Está en la página 1de 63

38

EL PROTESTANTISMO. §
••mi-

Diálogo entre an párroco j no soldado


recientemente licenciado.

BUENOS AIRES.

Imprenta de HATO, Calle de Belgrano H. 107.

1860.
~ g 3 t tS!l-
EL PROTESTANTISMO.
] ÁLOGO ENTRE UN PARROCO Y UN SOLDADO
RECIENTEMENTE LICENCIADO.

BUENOS ACRES.

imp renta de MAYO, calle del Poní N.° 170.


18S9.
EL PROTESTANTISMO.
DIáLOGO E O U UN PáRROCO Y üH SOLDADO RECIENTE­
MENTE LICENCIADO.

r
k

SEñOR P á R R O C O — M u c h o inc alegro de verte


restituido ú tu hogar? h ¡iy en él alguna novedad
porque me parece que tu semblante no es muy
alegre.
FEDERICO—Much as gracias, señor Cura, por
su bondad. Todos están buenos en casa, gra­
das a Dios, muy servidores de V. Yo soy el úni­
co que no estoy muy bueno, no digo de cuerpo,
porque mi esterior me desmentiría, sino de al­
ma, como V. me lo ha conocido de la cora.
P.—Espítate, Federico, pues ya sabes quede
males de alma los curas somos los médicos.
F.—Eso es lo que me h a obligado á venir
V. Ya sabe Y. mejor que yo los muchos desati­
nos que, por necesidad, tiene que oir el que va
por el mundo de nuestros dins. Es tanto loma
que se h abla de la religión católico yde sus mi*

L
curni e. ¡Si V. supi era cuánto tiempo hace que es­
núta»; se hacen, íi lo qne |»areet», tantos es­
toy deseando tener una larga conferenci a con
meraos para destrui rla y poner etl su lugar e-i
V. que fué qui en me bautizó y qui en me hi zo co­
Protestanti smo; se prodigan tantos elogios á este,
nocer á Di os! Soy católi co, como V. y mi s
y e s tanto lo que se ponderal! los ventajas «pje
padres me enseñaron, qui ero conti nuar en ser­
proporci ona á las naci ones qne lo adoptan, atri ­
lo; pero qui si era que di si pase V. un nublado de
buyendo eschi si vamente á él los progresos de ta
dudas que no me dejan sosegar y que ti enen e n ­
industria, comerci o y marina, que han elevad»»
ferma mi pobre alma. Quiis era que me espli ca-
la Inglaterra á ser la pri mera naci ón del mundo,
se V. pri meramente, qué es eso de Protestan­
mi entras que nosotros i os americanos, empeñado*
ti smo, cuál es su ori gen, su naturaleza y doc­
siempre en ser católi cos, no hacemos masque
langui decer y acabar do perdernos. Se pi nta tri nas; que me hablase de los pri meros funda­
con tan vi vos colores, qoe no hay mas medi o dores del Protestanti smo, que me ponderaron
que adoptar el Protestanti smo para sacar nucs- como unos hombres muy grandes; de como so
1ra pobre Ameri ca del estado do postraci ón en estableci ó, cuáles fueron sus primeros propaga­
que se halla, etc., etc., etc., que da horror por dores, y si es verdad que en todos los pai ses p r o ­
una parte, y por otra es una terri bi lísi ma ten­ testantes se goza de tan perfecta li bertad, y pros­
taci ón. pera lodo tanto, como dicen; quisiera en fin llegar
P. — Mucha razón (i .-'nes en lo que di ces. Pro­ al conoci mi ento de esas cosas cu cuanto soy ca­
si gue. paz y qui tar de sobre mí alma este peso que me
F . — P o r otra parle, ya sabe V., señor cura, agobi a.
que sé leer, y asi en muchos periódicos, folletos P . — P o b r e Federi co, la razón te sobra para
y hojas volantes he leído tantas cosas y tan es­ tener el alma enferma; pero no te espantes: ten
candalosas, que casi es un mi lagro si no pre­ buen áni mo. Ya verás como, con la ayuda de
vari qué. Dios, todas tus dudas se disiparán como el humo.
P.—Espli cate, pues. Espero que se te presentará clara la luz de la
.—Nada deseo, ni necesi to tanto como espli - verdad, y respirará tu alma opri mi da. Dema-
— 6 —
y sírva se V. decirme ¿qué quiere decir Protes­
siado sé lo que (ticen ta ntos tiesa tinados, y l o que tantismo?
ha n escrito a lgunos periódicos en los que, m a s
P - — P r o t e sa
t n t i s m o quiere decir rebeldía
que L u t c r o , pa recía ha bla r el m i s m o S a t a nás.
de toda s la s secta s m o d e r n a s de herejes contra
¡Qué compa sión tengo á la pobrecita gente s e n ­
la Iglesia c a tólic a , que es la única funda da p o r
cilla , y que, c o m o tú, n o tienen mucha i n s t r u c ­
Jesucristo; ó l o que es igual, rebeldía de los h o m ­
c i ó n ! Un gra nde f a v o r ra e ha ces en p r o p o r c i o ­
bres orgullosos contr a Jesucristo, f u n d a d o r de
n a r m e oca sión de c o n f u n d i r á todos esos c h a r ­
la m i s m a Iglesi a .
la ta nes insensa tos, y es la m a s benigna ca lifica ­
— ¿ Q u i é n fué el p r i m e r o que d i ó origen á es­
ción que puede a plicárseles, los cua les quisiera n ta rebeldía ?
rega la r á su pa tria la a na rquía religiosa , c o m o si
P - — U n fra ile a posta ta A l e m á n , l l a m a d o Ma r­
no le ba sta sen la s divisiones polític a s y los infi­
tin L u t e r o . que se l l e n ó de ira porque el P a
nitos ma les que la a q u e j a n . P e r o n o es posible
pa León X concedió á los religiosos de santo D o ­
ha bla r de todo en un solo día : hoy h a b l a r e m o s
m i n g o , y n o á Ja O r d e n de L u t e r o , l a p u b l i c a ­
única mente del P r o t e s t a n t i s m o , y verás c u á n t o
ción de la s indulgencia s que ha bia concedido á
tengo que decirte sobre él; l o demás lo g u a r ­
los que contribuyesen pa ra los ga stos de la e d i f i ­
d a r e m o s p a r a o t r o dia ; pregunt a todo lo que
ca ción del templo de Sa n P e d r o de R o m a ; bien
gustes.
que su corazón orgulloso pa recía n o busca r m a s
que un pretesto pa ra r o m p e r con la Iglesia y h a ­
I.
cerse un n o m b r e tristemente fa moso.
F . — ¿ E n qué tiempo sucedió esto?
F . — G r a c i a s , s e ñ o r C u r a ; n o espera ba m e n o s
P . — H á c i a el a ñ o de 1517, es decir á p r i n ­
de su mucha c a rid a d de V . Mucho m e pla ce que
cipios del siglo X V I , r e i n a n d o en Espa ña el E m ­
n o tra temos hoy de la Iglesia ca tólica , d e j a n d o
p e r a d o r Ca rlos V .
pa ra o t r o dia este ta n i m p o r t a n t e a sunto, p o r ­
F . — ? E n qué m a n e r a pa só?
que, c o m o V . dice m u y bien, t e n d r é m o s m u y de
P . — D e esta ma n e ra : el Pa pa L e ó n , cabe-
sobra s con el Protesta ntismo. S e n t é m o n o s pues.
— 8 —

za visible de la Iglesia, condeno las doctrinas se valió la rebeldía de los herejes. A mas de que
que Lulero predicaba contra las indulgencias y ¿es modo de reformar el rebelarse contra la Igle­
otros artículos de nuestra té. Enfurec
i óse con si a de Di os, destrui r los fundamentos de la fé-
esto Lulero, y auxi li ado por algunos perversos y poner la levadura que debi a corromper las
cantaradas, y protegi do por Federi co, Elector de buenas costumbres?
Sujoni a, se declaró en abi erta rebeli ón, y con sus Fm—Hubo por entonces algunos mas que Lu-
furi bundi os di scursos arrastró consi go una por­ tero?
ci ón de gente. As i comenzó el Protestanti smo, P . — H u b o tres pri nci palmente que si gui e­
que anunci ándose con los falsos nombres de ron su mal ejemplo, y fueron: en Sui za Z wi n -
Evangelio puro y de Reforma, logró en poco ti em­ gli o, sacerdote y cura apóstata; en Franci a Cal-
po trastornar á todo Europa. vi no, hombre tan famoso por sus li vi andades,
¥ . — P u e s á mi me han di cho que la causa del que hay moti vos fundados para creer que fu»;
Protestanti smo fueron los grandes abusos que marcado por oli os en la espalda con un h i erro
por entonces se habían i ntroduci do en la Igle­ candente; y en Inglaterra el rey Enri que VIII,
si a. que se rebeló porque el Papa no le cons i nt i ó di ­
p . — N o por ci erto: pues si bi en es verdad vorci arse de su legi ti ma esposa Da. Catali na, pa­
que efectivamente, desde mucho ti empo habi a, y ra casarse con Ana Bolena. Tales son los cori ­
en vari as partes se habían i ntroduci do grandes feos del Protestant i smo; hombres que, al deci r
abusos, tanto en el clero secular como en el r e ­ de uno mi smo de los suyos, merecían todos el
gular; no es menos ci erto que la Iglesi a los h a ­ gri llete.
bía logrado csti rpar muchos y di smi nui r otros,
y que cada dia se i ba perfecci onando mas y mas U.
la reforma de las costumbres y de la di sci pli na,
cuando se levantaron aquellos hombres rebel­ F . — C o n o z c o ya el origen y los auloresdel Pro­
des contra la Iglesi a. Por consi gui ente, no fue­ testanti smo; ¿me sabrá V. deci r ahora en qui i
ron los abusos la causa, si no el protesto deque consi ste el Protestanti smo?
— II —
— 10 —
saspor revelación del mismo Jesucristo, dese­
P. —Consiste en la plena y absoluta inde­ chan el medio único de saberlas ellos.
pendencia de la razón de cada cual para cmer y V-—Pero, por mas que estén separados de la
obrar lo que mas le acomoda en materias reli­ Iglesia, ¿qué inconveniente hay en que las sepan
giosas y de f é: ó en otros términos, en la liber­ por ella? Pues, al f in y al cabo, ¿no han recibi­
tad de examen. do ellos también de la Iglesia las sagradas Es­
F.—¿Y qué es lo que los Protestantes piensan crituras?
examinar con esta libertad? P.—Sí: pero como ellos entienden que la
P.—La Biblia, ó sea la colección de libros Iglesia puede errar en materias de f é, y aun lle­
sagrados, que llamamos sagradas Escrituras, y van su temeridad hasta acusarla de haber efecti­
comprenden el Viejo y Nuevo Testamento, vamente errado en muchos puntos, están inca­
F.—Con qué, es decir, que la regla de f épara pacitados de saber si la Iglesia se ha equivocado
los Protestantes es la santa Biblia? ó no en lo que toca á este punto de ios Libros
P.—Asi lo dicen ellos; pero cada cual la in­ sagrados, y si ha tomado por palabra de Dios lo
terpreta como le acomoda, ó mejor, como á él que no era mas que invención de los hombres.
le parece interpretarla, porque como han con­ Y que esto sea asi, lo responden los hechos mis­
fesado algunos protestantes convertidos, lo que mos de los Protestantes, pues ya Lutero dese­
verdaderamente hacen, es esf orzarse en hallar chaba como f alsos y apócrifos nada menos que
allí los errores que desde niños les enseñaron siete libros enteros del Viejo Testamento y otros
los ministros. tantos del Nuevo; Zwinglo y Calvino, con sus
F.—¿Pueden saber de cierto los Protestantes respectivos sectarios, aunque reconocen como
de qué libros se compone la Biblia, si han sido divinos todos los libros del Nuevo Testamento,
inspirados por Dios, y si los conocemos tales co-« desechan sin embargo siete del Viejo, que han
mo f ueron escritos en su principio? sido declarados divinos por la Iglesia.
P.—No: ni lo saben, ni con su sistema es F . — A l o menos ¿no podrían los Protestantes,
}>osible que Jo sepan; puesjd desechar la autori­ averiguar, con el auxilio de la critica, qué libro*
dad de la Iglesia, única que sabe (odas ee¡a* co-
— ti! — — 13 —
son d i v i n o s y cuáles n o son: al m o d o que se t\ü, porque t a m p o c o pueden a s eg u r a r s e jamás

disting ue c o n c e r t i d u m b r e entre los l i b r o s p r o ­ éei verdadero sentido de la Biblia, seg ún la

f a n o s , cuáles son de un a u t o r y cuáles d e otro? m e n t e d e D i o s que la inspiré; pues este s e n t i d o ,

P . — Está tan lejos d e ser así, que precisa­ q u e n o es posible sea m a s d e u n o , p o r ser la B i ­

mente por creer m u e b o s protestantes que n i n g u ­ blia la e s c r i t u r a d e la v e r d a d , y n o p o d e r la v e r ­

na critica del m u n d o es bastante para l l e g a r á d a d s e r m a s d e u n a , los P r o t e s t a n t e s la i n t e r p r e ­

c o n o c e r con seg uridad los L i b r o s d i v i n o s , ha si­ tan cada cual seg ún su a n t o j o , e n t é r m i n o s que

d o l o q u e p r i n c i p a l m e n t e les ha m o v i d o á tener­ m u c h a s veces u n o s d a n á la Biblia un s e n t i d o

los t o d o s p o r falsos y a p ó c r i f o s , y á e x c l u i r del diverso y aun c o n t r a r i o d e i que le d a n o t r o s .

c a n o n ó s u m a de los L i b r o s sag rados á cási todos F . — ¿ Q u e c i a s e d e l i b r o es la biblia que n o

los de u n o y o t r o T e s t a m e n t o , c o m o son e l Pen­ p u e d e u n o leerla y entenderla sin maestro? C u a n ­

tateuco d e Moisés, el l i b r o de J o s u é , el d e Job, d o u n o escribe u n l i b r o v. g . El arte dei tintorero

la profecía d e Daniel, f o t r o s semejantes; así c o ­ cualquiera que entienda los t é r m i n o s entenderá


m o otros también han desechado el E v a ng e l i o l o que q u i s o d e c i r el a u t o r , p e r o seg ún v e o D i o s

de san J u a n ; o t r o s el d e san Mateo, san M a r ­ n o a c e r t ó á h a b l a r tan c l a r o c o m o los hombreo.


c o s y san L u c a s ; y o t r o s , en lin, las C a r t a s de P . L a biblia es un l i b r o m o r a l y las v e r d a d e s

san P a b l o y d e los d e m á s apóstoles, c o m o l o han m o r a l e s n o s o n capaces d e tal g r a d o d e demos­

hecho los racionalistas, e s l o es, los protestantes tración romo las fisicas. Maestras leyes (que

que n o pertenecen á n i n g u n a secta d e t e r m i n a d a , esta es la v e r d a d e r * c o m p a r a c i ó n y n o el arle

s i n o q u e c a m p e a n cada cual seg ún su a n t o j o . d e l t i n t o r e r o ) están escritas c o n el g r a d o m a y o r

F . — S i e n d o asi, los Protestantes n o p u e d e n te­ d e claridad posible y no p o r eso d e j a n d e o c u r ­

n e r n i n g u n a fé. r i r c a d a dia c e n t e n a r e s d e d u d a s s o b r e su v e r d a ­

P.—Asi es p u n t u a l m e n t e : nn pueden tener­ d e r o sentido. Ahora fig úrale tu q u e c a d a liti­

la p o r d o s razones: la p r i m e r a , porque no sa­ g ante tuviera facultad para entenderlas á su

ben c o n certeza ni cuáles son los v e r d a d e r o s l i ­ m o d o y que n o hubiera t r i b u n a l e s que d e c l a r a ­

b r o s de lu Biblia, ni si son d i v i n o s ; y la leg an- sen el v e r d a d e r o sentido de esas leyes y dime


— 14 —
¿para que s e r v i r á n ollas? r i o s p r o f e s a una p r o p i a s u y a , d i f e r e n t e d e la de
F.—Entonces, ¿á q u é v i e n e ese e m p e ñ o que sus m i s m o s c o r r e l i g i o n a r i o s ?
tienen en repartir Biblias a Jos Católicos? F.—De q u é p r o v i e n e esta v a r i e d a d é i n c o n s ­
P.—Esta os una d e las m u c h a s añagazas d e tancia?
q u e se v a l e n los P r o t e s t a n t e s para embaucará P.—De Ja n a t u r a l e z a m i s m a del Protestan­
Ja gente sencilla. Como saben la fé que p r o ­ t i s m o ; pues c o n s i s t i e n d o este en la libertad de
fesan los C a t ó l i c o s á las sagradas Escrituras, exdmen, ó sea n o d e p e n d e r n a d i e d e autoridad
les d a n Biblias t r u n c a d a s ó alteradas allá á s u a l g u n a ; cada cual d e los P r o t e s t a n t e s saca d e su
m a n e r a , del propio m o d o q u e se d a n j uguetes á Biblia su fé, su d o c t r i n a y su r e l i g i ó n particular,
los n i ñ o s p a r a e n t r e t e n e r l o s y e n g a ñ a r l o s . sin q u e n a d i e tenga d e r e c h o d e i m p e d í r s e l o .
F.—De manera, señor Cura, que abrazar F . — ¿ C ó m o puede s e r o s o , e s t a n d o conformes
el P r o t e s t a n t i s m o es tanto c o m o p e r d e r Ja fé? todos l o s P r o t e s t a n t e s en] t e n e r la Biblia c o m o
P.—Asi es justamente; hacerse protestante n o regla c o m ú n d e fé?
es m a s ni m e n o s que r e n e g a r d e Ja r e l i g i ó n c r i s ­ P . — M u y fácilmente; porque c o m o cada p r o ­
tiana y n e g a r la fé en Ja v e r d a d e r a doctrina d e testante se c r e e c o n plena libertad de inter­
J e s u c r i s t o , d e los A p ó s t o l e s y do ta Iglesia. p r e t a r la Biblia, según le a c o m o d e , y d e h a c e r ­
le d e c i r Jo q u e á éJ se Je a n t o j a ; la sagrada Es­
111. c r i t u r a e n m a n o s d e los P r o t e s t a n t e s v i e n e á s e r
c o m o u n e c o , al cual cada u n o hace r e s p o n d e r ó
F . — D í g a m e V , a h o r a , ¿cuál es la d o c t r i n a d e l r e p e t i r l o q u e le a g r a d a .
Protestantismo? F . — P e r o , señor, m e decian que l o s Protes­
P.—Sino es imposible, rs por lo menos tantes t e n í a n sus c o n f e s i o n e s ó s í m b o l o s d e fé
m u y difícil r e s p o n d e r t e á esta p r e g u n t a , pues la común.
esencia del P r o t e s t a n t i s m o consiste en cambiar P . — En efecto Jas tienen, y en almndancia
d e d o c t r i n a todos los d i o s , sin s a b e r j a m á s hoy por cierto, c o m o la confesión de A u s b u r g o , la
ia queb-ndrá m a ñ a n a , j cada cual de Jos s e c t a ­ confesión Helvética, la c o n f e s i ó n Galicana, la
— Iti —

confesión Anglicana compuesta de treinta y nar­ diversos, y aun contrarios de los contenidos iti
re artículos, la confesión de Ginebra, etc., etc. la profesión de su secta, sin que nadie pueda
Pero esto mismo confirma cuanto llevamos di­ obligarle á profesar un determinado símbolo de
ch o. fé, sin conculcar la tan decantada libertad de
F . — S í r v a s e V. esplicarse con mas daridad. examen.
P . — L o h aré, Federico, con much o gusto. F . — P u e s entonces, ¿de qué manera se h an
Cada una de estas confesiones es diferente d<* podido formar estos símbolos ó confesiones?
las demás, y tan diferente, que ei que profes¡< P.—Contradiciendo absurdamente en la prác­
una pertenece de h ech o a diversa secta de la qur tica el principio fundamental del Protestantis­
otro profesa. Y no tan solo son diversas en 1 re mo. Porque, si todo protestante, en calidad
sí las sectas, sino que á veces son contrarias de tal, no solamente puede, sino que debe f o r ­
h asta el estremo de anatematizarse, esto es, de- marse con la Biblia todos y cada uno de los ar­
eseomulgarse unas á otras, á pesar de que todas, tículos de su fé; y si puede h acerlo con entera
según dicen los Protestantes, tienen como regla independencia de toda autoridad, claro es que,
común de fé la misma Biblia, y todas presumen sin manifiesta contradicción, no puede admitir
ser la verdadera expresión de las verdades con­ ninguna confesión de fé que sea obligatoria, Y
tenidas en ella. Todos los fabricantes de confe­ esta razón cabalmente es la que h a movido a
siones ó símbolos h an h ech o h ablar la Biblia á much as sectas á abolir entre ellas todas estas
su manera, y cada cual quiere tener razón él confesiones de fé, como contrarias al espíritu
solo. del Protestantismo.
F . — P e r o al menos cada protestante estará F . — K s decir que en el Protestantismo no po­
obligado en conciencia á seguir la profesión de fé dría h allarse jamás aquella unidad defé que tan­
de su secta respectiva? to recomiendan en la misma Biblia Jesucristo
P . — T e equivocas; porque todo protestante, y sus Apóstoles?
en virtud de la libertad de exámen, puede f o r ­ P.—Eslií claro que no: la unidad es imposi­
marse con la lüblin en la mano otros artículos ble donde cada cual es dueño de creer loque W
— 18 —
b o l o de los A p ó s t o l e s , desde el Creo eu Dios Pa­
acomoda. Y esto es en t a n t o g r a d o v e r d a d , q u e
dre, hasta la vida perdurable. Amen.
al h a b l a r d e las sectas y d e los individuos p r o ­
F . — S i esto es así, el tal P r o t e s t a n t i s m o d e b e
testantes u n o d e sus m i s m o s e s c r i t o r e s m o d e r n o s
ser un v e r d a d e r o B a b e l .
los c o m p a r a á los p á j a r o s , comenzando desde
P.—Mucho peor todavía; pues a d e m á s de
el b u h o , a m i g o de las tinieblas, hasta el á g u i l a ,
ser una cosa sin pies ni c a b e z a , es un c o n j u n ­
a m i g a del sol. " T o d o s estos p á j a r o s , d i c e , p r e ­
to d e d o c t r i n a s h o r r i b l e s e n t e o r í a , é i n m o r a l e s
s u m i e n d o a n i d a r en el g r a n á r b o l de la Biblia,
en la práctica, tan injuriosas á Dios como al
" g r a z n a n á su a n t o j o , cual d e una m a n e r a , cual
h o m b r e , tan d a ñ o s a s á la sociedad c o m o c o n t r a ­
" d e otra, f o r m a n d o una verdadera música in­
rias al p u d o r y al b u e n s e n t i d o .
fernal: u n o g rita que tal cosa e s b l a n c a , y el
F.—Podrá V. probarme una acusación tan
" d e m a s allá dice d e la m i s m a , q u e es n e g r a ;
atroz?
" o t r o j u r a que es e n c a r n a d a , y el v e c i n o p e r j u r a
P . — N a d a hay m a s fácil. Basta h o j e a r los l i ­
" q u e es v e r d e . Y ¡cosa a d m i r a b l e ! todos l o h a -
b r o s que n o s h a n d e j a d o escritos L u l e r o , Z w i n -
Mcen c o n la Biblia en la m a n o , "
g lioy divino, c o r i f e o s de los r e f o r m a d o r e s y
F . — ¡ E s p o s i b l e eso! f u n d a d o r e s del P r o t e s t a n t i s m o , para hallar en
cada pág ina blasfemias c o m o las sig uientes: "que
P.—No s o l o es posible, sino publico, no­
" D i o s es a u t o r del p e c a d o ; q u e D i o s oblig a al
torio y universal. P rg
e unta á dos protestantes
"hombrea pecar p a r a p o d e r después c a s t i g a r l o ;
si J e s u c r i s t o es D i o s ; y u n o te d i r á q u e s í , y o t r o
" q u e D i o s ha p r e d e s t i n a d o u n a g r a n p a r t e de
que n o ; p r e g ú n t a s e l o á u n t e r c e r o , y te r e s p o n ­
" a l m a s para Ja eterna c o n d e n a c i ó n , sin p r e v e r
d e r á , q u e el J e s u c r i s t o real y positivo, de que
" p a r a nada si se h a r á n ó no acreedoras á ella;
n o s h a b l a el E v a ng e l i o , n o ha e x i s t i d o s i q u i e r a ,
"al c o n t r a r i o , que los eleg idos n o p u e d e n c o n -
y que toda su historia es un mito, es d e c i r , una
" d o n a r s e p o r m a s que pequen; que n o se n e c e s i ­
p u r a fábula. Y esto que sucedo c o n el a r t i c u l o
t a v i v i r hien para salvarse, pues hasta la fé sin
f u n d a m e n t a l d e la fió c r i s t i a n a , es lo m i s m o que
" o b r a s , la cual os s i e m p r e Errata á D i o s , sean la*
pasa respecto á todos lo* d e m á s a r t í c u l o s del S i m -

