, pobre niña. Debe estar muy cansada".
"Mmm, dice que se aburre en casa porque no tiene con quién
hablar". Dije eso mientras tomaba un sorbo de mi expreso doble y,
luego, continué: "Entonces, abuela, estaba pensando, ¿no se
supone que los gemelos nacen antes de lo normal?"
"Es cierto, pero también puede pasar que algunos necesiten
quedarse durante los nueve meses completos".
"Abuela, siento lástima por mi esposa. No creo que ella pueda
seguir aguantando. ¿Habrá posibilidades de que le hagan una
cesárea?". Ella levantó las cejas y me miró con un dejo de
sospecha.
"¿Le sucede algo malo?"
"Nop, solo preguntaba".
"¿Es porque no puedes aguantarte hasta que dé a luz para volver a
tener relaciones sexuales con ella?".
"No voy a hablar de mi vida sexual contigo, anciana, y además,
todavía me la estoy tirando, de todos modos", dije en voz
extremadamente baja, pero aun así, me escuchó.
"¡Zion!". Tomó un paño húmedo que había sobre la mesa y me lo
lanzó directo al pecho. "¿Quieres matar a esa pobre chica?". Me
reí. Si tan solo supiera lo jugosa que puede ser una mujer
embarazada, no me habría preguntado eso.
"Cuanto más crece su barriga, más dulce se vuelve", expliqué, y
sus ojos se abrieron de par en par. Inmediatamente, salí corriendo
porque sabía que se venía un gran sermón. Al llegar al garaje, me
tomó un tiempo decidir qué auto llevarme. Odio cuando Lucas no
está cerca; siempre es bueno con estas cosas. Quería conducir yo
mismo por ahora. Sin pensarlo demasiado,
• entré en mi Porsche y salí.
Al llegar al trabajo, como de costumbre, mis empleados inclinaron
la cabeza al verme entrar en compañía de dos de mis guardias, y
me dirigí directamente a mi oficina. Se sentía genial estar de vuelta
en M-City gracias a mi esposa. Había mucho trabajo por hacer sin
Lucas aquí y no estaba seguro de cómo iba a afrontarlo. Pero el
hombre necesitaba tiempo con su chica.
Ahora que lo pienso, nunca antes había visto a Lucas con una
chica... ¿No sería su primera vez?
"Ahhh...", suspiré. Necesitaba más cafeína, así que me puse de pie
para dirigirme hacia la máquina de café, pero alguien entró a mi
oficina sin llamar, lo que me hizo girar la cabeza para averiguar
quién era. Para mi mayor disgusto, se trataba de Kelly
Martins. La hice pasar. Llevaba un vestido blanco corto, que dejaba
a la vista sus largos muslos, y unas botas de diseñador. Se veía
bien, pero para mi gusto, lucía como una tabla plana con esa ropa.
Preparé mi café y volví a mi escritorio.
"Bebé, ¿vas a ignorar mi presencia?", me preguntó mientras
acercaba una silla para sentarse frente a mí. Al hacer esto, se
aseguró de que todas sus partes íntimas quedaran a la vista. Pero,
lamentablemente, lo que vi no me excitó en absoluto. Si hubiera
sido mi señora Archer la que hubiera tenido esta indiscreción,
podría haber estado duro ahora mismo tirándomela sobre esta
mesa. Pero esta mujer, bueno, su exhibición no me afectó. Al darse
cuenta de que ni siquiera me conmovieron sus
bragas rojas, abrió las piernas y comenzó a tocarse frente a mí.
"Uno nunca deja de sorprenderse", pensé.
No sabía que una mujer podía llegar a estar tan desesperada.
Bueno, había pasado un tiempo desde la última vez que estuve en
un club de estriptís, así que podría echarle un vistazo. Como sea,
estaba empezando a pensar que mi esposa me había embruiado.
Quiero decir, ¿cómo era posible que mirara el coño de una mujer y
no me excitara? Sonreí.
"¿Has terminado con tu pequeño espectáculo?", le pregunté.
"Vamos, bebé, puedo hacer que la pases muy bien. Escuché que
tu esposa está embarazada, y yo puedo darte aquello que ella no.
Quiero decir, soy flexible". Al decir eso, me mostró su trasero.
Estaba empezando a pensar que, si el culo no fuera el de una
tabla, tal vez podría haberme excitado. Solo tal vez. Pero esta
mujer no movía nada en mí. Ni siquiera mi p*lla se estaba
animando.
"¿Y quién, exactamente, te dijo que mi esposa no es flexible?". Ella
se rio
"Oh, vamos, todo el mundo sabe que las mujeres embarazadas son
aburridas porque hacen todo desde la cama, tumbadas cual
pollos deshuesados"
"Mi esposa no. De hecho, dudo que puedas hacer lo que me hace
ella, y es una de las razones por las que ni siquiera me excitan tus
actos. Qué vergüenza".
"Zion Archer, te ofrezco mi cuerpo y me rechazas. ¿Sabes cuántas
personas se mueren por tenerme?".
"Te tienes en muy alta estima. Escucha, nunca antes he golpeado
a una mujer en mi vida, pero la próxima vez que intentes exhibirme
ese c*ho tuyo que huele a pescado, te daré una bofetada. Es una
promesa, Kelly. No siento nada por ti y nunca lo haré".
"Haré que la pases muy bien, Zion, por favor. Me hizo muy mal que
te casaras con esa sucia en lugar de conmigo. Mi reputación está
arruinada por culpa de esa mujer con la que te casaste. Solo por
esta vez, y prometo dejarte en paz. Incluso aunque hayas decidido
no casarte conmigo, puedo ser tu amante". La miré. Engañar a
Maya sería lo mismo que desear mi propia muerte. Eso no
sucederá. ¿Por qué estaba hablando con esta chica?
Presioné el intercomunicador e indiqué: "Acompañen a esta puta
sucia fuera de mi oficina"
En cuestión de segundos, la puerta se abrió de golpe y aparecieron
mis dos guardaespaldas, que tragaron saliva al encontrarse con la
tanga de Kelly y su sostén rojo.
"Zion, por favor. Puedo hacerte más feliz que tu esposa
embarazada. Por favor, ¡solo hazme tuya!", exclamó mientras la
arrastraban fuera.
Uno nunca deja de sorprenderse…
Capítulo 72
Sophia Archer
En un altísimo edificio en el centro de M-City, un hombre de unos
sesenta y tantos años trabajaba en su portátil cuando un ruido
sordo en la puerta retumbó en la habitación. Era una joven furiosa
que golpeaba con fuerza mirándolo.
"¿Entonces has fallado?" La joven frunció el ceño.
"La embarazada lo tiene hechizado, pero tengo un plan. Él no me
persiguió y decidió ver todo el acto, quizás la próxima vez podría
hacer que la metan en la cama de inmediato. Es decir, ese m*Idito
bebé no tiene derecho a vivir, debe morir. Yo debería estar
esperando un hijo, no esa inútil buena para nada".
"¿Cuál es tu plan?"
"Sé que no le contará a su esposa lo que hice hoy, porque no
quiere que le pase nada malo a ella ni al bebé. Me aprovecharé de
eso".
"Esa familia nos avergonzó. Investigué al hombre que entró ese
día, es primo de Zion. Es rico como el señor Archer, pero él y su
esposa son inseparables. Vi cómo humilló a su exprometida en la
televisión: toda la ciudad de Nueva York vio a la pobre chica
acostada con su padrastro. Es un verdadero *brón. Te aconsejo
que te quedes con Zion, ambos son populares y tenerlos de
nuestro lado puede ser una ventaja. Haz todo lo posible por
acostarte con él, una mujer embarazada no puede ser mejor que
tú. Íntima con él, así podemos filmarlo y mostrárselo a su esposa".
"¿Vuelves a dudar de mí?", dijo la joven antes de salir de la oficina.
Sonó la notificación de un mensaie entrante, ella sonrió satisfecha
al ver el número de la señora Archer. Decidió hacer una llamada de
prueba a su víctima, pero la enojó no poder comunicarse. A pesar
de que el teléfono sonó varias veces, nadie respondió. Llamó una
vez más, y esta vez contestó la persona
al otro lado de la línea.
"Hola".
La joven se paralizó y chequeó el número, era una inconfundible
voz infantil. La persona al otro lado de la línea preguntó
"Hola, ¿quién llama?"
La mujer arrojó furiosa el teléfono al suelo gritando a todo pulmón.
"¿Cómo se atrevió a darme un número equivocado?", gritó tan alto
que los empleados creyeron que se había vuelto loca.
• Apenas se controló un poco, se quedó mirando el teléfono
esparcido en las baldosas de mármol. Lo pisó varias veces y fue a
buscar uno nuevo. Luego, decidió contratar a otra persona para
conseguir el número que necesitaba; lo obtuvo enseguida.
Decidió llamar apenas lo recibió, y la atendieron sin demora.
"Hola", dijo la misma voz que había contestado antes. Se quedó
shockeada intentando comprender lo que sucedía.
¿Son estúpidos? ¿Me dieron otra vez un número erróneo? Luego,
pensó que tal vez no era un número equivocado.
"Hola, quería comunicarme con Maya", dijo amablemente.
Sabía que si ese era el número de Maya, la niña que atendió la
llamaría, le diría que no estaba o algo similar.
"¿Qué Maya? ¿Quién habla?" El rostro de la mujer se puso rojo
brillante. ¿Qué estaba pasando? Si tan solo supiera que la persona
al teléfono no permitiría que llamaran a Maya por su nombre de
pila. Sophia, que era ahora Sophia Archer, esperaba
que todos se dirigieran a Maya como la señora Archer; si alguien la
llamaba Maya, se llevaría una sorpresa.
"Maya Jones o algo así", respondió. No la llamaría Maya Archer
porque consideraba que ella debería llevar el apellido Archer.
"Lo siento, no sé quién es. Creo que te has equivocado de
número", murmuró la niña antes de colgar. La mujer estaba
asombrada.
Punto de vista de Maya
Sophia ha estado jugando con mi teléfono desde esta mañana.
Mientras no se vaya de mi lado, está bien, me mantiene
entretenida. Fui a la cocina a hacerme un poco de jugo de naranja
fresco. Como tenía las piernas hinchadas, preferí hacerlo yo en vez
de pedírselo a algún sirviente. Caminar un poco era la mejor
opción, ayuda al flujo sanguíneo. Cuando regresé a la habitación,
Sophia estaba al teléfono.
"¿Quién era?", le pregunté. Ella se encogió de hombros.
"No sé, cuando atendí, se quedaron en silencio y luego me
colgaron", me comentó a la vez que seguía jugando. Me senté y la
miré jugar mientras hablaba conmigo. Emma no quiso darle el
teléfono que mi suegro le había comprado aduciendo que Sophia
no podía hacer nada mientras estaba al teléfono. Eso me hizo reír,
porque Sophia puede hacer mucho a la vez. Ahora está al teléfono
y hablando conmigo, y no pierde la concentración en el juego ni en
mí. Bebí el jugo, me levanté y fui al baño. Al salir,
Sophia estaba con otra llamada.
"¿Quién era ahora, Sophia?" Me miró discretamente y luego apartó
la vista.
"Era uno de esos mensajes automáticos no deseados, decía:
'Presiona uno para jugar''. Suspiré mientras me hablaba. "Puedes
usar mi teléfono: si llama el hermano Zion, tráemelo. Si llama
cualquier otra persona, dile que estoy durmiendo". Cuando asintió,
me fui a acostar. Estoy bastante haragana estos días.
Sophia seguía jugando cuando recibió otra llamada que respondió
de inmediato.
"Hola".
"Tú debes de ser Sophia. ¿Está la señora Archer?"
"Sí, pero está durmiendo".
"Oh, qué pena. Dile que llamó Mishka y que me llame, por favor".
"Claro, Mishka".
Sophia miró el teléfono y decidió verificar las dos primeras
llamadas. Levantó la vista para comprobar que Maya siguiera
dormida y salió de la habitación cerrando la puerta tras ella.
¿Por qué la persona le cortó la llamada? ¿Por qué sonaba
sospechosa? Y lo más importante, ¿por qué su número no estaba
agendado?
El mismo número llamó dos veces, y la persona se quedó callada
durante los primeros minutos. Sacó su portátil y verificó a nombre
de quién estaba registrado el teléfono. Descubrió que pertenecía a
Kelly Martin. Entonces, buscó antecedentes e información
relacionada con ella, y así supo que Kelly había estado
comprometida con Zion, pero finalmente Zion se casó con
Maya. Entonces, Sophia bloqueó y borró el número de Kelly de la
lista de contactos del teléfono, luego borró también el registro de
llamadas.
Capítulo 73
Enfrentando a Zion
Punto de vista de Zion
Miré alrededor para asegurarme de que no me olvidaba nada en la
oficina, tomé mi maletín y salí para entregárselo a uno de mis
guardaespaldas. Caminamos hasta el estacionamiento, y allí
estaba Kelly Martin. ¿Qué le pasa a esta mujer? Ya me molesta.
Seguí adelante y entré en mi coche, pero, cuando iba a ponerlo en
marcha, ella se abalanzó frente a él. Mis dos guardaespaldas la
sacaron a rastras. Creo que necesito una orden de restricción. Las
mujeres saben cuando un hombre no está interesado, ¿o no? Esta
mujer me está colmando los nervios. Fui completamente franco
cuando le dije que no tenía interés en tenerla. ¿Por qué no lo
entiende? Conduje sin mirar atrás, luego noté que mis
guardaespaldas me seguían. Cuando llegué a casa, en mi
habitación encontré a Sophia masajeando la pierna de Maya. Sin
embargo, me miró recelosa. Giré para ver a Maya que dormía
profundamente. Cuando estaba por irme a la cama, Sophia me
bloqueó el camino y, de repente, me encontré mirándola: se
agarraba la cintura y me observaba fijamente, estaba alterada. Me
estaba poniendo a prueba; yo podría haberla apartado si no
hubiera sido mi hermana, pero era tan linda.
"¿Qué pasa, Sophia?", pregunté mientras me quitaba la corbata.
No me respondió, miró a Maya y dijo:
"Acompáñame".
"Haré lo que me pida mi hermana menor". Me quité los zapatos, me
puse unas pantuflas y seguí a Sophia a su habitación. Sacó su
portátil. "No, no, no, Sophia. Ya te dije que no soy bueno con eso,
te he enseñado todo lo que sé". Me lanzó una mirada de
advertencia que me hizo reír. Sin dudas, es una Archer. Está
empezando a actuar como mi padre debido al tiempo que pasa con
él. Eso me hizo feliz, pero mi felicidad se esfumó cuando Sophia
me mostró el perfil de Kelly. Miré alrededor, la puerta estaba
abierta así que me apresuré a cerrarla. "¿Qué buscas con esto?",
le pregunté. Ella cruzó los brazos sobre su pecho y me miró a
los ojos.
"¿Estás engañando a la señora Maya, hermano Zion?"
"¿Qué? ¿Cómo puedes, siquiera, saber algo así, Sophia?
"Sé de estas cosas".
Me enfurecí. "Sophia, ¿qué quieres decir con que sabes de estas
cosas? ¿Tienes novio? Voy a matar a ese chico", ladré.
"Por favor, basta. Sé lo que hacen los hombres y las mujeres a
puertas cerradas". Me congelé y miré con desconfianza a mi
querida Sophia. Ella se dio cuenta de que estaba a punto de saltar
y respondió: "Hermano Zion, te juro que no tengo novio, como si
me permitieras tener uno... Pero estoy enamorada de un gran tipo".
La miré a los ojos, esta chica sí que tiene agallas
Alejó su portátil. "¿Estás engañando a la señora Maya con tu
exprometida, sí o no?"
"¿Quieres que la señora Maya me desolle vivo? No, no la estoy
engañando".
";Y cómo esta mujer consiguió el número de la señora Maya?"
"¿Qué?"
"Hoy estaba jugando en su teléfono porque habíamos acordado
que le haría compañía todo el día, si me lo prestaba. Y llamó tu ex".
Mis ojos se abrieron de la sorpresa. Oh, Dios, ¿le habrá contado a
Maya lo que hizo en mi oficina antes de que yo pudiera decírselo?
Me inquieté.
"¿Y?"
"Cuando contesté, se quedó en silencio unos minutos y me colgó.
Luego, volvió a llamar y pidió hablar con Maya. Fingí no saber
quién era Maya". Esto se está saliendo de control. ¿Qué quiere
Kelly de mi esposa? Maya no puede estresarse ahora, podría dar a
luz en cualquier momento. "Maya me preguntó quién había
llamado, le dije que era una de esas llamadas no deseadas.
Cuando se fue a dormir, investigué el número, luego lo bloqueé en
el teléfono de Maya y lo eliminé de su registro de llamadas".
":Así se hace, chica inteligente!"
"No quiero que Maya se preocupe", añadió. Le peiné el cabello, y
ella hizo un puchero.
"Lo resolviste muy bien", elogié
"¿Me prometes que no la verás?"
"No, pero creo que es hora de que hable con ella. Iré a
refrescarme, chiquita. Te amo".
Cuando salí de su habitación, ella sonreía. Ahora se me cruzan por
la cabeza muchos pensamientos; por mi esposa, haría lo que sea.
Maya no necesita esto, solo quiere estar tranquila... que su única
preocupación sea lo hinchadas que están sus piernas y no la loca
de mi ex. ¿Qué digo, si ni siquiera fue mi ex? Maya ya no estaba
en la cama cuando entré en mi habitación, parecía haberse orinado
encima al salir del baño. En cuanto la miré, lloró acariciándose la
panza. Entré en pánico: eso significaba que ya estaba de parto.
¿Estoy listo para conocer a mis hijos? ¿Seré un buen padre?
Debería haberlo sabido, pero me quedé quieto, me
paralicé, acobardado
"Zion, creo que llegan los bebés"
¿Qué me sucede? Haz algo, Zion, muévete antes de que pase algo
malo.
Me apresuré hacia ella y la ayudé a sentarse, luego corrí hacia la
habitación de la abuela. Por primera vez en mi vida, ni siquiera
llamé a la puerta antes de entrar. Afortunadamente, estaban
tomando té mientras veían su programa favorito. Vacilé, sin saber
qué decir, pero esta vez por la emoción: iba a conocer a mi
princesa y a mi príncipe.
"Maya está de parto, abuela". La vi moverse más rápido de lo
normal. Entró en su vestidor y sacó su botiquín.
"Sígueme", me ordenó. Yo la seguí de inmediato.
Capítulo 74
Tres en vez de dos
Punto de vista de Zion
Seguí a la abuela a mi habitación. Mi esposa caminaba de un lado
a otro tirándose del cabello.
¡M*Idición! Me di cuenta de que debía c* gérmela antes de que
diera a luz, pero ya había roto fuentes. M*erda. Al entrar en la
habitación con mi abuela, Maya me clavó la mirada, seguramente
me insultaba en su interior. Seguía tirándose del cabello con
tenacidad, y me dio la impresión de que hubiera sido mejor que me
lo tirara a mí. Parecía estar sufriendo mucho. La abuela le pidió que
se acostara y luego la revisó. Yo no me acerqué.
No podía estar mirándole la v*Iva a mi esposa junto a mi abuela,
¿no?
La abuela se quitó los guantes y me pidió que llevara a Maya a uno
de los autos para acompañarla
al hospital.
"Aún hay tiempo para llegar a nuestro hospital", agregó mientras
salía apresurada. Cuando miré a mi esposa, pensé: ¡Dios!
Reconozco esa mirada.
Significaba que iba a atormentarme.
La abuela, conociendo muy bien mi situación, me pidió que llevara
a Maya, y no tuve opción: ella se fue en otro auto. Sabiendo que el
camino al hospital sería un infierno, fue un alivio tomar una limusina
en vez de conducir. En cuanto el motor arrancó, vi cómo a Maya le
cambiaba la expresión.
Se tiró del cabello, luego esperó un momento, como si escuchara
algo, y después volvió lentamente su rostro hacia mí como una
diablilla que acababa de darse cuenta de algo.
¡Paff!
"¿Qué c*rajo, Maya? " Di un vistazo en su dirección, ella seguía
luchando, luego comenzó a gritar al sentir otra contracción
desgarrarle el cuerpo.
"Me dueleeeee, y debes mirar. Tienes que atravesar conmigo este
dolor. Fuiste tú quien metió su p*ja profundamente en mi v*Iva
después de todo..." Le tapé la boca para evitar que siguiera
gritando. Ella se limpiaba el sudor de la frente, y le rodeé la barbilla
con la palma.
"Cariño, por favor, intenta respirar hondo; estarás bien". Cuando
quiso inhalar y exhalar, dejó escapar un grito de frustración.
"¡No servirá de nada!" Se estiró y se acarició la cintura antes de
darse vuelta para mirarme; yo era el culpable. Me agarró la p*ja
con tanta fuerza que me hizo gemir de dolor. Se me marcaron las
venas en la cara de lo incómodo que estaba. Ella contuvo el aliento
y susurró:
"Por culpa de esta deliciosa, pero diabólica p*ja estamos en este
lío"
Gritó nuevamente cuando otro intenso espasmo le atravesó el
cuerpo, y me apretó la p*ja con más fuerza. Parecía querer
romperla. Estaba empapado de sudor y rezaba para que
pudiéramos llegar al hospital antes de que me la quebrara.
"Maya, me estás matando...". Me miró a la vez que golpeteaba su
pierna derecha.
"¿Sabes lo que siento?"
"Lo sé, bebé, pero me la vas a romper". Su mirada se volvió hacia
la mía y, al percatarse de mi dolor, aflojó su agarre. Cuando el auto
se detuvo frente al hospital Archer, dos médicos nos esperaban
afuera con una camilla. La ingresaron enseguida. Yo no tenía prisa
por llegar a la sala de emergencias;
estuve tan cerca de perder la p*ja que decidí tomarme mi tiempo
para ir a la habitación, tampoco podía caminar muy rápido. Cuando
llegué, ella ya estaba en la cama, hablando de lo dilatada que
estaba. No pensaba acercarme a Maya. Soy consciente de que
deberíamos experimentar juntos el sufrimiento, pero honestamente
siento que soy yo quien más sufre en este momento.
¿Cómo pudo habérmela apretado de esa manera?
¡Dios, duele tanto.
"Zion, ponte esto, tu esposa te necesita", me dijo la abuela con una
sonrisa astuta.
¿Están confabuladas? Si en el futuro no pudiera cumplir con las
responsabilidades de un esposo,
¿estaría bien para la abuela?
Suspiré derrotado, asentí e hice lo que me pidió.
Fui al baño a ponerme una bata médica y luego me senté junto a
Maya en la habitación. Cuando la miré, me di cuenta de que estaba
a punto de llorar y le sostuve la mano. No creo que tengamos más
hijos después de estos dos, no soporto verla en este estado.
Parece una bruja endemoniada y, después de haberla visto así, no
quiero que me vuelvan a retorcer la p*ja otra vez. Intenté
tranquilizarla frotándole las manos.
"Zion, estoy temblando del miedo. Temo perder la vida". Lo dijo en
voz muy baja, pero pude distinguir cada palabra. Apoyé mi frente
en su palma y le besé la mano antes de hacerlo.
"Lo estás haciendo muy bien". El dolor en mis b*las era
insoportable, pero no podía decírselo. Ella estaba por hacerme el
hombre más feliz del mundo:
finalmente hoy conoceré a mi Sophia y a mi Noah.
"Creo que mi tiempo en la tierra terminó", gritó en voz alta esta vez.
"Maya, cariño, quiero que pujes. En uno, dos, tres.. quiero que
hagas el esfuerzo. Sé que es difícil pujar sintiendo tanto dolor, pero
piensa en los bebés.
¿Estás lista?"
Maya volvió su atención a mí luego de las indicaciones de la
abuela. Me agarraba la mano con firmeza clavando las uñas en mis
palmas hasta el punto de hacerme sangrar. Me miró con severidad
antes de negar con la cabeza. Me levanté de la silla y la miré a los
ojos mientras me dirigía a ella directamente. Succioné su labio
inferior mientras presionaba mi frente contra la suya, luego apreté
mis labios contra los suyos pegando mi cabeza a la suya.
"Puedes hacerlo, Maya. Hazlo por nuestra familia, por Noah y por
Sophia. Puja duro, puja fuerte", le dije, asegurándome de mirarla a
los ojos todo el tiempo. "Inhala y exhala mientras pujas". Comenzó
a llorar, e inmediatamente me sentí horrible por someterla a este
sufrimiento. La cabeza de un bebé es bastante más grande que un
p*ne.
"¡Puja una vez más!", gritó la abuela, y escuchamos un llanto
infantil. Sentí venir mis lágrimas, estaba a punto de conocer a mi
bebé. "Oh, Dios, es impresionante", dijo y me miró mientras yo
besaba a mi esposa intentando volver mi atención hacia la abuela.
"Gracias, Maya". Me temblaban las manos cuando comencé a
caminar hacia la abuela. Observé a mi hijo, Noah. Heredó los ojos
de su madre, pero se parece mucho a mí, soy yo en miniatura. Lo
acurruqué en mis brazos y besé dulcemente la parte superior de su
diminuta cabeza. Me acerqué a mi esposa para que pudiera
sostener a su príncipe, le puse a Noah en las manos, y sollozaba
mientras lo besaba. Luego, vino otra contracción.
Le entregué a Noah a una de las enfermeras que estaba con la
abuela, y sostuve la mano de mi esposa mientras ella daba a luz a
nuestra hija, mientras pujaba para que naciera nuestra princesa.
Se mordía el labio con fuerza, y colocó su mano sobre la mía. Pujó
aún más que antes, pero esta vez fue más fácil. Escuchamos otro
gemido, y los ojos de la abuela se agrandaron mucho.
"Zee, es otro niño"
"¿Qué?", gritamos al mismo tiempo mi esposa y yo.
La abuela nos sorprendió dándonos a nuestro hijo, pero aún no
decidimos cómo llamarlo. Lo acuné en mis brazos como hice con
Noah, también se parecía a mí.
¿Cómo voy a saber cuál es Noah y cuál es...?
M*erda, ni siquiera tiene nombre aún.
Cuando lo miré para ver cómo podía distinguirlo de Noah noté que
tenía mis mismos ojos, a diferencia de su hermano que había
heredado los ojos de su madre. Se lo entregué a la enfermera, y
ella se lo llevó. Regresé a sentarme junto a mi esposa.
Anhelaba una niña, ¿cómo pudo haberse equivocado el médico?
"Zee, viene otro".
"¿Qué?", pregunté.
"¿Qué?", dijo también Maya.
"El segundo niño estaba escondido, pero parece que salió antes
que el primero. Se había escondido dentro de su caja torácica".
"Tres", le dije a mi esposa. "Tres recién nacidos". Miré a Maya y
vislumbré la forma en que me miraba. ¿Como si fuera el culpable
que bombeó tres bebés en su interior? La escuché mencionar que
se sentía incómoda, probablemente era momento de que pariera al
último. Le sostuve la mano, y ella pujó una vez más. Noté que la
abuela sonreia.
"•Tenemos una niña!" Sin perder tiempo, fui directo a donde estaba
la abuela.
"Hola, Sophia. Finalmente conocimos a mi princesa". Ella me guiñó
un ojo y, cuando la abuela se echó a reír, solo pude hacer una
mueca en respuesta. ¿Cómo un bebé puede guiñar un ojo?
Esta niña me va a matar antes de tiempo, ya anticipo problemas:
va a matarme.
