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INTRODUCCIÓN

Las manifestaciones materiales denominadas como manuales, mecánicas, artesanas o artísticas, son
parte del devenir de las sociedades que las hicieron posible. Suelen ser fruto de las necesidades
(biológicas, sociológicas, culturales, ideológica, religiosas), es decir, fueron creadas con un objetivo.
Las técnicas que las hicieron posible nos hablan no solo de la cultura material de nuestros
antepasados y coetáneos sino, también, de la forma de interactuar con su medio y entorno.
Las manifestaciones que producen las sociedades son el resultado de un desarrollo técnico y la
evolución de las técnicas son fruto de las necesidades que se crean las propias sociedades.
• El gremio y el taller
Apartando las distinciones entre categorías artísticas y centrándose en el trabajo material (en la
Grecia clásico se conoció como artes mecánicas) surgió una concepción diferenciadora del trabajo,
que establecía una barrera entre aquellas dedicaciones consideradas serviles, que precisaban de un
esfuerzo físico (pintura, escultura, orfebrería, …) y las intelectuales, las que realmente se
consideraban artísticas (poesía, música y teatro).
De ahí que en el mundo griego y generalizando a lo largo de toda la antigüedad, las artes mecánicas
eran trabajo fundamental de metecos (extranjeros) y esclavos, aunque también había ciudadanos
ejerciendo según que labores. Los esclavos se dedicaban a todas las tareas que hoy son admiradas,
como son la producción de cerámicas, esculturas en metal o piedra,…, y su destreza podía hacerles
llegar incluso a recuperar la libertad.
Las fuentes escritas que conocemos, en las que se habla del trabajo artesanal, se ciñen a los textos
de los filósofos, es por ello que se debe descartar la posibilidad de una cierta tendenciosidad en sus
apreciaciones peyorativas hacia el trabajo manual, así como la existencia de ciertos problemas de
interpretación a causa de las numerosas traducciones que se han hecho a través de tales textos a lo
largo de la historia.

Hydria de Caputi, ática de figuras rojas, atribuida al pintor llamado como Leningrado. Entre el 460 y el 450 a.C.

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La mayoría de las veces, dichos textos, presenta contradicciones, como ocurre con algunas
representaciones plasmadas en una de las manifestaciones más destacadas del mundo griego, la
cerámica. En la Hydria de Caputi, ática de figuras rojas, atribuida al conocido como el pintor de
Leningrado, se representa el taller de pintores de cerámicas que aparecen tocados e inspirados por
Palas Atenea, como protectora delas artes, lo que sin duda es un reconocimiento y elevación de su
actividad.
Claramente percibe una estructuración del trabajo y las actividades por categorías: no se representa
a los torneros o alfareros que dan forma a las piezas, sino única y exclusivamente a los pintores. Pero
se se fija uno detenidamente, el interés de esta representación va más allá pues a la derecha de la
misma, se nos representa una pintora, lo que indica que en los talleres debían trabajar tanto hombres
como mujeres.
Es en el mundo de la Edad Media, con el surgimiento de los gremios, cuando parece comenzar a
haber una consideración del trabajo mecánico, aunque seguirán sus artífices durante largos siglos
perteneciendo a un sector social bajo.
La organización gremial surge en la Edad Media y es el fruto de un momento de crecimiento
económico que permite que determinadas personas puedan dedicarse de forma exclusiva al
desarrollo de las diferentes profesiones. Los gremios van a controlar y regular el trabajo de todas y
cada una de las profesiones, sin
distinción de grado o nivel y desde
estructuras más o menos sencillas van
a ir haciéndose cada vez más
complejas, compartimentadas y
especializadas.
Las funciones y competencias de cada
uno, eran definidas de manera
bastante estricta y por ejemplo un
escultor intentaba policromar una talla,
inmediatamente el policromador
interponía un pleito por intromisión.
Eran estructuras exageradamente
rígidas.
Alicer de la armadura de la Catyedral de Teruel, siglo XIII. Dos pintores pintando los
La organización gremial se gesta en la aliceres de la armadura, asistidos por un aprendiz que va descalzo.

Baja Edad Media, iniciándose cerca del siglo XIV y su proyección alcanza, básicamente hasta el siglo
XVIII. No obstante, no es ésta una pauta lineal ni homogénea, pues las organizaciones gremiales
fueron estructuras dependientes fundamentalmente de las ciudades y reguladas por las sucesivas y
diferentes coronas.
Por idénticas razones, la complejidad de las organizaciones y su mayor o menor diversidad tuvo que
ver también con el desarrollo de las actividades según el lugar. Así se observa, por ejemplo, como en
Francia en el siglo XVI, cuando el trabajo de la madera experimenta una especialización en la
fabricación del mobiliario, se crean dos ramas: la de los menuisiers, es decir, los constructores de
muebles; y la de los ebénistes, los que fabrican muebles con superficies de taraceas de maderas
nobles. Desde Francia, dicha organización diferenciada se exporta a la Península Ibérica y a la

