Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Educación
Falta de trabajo en equipo
En años recientes, los docentes a menudo han tenido que llevar a cabo roles que
no se limitan a la enseñanza. Tareas relativas al trabajo social, la psicología o la
orientación vocacional son algunos de ellos.
Falta de tiempo
Falta de planeación
Los docentes a menudo reconocen que no tienen tiempo suficiente para planear
sus clases. Esto significa recopilar material, actualizarlo y adaptarlo a sus distintos
grupos de alumnos. Planear es una tarea importante que amerita tiempo, un bien
escaso en la actualidad, principalmente en la educación “cara a cara”.
Trámites y reportes
Usualmente los docentes deben elaborar reportes o hacer trámites que den cuenta
de su trabajo o de la situación de los alumnos. Estos procesos, ya sean internos o
externos (para entidades gubernamentales, por ejemplo) también requieren tiempo
y esfuerzos adicionales, pero es parte de las tareas que deben llevar a cabo.
El reconocimiento de su figura.
Queda cada vez más atrás el rol de figura autoritaria del profesor en el pasado
frente al actual, más igualitario: «Este paradigma fue cambiando hacia la idea de
que el maestro debía relacionarse de manera más horizontal con los niños y las
niñas, pasando de la transmisión de conocimientos al acompañamiento en el
aprendizaje», comenta Ahufinger.
Las TIC han ayudado a facilitar metodologías colaborativas con los alumnos y
«favorecen en general un clima de mayor motivación y participación», comenta
Sylvie Pérez. Pero esto, a su vez, implica que el profesorado esté en permanente
proceso de actualización, lo cual se suma a los retos del profesor del siglo XXI por
varios motivos.
En ese cambio social de las últimas décadas también están las diversidades de
todo tipo, y el profesorado necesita estar preparado para su inclusividad. «Incluir
las diversidades, las desigualdades y las grandes dificultades», dice Sylvie Pérez,
son materias en las que los profesores tienen que esforzarse.
Pérez ahonda en cómo la posición de autoridad del maestro, si bien sigue estando
regulada por un marco normativo, «precisa actualmente de ser reconocida por los
alumnos y consentida por ellos, así como por sus familiares», pero añade que no
hay que confundir «la autoridad con el poder».
el docente para la educación inclusiva necesita contar con los conocimientos que
le permitan flexibilizar los contenidos de aprendizaje y formar con la ayuda de
propuestas pedagógicas que reconozcan las capacidades cognitivas y expresivas
de los niños, niñas y jóvenes de sectores vulnerables.
Sugerir a los alumnos que documenten los éxitos y las cosas que preferiría.