¡
¿o — — di —
"que fueren l¿«s iniquidades que cometa el queja pocos que dejan el Catoli ci smo para hacerse
"tiene; que el hombre, después del peeado ori ­
protestantes están muy lejos de ser gente de
g i n a l , no es ya masque una máqui na, pri vada
bi en.
"del li bre albedri o; y por consi gui ente, el bi en F.—Dígame V., pues, ¿qui énes fueron los pri ­
" y el mal que obra, los obra por una fuerza i r ­ meros di scípulos y propagadores de la llamada
r e s i s t i b l e . " Yá estas atroci dades añaden: "que Reforma, ó sea Protestant i smo?
" e s li ci to rebelarse contra los prínci pes que se P . — F u e r o n gente toda que se pnreci a á sus
"opongan á ellas, y que semejantes doctri nas maestros. El apóstata Lutero, que tuvo por mu­
"son el puro Evangelio, etc." jer á una monja, llamada Catali na Hora, tuvo
por pri meros di scípulos á Carlostadi o, Melan-
IV. chton, Langi o y otros tales, flor y nata de la
gente perdida. Carlostad i o, fué tambi én após­
F.—Según lo di cho, los protestantes no pue­ tata, y tomó i gualmente mujer. Melanchton fué
den persegui rnos ni hecharnos en cara que en­ un hipócrita, i mpostor, cruel, bfasfemo y supers­
tendamos la bi bli a según la entiende la iglesia. ti ci oso; Iji ngi o fué un frai le apóstata, como
P . — A s i deberi a ser y asi lo confi esan los mas Lutero, y tuvo tambi én su manceba; y asi puedes
pero están muy lejos de practi carlo, di scurri r de los demás.
P . — C o n semejantes doctri nas ¿cómo pudi eron F . — Y los pr i meros di scípulos de Zwi ngli o,
los jefes del Protestanti smo Imi tar quien les si ­ ¿qui énes fueron?
gui era? P . — E l mas famoso de todos fué Eeolam-
P . — C o n mucha faci li dad. Promov i endocon padi o, que habi a si do monje, el cual tomó por
tales doctri nas todas las pasi ones del h o m ­ mujer á una reli gi osa; y después de haber di se­
bre, especi almente el orgullo, la concupi scenci a mi nado la herejía en una gran parte de la Sui ­
y la codi ci a, tuvi eron por di scípulos á cuantos za, fué hallado muerto junto á su ni al llamada
queri an dar ri enda suelta á estos apeti tos. Y si
esposa.
bi en lo mi ras, hallarás que, aun hoy mi smo, lot¡
F . — ¿ Y los primeros di seípi llos de Oalvi no?
— áá — — as —
P.—Fueron Bucero y Beza. Bucero fué un último día en Islebia, su patria, éntrela broma
fraile apóstata, el cual, siguiendo la costumbre y liviandades de una espléndida orgía, murió por
délos demás, también tomó su manceba: unas la noche, de un accidente apoplético tan repen­
veces seguía las doctrinas de Lutero, otras las de tino, que ni aun tiempo le dió para encomen­
Calvino, otras las de Zwinglio, según lo que mas darse á Dios. Zwinglio, habiendo profetizado á
cuenta le tenia, y difundió las mas infames doc­ los suyos la victoria, cuando iban á dar batalla
trinas. Beza fué un disoluto tan escandaloso, contra los Católicos, fué derrotado con toda su
que puso en verso sus liviandades para c o r r o m ­ gente y mortalmente herido, de cuyas resultas
per á la j uventud; además fué un impostor y espiró impenitente en el mismo campo de bata­
descarado falsificador de la Biblia. lla. Calvino, por último, murió desesperado,
F . — ¿ Y fueron por este estilo los sucesores de blasfemando ó invocando al demonio, víctima de
gente tan santa?
una enfermedad vergonzosa y roído de gusa­
P . — Poco mas ó menos: en su mayor parte nos,
fueron gente codiciosa de mancebas, de riquezas F.—Verdaderamente no ha sido muy noble,
y de cargos de cada nuevo secta. Casi todos aca­ que digamos, la cuna del Protestantismo,
baron tan santamente como sus maestros; pues P.—rYa ves; un verdadero rebaño de Epi^
unos murieron atormentados por los remordi­ curo baj o todos aspectos, 1-os Protestantes, se»
mientos, otros en uno desesperación espantosa, cual fuere su secta y su color, tienen sobrados
y algunos se suicidaron después de baber lleva­ motivos para avergonzarse cuando vuelven los
do una vida miserable y desesperada, oj os á sus primeros apóstoles,
F . — M e ha dicho V. que estos discípulos aca­ F . — P e r o , ¿y es posible que sean verdaderas
baron como sus maestros; ¿y cuál fué el fin de las cosas que V. acaba de contarme?
los maestros? P.—Puedes estar muy persuadido de queto»-
P . — E l mas desastrado, y cual debía ser el do lo dicho no llega de mucho á lo verdad; y
de tan descarados enemigos de Dios y de su Igle­ te aseguro que, por temor de exagerar, he pues­
sia. Lutero, después de haber pasado todo su to especial cuidado en disminuir Jos tintas de
— ¿4 — — 2.i —
mi pintura, pues el cuadro que lu historia nos mo ataban de probarnos los i ncendi os y últi ­
ofrece del origen del Protestantismo es infinita­ mos trastornos de España Franci a é Italia? A estos
mente mas negro de lo que te lo he presentado. han de agregarse los vani dosos if losofastros, é
Nada te he dicho que no esté Gclmente tomado, i nsípi dos eruditos, formados por una i nstrucci ón
no ya de escritores católi cos, si no de los mi smos li terari a muy superfi ci al, mas genti l que cr i s­
Protestantes; y no pondrá en ello duda, ni mucho ti ana, ansi osos de fama y mal aveni dos con todo
menos lo negará, cualqui era que haya leído las freno; los cuales hi lvanando en sus cerebros v a ­
cróni cas de la mal llamada Reforma. cíos una mala teología, tenían además la des­
graci a de vi vi r en un si glo en que todo el m u n ­
V. do era i dólatra de lo nuevo.
F . — A u n si endo asi como V . di ce, no parece
F . — ¿ C ó m o han podi do difundirse y establecer­ probable que tal gente hubi ese logrado estable­
se en tan gran parte de la Europa una doc­ cer el Protestanti smo en tantos pueblos, si no
tri na y prácti cas tan i nfames? hubi eran si do auxi li ados por los magnates y
P . — N o es obra di fíci l espli curlo. Tamb i eu pri nci pes.
la reli gi ón mahometana se estableci ó en poco P. — Asi fué en efecto, que muchos magna­
ti empo y en dilatadas regi ones. Una reli gi ón co­ tes y pri nci pes i ngresaron en las fi las de la h e ­
mo la de los Protestantes, que favorece y li son­ rejía.
jea en tanta manera las pasiones, no ti ene mucho F . — ¿ Q u é causas pudi eron moverles á estos?
que predi car para convertir en ci udades y aldeas p . — F u e r o n vari as las causas: una gran par­
á gente bi en di spuesta para abrazarla con ansi a, te de ellos se dejaron llevar por la codicia, y d e ­
es dec i r, á los perdi dos y bri bones, que si empre seosos de parti ci par de los bi enes eclesi ásti cos,
se crian en todas partes. ¿Les ha costado m u ­ de los cuales deseaban mucho apoderarse los
cho á los soci ali stas, que predi can el robo y la Pri nci pes. El oro, la plata y las pi edras pre­
apropi aci ón de los bi enes del próji mo, hacerse ci osas de los templos y altares fueron para m u ­
»on ta 11 considerable número de segui dores, c o - chos pri nci pes el úni co sermón que lesconvi r -

.]
— 26 — — 27 —
tió al Protestantismo. O t r o s vieron con gusto gelio, dejándoles predicar, r o b a r l o s templosá hm
la vida licenciosa que les concedía el n u e v o E v a n ­ Católicos, y blasfemar en ellos contra la religión
gelio, y les agradaba en gran m a n e r a el que este católica y el Papa. Hecho esto, pasaron ya á
les dispensase de abstinencias, ayunos y toda perseguir y desterrar c o m o á rebeldes c i m p r u ­
mortificación. S a b i d o es que l o s p r i m e r o s m a g ­ dentes ú cualesquiera obispos y eclesiásticos c e l o ­
nates y principes que favorecieron la llamada sos, que se o p o n í a n á las novedades de los h e r e ­
Reforma se s e ñ a l a r o n , especialmente en A l e m a ­ j es, mientras que p o r b a j o de cuerda favorecían
nia, por su glotonería, p o r sus borracheras y las demostraciones con que los novadores t r a t a ­
su libertinaj e, Los m i n i s t r o s protestantes c o n ban de a m e d r e n t a r á los buenos, de i m p e d i r la
su manga ancha a u t o r i z a r o n á varios príncipes predicación de Ja lé católica, y d e i n t e r r u m p i r
¿ r e p u d i a r á sus legítimas m uj e r e s para t o m a r las funciones de su culto público. E n t r e tanto
otras nuevas. O t r o s , p o r fin, fueron a r r a s t r a ­ n o se descuidaban de tachar de oscurantistas, y
dlos á la herejía p o r el cebo de la potestad que se de enemigos de las luces y del progreso á los que
les otorgaba sobre las cosas espirituales, con la se mantenían firmes en la fé de sus padres. U l t i ­
cual se p r o p o n í a n d o m i n a r n o solamente los m a m e n t e cuando con todos estos m e d i o s h u b i e r o n
cuerpos, s i n o también las a l m a s y conciencias logrado f o r m a r un partido bastante n u m e r o s o ,
de sus subditos, que es la m a s h o r t e n d a de las a r r oj a r o n la máscara con que hasta entonces
tiranías, y que ej ercieron en grande, b a j o el titu­ se habían presentado, c o m o fervorosos d e f e n s o ­
l o de libertad evangélica. res del C a t o l i c i s m o , bien entendido y no fanático,
F . — Y ¿ c ó m o se c o m p o n í a n los príncipes y c o m o ellos decían, y r e c u r r i e r o n á los a r g u m e n ­
magnates para hacer que sus subditos abrazasen tos de M a h o m a , es decir, á las persecuciones y
aquel evangelio nuevo? á los suplicios.
P . — E m p e z a r o n p o r levantar hasta las n u ­ F . — ¿ N o h u b o algunos príncipes que al p r i n c i ­
bes el principio de libertad d e conciencia y la p i o se negaron á a b r a z a r l a here j ía?
tolerancia de opiniones, para l o cual alentaban P . — S i , los h u b o ; pero tuvieron que s u c u m b i r
de todas maneras á los m i n i s t r o s del nuevo E v a n - ante las amenazas y las rebeliones. Los m a l v a -
— 28 — t.H)

d o s son s i e m p r e y en ludas partes m a s a t r e v i d o s , a p o de r a r se de l g o b i e r n o , } e je rce r contra lo«?


m a s bulliciosos y e m p r e n d e d o r e s que Jos hom­ C a t ó l i c o s la m a s e spantosa tiranía y las c r u e l d a ­
b r e s d e bie n; p a r a e llos t o d o m e d i o e s b u e n o , c o n de s m u s i n a u d i t a s .
tal que sirva á sus fine s. C o m o son a v e n t u r e r o s > ' . — S e g ú n v e o , e l tal Evangelio puro, o se a la
a u da c e s y re sue ltos, f o r m a n sus planes en Jas t i n i e ­ Reforma, e
s ha e stabl e cido e n todas parte s p o r
blas, y de sde allí e xcitan t u m u l t o s , lanzan a m e n a ­ fue rza y p o r e n g a ñ o .
zas, y ase sinan t r a i d o r a m e n t e á c u a n t o s le s e s t o r ­ P . — C l a r o e stá; r¡¡ ¡ c ó m o p u d i e r a se r de otro
b a n , y e x a g e r a n d o su n ú m e r o y su f u e r z a , logran m o d o ? Asi e s r o m o se lia e stable cido e n t o d o *
a s u s t a r é i n t i m i d a r & la gente. P u e s b i e n , e sta cla­ Jos paíse s «¡onde ha ll e gado ñ d o m i n a r : y bie n se
se de suje tos que boy c o m o ant e s son los niños pue de d e sali.tr á todos los P r o t e s t a n t e s de l m u n ­
mimados de l P r o te s t a n t i s m o e n todas p a r le » , d o ú que p r u e b e n lo c o n t r a r i o .
inclusa A m é r i c a , fue ron los e ncargados de a m o t i ­ F.—Pe ro ¡qué hacían los b u e n o s e n t r e t a n t o ?
n a r á Jas t u r b a s c o n t r a los p r i n c i p e s que se r e ­ P.—Loque han h e c h o s ie m p re y hace n t o d a ­
sistían á a d m i t i r la Reforma. D oe
nd aque llos v í a : d e j a r á los p i c a r o s t o m a r la d e l a n t e r a , y n o
sicarios p u d i e r o n triunfar, los b u e n o s p r i n c i p e s hace r c a s o d e la te mpe stad q u e va ce b á n d o se le s
t u v i e r o n qu e salvarse con la h u i d a ; mas donde e ncima, hasta qu e ya n o hay r e m e d i o . T r e s c l a ­
f u e r o n e s c a r m e n t a d o s , n o faltaron gallitos p r o ­ se s hay «fe los que Ñaman bue nos: 1. 55 los q u e
te stante s que salie ron g r i t a n d o contraía opro­ se l l a m a n asi p o r q u e para nada s i r ve n ni p a r a e l
biosa i n t o l e r a n c i a de los G o b i e r n o s , y r e c l a m a n ­ bie n, ni para e l m a l , e s d e c i r , Jos ineptos; 2. a
d o los f u e r o s santos de la c o n c i e n c i a , y Ja i n v i o ­ los i n d i f e r e n t e s al bie n y al m a l , y que p a r a n a d a
labilidad de las convicciones, con toda la d e m á s se alte ran m i e n t r a s ;': e llos n o le s tocan e l pe lo d e
p a l a b r e r í a usada e n tale s casos; hasta que 6 f u e r ­ la r o p a , e s d e c i r l o s egoístas; 5. * p r u de n te s se ­
za d e g r i t a r , e n algunos E s t a d o s o b t u v i e r o n c o n ­ gún la c a r n e , los q u e se d i c e n de l dejar andar,
ce sione s, t o le r a n c i a y m i r a m i e n t o s c r i m i n a le s . dejar hacer, qu e la e c h a n de g r a v e s y m e s u r a d o s ,
P o r d o p r o n t o e sto ya le s b a s t ó , e s p e r a n d o s a ­ porque tie ne n c a u t e r i z a d o e l c o r a z ó n , y e n su o r -
zón mas oportuna para r e n o v a r sus t e ntativas, gullosa i n d o l e n c i a cre e n y l l a m a n e xage ración t o -
— 30 — — Si —

dolo que n o es t r a n s i g i r con el m a l ; estos son religión d i v i n a , baj ada del c i e l o , y c o m o tal d e -

los hábiles ó politicón. O t r o s hay p o r fin, que bia propagarse d e una manera digna d e Dios;

c o m p r e n d e n el bien y desean h a c e r l o , que d e t e s ­ m i e n t r a s q u e el P r o t e s t a n t i s m o , ó sea el m a l l l a ­

tan el m a l y quisieran r e p r i m i r l o , q u e son ver­ m a d o Evangelio puro, es una r e l i g i ó n m e r a m e n ­

d a d e r a m e n t e b u e n o s y celosos p o r la causa de la te h u m a n a , t e r r e n a y aun c a r n a l ; y c o m o tal d e ­

Keligion y del p r o c o m ú n ; p e r o ú q u i e n e s falla v a ­ bía propagarse por medios meramente hu­

l o r y energía p a r a resistir á las a l h a r a c a s , á las m a n o s , terrenos y carnales. Y c o m o se ha p r o ­

r e c o n v e n c i o n e s , y á los desdenes, y a u n á la m a l e ­ pagado, asi se sostiene, es d e c i r s o b r e puntales

volencia d e los hábiles, de los egoistus y de los p e r e c e d e r o s ; en c u a n t o estos flaquean, se v i e n e á

ineptos, q u e los m o t e j a n do exagerados, de impru­ tierra el P r o t e s t a n t i s m o .


dentes, d e perturbadores, de seudoce/osos. Entre F . — ¿ H a b r á n d e ser forzosamente malos y re­
t a n t o los m a l v a d o s y los cucos hacen su n e g o c i o , v o l t o s o s t o d o s los Protestantes?
toman la d e l a n t e r a , y c u a n d o ya consiguen no P . — E s o n o ; el d e c i r esto seria falsedad y c a ­
d ej a r títere con cabeza, todos aquellos buenos g i ­ l u m n i a , p u e s p o r m a s que una m a l a c i m i e n t e n o
m e n y l l o r a n d i c i e n d o : ¿quién habla d e pensarlo? pueda p r o d u c i r b u e n f r u t o , al c a b o hay muchos

p e r o sin p o d e r ya r e m e d i a r cosa a l g u n a . protestantes, en p a r t i c u l a r la clase m a s n u m e r o ­

F . — D i g a V . : ¿hay algo d e esto p o r acá en A m é ­ sa del p u e b l o , q u e i n g o r a n la sentina en q u e los

rica. p o b r e s están m e t i d o s . Esta g r a n parte del pue­

P . — M e a s o m b r o d e tu p r e g u n t a , p a s e m o s a d e ­ blo, especialmente artesanos y labradores, que


lante. j a m á s s u p i e r o n qué cosa e r a el nuevo Evange­

F . — P o r lo que veo, el P r o t e s t a n t i s m o , ósea lio, ni aquella iglesia, que se les p r e d i c a b a c o m o

el Evangelio puro, d e ningún m o d o se ha p r o p a ­ r e f o r m a d a , s i g u i e r o n de b u e n a fé, y c o n s e r v a r o n

gado como el C r i s t i a n i s m o , ó sea el Evangelio c o m o t r a d i c i o n a l m e n t e el f o n d o y la d o c t r i n a c a ­

de Jesucristo? tólica; estos sin d u d a tuvieron siempre, y siguen

P.—Seguramente que no: el C r i s t i a n i s m o , ó teniendo cierta probidad, a p e s a r d e su protes­

^ea el v e r d a d e r o E v a n g e l i o de J e s u c r i s t o , es una tantismo, porque no conocen las corruptora*