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italiana, aunque en éstas, el término ebanistería acabó siendo asimilado a la fabricación de mobiliario
sin más.
Un ejemplo significativo es también el de los diferentes gremios implicados en las producciones
cerámica. En España encontramos gremios de alfareros, olleros, ladrilleros, tejares, azulejeros, etc.. A
la inversa, sobre todo en el siglo XVII, bajo un mismo gremio se agrupan diversas ramas, como si de
secciones se trataran. Así ocurrió en Aragón en ese siglo, cuando se crea la Cofradía de Alfareros,
absorbiendo a los gremios dedicados a la cerámica, entre ellos el de la azulejería, que desaparece
como tal.
En la Península, el punto de partida de la organización gremial parece tener su origen el la
pragmática que los Reyes Católicos dictaran,en laque ordenaban que todos los individuos de un oficio
determinado se agremiaran y vivieran en los barrios asignados a cada uno.
El carácter marcadamente religioso de las organizaciones gremiales tiene mucho que ver con la
necesidad de remarcar las diferencia entre los cristianos viejos y la población de origen mudéjar
(persona de origen musulmán que vive en la península durante la dominación islámica).
La agrupación de los gremios en barrios o calles, según la importancia de la población y de la propia
actividad, ha dejado su huella en todas nuestras urbes, perpetuada en el nombre de sus calles:
caleros olleros, zapateros, batihojas, bordadores, orfebres… .
El gremio se encargaba de organizar toda la actividad, no solo regulaba el trabajo hasta el más
mínimo aspecto, incluyendo las obligaciones y derechos de sus miembros, salarios y las formas de
trabajo, también se encargaban de la representación y defensa de los intereses colectivos e
individuales de sus miembros ante los órganos de poder, además de la asistencia a sus miembros en
caso de enfermedad y atención a las viudas.
Las dimensiones de los talleres venían determinadas por las necesidades de la actividad, además de
por la importancia y prestigio del maestro, lo mismo que el número de aprendices y oficiales que en
ellos trabajaban, sin olvidar
a criados y esclavos.
Durante largos siglos y
hasta épocas bien recientes,
todos los trabajos eran
realizados por encargo,
respondiendo, por lo tanto a
un fin. El concepto de arte
por el arte es algo
absolutamente moderno, de
la misma manera que, salvo
excepciones en las que en
el contrato figura exigiendo
expresamente la mano del
maestro, una obra, ya fuera Lámina del trabajo en un taller de escultura y sus diferentes actividades y distintas categorías profesionales.
L’Encyclopédie o Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers. Autores, Denis Diderot y Jean le rond
un cuadro, una escultura en d’Alembert (1751-1772)

fundición, una vidriera o un suelo, eran ejecutadas en o por el taller, interviniendo en las diferentes
fases tanto los aprendices como los oficiales bajo la supervisión del maestro, sin querer decir esto

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que el maestro no fuera quien las ejecutaba. Esto es lo que ha llevado en la actualidad a tantos
problemas de adscripción de las obras cuando se intenta diferenciar entre obra de un maestro y obra
de su taller.

• Las artes y los oficios


No es un proceso que pueda delimitarse temporalmente, pero es en el siglo XVIII cuando se puede
decir que una parte de las artes mecánicas, las denominadas artes liberales, se independizan del
resto de manifestaciones, demostrando sobre todo su capacidad para representar “la verdad”.
Pintura, escultura y arquitectura se separan poco a poco del resto de manifestaciones que comienzan
a quedar marcadas por estar sujetas a unas necesidades manuales que superaban a las
intelectuales. En realidad, este fenómeno no se dará con claridad hasta el siglo XIX, cuando con la
revolución industrial, el maniquismo se incorpora progresivamente en todos los espectros de la vida.
Se diferencian entonces las Academias de Bellas Artes y las de Artes Industriales..
La llamada de la Ley Chapelier abolió en 1791 los gremios en Francia lo mismo que años después,
en 1813, promulgarían las Cortes de Cádiz, estableciendo que “todos los españoles y extranjeros
avecindados o que se avecinden en los pueblos de la Monarquía…. Podrán exercer, libremente
cualquier industria u oficio útil, sin necesidad de examen, título o incorporación a los gremios
respectivos, cuyas ordenanzas se derogan en esta parte”. Su vigencia fue breve, pues el conocido
como “Decreto del conde Toreno, fue abolido por la Real Orden de 15 de junio de 1815.
Finalmente, durante el gobierno liberal de Espartero, un decreto de 1836, por el que se restablecía el
suprimido de las Cortes de Cádiz, determinó la supresión definitiva de los gremios.
Con el desarrollo industrial, las cosas estaban cambiando conceptualmente de manera significativa
en el siglo XIX. Aquello que en el pasado había sido considerado como un trabajo mecánico y por
tanto inferior y servil, con los procedimientos mecánicos
empieza a ser reivindicado por determinados sectores,
destacándose en Inglaterra los defensores de las artes y los
oficios, es decir de aquellas manifestaciones en las que el
componente fundamental era el desarrollo manual frente a
aquellas otras en las que el maquinismo comenzaba a
sustituir una parte del trabajo directo.
Manualidad se oponía a industria, pero de forma paralela
surgían las escuelas y las exposiciones dedicadas a este
nuevo fenómeno que era conocido como el de las artes
industriales.
Con el tiempo se produjo una paradoja, lo que en una época
se defendió como trabajo manual frente al industrial ajeno a
las manifestaciones artesanas, al introducirse el primer
maquinismo en las producciones artesanas y
anquilosándose frente a nuevos desarrollos industriales,
ahora se consideraba como el más puro trabajo artesanal.
Salón principal del Palacio Torres Cabrera, Córdoba.
Así, técnicas que eran fruto del primer proceso En el solado se utilizaron hidráulicos de la Casa Nolla
de Valencia (1862)

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industrializador, como los sistemas de impresión topográfica, o los de estampación de los textiles, o la
producción de losetas en cemento (conocidas como hidráulicos), acabaron convirtiéndose en símbolo
del trabajo artesano.
Frente a las consideraciones cada vez más enconadas respecto de la superioridad de unas y otras
artes, uno de los principios fundamentales del movimiento de las arts & crafts (defensores de las artes
y oficios), era precisamente el de la indisolubilidad de las denominadas manifestaciones artísticas y
mecánicas o artesanas. Se cuestionaba de esa forma la separación de las que, principalmente a lo
largo del siglo XVIII, fueron gestándose como artes superiores, en disputada pugna interna (pintura,
escultura y arquitectura) frente al resto de
manifestaciones.
Pero el pasado nos muestra una realidad e la
que, aún existiendo diferencias en la
consideración social de los diferentes oficios, se
deben entender todas sus manifestaciones
como eso, como el desarrollo de los oficios
destinados a mostrar las creencias, las
necesidades sociales, las formas de vida y la
organización de las sociedades que las crearon.
Hay que traspasar las fronteras que nos hemos
ido imponiendo y ser capaces de analizar y
valorar las manifestaciones del pasado como lo
que son, muestras del hacer, expresarse y
creer, sin distinciones conceptuales que nos
impidan extraer todo el conocimiento posible de
las sociedades que las hicieron posibles.
Entrada para la Exhibición de la Sociedad Arts & Crafts. Las artes
liberales y las mecánicas se dan la mano.
Ilustración de Walter Crane, Iglaterra, 1890

