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DIOS DEL CIELO Y EL SEOL:

EL DESENTRAMIENTO DE LA CREACIÓN

DR. SCOTT B. NOEGEL


(profesor de Estudios Bíblicos y del Antiguo Cercano
Oriente en la Universidad de Washington,
Seattle. Obtuvo su Ph.D. en Estudios del Cercano
Oriente de la Universidad de Cornell.)
Estudios Hebreos 58 (2017

DIOS DEL CIELO Y EL SEOL:


EL “DESENTRAMIENTO” DE LA CREACIÓN

Scott B. Noegel
Universidad de Washington

Resumen: En esta contribución argumento que ָ‫ א ֶרץ ה‬en Gen 1:1 debe significar
"El inframundo." Después de examinar la evidencia para traducir ‫אֶ ֶרץ‬
como“inframundo” en otras partes de la Biblia hebrea, y examinar evidencia afín de
Mesopotamia y Ugarit, sostengo que, como merismo leer, ָ‫ ׁשמָ ִים ה‬y ‫ א ֶרץ ה‬como “los
cielos y el inframundo” aquí tiene más sentido en términos de cosmología
israelita. Luego ilustro cómo la atención al merismo cosmológico mejora nuestra
comprensión de la creación bíblica y de varios otros pasajes más allá de
Génesis. Luego, examino algunos factores históricos que impidieron que las
generaciones posteriores entendieran ‫ א ֶרץ ה‬en Génesis 1:1 como el
“inframundo”. El artículo concluye con un excursus sobre Enuma Elish.

Gen 1:1–2
‫אׁשית‬
ִ ‫ֱֹלהים רא ב בְּ ֵר‬ִ ‫הא ֶרץ ו ְּאֵ ת ׁשמיִ ם ָה א ֵת א‬
ְָּ‫ֱֹלהים ו ְּרּוחָ תְּהֹום על־פְּ נֵי ו ְּחׁשֶ ְך ובהּו תהּו תה היְָּ הא ֶרץ ו‬
ִ ‫ּמיִ ם ָה על־פְּ נֵי מְּרחֶ ֶפת א‬

1. En el principio Dios creó los cielos y la tierra.


2. Y la tierra estaba vacía y desolada, y las tinieblas cubrían la faz del abismo, y
el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.

Estos dos versículos majestuosos son posiblemente los más famosos de las
Escrituras. Nos llevan a un mundo remoto, informado por un narrador omnisciente
inspirado en el conocimiento secreto de los orígenes del cosmos. Por supuesto, una
de las razones de su renombre es que abren tanto la Biblia canónica hebrea como la
cristiana y, por lo tanto, se han arraigado en la tradición religiosa occidental durante
dos milenios. Sin embargo, afirmo que es precisamente su estatus como elementos
fijos tradicionales lo que los ha hecho impermeables al cambio interpretativo, a pesar
de una gran cantidad de evidencia comparativa que muestra que ‫הא ֶרץ‬, no puede
significar “la tierra”, sino “el inframundo”.

Divido mi presentación de la evidencia en cinco secciones. En el primero,


inspecciono casos en los que ‫ אֶ ֶרץ‬significa "inframundo" en otras partes de la Biblia.

En el segundo, ofrezco datos afines de Mesopotamia y Ugarit.1 En el tercero,


1
Laָpalabraָegipciaָtȝָ'tierra'ָtambiénָsignificaָ'inframundo'.ָVer R. Hannig, El lenguaje de los
faraones: Gran manual egipcio-alemán (2800-950 aC) (Cultural History of the Ancient World 64; Mainz:
Philipp von Zabern, 1995), p. 913; E. Hornung, Conceptions of God in Ancient Egypt: The One and the Many
examino el uso y la función de los merismas e ilustro por qué leer "el cielo y el
inframundo" en Génesis 1:1 tiene más sentido en términos de la cosmología israelita. En
la cuarta sección, discuto cómo la atención al merismo cosmológico mejora nuestra
comprensión de la creación bíblica y varios pasajes más allá de Génesis. En el quinto,
discuto algunos factores históricos que impidieron que las generaciones posteriores
entendieranָlaָ“tierra”ָenָGénesisָ1:1ָcomoָelָ“inframundo”.ָComoָpretendo mostrar, la
interpretaciónָ“cieloָyָtierra”ָnosָdiceָmásָacercaָdeָlasָcreenciasָcosmológicasָdeָlosָ
primeros (y quizás modernos) traductores que de los israelitas. Al final de este estudio,
ofrezco un excursus sobre el poema mesopotámico del Enuma Elish.

1. ‫ אֶ ֶרץ‬COMO “INFRAMUNDO” EN LA BIBLIA HEBREA

Desdeָelָprincipio,ָmeָgustaríaָdejarָenָclaroָqueָ‫אֶ ֶרץ‬,ָdeָhecho,ָgeneralmenteָsignificaָ
“tierra”,ָesָdecir,ָelָsueloָsobreָelָqueָunoָcaminaָqueָseָextiendeָhorizontalmenteָenָ
todas las direcciones desde el observador hasta el horizonte. Sin embargo, durante mucho
tiempo se ha reconocido que la palabra puede servirָcomoָsinónimoָdeָ‫ָׁשאֹול‬Seol, ְּ el
lugar oscuro y frío debajo de la tierra en el que uno continúa una existencia animada,
aunque aburrida, despuésָdeָlaָmuerte.ָEsָesteָlugarָqueָJobָtieneָenָmenteָcuandoָseָ
lamenta:ָ“Antesָdeָirָalָlugarָsinָretorno,ָaָlaָtierraָ(‫ָ)אֶ ֶרץ‬deָtinieblasָyָsombrasָdeָ
muerteָ(‫(ָ”)צלְּ ָמוֶת‬Jobָ10:21).2 El ‫'ָאֶ ֶרץ‬inframundo'ָtambiénָse traga a los enemigos de
YHV en Éxodo 15:12. Cuando Saúl hace que la bruja de Endor convoque a Samuel de
entre los muertos, ella afirma ver seres sobrenaturales que suben del "inframundo"(‫)הא ֶרץ‬
(1 Sam 28:13). Isaías pronuncia una maldición medida por medida sobre los hechiceros
que, irónicamente, los retrata como muertos errantes:

Afligidos y hambrientos, deambularán por él (es decir, el inframundo).


Cuando estén hambrientos, se enfurecerán y, mirando hacia arriba,
maldecirán a su rey y a su Dios. Entonces, contemplarán un inframundo
(‫ )אֶ ֶרץ‬y solo verán angustia y oscuridad y penumbra opresiva, y serán
arrojados a la oscuridad (Isa 8:21–22).

Las famosas palabras de Isaías al rey de Babilonia lo describen como si hubiera caído del
cielo ‫‘ א ֶרץ ל‬al inframundo’ָ(Isa 14:12). De hecho, de acuerdo con la lex talionis, nos dice
que por querer subir a los cielos y colocar su trono sobre las estrellas de Dios, Dios lo
arrojará al Seol (‫)ׁשאֹול‬
ְּ (Is 14:13–15). Más tarde profetiza que “el inframundo (‫)ארץ ה‬ ֶ
descubrirá su sangre, y ya no ocultaráָsusָmuertos”ָ(Isaíasָ26:21).ָIsaíasָenָotraָparteָseָ
refiereָaָ“todosָlosָqueָmoranָenָlaָtierraָ(‫)תֵ בֵ ל‬, y los que moran en el inframundo (‫ָ”)א ֶרץ‬
(Isaías 18:3).3 Jeremías se refiere a los muertos como (‫' )יִסֹוריָבא ֶרץ‬aquellos que parten a

(trad. J. Baines; Ithaca: Cornell University Press, 1982), p. 228. Sin embargo, las cosmologías que surgieron
en Egipto son muy diferentes y no del todo aplicables a este estudio comparativo.
2
M.ָHutter,ָ“Earthָ‫”ארץ‬,ָenָDictionaryָofָDeitiesָandָDemonsָinָtheָBibleָ(ed.ָK.ָvanָderָToorn,ָB.ָ
BeckingָyָP.ָWָvanָderָHorst;ָLeiden:ָBrill,ָ1999),ָpágs.ָ272–ָ273;ָM.ָHutter,ָ“Heaven-and-Earthָָ‫ׁשמים‬
‫”וארץ‬,ָenָDictionaryָofָDeitiesָandָDemons,ָpágs.ָ390–391;ָM.ָHutterָyָM.ָdeָJonge,ָ“Heavenָ‫ָׁשמים‬
οὐρανός”,ָenָDictionaryָofָDeitiesָandָDemons,ָpágs.ָ388–390.
3
El poeta del siglo IV Yose ben Yose y el exégeta medieval Saadia Gaon entendieron el verso de esta
manera, observado por M. Lubetski y C. Gottlieb, "Isaiah 18: The Egyptian Nexus", en Boundaries of the
Ancient Near Eastern World: A Homenaje a Cyrus H. Gordon (ed. M. Lubetski, C. Gottlieb y S. Keller;
JSOTS 273; Sheffield: Sheffield Academic Press, 1998), pág. 375.
la tierra' (Jeremías 17:13),4 y Jonás describe su experiencia cercana a la muerte como una
entrada al inframundo: "Al borde de la montaña descendí al inframundo (‫(ָ”)הא ֶרץ‬Jonás
2:7).ָElָsalmistaָtambiénָesperaָunָtiempoָenָelָque:ָ“Todosָlosָqueָduermenָenָelָ
inframundo (‫ )אֶ ֶרץ‬comerán y se postrarán ante él [Dios], todos los que descienden al
polvoָseָagacharán,ָyָtodoָaquelָcuyaָalmaָnoָhayaָvivido”ָ(Sal.ָ22:30).5 Se podrían
agregar más ejemplos, pero esto debería ser suficiente para demostrar que ‫ אֶ ֶרץ‬puede
significar "inframundo" en la Biblia.6

2. TIERRA COMO “INFRAMUNDO” EN MESOPOTAMIA Y UGARIT

Los textos mesopotámicos emplean de manera similar el término afín acadio erṣetu tanto
para "tierra" como para "inframundo" (sumerio kur o ki).7 Sin embargo, la mayoría de las
apariciones de erṣetu se refieren al inframundo.8 ComoָobservaָWayneָHorowitz,ָ“losָ
ejemplosָinequívocosָdeָerṣetuָcomoָnombreָparaָlaָsuperficieָdeָlaָtierraָsonָmásָ
difícilesָdeָidentificar”.9 Así, los primeros versos del Descenso de Ishtar nos informan:
ana kur.nu.gi4.a (=erṣet lā târi) ana qaqqari l [ā târi] Ištār mārat dSîn uzunša iškun 'To
Kurnugî (es decir, tierra de no retorno), al territorio de n[o regreso], Ishtar, la hija de Sîn,
fijó su atención' (líneas 1 y 2).10 Estaָ“tierra”,ָseָnosָdice,ָesָunָlugarָsinָluzָdondeָlosָ
muertosָ“comenָbarroָyָbebenָaguaָfangosa”ָ(líneaָ33).11 Este es un lugar en el que uno
encuentra fantasmas y demonios. Así, una maldición que se encuentra en el epílogo de El
Código de Hammurabi dice: šapliš ina erṣetim eṭemmašu mê lišaṣmi ‘abajoָenָelָ
inframundoָqueָsuָfantasmaָtengaָsedָdeָagua’ָ(43:38).ָLaָvíctimaָenָLudlul bēl nemēqi
también se queja (II 52): ištu irat erṣetim (KI-tim) išīḫa diʾu ‘elָdemonioָdiʾu sopló desde
las profundidades del inframundo’.ָTambiénָesָdelָ'inframundo'ָerṣetu que el espíritu de
Enkidu fue convocado después de su muerte (Epopeya de Gilgamesh XII 83). Una
hemerologíaָtambiénָproclamaָaָShamashָcomoָ“juezָdelָcieloָyָdelָinframundo”ָ(dut[uָ
di.kud an-e ki-tì at-ta-ma]), epíteto que caracteriza su papel como juez entre los
muertos.12 En la serie de encantamientos Utukkū-Lemnūtu IV 40–42,ָtambiénָseָlee:ָ“Enָ
ausenciaָdeָBēlet-ṣēri,ָaugustoָescribaָdelָinframundoָ(arallê), ningún pie puede entrar
en el inframundo (ki = erṣeti), ni ningún camino negociar el inframundo (erṣeti).”13Tales

4
Isaías emplea de manera similar el sinónimo ‫' פר ע‬polvo' cuando se refiere a los muertos como ‫ע ׁשכְּ נֵי‬
‫' פר‬moradores del polvo' (Isa 26:19).
5
Leer ‫ ִד ְּׁשנֵי־אֶ ֶרץ‬como ‫ ישני־ארץ‬, con NAB, ya que “la grosura de la tierra”ָtiene poco sentido en este
contexto.
6
6. Ver N. J. Tromp, Conceptos Primitivos de la Muerte y el Mundo Inferior en el Antiguo Testamento
(Roma: Pontificium Institutum Biblicum, 1969), pp. 23–46.
7
W. Horowitz, Geografía Cósmica de Mesopotamia (Winona Lake: Eisenbrauns, 1998), págs. 268–
269. Horowitz identifica al menos diecisiete nombres sumerios y dieciséis nombres acadios para el
inframundo (págs. 268–301).
8
CAD E 310–311, s.v. ersetu; CAD Q 124.
9
W. Horowitz, Geografía cósmica de Mesopotamia, p. 273.
10
P. Lapinkivi, El Mito Neo-Asirio del Descenso y la Resurrección de Ištar (Archivos estatales de
textos cuneiformes asirios 6; Helsinki: Proyecto de Corpus de Textos Neo-Asirios, 2010), pág. 9, dice l[a ta-a-
ri]ָ‘sinָretorno’ָenָlugarָdeָE[reškigal].
11
Véase también L. 85: Ištār ana erṣeti ūrid ul īlâ ‘Ishtarָhaָdescendidoָalָinframundo,ָyָnoָhaָ
subido’.
12
Véase el fragmento 46553,ָenָA.ָLivingstone,ָ“ElָUsoָdeָlaָMagiaָenָlasָHemerologíasָyָ
Menologías Asirias y Babilónicas”,ָSELָ15ָ(1998):ָ62.
13
M. J. Geller, Evil Demons: Canonical Utukkū-Lemnūtu Concantations (Archivos Estatales de Textos
referencias podrían multiplicarse.

