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Unidad 5 Medicamentos.
Unidad 5 Medicamentos.
➢ Hidratación adecuada
La hidratación puede ayudar a bajar la fiebre, debido a que puede ayudar a recuperar los líquidos
perdidos debido al aumento de la sudoración que se da para regular la temperatura corporal. Beber
agua, zumos o sopas.
➢ No abrigarse demasiado
Es habitual que ante la aparición de fiebre el primer impulso sea el de abrigarse. No obstante, es
recomendable no excederse a la hora de ponerse ropa y optar más bien por prendas ligeras, pues el
exceso de abrigo puede contribuir al incremento de la temperatura corporal.
➢ Paños de agua fresca
Otra de las soluciones que puede contribuir es la aplicación de paños humedecidos en agua fresca,
(no helada). Colocar estos paños en zonas como la frente, las ingles o las axilas.
➢ Un baño de agua tibia
Es muy importante realizarlo con agua tibia en lugar de agua fría, pues esta podría ocasionar
escalofríos los cuales contribuyen a aumentar aún más la temperatura del cuerpo.
➢ Descanso
Puede ser una buena medida contra la fiebre. Por lo tanto, lo recomendable es quedarse en la
cama. Además, de esta forma se evita contagiar a otras personas si estamos pasando por un
proceso infeccioso
➢ Medicación antipirética
Los medicamentos de elección para combatir los estados febriles son fármacos antitérmicos, entre los
que destacan los del grupo AINE. El ácido acetilsalicílico, el paracetamol y el ibuprofeno, que son
también indicados para tratar los dolores asociados a la fiebre.
El paracetamol Está especialmente indicado en pacientes que no deben tomar salicilatos u otros
antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como los asmáticos, las personas con antecedentes de úlcera
péptica o los niños menores de 16 años.
En adultos: preferible el ácido acetil salicílico (produce menos irritación gástrica)
En niños menores de 15 años: preferible el paracetamol y Dipirona
La dosis dependerá de la edad y la gravedad del cuadro febril. La dosis terapéutica es de 10-15
mg/kg/siempre cada 4-6 h y no se debe exceder los 4 g/día.
Su efecto dura alrededor de 9 h. A dosis habituales, los efectos adversos son raros, pero
una sobredosificación eleva el peligro de intoxicación, pudiendo producir necrosis
hepatocelular y, con menor frecuencia, necrosis tubular renal.
➢ Respiración profunda
Inhalar profundamente al respirar aire a través de tu nariz y hacia tus pulmones. El abdomen
deberá expandirse a medida que respiras. Exhala lentamente a través de la boca o nariz y relaja el
estómago después de cada respiración. Repetir varias veces.
Respiraciones profundas, controladas desde el diafragma, activan el sistema nervioso
parasimpático.
➢ Comer galletas saladas
Para los malestares matutinos, comer unas cuantas galletas saladas aproximadamente 15 minutos
antes de levantarte de la cama para ayudar a preparar el estómago. También es bueno comer otros
alimentos blandos, como el pan tostado seco o el arroz blanco, mientras te recuperas de un virus
estomacal.
➢ Tomar más líquidos
Es importante tomar suficientes líquidos para ayudar a evitar la deshidratación, aún si se vomita
algunos de ellos. Tomar los líquidos lentamente, de sorbos. Tomar demasiado cuando tienes
malestar de estómago puede causar más vómito.
Los líquidos que ayudan a mantener hidratación y pueden aliviar la náuses son:
- Té de menta
- Limonada
- Agua
Los fármacos para controlar los vómitos en niños solo deben ser utilizados si estos son muy
intensos y si el pediatra receta algún medicamento específico. Las dosis deben ser
calculadas por el médico de acuerdo con la edad y el peso del niño, y no deben ser usados
por niños menores de 2 años de edad.
Antihistamínicos ¿Qué son?
Fármacos que sirven para reducir o eliminar los efectos de las alergias, actúan bloqueando la acción de la
histamina en las reacciones alérgicas.
Los antihistamínicos también pueden ayudar a prevenir las náuseas o vómitos relacionados con viajes o
mareo del movimiento (cinetosis). Estos bloquean la acción de la histamina en el cerebro y disminuyen la
producción de ácido por el estómago.
