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Defender la Constitución ante todo

Nuvia Mayorga Delgado.

Estamos a só lo unas cuantas horas de empezar un nuevo añ o legislativo con todo lo


que ello implica y con un cú mulo de temas que son relevantes para el país y, para ello,
es que todas y todos los legisladores federales debemos contar con herramientas de
aná lisis propicias para decidir sobre lo mejor del país. En ese sentido, ademá s de los
temas presupuestales que será n de vital importancia al enfocarse en el penú ltimo añ o
de la actual administració n y la precarizació n de algunas dependencias, así como de
sus facultades, tenemos de frente las reformas en materia electoral y también de la
Guardia Nacional.
En materia electoral hemos realizado un esfuerzo importante dando voz a los
principales actores en la materia y a especialistas a fin de llevar a cabo un proceso
reflexivo de peso que no deje duda de la construcció n adecuada de la normatividad y,
sobre todo, del cuidado de los intereses de quienes nos dieron su apoyo para estar en
el Congreso de la Unió n.
Como lo adelantamos, no se trata de dar un no rotundo porque esa no es la tarea de un
profesional en la materia legislativa, sino que se trata de revisar puntualmente cada
una de las propuestas que llegan a nuestras manos sin sesgos de ningú n tipo y con
todos los argumentos jurídicos y de hecho que permitan construir un mejor país
desde el apartado legal.
La materia electoral, ademá s, requiere de claridad, de suficiencia y de seriedad porque
es a través de ella que se materializa el derecho del pueblo de México a decidir, por lo
que sería un despropó sito ensuciar al Instituto o las leyes que rigen las decisiones
soberanas de nuestro país eliminando de tajo á reas, recursos o procesos que, hasta la
fecha han demostrado su eficiencia y su transparencia para rendir cuentas
democrá ticas suficientes.
Por otro lado, es innegable que la inseguridad en el país está en el momento má s
crítico de la historia, ya que los delitos de grupos del crimen organizado y los comunes
no ceden ni un milímetro sin que la estrategia cambie o se robustezca. Peor aú n , las
soluciones que se tratan de encontrar resultan, a todas luces insuficientes y contrarias
a lo mandatado en la Constitució n debido a que, pro la reforma enviada al Congreso,
se trata de una militarizació n vedada a pesar que hace apenas unos añ os, se oponían a
una medida de tal magnitud o, incluso, algunas menos agresivas.
Lo que sí debemos tener muy claro es que el proceso de modificació n que se busca en
ambos rubros no es el camino adecuado, ya que por la propia figura de modificació n
legal ya nos encontraríamos de frente con la barrera de la inconstitucionalidad cuando
nosotros, como Poder Legislativo, debemos ser los primeros en evitar esas
aberraciones jurídicas que, ademá s, en poco tiempo será n inoperantes cuando se
declare la evidente inconstitucionalidad.
Esos cambios deben de realizarse directo en la Constitució n federal, sin embargo,
parece que el afá n de hacerse tareas que no corresponden al Poder Ejecutivo y la prisa
por demostrar una falsa rivalidad entre la administració n pú blica y el Congreso para
fortalecer un discurso, han buscado una salida en cambios legales que violan
flagrantemente nuestra Carta Magna.
Tenemos la disposició n de construir acuerdos, de crear leyes acabadas y sustentadas
en el marco constitucional, sin embargo, cuando se tratan de imponer reformas el
resultado es en contra del pueblo de México que nos ha encargado seriedad en el tema
y por eso este periodo de sesiones será de gran relevancia para el futuro inmediato
para el país.

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