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Primera Parte
LA ARQUITECTURA

En sentido estricto, la Arquitectura se puede definir como el arte o la ciencia de proyectar y construir
edificios perdurables. Integra, un fin estético con un claro fin utilitario, por tanto presenta un aspecto
técnico que sigue reglas propias de su asociado la construcción- con objeto de crear obras
adecuadas a su propósito al tiempo que, como arte, debe ser capaz de provocar un placer estético.
El tratadista romano Vitrubio fijó en el siglo I a.C. las tres condiciones básicas de la arquitectura:
1) Firmitas (resistencia).
2) Utilitas (funcionalidad).
3) Venustas (belleza).
Siguiendo estas tres premisas, en todas las culturas la arquitectura se ha materializado con unas
características peculiares. En las sociedades más desarrolladas ha producido variedades de estilos,
de técnicas y de propósitos. Todo ello constituye lo que denominamos Historia de la Arquitectura,
frente a lo que se conoce como Teoría de la Arquitectura.
La denominación de arquitectura como “arte de construir” procede de la tradición neoclásica francesa
y no se incluye en los tratados escritos hasta después de 1750; es en el renacimiento cuando
empiezan a separarse estas cuestiones, ya que hasta ese momento no existía una clara distinción
entre arquitectura (arte) y construcción (técnica). Es el momento en que el artista pasa de ser el que
trabajo algo con sus manos a alguien que lo hace con el intelecto.
La arquitectura responde a una necesidad básica de cobijo y seguridad y a una necesidad estética,
por ello durante siglos serán un fenómeno inherente a la historia de la cultura, civilización,
pensamiento y religión.La arquitectura, con independencia de las diferencias que marcan las distintas
técnicas constructivas y los diferentes estilos estéticos, presenta una unidad temática entre las
realizaciones, sean culturas contrarias o de diversos periodos; es decir, en todas las culturas y
periodos se han construido viviendas, palacios,… aunque presente una disparidad formal y estilística.
Una de las principales características de la arquitectura es su sentido de perdurabilidad, por ello hay
edificios que su utilidad no corresponde actualmente con el que se le dio inicialmente, también es
posible que su aspecto haya sido alterado; en todo caso muchos al construirse no se tuvo presente
su función artística, tan solo su función utilitaria.

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TEMA 1. LA CONSTRUCCIÓN DE LOS MATERIALES
1. Construcción: materiales y condiciones ambientales
Por construcción se entiende no sólo los materiales y elementos arquitectónicos utilizados en la
fabricación de edificios, sino también las técnicas y los procedimientos estudiados, adaptados y
desarrollados por el hombre. Se considera construcción a un conjunto de conocimientos materiales,
técnicas y medios para la ejecución del edificio ideado.
La construcción de arquitecturas siempre ha estado influenciada por la posibilidad de extracción y
transporte, y por las técnicas de colocación de los distintos materiales.
Estos materiales, por su comportamiento, se pueden agrupar en:
a) Aquellos que trabajan las compresión (aplastamiento).
b) Aquellos que trabajan la flexión.
Cada elemento de una estructura tiene que resistir diversas fuerzas sin deformarse ni romperse. Los
tres principales tipos de fuerzas son:
1) Compresión: se eligen materiales como la piedra, el barro en sus diferentes formas, los
conglomerados y los hormigones.
2) Tracción: los elementos estructurales que soportan fuerzas de tracción son tensores y
tirantes.
3) Flexión: el ejemplo más representativo en este caso son las vigas, los materiales que trabajan
la flexión son principalmente la madera y el acero y tienden a aparecer en estructuras
horizontales.
Con respecto a la evolución histórica se deben separar la construcción anterior a la etapa industrial y
la posterior, definida por la aparición de nuevos materiales como el hierro fundido, cristal, acero y
hormigones.
Dentro de las construcciones anteriores a la etapa industrial
los materiales utilizados son fundamentalmente de origen
vegetal, pétreos y terrosos (madera, adobe, tapial, ladrillo,
mampostería o sillería) o mixtos de ambos (entramados de
madera y barro o piedra, de madera y yeso, estructuras de
cubierta y forjados de tabla sobre vigas de madera, etc.).

Constructores egipcios. Pinturas de la


tumba de Rehkmira en sibas, siglo XI-XV a.C. Miniatura gótica que representa a constructores góticos.

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La forma más sencilla de alojamiento humano fue en forma de tienda, construcción derivada de
colgar sobre un mástil las pieles con que se cubrían los pastores trashumantes o los cazadores
nómadas. En los pueblos más sedentarios, aparecen las primeras chozas con ramas y barro.
Asimismo, y continuando con el tipo de cobijo protohistórico de hombres y animales en cuevas
naturales, surgen alojamientos, a menudo de una gran complejidad funcional

Maqueta de pequeña casa egipcia. Museo del Louvre, París

Urna funeraria etrusca que reproduce una cabaña de pieles.


Museo de Villa Giulia, Roma

Maqueta de una vivienda egipcia con jardín.


