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Título: Alimentos a cargo de los tíos: una tendencia jurisprudencial que crece

Autores: Iturburu, Mercedes - Jáuregui, Rodolfo G.


Publicado en: RCCyC 2023 (abril), 152
Cita: TR LALEY AR/DOC/3506/2022

Sumario: I. El caso.— II. Las soluciones de quienes ejercen la magistratura en la Alzada.— III. Valoración
crítica.— IV. Reflexiones finales.
(*)
(**)
I. El caso
El magistrado de primera instancia desestimó la acción de alimentos articulada por la actora, Sra. D. P. F. en
representación de su hijo menor B. D. C. de 11 años a la época del fallo de primera instancia., contra el Sr. F. A.
M., —tío paterno del niño—. Su argumento se basó en que el orden legal de los sujetos activos y pasivos del
derecho/obligación a prestar alimentos previsto en el art. 537 Cód. Civ. y Com., no alcanza a los tíos o sobrinos y
si bien excepcionalmente se podía obligar a parientes no mencionados, era necesario que la representante legal del
menor demuestre someramente su propia imposibilidad de generar recursos o la insuficiencia de estos; ello no
surgía en el caso ya que la trabajadora social del Juzgado describió pormenorizadamente todos los esfuerzos que
hace la señora F. para criar a su hijo y acceder a una mejor calidad de vida en el futuro para ambos.
Había fijado en el punto I de la sentencia que arribó firme a la segunda instancia, una cuota alimentaria a cargo
del progenitor en la suma de diez mil pesos.
La actora interpuso recurso de apelación donde enfatizó que la condena al progenitor del niño B. D. C. al pago
de la cuota alimentaria es de imposible cumplimiento debido que este no se encuentra registrado. Agregó, que
nunca aportó para la manutención del niño ni intentó tener un vínculo con este. Destacó que el Sr. F. A. M no se
presentó en el anterior juicio de alimentos iniciado contra él y su madre, y tampoco en el litigio en cuestión. Por
último, hizo hincapié en los escasos ingresos que percibe y que teniendo en cuenta el principio de solidaridad
familiar y la ausencia de otros familiares cercanos a quién reclamar alimentos se debía hacer lugar al recurso
interpuesto.
Cabe puntualizar que en 2014 se había fijado una cuota alimentaria a cargo del padre y la abuela paterna del
niño, siendo la última transferencia por descuento del haber de la abuela en diciembre de 2016 debido a su
fallecimiento.
A la hora de dictaminar, el Defensor de Infancia lo hizo a favor del planteo recursivo.
II. Las soluciones de quienes ejercen la magistratura en la Alzada
La Cámara de Apelaciones, con un voto en disidencia argumental que arriba a la misma solución, hizo lugar al
recurso de la actora, revocó el rechazo y extendió la condena por alimentos al tío paterno del niño (1). Las posturas
parten del interés superior del niño, se sustentan con apoyatura en perspectiva de género y la mayoritaria se
fundamenta también en el principio de la solidaridad familiar.
Antes tuvieron por probado que la madre era acompañante terapéutica y técnica en enfermería, empleada
desde hace casi 10 años en el Hospitalito "Baggio" de esa ciudad, con ingresos entre $30.000 y $35.000, siendo
que, a enero de 2021, percibía una remuneración bruta de 36.063,18—. Su hijo B. D. C., de 11 años de edad al
2020 cursaba el último año en la Escuela N° 36 "López Jordán", y en ese entonces, practicaba dos deportes en el
Club "Sarmiento" —fútbol y boxeo—. Ambos residían y convivían en la propiedad de la abuela materna del
último (casa antigua con dos dormitorios), Sra. M. E. (jubilada y pensionada), con quien la madre compartía
gastos de servicios y alimentación; por lo que aun siendo por la línea materna una de las personas obligadas por el
art. 537 Cód. Civ. y Com., conforme al informe socioambiental mencionado, aportaba ya para el sostenimiento
del alimentado, incluso en las tareas de cuidado. El demandado, según la información de AFIP a enero de 2021,
percibía una remuneración bruta de $77.091,46 como dependiente de la firma comercial "La Acrópolis SA".