— m —
V.—¿Que r e s p o n d e n ios Protestantes c u a n d o
máximas d<« i» herejía. A mas de que, has de
los Católico s á su vez reclaman tolerancia?
estar bien persuadido de que lo s ho mbres no
P . — S u c o s t u m b r e es de r e s p o n d e r solo con
ado ptan siempre las malo s eo nsecueneias de lo s
burlas, e s c a r n i ó s e insultos: e n t r e (auto, siguen
principio s que pro hijaro n.
i m p er t ér r i t o s su sistema de bárbara persecución,
aumentan cada ve? mus el peso de su tiranía y de-
VL
jan gritar al que gr ita, y llo rar ai que llo ra, sin
darse por entendidos.
F . — L o s pro testantes, que co n tanto empeño
F.—Pero á lo meno s se habrán abstenido de
invo caro n en un principio la libertad de co n­
ensangrentarse co n los católicos Heles á ia r e i i -
ciencia y la to lerancia, ¿seguramente la habrán
gio n de sus padr es?
practicado después ello s para co n lo s Católi­
P . — ¿ Q u é dices? • • • • L o s e m p e r a d o r e s paganos
co s?
m a s bár bar os y cr ueles f u e r o n elementes y h u m a ­
P . — N i po r pienso : siembre ha sido la misma
nos, si se c o m p a r a l o que hicier on cont r a los
la co nducta de los sectarios: al principio , m i e n ­
cr istianos de su tiempo co n las atr ocidades que
tras son débiles to davía, invo can la libertad de
han c o m e t i d o los Pr otestantes contr a los pobr es
co nciencia, piden que se respeten sus co nviccio ­
católicos, íieles á su D i o s y á su fe, sin q u e s o c o ­
nes, y si alguien piensa en reprimir sus exceso G,
nozca géner o de t o r m e n t o ni de suplicio que n o
po nen eí grito en el cielo, pro testando de la vio ­
hayan empleado c o n t r a ellos, c o m o son los g a r ­
lencia que dicen se hace contra lo que leS es mas
fios, las hoguer as, las r uedas, las cuer das y todas
caro , co ntra sus inocentes opiniones (que lo so n
las m a n e r a s conocidas de martirizar la car ne y el
tanto como las uñas del tigre y lo s dientes del lo ­
espír itu, y C'slo sin p e r d o n a r ni aun á las m u j e r e s
bo ,) y tachan de o preso res y tirano s á cuanto s
y niños. r on tremendas inquisicio nes
Establecie
o san co ntradecirles. Pero no bien pueden levan­
par -a descubr ir á los sacerdo tes y r eligiosos que
tar un po co el gallo , se revuelven co mo Aeras
hubiesen quedado escondidos, m u y peor es sin
co ntra los Católico s, para co nfiscar sus bienes,
compar ación que todo cuanto flo jea par a d e s a -
pro scribirlo s y matarlo s.
3
- - 3| —
siglos la s penas de muerte contri los católicos; y
eredilar la Inquisición ifc Espa ña , y cu atóanos
aun hoy mismo toda vía en Berna, en Suecia y Di­
países se impuso pena de muerte con tía iodo sa­
namarca están vigentes las leyes de confiscación y
cerdote que hubiese posa do una noche en cua l­
destierro contra cua lquiera que se haga católico.
quier punto del territorio protesta nte.
En a lgunos principa dos de Alema nia se obiiga.
F.—Pero, Sr. Cura, pa rece imposible tonto fa­
bajo durísimas pena s, á los matrimonios mixtos,
natismo; está Y. bien segura de no exagerar eu
es decir, de protestante con católica ó al revés, á
nada?
educar á sus hijos en la religión protestante, y á
P.—De lo que estoy bien seguro es de haberte
no darles sino maestros protestantes. En los Es­
dicho mucho menos «te loque realmente ha pa sa ­
tados Unidos de América ha y sociedades, clubs y
do. Los hechos que te refiero son notorios, in­
hasta Gobiernos, jura menta dos para perseguir al
cuestiona bles, \ romprolwidos ademas |>or <>1 tes-
Catolicismo y á los católicos con toda clase de in­
tiinnuiodc los misinos protestantes. B a st
a leer
timidaciones, de molestia s, de injurias, de veja­
las ina udita s cruelda des cometida s por los lute­
ciones y hasta de sa ngrienta s violencia s. En la
ranos en Alemania, Stteeia , Dinamarca. Nora cuii
pobre Irlanda es tal la intolera ncia de los protes­
é Isla ndia ; por los Hugonotes <» Calvinistas eu
tantes ingleses, que causa horror el rela to de las
Francia y en Holanda; por los/.w ¡imítanos en Ber­
emigraciones, de la s hambres y miserias que los
na , Zunch, Ginebra , y demás ca ntones suizos; y
desgraciados ca tólicos irla ndeses tienen que su­
últimamente y sobre todo por los A n id ¡canos en
frir. Todo esto, y mucho mas, se sigue aun hoy
Inglaterra, Kseosia é Irlanda.
dia poniendo en juego para hacer apostatar á los
F.—Fstá muy bien; pero todo e>(<» ha brá su­
Ca tólicos, y pa ra impedir que se conviertan los
cedido en el primer arranque del Protesta ntismo:
Protesta ntes.
después ya ha brá sido otra rosa?
F.—Pero los Gobiernos protesta ntes ha brán
P.—Después ha n con f i miado las perserusiones
disminuido mucho estas persecuciones?
sin cesar ha sta nuestros dias. Pa íses Protesta n-
Ies han ha bido, como Ingla terra por ejemplo, P.—Si, la s han disminuido mucho, en cua nto
donde ha n esta do en vigor dura nte mas de do>« ya no ahorcan, ni descua rtiza n á los Ca tólicos,
— 56 —
— 57 -
como lo hacían poco tiempo h á, porque nuestro
siglo no consiente ya semejantes barbaridades. lieos. En resumen, no h a\ molestia q i i f u o j s c
les cause.
P e r o , fuera de esto, siguen como antes, sustitu­
yendo la astucia á las violencias manifiestas; y si F . — Y los particulares ¿tienen esta misma c o n ­
ducta con los Católicos?
es cierto que h an h ech o algunas concesiones, no
h a sido espontánea ygratuitamente, sino apremia­ P.—Aquellos protestantes h onrados y natural­
dos por la necesidad, y en fuerza de exigirlo asi mente buenos, que están en el Protestantismo,
la combinación de los negocios políticos. digámoslo asi, sin querer, y por h aber tenido la
F . — ¿ N o es, pues, verdad que much os Gobier­ desgracia de nacer en él, no h ay duda que desa­
nos protestantes h an otorgado a los Católicos lo prueban la conducta desleal de sus Gobiernos, y
que se llama la emancipación, y todos los dere­ compadecen á los Católicos, tan maltratados por
ch os civiles como á los Protestantes? ellos; pero los que son protestantes por princi­
pios, y con el deliberado propósito de oponerse a
P . — S i : lo h an h ech o por las razones que aca­
la Iglesia católica, son de la peor pasta imagina­
bamos de decir. Pero con toda esa emancipa­
ble, pues no cesan de alimentar los odios invete­
ción, palabra que recordará eternamente las
rados, y de asociarse y confabularse para moles­
crueldades ejercidas con los Católicos, y toda esa
tar á los Católicos y privarlos de empleos, de t r a ­
igualación de derech os civiles, la verdad es qtte
bajo, de comercio, de servicio, y aun de pan les
en los países protestantes no gozan los Católicos
privarian, si les fuese posible: esto l o h an h ech o
de verdadera libertad, pues ni sus Obispos, ni sus
siempre, y esto mismo continúan h aciendo en
párrocos» ni los demás eclesiásticos ejercen libre
Alemania, en Holanda, en las Islas Británicas, en
y desembarazadamente su ministerio; solo los
Suiza y en los Estados-Unidos, como acabo de
Protestantes son admitidos á los cargos y e m ­
decir.
pleos públicos; ellos solos pueden ser maestros
F . — ¿ Q u é razón les mueve principalmente á una
de la juventud; y finalmente, en los países protes­
conducta tan desleal é inh umana?
tantes, regidos eonstitueionalmente, se h ace todo
P.—La razón es que, no teniendo el Protestan­
lo posible para escluir de las Cámaras á los CütÓ-
tismo la fe verdadera tampoco tienen la ver-
I
— 5K—
— 30 —
(ladera c a r i d a d . Kl o d i o es eJ alimento dej
P r o t e s t a n ti sino; el o d i o es el que le d a ser y
c h a d o s que cooperan, sin saber lo que se h a­
c e n , á las i n t e n c i o n e s y p r o y e c t o s de los círculos
espíritu: y eonsiste en que el e r r o r no pue­
propagandistas. Pero, gracias á D i o s , son to­
d e s u f r i r la v e r d a d , y p o r esto no sufre á los
d a v í a bien escasos é insignificantes, si se les
que la p r o f e s a n , y los p e r s i g u e p o r i n s t i n t o .
compara á la masa g e n e r a l del pueblo si se
tiene en cuenta que, p o r lo c o m ú n , s o n gente de
VII.
malos pensamientos y peores costumbres, que á
v o c e s van mostrando el d e m o n i o á quien sir­
F . — ¿ Q u i é n e s son los actuales a m i g o s y p r o t e c ­
ven.
tores del P r o t e s t a n t i s m o en A m é r i c a ?
F . — ¿ Y n o h ay a l g u n o s d e estos agentes q u e son
P . — S o n v a r i o s y de d i s t i n t o linage y c a t a d u r a .
h o m b r e s de c i e n c i a , d e p r o b i d a d y h o n r a d e z ?
Sin c o n t a r los d e m a g o g o s y r e v o l t o s o s de todo e s ­
P . — S i los c r e e m o s á ellos, son p o r su s a b i d u ­
pecie, y a d e m a s los afiliados en las s o c i e d a d e s
ría u n o s S a l o m o n e s , y p o r sus v i r t u d e s A n g e l e s
secretas, los cuales a q u í , (pie s o m o s c a t ó l i c o s , se
en f o r m a h u m a n a . C o n un lenguage h u e c o y e n ­
v a n t o d o s c o n el P r o t e s t a n t i s m o para m i n a r el
t o n a d o , á lo m e j o r te d e j a r á n aplastado c o n m e ­
t e r r e n o á los P a p a s y á los G o b i e r n o s , los m a s f e r ­
dia docena de p a l a b r o t a s e s t r a n j e r i z a s y retum­
v i e n t e s p a r t i d a r i o s do la ¡leforma y del Evangelio
bantes, y con unas cuantas sentencias q u e te
puro c o m u n m e n t e son los m a l o s c a t ó l i c o s , ver­
e ch a r á n c o n m u c h a gravedad, ó con aire muy
d a d e r a h ez de la sociedad por su i m p u d o r , por
c o m p u n g i d o , s o b r e los a b u s o s de la R e l i g i ó n , y
sus v i c i o s y p o r su carencia de todo g é n e r o d e r e ­
las p a t r a ñ a s de los c u r a s , e t c . , etc. P e r o tú p r o ­
ligión.
cura averiguar lo que r e a l m e n t e son, y lo que
F . — ¿ H a y m u c h o s de estos p o r acá?
r e a l m e n t e saben en m a t e r i a s de r e l i g i ó n , y á las
P . — S e g ú n y conforme: son m u c h o s , si se t i e ­
pocas palabras te h a l l a r á s con q u e n o saben una
ne en cuenta q u e h a b r á pocas ciudades ni villas,
j o t a del C a t o l i c i s m o q u e c o m b a t e n , ni d e l P r o t e s ­
ni aldeas d o n d e n o h a y a agentes d i r e c t o s d e la
t a n t i s m o que q u i e r e n p r o p a g a r . E n c u a n t o á su
propaganda protestante, ú h olgazanes desdi-
vida y c o s t u m b r e s , n o te d i r é que te m e t a s á a v e -

'p
— ÍO _ — 41
puestos al e m b a t e de l as p r i m e r a s pasiones. Por
l ignarias, p o r q u e un c r i s t i a n o n o debe ocuparse
e s o atiaban y hacen c u a n t o pueden para p e s c a r e n
en a v e r i g u a r vidas agonas; p e r o sin que tú l o
sus redes á l os n i ñ o s y n i ñ a s , y a d u l t o s , i n c u l c á n ­
busques p r o n t o l l egarás á saber d e m a s i a d o d e s ú s
d o l e s p o c o á p o c o m á x i m a s d e c o r r u p c i ó n y con el
procederes, para comprender q u e s o n , ó u n o s
c e b o de l os vicios, de m a n e r a que l as p o b r e s c r i a ­
v i c i o s o s sin v e r g ü e n z a , ó u n o s hipócritas de l o
turas se hal l an p e r d i d a s antes quizás q u e s u s m i s ­
mas l ino.
m o s padres l o c o n o z c a n .
F.—¿Y á quiénes se d i r i g e n p r i n c i p al m e n t e
F . — ¿ Q u é señal suel en d a r d e si l os desventu­
estos tal es para m e t e r l o s en el Protestantismo?
r a d o s j ó v e n e s de esta m a n e r a seducidos?
P . — C o m u n m e n t e v e r á s q u e s e d i r i j e n con p r e ­
P . — E n su casa son d e s a b r i d o s con l a f a m il i a ,
ferencia á l a gente m a s p e r d i d a , m a s i r r el i g i o s a ,
d e s o b e d i e n t e s á sus padres, y sin respeto á sus
y s o b r e todo m a s d e s h o n e s t a , del p u n t o en q u e l i ­
mayores. E n púb l ico son j a c t a n c i o s o s y v a n o s ,
j a n sus r e d e s , c o n v e n c i d o s d e q u e esta es l a caza
p r e s u m i d o s de su p e r s o n a , pasean su m i r a d a in­
m a s preciosa que pueden h a c e r . Los verás andar
sol ente p o r cal l es y pl azas, y tratan con desprecio
c o m o p e r r o s h a m b r i e n t o s á la h u s m a de al gún p o ­
á l os que n o creen iniciados en l os profundos mis­
c o de c a r n e p o d r i d a , q u e nunca fal ta d o n d e hay
terios que ellos. E n l os col egios y escuel as suel en
h o m b r e ? , \ en c u a n t o d a n con el l a, se echan e n c i ­
ser pedantes, insufribl es, desapl icados y d i s t ó l o s ,
m a con h a m b r e v e r d a d e r a m e n t e c a n i n a para de­
azote de sus m a e s t r o s , y escándal o de sus c o n d i s ­
v o r a rl a .
cípul os. E n l as igl esias, si es que se dignan ir á
F . — ¿l i e o i d o d e c i r q u e estos apóstol es de l l u e ­
el l as, hacen gal a de p o s t u r a s indecentes y come­
v o c u ñ o tienen p a r t i c u l a r e m p e ñ o en s e d u c i r á l a
ten i r r e v e r e n c i a s de todas cl ases. Sue
l en echarl a
juventud?
de h o m b r e s ya m u y d u c h o s , c a n s a d o s del mundo,
p . — Y l e han d i c h o l a v e r d a d : l a j u v e n t u d es
y con desden se b u r la n y m e n o s p r e c i a n t o d o c u a n ­
en todas partes e s p e c i a l i s i m o o b j e t o de su d i a b ó l i ­
to e t e r n a m e n t e han respetado l as gentes h o n r a d a s
c o a p o s t o l a d o , p o r q u e saben c uá n fácil es apode­
En una p a l a b r a , m u e s t r a n p o r defuera l o q u e son
r a r s e d e m u c h a c h o s sin e s p e r i e n e i a , que tienen l a
p o r d e n t r o , y dan el f r u t o que la semil l a p o n z o ñ o -
snngre cal iente, que son l i g e r o s de cascos, y c s -
i"2 —
su s e m b r a d a en sus e n t e n d i m i e n t o s y c o r a z o n e s
— 45 —
acostumbra dar.
F , — Q u e p o r v e n i r puede p r o m e t e r s e la s o c i e ­ y él es el que s i e m p r e y en todo lugar ha franquea­
d o las puertas al d e s p o t i s m o m a s tiránic o y v e r ­
dad d e s e m e j a n t e s pimpollos?
gonzoso.
P . — B u e n o , n i n g u n o ; al c ontrario, d e b e t e m e r
d e ellos todo g é n e r o d e c alamidades : DO p o d r a n
VIH.
m e n o s de ser unos c i u d a d a n o s r e v o l t o s o s , pron­
tos siempre á toda n o v e d a d , fautores natos de t o ­
F . — ¿ Q u é Unes se p r o p o n e n estos fautores del
d o motil), libertinos c u a n d o j ó v e n e s , a m b ic i o s o s
P r o t e s t a n t i s m o al d a r s e tanta prisa en p r o p a g a r l o
sin c onc ienc ia ni e n t r a ñ a s en su edad v i r i l , e g o í s ­
y difundirlo? ¡ E s por ventura porque deseen
tas y a v a r o s en su edad m a d u r a , ateos sin r e m o r ­
m a y o r pureza de religión?
d i m i e n t o y asquerosos sibaritas en la v e j e z ; don­
P . — E s o es lo que ellos dic en, y p o r eso pre­
c ellas sin p u d o r , m a d r e s de familia desalmadas y
sentan sus p a t r a ñ a s c on los n o m b r e s seduc tores
sin e n t r a ñ a s , c o r r o m p i d a s c u a n d o j ó v e n e s , c or­
d e religión reformada, de Evangelio puro, de Cris­
ruptoras cu a n d o viejas.
tianismo primitivos p e r o , (iíiíirate lo que le i m p o r ­
F . — ¡ Q u e horror! ¿Es decir, que el tal Evan­
tará la Religión a s e m e j a n t e turba. L o q'ellos p r e ­
gelio puro es la esc uela de toda i n m o r a l i d a d , y la
tenden c on todas estas alharacas, es e n c u b r i r sus
sentina de todas las c a l a m i d a d e s religiosas, d o ­
mal d ad e s y d a r paso f r a n co á las i n n o v a c i o n e s p o ­
méstic as y polític as?
lític as que se p r o p o n e n i n t r o d u c i r . C o m o en I n ­
P . — L o has a d i v i n a d o del t o d o , liijo m í o ; ni
glaterra se Talen de las sec tas disidentes; así eJ
m a s ni m e n o s que lo (pie has d i c h o . Este Evan­
P r o t e s t a n t i s m o en sus m a n o s n o es m a s que un m e ­
gelio puro, c o m o le l l a m a n , ó sea el Protestantis­
d i o para m e t e r e n A m é r i c a la irreligión y el d e s e n ­
m o , n o es m a s que la irreligión y el libertinaje
freno, el l i b e r t i n a j e y la inc redulidad, y en r e s u ­
disfrazados c on palabras melosas; es el azote m a s
men el Comunismo y Socialismo
t r e m e n d o que aflije a l a h u m a n i d a d : p o r él c a m i ­
F . — ¿ Q t t é es eso de Comunisma y Socialis­
nan las sociedades á la anarquía y á la d i s o l u c i ó n ;
mo"
P,-—Suelen t o m a r s e etifjis dos palabras en un
— 43 _
— u — p o r a q u e l o e n t i e n d a s , el e s t a d o s a l v a j e e l e v a d o ú
mismo sentido; pero no d e b e n confundirse, pues un grado de barbarie i n a u d i t o h asta h o y en lo:
s i g n i f i c a n c o s a m u y d i s t i n t a u n a <le o t r a , y c a d a a n a l e s d e la h u m a n i d a d : e s la i g u a l d a d y la fra­
cual tiene sus sectarios respectivos. La r a z ó n de t e r n i d a d d e las b e s t i a s ; y p e o r t o d a v í a , p o r q u e l a s
c o n f u n d i r s e e s t a s <los p a l a b r a s , es q u e u n a y o t r a b e s t i a s al m e n o s t i e n e n u n i n s t i n t o a l q u e obede­
significan sistemas encaminados ala ruina de la c e n , m i e n t r a s q u e e n la b r u t a l d o c t r i n a c o m u n i s t a
s o c i e d a d , d e la R e l i g i ó n y d e la m o r a l . El Comu­ n o h a b r í a o t r a regla q u e s e g u i r en s o c i e d a d mas
nismo, t o m a d o en toda la estensionde su significa­ q u e l a s p a s i o n e s , p r i n c i p a l m e n t e el ínteres d e cada
d o , es u n a t e o r í a ó d o c t r i n a q u e e n s e ñ a q u e t o d o s c u a l , y el d e s e n f r e n o d e los s e n t i d o s .
los bienes morales y materiales deben ser cornil- F . — ¡ V a y a ! v a y a ! V . m e está c o n t a n d o u n c u e n ­
n e s á todos los ciudadanos, cualquiera q u e sea el t o , n o es p o s i b l e q u e n a d i e e n s e ñ e e s o .
titulo c o n q u e los posean. P o r consiguiente, que P . — ¿ C ó m o no? pues, sábete, h i j o m í o , que t o ­
á t o d o s e n c o m ú n p e r t e n e c e la s o b e r a n í a , l a s m u ­ das estas b a r b a r i d a d e s e n s e ñ a n m u y f o r m a l m e n t e
j e r e s , l a s t i e r r a s , las c a s a s , el c o m e r c i o , la i n d u s ­ y p o r p r i n c i p i o s e n l i b r o s , en c á t e d r a s , e n p r o c l a ­
tria, los talentos, los derechos d e paz y d e g u e r r a , m a s y e n p e r i ó d i c o s ; y l o q u e m a s es, q u e h a s t a se
en r e s ú n i e n , t o d o . S e g ú n esta d o c t r i n a , b u l o l o h a i n t e n t a d o y se i n t e n t a t o d a v í a p o n e r l o e n p r á c ­
q u e h a y e n A m é r i c a , en t o d a s p a r t e s , es tan d e t o ­ tica e n a l g u n o s p a í s e s .
d o s c o m o el a i r e y c o m o el sol. F.—A ver, á ver; ¿cómo y cuándo h a sido
F . — ¿ E s o os d e c i r , q u e n a d a d e c u a n t o t e n e m o s eso?
y p o s e e m o s es nuestro? ¿ni a u n nuestra c a m a , ni P . — E n los tiempos pasados y en los presentes.
n u e s t r a m u j e r , ni a u n nuestro mismo entendi­ En los tiempos pasados h u b o unos revoluciona­
miento? r i o s l l a m a d o s Anabaptistas, h ijos primogénitos del
P . — C a b a l i t o : la tal d o c t r i n a es, n i m a s n i m e ­ Evangelio paro, ó sea del Protestantismo, que
d i o s , la d i s o l u c i ó n d e la f a m i l i a y d e la s o c i e d a d , el p r e d i c a n d o y q u e r i e n d o p o n e r en practica el C o -
trastorno c o m p l e t o d e la m o r a l y d e l a s costum­ m u n i s m o . e n A l e m a n i a , Suiza, Mora via y en los
b r e s , la d e s t r u c c i ó n r a d i c a l d e l o q u e se l l a m a d e ­ P a í s e s B a j o s d u r a n t e la p r i m e r a mitad d»>l s i g l o
r e c h o , v la negación n b s o l u t n d e toda r e l i g i ó n 1 es.
— f<> —

X V I , l o g r a r o n que l o s vasallos se rebelaran c o n t r a I * . — ¿ Q u é no? Lo* hnkierati M>b r e p u j a d o m u -


sus príncipes y s o b e r a n o s , y d e s t r o z a n d o á c u a n ­ e h o , pues los Anabaptistas al fin y al cabo respeta­
tos n o participaban d e s ú s proyectos y o b r a s , sus ban las n o c i o n e s de Dios y de la i n m o r t a l i d a d del
cabecillas llegaron á hacerse déspotas tiranos, a l m a , creían en las recompensas y penas de la

m a s feroces y sangrientos que el m i s m o Nerón. otra v i d a , admitían la revelación cristiana, se

E s t a s turbulencias c o s t a r o n la vida á m a s de cien a t e n t a s e n algo al Evangelio, y no h a b í a n sacudido


m i l almas. toda especie de freno m o r a l , y c u a n d o con estas
F . — ¿ Y e n los tiempos presentes, d i c e V . q u e c o n d i c i o n e s hicieron l o que h i c i e r o n , tigúrate lo
t a m b i é n ba h a b i d o algo de esto? q u e h a r i a n tos comunistas de b o y tiia, que ni c r e -

P - — N o ba h a b i d o tanto c o m o en l o s pasados, «>n en d i o s ni en la o t r a s ida, ni r e c o n o c e n mas

p o r q u e los c o m u n i s t a s n o han l o g r a d o t r i u n f a r : regla de e ó n d o r t s que su p r o p i o i n t e r é s y las m a s


p e r o p o r las m u e s t r a s que de si han d a d o en los brutales pasiones. Aquellos eran c o m o novicios

p r i m e r o s disturbios del a ñ o 1818 en Italia, F r a n ­ e n e l arte de d e s t r u i r y en c o m e t e r h o r r o r e s , y e s -


c i a , Suiza y Sangría, se puede juzgar l o q u e ha­ i o s son ya padres maestros. ¡ P o b r e m a n d o , sí
r í a n sí llegasen á d o m i n a r ; pues sus hazañas d e !)¡<*sdejaba desatados á tales m o n s t r u o s , aunque
e n t o n c e s b a n sido el saqueo de ías iglesias y casas 0 0 fuera s i n o p o r un c o r t o espacio d e t i e m p o !

religiosas; estragos h o r r o r o s o s , bandas o r g a n i z a ­ F . — V a c o m p r e n d o lo fpje esCoHiHHtemo; díga­


das de asesinos armados de puñales c o n t r a l o s m e V . a h o r a algo d e l Sociaíisnt».
pudientes y hombres honrados, incendios en
c a m p o s y ciudades, e n fin, t o d o g é n e r o d e h o r r o ­ P . — E l Soeialtsnw pretende c a m b i a r el estado y
res. ¿Y q n é c r e e s tú que «perito r e g a l a r los i n ­ «•onstitucinn d e l a s sociedades m o d e r n a s , c o n s u ­
cendiarios de Valladoliz, p o r n o citarte otros m a n d o su independencia de la R e l i g i ó n , de la a u ­
e j e m p l o s tan recientes c o m o este? toridad y de la m o r a l , en que hace lautos siglos se
F , — A pesar de esto, uw parece que nunca ha - trabaja. Para decírtelo en una sida palabra, es
b r i a n llegado á r e n o v a r las atrocidad»"; de tes l a - una divinización de la sociedad, que s e proclama
uáticos . t nabapt¡!¡tt(s, ea> o d i o d e sil D i o s u n o i l r j n o . d e IH Jejesia de
Jesucristo y de t o d a especie d e autoridad política, t e s t a n t i s mo a b r i g a r á n u n fin tan p e r v e r s o v ho r­
ó sea d e g o b i e r n o . rible?