Metropolitan Museum, NY

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1.1. La construcción en piedra
La piedra, debido a sus variedades, posibilidades y abundancia, ha sido en la historia de la
construcción uno de los materiales más utilizados.
Las rocas naturales se clasifican en:
1) Eruptivas:
• Plutónicas: destaca el granito por su interés en la construcción por su aspecto (natural o
pulido), la variedad de tonos y coloraciones y su comportamiento ante esfuerzos de
compresión.
• Volcánicas: destacan los pórfidos, traquitas y dibasas, útiles como pavimentaciones o
como componentes de los morteros y aglomerados, y los basaltos, utilizados
fundamentalmente en construcciones masivas de fábrica.
2) Sedimentarias:
• Areniscas: rocas formadas por granos de cuarzo cohesionados conglomerados por
cementos naturales. Son fáciles de labrar y tallar, y por lo tanto, muy utilizados como
sillerías y en la ejecución de zonas donde se concentra la decoración, como portadas,
aleros y canecillos.
• Calizas: muy usadas en la construcción y en la ejecución de elementos decorativos.
3) Metamórficas:
• Gneis: granito metamorfoseado con todas sus variedades y aplicaciones.
• Serpentina: excelente para la construcción de detalles ornamentales.
• Pizarras: excepcional como material de cubierta.
• Cuarcitas: procedentes de la metamorfosis de areniscas y muy utilizadas en las sillerías y
mamposterías de la arquitectura tradicional.
• Mármol: material fundamental, por su belleza ha sido utilizado en las mejores obras de
arquitectura de la historia.
Todos estos materiales han sido utilizados por el
hombres desde el comienzo de los tiempos. La
construcción de dólmenes, una gran roca
horizontal apoyada sobre otras dos verticales, fue
el primer paso para el levantamiento de muros de
piedra con cubriciones.
Las primeras construcciones en piedra para uso
doméstico fueron muy elementales: casas y
cercas para encerrar el ganado hechas con la
piedra recolectada de los campos. En un
principio, los muros levantados se ejecutaban sin
morteros intermedios, colocando las piedras a Palacio de muros de piedra caliza y columna de mármol.
hueso. Peñaranda del Duero

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Fachada de iglesia románica de piedra arenisca rojiza, Soria.

Columna egipcia de piedra de granito.


British Museum, Londres

1.1.1. Conglomerantes de la piedra


Junto con estas construcciones en seco o a hueso, se utilizaron los primeros morteros
conglomerantes de la piedra.
Los más primitivos y simples los las mezclas de barro, ricas en arcilla grasa que, al mezclarse con
agua se coloidizan y adquieren cohesión al secar. El resultado es un material muy estable, aislante,
muy adherente a la madera y materiales vegetales y con la propiedad de que su dureza y cohesión
aumentan con el tiempo. Dada la abundancia de este material, y por sus propiedades, es el más
universal desde tiempos remotos hasta hoy.
Dentro de los conglomerantes aéreos, demás del barro, en Egipto se utilizaban los limos del Nilo
como elementos de unión, están los yesos y las cales.
Los conglomerantes hidráulicos son aquellos que, además de endurecer en el aire, como los
anteriormente citados, loa hacen también en medios húmedos e incluso sumergidos en agua
(cementos naturales compuestos por arcilla y caliza, y cementos artificiales a partir del siglo XVIII).
1.1.2. Mampostería y sillería
Las primeras construcciones se realizan a hueso o en seco o unidas por los conglomerantes antes
citados. A estas piedras naturales, colocadas sin elaboración previa, de forma irregular, de tamaño
que permite su colocación a mano, se las denomina mampuesto. El mampuesto pequeño, utilizado
para calzar aquellos de mayor tamaño, se llamó ripio.
Si se trabaja una cara del mampuesto, la que queda a la vista se denomina mampostería careada, y
si se trabajan de una forma sencilla las juntas para su mejor encaje, el la mampostería concertada.

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El sillar, es una pieza de grandes dimensiones, tallada en todas sus caras, y con, por lo menos, dos
dimensiones mayores de 50 cm. El sillarejo es una piedra intermedia entre el mampuesto y el sillar.
Si para la construcción de mampostería basta la recopilación de los mampuestos y con un
conglomerante, para el resto de piedras mayores es necesario el desarrollo de técnicas de extracción
de grandes bloques en canteras, que al principio de llevaba a cabo a cielo abierto, y para
determinadas rocas en trinchera o mina.

Piedras colocadas a hueso en Tiahuanaco (Cuzco, Perú) Grandes piedras colocadas a hueso en un poblado megalítico (Malta)

Columnas de mármol de colores en la fachada de la Basílica de San Marcos, Venecia.

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Conglomerante de barro en una construcción de perfecta sillería Conglomerante de limo en la pirámide escalonada de Zoser.

Muro de piedras naturales colocadas sin elaboración previa Sillarejo con ripio de piedra

Muro de mampostería careada de la torre del homenaje del castillo de Muro románico de sillería con marcas de los canteros
Berlanga del Duero, Soria.

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Muro de sillería con inscripciones y marcas de cantero. Iglesia de Santa María de Azogue (Benavente, Zamora)

1.2. La construcción en barro


De las primitivas chozas de ramas y tierra con el paso del tiempo se llegó a las estructuras rígidas
que permitían cubrir los espacios de
los alojamientos, sin la necesidad de
apoyarse en el suelo, sino que lo
hacen sobre estructuras verticales, o
sea, paredes formadas por
entramados de postes de madera
cubiertos de barro

Cabaña de barro y palos

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1.2.1. Adobe Tapial
El barro se prepara mediante la mezcla de tierra, arcilla y arena con agua. Las formas más comunes
son el adobe y el tapial.
• Adobe: puede considerarse como un ladrillo crudo oreado y secaso al sol; tierra humedecida
y adicionada de paja, acícula de pino o crines diversas que la aligeran y traban, es apisonada
a mano en gradillas o maseras.
• Tapial: conglomerado monolítico compuesto por tierras arenosas, arcilla y agua, construido
sobre un zócalo estable y aislante, normalmente de piedra, empleando moldes o encofrados
paralelos dentro de los cuales se aprisiona el barro por tongadas o capas.

Palomar de tapial típico de Tierra de Campos Mezquita construida en tapial de Djenne (Mali)

Construcciones de viviendas de barro típicas de Yemen

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1.2.2. El ladrillo
El último paso evolutivo en relación a los materiales de construcción derivados del barro se produce
por endurecimiento de mezclas arcillosas a través de su cocción, dando lugar a los materiales
cerámicos. Se han hallado restos de ente material en el Neolítico.
Las arcillas son rocas disgregadas con una gran variedad de minerales, como el sílice, la caliza,
óxidos de matales, etc.
Este tipo de material es el más utilizado en la construcción (sobre todo en zonas carentes de piedra),
no solo por su variedad de formas y colores, sino también por su resistencia, densidad, facilidad de
manejo, capacidad aislante (térmica y acústica) y su bajo coste de fabricación. Su universalidad
responde a estas características, incluso es el material preferido dentro de un estilo arquitectónico
singular como es el Mudéjar.