II.1. Solución del caso según el voto mayoritario
Las magistradas argumentaron que si bien el art. 537 del Cód. Civ. y Com. no incluye de modo expreso a tíos
y sobrinos en su enumeración, su descripción no es taxativa, sino enunciativa y se debe interpretar teniendo en
cuenta los principios de solidaridad familiar y el interés superior del niño. Agregaron que, en ese sentido hay
posibilidad de asignar salvaguardas al alimentado a partir de su entorno familiar, considerando que la ampliación
de la gama de legitimados pasivos que deben solidarizarse con el menor de edad desprotegido por la rebeldía del
progenitor, tiene fundamento supralegal —arts. 1° y 2° Cód. Civ. y Com.—.
Destacaron que el tío es el eslabón más cercano —desde la perspectiva de la subsidiariedad— en el sistema
familiar dado ya que no hay otros abuelos ni hermanos. Enfatizaron que la abuela materna es quien le brinda la
vivienda y recursos complementarios, por lo que resulta imposible realizar una interpretación literal o formalista,
por estar en juego el pleno desarrollo y la digna subsistencia del niño.
Concluyeron que, teniendo en cuenta el carácter subsidiario de la obligación en cuestión, y que al no haber
expuesto el accionado —sin siquiera presentarse en el proceso— la existencia de un pariente más cercano o en
mejores condiciones para procurarle alimentos al niño, estando acreditado que el padre —obligado principal— no
cumple con la cuota alimentaria, cubriendo la abuela materna lo que está a su alcance, resultaba procedente el
reclamo contra el tío paterno. También mencionaron el art. 7°, 29 y ccs. de la ley 26.061.
Extendieron la condena por alimentos efectuada a cargo del progenitor debiendo el juez de grado disponer las
medidas necesarias para al embargo y posterior depósito en la cuenta judicial sobre los haberes que el demandado
M. percibe como dependiente de La Acrópolis SA.
II.2. Solución del caso según el voto en disidencia
El magistrado, si bien llegó a idéntico resultado, recurrió a la declaración de inconstitucionalidad por omisión
del art. 537 del Cód. Civ. y Com. por no contemplar la posibilidad que un NNyA pueda reclamar alimentos a
quienes conforman la familia ampliada. Agregó que limita injustificadamente un derecho humano y, no puede ser
salvado por el principio de solidaridad familiar. Hizo hincapié, además, que la sentencia de primera instancia
carecía de perspectiva de género.
III. Valoración crítica
Para llegar al desenlace anunciado, la Cámara a nuestro juicio siguiendo la moderna tendencia, realiza una
lectura integradora del ordenamiento jurídico y sin quedar atrapados en la rígida letra del art. 537 del Cód. Civ. y
Com., que tiene su antecedente el art. 367 del Cód. Civil, consideraron el principio de solidaridad familiar —voto
mayoritario—, la perspectiva de género, y la importancia que tienen los alimentos en los/as NNyA al estar en
pleno desarrollo madurativo. Por consiguiente, dicho resultado es valioso y se adecúa al interés superior de B. D.
C.
Operaron sobre una historia signada por el abandono patente del hijo por parte de su progenitor, que hizo
recaer, según surge del texto de la anotada, todo el peso y la responsabilidad de su crianza en la familia materna.
Valoraron a partir de ese marco fáctico, el esfuerzo y aporte diario madre y abuela le proporcionaban al niño
no solo económico, sino también de cuidado. No podemos perder de vista que la adecuada conjunción de
alimentos y cuidados es la base misma de la subsistencia y de un desarrollo saludable de los/as NNyA; el cimiento
de sus futuras oportunidades La importancia de que sea promovida y protegida por el Estado, la sociedad y la
familia es evidente.
El Estado lo hace a través de políticas públicas, o de decisiones jurisdiccionales con perspectiva de niñez y de
género, priorizando el interés superior del/la NNyA, en un contexto en el cual la mayoría de los casos son las
madres las que ejercen en soledad el cuidado de estos luego de la separación— desde una óptica transversal de los
derechos humanos.
III.1. El interés superior del NNyA, el principio de solidaridad familiar y el principio de realidad
En el derecho de familia, el interés superior del/la niño/a, en cuanto principio, se erige como una regla de oro,
de consideración primordial. Debe ser respetado a ultranza siempre. Su múltiple e insistente regulación, refleja
desde la grada legal su jerarquía constitucional, y obliga a quienes ejercen la magistratura a considerar a los/as
NNyA como verdaderos sujetos de derechos, con una intensa protección privilegiada. De allí la imperiosa
necesidad de realizar una coherente interpretación sistemática de la Convención sobre los Derechos de Niño, con
el resto de las normas involucradas (2).