Capítulo 75
La locura de Kelly
Punto de vista de Kelly
Me desperté con una deliciosa taza de café que me había
preparado Katarina, mi sirvienta. Hace el mejor café de todos, pero
la odio tanto... Todo en ella me provoca odio, y ella lo sabe. Al
menos no tengo que disimularlo. Tiene el c*lo en su lugar, y los
amigos que vienen a casa solo elogian su cuerpo. La desean a ella,
no a mí. No tiene dinero, pero se lleva toda la gloria solo por tener
ese cuerpo. Le doy de comer y tiene ese c*lo... ¿por qué? Si
comemos la misma comida y no tengo ese tr*sero, es más, casi no
tengo. Intenté matar de hambre a Katarina para que se le achique
el c*lo, pero solo conseguí que se le afine la cintura y se destaquen
más sus curvas. Tanto esfuerzo para nada. Yo soy la jefa, y se
supone que soy yo la que debe lucir espléndida, no mi criada.
Tomé más café y fui al baño. Suspiré, hoy iba a ser el segundo día
de seducir a mi príncipe. Tengo que deshacerme de esa nadie, de
Maya o como se llame. Quiero encerrarla en un coche, echarle
combustible y quemarla viva mientras observo. Sí, eso quiero. Me
robó a mi Zion. ¿Por qué Zion se enamoraría de ella? ¿Qué quiso
decir con que la conocía desde hace años? El es mío, lo conozco
desde hace mucho y, aunque no me ame, me amará con el tiempo.
No puedo quedarme de brazos cruzados mientras ella me roba lo
mío. Ah, otro peón que debería anular es Ivy Jones. Salí del baño,
me acerqué a la mesita de noche mirando mi teléfono y sonreí.
Marqué el número de Ivy con una sonrisa.
Ivy: Hola.
Kelly: ¡Hey! ¿En qué andas?
Ivy: Disculpe, ¿quién es?
Miré la pantalla para corroborar si había llamado a Ivy Jones. ¿Me
equivoqué? Últimamente obtengo números equivocados. Me aclaré
la garganta.
Kelly: ¿Hablo con Ivy?
Ivy: Sí. ¿Y tú quién eres?
Kelly: ¡Dios! Kelly, Kelly Martins.
Ivy: ¿Y?
Miré el teléfono, atónita. ¿Me estaba tomando el pelo?
Kelly: ¿Cómo "y"?
Ivy: Escucha, Kelly, o como te llames, no tengo todo el día. Si no
tienes nada que decir, corta, por favor.
Kelly: Quiero hablar de esa p*rra, ¿cómo es su nombre? Ah, Maya
Jones.
Ivy: ¿Te refieres a Maya Archer? ¿O debería llamarla la señora
Archer? ¿Qué hay con ella?
Kelly: Yo soy la señora Archer, no esa.
Ivy: Si llamaste para hablar de mi hermana, no tengo tiempo. Te
aconsejo que te alejes de mi hermana menor, o te la verás
conmigo. ¿Entendido?
Luego me colgó. Miré el teléfono sorprendida.
¿Cuándo se reconciliaron? Si ella también quería a mi Zion, ¿ya no
lo quiere? Esto ya me cansó. Debo tratar solo con Maya. Pronto
largará ese bebé, o haré que lo haga.
"¡Katarina! ¡Tráeme el periódico de hoy!", grité. Ella entró en mi
habitación corriendo como un ratoncito.
Debajo de mí es donde debe estar. Bebí mi café con gracia
mientras hojeaba el periódico. La portada me sacudió hasta la
médula.
El señor Archer y su esposa, Maya Archer, dieron la bienvenida a
su primer hijo.
Me empezaron a temblar las manos, se me retorcieron las entrañas
y miré a la molesta c*lona que tenía enfrente: tuvo suerte de que
había terminado el café, porque podría habérselo arrojado caliente
a la cara. Pero, en vez de eso, la golpeé con la taza y comencé a
patearla: la usaría de saco de boxeo.
"Kelly, ¿qué diablos haces, niña?"
"Madre, oh, dulce madre, mi Zion tiene un bebé.
¿Cómo pudo ser? ¿Cómo? Si yo estaba destinada a ser la madre
de sus hijos. Además, yo debía hacer que esa inútil pariera antes
de tiempo. ¡Se suponía que ella perdería a ese b*stardo, madre!
*******
La señora Martins no podía creer tener una hija así.
¿Cómo podía ser tan malvada y desearle eso a otra persona? ¿Por
qué descargaba su ira con una persona inocente? Se paró en
medio de la habitación, aún sorprendida con la chica a la que
alguna vez creyó dulce. Empujó a Kelly y le pidió a Katarina que
saliera.
Déjate de tonterías. Ambas sabemos que Zion nunca te quiso,
tampoco se hizo tiempo para ti ni una sola vez. ¿Por qué estás tan
obsesionada con él? Ya hemos pasado bastante vergüenza, ¿no
crees? ¿Y qué culpa tiene Katarina? ¿Por qué tuviste que hacerle
eso a la pobre alma? ¿Por qué, Kelly? ¿Eres tan inhumana como
para descargar tu ira en una persona inocente? ¿Tenías que
lastimar así a Katarina?
"¡Cállate, cállate!" La señora Martins se congeló cuando su hija
comenzó a faltarle el respeto.
Pensaba que había ido perdiendo la cabeza con los años, pero
ahora se había convencido de que su hija estaba enferma. Miró
recelosa hacia la puerta, su esposo estaba allí con las manos
cruzadas sobre el pecho.
"Lo que leíste en el periódico son noticas viejas. El señor Archer y
su esposa tuvieron tres bebés sanos y robustos, dos niños y una
niña". Kelly dio un grito desgarrador mientras corría a abrazar a su
padre.
La señora Martins comenzó a alejarse, tenía la sensación de que
su esposo estaba alentando a Kelly.
"Lo perdí, padre. Tres bebés son demasiado; ahora tiene una
familia. ¡Ya no puedo tenerlo!" El hombre acarició a su hija y la
besó en la cabeza, pero Kelly levantó la mirada. "Yo debía ser la
elegida. Los haré sufrir: voy a lograr acostarme con Zion y
secuestraré a uno de sus hijos. Lo juro".
Capítulo 76
El nombramiento
Punto de vista de Maya
Si alguien me hubiera dicho que a finales de este año iba a ser
madre, podría haber pensado que esa persona había perdido la
cabeza. Pero aquí estoy, una madre de tres hermosas almas, tres
deliciosas sorpresas... nos anticipamos a dos, pero la tercera fue
totalmente inesperada. Es gracioso que cargamos a nuestros hijos
durante nueve meses, pero luego se parecen a sus padres.
Deberíamos llevarnos el mérito. Mis hijos no se parecen a mí, solo
mi hija, que tiene mis ojos. Zion afirma que puede diferenciar entre
Noah y nuestro otro hijo, pero yo no, me parecen iguales y es él
quien me dice cuál es cuál. Estoy tan cansada. Podría haber
programado una cesárea si hubiera sabido que eran tres; aunque
estábamos empeñados en tener un parto natural, nunca lo hubiera
elegido, lo habría objetado.
Zion y yo decidimos extender nuestra estancia en M-City. Hoy,
finalmente, vendrá mi familia. Desde que di a luz hace dos
semanas, todos han sido maravillosos conmigo y con mis recién
nacidos.
Todavía no nombramos a uno de mis hijos; como no lo
esperábamos, no nos apuramos en darle un nombre, así que
decidimos tomarnos nuestro tiempo para encontrar el ideal para él.
Todos son tan amables y serviciales. Supongo que a mi suegro le
ha estado yendo bien, se nota que está feliz. Por otro lado, Emma
se ha estado guardando algunas cosas últimamente. La abuela me
dijo que parecía que se estaban tomando las cosas poco a poco;
sin embargo, no puedo esperar a que me digan que están juntos.
El hombre merece la felicidad y, aunque soy consciente de que
Emma nunca ocupará el lugar de mi madrina, sé que ella es única
por derecho propio.
Me senté y comprobé que los niños aún durmieran para poder
darme una ducha rápida. Aproveché porque estaban
profundamente dormidos. Cuando salí, Zion me esperaba afuera
de la puerta del baño, sosteniendo a uno de ellos. Se veía tan
encantador cargando a uno de nuestros hijos. Me sonrió mientras
me miraba. Necesitaba encontrar qué ponerme, así que entré al
vestidor. Zion comenzó a hablar mientras yo me aplicaba crema
corporal.
"Estaba pensando..
"¿Mmm?"
"Como hoy nos visitará tu familia, y él aún no tiene nombre, ¿qué
tal si permitimos que mi papá y el tuyo lo elijan?"
"¡Es una gran idea! Juro que me quedé sin nombres". Dejó al bebé
y se acercó a mí.
"¿Como estuvo tu día?", preguntó.
"Aún me estoy acostumbrando a esto de ser madre, pero no me
puedo quejar. ¿Y el tuyo?"
"Nada mal. Llamé a Lucas y le pedí que modificara la cama de los
niños en J-City porque la que hicieron era solo para dos". Le rodeé
el cuello con las manos y le di un beso apasionado en los labios.
Su postura era algo rígida.
"¿Qué pasa?" Mientras se ajustaba la corbata, se sentó en la
cabecera de la cama.
"Bueno, hace tiempo que quiero decirte esto, pero no quería
ponerte ansiosa mientras estabas embarazada. No te tomes a mal
que te lo cuente recién ahora". Lo miré con recelo.
"La semana que llegamos aquí, Kelly fue a mi lugar de trabajo. No
sé cómo pudo pasar la seguridad, pero lo hizo, y comenzó a
tocarse frente a mí, provocándome. Te juro que nunca la toqué,
solo me quedé mirándola".
"¿Qué?"
"Quería demostrarle que estaba equivocada, que se diera cuenta
de que no me provocaba nada, quería ver la frustración en su
rostro. Solo te amo a ti".
Tomó mi rostro entre sus manos, pero no estoy segura de cómo
me siento con que haya permitido que una mujer se tocara frente a
él.
"¿Se te paró?"
"¡No!"
"Bueno".
"Pero hay más", dijo mientras yo levantaba una ceja. "Te ha estado
acosando, Maya. Consiguió tu número y ha tratado de comunicarse
contigo. No lo ha logrado aún. La primera vez que llamó, Sophia
estaba usando tu teléfono, así que por ahora, cree que el número
es incorrecto. Nos ha estado acechando a los dos, pero se ha
detenido. Te busca a ti, no estamos seguros de qué quiere, ni
podemos denunciarla porque no tenemos pruebas.
Por el momento solo podemos reforzar tu seguridad".
La idea de que alguien me siga me pone la piel de gallina. ¿Qué
quiere de mí? Creí que habíamos superado el tema de que
deseara a mi esposo. Con toda franqueza, no puedo reaccionar
bien. ¿Qué busca?
Salí del trance cuando escuché que golpeaban la puerta y Zion fue
a abrir.
"Señor Archer, me enviaron para informarle que la familia de la
señora Archer ya ha llegado".
Al escuchar eso, me olvidé de todo lo relacionado con esa psicótica
y salí corriendo para reunirme con mi familia. Me saludó el sonido
inconfundible de la voz de mi padre cuando entré en la sala de
estar.
"Bombona". Estaba tan feliz de verlo que corrí para darle un abrazo
de oso. Cuando me di vuelta, vi a mi madre, así que también la
abracé, y luego también a mi hermana. No puedo expresar lo
aliviada que estoy de que nos hayamos convertido en una familia
feliz, sin competencia ni nada por el estilo. Han sido muy
alentadores. Zion y mi padre ahora tienen una relación maravillosa
entre ellos.
Capítulo 77
Punto de vista de Maya
"Quiero verlos. ¿Dónde están?", preguntó Ivy.
Tomé su mano y caminamos juntas hacia mi dormitorio, pero, como
los trasladaron a su habitación, fuimos hacia allí. Miré a mi
hermana, la alegría en su rostro era contagiosa. La última vez que
hablamos, ella me contó que estaba en una nueva relación, pero
que era mejor tomarse las cosas con calma. No mencionamos a
Nathan ni una sola vez en toda nuestra conversación. Apenas
entramos en la habitación de los niños, inmediatamente se dirigió a
donde descansaba Sophia. Lo más probable era que Sophia ya no
estuviera dormida y estuviera jugando sola.
"Oh, Dios mío, Maya. Es muy hermosa". Sonreí. Le presenté mis
hijos a mi hermana. Aunque mi segundo hijo aún no tiene nombre
propio, lo tendrá cuando termine el día. Después de pedirle a una
de las asistentes que nos ayudara con Noah, mi hermana y yo
regresamos a la sala de estar. Ivy no quería soltar a Sophia. Le
entregué mi hijo a mi padre y la sirvienta le entregó a Noah a mi
madre.
Fui y tomé asiento junto a mi esposo.
"Te presento a Noah". Mi madre sonrió. Rozó su diminuta cabeza y
la besó.
"Hola, Noah, encantada de conocerte", dijo mi madre mientras lo
besaba sin parar.
"Por favor, denle también la bienvenida a Sophia.
Lo siento, pero no la voy a soltar". Todos se rieron de Ivy.
Papá me miró: "¿No vas a presentárnoslo?" Zion y yo
intercambiamos miradas.
"Maya y yo decidimos dejar que los dos abuelos lo nombren. Como
creímos que tendríamos dos bebés, solo pensamos dos nombres".
Noté que ambos sonreían.
"Aiden", dijo mi suegro.
"Logan", dijo mi padre.
"Aiden Logan Archer. Es impecable. ¡Por fin te han dado un
nombre, pequeño!" Cuando Zion dijo eso, todos volvieron a reírse.
"Zion, a Sophia no podemos llamarla Sophia"
"¿Qué dices?'
"Que ya tenemos una Sophia en casa". El comprendió.
"Aurora Sophia Archer", dijo la abuela.
"Me encanta, y sigue siendo Sophia. Lo siento, Sophs, tienes que
compartir el nombre".
"Noah Oliver Archer", dijo el abuelo sonriendo.
Ambos nos reímos, y él continuó: "Aurora y Aiden tienen dos
nombres. ¿Por qué Noah tendría solo uno?", preguntó mientras
fruncía el ceño. Así, mis hijos finalmente fueron nombrados.
Quería conversar más fraternalmente con Ivy, así que la invité a
salir. Ivy y yo no habíamos discutido en bastante tiempo y nunca lo
volveríamos a hacer.
Iba a ser muy divertido sacar a los niños por primera vez, una
bocanada de aire fresco sería suficiente. Debido a que seríamos
cinco, le pedí al conductor que trajera un vehículo con más
espacio.
Entramos en la limusina. Aunque no estoy muy familiarizada con
M-City, sí sé dónde están ubicados la mayoría de los restaurantes,
y por eso decidimos comer en uno que estaba ubicado en la punta
del mar. La vista del océano era impresionante. Además, el sol
iluminó el patio del restaurante haciéndolo aún más atractivo. Ivy y
yo nos sentamos, luego ordenamos nuestras bebidas.
"Dime, ¿cómo van tus cosas?", finalmente, cuestioné.
"Nada mal. Solo intento saber dónde insertarme. Mi padre está
dispuesto a contratarme para el negocio familiar, pero todavía no
estoy segura dónde".
"Sabes que te distraerá de tu situación, ¿no?"
"Sí, lo sé".
"Entonces, ¿cuál es el problema?"
"Toda mi vida he dependido de mamá y papá, incluso ahora, si
trabajo para papá, siento que sigo dependiendo de ellos".
"Cierto, pero es diferente. Estás esforzándote para ganar dinero, no
se lo estás pidiendo. Yo aceptaría la oferta de papá, y cuando
hayas descubierto qué quieres de la vida, entonces puedes
marcharte.
Papá no es del tipo que quiera retenerte".
Llegaron nuestros refrescos y los niños seguían durmiendo, así que
tuvimos la oportunidad de continuar conversando. "¿Y cómo está
Nathan?
Después de lo que pasó, ¿cómo están ustedes?"
Ella sonrió levemente.
"Nunca cambiarás, ¿no? Ya eres madre, pero todavía eres una
niña. ¿Quieres decir después de que dormimos juntos?"
Me sonrojé de la vergüenza: "Sí"
"Bueno, no voy a mentir. Siempre le tuve mucho respeto y
sinceramente esperaba que pudiéramos resolver las cosas. Antes
de que te enteraras, ya nos habíamos estado viendo desde hacía
un tiempo. Aunque tú nunca te acostaste con él, él te seguía
amando y se negaba a romper el compromiso debido a sus
sentimientos por ti, por eso yo te odiaba tanto. Deseaba tenerlo
todo para mí, y cuando supe que era mi hermano, fue como si
alguien me hubiera echado encima un balde de agua fría y sucia.
Me costó comprenderlo"
Capítulo 78
Punto de vista de Maya
Nathan y yo somos adultos y, como estábamos involucrados en
una relación prohibida, tuvimos que tomar la decisión que más nos
beneficiara a ambos. Lo hablamos, y al principio fue un desafío;
otras veces, se nos fue de las manos.
Nos acostamos en un par de ocasiones en ese proceso, pero
finalmente aceptamos el hecho de que éramos hermanos.
"Sabes que no te juzgaré, ¿verdad?"
"Sí, lo sé, en serio. Ahora me he mudado con Finn. M-City es su
ciudad natal, parecía saber todos mis movimientos, sin embargo,
fue paciente conmigo y me amó incluso cuando yo misma no podía
amarme. Al principio, quise usarlo para escapar de mis problemas,
pero él parece conocerme más que yo"
"Todo un caballero", le dije.
"Lo sé". Dejó caer una sola lágrima, y la ayudé a limpiarla.
"Escucha, hermana, estoy aquí para ti. No importa lo que hagas,
nunca te juzgaré, te lo prometo. Es un alivio que tengas a Finn, y
que sea paciente contigo, a pesar de que a veces puedes ser una
malcriada". Nos reímos juntas.
Después de que nos sirvieron la comida, nos sentamos a disfrutar
del sol y de la belleza del océano mientras cenábamos.
"¿Sabe que estás aquí?"
"Sí, lo sabe, pero está en un viaje de negocios y regresará hoy.
Disculpa, tengo que ir al baño"
Se puso de pie y caminó hacia el baño. Me levanté para mirar a los
niños acostados en los cochecitos, seguían durmiendo
profundamente. Cuando terminé, Kelly me saludó con una mirada
de desprecio en su rostro. Lo siento, pero no tengo tiempo para
esto. Esquivé a la bruja parada frente a mí y volví a sentarme sin
siquiera mirarla de nuevo. No tengo la energía necesaria. A veces
hay que ser mejor persona y, en este momento, elijo serlo. Seguí
evitándola mientras bebía mi jugo. Ella acercó una silla a la mesa,
se sentó y comenzó a lanzarme dagas.
"Lo lamento, pero ese asiento está ocupado". Se le dilataron las
pupilas, luego le brillaron más que antes.
"¿Zion está contigo?"
"¿Por qué te importa?" Ella sonrió traviesa.
* "Zion y yo tenemos un acuerdo. Tú no puedes tener relaciones
s*xuales porque acabas de parir a los bebés que, se suponía,
serían míos". Para escuchar mejor sus ladridos, me eché hacia
atrás y crucé los brazos sobre mi pecho. ¿Por qué tiene una
fijación tan malsana con Zion?
"¿Crees que la p*ja de Zion reaccionaría si caminaras desnuda
frente a él?", pregunté mientras daba un sorbo.
Observé cómo cambiaba la expresión de su rostro.
"¿Por qué diablos reaccionaría, bruja? Es probable que le hayas
hecho algo para evitar que desarrolle sentimientos románticos por
otras mueres"
"Pensé que tenían un acuerdo porque, como sabes, no puedo
tener relaciones s*xuales por haber parido recientemente". Eso la
enfureció. Se puso de pie e intentó abofetearme. Esa bofetada iba
a doler, pero, para mi asombro, no me pasó ni cerca. Giré la vista
alrededor para saber qué estaba pasando.
"Me molesta muchísimo que otras personas se metan con mi
familia", dijo Ivy. Luego un fuerte grito seguido de una bofetada se
escuchó en el patio del restaurante. "Si alguna vez vuelves a
intentar ponerle una de tus diabólicas manos
encima a mi hermana, tendrás que vértelas conmigo"
Nunca antes había visto a Ivy así. Kelly entró corriendo al
restaurante con una mirada tímida en su rostro después de ver lo
peligrosa que era.
"¿Estás bien?", me preguntó. Sacudí la cabeza en respuesta. Estoy
muy agradecida de saber que mi hermana me protege una vez
más, estuvo increíble. Si alguien me golpeaba en la escuela
primaria, inmediatamente se transformaba en una matona. Peleaba
contra cualquiera que me causara problemas, y esta situación me
recordó cómo ella siempre veló por mis mejores intereses mientras
estábamos juntas en la escuela. No pude contener la risa.
"¿Qué?", exclamó con sorpresa.
"Me sorprendió saber que aún está dentro de ti". La hice reír.
"Una vez me encontré con ella, pero en ese momento, fui una
estúpida y le dije que eras mi hermana. Cuando me llamó el otro
día, le dije que si alguna vez se acercaba a ti, tendría que vérselas
conmigo. Solo le demostré que lo die en serio, por ese motivo lo
hice". Me puse de pie y la abracé, pero nuestro abrazo se
interrumpió ensequida.
"¡Cariño, no sabía que estarías aquí!" Ivy y yo nos giramos y nos
recibió un hermoso rostro. Incliné la cabeza hacia mi hermana, que
se sonrojaba continuamente. Entonces, decidí tomar la iniciativa...
C*rajo, espero no estar equivocada.
"Tú debes de ser Finn... Es un placer conocerte". El hombre
esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Extendió la mano en una clara
invitación al apretón.
"Es un placer conocerte. Creo que tu nombre es Maya. ¿La
hermana de mi bebé?" Mi rostro tenía un brillo rosado.
Capítulo 79
Punto de vista de Maya
"Sí, soy Maya", dije esforzándome por sacar las palabras de mi
mente.
"Señora Archer, su esposo es muy afortunado de tenerla. ¿Puedo
unirme a ustedes, damas?"
Le hice señas para que tomara asiento rogándole que lo hiciera.
Puse toda mi atención en el hombre. Si no la conociera, hubiera
creído que lvy estaba bajo algún tipo de hechizo. Él parecía un
hombre responsable capaz de cuidarla. Desde que llegó Finn, su
rostro se había puesto colorado como el de una chica enamorada
por primera vez. Nunca la había visto tan sonrojada. Fin nos
informó que había llegado hoy y que había venido a este
restaurante a comer antes de regresar a casa a descansar.
Ivy y yo esperamos pacientemente que Fin devorara su comida.
Nos relataba sobre su viaje de negocios a las
Maldivas. Escuché su conversación mientras se besaban y
abrazaban. Me ponía muy feliz que lvy haya superado a
Nathan, sé lo difícil que le resultó dejar todo atrás. Se habían
acostado durante un tiempo, y no iba a ser fácil olvidarlo.
Pero parece que Fin es el chico para ella, y tengo que admitir que
realmente me gusta, es mucho más maduro que Ivy.
Cuando Finn terminó de almorzar, él e Ivy se fueron juntos. Yo me
quedé un rato más porque quería sentir la brisa fresca y el hermoso
sol que me daba en la cara, la vista del océano complementaba el
clima. Mientras tomaba sol, decidi pedir más jugo. De repente, me
abrumaron las ganas de ir al baño, así que le hice señas a una de
las meseras para que cuidara a mis hijos mientras yo iba. Sabía
que alguno de los niños podría comenzar a moverse en cualquier
momento, por lo que casi no demoré. Me lavé las manos y salí.
Después de agradecerle a la camarera, volví a sentarme, pero ella
me miraba como si no pudiera entender lo que estaba pasando.
Incliné la cabeza en su dirección;
con una expresión de miedo, por fin, abrió la boca.
"Señora, ¿ha venido acompañada?" Cuando ella preguntó, una
sonrisa cruzó mi rostro.
"Sí, mi hermana y yo vinimos juntas", le respondí. Vi que suspiró de
alivio, como si hubiera estado conteniendo la respiración.
"Una rubia".
"¿Qué? ¿Rubia?"
"¿Su hermana tiene el cabello rubio?"
"No, castaño", le dije. Sus ojos se agrandaron.
"Una dama con cabello rubio y un traje rojo sangre entró hace un
momento, señora. Dijo que era su hermana, y se llevó a uno de los
bebés cuando se fue. Está... ¡oh, Dios! Ya no está"
"¿Qué?"
Me di vuelta mirando a mi alrededor, con ganas de perseguir a
quien sea. Luego me di cuenta de que no podía correr detrás de
nadie porque tendría que dejar a mis dos bebés con la misma
camarera que había permitido el secuestro. Vi a mi conductor y lo
llamé para que me ayudara a subir a los bebés en el auto y poder
correr detrás de quien se había llevado a mi otro bebé. Hasta
respirar me resultaba difícil, mis pensamientos estaban dispersos.
Pude comprobar que la mujer se llevó a mi niña. Enseguida
comencé a correr en la dirección que me había indicado la
camarera, pero no vi a nadie. Me sentí derrotada, me tiré sobre las
dunas de la playa y comencé a llorar.
Zion.
Me temblaban las manos cuando tomé mi teléfono, no sabía qué
decirle a Zion y tenía miedo de que reaccionara mal.
Cuando sonó el teléfono, contestó de inmediato.
Zion: ¡Hola!
Me fue imposible informarle que su princesa había desaparecido.
¿Cómo se lo digo? No pude encontrar las palabras, así que me
puse a llorar.
Zion: Maya, ¿qué sucede?
Yo estaba completamente muda. Era una catástrofe, y yo estaba
devastada. No había ni rastro de mi niña. Luego me di cuenta de
que si no le contaba de inmediato, la otra mujer podría intentar huir
del país con mi hija. Tuve que decirlo.
Zion: Maya, me estás asustando muchísimo, nena. ¿Qué pasó?
Maya: Zion... secuestraron a Aurora.
Zion: ¿Qué?
No pude continuar. Seguí llorando y corriendo sin rumbo. No sabía
qué hacer, no tenía idea de quién se había llevado a mi niña.
¿Quién se había llevado a mi niña?
Kelly Martins.
Me quedé helada.
Kelly me robó a mi hija.
¡No! No podía creer que la mujer fuera capaz de hacer algo así.
¿Qué quiere de mí? No entiendo por qué no descarga su
frustración conmigo, yo me quedé con su hombre, no mi bebé. Me
siento entumecida, y de repente caí flácida. Mi mente se quedó en
blanco mientras me entregaba a la oscuridad después de haber
caído en las dunas de la playa.
Capítulo 80
Punto de vista de Zion
Cuando recibí la llamada de mi esposa, estaba en medio de una
reunión. Pero cuando se trata de Maya, todo lo demás puede
esperar. Salí de la sala de reuniones para contestar, pero ella no
podía hablar. Me di cuenta de que no podía articular sus
pensamientos porque no paraba de llorar. Parecía haber estado
llorando desde hacía mucho tiempo.
Zion: ¡Hola!
No obtuve ninguna respuesta. Apenas pude distinguir el sonido de
alguien sollozando al otro lado de la línea.
Zion: Maya, ¿qué sucede?
Estaba desconsolada y no pronunció ni una sola palabra. Sentí que
mi corazón se aceleraba. ¿Alguno de los niños estaría enfermo?