Vivienda de ladrillo de principios de siglo XX (Benavente, Zamora)

Ábside de ladrillo de una iglesia medieval, Guadalajara

Torre campanario construida en ladrillo sobre una iglesia románica,


(Almazán, Soria)

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1.3. El hormigón romano
Los romanos descubrieron o inventaron en el siglo III a. C. o tal vez antes, un moderno material, no
natural sino fabricado, que revolucionó la forma de construir, permitiendo el desarrollo de elementos
como el arco y la bóveda.
Está compuesto de mortero de cal, cuya arena era volcánica y de elementos pétreos, que al fraguar
adquiría tal resistencia que podía emplearse no sólo como relleno inerte, sino también como material
de construcción por si mismo.
Se utilizaron distintos tipos de opus para revestir los núcleos internos del hormigón, así encontramos
el opus quadratum, que a base de grandes bloques de piedra creaban falsos muros.
Pensando en aligerar sus construcciones emplearon el opus incertum (mampostería de sillarejo), el
opus testaceum o lateritium (mampostería de ladrillo) y opus reticulatum (mampostería regular
reticulada) formada por bloques de piedra con forma piramidal cuya punta se hundía en la argamasa.
Si el opus reticulatum contaba con ladrillos pasaba a denominarse opus mixtum.
En un principio se vio como un sustituto barato de la piedra. Entre otras cosas, hallaron que servía
para reemplazar los costosos techos planos de madera por sencillas bóvedas.

Opus incertum y Opus reticulatum. Templo de Júpiter Anxur (Terracina, Italia)

Bóveda de cañón del frigidarium de las termas de Pompeya,


Construida con opus caementicium

1.4. La construcción en madera


Es uno de los materiales más primitivos y fundamentales en el mundo de la construcción. Resulta
fácil de trabajar, resistente, buen aislante térmico y acústico, abundante, considerado de gran belleza
y considerado básico en estructuras horizontales por su flexión.

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A pesar de su resistencia, no todas las maderas poseen la misma dureza. Por ejemplo tenemos:
• De entre las más sólidas encontramos el boj, la encina y el roble.
• De las duras destacan el ébano, el haya y el olivo.
• En dureza media hallamos la acacia, alerce, aliso, caoba, castaño, cedro, cerezo, fresno,
nogal, olmo, peral y pino.
• Y en las blandas el abedul, abeto, avellano, ciprés, pino o chopo.
Para su uso en construcción, deben considerarse varios factores más:
1) Es un material higroscópico, es decir, propenso a absorber y ceder humedad, por lo que
consecuentemente puede sufrir deformaciones morfológicas y volumétricas.
2) Es un material poco sensible a las variaciones térmicas, además de ser un buen aislante
térmico.
3) Es un material orgánico, por lo que su durabilidad depende de su conservación en ambientes
homogéneos y su resistencia a los ataques de insectos, hongos, crustáceos y moluscos.

Cubierta adintelada de vigas y tabla de la mezquita de Kiva, Uzbequistán.

Armadura popular de doble pendolón. El Espinar, Guadalajara

Gracias a la madera ha sido posible ejecutar infinitos edificios clásicos:


1) Unas veces como elemento provisional destinado a posibilitar la construcción con otros
materiales (andamios, apeos, cimbras, encofrados,..).
2) Como estructura horizontal (vigas de forjados).

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3) Estructura de cubiertas (correas y cabios sobre cerchas o formas compuestas por pares y
tirantes unidos por péndolas y tornapuntas).
4) Como zuncho o atado de muros.
5) Conformando propiamente la estructura (pilares, zapatas, vigas).
6) Conformando elementos esenciales como vuelos, alero, balcones, etc., o formando parte de
los muros portantes o de carga (entramado de madero con huecos rellenos de barro, adobe,
ladrillo o mampostería).

Detalle de ensamblaje de vigas Tradicional armadura de par de nudillo

Simples estructuras de vigas de madera permiten la elevación de un segundo piso y


la cubierta, Fuentelencina, Guadañlajara

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Las construcciones en madera más primitivas eran simplemente de troncos adosados inclinados,
unidos en la parte superior y apoyados en el suelo sobre grandes piedras, formando una edificación
sin paredes verticales cubiertas a dos aguas, o colocando troncos horizontales entrelazados a caja y
espiga en las esquinas, que formaban las paredes sobres las que se apoyaba la estructura más ligera
de vigas inclinadas para la formación del tejado.
Con el tiempo, el desarrollo de las técnicas de construcción posibilitó levantar una estructura vertical
compuesta de pies derechos de madera sobre los que se apoyaban vigas horizontales, montando
sobre esta estructura principal la cubierta a base de pares inclinados.
No obstante, gracias a la perdurabilidad de estas construcciones en troncos, ya en tiempos modernos
este tipo de técnicas se trasladan desde Europa al recién descubierto continente americano.
La aparición de los metales aumentó sus posibilidades al facilitar su labra y sus ensamblajes. Es en
Grecia donde aparece la carpintería de armar y las primeras herramientas especializadas, que
permite el tratamiento y ensamblaje de las piezas necesarias para la estructura sustentante de los
edificios.
La cubierta, en cuanto al su complejidad puede clasificarse en:
1) La cubierta a la molinera (la más elemental).
Se forma con vigas de madera en dirección
perpendicular a la pendiente que se apoyan
sobre un durmiente que transmite las cargas al
muro. Este tipo de armadura ha sido utilizada
tradicionalmente en cobertizos de
construcciones rurales.
2) La cubierta de par y picadero: Cuando las
luces a cubrir superan una determinada longitud,
se necesita disponer de más elementos,
haciéndose la estructura más compleja. En la
cubierta de par y picadero se requiere de un
elemento cumbrera, denominado picadero,

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sobre el que apoyan los pares. Para que esto sea posible, es necesario que el picadero esté
apoyado a su vez por algún elemento estructural.
3) La cubierta de par e hilera o parhilera: Se trata de una cubierta a dos aguas, parecida a la
cubierta de par y picadero, pero en este caso, la cumbrera no está apoyada en ningún
elemento estructural. La forma de sustentación de la hilera es a base de la presión horizontal
que los pares ejercen sobre ella. Para absorber los empujes horizontales se coloca una pieza
que une los extremos inferiores de los pares, llamado tirante o nudillo, y que evitan la
tendencia lógica de los pares a abrirse.

