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EL AMOR AL ARTE

2
Combinación de arte moderno
y transformación del pasado


33

4
5
Sobre el autor

6
¿Qué es el arte?

7
Arte Moderno

8
Sir Artur Conan Doyle
Un escándalo en Bohemia P
ara Sherlock Holmes ella es siempre la mujer. Rara vez he oído
que la mencione por otro nombre. A sus ojos, ella eclipsa al resto
del sexo débil. No es que haya sentido por Irene Adler una emo-
ción que pueda compararse al amor. Todas las emociones, y ésa particu-
larmente, son opuestas a su mente fría, precisa, pero admirablemente
equilibrada. Es, puedo asegurarlo, la máquina de observación y razona-
miento más perfecta que el mundo ha visto; pero como amante, como
enamorado, Sherlock Holmes había estado en una posición completa-
mente falsa. Jamás hablaba de las pasiones, aun de las más suaves, sin
un dejo de burla y desprecio. Eran cosas admirables para el observa-
dor... excelente para recorrer el velo de los motivos y acciones de los
hombres. Pero para el razonador preparado, admitir tales intromisio-
nes en su propio temperamento, cuidadosamente ajustado, era intro-
ducir un factor que distraería y descompensaría todos los delicados re-
sultados mentales. Una basura en un instrumento sensitivo o una grieta
en un lente finísimo, no habría sido más perjudicial que una emoción
intensa en una naturaleza como la suya. Y, sin embargo, para él no hubo
más que una mujer, y esa mujer fue la difunta Irene Adler, de dudosa
y turbia memoria. Había visto poco a Holmes últimamente. Mi matri-
monio nos había alejado. Mi propia felicidad y los intereses domésticos
que surgén alrededor del hombre que se encuentra por primera vez
convertido en amo y señor de su casa, eran suficientes para absorber
toda mi atención; mientras que Holmes, que odiaba cualquier forma de
sociedad con toda su alma de bohemio, permaneció en nuestras habita-
ciones de Baker Street, sumergido entre sus viejos libros y alternando,
de semana en semana, entre la cocaína con la ambición, la somnolencia
de la droga con la feroz energía de su propia naturaleza inquieta.
Continuaba, como siempre, profundamente interesado en el estudio
del crimen y ocupando sus inmensas facultades y sus extraordinarios
poderes de observación en seguir las pistas y aclarar los misterios que
habían sido abandonados por la policía oficial, como casos desespera-
dos. De vez en cuando escuchaba algún vago relato de sus hazañas: su
intervención en el caso del asesinato Trepoff, en Odessa; su solución en
la singular tragedia de los hermanos Atkinson, en Trincomalee, y, final-
mente, en la misión que había realizado, con tanto éxito, para la familia
reinante de Holanda. Sin embargo, más allá de estas muestras de activi-
dad, que me concretaba a compartir con todos los lectores de la prensa
diaria, sabía muy poco de mi antiguo amigo y compañero.

P
ara Sherlock Holmes ella es siempre la mujer. Rara vez he oído
que la mencione por otro nombre. A sus ojos, ella eclipsa al resto
del sexo débil. No es que haya sentido por Irene Adler una emo-
ción que pueda compararse al amor. Todas las emociones, y ésa particu-
larmente, son opuestas a su mente fría, precisa, pero admirablemente
equilibrada. Es, puedo asegurarlo, la máquina de observación y razona-
miento más perfecta que el mundo ha visto; pero como amante, como
enamorado, Sherlock Holmes había estado en una posición completa-
mente falsa. Jamás hablaba de las pasiones, aun de las más suaves, sin
un dejo de burla y desprecio. Eran cosas admirables para el observa-
dor... excelente para recorrer el velo de los motivos y acciones de los
hombres. Pero para el razonador preparado, admitir tales intromisio-
nes en su propio temperamento, cuidadosamente ajustado, era intro-
ducir un factor que distraería y descompensaría todos los delicados re-
sultados mentales. Una basura en un instrumento sensitivo o una grieta
en un lente finísimo, no habría sido más perjudicial que una emoción
intensa en una naturaleza como la suya. Y, sin embargo, para él no hubo
más que una mujer, y esa mujer fue la difunta Irene Adler, de dudosa
y turbia memoria. Había visto poco a Holmes últimamente. Mi matri-
monio nos había alejado. Mi propia felicidad y los intereses domésticos
que surgén alrededor del hombre que se encuentra por primera vez
convertido en amo y señor de su casa, eran suficientes para absorber
toda mi atención; mientras que Holmes, que odiaba cualquier forma de
sociedad con toda su alma de bohemio, permaneció en nuestras habita-
ciones de Baker Street, sumergido entre sus viejos libros y alternando,
de semana en semana, entre la cocaína con la ambición, la somnolencia
de la droga con la feroz energía de su propia naturaleza inquieta.
Continuaba, como siempre, profundamente interesado en el estudio
del crimen y ocupando sus inmensas facultades y sus extraordinarios
poderes de observación en seguir las pistas y aclarar los misterios que
habían sido abandonados por la policía oficial, como casos desespera-
dos. De vez en cuando escuchaba algún vago relato de sus hazañas: su
intervención en el caso del asesinato Trepoff, en Odessa; su solución en
la singular tragedia de los hermanos Atkinson, en Trincomalee, y, final-
mente, en la misión que había realizado, con tanto éxito, para la familia
reinante de Holanda. Sin embargo, más allá de estas muestras de activi-
dad, que me concretaba a compartir con todos los lectores de la prensa
diaria, sabía muy poco de mi antiguo amigo y compañero.