El cognado ugarítico arṣ se puede usar de manera similar para "tierra" y "inframundo",14
y los casos de este último son bastante claros. La morada del dios Mot 'Muerte' se llama
naturalmente arṣ, que significa "tierra" desde su perspectiva, y "inframundo" para las
otras figuras de la narración (CAT 1.5 ii 16; 1.6 ii 19). Como Mot también le dice a Baal:
“desciendeָaָlaָcasaָdelָinframundoָ(arṣ),ָséָcontadoָentre los que descienden al
inframundo (arṣ)”ָ(CAT 1.5 v 15–16). Cuando los mensajeros descubren que Baal está
muerto,ָleָdicenָaָEl:ָ“NosָencontramosָconָBaalָcaídoָenָelָinframundoָ(arṣ)”ָ(CAT
1.5 vi 8–9).ָEntoncesָloָllamanָzblָbʿlָarṣָ‘Príncipe,ָSeñorָ(lit. Baal) delָinframundo’ָ
(CAT 1.5 vi 10).15 Al enterarse de la noticia, El realiza ritos de duelo y declara ard barṣ
'Descenderé al inframundo' (CAT 1.5 vi 26).16 Anat entonces sale a buscarlo "en medio
del inframundo (arṣ)" (CAT 1.5 . vi 27), y, de hecho, aquí es donde ella lo encuentra:
“caídoָenָelָinframundoָ(arṣ)”ָ(CAT 1.5. vi 31–32). Luego entierra a Baal en una ḫrt ilm
arṣ 'caverna de los dioses del inframundo' (CAT 1.5 vi 18). El nombre de una de las hijas
deָBaal,ָArtsayָ“Pequeñoָinframundo”,ָtambién revela sus orígenes ctónicos.17 Los
textos ugaríticos también se refieren a las rpi arṣ 'sombras del inframundo' (CAT 1.15 iii
3, 14; 1.161:2, 4, 5 , 9).

3. MERISMOS Y COSMOLOGÍA ISRAELITA

Un merismo es una figura retórica en la que dos opuestos se yuxtaponen para expresar
una totalidad. En inglés, uno podría decir "vinieron jóvenes y viejos", para significar que
"todos vinieron", o "de pies a cabeza" para significar "todo el cuerpo". Los textos
semíticos antiguos generalmente abundan en merismas, y la Biblia hebrea no es una
excepción.18 EntreָlosָmásָconocidosָdeָlaָBibliaָestáָ“elָárbolָdelָconocimientoָdelָ
bienָyָdelָmal”ָ(Gén.ָ2:9),ָqueָdenotaָ“elָárbolָdeָtodoָconocimiento."ָPorָsupuesto,ָ“elָ
cieloָyָlaָtierra”ָenָGénesisָ1:1ָtambiénָconstituyeָunָmerismoָqueָsignificaָ“elָcosmosָ
entero”.ָSinָembargo,ָesteָpuntoָdeָvistaָesָincongruenteָconָlaָcosmologíaָisraelitaָsiָ

Cuneiformes Asirios 5; Helsinki: Helsinki University Press, 2007), págs. 111, 204.
14
G. del Olmo Lete y J. Sanmartín,ָ“arṣ”,ָDiccionario de la Lengua Ugarítica en la Tradición
Alfabética (trad. W. G. E. Watson; Leiden: Brill, 2004), págs. 107–108; J. Gibson, Mitos y Leyendas
Cananeos (Edimburgo: T & T Clark, 1978), p. 142; MS Smith, El Ciclo Ugarítico de Baal. vol. 1:
Introducción con Texto, Traducción y Comentario de KTU 1.1–1.2 (VTSup 55; Leiden: Brill, 1994), págs.
145, 176, n. 118.
15
Sobre la aparición de esta expresión en CAT 1.3 i 3–4, M. S. Smith y W. Pitard, El Ciclo Ugarítico
de Baal. vol. 2. Introducción con texto, traducción y comentario de KTU/CAT 1.3–1.4 (VTSup 114; Leiden:
Brill,ָ2009),ָp.ָ105,ָcomentario:ָ“EsteָepítetoָespecíficoָpuedeָsignificarָqueָahoraָqueָBaalָhaָderrotadoָaָ
Yamm,ָBaalָseָhaָconvertidoָenָelָseñorָdeָlaָtierra”.ָSinָembargo,ָdadoָqueָMotָfinalmenteָreconoceָelָ
reinado de Baal (CAT 1.6 vi 31–35), sugiero que el título también presagia su reinado sobre el inframundo.
Véase también 1.4 vii 43–44, en el que la pregunta retórica de Baal refleja su opinión de que Mot no es rival
para él como rey: u mlk u bl mlk arṣ drkt yštkn 'Debe un rey (es decir, yo) o no rey (es decir, Mot) establecer
el dominio sobre el inframundo?'
16
Compare las palabras de Jacob ‫‘ לה ְּׁשאָ אבֵ ל אֶ ל־בְּ נִ י כִ י־אֵ ֵרד‬Ciertamente descenderé al Seol con luto por
miָhijo’ָ(Génesisָ37:35).
17
Ha sido identificada con la figura del inframundo Mesopotámico Allatum. Véase M. S. Smith, El
Ciclo Ugarítico de Baal, 1:72. Leo la -y al final de su nombre como un diminutivo.
18
A. M. Honeyman, “Merismo En el Hebreo Bíblico”, JBL 71 (1952): 11–18;ָJ.ָKrašovec,ָDer
Merismus im Biblisch-Hebräischen und Nordwestsemitischen (Roma: Biblical Institute Press, 1977); J.
Krašovec,ָ"Merismo:ָexpresiónָpolarָenָhebreoָbíblico",ָBiblicaָ64ָ(1983):ָ231–239.
insistimosָenָqueָlaָ“tierra”ָaquíָesָlaָtierraָenָlaָqueָvivenָlosָhumanos.

Los eruditos típicamente entienden la cosmología israelita como un universo tripartito


que consiste en un disco circular plano ("tierra, tierra") que descansaba sobre las
montañas ("cimientos") del mar cósmico, que también rodeaba el disco.19 Por encima de
la tierra había los cielos y debajo estaba el inframundo.20 Unָfirmamentoָ(ָ‫ָ)רקִ יע‬enָlosָ
cielos también contenía una reserva de agua.21 Por lo tanto, dentro de la cosmología
tripartita, solo el inframundo es verdaderamente lo opuesto al cielo. Por tanto, si hemos
deָentenderָ“cieloָyָtierra”ָcomoָunָmerismo,ָ“tierra”ָdebeָreferirseָalָinframundo.

El apoyo adicional para esta perspectiva proviene nuevamente de Mesopotamia. La


cosmología de la antigua Sumeria y Babilonia fue notablemente constante durante dos
milenios y medio, y era igualmente simétrica, aunque era un poco más compleja porque
era una estructura de cinco partes. Según Horowitz, consistía en:

niveles superpuestos separados por espacios abiertos. De arriba hacia abajo,


los niveles eran: una región del cielo sobre el cielo donde moraban los dioses
del cielo, el cielo estrellado, la superficie de la tierra, las aguas subterráneas
del Apsu y finalmente el inframundo de los muertos.22

Rodeando la tierra por todos lados estaba el gran océano, que era una continuación de las
aguas subterráneas. Sin embargo, a diferencia de la concepción israelita del Seol, el
inframundo mesopotámico estaba habitado por dioses y demonios además de los

19
Éxodo 20:4 (= Deut 5:8) no refleja una cosmología tripartita diferente, como algunos han sugerido
(p. ej., M. Hutter,ָ“Earthָ‫”ארץ‬,ָp. 273), sino que delinea los únicos reinos en los que uno podría encontrar un
objetoָsobreָelָcualָmodelarָunָídolo.ָElָpasajeָdice:ָ“Noָteָharásָídoloָenָformaָalgunaָָ‫ ִמּמעל ׁשמיִ ם ב‬o ‫ִָמ בא ֶרץ‬
‫ תחת‬o ‫”לא ֶרץ תחת ִָמ בּמיִ ם‬.ָDado que el autor supone la presencia de ningún otro dios en el cielo, la frase ָ‫ׁשמיִ ם ב‬
‫ ִמּמעל‬debe significar "en el cielo arriba". De manera similar, a diferencia de la cosmología mesopotámica, la
cosmología israelita no veía el inframundo como un lugar poblado por otros dioses o demonios. Solo humanos
muertos vivían allí. Por lo tanto, ‫ תחת ִָמ בא ֶרץ‬debe significar “en la tierra de abajo”ָ(es decir, la tierra debajo
del cielo). Además, el inframundo descansa debajo de las aguas subterráneas, no sobre ellas (ver Job 26:5 en
el que las ‫פאים ְָּר‬
ִ 'sombras' se retuercen debajo de las aguas).

Finalmente, las palabras ‫ לא ֶרץ ִמתחת בּמיִ ם‬deben referirse a las aguas subterráneas debajo de la tierra que
también la engullen por todos lados. En consecuencia, el texto prohíbe la fabricación de ídolos inspirados en
pájaros, animales, peces y otras criaturas asociadas con el cielo, la tierra y el agua. La descripción del salmista
deָlaָextensiónָdelָdominioָdeָDiosָenָSalmoָ146:6ָtampocoָofreceָunaָcosmologíaָtripartita:ָ“Élָesָelָ
hacedor del cielo (‫ ) ׁשמיִ ם‬y del inframundo (‫) וא ֶרץ‬, el mar (ָ‫) ּים ה‬, y todo lo que hay en ellos. .”ָSimplemente
coloca los mares entre los polos cósmicos. De hecho, la mención del inframundo aquí sigue muy bien su
comentarioָsobreָlosָpríncipesָdelָmundo:ָ“Cuandoָsuָespírituָseָva,ָregresanָaָlaָtierra.ָEseָdíaָperecen sus
pensamientos”ָ(Salָ146,4).ָCuriosamente,ָesteָpasajeָapareceָenָunaָformaָligeramenteָampliadaָenָ
Apocalipsisָ5:13:ָ“Entoncesָoíָaָtodasָlasָcriaturasָqueָestánָenָelָcieloָyָenָlaָtierraָyָdebajoָdeָlaָtierraָyָenָ
elָmar,ָyָtodoָloָqueָhayָenָellos”. Sobre el cambio cosmológico detrás de esta expansión, ver más abajo.
20
Sobre la cosmología tripartita, véase N. Wyatt, Mitos del Poder: Un Estudio De La Mitología Y La
Ideología Reales En La Tradición Ugarítica Y Bíblica (Ugaritisch-biblische Literatur 13; Münster: Ugarit-
Verlag, 1996), págs. 20–24.
21
Véase, J. E. Wright, La Historia Temprana Del Cielo (Nueva York: Oxford University Press, 2000).
22
W. Horowitz, Geografía Cósmica de Mesopotamia, p. xiii. Horowitz también analiza
representaciones variantes de la cosmología mesopotámica, incluida una de las tres tierras: superior, media e
inferior, que corresponden a la tierra, Apsu y el inframundo (págs. 16–19). También examina las tradiciones
de cielos múltiples (págs. 208–220). En la mayoría de los casos, estas variaciones simplemente representan
divisiones adicionales de la cosmología más amplia discutida aquí.
difuntos. Podemos esquematizar el cosmos mesopotámico de la siguiente manera:

Cielosָ(šamê)
Cieloָconָestrellasָ(šamê)
Tierra (ersetu)
Apsu con aguas subterráneas (nagbu)
Inframundo (ersetu)

Dado que los cielos y el inframundo eran opuestos, los textos sumerios y acadios a
menudo emplean el merismo an y ki (o kur) o los cognados šamê u erṣetu para significar
"el cielo y el inframundo".23 Antiguo himno babilónico que alaba el poder de Marduk:
nam.en.bi an.ki.bi.da ši.íb.gu.lu 'Su señorío es grande en el cielo y en el inframundo'.24
Un poema sumerio emplea el merismo para comentar los límites del conocimiento
humano: an sù.ud.da gim šu.mu sá bí.in.dug4.ga ki buru3.da.gim na.me nu.un.za.wa.a
'Como los cielos remotos, ¿puede mi mano alcanzar ¿a ellos? Como el inframundo
profundo, nadie los conoce'.25 También lo encontramos en un texto mágico sumerio: [ú-
inin]-nu-uš ú-sikil a[zu-ta m]ú-a an-šè pa-zu ki-šè úr-zu 'Planta de jabón, planta pura que
crece del Apsu, tus ramas (llegan) al cielo, tus raíces al inframundo'.26

RepresentativoָdelָmerismoָenָacadioָesָelָtítuloָdeָŠamaš:ָbēl šamê u erṣetim 'Señor


del cielo y del inframundo',27 que, al igual que su epíteto rēʿû šaplāti nāqidu elâti 'pastor
de lo de abajo, pastor de lo de arriba',28 caracteriza su órbita a través del cielo durante el
día y el inframundo durante la noche.29 En otros lugares, el merismo se refiere a los
dioses que regresan a sus moradas: ilū ša šamê ana šamê ītelû ilū ša erṣetim y erṣetim
īterbu 'los dioses del cielo entraron en el cielo, y los dioses del el inframundo entró en el
inframundo'.30 El alcalde de la ciudad cananea de Ginti empleó el mismo merismo en una
carta al faraón egipcio: šumma nītelli ana šamê šamēma šumma nurrad ina erṣeti rūšunu
ina qāteka 'Si subiéramos al cielo, si descendiéramos al inframundo , nuestra cabeza está
enָtuָmano”.31 Obviamente, el alcalde está diciendo que no hay ningún lugar al que
puedan ir que esté fuera del alcance del faraón.