F . — ¿ Q u i é n e s s o n p e o r e s , l o s comunistas ó l o s - P.—Seguramente que no ; pues m u c h o s so lo

cialistas? so n i n s t r u m e n t o s c i e go s , c u yo fin i n m e d i a t o es
ú n i c a m e n t e su i n t e r é s d e l m o m e n t o , y o t r o s so n
P . — U n o s y o tro s; po r q u e aunque aparentan
pura y simplemente u n o s necio s y vicio so s, que
algunas diferenciasen sus doctrinos, el hecho de
nada m a s pretenden sino tener co mpañero s de
v e r d a d e s , que s e a v i e n e n e n t r e si perfectamente
sus vicio s y d e s ó r d e n e s . P eo
r lo s c a b e z a s , lo s
u no s c o n o t r o s , y q u e t o d o s a s p i r a n a l m i s m o f i n ,
q u e d a n el i m p u l s o y m o v i m i e n t o , no llevan mas
p o r los m i s m o s medio s. Esta es la r a z ó n p o r q u e
fin q u e e l q u e l e h e d i c h o ; y d e e s t o n o c a b e d u d a ,
confunden el Comunismo
e n e l l e n g u a j e c o m ú n se
pues, lejo s de o c u l t a r l o , ello s m i s m o s lo co nfie­
y Socialismo, ol s comunistas y s o c i a l i s t a s .
san c l a r a m e n t e , y a l t a m e n t e lo publican en sus
F . — Y este C o m u n i s m o y S o c i a l i s m o , dice V. l i b ro s y e s c r i t o s .
que tratan de p r o p a g a r lo s fauto res y disemina - F . — V e r d a d e r a m e n t e to do cuanto V. acaba de
d o r e s del P r o t e s t a n t i s m o ? d e c i r m e es capaz de l l e n a r de espanto , y n o p u e d o
P . — S i , F e d e r i c o : e s t e es el fin á q u e s e d i r i g e n p e n s a r e n ello sin e r i z á r s e m e lo s cabello s.
to do s sus esfuerzo s y m a n i o b r a s . C
o m
o el P r o ­ P . — Y razón de so bra tienes para ello . Guár­
testantismo n o es m a s q u e u n a p a l a b r a vaga, c u y a date, pues, de la peste del P ro t e s t a n t i s mo , sí,
ú n i c a significación se reduce á n e g a r l a Religión j u n t a m e n t e c o n tu a l m a , n o quierrs perder to do
v e r d a d e r a , es m u y á p r o p ó s i t o p a r a e n c u b r i r lo s c u a n to a m a s e n este m u n d o .
p e r v e r so s d e s i g n i o s d e l o s q u e s o l o s e v a l e n d e e l l a
para acabar co n to do género de pro piedad y des­ IX.
q u i c i a r lo t o d o c o n e l xtnto fin de alzarse ellos d u e ­
ñ o s d e l c o t a r r o , « a l v o s i e m p r e el d e r e c h o de h a ­ F . — ¿ Y q u é le p a r e c e á V . q u e h e d e h a c e r p u n í
c e r s e d e s p u é s p e d a z o s u n o s á o t ro s . g u a r d a r m e d e lo s pro pagado res del P ro t e s t a n ­
F . — P e ro no to do s lo s pro pagado res del P ro ­ t i s mo ?
1».—Huir iic filos como tic líente apesta­
trangeros del Protestanti smo para hacer su ne­
da.
goci o?
F.—Kslá muy bien; pero ¿cómo lo haré pura
P.—Suelen aparentar mucha reli gi ón y aun
conocerlos? ¿nú; sabrá V. dar un medi o para to­
devoci ón, practi can exteri ormente con grande
marlos bi en la filiación?
exacti tud los ejercicios de su culto, y hacen gala
P.—Si , puedes conocerlos, por mucho que se
i le llevar si empre consigo la Bi bli a, ó su libro de
di sfracen para no ser conoci dos por lo que son,
oraciones, según ellos le llaman: guardan la fies­
pues ellos suben muy bi en que si los pueblos los
ta del domingo con una supersti ci ón tan farisai­
conoci eran, quedari a perdi do todo su negoci o.
ca, que en ese dia ni aun encienden lumbre en su
I.os hay que hasta la echan de religiosos y devotos
casa para guisar la comi da; y donde ti enen capi ­
y tienen siempre palabras de mi el en su boca, y
llas para su culto, concurren á ellas con gran
hasta se dicen fervorosos católicos. Kstos hacen
boato para hacerse notar de todos. Toman un
lo que el demonio, que de ángel de ti ni eblas que
ai re de honradez y hombría de bi en, que cual­
es, se transforma en ángel de luz, como di ce el
quiera, al verlos, los tendría por i mpecables.
Apóstol, para seducir mas fácilmente á los incau­
I na vez preparado el terreno por estos medios, y
tos. Con todo hay señas para conocerlos \ liher-
después de haber dado una mirada para conocer
lai se de sus redes.
á los que podrán atrapar en sus redes, se van pe­
F.— Vamos á ver cuáles son estas señales.
co á poco y con maña introduciendo en las fami ­
I».—Sondiversas, según que los (autoresó pro­
li as, en las reuniones públi cas, y procuran tra­
pagadores del Protestantismo son estrangoros ó
bar amistad con aquellos sujetos que juzgan mas
ameri canos. Los estrangeros por lo general no
á propasto para coadyuvar á sus miras.
son por ahora acá en Améri ca mas que algunos
F.—Vaya, como no hagan mas que eso, poco
agentes de la propagunda inglesa, y en parti cular
fruto sacarán.
son escoceses, que son los mas fanáti cos entre les
P.— Enpera un poco, que no te he di cho nada
protestantes de la Gran Bretaña.
todavía. Cuando estos propagandi stas han sea-
F.—GÓmo se arreglan estos propagandistas es-
íado ya sus reales, y se creen bi en acogi dos por
las gentes, c o m i e n z a n con t o n o grave y palabras
d a d , de l i b e r t a d , d e c i v i l i z a c i ó n , d e p r o g r e s o y d e ­
m e l o s a s á c o m p a d e c e r s e d e l os p o b r e s C a t ól i c o s ,
más pal abrotas, con que se d e j a n e m b a u c a r l o s
e s cl a v o s , c o m o el l os d i c e n , del P a p a y d e l os cu­
i n c a u t o s p o r gentes que son c o m o e r a n l os f a r i ­
ras, y v í c t i m a s d e una p o r c i ó n d e supersticiones.
seos, l os cual es se m o s t r a b a n muy rígidos en
E n seguida pasan á e n c o m i a r su r e l i g i ó n , h a c i é n ­
g u a r d a r el s á b a d o , m u y c e l o s o s d e l os r i t o s del c u l ­
d o s e t o d o s l enguas d e l a l i b e r t a d que en el l a g o ­
to j u d á i c o , m u y p u n t u a l e s en p a g a r l os d i e z m o s y
z a n , sin n i n g u n o d e esos e m b el e c o s d e ayunos,
p r i m i c i a s ; p e r o q u e al l á en sus a d e n t r o s e r a n o r ­
abstinencias, c o n f e s i o n e s y d o m a s practicas im­
gul l osos c o m o Lucifer, a v a r o s c o m o Judas, rapa­
pertinentes. A t o d o esto a ñ a d e n m il al a b a n z a s
ces, i n m u n d o s , o b s c e n o s , e n v i d i o s o s , tal es, en fin,
de l o fl orido que se hal l a el comercio al l á en su
que el S a l v a d o r n o t u v o r e p a r o en l l a m a r l o s raza
t i e r r a , d e l a p r o s p e r i d a d y bienestar q u e en el l a
de víboras y sepulcros boqueados. Pues estos
gozan desde que s a c u d i e r o n el y u g o de l P a p a y d e
son l os tal es p r o p a g a n d i s t a s estrangeros, de que
l os c u r a s . De esta m a n e r a l ogran que l os t o n t o s
v o y h a b l a n d o : c o n capa d e r e l i g i ó n , y m o s t r á n d o ­
é i g n o r a n t e s se q u e d e n con tanta boca a b i e r t a , y
se c o m o agentes d e l P r o t e s t a n t i s m o , en v e r d a d n o
figurándose que, para nadaren oro y vivir c o m o
son m a s q u e e m i s a r i o s p o l í t i c o s que s o l o tratan
u n o s p a t r i a r c a s , l o p r i m e r o que l ian de h a c e r es
d e i n f l u i r y d o m i n a r en l os países d o n d e t i e n d e n
renegar de l a r e l i g i ó n c a t ó l i c a .
sus r e d e s para h a c e r l o s c o l o n i a s d e l a I n gl a t e r r a .
r.—¿Y p o r qué l l ama V. tontos é i g n o r a n t e s á
Y si n o observ a bien c ó m o a p r o v e c h a n el tiempo
l os q u e esto c r e a n ?
en todas l as bullangas q u e hay e n ciertas c i u d a d e s
P . — P o r q u e se tragan c o m o artícul os de íé l o s
cuentos d e J a u j a , que les cuentan u n o s c h a r l a t a n e s para inundarl as de contrabando.

que q u i e r e n p e r d e r l o s , y fiados en l a apa rime i a. F . — Y a veo l o que l l ama V . l a apariencia; ¿ y

n o p e n e t r a n l a sustancia de l as cosas. l a sustancia q u é q u i e r e decir?

F . — S í r v a s e V . espl icarse un p o c o m a s . ¿Que. p . _ S u s t a n c i a q u i e r e decir aquel l o q u e , a p a r t e

es eso d e apariencia ? l as buenas p a l a b r a s , es en real idad y v e r d a d el

P . — L a a p a r i e n c i a e s esa cáseara da r el i g i o s i ­ P r o t e s t a n t i s m o d e I n g l a t e r r a , tanto en l o q u e p e r ­


tenece A r e l i g i ó n , c o m o en l o r e l a t i v o á m o r a l , y
U l t i m a m e n t e , por l o que respecta á l a p r o s p e r i ­
dad material de l a Ingl aterra, si se esceptúan u n o s
á l o que se auuucia con l os n o m b r e s p o m p o s o s de cuantos ricachos que se han h e c h o con un caudal
civilización, progreso, prosperidad material-, ote., fabul oso, l a m a y o r í a del pobre p u e bl o sufre una
etc. En l o tocante á re l igión el P r o t e s t a n t i s m o m i s e r i a tan espantosa, que para no perecer de
ing l és es nn tal desabarajuste de ideas, que se h a m b r e pasan sus vidas sepul tados en las m i n a s
cuentan p o r centenares l as sectas nacidas de esta del c a r b ó n de piedra, ó en las fábricas detrás de
Babel , y es indecible el furor con que u n a s á otras una m á q u i n a , d o n d e en pocos a ñ o s m u e r e n este-
se c o m b a le n : l a m i s m a igl esia oíieial , es decir, l a nuados p o r el excesivo trabajo y m a l al i m e n t o ,
sostenida por el G o b i e r n o , y e u y o g e f e es el Rey ó q u e p a r a muchos se reduce á papas y agua, e s t a n ­
R e i n a , n o sabe l o q u e ha de c r e e r , ni l o que n o ; d o bien contentos c u a n d o pueden haberl as, En
l os que en esta igl esia se l l a m a n obispos n o son toda Ingl aterra, p e r o particularmente en I r l a n d a ,
sino vil es m e r c e n a r i o s que engordan con l os p i n ­ cada a ñ o m u e r e n l iteral mente de h a m b r e m u c h o s
gües suel dos que el G o b i e r n o m i s m o l es paga, ó m i l e s de personas, y para evitar l a muerte, n o l es
l os hace pagar con sus bayonetas; l os beneficios queda m a s recurso que e m i g r a r á bandadas á l os
ecl esiásticos se a d j u d i c a n en ¡ ública subasta al r e m o t o s países de A m é r i c a ó de l a Oceania. Di-
m e j o r postor, y todos l os dias se ven a n u n c i o s en m e a h o r a , ¿qué te parece de l a prosperidad ma­
l os periódicos ingl eses, d i c i e n d o que tal beneficio teria l de Ingl aterra?
produce m u c h a renta, que en el o t r o hay poco que F . — E f e c t i v a m e n t e parece imposibl e. P e r o ¿es­
t r a b a j a r , etc. etc. L o s treinta y nueve artícul os tá V . bien seguro d o n o exagerar nada?
del Credo de esta l l amada igl esia angl icana son P . — E n t o d o c u a n t o acabo de referirte, nada
tan el ásticos, que cada cual l os entiende c o m o l o hay que n o sean hechos públ icos, n o t o r i o s y que
pl ace, y a u n l os u n o s en o p o s i c i ó n á o t r o s , ha visto con sus propios o j o s todo el que ha p a s a ­
eso en cuanto á r e l i g i ó n . — K n cuanto á m o r a l , d o al gún t i e m p o en Ingl aterra. Dios n o s l ibre de
el c o m ú n de l os Protestantes son gente dada s e m e j a n t e prosperidad, y se digne r e t o r n a r n o s l a
á todos l os desarregl os de l a c a r n e , al I m i ­ de nuestros padres cuando oran buenos catól icos.
to, al h o m i c i d i o , al suicidio; y para v e r l o , n o
hay mas que pasar l os o j o s p o r sus estadísticas.
— m — — 57 —

Y.—Ahora ya s a b r é lo q u e son los propag ado­ l o s p a i s e s e a t ó l i c o s e s t á n todos m u y a t r a s a d o s . Ha­


r e s e x t r a n j e r o s del Protestantismo, ¿que m e d i c e blan m u c h o de la independencia del h o m b r e y sobre,
V . d e los a m e r i c a n o s ? t o do , s o n g r a n d e s e n c o m i a d o r e s tle la libertad de
P . — Q u e , g racias á D i o s , n o son m u c h o s t o d a ­ conciencia. Están s i e m p r e p r o n t o s á h a b l a r m a l del
v í a , a u n q u e s o n s i e m p r e los bastantes p a r a t u r b a r P a p a , d e los O b i s p o s y d e todos los s a c e r d o t e s , d e ­
la paz d e las c o n c i e n c i a s y c o r r o m p e r a l g u n o s d e s ­ p l o r a n d o continuamente con hipócrita compasión
g raciados compatriotas nuestros. D e estos p o c o s y c o m o u n o s J e r e m í a s los a b u s o s de la iglesia y
americanos p r o p ag a d o r e s del Protestantismo, del partido clerical. P r o f e s a n y predican c o m o m á ­
u n o s s o n ignorantes, q u e , e n g a ñ a d o s p o r los p r o ­ x i m a d e buen g o b i e r n o q u e los O b i s p o s y c l é r i g o s
pag andistas e x t r a n g e r o s , se h a n c r e í d o c o m o si DO son m a s que unos empleados públicos c o m o
f u e r a a r t i c u l o d e le, que A m é r i c a n o p u e d e s e r u n otros cualesquiera, y q u e n o deben poseer n i n g u ­
país r i c o , l i b r e y p r o s p e r o , m i e n t r a s c o n t i n ú e s i ­ na clase de b i e n e s , s i n o c o b r a r su sueldo del E s t a ­
e n d o c a t ó l i c o , y q u e le b a s t a r í a hacerse p r o t e s t a n ­ do. Miran como una i n t r u s i ó n de la tiranía
te p a r a c o n v e r t i r s e en un p a r a í s o . O t r o s son in­ clerical el ( p í e l o s s a c e r d o t e s calól icos, especial­
trigantes políticos, que con m a s ó m e n o s d e s c a r o m e n t e los O b i s p o s teng an p a r t e en la e n s e ñ a n z a y
propag an doctrinas protestantes, sin m a s o b j e t o e d u c a c i ó n d e la j u v e n t u d . T o d o s e l l o s s e declaran
q u e t r a s t o r n a r el o r d e n público, y no dejar G o ­ p a r t i d a r i o s del r e g a l i s m o y d e las d o c t r i n a s r e g a -
b i e r n o estable á fin d e h a c e r ellos su pesca á r i o listas m a s e x a g e r a d a s .
r e v u e l t o , es d e c i r á fin d e m e d r a r en riquezas, e m ­ F . — ¿ Q u e v i e n e á ser esto de Regalismox doc­
pleos y h o n o r e s . trinas regalistas1?
F . — Y ¿con q u e señales p o d r e m o s r e c o n o c e r a P . — E s t e , h i j o m i ó , es u n o d e los p u n t o s m a s
estos p r o p a g a n d i s t a s a m e r i c a n o s ? d e l i c a d o s del d e r e c h o y q u e h i z o c a e r la p l u m a d e
P . — N o es difícil c o n o c e r l o s . G e n e r a l m e n t e ha­ la m a n o á n o p o c o s sabios, e s p e c i a l m e n t e si se b a ­
b l a n d o , todos ellos se hacen leng uas para e n s a l z a r ilan m u y v e r s a d o s e n la h i s t o r i a eclesiástica: es
las p r o s p e r i d a d e s de que g ozan los países p r o t e s ­ c o m o el g r i t o d e alerta p a r a los P r í n c i p e s t e m p o ­
tantes, asi c o m o tienen e m p e ñ o en h a c e r c r e e r q u e rales y p a r a la S a n t a S e d e a p o s t ó l i c a , y que tiene
- .iíl —
— ;;x —
que la Iglesia ha c o n c e d i d o á los p r i n c i p e s y r e y e s
como a b s o r b i d a la atención de los unos y de In
otra, aunque por m otivos m uy diversos. La de católicos, c o m o en c o m p e n s a c i ó n d e los s e r v i c i o s

aquellos para d a r l e s i e m p r e m a y o r e s e n s a n c h e s y q u e 1c h a n p r e s t a d o , y e n p r u e b a de la í n t i m a

latitud, y la de. la Santa S e d e para m o d e r a r l o s y u n i ó n y c o n c o r d i a de a m b a s potestades s u p r e m a s ,

r e d u c i r sus p r e t e n s i o n e s á lo que e x i g e el bien d e las q u e p a r a el bien d e sus s u b o r d i n a d o s se c o m u ­

a m b a s potestades y de los p u e b l o s c r i s t i a n o s . En n i c a n u n a á o t r a u n a p a r t o de sus r e s p e c t i v o s d e ­

sil o r i g e n las regalías n o f u e r o n m a s que c i e r t o s r e c h o s , sin q u e p o r eso c a d a una d e j e d e o b r a r c o n

d e r e c h o s R e a l e s , que se r e s e r v ó el E s t a d o en f a ­ i n d e p e n d e n c i a en el c i r c u l o d e sus a t r i b u c i o n e s ,
p o r t e n e r una y otra m a r c a d o su o b j e t o y los m e ­
v o r del K r a r i o p ú b l i c o y del R e y c o m o cabeza del
d i o s a n á l o g o s para c o n s e g u i r l e . P e r o del m o d o
E s t a d o y su representan le. Este n o m b r e fué d e s ­
que se e n t i e n d e y v i e n e p r a c t i c á n d o s e m a s ó m e ­
c o n o c i d o en la legislación r o m a n a y á los p r o f e ­
n o s desde tres ó c u a t r o s i g l o s , e s p e c i a l m e n t e de
s o r e s d e la lengua del Inicio p o r el h o r r o r hast.i
un siglo á esta p a r t e , es u n a especie de c o n s p i r a ­
el n o m b r e d e R e y , que las ideas r e p u b l i c a n a s h i ­
ción perm anente c o n t r a í a Iglesia, que consiste
c i e r o n c o n c e b i r á los a n t i g u o s r o m a n o s desde In
en m e r m a r y q u i t a r e n t e r a m e n t e ú la a u t o r i d a d
e x p u l s i ó n d e los reyes y de la m o n a r q u í a en t i e m ­
del S u m o P o n tí tice y de l o s O b i s p o s q u e les c o r ­
po de T a r q u i n i o , que d e n o m i n a r o n con el n o m ­
r e s p o n d e n , c o m o j e f e s u p r e m o y u n i v e r s a l de los
b r e de S o b e r b i o . C u a n d o f u n d a d o el n u e v o im ­
C a t ó l i c o s q u e es el p r i m e r o , en todo l o r e l a t i v o
p e r i o d e O c c i d e n t e , pasó este de los f r a n c o s á Jos
al g o b i e r n o de la Iglesia, y los segundos e n su d i ó ­
g e r m a n o s , e m p e z a r o n estos d e r e c h o s á l l a m a r s e
cesis.
Regalía iura, y con el t i e m p o Regalías entre n o ­
F . — F u n d a d o s m o t i v o s hay para tenerse c o m o
sotros. Hasta aquí nada tiene que v e r la Iglesia,
p u n t o m u y d e l i c a d o , según lo q u e V . acaba d e c i r ­
y n o te h u b i e r a d i c h o de ello nada s i n o p o r e n ­
m e , este d e regalías.
terarte bien del a b u s o q u e de aqui t o m a su n o m ­
P . — L o es t a n t o , que es m e n e s t e r p r o c e d e r c o n
bre.
toda c i r c u n s p e c c i ó n e n esta m a t e r i a , p a r a q u e ni
A d o p t a d o este n o m b r e , se a m p l i ó su significa­
se d e p r i m a el p r i n c i p a d o , ni se l e v a n t e y ensalce
ción ú d e s i g n a r aquellos d e r e c h o s y p r e r o g a t i v a s
— 00 — m —
m a s d e lo j u s t o ; p r o c u r a n d o q u e , asi c o m o la p o ­ r o n los O b i s p o s ; que se disponga todo lo de la Igle­

testad eclesiástica n o p u e d e p r e t e n d e r d e r e c h o al­ sia de Real o r d e n ; y que el P r i n c i p e sea el ú n i c o

g u n o á la p a r t i c i ó n del c e t r o sin i n t r o d u c i r l a c o n ­ jefe de la j e r a r q u í a eclesiástica. Los pobrecitos


fusión y a n a r q u í a ; asi t a m p o c o la potestad civil son u n o s j a n s e n i s t a s sin p o d e r s u f r i r que seles
n o p u e d e l e v a n t a r en la Iglesia o t r o t r o n o p o n t i ­ aplique este su p r o p i o n o m b r e . E n r e s u m e n ; los
ficio, n i a r r e b a t a r al V i c a r i o d e J e s u c r i s t o u n a de regalistas q u i e r e n c o n c e n t r a r e n m a n o s d e los G o ­
sus llaves sin f o r m a r l a m o n s t r u o s i d a d de un c u e r ­ biernos temporales toda la a u t o r i d a d espiritual
p o c o n dos cabezas y c r e a r u n a incalificable d y a r - que J e s u c r i s t o c o n f i r i ó e x c l u s i v a m e n t e á los A p ó s ­
q u i a , y n o s e d a r i a a l C é s a r l o q u e es del C é s a r , p o r toles y á sus sucesores en «'I E p i s c o p a d o , b a j o la
que ni l e pertenece ni p u e d e p e r t c n e c e r l e ; y se a r ­ s u p r e m a d e p e n d e n c i a del S u m o - P o n t i f i e e , p r í n c i ­
r e b a t a r í a á D i o s lo q u e es d e D i o s . pe d é l o s A p ó s t o l e s .
F . — Y ¿ P o r q u é se h a v e n i d o en l l a m a r llega - F.—Y ¿ c ó m o se g o b i e r n a n los regalistas para
lismo á esa monstruosa usurpación de los d e r e ­ h acer t r i u n f a r sus doctrinas?
c h o * d e la Iglesia? P . — S e valen de u n a s a r t e s v e r d a d e r a m e n t e d i a ­
P . — P a r a c u b r i r c o n un b e l l o y a u t o r i z a d o n o m ­ bólicas. En los países g o b e r n a d o s p o r m o n a r q u í a s
b r e y q u e h alaga á las potestades del siglo esa c o n s ­ puras, h acen c r e e r á los R e y e s que las m i r a s del
piración que, para a h o g a r á la Iglesia, p r e t e n d e Papa s o l o t i e n d e n á a p o d e r a r s e de la autoridad
a t r i b u i r á la a u t o r i d a d d e los R e y e s , ó sea d e los Real, y que es menester estar s i e m p r e m u y alerta
G o b i e r n o s seculares, c o m o d e r e c h o p r o p i o y e m a ­ c o n t r a las i n v a s i o n e s de la gente de corona, al
n a c i ó n d é l a s o b e r a n í a lo» d e r e c h o s que s o l o c o r ­ t i e m p o que ellos están i n v a d i e n d o todo el terreno
r e s p o n d e n á la Iglesia, y q u e esta n o les h a c o m u ­ de la disciplina eclesiástica. E n los países regidos
n i c a d o para que la e n c a d e n e n , la h agan u n a escla­ c o n s t i t u e i o n a l m e n l e , h acen c r e e r á los P a r l a m e n ­
v a , y p o r c o n s i g u i e n t e la d e s t r u y a n , s i n o para su tos que e n su calidad de s o b e r a n o s y o m n i p o t e n t e s
bien y p r o s p e r i d a d . L o s regalistas de p u r a raza q u i ­ c o m o los l l a m a n , pueden h a c e r y d e s h a c e r l o q u e
sieran que el G o b i e r n o n o m b r a s e los O b i s p o s sin se les a n t o j e e n l o relativo al g o b i e r n o temporal y
d e p e n d e n c i a del P a p a , y los p á r r o c o s sin c o n t a r espiritual d e la Iglesia, de m o d o que ni H P a p a , ni
— (¡á —