P
ara Sherlock Holmes ella es siempre la mujer. Rara vez he oído
que la mencione por otro nombre. A sus ojos, ella eclipsa al resto
del sexo débil. No es que haya sentido por Irene Adler una emo-
ción que pueda compararse al amor. Todas las emociones, y ésa particu-
larmente, son opuestas a su mente fría, precisa, pero admirablemente
equilibrada. Es, puedo asegurarlo, la máquina de observación y razona-
miento más perfecta que el mundo ha visto; pero como amante, como
enamorado, Sherlock Holmes había estado en una posición completa-

Parte I
mente falsa. Jamás hablaba de las pasiones, aun de las más suaves, sin
un dejo de burla y desprecio. Eran cosas admirables para el observa-
dor... excelente para recorrer el velo de los motivos y acciones de los
hombres. Pero para el razonador preparado, admitir tales intromisio-
nes en su propio temperamento, cuidadosamente ajustado, era intro-
ducir un factor que distraería y descompensaría todos los delicados re-
sultados mentales. Una basura en un instrumento sensitivo o una grieta
en un lente finísimo, no habría sido más perjudicial que una emoción
intensa en una naturaleza como la suya. Y, sin embargo, para él no hubo
más que una mujer, y esa mujer fue la difunta Irene Adler, de dudosa
y turbia memoria. Había visto poco a Holmes últimamente. Mi matri-
monio nos había alejado. Mi propia felicidad y los intereses domésticos
que surgén alrededor del hombre que se encuentra por primera vez
convertido en amo y señor de su casa, eran suficientes para absorber
toda mi atención; mientras que Holmes, que odiaba cualquier forma de
sociedad con toda su alma de bohemio, permaneció en nuestras habita-
ciones de Baker Street, sumergido entre sus viejos libros y alternando,
de semana en semana, entre la cocaína con la ambición, la somnolencia
de la droga con la feroz energía de su propia naturaleza inquieta.
Continuaba, como siempre, profundamente interesado en el estudio
del crimen y ocupando sus inmensas facultades y sus extraordinarios
poderes de observación en seguir las pistas y aclarar los misterios que
habían sido abandonados por la policía oficial, como casos desespera-
dos. De vez en cuando escuchaba algún vago relato de sus hazañas: su
intervención en el caso del asesinato Trepoff, en Odessa; su solución en
la singular tragedia de los hermanos Atkinson, en Trincomalee, y, final-
mente, en la misión que había realizado, con tanto éxito, para la familia
reinante de Holanda. Sin embargo, más allá de estas muestras de activi-
dad, que me concretaba a compartir con todos los lectores de la prensa
diaria, sabía muy poco de mi antiguo amigo y compañero.

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ras y rubéola), meningitis, y para tomar cerveza del
influenza. día acompañada por al-
guna de las múltiples ta-
3. ¿Cuándo es el monzón pas locales.
en Vietnam?

Ell tiempo en Vietnam está


bajo la orden de dos es-
taciones: el monzón del
suroeste que comienza en Viaja a otro mundo, y bellísimo desde la pers-
abril y termina en septiem- volverás diferente pectiva paisajista y mo-
bre y el monzón del nores- numental. Sus habitantes
te de octubre a finales de extremadamente abiertos
marzo o principios de abril. y entrañables son gran
A Vietnam se le conoce
como “el dragón desco- parte del encanto de este
4. ¿Cuánto tiempo puedo país.
nocido”. Con una larga
estar en Vietnam?
y intrigante historia, este
país alberga toda una se-
Este visado te permitirá es-
rie de fascinantes ciuda-
tar dentro de Vietnam por
des, a la vez que cuenta
una estancia máxima de
con maravillas naturales,
tres meses. En el caso de
como la bahía de Halong
que realices una sola en-
o la impresionante red de
trada en Vietnam duran-
canales del delta del río
te tu viaje podrás solicitar
Mekong.
el visado electrónico, con
Vietnam es un país prác-
una estancia máxima de
ticamente virgen desde Hanoi, capital de Vietnam
30 días.
el punto de vista turístico
5. ¿Cuántas horas de vue-
lo a Vietnam?

El tiempo de vuelo son 14


horas.