Los textos ugaríticos no brindan una exposición sobre el diseño del cosmos, como

23
Véase N. Wasserman, Estilo Y Forma En Textos Literarios De La Antigua Babilonia (Leiden: Brill,
2002), págs. 73–79.
24
TCL 16, pl. cxlviii, traducido por W. G. Lambert, Mitos Babilónicos De La Creación (Civilizaciones
Mesopotámicas 16; Winona Lake: Eisenbrauns, 2013), pág. 258.
25
25. B. Alster, "El Poema Sumerio De Los Primeros Gobernantes Y Poemas Relacionados", OLP 21
(1990): 18, 23 (líneas 16–17).
26
A. Falkenstein, Los Principales Tipos De Conjuros Sumerios Examinados En La Literatura
(Leipziger Semitische Studien, vol., 1; Leipzig: J. C. Hinrichs, 1931), págs. 99–100.
27
CAD E 310, sv ersetu. Ver también su título sumerio en gal a.ra.li.ke4 ‘granָseñorָdelָinframundo’,ָ
citado en W. G. Lambert, Mitos Babilónicos De La Creación, p. 191.
28
Himno a Šamaš, l. 33, en W. G. Lambert, Literatura De Sabiduría Babilónica (Oxford: Clarendon
Press, 1975), págs. 128–129.
29
Se hace referencia a este viaje en la Epopeya de Baal en Ugarit, en la que se le dice a la diosa del sol
ŠapšָqueָdesciendaָalָinframundoָparaָhablarָconָelָdiosָMotָ“Muerte”ָ(CATָ1.4ָviiiָ21–30).
30
H.C Rawlinson, Las Inscripciones Cuneiformes De Asia Occidental (Londres: R. E. Bowler,
1875), vol. 4, pl. 28, núm. 2, líneas 19–21. CAD 310, sv ersetu.
31
Carta de Amarna 264:17, traducida en W. L. Moran, Las Cartas De Amarna (Baltimore: The Johns
Hopkins University Press, 1992), p. 313.
encontramos en la Biblia y en los textos acadios, por lo que debemos obtener esta
información de los textos literarios.32 Aquí encontramos que los bardos de Ugarit
también emplearon el merismo afín šmm y arṣ para significar "el cielo y el
inframundo".33 En el mito de Baal, Baal envía un mensaje a la diosa Anat que le ofrece
suָconocimientoָsecreto:ָ“laָpalabraָdelָárbolָyָelָsusurroָdeָlaָpiedra,ָelָmurmulloָdeָ
los cielos (šmm) con el inframundo (arṣ) , de lo profundo (thmt) a lasָestrellas”ָ(CAT 1.3
iii 24).34 Cada uno de los merismas caracteriza la comunicación que tiene lugar en ya
través de diferentes reinos cosmológicos. Así, el susurro del árbol a la piedra tiene lugar
en el nivel central de la tierra, el del cielo y el inframundo cruza desde el más alto al más
bajo niveles cosmológicos, y el del gran abismo al cielo estrellado se mueve desde el
segundo. más bajo hasta el segundo nivel más alto.35 El pasaje revela que el cosmos
ugarítico era como el de Mesopotamia.

Cielosָ(šmm)
Cieloָconָestrellasָ(šmm)
Tierraָ(arṣ)
Gran profundidad (thmt)
Inframundoָ(arṣ)

En la Leyenda de Kirtu encontramos el merismo pronunciado con simpatía para inducir


la lluvia de Baal duranteָunaָsequía:ָ“¡Mira,ָrecorreָel inframundo (arṣ) y el cielo
(šmm)! ¡Viaja a los confines del inframundo (arṣ),ָalָbordeָdelָabismo!”ָ(CAT 1.16 iii 2).
Implícito en una sequía está el temor de que Baal haya muerto, por lo que es apropiado
instruir la búsqueda para que comience en el inframundo.36 El merismo también ocurre
en relación con el apetito voraz de los dioses recién nacidos: bphm ʿṣr šmm wdg bym
'ponen sus labios en el inframundo, sus labios en los cielos. Y las aves del cielo y los
peces del mar entraron en sus bocas' (CAT 1.23.61–63).37 De acuerdo con el esquema

32
J. E. Wright, La Historia Temprana Del Cielo, págs. 48-51.
33
La lista de vocabulario políglota de Ugarit identifica el arṣ ugarítico con el acadio erṣetu y el
sumerio idim "inframundo". Véase J. Huehnergard, Vocabulario Ugarítico En Transcripción Silábica (HSM
32; Atlanta: Scholars Press, 1987), pág. 110.
34
Laָnociónָdeָqueָarṣָnoָpuedeָsignificarָ"inframundo"ָenָelָmerismoָesָafirmadaָsinָdiscusiónָporָ
M. S. Smith y W. Pitard, El Ciclo Ugarítico De Baal. 2:202, núm. 9. Sin embargo, Smith tradujo arṣ en este
mismo pasaje comoָ“Infierno”ָenָS.ָB.ָParker,ָed.,ָPoesía Narrativa Ugarítica (SBLWAW 9; Atlanta:
Scholars Press, 1997), p. 110.
35
Todos tienen la intención de transmitir la noción de que Baal posee el conocimiento de todo el
cosmos. Es apropiado que Baal concluya con el abismo y las estrellas, ya que ambos niveles del cosmos son
depósitos de agua, y él está asociado con el agua y la fertilidad. Sin embargo, cuando los mensajeros entregan
laָmisivaָaָAnatָañadenָunaָlínea:ָ“Yoָentiendoָelָrelámpago,ָqueָlosָcielosָnoָconocen”ָ(CATָ1.3ָivָ18).ָLaָ
línea enfatiza su papel como dios de la tormenta (cf. CAT 1.4 vii 36–39). Curiosamente, al comienzo del mito,
Elָusaָestaָmismaָcadenaָdeָmerismas,ָperoָconcluyeָdiciendo:ָ“unaָpalabraָdesconocidaָparaָlosָhombres,ָyָ
que las multitudesָdeָlaָtierraָnoָentienden”ָ(CATָ1.1ָiiiָ15).ָQuizásָlaָadopciónָdeָlaָcadenaָporָparteָdeָ
Baal y la afirmación adicional de que incluso los cielos no entienden su relámpago señalan su usurpación
sobre El.
36
El texto incluso invierte el merismo. Usualmente šmm precede a arṣ. Tenga en cuenta el
comentario de N. Wyatt, Textos Religiosos De Ugarit: Las Palabras De Ilimilku Y Sus Colegas (El Seminario
Bíblico 53; Sheffield: Sheffield Academic Press, 1998), p. 231, núm.ָ250:ָ“Enָlaָfórmulaָarṣ wšmm, arṣ,
probablementeָtieneָmaticesָdelָinframundo”.
37
NóteseָelָparaleloָaָIsaָ5:14ָaducidoָporָB.ָCutlerָyָJ.ָMacDonald,ָ“SobreָElָOrigenָDelָTextoָ
UgaríticoָKTUָ1.23”,ָUFָ14ָ(1982):ָ43:ָ“Porָtanto,ָelָSeol ensancha su garganta, abre su boca sin límite, su
claseָnoble,ָyָlasָmasas,ָyָsuָjuerguistaָyָjuerguistaָdesciendenָaָél.”ָM.ָS.ָSmith, Los Rituales Y Mitos De
cosmológico anterior, nótese que el pasaje muestra que los dioses recién nacidos tenían
que abrir sus bocas tanto como como los cielos y el inframundo para tragarse a las
criaturas de los penúltimos niveles del cosmos, es decir, el asqueroso (cielo) y el pez
(gran profundidad). El par šmm-warṣ 'Cielo-e-Inframundo' también aparece en un texto
ritual, pero como una deidad binomial (CAD 1.47.12 [= 1.118.11; 1.148.5, 24]).38 Solo
hay otro pasaje en el que aparece el merismo, pero se expande y su significado no está
claro.39

La evidencia de merismas y cosmología compartidos de MesopotamiaָyָUgaritָapoyaָlaָ


comprensiónָdeָ‫ָׁשמיִ ם‬yָ‫ָאֶ ֶרץ‬enָGenָ1:1ָcomoָlosָ"cielos"ָyָelָ"inframundo".ָLaָ
evidenciaָadicionalָprovieneָdeָvariosָpasajesָbíblicosָenָlosָqueָelָautorָeligióָ
emparejarָ‫'ָׁשמיִם‬cielos'ָnoָconָ‫'ָאֶ ֶרץ‬inframundo',ָsino con su sinónimoָ‫'ָׁשאֹול‬Seol'.ָAsí,ָenָ
ְּ
unaָdeclaraciónָqueָrecuerdaָalָalcaldeָdeָGintiָcitadoָanteriormente,ָAmósָprofetiza:ָ
“SiָcavanָhastaָelָSeolָ(‫)ׁשאֹול‬,ָdeָallíָlosָtomaráָmiָmano.ָSiָsubenָaָlosָcielosָ(‫ִם‬
ְּ ‫)הׁשמי‬,ָ
deָallíָlosָharéָdescender”ָ(Amósָ9:2).ָObserveָtambiénָlaָconsultaָdeָZofarָaָJob:ָ“Sonָ
másָaltosָqueָlosָcielosָ(‫)ׁשמיִם‬,ָ¿quéָpuedesָhacerָtú?ָMásָprofundoָqueָelָSeolָ(‫)ׁשאֹול‬,ָ ְּ
¿quéָpuedesָsaber?”ָ(Jobָ11:8).

4. REPENSAR LA CREACIÓN Y OTRAS TIERRAS

La evidencia combinada debería obligarnos a traducir Gen 1:1-2:

1. En el principio Dios creó los cielos y el inframundo.


2. Y el inframundo estaba vacío y desierto, y las tinieblas estaban sobre la

La Fiesta De Los Dioses Buenos De KTU/CAT 1.23: Construcciones Reales De Oposición, Intersección,
Integración Y Dominación (recursos para el estudio bíblico 51; Atlanta: sociedad de literatura bíblica, 2006),
p.ָ111,ָobservaָdeָmaneraָsimilarָqueָelָtextoָreflejaָelָapetitoָdelָdiosָMotָ“Muerte”ָenָCATָ1.5ָiiָ2,ָ
aunque allí se invierte el merismo. También sugiere un posible paralelo temático con una representación
artística de un dios de dos cabezas devorando sacrificios de niños de Pozo Moro (p. 113). Los paralelos con el
Seol,ָelָMotָyָlosָsacrificiosָdeָniñosָargumentanָaָfavorָdeָverָlaָ“tierra”ָenָCATָ1.23.62ָcomo
“inframundo”.ָAdemás,ָelָparaleloָentreָarṣ 'tierra' y dg bym 'pez del mar', sugiere el agua subterránea entre la
tierra y el inframundo.
38
D. T. Tsumura, "Un par de palabras 'hipónimas': ʾrṣ y thm (t) en hebreo y ugarítico", Biblica 69
(1988): 258–269, argumenta que cuando se emparejan "el cielo y la tierra", los dos comprenden entidades
cósmicas.ָM.ָHutter,ָ“CieloָyָTierra”,ָpág.ָ391,ָobservaָqueָlaָparejaָ“tieneָdiferentesָgradosָdeָdivinidad”ָ
más allá del antiguo Israel y, por lo tanto, se les ruega como dioses para que sirvan como testigos de los
tratados en fuentes mesopotámicas, hititas y ugaríticas.
39
CAT 1.3 ii 39 es un pasaje difícil. Nos dice que después de vadear hasta los muslos en la sangre de
los guerreros que mató, la diosa Anat se lavó con ṭl šmm šmn arṣ rbb [r]kb ʿrpt 'el rocío del cielo, aceite del
inframundo, lluvias del Jinete de las Nubes (es decir, Baal)'. Incluso si traducimos šmn arṣ 'aceite de la tierra',
su significado sigue siendo desconocido. ¿Es una metáfora de las aguas subterráneas? La asociación del rocío
con las estrellas en el siguiente versículo (40) implica que el opuesto del merismo debe estar debajo de la
tierra. En efecto, cuando Anat se vuelve a lavar con él, al llegar a la casa de Baal en el monte Safón (CAT 1.3
iv 33-34), el texto describe el lugar como perteneciente a los dioses más remotos, dos largos debajo de las
fuentes de la tierra ( 35). Mi ex alumna Shira Jaret llama mi atención sobre la bendición de Isaac: ‫וְּ יִ תֶ ן־לְּ ָך‬
‫' וְּ ִתירׁש גן ד וְּ רבָ הא ֶרץ נֵי ּומִָ ְּׁשמָ ׁשמיִ ם הָ ִמטל האֱֹלהִ ים‬Que Dios te dé del rocío de los cielos y del aceite del
inframundo, abundancia de grano y nuevos vino' (Gn 27,28). La única otra expresión afín de la que tengo
conocimiento es la frase acadia šaman erṣeti (ki), conocida solo por un íncipit de una canción ahora perdida.
VerָB.ָGroneberg,ָ“BuscandoָLetrasָAcadias:ָDelָBabilónicoָAlָ‘Liederkatalog’ָKARָ158,”ָJCS 55 (2003):
66. Stefan Maul me informa que el texto permanece desconocido (comunicación privada, 5 de julio de 2014).
faz del abismo, y el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.