loa O b i s p o s , ni l o s c l é r i g o s , de be n t e n e r m u s a u ­
p r e n d e r á s q u e la i n d i g n a c i ó n q u e ine h o c e c o n c e ­
toridad ni ejercer m a s funcione s que l a s que el
b i r tal p r o c e d i m i e n t o , tnc h a c e h a b l a r de bro­
P a r l a m e n t o Ie s o t o r g u e , l le v a n d o s u te me r i d a d
ma.
hasta e l e x t r e m o d e q u e n i a u n e n la c o n f es i ó n p u e ­
I". — Va l o lie c o m p r e n d i d o , s e ñ o r , p o r q u e lo­
dan de cir ni hacer lo q u e juzgue n se gún Dios, á
d o e l i n u n d o sabe que l o s A p ó s t o l e s p r e d i c a r o n la
me n o s d e e x p o n e r s e a s e r e n c a u s a d o s y a r r a s t r a r ­
le y gobe rnaron la Igle sia c o n p l e n a i n d e p e n d e n ­
se p o r l a s c á r c el es . D e o t r o m o d o , dice n, se ria un
c i a , y á p e s a r d e (oda la r a b i a d e s u s p e r s e g u i d o ­
Estado d e n t r o de l E s t a d o , y u n S o b e r a n o e x t r a n ­
re s y d e las p r o h i b i c i o n e s d e los G o b i e r n o s t e m ­
je ro (asi se atre ve n á de nominar al p a d r e co­
porale s. e
P ro p o r lo q u e V . me dice , s o s pe c h o
m ú n de los D e l e s v e n d r í a á g o b e r n a r n o s de n t r o
q ue e l lal Jieyali*nm vei n
e á s e r un p r o te s t a n t i s ­
de n u e s t r a e asa, y e s o e s insufrible. Asi e s c o m o
m o disfrazado.
losre galistas, a d u l a n d o á los Re ye s y á los pue blos,
P.—Has dado e n e l blanco, Fe de r i c o , como
i n s p i r á n d o l e s de se oníiariza contra los ministros
b ue n t i r a d o r . E n te
r e l prote stantismo manifie s­
de la R e l i g i ó n , y p a r t i c u l a r m e n t e contra e l Vica­
to y e l r c g a l i s n : o , c o m o l o e n t i e n d e n c o m u n m e n ­
rio de Je sucristo, han l o g r a d o e n m u c h a s n a c i o ­
te h o y d i a , n o h a y m a s d i f e r e n c i a s i n o q u e e l p r i ­
n e s a c a b a r c o n la s a n t a l i b e r t a d d e la I g l e s i a , b a ­
m e r o nie ga r e d o n d a m e n t e la a u t o r i d a d d é l a I g l e ­
luarte d é l a ve rdade ra libe rtad de l o s p u e b l o s , la
sia, y e l s e g u n d o n o la n i e g a ; p e r o se a r r e g l a d e
cual quitada vie ne sie mpre de trás e l de spotismo
m o d o que la h a c e ine ficaz y l a imposibilita de
m a s a t r o z hasta el p u n t o d e que ni a u n l a s b u l a s
e je r ce r s u s a t r i b u c i o n e s .
m i s m a s d e l P o n t í f i c e e n q u e se d e f i n e dogmática­
I " . — V ¿ t o d o s l o s re galiataa s o n ¡guate a? ¿ t o d o *
me n te u n p u n t o d e fé, se t i e n e n p o r l e g a l e s y v á l i ­
se propone n favore ce r el Prote stantismo?
d a s c o m o e l G o b i e r n o n o l a s a u t o r i c e c o n e l pase
P . — . N o diré que todos, p o r q u e m u c h o s de e llos
régio. E s t o s e g u r a m e n t e l o f u n d a r á n en q u e J e s u ­
n o c o n o c e n se gurame nte e l pe ligro de sus doctri­
c r i s t o m a n d ó á sus A p ó s t o l e s que ante s de p r e d i ­
nas, q u e c r e e n m u y inoce nte s; pe r o b i e n p ue de s
c a r 8U fé p i d i e s e n á l o s E m p e r a d o r e s p a g a n o s d e
a se g u r a r q u e una g r a n p a r t e son propagandistas
R o m a e l pase imperial para h a ce r l o . Ya c o m ­
de l p r o t e s t a n t i s m o , d i s f r a z a d o s c o n la c a r e t a d e
— 114 —

defensores de los derecho» de ta corona, y de la na­ q u e foment a t odas las pasiones mus desordenadas
ción, que, c o m o le tengo dicho, los que realmente y que, p o r consiguient e, es m u y á p r o p ó s i t o para
tiene, no son derechos, sino privilegios, c o m o si seducir y halagar al que n o s e previenecon t iem­
¡os Papas no fuesen los que han formado y defen ­ p o . P o r q u e al fin, amigo, t odos s o m o s h o m b r e s
dido las naciones modernas, y los atalayas que inclinados p o r nat uraleza á l o m a l o , y á poco que
desde hace mas de un siglo están avisándolas y n o s persuadamos de que podemos o b r a r m a l sin
most rándoles el abismo á que las doct rinas p r o ­ peligro alguno, es indudable que l o h a r e m o s . E s ­
testantes las conducen. t e es el f r u to del Prot est ant ismo; las art es d e que
l . — Q u e debo hacer cuando t one con alguno se valen sus propagadores t ant as y t ales, que si se
logra escapar de una, puédese m u y bien n o esca­
de est os varios propagandist as del Pro t es t an t is­
p a r de o t r a .
mo?
F . — C u á l e s son est as art es?
P.— Reprenderlos con prudencia, mas n o d i s ­
P . — A l g u n a s quedan ya indicadas, y n o es p o ­
putar con d i o s , porque son amigos de d i s p u ­
sible mencionárt elas t odas: pero t e d i r é las p r i n ­
las; mirarlos con caridad y h u i r de su compañía
cipales. T o d o s esos propagandist as hacen c u a n ­
la ii pront o c o m o los conozcas, teláis (¡ala $ubver-
t o pueden p o r desacredit ar á la Iglesia cat ólica,
nu est,qui huiusmodi est, c o m o dice san P a b l o ,
designándola c o n los nombres de gente de cogulla,
hablando de lodos los herejes: subiendo que los
seidesde Roma, partido ultramontano, jesuitismo,
queson asi, todos están percertidos, y que t ampoco
superstición: t odos se deshacen en p o n d e r a r l o que.
sacarás nada con ellos.
ellos llaman ambición de los Papas, q u e en m i l
F . — P o r qué quiere V. que huya de esta gente a ñ o s , y en ciert as épocas, con t odos l o s m e d i o -
t an p r o n t o c o m o los conozca? n o han adquirido n i un solo p a l m o de t e r r i t o r i o
P , — P o r q u e , d é l o c o n t r a r i o , perderías t u t iem­ m a s del que ya poseían, dominio de les curas, etc.
po, c o m o acabo d e decirte, y á mas t e espondrias etc., y n o cesan de t ener á los sacerdot es p o r
áperder el a l m a . El empeño de est os c o r r u pt o ­ embaucadores y embust eros, diciendo q u e su m i ­
res es alicionart e á una religión que favorece los nist erio sagrado no es mas que un oficio para los
instintos mas depravados del coraron h u m a n o . 3
— GG — — 67 —
grarsu conveniencia, y sino miradlos, dicen, co­ los Curas venden la absolución de los pecados;
mo están tan gorditos; caliúean de supersticiones «pie revelan las confesiones; que la Iglesia prohibe
las prácticas religiosas, y de idolatría el culto de leerla palabra de Dios, etc., etc. En punto ú
la Santísima Virgen y de los Santos. mentiras y calumnias no paran jamás: ¿se les des­
F.—Efectivamente he oido muchas veces ese cubre una mentira? ¿se les prueba una calumnia?
lenguaj e en hoea de algunos; ¿qué mas? Ellos no hacen caso, sino que vuelven á mentir y
P.—Otra de las astucias que emplean, es no á calumniar con una desvergüenza inaudita.
perdonar mentira ni calumnia, por groseras y P.—Pero con lo que mas hacen el bu, es con la
bestiales que sean, contra la religión católica y Inquisición; por supuesto, no con la Inquisición
sus ministros, pues como estos tales no tienen tal como ha sido, sino con una Inquisición que
conciencia ni pudor, no hay picardía que no di­ ellos inventan allá en sus cerebros varios para
gan, ni infamia que no inventen, para hacer amedrentar á los tontos; pintándoles cuadros
odiosos á los Papas, á los Obispos y demás sacer­ horribles de tormentos y suplicios, de curas
dotes, especialmente á aquellos que por su celo ú carniceros, siempre prontos á devorar victimas
otros motivos los creen mas. á propósito para (por supuesto inocentes) de sus furores; hablan
deshacer sus ,planes. Si algún, pobre sacerdote de las hogueras con (pie quemaban las gentes, co­
comete alguna flaqueza, porque al fin es hombre, mo si no hubiese sido el suplicio á que los tribu­
la exageran lauto como pueden, y aunque no sen nales civiles condenaban á muchos criminales en
masque un grano de arena, la pintan á lo menos aquel tiempo, y de tormentos de víctimas para
como una montaña. Fingen creer que todas hacerles confesar sus crímenes, como si no hu­
las faltas y abusos de los curas son aprobados y biese sidocosa corriente en todos los tribunales
protegidos por la Iglesia; pero tienen muy buen de aquel tiempo, y no supieran todos los que no
cuidado en ocultar las censuras y penas que la son ten ignorantes ó maliciosos como ellos, que
misma Iglesia impone para reprimir y castigar la Inquisición fué la primera en aludirlos. Y
los abusos. A cada instante los oirás decir que el aunque la tal Inquisición ya no existe en ninguna
Papa trafica y negocia con las indulgencias; que parte, ellos suponen que todavía la hay en todas
— 68 — — 69 —
las naciones; y p o r aquello de á luengas tierras,
libros, folle tos y p e r i ó d i c o s qu e propagan lle nos
titen(/as mentiras, refieren s i e m p r e las a t r o c i d a d e s
de las folse dade s m a s i m p u d e n t e s c o n t r a la Igle sia
inquisitoriales c o m o acaecidas en paíse s r e m o t o s .
v el C l e r o ; ni de los clubs ó sociedades secretas que
Mie ntras acumulan toda esta sarta de p a t r a ñ a s , s e
f o r m a n c o n los r e v o l t o s o s d e oficio p a r a prote ge r
guardan m u y bie n de me ncionarla ve r d a de r a y
t o d o t r a s t o r n o y a m e d r e n t a r á la ge nte honrada,
crue l inquisición que positivame nte , se practica
ni de la habilidad infe rnal con que se i n s i n ú a n p a ­
e n v a r i o s paíse s prote stante s, donde se p r e n d e y
ra p r o p a g a r sus d o c t r i n a s p o r m e d i o d e o b r a s fi­
se de stie rra á los O b i s p o s y clérigos, y se les i n j u ­
losóficas, lite rarias, históricas • • • • hasta p o r m e ­
ria con toda clase de insultos, y se les o p r i m e c o n
d i o de l o s d i c c i o n a r i o s y o b r a s c o n titulo d e V i d a
toda e spe de d e vejaciones. Hará c o m o « n o s c u a ­
d e algún S a n t o .
t r o ó se is a ñ o s que un gran n ú m e r o de fanáticos
inte ntaron re novare n Inglate rra las bárbaras F . — ¿ T a m b i é n e so?
iniquidade s que d u r a n t e tre s siglos se lian e s t a d o P . — E l l o s n o pie rde n r i p i o , c o m o sue le d e c i r ­
c o m e t i e n d o e n aque l país contra los pobres C*ltó­ se . T o a de sus m a n i o b r a s favoritas e s e s c r i b i r
b eo s , iniquidade s, d e las cuale s la m a s m í n i m a
h i s t o r i a s de pue blos y de re ye s, a m a ñ a d a s p a r a
e xce de sin c o m p a r a c i ó n á todas Jas (pie hayan dar sie mpre razón á los h e r e j e s c o n t r a los C a t ó ­
-podido c o m et er las pasione sde los h o m b r e s e n l o s licos, d o n d e e stos apare zcan como ve r d u g o s y
paíse s católicos. c r i m i n a l e s , y aque llos c o m o v í c t i m a s santas de l
F . — ¡ Q u é d e sv e rgü e nza la de los tale s p r o p a ­ fanatismo. D o r a n d o , p o r d e c i r l o así, sus false ­
gandistas! P e r o á lo m e n o s ¿no p a r a r á n e n e sto dade s c o n una que otra v e r d a d e sparcida e n tal
sus malas arle s? cual página, dan s a l v o c o n d u c t o al e spíritu p r o t e s ­
I ' . — ¡ A b ! •••• estamos se do c u l o s principios. tante q u e las a n i m a todas. Pe
r p a r a d a c o n e stas
Todav ía no te 'he hablado de las biblias C o r r o m ­ h i s t o r i a s la o p i n i ó n d é l a ge nte f r i v o l a é igno­
pidas y falsificadas que re parte n, hacie ndo d e c i r rante , le scue sta ya m e n o s t r a b a j o d i f u n d i r p r i n c i ­
á Moisés, á los Profe ta y á Je sucristo l o que j a ­ pios de p e r v e r s i ó n . Esta e s la causa p o r que c o n
más dije ron; ni tampoco te he d i c h o nada de l o s m u c h a r a z ó n ha p o d i d o de cir un e scritor ilustre ,
— 71 —
— 70 —
V. decir si hacen algo pura corromper tambi én á
que «la historia, de un siglo ú esta parte, es una los pobres?
« conspiración permanente contra la verdad.»
P-—Sí, por cierto; los medios que usan con los
F.—Es decir que esa gente pervi erte primero
pobres son crueles, pues prevali éndose de la mi ­
los entendi mi entos para corromper después las
seria en que se hallan tantos i nfeli ces reduci dos á
conciencias.
perecer de hambre, les ofrecen dinero para hacer­
P.—Asi es; por eso no tan solo se valen de
les apostatar. Con este i ni cuo medi o han com­
los impresos que publican vendi éndolos á ínfimos
prado los Protestantes, y si guen todavía com­
precios, ó regalándolos, sino que también se inge­
prando el alma y la conciencia de muchos desgra­
nian para colocar en las escuelas públicas á maes­
ciados, en los países donde se les deja i mpune­
tros hi pócri tas, los cuales, mani festándose al
mente consumar este tráfi co, i nfi ni tamente mas
pri nci pi o hombres de reli gi ón y sana moral, van
horrible que el de los negros. Ellos saben muy
luego derramando poco á poco en el ánimo de los
bi en que nunca faltan Judas dispuestos á vender
niños i nocentes sus máxi mas heréti cas, ya con
á Jesucristo por treinta dineros, y de estos após­
sus explicaciones, ya con los li bros que les dan
tatas se valen luego para reclutar mas gente en
como premi o de apli caci ón. Esto que hacen en
sus filas de perdición.
las escuelas de primera educaci ón, lo hacen luego
F.—¡Jesús!!! ¡eso parece una conspi raci ón
en mayor escala en las uni versi dades é i nsti tutos
•contra Dios y contra la soci edad humana! y unos
de enseñanza superi or, colocando ó i nfluyendo
'hombres que asi obran ¿se atreverán á llamarse
para que en ellos se coloquen maestros imbuidos
'honrados?
en todos los errores protestantes. Te horro-
P.—Entre los mi ni stros y propagadores del
ri zari as, si te dijera lo (pie uno de estos, que yo sé
Protestanti smo, no es la honradez el género que
en qué i nsti tuto se halló colocado años atrás,
masabunda. Loshombres verdaderamente hon­
enseñaba á sus di scípulos, y muy temi ble es que
rados del Protestanti smo no compran almas ni
no fuese solo. falsi fi can Bi bli as • • • • Pero de esto ya te he dicho
F.—A lo menos con estas artes no lograrán lo bastante.
corromper sino á la gente acomodada; ¿me sabría
F.—¿Quiénes son los que se hacen protestantes? las convicciones que habían formado con l a l ec­
P . — P o r l o que hasta ahora se ha visto en t o ­ tura de l a Bibl ia. Los protestantes sensatos se
das partes, l os pocos catól icos que abrazan el avergüenzan de la impudencia de tales apóstatas.
Protestantismo, han sido l a gente mas perdida y F . — ¿ P o r qué l l ama V. apostasia l e hacerse
l as basuras del Catol icismo. Entre estos han protestante?
figurado en primer término al gunos pocos cl é­ P - — P o r q u e hacerse protestante, no es mas ni
rigos y frail es apóstatas, verdaderos sacos de menos que renegar de l a rel igión cristiana; pues
podredumbre y de vicios. por mas que digan l os que abandonan l a Igl esia
F . — ¿ D c veras? catól ica, que no sol amente continúan siendo
P . — T a n de veras, que hasta el dia de hoy l os cristianos, sino cristianos mejores que los Cató­
pocos que han dado el escándal o de semejante l icos; la verdad es que nuda menos hacen sino
apostasia, eran ya de antes sefial ados por su abandonará Jesucristo y su Igl esia para profesar
un Evangel io de nuevo cuño, un Evangel io sin
escandal osa conducta en l os puebl os y diócesis á
pies ni cabeza, que no saben si es el de Lutero, ó el
que pertenecían; eran l a verdadera cruz de sus
obispos y superiores, l os cual es no sabían ya c ó ­ de Cal vino, ó el de Zwingl io, ó el de cual quier
m o arregl arse para hacerl os entrar en orden. otro embaucador semejante, pues cada uno de
Todos el l os, después de haber escandal izado con estos reformadores se ha arregl ado al l á para su
uso particular un Evangel io, siendo l a verdad en
sus palabras y procederes, han acabado con esca­
úl timo resul tado que no creen en su Evangel io,
parse en compañía de al guna mujer á l ejanas
ni en el de los demás.
tierras, ó cuando menos, si no l a han l l evado
F . — ¿ N o habrá al guno que se haga protestante
consigo, l a han tomado después, pisando de este
de buena fe?
m o d o su voto de castidad perpetua, y luego cuando
P . — N i uno sol o: hasta ahora no se ha visto
se les ha preguntado l a razón de su apostasia, han
ningún catól ico que haya apostatado sino para
tenido la desvergüenza incal ificabl e de contestar
saciar alguna pasión innobl e, que no le consentía
que si se han separado d é l a Igl esia catól ica, ha
l a Iglesia católica. l E
l os creen en el nuevo Evan-
sido obl igados por l a corrupción de Roma, y por
— 71 —

gelio que abrazan, l o m i s m o q u e tú c r e e s en el


p r o g r e s o de las luces y á la i l u s t r a c i ó n del siglo,
zancarrón de Mahom a
Á o t r a s e x p r e s i o n e s del m i s m o j a e z ?
F . — Y c ó m o c o n s i e n t e n los P r o t e s t a n t e s hon­ P - — E s m u y sencillo: para engañar m ejora
r a d o s que sean a d m i t i d o s en su c o m u n i ó n após­ l o s t o n t o s y s e d u c i r ú la gente f r i v o l a y v a n o . P e ­
tatas? ro figúrate tú qué progreso será el s u y o c u a n d o ,
P . — P o r la e s p e r a n z a d e q u e el m a l e j e m p l o d e l é j o s d e d e c i r n a d a n u e v o , n o hacen m a s q u e r e ­
estos d a n z a n t e s p u e d a seducir algunos buenos p e t i r m e n t i r a s y necedades r a n c i a s refutadas y a
c a t ó l i c o s , ó m e j o r p o r q u e n o se a t r e v e n c o n t r a la m i l v e c e s p o r los C a t ó l i c o s : c o m o c u a n d o a s e g u ­
corriente de los sectarios. Pero los m ism os r a n q u e la c o n f e s i ó n a u r i c u l a r , la m i s a y el c u l t o
P r o t e s t a n t e s c o n d e s a n q u e m i e n t r a s la gente m a s d e los S a n t o s son cosas recientes en la Iglesia, n o
ilustrada y v i r t u o s a d e ellos se v i e n e t o d o s l o s d i - o b s t a n t e h a b é r s e l e s ya p r o b a d o m i l veces que s o n
as c o n n o s o t r o s , e n c a m b i o ninguno de los n u e s ­ tan antiguas c o m o el C r i s t i a n i s m o ; p e r o á ellos
t r o s se pasa á sus filas, que n o sea la hez d e n u e s ­ les p a r e c e n n o v e d a d e s dignas d e u n h o m b r e d e c h a ­
tra c o m u n i ó n . L o s m ism os Protestantes confie­ pa, y queriéndola echar de eruditos y sabiondos,
san q u e c u a n d o el Pupa hace u n a l i m p i a en el j a r - no ven t o d o l o r i d i c u l o d e su i g n o r a n c i a . Cosa
d i n d é l a Iglesia,echa p o r e n c i m a d e las tapiasen tanto m a s r a r a ; c u a n t o para c o n v e n c e r s e d e su
el c a m p o d e la h e r e j í a todas las m a l e z a s é i n m u n ­ t o n t e r í a , bastábales m i r a r la m u l t i t u d d e p r o t e s ­
d i c i a s : los m i s m o s P r o t e s t a n t e s confiesan, que tantes, v e r d a d e r a m e n t e subios y estudiosos, que
l o d o l o que c o n s i g u e n r e e l u t a r p a r a sus b a n d e r a s , á cada i n s t a n t e se están c o n v e n c i e n d o d e la falta
es l o m a s p e r d i d o y descam isado. d e r a z ó n y f u n d a m e n t o c o n que el P r o t e s t a n t i s m o
F. ¿ Y c o n t o d o e s o los a d m i t e n ? e n s e ñ a estas n o v e d a d e s , y los cuales acaban p o r
P . — ¿ Q u é h a n d e h a c e r l o s p o b r e s si n o l o s h a ­ c o n v e r t i r s e al C a t o l i c i s m o , p e r s u a d i d o s d e q u e es
llan m e j o r e s ? la ú n i c a r e l i g i ó n v e r d a d e r a d e J c s u c i s t o .
F . — S a b e V. que rae espanta el p e n s a r l o q u e
F . Dígam e V . , s e ñ o r C u r a , ¿ p o r q u é los q u e se
seria si el Protestantism o se entronizase en
hacen p r o t e s t a n t e s , d i c e n q u e o b r a n c o n f o r m e al
u n pais?
— 7G —