El paso siguiente son las


cerchas o cuchillos, elemento
estructural completo formado
por dos piezas inclinadas, los
pares y otra horizontal, el
tirante, que completa la y
triangulación y garantiza su
indeformabilidad.
Cuando la luz que es necesario Partes que componen una cercha
salvar aumentan, se pasa a
formas más complejas, como el
cuchillo de par y pendolón, compuesto por pares , el
tirante y una pieza vertical que se une en la
confluencia de los pares y el tirante.
Los espacios triangulares de fachada que
proporcionan los cuchillos van a dar lugar a los
frontones clásicos, y las puntas de las vigas y tirantes
horizontales, inicialmente vistas en fachada y
talladas, a imitaciones en piedra conformarán las
series de triglifos y metopas.

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La técnica de las construcciones con troncos, aprendida por los constructores noruegos se aplicó en
el s. XI en las extraordinarias iglesias de madera. Tienen estructura de troncos completados con
entramados verticales, se cubren y se decoran con madera, consiguiendo unos efectos asombrosos,
como las que se pueden apreciar en el norte de Rusia (casas, graneros o iglesias).

Campanario tradicional en madera. Iglesia construida enteramente en madera conocida como Pogost de Kizhi, Rusia
Iglesia de Upsala, Suecia

Detalle del ensamblaje chino conocido como dougong Cubierta medieval de madera, de estructura compleja, en el comedor de
la universidad de Oxford, Inglaterra

Por otro lado, las formas extraordinarias de la arquitectura china provienen de las estructuras de
madera. Aunque actualmente se utiliza como material de construcción la piedra, el ladrillo y los
materiales cerámicos, la estructura de madera sigue siendo la dominante
Sigue un método constructivo denominado dougong, que consiste en el ensamblaje de piezas de este
material, que dan como resultado techumbres en forma de pirámide invertida apoyadas en pilares,
con aleros muy pronunciados donde las puntas se elevan hacia el cielo.

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Estas techumbres se cubrían con teja cerámica que en ocasiones se pintaba con colores sinbólicos
alusivos a la función del edificio.
1.4.1. El entramado
Resulta del conjunto de pilares verticales,en varias plantas, combinados con vigas horizontales, pares
de cubiertas inclinadas y, todo ello arriostrado (colocar piezas de forma oblicua para dar estabilidad y
que no se deforme un armazón) por elementos horizontales e inclinados, rectos o con formas.

Típicas casas construidas con la técnica del entramado, Aratford, Inglaterra

Entramado con relleno de ladrillo, Berlanga del Duero, Soria.

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2. La construcción preindustrial
Las técnicas constructivas desarrolladas a partir de estos materiales tradicionales darán lugar a los
estilos históricos preindustriales. Estos sistemas constructivos se pueden dividir en dos grandes
grupos:
1) Los sistemas estáticos basados en piezas rectas de gran formato, dinteles y arquitrabes,
trabajando la flexión y apoyados sobre estructuras masivas de muros y pilares (arquitectura
adintelada).
2) Los sistemas dinámicos, que transforman los esfuerzos en flexión, a través del diseño en
arco, bóveda o cúpula, en esfuerzos de compresión que se transmiten a las estructuras
portantes (arquitectura abovedada).
La construcción arquitrabada o la abovedada conforma un elemento esencial de la arquitectura: el
espacio interior, el vacío que queda envuelto y definido por ella. De ahí que se pueda definir el
espacio en arquitectura como la ausencia de masa, los elementos del edificio (suelo, paredes techo),
son tangibles, concretos, definidos, mientras que el espacio, es el vacío.
2.1. La arquitectura adintelada
Las primeras arquitecturas faraónicas, en la Grecia clásica, Persia e india, o en la América
precolombina, usan fundamentalmente el adintelado o arquitrabado. Es una arquitectura cerrada y
sólida, de volúmenes dominada por la masa y no por el espacio.
Los primeros ejemplos de adintelado los encontramos en las colosales formaciones megatíticas,
durante el tercer milenio antes de Cristo (dólmenes, Mehires y alineaciones).
La arquitectura religiosa egipcia o funeraria usa para sus salas hipóstilas, el sistema de enormes
columnas verticales coronadas por inmensos dinteles cuidadosamente ensamblados, acompañado de
enormes columnas que macizan el espacio, encerrado entre masivos muros e inmensos bloques de
piedra, como dinteles.
Los mesopotámicos construían templos con muros exteriores
de ladrillo y tejados planos sobre dinteles de madera.

Zigurat de Ur, Mesopotamia

Arquitectura adintelada egipcia. Templo de la Gran


Fiesta del complejo de Karkak Egipto

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Las mezquitas musulmanas o los palacios persas se caracterizan por el desarrollo de una
arquitectura compacta adintelada, en la que el muro y un bosque de columnas de piedra dominan
sobre el espacio vacío.
Mezquita de Córdoba

Templo dórico de Paestum, Italia

En la arquitectura griega el espacio interior se va a resolver como una gran sala rectangular con un
techo plano sostenido por líneas de columnas regularmente dispuestas. Su máximo es alcanzar la
organización racional y armoniosa del cerramiento.
2.2. La arquitectura abovedada
Es durante el Imperio Romano cuando llegan a unos niveles sorprendentes las nuevas fórmulas para
cubrir los espacios.
Novedosas soluciones basadas en el arco, la bóveda y la cúpula hacen posible la construcción de
edificios de proporciones colosales. Los romanos crean espacios interiores diáfanos, liberados de los
gruesos paramentos por la apertura de grandes vanos de iluminación y cubiertos de superficies
cóncavas situadas a gran altura, bóvedas y cúpulas se convierten en amplios volúmenes centrados y
vacíos, cuyo punto focal se encuentra en el interior de la misma estructura y no en el exterior.