El cambio de orientación nos permite ver lo que ocurre a continuación no como una
narración telescópica que repite los dos primeros versículos con mayor detalle, sino
más bien como un desarrollo secuencial.40 Así, después de crear la luz para
distinguir el día de la noche (Genָ1:ָ4–5),ָDiosָcreaָunָfirmamentoָ(ָ‫ָ)רקִ יע‬paraָ
dividirָelָabismoָacuosoָqueָseָagitaָsobreָelָinframundoָ(Génesisָ1:6–7).ָLuegoָ
llamaָalָaguaָsobreָelָfirmamentoָ‫'ָׁשָמיִ ם‬cielo'.ָLuego,ָrecogeָtierraָsecaָdeָlasָ
aguasָdebajoָdelָfirmamentoָyָlaָllamaָ‫'ָאֶָ ֶרץ‬tierra'ָyָelָrestoָdelָaguaָ‫'ָי ִּמים‬mares'ָ
(Génesisָ1:ָ9-10).ָAunqueָelָusoָdeָlosָtérminosָidénticosָ‫ָׁשָמיִ ם‬paraָ“cielo”ָyָ
“cielos”,ָyָ‫ָאֶ ֶרץ‬paraָ“tierra”ָyָ“inframundo”,ָnaturalmente contribuye a la
confusión,41 también proporciona una etiología significativaָparaָelָcieloָyָlaָtierra.ָ
Deָlaָmismaָmaneraָqueָelָnombreָdeָ‫'ָהאָדם‬humanidad'ָreflejaָsuָcreaciónָaָpartirָ
deָ‫'ָהאֲָדָמה‬suelo'ָ(Génesisָ2:7),ָtambiénָlaָtierraָyָelָcieloָllevanָlosָnombresָdeָlosָ
reinos de los que derivan. En la medida en queָ“cielo”ָyָ“tierra”ָsonָidénticosָaָlosָ
nombres de aquellas regiones que presagian sus orígenes, podemos considerar que
comparten sus esencias.42 Así, las cosas del cielo, como las nubes, las estrellas y los
planetas, comparten una esencia numinosa con los cielos superiores, y aquellas cosas
en la tierra, como el suelo, y todas las cosas que tienen mortalidad, comparten una
esencia con el inframundo.

Además, la nueva lectura de la creación que se ofrece aquí no da como resultado una
estructura tripartita, sino una estructura de cinco partes que es el equivalente de las
cosmologías mesopotámica y ugarítica.43 Podemos imaginarlo de la siguiente
manera:

40
El enfoque únicamente en la tierra no tiene lugar hasta Génesis 2:4, como se nota por el cambio en
el orden de los merismas:ָ“Estaָesָlaָhistoriaָdeָlaָtierraָyָelָcieloָcuandoָfueronָcreados,ָcuandoָelָSeñorָ
Yahveh hizo los cielos y los cielos. El inframundo." No tiene mucho sentido mencionar ‫ מיִ ם ׁש‬y ‫ אֶ ֶרץ‬dos veces,
a menos que sus significados hayan cambiado en la segunda instancia. Quizás esto se relacione con una
tradición similar en los textos sumerios y acadios en los que encontramos una inversión inmediata del
merismo. Así, en un texto de la dinastía Eary que emplea la ortografía UD.GAL.NUN encontramos: UD UNU-
ta LAGAB ki UD-ta LAGAB UD UNU-ta LAGAB ‘paraָsepararָelָcieloָdelָinframundo,ָparaָsepararָlaָtierraָ
delָcielo’.ָEnָGilgamesh,ָEnkiduָyָelָInframundo, leemos: u4 an ki.ta ba.da.bad.DU.a.ba ki an.ta
ba.da.sur.ra.ba 'Después de que el cielo se hubo separado del inframundo , y después que la tierra fue
separada del cielo' (ll. 9-10). Véase de manera similar en el Mito De La Azada Y El Pico, ambos tratados en
W. G. Lambert, Mitos Babilónicos De La Creación, págs. 169-170, aunque traduce todo como "cielo" y
"tierra".
41
Variasָtraduccionesָhanָlidiadoָconָelָproblemaָtraduciendoָlaָsegundaָapariciónָdeָ‫ָׁשָמיִ ם‬yָ‫ָאֶ ֶרץ‬
comoָ“cielo”ָyָ“tierra”,ָcomoָloָheָhechoָaquíָ(p.ָej.,ָISV,ָNET,ָNIV,ָNLT).
42
Sobre una similitud de nombre que implica una similitud de esencia, véase I. Rabinowitz, Un
Testigo Para Siempre: La Percepción De La Literatura Del Antiguo Israel Y La Biblia Hebrea Resultante
(Bethesda: CDL Press, 1993).
43
El cielo estrellado de la versión babilónica es el equivalente del cielo de los israelitas que contiene
agua, y el Apsû (gran profundidad) equivale a las aguas subterráneas de los israelitas. En las cosmologías
mesopotámica, ugarítica e israelita, el rocío proviene de las estrellas. Véase E. Reiner, Magia Astral En
Babilonia (Transacciones De La Sociedad Filosófica Americana 85; Plaza De La Independencia: Sociedad
Filosófica Americana, 1995), págs. 59–60, 101–103; Jue 6:36–40, Hag 1:10, cf. norte. 39 arriba. El
InframundoָTambiénָTieneָPuertasָEnָLaָCreenciaָMesopotámicaָEָIsraelita.ָVéaseָS.ָN.ָPaul,ָ“PuertasָDel
Inframundo”,ָenָUna Mujer De Valor: Estudios Del Cercano Oriente Antiguo De Jerusalén En Honor A Joan
Goodnick Westenholz (ed.ָW.ָHorowitz,ָU.ָGabbayָyָF.ָVukosavović;ָBibliotecaָdelָPróximoָOrienteָ
Antiguo 8 , Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2010), pp.
Cielosָ(‫)ׁשָמיִם‬
Cieloָ(‫ָ)ׁשמיִם‬yָaguasָsupraterráneasָ(ָ‫)הרקִ יע‬
Tierraָ(‫)אֶ ֶרץ‬
Maresָ(‫ָ)י ִּמים‬yָaguasָsubterráneasָ(‫)תהֹום‬
ְּ
Inframundoָ(‫)אֶ ֶרץ‬

Reorientar nuestra comprensión de Génesis 1:1-2 no solo ofrece un merismo más


holístico de acuerdo con la cosmología israelita, sino que hace que la creación de los
cielos y el inframundo sea el primer acto divino.44 Por lo tanto, también ayuda a explicar
un quid eso ha preocupado durante mucho tiempo a los exegetas: la creación de la luz
(Gn 1, 3-5) antes de la creación del sol y la luna (Gn 1, 14-19). Dado que la tierra y el
cielo no han sido creados, la creación de la luz se aplica solo a los cielos y al
inframundo.45ָSeָconvierteָenָlaָherramientaָporָlaָcualָDiosָpuedeָcomenzarָsuָobraָ
divisiva.ָDeָhecho,ָGenָ1:4ָhaceָexplícitoָqueָfuncionóָparaָdistinguirָ‫ָבֵ יןָהאֹורָּובֵ יןָהחׁשְֶָך‬
'la luz de las tinieblas'.46 Hasta este punto, la única oscuridad a la que se hace referencia
es la que estaba sobre la superficie del abismo del inframundo (Gén. 1:2). Solo cuando
Dios crea el cielo, la tierra y los mares, las luminarias se vuelven esenciales.47

Cambiar nuestra comprensión de las dos primeras líneas de Génesis cambia naturalmente
la forma en que entendemos las creencias cosmológicas israelitas y otros pasajes bíblicos
en los que ocurre el merismo.48 Por un lado, extiende el gobierno de YHV al inframundo.

44
Así, Dios se convierte en el creador del cielo y del inframundo (p. ej., Éxodo 31:17; Jeremías
32:17), y su gloria se eleva sobre ellos (Salmo 148:13). Esto ha sido sugerido por algunos, pero no explorado
completamente.
45
Nótese también que en acadio y ugarítico, la palabra cielos es plural, y en hebreo es dual, lo que
demuestra que los antiguos percibían al menos dos reinos distintos a los que llamaban firmamento/cielo.
46
N. Wyatt, "La Oscuridad de Génesis I 2", VT 43 (1993): 543–554, argumenta de manera similar
que la oscuridad aquí se relaciona con el inframundo, aunque sugiere que ‫ אֶ ֶרץ‬en esta perícopa puede ser
ambiguo, evocando tanto "tierra”ָeָ“inframundo”ָ(cf.ָJerָ4,23).ָSiָtieneָrazónָalָverָlaָoscuridadָcomoָelָ
lugar primordial de invisibilidad desde el cual Dios habla durante la creación, entonces esta perícopa también
sugiere los aspectos ctónicos de Dios.
47
Es en este punto también que Dios comienza a asignar diferentes gobernantes a cada una de las
capas cósmicasָdebajoָdeָél,ָcadaָunoָconָunaָformaָdiferenteָdeָgobierno.ָEnָGénesisָ1:16,ָpermiteָqueָelָ
solָyָlaָlunaָ“gobiernen”ָ(‫ָ)מׁשל‬losָcielosָdiurnosָyָnocturnos.ָEnָGenָ1:26,ָleָotorgaָaָlaָhumanidadָelָ
derechoָdeָ“tenerָdominio”ָ(‫ָ)רדה‬sobreָtodasָlasָcriaturasָvivientesָqueָestánָ“sobreָlaָtierra”ָ(‫)על־הא ֶרץ‬,ָqueָ
comienza cuando él las nombra (Gen 2:19–20) . Los pasajes otorgan poder y lo restringen. Mientras que el sol
y la luna ejercen dominio sobre la tierra y la gente debajo de ellos mediante el control de los días y las
estaciones, ni la humanidad ni el sol y la luna pueden afirmar el dominio sobre los reinos por encima de ellos.
Por lo tanto, el sol y la luna (deidades en otras partes del Cercano Oriente) no pueden controlar a Yahvé, y los
humanos no puedenָcontrolarָlosָcuerposָcelestes.ָPorָsupuesto,ָDiosָconservaָsuָdominioָsobreָ“elָcieloָyָelָ
inframundo”,ָyָporָloָtantoָsobreָtodoָloָqueָhayָenָmedio,ָincluidasָlasָluminariasָyָlosָseresָvivientes.ָ
Implícito en la jerarquía de gobierno está el papelָdeָDiosָcomoָ‫'ָמֶ לְֶך‬rey'.
48
Algunos eruditos han opinado que la fuente sacerdotal identifica el mundo de la muerte con "el
mar" o "las aguas" (como se ve en Génesis 7:17-22; Éxodo 14:28). En Génesis 1 esto equivaldría a las aguas
subterráneas. No es mi intención entrar en un debate sobre la existencia de P o nuestra (in)capacidad para
saber con certeza dónde delimitar las fuentes. Baste señalar aquí que una confusión/identificación similar
ocurre en los textos acadios en los que el mundo de los muertos a veces se equipara con el Apsû acuoso (ver
más abajo en el excursus y las notas que lo acompañan). Además, una vez que se entiende que la cosmología
israelita comprende cinco partes, armonizar los puntos de vista de P sobre la muerte como un lugar acuático
(ya sea que uno los acepte o no) con Génesis 1, se vuelve innecesario. Sobre estos puntos de vista, ver en
De hecho, si vemos a YHV como el soberano de los cielos y la tierra, entonces el
inframundo queda fuera de su control. Sin embargo, como demuestran varios textos, los
israelitas entendieron que el gobierno y el juicio de Dios, como el del mesopotámico
Šamaš,49ָincluíanָelָinframundo.ָVéase,ָporָejemplo,ָlaָob-servaciónָdelָsalmista:ָ“Siָ
suboָaָlosָcielosָ(‫)ׁשמיִם‬,ָallíָestáis.ָSiָhagoָmiָcamaָenָelָSeolָ(‫)ׁשאֹול‬, ְּ allí estás tú”ָ(Sal
139:8).50 Yָcontinúaָdiciendo:ָ“Miָcuerpoָnoָseָteָescondióָcuandoָfuiָhechoָenָelָlugarָ
secretoָ(‫)בסֵ תֶ ר‬,ָcuandoָfuiָentretejidoָenָlasָprofundidadesָdelָinframundoָ(‫ָ”)בְּ ת ְּח ִתּיֹותָא ֶרץ‬
(Sal 139:15). El pasaje implica que el inframundo juega un papel en la creación de la
humanidad. No se trata simplemente de expresarָlaָnociónָ“deָpolvoָenָpolvo”,ָporqueָ
entoncesָelָsalmistaָnoָhabríaָusadoָָ‫‘ָבְּ ת ְּח ִתּיֹות‬enָlasָprofundidades’,ָyָciertamenteָhabríaָ
preferidoָ‫‘ָאֲדמה‬tierra’ָenָlugarָdeָ‫‘ָאֶ ֶרץ‬inframundo’.51

El gobierno de Dios sobre los asuntos ctónicos también es evidente en sus preguntas
retóricas a Job desde el torbellino (Job 38). En esta perícopa, Yahvé desafía el
conocimiento de Job sobre el cosmos y sus orígenes. Le pregunta dónde estaba cuando
puso los cimientos de la tierraָ(38:4),ָquiénָfueָelָqueָcerróָelָmarָtrasָlasָpuertasָ(38:8),ָ
yָsiָalgunaָvezָcaminóָporָlasָprofundidadesָdelָ‫(ָתהֹום‬38:ָdieciséis).ָLuegoָdirigeָsuָ
ְּ
atenciónָalָinframundoָyָleָpreguntaָaָJobָsiָlasָpuertasָdeָ‫'ָמוֶת‬muerte'ָyָ‫'ָצלְּ ָמוֶת‬sombraָ
de muerte' le han sido reveladas (38:17), y si entiendeָelָ‫'ָרחֲבֵ י־ָא ֶרץ‬expansionesָdelָ
inframundo' (38:18).52 Luego, después de una serie de preguntas que se enfocan en los
cielos, resume sus consultas con el merismo cósmico: "¿Conoces los límites del cieloָ(ָ‫ׁש‬
‫)מיִם‬,ָpuedesָcolocarָsuָdominioָ(elָdeָYehova)ָenָelָinframundoָ(‫)ָ”?(בא ֶרץ‬38:33).