El otro principio sobre el cual a su vez pivotea el fallo es el de la solidaridad familiar. El Cód. Civ. y Com. no
lo ha conceptualizado expresamente, más se encuentra omnipresente en numerosos institutos. La RAE define la
"solidaridad" como la "adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros". En efecto, se podría decir que
su finalidad es de asistencia o solución que busca el bien común. Es una virtud contraria al individualismo. En
efecto, la solidaridad (3) familiar es una de las bases del bien común de las familias, por la cual se intenta paliar o
solucionar las carencias —ya sean materiales o espirituales— de uno o varios integrantes del grupo familiar
basado en las diversidades de las personas y sus consecuentes vulnerabilidades (4).
Al principio de realidad que ahora aparece explicitado, por ejemplo, en el art. 3.1.m. del Código de las
Familias Cubano 2022, el legislador no lo mencionó explícitamente en el Cód. Civ. y Com., pero subyace latente
principalmente en las normas referidas al derecho a la familia corriéndose de aquella idea otrora dominante de una
familia tradicional —heterosexual y matrimonial— para dar paso a la regulación de las distintas realidades
familiares, y así encontramos normas referidas a las uniones convivenciales, a las familias ensambladas y
monoparentales, a las obligaciones de los/as progenitores/as afines, a la filiación por TRHA, etc.
Si bien tampoco se ha hecho referencia al mismo expresamente en el fallo comentado, indudablemente ha
nutrido su elaboración, debido a que, si hicieron mérito de la conducta procesal del obligado principal, del tío
demandado y de las demás circunstancias que rodearon el caso, las que denotaban la imperiosa necesidad de
brindar los pretendidos alimentos.
Dicha actitud procesal del demandado también es relevante, porque estando en juego derechos humanos
elementales de NNyA, amén de considerarse una confesión ficta de los hechos, no debe pasar desapercibida la
falta total de cooperación o colaboración, en una conducta procesal desaprensiva. Dicha circunstancia, obligaba a
ajustar la solución a la realidad del niño y a la de su grupo familiar, siendo la resultante morigerar o flexibilizar la
norma del art. 537 del Cód. Civ. y Com.
En efecto, el interés superior del NNyA, el principio de solidaridad familiar y de realidad —entre otros
aspectos y circunstancias de cada caso en concreto— son los cimientos del deber alimentario de los/as tíos/as a
los/as sobrinos/as, que si bien no constituye una obligación civil de base legal expresa es una solución posible para
resguardar el derecho alimentario de aquellos NNyA que su situación de vida lo requiera.
III.2. Interpretación del art. 537
La ausencia de una norma explícita desde la grada legal que imponga la obligación alimentaria de los/as
tíos/as a los/as sobrinos/as como un deber jurídico cuando las condiciones del caso lo amerite, no quiere decir que
no se pueda extraer válidamente dicha conclusión de la razonable aplicación de otras normas, algunas de mayor
jerarquía. Sobre todo, estando en juego el ISN —arts. 3° de la CDN; 3° de la ley 26.061, 1°, 2° Cód. Civ. y
Com.—.
Al estar involucrados derechos humanos de sujetos vulnerables, es necesario apartarse de la literalidad de las
normas y buscar soluciones que surjan de un fecundo diálogo de fuentes, para permitir respuestas adecuadas al
caso, razonables y efectivas, y encontrar caminos aptos para que los/as NNyA accedan a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social ya que es el Estado quien debe garantizarlas
a través de políticas públicas u otro tipo de medidas —art. 27 inc. 1 CDN—.
En este sentido entendemos que la solución propiciada abreva sin realizar una interpretación forzada, en el art.
7° de la ley 26.061 que trata sobre la responsabilidad familiar. Dicha norma dispone que la familia es la
responsable en forma prioritaria de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo
ejercicio de sus derechos y garantías. El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e
iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos. Los Organismos del Estado
deben asegurar políticas, programas y asistencia apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta
responsabilidad, y para que los padres asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.
Si bien consagra en la segunda oración el principio de coparentalidad en consonancia con los arts. 18 de la
CDN y 16 de la CN con relación a los progenitores, no es posible eludir en una correcta exégesis, la nítida a
referencia que hace a "la familia", en forma genérica e indiscriminada y es a quien también convoca expresamente
y en forma prioritaria imperativamente para asegurar el disfrute pleno de los derechos de NNyA, en la primera.