¿Qué estaba mal?
Zion: Maya, me estás asustando muchísimo, nena. ¿Qué pasó?
Dije eso mientras jugueteaba con mi corbata, anticipando que
pronto me contaría.
Maya: Zion.. secuestraron a Aurora.
Zion: ¿Qué?
Sentí que el mundo había llegado a su fin. Mi niña ha sido
secuestrada. ¿Por quién? Maya está en un estado tal que no
puedo preguntarle nada en este momento. ¿Qué sucedió? A Maya
le resultaba imposible hablar, así que conseguí que alguien
rastreara su ubicación y me confirmaron que estaba junto al mar.
Corrí hacia la costa e inmediatamente comencé a buscar a mis
chicas. Sin embargo, cuando llegué a Maya, ella ya estaba
inconsciente.
Todo mi universo se vino abajo. No comprendo, soy un resplandor
que espera para expandirse, todo mi ser duele. ¿Por qué? ¿Quién
se atrevía a tocar a un Archer, a mi princesa? Tengo ganas de
llorar, pero no puedo parecer débil. En el fondo, solo quiero llorar
por mi princesa, mi ángel. Nunca imaginé que podría amar a otra
mujer además de a mi esposa, pero mi princesa ha cambiado por
completo mi perspectiva. Me senté y contacté a nuestro equipo de
seguridad para preguntarles si habían visto algo, pero no pudieron
reportar nada. Lo único que sé es que Maya salió con Ivy, y luego
Ivy se fue con Finn. Al rato, Maya fue hacia el baño, pero las
cámaras de vigilancia del restaurante se alteraron. En este
momento, solo hay dos sospechosos.
Ivy, aunque con Maya ya reconciliaron sus diferencias, y por eso
ella ya no está obsesionada conmigo. Incluso
• comenzó a salir con Finn.
También vi a Kelly Martins frente a mi esposa y, por las cámaras, vi
a lvy abofeteándola. Pero son solo sospechosas.
¿Qué buscan? ¿Dinero?
Maya sigue inconsciente por la conmoción. Significaría mucho para
mí que pudiera abrir los ojos por un segundo y brindarnos alguna
pista o información que nos llevara a nuestra hija. Giré la cabeza
para mirar a mi abuelo y a mi padre, ambos Iloraban. Nunca en mi
vida me había sentido tan impotente, inútil. Debería estar ahí
afuera buscando a mi niña.
Finalmente, Maya despertó, pero me di cuenta de que en realidad
no estaba despierta. Empezó a sollozar estando
profundamente dormida.
"Aurora", gritaba el nombre de nuestra hija repetidamente. Juro que
me vengaré de quien sea responsable de esto.
"¡Aurora!" Cuando volvió a gritar, se despertó de golpe. Mientras
observaba su entorno, expresó el deseo de levantarse de la cama,
sin embargo, se lo impedí.
"Zion, tengo que ir a buscar a mi bebé". Mi esposa era un caos. Fui
a la cama para sentarme junto a ella mientras la consolaba. Quería
gritarle, pero no era el momento; ella es frágil y la situación podría
empeorar aún más si yo le gritaba.
"Maya, quiero que respires hondo y luego me expliques qué
sucedió. Llora todo lo que quieras, cariño, pero no nos ayudará
ahora. Por favor, dime lo que acaba de suceder".
"Kelly", fue todo lo que dijo. Espera, ¿fue Kelly? ¿Está loca? ¿Por
qué querría secuestrar a mi hija? Luego, Maya continuó:
"Kelly secuestro a mi bebé. Engañó a la mesera haciéndole creer
que era mi hermana y se llevó a mi niña. La camarera describió a
una señora de cabello rubio con un vestido rojo. Ella estaba vestida
así". El teléfono empezó a sonar cuando estaba a punto de
levantarme. Era un número desconocido. Atendí sin decir nada,
esperando a que la otra
persona hablara.
Kelly: ¡Hola, cariño! La bebé está llorando, quiere a papi. ¿Cuándo
vuelves a casa, Zion?
Me quedé helado. ¿Qué c*rajo? ¿Está loca? Me quedé
completamente sin palabras. ¿Por qué haría esto...?
Kelly: Cariño, no quiero que llores. Por favor, no te preocupes, tu
papá estará en casa muy pronto.
Espera, ¿qué significa esto? ¿Por qué actúa como si mi Aurora
fuera su hija?
Kelly: Zion, por favor, tráele algunos dulces a Zelly después del
trabajo. Ha estado llorando por su papá.
Mi familia percibió la sorpresa en mis ojos, y actuaron. Lo primero
que hizo la abuela fue ponerse mi teléfono en la oreja, pero luego
decidió reproducirlo en altavoz.
Kelly: Zion, ella es adorable. Nuestra pequeña niña es una belleza.
¿No crees que deberíamos hacer otra princesa?
Igualmente, quería que trajeras dulces cuando vuelvas del trabajo.
Te amo, Zion. La princesa y yo te estamos esperando, papi.
Maya gritó, pero instantáneamente le cubrí la boca. Me parece que
Kelly ha perdido la razón.
Abuela: Kelly, ¿entiendes lo que has hecho? Si traes a la niña de
vuelta, nos olvidaremos del delito que acabas de cometer, te
perdonaremos
Kelly: ¿Llevar a la bebé? ¿Qué bebé? Oh, te refieres a mi Zelly
(Zion y Kelly). Ella es mía y de Zion. ¿Por qué quieres que te lleve
a mi niña? No sé qué estás pensando.
Kelly dejó que el llanto de la bebé se escuchara de fondo. Mi
corazón se me hundió en el estómago. Yo debería estar con mi
bebé, pero estoy escuchando a una enferma llamar Zelly a mi hija
Aurora. Alerté a mi personal de seguridad para saber si habían
rastreado la ubicación de la llamada, pero no pudieron hacerlo.
¿Kelly había estado esperando que alguno de nosotros cometiera
un error para poder poner en marcha su plan? Entonces, ¿cómo
pudo mantener en secreto su paradero menos de veinticuatro
horas después del secuestro de mi hija? ¿Alguien la estaba
ayudando?
Capítulo 81
-Desde el punto de vista de Zion~
Sin embargo, sin prestarle la más mínima atención a las palabras
de mi abuela, Kelly volvió a amenazar: "Sí, sé que esto puede no
ser muy divertido; pero, si quieres a tu pequeña de regreso, tengo
una condición primordial, no quiero que intervenga la policía. De
hecho, como puedes ver, no me pueden rastrear de ninguna
manera; así que, si me entero que llamaste a la policía, tu pequeña
muere inmediatamente. Archie, a diferencia de ti, yo no tengo nada
que perder; es por eso que, espero que tengas mucho cuidado con
lo que haces. Por otro lado, no creas que soy tan mala contigo,
también te voy a dar una opción para que recuperes a tu hija, y es
que te acuestes conmigo mientras tu esposa mira.
Bueno, ya dicho esto y, tan pronto estés listo para f*Ilarme, marca
este número '996546' desde tu celular y... por cierto, ni siquiera te
molestes en intentarlo desde otro número, porque eso no
funcionará. Ya sabes, s*xo conmigo una noche mientras tu esposa
está de espectadora y, obtendrás a tu pequeña de regreso... ¡Tú
eliges, Archie!" Después de que dijo eso, Kelly colgó
inmediatamente la llamada, dejándome completamente aturdido;
no obstante, muy en el fondo de mí, sabía que no había forma que
yo me acostara con esa mujer mientras mi esposa miraba todo,
pues, era realmente obvio que los sentimientos de Maya hacia mí
no volverían a ser los mismos. De hecho, no podía negar que
estaba bastante decidido a no acostarme con esa mujer, Kelly
Martins; ya que, el solo hacerlo, no solo haría que mi matrimonio
llegara a su fin, sino que cumpliría su propósito de abrir una gran
brecha entre Maya y yo.
A decir verdad, no había duda de que Kelly sabía muy bien lo que
estaba haciendo, pues acostarme con ella significaba el fin de mi
matrimonio y, a su vez, me era realmente claro que Maya no
volvería a intimar conmigo si hacía lo que Kelly pedía; sin embargo,
saber que ella tiene a mi pequeña y, ver a mi esposa llorar
desesperadamente me hace dudar de lo que debo hacer.
Después de aquella llamada, mis hombres empezaron a buscar a
Kelly por todas partes; sin embargo, a pesar de que tengo acceso a
todos los recursos, nuestros esfuerzos han sido en vano y, aún no
tenemos noticia alguna. Por ello, sintiéndome impotente por no
poder obtener nada, notificamos desesperadamente a las
autoridades sobre el caso; no obstante, hemos preferido mantener
a la prensa al margen de todo, pues no queríamos poner en peligro
a nuestra hija.
Es más, le habíamos dejado en claro a la policía que no queríamos
que esa información se haga pública; puesto que, temíamos a las
represalias en contra de mi pequeña.
No obstante, a pesar de que se ha mantenido la búsqueda y, que
los helicópteros han estado sobrevolando en diferentes
direcciones, todavía no tengo ninguna información y, mucho
menos, he localizado a mi pequeña. De hecho, en este momento
de mi vida, no puedo negar que me siento como un verdadero in*til,
no solo porque he visto a mi esposa sollozar todas las noches; sino
porque también, ella se ha negado a comer un solo bocado y, ha
perdido mucho peso en los últimos días. A decir verdad, sé que es
realmente difícil probar un solo bocado con todo lo que está
pasando; sin embargo, me duele verla en ese estado y, mucho
más, por la salud de mis pequeños.
Como desde que mi hija desapareció no me he duchado, me
levanté de la cama e hice un intento por arreglar mi apariencia; así
que, me aseé rápidamente y, me vestí cómodamente antes de
dirigirme a la habitación donde Maya yacía dormida. En realidad,
quiero ver a mi esposa comer, sonreír y estar feliz al lado de mis
hijos; por ello, aunque eso signifique que tenga que sacrificar todo
lo que tengo con mi esposa, estoy dispuesto a intentar esta última
esperanza para salvar a mi princesa.
Sin dudarlo más, acaricié suavemente el cabello de mi esposa y, le
di un suave y delicado beso en la frente; sin embargo, tras ver que
se despertó y, se quedó mirándome con gran confusión, argumenté
de inmediato: "Maya, no puedo más, me siento tan impotente. La
verdad es que, ya no aguanto estar un día más sin mi princesa y
tampoco soporto verte sollozar incontrolablemente y, mucho
menos, saber que no pruebas ni un solo bocado por la
preocupación".
"¿Qué? No lo dices en serio, no lo vas a hacer, ¿verdad?", inquirió
Maya realmente confundida por mis palabras; sin embargo, muy
decidido con lo que iba a hacer, le respondí: "Bebé, tengo que
hacerlo, ¿viste la última foto que envió?
Maya, esa mujer está completamente loca, puso a nuestra hija
junto a una serpiente, dime, ¿qué hubiera pasado si la hubiera
mordido? Cariño, está poniendo a nuestra hija en peligro a
propósito, quiere atraer nuestra atención de cualquier forma; pero,
¿qué pasaría si Aurora no puede superar nada de eso? Maya, ella
es solo una bebé y, no puedo quedarme aquí sin hacer nada y,
solo ver todo lo que mi hija está pasando, no... no lo soporto más".
"¿Así que quieres acostarte con ella?", inquirió mi esposa
sumamente alterada y, sin siquiera entender mis palabras;
mientras que, yo me masajeé ligeramente la sien, al no obtener el
apoyo que esperaba. De hecho, sé que ella es consciente de que
esta es nuestra única solución para salvar a nuestra hija; sin
embargo, por alguna extraña razón, no lo quiere aceptar y continúa
presionándome para que no lo haga. A decir verdad, pensé que
sería capaz de localizarla y por eso estuve esperando un tiempo,
pero ya no puedo más y me siento bastante indefenso al no tener
ninguna información; por ello, aunque a mí también se me revuelve
el estómago de solo pensar en acostarme con Kelly, sé que haría
cualquier cosa por mi princesa y, eso incluye lo que esa mujer me
pida.
Mientras Maya y yo estábamos en medio de una difícil y acalorada
conversación, recibí la segunda llamada de Kelly que no dudé en
responder; luego, tras ponerlo en altavoz, la escuché decir: "Zelly,
mi muñeca, papi ha sido muy terco y ha intentado localizarnos de
cualquier forma; además, le dije sin policías, pero veo que ha
estado en contacto con ella. Zion, cuando te di esa orden, te dije
que la cumplieras o tu hijita pagaría las consecuencias"
Después de que Kelly dijo ello, se escuchó un fuerte gemido y el
llanto de mi hija; así que, sin poder evitarlo, dirigí mi mirada hacia
mi esposa, quien estaba rogando a Kelly para que no lastimara
más a nuestra pequeña. Es más, como yo tampoco podía soportar
más esa situación, me tragué mi orgullo y, con lágrimas en los ojos,
supliqué inmediatamente:
"Por favor, no... ella es solo un bebé. No la lastimes, por favor... no
lo hagas"
De hecho, he estado luchando con ella durante los últimos días,
quería ganar tiempo para encontrarla y salvar a mi pequeña; pero,
ahora estoy seguro de que todo eso es en vano y que solo está
provocando que ella lastime más a mi
• hija. Justo cuando estaba suplicándole tristemente que no
lastimara a mi hija, la llamada se cambió a una video llamada y, me
vi obligado a ver como ella clavaba sus largas uñas en la pierna
izquierda de mi pequeña; sin embargo, como no podía soportarlo
más, cerré los ojos y, desvié inmediatamente mi mirada llena de
lágrimas.
No obstante, volví a centrar mi atención cuando ella dijo: "Zion, si
vuelves a llamar a la policía, las consecuencias serán mucho
peores que esta, así que ten mucho cuidado; además, aunque
publiques fotos en los periódicos o la televisión, no podrás
encontrarme. Sin embargo, si te atreves a hacer eso, no solo tu
esposa tendrá que presenciar cómo tienes s*xo conmigo, sino que
el resto del mundo también será muy buen espectador. Zion, me
estás colmando la paciencia y, por ello tienes hasta medianoche
para salvar a tu pequeña, sino la arrojaré al océano sin piedad;
después de todo, yo no tengo nada que perder y, estoy claramente
dispuesta a pasar tiempo en prisión por ti. Además, se suponía que
esta niña sería nosotros, que yo sería tu esposa y, no esa in*til y
p*rra chica con la que me engañaste y te casaste"
Capítulo 82
Desde el punto de vista de Zion
Mientras escuchaba ello, Maya continuó suplicando y rogando con
todas sus fuerzas para que Kelly no lastimara a nuestra pequeña;
sin embargo, a esa mujer no le importó en lo más mínimo sus
súplicas y, solo colgó abruptamente la llamada. No obstante, ni
bien terminó ello, me puse inmediatamente en contacto con mi
equipo de rastreo para ver si había alguna noticia o, si ya la habían
localizado; pero, como no obtuvieron ni una sola información, no
pude evitar impacientarme aún más. A decir verdad, aunque no
podía entender claramente cómo es que Kelly había conseguido
ello, sabía que no tenía otra alternativa y, que solo me quedaba
renunciar a mi hija o a mi matrimonio; sin embargo, pesando más el
hecho de que ya no podía soportar ver sufrir a mi pequeña, miré
fijamente a mi esposa y, le dije inmediatamente: "Lo siento, tengo
que hacerlo"
Luego, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta para salir de
la habitación, Maya me agarró fuertemente de la cintura y, se aferró
vigorosamente en mí; no obstante, sé que desde que elegimos ser
padres, tenemos que actuar como tal y, por ende, estar dispuesto a
todo por nuestros hijos. De hecho, no puedo negar que entiendo
cómo se siente y, no la culpo por hacerlo, pues si alguien se
acostara con ella, lo mataría sin ningún remordimiento; sin
embargo, también sé que mi esposa está siendo muy egoísta en
este momento y, que ella lo sabe perfectamente.
"Zion, por favor, no nos hagas esto... Tú mejor que nadie sabes
que nunca será lo mismo", suplicó Maya, intentando hacerme
desistir de mi decisión; sin embargo, esperando que pudiera
comprender mis razones, le argumenté inmediatamente: "Maya, he
estado buscando a Kelly intensamente durante estos tres días,
pero no he logrado nada y, por si fuera poco, mis opciones están
absolutamente limitadas; así que, ¿no crees que es momento de
hacer algo? O, dime, ¿disfrutas tanto ver sufrir a nuestra Aurora
que no puedes soportar que me acueste con Kelly? Maya, no sé
qué es lo que pasa, ¿qué es más importante para ti, mi p*ne o
nuestra hija?"
"Zion, Kelly solo está jugando con nosotros, sé que la traerá de
vuelta; de hecho, si no puede obtener lo que quiere, de alguna u
otra manera se verá obligada a devolvernos a nuestra pequeña
Aurora", dijo Maya para intentar persuadirme; no obstante, después
de sentir muy segura a Kelly en sus maliciosos planes, espeté
firmemente: "Por favor, Maya...
¡Deja de soñar! ¿Acaso no ves lo que está haciendo Kelly? Cada
vez que la irritamos, pone en peligro a nuestra hija al hacer algo
arriesgado y, la policía no hace absolutamente nada. Maya, lo
siento, pero esta vez no puedo obedecerte,
• estás actuando irracionalmente y, aunque no lo creas, sé que
estás muy consciente de ello; además, incluso para mi, la sola idea
de acostarme con esa muier me hace sentir mareado y con
náuseas".
"Entonces, no te acuestes con ella, Zion", volvió a suplicar Maya,
dejándome ligeramente aturdido; es más, como no entendía porque
estaba actuando tan dramáticamente cuando sabía que era la
mejor decisión por el bienestar de nuestra hija, simplemente apreté
con fuerza el puño y, abrí la puerta de la habitación para irme.
Sin embargo, justo antes de cerrarla, Maya me miró directamente
y, me advirtió con fiereza: "Zion, si te acuestas con ella, será
nuestro final... el fin de nuestra relación". A decir verdad, no podía
negar que me sorprendía muchísimo escuchar aquellas palabras
de mi esposa; pero, estaba dispuesto a respetar cualquier decisión,
incluso aunque eso significara que Maya me dejara por decidir
salvar a mi princesa. De hecho, tampoco podía ocultar el
sentimiento de culpa y el odio que sentía contra mi persona por lo
que estaba a punto de hacer; no obstante, traté de pensar que al
menos estaría en paz conmigo mismo y, que salvaría a mi hija
antes que cualquier cosa. En realidad, desde lo más profundo de
mi ser, esperaba con ansias poder atrapar a Kelly y hacerla pagar
por todos sus crímenes, pero también tenía en claro que lo debía
hacer una vez que tuviera a mi hija en mis brazos; después de
todo, Kelly me había dejado muy en claro que ella no tenía nada
que perder, a diferencia de mí, que lo perdía todo, mi hija y mi
familia. En efecto, como para mí era mejor perderlos sabiendo que
estaban a salvo, le di una última mirada a mi esposa y, salí de la
habitación cerrando la puerta detrás de mí; luego, justo cuando me
alejaba de la habitación en dirección a la entrada, mi abuelo me
detuvo ligeramente y, me llevó a su estudio.
Cuando entré al estudio, me di cuenta que no solo éramos nosotros
dos y, que mi padre también nos estaba acompañando, pues
estaba parado firmemente mirando en una extraña dirección; así
que, con la cabeza ligeramente gacha, solo lo escuché decir: "Zion,
hijo, creo que es momento de dejar el orgullo de lado y, de hacer
exactamente lo que ya sabemos; luego, cuando finalmente
tengamos a nuestra pequeña Aurora a salvo, podremos dar el
siguiente paso. De hecho, por más que hemos intentado obtener
alguna información, no hemos conseguido nada y, ya no nos queda
ninguna duda de que Kelly ha estado planeando esto durante un
buen tiempo; no obstante, aunque esto no se puede quedar así, en
este momento no podemos hacer nada más que aceptar, pues esa
mujer está mal de la cabeza y, hacer algo en su contra solo pondría
en peligro a mi nieta. Zion, hazlo, por tu familia has todo lo que
puedas; pero, solo pídele que Maya no sea la espectadora, pues es
muy diferente el escuchar lo que hiciste a, que lo vea por sus
propios ojos". Tras escucharlo decir ello, miré por primera vez a mi
padre y mi abuelo con lágrimas en los ojos; pues, a pesar de que
no derramé ni una sola lágrima cuando murió mi madre en el
accidente aéreo, esta vez, la sola idea de perder a mi familia me
asusta demasiado. En realidad, en este momento de mi vida, me
encuentro tan perdido conmigo mismo que, ni siquiera sé
exactamente qué es lo que debo hacer; pues, aunque le tengo un
inmenso cariño a mi esposa, también soy muy consciente de que
nuestras vidas no volverán a ser las mismas si ve que me acuesto
con Kelly.
"Zion, Kelly únicamente secuestró a nuestra Aurora para exigirte
que tengas relaciones s*xuales con ella, no hay duda de que quiere
quedar embarazada y así tener un hijo contigo; por ello, ya hemos
averiguado todo y, para que eso no suceda, deberás tomar esta
pastilla. Hijo, lo siento mucho, tu abuelo y yo intentamos hacer lo
mejor que pudimos para localizarla; pero, al no conseguirlo, esto es
lo único que podemos hacer por ti, evitar que ella tenga un hijo
tuyo. De hecho, sabemos cuánto odias a esa mujer y, lo que un
niño significaría en sus vidas; así que, no lo pienses más, toma la
pastilla y llama a esa mujer para recuperar lo más pronto posible a
mi nieta", terminó por decir mi padre, brindándome su apoyo y, una
rápida y significativa solución.
Después de tomar las precauciones necesarias, marqué el número
que Kelly me brindó y, ni bien escuché que alguien contestó,
pregunté: "Kelly, ya me decidí, ¿dónde podemos encontrarnos?".
"Oh, qué bueno, cariño, me alegra que ya te hayas decidido; pero,
no vendrás en tu auto, yo enviaré a algunos de mis hombres a
buscarte", dijo Kelly con total firmeza; mientras tanto, manteniendo
toda mi atención en ella, la escuché decir: "Bueno, lo primero que
debes hacer es conducir hasta el puente de la ciudad, ahí habrá un
auto esperándote y, ese te dirigirá hasta donde yo me encuentro.
Zion, no quiero ninguna jugarreta"
A decir verdad, esta situación no me agradaba para nada y, mucho
menos, me ponía contento el tener que rebajarme a acostar con
una mujer que nunca me había parecido atractiva; sin embargo,
como todo era por el bienestar de mi princesa, no dudé ni un
segundo más y, me subí a mi auto para dirigirme al lugar acordado.
De hecho, sin mayor temor o duda, seguí las instrucciones de Kelly
y llegué al puente de la ciudad, donde ya me estaba esperando un
auto; es más, ni bien bajé, no solo vi como cuatro hombres se me
acercaron para revisarme por completo, sino que, cuando
miré a mi alrededor, también noté que había otros hombres
escondidos y, que apuntaban con armas en mi dirección.
En realidad, cuando los hombres me ordenaron d*snudarme por
completo y ponerme una ropa de su elección, yo quise pelear y
replicar inmediatamente por lo sucedido; no obstante, pensando en
el bienestar de mi hija, traté de recordarme una y otra vez que, eso
solo pondría en peligro a mi pequeña. Sin poner resistencia, dejé
que los hombres siguieran con su trabajo y, los seguí
cautelosamente mientras me dirigían a una camioneta; sin
embargo, tan pronto como entré, mi memoria se quedó
completamente en blanco y, solo me desperté cunado sentí que
alguien me salpicaba agua en la cara. De hecho, desperté con un
fuerte e intenso dolor de cabeza que, se me dificultó un poco abrir
los ojos; no obstante, una vez que pude abrirlos ligeramente,
observé todo mi entorno mientras escuchaba ruidos
extraños en mi mente.
En realidad, cuando sentí que me ataron a una silla por las
muñecas y los tobillos, tuve la clara impresión de que algo no
andaba muy bien; pero, cuando abrí completamente mis ojos y vi
entrar a Kelly en la habitación con mi hija en sus brazos, exclamé
profundamente: "¡Aurora! ¡Mi Aurora!"
Capítulo 83
Desde el punto de vista de Zion
A decir verdad, estaba tan preocupado por mi pequeña que,
mientras me retorcía para intentar desatarme, exclamé con
preocupación su nombre; entre tanto, poniéndome la piel de gallina
con su sola presencia, simplemente escuché decir a la mujer frente
a mí: "Cariño, parece que realmente no valoras tanto la vida de tu
princesa, te tomó demasiado tiempo decidirte f*Ilarme".
"Lo siento, pero en este momento no tengo tiempo para hablar
contigo y, tampoco estoy de humor para hacerlo, porque no
simplemente haces lo que quieras conmigo y ya", le dije
firmemente, pues quería recuperar a mi princesa lo más pronto
posible.
"Vaya, me fascinas, me gusta y disfruto mucho cuando muestras
un poco de descaro y salvajismo; además, ya que estás tan
dispuesto, porque no aprovechar el tiempo juntos, estoy
sumamente ansiosa por poner mis manos en tu p*ne. De hecho, no
tienes ni la más mínima idea de cómo me sentí cuando todas las
mujeres afirmaban lo bueno que eres en la cama y, yo ni siquiera
había probado tu p*ne, mucho menos te había besado; es por ello
que, no pude evitar sentirme como una basura y un completo
fracaso en ese momento. Sin embargo, todo eso es cosa del
pasado y, ahora tú mismo has venido a f*Ilarme, ¿verdad?",
exclamó la mujer, muy orgullosa de que por fin estaría conmigo;
luego, dirigió su mirada hacia los ocho hombres a su alrededor y, le
ordenó a uno de ellos: "Vamos, ven, sostenla"
Después de que le entregó mi hija a uno de sus hombres, Kelly
miró con fiereza a los demás y, les advirtió seriamente:
"Por cierto, no duden en dispararle si piedad a la bebé si su padre
hace algo est*pido". Tan pronto como escuché que les dio esa
orden, me sentí mucho más angustiado por el bienestar de mi
pequeña; luego, justo cuando la escuché gritar que le alcanzaran la
dr*ga, estuve a punto de replicar inmediatamente, pero me detuve
y no dije ni una sola palabra.
"Verás, Zion, aquella vez que fue a tu oficina, intenté seducirte para
ver si tu p*ne se ponía al menos un poco duro cuando vieras mi
v*gina; pero, como ni siquiera te sentiste excitado, lo cual fue muy
decepcionante para mí, me llevó a tomar medidas ligeramente
necesarias. De hecho, creo que sabes perfectamente el por qué
quiero acostarme contigo, pues ser la madre de tu hijo es lo que
más anhelo; así que, te voy a dr*gar y, de esa forma podré sentir y
disfrutar cada
centímetro de tu p*ne"
Cuando dijo eso y, después de solo pensar en la noche que tendría
con ella, sentí unas inmensas ganas de vomitar; sin embargo, tras
recordar repentinamente lo que Kelly deseaba, pensé en mi esposa
y, le dije: "Bueno, pero antes que
• todo, tengo una condición"
"Dime, ¿qué es?", preguntó la mujer frente a mí; mientras que, sin
dudar ni un solo segundo, le respondí inmediatamente: "Por favor,
asegúrate de que mi esposa no vea todo esto. Te lo ruego, es la
condición que impongo".