particular O. Kaiser, El Significado Mítico Del Mar En Egipto, Ugarit e Israel (BZAW 78; Berlín:
Töpelmann, 1959), págs. 112–120; D. T. Tsumura, La Tierra Y Las Aguas En Génesis 1 y 2 (JSOTS 83;
Sheffield:ָAcademicָPress,ָ1989);ָD.ָT.ָTsumura,ָ“LaָTierraָenָGénesisָ1”,ָenָ“Estudié inscripciones de
antes del diluvio”: enfoques literarios, lingüísticos y literarios del Cercano Oriente antiguo a Génesis 1–11
(ed. R. S. Hess y D. T. Tsumura; Winona Lake: Eisenbrauns, 1994), págs. 310–328; DT Tsumura, Creación y
destrucción: una reevaluación de la teoría Chaoskampf en el Antiguo Testamento (Winona Lake:
Eisenbrauns, 2005).
49
Quizás esto también se relacione con los aspectos solares de Yahweh, véase H.-P. Stähli, Elementos
Solares En La Creencia En Yahvé Del Antiguo Testamento (Friburgo: Universitätsverlag, 1985); J. G. Taylor,
Yahweh And The Sun: Evidencia Bíblica Y Arqueológica Del Culto Al Sol En El Antiguo Israel (Sheffield:
Sheffield Academic Press, 1993); S. A. Wiggins, “Yahweh: ¿El Dios del Sol?” JSOT 71 (1996): 89–106; M.
Klingbeil, Yahvé Luchando Desde El Cielo: Dios Como Guerrero Y Como Dios Del Cielo En El Salterio
Hebreo Y La Iconografía Del Antiguo Cercano Oriente (OBO 169; Gottingen: Vandenhoeck y Ruprecht,
1999); I. Koch, "Los 'Carros del Sol' (2 Reyes 23:11)", Semitica 54 (2012): 211–219.
50
VerָdeָmaneraָsimilarָlaָinstrucciónָdeָYahwehָaָAcaz:ָ“PideָalָSeñorָtuָDiosָunaָseñal,ָyaָseaָenָ
las profundidadesָdelָSeolָ(‫)ׁשָאָלה‬ ְּ o en lasָalturasָmásָaltasָ(‫(ָ”)לְּ ָמעְּ ָלה‬Isa 7:11). Sin embargo, los muertos
aparentementeָnoָpuedenָresponderָaָYahvéָdesdeָelָinframundo.ָPorָloָtanto,ָSalָ6:6:ָ“Ningunoָentreָlosָ
muertos te proclama. ¿Quién te alaba en elָSeolָ(‫”?)בִ ְּׁשאֹול‬
51
La declaración del salmista también recuerda al Enuma Elish VI:29–33, en el que Ea forma a la
humanidad a partir de la sangre del dios asesinado Qingu, la consorte de Tiamat (el Profundo). Nótese
también que Eaָafirmaָqueָdeָlaָsangreָharáָprimeroָlosָhuesosָ(VI:5).ָCompáreseָconָ‫ָעצְּ ִמי‬delָsalmistaָ‘miָ
cuerpo’ָ(lit.ָ“miָhueso”;ָSalmoָ139:15).ָEnָAtraḫasis I 210–211, Nintu crea a la humanidad mezclando la
carne y la sangre de un dios fallecido con arcilla. También existe la tradición de que Ea pellizca arcilla en el
Apsu para crear a los humanos.ָVéaseָW.ָG.ָLambert,ָ“EncantamientosָdeָFuego”,ָAfO 23 (1970): 43. A. D.
Kilmer,ָ“El Ladrillo del Nacimiento”,ָJNES 46 (1987): 211–213, también analiza una serie de paralelismos
lingüísticos y culturales comparativos que conectan la arcilla con la placenta. Sobre el papel de la sangre, la
tierra y el agua en la creación bíblica de Adán y Eva, véase S. B. Noegel, “EscarlataָYָRameras:ָVerָRojoָEnָ
LaָBibliaָHebrea”, HUCA 87 (2016): 1–47.
52
Compareָ‫יָבהָׁשאֹול‬
ְּ ִ‫‘ָהִ ְּרח‬Élָ(Dios)ָensancharáָelָSeol’ָ(Isaָ5:14);ָyָlasָexpresionesָacadiasָerṣetu
rapaštu 'tierra espaciosa' y erṣetu rabītu 'gran tierra', ambas utilizadas para el inframundo.
El merismo aparece de manera similar en una descripción del trono de YehovaָenָIsaָ
66:1:ָ“Losָcielosָ(‫ָ)הׁשמיִם‬sonָmiָtrono,ָyָelָinframundoָ(‫ )הא ֶרץ‬es el estrado de mis pies.
¿Dónde está la casa que me construirás? ¿Dónde estará mi lugar de descanso? La
pregunta, por supuesto, es retórica, porque si su trono se extiende hasta los confines
polares del cosmos, cualquier templo en el que colocarlo tendría que ser más grande.

Varios textos describen de manera similar la "tapa" del Arca de la Alianza como un
"trono" y su "caja" como un "escabel" (p. ej., 1 Cr 28:2; 2 Cr 9:18; Sal 99:5; 132:7). De
hecho, el Arca tiene una serie de asociaciones ctónicas, una de lasָcualesָesָsuָnombreָ
‫ארֹון‬,ָqueָsignificaָ"ataúd".
ְּ 53
Si las comparaciones con los taburetes egipcios están
presentes en la mente de los escritores israelitas cuando describen los muebles de Dios,
entonces el hecho de que representen a los enemigos tradicionales de Egipto como atados
y muertos también subraya las conexiones ctónicas del objeto.54 Es en este contexto, que
debemos entender la oración antanaclástica deָEzequíasָanteָelָArca:ָ“Yehova, el Dios
de Israel, sentado delante de los querubines, tú soloָeresָDiosָsobreָlosָreinosָdeָlaָtierraָ
(‫)הארץ‬.ָTúָhicisteָelָcieloָyָelָinframundoָ)‫ץ‬
ֶ ‫(ָ”(הָאר‬1ָReָ19,15;ָIsaָ37,16;ָcf.ָ2ָCrָ2,11).
ֶ

Ver también la consulta retórica de Yehova aָJeremías:ָ“¿Puedeָunָhombreָesconderseָ


en lugares secretos y no verlo, dice Yehova?ָ¿Noָllenoָlosָcielosָ(‫ָ)הָׁשמיִם‬yָelָ
inframundoָ(‫(ָ”?)הָארץ‬Jeremíasָ23:24).ָLaָpreguntaָrazonaָqueָesָimposibleָqueָunָ
ֶ
humano se esconda en cualquier parte de la tierra, cuando el conocimiento de Yehova se
extiende a los dos lugares arriba y abajo de la tierra que ningún ser humano vivo podría
conocer.

El uso que hace el profeta Hageo del merismo también es instructivo. Al pronosticar la
destrucciónָdeָlasָnacionesָporָparteָdeָYahweh,ָélָdeclara:ָ“Dentroָdeָpoco,ָunaָvezָ
másָharéָtemblarָlosָcielosָ(‫ָ)הָׁשמיִם‬yָelָinframundoָ(‫)הארץ‬,ָelָmarָ(‫ּים‬
ֶ ‫ָ)ה‬yָlaָtierraָsecaָ
(‫)הֶ חרבה‬.ָharéָtemblarָaָtodasָlasָnaciones”ָ(Hageoָ2:6–7;ָcf.ָ2:21).ָYaָqueָ‫ָהָׁשמיִם‬noָesָ
paraleloָaָ‫ָהָּים‬,ָesָimposibleָleerָ‫ָהָארץ‬comoָparaleloָaָ‫רבה‬
ֶ ‫ָהֶ ח‬.ָEnָconsecuencia,ָ‫ָהארץ‬noָ
ֶ
puedeָsignificarָ“tierra”,ָsinoָqueָdebeָreferirseָalָ“inframundo”.ָPorָloָtanto,ָdebemosָ
ver el merismo como envolviendo tanto el mar como la tierra firme, los cuales, por lo
tanto, deben existir en un plano horizontal desde el observador.

ElָmerismoָapareceָtambiénָenָDtָ30:19:ָ“Hoyָllamoָaָlosָcielosָ(‫ָ)הׁשמיִם‬yָalָ
inframundoָ(‫ָארץ‬ ֶ ‫ָ)ה‬porָtestigosָcontraָvosotrosָdeָqueָosָheָpuestoָdelanteָlaָvidaָ
(‫ָ)החּיִ ים‬yָlaָmuerteָ(‫)וְּ הָּמו ֶ ת‬,ָlaָbendiciónָ(‫ָ)הבְּ רכה‬yָlaָmaldiciónָ(‫)וְּ הקְּ ללה‬.”55ָSoloָcuandoָ
traducimosָ‫ָארץ‬ ֶ ‫ָה‬comoָ“elָinframundo”ָtieneָsentidoָ‫‘ָהָּמוֶת‬laָmuerte’,ָyaָque,ָcomoָ
observaָAnneָMarieָKitz,ָ“Alָfinal,ָelָobjetivoָfinalָdeָtodasָlasָmaldicionesָesָlaָ
separación de la vida”.56 Además, en su estudio comparativo de tablillas de maldición y
53
Véase,ָS.ָB.ָNoegel,ָ“ElָOrigenָEgipcioָDelָArcaָDelָPacto”,ָEn Éxodo De Israel En Perspectiva
Transdisciplinaria: Texto, Arqueología, Cultura Y Geociencia (ed. T. E. Levy, T. Schneider y W. H. C.
Propp; Métodos Cuantitativos En Humanidades Y Ciencias Sociales, Nueva York: Springer, 2014), págs.
223–242.
54
O. Keel, El Simbolismo Del Mundo Bíblico: Iconografía Antigua Del Cercano Oriente Y El Libro
De Los Salmos (Nueva York: Seabury, 1978), pp. 253–256, proporciona la evidencia en comparación con
Salmoָ110:1:ָ“Siéntateָdiestraָhastaָqueָpongaָaָtus enemigos por estrado de tus pies.
55
Ambos son invocados como testigos también en Deut 31:28.
56
Esto ocurre ya sea por privaciones prolongadas, muerte prematura o la extinción del nombre y la
hechizos vinculantes, John Gager muestra que la mayoría de las maldiciones ayudan a las
deidades ctónicas y espíritus de los muertos.57 Por lo tanto, las maldiciones del sarcófago
de los reyesָfeniciosָTabnitָyָEshmunazar,ָqueָinvocanָlasָsombrasָ(‫ָ)רפאים‬contraָlosָ
posibles ladrones de tumbas.58

5. ¿POR QUÉ ENTONCES EL CIELO Y LA TIERRA?

Elָentendimientoָdeָ‫ָׁשמיִם‬yָ‫ָאֶ ֶרץ‬enָGénesisָ1:1–2ָcomoָ“cielo”ָyָ“tierra”ָestáָtanָ
arraigado en el judaísmo y el cristianismo que apenas parece posible desalojarlo de la
conciencia religiosa occidental, y ciertamente ese no es mi objetivo. aquí. Sin embargo,
corresponde a los eruditos del antiguo Cercano Oriente repensar las interpretaciones
tradicionales a la luz de la "nueva" evidencia, incluso si nuestros hallazgos no llegan a las
traducciones de la Biblia en inglés.

Noָpretendoָqueָlasָpalabrasָ“evidenciaָ‘nueva’”ָsuenenָgraciosas,ָasíָqueָpermítanmeָ
calificarָloָqueָquieroָdecirָconָ“nueva”.ָDesdeָlaָépoca de las primeras Biblias judías y
cristianas canónicas hasta hoy, aproximadamente dieciocho o veinte siglos dependiendo
del canon, quienes estaban al tanto del texto bíblico eran principalmente autoridades
rituales. Pocos laicos disfrutaban de acceso a las Escrituras fuera de los escenarios
rituales de la sinagoga y la iglesia, y ciertamente no poseían poder para cuestionar las
interpretaciones autorizadas/tradicionales del texto recibido. Si bien el estudio de la
Biblia en el judaísmo siguió basándose principalmente en el texto hebreo (con una
influencia creciente de las tradiciones aramea/targumica y talmúdica posterior), el clero
cristiano leyó sus Biblias (es decir, el Antiguo Testamento) en traducciones griegas,
latinas o siríacas. Además, hasta los siglos XIX y XX, tanto las autoridades religiosas
judías como las cristianas desconocían por completo los textos comparativos de
Mesopotamia y Ugarit porque aún no habían sido desenterrados.
El descubrimiento y desciframiento de los textos mesopotámicos en el siglo XIX y de los
textos ugaríticos en la década de 1920 revolucionaron el estudio de la Biblia hebrea,
aunque principalmente solo para los eruditos. A pesar de muchos nobles intentos de
mostrar al público en general cómo estos nuevos corpus arrojan luz sobre los textos
bíblicos, es justo decir que han tenido poco impacto en las enseñanzas religiosas
tradicionales o las lecturas de la Biblia, tanto en el judaísmo como en el cristianismo. A
modo de anécdota, confieso que no me sorprende que prácticamente ninguno de mis
alumnos de primer año, ni siquiera los más informados bíblicamente, se haya encontrado
jamás con el poema mesopotámico del Enuma Elish o la Epopeya de Gilgamesh, y

línea familiar. A. M. Kitz, "maldiciones y maldiciones en el antiguo Cercano Oriente", Brújula de Religión 1
(2007): 620; A. M. Kitz, ¡Maldito Seas! La Fenomenología De Las Maldiciones En Textos Cuneiformes Y
Hebreosָ(WinonaָLake:ָEisenbrauns,ָ2014).ָVéaseָtambiénָIsaָ65:20:ָ“Ciertamente,ָelָqueָmueraָ(‫ָ)ימּות‬aָlosָ
cienָañosָseráָtenidoָporָmuchacho,ָyָelָqueָnoָllegueָaָlosָcienָseráָconsideradoָanatemaָ(‫ָ;”)יְּ קֻ ָלל‬Salָ27:22:ָ
“Aquellosָaָquienesָ(Dios)ָbendigaָheredaránָlaָtierra,ָmientrasָqueָaquellosָaָquienesָélָmaldigaָ(‫ָ)מקֻ ָלָליו‬ְּ
seránָdestruidosָ(‫ָכרתּו‬
ֵ ִ‫”)י‬.
57
J. G. Gager, Tablillas De Maldición Y Hechizos Vinculantes Del Mundo Antiguo (Oxford: Oxford
University Press, 1992), págs. cxlviii, clv, ccxi.
58
En H. Donner y W. Röllig, Inscripciones Cananeas Y Arameas (Wiesbaden: O. Harrassowitz, 1962),
pp. 13, 14.
mucho menos con la literatura de Ugarit.59 los estudios de la Biblia rara vez penetran en
las tradiciones religiosas.