Estos pueden ser tomados de 30 a 60 minutos antes del viaje, y cada 6 horas durante el mismo.
Sin embargo, deben ser empleados con precaución, porque pueden causar somnolencia como efecto
secundario, por lo que se debe tener cuidado al conducir, por ejemplo.
- Los efectos secundarios de los antihistamínicos pueden incluir boca seca, visión borrosa y
retención urinaria, Heces o lengua oscura, estreñimiento, zumbido en los oídos, entre otros.
• Realizar actividad física: caminar, trotar, nadar o ir en bicicleta, al menos durante 30 minutos y la
mayor cantidad de días de la semana posibles.
Si estamos ante un paciente hipertenso, debemos acudir o llamar a un servicio de urgencias en caso de:
• Dificultad para hablar, confusión, levantar un brazo o mover los músculos de la cara.
En efecto, la gripe es una patología ocasionada por virus, por lo que existen vacunas para
prevenirla, pero no medicamentos que eliminen su causa. Esta situación es diferente a la
que se presenta ante una infección bacteriana, que puede tratarse mediante un antibiótico
específico al cual la bacteria sea sensible, y que debe ser recetado por el médico.
Así, suele confundirse a la gripe con otros procesos virales diferentes como resfríos, y
bronquitis. Por esta razón, es necesario considerar que la gripe puede ser definida como
una enfermedad aguda
causada por la infección de los virus gripales, que afecta a todo el aparato respiratorio
(superior, inferior o ambos a la vez), y se acompaña de síntomas generales como fiebre,
cefalea, dolores musculares, articulares y una sensación de debilidad generalizada.
La gripe (influenza)
Es una enfermedad respiratoria contagiosa, causada por los virus de la influenza. Sus síntomas
son fiebre alta (38º o más), dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión
nasal, dolor muscular y malestar generalizado. También pueden aparecer síntomas digestivos
como náuseas, vómitos y diarrea, pero éstos son más comunes en los niños que en los adultos.
La enfermedad tiene un período de incubación corta (2 a 5 días) y es altamente contagiosa desde
un día antes de aparecer y hasta siete días después.
Prevención
La vacuna antigripal debe aplicarse en otoño, antes de los primeros fríos. Se encuentra
prioritariamente indicada para grupos de riesgo tales como adultos mayores de 65 años, personas
con enfermedades crónicas (diabéticos, cardíacos y pulmonares) y con alteraciones de la
inmunidad, y trabajadores de la salud asistencial (médicos, enfermeros y aquellos que tienen
contacto con pacientes de alto riesgo). De todas maneras, puede aplicarse desde los seis meses
de vida, sin límite máximo de edad.
Además, para prevenir la transmisión de la enfermedad de persona a persona, podemos adoptar
las siguientes medidas:
• Lavarse frecuentemente las manos (antes y después de comer, al volver de la calle, luego
de estrechar las manos a alguien que tiene tos y resfrío, luego de ir al baño, etc.).
El resfrío común
Es una enfermedad infecciosa muy común, que afecta las vías aéreas superiores. Se
presenta con mayor frecuencia durante la temporada invernal, aunque el clima frío no
constituye una causa determinante de su aparición.
El resfrío es causado por virus que se diseminan en el medio ambiente cuando una
persona afectada tose, habla, o toca a otra que se encuentra en su entorno. Al existir más
de 200 diferentes virus que pueden causar la enfermedad, es posible padecer más de un
resfrío por año, provocados por un agente causal diferente.
Los primeros síntomas (picazón en la garganta, nariz congestionada o que gotea,
estornudos, tos, dolor de cabeza, fiebre moderada, cansancio o dolores musculares)
comienzan a los dos o tres días posteriores de haber tenido contacto con un foco
infeccioso. Las mayores posibilidades de contagio se presentan durante los primeros
cuatro días y, si bien uno de cada cuatro resfríos duran hasta dos semanas o más, la
mayoría desaparece en el curso de una semana.
MEDICAMENTOS ANTIPARASITARIOS