La Guerra de Sucesión se refiere comúnmente a dos conflictos históricos en
Europa que ocurrieron en el siglo XVIII: la Guerra de Sucesión Española (1701-
1714) y la Guerra de Sucesión Austriaca (1740-1748).
1. Guerra de Sucesión Española (1701-1714):
Causas: La muerte del rey Carlos II de España en 1700 sin un heredero claro llevó a las potencias europeas a disputar la sucesión al trono español. Las principales potencias involucradas fueron Francia, que apoyaba al nieto de Carlos II, Felipe de Anjou, y la Gran Alianza, formada por Austria, Gran Bretaña, Holanda y otros, que apoyaba a Carlos de Austria (también conocido como Carlos III). Desarrollo: La guerra involucró conflictos en Europa y en las colonias americanas y asiáticas. Las batallas clave incluyeron la Batalla de Blenheim (1704) y la Batalla de Malplaquet (1709). Tratado de Utrecht (1713): La guerra culminó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713, que estableció un nuevo equilibrio de poder en Europa. Felipe de Anjou fue reconocido como rey de España, pero se acordó que las coronas de Francia y España permanecerían separadas. Además, Gran Bretaña obtuvo territorios como Gibraltar y Menorca, y se concedieron derechos comerciales en América y África. 2. Guerra de Sucesión Austriaca (1740-1748): Causas: La muerte del emperador Carlos VI de Austria en 1740 llevó a la disputa por sus territorios, ya que no tenía un heredero varón. María Teresa, su hija, heredó los dominios, pero su ascenso al trono fue impugnado por otras potencias, como Prusia y Baviera. Desarrollo: La guerra involucró conflictos en Europa y en las colonias americanas e indias. Batallas importantes fueron la Batalla de Mollwitz (1741) y la Batalla de Fontenoy (1745). Tratado de Aquisgrán (1748): La guerra concluyó con el Tratado de Aquisgrán, que confirmó a María Teresa en el trono austríaco. Sin embargo, Prusia obtuvo territorios significativos, y el tratado marcó el comienzo de un nuevo equilibrio de poder en Europa.
Ambas guerras de sucesión fueron parte de la competencia por el equilibrio de
poder en Europa y tuvieron importantes implicaciones políticas y territoriales. Además, sentaron las bases para eventos posteriores, como la Guerra de los Siete Años.