Inclusoָsiָreconocemosָlaָobservaciónָocasionalָdeָlosָexégetasָantiguosָdeָqueָ‫אֶ ֶרץ‬
puede significar "inframundo" en algunos pasajes, podemos atribuir su completo
descuido de Gen 1:1 a un factor mucho más poderoso: la cosmología de su época.60 Esta
cosmología , aunque todavía geocéntrica, ya se había expandido en los primeros siglos de
la Era Común para convertirse en una estructura mucho más compleja con múltiples
cielos, rebosantes de actividad angelical.61 Bajo la influencia de la cultura persa y más
tarde grecorromana, la creencia en un alma que parte del cuerpo y asciende a los cielos se
convirtió en un lugar común en el judaísmo, a través del cual entró en el cristianismo
primitivo, aunque la creencia encontró diferentes articulaciones en cada tradición.62
Aunque los modelos astrológicos grecorromanos que influyeron en estas tradiciones
fueron en gran parte mal entendidos, sin embargo, fueron adaptados para encajar en
preocupacionesָteológicas,ָmásָqueָcientíficas.ָComoָobservaָJ.ָEdwardָWright:ָ“Losָ
reinos celestiales se han convertido en poco más que lugares donde las personas reciben
un castigo o una recompensa después de la muerte”.63

Los cambios cosmológicos condujeron a, y/o fueron inducidos por, cambios en las
creencias sobre la vida después de la muerte. Las nociones de resurrección y el eskaton
(los últimos tiempos), que en su mayoría estaban latentes en la religión israelita,
comenzaron a cristalizar y encontrar expresión definitiva. En el judaísmo, los puntos de
vista sobre la vida después de la muerte eran diversos.64 Algunos sectarios creían en la

59
De hecho, encuentro cada vez más que la mayoría de los estudiantes en mis grandes cursos
introductorios confiesan que nunca han leído la Biblia.
60
Algunosָdeָlosָprimerosָautoresָdeָpoesíaָlitúrgicaָentendieronָqueָ‫ָאֶ ֶרץ‬enָalgunosָpasajesָseָrefería
al inframundo. Véase E. D. Goldschmidt, Un Ciclo Para Los Días Terribles: Según La Costumbre Del Pueblo
Ashkenazi Para Todas Sus Ramas, Incluida La Costumbre Ashkenazi (Occidental), La Costumbre Polaca Y
La Costumbre Francesa Para El Pasado (Libro de Oración para los Grandes Días Santos I: Rosh Hashaná;
Nueva York: Instituto Leo Baeck, 1970), pág. 270. Véase también D. ben Joseph ben David, The Complete
Book of Abudarham, Jerusalem: Usha, 1963), pág. 269. AnotadoָporָM.ָLubetskiָyָC.ָGottlieb,ָ“Isaiahָ18:
TheָEgyptָNexus”,ָpág.ָ376,ָnúm.ָ57.
61
Laָpluralidadָdeָtérminosָparaָ‫'ָׁשמיִ ם‬cielos',ָyָelָhechoָdeָqueָtambiénָseָduplicóָparaָ"cielo",ָsinָ
duda contribuyó a la adopción de la noción grecorromana de muchos cielos. El primer punto lo establece J. E.
Wright, La Historia Temprana Del Cielo, pág. 180.
62
Véase J. J. Collins, "La vida después de la muerte en la Literatura Apocalíptica", en el Judaísmo en
la Antigüedad Tardía, vol. 3 (ed. J. Neusner, et al.; Leiden: Brill, 2001).
63
J. E. Wright, La Historia Temprana Del Cielo, pág. 183.
64
D. Levenson, Resurrección y Restauración de Israel: la Victoria Final del Dios de la Vida (New
Haven: Yale University Press, 2006), argumenta que el Seol era solo el destino de los menos dignos, que
habían muerto sin la bendición de Dios, y que había una visión alternativa en el antiguo Israel en la que los
piadosos podían ser tomados o redimidos por Dios y disfrutar de una forma de existencia continua libre de las
tribulaciones de la vida. Si bien presenta algunas pruebas convincentes en apoyo de su hipótesis, la propuesta
no puede reconciliarse de manera coherente con todos los pasajes bíblicos. Por ejemplo, la suposición de
Jacob de que su hijo José ha muerto y su voluntad de unirse a él en el Seol sugiere que no hay un destino
alternativo (Gn 37:35). Además, David le dice a Salomón que no permitaָqueָlasָ“canasָdeָJoabָdesciendanָalָ
Seolָ(‫ָ)ׁש ֽאל‬enָpaz”ָ(1ָReyesָ2:6),ָloָqueָimplicaָqueָunoָnormalmenteָloָharía.ָElifazָtambiénָprevéָlaָ
ְּ
posibilidad de que uno vaya a la tumba con todo su vigor (Job 5:26). También hay evidencia afín de
Mesopotamia y Ugarit que muestra que el inframundo fue como el Seol y, sin embargo, el destino final de
todos los vivos. Además, los ajuares funerarios israelitas desde la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro
típicamente incluían una lámpara de aceite, un artículo que uno consideraría innecesario si el destino del
difuntoָnoָfueraָoscuroָyָfríoָ(señaladoָporָS.ָL.ָCook,ָ“Prácticas Funerarias y Expectativas del Más Allá en
resurrección y la inmortalidad del alma, mientras que otros no, y también había una
variedad de puntos de vista sobre lo que sucedería al final de los días. Algunos creían que
aparecería un Mesías, otros dos, y algunos veían el mundo venidero como una existencia
espiritual, otros como una existencia física renovada.65

Los puntos de vista sobre la vida después de la muerte en el cristianismo primitivo no


eran menos diversos, cambiantes e ideosincráticos. Al principio, parece que hubo poco
interés en la inmortalidad del alma, y la esperanza era, en cambio, la resurrección del
cuerpo. Los cristianos interpretaron el martirio de su líder como el inicio del eschaton
(los últimos tiempos), y su resurrección como la prueba de que él es Mesías y Dios. Sin
embargo, no pasó mucho tiempo antes de que los cristianos adoptaran las nociones
helenísticas de la inmortalidad del alma, ya que les permitía explicar el aparente retraso
del inminente fin de los tiempos. Proporcionó un tiempo intermedio en el que Dios
recompensaría a los justos y a los pecadores.66

Tanto para los judíos como para los cristianos, la influencia del pensamiento helenístico
fue tan profunda que tan solo en los primeros siglos de la era común, el antiguo concepto
israelita de un universo de cinco partes dio paso a la cosmología de los astrónomos
helenísticos: una tierra en el centro de un universo rodeado de esferas celestiales
concéntricas, cada una en movimiento, con la morada divina en la esfera más externa.
Hubo varias variaciones de este modelo, algunas con más o menos esferas, pero su
estructura básica permaneció firmemente en su lugar durante siglos. Mientras tanto, los
filósofos helenísticos, inspirados por las nociones del alma inmortal y no convencidos
por la existencia de un inframundo, ubicaron cada vez más al Hades en los cielos.67

Por supuesto, el cristianismo reservó un lugar para Hades fuera de las esferas celestiales,
pero en ese momento, Hades había perdido su lugar en el mapa cosmológico, que miraba
cada vez más hacia el cielo.68 Como resultado, la noción de un inframundo mientras una

elָAntiguoָIsrael”,ָBrújula de la Religión 1 [2007]: 678–679). En cualquier caso, una visión alternativa de la


vida después de la muerte en Israel no niega la existencia de la cosmología discutida aquí, que fue compartida
por todo el Levante. De hecho, podría haber contribuido a las concepciones cambiantes de la otra vida en los
primeros judaísmos de los primeros siglos E.C.
65
Véase G. W. E. Nickelsburg, Resurrección, Inmortalidad y Vida Eterna en el Judaísmo
Intertestamentario y el Cristianismo Primitivo (estudios teológicos de Harvard 56; Cambridge: Harvard
UniversityָPress,ָ2006),ָpág.ָ222,ָquienָafirmaָqueָ“noָexistíaָunaָúnicaָortodoxiaָjudíaָsobreָelָtiempo,ָelָ
modoָyָelָlugarָdeָlaָresurrección,ָlaָinmortalidadָyָlaָvidaָeterna”.
66
A. F. Segal, Vida Después de la Muerte: Una Historia del Más Allá en la Religión Occidental
(Nueva York: Doubleday, 2004), págs. 697–707.
67
M. P. Nilsson, Historia de la Religión Griega (3ª ed., Handbuch der Altentums-wissenschaft 5;
Munich: Beck, 1974), págs. 240-241; JJ Collins, "El Más Allá en la Literatura Apocalíptica". 3:132-133.
68
Sí aparecen vestigios de este concepto anterior en algunos textos del Nuevo Testamento, por
ejemplo, Efesios 4:8–10; Fil 2:10; Apocalipsis 5:3. Sin embargo, la teología cristiana transformó cada vez más
el inframundo en un infierno. Ya en el Período del Segundo Templo, el concepto griego de Hades, que había
entrado en el judaísmo como la traducción griega del hebreo Sheol, había perdido su significado original
como dios del inframundo y lugar de existencia fría y pálida (cf. Odisea 24.204). Los primeros cristianos, que
se basaban en la Septuaginta, heredaron del judaísmo la concepción del Hades y la noción separada de un
lugar ardiente para castigar a los pecadores (ver J. J. Collins, "la Vida Después de la Muerte en la Literatura
Apocalíptica", págs. 122-123), aunque transformaron y les dio roles escatológicos. El Hades y sus impíos
serían arrojados a la Gehenna o al lago de fuego, junto con la muerte y el diablo al final de los tiempos (Apoc.
20:10–14). Sobre estos desarrollos, véase A. E. Bernstein, La Formación del Infierno: Muerte y Retribución
en el Mundo Cristiano Antiguo y Primitivo (Ithaca: Cornell UniversityָPress,ָ1993);ָH.ָA.ָKelly,ָ“Infiernoָ
existencia fría y continuada sin esperanza se desvanecía gradualmente en el olvido.

Esָestaָ“nueva”ָcosmologíaָlaָqueָinformaָlasָprimeras traducciones de la Biblia,69 y la


que, durante casi dos milenios, hizo inconcebible comprender que la creación de Dios en
Génesis 1:1 incluyera el inframundo. Incluso los avances de Copérnico y Kepler en los
siglos XV y XVI, y de Galileo un siglo después, solo perpetuarían una cosmología entre
los filósofos y teólogos de la naturaleza que era totalmente ajena a los israelitas, como
observa Stephen Cook:

En general, se acepta que la interpretación clásica premoderna de la Biblia erró


gravemente al aplicar nociones extrañas de la vida después de la muerte
basadas en el dualismo griego a sus lecturas de las escrituras hebreas. Pocos
eruditos bíblicos modernos continúan asociando la Biblia hebrea con un cielo
de otro mundo, un alma inmaterial atrapada en una prisión física o la muerte
como una experiencia de liberación. El mundo bíblico simplemente no opuso
espíritu y materia, mente y cuerpo. Este hecho, sin embargo, generalmente
sorprende a grandes segmentos del público en general, quienes continúan
asumiendo que la Biblia describe la salvación como algo incorpóreo y etéreo.70

La observación de Cook resume correctamente el poderoso impacto que las


construcciones teóricas anacrónicas pueden ejercer sobre las lecturas contemporáneas del
textoָbíblico.ָTambiénָloָes,ָsostengo,ָconָlaָlecturaָtradicionalָdeָ“cieloָyָtierra”ָenָ
Génesis 1:1, que es más un producto de la filosofía helenística que de la cosmología
israelita. Además, en la medida en que la especulación teológica que informaba la nueva
cosmología era de interés terrenal solo para los humanos, la cosmología se volvió
igualmente androcéntrica, con los mortales ocupando ahora el polo cósmico opuesto a
Dios. Dada la influencia generalizada de este cambio de paradigma en los judaísmos y
cristianismos, pasados y presentes, uno puede entender por qué la lectura tradicional ha
tenido, y probablemente seguirá teniendo, un control tan estricto sobre los fieles.
Además, como argumentaré en el siguiente excursus, esta influencia ha desempeñado un
papel irónico en la configuración de nuestra comprensión de uno de los descubrimientos
arqueológicos más importantes en la historia de los estudios bíblicos.

6. EXCURSUS: ENUMA ELISH

La cosmología helenística no solo ha influido en las primeras traducciones de la Biblia,


sino que, a través de estas traducciones, ha dejado una huella indirecta en el texto
comparativo más importante relacionado con Génesis 1, la historia de la creación
babilónica: Enuma Elish.

con Purgatorio y Dos Limbos:ָLaָGeografíaָyָlaָTeologíaָdelָInframundo”,ָenָEl Infierno y Su Vida Después


de la Muerte: Perspectivas Históricas y Contemporáneas (ed. I. Moreira y M. Toscano; Burlington: Ashgate,
2010), págs. 121–136.
69
Porָloָtanto,ָlasָtraduccionesָdeָlaָSeptuagintaָ(γῆ)ָyָlaָVulgataָ(terra)ָenָGénesisָ1:1,ָambasָreflejanָ
elָentendimientoָ“tierra”.ָElָcognadoָdeָPeshittaָʾarʿāʾָconservaָlaָambigüedadָdelָhebreo,ָperoָseָentendió
que significaba "tierra".
70
S.ָL.ָCook,ָ“PrácticasָFunerarias”,ָpág.ָ661.
Sus primeras líneas afirman de manera similar un conocimiento especial de los orígenes
del cosmos:

1. enūma eliš lā nabû šamāmū


2. šapliš ammatum šuma lā zakrat

Cuando arriba, los cielos no habían sido nombrados,


Abajo, la tierra no había sido evocada.