P . — Y tienes muelia razón para espantarte; es­ Lucifer, cuando, Heno de soberbia, quiso ser i n ­
to seria un degüello perpetuo: la guerra civil dependiente de Dios; pues no pretende otra cosa
inundaría de sangre las ciudades y las campiñas; el católico que desprecia la autoridad de la Igle­
se arruinarían de todo puntólas pocas casas de sia, que Dios instituyó para enseñarle y dirigir
caridad y beneficencia que nos lian dejado las su conciencia, para seguir su propio caprich o, y
revoluciones; se convertirían en ruinas nuestros se subleva para no creer ni obrar mas que lo que
magníficos templos, y ningún h ombre de bien le acomoda.
tendría segura su vida ni su h acienda. Verda­ V.—Pues, señor Cura, á mí me parecía que e!
deramente h orroriza pensar lo que sucedería católico que se h ace protestante, tomando la Bi­
cuando se lee en las h istorias lo sucedido en igual blia como regla de íé, se atiene estrictamente á la
caso en países en que la gente tiene menos calien­ palabra del mismo Dios.
te la sangre, como son, por ejemplo, la A l e m a ­ P . — E s o es lo que dicen los Protestantes; pero
nia, Inglaterra, Holanda y otras regiones del Nor­ saben muy bien olios mismos cuando lo dicen,
te, donde las guerras religiosas, movidas por los que mienten descaradamente. Y sino, dime.
sectarios, fueron unas verdaderas carnicerías. ¿cómo lian de tomar por regla de fé la Biblia,
Dios nos libre de semejantes h orrores. si ellos no saben cual es la verdadera Biblia,
cuando h ay tantas Biblias distintas, y aun contra­
XII. rias entre sí, cuantas son las sectas protestantes?
Para que la Biblia pudiera ser su regla de fé, era
F . — ¿ Q u é delito comete el católico que se h ace preciso que no reconociesen como verdadera mas
protestante? que una; que todos la entendiesen del mismo mo­
P . — C o m e t e tres delitos principales, y á cual d o , y no qne cada cual de ellos quisiera fundar
mas graves: delito contra Dios, delito contra la en su Biblia la primera necedad ó infamia que se
Iglesia, delito contra la sociedad. les planta en la cabeza. A mas de que, Jesucristo
F . — ¿ E n qué consiste su delito contra Dios? no dijo: Leed la Biblia, sino que dijo: El que no
P . — E n loque consistió la rebeldía del mismo oyere á la lylesia, sea tenido tomo ¿Ihnteo \j pti-
— 78 —
sok> el A n t i g u o T e s t a m e n t o , y n o el Nuevo, ó sea
blicano, es decir, c o m o pagano y herege: n i dijo
el Evangelio, debería ser regla d e fé cristiana; y esto
á los Apóstoles: Id, enseñad ü leer la Biblia, sino;
es un d e s a t i n o . — A d e m a s , J e s u c r i s t o n o dice, in-
Id, enseñad á todas las gentes: predicad el Evan­
tvstigad las Escrituras, c o m o quien m a n d a una
gelio á toda criatura. El que creyere y fuere bau­
c o s a , c o m o tú d i r í a s á un s o l d a d o : traeme el fú­
z ado, será saico.
ti
sil, ó , ponme la mesa; s i n o que l o dice c o m o h a ­
F . — P e r d o n e Y . : es m u y c o n t r a r i o l o q u e y o
c i é n d o l e s u n a r g u m e n t o : Investigad las Escritu­
h e o i d o decir; Nuestro S e ñ o r , m e aseguraron q u e
ras, esto es, vosotros que tanto registráis las Es­
d i j o t e r m i n a n t e m e n t e : Investigad las Escritu­
crituras, investigadlas, y en ellas veréis como yo
ras, y que en esto se fundan los Protestantes para
soy el Mesias prometido; así l o entienden t a m b i é n ,
t o m a r la Escritura c o m o regla de fé, y p o r esto
y l o confiesan los protestantes i n s t r u i d o s y leales;
n o se les caen de la boca aquellas palabras d e l
pues h asta leer el pasage d o n d e están esas p a l a ­
Salvador.
bras para c o n o c e r c l a r a m e n t e que Jesucristo n o
P . — P u e s esto m i s m o prueba l o que te b e d i ­
q u i s o en ellas m a n d a r la lectura d e la B i h l i a .
c h o , esto es, que los Protestantes n o e n t i e n d e n
P e r o en v a n o es que se les esplique el texto una y
j o t a en la E s c r i t u r a , y que la l o m a n , c o m o suele
m i l veces: los Protestantes h acen o í d o s de m e r ­
decirse, p o r los c e r r o s de ÍJbeda.
c a d e r , y siguen m i n t i e n d o y e n g a ñ a n d o á los p o ­
V.—A ver ¿ c ó m o es eso*
bretes que e n ellos fian.—Aun h a y m a s todavía:
P . — E n p r i m e r lugar, c u a n d o el S a l v a d o r d i c e
a u n q u e la palabra aquella Investigad se e n t e n d i e ­
aquellas palabras, es al h a b l a r con los D o c t o r e s
se c o m o un m a n d a t o , todavía los Protestantes
de la ley, para c o n v e n c e r l o s con las profesias del
i r í a n equivocados, pues s i e m p r e resultaría q u e ,
V i e j o T e s t a m e n t o de que él era el Mesías p i * o m c -
h a hiendo J e s u c r i s t o fundado una Iglesia infalible
tido; n o c o n los Cristianos para m a n d a r l e s q u e
para esplicar su d o c t r i n a , n i n g ú n particular es
t o m e n la E s c r i t u r a c o m o regla de fé. Jesucristo
d u e ñ o d e esplicaHa según le a c o m o d e ; y que en
se referia, pues, aquí al A n t i g u o T e s t a m e n t o ; y si
t o d o caso el precepto del S a l v a d o r seria e q u i v a ­
valiese el sentido que los Protestantes q u i e r e n d a r
lente al de un soberano que mandase estudiar el
á aquellas palabras, t e n d r í a m o s en todo caso q u e
— 80 —
— 81 —
Código civil para que se observase, 110 para que cristo cuando con un testo de la Escritura, trun­
cada cual io esplicase ú su antojo. cado y entendido á su modo, quiso persuadir al
F . — T i e n e V. mucha razón; pero ello al cabo Salvador á que se arrojara desde el pináculo del
los Protestantes pretenden probar su doctrina con templo, diciéndole que estaba escrito en la Biblia.
las sagradas Escrituras. Esto mismo han hecho los herejes de todos los
P . — T ú k> has diclio; lo pretenden, pero ¿lo tiempos, y los de ogaño no parece quieran dis­
consiguen? no. Jxi pretenden á la manera que, tinguirse de los de antaño.
como se lee en el Evangelio de San Juan (cap f U , F . — S i los Protestontes no fundan su doctrina
v. 52), los escribas y fariseos pretendían probar á en la palabra de Dios, ¿en que la fundan?
jNíeodenins que Jesucristo n o era el Mesías, P . — E n la palabra engañosa del hombre: los
cuando le dijeron: Examina las Escrituras, y ha­ Luteranos creen á Lulero, los Calvinistas á C a l -
llarás que de Galilea »o ha salido Profeta; en l o vino, los Anglicanos al rey Enrique VIH ó ú la pa­
cual mentían, porque habían salido de Galilea no pisa Isabel, y así de los demás herejes. Asi es
pocos profetas. Y aunque deba entenderse este como se complace Dios en castigar el orgullo de
pasage del Profeta por excelencia, esto es, del los que, mientras se resisten ú creer en la auto­
Mesías, aun así mentían; porque, si bien es v e r ­ ridad infalible y santa de la Iglesia, no tienen r e ­
dad que, según los Profetas, babia de nacer en paro en creer á ciegas en la palabra de un fraile
Belén, c o m o efectivamente babia nacido Jesucris­ lujurioso, de un clérigo apóstata, de un rey diso­
to, también, según los Profetas, debía llamarse luto y de una muger deshonesta y monstruo de
Nazareno, mimbre que debía venirle de IVazaret, crueldad.
ciudad de Galilea, en donde habitó Jesús después F . — A h o r a ya entiendo, señor Cura, como es­
de su venida de Egipto. Pero, por lo visto, el tos cometen gravísimo delito contra Dios. ¿En
mentir costaba tan poco á aquellos hipócritas de qué consiste el* que cometen contra la Iglesia?
entonces, como á los Protestantes de h o y . — T a m ­ P . — E n revelarse contra esta su madre, que
bién los Protestantes se valen de la Escritura á la los ha engendrado en la fé de Jesucristo, que los
manera que lo hizo el diablo para tentar á Jesu ha nutrido con sana doctrina y Sacramentos, que
— 82 — — 83 —
ha tenido s i e m p r e p a r a ellos e n t r a ñ a s d e a m o r y o p e r d e r á las o v e j a s , esto es, ú las a l m a s , y q u e
de caridad. H i j o s pérfidos é i n g r a t o s , descono­ es un l o b o c a r n i c e r o , sediento d e s a n g r e y d e r a ­
cen los beneficios d e su b u e n a m a d r e , le m u e v e n piña? Y a d e m á s ¿se h a visto a l g u i e n en alguna
g u e r r a c r u e l y despedazan su s e n o , y h asta cons­ p a r t e q u e d e c a t ó l i c o se h aya c o n v e r t i d o e n p r o ­
p i r a n p a r a a r r a n c a r d e su regazo á las a l m a s f i e ­ testante para h a c e r s e m e j o r y m a s santo? Hasta
les p a r a a b i s m a r l a s e n v í a s d e p e r d i c i ó n . ¿No h
a o r a d e n i n g u n o se cuenta e n tres siglos d e vi­
te p a r e c e este c r i m e n b a s t a n t e h o r r o r o s o ? da que lleva el P r o t e s t a n t i s m o ; y p o r el contra­
F . — S í , s e ñ o r C u r a ; p e r o quizás e l l o s piensan
r i o se cuenta d e m u c h o s , ó m e j o r dich o, de to­
c o n d u c i r esas a l m a s p o r camino m a s seguro de
d o s , que se h a n h e c h o p r o t e s t a n t e s p a r a v i v i r sin
salvación.
regla ni l e y , sin J e s u c r i s t o y sin Dios. Mira c ó ­
P . — L o q u e m e n o s piensan es e n e s o , p o r m a s m o v i v e n los apóstatas, y n o tendrás necesidad
q u e d i g a n , y la r a z ó n es c l a r a : d i c e n e l l o s q u e , en
d e m a s para conocer el fin q u e les (guiaba ul
c r e y e n d o en J e s u c r i s t o , se p u e d e n s a l v a r las a l ­
apostatar. N o es, pues, el a m o r d e las a l m a s l o
m a s en c u a l q u i e r a r e l i g i ó n , y confiesan q u e los
q u e h a c e á los P r o t e s t a n t e s buscar prosélitos.
C a t ó l i c o s se s a l v a n y gozan el p a r a í s o . ¿Qué i n ­
t e r é s ; p u e s , p u e d e n t e n e r e n s a c a r á n a d i e d e la F . — M e deja V . convencido; vamos última­
Iglesia c a t ó l i c a , f u e r a d e la c u a l , c o m o e n s e ñ a la m e n t e á v e r , ¿qué d e l i t o c o m e t e c o n t r a la s o c i e ­
fé, n o puede h aber salvación? ¿Y qué diremos d a d el que se h ace protestante?
d é l o s c a t ó l i c o s q u e , s a b i e n d o esto, se v a n c o n los
P.—Delito mayor del que t ú te figuras; pues
P r o t e s t a n t e s y d e j a n l o cierto por lo dudoso? Pe­
que todos esos incrédulos ó ateos prácticos,
r o a u n c u a n d o los P r o t e s t a n t e s negasen, que n o
c u b i e r t o s c o n el d i s f r a z de p r o t e s t a n t i s m o , n o son
l o n i e g a n , q u e los C a t ó l i c o s se s a l v a n , ¿qué v a l ­
m a s q u e agentes políticos para p r o m o v e r la a n a r ­
d r í a su p a l a b r a c o n t r a la d e l mismo Jesucristo,
q u í a , el C o m u n i s m o y el S o c i a l i s m o ; y p o r c o n s i ­
c u a n d o dice que el que e n v e z de e n t r a r en el r e ­
g u i e n t e , son e n e m i g o s natos d e la sociedad y t r a i ­
d i l p o r la p u e r t a , e n t r a p o r o t r a p a r t e , es un l a ­
d o r e s á su p a t r i a . D i m e tú, p u e s , ¿qué serán l o s
d r ó n y a s e s i n o que nada m a s q u i e r e sino matar
que siguen las b a n d e r a s de tales gentes, y si al
— 81 — — 85 —

irse con ellos no cometen UH delito bien grave ti


r a, i nstrumentos mi s e r a b l e s d e soci edades s e ­
c o n t r a la s o c i e d a d ? c r e t a s , á c u y o s m a n e j o s deben su e l e v a c i ó n al p o ­
F . — P u e s y o he o i d o d e c i r que m u c h o s d e los der.
Protestantes s o n hombres muy pacífi cos, y hasta F . — ¡ Y a ! ya le e n t i e n d o á V . , y l o c r e o . Pero
se p o n e n c o n t r a los católicos i m p r u d e n t e s , i n d i s ­ b u e n o f u e r a ti r a r d e la m a n t a y d e s c u b r i r el j u e ­
c r e t o s ó fanáti cos q u e n o saben v i v i r en paz. go.
P . — S i : al p ri n ci pi o se p r e s e n t a n m u y m a n s o s P . — N o te d e j a r á n . Blasfemar de Di os, i nsul­
p o r q u e son m u y p o c o s ; p e r o l u e g o q u e van c r e c i ­ t a r á su Iglesi a y á sus mi ni s t r o s , p r e d i c a r p r i n ­
e n d o en n ú m e r o y se creen fuertes; de c o r d e r o s c i p i o s d i s o l v e n t e s d e t o d o o r d e n soci al, esto s i te
• se c o n vi e r t e n eti lobos, y aun en ti gres. Pi
r ­ lo consenti rán; p e r o ¿ d e s c u b ri r las p i c a r d í a s de
m e r o la e m p r e n d e n con aquellos c a t ó li c o s , á ellos?guárdate d e i n t e n t a r l o , p o r q u e te h a r á n p a ­
qui enes ellos cali fi can de fanáticos y exagerados, s a r plaza d e e x a g e r a d o y vi si o n a ri o , q ui z á s de
p o r q u e se o p o n e n á sus t r a m a s , y e s o es l o q u e d i ­ c o n s p i r a d o r , y si n f o r m a d e p r o c e s o te m a n d a r á n
cen no saber vivir en paz; después ya v a n f o r m a n ­ á u l t r a m a r á a v e r i g u a r la v e r d a d del caso.
d o cabalas y p a r t i d o s , hasta quo llegan á d a r al F . — Y a comprendo; b á s t a m e que los conozca.
través c o n t o d a s las i n s ti t u ci o n e s vi gentes. Tal P . — Ti e n e s m u c h a r a z ó n : p r o c u r a c o n o c e r l o s ,
e s , en c o m p e n di o , la fi el hi s t o ri a d e todas las h u y e d e ellos y p e r d ó n a l o s , que al c a b o m a s n e ­
h e r e j í a s que h a n p r e v a l e ci d o ; j a m á s se ha h e c h o c i o s son q u e m a l v a d o s .
una r e v o l u c i ó n reli gi osa, q u e n o haya s i d o s e g u i ­ F.—¿Pueden vi vi r t r a n q ui l o s los q u e se p a s a n
da d e o t r a r e v o l u c i ó n polít i ca, d e la Iglesi a católi ca a l P r o t e s t a n ti s m o ?

F . — P u e s , ¿ c ó m o h a y G o bi e r n o s q u e protegen P . — N o ; p o r q u e s o n apóstatas y r e n e g a d o s , e s ­

el P r o t e s t a n t i s m o ? to es, h o m b r e s q u e se r e b e l a n contra Di o s , q u e

P.—O son el producto del mi s m o Protes­ desechan la d i v i n a graci a y p i e r d e n toda la fé. No

t a ni
t s m o , y e n t o n c e s la pregunta n o v ie n e al caso; hay paz para los impíos, i
d c e Di o s mi s m o , y si

ó son neci os q u e n o v e n lo g a n g r e n a q u e a d m i t e n algún i m p í o hay e n el m u n d o , ni n g u n o l o es m a s

e n el E s t a d o , ó s o n t r ai d o r e s á su D i o s y á su p a - q u e el h e r e j e , el apóstata y el r e n e g a d o .
— 80 — — 87 —

F . — E s decir, que estos tales viven con la c o n ­ lo. Te repito, que no te fies de las apariencias,
ciencia perpetuamente agitada y llena de amargos pues no hay paz para los impíos.
•«mordimientos? F . — P e r o , ¿no dicen ellos que se han hecho
protestantes por un profundo convencimiento y á
P . — N o hay duda; llevan un infierno en su
fuerza de leer la Biblia?
corazón, y padecen tristezas y melancolías tales
P . — E l profundo convencimiento de estos que se
que no liay palabras para expresarlas. Siempre
hacen protestantes es el mismo que el de los cris­
inquietos, tristes, turbulentos, en vano se aban­
tianos que se hacen turcos. ¿Te parece á ti que
donan á todos los vicios para sacudir el peso que
los presidarios de Ceuta y Melilla, que se pasan al
agobia su corazón.
Mopo, tendrán mucha féen Mahoma? Pues la
F . — P u e s algunos he visto yo que bien alegres misma tienen los que de católicos se hacen p r o ­
están, y buena vida se llevan. testantes.
F . — Q u i z á s V . , señor Cura, se equiroca, pues
P . — E n la apariencia, si; pero allá para sus
al cabo V . no está dentro de ellos para ver sus i n ­
adentros, no. Dados siempre á disipaciones y vi­
cios, hacen lo que algunos infelices agoviados de tenciones.
P . — N a d a hay que manifieste con tanta seguri­
deudas, que para no sentir penas se embriagan,
dad las intenciones del corazón, como son los he­
los cuales tan luego como les pasa la borrachera,
chos, y en hechos es en que yo me fundo. Me
vuelven á las mismas penas de antes. Del p r o ­
fundo en la pública confesión de algunos traido­
pio modo estos infelices apóstatas fingen estar
res á su Dios, hecha por ellos mismos cuando aco­
alegres, huyen de la soledad, y andan siempre i n ­
sados por sus remordimientos, al fin volvieron al
ventando distracciones, y buscando recreos para
gremio de la Iglesia católica. Muchos ha habido
sufocar el atroz remordimiento que los punza, pe­
que, después de haberse alabado grandemente de
ro por mas que hacen, no consiguen matar el gu­
su aposlasia, y de haber insultado con sus escritos
sano que los devora. Aveces los hay que son i n ­
y discursos ala Iglesia romana, vomitando contra
genuos y lo confiesan, como uno que yo conocí;
ella todo género de inj urias y de calumnias, han
pero no les devora menos por querer disimular-
— 80 —
— 88 —
pal y casi único obstáculo consiste en haberse ya
acabado por no poder sufrir el desgarramiento ligado con alguna m ujer, y haber tenido hijos,
interior de su corazón y la vergüenza que les roia porque, com o á todos estos, según ya te he dicho,
el alma, y han abjurado los errores que babian no ha m ovido m as razón para apostatar que sus
abrazado contra la fé de su santa Madre. Pues apetitos carnales, lo primero en que han pensado
bien: estos son los que en sus públicas retractacio­ ai hacerse protestantes, ha sido en tom ar mujer;
nes, han confesado los torm entos de conciencia y aunque ellos no quisieran hacerlo, les obliga­
que padecían m ientras estuvieron en el Protes­ rían los Protestantes á hacerlo, con la m ira
tantismo, y se han retractado solem nem ente de de com prom eterlos de m odo que ya no puedan
todos los insultos y falsedades que habian p r o p a ­ pensar en volver á atrás y reconciliarse con la
lado contra la Iglesia y los Pontífices rom anos. Iglesia. Una vez comprometidos así y cargados con
Estas retractaciones se han hecho públicas en t o ­ una mujer y con hijos, han de tener gran dificul­
dos los periódicos, y no puede m enos de que tú tad en abandonarlos, y figúrate cuán duro y cruel
hayas visto alguna. ha de ser para ellos separarse de su fam ilia por
F . — S i , señor, alguna he visto: pero m uy p o ­ m as que Jesucristo halla dicho: El que amareá su
cas com paradas con el número de los apóstatas. padre ó á su madre mas que á mi, no es digno de mi,
P . — E s verdad; pero eso consiste en que, para y el que amare d su hijo ó hija con preferencia á mi,
declarar un hom bre públicam ente sus errores y no es digno demi. Pero ¿qué fuerza han de tenerlas
faltas, se necesita cierto grado de heroísm o que palabras del Salvador para estos malvados á pesar
no es común. Los apóstatas arrepentidos, que de que fastidian con su decir que continuam ente
quieren reconciliarse con la Iglesia, encuentran á las estudian y practican?
veces tales obstáculos, que, no pudiendo superar­
F.—Verdaderam ente es esto una terrible ten­
los, continúan arrastrando, á pesar suyo, las c a ­
tación, y m uy difícil de vencerse.
denas con que ellos mismos se han atado.
P . — E l segundo obstáculo es el interés. Los
F.—¿Cuales son estos obstáculos?
P . — S o n m uchos y de m uchas especies: en apóstatas, en prem io de su delito, suelen hallar
cuanto á los clérigos y frailes apóstatas, el princi- entre los Protestantes una porción de medros, de
— 90 —
— 91 —
prolectores, de empleos, de gajes, etc., y conocen
que todo van á perderlo si vuelven al Catoli ci s­ P . — S o n tules que, moralmenle hablando, ha­
m o , reduci éndose quizás á la miseria. Tú cono­ cen casi imposible la reconci li aci ón de muchos y
ces la natural dificultad que hay para los hombres muchos apóstatas que. después de su deli to, gi ­
en resolverse á esta clase de sacrificios, y en re­ men y padecen horri blemente en su i nteri or, y
cordar aquella gran sentenci a de Jesucri sto: ¿De qui si eran volver al seno de su madre la Iglesi a;
qué le servirdal hombre conquistar el mundo ente­ pej*o que no ti enen valor para romper las atadu­
ro, si pierde su alma'? ras con que los ha encadenado el demoni o.
F . — P o r lo que veo, lo mejor será no dejarse
F . — S i, por desgraci a; grande y muy grande es
seduci r, para no tener luego que arrepenti rse en
el obstáculo de los intereses humanos. Dígame Y .
vano.
otro.
P. — N o solo es lo mejor, si no lo úni co que hay
P . — E l tercer obstáculo es la gran repugnanci a
quehacer. En la apari enci a, nada están fáci l,
que naturalmente si ente el amor propi o cuando
tan cómodo y grato-como hacerse protestautes,
se trata de una retractaci ón públ i ca. A esta re­
pues jqae asi se logra creer lo que se qui ere, y
si stenci a, que opone el orgullo á la gracia, se jun­
obrar como se cree; pero luego es ello: la conci en­
ta el temor de las persecuciones de los Protestan­
ci a se levanta contra el perjuro, y lo atosiga y lo
tes, si los arrepentidos se quedan entre ellos des­
devora, como sucede con todo pecado grave des­
pués de abjurar, porque-su tan ponderada toleran­
pués de haberlo cometido.
ci a es solo de palabras, y la verdad es que son los
F. —Siendo tal como hemos vi sto la vi da de
mas i ni olerantcs y mas'fanati cos de los hombres,
ó la vergüenza mal entendi da que han de pasar si los apóstatas, desearía saber cual será su muer­
van á vivir entre católi cos. te.
p.—Horri ble: en aquel momento supremo, cu
F . — E s verdad: fami li a, i nterés, amor propi o,
que losintereses de la ti erra ya no son nada para
temor, vergüenza, son un terri ble escuadrón de
el hombre; cuque, próxi mo á comparecer ante
enemigos capaz de hacer temblar al mas esfor­
su Juez eterno, ve con clari dad todos sus críme­
zado.
nes, sus fallas y sus ci egas i lusi ones, el católi co
— 92 —
impulso s d e un ciego o rgullo ? ¿ Q u é dureza de
que ha apostatado está m i r a n d o la i n m e n s i d a d del
corazón m a yo r que la del que después d e l l e n o de
a b i s m o d e su t r a i c i ó n , y m u e r e agitado po r ter­
p e c a d o s , apóstata p o r desesperación, y después
r o r e s indecibles y despedazado p o r sus r e m o r d i ­
de a p o s t a t a r , se resiste á to do s lo s aviso s d e D i o s ,
miento s.
á to do s l o s grito s de su co nciencia, y deja que se
F . — D e q u é p r o v i e n e n eso s t e r r o r e s , esas i n ­
le venga la muerte e n c i m a estando en semejante
quietudes y eso s remo rdimiento s en la m u c r t c ¿ l e l
estad o ? ¿Qué mayo r impiedad que o d i a r á la
apóstata?
Iglesia, y h a c e r l e guerra e n c a r n i z a d a , y tratar de
P.—De m u c h a s co sas: en p r i m e r lugar D i o s ,
r o b a r l e sus h i j o s íieles, para llenarla d e pena co n
que es v e r d a d infalible, lo s ha p r e d i c h o muchas
escándalo s, c o n blasfemias y m a l a s artes? ¿Qué
veces y c o n m u c h a c l a r i d a d en sus sagradas es­
m ao
y r p e c a d o , dureza é i m p i e d a d á un mismo
c r i t u r a s , y l o que D i o s ha d i c h o , se ha d e c u m ­
t i e m p o , que o d i a r ú esta iglesia, espo sa d e J e s u ­
p l í " : El deseo de los pecadores perecerá.— El co­
cristo , c o m p r a d a p o r él á co sta de tanto s p a d e c i ­
razón endurecido lo pasara mal en los xiltimos de
m i e n t o s , d e tanta sangre y d e tan afrento sa y
su vida.— La muerte de los impíos es pésima
— Es
cruel m u e r t e ?
cosa horrenda caer en las manos de Dios vivo. De
estas y o t r a s sentencias semejantes están l l e n o s F.—Es verdad, es v e r d a d . Y digame,: ¿po i­
lo s L i b r o s santo s. qué r a z o n e s m a s es tan ho rro ro sa la m u e r t e de
F . — ¿ Y V . s u p o n e que lo s que se hacen p r o t e s ­ l o s apóstatas?
tantes so n eso s pecado res, eso s c o r a z o n e s endu­
P . — P o r q u é á m a s d e lo s o r á c u l o s d i v i n o s que
recido s, eso s i m p í o s d e que hablan lo s texto s c i t a ­
asi lo a n u n c i a n , to do s lo s apóstatas tienen pre­
d o s d e las E s c r i t u r a s ?
s e n t i m i e n to del h o r r o r o s o fin que les a g u a r d a ,
P . — ¿ Y quién lo duda? ¿qué m a y o r pecado que
co mo q u e en el f o n d o de su a l m a co no cen que
hacer traición á la pro pia co nciencia en materia
D io s es su e n e m i g o , y ven inaniíiesto en v i d a el
tan g r a v e c o m o es a b a n d o n a r la única religión
castigo q u e l e s p r e p a r a c u a n do aparezcan en su
verdadera para entregarse á lo s go ces carnales, á
tribunal. iN
o sé si tú has p r e s e n c i a d o j a m á s la
un vil interés, á traficar co n su a l m a , á s e g u i r l o s
— 9í —
que los o t r o s c o n su e s t ú p i d a tranquilidad son
m u e r t e d e alguna do estos infelices; p ero cree á
c o m o muertos, manifiestan que han p erdido e n ­
los q u e la h a n v i s t o . Cuando les llega su ú l t i ­
t e r a m e n t e la fé, que son i n c r é d u l o s y a t e o s p r á c ­
m a h o r a , ó se llegan á p oner c o m o p iedras sin
ticos, q u e n o tienen c u e n t a n i n g u n a c o n la o t r a
d a r n i n g ú n r u m o r d e sí, ó m u e r e n c o m o p erros v i d a , n o p iensan p a r a n a d a en D i o s n i e n la i n ­
r a b i o s o s , e n t r e g a d o s á t o d o s l o s f u r o r e s d e la d e ­ m o r t a l i d a d del a l m a ; y a s í es q u e estos mueren
s e s p e r a c i ó n , sin que h a y a m e d i o de insp irarles c o m o bestias, es d e c i r , l o m i s m o q u e h a n v i v i d o :
c o n f i a n z a en la d i v i n a m i s e r i c o r d i a . Sus ojos p a r a ellos n o h a y r e m e d i o n i e s p e r a n z a .
t o r v o s y e s p a n t a d o s , su r o s t r o descomp uesto, y
las c o n t o r s i o n e s h o r r i b l e s d e t o d o s sus miem­ F . — P o r q u é l l a m a V . a estos talos incrédulos y
ateos prácticos?
b r o s , son o t r a s tantas señales d e su final r e p r o ­
bación. P . — P o r q u e en r e a l i d a d l o s o n . Y si n o , d í -
F.—Pero verdaderamente m u e r e n asi como m e : ¿es p o s i b l e que un c r i s t i a n o se esté m u r i e n ­