A decir verdad, ahora que sabía que Kelly me administraría una
dosis de una dr*ga que desconocía, también tenía muy presente
que me sería muy difícil poder mantener mi propio autocontrol; así
que, sin importarme que el resto del mundo me estuviera viendo, a
la única persona que quería evitarle ello era a mi esposa, Maya.
"Por favor, te lo ruego", volví a suplicar lamentablemente,
esperando a que ella aceptara; mientras que, con una mirada
maliciosa en su rostro, la mujer frente a mí me dijo: "Bueno, si ese
es el caso, entonces podemos dejar que tu hija sea la principal
espectadora"
Cuando Kelly dijo eso, levanté inmediatamente mi mirada en
dirección a mi hija y, me encontré con sus grandes y penetrantes
ojos, que eran muy similares a los de su madre; así que, después
de prestarles mi absoluta atención, llegué a la conclusión que,
aunque ella no entendería nada de lo que pasaba, a mí me
perseguiría su mirada por el resto de mi vida.
"¡No! Tampoco quiero eso", grité inmediatamente, muy seguro de
mi decisión; sin embargo, un poco disconforme con mi respuesta,
la mujer frente a mí volvió a decir: "Entonces, si no quieres eso,
deja que tu esposa será la única
espectadora, Archie"
"Te lo ruego, por favor, evita que mi familia vea esto", rogué
nuevamente, esperando algo de misericordia; aunque, en realidad,
me era difícil comprender que yo, Zion Xavier Archer, le estuviera
suplicando a alguien que ni siquiera era nada mío. No obstante,
tampoco podía olvidar que, todo esto era por mi familia y, que ella
era la principal razón para que yo me atreviera a hacer cosas tan
denigrantes como estas.
"Bueno, está bien, ellos no mirarán nada de lo que pase aquí. Tu
hija será vigilada por ese hombre en la habitación de al lado y, yo
disfrutaré de tu compañía", dijo seriamente la mujer; luego, cambió
su atención al hombre que estaba detrás de mí y, gritó
repentinamente: "¡Ya, inyéctalo!". Tras escuchar ello, sentí un
fuerte punzón en mi piel y, la sensación de cómo se introducía
aquel líquido en mi cuerpo; sin embargo, para mi absoluto terror,
aquella droga funcionó tan rápido que, los músculos de mi p*ne se
tensaron de inmediato.
Al ver a Kelly lamerse los labios con placer, mi atención se centró
inmediatamente en ella; sobre todo, después de verla juguetear
con mi p*ne y, exclamar seriamente: "Bueno, eso fue demasiado
rápido... ya lo tienes tan duro". A decir verdad, fuera lo que fuera
que me inyectaron, se pudo cumplir absolutamente con el propósito
y, me estaba convirtiendo en una bestia s*xual y despiadada;
mientras tanto, tras verme en ese estado, Kelly levantó mi barbilla
para que mi mirada se centrara en la suya y, con una sonrisa
traviesa, ordenó a los hombres a su alrededor: "Fuera de aquí,
largo".
De hecho, incluso después de que ella me liberó, no pude oponer
alguna resistencia por más que lo intenté; es más, cuando vi que
Kelly se quitó el brasier, lo único que hice fue fantasear con poner
mi p*ne entre sus diminutos pechos y, ni bien tuve la oportunidad
hice todo lo que quería con ella.
Desde el punto de vista de Kelly
En realidad, sabía que sería todo un desafío lograr que Zion tuviera
relaciones s*xuales conmigo por verdadero placer; así que, no tuve
más opción que, inyectarle la dr*ga en su cuerpo para que no se
atreviera a cuestionar lo que estaba haciendo s*xualmente. De
hecho, no solo quería probar cada centímetro de él antes de que se
fuera, sino que también esperaba poder quedar embarazada de su
hijo; después de todo, si Zion tenía otros hijos, la decisión de
dejarles el poder del imperio Archer se volvería aún más dividida.
Tras ello, sin la necesidad de perder más tiempo, me quité
apresuradamente la ropa y me abalancé sobre él; luego, en el
preciso momento que Zion empezó a devorarme firmemente por
detrás, no pude evitar pensar que, los rumores de que él era todo
un adonis eran completamente ciertos.
A decir verdad, aunque aquel hombre era tan perfecto y me hizo
sentir una gran satisfacción con ese enorme p*ne que tenía; no
podía dejar de pensar cómo se las arreglaba esa m*Idita chica para
disfrutar y soportar cada milímetro de su mi*mbro. No obstante,
como este era mi momento y, tenía muchas ganas de seguir
disfrutando su delicioso s*x0, moví mi tr*sero para él, mientras Zion
seguía empujando fuertemente su p*ne en mi apretado y diminuto
c*ño: es más, conociendo ahora el tipo de reverencia que sabía
darle a una mujer, me juré a mí misma que quería que Zion me
f*Ilara hasta que pierda por completo el aliento y las fuerzas.
De hecho, aunque me sentía un poco mal porque su esposa no
hubiera podido ver lo bueno que su marido era conmigo en la
cama, no dudé en disfrutar cada momento a su lado; no obstante,
aunque también me dolió que él no dijera nada ni gimiera mi
nombre, yo no perdí el tiempo y, jadeé seductoramente: "Oh, sí,
Archie... dale, así, más rápido". En realidad, ahora que sabía lo
bueno que era Zion en la cama, no me pareció para nada extraño
que su est*pida esposa lo haya hecho esperar tanto antes de venir
a salvar a su hija; después de todo, si yo también tuviera a alguien
con ese enorme p*ne f*Ilándome todos los días, mataría a
cualquiera que se atreviera de solo mirarlo.
Justo cuando estaba pensando en ello, Zion levantó
repentinamente mi pierna y, comenzó a empujar duramente dentro
de mí; mientras que, como su acción me tomó por sorpresa, grité
muy extasiada: "Ah, m*erda, qué rico. Mételo todo, Zion, hazme
tuya". Por su parte, sin poder resistirse, Zion también comenzó a
murmurar excitadamente, llamándome por el nombre de Maya, lo
cual me molestó un poco; sin embargo, como era yo quién tenía su
p*ne dentro de mí y, era la que planeaba usarlo hasta el cansancio,
no le tomé más importancia y seguí disfrutando del delicioso s*xo
que me brindaba. No obstante, tampoco podía negar que, me
causaba gran insatisfacción el que Zion aún no se haya venido
dentro de mí y, de hecho, no quería pensar que él me veía como
una mujer insuficiente que no podría
tener su semen.
Capítulo 84
Está en coma
Desde el punto de vista de Zion
Cuando entreabrí ligeramente los ojos, no solo sufría de un fuerte
dolor de cabeza, sino que también escuchaba resonar el llanto de
un bebé; así que, pensando que era mi pequeña, mi mundo entero,
me di inmediatamente la vuelta y observé la penetrante mirada de
mi hija, quien parecía esperar ansiosamente a que yo despertara.
Por mi parte, ni bien desperté por completo, miré apresuradamente
a mi alrededor y, me di cuenta que ya estaba vestido con mi ropa y
en el lugar de donde me habían recogido esos hombres; por ello,
sin dudar ni un solo segundo, sostuve inmediatamente a mi hija en
brazos y, estuve completamente decidido a regresar a casa. De
hecho, no podía negar que, en ese momento me sentía un poco
mareado y algo confundido; pero, tras ver los moretones en la
pierna de mi pequeña y, como lo único que esperaba era que mi
Aurora pudiera reencontrarse con su madre y hermanos, me vi
obligado a conducir a casa. Para cuando llegué a la villa, eran casi
las siete de la noche, así que caminé directamente a mi habitación
y llevé a mi hija hasta donde estaba mi esposa, quien caminaba de
un lado a otro muy preocupada; sin embargo, ni bien notó mi
presencia y la de mi hija, se acercó corriendo apresuradamente
hacia mí y, cargó y abrazó a nuestra hija con todas sus fuerzas. A
decir verdad, al verla sonreír de felicidad, un sentimiento de alivio
invadió todo mi ser; sin embargo, por alguna extraña razón y,
considerando que la droga aún tenía efecto en mí, sentí que mis
piernas empezaron a perder fuerza y, me desmayé
repentinamente.
Desde el punto de vista de Maya
Cuando me di cuenta de la llegada de mi hija junto a mi esposo,
experimenté una profunda sensación de calma y tranquilidad; sin
embargo, cuando tomé a mi hija en mis brazos, Zion cayó
repentinamente al suelo, dejando al descubierto los chupetones en
su cuello y, haciendo que me llenara de ira. A decir verdad, sabía
perfectamente que esa era la condición para traer a mi hija de
vuelta a casa, pero aún se me hacía realmente difícil aceptar el
hecho de que se tuvo que acostar con Kelly; no obstante, cuando vi
que Zion empezó a temblar y sudar profundamente mientras
estaba tirado en el suelo, me di cuenta que debía buscar ayuda
inmediatamente.
No obstante, después de que llegó la ayuda a la habitación, me
sorprendí aún más cuando escuché que su padre y su abuelo
dijeron al unísono: "¡Ella lo dr*gó! Rápido, llamen a una
ambulancia". Con muchos pensamientos en mente, permanecí en
silencio en el mismo lugar mientras intentaba reconstruir todo lo
que mi esposo tuvo que sufrir para poder traer de vuelta a nuestra
hija; de hecho, aunque una parte de mí era consciente de que él no
disfrutó nada de ello, otra parte en mi interior, no tenía muy en claro
si estaría dispuesta a acostarme con él, aun sabiendo que se
acostó con esa mujer solo por el bienestar de nuestra hija. A decir
verdad, estaba tan confundida conmigo misma que, simplemente
me quedé observando como los paramédicos lo subieron en la
parte trasera de la ambulancia para transportarlo inmediatamente
al hospital; mientras tanto, aunque me llamaran loca y
sinvergüenza, yo lo dejé solo y no fui con ellos. En realidad, no
había duda que todos esperaban que estuviera allí para mostrarle
mi apoyo, pero no estaba de humor para hacerlo; después de todo,
Zion desobedeció mis órdenes, no cumplió con nuestras promesas
y, había traicionado nuestro matrimonio.
Después de que ellos se fueron, regresé inmediatamente con mi
pequeña para atenderla; sin embargo, al momento de desvestirla
para bañarla, noté los moretones en la pierna de mi hija y, no pude
contener las lágrimas. Para cuando finalmente terminé de
atenderla, la empecé a amamantar delicadamente; no obstante,
como toda esa situación era demasiado para mí, recordé a mi
amiga Mishka y, la llamé inmediatamente.
"Hola, Maya, por favor, quédate tranquila, sí. Me enteré de todo lo
qué pasó y, Lucas y yo estamos yendo para allá" anunció mi amiga
ni bien respondió; mientras tanto, sin saber exactamente qué
decirle, simplemente comencé a llorar desconsoladamente
mientras le daba el pecho a mi hija. Luego, intentando
tranquilizarme, miré la carita de la pequeña entre mis brazos y, le
contesté con la voz entrecortada: "Está bien, te espero... Te
necesito mucho"
Justo cuando colgué la llamada, escuché un llamado en la puerta
que me sobresaltó mucho; pero, tratando de guardar la
compostura, exclamé sutilmente: "¡Adelante!". A decir verdad, la
visita de mi padre en mi habitación, me sorprendió mucho, pues
pensé que él también había asistido al hospital junto con el resto de
familiares; es más, con ese pensamiento en mente, le exclamé con
sutileza: "Papá, no te esperaba, pensé que habías ido al hospital
con Zion".
"No, hija, quería hablar contigo primero. Dime, ¿cómo te sientes
con todo esto?", preguntó mi padre con gran preocupación en su
mirada; mientras que, como yo quería evitar cualquier
interrogatorio, simplemente añadí: "Estoy bien, padre. No te
preocupes".
"Maya, no tienes porqué mentirme. Sí, lo sé, puede que no haya
sido el mejor padre para ti en todo este tiempo; pero, te conozco y,
sé que nada de esto es bueno", dijo mi padre, intentando
persuadirme para hablar con él; entre tanto, con la mirada fija en él,
exclamé seriamente: "Padre, tienes razón, quiero matarlo, quiero el
divorcio porque él me fue
infiel"
Como mi hija se había quedado profundamente dormida, decidí ir a
dejarla a la cuna junto a sus hermanos; pero, como no podía
controlar el temblor de mis manos, mi padre se ofreció a ayudarme
a acostarla. Luego, me tomó delicadamente de las manos y, me
aseguró que todo estaría bien y que aquel dolor pasaría; sin
embargo, justo cuando estaba en plena consolación, mi madrastra
entró apresuradamente a mi habitación y, corrió a darme un fuerte
abrazo.
A decir verdad, me tomó completamente por sorpresa que ninguno
de mi familia hubiera ido al hospital, pero decidí pasar por alto ello
y, simplemente me concentré en el reconfortante abrazo de mi
madrastra; sin embargo, cuando me sentí más calmada, la escuché
decir alegremente: "Oh, cariño, me alegro enormemente que mi
nieta haya regresado a tu lado. Maya, eres muy afortunada de
tener un marido tan agradable y, que estuviera dispuesto a hacer
cualquier cosa por su familia, pues así es exactamente cómo debe
actuar un padre"
En realidad, en ese momento estaba tan molesta y confundida que,
tenía ganas de gritarle a todo el mundo; después de todo, nadie
entendía cómo me sentía al saber que mi esposo se f*lló a otra y,
porque en especial me molestaba notar que todos recordaran
aquella acción de Zion como un acto de heroísmo. De hecho, no
podía negar que estaba realmente feliz porque mi hija había vuelto
con nosotros; pero, también me dolía saber que, en ese proceso,
perdí al hombre que amaba, mi esposo.
"Cariño, ¿serías tan amable de dejar que Maya y yo podamos
conversar un tiempo a solas? Lamento molestarte en este
momento; pero, necesito tener una conversación muy importante
con ella ahora mismo", dijo mi madrastra; luego, después de que mi
padre asintió y se fue, ella me tomó de la mano, me dirigió hasta el
sofá para sentarnos y, cuando tuve los ojos llenos de lágrimas, me
dio un fuerte y agradable abrazo.
"¿Por qué tuvo que acostarse con ella? ¿Por qué?", inquirí muy
confundida y molesta por lo sucedido; mientras que,
pronunciándose firmemente, mi madrastra respondió: "Maya, mira
el lado positivo, ahora tienes a tu hija de regreso.
Además, como se desconoce cuáles fueron los medicamentos que
le aplicaron a Zion, aún no han podido hacer nada para salvarlo; de
hecho, como están las cosas, él no parece responder a ningún
tratamiento".
"¿Qué? ¿Qué quieres decir exactamente con eso?", pregunté
sumamente confundida ante aquella declaración; mientras que, con
total honestidad, la mujer me respondió sinceramente: "Maya, Zion
se obligó a sí mismo a conducir de regreso aquí, quizás porque
quería que finalmente te acurrucaras con tu hija; pero, todavía
nadie sabe cómo es que lo logró, ya que se encontraba muy mal
desde que llegó aquí y, ninguno de nosotros lo notó".
A decir verdad, yo tampoco pude prevenir algo y, mucho menos,
pensar que algo como eso podía suceder, pues cuando me entregó
a Aurora, simplemente vi su mirada llena de remordimiento y, para
cuando besé a mi hija, noté una sonrisa en su rostro; sin embargo,
sin darme algún tiempo de reacción, solo vi cómo se desmayó y
cayó
intempestivamente al suelo.
"¿Qué quieres decir? ¿No era porque estaba cansado de lo que
hizo con Kelly?", le pregunté inmediatamente; mientras que, según
lo que sabía, mi madrastra me respondió: "Kelly le dio una
sustancia no identificada para que tu esposo hiciera lo que ella
quería; pero, como resultado a eso y, como aún no han podido
identificar lo que es, Zion actualmente se encuentra en coma.
Maya, quiero que seas valiente, él necesita mucho tu apoyo en
este momento y, sí... puede que estés muy enojada con él por lo
que pasó; pero, solo podrás reclamarle a él cuando finalmente se
despierte, ahí podrás decirle y hacerle pagar por todo lo que ahora
siente tu corazón. Además, aunque estés sumamente furiosa con
él, también eres consciente de que Zion es un padre maravilloso y,
que a pesar de que tampoco fue fácil para él, hizo todo lo que
necesitó para salvar a tu hija; de hecho, ahora que tienes a tu
pequeña a tu lado, puedes tomar las medidas necesarias y, Kelly
no volverá a dañarlos. Por ello, te recomiendo que pases tiempo
con tu esposo, que estés a su lado para cuando despierte y, que
acompañes a Emma y la abuela en este duro momento; por mi
parte, yo me quedaré en casa a cuidar de los niños y, recuerda que
tu familia siempre estará para apoyarte"
En realidad, no sé como me siento al saber que debo estar cerca
de Zion, no sé cómo actuar y, cuáles son mis emociones en este
momento; pero, a pesar de todo y, aunque no estoy segura de
nuestra vida matrimonial futura, sé que ahora sigo siendo su
esposa y, que quiero que viva lo suficiente para que vea a nuestros
hijos creer.
Capítulo 85
¿Se murió?
Después de las palabras de mi madrastra, tomé la primera
chaqueta que encontré y, le pedí urgentemente a uno de los
conductores que me llevara al hospital Archer, donde estaba
siendo atendido Zion; luego, ni bien estuve en la entrada, corrí lo
más rápido que pude y, me encontré fuera de la habitación con mi
suegro y los abuelos de mi esposo. A pesar de que mi abuela
estaba llorando por la salud de mi esposo, cuando me vio acercar,
ella se limpió las lágrimas y, trató de mostrarse fuerte ante mí; no
obstante, yo no solo pude notar la enorme tristeza que la
embargaba, sino que también vi una gran pena en los ojos de
todos mientras miraban la puerta blanca frente a ellos. Poco
después de mi llegada, Mishka y Lucas también aparecieron
inmediatamente y, se acercaron a mí con gran pesar; después de
todo, a pesar de que desprecio a mi esposo por lo que hizo al
acostarse con esa mujer, también estoy feliz porque pudo
recuperar a nuestra pequeña princesa. No obstante, aunque no sé
exactamente cuáles son mis emociones en este momento, no dejó
de pensar en por qué Kelly no solo pidió que me alejara de Zion
para que ella pudiera finalmente cumplir su sueño de señora
Archer; en realidad, no entiendo qué fue lo que la llevó a hacer esta
solicitud de acostarse con él.
De hecho, no comprendía exactamente lo que estaba sucediendo,
pero esperaba firmemente que ya no pasara ninguna cosa más;
después de todo, aparte de que ya no podía soportar otro golpe,
Kelly me ha quitado demasiado y, mi relación se había vuelto un
verdadero desastre.
En realidad, estaba tan metida en mis pensamientos que, no me
fijé en la presencia de Mishka hasta que finalmente me gritó para
sacarme de mi aturdimiento: "Maya, ¿estás bien?"
"Mishka, realmente no sé cómo me siento, estoy tan confundida. La
verdad es que, ni en mis peores sueños me imaginé que mi esposo
me sería infiel de esta manera", le respondí, sumamente aturdida
por el repentino cambió que había dado mi vida; sin embargo,
mirándome fijamente, mi amiga exclamó: "Maya, sabes que soy tu
amiga, ¿verdad? Y, que siempre te diré la verdad en un momento
como este".
Después de decir eso, Mishka hizo una ligera pausa y, aún con su
penetrante mirada en mí, añadió seriamente:
"Déjame decirte que, en este momento, estás actuando de manera
tan irracional. Es cierto que los esposos comparten un vínculo
especial y hay ciertos límites que nunca deben ser violados; pero, a
pesar de que tu esposo tomó la noble decisión de hacer un
sacrificio para salvar a tu hija, aún lo está responsabilizando por
toda la situación. Dime, ¿has
visto a tu hija, todos los moretones que tiene en el cuerpo? O, ¿es
que en serio vas a poner el p*ne de tu esposo
• primero antes que tu familia?".
"Sí, claro, es fácil cuando lo dices. La verdad es Zion ha recibido
toda clase de elogios por su papel como esposo cariñoso y
adorable; pero, a nadie le preocupa como me siento y, lo mal que
la estoy pasando", exclamé seriamente;
mientras que, Mishka volvió a argumentar: "Maya, no te estoy
pidiendo que olvides lo que pasó; pero, te pido que consideres
cómo se sintió Zion cuando la única opción para salvar a su hija era
acostarse con la mujer que más odiaba.
Además, creo que es bastante obvio que no salió bien, ya que Kelly
vio la necesidad de drogarlo para cumplir sus
sucios propósitos".
Al escucharla decir ello, lloré tristemente por no saber cómo
debería sentirme en esa situación, pues hubiera querido que Zion
me escuchara y no hiciera nada de ello; no obstante, volviendo
nuevamente su atención en mí, Mishka añadió: "Maya,
simplemente quédate ahí para tu esposo, espera a que se
despierte para que te explique todo; pues, estás siendo demasiado
rápida para juzgarlo de esa forma. Además, por lo que parece, es
posible que Zion ni siquiera sepa lo que le sucedió"
En realidad, aunque Mishka tenía razón en muchas cosas, todavía
no puedo aceptar el hecho de que mi esposo tuvo relaciones
s*xuales con otra mujer; de hecho, entender ello era demasiado
difícil y, por si fuera poco, la única persona que podría explicarme
lo que sucedió actualmente está inconsciente. Sé que la vida
matrimonial no siempre es color de rosas, pero no entendía por qué
debía ser yo quien pasara por esto; aunque, no puedo negar que,
me alegro enormemente por tener a mi hija de regreso sana y
salva. Mientras Mishka le murmuraba algo a Lucas, vi como él
respondía asintiendo con la cabeza mientras ella se acercaba a él;
luego, los observo irse lentamente y, unos minutos después,
regresaron con café en sus manos.
A decir verdad, en este momento tenía un profundo dolor de
cabeza que, se me hacía bastante difícil poder soportar; es más,
mientras intentaba a calmar en intenso dolor que tenía acumulado,
no pude evitar exclamar para mí misma:
"¿Qué me pasa? ¡Este m*Idito dolor de cabeza me t*rtura!"
Luego de unos instantes, Mishka se acercó reconfortantemente
hacia mí y, entregándome el café en sus manos, me dijo: "¡Toma,
toma esto! Te ayudará a sentir mejor".
"A Zion le hubiera encantado si estuvieras comiendo algo", dijo mi
amiga, haciendo que me llenara de lágrimas con solo escuchar el
nombre de mi esposo; así que, no puedo evitar pensar que, tal vez
hay algunos sentimientos por él en
mí interior.
"Tierra llamando a Maya... tierra llamando a Maya", gritó Mishka al
ver que me perdí en mis pensamientos; luego, con una extraña
expresión en su rostro, inclinó su cabea hacia un lado y, con la
mirada fija en mí, preguntó: "¿Qué pasó?
¿Perdiste la noción del tiempo? No me digas, ¿sigues pensando en
Kelly o, finalmente has decidido seguir adelante?" Después de
darle un asentimiento cortés, ella se burló de mí y, poniéndome el
café en mis manos, me dijo:
"Maya, ahora eres madre y tienes una gran responsabilidad con
esos tres pequeños, quienes piensan que sus padres son las
personas más maravillosas sobre la faz de la tierra; pero, hay
veces que pareces olvidar que ya no solo se trata de ti y Zion. De
hecho, si hubiera estado en los zapatos de Zion para salvar a mi
hija, lo hubiera hecho sin dudarlo, pues eso es prueba suficiente de
que el hombre haría cualquier cosa por su familia; sin embargo,
ahora estoy preocupada por ti, Maya. Dime, ¿puedes hacer algo
por tu familia o, estabas dispuesto a sentarte y ver cómo torturaban
a tu hija porque no soportabas ver a Zion con otra mujer? Maya,
respóndeme, pareces estar culpando a Zion como si tuviera otra
opción; pero, ¿acaso tienes idea de cuántas veces intentaron
localizar a esa p*rra? Kelly, esa psicópata, ha estado planeando
esto desde hace tiempo y, tenía un plan alternativo por lo que era
imposible localizarla; por otro lado, Zion era un hombre que tenía
todo que perder, pero ella era no perdía nada. Maya, lo que estás
haciendo en este mismo momento no es aceptable, lo haces
responsable por el hecho de que salvó a su hija, por favor, piénsalo
y, ten muy en cuenta esto que te digo".
Justo después de que Mishka me dio el café y yo me estaba
preparando para tomar un sorbo, el médico de Zion, quien parecía
estar muy agotado, se presentó frente a nosotros; así que, sin
dudar ni un solo segundo, todos los presentes
nos dirigimos hacia él.
"Por favor, necesito que un miembro de la familia firme estos
documentos. El señor Archer no está respondiendo al
tratamiento, ya que parece que lo que sea que le estamos dando
solo está activando la droga; es más, a pesar de que está
inconsciente, ha estado vomitando sangre en grandes cantidades",
explicó el médico con total seriedad; mientras que, completamente
confundida al ver la expresión del médico, empecé a temblar
ansiosamente cuando trataba de entender lo que el hombre estaba
diciendo.
"Señores, el señor Archer tiene pocas posibilidades de sobrevivir;
pero, estamos haciendo todo lo posible para detener los m*Iditos
vómitos", dijo el médico seriamente; entre tanto, con los papeles en
mano, no pude evitar sentir un profundo escalofrío por todo mi
cuerpo. Con la manos totalmente temblorosas, levanté la cabeza
para encontrarme con la mirada de sus abuelos y su padre, pues
no quería firmar nada sin antes obtener su permiso; después de
todo, aunque ahora era mi esposo, no se me olvidaba que Zion
también era hijo y nieto para ellos. Luego de mostrar su
aprobación, no pude evitar sentir como mis ojos se llenaron
nuevamente de lágrimas; pero, como esta vez también sentí la
palma de una mano que me transmitía fuerza y tranquilidad, dirigí
mi mirada en esa dirección y, vi a mi hermana
Ivy. A decir verdad, a pesar de que también estaba temblando y
tenía los ojos llorosos, Ivy trató de mostrarse fuerte frente a mí;
luego, justo cuando estaba a punto de firmar el documento,
escuché una voz que me detuvo.
"¡Médico! ¡Lo necesitamos adentro! ¡Estamos perdiendo al
paciente!", dijo una de las enfermeras, logrando que el médico
entrara corriendo a la habitación; de hecho, yo traté de perseguirlo
hasta la sala, pero el padre de Zion
intervino y me detuvo por completo.
"No, él no puede hacerme esto, no puede... por favor, Zion,
resiste", dije para mí misma, esperando que no sucediera nada
malo con mi esposo; luego, unos minutos después, cuando volvió a
aparecer él médico frente a nosotros, le dije:
"Doctor, se lo ruego, por favor, asegúrese de que mi esposo esté
bien"
No obstante, después de acercarme a él, él médico simplemente
sacudió lentamente la cabeza y, murmuró: "Lo siento... lo siento
mucho".
Capítulo 86
Un nuevo método de cura
En realidad, escuchar aquella noticia me tomó por sorpresa que,
todo mi cuerpo pareció estar completamente frío y, con lágrimas en
mis ojos; es más, no podía evitar pensar que todo eso era una
cruel y repugnante broma de Zion, pues él no me podía dejar sola
con todos estos problemas y, criando a nuestros tres pequeños
hijos. A decir verdad, aquella posibilidad era totalmente imposible y,
no estaba dispuesta a aceptarla; por ello, me abrí paso entre el
médico y entré en la sala VIP donde estaba Zion.