No hace ninguna distinción en cuanto a la proximidad y fuente del parentesco, lo que inclusive, como se dice
en el fallo, debe ser congruente con el interés superior del niño, comprendiendo además vínculos socioafectivos
(art. 7°, dec. 415/2006).
No es posible realizar distinciones interpretativas cuando la ley no las hace.
Los tíos seguramente merecían un espacio dentro del art. 537, cuando se redactó el Cód. Civ. y Com.; si bien
no lo tenían en la lógica imperante del art. 367 del Cód. Civil de Vélez (5) por los paradigmas de ese entonces, si
ya era posible hacerlo cuando se sancionó el nuevo digesto que comenzó a regir en agosto de 2015.
Como ejemplo, es pertinente la cita, en este sentido del contenido del art. 27 del Código de las Familias de
Cuba (septiembre 2022): "Sujetos obligados a darse alimentos. 1. Están obligados, recíprocamente, a darse
alimentos:
"a) Los cónyuges;
"b) los unidos de hecho afectivamente;
"c) los ascendientes y descendientes;
"d) madres, padres y sus hijas e hijos afines;
"e) los hermanos; y
"f) los tíos y sobrinos.
"2. Están obligados igualmente a darse alimentos los parientes socioafectivos en la misma línea y grado que
los parientes consanguíneos".
Es por eso que ambas posiciones reflejadas en el fallo (tanto la del voto mayoritario como la que sostiene la
inconstitucionalidad por omisión que lleva adelante el minoritario) son miradas idénticas en lo sustancial, en
cuanto a la pertinencia jurídica del derecho alimentario en juego del alimentado ante la plataforma fáctica del
caso, para exigir del obligado y presentan solo matices para concretarlo, no coincidiendo en el derrotero
hermenéutico. Más ambas desnudan, si se quiere, el mismo fenómeno: en la materia el legislador no estuvo a la
altura de los nuevos paradigmas constitucionales. La diferencia estriba en que la mayoritaria encuentra la
respuesta en el mismo Código, mediante la aplicación de los arts. 1°, 2°, y ccds., interpretados sistemáticamente
en armonía con la ley 26.061 y las convenciones internacionales de derechos humanos y la segunda, recurre a un
remedio excepcional.
III.3. La perspectiva de género y los alimentos
En las resoluciones judiciales de materia alimentaria, y también en las de cuidado personal, como en cualquier
asunto jurídico, es menester que quienes ejerzan la magistratura resuelvan con perspectiva de género, para que la
decisión esté en línea con la Constitución y razonablemente fundada en derecho.
En la materia que nos ocupa se acentúa dicha necesidad, debido a que seguimos en algunas estructuras
familiares con la presencia persistente de un resabio de las organizaciones de tinte paternalista donde las
obligaciones domésticas y de cuidado de los/as NNyA son tareas propias de las mujeres. Un trabajo de tiempo
completo, silencioso y no remunerado que aún hoy —habiendo pasado tantos años de lucha del movimiento
feminista— no se valora como se debe.
Los reclamos de alimentos de los juzgados de familia siguen siendo las mujeres —en la mayoría de los
expedientes— quienes accionan en representación de sus hijos e hijas por tener el cuidado personal de estos/as,
contra los progenitores requiriendo alimentos. Además de la manutención y todas las erogaciones de difícil
concreción que son indispensables en épocas de crisis como la que estamos atravesando, también se registra un
consumo de tiempo que restan las reclamantes del propio, para lograr su realización personal, o sea trabajar,
estudiar, descansar o divertirse. También genera cansancio físico y psíquico, siendo que generalmente son quienes
deben contener a los/as hijos/as que atraviesan una situación emocional compleja debido a la separación de sus
progenitores, o el abandono paterno u otras propias de la evolución. Una distribución de funciones sexista, injusta,
inequitativa, con roles rígidos y estereotipados.
El Cód. Civ. y Com. receptó para erradicarla una óptica de igualdad real y en el art. 658 obliga a ambos
progenitores a criar a sus hijos/as, alimentarlos/as y educarlos/as conforme a su condición y fortuna, aunque el
cuidado personal esté a cargo de uno/a de ellos/as. Además, el art. 660 refuerza esta norma al disponer que las
tareas cotidianas que realiza el/la progenitor/a que ha asumido el cuidado personal del/la hijo/a tienen un valor
económico y constituyen un aporte a su manutención.