Y d . dice? d o c o n t r a n q u i l i d a d c u a n d o sabe q u e ha ofendido

P . — P o r l o g e n e r a l , sí: su m u e r t e n o es m a s tan g r a v e m e n t e á D i o s , y q u e al p r e s e n t a r s e al t r i ­

q u e un i n f i e r n o a n t i c i p a d o . S i alguna excep ­ b u n a l e t e r n o , ha de s e r c o n d e n a d o p o r toda la

ción hay d e esta regla, os m a s f u n e s t o a u n el es­ eternidad? E s t o n o es p o s i b l e sino en un ateo.

p ectáculo que p r e s e n t a n . E s t o es d e t o d o p unto i m p o s i b l e : s o l o un ateo y


un i n c r é d u l o absoluto, que nada creen, p ueden
F . — E s o no l o entiendo: sírvase V . esp licarse.
costar así.
P.—Quiero decirte que los p ocos ap óstatas
que al p a r e c e r m u e r e n tranquilos, en realidad "-F.—-Y hay e j e m p l o s do a l g u n o s q u e á la hora

son m a s desgraciados q u e l o s de que a c a b o d e d o la m u e r t e se a r r e p i e n t a n del p e c a d o cometido


al hacerse p rotestantes?
h a b l a r t e ; p ues estos al m e n o s sienten y esp eri-
m e n t a n la a t r o c i d a d del r e m o r d i m i e n t o , lo cual P . — S í ; y esto ha s u c e d i d o , gracias á D i o s , á

en c i e r t o m o d o les a b r e c a m i n o p ara i m p l o r a r la todos los que n o han e n d u r e c i d o enteramente su

m i s e r i c o r d i a d e Dios, y quizás snlvursc; m i e n t r a s c o n c i e n c i a , y n o han i n c u r r i d o p o r su culp a en la


— 90 —
á la h o r a d e l a m u e r t e se l l a m a n triunfos de la
iinpcnitcnciu final. C u a n d o estos ven que el
m i s e r i c o r d i a de D i o s , p o r q u e con frecuencia la
m u n d o se les desaparece, y que llega el instante
justicia divina castiga á los apóstatas c o n m uerte
s u p r e m o , entonces se les cae la venda d e aquella
tan repentina é impensada, que n i a u n t i e m p o les
profunda convicció n q u e , d e c í a n , les había i m p u l ­
deja para verla llegar. La sagrada E s c r i t u r a ya
s a d o á renegar d e su fé; conocen el necio e n g a ­
l o dice: Nadie se rie de Dios, ó c o m o v u l g a r m e n ­
ñ o en que h a b í a n c o n s e n t i d o , i m p o n e n silencio
te decimos, con Dios no se juega.
á sus pasiones, h a c e n h a b l a r á su r a z ó n , se a c u e r ­
F . — ¿ S e c o n d e n a n todos los Protestantes?
d a n d e la iglesia que a b a n d o n a r o n , y tratan de
P . — S e c o n d e n a n todos l o s l l a m a d o s proles*
reconciliarse c o n ella y c o n D i o s . ¡Dichosos
(untes formales, es d e c i r , l o s que conocen que se
ellos, en quienes se o b r a n estos t r i u n f o s d e la d i ­
hallan fuera de la única Iglesia verdadera, que es
vina m isericordia!
la católica, y la c o m b a t e n , y la c a l u m n i a n , y t r a ­
F . — P o r q u é , s e ñ o r C u r a , l l a m a V . t r i u n f o de
tan d e r o b a r l e sus h i j o s : todos estos se condenan
la d i v i n a m i s e r i c o r d i a á la c o n v e r s i ó n d e estos?
sin duda alguna, pues a r t í c u l o es de fé que futra
P . — P o r q u e l a s c o n v e r s i o n e s sinceras, que se
de la Iglesia no hay salvació n. L o ú n i c o que
o b r a n en el trance d e la m u e r t e , son siem pre u n
puede servir d e escusa delante de D i o s , es la i g ­
v e r d a d e r o mi l a g r o , á causa del grande a b u s o que
n o r a n c i a invencible, que estos n o tienen.
l o s culpables h a n h e c h o d u r a n t e su vida d é l a s
F . — ¿ A qué l l a m a V . ignorancia invencible?
gracias con q u e les invitaba D i o s al a r r e p e n t i ­
m i e n t o y r e p a r a c i ó n d e sus escándalos. T am ­ P . — A ese estado del a l m a en v i r t u d d e l cual
bién l o s o n , p o r q u e en su ú l t i m a h o r a son n o p o - una persona vive de buena fé, segura d e q u e pro»
eos los que p o r los s i e m p r e j u s t o s y t r e m e n d o s fesa la verdadera religión cristiana, p o r q u e la o y e
j u i c i o s d e D i o s buscan u n sacerdote católico y n o l l a m a r asi. P o r eso se dice q u e tienen ignoran­
pueden h a l l a r l o , p o r q u e , ó n o llega á t i e m p o , ó cia invencible l o s protestantes de buena f é , es
l e i m p i d e n que llegue á la cabecera del e n f e r m o decir, los que ninguna sospecha h a n c o n c e b i d o d e
l o s protestantes q u e le r o d e a n , c o m o m u c h a s v e ­ la falsedad de su r e l i g i ó n , ó m e j o r d i c h o secta.
ces ha sucedido. P o r ú l t i m o , estas conversiones 7
— 98 — — Oí)
F . — C r e e V. que haya muelaus de esos protes­ ron l a desgracia de haber nacido y criarse en el
tantes de buena fe? Protestantismo.
F . — L o s que pasan de la Iglesia católica al P r o ­
P . — D i o s sol o, que es quien penetra el corazón
testantismo pueden tener esta ignorancia inven­
humano, es quien puede saberl o. Pero, si en
cibl e?
materia tan árdun es licito aventurar al guna c o n ­
P . — N i por pienso: ¿cómo ha de tener ignoran­
jetura, yo diria que hay,sin duda muchos de es­
cia invencibl e con respecto a l a Iglesia verdadera
tos protestantes de buena fé entre l as gentes sen­
el que habiendo sido enseñado y criado por el l a,
cil l as y sin letras, como l abradores, artesanos s^
l a deja mal iciosamente para vender su al ma por
otros semejantes. Pero aun á estos mism os no
un pedazo de pan, y traficar con el l a, á fin de vi­
les basta para salvarse el vivir con buena fé ó íg-~
vir como impío y desal mado?
noraneia invencibl e, sino que eu todo caso nece
F — P e r a de todos modos ¿no podría suceder que
sitan c o n o c e r á l ó m e n o s l os principal es misterio
alguno se hiciese protestante por convicción pro­
de nuestra santa fé, y creerl os con esperanza y
funda, que hubiese formado l eyendo Ja Bibl ia, ó
earidid, y con sincero pesar de l os pecados que
hubieren cometido. Y como nuda de esto sue­ al gún docto escrito de l os Protestantes, ó úl ti­
l en tener l os mas de los infelices pertenecientes á mamente, movido por cual quier fin honesto?
P . — N o , eso no puede suceder á un verdadero
as varias sectas protestantes, de ahí l a dificul ­
tad de que se sal ven, aun l os mismos que viven catól ico, el cual sabe por su fé que Dios ha esta­
con buena fé. A mas de que, como es difícil que bl ecido á l a Igl esia por maestra infal ibl e de l a
on hayan cometido jamás al gún pecado mortal , y verdad, y que por l o tanto, hacer traición á l a
su desventurada secta l es persuade que basta po­ Igl esia es dejar l a verdad á ciencia cierta. Y c o ­
ra su perdón creer que l es está perdonado, así es m o contra l a verdad no es posible tener verdade­
qHe, no cuidando de hacer frutos dignos de peni­ ra convicción, sígnese de aquí que el apóstata ca­
tencia, mueren en pecado mortal, y se condenan. tólico no puede tener convicción ninguna, ni
Tristísima es, pues, l a situación de los que tuvie chica ni grande, ni profunda ni l igera, ni de nin­
gún modo, ni por razón ninguna. Primeramen-
— 100 — — 101 —

te n o p o r la íeclura de la Biblia, pues la B i b l i a , presamente revelado así p o r D i o s . Y si n o , d í -


q u e es la palabra m i s m a d e D i o s , verdad e s e n ­ m e tú- ¿ n o es de fé que para el q u e p o r su culpa
ci a l , á nadie puede enseñar una v e r d a d c o n t r a ­ m u e r e fuera de la Iglesi a n o hay salvaci ón? E s o
ri a á la que enseña la Iglesi a; en todo caso el e r ­ es i ndudable. ¿Y los apóstatas n o m u e r e n p o r
r o r n o seri a de la Bi bli a, s i n o de qui en se m e ti e ­ su culpa fuera de la Iglesi a? I n d u d a b l e t a m bi é n ,
ra á interpretarla si n e n t e n d e r l a , y si n a u t o ri d a d p o r q u e nadi e los obli gaba á apostatar. Luego es
para espli carla. A d e m á s , n o p o r la lectura de de fé que se c o n d e n a n . A d e m á s , ¿ n o es de fé que
ni n g ú n docto escrito protestante, pues n o hay c i e n ­ se condena el que m u e r e en pecado m o r t a l ? Y
ci a que valga contra la d o c t r i n a de la Iglesi a, ¿qu
i én m u e r e m a s en pecado m o r t a l , c o m o h e ­
maestra suprema y f u n d a m e n t o de la v e r d a d ; y m o s vi sto a r r i b a , que los ci smáti cos y herejes v o ­
el que combata esta d o c t r i n a , es i g n o r a n t e ó luntari os? Luego es de fé que se condenan.
presuntuoso, ó ambas cosas ú un ti e m p o . Ui lt ­ P . — Y n o le parece á V . eso una m á xi m a de i n ­
m a m e n t e , n o p o r un fin honesto, p o r q u e el c a t ó ­ toleranci a cruelísi ma y agena de la b o n d a d de
l i c o que reni ega de su fé, sabe p o s i t i v a m e n t e que Di os?
comete un g r a v í s i m o pecado y el m a s feo d e l o s P . — N o p o r ci erto: l é j o s de s e r u n a m á xi m a
deli tos. de i ntoleranci a, n o es si no una verdad de fé e n ­
teramente c o n f o r m e á la razón. A n o ser ateo,
F . — ¿ E s o qui ere deci r q u e el catól i co que se
n a d i e negará que D i o s n o puede m i r a r con i n di ­
haga protestante n o p u e d e salvarse de m a n e r a
ferenci a el que se falte al respeto d e b i d o á su p a ­
alguna?
l a b r a , y p o r consi gui ente al respeto debi do á la
P . — S o l o u n a le queda, y es a r r e p e n ti r s e s i n ­
ú n i c a reli gi ón verdadera enseñada p o r él; ni p u e ­
ceramente d e su apostasía, y a b j u r a r sus e r r o r e s .
d e tolerar una reli gi ón i nventada p o r el c a p ri ­
Fuera de este caso, es de fé que t o d o c a t ó l i c o , que
c h o y soberbi a de los h o m b r e s . De lo contra­
se hace protestante; se c o n d e n a i nfali blemente
ri o , vendría D i o s á ser protector d e la m e n ti r a ,
p o r toda u n a eterni dad.
y p r e m i a d o r de rebeldes, l o cual es tan absurdo,
F . — ¿ Di c e V . , señor C u r a , que esto es de fé?
P . — S í , d i go que es de fé, c o m o que está c s - c o m o blasfemo si qui era i m a g i n a r l o . La sagrada
— 102 —

E s c r i t u r a h a b l a m u y c l a r o e n este p u n t o : El que ra algo d e esto s renegado s? ¿No lia c o n d e n a d o á


no creyere, será condenado.—El que no escuchare m u c h o s o t r o s i d ó l a t r a s é Ínfleles? ¿ Q u é m a s tie­
d la iglesia, sea tenido por fitnico y publicano.— nen ante Dio s u n o s que o tro s?
El que os oye á vosotros, me oye á nú; el que os
F.—No , no , p e r d o n e V . , s e ñ o r C u r a , n o pue­
desprecia d vosotros, d mi me desprecia; y otros
d o pasar p o r e so , q u e s e a n i g u a l e s ante Dio s lo s
testos s e m e j a n t e s .
infieles pagano s y lo s apóstatas; pues esto s al c a ­
F . — V e o que le sobra á V. la r a z ó n . C
o n to ­
b o so n cristiano s y creen en Jesucristo c o m o no ­
do n o puedo acabar de persuadirme de que to do s
so tro s, y ado ran al m i s m o Padre c o m o á Dio s, i n ­
l o s q u e se h a c e n p r o t e s t a n t e s e t e r n a m e n t e se c o n ­
vo cándo le to do s lo s días cuando r e z a n el m i s mo
denen; pues al c a b o su delito me parece no ser
Padre nuestro que lo s Católico s. ¿Cóm
o , pues,
m a s q u e el d e t e n e r « n a opinió n diversa d e la d e
quiere medirlo s Y . á to do s po r el m i s m o rasero ?
lo s Católico s.
P . — C o n esa p a l a b r a tratan de o cultar su n e ­ P.—No s o l a m e n t e les m i d o p o r el m i s m o r a s e ­
gra impiedad lo s i n c r é d u lo s é i n s e n s a t o s q u e r e ­ r o , s i n o q u e digo que lo s apóstatas so n i n c o m p a r a ­
niegan d e s t i l é . P eo
r D i o s hu d i c h o l o co n t r a ­ blemente m a s culpables que lo s pagano s é infie­
r io , c o m o acabas de ver. Qué te p a r e c e pues, l e s , p u e s e s t o s a l fin y a l c a b o , c o m p a r a d o s co n
¿quién tendrá r a z ó n , ello s ó Dio s? ¿ C a m b i a r á D i o s lo s C r i s t i a n o s , p u e d e d e c i r s e q u e v i v e n e n l a s t i ­
sus decreto s eterno s po rque lo s apóstatas se f o r ­ n i e b l a s de la i g n o r a n c i a ; p e r o l o s c a t ó l i c o s a p ó s ­
m e n l a i l u s i ó n d e p e n s a r q u e n o h a y d e l i t o e n .sus tatas pecan p o r p u r a malicia, que es pecado de
opiniones, para vivir asi sin r e mo r d i m i e n to s ? demo nio s, y co n fines impíamente i n t e r e s a do s .
¿Dejarán p o r eso de ser sus o pinio nes v e r d a d e r a s En vanóse llaman cristiano s, y pro testan creer
herejías, c o m o n e g a c i o n e s q u e s o n d e la f é , y e r ­ en J e s u c r i s t o , p u e s n o saben ni les i m p o r t a un a r ­
r o r e s p e r v e r s o s co ntra las verdades reveladas p o r dite d e este J e s u c r i s t o en q u i e n dicen q u e creen,
Dio s, y pro puestas p o r la s a n t a madre Iglesia? al p r o p i o tiempo que están ho llando su palabra,
No h a y r e m e d i o : ó s e r c a t ó l i c o s , c o m o D i o s m a n ­ co mo u n h i j o q u e q u i s i e r a p e r s u a d i r q u e es o b e ­
da ó c o n d e n a r s e . ¿o
P r ventura necesita D i o s p a ­ d i e n t e á su p a d r e al t i e m p o q u e está b u r l á n do s e
1
— 102 — — 105 —
E s c r i t u r a habla m u y c l a r o en este p u n t o : El que ra algo d e estos r e n e g a d o s ? ¿ N o ha c o n d e n a d o á
no creyere, será condenado.—El que no escuchare muchos otros idólatras é ínfleles? ¿ Q u é m a s tie­
d la Iglesia, sea tenido por f ínico y publican».— nen ante Dios nnos q ue otros?
El que os oye á vosotros, me oye d mi; el que os
W.—No, no, perdone V., señor Cura, no pue­
desprecia d vosotros, d mi me desprecia; y otros
d o pasar por eso, q ue sean iguales ante Dios los
testos s e m e j a n t e s .
infieles paganos y los apóstatas; pues estos al c a ­
F . — V e o que le sobra á V. la r a z ó n . Con to­
b o son cristianos y creen en Jesucristo c o m o n o ­
d o n o p u e d o acabar de p e r s u a d i r m e de q ue todos
s o t r o s , y a d o r a n al m i s m o P a d r e c o m o á D i o s , i n ­
l o s q u e s e h a c e n p r o t e s t a n t e s e t e r n a m e n t e se c o n ­
v o c á n d o l e todos los dias cuando rezan el mismo
denen; p u e s a l c a b o su delito me parece n o ser
Padre nuestro q u e l o s C a t ó l i c o s . ¿Cómo, pues,
m a s q u e e l d e t e n e r u n a opinión diversa d e la d e
q uiere medirlos V . á todos p o r el m i s m o rasero?
los Católicos.
P . — C o n esa p a l a b r a tratan de ocultar su n e ­ P . — N o s o l a m e n t e les m i d o p o r el m i s m o r a s e ­

gra impiedad los incrédulos é insensatos q ue r e ­ r o , s i n o q u e digo que los apóstatas son i n c o m p a r a ­