"¡Despierta, b*stardo! ¡No te atrevas a hacerme esto! ¡No lo
hagas!", grité mientras golpeaba su pecho y, su padre me
arrastraba de regreso para que el médico pudiera registrar la hora
del fallecimiento de su hijo; sin embargo, empezando a sacudir su
cuerpo y, golpeándolo con más fuerza, continué gritando: "¡No...
definitivamente no está muerto! ;Despierta, id*ota, no te atrevas a
hacerme esto!".
Por más que le grité y lo golpeé con fuerza, no hubo ninguna
reacción de él; de hecho, todo era silencio y, lo único que podía
escuchar era los sonidos ásperos de mi propia respiración y el
latido constante de mi corazón en mi pecho. No obstante, aún sin
darme por vencida, continué golpeando ligeramente el lado de su
cara en un patrón rítmico; pero, a pesar de todo eso, todavía había
un profundo e inaudito silencio.
"Bebé, por favor, no me hagas esto", volví a exclamar, girado
suavemente su rostro con la esperanza de despertarlo de su
dichoso sueño; sin embargo, al ver que no reaccionaba, supliqué
ansiosamente: "Zion, por favor no me hagas esto".
Al ver que no había ninguna respuesta, me puse inmediatamente
de pie y, mirando al médico de la habitación, pregunté
curiosamente: "¿Dónde está el baño?". Después de que me
señalaron en dónde se encontraba el baño, miré a todos los
presentes y, ordené: "Quiero estar a solas con él durante al menos
20 minutos. Po favor, déjenme sola".
Tras ver que mi padre le dijo algo al médico, todos los presentes de
fueron y me dejaron a solas con él; así que, primero caminé hacia
la puerta y me aseguré de que estuviera cerrada con llave. Luego,
cerré las cortinas para que nadie que pasaría por afuera podría ver
lo que sucede adentro; de hecho, como ahora ya estaba limpio y ya
no olía a
• Kelly, ahogué un fuerte sollozo lo mejor que pude para no llorar,
pues no era el momento adecuado.
Sin dudar ni un minuto más, entré al baño y salí apresuradamente
con un recipiente de agua tibia; luego, mientras le quitaba la sangre
que tenía en la cara, le dije: "Zion, ya que decidiste dejarme, te
mostraré lo que te perderás".
Después de decirle ello, levanté la bata del hospital que llevaba
puesta y comencé a lamer su p*ne; de hecho, aunque las lágrimas
corrían por mis mejillas, lo chupé tan fuerte y no estaba dispuesta a
rendirme hasta lograr mi cometido.
"¡Será mejor que te despiertes, b*stardo!", le grité furiosamente,
haciendo que su p*ne comenzara a temblar y, de hecho, que me
tomara por sorpresa; es más, poco después, el monitor de
frecuencia cardíaca comenzó a emitir signos de vida. Al notar ello,
miré inmediatamente hacia arriba para ver lo que pasaba y, a pesar
de que sus ojos aún estaban cerrados, pude distinguir una lágrima
en uno de ellos; luego, tras ver que su p*ne se mantuvo duro y
firme, me acerqué a su oído y, se susurré: "¡P*rvertido! Pero no te
preocupes que, vendré a esta cama de hospital todos los días
hasta que abras los ojos y, finalmente te j*das al saber todo lo que
te perdiste en este tiempo. Ya verás, ch*paré tu p*ne todas las
mañanas hasta que por fin despiertes, no voy a dejar que me
abandones para criar a nuestros hijos sola".
Después de decir ello, me acerqué a la puerta para abrirla para que
ingresaran el médico y su familia; no obstante, aunque aún seguía
inconsciente, la vista de que estaba vivo fue realmente impactante
para todos. Al ver que la mirada de su familia bajó hasta su firme y
erecto p*ne, yo volteé inmediatamente la cabeza de la vergüenza;
sin embargo, no podía negar que, si había algo por lo que deberían
estar agradecidos, es el hecho de que lo chupé para que viviera.
Mishka, quien también se percató de la situación, puso sus manos
en la boca con total asombro; entre tanto, llena de vergüenza, salí
de la habitación y, me senté en una de las sillas de espera.
"Señora Archer", exclamó Lucas, quien me siguió hasta el asiento;
entre tanto, ligeramente avergonzada por lo de hace un momento,
dudé en levantar mi rostro hacia él.
Sin embargo, con total firmeza y seriedad, Lucas me informó lo
sucedido recientemente: "Me las arreglé para localizar a Kelly y, he
descubierto que actualmente está con su familia; además, después
de realizar las investigaciones adicionales, llegué a la conclusión
de que ella ha estado tramando esto desde que ustedes regresaron
a ciudad M. No obstante, aunque la identidad de esta persona
sigue siendo un misterio, sabemos que alguien la llamó y le informó
del día de su llegada a esta ciudad; por ende, pareciendo ser una
persona relativamente cercana a ti, tengo el presentimiento de que
fue uno de los guardias de seguridad. Señora Archer, realmente
me disculpo por mencionar esto en un momento tan crucial, pero
era muy importante que usted supiera de ello; además, si me lo
permite, le
seguiré informando sobre lo nuevo que se descubra".
"No te preocupes por eso, Lucas. Realmente valoro mucho tu
ayuda", le dije y, después de escuchar ello, se fue; entre tanto, yo
tomé un sorbo del café helado que había dejado afuera antes, pero
como ya no era apto para el consumo, me puse de pie para ir a
buscar otro café. Cuando volví a la habitación, mis senos habían
aumentado ligeramente porque tenía que amamantar a mis hijos;
es por ello que, acercándose cariñosamente hacia mí, la abuela me
dijo: "Cariño, tienes que volver a casa, los niños te necesitan. Tu
abuelo, suegro y yo vamos a pasar la noche aquí; además, tú ya
has hecho tu parte".
Justo cuando me dijo ello, la abuela me guiñó el ojo con algo de
complicidad, pero yo no entendía exactamente qué era lo que
quería expresar con sus palabras, mucho menos, por qué hizo
aquella extraña expresión; no obstante, esperaba que no supiera lo
que había hecho.
Cuando vi que el médico salió de la sala de exámenes, todos
fuimos inmediatamente hacia él y, le escuchamos decir:
"Señora Archer, no sé lo que hizo, pero este hombre está fuera de
peligro y ahora está respondiendo al tratamiento; sin embargo,
todavía no sabemos el tipo de medicamento que le dieron.
También hay una cosa más, a pesar de que está respondiendo, no
sabemos cuándo despertará del coma; pero, si le vemos el lado
positivo, el señor Archer ya no está en peligro". Después de
escuchar aquellas noticias, me fui a casa con una gran sonrisa en
los labios; pues, aunque sería una prueba muy dura, estaba
dispuesta a seguir hasta que ese p*rvertido finalmente despertara.
Tras llegar a casa y dirigirme a mi habitación, descubrí que mis
hijos estaban durmiendo profundamente, mientras mi madrastra
dormía en el sofá o, al menos, eso era lo que pensaba; pues,
cuando me acerqué a ella, noté que no lo estaba.
"Cariño, ¿estás bien? Ivy me contó lo que pasó?", preguntó la
mujer mientras me daba un reconfortante abrazo; mientras que,
con total sinceridad, le confesé: "Sí, ahora está fuera de peligro;
pero, no te puedo negar que tengo mucho miedo".
"No te preocupes, por él, verás que estará bien. Ahora, toma una
ducha y descansa, mañana es un nuevo día y, todo irá mejorando.
Bueno, ve, yo me quedaré aquí y te esperaré hasta que salgas;
luego, tan pronto como hayas terminado, me iré a dormir más
tranquila", dijo mi madrastra con una sonrisa en el rostro; entre
tanto, aceptando su oferta, me metí a la ducha y, mientras el agua
corría por mi cuerpo, empecé a pensar en una forma de atrapar a
Kelly Martins. De hecho, tras darme cuenta de todo lo que esa
mujer me había hecho sufrir, decidí buscar venganza en nombre de
mi esposo y de mi hija; después de todo, era la señora Archer y,
me iba a asegurar personalmente de que esa mujer
soportara todo el dolor que nos había ello sentir.
Capítulo 87
Tomando el control del Archer Grup
Desde el punto de vista de Maya
En realidad, mi esposo ha estado inconsciente durante una
semana, no ha mostrado ningún signo de despertar y, se ha vuelto
una pena porque había tantas cosas que me hubiera gustado
discutir con él; no obstante, aún hubiera cosas por decir, estaba
realmente segura que no me iba a dar fácilmente por vencida y,
que lucharía hasta que él estuviera con nosotros. Después de
esperar por esta semana, finalmente se llevaría a cabo nuestra
reunión familiar, donde veríamos algunos temas realmente
importantes; pues, aunque no estaba del todo enterada, se
rumoreaba que era por el bienestar de todos. A decir verdad,
aunque odio lo que hizo Zion, quiero que se despierte por nuestros
hijos, no quiero que sea un padre ausente en sus vidas y me
gustaría que estuviera para cada evento importante. Por otro lado,
durante esta última semana, Lucas ha estado siguiendo todos los
movimientos de Kelly, fue así como descubrimos que estaba en
casa de su familia; sin embargo, cuando llegamos allí con la
policía, no la encontramos por ninguna parte y, era como si hubiera
sabido nuestro movimiento. De hecho, sé exactamente cómo tratar
con personas como Kelly, pero por el momento quería darle la
impresión de que ella tenía el control; pues, incluso si quedar
embarazada fuera su objetivo final, el hecho de que no quedara
embarazada era algo sumamente positivo. Cuando terminé de
amamantar a
Noah, él se quedó tan dormido que, no tuve problema de dejarlo en
su cuna; no obstante, antes de salir, los miré una vez más para
asegurarme que estuviera bien
Luego de que finalmente me dirigiera al estudio del abuelo, abrí
lentamente la puerta y, me disculpé con todos por llegar tarde, pero
todos entendieron mis razones y, la reunión finalmente comenzó;
de hecho, el abuelo se veía tan elegante en ese momento que, no
pude evitar pensar en lo iguales que eran tanto Zion, su padre y su
abuelo, es más, incluso mis hiios se parecían realmente a ellos.
Después de una larga pausa y de centrar toda nuestra atención en
él, el abuelo exclamó: "Discutimos la situación con el médico y nos
confirmó que no está seguro del tiempo preciso en el que Zion
finalmente se recuperará del coma; no obstante, como las cosas en
la compañía han ido cuesta abajo desde que él se fue y, para
salvaguardar los intereses de la empresa, no tenemos más
remedio que destituirlo de su cargo como presidente del Archer
Grup y convocar elecciones para un nuevo líder". Cuando escuché
ello, me sorprendí tanto que, no supe qué decir; después de todo,
mi esposo trabajó duro para ese puesto y, la empresa estaba
dónde está ahora gracias a él. A pesar de que no entendía porque
querían deshacerse de Zion, esperaba que no eligieran a alguien
que no sea miembro de la familia; pues, eso hubiese sido un golpe
duro, ya que Zion sacó todo adelante.
"Maya, no estoy seguro de que estés familiarizada con las pautas
que tenemos para nuestra familia; pero, durante el tiempo que me
desempeñé como presidente de Archer Group, delegué todas mis
responsabilidades en mi hijo y, en caso de que algo nos sucediera,
la siguiente persona en la fila era mi esposa. Lo mismo puede
decirse de Zion y de su propio padre, mi hijo y yo somos
demasiado viejos para el juego; así que tú, Maya Archer, has sido
ascendida al puesto de presidenta del Archer Grup. ¡Felicidades!".
"¡Qué!", grité sumamente sorprendida, pues nunca antes había
estado a cargo de un negocio y, en sí no sabía qué hacer o qué era
lo que exactamente esperaban de mí; sin embargo, cuando giré la
cabeza para mirar a la abuela en busca de apoyo, ella estaba
sonriendo y asintiendo con la cabeza en acuerdo.
"Dado que te has convertido en una Archer, tenemos plena fe en ti.
Durante mi período, hice algunas tonterías, pero crecí a partir de
esas experiencias; así que, si alguna vez necesita orientación,
sabes que siempre estaremos aquí para ayudarte", exclamó la
abuela con total convicción; mientras tanto, como yo no me sentía
lista para eso, por mí y or mis hijos, repliqué de inmediato: "No, no
creo que esté preparada para esto; además, ¿qué pasará con mis
hijos?".
"No te preocupes por eso, considera la situación bajo control.
Además, tú estarás administrando la empresa para asegurar un
futuro brillante para tus hijos, estarás luchando para asegurarles
que tengan algo para comer. Créeme, cuando digo que la razón
por la que se casó contigo fue porque reconoció tus habilidades,
Zion sabía que, si le pasaba algo, podías continuar con su legado.
Hija, cree lo que digo, no te elegimos nosotros, fue tu esposo quien
lo hizo y, por supuesto, me siento obligado a decirte que eres la
mejor candidata que existe", dijo mi suegro con total sinceridad.
"Por otro lado, si el problema es por los niños, Maya, ya hemos
asegurado los servicios de una niñera para ellos; de hecho, hemos
averiguado tanto que, consideramos que la mejor opción sería que
su guardia de seguridad también pudiera actuar como niñera, pues
es dos en uno. No obstante, como ellos son tres, la niñera traerá
una asistente capacitada y, así no tendrás que preocuparte por el
bienestar de los niños. Hija, todo está bajo control, ella comenzará
su nuevo trabajo mañana y viajará desde China" añadió mi padre
con total firmeza y seguridad.
Sin nada más que pudiera objetar, decidí aceptar aquella oferta por
el bien de mi esposo y mis hijos; después de todo, aunque aún no
había perdonado a mi esposo por lo que pasó con Kelly, al menos
le agradecía por haber recuperado con bien a nuestra hija.
Además, para ser sincera, mis sentimientos por él no han
cambiado en lo más mínimo, sí tuve miedo de que la revelación de
su aventura con Kelly destruiría mi matrimonio; pero, por alguna
extraña razón, me hizo amarlo aún más, a pesar de que su
infidelidad me seguía doliendo como el infierno. De hecho, creo
que lo que más me molestó en ese momento fue que Kelly tuvo a
Zion antes que yo, pues yo había acabado de dar a luz y, no podía
tener algún tipo de relación con él; sin embargo, si dejaba de lado
esos pensamientos envidiosos, Zion siempre iba a ser mi esposo y,
Kelly no significaba nada en su vida.
"Lucas, ¿Mishka está disponible hoy?", le pregunté con gran
curiosidad; mientras que, a pesar de que es consciente de que
aborrezco la ostentación y el glamour innecesario, todavía insiste
en llamarme así: "Sí, señora"
"Por favor, ¿puedes preguntarle si está disponible para
acompañarme de compras?", le volví a preguntar; luego, después
de darme una ligera sonrisa mientras me miraba por el espejo
retrovisor del coche, hizo la llamada a Mishka y para cuando
llegamos al centro comercial, ella ya estaba esperándonos allí.
Después de abrir la puerta y salir del auto, ella se acercó
rápidamente a mí y, me dio un cálido abrazo; luego,
contagiándome de su sonrisa, le escuché preguntarme
curiosamente: "¿Cómo te sientes?"
"Mejor que antes, pero todavía quiero despellejar vivo a Zion", le
respondí, mientras ella me agarró de la mano y nos condujo al
interior del centro comercial; luego, mirándola ligeramente a los
ojos, le pregunté: "Entonces dime, ¿cómo te va con Lucas?".
"Oh, Dios mío, Maya. Gracias a ti, he conocido al mejor hombre de
todos los tiempos. Lucas es simplemente perfecto y, debo confesar
que me encuentro amándolo más y más cada día", confesó Mishka
con total genuinidad.
":Qué bueno! Estoy encantado de que seas feliz", le dije,
esperando lo mejor para ella; mientras que, dudando en si
preguntarme o no, Mishka exclamó: "Entonces, ¿Kelly está
embarazada?".
Después de que vio que una sonrisa amarga se formó en mi rostro,
Mishka se disculpó de inmediato y, dijo: "Lo siento,
no debería haber preguntado eso".
No obstante, con una ligera mirada en ella, le recalqué: "Todavía
no, pero puedo decir con absoluta certeza que no estará
embarazada. Pero, si esperaba que la persiga, yo no lo voy a
hacer, en eso estoy muy segura; además, no será necesario que
haga un esfuerzo para encontrarla porque ella vendrá a mí por su
cuenta"
"¿Qué quieres decir exactamente con eso?", dijo Mishka al no
poder entender mis palabras; mientras que, con total sutileza, le
respondí: "Te das cuenta de que Kelly quería concebir un hijo
acostándose con mi esposo, ¿verdad?"
Después de recibir el asentimiento de mi amiga, le comenté: "Ya
sea que Kelly esté embarazada o, incluso si no lo está,
eventualmente se desinteresará y vendrá a mí por el hecho de que
no me estoy concentrando en ella. Quizás, tal vez venga a
informarme que está embarazada, o puede que trate de
restregármelo en la cara; así que, cuando llegue ese momento, una
cosa es segura: no se guardará la noticia. Y, en caso de que el
plan de embarazo no tuviera éxito, ella
vendría a buscarme por cualquier motivo"
"¿Qué pasa si ya está embarazada?", preguntó Mishka después de
mostrar una radiante sonrisa; mientras que, con total seguridad y
firmeza, le dije: "Si es necesario, usaré mis propias manos para
hacerla perder al bebé".
":Maya!" exclamó mi amiga muy asustada; entre tanto, con total
firmeza, le dije: "No estoy bromeando. Voy a obligarla a ab*rtar ese
bebé antes de que nazca".
"Vaya, ¿quién eres y qué le has hecho a mi Maya?", preguntó
Maya sumamente estupefacta por mi actitud; sin embargo, aun
mostrándome sería y firme, remarqué: "Soy la m*Idita señora
Archer"
Capítulo 88
No te metas con la señora Archer parte 2
Cuando me levanté a la mañana siguiente, encontré a Mei
completamente absorta en los niños; de hecho, ahora podía decir
que mis hijos estaban en buenas manos, pues tenían a Mei, quien
era tanto su niñera como la guardaespalda que nuestra familia
había contratado para ellos. Dado que Kelly no ha sido localizado,
me he estado poniendo cada vez más ansioso por la posibilidad de
ser separado nuevamente de ellos; sin embargo, ahora que Mei y
su ayudante estaban aquí para su cuidado, suponía que era más
seguro que regresen a su habitación. Después de revisar
nuevamente la hora, me di cuenta que debía limpiarme la boca, así
que entré al baño para asearme; luego, cuando finalmente terminé,
recogí las llaves de mi auto y me dirigí al hospital. Una vez ahí,
entré a la sala VIP y mi esposo todavía estaba inconsciente; de
hecho, aunque los médicos no pueden darme ninguna garantía,
seguiré manteniendo la esperanza y como mi esposo tiene una
naturaleza s*xualmente depredadora, usaría eso para su
recuperación. Ya que, aunque está completamente inconsciente,
su p*ne está despierto y alerta ante cualquier cosa; es por ello que,
como todos los días, vengo a ch*parlo como de costumbre y, su
p*ne realmente disfruta la sensación de estar en mi boca. En
realidad, a veces no puedo evitar preguntarme si simplemente está
actuando, pero el hecho de que no se inmute en absoluto
demuestra que ya no hay ninguna posibilidad, a pesar de que su
p*ne parezca tener vida propia.
Tratando de empezar con mi trabajo, me acerqué a la persona que
dormía y, le susurré al oído: "Espero que tu mañana vaya bien,
esposo. Ahora es el momento de mamá y, hoy, estoy usando ropa
interior carmesí solo para ti". Después de darle un beso en los
labios y, comenzar a tocarlo, le dije: "Zion, no voy a renunciar a
esto, verás que un día despertarás". Sin esperar más, arrastré mis
dedos desde su torso hasta su p*ne, levanté la bata médica, bajé el
bóxer y comencé a chupar exquisitamente; así que, podía sentir su
p*ne comenzando a hincharse mientras lo chupaba sin piedad.
A decir verdad, no podía negar que me casé con un m*Idito
p*rvertido, que es incapaz de reaccionar a otra cosa que no sea ser
succionado con placer; luego, cuando su semen entró
profundamente en mi boca, levanté la mirada para ver si había
algún movimiento, pero no hubo ninguno. Sintiéndome impotente
por su inexplicable estado, no pude evitar que las lágrimas cayeran
por mis mejillas; sin embargo, antes de que alguien pudiera entrar y
encontrarnos así, ajusté su bata médica y le subí los calzoncillos.
Luego, tomé una silla a su lado y me senté, presioné su mano en la
mía y, empecé a suplicar con desesperación: "Por favor, cariño,
despierta. Te perdono por acostarte con otra y, quiero que me
perdones por comer en exceso. Zion, te necesitamos". A decir
verdad, en esta parte de mi vida, puedo hacer cualquier cosa para
que se despierte o me dé otra señal de que todavía está allí, no
solo su p*rvertida p*ne; así que, por ello le dije: "Cariño, hoy
comenzaré a trabajar como presidente de Archer Group, pero no
tengo ni idea de cómo liderar; así que, por favor, despierta para
que puedas ocuparte de tus asuntos. Además, los niños te
extrañan mucho y, yo te extraño, Zion. Por otro lado, con respecto
a Kelly, no perderé el tiempo tratando de localizarla, sé que ella
vendrá voluntariamente a mí y, yo estaré tan lista para verla que,
no sospechará nada. Bueno, que tengas un gran día, te veré más
tarde esta noche; pues, como los niños ahora están al cuidado de
una niñera, podré pasar algunas noches contigo".
Después de darle un beso, me puse de pie y, antes de salir de la
habitación, le dije: "Te amo, Zion, y deséame suerte.
Te amo, cariño". Cuando regresé a casa, ya eran las siete de la
mañana, por ello me duché, me vestí y salí de la casa; pues, Lucas
ya me estaba esperando con la puerta del auto abierta. Luego de
que subí, nos dirigimos a Archer Group y, ni bien llegamos, los
guardaespaldas hicieron fila para darnos pase a Lucas y a mí; de
hecho, aunque no me gustaba las ostentosidades, sabía que, como
señora Archer, tenía que acostumbrarme a ello. En realidad,
aunque no podía entender cómo Zion era capaz de lidiar con todo
ese glamour, simplemente no le tomé más importancia y, seguí a
Lucas hasta el ascensor privado; luego, cuando subimos hasta el
último piso a la oficina de Zion, me di cuenta que tenía que
organizar mucho papeleo. A decir verdad, todo eso era demasiado
trabajo y, no podía dejar de preguntarme cómo Zion encontraba
fuerza y tiempo para lidiar con todo; sin embargo, tras pensar por
mucho tiempo, a la única conclusión que llegué fue que, Zion logró
un equilibrio saludable entre su profesión y su vida familiar.
"Señora Archer, ¿le apetece una taza de café?", preguntó Lucas
con total cortesía; mientras que, mostrándome con total
naturalidad, le volví aclarar a Lucas: "Lucas, deja de hacer eso, soy
señora Archer afuera; pero, cuando somos solo nosotros dos,
puedes llamarme Maya".
"No, señora...", empezó a decir el hombre frente a mí; por ello,
interrumpiéndolo inmediatamente, le dije: Por favor, insisto en esto"
"Entonces, en respuesta a su orden de que vigilemos a Kelly,
descubrimos que ella ha estado haciendo visitas regulares al
hospital para exámenes; de hecho, pude programar una cita con el
médico y, está de acuerdo en actuar de acuerdo con sus
instrucciones", informó Lucas con total sinceridad, haciendo que
quedara sumamente satisfecha con esas noticias; después de
todo, quería hacer pagar a Kelly donde más duele y, no me
acercaría a ella en el papel de la ingenua Maya, sino más bien
como señora Archer.
"¡Excelente! Entonces, hagamos eso y, esperaremos lo mejor. Por
cierto, Lucas, ya no vas a conducir para mí. ¡Estás despedido!", le
dije con total seriedad; luego, cuando vi que estaba a punto de abrir
la boca para hablar, le adelanté:
"Porque tú, Lucas, a partir de hoy, eres el vicepresidente de Archer
Group Int"
"No... no puedo, señora Archer", respondió Lucas completamente
sorprendido; mientras que, disconforme por como volvió a
llamarme, exclamé: "Maya, Lucas... Maya"
"Bueno, quiero decir Maya, no creo que sea una buena idea;
además, estoy feliz de ser chofer y su asistente", dijo
Lucas, rechazando cortésmente el puesto de trabajo; sin embargo,
mostrando mi total confianza en él, le dije: "Créeme cuando te digo
que ningún conductor y ayudante en el mundo podría lograr lo que
tú has estado haciendo con el negocio familiar; de hecho, he visto
que ha estado yendo más allá de lo que se espera de un conductor
porque he estado monitoreando tus responsabilidades desde hace
algún tiempo. Además, eres la única persona en la que pondría mi
fe para estar a mi lado; incluso, créeme cuando te digo que Zion
puso la máxima fe en ti y por eso eligió tenerte a su lado en todo.
Nunca he sido responsable de dirigir una empresa antes y, tú has
pasado una cantidad significativa de tiempo con Zion; por ello, sé
que estás familiarizado con su estilo de trabajo y, eres el candidato
ideal para ocupar el puesto". Cuando noté que e estaba
arrodillando en agradecimiento, lo detuve inmediatamente y, le
aclaré: "Te dije que no me trataras como señora Archer, solo lo soy
afuera, no para ti, Lucas. Ahora pongámonos a trabajar; la empresa
nos necesita". Después de ver una agradable sonrisa en sus labios,
le dije: "Por ahora, usaremos esta oficina hasta que todo esté en
orden y, conseguiré que alguien limpie la oficina de al lado, para
que sea tuya". Sin perder mayor tiempo, llevamos los archivos y
fuimos a sentarnos en los sofás mientras revisamos todos y cada
uno de ellos; de hecho, designar a Lucas como vicepresidente de
Archer Group fue la mejor decisión de la historia, pues estoy
aprendiendo mucho de él e, incluso la forma en que se comporta
es exactamente como su maestro.
En realidad, aunque no pude evitar pensar que Zion debió haber
sido el mejor maestro para Lucas, el pensar en Zion también me
hizo pensar otras cosas; después de todo, él era un completo
p*rvertido e, incluso si él no está físicamente presente conmigo, lo
hace porque aún puedo sentir su presencia en todas partes de esta
oficina.
De hecho, estaba a punto de mirar el reloj cuando el teléfono de
Lucas comenzó a sonar y, tras ver de quien se trataba,
Lucas exclamó: "Es el médico".
"Vamos, contéstale", le ordené inmediatamente y, vi como Lucas
hablaba con el doctor, pues me hacía recordar mucho a mi esposo;
no obstante, me agradaba saber que él y Mashka se estuvieran
dando una oportunidad y que todo
estuviera funcionando.
Una vez que terminó con la llamada, Lucas regresó con una
sonrisa en los labios y, dijo: "La idea fue exitosa; Kelly se dejó
engañar"
Tras escuchar esa agradable noticia, sonreí alegremente y, esperé
con ansias la futura llegada de esa p*rra; pues, en ese momento,
estaría lista para hacerla pagar por estar punto de dejarme viuda y,
por robar a mi hija. A decir verdad, me había propuesto darle en
donde más le duele.