Desde el momento de su sensacional descubrimiento, el texto ha sido comparado con


Génesis 1, y por una buena razón. Las similitudes de los textos, al menos en la
traducción, deberían ser obvias incluso para aquellos con una familiaridad rudimentaria
conָGénesis.ָSegúnָW.ָG.ָLambert,ָ“ElָprimerָcapítuloָdeָGénesisָproporcionaָelָ
paralelo más cercano a la división de las aguasָcósmicas”.71 Sin embargo, ¿es posible que
laָlecturaָtradicionalָdeָGénesisָ1:1ָcomoָlaָcreaciónָdeָ“elָcieloָyָla tierra”ָhayaָ
influido en nuestra comprensión del Enuma Elish?

Hoy, podemos dar crédito a nuestro gremio por practicar un enfoque mucho más
mesurado del trabajo comparativo que en tiempos pasados.72 Sin embargo, en los años
incipientes de la asiriología, la Biblia hebrea era el lente mismo a través del cual uno leía
los nuevos descubrimientos. Una ilustración perfecta de esto es el nombre de la
publicación de George Smith en la que el Enuma Elish llegó por primera vez al público
en general: El Relato Caldeo del Génesis, Que Contiene la Descripción de la Creación, la
Caída del Hombre, el Diluvio, la Torre de Babel, los Tiempos de los Patriarcas, y
Nimrod.73 Es difícil sobrestimar el impacto de este pequeño libro. Fue una sensación
mundial, e incluso obligó a la sociedad victoriana a renovar el debate sobre el
creacionismo y la verdadera edad de la tierra.74 Además, Smith ya había alcanzado la
fama en 1872 por su traducción del relato caldeo del diluvio, es decir, Epopeya de
Gilgamesh XI, que había presentado a la Sociedad de Arqueología Bíblica con la
presencia del Primer Ministro.75 De hecho, el descubrimiento del texto del diluvio llevó
al Daily Telegraph a patrocinar y sensacionalizar la excavación que nos trajo al Enuma
Elish.

71
W. G. Lambert, Los Mitos Babilónicos de la Creación, p. 171.
72
VéaseָB.ָT.ָArnold,ָ“Asiriologíaָyָestudiosָbíblicos:ָ¿Tiempoָdeָreevaluación?”ָLa Biblia y la
Interpretación (2005). En línea: http://www.bibleinterp.com/articles/2005/04/arn308001.shtml, que analiza las
trampas anteriores que acosan el trabajo comparativo de los biblicistas y los asiriólogos, como la controversia
"Babel und Bibel" y la paralelomanía. Sobre lo primero, véaseָtambiénָB.ָT.ָArnoldָyָD.ָB.ָWeisberg,ָ“unaָ
revisión centenaria de lasָconferenciasָ‘BabelָyָlaָBiblia’ָdeָFriedrichָDelitzsch”,ָJBL 121 (2002): 441–457.
Sobreָesteָúltimo,ָvéaseָS.ָSandmel,ָ“Parallelomania”,ָJBL 81 (1962): 1–13. Este último se basa en su
discurso presidencial ante la Sociedad de Literatura Bíblica en 1961.
73
G. Smith, El Relato Caldeo Del Génesis, Que Contiene La Descripción De La Creación, La Caída
Del Hombre, El Diluvio, La Torre De Babel, Los Tiempos De Los Patriarcas Y Nimrod: Fábulas Babilónicas
Y Leyendas De Los Dioses; De Las Inscripciones Cuneiformes (Nueva York: Scribner, Armstrong, 1876).
74
Ver V. Cregan-Redi, Descubriendo a Gilgamesh: Geología, Narrativa y lo Sublime Histórico en la
Cultura Victoriana (Manchester: Manchester University Press, 2013).
75
Reeditado con una breveָintroducciónָenָG.ָSmith,ָ“ElָRelatoָCaldeoָdelָDiluvio”,ָenָelָMito del
Diluvio (ed. A. Dundes; Berkeley: Universidad de California Press, 1988), págs. 29–48. Smith presume el
conocimientoָdelָtextoָbíblicoָporָparteָdeָlaָaudienciaָcuandoָdice:ָ“ElָrelatoָbíblicoָdelָDiluvio,ָcontenidoָ
enָlosָcapítulosָsextoָalָnovenoָdeָGénesis,ָes,ָporָsupuesto,ָfamiliarָparaָtodosָnosotros”ָ(p.ָ42).
Examinar las páginas antiguas del "Génesis caldeo" de Smith revela una metodología
igualmente anticuada. Smith sugiere abiertamente que los textos cuneiformes fueron los
materialesָdeָorigenָdeָlosָcualesָseָ“copió”ָelָrelatoָbíblico,ָyָrepetidamenteָseָrefiereָ
a los fragmentos del textoָcomoָpiezasָdeָlasָ“leyendasָdelָGénesis”,ָoָlaָ“caídaָdelָ
hombre”,ָoָlaָ“caídaָdelָhombre”.ָTorreָdeָBabel."ָYָsiָbienָpodemosָperdonarָaָSmithָ
por no comprender completamente las dos primeras líneas del mito correctamente, la
ubicación de Génesis 1:1 inmediatamente después de las primeras líneas del texto, en un
contexto tan cargado, hace más que invitar a la comparación.76 Tenía la comprensión
tradicionalָdeָGénesisָ1:1ָhubieraָsidoָ“elָcieloָyָelָinframundo”,ָunoָseָpreguntaָcómoָ
habría traducido Smith las primeras líneas del Enuma Elish.

De hecho, hay una gran cantidad de evidencia que sugiere que deberíamos leer el
merismoָ“elָcieloָyָelָinframundo”ָtambiénָenָEnuma Elish I: 1–2. Ciertamente, la
evidencia antes citada del merismo en otros lugares de los textos cuneiformes alienta esta
lectura, pero también hay evidencia interna.

Aunque el texto emplea el sinónimo poético ammatu, en lugar del cognado erṣetu, como
erṣetu, puede referirse a laָ“tierra”ָoָalָ“inframundo”.77 Sin embargo, la lectura
“inframundo”ָesָmuchoָmásָpreferida.ָDeָhecho,ָhaceָmuchoָtiempo,ָManfredָHutterָ
propuso que deberíamos leer ammatu comoָ“inframundo”,ָpero,ָconָunaָexcepción,ָsuָ
idea parece haber caído en saco roto.78

76
G. Smith, El Relato Caldeo del Génesis, pág. 62, traducido I:1–2:ָ“cuandoָarribaָnoָseָlevantabanָ
losָcielosָyָabajo,ָsobreָlaָtierra,ָnoָhabíaָcrecidoָunaָplanta”.ָSeָhicieronָmejorasָaָlaָtraducciónָdespuésָdeָ
la muerte prematura de Smith. Así, E. A. W. Budge, Las Leyendas Babilónicas de la Creación y la Lucha
entre Bel y el Dragón: según lo Dicho por las Tabletas Asirias de Nínive (Londres: Trustees of the British
Museum, 1921), págs. 31-32:ָ“Cuandoָlosָcielosָarribaָaúnָnoָtenían nombre, y el nombre de la tierra no
habíaָsidoָregistrado.”
77
Ver CAD M/2 75, s.v. ammatu B; W. Horowitz, Geografía cósmica de Mesopotamia, p. 268.
Compare un encantamiento con Enmešarra, en el que los sinónimos de ambos términos también confirman el
merismo: bēl ašri kur.nu.gi4 šadû ša danunnaki “Señorָ(Enmešarra)ָdelָcieloָyָelָinframundo,ָMontañaָdeָlosָ
Anunnaki”.ָEnָR.ָBorger,ָ"El Ritual de la Construcción del Templo K 48+", ZA 61 (1971): 77.
78
M.ָHutter,ָ“ammatu:ָUnterweltָen Enuma ElišָIָ2,”ָRAָ79ָ(1985):ָ187–188. Que yo sepa, sólo B. R.
Foster, Antes de las Musas: Una Antología de la Literatura Acadia, vols. 1–2 (3ra ed; Betheda: CDL Press,
1993), 1:439, 485, ha traducido ammatu comoָ“inframundo”,ָyָcitaָlaָnotaָimportanteָdeָHutter. Sin
embargo, ni W. Horowitz, La Geografía Cósmica Mesopotámica, ni W. G. Lambert, Los Mitos Babilónicos
de la Creación, parecen conocerlo, ya que ninguno lo cita, ni siquiera para refutarlo. Sin embargo, Horowitz
(págs. 122, 125) argumenta que no hay inframundo en Enuma Elish. Su argumento tiene cuatro bases:
primero, se dice que los Anunnaki subieron del Apsu para llegar a Babilonia en V 125-126; segundo, en VI
39–44, Marduk coloca 300 Anunnaki en los cielos (šamê) y 300 en la tierra (erṣetu); tercero, ningún ser
humano muere en el texto; y cuarto, Nergal y Ereshkigal no aparecen. Con respecto al primer punto, otros
textos nos informan que el viaje de los Anunnaki a través del Apsu es meramente una perífrasis, ya que Ea
mora en el Apsu, sin embargo se nos dice: šubassu ašar erṣetimma 'su morada es donde está el inframundo'
(CT 16 46:189). De hecho, mucho después de que Marduk hubiera asignado a los Anunnaki al inframundo, se
nosָdice:ָ“300ָIgigiָdelָcieloָyָ600ָdeָApsu,ָtodosָellos,ָseָhabíanָreunido”ָ(VI:69). Quizás la confusión
proviene de la noción de que Ea construyó su morada sobre el difunto Apsu (que coloca el cuerpo de Apsu en
el inframundo) y nombra su propio hogar Apsu (I:71, 76). El mismo Horowitz proporciona mucha evidencia
adicional de la superposición entre las dos regiones en su sección titulada "El Apsu y el inframundo" (págs.
342–344), y Lambert, Mitos Babilónicos de la Creación, pág. 199, discute lo mismo. Una confusión similar
existe en los textos ugaríticos y bíblicos que describen el inframundo como cerca o en el agua (CAT 1.1 iii 23;
2 Sam 22:16; Job 28:11; 38:16). El segundo argumento de Horowitz es bastante circular, ya que depende de
cómo se traduzca erṣetu.ָSiָseָentiendeָqueָsignificaָ“inframundo”,ָnoָhayָcontradicción.ָAdemás,ָsabemosָ
Quizásָelָargumentoָmásָconvincenteָaָfavorָdeָlaָlecturaָ“cieloָeָinframundo”ָesָqueָelָ
punto de vista del narrador en I:1-2 es la tierra sobre la que se encuentra, lo que significa
que el ammatu “debajo”ָdeָélָdebeָserָelָinframundo. Sin embargo, también hay
evidencia lingüística y literaria. Por ejemplo, la lista léxica Malku I:51 equipara ammatu
con dannatu, y Malku II:13 identifica ammatu con erṣetu. Dado que erṣetu es el término
más común para "inframundo", ammatu y dannatu deben ser sinónimos.79 Otra tradición
léxica equipara la forma relacionada danninu 'inframundo' con erṣetu.80 Los comentarios
al Enuma Elish y la Teodicea Babilónica registran tradiciones similares.81