niegan d e su fé. Pero Dios bu d i c h o l o contra­ blemente m a s culpables q ue los paganos é infie­
r i o , c o m o acallas de ver. Q u e te p a r e c e pues, les, pues e s t o s a l fin y a l c a b o , comparados con
¿q u i é n t e n d r á r a z ó n , e l l o s ó D i o s ? ¿ C a m b i a r á D i o s los Cristianos, puede decirse q ue viven en las ti­
sus d e c r e t o s e t e r n o s p o r q u e l o s a p ó s t a t a s se f o r ­ n i e b l a s d e la i g n o r a n c i a ; p e r o l o s c a t ó l i c o s a p ó s ­
m e n la i l u s i ó n d e p e n s a r q u e n o h a y d e l i t o e ñ sus tatas pecan p o r p u r a malicia, q u e es p e c a d o de
opiniones, para vivir asi sin remordimientos? demonios, y con fines impíamente interesados.
¿Dejarán p o r eso de ser sus o p i n i o n e s verdaderas En vanóse llaman cristianos, y protestan creer
h e r e j í a s , c o m o n e g a c i o n e s q u e s o n d e la f é , y e r ­ en Jesucristo, pues n o saben ni les i m p o r t a un a r ­
rores perversos contra las verdades reveladas p o r dite d e este Jesucristo en q u i e n dicen q u e c r e e n ,
Dios, y propuestas p o r la s a n t a madre Iglesia? al p r o p i o t i e m p o q ue están h o l l a n d o su palabra,
N o hay r e m e d i o : ó ser católicos, c o m o Dios m a n ­ c o m o u n h i j o q u e q u i s i e r a p e r s u a d i r q u e es o b e ­
da ó c o n d e n a r s e . ¿ P o r v e n t u r a necesita D i o s p a - d i e n t e á su padre al t i e m p o q u e está burlándose
— 105 —
— 104 —
o
c h o siglos p o r ser c a t ó l i c a , q u e se h i c i e r a n p r o ­
d e sus m a n d a t o s y a ñ a d e el i n s u l t o á la d e s o b e ­
testante! ¡Qué patriotismo ec h a r u n g é r m e n d e
dienc ia. Y l o m i s m o les pasa c u a n d o l l a m a n P a ­
disc ordias sangrientas é implac ables en España,
d r e a D i o s , pues n o j t i e n e n m a s q u e una i d e a v a g a
y a ñ a d i r á las m u c h a s c ausas d e d i s e n s i ó n q u e y a
d e Dios, y n o piensan e n él p a r a c o s a ninguna;
t e n e m o s la s e g u r i d a d d e u n a g u e r r a d e religión!
a d e m á s que no puede tener a Dios por Padre,
¿Qué bienes podría e s p e r a r nuestra patria de
q u i e n n o tiene á la Iglesia p o r Madre. Y sobre
h o m b r e s t r a i d o r e s á su D i o s ? ¿qué p u d i e r a n t r a ­
todo, J e s uc r i s t o nos manda t e n e r á estos tales
e r n o s estos m a l v a d o s s i n o desgrac ias?
c o m o a infieles: luego n o los tiene c o m o a cris­
F . — T i e n e V . m i l vec es razón, Sr. Cura; pero
tianos.
t o d a v í a m e queda u n e s c r ú p u l o . E l p ec a d o d e
F , — P e r o , e n fin. si u n c a t ó l i c o se hac e p r o t e s ­
apostasia ¿ n o es l o m i s m o q u e c u a l q u i e r o t r o p e ­
tantes p o r c r e e r l o c o n v e n i e n t e al b i e n d e su p a ­
c ado?
t r i a , ¿ n o m e d i r á V . q u e este n o l l e v e u n fin h o ­ P . — N o , es m u y d i f e r e n t e , y es e n o r m e la d i f e ­
n e s t o y plausible? r e n c i a que h a y é n t r e l a apostasia y l o s d e m á s p e ­
P.—Aun suponiendo que el b i e n d e la patria c ados, por graves que sean. Porque, aunque
exigiese la apostasia (suposic ión a b s u r d a , ) ¿ h a b r í a
o b r a n c i e r t a m e n t e m a l los fieles c u a n d o pec an, y
r a z ó n para d a r su a l m a a l d e m o n i o y p e r d e r l o s
tan m a l q u e se e s p o n e n á c o n d e n a r s e , al fin y a l
b i e n e s e t e r n o s p o r los i n t e r e s e s t e m p o r a l e s ? Ni
c a b o , c o n s e r v a n d o e n su c o r a z ó n la r a í z d e la f é ,
¿ c ó m o c onc ibes tú q u e u n s e n t i m i e n t o tan n o b l e
tienen p o r este s o l o h e c h o u n a p r e n d a a n t i c i p a d a
c o m o el a m o r p a t r i o b i e n e n t e n d i d o p u e d a m o v e r
d e la d i v i n a m i s e r i c o r d i a , y es s e g u r o q u e , tan
á n a d i e a c r i m e n tan f e o c o m o el d e la apostasia?
p r o n t o c o m o c a l m e el h e r v o r de l a s p a s i o n e s y
No h a y apóstata alguno que lo haya hec ho p o r
e n t r e n u n p o c o en r e f l e x i ó n d e n t r o d e sí m i s m o s ,
a m o r p a t r i o : si a l g u n o d e ellos l o dic e a s i , es u n
su fé d e s p e r t a r á en e l l o s el r e m o r d i m i e n t o , y su
h i p ó c r i t a , que q u i e r e c u b r i r c o n el m a n t o del p a ­
a l m a renac erá á la v i d a d e la g r a c i a , c o m o los
t r i o t i s m o las p e r v e r s a s i n t e n c i o n e s q u e se ha l l e ­
á r b o l e s que sec ados p o r el f r í o del i n v i e r n o b r o ­
v a d o al r e n e g a r desufé. ¡ B u e n o estaria el p a ­
tan h e r m o s o s y a r r o j a n l o z a n o s sus p i m p o l l o s al
t r i o t i s m o de los h i j o s d e E s p a ñ a , que ha l u c h a d o
— 106 — — 107 —
P . — Y muy justamente lo socas. No solo d e ­
sol de la primavera. Su fé los llevará á i m p l o ­
bes guardarte del Protestantismo y de los que tra-
rar el perdón de su Dios ofendido; su fé les hará
buscar los sacramentos de Penitencia y Eucaris- nn de propag arle, sino que d e b e s mirarlos con
horror y abominación.
ia, que purifican y fortalecen el alma; su fe será,
F . — Q u é quiere decir V. con eso?
por último, como una lámpara oculta, mas no
apag ada, en el fondo de su pecho, que alumbrará P . — Q u e solo al oir hablar de Protestantismo,
debes llenarte de espanto, comoslt e hablasen de
con todo su biillo á poco que se la descubra. Mas
al apóstata ¿qué le queda? Una vez abandonada una tentativa de asesinato contra tu vida.
su fé, por el mismo hecho pierde todos los medios F . — N a d a menos que eso?
ordinarios de restituirse á la divina g racia, y n e ­ P . — S i no lo haces así, eres perdido.
cesita nada menos que de un milag ro cstraordi- F.—Espliquese V .
nario y espcctalísimo de la misericordia de Dios P . — E l Protestantismo y sus fautores son, en
para volver al camino de la eterna salvación. punto á relig ión y moral, lo que la peste y los
Ahora bien, hijo mió, estos milagros son siempre apestados son á la salud; y del propio modo que ia
raros, y por eso son tan pocos los apóstatas que peste, si no se toman grandes precauciones, se co­
se arrepienten, pues la mayor parte de ellos m u e ­ munica con la mayor facilidad, asi se inocula el
ren en la impenitencia final y se condenan para Protestantismo por ser la relig ión mas cómoda
tiempre, del mundo; sin Credo, sin Mandamientos* sin Sa­
cramentos, sin ayunos ni abstinencias, sin depen­
dencia ning una, sin necesidad de buenas obras
XYI.
para salvarse, en una palabra, una relig ión llana
y abonada para favorecer todas las pasiones y
F . — D e todo cuanto V. me ha dicho me parece mantener la corrupción nativa de nuestro cora­
se saca en limpio q n c " s menester cuidar mucho zón; veneno que se filtra sin sentirlo, y contra el
de no dejarse prender en las redes del protestan­ cual no hay mas remedio que huir de él cuanto se.
tismo. pueda
— 108 — — 109 —
F.—Pues veo que los Protestantes muy bien F.—¿Y qué he de hacer si me dan alg uno de
nos dan libritos espirituales llenos de unción y de esos libritos?
piedad. P.—No tomarlos si te los ofrecen, a menos que
P.—Guárdate bien délos tales libritos de los quieras hacer lo que unos españoles en Aviñon de
Protestantes, porque son otras tantas impostu­ Francia, para quema? los delante de los mismos
ras. Bajo el barniz de piedad con que están es­ que se los habían dado en una plaza pública; y si
critos, se ocultan los testos falsificados de la sa­ caen en tus manos, arrójalos al fuego sin abrir­
g rada Escritura, con los cuales nada mas intentan los, ó entrég alos á tu párroco ó á tu confesor,
que es lo que manda la Iglesia.
sino promover dudas sobre las verdades de la fó
F.—¿Debemos aborrecer al Protestantismo y
y sobre las prácticas cristianas, haciendo creer
a los Protestantes, ó sea á estos fautores del Pro­
que ni unas ni otras han sido enseñadas en la Bi­
testantismo.
blia; como si los Cristianos nada mas tuviesen
P.—Al Protestantismo debes odiarlo con toda
que creer y practicar que lo que dice la Biblia, y
tu alma, aborrecerlo, abominarlo como el ma­
nobubiese infinitas cosas enseñadas por Jesucristo
yor délos males; debes, en fin, detestarlo tanto
que no las trae la Biblia, como la misma Biblia
cuanto debes amar tu fé católica. Pero á las
nos lo asegura. Coa su acostumbrada hipocre­
sía exaltan la fó, como si bastase por sí sola para personas de los Protestantes ni puedes ni debes
salvar, aunque no se acompañe de buenas obras. odiarlas, porque nos lo prohibe nuestra santa Re­
¿Quieres una prueba de lo que te digo? pues mira ligión. Los Cristianos no podt-mos aborrecer á
como siempre que te den alguno de esos libros, ningún hombre, porque á todos debemos mirar­
lo primero que te encargan es, que no se los en­ los como á prójimos. Ese odio á las personas
señes á ning ún sacerdote. Es decir, que ellos déjaselo allá á los Protestantes, los cuales prue­
mismos conocen que los tales libritos de devo­ ban bien con sus dichos y hechos cuánto abor­
ción que te dan, son veneno puro, pues no quie­ recen á los Católicos. El católico no debe abor­
ren que los vean los naturales guardianes y guias recer en el herege al hereje mismo, sino su er­
de tu conciencia. ror y su pecado. Mas esto no quita que estés
— 110 — — 111 —
siempre bien prevenido contra los que intenten F.—¿Y no ltabrú falta de caridad en practicar
seducirte, y que procures no juntarte ni tener lo que Y. me aconseja?
con ellos trato alguno, del propio modo que lo P.—Al contrario, ¿no l ias oido decir que l a
haces respecto de los ladrones y asesinos. caridad bien ordenada empieza por si mismo?
F.—Con qué, señor Cura, esto quiere decir Caridad séVá, y muy grande, que sacrifiques en
que aborrezca al error y ame á las personas de servicio de tu prójimo tu dinero, tu salud, tu vi­
l os que yerran: ¿no es asi? da, y, en algunos casos, aun tu misma bonra; pe­
ro tu al ma? esta no puedes sacrificársela nunca; y
P.—Exactamente: eso es loque debes hacer, y cabalmente tu alma es la que te espondriasá per­
asi obrarás al revés de los Protestantes, l os cua­ der, si no te apartabas de l os que quisieran ha­
l es miran con indiferencia ó con amor l os erro­ certe apostatar. A mas de que, es muy posibl e
res, y aborrecen l as personas. que, obrando como te aconsejo con los enemigos
F.—¿Y si entre los Protestantes de quienes de­ de tu salvación, los haga tu misma conducta vol ­
bo apartarme tengo amigos, compañeros, cor­ ver en si. Esta es la verdad, y l os que te dicen
responsal es, criados? l o contrario, no saben qué es caridad, como ni
P.—No bay amistad ni famil iaridad que val ­ tampoeo lo que es fé.
gan, cuando se trata de Dios y de nuestra al ma. F.—¿Y como es que no lo saben?
En ese caso debes bacer lo que los antiguos cris­ P.—Sí, no lo saben; y sino respóndeme: ¿quién
tianos cuando por necesidad tenian que vivir con sabrá lo que es caridad, Jesucristo, ó esos desdi­
los infiel es, paganos ó idól atras; pues trataban chados que quieren perderte? Mira, pues, có­
con ellos lo menos que podían, y sol o en lo que mo habla el divino Redentor en su Escritura de
era absolutamente necesario, y eso cerrando los v e r d a d : Si tu mano ó tu pié te escandalizaren, cór­
oidos á sus profanos y seductores discursos, y tatelo y ¿chalo de ti; si tu ojo le escandalizare, sá­
por último, consintiendo en ser escarnecidos y catelo y arrójalo es decir, si l as personas
de ti;
despedazados, antes que sucumbir á sus amena­ mas queridas para ti, y tan unidas contigo como
zas y seducciones. tu mano, tu pié ó tu ojo, son para ti tropiezo 6
— 111 —

p e r d i c i ó n , de m o d o que p o r causa de ellas p u e ­ n o s l o m u e s t r a la historia entera d e la antigüedad


das p o n e r t e en riesgo d e c o n d e n a r tu a l m a , e s ­ sagrada. A v i s t á n d o s e c i e r t o dia en R o m a el h e ­
tás obligado á apartarte de ellas, á echarlas de tu r e j e M a r c i o n con San P o l i c a r p o , discípulo de S a n
l a d o , y á considerarlas c o m o á tus m a s crueles J u a n , preguntóle: ¿ Me conoces?—Si, le r e s p o n d i ó
enemigos. el santo a n c i a n o , te conozco por primogénito del
F . — E s t a m u y bien; mas todavía m e queda la diablo.
duda de si p o d e m o s tratar c o n tanta d u r e z a a F . — B a s t a , señor Rector; a h o r a ya sé como
nuestros p r ó j i m o s . componérmelas.
P . — E l p r o c u r a r l a salvación d e tu a l m a ¿es ó P . — S i , f ija bien en tu m e m o r i a estas a d v e r t e n ­
n o el p r i m e r o d e tus deberes? Para este gran cias, y p r o c u r a n o o l v i d a r l a s n u n c a , p r of e s a n d o
ü n , ¿puede ó n o s e r v i r t e de t r o p i e z o , c u a n d o no u n h o r r o r s u m o c o n t r a las m á x i m a s que para s e ­
d e obstáculo, el trato con los inf ieles? Claro es­ d u c i r l e enseñan estos perversos, huyendo de
ta que si: luego n o puedes ni d e b e s p e r d e r tu a l ­ ellos c o m o de Satanás, y p i d i e n d o s i e m p r e á D i o s
ma por amor á otros. que aparte de tí á esos apóstatas, c o r r u p t o r e s de
F . — E s v e r d a d : esto m e deja c o n v e n c i d o . la f é y d e la m o r a l . A c o n s é j a t e d e tus c o nf e s o ­
P . — A u n te d i r é m a s : tú sabes que S a n Juan res, p r o c u r a v i v i r honesta y c r i s t i a n a m e n t e , co­
Evangelista es l l a m a d o p o r excelencia el Apóstol mo te enseñaron tus padres, procura olvidar
de la caridad; pues bien, o y e l o q u e este dice con todos los desatinos que habías o í d o , y que tanto
respecto á los herejes: Si alguno se llegare á vo­ t u r b a r o n tu paz i n t e r i o r , y D i o s será contigo. Al
sotros, y no profesare esta doctrina (la doctrina o b r a r c o m o te he e n s e ñ a d o , acuérdate que no
cristiana), no lo recibáis en vuestra casa, ni aun le has d e h a c e r l o p o r o d i o á ninguna p e r s o n a , s i n o
dirijáis un saludo, pues solo el saludarle serd par­ para p r e s e r v a r t e á ti m i s m o de todo m a l .
ticipar de sus malas obras. ¿ Q u é te parece? pues
l o m i s m o enseñan los demás apóstoles en sus c a r ­ XVII.
tas, y lo m i s m o practicaron los v e r d a d e r o s cris­
tianos siguiendo este consejo a p o s t ó l i c o , como F . — ¡ A h , señor Cura! permítamequ« le bese
8
— 115 —
é. Que* atas doctrinas no h an sido abrazadas
las manos. ¡Si supiera V. que alivio ha dado V .
sino por h ombres perversos, ni son propagadas
á mi alma! ¡qué nubes de dudas h a disipado en
y diseminadas sino por gente sin pudor ni con­
mi espirita la brillante luz de la doctrina que V .
ciencia.
acaba de comunicarme! Mas para que esta se
fije en mi corazón, y no me quede duda de h a ­ 5. Que el Protestantismo h a sido impuesto por
berlo bien comprendido todo, me h a de permi­ fuerza y violentamente á los pueblos, al modo
tir V. h acer nn resumen de todo. que lo fué el Coran por los turcos á los países
P.—Enh orabuena; ya te escucho. que conquistaban. Que donde el Protestantismo
no h a sido puesto por fuerza y violentamente, lo
F . — M e h a dich o V.» si mal no me acuerdo, lo
h a sido por medio de engaños, de falsedades y
siguiente:
calumnias contra la Iglesia católica.
1. Que el Protestantismo, en su origen, fué
(i. Que los Protestantes tienen siempre la to­
un acto de rebelión contra la Iglesia de Jesu­
lerancia en los labios y en sus escritos, pero que
cristo.
en su corazón no tienen mas que odio, y crueldad
2. Que esta rebelión fué urdida principalmen­
en sus obras; y que por eso en los países donde
te por tres apóstatas llenos de vicios y de toda es­
logran dominar emplean contra los pobres Cató-_
pecie de perversidades.
lieos todo género de tormentos, de injurias y ve­
3. Que el Protestantismo no es mas que un
jaciones, mientras que, donde no h an logrado
conjunto de desatinos y contradicciones, tanto en
ponerse encima, todo se les vuelve en pedir to­
teoria, como en la práctica: que sus doctrinas se
lerancia para sus errores y picardías.
reducen á negar las verdaderas enseñanzas cris­
7. Que los fautores y propagandistas del P r o ­
tianas: que h ay en ellas tanta variedad de pensa­
testantismo no son sino unos malvados corrupto­
mientos y creencias, cuantas son las cabezas de
res é hipócritas, que nada mas se proponen sino
los Protestantes; y que proclaman dogmas h o r r i ­
coger en sus redes á la gente sencilla y sin espe-
bles, tan repugnantes al respeto que se debe a
riencia, á los sujetos conocidos por su mala vida
Dios, como contrarios á la dignidad h umana j & y costumbres, y mas particularmente á los po-
la moral.
— 117 —
— H(i —
eado enorme que bajo todos aspectos comete el
bres jóvenes, á f in de convertirlos en otros tantos
que se hace protestante, la angustiosa inquietud,
desalmados, sin vergüenza y sin f reno alguno.
la melancolía, y los crueles remordimientos que
8. Que el f in último d é l o s propagandistas, al
llenan la vida de los apóstatas, y la horrorosa
emplear estos indignos medios, no es otro sino
muerte que después les espera.
arrancar la f é del corazón de los pueblos católi­
12. Me ha probado V . también hasta la eviden­
cos, para convertirlos en rebeldes contra toda es­
cia la condenación segura de estos desdichados,
pecie de autoridad, y poder así apoderarse de
si Dios por un milagro de su gracia no nos i l u ­
ellos. Que á estos f autores y propagandistas se
mina antes de m o r i r ; y que apostatar y condenar­
lesdá un ardite del Evangelio y de la Religión,
se para toda una eternidad es una misma cosa.
pues ellos en nada creen, y lejos de querer el
15. Por último, me ha hecho V . concebir un
Evangelio, lo que quieren es encenagará los pue­
justísimo horror á este Protestantismo, á este
blos en la irreligión, la apostasia, la licencia de­
mal llamado Evanjelio puro, á esta mal llamada
senf renada, en el Comunismo y Socialismo, como
Reforma. Ya sé, gracias á Dios y á V . , la m u l ­
la experiencia lo enseña todos los dias.
titud de males, de oprobios y "de crímenes que
9. Me ha proporcionado V. indicios ciertos
trae consigo el abjurar la f é católica, y echarse
para descubrir y conocer á las varias especies
en brazosde la herejía. En una palabra, ha d i ­
que hay de propagandistas y diseminadores del
sipado V . todas mis dudas sobre este punto, y
Protestantismo, á f in de que pueda guardarme
quisiera que esta conversación la imprimiese V .
de ellos, y de las malas artes que emplean para
para disipar las de otros.
insinuar su diabólica predicación.
p . — D e m o s , Federico, inf initas gracias á Dios
10. Me ha demostrado V . con hechos cual es
por el bálsamo que se ha dignado derramar sobre
la gente perdida que en todas partes abraza el
las llagas de tu corazón : yo también te las doy á ti
Protestantismo, asi como los males gravísimos
por lo bien qüe has aprendido mis lecciones. Es
que caerían sobre la triste España si llegara á
posible que un día de buen humor las ponga por
dominar esta perversa raza de apóstatas.
escrito, y las haga imprimir. P e r o tú procura
I t . Me ha puesto también V. en claro el pe-
— US —
IX DICE.
no olvidarlas, y cou eso tendrás bastante para no
d ejarte engañar por esos necios é impíos propa­
gand istas de ese nuevo cristianismo, que seria la
muerte mas ignominiosa d e nuestra España. Si
alguien te d ijere que en estas lecciones te he e n ­ ftiALOuo—Entre un Párroco y Fed erico, s a r ­
señad o algo exajerado ó no verd ad ero, r e s p ó n ­ gento recientemente licenciad o. 3
d ele con tod a segurid ad , que cuanto te llevo d i ­ LECCIóN I . — D e l nombre y del origen d el pro­
cho es menos tod avía d e lo que real y verd ad era­ testantismo 5
mente pasa y ha pasado, hasla el punto d e n o h a - LECCIóN I I . — D é l a naturaleza d el protestan­
her en tod o lo d icho un hecho solo que no pued a tismo.. 9
ser plenamente justificado con pruebas y a r g u ­
LECCIóN H . — D e las d octrinas d el protestan­
mentos irrefragables.
tismo. , \\
F . — A Dios, señor Cura, hasta otro d ia que
LECCIóN I V . — D e los autores y primitivos pro­
me hablará V. d e la Iglesia católica.
pagadores del protestantismo 20
LECCIóN V . — D e cómo se estableció el P r o ­
testantismo 24
LECCIóN T I . — D e la tolerancia d el Protestan­
tismo 52
LECCIóN VII.—De los actuales propagad ores
FIN.
d el Protestantismo 58
LECCIóN M i l . — D e l fin que se proponen los
propagad ores del Protestantismo. 15
LECCIóN I X . — D e las señas que pued en d ar á
conocer á los fnulores y propagad ores
del Protestantismo 49
LECCIóN X . — D e las malas artes qne comun­ 1 OJO? 1 * 0 ^ . (K ll.
mente emplean los propagandistas del —3 ^
Protestantismo 64
LECCIóN XI.—De los que abrazan el Protes­ PROY'ECTO
'' + ' *'' •• . Y.' '
tantismo 72 * D£
LECCIóN XII.—Del delito que cometen los que
se hacen protestantes
LECCIóN XIÜ.—Del remordimiento de con-
76
LEY Di ELECCION
. . . ^¡v PJLRA ,
ciencia que necesariamente tienen los que
de católicos se hacen protestantes 8o
LECCIóN XIV.—De la muerte de los apósta­ EEPBESBNTANTES DELA CAMARA
tas 91
LECCIóN XV.—De la segura condenación que
espera á los apóstatas ül •IMITADOS D| LA-NACION.
LECCIóN XVI.—Del horror con que debe mi- T- .
rarse al Protestantismo y á sus fautores •
LECCIóN XVII.—Resumen general I

FIN DEL INDICE. • v; ra

I A b r i l 19 Ó» 1 . 8 5 C .

i -

También podría gustarte