Capítulo 89
Cumpliendo la promesa de mamar
~Punto de vista de Zion~
Aunque no recordaba nada de lo que sucedió por la anoche, me
despreciaba por haberme acostado con Kelly. Soy muy consciente
de que Maya nunca me perdonará por lo que hice, pero no tuve
otra opción. Simplemente, no podía seguir dejando que Kelly
atormentara a mi pequeña por más tiempo. Que me lastime a mí de
la forma que crea conveniente, pero que no se acerque a mi ángel.
Ese día, sentí que me moría por dentro cuando llegué a casa y vi a
Maya llorando mientras tomaba a nuestra hija en brazos sin
siquiera mirarme. Pero escucharla gritar pidiendo ayuda me hizo
creer que podría haber esperanza para nosotros. No soy nada sin
mi esposa y mis hijos. La idea de vivir una vida sin mi Maya, sin mi
conejita, era demasiado para mí. Algo llamó mi atención cuando la
observé besar a nuestra hija. Era consciente de que había llegado
al punto en el que ya no podía aguantar más; lo que sea que Kelly
me había dado realmente me estaba agotando. Me sentía
tremendamente culpable por haber tenido una aventura de una
noche con Kelly. ¡El problema es que no podía recordar una
m*erda!
Ahora, estaba sentado aquí en la cama del hospital como un
vegetal. Maya no había venido a verme y no la culpo. La mataría si
ella se acostara con alguien más. Ya había pasado un día. Sabía
que era demasiado pedir, ya que acababa de dar a luz a nuestros
hijos y ellos la necesitaban más que yo. Pero ¿por qué sentía tanto
resentimiento por el hecho de que ahora toda su atención se
centrara en nuestros hijos? ¿Por qué no podía moverme para
agarrar nada? Me sentía muy entumecido. ¿Qué había en la
jeringa que me inyectó esa p*ta? Estar aprisionado en el propio
cuerpo sin poder escapar porque nada a tu alrededor se mueve
puede ser una experiencia muy difícil. Un momento! No pude evitar
reírme un poco. ¿Por qué diablos mi p*la respondería a todo? No
es culpa de Maya que sepa detalles tan íntimos sobre mi
s*xualidad. Simplemente, resulta que soy un pervertido. Justo
cuando estaba a punto de cerrar los ojos y dejar que mis
pensamientos divagaran, escuché que se abría la puerta de la
habitación.
"¡Hola, cariño!". Escuchar esa voz realmente me emocionó.
¡Hola, conejita!
Sentí un beso en mis labios y, luego, mi bata de hospital se abrió
de un tirón.
Oh, la la, al menos había un lado positivo en ser forzado a
permanecer en esta habitación. Me chupaba la entrepierna
todos los días.
Cuando su cálido aliento rozó mi p*Ila, sentí una gran carga en mis
bolas, listas para explotar con anticipación.
¡M*Idición! Mi propio infierno privado.
Tan pronto como empezó la mamada, tuve la clara impresión de
que me iba a desmayar.
¡Al c*rajo, Zion, ya estás inconsciente!
Dejé escapar un gemido profundo en la parte posterior de mi
cabeza. No tenía ningún control sobre mi cuerpo. Cómo me hubiera
gustado empezar a meter mi p*lla con firmeza en esa sucia boquita
suya...
¡M*erda! ¡Maya!
Después de un tiempo, eventualmente, pude sentir sus lágrimas
corriendo por mis muslos. No podía creer lo fantástico que me
sentía a pesar de que ella estaba tan angustiada. Maya realmente
quería que me despertara. Al sentir sus lágrimas, se me estrujó el
corazón. Incluso después de eso, persistió en ch*pármela hasta
que me vine. Cuando terminó, me limpió y trajo una silla para poder
sentarse a mi lado.
Empezó a hablarme mientras me masajeaba la mano: "Aurora se
encuentra bien ahora y está comiendo bien.
Realmente quiero que despiertes, Zion. Los niños te necesitan"
¿Y qué hay de ti? ¿Qué hay de ti, Maya? ¿No me necesitas tú
también?
"Aún me cuesta asimilar que te acostaste con otra persona
después de que acababa de parir a nuestros hijos y estaba en mi
período. Sé que no teníamos elección, pero duele mucho, Zion.
Realmente quería despreciarte, pero simplemente, no puedo
hacerlo. Tuve la impresión de que estaba confundida sobre lo que
sentía por ti, Zion, pero créeme cuando te digo que, en realidad,
eso nunca podría suceder. Después de todo el dolor que pasé al
dar a luz a nuestros hijos, lo último que necesitaba era que te
fueras a dormir con ella. Si todavía insistes en castigarme, te pido
que consideres un método alternativo porque este me causa
demasiado dolor".
"No estoy enojado contigo, Maya. Estoy disgustado porque tuve
que acostarme con ella y tú lo sabías todo. Realmente me
desprecio por haberte hecho pasar tanta angustia por mis
acciones", dije mentalmente. Iba a doler como la mismísima
m*erda. Quería responderle que no la estaba castigando. Quería
hacerle saber que, aunque me hubiera acostado con Kelly, no
sentía nada por ella. Quería decirle que siempre será mi conejita.
Desde que te conocí, he deseado casarme contigo y con nadie
más. Sumido en estos pensamientos, me fui sintiendo cada vez
más débil e inútil, hasta el punto de que comencé a sentir que las
lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos. Recé y crucé los dedos
para que ella no se diera por vencida con nosotros. Realmente
esperaba que supiera que Kelly no significaba
nada para mí.
"Así que, Zion, quería que supieras que, mientras estés aquí, voy a
ser la mejor madre para nuestros hijos. Les hablaré de ti y los
traeré aquí de vez en cuando para que puedan conocerte. Los
chicos son un calco exacto de ti. Observarlos es como observar
una mini versión de Zion. Realmente te amo y espero que puedas
reponerte de esa maldita droga y
veas crecer a tus bebés". Luego, me besó y escuché el sonido de
la silla alejándose.
"A pesar de que realmente me gustaría quedarme aquí contigo,
tengo que irme. Es hora de amamantar a los niños. A partir de
ahora, tendrás que madrugar mucho o, de lo contrario, comenzarás
a pelear por mis tetas con tus hijos".
Competencia.
Ahora, tenía competencia. ¡Apuesto a que yo las chupo mejor que
esos tres monitos!
"Adiós, bebé, te veré mañana. Odio estar lejos de ti, Zion. Por
favor, piensa en nosotros todos los días porque yo no paso un día
sin pensar en ti".
Después de que mi esposa se fue, lo único en lo que podía pensar
era en ella y en lo mucho que deseaba poder satisfacer sus
necesidades una vez más. Ah, m*Idita sea esta droga y ni siquiera
sabía cuándo iba a estar bien. Esto era doloroso. Mi único deseo
era levantarme de la cama y pasar tiempo de calidad con mis hijos.
Capítulo 90
Enseñándole modales a la Sra. Martins
~Punto de vista de Kelly~
Mi piel recibió el calor de los primeros rayos de sol que entraban
por la ventana de mi habitación, señal de que comenzaba un nuevo
día. Aún con los ojos cerrados, di un gran y agotador bostezo
mientras estiraba los brazos y las piernas. Sonreí para mis
adentros y miré la hora y el calendario que estaba colgado en mi
pared. El gran día, finalmente, había llegado. Hoy descubriría si
llevaba en mi vientre al bebé de Zion. Con respecto a Zion, no
recordaba haber escuchado nada sobre él en los medios. ¿Estaría
bien? Quiero decir, si estaba embarazada, el papá de mi bebé
tenía que estar bien. Busqué debajo de mi almohada y saqué el
teléfono para marcar el número de mi fuente.
"¡Buenos días, Sra. Kelly!", me dijeron al responder.
"No estoy segura de si es porque estoy embarazada o qué, pero
tengo la terrible costumbre de olvidar las cosas. No tengo ninguna
duda de que se debe al embarazo. Por favor, infórmeme sobre el
paradero de Zion y explíqueme por qué no he oído nada acerca de
él"
"Oh, Dios mío, señora, ¿no lo sabía? Señor Archer está en coma.
Se dice que, después de que él estuvo con usted, su esposa le
disparó. Qué descaro el de esa chica, que ni siquiera es famosa.
Imagine que ha ascendido al puesto de presidenta de Archer
Group".
"¿Qué?".
No, no, no, ¿por qué esa tal Maya se haría la estratega conmigo?
Se suponía que yo era la experta en eso. ¿Por qué todo le salía
bien sin tener que esforzarse? Yo estaba destinada a ser señora
Archer y la madre de los hijos de Zion.
También se suponía que yo debía ser la presidenta del Grupo
Archer. Ahora, era esa perra quien estaba ocupando el puesto más
alto en la empresa, no yo. Pero no se saldría con la suya sin que yo
le diera batalla.
Mi informante continuó: "Sí. Dicen que ella no soportó el hecho de
que Zion se hubiera acostado con usted y terminó disparándole.
Dicen que hizo esto porque estaba enfadada. Él está internado en
el hospital desde el día que tuvo relaciones sexuales con usted.
Esta información no ha sido revelada al público por estricta
indicación de la familia
Archer. Pero, claro, somos conscientes de que Maya, que era
completamente inocente, fue quien le disparó a Zion".
"No te preocupes por eso. En poco tiempo, yo seré señora Archer y
te recompensaré por mantenerme informada" Terminé la llamada y
fui directo a tomar una ducha y, luego, me dirigí al hospital. Como
mi médico se encontraba ocupado, tuve que sentarme a esperarlo.
Mientras tanto, me puse a pensar por qué les estaba costando
tanto localizar dónde estaba el bebé. Quiero decir, hacía dos
meses que había tenido sexo con Zion y no me había venido el
período;
¿cómo podía ser que aún no determinaran si estaba embarazada?
Tenía que estarlo. Es decir, había dejado los anticonceptivos, así
que tenía que estar embarazada. Me paré afuera de la puerta del
doctor y lo vi entrar a su oficina.
Me hizo señas para que pasara de inmediato. Mientras se sentaba,
me miraba sonriendo. ¿Le gustaba o qué? Lástima, yo solo quería
a Zion. Lo observé mientras se ponía los guantes y, seguidamente,
me indicó que me acostara. Tras el examen, no necesité que él me
lo confirmara: yo misma vi al bebé.
"Felicitaciones, Sra. Martins. Tiene once semanas de embarazo".
"¡Lo sabía!", grité, emocionada.
El médico me entregó el informe y, cuando salí de su oficina, supe
exactamente qué hacer: iría hasta Archer Group y se lo refregaría
en la cara a esa est*pida. No me importaba que ella tuviera tres
hijos con él; yo tenía todo el derecho de reclamar mi título como
señora Archer. Además había conocido a Zion antes que ella. Me
subí a mi auto y conduje hasta allí. Cuando llegué, pasé por
delante del área de recepción y me dirigí directamente al ascensor
privado, pero había olvidado que el muy m*Idito tenía un código.
Murmuré una palabrota por lo bajo y me volví hacia la entrada,
donde estaba la morena id*ota que me miraba fijamente.
"Hola, me gustaría ver a la presidenta", le anuncié, sin siquiera
molestarme en saludarla primero.
"Buenos días. ¿Puedo saber su nombre?". Cómo me irritaba tanto
protocolo. Quiero decir, soy Kelly, Kelly Martins.
¿Quién no reconocía mi rostro? En respuesta, salté como leche
hervida.
"¿Y qué tiene de bueno el día?". La joven insípida no hizo más que
mirarme con la boca abierta. "Dije que deseaba ver a la presidenta.
¡Espera! No me reconoces, ¿verdad?"
"Señora, no puedo simplemente llamar a la presidenta e informarle
que hay una persona interesada en reunirse con ella. Me
preguntará su nombre". Fijé mis ojos en la muchacha, pero ella no
se intimidó. "Mire, señora, usted entró aquí con una actitud
prepotente y ni siquiera se molestó en saludar. Necesita ayuda y,
sin embargo, pierde tiempo preguntándome si sé quién es. ¿Luzco
como si me interesara saberlo? Me estuvo mirando como si tuviera
caca en la cara y, luego, pretende que la ayude. Muévase a un
lado. Ayudaré a las personas que realmente quieran ser ayudadas.
¡Que pase el siguiente!"
Me di cuenta de que fue bastante sincera en todo lo que dijo.
"Por favor, espera, lo siento mucho. Hagamos borrón y cuenta
nueva", dije con una sonrisa. Con tal de proteger al hijo que llevaba
dentro, estaba dispuesta a sacrificar cualquier cosa. "Buenos días.
Mi nombre es Kelly Martins. Sería un honor tener una conversación
con la presidenta. Se trata de un asunto urgente". Observé a la
chica con una sonrisa
amistosa mientras ella se comunicaba por el conmutador.
"¿Presidenta? ¡Presidenta mi abuela!", exclamé para mis adentros.
Un momento, ¿accedería a verme? Quiero decir, esa puta es
territorio desconocido. Naturalmente, debería estar interesada en
reunirse conmigo.
"Señora, por favor, venga conmigo", me solicitó la recepcionista. La
segui, pero me condujo a uno de los ascensores comunes. "El
ascensor la llevará al último piso. Alguien desea verla", me informó.
"¡Vete a la m*erda, p*rra!", la maldije mentalmente desde el fondo
de mi corazón. ¿Cómo se atrevía a llevarme a un
ascensor normal?
Capítulo 91
La trampa (parte 1)
-Punto de vista de Maya~
Sin Zion, la vida ha sido desafiante. Todo lo que quería ahora era
encontrar a Kelly y enviarla a prisión. No, pero primero, la
lastimaría donde más duele. No era justo que, simplemente, fuera a
la cárcel y olvidara lo que les hizo a mi esposo y a mi hija. Tenía
que pagar por todo. Era muy consciente de que ella contaba con el
apoyo de su familia, pero yo era una mujer con una misión. El
médico nos había informado que ella lo visitaría esta mañana. Todo
el día, tanto
Lucas como yo hemos estado esperando una llamada del doctor.
"Lucas, ¿confías en el médico?" le pregunté. "No puedo esperar
más. Quiero justicia para mi esposo y mi hija".
"Maya, te ruego que tomes una respiración profunda. Todo saldrá
bien al final", dijo Mishka mientras acariciaba mi espalda con la
suya.
"Es un desafío vivir sin Zion, Mishka. Quiero que ese idiota salga
de su sueño. Realmente lo extraño", le expliqué.
"Lo sé, cariño. Ven aquí". Me abrazó y, en ese momento, sonó una
llamada en el teléfono de Lucas. Cuando giró la cabeza para
mirarnos a Mishka ya mí, tenía una sonrisa en su rostro.
"'Ya está hecho" nos confirmó. "Pero ahora me preocupa lo
siguiente: ¿cómo podemos estar seguros de que Kelly
vendrá aquí?"
No pude evitar sonreír al escuchar a Lucas. Conozco muy bien a
las personas como Kelly y sabía que ella tenía un fuerte deseo de
ostentar el título de señora Archer hasta el punto de que había
recurrido a tácticas clandestinas para
lograr su objetivo.
"Bueno, no ha habido ninguna noticia sobre Zion en los últimos dos
o tres meses. Kelly aún tiene la ambición de convertirse, algún día,
en señora Archer. Cuando sepa que está embarazada, ¿qué creen
que hará con esa información? Por supuesto, es la persona más
tonta en la historia del universo, así que querrá restregarme en la
cara que lleva el bebé de Zion y empezar a argumentar que tiene
derecho a algo", les dije.
"¿Para reclamar algo?", preguntó Lucas.
"Exacto. Comenzará a afirmar que yo le quité a Zion y que debería
dejarlo en paz. Lo que quiere es hacerse con la herencia de los
Archer" expliqué.
Y Mishka opinó: "Claro, ella se está moviendo en esta dirección".
"Bueno, ahora, comprueben que todas las cámaras funcionen
correctamente. Hoy es mi oportunidad para hacerla confesar". Miré
a Mishka y le pregunté: "Cuando Kelly venga aquí, ¿podrás
reemplazar a nuestra recepcionista? Así, ganaremos más tiempo.
Quiero asegurarme de que todo salga a la perfección".
"Por supuesto, me encantará darle una lección a esa mujer". Se
detuvo, pensativa, e hizo una mueca de preocupación antes de
volver su atención hacia mí. "¿Estás segura de que estarás bien
cuando te encuentres a solas con ella?", me preguntó.
"Estoy acostumbrada a tratar con mujeres excéntricas como Kelly.
No te preocupes por mí", le aseguré.
Observé a Mishka y a Lucas mientras salían de la oficina. Me
coloqué detrás de mi escritorio y comprobé que todos los
micrófonos y las cámaras estuvieran funcionando. Di un paso
adelante para observar la pantalla que mostraba la recepción y vi
que Kelly ya se encontraba aquí y se dirigía directamente al
ascensor privado, pero tuvo que regresar al área de recepción. No
pude evitar reírme porque sabía que Mishka se iba a divertir con
ella. Aunque me riera de esto, realmente extrañaba a mi familia.
Por culpa de Kelly, no podía tener a mi marido en casa conmigo.
Nadie sabía con qué lo había dr*gado ni de dónde provenía la
droga. Escuché que Mishka le daba una lección de modales a
Kelly. Mientras tanto, aproveché ese tiempo para pensar las
preguntas correctas para hacerle. Después de terminar de
arreglarme, le envié un mensaje a Mishka y, al instante, escuché
que Kelly se disculpaba con ella por su actitud. Ni en mis sueños
más locos había imaginado que alguien como Kelly Martins se
disculparía por algo. Supongo que el embarazo tiene un efecto
transformador en las personas.
"Lucas, ¿están todos listos?", le pregunté, y él asintió. Me senté
detrás del escritorio y aguardé a que llegara la mujer Que tenía la
llave de la vida de mi esposo. Esperaba que esa zorra supiera lo
que le había dado. Unos minutos después, Kelly entró a mi oficina
sin llamar a la puerta. Fingí estar ocupada con algunos papeles y
no levanté la cabeza para mirarla.
"Debes creerte la gran cosa ahora que eres señora Archer y
también la presidenta de Archer Group". No respondí; mi plan era
continuar con lo que fingía estar haciendo para hacerla vomitar
más de su veneno.
"Te estoy hablando, p*rra. ¿De verdad pensabas que me quedaría
de brazos cruzados mientras tú vivías la vida que se suponía que
yo debía tener con mi Archie? Lamento ser yo quien te lo diga, pero
tu tiempo como señora Archer está llegando a su fin. Estoy
embarazada del hijo de Zion y tengo la fuerte sensación de que va
a ser un varón. Mi hijo, finalmente, heredará todo el imperio Archer,
y los tuyos se verán obligados a mirar con incredulidad mientras él
se apodera de lo que es suyo por derecho"
Me tomó por sorpresa cuando trajo a colación a mis dos hijos. Tal
vez debería recordarle que violó a mi esposo para quedar
embarazada y que eso es un delito. Dejé de escribir y la miré
mientras apoyaba el bolígrafo sobre el escritorio.
"¿Así que estás embarazada y es un niño? Y, dime, ¿cómo fue que
quedaste embarazada exactamente?". De repente, la expresión de
su rostro cambió por completo. Entonces, se dio cuenta de no
había elegido la mejor estrategia.
"N-no importa. ¡Lo importante aquí es que estoy embarazada!"
"¿En serio?, ¿mi esposo se acostó contigo voluntariamente o tú lo
chantajeaste para que se viera obligado a hacerlo?".
"Cómo hice para acostarme con él no viene al caso; lo que importa
es que estoy embarazada del bebé de Archie".
"Un bebé b*stardo", le recordé.
"¡No te atrevas a llamar 'b*stardo' a mi hijo!", gritó.
"¿Cómo se les dice, entonces, a los niños que nacen de padres
que no están casados? ¿Quieres que te recuerde que violaste a un
hombre casado? Dr*gaste y violaste a mi marido. Por si acaso lo
has olvidado"
"¿Qué quieres que te diga? Como su polla no cooperaba, tuve que
drogarlo para poder salirme con la mía. Por lo tanto, no hace falta
que me recuerdes nada. Naturalmente, puede que Zion lo haya
borrado de su memoria, pero debo decirte que jodió bastante bien
mi coño. Mi Archie sabe cómo complacer a una mujer'. Ese único
comentario fue suficiente para que quisiera arrancarle la garganta,
pero tenía que mantener una actitud tranquila para que siguiera
hablando y poder reunir suficiente información. Después de eso,
pensé en acercarme para hablar con ella, pero finalmente, me
encontré recostada contra mi escritorio. Al menos, logré que
admitiera que lo dr*gó y lo violó. Ahora, necesitaba saber qué dr*ga
había usado.
"Ya obtuviste lo que querías, que era acostarte con él, y ahora
estás embarazada como resultado de eso. Pero si ese es el caso,
entonces, ¿por qué estás aquí? No creo que la única razón por la
que viniste haya sido para alterar mis
nervios"
"Qué inteligente eres... Mi pedido es que renuncies a tu cargo como
presidenta de Archer Group. Quiero que te divorcies de Zion
porque nunca fue tuyo en primer lugar"
"¿Y por qué debería hacer eso? ¿Para complacerte?".
"Haz lo que digo o le informaré a la policía que le disparaste a tu
esposo la noche en que se acostó conmigo, porque no podías
soportar el hecho de que me quisiera a mí y no a ti".
Al instante siguiente, me encontraba riendo a carcajadas. "Así que
debería dejar a mi esposo para que él esté contigo...
Tú tomaste a mi hija como rehén y, luego, nos chantajeaste
diciendo que el precio de su libertad era que él tuviera relaciones
sexuales contigo. Debido a tu envidia, atormentaste de todas las
formas posibles a mi hija de solo dos semanas de vida. Y ahora,
estás diciendo que mi esposo te ama, ¿verdad?". No pude evitar
dejar escapar otra carcajada. "Bueno, si realmente te amara, ¿por
qué me eligió a mí como esposa y no a ti?"
Capítulo 92
La trampa (parte 2)
~Punto de vista de Maya~
Con mi mirada fija en ella, dejé que continuara hablando, sin
interrumpirla, acerca de cómo "yo le había robado a Zion".
"¡El nunca fue tuyo, p*rra! Archie era mío". Juro que estaba
empezando a odiar el nombre "Archie".
"Como sea, supongo que estás de acuerdo conmigo en que
dr*gaste a mi esposo y secuestraste a mi hija", dije con voz
tranquila.
"'Sí!".
No bien dijo "si", me aseguré de terminar la conversación antes de
que cambiara de opinión.
"Un momento... No estás grabando esto, ¿no?", preguntó con cara
de pánico. Sonreí e, inmediatamente, se acercó a mí hecha una
furia con la intención de abofetearme, pero fui más rápida que ella.
Agarré su mano y le di la vuelta para que todo su torso quedara
boca abajo sobre mi escritorio. Acerqué mi rostro a su oreja y me
incliné hacia delante para hablarle.
"Me informé bien acerca de cómo tratar a una lunática delirante
como tú. Te sorprenderás si crees que hemos llegado al final de
nuestra conversación. Te acorralaré de tal manera que ni siquiera
tu familia podrá salvarte de esta. Yo, Maya
Zion Archer, soy la única que podrá ayudarte". Al mirarla, me di
cuenta de que, finalmente, estaba comenzando a atar cabos. "Ah,
y, Kelly, no estás embarazada. Lamento decepcionarte. Acabas de
caer en mi trampa. ¿Pensaste que Zion se acostaría contigo sin
tomar recaudos? Puede que lo hayas drogado, pero él estaba
preparado. Y buena suerte; el uniforme naranja te quedará bien".
Solté su mano y, luego, intentó abofetearme por segunda vez, pero
pude evitarlo.
Ahora, aproveché mi oportunidad para golpearla con todas mis
fuerzas. "Esto es por mi hija", le dije. Y con el siguiente golpe, le
anuncié: "Y esto es por mi esposo". Comenzó a gemir en el suelo
como si fuera una niña pequeña y, al instante, entró la policía en la
oficina y la esposó.
";M*Idita p*rra! Encontraré la manera de vengarme. ¡Me aseguraré
de que pagues por esto! Sé que estoy embarazada y Zion es el
padre! Simplemente, ¡estás celosa!". Lo intentó, pero no le sirvió de
mucho. "Oficiales, ¿acaso está celosa de que yo me casé con Zion
y no ella?"
Casada con Zion y no ella... De ninguna manera, no podía creer
que estuviera tratando de hacer el papel de loca. Me hizo reír. De
hecho, le salía bastante bien. Ahora, era el turno de investigar qué
persona o personas habían estado ayudando a Kelly. Sospechaba
que su familia podía estar involucrada, pero también sabía que uno
de mis guardias me había traicionado. Sin embargo, por lo menos,
ella ya estaba siendo encarcelada y yo pretendía programar una
visita para que me revelara la naturaleza de la sustancia que le
había inyectado a mi esposo. Minutos después, mientras yo
continuaba paseándome frenéticamente de un lado a otro sumida
en estos pensamientos, Mishka y Lucas entraron en mi oficina.
"Lo hiciste bien. Tenía miedo de que perdieras el control, pero te
mantuviste muy serena", comentó Mishka.
"Me ayudó tener presente el hecho de que estoy haciendo esto por
Zion. Estuve a punto de abofetearla antes de que todo terminara,
pero luego, me di cuenta de que, una vez que terminara con ella,
podría golpearla más tranquilamente.
Ahora bien, hay un problema".
"¿Cuál es el problema exactamente?".
"Inmediatamente después de que la detuvo la policía, comenzó a
comportarse de una manera extraña. Sin embargo, me adelanté a
su jugada en este punto. Podrían dejarla en libertad alegando que
necesita atención psiquiátrica"
"¡No, Maya, de ninguna manera!"
"Sí, pero como les decía, estoy un paso delante de ella y le haré
una visita muy pronto antes de que se tome la decisión. Le ofreceré
un trato que le resultará imposible de rechazar. Pero entonces, por
supuesto, no la dejaré libre, no hasta que descubra quién la ha
estado ayudando".
Después de despedirme de Lucas y de Mishka, volví a mi casa. La
noticia del arresto de Kelly se difundió ampliamente a través de
Internet y todos los demás medios de comunicación. Poco después
de llegar, salí y le dije a mi conductor que me llevara al hospital.
Una vez allí, comprobé que Zion aún estaba inconsciente. Anticipé
que tendría muchos problemas con esta prueba. Acerqué una silla
y sostuve su mano.
"Hola, cariño. Quería contarte que hoy envié a Kelly a prisión por lo
que les hizo a ti y a nuestra hija. Por otro lado, estoy cada vez más
preocupada porque Kelly ha comenzado a comportarse de manera
extraña. No tengo mucho tiempo y sé que ella no puede haber
logrado todo esto sola. Alguien la estuvo ayudando y tengo miedo
de que, si no actúo lo suficientemente rápido, podría escapar antes
de que descubra qué droga te suministró. Estaba recibiendo ayuda
de alguien. Realmente necesito tu ayuda con esto, Zion. La gestión
de tu empresa no es una tarea sencilla.
Tienes que luchar contra esto, bebé, te necesitamos. No puedo
hacerlo sola. Se me ocurrió un buen plan, pero tengo miedo de
fallarles a ti y a nuestros hijos. Lucharé por nosotros, Zion, y no me
rendiré, así que tú tampoco te atrevas a darte por vencido". Lo
besé y me fui. Mis hijos me necesitaban.