Panteón de Agripa, Roma Coliseo de Roma

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En las cúpulas alcanzan una increíble destreza, sirva como ejemplo el Panteón de Agripa en Roma.
Se trata de un recinto circular de gruesos muros de ladrillo diseñados para soportar los empujes
horizontales, sobre el que se levanta la inmensa cúpula construida por vuelos sucesivos de placas de
hormigones aligerados con árido de piedra pómez.
En el caso del Coliseo de Roma, la construcción de bóvedas paralelas permite la elevación de varias
plantas sobre arquerías con un reparto de esfuerzos en pirámide.
El desarrollo de arcos y arquerías posibilita equilibrar los empujes horizontales reduciendo los
esfuerzos verticales en las fachadas o en los espacios interiores, casi libres de estructura vertical,
donde el vacío domina al paramento macizo.
En el periodo románico se sustituyen las
armaduras de madera por bóvedas corridas,
semicirculares o de medio cañón sobre las
naves, y se adopta el arco semicircular o de
medio punto para la realización de las arquerías
y huecos en las fachadas. Todo ello da como
resultado construcciones robustas con espacios
interiores recogidos y aislados.

Cubierta de bóveda de arista de gruesos nervios del scriptorio


del Monasterio de Fontenay, Francia

El estilo gótico no hace sino utilizar y


desarrollar todas las soluciones ensayadas
anteriormente. Se basa en la concentración de
esfuerzos de la cubierta en puntos concretos,
al contrario que en el románico, en el que el
peso de los abovedamientos se repartía a lo
largo de los muros portantes. Este tipo de
solución se consigue mediante bóvedas
nervadas, que permiten liberar los muros para
que se horaden con ventanales.
Interior de la catedral gótica de Laón, Francia

Con el Renacimiento se redescubre la esencia de la arquitectura romana, al estudiar los restos


construidos y las reglas contenidas en el tratado de Vitrubio.
El Renacimiento enfatizó las ideas modulares, las ideas de proporción y de simetría y resucitó los
órdenes clásicos. Sus métodos constructivos se devuelven al mundo clásico, con arquitecturas
horizontales, centradas y simétricas, que se resuelven con sistemas constructivos arquitrabados o
adintalados, con superposición de arquerías y cubriciones planas de madera. Las cúpulas se siguen
utilizando, ahora para cubrir los lugares centrales de las plantas o los cruceros de las iglesias.
El Barroco utiliza los mismo elementos constructivos y el mismo lenguaje básico de las épocas
renacentista y clásica antigua.

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3. Nuevos materiales y renovación arquitectónicas
En arquitectura los efectos de la revolución industrial se dejan sentir en dos aspectos:
1) En la utilización de nuevos materiales de construcción, como el hierro y el hormigón.
2) Por el desarrollo de nuevas edificaciones como salida a nuevas necesidades poblacionales
(fábricas, estaciones de ferrocarril, bibliotecas públicas, museos, etc.), junto con la evolución
de las antiguas tipologías, como escuelas, hospitales, cárceles, galerías comerciales, etc..
No es hasta el siglo XIX, con la aparición de los altos hornos, cuando se produce un desarrollo total
de un material básico en la renovación, el hierro fundido; la aparición de la fundición y los aceros ha
hecho posible el cambio radical en el diseño de las estructuras portantes de los edificios.
Pero es el descubrimiento y desarrollo de los cementos artificiales, unidos al de los aceros, lo que
impulsa definitivamente la modernización de las técnicas históricas de la construcción. Ya no existen
limitaciones en el diseño de estructuras, tanto en el sentido vertical como el horizontal.
3.1. El hierro
En el siglo XVIII aparece el hierro fundido, aunque el hierro no es un material nuevo pues se conocía
desde la prehistoria, sin embargo, apenas se había utilizado en arquitectura.
El hecho de que el hierro, durante largo tiempo, apenas esté presente en la construcción se debe a
dos cuestiones fundamentales:
1) Solo se podía extraer en pequeñas cantidades, cualquier intento de construir con él hubiera
resultado tremendamente costoso.
2) Su preparación le hacía poco resistente a los cambios atmosféricos frente a materiales como
la piedra.
No es hasta que el hierro adquiere una producción industrializada cuando toma una importancia, casi
revolucionaria, dentro de los materiales de construcción. Este momento se produce en Inglaterra con
el desarrollo de la revolución
industrial.
Desde ese instante, el hierro
aplicado a estructuras de
edificios resulta un material
relativamente económico,
más resistente al fuego que
la madera y permitía una
construcción más rápida.
La construcción en cristal y
hierro del Palacio de Cristal
de Paxton, marca un hito en
la arquitectura moderna
estableciendo una nueva
relación entre los medios
técnicos y las finalidades Estructura de cerchas de hierro fundido con construcción en piedra. Museo de las Ciencias. Londres

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representativas y expresivas del edificio. Con él se crea un nuevo espacio arquitectónico que rompe
con la opacidad arquitectónica de siglos.
Con posterioridad otras estructuras como las estaciones de Saint Pancras en Londres, Atocha en
Madrid y la Torre Eiffel en París, serán ejemplos de la nueva construcción y de las inmensas
posibilidades del diseño de la arquitectura con hierro.

Estructura interior de hierro y cristal del mercado del


Cubierta exterior de hierro fundido y cristal del Hall Central de París
Covent Garden de Londres

Palacio de cristal de El Retiro (Velázquez Bosco, Madrid) Pirámide del museo del Louvre, Paris

3.2. El vidrio y el cristal


El vidrio es una sustancia mineral que se obtiene por la fusión de altas temperaturas de una mezcla
de arena y carbonato sódico o potasio. Desde su descubrimiento, en la construcción arquitectónica
hasta el siglo XIX solo se ha utilizado como cerramiento de vanos.
Las diferentes mejoras técnicas acaecidas en su fabricación han permitido, en arquitectura, una clara
evolución: el aumento del vano sobre el macizo, hasta llegar a la construcción con muros de cristal.
En el siglo XIII, pese a su limitación técnica, el uso de vidrieras permitió en la época gótica desarrollar
una nueva arquitectura y un novedoso sistema constructivo en el que los elementos arquitectónicos
están ordenados para permitir la apertura de grandes vanos cubiertos de vidrieras coloreadas, siendo
la luz el elemento compositivo y simbólico fundamental.
En el siglo XVII, se desarrolló una nueva técnica en la elaboración del vidrio que pudo incrementar el
tamaño de las piezas y controlar el grosor que se hizo uniforme. Su uso en arquitectura fue decisivo