Es un dato de la realidad que en la mayoría de los casos de cese de la convivencia o de divorcio, son las
mujeres las que crían solas a los/as hijos/as o asumen notorias mayores responsabilidades en torno a su crianza.
Inclusive cuando se han precarizado aún más sus condiciones laborales luego de la pandemia.
En efecto, teniendo en cuenta toda la carga social, emocional y física que tienen las madres que se encuentran
criando solas o con escasa presencia de la coparentalidad a sus hijos/as y que el incumplimiento de la cuota
alimentaria es una forma de violencia económica de género vedada por la ley 26.485 en el art. 5.4 se debe procurar
que las sentencias judiciales, como verdaderas acciones positivas que son o deberían ser, que no den lugar a una
discriminatoria tolerancia o naturalización de injusticias, repudiadas por el art. 7° incs. a y f de la Convención de
Belém do Pará, arts. 2° y 5° de la CEDAW; entre otras normas, y que, asimismo, sean efectivas.
La efectividad (art. 29 ley 26.061) se puede dar en resoluciones como la comentada donde se obliga a un
pariente no mencionado expresamente en la norma para prestar alimentos; ordenando la inscripción del obligado
en el registro de deudores alimentarios (6) o imponiendo al responsable del incumplimiento reiterado de la
obligación alimentaria medidas razonables para asegurar la eficacia de la sentencia (art. 553 Cód. Civ. y Com., art.
131 Cód. Proc. de Familia de Entre Ríos) como por ejemplo prohibir la salida del país (7), la suspensión de la
licencia de conducir, impedir la entrada a un club deportivo recreativo (8) o algún espectáculo deportivo de un
equipo, prohibir la entrada a un lugar de esparcimiento —boliche o recitales— (9), etc.
Las medidas dispuestas en el art. 553 del Cód. Civ. y Com. (10) tienen como fin hacer eficaces las sentencias
alimentarias ante el cumplimiento de los obligados. Cabe destacar, que deben ser medidas razonables por el
tiempo que dure el incumplimiento del deudor alimentario. No olvidemos que en las Conclusiones del XXVIII
Congreso Nacional de Derecho Procesal (Jujuy 2015) (11) se recomendó "adoptar el activismo judicial, que debe
acentuarse cuando están involucradas personas en situación de vulnerabilidad".
IV. Reflexiones finales
Desde hace un tiempo que el derecho de familia pasó a ser un derecho en esencia protectorio, tuitivo o
finalista, en el que la interpretación literal de las normas no es suficiente, si es que en la resultante se lo despoja de
dicha naturaleza.
Por ello, celebramos las soluciones artesanales o a medida del caso, propuestas por quienes integran la Alzada
para poder hacer efectivo el interés superior del niño B. D. C. al estar en pleno desarrollo madurativo.
Pareciera que este tipo de resoluciones eran las esperadas con la sanción del Cód. Civ. y Com. al introducir un
sistema graduable, permeable y de conformación adecuada y ajustada a la particularidad personal de cada
individuo involucrado en los procesos sensibles, en los que en cada interpretación a las normas y cada resolución
deben cumplir con el criterio de protección de derechos humanos (arts. 1° y 2° Cód. Civ. y Com.):
Los principios del interés superior de los/as NNyA, el de solidaridad familiar, el de igualdad y no
discriminación, el de respeto a la dignidad humana, y el de realidad —entre otros— son sostenes importantes e
imprescindibles para orientar las decisiones, y de esa forma calibrar y permitir el ejercicio y cumplimiento de los
derechos.
La pandemia y la crisis socioeconómica tendió a incrementar la cantidad de los procesos en reclamo de
alimentos, y en muchos de ellos no se puede efectivizar el pago por parte de los progenitores por no contar con
empleo o por no estar registrados en el mercado laboral. Por tal motivo, quienes ejercen la magistratura deben
buscar la manera para que los/as NNyA puedan obtenerlos para tener un nivel de vida y desarrollo adecuados, ya
que es el Estado quien debe garantizarlos a través de políticas públicas u otro tipo de medidas —art. 27 inc. 1
CDN—.
Son constitucionales y lícitas las expansiones de deberes alimentarios respecto de parientes no mencionados
expresamente en el Cód. Civ. y Com., en una moderna tendencia que se consolida, y refrenda la vigencia de los
nuevos paradigmas.