Cuando entré a casa, vi que mi abuelo y mi abuela estaban viendo
el arresto de Kelly en la televisión. Al ver que había llegado,
esbozaron cálidas sonrisas e, inmediatamente, me hicieron sentir
bienvenida. Como estaba agotada, fui a mi habitación, me duché y,
luego, fui al cuarto donde dormían los niños. Estaba
amamantándolos cuando recibí una Ilamada de un número
desconocido. Iba a ignorarla, pero Mei me dijo que podría ser
importante, así que atendí el teléfono.
"Dejaré vivir a tu esposo si retiras todos los cargos que se han
presentado contra Kelly Martins. De lo contrario, si decides ser
terca como Zion Archer, él no pasará de este día", me advirtieron
del otro lado de la línea.
Me quedé helada. Con las manos temblorosas, me puse de pie
como si hubiera visto un fantasma. Fui hasta mi habitación para
llamar a Lucas y lo puse en altavoz para que pudiera escuchar.
• "¿Estás fingiendo no escucharme o qué?", preguntó la voz
desconocida.
"Lo siento, no oí lo que dijiste. ¿Puedes repetirlo, por favor?", le
solicité.
"Dije que procedas a levantar los cargos contra Kelly y, solo
entonces, dejaré vivir a tu esposo. Si no haces lo que te digo, me
aseguraré de que él no vea otro día".
"Ahh, ¿quieres matar a mi esposo? Bueno, adelante, inténtalo. ¿De
verdad crees que puedes asustarme?".
"Eres solo una joven patética que no sabe nada".
"Me alegro de que me hayas llamado 'patética'. Pero si fuera tan
patética, podrías pisotearme sin necesidad de hacer
este llamado.
"No digas que no te lo advertí. Zion morirá hoy. Los muertos no
hablan", amenazó, y luego, colgó.
No bien se cortó el llamado, cogí el otro teléfono.
"Lucas, ¿conseguiste la ubicación?".
"Estoy en eso".
"Bien. Aumenta la seguridad fuera y dentro de la habitación del
hospital de Zion".
"Bueno, la llamada vino de la residencia Martins".
"Genial, ya es hora de que les haga una visita. Sobre todo, me
interesa el viejo. ¡Gran trabajo en equipo!"
Capítulo 93
La trampa (parte 2)
~Punto de vista de Maya~
Mis ojos, ya hinchados, me dolían a causa de la luz brillante que
entraba por la ventana y me quejé resoplando en voz baja. Hice a
un lado las mantas, me levanté de la cama y fui directo al baño a
ducharme. No tenía idea de cómo se las arreglaba Zion para
lograrlo, pero administrar un negocio exitoso no es tarea fácil. Me
concentré en relajarme y dejar que el agua se encargara de todo lo
demás. Realmente extrañaba que Zion me tocara y, en este
momento, estaba tan caliente que ni siquiera me resultaba
gracioso. Gemí suavemente mientras me pellizcaba las tetas y,
luego, bajé lentamente hasta que mis dedos tocaron mi cl*toris y
comencé a realizar movimientos circulares. Estaba tan frustrada
al darme cuenta de que no iba a recibir lo que quería que salí de la
ducha y fui a buscar el c*nsolador que había comprado hacía una
semana. Regresé a la ducha y empecé a tocarme pensando en
todo lo que Zion podría haberme susurrado al oído. Estaba
pensando en todos los lugares en que mi esposo podría haberme
tocado si estuviera aquí conmigo. Su naturaleza apasionada y su
salvajismo en la cama lo son todo para mí.
¡M*erda! Estaba tan excitada... Al deslizar el c*solador dentro de
mí, di un pequeño salto. Cuando el juguete comenzó a cavarme por
primera vez, dejé escapar un gemido. Aunque no era exactamente
lo mismo que estar con mi marido, me ayudaría a aguantar hasta
que él despertara de su sueño. ¡Un momento! ¿Zion se enojaría
conmigo por usar un juguete s*xual? Oh, bueno, supuse que
trataríamos este asunto cuando llegara el momento. Me senté y
dejé que el juguete cumpliera su función y, después de unos
minutos, ya había alcanzado mi máximo potencial. No podía creer
que hubiera terminado usando esta cosa. Realmente quería que mi
esposo regresara a mí. Ya no podía con todo. La vida
§*xual que tenía con Zion era algo de otro mundo.
Ahora que se encontraba inconsciente, me enfermaba no poder
salirme con la mía y explorar su cuerpo. Lancé un suspiro y
continué duchándome y lavé el maldito consolador para volver a
guardarlo en el cajón. Después de vestirme, fui a la habitación de
los niños. Últimamente, sentía que no tenía mucho tiempo para
pasar con ellos y realmente quería ser una buena madre para mis
hijos. Zion debía despertarse para poder administrar su negocio
mientras vo cuidaba a los niños. Cuando entré en el cuarto,
estaban profundamente dormidos. Les di un beso, volví a mi
habitación y tomé mi bolso. Cuando me iba, fui sorprendida por
Emma.
"¿Qué haces aquí tan temprano?", le pregunté, y ella me mostró
una sonrisa.
"Casi no estás comiendo, Maya, así que te hice comida. No
aceptaré un 'no' por respuesta".
"Comeré solo con una condición", le dije.
Ella dejó escapar un suspiro y preguntó: "¿Qué condición?".
"Que tengas una cita con papá". Sus mejillas se sonrojaron. "A
menos que ya hayas salido con él..."
"Bueno, tu padre y yo estamos tomándonos las cosas con calma,
pero ya que insistes, saldré con él". Me acerqué a ella v le di un
abrazo.
"Estoy encantada de que ustedes dos estén dispuestos a darle una
oportunidad al amor". Finalmente, logré romper el abrazo y me
senté a comer. "¿Qué tenemos aquí? Tengo muy poco tiempo"
"¿Debes apurarte para ir al hospital y darle una mamada a tu
marido?". Al oír esto, se me entrecortó la respiración y comencé a
cortar violentamente mi comida mientras mis mejillas se ponían
rojas.
"¿¡Qué!?", exclamé, horrorizada.
Se acercó a mí inmediatamente y comenzó a acariciarme la nuca.
"Bueno, todos sabemos cuál es la razón por la que Zion todavía
está ahí. Y también sabemos el motivo por el cual que no se rindió
ese día". Dejé escapar otra tos seca.
"¡Emma!"
"¿Qué?, somos familia. Debo decir que la vida s*xual de ustedes
dos es muy interesante". Empecé a masticar bastante rápido para
poder dejar de hablar sobre este tema.
"¿Quién más sabe de esto?", le pregunté.
"Bueno, nosotros, los mayores, nadie más. Todos sabemos a estas
alturas que Zion es un hombre cachondo. Nos burlamos de él todo
el tiempo y, en secreto, esperamos que regrese para poder reírnos
a costa suya"
¡Señora astuta! Así que eso era lo que quiso decir en el hospital
cuando me preguntó: "¿Has hecho tu parte?".
Después de terminar de beber mi vaso de jugo, salí corriendo para
tomar un poco de aire fresco y Emma se quedó dentro, atónita.
Quiero decir, ¿cómo podía ser que supieran lo que había estado
haciendo? Me puse roja como un tomate cuando me sonrojé.
Cuando llegué a mi coche, el conductor me miró, sorprendido.
¡M*erda!
"¿Está todo bien, señora?", me preguntó.
"Sí, vayamos al hospital", le dije disimulando mi vergüenza.
Al llegar, mis ojos se encontraron con un Zion en estado
inconsciente, cuyo pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración.
¿Cómo podía excitarme con eso?
Miré la hora: no podía perder más tiempo, así que me puse manos
a la obra. Como de costumbre, lo chupé muy duro.
Hoy fue una experiencia completamente diferente a la habitual
porque yo también estaba caliente y el maldito juguete no me
satisfizo de la manera que esperaba. Sin embargo, no deseaba
llegar al trabajo apestando a excitación, así que me contuve y
chupé la polla de mi esposo en su ya habitual coma y se corrió
como de costumbre. Sonreí pues sabía que mi señor Archer
todavía estaba allí. Fui por sus labios y lo besé muy fuerte para
recordarle de lo que se estaba perdiendo.
"Gracias por seguir con vida, mi Zion. Te amo mucho". No pude
evitar reírme mientras despeinaba su cabello con mis dedos. Me
senté a su lado y procedí a explicarle todo lo que tenía en mente
para la familia Martins. Tomé su mano y le dije: "Te lo prometo, mi
amor, todos pagarán. Nadie se mete con mi familia". Lo besé una
vez más en la mejilla y salí de la habitación.
Me subí al asiento trasero de mi auto y le dije al conductor:
"Llévame a la compañía de los Martins"
Se limitó a conducir sin hacer preguntas. No había estado en su
empresa antes, así que no tenía idea de qué esperar, pero estaba
bastante bien preparada para enfrentarme a ellos. Hoy era el día
en que averiguaría si mi suposición era correcta. Pero en este
punto, solo se me ocurría un posible responsable. Mishka y Lucas
sospechaban de los hermanos de Kelly, pero yo desconfiaba de
alguien que había intentado comprar acciones de mi empresa
inmediatamente después de enterarse de que me hice cargo de
Archer Group. El hombre pensó que yo era estúpida y que no me
daría cuenta de los movimientos de mi empresa.
¡Ah! Había algo más. Puede que yo no hubiera dirigido una
empresa antes, pero estoy bien alerta cuando se trata de algo por
lo que mi esposo y mi familia trabajaron duro.
Tan pronto como crucé las puertas de la compañía de los Martins,
me dirigí hacia la recepción. Lucas me había advertido que no
viniera aquí yo sola, pero decidí hacer el sacrificio por el bien de mi
familia. Se escuchó una alerta en mi teléfono justo cuando estaba a
punto de iniciar una conversación con la recepcionista. Saqué mi
celular del bolsillo y me fijé si me había llegado algún mensaje.
Era Lucas. "Lo siento Maya. No podía dejar que te metieras sola en
la boca del lobo. Coloqué algo en tu bolso, pero no te preocupes.
Aunque el personal de seguridad utilice todas las herramientas de
investigación disponibles para rastrear algo, no podrán descubrirlo.
Estaré afuera esperándote por si llegas a necesitarme. Prometí
protegerte y estoy haciendo mi trabajo. Lo siento".
¿Cómo supo ese hombre astuto que me dirigía a la compañía de la
familia de Kelly?
Hice un gesto amigable y, cortésmente, le anuncié a la
recepcionista que quería hablar con el presidente de la empresa.
La mujer mostró una sonrisa amistosa y llamó a quien parecía ser
la persona que yo estaba buscando.
"Ehhh, ¿su nombre, señora?", me preguntó al instante.
Le dediqué una sonrisa y le respondí en tono firme: "Señora
Archer"
Inmediatamente, comenzó a disculparse y hasta estuvo a punto de
besarme los pies. Lo siento, pero esa es la verdad.
El apellido Archer es una llave que te abre puertas, estés en peligro
o no.
"Por aquí, por favor" dijo la señorita mientras me acompañaba a un
ascensor. Al llegar al piso indicado, me dirigí hacia la oficina del
presidente y, antes de dejarme entrar, un guardia comenzó a
registrarme.
Bueno, incluso si encontraban el dispositivo de Lucas, yo había
venido preparada.
Capítulo 94
Jacob Martins acorralado
~Punto de vista de Maya~
Después de que me registraron y no encontraron nada, me
abrieron la puerta de la oficina del presidente.
"¿Es así como trata a todas sus visitas de negocios, Jacob?". No
me molesté en llamarlo "Sr. Martins". En mi humilde opinión, hacía
todo como un hombre que llevaba calzones en la cabeza, es decir,
un est*pido.
Y yo me reservo el título de "señor" solo para las personas que se
han ganado mi respeto. Le dediqué una mueca que pretendía ser
una sonrisa. Realmente, no tenía tiempo. Gracias al ejemplo que
me dio mi esposo de mostrarle siempre al mundo exterior una
apariencia fría, pude soportar mantener el semblante
serio ante el id*ota que se encontraba frente a mí.
"Bueno, no puedes culparme. Enviaste a mi hija a la cárcel
después de grabar tu conversación con ella".
"Buen punto". Acto seguido, me senté en la silla que encontré
frente al escritorio sin esperar a que me ofreciera tomar asiento.
"No sabía que tenía compañía" le dije mirando al hombre que se
encontraba a su lado.
"Y yo no sabía que me visitaría la Sra. Archer".
"Eso tiene sentido", respondí. Miré de cerca al viejo con el que
estaba a punto de acabar hoy.
"Si viniste para hablar de mi hija, hagámoslo de una vez. Joseph es
el abogado de Kelly. Antes de que entraras, él y yo estábamos en
medio de una conversación"
Le sonreí amablemente y opiné: "Bueno, al parecer, la reunión no
era tan importante, después de todo.
Quiero decir, ya que la interrumpió para dejarme pasar..
*. Ahora, le dediqué una sonrisa amistosa al
abogado en cuestión.
"Bueno, Sra. Archer, pensé que estaba aquí para hablar de mi hija"
"Me encantaría hablar de Kelly, pero esa no es la razón por la que
vine. Su hija quedó en el pasado. Estoy aquí para discutir acerca
de las acciones que intentó comprarle ilegalmente a mi empresa.
Lo cual rozó el robo, el fraude, por decirlo de alguna manera". Sus
ojos se abrieron de par en par.
Miró al abogado y le dijo: "Joseph, puedes marcharte. Me pondré
en contacto contigo más tarde hoy".
Tonto, claro que estoy aquí para hablar de tu hija. Acabo de usar
esa información para deshacerme de tu abogado.
"Señor Martins, creo que será una ventaja para todos si me quedo
aquí", sugirió el tal Joseph, pero yo estaba bastante segura de que
mi interlocutor no era un id*ota. No le gustaría que su secreto se
supiera en este momento. Las personas como Jacob no están
interesadas en hacer las cosas de la manera adecuada, a pesar de
que el abogado podría tener algunas ideas para ayudarlo. Creen
que el dinero puede comprar cualquier cosa. Me pregunté cuán
grande era su fortuna. Observé al abogado salir de la oficina
sentada en mi silla con una sonrisa maliciosa. Luego, volví la
mirada hacia el imb*cil que estaba a punto de usar para
deshacerme de su propia hija. Iba a utilizarlo como un peón. Si
Kelly pretendía hacer el papel de loca, yo también estaba dispuesta
a jugar sucio.
"Bueno, ¿qué era lo que estabas diciendo, Sra. Archer?".
"Me refería al hecho de que ingresó ilegalmente en nuestro sistema
e intentó comprar acciones de Archer
Group de manera poco ética. Si pretende negarlo, podemos llevarlo
a los tribunales". Observé mientras se movía nerviosamente detrás
de su escritorio. Juntó las manos mirándome fijamente y, luego,
dejó escapar
una risa muy fuerte.
"No eres tan estúpida, después de todo. Supongo que lo aprendiste
de tu marido. He estado haciendo esfuerzos encubiertos para
adquirir una participación minoritaria en su empresa sin ser
descubierto, pero fue en vano. ¿Cómo te las arreglaste para
descubrirme? tengo entendido que tu esposo nunca tuvo la menor
idea de que era yo". Lo miré fijo. Si conociera a mi esposo, no me
estaría haciendo esa pregunta.
"Bueno, Jacob, verá, mi esposo es un hombre muy noble. Es
posible que se hubiera dado cuenta, pero optó por mirar hacia otro
lado, ya que usted no representa un peligro lo suficientemente
importante para nuestro negocio como para tomar medidas. Mi
marido, Zion Archer, elige enfocarse en asuntos perturbadores y
apremiantes en lugar de prestarles atención a unas pocas
hormigas que intentan atrapar un pez grande que ni siquiera
pueden comer. Si no es algo importante, no merece nuestra
atención. Esto es algo que nos caracteriza a la hora de administrar
nuestra compañía".
"Si no soy importante, entonces, ¿por qué estás aquí?".
"Me agrada cómo piensa, Jacob. Vayamos directo al grano".
"Te escucho".
"Bueno, últimamente su hija ha cometido muchas faltas". Después
de un momento de vacilación, lo observé sacar su teléfono y llamar
a su abogado. Noté que estaba molesto conmigo porque le había
mentido antes al haberle dicho que la reunión no sería sobre su
hija. Mi plan era lograr que persiguiera a su abogado, y ahora lo
tenía justo donde lo quería. Le mostré una sonrisa astuta y,
mirándolo fijamente, dije: "Si yo fuera usted, no haría eso, ya que
todavía no se trata de su hija". Miró mi cara, que tenía una
expresión de hielo.
"¿Cuánto quieres?".
"No se trata de dinero; créame cuando le digo que no podría
comprarme ni en sus sueños. La pregunta correcta sería '¿qué
quiero?'. Como dije antes, usted intentó robarme y ayudó a su hija
para que dr*gara y vi*lara a mi esposo".
"Señora Archer, yo no hice tal cosa".
"Está bien. Pongámoslo de esta manera: mi esposo ha estado en el
hospital durante, digamos, cuatro meses debido a lo que hizo su
hija. Con su ayuda...". Se limitó a negar con la cabeza y continué:
"Entonces, solo quería que supiera que no estoy aquí por Kelly,
sino por sus actividades ilegales. Pero me vi obligada a decirle que
sé que la ayudó. Como decía, podemos llegar a un acuerdo mutuo
y no demandaré a su compañía si usted o su hija me dicen qué le
han inyectado a mi esposo. El trato es su empresa por la vida de
Zion. Dígame qué le dieron y pasaré por alto todas las actividades
ilegales que ha estado tramando contra Archer Group. Le doy una
hora para pensarlo. Si decide no cooperar, me aseguraré de que el
conglomerado de los Martins quede en el olvido en un abrir y cerrar
de ojos. Es posible que mi marido haya decidido hacer la vista
gorda ante algunos asuntos, pero como puede ver, Jacob, yo no
soy como él. Soy Maya Archer y no dejo pasar nada por alto. Ya
sabe dónde encontrarme cuando haya terminado de pensarlo. Una
hora, ni más, ni menos". Le sonreí, tomé mi bolso y salí de su
oficina.
Capítulo 95
Llevando la delantera
Nadie en su empresa podía creer que le hubieran faltado el respeto
a Jacob Martins, y mucho menos que lo hubiera hecho una chica a
la que subestimaba. En un ataque de ira, tiró al suelo todo lo que
había sobre su escritorio. En consecuencia, no quedó ningún
objeto frágil por romper. Tenía exactamente cincuenta minutos para
encontrar una solución y sabía que no había forma de ganar
tiempo; la joven que lo visitó era feroz. Especialmente, lo
asombraba que esta muier pareciera tan fría en comparación con
Zion.
"¿Por qué Zion me dejó salirme con la mía? Y esa chica ¿dónde
aprendió a hacer negocios?", se preguntó.
El hombre se rio irónicamente de su situación. Una mano verde
sería la encargada de decidir el futuro de Martins Cooperations.
Comenzó a caminar de un lado a otro hasta que se le ocurrió la
idea de contactar a un abogado para que lo ayudara.
Marcó un número en su teléfono y aguardó hasta que le
respondieron. "¿Hola?".
"Edward, necesito ayuda dentro de la próxima media hora. ¿Puedo
contar contigo?".
"Antes, necesito saber de cuánto daño estamos hablando y con
qué familia o empresa hay que lidiar".
"Mucho daño, en realidad, y se trata de Archer Group".
Al escuchar "Archer Group", la persona al otro lado de la línea
terminó la llamada abruptamente y Jacob se quedó gritándole
"¡¿hola?!" al aire. No se oían otras voces. Después de eso, tomó la
decisión de contactar al abogado de su hija, pero el teléfono fue
directo al buzón de voz. El hombre comenzó a sudar furiosamente.
Cuando miró el reloj, vio que solo le quedaba media hora.
Inmediatamente, corrió hacia su vehículo como un loco y condujo
hacia las instalaciones correccionales de M-City para delincuentes
femeninas. Al llegar, pidió ver a su hija y tomó asiento mientras la
esperaba, consciente de que cada segundo que pasaba le jugaba
en contra. Se puso de pie y les gritó a los oficiales que estaban a
cargo de sacar a Kelly de la celda donde estaba detenida.
"Señor, todavía está tratando de maquillarse", le informaron. Jacob
pronunció una maldición.
"¿Cómo puede pensar en maquillarse incluso cuando está
detenida? ¡Mujeres!", se dijo para sus adentros.
Después de un rato, Kelly entró y se sentó. Estaba usando mucho
maquillaje, lo que molestó aún más a
Jacob.
"¡Papá!", exclamó, y se acercó a Jacob con la intención de
abrazarlo, pero uno de los oficiales se interpuso en su camino y
dijo: "¡Sin abrazos ni ningún tipo de contacto!"
Kelly estaba frustrada porque quería darle un abrazo a su padre, y
Jacob, por su parte, le dirigió una mirada suplicante al oficial que
estaba a cargo.
"Recibimos instrucciones de no brindar ningún tipo de trato
preferencial a su hija, señor. Deberá ser tratada como una criminal
de la misma manera que cualquier otra reclusa que esté
encarcelada aquí. Si tiene alguna queja, puede informársela al
estado. Solo estoy haciendo mi trabajo", le advirtió.
Jacob miró su reloj y descubrió que no le quedaba mucho tiempo,
así que no hizo objeciones y le dijo a su hija: "Presta mucha
atención. Estoy en una situación difícil. Esa mujer tuvo éxito en
obtener de mí lo que ella quería. Pudo descubrir un aspecto
importante del plan en el que he estado trabajando contra Archer
Group. No sé cómo se enteró de eso, pero lo hizo y, ahora, estoy
en serios problemas. Cada vez que menciono a Archer Group en
una conversación con un abogado, me cuelgan de inmediato o me
advierten que no los vuelva a contactar. Nadie está dispuesto a
echarnos una mano. Según nuestro plan, saldrás de aquí pronto.
Tu abogado ya ha presentado la documentación de tu caso y,
ahora, solo necesita ser escuchado en el tribunal para que este
dictamine a nuestro favor. Eso es exactamente lo que pretendía
informarte. Pero debido a esto, no tengo más remedio que revelarle
a esa chica cuál es la sustancia que le suministraste a Zion porque
la invección que le diste fue tan potente que estuvo peligrosamente
cerca de matarlo. Está hospitalizado, inconsciente, desde hace
cuatro meses. Tu informante mintió: su mujer no le disparó. Se
suponía que esa inyección solo lo drogaría por un rato. ¿Qué dosis
le diste?".
Kellv giró la cabeza y se inclinó hacia su padre mientras miraba a
su alrededor. "Yo..., bueno, incluí una sustancia para aumentar las
probabilidades de que me dejara embarazada".
"Eres una id*ota. La familia Archer tenía todo planeado.
Simplemente, no había posibilidad de que pudieras haber
concebido un hijo suyo. Debería haberlo sabido y podrías haber
elegido una fecha diferente para dormir con él, pero ahora no
tenemos más remedio que decirles lo que le diste".
"Pensé que usarías ese plan para sacarme de aquí"
"Bueno, como puedes ver, esa chica se me adelantó. Planea
ponerle fin al imperio de los Martins en pocos minutos. Entonces,
incluso si logras salir de aquí, te recibirá una familia en ruinas.
Seremos los más
pobres de M-City".
Al escuchar la palabra "pobre", Kelly le reveló inmediatamente a su
padre con qué había mezclado la dr*ga. No había forma de que
aceptara que la fueran a relacionar con la familia de los ingresos
más bajos, y no había forma de que accediera a dejar de usar ropa
de primera marca.
Después de eso, Jacob miró la hora y pensó para sí mismo:
"Podría pedirle a señora Archer algo a cambio de esta información.
Después de todo, es ella quien necesita encontrar la manera de
salvar a su esposo, mientras que yo debo buscar la forma de
ayudar a mi hija y mantener mi negocio".
No contaba con que Maya Archer le llevara la delantera.
Cuando encendió la radio, todas las estaciones de noticias estaban
sintonizadas para transmitir una importante conferencia de prensa
que daría el grupo Archer. Jacob hizo numerosos intentos de
organizar su propia conferencia de prensa en un esfuerzo por
difamar a sus adversarios, pero ninguna emisora estuvo interesada
en participar. Todos estaban decididos a colaborar con Archer
Group.
Súbitamente, Jacob se sintió derrotado.
"No entiendo cómo nadie está dispuesto a escuchar a un pez gordo
como yo, incluso cuando el grupo Archer está siendo liderado por
una novata. ¿Por qué tengo la impresión de que tendré que pedirle
permiso a la familia Archer hasta para hacer las cosas más
simples, como respirar?", pensó.
Mientras conducía, escuchó en las noticias que la presidenta del
grupo hablaría en público. Dejó escapar un largo y pesado suspiro.
"Y así es como una chica logró vencerme. Yo, Jacob Martins, fui
derrotado por una niñita".
Contempló sus propios pensamientos una vez más. El hombre
estaba completamente estupefacto por la noticia. Después de eso,
sacó de su bolsillo la tarjeta de Maya y marcó su número. En ese
momento, el teléfono de Maya estaba en posesión de Lucas, quien
ya sabía el origen de la llamada entrante y corrió hacia su jefa
antes de que se parara frente a los fotógrafos.
"Hola, Jacob. Estaba a punto de hacer una campaña para
minimizar daños antes de acabar con su imperio. ¿Está listo para
inclinarse ante su reina?".
Jacob no podía creer que esta chica tuviera el descaro de exigirle
semejante cosa.
"Tengo lo que pediste, pero quiero todo por escrito".
"Por supuesto que querrá todo por escrito. Pero estaba a punto de
pasar un buen rato dando esta conferencia y no puedo permitirme
decirles a estas personas que se vayan. Por favor, venga aquí
conmigo. Solo le diremos a la prensa que Archer Group y Martins
Cooperations han llegado a un acuerdo para trabajar juntos. ¿Qué
le parece? Tanto usted como yo firmaremos nuestros nombres
delante de todos. Solo así podremos conquistar al público. Tiene
diez minutos para llegar aquí. Mientras tanto, comenzaré a informar
cuál será el programa".
Después de escuchar a Maya, Jacob colgó la llamada y condujo
hasta las oficinas de Archer Group.
Maya, por su parte, sonrió diabólicamente y regresó a su oficina
para recuperar los documentos que había preparado para Jacob la
noche anterior a haberlo visitado.
"Te llevo ventaja, Jacob, estoy a un paso de hacer que tú y toda tu
familia se derrumben y supliquen misericordia".
Capítulo 96
Los Archer están unidos
~Punto de vista de Maya~
Salí de mi oficina llevando conmigo el acuerdo que había redactado
antes para Jacob Martins. Atravesé el pasillo y entré en la sala de
conferencias. Me paré en mi puesto y me dirigí a la prensa. A los
pocos minutos, apareció Jacob Martins y aproveché su llegada
para anunciar que, desde ahora, Archer Group se asociaría con
Martin Cooperations. Inmediatamente, la prensa tomó fotografías
de este histórico momento. Una cosa era segura: el viejo no tendría
la oportunidad de leer el documento que estaba firmando. Cuando
subió al estrado a mi lado, me dio un papel con un vial de insulina.
Después de echarle un ligero vistazo, lo deslicé en el bolsillo de mi
chaqueta. Era la dr*ga que Kelly había usado con mi esposo. Le di
a Jacob el acuerdo y, como era de esperar, no revisó todo el
documento.