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posibilitando el desarrollo de huecos en las fachadas y la mejora de los sistemas de aireación,
aislamiento y luminosidad de interiores.
En el siglo XIX, los procesos industriales de fabricación aumentan su calidad, su transparencia y sus
dimensiones.
Como resultado de ello aparecen los invernaderos de cristal, como lugar acotado donde se produce
un control climático y de iluminación ideal para el crecimiento de plantas. Mientras que por otra parte
se ratifica y refuerza las ideas higienistas que dominan a la arquitectura del momento, higiene se
asocia a luminosidad y ventilación.
La sistemática construcción de
pabellones de cristal en las diferentes
exposiciones Universales o el desarrollo
de rascacielos, permitió afianzar la
técnica.
El cristal juega un papel decisivo, hasta
convertirse en uno de los materiales
más usados para el cerramiento de
paramentos, ahora muros-cortina, es
decir superficies traslúcidas,
transparentes y aislantes que se apoyan
sobre estructuras de hierro y hormigón
armado.

Muro de cristal, edificio de la City de Londres, Inglaterra

3.3. El acero
A finales del siglo XIX se produce un hecho
trascendental, el acero, un producto muy elástico
y muy resistente, puede ser fabricado en
cantidad y calidad importante para ser utilizado
en la construcción, y se convierte en un material
imprescindible. Estas cualidades tan superiores
al hierro fundido hicieron que éste desapareciera
poco a poco. Finalmente aparecerá el hormigón
moderno y más tarde se generalizará el uso de
los hormigones prensado y postensado.
Ya no existen limitaciones en el diseño de
estructuras, tanto en el sentido vertical como en
el horizontal, pudiéndose alcanzar en los
edificios alturas insospechadas hasta el siglo XIX Cubierta de acero y cristal del British Museum de Londres

El excelente comportamiento de los aceros a todo tipo de tensiones no es la única característica que
ha universalizado su uso, a ésto se le une la amplia gama de perfiles qe existen y que propician todas
las combinaciones estructurales imaginables, además de las técnicas de unión entre los distintos
elementos que se han desarrollado continuamente.

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Cubierta de hierro y cristal del museo de Orsay, antigua estación de París

3.4. El hormigón
El cemento artificial es el obtenido por la calcinación (el proceso de calentar una sustancia a
temperatura elevada, para provocar la descomposición térmica o un cambio de estado en su
constitución física o química) hasta un punto de fusión de mezclas estrictamente dosificadas y
controladas de caliza y arcilla con producción del clinker (es el producto del horno que se muele para
fabricar el cemento Portland), compuesto vitrificado de silicatos, aluminatos, ferritos, cal, magnesia,
etc.. Su tiempo de fraguado varía entre 1 y 12 horas.
• Pasta: mezcla de cemento y agua.
• Mortero: mezcla de cemento con agua y arena.
• Hormigón: mezcla cemento con áridos, grava, arena y agua.
Los morteros y pastas de cemento artificiales han sustituido a los conglomerantes históricos, pero es
el hormigón el compuesto que ha hecho posible el desarrollo sin límites de la construcción.
El comportamiento del hormigón después del fraguado es similar al de las piedras naturales. Dentro
de los hormigones se distinguen dos grandes grupos:
1) Hormigones en masa: reúnen los componentes usuales del hormigón, cemento, áridos y agua
y se conocen con el nombre de normales cuando el árido tiene una granulometría continua;
ciclópeos, cuando además, se le mezcla con mampuestos de gran tamaño, y aligerados
cuando se obtienen con áridos como la piedra pómez, arcillas cocidas, escorias, compuestos

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plásticos o con inclusión en la masa de burbujas de aire, dando como resultado cementos de
baja densidad.
2) Hormigones armados: también llamados estructurales, están formados por la inclusión de
armaduras metálicas de aceros. Se diseña
partiendo de la base de adherencia entre el
acero y el hormigón, consiguiendo que las
secciones del hormigón,que por moldeo
adquieren cualquier forma requerida, trabajen a
compresión y las de acero a tracción, dando
como resultado unas piezas de gran resistencia.
Ello le convierte en un material universalmente
usado tanto en elementos verticales (pilares),
como horizontales (vigas), conformando
estructuras completas de una infinita variedad
formal y de gran estabilidad.

Empire State Building de Nueva York, en su construcción


(1931) se utilizaron bloques prefabricados

Conjunto de rascacielos y edificio Chrysler (1930) de Nueva York

Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Valencia) de


Santiago Calatrava (1998)

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El descubrimiento del hormigón armado da lugar a una gran cantidad de investigaciones
arquitectónicas. Surge así la Escuela de Chicago, y con ésta, los rascacielos, que desde finales del
siglo XIX se construyen a lo largo de Norteamérica.
Con estas investigaciones y con la invención del ascensor eléctrico, se crean las múltiples viviendas
dentro de un mismo edificio. Todo se comienza a producir en masa, incluso los hogares, como así se
ha ido viendo a lo largo del siglo XX.
Son las necesidades las que empujan la evolución, los cambios en las técnicas, es decir, el terreno
pantanoso de Chicago, por ejemplo, propició el empleo de calefacción central, ascensores, cimientos
de hormigón, etc..
En Nueva York prácticamente igual, pues el poco espacio urbanizable fomento la construcción de
edificios de gran altura. Consiguieron una tipología de edificios, siempre de varios pisos, ya sean
viviendas para particulares u oficinas para empresas. Lo hicieron combinando la mampostería de
piedra para la fachada y el hierro para la estructura del interior.
El acero se convertía en el chasis del edificio, que se construían en relativamente poco tiempo,
solucionando así los nuevos problemas de la ciudad, es decir, la indudable escasez de terreno y la
ilusoria carencia de tiempo.

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