(A) Abogada. Escribana. Mediadora. Especialista en Defensa y Garantías con orientación en Derecho Penal y
Derecho de Familia y Menores. Diplomada en Desmanicomialización. Diplomada en Procesos por Audiencia
Civil, Familia y Laboral. Diplomada en Igualdad y No Discriminación. Diplomada en Derecho de la Niñez y
Adolescencia-Abogado/a del NNyA. Miembro del "Seminario Permanente de Investigación del Derecho, de la
Persona Humana, Familia y Sucesiones" de la Facultad de Derecho de la UBA. Asesora legal de la Unidad de
Letrados en Procesos de Salud Mental dependiente de la Defensoría General de Entre Ríos.
(AA) Abogado. Especialista en Derecho de Familia. Mediador. Profesor titular de Derecho Civil V (Facultad de
Cs. Js. y Sociales UNL). Profesor de Posgrado UNL, UNNE, UCASAL, UCA. Capacitador del Instituto de
Capacitación Dr. Juan Bautista Alberdi; Excmo. Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. Miembro del Centro
de Estudios de Derecho Comparado del Mercosur. Juez de Enlace por E. R. ante la CS en materia de restitución
internacional de menores designado por el Excmo. STJER. Jurado técnico para los Concursos del Consejo de la
Magistratura de la Pcia. de Entre Ríos (desde el 2008 a la fecha por la Asociación de Magistrados y Funcionarios
del Poder Judicial de Entre Ríos) y del Consejo de la Magistratura de la Provincia de Formosa (2018). Jurado
externo de numerosas tesis en la Maestría de Niñez y Adolescencia (UNNE). Vocal a cargo del Despacho de la
Cámara II, en lo Civil y Comercial, sala II, Paraná.
(1) Sobre el tema ver entre otros, FARAONI, Fabián - SQUIZZATO, Susana María, ¿Deben alimentos los tíos a
sus sobrinos?", RC 689/2022; SQUIZZATO, Susana M., "Alimentos entre parientes: ¿deben los tíos alimentos a
los sobrinos menores de edad?", RDF 2021-V, 164, TR LALEY AR/DOC/2365/2021; LLUGDAR, Hugo A.,
"Alimentos entre parientes: ¿y los tíos?", RDF 2021-II, 171, TR LALEY AR/DOC/435/2021; C2ª Civ. y Com. de
Paraná, Sala II, "L. A. E. en rep. de su hijo menor C. L. T. c. C. C. V. y C. S. F. s/ alimentos", 09/11/2020, La Ley
Online TR LALEY AR/JUR/61221/2020; Juzgado de 1ª Instancia en lo Civil de Personas y Familia N° 3 de Salta,
"xxx c. xxx s/ alimentos", 02/07/2020, DFyP 2020 (noviembre), 97 con nota de Rodolfo G. Jáuregui: RDF
2021-II, 169 con nota de Hugo A. Llugdar, TR LALEY AR/JUR/25584/2020; Juzgado de Familia de Oberá, "B.
S. C. en rep. de S. H. M. c. F. E. F. s/ alimentos conexidad solicitada en autos 93947/2016 - B. S. C. y L. G. R. s/
divorcio", 18/03/2019, RDF 2021-V, 160 con nota de Susana M. Squizzato, TR LALEY AR/JUR/63764/2019.
(2) ITURBURU, Mercedes - JÁUREGUI, Rodolfo G., "Subsidiariedad atenuada, una interpretación que se
consolida respecto de la obligación alimentaria de los ascendientes" RCCyC, nro. 1 (febrero 2021), TR LA LEY:
AR/DOC/4069/2020.
(3) La solidaridad es un género constituido por dos especies, una la solidaridad espontánea, es decir, aquella que
se ejerce sin causa aparente, otra es la jurídica, esta última es aquella en la que el beneficiario posee acción para
exigirla. Si bien en la primera la estructura jurídica no provee acción al beneficiario no deja en muchos casos de
regularla e incluso en muchos casos de motivarla. Encontramos, por tanto, el principio de solidaridad presente en
variadas soluciones previstas en el sistema jurídico. Ya sea como impulso y calificación de la solidaridad
espontánea o como la regulación de la solidaridad legal. Esta última, también, en diversos supuestos. El más
mencionado es la obligación solidaria que regula el cumplimiento de los deberes de otro, diverso, del de asistir a
otro. (Cfr. CÓRDOBA, Marcos M., "El derecho en época de pandemia. COVID 19, Familia y Solidaridad
Jurídica", LA LEY 09/04/2020, 15).