por otras tradiciones textuales que se creía que los Anunnaki habitaban el inframundo y no la tierra de los
vivos.ָHorowitzָoscilaָsobreָesteָpuntoָporqueָargumenta:ָ“DesdeָelָperíodoָKasitaָenָadelante,ָlosָ
Anunnakiָsonָgeneralmenteָdiosesָdeָlaָtierra”ָ(p.ָ108), yָsinָembargoָtambiénָafirma:ָ“Comoָseָseñalóָ
anteriormente,ָlosָAnunnaki,ָdesdeָelָperíodoָKasitaָenָadelante,ָsonָcasiָsiempreָdiosesָdelָinframundo”ָ(p.ָ
18). También proporciona una serie de textos de prueba para la morada del inframundo de los Anunnaki,
como KAR 307, en el que "Bel encerró a 600 Anunnaki en el inframundo" (p. 18). Con respecto a que ningún
ser humano muera en Enuma Elish, no estoy convencido de que debamos esperar encontrar esto cuando el
enfoque de la historia está completamente en cómo las cosas llegan a existir. Por lo tanto, escuchamos sobre la
creación de humanos, pero no sobre su muerte. De manera similar, el relato de la creación de Génesis nos dice
cómo se crearon los humanos, pero no escuchamos nada sobre la muerte de Adán hasta la lista genealógica en
Génesis 5:3, y nunca escuchamos sobre la muerte de Eva. Esto se debe a que la muerte mortal no tiene cabida
en el relato de su creación. Finalmente, sigo sin estar convencido de que podamos esperar que el autor del
texto incluya a Nergal y Ereshkigal. La tablilla de apertura nos habla solo de los dioses que se formaron en
medio de Apsu y Tiamat (I: 9) y la epopeya no pretende ser cosmológicamente exhaustiva, como Lambert,
Mitos Babilónicos de la Creación, p. 169,ָnosָrecuerda:ָ“PeroָestoָnoָsignificaָqueָEnūma eliš presente todo
lo que se sabe de la cosmología babilónica. Por el contrario, la epopeya utiliza solo una selección de la riqueza
delָmaterialָdisponible”.ָAdemás,ָNergalָgeneralmenteָnoָapareceָdeָmaneraָprominente en epopeyas y
mitos más allá del Mito de Nergal y Ereshkigal y la duodécima tablilla de la Epopeya de Gilgamesh. Ni
siquiera aparece en el Descenso de Ishtar, donde uno podría argumentar que deberíamos esperar encontrarlo.
Además, según su propio mito, fue enviado al inframundo por ofender al visir de Ereshkigal, Namtar, y
después de acostarse con Ereshkigal y abandonarla, Anu, Enlil y Ea lo obligaron a regresar al inframundo para
siempre. Por lo tanto, es algo así como un paria entre los dioses del cielo. En el mismo mito, Ereshkigal no
puede ascender a los cielos por las leyes inmutables del universo. Dado que Enuma Elish se centra por
completo en los orígenes de los cielos y sus dioses y en el señorío de Marduk y la creación de los primeros
mortales, la pareja divina no juega ningún papel. También observo que Lambert, Los Mitos Babilónicos de la
Creación, no comparten el punto de vista de Horowitz cuando traduce erṣetu como "inframundo" en VI: 43,
44, 46, 79, 100, 141, 144 (aunque traduce erṣetu enָI:ָ2ָcomoָ"ָtierra”,ָ[pág.ָ51]). Para los mitos antes
mencionados, véase O. Gurney, "Las Tablillas Sultantepe (continuación): VII. El Mito de Nergal y
Ereshkigal", AS 10 (1960): 105–131; M. Hutter, Concepciones Orientales Antiguas del Inframundo:
Reflexiones Literarias y Religioso-Históricas sobre “Nergal y Ereskigal” (OBO 63; Fribourg: Editions
universitaires; Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 1985).
79
I:51 dice: am-ba-tu4 = dan-na-tu; y II:13: am-ba-tu4 = er-se-tu4. Véase I. Hrusa, La Lista Acadia de
Sinónimos malku = šarru: Una Edición de Texto con Traducción y Comentario (Munster: Editorial Ugarit,
2010), págs. 32–33,ָ199;ָCADָA/2ָ75,ָv.s.ָammatu;ָB.ָHutter,ָ“profesional”,ָpág.ָ187,ָseñalaָsóloָlaָprimeraָ
tradición léxica.
80
Consulte Diri: MSL 15 126 150–154. CAD D 91, s.v. danninu ComoָB.ָHutter,ָ“profesional”,ָpág.ָ
187, núm. 2, observa, creyente, creyente y creyente tienen un rango semántico similar (esencialmente significa
"fuerte, firme"), y cada uno se usa para referirse al inframundo. De hecho, el término danninu siempre se
refiere al inframundo. Ver CAD D 91, s.v. danninu
81
En Enuma Elish VII: 135, danninu se empareja con ašru, un término poético para "cielo". El
comentario identifica danninu como erṣetu. Véase W. G. Lambert, Los Mitos Babilónicos de la Creación,
págs. 130–131, 134. el comentario a la Teodicea Babilónica, línea 58, identifica: a-ma(texto ba)-tíš = am-ma-
tíš = kīma (gim) er-ṣe-tú. Ver W. G. Lambert, Literatura Sapiencial Babilónica, p. 74. Esto último también
fue observado por B. Hutter,ָ“ammatu”,ָpág.ָ187.
Además, el cielo y la tierra no se crean hasta que Marduk separa a Tiamat en las Tablas
IV y V. En IV:137–138,ָaprendemos:ָ“Élָlaָpartióָenָdosָcomoָunָpezָseco.ָLaָmitadָdeָ
ella la erigió y extendió el cielo (šamāmī).”ָEsteָesָclaramenteָelָcieloָestrelladoָdeָlaָ
cosmología babilónica y no los cielos superiores, porque Marduk luego crea las estrellas
y sus constelaciones (VI: 1-2). Si šamê en I:1 abarcara los cielos superiores y el
firmamento, entonces no habría necesidad de que Marduk lo creara de nuevo.

Obsérvese también la construcción de Marduk de tres templos al final de la tablilla, que


elָautorָasignaָaָlosָdiosesָdeָmaneraָquiástica:ָ“EnָEshgalla,ָEsharra,ָqueָélָhabíaָ
construido, y los cielos (šamāmī),ָestablecióָenָsusָsantuariosָaָAnu,ָEnlilָyָEa”.ָ
(IV:145–146). La morada de Anu en los cielos es bien conocida, y Esharra pertenece a
Enlil, lo que da Eshgalla a Ea. Si bien, naturalmente, uno podría ubicar la estructura de
Ea en el Apsu, dos tradiciones léxicas muestran que Eshgalla significa "el inframundo".82
Además, esto concuerda con una tradición anterior en la que la tríada divina crea el
cosmos sin mencionar a Marduk: enu danu denlil u dea ilāni rabûti šamê u erṣeta ibnû
ûddū giskimma 'Cuando Anu, Enlil y Ea construyeron el cielo y el inframundo, revelaron
señales'.83

En V:53–64, Marduk luego toma la otra mitad interior de Tiamat y crea la tierra, el Tigris
y el Éufrates, las montañas y las cuñas para sostener el cielo. Luego, escanea todo el
cosmos: ipteqma šamê u erṣetim ‘inspeccionóָlosָcielosָyָelָinframundo’ָ(V:65).84 Su
siguiente acto divide a 600 Anunnaki en eliš u šapliš ‘gruposָsuperiorָeָinferior’ָ(VI:40).ָ
Aquí el adverbio šapliš 'debajo' es sinónimo del inframundo cuando se combina con eliš
'arriba' (cf. su contraparte nominal šaplītu 'parte inferior', que invariablemente significa
'inframundo').85 Marduk luego coloca 300 de ellos en los cielos (VI:41) y 300 en el

82
Así,ָEaָIVָ161ָdice:ָúr.ru.galָ(abָxָeš)ָ[qab-ru],ָúr.ru.galָ(abָxָgal)ָ=ָ[min],ָeš.g[a]lָ(abָxָgal)ָ=ָ
[su];ָyָAaָIV/3ָ106ָregistros:ָ[eš.gal]ָ(abָxָgal)ָ=ָ[šuָ=ָ(ešgallu)], qab-rum, er-ṣe-tum. Citado en CAD E 364,
s.v. ešgallu. W. G. Lambert, Los Mitos Babilónicos de la Creación, pág. 476, también señala las tradiciones.
Sobre la superposición entre el Apsu y el inframundo, véase también n. 78 arriba.
83
W. G. Lambert, Los Mitos Babilónicos de la Creación, p. 177, también se lee erṣetu aquí como
“inframundo”.
84
Aunque el verbo patāqu significaָ“construirָconָladrillos”,ָ“fundir,ָrefinar,ָfundirָmetales”ָoָ“darָ
forma,ָdarָforma”,ָW.ָG.ָLambert,ָLos Mitos Babilónicos de la Creación, pág. 101, traduce ipteqma en V:65
comoָ“inspeccionado”,ָprobablementeָporque Marduk ya había cesado en su trabajo creativo. CAD P 273,
s.v. patāqu. Sostengo que la solución de cómo entender ipteqma y erṣetim aquí se encuentra en dos textos. La
primera es la lista de sinónimos acadios LTBA 2 2 i 2–5, que equipara erṣetu con los siguientes términos:
kiūru, danninu, lammu e irkallu. El segundo es KAR 307, que identifica a danninu más específicamente como
una superficie de la tierra más baja. Dado que el danninu es una superficie que impide que los muertos entren
en la tierra de los vivos, debe ser el techo del inframundo y no su piso, lo que también lo convierte en el piso
de la tierra. Esto coincidiría con la sugerencia de Horowitz (p. 16) de que el sinónimo dannatu es el piso del
Apsu (y por lo tanto el techo del inframundo). Con respecto al sinónimo kiūru, Horowitz observa que su
homónimo casi sumerio ki.ùr.a se explica en an.ta.gál = šaqû G 22 (MSL 17 221) como nēreb erṣetim “laָ
entradaָalָinframundo”ָ(W.ָHorowitzָ,ָGeografíaָcósmicaָdeָMesopotamia,ָpáginaָ276).ָEstoָtambiénָloָ
identificaría como el techo del inframundo. Por lo tanto, las palabras ipteqma šamê u erṣetim V:65 deben
referirseָaָlaָcreaciónָdeָ“laָtierraָyָelָcielo”.ָDeָhecho,ָestoָesָloָqueָdebeָsignificar,ָyaָqueָlosָcielosָyָelָ
inframundo ya aparecían en la Tabla I. La ambigüedad aquí es quizás deliberada porque obliga a uno a
contemplar el logro de Marduk dentro del cosmos más grande en el que los dioses ya habían estado viviendo.
El significado de dannina como techo del inframundo también explicaría VII:135: aššu ašrī ibnâ iptiqa
dannina bēl mātāti šumšu ittabi abu dEnlil ‘porqueָélָcreóָelָcieloָyָformóָelָtechoָdelָinframundo,ָelָPadreָ
EnlilָloָllamóָSeñorָdeָlasָTierras’.
85
CADָŠ/1ָ464,ָv.s.ָšaplâtu.ָVéaseָtambién W. Horowitz, Geografía Cósmica Mesopotámica, págs.
erṣetim “inframundo”ָ(VI:43).86 También distribuye ingresos a los Anunakki de šamê u
erṣetim 'cielo e inframundo' (VI:46). Si no hubiera habido un inframundo antes, no habría
sido posible estacionar a los Anunnaki allí. Por lo tanto, el establecimiento del cielo y la
tierra por parte de Marduk en la Tablilla VI es paralelo a la creación del cielo y la tierra
en Génesis 1:6–10, no los cielos y el inframundo de Génesis 1:1.

El apoyo adicional proviene de dos de los cincuenta nombres de Marduk. Su segundo


nombre es "Marukka: él es el dios que los creó, que tranquilizó a los Anunnaki, a los
Igigi a descansar" (VI: 133-134). El par de palabras Anunnakki//Igigi generalmente
denota el inframundo y los cielos (cf. VI:69). De manera similar, el quinto nombre de
MardukָesָLugaldimmeranki,ָqueָelָtextoָglosaָdiciendoָqueָsignificaָ“Élָesָelָseñorָdelָ
cielo y del inframundo (šamê u erṣetim), el rey ante cuyos mandatos los dioses en las
regiones superior e inferior (eliš u šapliš)ָseָestremecen”ָ(ָVI:ָ141–142).

La evidencia combinada argumenta fuertemente a favor de rechazar la lectura


convencional del Enuma Elish I:1ָcomoָ“cielo”ָyָ“tierra”ָaָfavorָdelָ“cielo”ָyָelָ
“inframundo”.ָComoָHutterָobservaָacertadamente,ָlaָlecturaָconvencionalָdejaָsinָ
explicación la apariencia del inframundo en otras partes del mito.87 No se ajusta ni a la
cosmología babilónica ni a los muchos casos de merismo en otras partes de los textos
cuneiformes. De hecho, cuando se leen bajo esta luz, las descripciones de Apsu y Tiamat
en I:3-5 representan una expansión de los dos primeros versos, porque proporcionan y
explican las materias primas de las que se forman los cielos, la tierra y el inframundo.
seráָrealizado.ָPorָloָtanto,ָelָ“cielo”ָdeָAnuָesָlaָdescendenciaָdeָApsuָyָTiamatָ
(I:14), el asesinato de Apsu por parte de Ea crea el inframundo (I:69–71),88 y el asesinato
de Tiamat por parte de Marduk produce el cielo y la tierra (IV:103). –V:62). El resultado
es la cosmología babilónica de cinco partes, idéntica a la de Ugarit e Israel, y que
comparte la misma confusión lingüística y etiológica: šamû 'cielos, cielo' y erṣetu 'tierra,
inframundo'.

Cielos (Anu = šamû)


Cielo (šamû)
Tierra (ersetu)
Aguas subterráneas (Apsu) y gran abismo (nagbu)
Inframundo (ersetu)

116, 292–293.ָAunqueָCADָŠ/1ָ466,ָs.v.ָšapliš,ָtraduceָšaplišָcomoָ"tierra",ָcadaָunoָdeָlosָtextosָdeָ
pruebaָqueָpresenta,ָincluidoָesteָpasaje,ָseָrefiereָaָotrosָreinosָcósmicos.ָEnָAtraḫasisָIIָivָivָ1–2, el
término no aparece en referencia a la tierra, sino al nagbu 'gran abismo': elēnum mi-[... ] šapliš ul i[llika ] mīlu
ina nagbi 'encima de [... ], abajo, ninguna inundación vino del gran abismo'. Por lo tanto, el texto en la laguna
después de elēnum probablemente se refirió al cielo. Lo mismo se aplica a los pasajes de la recensión asiria
(IV:45, 55). El pasaje que CAD localiza en Enuma Elish V:121 no se refiere a la tierra, sino al suelo del cielo:
šapliš ašrata udannina qaqqarša ‘debajoָdelָcielo,ָcuyoָsueloָafirmé’.ָDeָmaneraָsimilar,ָW.ָG.ָLambert,
Los Mitos Babilónicos de la Creación,ָp.ָ105.ָAsí,ָcuandoָseָrefiereָaָlasָregionesָcósmicas,ָšapliš,ָcomoָ
šaplâtu,ָseָrefiereָalָinframundo.ָAsí,ָporָejemplo,ָUtukkū-Lemnūtu XIIIָ19:ָ“(LosָdemoniosָSibittu) se
sientan en silencio en los caminos y se dispersan abajo (šapliš, es decir, en el inframundo)”.ָVéaseָM.ָJ.ָ
Geller, Demonios Malignos, págs. 166, 242.
86
Traducidoָcomoָ“inframundo”ָporָW.ָG.ָLambert,ָMitos Babilónicos de la Creación, p. 113.
87
M. Hutter, “ammatu,” pp. 187–188.
88
Ea construye su vivienda sobre el difunto Apsu, lo que apropiadamente hace que su cuerpo sea el
equivalente del inframundo (I:71).
A la luz de la propuesta de Hutter y la evidencia adicional reunida aquí, afirmo que hay
una gran cantidad de otras referencias a šamê y erṣetu en los textos sumerios y acadios
que deben revisarse.

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