Viajes a Tailandia
Consejos sobre Consejos para viajar a Tailandia
Vietnam: La
vida nocturna Sus temperaturas cálidas durante todo el
año lo convierten en un destino perfec-
to para cualquier época. Sin embargo,
En pocos países del su- lo ideal para disfrutar de las playas es de
deste asiático verás a la octubre a marzo, ya que son meses de
gente local salir de fiesta temperaturas agradables y muy pocas
o a cenar o a tomar una lluvias.
caña como en Vietnam. Si
en Laos todo cierra a las 11 Llevar los nombres de los sitios a donde
de la noche, aquí puedes queremos ir escritos en tailandés es un
seguir de fiesta hasta altas buen consejo para viajar a Tailandia,
horas. puede hacer más fácil la comunicación.

Los mini-bares: Hablando El medio más económico para movernos


de tomar cañas o incluso en estos países es autobús o el tren
de comer, no sé si ésta,
mini-bar, es la denomina- Es muy fácil conectarse a Internet en Tai-
ción apropiada. Pero ado- landia.
ro esos pequeños puestos Mapa de Tailandia
callejeros con sillitas y me- En Tailandia, el voltaje común es 220V, la
sitas que parecen para ni- frecuencia es 50Hz y las clavijas o enchu-
ños. Hay cientos de miles fes son del tipo A/B/C.
por todos lados, aunque
l
sin duda los que se levan Expresiones y gestos:
la palma son los de la Bia - No entrar en un templo con zapatos.
Hoi Corner, en Hanoi. Tu- - No tocar la cabeza de alguien.
ristas y locales se reúnen Emblema
- No hacer topless. Nacional

Circuitos por Vietnam

En Vietnam, tendrás la oportunidad de disfrutar


de Hanói una de las ciudades más hipnóticas
de Asia, en la que contemplarás edificios tan
extraordinarios como la pagoda de un solo Pilar.

Exótico,sorprendente,dinámico, Ciudadela
Hue
atractivo y adictivo

Misterioso, Exótico y donde tendrás la oportu-


Sorprendente nidad de empaparte del
auténtico ambiente viet- Templo
namita.
Cao
Vietnam es un país sobe-
rano del Sudeste Asiático,
Dai
el más oriental de la penín- Tay
sula Indochina. Con una Vietnam está Dinh
población estimada de 98
millones, es el decimosex- de moda y no
to país más poblado del es casualidad
mundo. El nombre del país
se traduce como «Viet del
sur», un sinónimo del anti- ¿Cuál es la mejor epoca
guo nombre del Reino de para viajar a Vietnam? Pagoda
Nanyue (Nam Vi�t) es-
tablecido en el siglo III a.
Vinh
La mejor época para via-
C., y que fue adoptado jar a Vietnam y descubrir Trang
oficialmente por primera Saigón es de diciembre a
vez en 1802 por el empe- mayo, durante la tempo-
rador Gia Long. En 1945 rada seca. En los meses de
volvió a fijarse de manera enero, febrero y marzo la
oficial el topónimo con la lluvia es casi mínima. Res-
fundación de la República pecto a las temperaturas, Mapa de Vietnam
Democrática de Vietnam son bastante estables (y
presidida por Hó Chí Minh. altas) durante todo el año.
Así que no hay un mes Pagoda
Vietnam es ese país asiá- ideal para estar más fres- Giac
tico que estás deseando co.
conocer. Te proponemos
Lam
un tour de doce días para
ver los rincones más des-
En caso de querer tramitar
tu visado (viajar por más
Consejos para viajar
tacados de un país del de 15 días) para viajar a a Vietnam
sudeste asiático con es- Vietnam estos son los re-
pectaculares paisajes en quisitos que debes cumpli-
verde, fascinantes ciuda- mentar: 1. ¿Qué tipo de ropa llevar
des y una deliciosa gastro- a Vietnam?
nomía. - Pasaporte válido con 6
meses de antigüedad (6 En líneas generales, el
En Vietnam, tendrás la Templo
meses antes de la fecha país disfruta de calor y
oportunidad de disfrutar de expirar). humedad la mayor par- Bai
de Hanói, capital de la - Foto tamaño carnet. te del año . Por tanto, os Dinh
república Socialista de - Rellenar formulario que recomendamos vestir en
Vietnam y una de las ciu- te proporcionaran en la Vietnam ropa fresca y có-
dades más hipnóticas de embajada o consulado. moda tipo pantalones fi-
Asia, en la que contem- nos y amplios, camisetas,
plarás edificios tan extraor- polos y vestidos de verano.
dinarios como la pagoda
de un solo Pilar. Del mismo 2. ¿Qué vacunas se necesi-
modo, también podrás dis- tan para viajar a Vietnam?
frutar de un crucero por la Templo
bahía de Halong; descu- Bandera Sí, algunas vacunas son re- Nhat
brir la ciudad de Hue, an- comendadas para visitar Le
tigua capital imperial de Vietnam. El WHO y ISTM re-
Vietnam y declarada en comiendan las siguientes
1993,Patrimonio de la Hu- vacunas: tifoidea, hepati-
manidad por UNESCO, y tis A, hepatitis B, rabia, tri-
Ho Chi Minh, anteriormen- Emblema ple viral (sarampión, pape
te denominada Saigón, nacional

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