(4) ITURBURU, Mercedes - JÁUREGUI, Rodolfo G., "Subsidiariedad atenuada, una interpretación que se
consolida respecto de la obligación alimentaria de los ascendientes", ob. cit.
(5) Art. 367 - Los parientes por consanguinidad se deben alimentos en el orden siguiente: 1° Los ascendientes y
descendientes. Entre ellos estarán obligados preferentemente los más próximos en grado y a igualdad de grados
los que estén en mejores condiciones para proporcionarlos. 2° Los hermanos y medio hermanos. La obligación
alimentaria entre los parientes es recíproca. Nota: 367. En el Derecho romano el orden de la obligación de
alimentos era el siguiente: 1°, el padre; 2°, los ascendientes paternos; 3°, la madre; 4°, los ascendientes maternos.
L. 5, §§ 2 y 8, tít. 3, lib. 25, Dig. En caso de divorcio la madre rica reemplazaba inmediatamente en esta obligación
al padre. Nov. 117, cap. 7. La ley romana hizo obligación privativa de la madre, criar a los hijos menores de tres
años. L. 9, tít. 47, lib. 8, Código. La ley de Partida adoptó en todas sus partes la ley romana. L. 3, tít. 19, Part. 4ª, y
después de los tres años impone la obligación al padre y subsidiariamente a la madre; después a los ascendientes
sin distinción de línea, L. 4, ídem. Por este Código se hace común a los dos esta obligación; pues también a la
madre se le da toda la autoridad y beneficio que tenía el padre sobre sus hijos y los bienes de ellos. La obligación
entre los hermanos estaba establecida por la Nov. 89, cap. 12, § 6. Las leyes de Partidas no la admitieron. Yo he
aceptado en esta parte el art. 197 del Código de Nápoles.
(6) Ley 9424: Registro de deudores alimentarios de Entre Ríos.
(7) CNCiv., Sala I, "G., J. E. y otros c. B., A. H. s/ alimentos", Expte. N° 35837/2016, 02/12/2021, Cita: TR
LALEY AR/JUR/216757/2021. Disponible en
http://www.saij.gob.ar/camara-nacional-apelaciones-civil-nacional-ciudad-autonoma-buenos-aires-otros--alimen
tos-fa21020051-2021-12-02/123456789-150-0201-2ots-eupmocsollaf?.
(8) Juzgado de Familia 4 de Paraná "C. J. y S., L. G. s/ divorcio por mutuo consentimiento", N° 15753-4,
15/05/2019.
(9) Juzgado de Familia 2ª Nominación de Córdoba, "B. P. B. c. G. D. A. s/ régimen de visita y alimentos",
26/12/2018, Cita: TR LALEY AR/JUR/86918/2018.
(10) "Siguiendo con el art. 553 su textura deja espacio a que quede abierta la posibilidad cierta de una amplia
gama de opciones jurídicas al magistrado, más requiere de tres condiciones para que encaje en sus límites de
aplicación. La primera que haya una decisión que imponga el deber alimentario (no cuestionó el apelante la
existencia de dicha resolución); la segunda es que exige que los mentados incumplimientos sean reiterados,
adjetivo que indica que sucede repetidamente: que al menos requiere que constaten o acrediten dos, contiguos
entre ambos, en un lapso temporal relativamente próximo, que le permitan al juez inferir la conducta omisiva,
requisito que se da en estos autos. La tercera es que la medida judicial que se adopte como remedio a esos
reiterados incumplimientos sea "razonable": Jurídicamente significa que haya una adecuación o proporcionalidad
entre el medio o instrumento utilizado y los derechos del obligado que afecte la medida (en este caso su libertad
ambulatoria en una mínima expresión) con el fin perseguido: que se reanude el cumplimiento de la cuota". C2ª
Civ. y Com., Sala 2ª, "C. J. y S., L. G. s/ divorcio por mutuo consentimiento", N° 11.162, 21/11/2019, disponible
en
https://mesavirtualpublica.jusentrerios.gov.ar/api/archivos/archivo/5d692793e6161f0009c6d99d/5ea7be1a38b4
900009bb26dc?format=pdf.
(11) Comisión N° 4, Sub Comisión 1 (Comisión de Jurisdicción protectoria de las formas y la efectividad de la
Justicia de Familia).

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