Hombre est*pido.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando lo vi firmar el acuerdo.
Inmediatamente después de la conferencia, corrí al hospital para
buscar al médico de Zion y le entregué el papel y el vial, a pesar de
que no tenía ni idea de qué eran esos artículos. El doctor se
apresuro a llevarlos al laboratorio y exigió que sus colegas
realizaran algunas pruebas. Después de un rato de espera,
comencé a ponerme ansiosa, así que fui a la habitación de Zion y
esperé allí mientras le explicaba cómo tenía al padre y a la hiia
comiendo de mi mano sin que ellos lo supieran. Cuando se trata de
personas como la familia Martins, uno debe recurrir a tácticas
encubiertas. ¿Cómo podíamos saber con certeza que lo que le
inyectaron a mi esposo era lo mismo que me dieron a mí?
Me levanté y comencé a caminar de un lado a otro. De pronto, la
puerta de la habitación se abrió y apareció el médico.
"Señora Archer, tengo buenas y malas noticias. ¿Cuál te gustaría
escuchar primero?". Derrotada, suspiré pensando que todo estaba
perdido. ¿No podía el universo dejarme estar con mi esposo?
"Las malas noticias primero".
"Todavía no logramos descubrir de qué sustancia se trata.
Aparentemente, estamos frente a algún tipo de dr*ga ilegal".
"¿Y la buena?".
"La buena noticia es que, aunque no pudimos encontrar al
fabricante del medicamento, sí logramos rastrear algunos de los
fármacos conocidos. Es una combinación de dr*gas, así que le
realizaremos un ensayo clínico y, si todo sale según lo planeado,
señor Archer debería recuperar la conciencia en aproximadamente
un mes, si no antes".
"Hace cuatro meses que estoy esperando. Puedo esperar un mes
más. ¿Cuándo pueden empezar?".
"Tan pronto como firme este documento", me informó.
Recogí los papeles que me entregó el médico, revisé todas las
páginas, los firmé y se los devolví. Una vez a solas con Zion, le di
un beso y lo informé sobre el tema. Oh, ¡cómo deseaba que
pudiera oírme! Un momento: si su p*Ila respondía, eso también
podía significar que era capaz de escucharme y sentir mi
presencia, ¿verdad? Traté de deshacerme de este pensamiento al
instante. Es decir, no había forma de que él pudiera oírme. Miré el
reloj y advertí que era hora de amamantar a mis hijos. Le di a
Zion un último beso en la mejilla y me di la vuelta para volver a
casa.
Tres meses después…
Seguí dando vueltas en la cama tratando desesperadamente de
volver a conciliar el sueño, pero la luz se filtraba a través de la
ventana y calentaba mi rostro. Aun así, no podía mantener los ojos
abiertos. No pude evitar sonreír cuando sentí que no estaba
durmiendo sola, sino que, además, había tres niños adorables en la
cama conmigo. Estiré los brazos y las piernas con cuidado para no
golpearlos accidentalmente. Estas pequeñas almitas estaban
esperando que me despertara. Así que, lentamente, abrí los ojos y
me encontré con tres de los seres más hermosos del mundo
cuando salí de mi sueño. Mientras se desperezaban sobre la cama,
se perseguían unos a otros; sonreí y los levanté uno por uno para
besar cada una de sus cabecitas y sentarlos sobre el colchón. Era
la sensación más increíble de la historia. Miré a mis hijos gateando
e, instantáneamente, las lágrimas comenzaron a gotear de mis ojos
al pensar en mi esposo, quien todavía estaba en el hospital
luchando por su vida.
"Zion, te has perdido muchos momentos en la vida de nuestros
hijos. No me gustaría que tampoco estés aquí cuando den sus
primeros pasos", pensé, y luego dije mis oraciones para mis
adentros.
Hacía un mes que había decidido dejar de amamantar. La abuela
me instó a que me tomara un descanso porque me estaba
sobrecargando de trabajo administrando Archer Group y viajando
de un lado a otro. No me gustaría ser la presidenta de ninguna
empresa que confiara en mí. Solía creer que la gente que ocupaba
estos cargos no hacía más que sentarse allí y firmar documentos,
pero ahora comprendía que no es así, sino que tienen las mayores
responsabilidades y deben trabajar muy duro.
Lucas había estado haciendo un buen trabajo al mantener bajo
control a Archer Group en J-city durante este último tiempo.
Había decidido enviarlo allí mientras yo me quedaba trabajando en
M-city para poder estar cerca de mi familia y visitar a mi
esposo todos los días.
Hoy comenzaba el juicio contra Kelly.
El hecho de que Kelly no estuviera embarazada me generaba, a su
vez, alivio y ansiedad porque todavía no sabíamos qué le había
dado a Zion el día que lo drogó. Miré a mis hijos jugar sobre mi
cama. Dios, son adorables en todos los sentidos. Pero no me
gustaría tener más hijos. Solo estaré devorando pollas sin hacer
niños. Después de tomar una ducha en el baño y cambiarme de
ropa, me dirigí a la cocina para buscar algo de comer. Al llegar, vi
que Emma ya estaba preparando el desayuno. Cuando la escuché
gemir y gruñir el otro día mientras caminaba por la habitación
donde dormía mi padre, no pude evitar sonreírle.
Parecería que los hombres Archer tienen mucha resistencia
cuando se trata de actividades sexuales. Les tomó mucho tiempo
acostumbrarse el uno al otro, pero ahora, estaban casados.
Aunque no había sido una boda tradicional, ahora, podía decirle
"mamá" a Emma oficialmente. Sí, había estado esperando poder
llamarla "madre" durante mucho tiempo.
"Buenos días, mamá". Se sonrojó y me devolvió el saludo mientras
colocaba un plato de comida frente a mí. ";Dónde está
Sophia?", le pregunté. Había sido la niña quien descubrió que
Jacob Martins era la persona que intentaba hacerse con parte de ..
las acciones de nuestra empresa. Me contó que Zion le había
enseñado todo lo que sabía sobre piratería. Lo cual, hasta el día de
hoy, sigue preocupándome: si Zion le enseñó a Sophia cómo
jaquear, significa que él también estaba al tanto de las actividades
criminales de Jacob, pero eligió dejar al hombre impune. Bueno, tal
vez tenía un plan y yo no lo sabía. Tomé mi bolso y me encaminé
hacia la puerta para irme, pero en el trayecto, me encontré con que
mi familia estaba vestida como para salir.
"Sophia está en su habitación. Se está volviendo súper perezosa
últimamente", acotó Emma.
"¿Adónde van?", les pregunté, algo sorprendida.
"¡A la corte!", anunciaron al unísono. Sonreí, pues sabía que
estarían todos a mi lado cuando me deshiciera de Kelly. Y aún
había más: el conglomerado de los Martins ya no existía y Jacob
ignoraba que había estado trabajando para mí todo este tiempo.
Sin embargo, este era el día en que se enteraría de que Maya
Archer es la propietaria de Martin Cooperations. Pueden llamarme
codiciosa, pero esa gente realmente se merecía lo peor.
Capítulo 97
Justicia
Punto de vista de Maya
El tribunal superior estaba en una de las calles más concurridas,
justo en el centro de M-City. Cuando llegamos con mi familia, vimos
que también entraban Kelly y la suya. Sus padres habían logrado
que la liberaran bajo fianza, algo inexplicable sin un juicio. Todo el
mundo hablaba de la disputa entre los Archer y los Martin. Kelly me
miró de pies a cabeza, pero luego comenzó a comportarse como si
estuviera mentalmente perturbada. Sin embargo, no me dejé
engañar fácilmente y por eso estaba un paso delante de ellos. Nos
sentamos a esperar que comenzara el juicio. Hoy, la sala estaba
más concurrida de lo normal, probablemente por la presencia de
dos de las familias más famosas. Se escuchaban los murmullos
intentando predecir el dictamen al que arribaría la corte. Los
medios estaban por todos lados, nadie comprendía totalmente la
situación; pero estaba aquí para contar mi historia. Todos nos
pusimos de pie cuando llegó el juez; luego, nos indicaron que nos
sentáramos. Aunque tenía todo lo necesario para acabar con el
imperio de los Martin, estaba temblando. La abuela tomó mi mano
entre las suyas y me sonrió cálidamente.
"Los Archer nunca hemos sido derrotados. Triunfaremos también
en este caso y saldremos victoriosos de la sala. Espera y verás.
Sonreí mientras la miraba. Dirigí mi atención a mi padre y a mi
abuelo, los veo siempre sonriendo y gateando con sus nietos, por
eso no estaba acostumbrada a verlos con estas expresiones
pétreas. ¿Zion es como ellos? Todos son gélidos en público, pero
cálidos y acogedores cuando están solos. La gente opina que yo
también soy fría, y pensarlo me dio gracia.
Observé a Emma, que también estaba inmutable. Miré rápidamente
a Kelly cuando la llamaron al estrado. Como supuse, Kelly actuaba
su perturbación mental, daba la impresión de no poder recordar
absolutamente nada. Su abogado me llamó a declarar.
"Señora Archer, usted afirma que mi clienta viol* a su esposo,
dr*gándolo previamente para lograr su cometido. ¿Tiene alguna
evidencia?" Respondí serenamente mirando al abogado.
"Me decepciona la omisión de algunas de mis declaraciones, pero
no hay problema, me ocuparé de repetirlas: no solo alegué que su
clienta viol* y drogó a mi esposo, sino que también lo extorsionó
con amenazas de violencia, y secuestró y t*rturó a mi hija para su
propio beneficio. Además, estoy aquí para acusar a su clienta de
intento de asesinato". Todos en la sala retuvieron la respiración
desconcertados y, por supuesto, el abogado se quedó sin palabras.
"Lamento sumarle problemas, pero creí que su clienta ya le había
dado toda la información relevante. ¿O no?" Después de mirar a la
familia Martin, el abogado se acercó al juez y pidió un receso de
treinta minutos.
° "Volveremos, antes me gustaría discutir algo con mi clienta",
solicitó el abogado de Kelly.
"¡Denegado! Debería haber hecho la tarea, abogado. Continúe con
su interrogatorio".
El abogado me miró, yo le dediqué una sonrisa sarcástica. Luego,
dijo: "No más preguntas, su señoría". Seguí sonriendo.
Entonces, mi abogado compareció ante el juez.
"Señora Archer, ¿puede detallarnos sus demandas?"
"Con mi hermana no nos habíamos visto en mucho tiempo, así que
fuimos a un restaurante. Luego, ella se fue con su novio, y yo dejé
mis hijos al cuidado de una de las camareras para ir al baño.
Mientras estaba en el baño, Kelly se acercó a la camarera, se hizo
pasar por mi hermana y robó a mi hija. Luego, comenzó a
llamarnos para exigir que mi marido se acostara con ella a cambio
de la supervivencia de mi hija. T*rturó a una bebé de 2 semanas
para su propio beneficio. Mi esposo finalmente se rindió, no
podía soportar que torturara a nuestra niña, entonces Kelly lo dr*gó
y lo viol*. Desde ese día, mi esposo está inconsciente en el hospital
porque la droga no identificada que le dieron no tiene antídoto".
El juez negó con la cabeza mientras miraba a la familia Martin. El
abogado de los Archer llamó a Kelly al estrado, luego la miró
brevemente:
"¿Usted afirma tener algún tipo de trastorno mental?'
Kelly respondió demasiado rápido: "¡Sí!"
"¿Quién la diagnosticó? ¿Alguna vez ha sido ingresada en un
centro de salud mental o en un hospital psiquiátrico? Según lo que
estuve investigando, sigue publicando fotos en su perfil de
Instagram. ¿Cuándo estuvo en el hospital con otras personas
trastornadas mentalmente?" Observé cómo Kelly se ponía pálida.
¿No quería pasar por una enferma mental? Que responda,
entonces.
"Tengo a alguien que administra mis redes sociales"
"Cuando supuestamente debía estar internada, se la ve en fotos
bebiendo y divirtiéndose".
"No son fotos actuales". El abogado miró al juez, yo mantuve mis
ojos en ellos.
"Su señoría. las cárceles están llenas de personas con transtornos
mentales como la señorita Kelly Martin". Al escuchar la mención de
la cárcel, Kelly estalló
"¡No, nunca! No puedo ir a la cárcel. Zion es mío, yo lo conocí
primero. ¡Yo iba a ser su esposa, no ella!"
"Su señoría, se declaró que la señorita Martin no tiene recuerdos
de lo que sucedió en el pasado, pero ahora grita y reclama cosas
pasadas. ¿Cómo es posible que una enferma mental sin memoria
del pasado recuerde toda esta información? No más preguntas, su
señoría". El abogado, entonces, solicitó llamar a Jacob ante el juez.
El hombre ya no tenía esperanzas luego de que
Kellv hubiera arruinado su estrategia.
"Señor Martin, mientras su hija era responsable de un secuestro,
usted colaboró en mantenerla oculta. También la ayudó a adquirir
la dr*ga que dejó al señor Archer en coma. ¿O va a
contradecirme?", interrogó el abogado. Luego terminó con un
teléfono secreto de uno de los guardaespaldas de Archer y el video
de la confesión del hombre. Jacob tragó saliva y lo admitió.
Entonces, el abogado le entregó un documento para que revisara.
"Hace tres meses firmó estos papeles donde transfiere la
cooperación de Martin al grupo Archer. También declaró que su
hija no tenía ninguna enfermedad mental cuando firmó esos
papeles. La pregunta es ¿por qué afirmó que ella estaba
perfectamente bien en el documento y luego declara que tiene una
enfermedad mental?" Me recliné en el asiento y observé que Jacob
revisaba el documento como un loco y, al darse cuenta de lo que
había firmado ese día, se desmayó. El abogado continuó: "No más
preguntas, su señoría".
Asombrada, seguí observando el drama. Inmediatamente, Kelly sin
recordar que tenía una supuesta enfermedad mental, empezó a
despotricar como un perro.
"No somos pobres. ¿Intenta decir que mi familia no tiene nada? Si
no tuviéramos dinero, ¿con qué solvento hacerme las uñas o recibir
masajes?" Sonreí, acababa de exponerse ante todos. El juez se
aclaró la garganta.
"Señorita Martin, ¡la declaro culpable de todas los cargos que se
han presentado en su contra! La sentencio a cadena perpetua".
Volvió a aclararse la garganta y continuó: "Señor Martin, lo declaro
culpable y lo sentencio a 10 años de prisión por colaborar
con su hija en la compra de sustancias ilegales que llevaron al
señor Archer a un coma y por mentir en el tribunal de justicia
sobre la enfermedad de su hija"
El juicio terminó y, por supuesto, no tenía intenciones de cargarme
a los Martin. La señora Martin hasta ahora ha sido una buena
persona, así que le transferí a ella la empresa. Ella no tenía ningún
rencor, ya que les había advertido las consecuencias a ambos. Mi
vida será menos estresante sin tener que lidiar con Kelly. Cuando
estábamos a punto de salir de la sala, escuché un disparo. Caí al
suelo después de que la persona falló, pero, al mirar hacia arriba, vi
a Kelly apuntándome con un arma. Enseguida sonó otro disparo
que le dio a Kelly en la pierna, y ella cayó al suelo. Me giré
buscando quién había disparado, pero cuando vi a la persona, todo
quedó en blanco.
Capítulo 98
¡C*geme por tantos meses perdidos!
Punto de vista de Maya
Escuchaba conversaciones apagadas a mi alrededor, así que abrí
los ojos con cautela y me encontré a a toda mi familia amontonada
en mi cama. Sentí un dolor de cabeza terrible. Me incorporé y me
senté lentamente.
"¿Qué sucedió?", pregunté, sin estar segura de qué estaba
pasando.
"Te desmayaste, como el médico dijo que era por estrés, te
trajimos a casa". De repente, recordé que había habido disparos en
el tribunal justo después de que la corte se expidió.
"¿Dónde está Ivy?" Cuando la miré, ella tenía la vista baja. Me
levanté.
"Lo siento, Maya, pero se lo merecía. Podría haberte matado y
entonces los niños hubieran crecido sin madre".
"Lo sé, pero también podrías haber ido presa, hermana".
"Bueno, fue en defensa propia. Tuvo suerte de que le apunté a la
pierna, podría haberle apuntado al cráneo".
"¡Ivy!"
"¿Qué?"
"No eres una asesina. ¿De dónde sacaste el arma?
"Cuando te metes con mi familia, puedo convertirme en asesina"
"Bueno, ¿pero dónde conseguiste el arma, Ivy?"
"Se la quité a uno de los oficiales. Ella te apuntaba a la cabeza". La
abracé y luego miré mi reloj, ya eran las siete de la tarde y todavía
no habíaido a ver a mi esposo. Me di una ducha rápida y me puse
la ropa de dormir. Cuando salí del vestidor, Ivy era la única que
seguía allí; los demás ya habían huido. Fueron de gran ayuda,
pero, en este momento, solo había un hombre que podía
avudarme. Estaba muy c*liente y ya no usaba ese m*Idito v*
brador. Era perfecto, pero no tenía ni comparación con cómo me
hacía sentir Zion. Agarré las llaves del auto.
"¿Qué pasa? ¿Adónde vas?"
"Al hospital".
"Ya es tarde. ¿No puedes ir mañana?"
"No. Pasaré la noche allí".
Salí corriendo, tomé uno de los autos y conduje hasta el hospital.
Entré en la habitación de Zion y observé lo tranquilo que se veía.
Lo besé en la mejilla, luego cerré la puerta de la habitación y corrí
las cortinas. Me escabullí en la cama con él, me acosté a su lado y
comencé a contarle sobre el caso judicial, que Kelly y Jacob Martin
fueron condenados a prisión y también mencioné que Kelly casi me
quitó la vida. Me dejé llevar por el sueño; mientras apoyaba la
cabeza en su pecho y cerraba los ojos escuché
esa voz distintiva.
"Coloca esa pequeña y dulce v*Iva mojada sobre mi p*ja ya
mismo". No estaba segura si había sido Zion, por lo que intenté
cerrar los ojos, aunque volvió a hablar.
"No hagas que te lo repita, Maya". Miré hacia arriba y vi sus ojos
cerrados, pero noté que su boca se crispaba.
"Zion", dije en voz muy baja.
"¿Tengo que obligarte a sentarte en ella o lo vas a hacer por ti
misma?' Sus ojos seguían cerrados.
"Acabas de despertar, Zion. Podría matarte". La idea de matarlo
con s*xo puso mi cara muy roja y muy caliente.
";Cállate y m*ntame, Maya!" No esperé a que me lo repitiera. Me
subí sobre él, le levanté la bata y me posicioné. Frotó su p*ja contra
mi humedad y, antes de que pudiera sentarme sobre él, Zion
empujó con fuerza su p*ja dentro de mí. Tuve un pequeño
sobresalto, pero me mantuvo agarrada de la cintura y continuó
v*olándome. En segundos, llegué al clímax diciendo su nombre,
"¡Zion!"
¿De dónde sacó la fuerza?
"¿Parezco alguien que se puede morir por tener s*xo?", preguntó
con los ojos aún cerrados.
¿Estará ciego?
"Contesta, Maya!"
"N-No", dije negando con la cabeza. Se sentó aún con la p*ja
dentro de mí y volvió a sostenerme la cintura. Entonces, abrió los
ojos por primera vez... ¡Dios! Esos ojos eran fuego, no pude evitar
perderme en ellos. Estaba muy sonrojada y él acarició
suavemente mis mejillas.
":Hola, cariño!", me dijo. Mis ojos se llenaron de lágrimas
mirándolo, eran lágrimas de alegría. "Te ves hermosa como
siempre".
Me colocó el cabello detrás de las orejas con la mano mientras me
dijo: "No es el momento de llorar, señora Archer. Ahora m*ntame
por todos esos meses perdidos". Reclamó mis labios, y yo
comencé a moverme sobre su p*ja rebotando arriba y abajo.
Me recompensó con un gruñido, por lo que comencé a hacer twerk
en él. Se sonrió.
"¡M*erda! ;Extrañé esto, conejita!" En segundos, estaba acostada
mientras él golpeaba profundamente dentro de mí; su p*ia
tocaba los puntos exactos.
'Dios, Zion, ya acabo! Vente conmigo, bebé". Martillaba más y más
profundo dentro de mí, entonces comencé a temblar. Sin pensarlo,
mi mano se movió hacia su trasero, y lo arrastré hacia el abismo
conmigo.
":M*erda!" Ladró mientras temblábamos juntos llegando al clímax.
"¡M*erda! Sabes deliciosamente". Se puso delante de mí y me
besó. "Te amo, Maya" Mis sentimientos nos rodeaban en ese
momento. Después de no haber tenido ningún contacto con él
durante siete meses, me sentí aliviada de escucharlo de nuevo; el
privilegio de escuchar su voz fue una bendición. "Hey, estoy aquí.
Nunca me rendiré. Tampoco tengo otra opción, ya que tú, señora
Archer, me ch* paste inyectándome vida. No hay forma de que
pueda renunciar a nosotros dos ni a nuestros tres angelitos.
Gracias por ch'parme todos los días, aunque no lo merecía".
Me sonrojé, así que sabía que lo había estado ch* pando.
"';Podías sentir cuando te ch*paba?"
"¡Sí!"
"¡Qué pervertido!"
"No sabes lo que siete meses sin s*xo pueden hacerle a una
persona como yo. Y todavía no he terminado contigo. ¡Agáchate!
¡Quiero bailar en tu v*Iva caliente!"
"¡Aaah, Zion!"
Capítulo 99
Epílogo
Punto de vista de Zion
Pasó un mes desde mi alta hospitalaria. El trabajo de Maya
administrando la empresa fue excelente; también fue muy
inteligente su decisión de invitar a Lucas para que se desempeñara
como vicepresidente. Desde hacía bastante tiempo que yo tenía en
mente promover a Lucas a ese cargo. Cuando Maya dio a luz, mi
intención era que lo eligieran vicepresidente para que administrara
la empresa y así puedo pasar más tiempo con mi familia. No sé
cómo Maya pudo lidiar con Jacob, pero mi conejita es de temer a
veces. Todo estaba tan bien como lo dejé y, además, hubo un flujo
financiero positivo. Miré la hora y apagué mi portátil para regresar a
casa. Estoy desesperado por pasar tiempo de calidad con mis
hijos. Ya me dicen papá, y soy un papá de m*erda en este
momento, pero es el mejor sentimiento que he tenido. Cerré la
portátil, salí de la oficina y le pedí al chofer que me llevara
directamente a casa.
Al llegar, me recibieron mi madrastra Emma y mi hermana menor,
Sophia, mi cómplice. La instruí para que monitoreara el sistema y
me contactara si detectaba algo fuera de lo común. Si era urgente y
yo no estaba disponible, podía comunicarse con Maya. Ahora que
lo pienso, conocía a Jacob y, sinceramente, ese hombre no era
rival para mí; por eso no me detuve en ello.
Besé a mi abuela y me dirigí a la habitación de los niños. Encontré
a Mei jugando con ellos. Ya que estos niños tienen niñera, yo
podría aprovechar para estar metido hasta las b*las dentro de
Maya todos los días. Me reí de la idea y, al mismo tiempo, sentí
que mi mi*mbro se endurecía. C*rajo, tengo que irme de aquí antes
de que la niñera pensara que ella me excitó, solo mi esposa puede
hacerme sentir así. Regresé a nuestra habitación, me quité el reloj
y cuando abrí el cajón para guardarlo encontré un v*brador, un p*to
v*brador en mi casa.
¿Acaso esta mujer quiere morir? ¿Dónde m*erda está?
Me d*snudé hasta quedar como Dios me trajo al mundo. Cuando
viniera que me dijera qué quería: el v*brador o mi p*ja. Hoy la iría a
c*ger hasta desgarrarle la v*Iva ya que tuvo el atrevimiento de traer
un (brador a mi casa. ¿Quién la convenció? Maya no era la clase
de persona que haría algo así. ¿Se convirtió en una hiena mientras
no estuve? Me senté sobre la cama con las piernas abiertas. Que
decida qué es mejor: el mío o el p*to juguete.
"¡Maya!", ladré. La puerta del baño se abrió de golpe y pude ver a
mi presa. Me acerqué a ella y la sujeté contra la pared mientras le
quitaba la toalla.
"Has sido traviesa, conejita, y a las conejitas traviesas se las
castiga".
"¿Qué pasó. Zion?"
Le mostré le vibrador. "¿Qué significa esto?" Sus ojos se
agrandaron.
"Eh... puedo explicarlo, Zion".
Le deslicé tres dedos en su interior y, cuando abrió los labios para
explicar, se los empujé más adentro, haciéndola gritar. Me dio
lástima, pero luego me di cuenta de que tenía que darle una lección
a mi esposa: los juguetes s* xuales no están permitidos en esta
casa. Podía hacer que acabara de tantas maneras posibles...
"No tenías derecho, conejita. Te daré hasta que tú te conviertas en
uno"
"Zioooooon... Aaahhhh, déjame explicarte".
"Te escucho"
"Solo lo usé dos veces, Zion". Saqué mis dedos y ella saltó a la
cama. Con lágrimas en los ojos, se paró sobre la cama
mordiéndose los labios al mismo tiempo.
"Dos veces son mucho, señora Archer. ¿No soy suficiente?' Me
examinó la p*ja, se lamió los labios y luego me miró fijamente a los
ojos antes de continuar.
"Lo compré mientras estabas en el hospital porque me sentía
frustrada. Te juro que solo lo usé dos veces. ¿O hubieras preferido
que tuviera una aventura?"
"Me engañaste, Maya. Esta criatura se metió dentro de lo que es
mío".
"Sigo aquí, Zion. Nadie me tocó, solo me toqué con eso". Se veía
tan linda tratando de explicar. "Te quiero a ti ahora. Ahora mismo te
quiero dentro de mí, no a esa cosa. Solo con tu p*ja gruesa en mí
estaré satisfecha".
"Date vuelta, levanta ese c*lo para mí y ladra como una p*rra
salvaje".
Maya comenzó a aullar como una verdadera p*rra callejera.
Moví mi p*ja detrás de ella, la agarré del cabello y se lo retorcí
mientras se la metía profundamente. Al rato, escuché que
golpeaban la puerta.
¡Toc, toc!
"¿Qué?", gruñí molesto, pero sin dejar de hacer lo que estaba
haciendo. Le pedí a Maya que siguiera aullando a pesar de que yo
le ladraba a quien nos molestaba.
"¿Todo bien?"
"Abuela, hay una pareia en esta habitación".
"Deja de hacer bebés. Esas tres almas que hicieron comen como si
no hubiera un mañana. Gastamos más de nuestro presupuesto en
alimentos". Me reí, ya que Aurora consumía más comida que sus
hermanos.
"¿No te preocupes! Hemos terminado de hacer niños", dije
mientras levantaba la pierna de Maya para acceder mejor a su
v*Iva caliente. Ella gemía en voz alta. "Por tus gemidos, mi familia
piensa que te estoy matando. Dime, ¿qué es mejor, el v brador o
mi
p*ja?"
"Cállate y c*geme. ¡M*erda, estoy *cabando!", me retiré. "¡Ni se te
ocurra, Zion, claro que tu p*ja!", gritó. Rocé las b*las contra sus
pliegues y comenzó a temblar. Cuando alcanzó su cima me
arrastró con ella y exploté en su interior.
";Cómo te amo, c*rajo!, dije.
"Yo también te amo"
FIN

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